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I La razón sofística y la educación

El giro sofístico supone una crítica profunda del saber


iniciado en Jonia, en el siglo VI a.C., entre otras razones, por su
Jorge R. De Miguel
fracaso en dar con una concepción del cosmos que fuera aceptada
por todos.
Los sofistas y la problemática humana Aunque, sin dudas, fue Parménides el descubridor de los
en la filosofía griega antigua principios bajo los cuales funciona nuestra razón, algunos sofistas
muestran un uso diferente de la misma, que supone una crítica al
enlace entre logos y Ser de los presocráticos. La famosa expresión del
sofista Protágoras es ilustrativa en este sentido: “el hombre es la
medida de todas las cosas, de las que son en tanto son y de las que no son
El problema del hombre en la filosofía presocrática en tanto no son”. Con ella alude a un tipo de facultad racional
Podría decirse que los sofistas introducen un giro distinta de la que invocaba Parménides. Para éste, la razón es la
antropológico en la filosofía griega clásica. Ello no debe interpretarse facultad de lo incondicionado, que sólo puede generar
como el inicio de toda reflexión sobre lo humano, ya que varios conocimiento si está dirigida a la realidad que, como ella, es
pensadores anteriores se habían ocupado de las cuestiones del universal, necesaria y no contradictoria. Se eleva, por tanto, respecto
hombre y la sociedad. Ejemplos de ello son algunos parágrafos de de la opinión, un saber sensible y variable, pues está condenado a
Heráclito en los que otorgaba a la ley humana un rol armonizador dar cuenta de los objetos sometidos al movimiento, que, en
de los conflictos humanos similar al del logos natural. Parménides, a consecuencia, son relativos y particulares. De modo que la razón
su vez, consagraba al saber de la razón como la ciencia de lo parmenídea no está volcada a la variabilidad de lo humano y de la
absoluto, mientras que relegaba al conocimiento sensible, con el naturaleza, sino sólo a lo que es siempre verdadero y no tiene
cual los hombres habitualmente se manejan, a la condición de mezcla de falsedad alguna. A diferencia de ello, aquella expresión
opinión (doxa), relativa y contingente. Más bien, los sofistas le de Protágoras es demostrativa de que la razón en la que piensa sólo
otorgan a lo humano una nueva posición dentro de la concepción puede funcionar dentro del horizonte humano cambiante, en el que
de la realidad que discutían los presocráticos, de modo que la las cosas son y no son, sin que le esté dado acceder a una realidad
problemática que atañe más directamente a los hombres, como el no particular. Es la facultad que se sirve de la información de los
conocimiento, el lenguaje, la vida moral y social, pasa a ocupar el sentidos y, por tanto, promueve un conocimiento relativo a las
centro de la reflexión. Esto no debe ser entendido como un circunstancias en que éstos funcionan. Así, lo que los presocráticos
socavamiento de la ciencia, sino como un intento interesante, dado entendían como “apariencia” es, para Protágoras, toda la realidad a
al interior de la propia filosofía griega, de repensar la influencia la que podemos acceder. Es obvio que las condiciones en las que
humana en ella. opera la razón sofística no surgen de los principios lógicos, como en

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el caso de Parménides, sino de los intereses y propósitos propios del La educación es así, esencialmente, política, superadora de la
hombre, que así tiene la posibilidad de controlar el discurso acerca enseñanza tradicional aristocrática, basada en los privilegios de la
de lo real. Esto último implica un planteo sumamente innovador en sangre y, por tanto, sólo abierta a un sector social.
la época, pues la tesis de que el hombre pueda, con su razón,
Protágoras, según cuenta Platón, fue un gran promotor de la
dominar el saber y la realidad resultaba completamente extraña a la
educación como una técnica política, vale decir, como un proceso de
mentalidad de los primeros filósofos. Si para éstos había una
formación general del ciudadano. Dicha técnica tenía una jerarquía
medida, ésa era el logos universal o el Ser, pero nunca la razón
superior al saber especializado (techné) que se podía adquirir acerca
humana particular.
de disciplinas como matemática, geometría, música, artes, etc.
En virtud del giro que introducen los sofistas, que tiende a Defendió la enseñanza de la virtud (areté) ciudadana, como un
despertar la capacidad humana de influir en la realidad, la educación fundamento del Estado, sin la cual, la vida en común estaría en
se transforma en un proceso fundamental para adquirir el saber e peligro. Así, las leyes y las instituciones de la polis tienen, a su
involucrarse en la vida práctica. Por ese motivo, han sido entender, una función educadora, armonizadora de las
considerados los fundadores de la ciencia de la educación, ya que particularidades de los ciudadanos. La legislación pública no sería,
reflexionaron acerca de ella como una actividad esencial para el como tendemos a pensar hoy, una elaboración normativa
hombre. Hasta la sofística, la educación se apoyaba en las circunstancial que tiende a resolver conflictos específicos que se
tradiciones aristocráticas, con predominio de los valores religiosos. presentan en un tiempo dado. La idea de Protágoras apunta, más
El clima político cambiante en la Atenas del siglo V a.C., el ascenso bien, a la construcción por vía de las leyes de una conciencia
cultural y social de la ciudad y el posterior inicio de su decadencia, permanente de pertenencia del ciudadano a su polis, el verdadero
las transformaciones de la vida democrática, entre otros factores, sustento espiritual de la vida pública. A pesar de las críticas de
contribuyeron a una crisis de los criterios educativos tradicionales y Sócrates y Platón a la sofística, esta noción permaneció en sus
configuraron un marco propicio para una renovación pedagógica reflexiones y fue integrada como un punto básico en el diseño de la
que los sofistas impulsaron fuertemente. Un aporte sustancial es la polis ideal.
noción de que el hombre tiene una naturaleza propia, que abarca, no
sólo su cuerpo, sino también su alma. Esta idea es difundida por los Verdad y moral
sofistas como el fundamento de la educación, cuya meta es ahora, La posición común de los sofistas contraria a las tesis de
transformar el orden natural humano en una segunda naturaleza, esto Heráclito, Parménides y otros acerca de que es posible alcanzar el
es, alcanzar un estado en que, para el hombre educado, su conocimiento de una realidad absoluta los conduce a sostener que la
comportamiento sea tan espontáneo y natural como las funciones verdad sólo puede ser relativa e, inclusive, a esbozar una postura
orgánicas de su cuerpo. Desde esta perspectiva, la educación es la escéptica acerca de que la misma pueda ser alcanzada. La expresión
herramienta para que todo hombre pueda desarrollar sus citada de Protágoras se aplica a esta cuestión. En el diálogo Teeteto ó
capacidades naturales, hasta convertirse en un ser capaz de vivir en de la ciencia, Platón presenta las razones del sofista para afirmar la
sociedad con otros. Por ende, es, ante todo, un problema de la polis.
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subjetividad de la verdad. Según Protágoras, el conocimiento en las palabras del sofista Gorgias, importante difusor del arte de la
humano está limitado en su alcance en virtud de que nuestro retórica. Afirma que “nada existe”; que “si algo existiera, sería
contacto con las cosas se da a través de las percepciones sensibles. incognoscible”, y si “fuera cognoscible, sería incomunicable”. Con
Ellas nos entregan una información fragmentaria, variable y esto queda claro que la sofística es conciente de los problemas que
contingente de la realidad, que hace, por ejemplo, que lo dulce o lo el lenguaje y las limitaciones de nuestro conocimiento producen
amargo no sean lo mismo para todos, que el frio o el calor no sean cuando nos planteamos acceder a la realidad, en particular, la que
percibidos de la misma manera por todos y, hasta que, para un se halla más allá de la experiencia sensorial. En última instancia,
mismo individuo, tales sensaciones varíen según los momentos. Tal como se aprecia en la última parte de la expresión, nos resultaría
imposibilidad de obtener un juicio uniforme sobre lo que nos rodea imposible decir el Ser, traducir lo real en palabras, pues ellas no
lleva a Protágoras a decir que estamos sometidos a un fluir de garantizan ningún tipo de adecuación con lo que es.
sensaciones cambiantes, que nos impide concebir una realidad
Que el hombre sea la medida de la realidad vale, no sólo
única y racional, contra la cual las apariencias sensibles puedan ser
para el conocer, sino también, para el comportamiento sujeto a
contrastadas. Esta postura haría que, estrictamente, la verdad
normas, ya sea las morales o las jurídicas. Desde luego que si no es
valiera para cada sujeto, haciendo imposible toda ciencia objetiva.
posible alcanzar una verdad universal, tampoco nos será accesible
Sin embargo, esto último debe ser evaluado teniendo en cuenta que,
un bien universal y, por ende, un código ético válido para todos los
para Protágoras y otros sofistas, el hombre dispone de la
hombres. En este terreno, Protágoras ofrece una perspectiva de
herramienta de la palabra, en particular, de la capacidad de
mucho interés para la filosofía moderna y contemporánea, cual es la
dominar la realidad con la retórica. Siendo el conocimiento relativo
de hacer depender las normas morales y jurídicas de una convención.
al sujeto y a las circunstancias, la comunicación del mismo
Esto último quiere decir que las normas vigentes en una ciudad,
tendiendo a persuadir a los demás representa una manera esencial
consagradas en sus costumbres y en sus leyes, dependen de un
de elaborar el saber, haciéndolo no ya la propiedad de un
acuerdo de todos sus habitantes por el cual consideran justo o
individuo, sino de un grupo y, hasta, de una comunidad de
injusto, bueno o malo lo que en ellas se estatuye. Esto es, no habría
ciudadanos. Más allá de las críticas que ello suscitara luego en
una esencia de lo justo y lo bueno, sino que cada ciudad expresa a
Sócrates, Platón y otros filósofos, los sofistas descubren toda una
través de las normas que respeta lo que considera así, no para
faceta del conocimiento, aquélla que pone de manifiesto que el
siempre, sino hasta que sean modificadas. De ese modo, no cabe
mismo es un producto humano y que, por tanto, no debe ser
establecer, por ejemplo, cuál moral o cuál forma de constitución
desprendido totalmente de nuestras pasiones e intereses, sin que
política es la mejor en abstracto, sino, tan solo, cuál de ellas es la
por ello nos esté vedado alcanzar cierto tipo de verdades.
más ventajosa o la más útil considerando las condiciones de cada
Que el conocimiento tenga estas características de relativo ciudad. Asimismo, las creencias religiosas de cada comunidad
supone poner también en tela de juicio la existencia del Ser absoluto deben ser respetadas, ya que no es posible saber cuál es la religión
tal como lo postulaba Parménides, o del cosmos de Heráclito, una verdadera. En consecuencia, Protágoras despliega las bases de una
unidad en la que se mantiene el conflicto. Esto es lo que se patentiza ética comunitaria, relativa a un marco, en este caso, la ciudad-Estado,
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dentro del cual rigen ciertos principios consensuados por sus normas. Este es, según Glaucón, el origen de las leyes y de la
habitantes. justicia, cuyos propósitos son evitar el daño mutuo y moderar las
pasiones. Se trata de una convención hipotética, no históricamente
Naturaleza y convención realizada, ya que se la debe presuponer como el fundamento del
Una interesante discusión que introducen los sofistas se orden jurídico de una sociedad. La ley humana vendría, pues, a
refiere a lo que es por naturaleza y lo que es por convención. En la corregir la naturaleza injusta del hombre, proveyendo las
medida en que se afirma que las normas que sujetan nuestro herramientas para una convivencia armónica. Tanto en Trasímaco
comportamiento son relativas, cabe preguntarse sobre su origen y como en Glaucón se plantean los problemas que traería para la
necesidad, y si, dentro de su variabilidad, algo de lo humano cohesión de la ciudad la desobediencia de la ley, ya que ésta refleja
permanece estable. Esta problemática aparece de distinta manera en el acuerdo básico a partir del cual puede ser evitada la injusticia.
varios diálogos platónicos y escritos de los sofistas, sin que haya En todos los aportes sofísticos campea la idea de que la
entre éstos una posición homogénea al respecto. En el Gorgias de problemática humana tiene una influencia decisiva en cómo
Platón, el sofista Calicles expone que ley y naturaleza son opuestas concebimos la realidad y en cómo vivimos. A partir de ellos, la
entre sí. A su juicio, el orden natural marca la superioridad del filosofía deberá integrar tal cuestión en sus reflexiones, aún cuando
fuerte sobre el débil, por lo que se debe dejar que el primero persiga las soluciones sofísticas resulten fuertemente criticadas.
sus deseos. La virtud consiste, de acuerdo a esto, en desarrollar las
pasiones. La ley humana, a su vez, produce una igualación,
tratando de defender al débil y moderando las pasiones, lo cual,
piensa Calicles, entorpece las posibilidades de aquéllos que tienen
más capacidad para mandar y poseer bienes. Una variante en este
planteo es la que se deja ver en la argumentación de Trasímaco, en
la República de Platón. Para este personaje, las leyes humanas
consagran la desigualdad natural al otorgar el poder político a los
más fuertes. Lo justo es la conveniencia de los poderosos. Por su
parte, otro personaje del mismo diálogo, Glaucón, explica el origen
de las leyes según la opinión de algunos sofistas. Se trata de
suponer que existió un estadio del desarrollo de los hombres en que
éstos, al buscar su propio beneficio, se dañaban mutuamente. Tal
sería el orden natural de la convivencia humana, que, por ser
insatisfactorio, debía ser superado. Para ello, los hombres realizan
una convención acerca de lo que considerarán a partir de ese
momento como justo e injusto, acuerdo que se estatuye a través de
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II El fondo del pensamiento moral de Platón se manifiesta en el
planteo de la relación entre el alma y la virtud. En la República,
presenta una división tripartita del alma humana -racional,
Jorge R. De Miguel concupiscible e irascible-, fundada en las diversas funciones que en
ella aparecen. Aunque cada parte se vincula a una función
determinada, el alma es concebida como una unidad. La razón
La filosofía moral y política de Platón comanda el alma, dado que, por ser la facultad de conocimiento,
puede discernir acerca de las metas hacia las cuales ésta se debe
dirigir; lo concupiscible representa la tendencia apetitiva, el deseo
por los placeres y la satisfacción de necesidades elementales,
mientras que lo irascible contiene la impulsividad, la energía que se
Los principales escritos de Platón en materia de ética y vuelca a la acción. El conflicto moral se produce por la lucha interior
política son la República, Protágoras, Critón, Fedón, Fedro, Apología de del alma entre lo racional y lo irracional, representado esto último
Sócrates, Gorgias, El Político y Las Leyes. En su metafísica, Platón por los apetitos y la irascibilidad. El alma no puede despojarse de la
refiere los conceptos universales a una realidad inmutable capaz de irracionalidad, pero su perfección sólo es posible bajo los dictados
dar cuenta de la realidad sensible, aparente y variable, a la vez que de la razón. De lo contrario, si predominan las pasiones, lo aparente
establece el origen de los mismos. Ello se expresa en la teoría de las se impone a la realidad y el hombre queda sometido a los placeres
Ideas o de las Formas, según la cual, la esencia de las cosas, su en la creencia de que constituyen el verdadero camino hacia la
aspecto inteligible, el eidos, compone un mundo de Ideas felicidad. La ignorancia es, pues, para Platón, como para Sócrates, la
independiente de las cosas concretas. Dichas ideas son causa, fuente del mal.
fundamento y modelo del mundo sensible. En la visión platónica, en tanto cada cosa tiene una función y
La filosofía moral de Platón se vincula estrechamente con su una perfección propias, la virtud consiste en el desarrollo de la
metafísica. Los actos morales, al igual que las cosas sensibles, sólo función específica. Entonces, si cada parte del alma cumple con la
son apariencias y, por tanto, no pueden derivarse de ellos principios misión dada por la naturaleza, le corresponderá una virtud particu-
universales. Su fundamento está en las ideas morales (justicia, lar. Así, un alma dotada de sabiduría o de prudencia será aquélla
piedad, santidad, belleza, valentía, etc.), únicas, inmutables y gobernada por la razón; el valor será virtud del alma cuya iras-
eternas, que proporcionan el modelo al cual se ha de referir el cibilidad responda al mandato de la razón; la templanza, a su vez,
comportamiento. Siguiendo a Sócrates, Platón afirma la conexión reside en el alma en la que su facultad apetitiva se ejerce con
entre moralidad y conocimiento, ya que sólo este último puede moderación y bajo los dictados racionales. Pero como el alma es una
evitarnos caer en el engaño de las morales particulares y nos unidad, la bondad sólo se alcanza en la armonía de las funciones de
permite el ascenso hacia la universalidad. todas sus partes. Dicha armonía se expresa en la virtud de la justicia,
virtud general del alma. De tal modo, Platón vincula a la justicia con
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Jorge R. De Miguel – La filosofía moral y política de Platón

el hacer propio de cada uno, aunque aclara que no se limita a las repudiable es el acceso de productores y guerreros al gobierno. En
acciones externas del hombre, sino que se aplica también a la acción consecuencia, para Platón, la naturaleza fundamenta el orden
interior sobre sí mismo destinada a conservar el orden del alma, político de la ciudad. Ella se origina en que los hombres al no ser
evitando que lo irracional la gobierne. En esto último, precisamente, autosuficientes, se deben prestar mutua asistencia para satisfacer
consiste la injusticia. sus necesidades elementales. Se requiere, entonces, una división del
trabajo, de manera que cada hombre contribuya con su aptitud al
El pensamiento político de Platón guarda tan estrecha
conjunto. La diferenciación de estas funciones en productivas, de
relación con su filosofía moral que bien puede decirse que
defensa y de gobierno, constituye, el entramado social de la ciudad.
constituye un capítulo de ella. Ello aparece particularmente
explícito en la República, donde esboza una polis ideal, destinada a A juicio de Platón, la polis perfectamente justa descripta en la
servir de modelo para las ciudades existentes. Su diseño se apoya República podría ser una monarquía o una aristocracia. En la medida
en una correspondencia directa entre el alma individual y la ciudad, en que debe ser conducida racionalmente, los sabios, o sea, los
de modo que cada parte de la primera se expresa en un estamento filósofos, son los gobernantes ideales. El gobierno debe
social. Los apetitos están representados por los artesanos, corresponder a los amantes del conocimiento absoluto y universal, a
mercaderes y trabajadores en general; lo irascible, por los aquéllos que son capaces de elevar su alma hasta la percepción de
guardianes o guerreros; la razón, por los gobernantes. También las Ideas y hacer de ellas los modelos de comportamiento para toda
existe en la ciudad una distribución funcional: los artesanos deben la ciudad. Al efecto, se requiere no sólo de la aptitud natural, sino
realizar las tareas productivas y procurar el sustento material de la además de una cuidadosa preparación hasta llegar a la posesión
ciudad (virtud propia: la templanza); los guerreros están dedicados efectiva de una ciencia del gobierno, la ciencia política, la cual, por
a la defensa y a la custodia del orden interior (virtud propia: la la universalidad de sus funciones, se ubica por encima de las demás
valentía); y los gobernantes tienen como misión conducir al ciencias y artes. Platón encuentra además que el gobernante-filósofo
conjunto (virtud propia: la sabiduría). La justicia, como sucede en el asegura el cumplimiento de un principio esencial en la polis: ella
alma, es una virtud armonizadora: ello significa que una ciudad debe ser conducida por los que menos desean el poder. Se explica
será justa si cada uno de sus miembros cumple adecuadamente con porque, en tanto la mira del filósofo está puesta en la realidad
su función. La ubicación de los hombres en una clase social viene trascendente, su alma es capaz de sujetar las pasiones. Sólo así es
dada por las aptitudes naturales de cada uno, perfeccionadas por posible garantizar que el interés perseguido por el gobernante sea el
una gradual educación. Es decir, la función que se debe cumplir en interés general. La ambición del mando es un síntoma de injusticia
una asociación política no depende de una decisión individual o y se corresponde con quienes apetecen fines particulares, como el
colectiva, ni de la tradición de sangre, sino de la capacidad para dinero y el prestigio.
ejercer determinadas tareas que la naturaleza haya puesto en el
El rey-filósofo puede prescindir de la ley. Por dirigirse a una
alma individual. Cuando estas posiciones naturales resultan
generalidad de casos y de individuos, la ley no está en condiciones
alteradas en la polis por la ambición humana, sobreviene el
de asegurar la justicia en las situaciones particulares. Esto último
desorden social, que es intrínsecamente injusto y cuya versión más
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Jorge R. De Miguel – La filosofía moral y política de Platón

sólo es posible, en cambio, gracias a la sabiduría del gobernante. Las


normas escritas son un recurso necesario cuando falta idoneidad en
quien gobierna. Esta postura de Platón se encuentra en la República
y en El Político. Sin embargo, en Las Leyes, obra de la senectud, se
inclina por la idea de un filósofo-legislador y por la necesidad de
sujetar al poder político a regulaciones legales rigurosas. Allí, el
ideal parece ser el del gobernante moderado en sus pasiones y
controlado por leyes sabias.

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III que, por ser un dios o un ser degradado, no posea la calidad
humana racional. Así, por el solo hecho de vivir, naturalmente, sin
que medie ningún acuerdo o pacto, como sostenían algunos sofistas,
Jorge R. De Miguel los hombres nos asociamos para realizar nuestros fines. De allí que
Aristóteles defina al hombre como un “animal político”, un ser
destinado a convivir con otros en la polis, la ciudad-Estado.
La política en Aristóteles
Esta definición muestra, por un lado, la jerarquía que la
política tiene entre las actividades humanas, y, por otro, una pauta
acerca de qué tipo de asociación es necesaria para nuestro
La política como actividad moral perfeccionamiento como hombres. No cualquier existencia en
común con semejantes constituye una vida política. También los
Coincidente con su posición filosófica general, que presenta a
animales conviven entre sí, pero no desarrollan una vida política,
la realidad con una estructura teleológica, Aristóteles concibe a la
pues ésta no puede fundarse donde sólo predomina la
política como una actividad humana consagrada a una determinada
irracionalidad de los sentidos. Muchas de las especies animales
finalidad. También Platón había organizado la polis ideal de modo
viven agrupadas, pero el hombre es sociable en grado sumo, más
que todas sus partes tendieran a la realización de la idea de justicia.
aún que las abejas, sostiene Aristóteles, por el motivo de que la
Sin embargo, ésta poseía un status independiente de las ciudades y
naturaleza nos ha dotado de la palabra. La palabra es la expresión de
de los hombres que la componen. Obraba como un modelo
la razón, no tan solo, una simple voz o una emisión de sonidos. Los
universal que atraía “desde fuera” a la realidad política particular,
animales se sirven de ciertos sonidos para comunicar sus
sin que las circunstancias por las que las asociaciones humanas
necesidades y sentimientos. Pero en el hombre se trata de algo más:
atraviesan pudieran modificarla. En la visión aristotélica, en
la palabra humana es el instrumento que nos permite manifestarnos
cambio, la justicia y otras virtudes se encuentran dentro de la propia
acerca del bien y el mal, de lo justo e injusto. Dado que la especie
naturaleza sociable del hombre. Son una excelencia (areté), una
humana es la única que posee el sentido de lo bueno y lo malo, la
perfección de ella, que es dable a nuestra razón conocer y realizar.
razón y la palabra nos son esenciales. Adviértase que el lenguaje, a
Vale decir, la naturaleza humana, como la de todos los seres,
diferencia de los sofistas, no aparece como una herramienta de
contiene en sí la posibilidad de su perfección, por lo que vivir
persuasión, sino que es parte constitutiva de nuestra naturaleza
virtuosamente implica la progresiva realización de la misma.
moral.
Siendo que la justicia es, para Aristóteles, la virtud ética
La vida política, por ende, sólo es posible para el hombre, ya
suprema, sólo puede ser alcanzada en la convivencia humana.
que la polis es el ámbito más propicio para desenvolver lo que es
Precisamente, que el hombre sea un ser naturalmente sociable
propio del alma humana, la razón. Por ser esta facultad racional
supone que no puede realizarse como un individuo aislado; esta
exclusivamente humana, constituye nuestra perfección y nos marca
última condición, afirma Aristóteles, sólo puede darse en alguien
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Jorge R. De Miguel – La política en Aristóteles

nuestra finalidad específica. En otras palabras, la polis es la llamado por Aristóteles felicidad. En vista de su jerarquía, la
asociación más adecuada para que la naturaleza humana pueda felicidad es el fin de la asociación más elevada que puede alcanzar
realizarse. En consecuencia, la política, según Aristóteles, es el hombre: la polis. A su vez, el conocimiento de la política, aquello
esencialmente una actividad moral; es el modo natural por el cual los que es preciso saber para conducir al conjunto hacia el bien
hombres alcanzan su realización como tales. Ello implica que la supremo humano, la ciencia política, se convierte en la ciencia
política no se agota en la lucha de facciones por el poder y en la práctica fundamental, abarcadora del resto del saber práctico ó
persecución de intereses particulares, aspectos que cierta sofística social, incluida la ética misma y otras disciplinas particulares, como
había defendido, sino que representa un cauce natural de nuestra la economía y el Derecho.
condición ética y, por tanto, una dimensión necesaria para que la
especie humana se perfeccione en la búsqueda del bien que le es Naturaleza y finalidad de la polis
propio. Esta premisa básica está contenida en las palabras iniciales Por lo dicho, el hombre es un ser político, puesto que su
de Aristóteles en la Política: vocación natural es la convivencia con otros. Cabe preguntarse si
“Toda ciudad es una comunidad, y toda comunidad se dicha vocación no podría satisfacerse en el seno de otras
forma en vista de algún bien, puesto que los hombres siempre actúan agrupaciones que no fueran la polis, vale decir, la familia, el
mirando a lo que les parece bueno. Todas las comunidades tienden a vecindario, el pueblo o la pequeña comunidad local. La respuesta
un bien de cierta especie. El más importante de todos los bienes debe que da Aristóteles es que ninguna de ellas, aún siendo necesarias, es
ser el objeto de la comunidad principal, de aquélla que encierra a una organización autosuficiente. Sólo la polis está en condiciones de
todas las demás, y a la cual se llama ciudad o comunidad política.”
atender todas las necesidades de bienestar, protección y vida moral
(Política, Lib. I, cap. I)
que las agrupaciones menores no satisfacen plenamente. Aristóteles
El bien al que alude Aristóteles es el que corresponde a la nos presenta a la ciudad, entonces, como un gran organismo, una
naturaleza humana, dada la específica constitución de su alma, en la totalidad naturalmente superior a las partes que lo componen, sean
cual, la facultad racional dirige sobre las funciones vegetativa y ellas familias o pueblos, las cuales tienen como fin la realización del
sensitiva, que compartimos con las plantas y los animales. Por lo bien común de aquélla. La polis existe, pues, de un modo natural:
tanto, es un bien genérico, atribuible a nuestra calidad de hombres y aunque en un estadio primitivo el hombre vivía en pequeñas
que debe ser distinguido de los demás bienes que orientan las comunidades o aldeas, y, aparentemente, no se requerían
distintas actividades humanas. Así, el médico busca la salud; el asociaciones mayores, la aparición de la ciudad es la culminación
militar, la victoria; el economista, la riqueza. Pero todos ellos son del proceso por el cual realizamos nuestra esencia social. Con
bienes propios o particulares, que, aún cuando aportan al bienestar palabras de Aristóteles:
de la ciudad, no pueden constituirse en los fines del conjunto social.
“La naturaleza de una cosa es precisamente su fin, y lo que es cada
De modo que nos desarrollamos plenamente cuando tendemos a uno de los seres cuando ha alcanzado su completo desenvolvimiento es su
realizar dicho fin supremo, que se presenta como una suerte de naturaleza propia, ya se trate de un hombre, de un caballo o de una
unidad superior de todos los fines particulares. Tal fin supremo es familia. Este destino de los seres es para los mismos el primero de los
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Jorge R. De Miguel – La política en Aristóteles

bienes, y bastarse a sí mismos es, a la vez, un fin y una felicidad”. (Política, y seres para obedecer. Los primeros están dotados para un uso
Lib. I, cap. I.) pleno de la razón y, por ende, son capaces de ejercer la libertad. Los
Como en toda sustancia o cosa, también en el hombre el esclavos, en cambio, sólo disponen de sus facultades corporales, y,
desarrollo de lo que le es propio por naturaleza es su fin. En ello si bien no les es dado razonar, pueden comprender las razones de
consiste la virtud de cada ser, en su realización como tal. Por su otro y ejecutar órdenes. La esclavitud es natural y, por tanto, una
condición específica, la virtud humana supone el desarrollo de la condición inmodificable. No se le escapa a Aristóteles la inserción
actividad racional. El bien supremo buscado por todos los hombres, económica del esclavo: éste es un instrumento de la producción de
la felicidad, consistirá, entonces, en el ejercicio de tal virtud. La bienes para la subsistencia, una mano de obra insustituible en la
política aristotélica se apoya en estas premisas ya desarrolladas en época. La condición degradada del esclavo es más notoria aún si se
la ética, de la cual puede decirse que es una continuación y un toma en cuenta que la ética aristotélica exige la capacidad racional
complemento. De allí que la misión de la polis no sea solamente como requisito para la realización humana. Los esclavos, negados
asegurar la existencia material de sus miembros, ni la defensa, ni en su estatuto de hombres completos, cumplen una función en la
garantizar los derechos individuales, objetivos que la sofística polis, pero sin integrarla realmente. La calidad de ciudadano sólo está
resaltaba. Todas ellas, afirma Aristóteles, son condiciones reservada a los hombres libres, quienes disfrutan de los derechos
preliminares e indispensables, pero aún cuando se hayan satisfecho, políticos, esto es, deliberan sobre los asuntos comunes a toda la
la ciudad no existe todavía. La polis es algo más que una vida en ciudad en la asamblea pública y desempeñan las tareas de jueces y
común organizada, en especial, si se cree que ella está al servicio de gobernantes. No obstante, en la república perfecta, sostiene
la realización de los fines particulares de los individuos y las Aristóteles, los ciudadanos no deben desarrollar tareas productivas
familias. Es una asociación para el logro de la felicidad general por ni comerciales, a las cuales se destinarán los artesanos, agricultores
el camino de la virtud, de manera que sus miembros alcancen una y demás trabajadores, por ser labores contrarias a la virtud y que
existencia completa que se baste a sí misma. (Política, Lib. III, cap. V) restan el tiempo necesario para ocuparse de la cosa pública. Si bien
La finalidad suprema de la actividad política es, pues, la vida buena, todos los hombres libres pueden ser ciudadanos, lo ideal sería que,
no tan solo una comunidad de intereses particulares, sino una con miras a jerarquizar la política, los trabajadores fueran excluidos
coexistencia ética a la que somos empujados por nuestra naturaleza. de tal condición por estar demasiado cerca del interés particular.
Esta discriminación ya estaba presente en la polis ideal
La estructura social de la polis platónica. Tanto Aristóteles como su maestro no hacen más que
En la medida que la polis aristotélica está concebida como una confirmar la exclusión de muchos grupos sociales, como esclavos,
totalidad orgánica, su orden es el resultado de las funciones que productores y extranjeros, de la vida política en las ciudades
cumplen sus partes. En ello se fundamenta la desigualdad social griegas. Aún cuando esta doctrina resulte reprochable a la luz de la
entre los individuos que la componen. La primera distinción que cultura política contemporánea, cabe hacer notar que, por ejemplo,
presenta Aristóteles es entre esclavos y libres. A su entender, la el recurso a la naturaleza como fundamento buscaba quitarle
misma se justifica en que la naturaleza ha creado seres para mandar justificación al hecho de que los hombres se transformaran en
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Jorge R. De Miguel – La política en Aristóteles

esclavos por una decisión política, sea por medio de las leyes o de la legítimo en nombre del cual gobiernan. El tirano puede hacerlo por
conquista por la guerra de otros pueblos. la necesidad de un poder fuerte en la ciudad, o por su prestigio y su
honor; la oligarquía puede defender las apetencias de los ricos que
El gobierno y la ley se creen amenazados en sus propiedades; la demagogia puede
Aristóteles distingue las formas de gobierno o de constitución justificarse en la protección de los pobres y sus deseos de
en función del interés perseguido. Así, considera formas puras a las igualación. Pero en todos estos casos, observa Aristóteles,
que atienden el interés general y formas impuras a las que se orientan determinados derechos particulares, que necesariamente son
por intereses particulares. A las primeras las denomina monarquía, relativos, se elevan a la calidad de absolutos. El prestigio, la fuerza,
aristocracia y democracia, según si el poder está concentrado en una la riqueza y la igualdad material deben ceder, a su juicio, ante el fin
sola persona, en una minoría o se trata del gobierno de la mayoría último de la polis, la felicidad general por el camino de la virtud.
de los ciudadanos. A su vez, tales formas se transforman en Aristóteles rechaza la idea de un monarca absoluto, del tipo
impuras cuando se gobierna atendiendo a los intereses de quienes del rey filósofo platónico. Se inclina, más bien, por una aristocracia
detentan el poder. Surgen la tiranía, la oligarquía y la demagogia. de la virtud como mejor forma de gobierno. Sin embargo, en
Para discernir los tipos de constituciones según el interés cualquier tipo de régimen, destaca el papel moderador que ejerce la
defendido, Aristóteles pone de manifiesto las diferencias entre el ley. La soberanía, sostiene, debe pertenecer a las “leyes fundadas en
poder político y el poder doméstico o privado. Este último se lleva a cabo la razón”, y no a los gobernantes, quienes sólo pueden ejercerla en
en el ámbito del hogar. Allí el poder del señor sobre el esclavo aquellos puntos en que la norma legal no ha dispuesto nada, en
procura, primordialmente, la utilidad del señor, esto es, de quien virtud de la imposibilidad de precisar en un estatuto general todos
ejerce el poder. Se desarrolla además otro tipo de dominio, cual es el los casos particulares. A su juicio, el peligro mayor es hacer
del padre sobre esposa e hijos, que persigue, en cambio, el bienestar soberanos a un rey o a un grupo de individuos, dado que los
de los administrados. Pero el poder del gobernante difiere poderosos se suelen dejar arrastrar por las pasiones y la corrupción.
sustancialmente del privado en que se ejerce sobre ciudadanos En cambio, la ley es “la razón desprovista de pasión”; es impasible,
libres e iguales. Por lo tanto, el dominio político adquiere sentido si mientras que toda alma humana es necesariamente apasionada. De
a través de él se busca el interés general, que no puede ser modo que, para obtener la justicia, bien supremo en la polis, es
alcanzado por los individuos por sí mismos. Cuando la constitución preciso optar por el término medio que representa la ley. (Política,
se corrompe y la autoridad política se ejerce en beneficio personal Lib. III, caps. VI, X y XI) En suma, también para Aristóteles la
de los gobernantes, se aproxima al poder del señor sobre el esclavo, ciudad justa debe ser gobernada por la razón, pero, a diferencia del
lo cual contradice la naturaleza de la polis. Por otro lado, en las Platón de la República, la ciencia del gobierno reside más en la
formas puras de gobierno los intereses sectoriales quedan perfección y el equilibrio de la obra legislativa que en la mente de
subordinados al interés general. Esto es así aún cuando los un rey sabio.
regímenes impuros podrían reivindicar algún interés particular

11
IV una constante desconfianza, cuando no una franca hostilidad, hacia
la filosofía política en los medios científicos-sociales.1
El punto de vista opuesto está representado en la obra de
Jorge R. De Miguel Leo Strauss, para quien los clásicos elaboraron un modelo originario
de indagación de la vida buena, un momento de contemplación
pura del objeto ético-político, de manera que el pensamiento
Sobre el lugar de la democracia posterior no sería más que una derivación de aquél. Esta línea es
en la filosofía política aristotélica  particularmente crítica de los autores modernos que revisaron la
tradición, a los que acusa de haber socavado los principios naturales
y eternos fijados en la Antigüedad, allanando así el camino al
relativismo radical y al nihilismo, con devastadoras consecuencias
para la conciencia humana. Entiende que no puede haber distinción
Introducción entre filosofía y ciencia en las cuestiones humanas y propone,
Desde el siglo XIX, se han destacado dos actitudes respecto entonces, que la filosofía política continúe siendo tanto una
del pensamiento político clásico. Una de ellas correspondió a la investigación de la esencia de lo político y de sus valores
crítica de raíz positivista, que creyó encontrar en toda reflexión verdaderos como del por qué último que explica los fenómenos
anterior a Maquiavelo los oscuros trazos de un estado pre-científico. particulares. De ese modo, quedaría obstruido el derrotero de una
Esta visión, aún hoy con fuerte impulso en el ámbito de las ciencias ciencia puramente empírica de lo humano.2
sociales, es remisa a buscar en las doctrinas antiguas aporte alguno
Ni la negación del pensamiento clásico o de la filosofía
para la comprensión de los fenómenos políticos, pues se trataría de
política en general, ni el rechazo de la ciencia humanística positiva,
introducirse en un lenguaje intraducible a las categorías actuales. A
pueden contribuir a la necesaria profundización de los
tal fin, colaboró ciertamente la distinción entre hechos y valores que
conocimientos en ambas esferas. Así lo han entendido algunos
esta corriente desarrolló de un modo característico. A partir de ella,
toda referencia a un contexto circunstancial o particular se supone
orientada hacia lo fáctico, al tiempo que toda investigación de 1 Como un ejemplo de ello en nuestro medio puede verse, Arturo
principios o de fines es relegada al plano valorativo y, por ende, Fernández, “La renovada centralidad del concepto de poder en la ciencia
excluida del saber “científico”. Como obvia consecuencia, se generó política de los años noventa”, en S. Gaveglio, E. Manero, comps.,
Desarrollos de la teoría política contemporánea, Rosario, Homo Sapiens, 1996,
en esp. pp. 48-52.

Publicado en Jorge R. De Miguel, Visiones filosóficas de la democracia, 2 V. al respecto, Leo Strauss, “¿Qué es filosofía política?”, en ¿Qué es
Rosario, AADIE, 2000, pp. 11-32. Esta versión contiene sólo correcciones filosofía política?, trad. Amando A. de la Cruz, Madrid, Guadarrama, 1970,
menores respecto de la mencionada. pp. 11 y ss.
12
Jorge R. De Miguel – Sobre el lugar de la democracia en la filosofía política aristotélica

teóricos contemporáneos que defienden la separación pero no la en Platón, Aristóteles, Cicerón, San Agustín o Santo Tomás de
mutua exclusión entre ellas.3 No puede negarse que los límites entre Aquino, por ejemplo, sin que por ello deba asumirse una defensa en
la filosofía y la ciencia de la política, si no ha de recurrirse a ninguna plenitud de sus respectivos sistemas de ideas.
de aquellas posiciones extremas, son algo imprecisos. Pero lejos de
Tal es la orientación que se seguirá en este trabajo, que
que ello las haya impulsado a anularse mutuamente, ha prevalecido
tratará de rastrear en la doctrina aristotélica sobre la democracia
en las últimas décadas un esfuerzo por concentrarse, desde ópticas
aspectos como la calidad del ciudadano, la relación unidad-
independientes, en los nuevos desafíos que ofrece la realidad
diversidad, los fines políticos, los alcances de su estilo de vida, las
política. Como resultado se ha desplegado un cierto campo común
diferencias con otros regímenes y las ventajas o desventajas de un
de reflexión. En su caso, la filosofía política, en virtud de haber
sistema que, aunque incipiente, ya mostraba una fisonomía
continuado la mirada crítica sobre su tradición de discurso, ha
reconocible hoy. Entendiendo que la obra política del Estagirita está
contribuido de manera decisiva a repensar los fenómenos de las
orientada a superar ciertas deficiencias de la visión platónica, es
sociedades contemporáneas. Pero esa tarea de revisión de los
necesario un paso inicial por ella para lograr una mayor
clásicos no es, ni puede ser, el intento de recuperar la pureza
comprensión crítica de la problemática a abordar.
perdida, sino la búsqueda de elementos analíticos y conceptuales
enriquecedores de nuestros enfoques actuales. Sin duda, ese camino Es habitual considerar a Platón y Aristóteles como
fue desbrozado por el neoaristotelismo de origen alemán y su fuertemente críticos de la democracia. Ciertamente, si se hace una
movimiento de “rehabilitación de la filosofía práctica”. Aunque con lectura de sus obras en la que prevalezca el estudio del modelo
diversos objetivos, el mismo ha permitido reinstaurar el centro de perfecto de polis, el régimen democrático aparecerá muy alejado. Sin
atención sobre las cuestiones ético-políticas, que los autores griegos embargo, de ese modo se coloca en un segundo plano la
jamás relegaron a un segundo plano de importancia en el diseño del preocupación de aquéllos por diseñar también una forma política
universo humano. Con este antecedente, la filosofía política, entre posible, lo cual abre la reflexión al devenir histórico y a la variedad
otros quehaceres, bien puede proponerse lograr, como lo de condiciones presentes en las distintas ciudades griegas. Cada
testimonian investigaciones recientes, una comprensión de las tipo de gobierno es evaluado así en función de su factibilidad y, si
democracias contemporáneas destacando ciertos aportes presentes bien en ningún momento la democracia se presenta como el mejor
régimen en absoluto, es vista, no obstante, como la más
recomendable bajo ciertas circunstancias. Es en esa confrontación
3 Entre otros, Giovanni Sartori, La política. Lógica y método en las ciencias entre lo mejor y lo posible donde los clásicos ejercieron una aguda
sociales, trad. Marcos Lara, México, Fondo de Cultura Económica, 1992, pp. penetración crítica sobre las organizaciones políticas vigentes por
46-55; Norberto Bobbio, “Sobre las posibles relaciones entre filosofía entonces y anticiparon, en buena medida, ciertos cuestionamientos
política y ciencia política” y “Razones de la filosofía política”, en J. actuales a la democracia. Al respecto, una diferencia importante
Fernández Santillán, comp., Norberto Bobbio: el filósofo y la política
proviene del hecho que los antiguos meditaban sobre una variedad
(Antología), trad. J. Fernández Santillán y A. Aureli, México, Fondo de
de formas políticas que han desaparecido de nuestra experiencia
Cultura Económica, 1997, pp. 55-71.
13
Jorge R. De Miguel – Sobre el lugar de la democracia en la filosofía política aristotélica

histórica. El método de indagación tenía, pues, un sentido del que que, como las cosas, participa de la armonía cósmica, afronta, sin
carece hoy, en la medida en que hemos dado por sentado que la embargo, el conflicto entre la razón y las pasiones, entre lo que la
democracia carece de alternativas. Pero, frente a los avatares une y lo que la separa del orden del mundo. Su problema es,
políticos de las ciudades griegas, mantener la distancia entre lo que entonces, la ciudad, la physis inmediata en la cual aquellas
es políticamente perfecto y lo que ha sido o es posible de realizar, tendencias se manifiestan. Las formas de gobierno defectuosas de la
representaba una vía interesante para la investigación teórica. República son, pues, degradación del ideal, pero a la vez, los tipos
políticos vigentes en las ciudades. No es que Platón descuidara en
La crítica de Platón a la democracia esta obra las poleis particulares y los comportamientos políticos
Es claro que las ideas políticas de Platón, bajo el impacto de habituales para concentrarse sólo en el modelo ideal, como tampoco
la lucha de Sócrates contra los sofistas, se dirigen a replantear el su teoría de las Formas descuidaba la realidad sensible. Más bien,
saber tradicional, heraclíteo y parmenídeo, para enfrentar las su primer tratado político es una poderosa crítica de las ciudades
tendencias hacia una vida humana sin apego a los principios de la griegas y sus estilos de vida; además, por la especial conexión entre
physis. Ese nuevo saber, el de los “filósofos” por oposición al de los alma y polis, se constituye también en una investigación psicológica
“filodoxos”, debía desarrollar la íntima relación entre la polis y la y de la acción práctica.
naturaleza que Protágoras y otros habían puesto en cuestión. Con la Específicamente, la cuestión que se trata son las posiciones
República, la investigación de los principios del ser y del sofísticas planteadas en los libros iniciales del diálogo por
conocimiento se convierte en una filosofía política. Aún sin suscribir Trasímaco y Glaucón y que podrían resumirse así: la justicia es una
las exageraciones del famoso estudio de Karl Popper que, apariencia que encubre la injusticia de los poderosos, sean éstos los
proyectando ciertas angustias políticas del siglo XX al pasado gobernantes o cualquiera de los ciudadanos, en la medida en que
griego, atribuyó a Platón la tentativa de establecer una sociedad pueden sustraerse al control de la ley y “retornar” a la condición
basada en una teoría moral totalitaria4, cabe advertir en la República perversa natural. Como consecuencia, habría una contradicción
el sometimiento del proyecto teórico al diseño de un modelo ideal ineludible entre ser justo y defender el interés propio. Sólo me
de polis. Si no se hiciera referencia a otros diálogos platónicos, sus conviene ser justo, ajustándome a las leyes que hemos acordado, en
propósitos podrían aparecer como la mera justificación de una tanto puedo ser dañado por los demás. Pero cuando puedo escapar
dominación política. El esquema de la República es el adecuado a la sanción legal, la necesidad de actuar con justicia desaparece y,
complemento ético de la doctrina metafísica del Fedón. Los entonces, estoy en condiciones de perseguir mis fines individuales.5
regímenes existentes son estudiados a la luz de la única forma
La respuesta de Sócrates está destinada a demostrar que el
virtuosa, frente a la cual se encuentran en una situación de mayor o
logos humano independizado de la polis y de la physis, según
menor acercamiento pero nunca de igualación. El alma humana

4 Karl R. Popper, La sociedad abierta y sus enemigos, trad. E. Loedel, 5 Platón, República, trad. Antonio Camarero, 8ª ed., Buenos Aires, Eudeba,
Barcelona, Planeta-De Agostini, 1992, T. I, en esp. pp. 93 y ss. 1975, 336b-354c y 357a-362c.
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Jorge R. De Miguel – Sobre el lugar de la democracia en la filosofía política aristotélica

sostiene la argumentación sofística antedicha, hace imposible la de lo particular, está admirablemente plasmado en la República y se
convivencia en la ciudad, pues destruye la unidad del alma y, por dificulta su comprensión si se hace prevalecer, como es frecuente, la
ende, también la unidad política que de ella se deriva. Esta contemplación del ideal.
problemática fundamental marca la dirección de la política
El abordaje posterior, en los libros VIII y IX, de las formas
platónica, y también aristotélica, a punto tal que podría decirse que,
corrompidas de gobierno y de los caracteres humanos que les son
no sólo el resto del diálogo, sino también, obras posteriores, como el
inherentes, es la culminación de la finalidad crítica del diálogo. El
El Político y Las Leyes, fueron consagradas a resolverla. En la
“descenso” a las ciudades existentes no tiene por qué reproducir
República, apenas concluida la arquitectura de la polis ideal, Sócrates
una sucesión histórica, que podría someter el análisis al modo en que
manifiesta la intención de volver a aquella cuestión:
lo particular se ha presentado, sino que le basta ofrecer los tipos
“Nos queda ahora por examinar, según parece, paradigmáticos de organización política, los más definidos y no
si es provechoso obrar justamente, dedicarse al bien y mezclados con otros. Así, “timocracia”, “oligarquía”, “democracia”
ser justo, ya lo sepan o no lo sepan los demás, o y “tiranía” son las formas defectuosas más “puras” encontradas
cometer injusticias y ser injusto, siempre que no se entre los griegos, mientras se desechan los “señoríos hereditarios” y
sufra pena, ni se le obligue a uno a enmendarse por el
los “reinos venales” por ser modos intermedios.8 Es evidente la
castigo.” 6 (subr. nuestro)
intención de hacer un tratamiento conceptual y no meramente
Ante la observación de Glaucón acerca de la inutilidad de fáctico del problema. Contra la actitud sofística, que tiende a que los
este propósito una vez que se ha establecido la naturaleza de la ciudadanos se adapten a su asociación política buscando dentro de
justicia y de la injusticia, Sócrates responde que su demostración no ellas un balance de poder favorable, Platón opone el método del
está terminada y se impone ahora estudiar las diversas formas que amante de la sabiduría que, en cambio, lo lleva a enfrentar el estado
puede asumir el vicio7, movimiento que no es más que un anticipo de cosas que encuentra.
del “retorno” a la caverna del sabio que se expondrá a principios
El examen de las formas mencionadas, si bien se conecta con
del libro VII. Si esa consideración de la vida viciosa no se hiciera, la
caracteres psicológicos del alma, procura revelar ciertos
actividad del alma sobre la polis sensible carecería de dirección. El
comportamientos sociales que le dan sentido:
esclarecimiento del alma es sólo un primer paso para abordar la
ulterior tarea de reconducir la multiplicidad a la unidad política, del “¿Y no sabes, pregunta Sócrates, que hay,
mismo modo y al mismo tiempo que la episteme opera sobre la doxa. necesariamente, tantas formas de gobierno como hay
El progreso del método platónico desde la diversidad de las caracteres diversos en los hombres? ¿O crees tú que las
opiniones hacia la armonía de lo perfecto y el regreso a la variedad formas de gobierno nacen de una encina o de una roca
y no de las costumbres de los ciudadanos que al tomar

6 Ibídem, 445a.
7 Ibídem, 445b-c. 8 Ibídem, 544c-d.
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Jorge R. De Miguel – Sobre el lugar de la democracia en la filosofía política aristotélica

una dirección determinada arrastran tras de sí todo lo manera semejante, el ciudadano democrático es un “hombre
demás?” 9 isonómico”: su alma se gobierna por los más diversos principios sin
Es patente en este tramo una perspectiva que mira a las leyes que un fin, más que la práctica libre de sus deseos, la ordene.14 En
como efectos necesarios del modo de ser de cada tipo de ciudad, todas las formas degradadas, el deseo inmoderado de aquello que
entendida como la asociación de los individuos que poseen un alma en cada una de ellas se considera el bien es la causa de su
determinada. La ley deja de ser una norma de vida virtuosa, destrucción. La ciudad democrática, por su lado, se encamina a la
función que en el modelo perfecto cumplían las disposiciones no tiranía cuando la libertad ilimitada suprime la jerarquía entre
escritas de la costumbre10, para ser el mandato que resume los gobernantes y gobernados, haciendo que se parezcan entre ellos,
intereses de los grupos dominantes en cada ciudad, o sea, el con el agravante de que esta misma igualación se transmite al
concepto que de la justicia tenía Trasímaco.11 ámbito familiar y social.15

Ahora bien, en el caso de la democracia, afirma Platón, la En suma, la principal crítica de Platón a la democracia se
diversidad de estilos de vida se hace extrema, a punto tal que cuesta dirige a su fundamento, la libertad, que en tanto no acepta límites
distinguir su forma política; más bien, es un “bazar de sistemas de racionales, se exagera e imposibilita la obediencia. Es repudiable por
gobierno”, en el cual la ley pierde su capacidad orientadora y, en no ser templada, pues sus principios tienden a anular toda
gran medida, no se cumple.12 Reina en esta ciudad la libertad, como subordinación entre lo superior y lo inferior; por ende su pretensión
“licencia para que cada cual haga lo que quiera”, y “una especie de de justicia es ilusoria. Bien señala Martínez Barrera que la
igualdad tanto entre los iguales como entre los desiguales”.13 Por lo democracia ateniense “está estructurada sobre una idea
tanto, los principios que determinan la inserción de los individuos exclusivamente política de la libertad, sin casi ninguna vinculación
en la polis perfecta, en los que se basaba la armonía entre con lo que Sócrates entendía debía ser la libertad interior”.16 Por eso,
gobernantes y gobernados, son reemplazados por una elección libre la respuesta de Sócrates a Glaucón, verdadero leit motiv de la
de vida y un igual derecho. Pero libertad e igualdad están en pugna República, como hemos dicho, es un cuestionamiento a la vida
constante, ya que los ciudadanos en este sistema pueden escapar política libre bajo la sanción de leyes convencionales. Su objetivo,
con cierta facilidad a la ley y disfrutar de ventajas particulares, según se hace explícito en los tramos finales del libro, es mostrar
haciendo que aquella igualdad sea sólo formal, o sea, aparente. De otra idea de libertad, aquella que nace del alma justa, o sea, del alma
que busca asemejarse a la divinidad por la práctica de la virtud. Un
9 Ibídem, 544d-e
14 Ibídem, 561a-e.
10 Ibídem, 425a-427c.
15 Ibídem, 562b-563e.
11 Ibídem, 338c-d-e.
16 Jorge Martínez Barrera, “Democracia antigua y democracia liberal
12 Ibídem, 557c-558a.
contemporánea”, versión escrita de la conferencia pronunciada en la Univ.
13 Ibídem, 557b y 558c. Católica de Santa Fe, 19/11/1998, ed. del autor, p. 5.
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Jorge R. De Miguel – Sobre el lugar de la democracia en la filosofía política aristotélica

hombre así obrará justamente “tenga o no el anillo de Giges”, vale vejez, Platón expone cursos concretos de acción para encarar la
decir, haya o no control de la ley humana.17 Puede decirse, pues, reforma de las ciudades, aprovechando las enseñanzas de las
que la descripción de la convivencia política hecha por Trasímaco y vicisitudes por las que atravesaron algunas de ellas, como Creta,
Glaucón, de indudable resonancia sofística, es la más ajustada a las Lacedemonia y Atenas. Ello convierte a la legislación fundante en el
condiciones de la polis democrática. Es por ello que también cabe instrumento práctico para hacer más virtuosos a los hombres y al
conjeturar que las profundas reflexiones de esta obra fundacional legislador sabio en su figura orientadora.19 No se deja de lado, por
del pensamiento platónico están encaminadas en su conjunto, de ende, la concepción ética de la política, pero Platón reconoce su
manera predominante, a la crítica de la democracia ateniense. naturaleza conflictiva:
Este planteo inicial se continúa de un modo similar en El “Veo bien, extranjero, que en punto a leyes es
Político, diálogo que enfoca el arte de la conducción del rey sabio. La difícil arreglar todas las cosas, ni en teoría, ni en la
ausencia de este tipo de gobernantes, cree Platón, ha obligado a las práctica, de modo que nadie tenga nada que decir; y me
ciudades griegas a confiar en la legalidad tanto escrita como de la parece que con la política sucede lo que con la
medicina, en la que es imposible prescribir para cada
tradición. Este elemento lleva a que las formas de gobierno, a
temperamento un régimen, que no sea al mismo tiempo
diferencia de la República, sean clasificadas según el apego a la ley. dañoso y saludable en ciertos conceptos”.20
Así, la democracia aparece como la peor entre las formas
respetuosas y la mejor entre las que violan las normas, en virtud de Sin embargo, el modelo ideal no es abandonado. Permanece
la debilidad que supone el poder repartido entre una multitud.18 como la perfección a la cual se debe aspirar, “pero esta perfección es
Aunque dependiente todavía del modelo ideal, la perspectiva más propia de los dioses que de los hombres, y es preciso por lo
platónica, al introducir el criterio de la obediencia a la ley, se hace tanto proporcionar nuestras ordenanzas a la debilidad humana,
algo más contemplativa de las circunstancias y las necesidades puesto que tratamos de hombres y no de dioses”.21 El cambio de
políticas de las ciudades. actitud de Platón es evidente e inicia una consideración en

Sin embargo, es recién en Las Leyes donde el método de 19 Platón, Las Leyes o de la Legislación, 5ª. ed., México, Porrúa, 1991, IV, p.
confrontación con lo perfecto deja lugar a una más amplia recepción 76.
de la experiencia política. En las obras anteriores, la crítica de los
20 Ibídem, I, p. 22.
regímenes existentes mira, principalmente, a sus fundamentos y la
construcción de una nueva polis se confiaba a la educación del alma 21 Ibídem, V, p. 93. Agrega el Ateniense: “... no tienen remedio los vicios y
y, en última instancia, al hallazgo de un rey sabio. Ahora, en su los males de los Estados gobernados por hombres, y no dioses; que nuestro
deber es aproximarnos todo lo posible al gobierno de Saturno, confiar la
dirección de nuestra vida pública y privada a la parte inmortal de nuestro
17 República, 612b y 613a.
ser, y dar el nombre de leyes a los preceptos emanados de la razón,
18 Platón, El Político, trad. Francisco de P. Samaranch, Obras Completas, 2ª. tomándolos por guía en la administración de las familias y de los Estados”.
ed., Madrid, Aguilar, 1969, en esp. pp. 291 y ss. (IV, p. 80)
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Jorge R. De Miguel – Sobre el lugar de la democracia en la filosofía política aristotélica

particular de la vida política, que en Aristóteles adquirirá un tipos puros de las obras políticas precedentes han desaparecido
desarrollo aún mayor: ahora, afirma el Ateniense, se trata de “crear para admitir la necesidad de un régimen combinado. Las experiencias
un Estado durable y perfecto, en cuanto es posible a la históricas de los persas y de los atenienses demuestran que ninguna
humanidad”.22 Como sostiene Jaeger, el “abismo entre la idea y el de aquellas formas puede subsistir por sí misma. En el primer caso,
fenómeno” deja de ser “insondable”, de modo que las diferencias se han extremado los derechos de la monarquía y se ha ahogado la
entre Las Leyes y la República estriban, más bien, en el “distinto libertad, al tiempo que en Atenas el exceso de libertad ha sido su
grado de paideia que una y otra presuponen”.23 Pero por otra parte, perdición. Platón se inclina, en cambio, por un término medio que
no debe entenderse que tal mutación implica aceptar pasivamente “se ha guardado mejor en Creta y Lacedemonia”.26 Por otro lado, la
las circunstancias o, también, que una obra legislativa de magnitud, libertad, como principio democrático, asciende a la calidad de un fin
fundante de una nueva vida política, puede ser llevada adelante integrador de la ciudad virtuosa, junto a la sabiduría y a la unidad,
exclusivamente por la voluntad humana. Las leyes se originan, mientras que la templanza, cuyo status en la República era en cierto
según Platón, por una combinación accidental de acontecimientos, modo ambiguo, se erige en la virtud que se realiza cuando se ejerce
tales como guerras, extrema pobreza, pestes, cambios climáticos, de la libertad moderadamente.27
manera que la divinidad y la fortuna gobiernan todos los asuntos
A partir de allí, Platón introduce el concepto de “democracia
humanos. Es por ello que, como en las demás artes, en la política
templada”, contrapuesto al de “democracia absoluta” con el que
debe recurrirse también a la ciencia, es decir, a la sabiduría del
califica al régimen popular ateniense.28 Si bien es cierto que sus
legislador, para dominar las circunstancias.24
opiniones sobre este último no han variado, la definición acerca de
El enfoque de la democracia revela también la nueva que una constitución estable debiera ser una forma mixta con
postura. Ya no es un régimen degradado más, sino una forma que adecuado balance entre libertad y obediencia, bien podría conducir,
participa de la mejor constitución posible. Sólo hay dos clases de según parece, a una democracia templada. Debe reconocerse, sin
constituciones, sostiene Platón, de las que nacen las demás: la embargo, tomando en cuenta otros aspectos de Las Leyes, que la
monarquía y la democracia. Pero “es absolutamente imprescindible admiración de Platón por el antiguo régimen aristocrático de
que un gobierno tome de la una y de la otra, si se quiere que la Atenas y el diseño de una polis marcadamente intervencionista
libertad, la cultura y la concordia reinen en él”.25 Por un lado, los como alternativa al exceso de libertades vigente en la ciudad por
entonces, convierten a esta nueva idea de democracia en un nombre
que tiene poco que ver con su contenido sustancial. De cualquier
22 Ibídem, III, p. 68. modo, los avances más significativos de su pensamiento maduro
23Werner Jaeger, Paideia: los ideales de la cultura griega, trad. J. Xirau y W.
Roces, México, Fondo de Cultura Económica, 1974, pp. 1016 (n.6) y 1018. 26 Ibídem, pp. 65 y 68.
24 PLATON, Las Leyes, IV, pp. 76-77. 27 Ibídem, pp. 65 y 67.
25 Ibídem, III, p. 65. 28 Ibídem, p. 69.
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Jorge R. De Miguel – Sobre el lugar de la democracia en la filosofía política aristotélica

deben buscarse, más bien, en la apertura al contenido histórico de la universal y lo particular en las cuestiones humanas deben superarse
política y en el modo de combinar sus enseñanzas con una finalidad por un procedimiento algo más sencillo que conduce de las “cosas
ética. más fáciles de conocer para nosotros” hacia los principios. Es más,
si se es suficientemente perspicaz, alcanzaría con la experiencia:
La revisión aristotélica
“Es menester que el que se propone aprender acerca de las cosas
a) Diferencias metodológicas buenas y justas y, en suma, de la política, haya sido bien conducido por sus
costumbres. Pues el punto de partida es el qué, y si está suficientemente
Las concepciones políticas de Platón muestran una debilidad
claro, no habrá ninguna necesidad del porqué. Un hombre tal, o tiene ya o
que no tardó en ser advertida por Aristóteles: la creciente dificultad adquirirá fácilmente los principios”.31
para llevar a la práctica sus propuestas del mejor régimen para una
ciudad. La postura adoptada por este último pone de manifiesto en La causa debe adecuarse también al ámbito respectivo. En lo
su maestro un problema que, con palabras de Kant, puede ético y político, sugiere Aristóteles, “el qué es primero y principio”
denominarse de insuficiencia de teoría.29 Es decir, las razones de y, más bien, es el hábito el que descubre a este último.32
aquella dificultad deben atribuirse a deficiencias conceptuales, antes La nueva dirección metodológica busca evitar una dicotomía
que a la cuestión de que la doctrina platónica presente una que Aristóteles advertía en su tiempo entre los que teorizaban sobre
construcción ideal a la cual los hechos deben asimilarse la política y los que la practicaban. De un lado, los sofistas que, al
necesariamente. El nuevo camino a recorrer será, pues, el de enseñarla, la equiparaban a la retórica y, de otro, los hombres de
ampliar la recepción de la experiencia para perfeccionar la teoría y Estado, que se guiaban más por su experiencia particular que por la
hacerla operativa. reflexión.33 En definitiva, el conocimiento de la conducción y de la
Para Aristóteles, la política es la ciencia de las “costumbres”
o de lo que generalmente ocurre, de modo que se deben recoger la experimento de historia comparada resulta patente en el siguiente párrafo:
mayor cantidad de datos posibles en los más diversos pueblos, sin “Pero respecto de las legislaciones, no solamente es útil saber qué
pretender que luego las conclusiones tengan una exactitud mayor a constitución es la que conviene, deduciéndolo de las antiguas, sino
también conocer las que existen en otros pueblos, y cuáles son las que se
la que el objeto permite.30 Las oscilaciones de Platón entre lo
hallan en consonancia con su manera de ser. Por donde se ve que los viajes
por las diversas regiones de la Tierra son útiles para el conocimiento de la
legislación (pues por este medio se pueden conocer las costumbres de los
29 Immanuel Kant, “En torno al tópico: ‘Tal vez eso sea correcto en teoría,
pueblos), y para las deliberaciones de orden político son útiles las historias
pero no sirve para la práctica’”, en Teoría y práctica, trad. M.F. Pérez López
de los que escriben sobre los acontecimientos”. (El arte de la retórica, 1360a)
y R. Rodríguez Aramayo, 2ª. ed., Madrid, Tecnos, 1993, p. 4.
31 Aristóteles, Ética a Nicómaco, 1095b.
30 Aristóteles, Ética a Nicómaco, trad. M. Araujo y J. Marías, Madrid, Centro
de Estudios Constitucionales, 1981, 1094b-1095a; El arte de la retórica, trad. 32 Ibídem, 1098b.
E.I. Granero, 2ª. ed., Buenos Aires, Eudeba, 1979, 1356a y 1359b. Que el 33 Ibídem, 1180b-1181a.
estudio de la diversidad política suponía para Aristóteles un verdadero
19
Jorge R. De Miguel – Sobre el lugar de la democracia en la filosofía política aristotélica

acción políticas es un problema de saber manejarse con la vida también otras formas de gobierno, “no sólo aquellas que usan en la
comunitaria, alcanzando generalizaciones explicativas y, a la vez, actualidad algunas ciudades que tienen reputación de gobernarse
orientadoras. En este sentido, la visión platónica reforzaba más bien bien, sino las que puedan existir en teoría y parezcan dignas de
la distancia con el político, aún en Las Leyes. En ese diálogo, aprobación”; todo ello, en virtud de “no ser buenas las actualmente
observaba Aristóteles con razón, el inicial propósito de alcanzar un existentes” y no como un simple “capricho de sofista”.36
régimen “más asequible para las ciudades actuales” culmina en un
La discusión con Platón, latente en la teoría política
desarrollo propio de la República, introduciendo suposiciones que,
aristotélica, no debería ocultar el objetivo más importante de
por un deficiente conocimiento de los hechos, se tornan
vérselas con el enemigo común, la sofística. Para ello, en primer
imposibles.34 Es cierto que la legislación es el instrumento para
lugar, debía quedar claro que la Política no era una ciencia de
mejorar las ciudades, pero su elaboración debe contemplar los
discursos. Su objeto, el modo habitual de comportamiento de los
diferentes regímenes políticos en sus posibilidades. Lo que faltaba
pueblos, requería una apertura a lo fáctico que los sofistas, a pesar
era, entonces, una teoría de las constituciones, que tomara de la
de sus intenciones, poco habían practicado. Pero además, en
diversidad de experimentos legislativos la materia que permitiera
segundo lugar, la especulación teórica no debía concentrarse en lo
dilucidar “qué cosas salvan y qué cosas pierden a las ciudades, y
bueno y justo ideal y esperar que desde esa ciudadela las
cuáles a cada uno de los regímenes, y por qué causas unas ciudades
circunstancias fueran “dominadas”. Para demostrar la inutilidad de
son bien gobernadas y otras lo contrario”. Una vez hecho esto,
los planteos relativistas, el combate debía darse en el terreno de la
continúa Aristóteles, “quizá podamos ver mejor al mismo tiempo cuál
acción, de modo que la teoría promoviera una explicación eficaz de
es la mejor forma de gobierno, y cómo ha de ser ordenada cada una
ella. De allí procede lo que Julián Marías describe como la
y de qué leyes y costumbres se ha de servir para ser la mejor en su
sustitución del “ideal abstracto” de la mejor politeia en absoluto por
género”.35
el “ideal restringido o negativo”, que atendía a dos exigencias
Tal es el proyecto de la Política anunciado al final de la Ética esenciales de las ciudades griegas: la posibilidad de la felicidad de
a Nicómaco, y que se precisa aún más al comienzo del libro II de sus miembros y la estabilidad del régimen.37
aquélla, con la afirmación de que lo que se procura encontrar es, a la
Es tradicional entre los estudiosos de la Política destacar dos
vez, la “forma recta y útil”. Aunque no será abandonada la
planos en ella, el especulativo y el empírico o, como señala Jaeger, la
búsqueda de la politeia ideal, ésta perderá su sentido fuerte. Se
doble conciencia “filosófica” y “sociológica” en Aristóteles.38
indagará acerca de la mejor comunidad política “para los que están
en condiciones de vivir lo más conforme posible a sus deseos”, pero 36 Aristóteles, Política, 1260b 27-36.
37 Julián Marías, “Introducción”, en Aristóteles, Política, pp. XXXVII-
34 Aristóteles, Política, trad. J. Marías y M. Araujo, 2ª. ed., Madrid, Centro XXXVIII.
de Estudios Constitucionales, 1989, 1265a. 38 Werner Jaeger, Aristóteles, trad. José Gaos, México, Fondo de Cultura
35 Aristóteles, Ética a Nicómaco, 1181b. Económica, 1992, p. 323.
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Jorge R. De Miguel – Sobre el lugar de la democracia en la filosofía política aristotélica

Inclusive ello dio lugar a una conocida polémica acerca de la ciudadanos sean inducidos a vivir de acuerdo a aquel tipo de
ubicación “verdadera” u “originaria” de los libros que integran el gobierno pero partiendo de los existentes, “porque no es menor
tratado. Según parece, a tenor de lo afirmado en el comienzo de los empresa reformar un régimen que organizarlo desde el principio”.40
libros II y VI (ó IV en la ordenación tradicional), el programa Este segundo nivel se traduce, entonces, en una especie de servicio
aristotélico combina aquellos planos de manera tal de dirigir la del pensamiento a las ciudades cuyas condiciones materiales y
investigación a tres niveles de regímenes políticos, a saber, el mejor humanas permitan su mejoría.
en absoluto, el mejor posible y los existentes en las ciudades griegas y
Por último, Aristóteles consigna también como necesario un
otras conocidas.
estudio de las formas de gobierno que han logrado llevarse a la
El primer nivel correspondería al estudio de la forma ideal práctica para esclarecer sus orígenes y sus posibilidades de
que, por las críticas ya apuntadas, no es la simple transposición del conservación. Tiene en cuenta ciudades cuyo gobierno no sea del tipo
método platónico. Sus exigencias son especulativas antes que excelente por carencia de recursos y tampoco dispongan de los
prácticas. Como toda ciencia, la política debe conocer la naturaleza requisitos para alcanzar el mejor régimen posible, “sino alguno
de su objeto; sus resultados miran, por ende, al contexto teórico de inferior”.41 Cuanto menos, debe procurarse la perdurabilidad del
las disciplinas vinculadas. La puesta en práctica de esta constitución mismo, rasgo de no poca importancia ante la crónica inestabilidad
–y allí reside la dificultad de tal empresa- está condicionada por el de las ciudades antiguas.
modo en que la naturaleza política se realiza en una comunidad
Más allá del debate sobre el orden de prioridad de estos
particular. El razonamiento de Aristóteles es el siguiente: así como
niveles, no cabe duda que la doctrina política aristotélica es una
en la gimnástica el mejor ejercicio “será adecuado para el que tenga
conjunción de los tres. Si bien la politeia ideal debía ser
mejor naturaleza y esté mejor dotado”, la ciencia política considera
perfeccionada a fin de tornarla alcanzable, la exploración que el
las cualidades que debería tener el régimen excelente para
Estagirita consideraba urgente emprender era la referida a los
responder a nuestros deseos “si no existiera ningún obstáculo
regímenes existentes, pues, a su juicio, el fallo de los estudios
exterior” o si no ocurriera nada “anormal”.39
anteriores radicaba en el modo en que se ocupaban de lo práctico.
Un segundo nivel comprende la perspectiva del mejor Su consideración de la democracia se ubica en esta dirección y
régimen realizable dadas ciertas circunstancias. Su propuesta es la de participa así del segundo y del tercer nivel mencionados.
una teoría que la experiencia pueda confirmar, buscando establecer
una forma “relativamente fácil de alcanzar”, adecuada “para todas
las ciudades”, “porque para muchos es quizá imposible lograr el
mejor”. Este enfoque se subordina, pues, a las necesidades prácticas;
es de gran ayuda para el legislador, que podría lograr que los
40 Ibídem, 1288b 25-27, 36-40; 1289a 1-4.
39 Aristóteles, Política, 1288b 10-24; 1323a 14-20. 41 Ibídem, 1288b 29-33.
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Jorge R. De Miguel – Sobre el lugar de la democracia en la filosofía política aristotélica

b) Realidad y posibilidad de la democracia posible.44 Por momentos, este procedimiento, según es usado por
Aristóteles, lejos de presentarse como el “descenso” desde una pura
Estrictamente, es a partir del libro III de la Política donde se
inicia el desarrollo del proyecto aludido. En primer lugar, se fijan idealidad, llega a alterar los conceptos teóricos mismos, provocando
su adaptación, en una suerte de abordaje bidireccional. Por ello, al
ciertos elementos conceptuales, como “ciudad” y “ciudadano”, en
tratar a la democracia y a la oligarquía como regímenes habituales,
cuyo enfoque resalta una preocupación por las múltiples variantes
sus características de una mayoría o de una minoría soberanas son
empíricas que la realidad política ofrecía. O sea, son conceptos que
completadas por la noción de que en la primera reinan los pobres y
pueden contrastarse con la experiencia, aunque no son derivados de
libres, mientras que en la segunda lo hacen los nobles y ricos.45
ella. A continuación, las formas de gobierno son concebidas como
rectas y desviadas desde un punto de vista que toma en cuenta la Con respecto a la democracia, Aristóteles expone una
naturaleza de la asociación política. Se constituye así la perspectiva tensión en ella entre la libertad que pueden gozar todos, por un lado,
de segundo nivel, la del mejor régimen posible según las y la desigualdad económica, por otro, que determina una minoría
circunstancias. Son aquellas constituciones en las que no es factible próspera y una mayoría pobre. El problema de esta constitución,
reunir las condiciones ideales o, dicho con otras palabras, algún que la lleva a estar entre las corrompidas, es la pretensión de
componente está “desajustado” y predomina sobre el resto. Aún así, extender la igualdad en la libertad al plano de la distribución
pueden tener el carácter de rectas siempre que permanezca el bien material.46 Es que, justamente, el modo en que se procesa lo igual y
común como fin o, lo que es lo mismo, no ejerzan un poder lo desigual en un régimen es lo que determina su carácter de recto o
“despótico”, lo cual convierte la dominación política sobre hombres desviado, pues “no deben tener una parte igual en todo los que sólo
libres en una relación amo-esclavo.42 El gobierno legítimo de la son iguales en un respecto, ni una parte desigual los que son
mayoría recibe el nombre genérico de politeia o república, en el que la desiguales en un respecto”.47 Sin embargo, por el método elegido,
soberanía reside en la masa, que generalmente se destaca por su Aristóteles evita la condena del gobierno popular y le señala a
capacidad guerrera. De ella, la democracia es una desviación, ya que través de su forma recta, la república, un camino posible de
atiende sólo al interés particular de esa multitud.43
Ahora bien, en la medida en que estos tipos teóricos apuntan 44 Al respecto, cf. el párrafo inicial de III, 8: “Hay que decir un poco más
a hacer distinciones en las costumbres e instituciones políticas ampliamente en qué consiste cada uno de estos regímenes. En efecto, la
vigentes, desarrollarlos es explicar lo que sucede. Salvan al filósofo cuestión tiene algunas dificultades, y es propio del que la estudia desde
todos los puntos de vista y no mira únicamente a la práctica el no pasar por
de quedar prisionero de los hechos, pero lo introducen en la
alto ni dejar de lado ningún aspecto, sino poner en claro la verdad sobre
dificultosa tarea de conectar las formas existentes con lo recto y
cada uno de ellos”. (subr. nuestro) (Ibídem, 1279b 11-15).
45 Ibídem, 1279b 16 – 1280a 3; 1290a 30 – 1290b 20.
42 Ibídem, 1255b 16-21. 46 Ibídem, 1280a 4 y ss.
43 Ibídem, 1279a 35 – 1279b 10. 47 Ibídem, 1283a 26-29.
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Jorge R. De Miguel – Sobre el lugar de la democracia en la filosofía política aristotélica

regeneración. Más aún, en tanto toma en cuenta más elementos que que estos, la república sería el mejor régimen de los calificados
la sola obediencia platónica, el régimen democrático puede ser como rectos. Pero lo que quiere significar Aristóteles es que esa
superior a otros en ciertos aspectos. Por ejemplo, al tratar la cuestión rectitud no depende de cuántos son los que conducen ni a qué
acerca de quién debe ejercer la soberanía, Aristóteles destaca la estrato social pertenecen, sino del equilibrio de posibilidades de
superioridad de la multitud, si no se ha “envilecido” demasiado, vida virtuosa para todos los miembros de la polis. Así como los
sobre las minorías aristocráticas. Aunque como individuos los ciudadanos más prósperos, no por ser excelentes en la obtención de
aristócratas sean mejores, el pueblo en conjunto puede producir un la riqueza merecen en absoluto el gobierno, tampoco el pueblo, por
juicio más elevado, además de que una gran cantidad de su mejor calidad de juicio, tiene un derecho absoluto a él.52 Fuera
ciudadanos es más difícil de corromper.48 En consonancia con ello, del régimen ideal, ninguna otra forma es buena por sí misma, sino
Aristóteles prodiga elogios a la constitución de Atenas por ampliar en función de ciertas circunstancias. La república es lo más
la capacidad de juzgar del pueblo a través de los tribunales y por el conveniente para una masa guerrera, “que puede ser gobernada y
traspaso de cuestiones otrora privativas del Consejo.49 gobernar según la ley y que distribuye las magistraturas entre los
ciudadanos acomodados según sus méritos”.53 Marca, por tanto,
Pero lo que otorga trascendencia a esta defensa del pueblo es
una evolución posible para las constituciones democráticas
que conduce a establecer algunos principios potencialmente
existentes y para otras que, no siendo tales, contengan elementos
democráticos como válidos para juzgar a las ciudades. Uno de ellos
similares.
es que “ninguno de los criterios en virtud de los cuales unos
hombres consideran justo mandar ellos y que todos los demás les La visión que Aristóteles despliega en el libro III sobre los
obedezcan es recto”50; otro resultaría de admitir que la política es gobiernos reales tiene, fundamentalmente, el propósito teórico de
una actividad capaz de ser mejor evaluada por quienes la practican diferenciar las formas legítimas y corrompidas. Un acercamiento
que por la minoría de quienes pueden comprenderla más directo a aquéllos y sus variantes recién se hace patente a partir
racionalmente.51 Si no se tomaran en cuenta otros elementos más del libro VI (ó IV tradicional). El segundo y el tercer nivel de
abordaje de los regímenes, que hemos presentado, confluyen en esa
48Ibídem, 1281a 39 – 1281b 20; 1282a 14-23; 1286a 29 y ss. Un interesante investigación empírica, con frecuencia, de un modo que torna difícil
análisis del argumento de la “superioridad colectiva”, destacando dos su distinción. Pero, en general, puede decirse que Aristóteles se
versiones de ella, puede verse en Thomas Lindsay, “Aristotle’s Qualified inclina por el último nivel, o sea, por la sola consideración de los
Defense of Democracy Through ‘Political Mixing’”, The Journal of Politics, tipos existentes sin referencia al mejor posible, en los pasajes donde
54: 1, 1992, en esp., pp. 101-14. trata los cambios políticos, sus remedios, y los orígenes de las
49 Aristóteles, Constitución de los atenienses, trad. M. García Valdés, Madrid,
Planeta-De Agostini, 1998, 41 2, pp. 152-53.
50 Aristóteles, Política, 1283b 27-30. 52 Ibídem, 1283a 14-35.
51 Ibídem, 1282a 17-23. 53 Ibídem, 1288a 11-15.
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Jorge R. De Miguel – Sobre el lugar de la democracia en la filosofía política aristotélica

formas gubernamentales, en ambos casos, con miras a reforzar su conservan su voluntad individual, es decir, deciden como cada uno y
estabilidad. no como todos. Además, agrega Aristóteles, la verdadera justicia
democrática se realiza en este tipo de democracia, ya que todos,
Las constituciones vigentes muestran una combinación de
ricos y pobres, poseen numéricamente lo mismo.57 Lo opuesto
los elementos que habían servido para designarlas en el libro III.
sucede con el tipo populista, que no es más que la pintura de la
Básicamente, se reducen a dos: la oligarquía y la democracia, en
demagogia y que, de acuerdo a lo dicho anteriormente, parecería ser
virtud de que los componentes más simples de una ciudad son los
la única forma corrompida, a punto tal que es dudoso que pueda
ricos y los pobres.54 La última tiene a favor una cierta justificación
ser llamada “politeia”. Gobierna en ella el pueblo como conjunto,
histórica. Según reconoce Aristóteles, en un breve pero notable
como masa. Al reemplazarse la soberanía de la ley, se elimina la
párrafo, las formas políticas han evolucionado desde las antiguas
generalidad de sus mandatos y se ingresa en el casi tiránico imperio
monarquías hasta el gobierno del pueblo, “y desde que las ciudades
de los decretos individuales.58
son mayores, quizá no es ni siquiera fácil que surja otra forma de
gobierno distinta de la democracia”.55 Ahora, desde el punto de vista del devenir histórico de la
democracia, Aristóteles anota que las mayores posibilidades de que
Cuando se los analiza en su existencia particular estos
ésta se ajuste a la ley devienen del predominio de una población
regímenes se presentan de diversas maneras. A partir de las
que, por no disponer de holgura económica, se vea obligada a
características apuntadas por Aristóteles56, los distintos tipos de
proveer constantemente a sus necesidades. De ese modo, el tiempo
democracia podrían agruparse en legalistas y populistas, según
disponible para los asuntos públicos será escaso. Paradójicamente,
corresponda la soberanía a la ley o a las decisiones populares. Entre
por lo visto, el proceso, que hoy llamaríamos de “modernización”,
las primeras cabría distinguir las igualitarias, en las que existe una
de ampliación de la población de las ciudades griegas y aumento de
equiparación legal de pobres y ricos, y las restrictivas, cuando se
los ingresos de sus habitantes, que Aristóteles observaba en su
exige algún requisito de renta o títulos para la participación pública.
época, condujo en su opinión a la perversión de la democracia,
En el tipo populista la ley pierde su supremacía y el pueblo,
debido a que gobierna una multitud que no necesita cuidar de sus
incitado por los demagogos, se guía por su sola voluntad.
intereses privados.59
A pesar de que Aristóteles concibe a la democracia como una
Frente a los regímenes habituales oligárquicos y
forma pervertida, en esta clasificación el tipo legalista e igualitario
democráticos, el Estagirita se inclina por una constitución combinada,
parece, al contrario, ajustarse a los términos de una república. En
a la que denomina “república”. Aunque admite que casi nunca ha
ella, no obstante la presencia de la multitud, los ciudadanos

54 Ibídem, 1291b 5-13. 57 Ibídem, 1292a 8 y ss.; 1318a 3-10.


55 Ibídem, 1286b 8-22. 58 Ibídem, 1292a 4-38.
56 Ibídem, 1291b 30 – 1292a 38. 59 Ibídem, 1292b 22 – 1293a 10.
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Jorge R. De Miguel – Sobre el lugar de la democracia en la filosofía política aristotélica

existido, la presenta como el mejor régimen posible “para la regímenes, se estabiliza en la medida en que “mandan los mejores
mayoría de las ciudades” y una clase de vida “para la mayoría de sin cometer equivocaciones, y el pueblo no se ve perjudicado en sus
los hombres”, sin exigir niveles excepcionales de virtud y de derechos”.64
educación, ni pretender un gobierno a la medida de todos los
deseos.60 Pero lo relevante es que Aristóteles señala como sostén de Reflexión final
este régimen “intermedio” –que así cumple con la definición de Aunque se ha tomado en cuenta, principalmente, a la
virtud ética-, una serie de factores socio-económicos. Son ellos: la democracia, ha quedado claro el modo complejo en que Aristóteles
moderación de las fortunas, que evita los extremos de desigualdad, concibió a todos los regímenes. Ello es una muestra contundente de
y la formación de una mayoritaria “clase media”, que le otorga su propósito de dotar a los estudios éticos y políticos de una
homogeneidad y estabilidad a las ciudades.61 información empírica de la que carecían. Si tal movimiento ya se
Por último, como ya se ha adelantado, la visión aristotélica insinuaba en el Platón maduro, adquirió una inusitada profundidad
recae sobre los gobiernos empíricos, pero no con miras a en su discípulo. No hemos querido sugerir en el trabajo, sin
compararlos con una forma preferible, sino atendiendo a la embargo, que el aspecto empírico aparezca independizado de los
conveniencia de un determinado régimen para cada tipo de principios que guían la vida humana toda. Pero, ciertamente, el
comunidades. El fin perseguido es aquí la permanencia y no ya la recorrido del Estagirita por las formas gubernamentales vigentes
virtud. En primer lugar, señala que la estabilidad política debe ser introduce elementos como el conflicto y la inestabilidad, cuya
querida por la mayoría y, en general, lo conveniente es evitar los solución implica una cierta flexibilización de aquéllos. En este
desequilibrios de riqueza, la falta de justicia y la afirmación de un sentido, su aporte es decisivo para imaginar los problemas de las
principio constitutivo con exclusión de otros. Ello se lograría antiguas ciudades y, en buena medida, la ciencia política empírica
combinando lo más posible cada régimen. La democracias, en moderna puede contarlo como un antecedente de interés. No
especial cuando son virtuosas, son en principio las más duraderas,62 obstante, lo más destacable en ese análisis es lo que Jaeger ha
aunque en la práctica, en estas constituciones se degeneran la definido como la “combinación de pensamiento normativo... con un
libertad y la igualdad, que dejan de ser reguladas por la ley y, por sentido de la forma capaz de dominar y organizar la multiplicidad
ende, de estar en función del todo de la polis, para transformarse en de los hechos políticos reales”.65 Todavía en Platón predominaba el
un “hacer uno lo que le plazca”.63 La democracia, como todos los ideal político; con Aristóteles, la política se convierte en la
convivencia ética realizable por los hombres a partir de la
60 Ibídem, 1293b 33-35; 1295a 25-32; 1296a 35-38. particularidad de su ciudad.
61 Ibídem, 1295a 35 – 1295b 33.
62 Ibídem, 1296b – 1297b 35; 1301b 26 – 1302a 15; 1307a 6 y ss.; 1307b 26 y
ss. 64 Ibídem, 1319a 1-4.
63 Ibídem, 1310a 26-38. 65 Werner Jaeger, Aristóteles, p. 335.
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Jorge R. De Miguel – Sobre el lugar de la democracia en la filosofía política aristotélica

Nuestro interés no ha sido someter a juicio el contenido de la


solución aristotélica desde nuestra experiencia democrática, sino,
más bien, resaltar la riqueza de su enfoque o, con otras palabras,
distinguir sus señales y direcciones como sentidos relevantes para
las perspectivas actuales. En ese aspecto, su obra tiene aún hoy
notable repercusión y asegura para la filosofía política un inagotable
sendero, en el que la normatividad y la facticidad se hallen
integradas para comprender lo humano.

26
V a) Ser un yo, es decir, un individuo, sujeto con nombre
propio, distinto de los demás hombres y del mundo. Como distinto,
separado, distante.
Rubén L. Vasconi Este ser distante de toda realidad hace del yo un ser
solitario, pero esta soledad es la condición de mi libertad. Sólo si
La idea del hombre logro cortar todos los lazos que me atan a los demás y al mundo,
puedo disponer de mi vida a mi antojo.
b) Pero, por otro lado, siente pertenecer, ser parte de su
Introducción familia, grupo de amigos, de su comunidad nacional y, en última
Partiremos en esta exposición del siguiente hecho: el hombre instancia, parte del mundo. Esta pertenencia, sobre todo a una
no sólo existe, como el vegetal o la piedra sino que sabe que existe y comunidad humana, amortigua mi soledad, me protege y brinda
al mismo tiempo se comprende siempre a sí mismo de algún modo. seguridad. Pero esta seguridad la pago al precio de una
Todo hombre puede, con más o menos claridad, responder a la disminución de mi libertad. Atado por lazos de lealtad al grupo al
pregunta: ¿Qué es ser hombre? que pertenezco, ya no puedo disponer caprichosamente de mi vida.
Es decir, posee más o menos conscientemente una idea de su Veremos como en la historia del pensamiento el hombre ha
ser hombre y esta idea constituye el paradigma sobre el cual va comenzado por afirmar su pertenencia para después,
configurando su vida. Así, cada hombre - o cada grupo humano progresivamente, acentuar la distancia y la libertad.
porque esta idea es regularmente compartida por la comunidad -
llega a ser lo que es a partir de la idea de hombre que orienta su Las figuras del hombre
existencia. 1. El hombre se piensa a sí mismo como parte del mundo
Mostraremos sintéticamente las ideas fundamentales que el Ésta es, históricamente, la primera figura. Pero que sea la
hombre se ha forjado acerca de sí mismo y sobre cuya base ha ido primera no significa que haya perdido su validez y esté relegada al
tomando diferentes figuras. Veremos como en cada una de estas pasado. Las grandes concepciones filosóficas, como las grandes
ideas se define por una cierta relación con el mundo natural y creaciones estéticas, permanecen como modelos válidos. Esta idea
humano. ha sido restaurada en algunos de sus aspectos por movimientos
Observemos, ante todo, que cuando nos preguntamos por contemporáneos, como los ecologistas, por ejemplo.
nuestro ser surgen dos evidencias igualmente fuertes pero Según esta visión, el hombre está constituido por la misma
contrapuestas. Todo hombre siente: sustancia de que está formado todo lo real.


Extracto parcial.
27
Rubén L. Vasconi – La idea del hombre

Hecha esta aclaración, pasemos a detallar, sobre la base de Tomemos el ejemplo de Empédocles de Agrigento: todas las
algunos ejemplos, esta concepción del hombre. cosas están formadas por una mezcla de tierra, agua, aire y fuego.
Desde luego, también el hombre está formado de este modo. Y esta
a) En el pensamiento arcaico: identidad de naturaleza con el cosmos fundamenta la posibilidad de
Antes de que los hombres tuviesen conocimiento acerca de que el hombre tenga familiaridad con todas las cosas y pueda
cómo se realizaba la concepción, suponían que los hombres -como conocerlas. Así, dice el frag. 109: "Pues con la tierra vemos la tierra,
todos los vivientes- se formaban en las grutas, en las hendiduras de con el agua, el agua, por el aire vemos el aire brillante y por el
las piedras, fuentes o matorrales. De allí, se insertaban en un estado fuego, el fuego que devora".
larval en el vientre de una mujer para terminar de madurar, pero, Aun avanzada la antigüedad, encontramos en el siglo II de
en el fondo, todos los vivientes eran hermanos en cuanto hijos de la nuestra era, este hermoso texto de Marco Aurelio Antonino, el
fecunda Madre Tierra. Esto implica una solidaridad profunda de la emperador estoico romano: "Yo recorro las etapas fijadas por la
vida que se extiende a través de sus diferentes formas y hace naturaleza (Physis) hasta que caiga y repose, cuando devuelva mi
comprensibles las más extrañas metamorfosis ya que ninguna soplo a este aire que respiro todos los días, cuando caiga sobre la
barrera infranqueable separa las distintas especies de vivientes. tierra de donde mi padre ha tomado mi germen, mi madre mi
A esta concepción del hombre como brotado de la Madre sangre, mi nodriza su leche, que me da diariamente, después de
Tierra corresponden ciertos rituales mortuorios. Aquí, es tantos años mi alimento y mi bebida, que me soporta cuando
fundamental la inhumación del cadáver, devolverlo a la Madre camino y de la cual recibo tantos beneficios" (A sí mismo, V-4).
Tierra para que lo revivifique y lo retorne a la vida. Si de la tierra mi padre tomó mi germen, mi madre mi
La tierra puede ser el suelo que pisamos pero puede tomar sangre, mi nodriza su leche... ¿qué soy yo, en última instancia, sino
una forma más abstracta e identificarse con el cosmos. El ritual tierra que se levanta? Marco Aurelio tiene de sí mismo una imagen
mortuorio es entonces la incineración, como forma de devolver el casi vegetal, como el árbol que brota de la tierra, cae, se disuelve y
hombre al cosmos para que éste lo devuelva a la vida. Es ésta una se hace tierra y de su disolución brota un nuevo árbol. "Tú has sido
concepción frecuente en el pensamiento hindú. La incineración va formado como una parte - se dice a sí mismo - ; te desvanecerás en
acompañada de una plegaria: "Tu aliento va hacia el viento, tu oído lo que te ha dado nacimiento o, más bien, serás retomado en su
hacia los cuatro puntos cardinales, tus huesos vuelven a la tierra..." razón generadora (logos spermatikós) por transformación". (Ibid, IV-
(Aitareya Brahamana, II, 6, 13). 14).
Observemos de paso como la fecunda Madre Tierra, fuente
b) En el pensamiento filosófico clásico: de la que brota toda realidad, ha sido reelaborada intelectualmente,
Cuando en el siglo VII a.C. se inicia en Grecia el se ha transformado en Physis, logos spermatikós, pero su sentido
pensamiento racional, la idea arcaica es reelaborada pero no se la profundo sigue siendo el mismo.
transforma radicalmente.
28
Rubén L. Vasconi – La idea del hombre

Esta idea según la cual el hombre, formado de la misma Esta misma pertenencia al mundo se reitera cuando el
sustancia del mundo, goza de una familiaridad con todo lo real, hombre piensa su relación con el mundo social. Antes que un sujeto
encuentra su elaboración más completa en los dos grandes autónomo se considera como parte de una comunidad (en el
pensadores clásicos: Platón (427-347 a. C.) y Aristóteles (384-322 a. planteo griego: como ciudadano). Sólo en el seno de esta
C.). Para ambos el hombre es un microcosmos, un pequeño comunidad es posible llevar a cabo una vida plenamente humana.
universo que contiene en sí todas las instancias de lo real y al
Consideremos como ejemplo los análisis realizados por
mismo tiempo un puesto fijo y definido en el seno de lo real.
Platón en La República.
Empecemos por Platón que sostiene un rígido dualismo.
La polis tiene su origen en que ningún hombre se basta a sí
Para él, lo real está constituido por dos instancias contrapuestas, dos
mismo para satisfacer todas sus necesidades. Conforme a su
mundos que se superponen: el mundo material que nos es accesible
naturaleza, que como conjunto de aptitudes lo predispone a ejercer
por los sentidos (mundo sensible) y un mundo de naturaleza
una cierta función o actividad, se vinculará con los demás hombres
inmaterial al que sólo nos permite penetrar nuestra inteligencia
intercambiando los productos de su trabajo, lo que, dicho sea de
(mundo inteligible).
paso, supondrá el mercado como lugar de intercambio y centro de
El hombre se encuentra a mitad camino entre ambos la vida de la polis.
mundos. Por el alma se vincula al mundo espiritual, divino y
Pero la polis no se agota en la actividad económica. Habrá
eterno. Por el cuerpo se inserta en lo material, caduco e imperfecto.
que pensar también en la guerra y en el ejercicio del gobierno,
Hay así en el hombre una tensión constitutiva porque cada
funciones que deberán ser cumplidas por aquellos que tengan una
dimensión de su ser - cuerpo y alma - busca aquello que le es afín.
naturaleza adecuada para realizarlas eficazmente.
Toda la psicología y la ética platónica se apoyan en esta
antropología dualista. Ajustándose al orden natural, la polis se habrá de dividir en
tres grandes grupos que conforme a su naturaleza ejercerán la
Aristóteles sustituye el dualismo por la idea de jerarquía.
función que les sea propia. Aquellos que estén dotados de una
Encontramos en el mundo diferentes niveles de realidad (minerales,
naturaleza valerosa, tendrán como función la guerra y la defensa de
vegetales, animales y así subiendo hasta lo Divino que está más allá
sus conciudadanos; los que se caractericen por una naturaleza
del mundo visible).
sapiente y reflexiva, ejercerán el gobierno ya que, conocedores del
Estos mismos niveles se dan en el hombre que tiene los bien y la justicia, podrán conducir a la polis entera hacia su meta.
elementos minerales y la vida sensitiva y vegetativa, propias de los Por último, la naturaleza laboriosa que los distingue destinará a los
animales y las plantas pero además la vida racional que lo vincula a labradores, artesanos y comerciantes, a proveer el sustento de los
lo divino. Así de nuevo, con Aristóteles, el hombre tiene una miembros de la polis.
profunda consustancialidad, unidad de naturaleza, con el mundo.
La justicia, virtud suprema, es una virtud arquitectónica, ya
que, poniendo a cada uno en el lugar que le corresponde y
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Rubén L. Vasconi – La idea del hombre

asignándole la función que le compete establece la coordinación de comprar o vender el cielo, el calor de la tierra? La idea nos parece
las tareas y el orden de la polis, convirtiéndola en un cosmos extraña. No somos dueños de la frescura del aire ni del centelleo del
armonioso y completo. Esta justicia social no es entonces distinta de agua. ¿Cómo podrías comprarlos a nosotros?... Esto lo sabemos: la
la justicia cósmica: así como el universo es un cosmos porque en él tierra no pertenece al hombre sino el hombre a la tierra. El hombre
cada cosa tiene su función a cumplir conforme a su naturaleza, no ha tejido la red de la vida, es sólo una hebra de ella... Todas las
igualmente será un cosmos - no un caos - la polis, si se ajusta al cosas están relacionadas como la sangre que une a una familia".
mismo principio. El orden social no difiere del orden cósmico, el de
Esta íntima unión del hombre con el mundo al que
las cosas.
pertenece, engendra la convicción de que los actos humanos
También Aristóteles considera que el hombre es por repercuten en la totalidad del cosmos. Así, en el prólogo de Edipo
naturaleza un "animal político" (zoón politikón) y que quien pudiese Rey de Sófocles, el sacerdote se lamenta: "La polis va muriendo en
vivir fuera de la polis sería un dios autosuficiente o un animal cuyas los gérmenes fructíferos de la tierra, en los rebaños bovinos que
necesidades son tan pocas que puede bastarse a sí mismo. Pero pastan, en los partos de las mujeres: todos terminan sin nacimiento".
siendo el hombre más que un animal y menos que un dios, está El parricidio y el incesto de Edipo repercuten sobre la realidad.
destinado por naturaleza a vivir en la comunidad. Mientras la mancha no sea lavada, la vida está detenida. El hombre
carga así con una responsabilidad que no sólo es personal sino
c) Implicaciones prácticas de esta idea del hombre: cósmica.
Cuando el hombre se piensa como parte del mundo acentúa Esta actitud de compromiso venerante con lo real puede
su fraternidad con los seres del mundo, su compromiso y su misión llevar al extremo de rechazar el trabajo de la tierra. Así, por ejemplo,
de servicio en el seno de lo real. un profeta hindú "aconsejaba a sus discípulos que no cavaran la
Una antropóloga expresa en estos términos la actitud ante lo tierra porque es un pecado - decía - herir, cortar, o desgarrar a
real que encuentra en un pueblo de Nueva Guinea: "Para los nuestra madre común con los trabajos agrícolas... Me pedís que
arapesh, el mundo es una huerta que debe ser cultivada, no para labre la tierra, ¿cogería yo un cuchillo para clavarlo en las entrañas
uno mismo a fin de jactarse o enorgullecerse, guardar y luego de mi madre?” (Eliade, M., Manual de historia de las religiones, T. II,
practicar la usura sino para que los ñames, perros, cerdos y casi cap. VII).
todos los niños puedan crecer". (Mead, M., Sexo y temperamento, En nuestra época de despiadada destrucción de la
Paidós, p. 118). La tierra no pertenece a los hombres, sino los naturaleza, las palabras de este hombre tienen el carácter de una
hombres a la tierra, para labrarla y cuidarla. sana advertencia.
Un piel roja, jefe de la tribu Suwamish, responde, en una Pero esta postura que inserta al hombre en la tierra,
carta muy difundida, al presidente norteamericano Franklin Pierce, sumergido y formando parte de ella, no vio el poder creador y
que le propone comprar sus tierras: "El gran Jefe de Washington transformador del hombre como dimensión esencial de la realidad
manda decir que desea comprar nuestras tierras... ¿Cómo podéis
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Rubén L. Vasconi – La idea del hombre

humana. Acentuó siempre la pasividad. El lema era "vivir conforme alguien, es único, irrepetible, dotado así de un valor absoluto y en
a la naturaleza" y la actitud en que esta conformidad llega a su más relación personal con Dios, que también es Alguien que habla en
alto grado es la quietud de la vida contemplativa. primera persona.
Veremos ahora cómo en la historia del pensamiento Esta especial dignidad del hombre se ve reforzada por una
occidental se va operando un progresivo distanciamiento del tempranamente elaborada entre los padres griegos y que permanece
hombre respecto del mundo. Este alejamiento ya se insinúa en la vigente como contenido de la doctrina cristiana.
siguiente figura.
Enunciado en el lenguaje de la teología clásica, dice lo
siguiente: yo he recibido de mis progenitores por generación las
2. El hombre como persona
almas vegetativa y sensitiva, pero el alma intelectual (espiritual) por
Esta idea se configura en la filosofía cristiana medieval en la cual un hombre es un ser humano es una especial creación de
medio de disputas teológicas (Cristológicas y Trinitarias). Se Dios en cada caso.
discute, por ejemplo: si en Cristo hay dos naturalezas - divina y
humana - cuando viene Cristo ¿es uno o son dos los que vienen? O Esta creencia contiene una importantísima consecuencia: un
también, respecto de la Trinidad: ¿cómo pueden ser tres - Padre, día Dios decidió crear el universo y si decidió crearlo es porque
Hijo y Espíritu Santo - si los tres tienen una misma naturaleza concibió al universo como algo bueno y que merecía existir. Pero
otro día decidió crearme a mí - no a la especie humana, sino a cada
divina? La resolución de estos problemas fuerza a una sostenida
individuo en particular. Objeto de una especial creación de Dios,
meditación en torno al concepto de persona como distinto del de
cada uno de nosotros, cada yo, aparece revestido de un valor
naturaleza, concepto que más allá del ámbito teológico servirá
absoluto, en tanto querido por Dios como algo bueno y que debía
también para pensar al hombre.
existir. Este dogma opera subterráneamente en el pensamiento
¿Qué significa persona? Todo el medioevo utiliza la occidental y se revela con toda su fuerza y en todas sus
definición de Boecio: "persona es una sustancia individual de consecuencias en la valorización moderna del yo como sujeto libre.
naturaleza racional". Santo Tomás agrega: "Persona significa aquello Constituye un importante ingrediente de lo que hoy se llama el
que es perfectísimo en toda la naturaleza". "La manera propia de concepto cristiano-burgués del hombre.
existir de la persona es la más excelente de todas".
El hombre, como un yo, adquiere en este pensamiento una
Esta perfección y excelencia residen en que la autonomía y dignidad especial. No es simplemente parte del cosmos, sino que el
unidad que caracterizan de modo analógico a toda sustancia, se cosmos fue hecho para él, que trasciende todo lo natural.
realizan en su forma más alta en la persona, porque es capaz de
Pero si bien por aquí el hombre adquiere un status único que
reflexión total sobre sí misma. Así, no sólo existe como un individuo
lo distingue de la naturaleza, todavía no se contrapone a ella como
sino que es para sí esta sustancia individual. Más que algo, la
veremos más adelante cuando asume frente al mundo una actitud
persona es alguien. Cada hombre, como persona, ya no es
hostil y explotadora. La idea de Creación sustenta una solidaridad
meramente un individuo más dentro de una especie, sino que, como
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Rubén L. Vasconi – La idea del hombre

entre todos los seres, ya no hijos de la Madre Tierra, pero aún


hermanados en cuanto hijos del Padre que está en los cielos. Esta
fraternidad universal inspira el cántico de San Francisco de Asís:
"Loado sea, Señor mío, con todas tus creaturas, especialmente mi
hermano Sol, que nos da la luz y el día. Bello, esplendoroso y radiante, da
testimonio de Ti".
"Loado seas, Señor mío, por la hermana Luna y las estrellas.
Claras, bellas, preciosas, las formaste en los cielos".
Y así continúa la alabanza por el viento, el agua, el fuego,
pero cuando llega a la tierra:
"Loado seas, Señor mío, por nuestra hermana, la madre tierra, que
nos nutre y sostiene y produce frutos diversos, hierbas y pintadas flores".
En la emoción del santo, la tierra, aunque hermana, conserva
todavía la dignidad materna que tuvo en el pensamiento arcaico.

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