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Los empresarios extranjeros de Barranquilla 1820-1900* Manuel Rodriguez Becerra Jorge Restrepo Restrepo Introduccion Al iniciarse el perfodo republicano, Barranquilla era tan sdlo un modesto caserio de pescadores y vaqueros, que hacia las veces de un puerto fluvial de poca importancia, y de un puerto maritimo de tercer orden. No obs- tante, al promediar el siglo XIX se habia convertido en el primer puerto maritimo y fluvial del pais, y en uno de sus principales centros comerciales e industriales. De un caserfo habia pasado a ser una ciudad floreciente. Puede afirmarse con bastante cer- teza, que ninguna poblacién colom- biana experiment un cambio tan radical como Barranquilla durante el siglo pasado. De ahi que surjan los interrogantes: {Qué factores indu- jeron una transformacion tan acele- + Agradecemos a Marie Cristina Jimeno de Umar ‘ha por su coluboracion en et tvabalo de aro ‘por mus obserescloner efectuaday al presente tecrito. eta investigacion se realizé con la ayuc omoa del Fondo de. Investig et DER y ol Comité de Investigacionse de Uniander yada? {Qué diferencias _especificas presenta el desarrollo de Barranquilla frente al de otras poblaciones colom- bianas, particularmente frente al de otros puertos durante el siglo XIX? Es nuestro parecer que, entre los factores sociales que incidieron en la vépida transformacién de Barranquilla existe uno que se destaca: la presen- cia de un néicleo de inmigrantes ex- tranjeros que progresivamente se fue instalando en Ia ciudad, cuyos miem- bros se ubiearon en posiciones claves dentro de las actividades econémicas fundamentales, como lo fueron el transporte y el comercio durante la mayor parte del siglo XIX y en la con- formacién de la industria local. Para dar un ejemplo de lo que fue este fenémeno, considérese el signi- ficado de los siguientes comentarios gue el naturalista y gedgrafo Eliseo Reclus consigné en 1855 al pasar por Barranquilla: “La importancia de Barranquilla se debe casi exclusiva: mente a los comerciantes extranjeros: ingleses, americanos, alemanes y ho- "0 landeses, que se_han establecido alli en los uiltimos afios y que han hecho de ella el centro principal de los ‘cambios con el interior y el mercado més considerable de la Nueva Gra nada. “Menos_instigados _los_nativos por el aguijon de la fortuna, y sin estar iniciados atm en los secretos de la especulacién, ninguna parte han tenido en el progreso de este emporium del Magdalena, A mi paso por alli, habjan diez vapores flo- tando 0 en’ construccién: cinco in- gleses, tres americanos y uno solo perteneciente a una compafifa anglo- granadina”™ Tal como lo sugiere Reclus, los extranjeros ocuparon una_posicién de liderazgo en la conduccién de las actividades mercantiles del puerto, pero su influencia se hizo sentir en pricticamente todas las dimensiones de la vida de Barranquilla. Es decir, no solo en la esfera econémica, sino también en a social, en la cultural y aun en la religiosa, la ciudad se caracterizé durante el siglo XIX por ser una peculiar amalgama de diver- sas nacionalidades. Este hecho dis- tingue a Barranquilla de los otros centros urbanos del pais en donde la inmigracién extranjera estuvo le- jos de tener la importancia cuanti- tativa y cualitativa que alcanzé en aquel puerto Conscientes de lo poco que se conocen estos aspectos, hemos pro curado deseribir y analizar, con una perspectiva histériea, el impacto que los inmigrantes extranjeros tuvieron en el desarrollo de Barranquilla, Al hacerlo, hemos identificado los fac- tores que contribuyeron a la confor- macion de esta faceta de la vida del puerto, entre los que subrayamos dos de particular importancia, * Viaie ota Siera Nevado de Sante Marta, (BOE: te 1947, P38, Si se exceptia Panamé on donde a inmigacién ‘extranjeralleg@ a ser la mayor de 9a. DESARROLLO Y SOCIEDAD. En la segunda mitad del siglo XIX se abrieron paulatinamente en Barran- quilla posibilidades para el comercio mucho més atractivas que las ofre- cidas por los puertos de Cartagena y Santa Marta que levaron a los extran- jeros a instalarse preferentemente en ‘aquel centro, y no en éstos. La aper- tura de las atractivas perspectivas para Jos negocios fue determinada, como posteriormente se ilustra, por la ven- tajosa situacién geografica de Barran- quilla frente a aquéllos, un factor definitive para sw transformacién en el primer puerto del pais. Pero no sélo las oportunidades para el negocio explican el surgimiento con tanta fuerza del grupo extranjero en Barranquilla. El hecho de que el gran puerto comercial se conformara a par- tir de una modesta poblacién, de escasa. importancia en la_ historia colonial dei pais, facilité el estableci miento de los extranjeros que reci- bieron una positiva acogida por la gente del lugar. Ademés, aquellos que alcanzaron cierto éxito econd- mico se situaron rapidamente en los grupos de comando de la poblacién. Barranquilla se caracteriz6 ssi como una sociedad distintivamente abierta, si se compara con Cartagena una ciu- dad que, por su herencia colonial y puesto de honor en las guerras por la independencia, exhibia un grupo social de abolengo, que reclamaba para si las ventajas de su posicion de privilegio. © en otras palabras, Ia presencia en Barranquilla de un grupo de extran- jeros tan numeroso, en comparacién con lo que fue la inmigracion en el resto del pais, se explica a través de las oportunidades econdmicas y los potenciales para movilidad social, pre- sentes en el puerto a lo largo del perfodo en cuestidn. Es ese grupo extranjero el que provee a Barran- quilla de un grupo empresarial que va a jugar un papel de definitiva impor- EMPRESARIOS EXTRANJEROS SIGLO XIX nomia y de la vida de la ciudad en general, tal como se examina en este escrito. El significativo papel jugado por los extranjeros en Barranquilla, un caso nico en la historia empresarial colombiana, se asemeja a lo aconte: cido en otras sociedades de Latinoamé- rica en donde Jos inmigrantes extran- jeros han tenido una gran importancia en su desarrollo. Kn efecto, diferentes investigaciones han mostrado como los empresarios extranjeros contribu: yeron en forma sustantiva en el desa- rrollo de la mineria, el comercio, la agricultura, los transportes y la in- dustria de diversos paises latinoameri- canos. Asi ocurrié en Argentina, Chile, Brasil, Pera y México, paises que recibieron un’ gran niimero de ex- tranjeros, durante el siglo XIX, en contraste con Colombia en donde Ja inmigracion fue muy pequefia’ Las investigaciones en cuestion pertenecen al campo de estudio que ha intentado ubicar y explicar el papel desempefiado por el empresario en el desarrollo econémico. Este in- tento, efectuado desde diversas disci- plinas —la historia, la psicologia social, Ia sociologfa y la economia, ha sido materia de una amplia, y no menos interesante, controversia* En Colombia los estudios sobre el desarrollo empresarial son relativa- Flavia Derosd, The Mexican Entrepencur, Pa ties 1871. Fe Wilt, Industry and Indarrialiste 1 1970. 6. Briones, “en América Latina 5. Jose tar, Los gue ‘Manden, Buenos Aizes, 2964. Barry Supple examina detaladamente las dife- enies eseuelas o-enfogies que existen en tela Sion con el estudio de los empresas en #0 fenavo “"Approgches to Business History” en. Br Supple (ed) favaye In Brith Buninoee Bie tory, Oxford, 1977, Peter Kilby reeopila una ‘muestra repreaentativa de extudios gus, con dF ferentes enfoques, Nan sido adeiantados en Yeraus tocledades on ma libro: En treproneurehip Und Feonomfe Deuelopment, New York, 1971 at mente escasos*. Ademés una sola re- gion, Antioquia, concentra la mayor parte de las investigaciones, mientras que los empresarios de otras partes han sido objeto de muy poco 0 nin- gan estudio”. Este tiltimo es el caso de la Costa Atlintica, regién que en general ha sido muy ‘poco analizada por los cientfficos sociales, si se com- para con otras areas del pais. Precisamente, 1a escasa bibliogratia sobre Barranquilla hizo que los auto- res basaran fundamentalmente su estudio en fuentes primarias. Para el efecto, se adelanté una revision com pleta ‘de los periddicos, revistas y otras publicaciones de Barranquilla en la Biblioteca Nacional de Colom- bia, asi como de la coleccién de los informes de los consules norteameri- canos_y briténicos del puerto. Se obtuvieron, también, algunas informa- jones en él Archivo Nacional de Co- lombia. I, Barranquilla, Cartagena y Santa Marta Antes de entrar en materia, parece adecuado hacer alguna referencia al proceso de surgimiento de Barranqui- lla como primer centro comercial de Colombia sobre el Caribe. Anotemos que en el periodo que va desde la fecha de su fundacion que se dice fue en 1629, aunque esta fecha no se puede precisar con exactitud por la forma indeterminada de la construc- cién del caserfo, hasta los dias de Carlos Dvila LadrOn de Guevara ha elaborado tina bibliografia comentada de los estudios 20- be empresarios colomblanos, « publicaree en el segundo semestre de 1982 ‘Uno de 10s autores del presente estualo efectud “une invertigaioa sobre el empreseno Industrial {Bel Viejo Caldas como tess de grado Dara optar ‘ efeulo de B Litt, en Management. Studles, Universidad de Osford, La teas fue traducida al Spatol con algunas ‘modiiceciones. Manuel Rodrigues Becerra. £t Emprecario Idustval det Vinio Calder (Mime), Bogota, 1379. a2 nuestra _independencia, Barranquilla ‘tuvo una importancia insignificante en la region costefia. Tan modesto lugar en nuestra historia colonial contrasta con el muy prominente ocupado por Cartagena, puerto que mantuvo la to- tal supremacfa como centro comercial, politico y militar de la Costa Atlin: tica; ¢ igualmente contrasta con el lugar ocupado en el mismo perodo por Santa Marta, ciudad que, aunque de mucho menor importancia si se le compara con Cartagena, jugé un papel de alguna significacién en nuestra his- toria econémica y politica, en calidad de segundo puerto de la Nueva Gra- nada sobre el Atlntico. Cabe, entonces, preguntarse por las, ‘eausas que condujeron en el curso del siglo XIX a que Barranquilla arreba- tara a Cartagena su lugar de suprema- cia y desplazara a Santa Marta a un tercer plano en el émbito comercial, En tan breves Iineas estamos lejos de poder ofrecer una respuesta satis. factoria, sin embargo, subrayemos que ‘Theodore Nicholls ‘ha evidenciado como la situacion geografica relativa de los tres puertos constituyé uno de los factores que més incidié en tan complejo proceso’. La_privilegiada loealizacién de Barranquilla sobre ol rfo Magdalena fue una ventaja que favorecié el desarrollo de este puerto frente a Cartagena y Santa Marta, Car- tagena contaba con una precaria co- municacién con el rfo a través del Canal del Dique que, al estar pricti- camente obstruido durante casi todo el siglo, obligaba a los viajeros y a la carga a utilizar un accidentado camino de herradura, o a hacer innumerables transbordos. De otra parte, el trayecto entre Santa Marta y el Magdalena te- nia que cubrirse a través de una dificil via compuesta por ciénagas y cafios, 7 mneodore E, Nichole, Tree Puertos de Colom bia Bogotd, 1973. DESARROLLO Y SOCIEDAD Jo cual no era muy expedito para el transporte de mercancias*. Asi pues, la facilidad de acceso al rio Magdalena, el gran eje de las comunicaciones entre la Costa Atlinti ca y ol interior del pais, se constituy6 en uno de los factores determinan- tes de la actividad portuaria en el pe. rfodo republicano. Obviamente que ea condicién habia sido tambiéa importante en el periodo colonial; sin embargo, ella habfa estado supeditada a otra que habria de perder su relevan- cia en el siglo XIX: la seguridad que debia ofrecer un puerto frente a los ataques de los piratas que buscaban usurpar a los espaiioles de las riquezas que exportaban de sus colonias a la peninsula. En este sentido Cartagena resulté insperable: las_privilegiadas caracteristicas de su bahia desde cl punto de vista estratégico-militar in- centivaron 2 la Corona Espaiola a levantar all{ un impresionante com- plejo de fuertes y castillos, con miras a hacer de esta plaza un resguardo se- guro para mereancias y embarcaciones en el Caribe. Naturalmente los espafio- les buscaron comunicar al puerto con el rfo Magdalena, y para ello constru- yeron el Canal del Dique. No obstante, este canal fue intransitable durante la mayor parte del periodo colonial y para cubrir el trayecto entre el puerto y el rio se debfan superar nu- merosas dificultades. Una vez que la Nueva Granada conquisté la indepen- dencia, fuertes y castillos perdieron su importancia. Los cartageneros in- tentaron asegurar la supremacia de su ciudad como centro comercial y para ello intentaron habilitar el Canal, co- metido que sélo culminaron, y' eso parcialmente, en los afios ochenta. Ya para entonces Barranquilla se habia consolidado como el primer puerto del pais, y registraba un movimiento de exportaciones e importaciones que © -rneodor F, Nichot, “Cartagena and the Di: que! A Problem in “Transportation” en. The Journal of Troneport History (Leester, Ingle Terra}, IT (mayo: 1988), pp. 22-84, EMPRESARIOS EXTRANJEROS SIGLO XIX superaba ampliamente al de sus com- petidores, Cartagena y Santa Marta’. No obstante la condicién de Barran- quilla como puerto fuvial no tindié todo su provecho ya que durante la mayor parte del sigio no logré consti- tuirse en puerto maritimo, dadas las enormes dificultades que existian para que las embarcaciones pudieran su- perar con suerte las peligrosas Bocas de Ceniza, Por ello los buques encon- traban un fondeadero en el vecino puerto de Sabanilla, un caserfo de chozas localizado sobre la bahia de su mismo nombre, a una distancia de 15 millas de Barranquilla, Hasta el mo- mento en que entro en servicio el ferrocarril (1871) hasta el nuevo Puer- to de Salgar, ubieado en la mencio- nada bahia, Barranguilla se comunicd con su puerto maritimo de Sabanilla a través de un camino de herradura, © por el Canal de la Pifia, el cual re- sultaba dificilmente transitable en bongos y champanes y en periodos estaba cerrado por el fango y la vege- tacién. Sin embargo, lo importante es considerar que a pesar de las compli- caciones para legar hasta Ia bahia de Sabanilla, éstas resultaban menores frente alos riesgos asociados a las Bocas de Ceniza, cuya entrada sélo fue plenamente ‘adecuada a princi- pios de este siglo para convertir de- finitivamente a Barranquilla en un puerto a la vez fluvial y maritimo. Una descripcién del puerto maritimo de Sabanilla nos la ofrece en 1860 un c6nsul de la época: “contaba con la poblacién de 400 negros y_ nativos; ningun negocio se realiza en Sabanilla, tan s6lo se efectia el cargue y descar- gue de los barcos; las mereancias, una vez desembarcadas se envian a Barran- quilla en donde los comerciantes tie- nen sus bienes, oficinas y residencias y en donde adelantan, todas sus tran- sacciones comerciales”? Nichols, “Cartagens and the Digu ® sopanite, Consular Dispatches, march 12, 1800. National Azchives” Microfims, USA’ ry Si bien el empuje de la ciudad de Barranquilla se hizo indiscutible en la década del sesenta, cuando ya se afir- maba sin vacilaciones que “esta pro- gresando en forma impresionante y mucho mas que cualquier otro centro urbano del pais”, ya desde los pri meros afios de vida independiente Ba- rranguilla se perfilaba como una poblacién con un futuro muy promi- sorio. Por lo menos asf lo advirtieron los cartageneros que en 1821, y gra cias_a los eficaces oficios de José Maria del Castillo y Rada y de Juan Francisco Martin, lograron pasar un decreto en el congreso mediante el cual se cerré a Sabanilla al comercio exterior. Asi lo advirtieron también los. comerciantes de Santa Marta, cuya asamblea departamental solicitd al Congreso Nacional en 1838, que de- cretaran el cierre de Sabanilla para la exportacién y que sélo permitieran las importaciones a partir de ese puer- to". Mejor que nada, estas interven- ciones de los comerciantes de estos dos puertos, en contra de Barranquilla, revelan la conciencia que existia entre samarios y cartageneros de que era necesario colocar obsticulos artificia- les para detener un desarrollo natural que finalmente hizo de Barranquilla el lider del comercio y la industria de la Costa Atlintica, El surgimiento de Barranquilla como centro para el comercio exterior se inicié en la década de los veinte, una vez que se abrié Sabanilla a la ac- tividad exportadora, ya que tal puerto permanecio cerrado por unos pocos afios —no se conoce con certidumbre cuantos~ en razén de la mencionada ley pasada a instancias de los cartage- neros. Pero Sabanilla continud ce rrado como puerto de importacién Informe del vioweénral aorteamerieano, C. Hopues, sobre Barranquilla Sabanilla, 1866, p. 567 Rodolfo Segovia, “Teoria de Cartagent: porque te bletde un siglo”, prologo a Donald Bossa Rese To. Cartagena Independiente, Tradilon Deso Froito (Cartagena 1987), >. Si a hasta 1842, fecha esta Ultima en la que se promulgé un decreto legislativo mediante el cual se le autoriz6 a par cipar en todo tipo de actividades co- merciales'’. El efecto de estas medi- das no se hizo esperar y ya a mediados de los afios cincuenta Sabanilla se ha- bia constituido en el primer puerto de exportacin del pais, mientras que exhibia un aumento considerable en Jas importaciones"* . Con la construceién del ferrocartil a Salgar, el puerto que reemplazé a Sabanilla por cerca de dos décadas Barranquilla se consolidé atin. mas como el primer centro comercial de a Costa Atlintica al ofrecer una salida relativamente facil y segura al mar; fue esta una ventaja que se sumé a las mu- chas que ya ofrecia sobre Santa Marta y Cartagena, ventajas que desde me- diados de los afios sesenta le habian conferido la condicin de lider entre los puertos del pais. No obstante, todavia en 1870, Santa Maria era ef primer puerto en el comercio de importacién, posicidn de la cual cedio en favor de Barranquilla que con la puesta al servicio del ferrocarril, llegé a ocupar ese lugar a partir de los afios 12.735 Il, Los britanicos: pioneros del eomer- cio de Barranquilla: 1820 - 1850 Entre las primeras comunidades de extranjeros que se establecieron en Ba- wranquilla durante las dos primeras décadas de vida independiente, sobre- sale Ia briténica. Que ello ocurriera asi, se relaciona con el dominio que por entonces alcanz6 la Gran Bretafa en el comercio exterior colombiano, el cual mantendria a lo largo de todo el siglo. Del impacto de ese dominio, ' Gaceta oficial: Decreto: julio 10. 1842, Nichole, Tres Puertot... pp. 156-68, 162, DESARROLLO Y SOCIEDAD. y de las cireunstancias en que se de- Senvolvia, se resintieron algunos de los comerciantes neogranadinos, uno de los cuales escribié en 1830, con el es- tilo caracteristico de la época’® : “ {Qué reciprocidad cabe entre nues- fra naciente Repiblica, de la cual apenas una u otra bandera aparece en un afio en los puertos de Ingla- terra, y otra nacién que de con- tinuo tiene lenas nuestras bahias de sus buques y nuestras poblacio- nes de sus sitbditos comerciantes, con cuyas especulaciones jamas po- demos competir? Ellos reciben de sus fabricantes los efectos de con- sumo en nuestros mercados a pri- meros precios de fébricas y reciben un 10% de comisin de ventas; nos los traen directamente de sus puer- tos de Inglaterra en sus buques, de- ducido e} descuento de exportacin indicado. y a un flete equitativo: entran en los nuestros pagando el mismo derecho que pagan los co- merciantes nacionales, y con iguales costos hasta este mercado, o cual- quiera otro de los nuestros hasta os més interiores. Nosotros, sin ma- rina mercante, sino escasisima, mala y cara, y sin proteccién como ellos de buques de guerra apenas osamos enviar uno que otro a comprar efec- tos a la isla cercana de Jamaica, de donde las traemos con el recargo del 10% que ya han tirado de su comi- sin los negociantes alli estableci- dos, con més lo que les place de reportar de sobre utilidad; y el flete de aquella isla es tanto como el que pagan los ingleses desde sus puertos europeos a estos nuestros” José Antonio Ocampo ha evide ciado en qué medida la Gran Bretafia y sus colonias dominaron el comercio de importacién colombiano durante el siglo XIX. “Antes de 1850, se hacia en gan parte con las colonias europeas '© Mercurio det Conrulado de Cartegena, julio ide 1891. EMPRESARIOS EXTRANJEROS SIGLO XIX fen Jas Antillas especialmente con Ja- maica, pero también en buena parte con St. Thomas y Curazao™”. Igual- mente ha sefialado como a partir de esta fecha la participacion de las An- tillas sufrié una caida espectacular, en particular el comercio con Ja- maica, conforméndose el _patrén ico que predomind durante la segunda mitad del siglo XIX: el 903 de las importaciones provinieron de Gran Bretafia, Francia, Estados Uni- dos y Alemania, Entre estos cuatro paises la Gran Bretala mantuvo su liderazgo, aunque su participacion habria de decacr a lo largo del pe- riodo: de un 50%, 0 mas, en las dos primeras décadas de la segunda mitad del siglo, pas6 a un tercio a finales del mismo perfodo"*® Si examinamos el comercio de ex- portacién, encontramos también que Ja Gran Bretafia lo dominé durante la mayor parte del siglo, con excepcin del perfodo de la bonanza tabacalera, en los afios sesenta, cuando Alemania se convirtié en el primer mercado para la exportacin de Colombia. Antes de 1850 la mayor parte de las exporta- ciones colombianas se destinaban a Gran Bretafia, ya sea directamente © a través de sus colonias en las An- tillas’"?. Entre 1850 y 1865 con el surgimiento del mercado de Bre: men para el tabaco la participacion de la Gran Bretafia disminuyd; en Ja segunda mitad de la década del cin- cuenta, atin mantenia el primer lugar, con un 552 del total de las exportacio- nes colombianas, cifra que descendi hasta un 302 a finales de los sesenta, cuando Alemania se convirtié en el primer pais destinatario de nuestras © Jos6 Antonio Ocampo, "Lar Importectones Colombiaaas en el siglo XIX, en Enrayos sobre Histonta Reonomice Colombiana, Fedesarrolo, 1980, p. 103. ™ ia, plas, 108 y 104, José Antonlo Ocampo, “Las #xportactones Co- Tomblanes en eagle XIX" en Desarrollo y So as exportaciones, Esta ultima posicién, fue recuperada por Gran Bretafia en la década de los sesenta y habria de mantenerla pricticamente durante el resto del siglo XIX, sin Ilegat a alcan: zar los niveles de partieipacin de la década de los cincuenta’?. EL mencionar aqui los principales paises que tuvieron relaciones comer- ciales con Colombia a lo largo del siglo XIX tiene como objetivo exami- nar la relacidn entre el comportamiento de las exportaciones e importaciones y la inmigracién extranjera a Barran- quilla, que en el curso del perfodo ha- bria de convertirse en el primer puerto. Ahora bien, no sobra advertir que el movimiento de las exportaciones y las importaciones por Barranquilla coin- cide con el patrén nacional, en cuanto ‘a volumen, lugar de origen y destino del comercio se tefiere, particular- mente en la segunda mitad del siglo XIX. En las primeras décadas de vida independiente, y hasta 1842, cuando Barranquilla fue exclusivamente un centro exportador, las mercancfas tu- vieron predominante a Inglaterra y sus colonias como lugares de destino. Entre los siibditos briténicos que se radiearon en Barranquilla en los albo- res del siglo XIX, Santiago Duncan y John Glenn Hegaron a ocupar un lugar de preemineneia en la vida de la pobla- cién. Asi lo observaba un militar de la época, al escribir que la gente de Barranquilla “han llenado de encomio a dos extranjeros que hasta hoy (1831) han dirigido los principales destinos de este pueblo y dado pruebas de un in- terés decidido por el bien coman de 6", Ambos tomaron parte en las guerras de independencia a favor de a causa republicana; entre las muchas » Toi, Joat Antonto Ocampo, pigs. 181104, (Carts digs pox ol Comandante en Jefe dela Division Liberal del Bajo Magdalena, a Santiago Duncan, Jefe politico del Canton de Barrangst Un. Febrero 18 de 1831, en dR. Vergura, Bo rranguila su pasado 9 hu prevents, 1022, p. a6 acciones en que participaron, Duncan recordaba que en 1820 “cuando nues- tras armas se preparaban a resistir al General Espafiol Mujerén, fui uno de Jos que a la par de Mr. Glenn, pasé alos pueblos e invité a sus vecinos, logrando reunir cierto numero considerable para el servicio que desde luego se acuartelé”**, Asi mismo Duncan y Glenn ayudaron con sus recursos a fi- nanciar al ejército libertador. Duncan, un irlandés, era hijo de un militar de alto rango de la Ar mada Briténica quien sirvid a érdenes del Duque de Manchester como ad- junto del regimiento de milicias de Kingston. Su entusiasmo por la causa independientista se remonta a Jamaica en donde tuvo oportunidad de cono- cer al Libertador Simén Bolivar del que se hizo su amigo e incondicional partidario. A principios de 1820 tras- lad sus negocios a Barranquilla los que muy pronto abandoné para alis- tarse en las filas republicanas. Parti- cip6 en las campafies de 1821 a 1824 hasta alcanzar el grado de Capitan de Caballerfa. Pasadas las guerras de la independencia, retorno a los negocios sin legar a ser hombre de gran for- tuna pero sin abandonar ia politic la rebelién de 1831 contra la dicta- dura de Urdaneta le hallé investido del cargo de Jefe Politico del Canton de Barranquilla del que hubo de se- pararse al no ser partidario de la revolucion’?, Duncan fue, pues, un comerciant. que acabé distinguiéndose més por sus actuaciones en las esferas politica y social de Barranquilla. Alli radicé su importancia, Glenn, en contraste, fue primordialmente un hombre de nego- cios, quizas el mas caracteristico pio- % carta airigida por Santiago Duncan a! Coman- Gante Generel Intendente del Departamento {de1 Magdalene, agosto 16 de 1827 en Vergara Buena, pp, 21042, a Vergara y Baens, pp, 211-216, DESARFOLLO Y SOCIEDAD nero de la actividad comercial de la poblacién en los afios veinte. “John Glenn habia venido a radi- corse a Cartagena desde su nativa Ca- nada en 1809, y alli trabajé como em- pleado de una casa comercial, antes de trasladarse a Barranquilla, donde abri un “almacén comisionista”. Se en: queeié con el comercio con Jamaica Y aunque tuvo altos y bajos siempre adelante. En un determinado mo- mento goz6 de la exclusividad del dere- cho de exportar por Sabanilla, Hacia finales de la década de 1820, se dedi- caba Glenn primordialmente al comer- cio fluvial, con ocho grandes embar- caciones y cinco o seis de menor tama- fio y con personal que ascendia a 100 bogas...’*, A partir de 1842, cuando le fue otorgada a Sabanilla la autorizacion para convertirse en puerto importador, se incrementé la legada de los extran- jeros a Barranquilla, Ya en 1849, de trece casas de comercio con sede 0 re- presentante en Barranquilla, ocho eran extranjeras. Ademés, en el informe del consul britinico de ese mismo aiio se lee que, de las dieciocho casas comer- ciales de esa nacionalidad establecidas en la Nueva Granada, siete tenian sede en Barranquilla, seis en Bogoté, tres en Cartagena, y dos en Santa Marta; ello era a todas iuces indicativo de las pers- pectivas que los ingleses veian en Ba- tranquilla-Sabanilla, cuando el nacien- te empotio portuario ain estaba lejos de superar a los otros centros comer- ciales’*. De 1842 a 1849 trabajaban en Barranguilla-Sabanilla los siguientes siibditos briténicos, quienes entonces ‘ocupaban un lugar de predominio en al ambito comercial: Powles Wilson & Cia, E. H. Steel, James Duncan, Wi- liam Duncan, John Glen, John’ Co- hen y George B. Watts? 1 th, B, Nichole, Tree Puertor de Colombio, 1973, pits, % oneary, 7.0. 96-86, 2 Kcortight. F.0. 85-76, dlciembre 81, 1848, 118 marco 14, 1848. EMPRESARIOS EXTRANJEROS SIGLO XIX Pero ademés de los briténicos, los pioneros del comercio del puerto, ya vivian alli un grupo de comerciantes holandeses de Curazao, y algunos ale- manes, franceses y americanos, que con aquellos irfan a dominar las activi- dades econémicas de Barranquilla a lo largo de la segunda mitad del sigho* ”. De ellos nos ocuparemos en seccién posterior, para examinar, a conti- nuacion, el papel jugado por los ex- tranjeros en el transporte trasatlénti- co, en cl establecimiento de la navega- cidn a vapor por el rio Magdalena, y en la construccién del ferrocarril de Bolivar. IIL. Los extranjeros y 1a navegacion a vapor por el rio Magdalena. Cuando se rememora Ja historia de Ja navegaci6n por el rio Magdalena, se debe hacer mencién obligada de Juan Bernardo Elbers, el pionero del trans- porte moderno en Colombia. En 1824, este empresario de nacionalidad ale- mana inicié la navegacion a vapor por el rio en virtud del privilegio que le concedié el gobierno de Colombia. Las enormes vicisitudes enfrentadas por Elbers en su primer intento de establecer la navegacién a vapor en forma regular han sido descritas en numerosos trabajos historicos. Basta con recordar que tal intento legs a su término en 1829 con el naufragio de los vapores General Santander y Gran Bolivar, que navegaron por el rfo durante cuatro afios, Mas las dificultades no lograron di- suadir al alemén en su empefio. En 1835 volvio a obtener privilegio y formé una compafifa por acciones. 7 en 1851 Panam contabs con et 4 extranjeros, seguido por Bogots, el puerto ‘uvial de Nonda y Senta Marta, Frank Safford, “Rmoprewatios Nacionales y Extranieros en Co: lombla durante el siglo XIX", eu Aapectos det glo XIX am Colombia, Rogols, 1977. Barra ‘ille pané a ser em las dos ttinas décedas del ‘Salo 51%, la segunda cludad con un mayor nde ‘mero de extranleros, despuds de Panam 8 ‘Monté en Barranquilla una maquina de vapor para aserrar madera, ¢ ini- cid 1a construccién de un nuevo bu- que bajo la direccién del sefior San- tiago C. Reeves: el barco, bautizado “Susana”, con casco de maderas del pais, se boté al agua en 1837. Coloca- das las méquinas y calderas, casi ya concluidas la obra muerta, el Gobier- no concedié permiso a otra compafiia para la misma navegacion. Elbers se vio obligado a suspender actividades para viajar a Bogota a fin de reclamar por los perjuicios que el permiso con- cedido le ocasionaran. El abandono idel “Susana” trajo consigo su destruc- cién, Asi Hegaban a su fin los trabajos del Sr. Elbers, quien habria de vivir sus ltimos afios en Bogota y Mom- Barranquilla se convirtié en el cen- tro de operaciones de la primera em- presa de navegacion a vapor estableci- da en la nueva repiblica y en calidad de tal recibié a los capitanes, conta- dores y constructores que, del extran- jero, vinieron con Elbers. De ellos, algunos se residenciaron en la ciudad: adems del mencionado Santiago C. Reeves, entendido en la construccion de buques, experto en el oficio de la ebanisteria y primer capitan en subir hasta Neiva, se recuerda a Tedfilo Minuth, maestro de muchos de los capitanes que navegaron el Magda- lena en el siglo pasado” . Finalmente, con Elbers se establecié el primer ase- rrfo accionado por una maquina a va- por. Consignamos aqui la descripcién de lo que pudiéramos denominar co- mo el primer establecimiento fabril modemo que existié en Barranquilla: “La casa era de madera y teja ma- nil, A una gran altura se subia por % antonio Martines Aparicio y Rafael Niebles. Berranquita 1892, ‘pp. 1-4. “NaversclOn del Magdalena, aegun relato del St. Tomar M. Gausland, €& £1 Promotor, junio 16 ¥ funio 25 Se 1888, 88 medio de una especie de puente inelinado_y bastante ancho. Por alli trepaban los trozos de madera que pronto iban a convertirse en tablas. En la parte norte de la casa y en el primer piso, estaban coloca- fdas unas grandes calderas. La chi- menea era tan alta como la torre de San Roque, y de ella salian espesas columnas de humo que daban a Ba- rranquilla una vista agradable”” . Pero este establecimiento tuvo cor- ta vida, ya que fue destruido por un incendio. No obstante, el ensamble y mantenimiento de los barcos de vapor se convirtieron paulatinamente en ac- tividades naturales del puerto. Los va- pores, por lo comim de casco de hie- Tro, fueron en su mayor parte traidos en piezas, de Inglaterra o Estados Uni- dos, y armados por artesanos e inge- nieros de origen extranjero. Los bu- ques “General Mosquera” y “Bogota”, botados al agua en 1856, fueron en- samblados por artesanos ‘norteameri- canos. A su vez, el vapor “Patron” botado ese mismo afio, fue armado por artesanos europeos. En 1864 el alemén A. Weckweker trajo al pais dos vapores en piezas, de construc- cidn inglesa y dirigid su armada, una vez més obra de artesanos europeos. Los vapores “Rafael Niiiez”” “Carta- gena” y “Pedro Véle2”, botados al agua a finales de la‘década de 1880, fueron construidos por cinco ingenie- os ingleses bajo la direccién de Mr. C.C. Wigg. Estos constituyen tai s6lo unos pocos ejemplos de lo que fue una situacién comin durante las primeras décadas de la navegacién a vapor. Observamos pues, que muchas de las tradiciones de trabajo en metal- mecénica, que habrian de constituir una condicién importante para la posterior industrializacién de Barran- quilla, se crearon en los talleres vin- culados a la armada y reparacion de ® Bi Promotor, junio 16, 1888, DESARROLLO Y SOCIEDAD Jos barcos a vapor. Los ingenieros y operarios extranjeros, quienes a menu- do retornaron a sus paises de origen una vez cumplida su misidn, transmi- tieron paulatinamente sus. técnicas y habilidades a los nacionales™ . No es, entonces, extrafio encontrar que de los 90 empleados que trabaja- ban en 1895 en los talleres y astilleros de la Compafiia Colombiana de Trans- portes la mayor parte eran de origen colombiano™ . Como tampoco es sor- prendente que en junio de 1898 hicie- ra el viaje de prueba el vapor “Bogo- ta”, con 43 mts. de eslora, construido en los mencionados talleres y_astille- ros, “bajo la direccion del abil in. geniero Alejandro M’Causland”, ba- Tranquillero de ascendencia escocesa’?. Con la armada y construccién de Jos barcos de vapor no solamente se fundaron las tradiciones metalmecani- cas, de tanta importancia para el pos- terior desarrollo industrial de la ciu- dad, sino que ademds se enriquecieron las ya existentes tradiciones de artesa- nia en madera. La construccién de barcos para navegar por el Magdalena y sus tributarios era una actividad do- minada por las comunidades indigenas que habitaban Ia regidn, a la llegada de Jos espafioles; los conquistadores a su ver consolidaron las técnieas para la construccién de champanes, Barcos y champanes, construidos por artesanos criollos en'los diferentes puertos flu- viales del Magdalena, constituyeron el principal medio de transporte por el rio durante el siglo pasado. Ya hemos indicado como el primer aserrio accio- nado por una maquina de vapor se es- tablecié en Barranquilla a fin de sumi- nistrar la madera requerida para la fa- Mactines Aparicio ¥ Niebles, pp. 1-52. La Fe rma, Barranquilla, mayo 25,1866, BI Promotor, Barranquilla, octubre 20, 1877: nero 21, 1888. % Ex Promotor,falfo, 1695, ia, junto 25, 1998, EMPRESARIOS EXTRANJEROS SIGLO XIX bricacién de un casco de madera, Pero los barcos de vapor con casco de hie- rro también demandaron importacion de técnicas para el trabajo en madera, con el fin de dotarlos de las bodegas, camerinos, puente y demas partes de cubierta, Y para ello, asi como vi- nieron artesanos expertos en metalme- cénica también desembarcaron en el puerto artesanos duchos en carpinte- ria, que trasmitieron nuevos conoci- mientos a los nativos, Como los armadores, los capitanes fueron en su gran mayoria de origen extranjero. En una lista de los sesenta y un capitanes que comandaron em- ibarcaciones de vapor en el periodo que se extiende de 1847 a 1892 trein- ta y nueve eran fordneos. Todavia a fi- naies del siglo era evidente su dominio del rio: de un total de veintiocho dentificamos diez y seis extranje- Al constituirse Barranquilla en a primer puerto maritimo y fluvial del pais, a mediados de los aos sesenta, los capitanes extranjeros lo escogieron como su lugar de residencia. Para mu- chos esa residencia lleg6 a convertirse en definitiva. No podia ser de otra manera: quien descubria los secretos kt Promotor, mayo, junio, julio 1888-1889; frtines Niebles, pp. 1-62. Le lsta de lox ca fumes (1847-92) cla sigulente: Luls Arment iia L, Bradford, John Bayle, 1. Bleksnan Ass, Henmades, Bernardo Campbei, Wiliams Chapsan, Willer Chepman Jr. Tho at Clank, W. Campbell,” Wa Chegwin, John Chewtola, Teodoro Deyonsh, Sentiage’ Dunean, JM, Diaz, Willis Dunosn, DIA. De Castro, Bent Facuarlzs, Jaroua, Jose ‘A. Gelofre, Venancio Garcia, Flix. Gonzalez Rubia, Fulgencio A. Gambia, John S. Gleo, Tohman, R.A. Joy, Nicolas Jimeno C.. dost di Tombana, C.A. Maal, M.G. de Mlez, Salome M'Gausland, BW. Monde Tis Pre Un Jose hi, Palacios, Fer Bando Pernets, Santiago ‘C. Reeves, Santiago Vi Reeves, J. A, Rapp, Hensque Rabinaon, Pat blo Roneullo, G.A- Summem, CH. sancher, ‘utun Sentech, Miguel Suarez, Thomas Sklson, ‘Arturo, Steeman, Arturo Salas, [E, Senior, AL. 101. Senior, Vou Winkler 9 de un rio dificil como el Magdalena, excepcionalmente renunciaba a él El Magdalena, como lo anotara wn capitén a finales de siglo, presentaba, para la novel empresa de la navega- cion a vapor —que se establecio en forma regular desde 1847— no pocas dificultades; “‘de escasa profundidad, de fuertes corrientes, variable curso y de chorros, pefiones y vueltas en que solo la practiea y pericia podria hacer- les superables, con buques que todavia no habjan aleanzado el perfecciona- miento de los que navegaban al presen- te (1892). En ocasiones los capitanes que al- canzaron un gran conocimiento del rio Jo transmitieron a sus descendien- tes, a modo de patrimonio familiar. Santiago C. Reeves y su hijo Santiago V., John Glen Jr., hijo det ya mentado empresario de la navegacion y los Duncan, Santiago Jr. y William, se contaron entre los capitanes mas’dis- tinguidos que navegaron por el Mag- dalena. También lo fueron varios miembros de la familia escocesa M'Causland —Tomés, Joaquin y Luis J, llegando a ser ei primero uno de los mas apreciados hombres del rio, ena sociedad barranquillera*® Asf como en el Magdalena desplege- ron su actividad muchos de los inmi- grantes que se residenciaron en Ba- ranquilla, el rio fue la raz6n de ser de diversas compaiiias extranjeras que se establecieron para navegarlo, la mayor parte de las cuales escogieron a Ba- rranquilla como su sede. Asi, entre 1821 y 1900 navegaron, teniendo su base de operaciones en a puerto fluvial, las siguientes com- jas de capital forineo o mixto Empresa Eibers, Compafifa'Anglo Gra- 35 starines ¥ %6 1 Promotor, marzo 10, Junio 16, julio 16, fu- lio “217 1868, Martinex ADuriclo y ‘Mlebles, pp. 1-8 0 nadina, Empresa Hamburger, Batis y Chapman, Magdalena Steam’ Navige- ton, Compania Americana, Empresa de R. A. Joy, Compania Unida, Uni- ted Magdalena Steam Navigation Com- pany, Empresa de Fruhling y Goshen, Empresa de Henry-Wells, Empresa A. Weckbecker, Cia. Alemana (de Hoe- nigsberg, Wessels y Cia.), Empresa de Gieseken y Held, Compafiia Anéni- ma, Compaiia Internacional, la Em- presa Cisneros y la Compaiia Colom- biana de Transportes”. Se puede afir- mar que el capital y la iniciativa ex- tranjera dominaron la navegacién por el rio, sin con ello implicar que los empresarios nacionales y sus capitales no participardn en esta actividad. Entre los empresarios nacionales y extranjeros involuerados en la nave- gacion por el rio Magdalena, durante Ia segunda mitad del siglo, sobresale el inglés Roberto Augusto Joy, sin duda uno de los individuos que ‘con- tribuy6 en forma més definitiva a su consolidaci6n, al ser el responsable de la promocién, puesta en marcha y di- reccién de la “Compaiia Unida de Navegacion”. En 1856 Joy logré reu- nir las tres compaiiias existentes la Compafiia Americana, la Empresa Simmonds y una pequefia empresa de su propiedad—con un total de cinco vapores, siendo nombrado director por 25 aiios® . Durante dicho perfodo 1a Compaiiia se constituyé, en muchos sentidos, en la pionera de la navega- cién a vapor. Bajo la administracion de Joy “se construy6 el edificio de oficinas, bo- degas de cal y canto y de hierro, ram- plas para muelles, fraguas, carpinter‘a, ramadas para facilitar la carga y des- carga de los buques, un famoso vara- * Vergara y Buena, pp. 272-203, * “articles of Association of Ia. Compas Unida de Navegacion por el rio Magdalena From U'S. Cénril Margll to Sec, Of, State, ‘Sebanilla, july’ 2, 1860, Natlonal Archives BL oofiims, U.S.A, DESARROLLO Y SOcIEDAD dero para ponerlos en seco al armarlos y refaccionarlos, y varias planchas y bongos””. Al término de su mandato fue nombrado gerente residente en Barranquilla de la United Steam Navi- gation Company, creada en base ala Compaiia Unida, cuyo Directorio se establecié en Nueva York. A su liqui- dacién en 1890, la Compaiiia Colom- biana de Transportes comprd sus va- pores y demas bienes® Sin duda, aquellas dos empresas fueron las primeras en alcanzar un rendimiento econémico satisfacto- rio por un lamo perfodo de afios; pata obtenerlo, no sélo lograron dar- se una organizacién apropiada, sino que ademés superaron las numerosas difieultades impuestas por el rio. Na- turalmente, la exitosa operacion de la Compaiia ‘se vio en ocasiones empa- fiada por las vicisitudes de las guerras civiles; se recuerda aqui el caso del va- por “Antioquia”, cuyo decomiso por orden del gobernador De Vengoechea bajo la acusacion de transportar “insu- rrectos”, dio lugar a una resonada re clamacién de Joy, a nombre de la com- pafifa, que a la postre perdié por vere- dicto’ del Departamento de Estado norteamericano* Pero la actividad de Joy como em- presario no se limité al transporte fluvial, ni solamente a Barranquilla, a donde sélo vino a residenciarse con la fundacin de la Compaiia Unida, dieciocho afios después de arribar a la Nueva Granada. En efecto, Joy, hijo de un empleado de comercio en’ Lon- dres, desembarcé en Santa Marta en 1830, a la edad de veinte afios, como dependiente de Montoya Séenz & Compaiiia. Martinez ¥ Niebles,p. 27. ter Diplomatic Comespondence, 1865-56 pp. 454524. EMPRESARIOS EXTRANJEROS SIGLO XIX Se desempeiié a su legada como ca- pitén y contador del vapor “Union”, Y, posteriormente, establecia, por cuenta de aquella firma, una casa co- misionista en Santa Marta, En dos ocasiones —1846 y 1872— acaricié la idea de construir el ferro- carril de Santa Marta al rio Magdalena, pero-tan ambicioso proyecto se vio frustrado en sus inicios. En 1852, fun- do en Panama una agencia de trans- portes, con una recua de doscientos cincuenta mulas, que dirigid y admi- nistrd hasta 1855, y cuyo éxito le otorgé una reputacién de gran empre- sario . Sin embargo, la liquidé en el iltimo aio, al término de la construc- cién del ferrocarril que hacia innecesa- ria su existencia, En asocio con una casa comercial londinense intenté en- tonces, establecer en Piedecuesta, San- tander, una plantacién de tabaco, em- presa que fracas6, Después de este re- vés y camino hacia el Canadé, a donde se dirigia para radicarse, se hallé en Nueva York con la venta en piblica subasta_de un vapor de rio recién construido; lo compré y regres6 a la Nueva Granada, inieiéndose asf la his- toria de la fundacién de las compaitias de navegacién a vapor, que dirigié du- rante treinta y cinco aos. Radicado en Barranquilla, participé ‘en otras empresas que se promovieron en la ciudad; entre ellas merece espe- cial mencién la del Acueducto, inau- gurado en febrero de 1880, del cual fue el primer presidente de la junta directiva. Ademés, la Gran Bretatia lo destacé como Vice-cénsul de la ciu- dad, en 1858 y 1888. Fue pues Joy un empresario por ex- celencia; sin embargo, su actividad, ex- presada en diferentes iniciativas que contribuyeron en forma sustantiva al progreso de Barranquilla, no se tradu- jo, en Giltimas, en la acumulacién de tuna gran fortuna personal; antes por el a contrario, murié en la pobreza a la edad de 75 afios® . IV. Los extranjeros y el ferrocarril de Bolivar Pero los extranjeros no solamente participaron en la modernizacion del transporte por el rfo Magdalena; ade- més, ellos jugaron un papel especial mente significative en el estableci miento y administracion del ferrocarril Barranquilla-Puerto Colombia, cuyo primer tramo, aquel que iba desde Barranquilla hasta Salgar, entrd en ‘operacién en enero de 1871, siendo Ta segunda via férvea construida en el pais La historia de la concesién de los contratos para la construccién del ferrocarril esté lena de enredos y complicaciones. Sin embargo, subra- yemos que la construccion’ de las ‘obras estuvieron bajo la responsabi dad de un grupo alemin: Hoenigs- berg, Wessels y Compaiiia, y que en ellas participaron tanto ingenieros de esa nacionalidad como ingleses. Las ‘obras se iniciaron a finales de 1868 en medio del optimismo y el alboro- zo de la gente del lugar; Barranqui lla celebré con misica y discursos la Hegada de los ingenieros ingleses William Shepard y Henry Greenback, empleados de la compafifa alemana, que desembarearon en aquellas fe- chas** * 1 Boletin Industrial, Rartanauil, octubre 30, 1672, £1 Tetifono,, Barangullla febrero 28, AKO. FI Promotor dlelembre, 1888. "Roberto A, Joy” on 1 Promotor, noviembre 16, 1804 Siobert Agustus Joy", en The Shipping List Barrenduilla, noviembye, 1884. *° La primesn via que exeti6 on o! pai, ferroce- rillque atraveraba ef temo de-Panaiad, a6 ee pero a construir on 1860 9 fue terminado em 1885, BI derecho del paso por sate we ave de ter del dominio. colombleno. com Ia at fe Panamnd en 2903, Fred, 3. Nichols tes puerto. pp. 113-114, 2 En 1870, ‘“Hoenigsberg y Wessels” completé el primer tramo del ferroca- rril, aquel que legaba hasta Salgar, sobre la bahia de Sabanilla. La nueva localizacién exhibfa algunas ventajas, pero la bahia carecia de profundidad suficiente, y era desabrigada; el no contar con un muelle obligaba a los buques a fondear fuera de rada y a hacer el trasbordo de pasajeros y el transporte de carga por medio de re- moleadores y lanchones, Al famoso Francisco Javier Cisne- ros, ciudadano americano nacido en Cuba, le correspondié la tarea de pro- longar la nueva via férrea hasta el punto que encontrase més convenien- te, para la construccion de un muelle, a cuyo costado pudieran atracar los buques, Inicialmente escogid a Puerto Belillo, pero una vez completada la via fétrea y construido el maiecon, este quedé completamente destruido por la accién del mar, que en un dia de leva dio buena cuenta de los traba- jos recientemente terminados. Puerto Belillo, como estacién terminal de fe- rrocarril y como fondeadero de bu- ques, fue asi suprimido de los proyec- tos de Cisneros". “El infatigable em- presario no se desalent6 y, buscando Ja salida del ferrocarril a una rada se- gura, acampé en el pie del cerro Cupi- no. Alf encontré por fin satisfechos sus propésitos y el 31 de diciembre de 1888 quedé instalada la estaci6n ter- minal del ferrocarril, quedando de he- cho fundada, con los trabajadores de Ja empresa, la_poblacion de Puerto Colombia™*, En el acto de inaugu- racién, lleno de gran pompa y rego jo, se dieron al servicio el muélle y de- ms edificios correspondientes a la ad- ministracion y a las bodegas" . Poste- tiormente, en 1893, el malecén de madera fue reemplazado por uno de “Vergara y Baena, pp, 378-378. “ taem,p. 379 * £1 Promotor, varios nomeros, 1888 Nichol ‘Tres Pucrton.- pp. AIB-118. DESARROLLO Y SOCIEDAD hierro y acero, con unas especifica- ciones tales que conllevaron una radi- cal transformacién de los sistemas de trasbordo de carga; nuevamente las obras fueron dirigidas por un extran- jero, el ingeniero norteamericano John B. Dougherty, con una amplia expe. riencia en el ramo, quien ocupo el cargo de Director en Jefe de la Com- paniat® Los extranjeros, ademas de cons- truir el ferrocarril, fueron, en dife- rentes perfodos, sus propietarios y ad- ministradores. La empresa con cuyos recursos se construy6 el tramo Barran- quillaSalgar, la Compafifa del Ferro- carril_de Bolivar, con su casa matriz situada en Londres, tuyo en sus co- mienzos un capital ‘con participacion de inversionistas alemanes ¢ ingleses, pero estos iltimos adquirieron los intereses de aquéllos. La compaiifa, por medio de sus agentes, administré la empresa del ferrocarril hasta finales de 1875, fecha en la cual la adquirid, por compra, el gobierno nacional. Es- te, ante sus resonantes fracasos admi- nistrativos, la vendié en 1884 a un co- Jombiano, quien a los pocos meses la vendié a Cisneros. El ingeniero cuba- no, a su vez, constituyd en 1888 una ‘compaiiia anonima con la razon social de “The Barranquilla Railway & Pier. Co.", con sede en Londres, que adqui- rid el control tanto de la Compania del Ferrocarril de Bolivar como del muelle de Puerto Colombia". Cisne- ros conservé en la nueva empresa algu- nos intereses, suficientes para permi- tirle permanecer en Barranquilla como su representante por varios afos. A Cisneros, le correspondié también am- pliar y consolidar los talleres de la Compaiiia Colombiana de Transpor- tes, antes de la Compafia Unida de Navegacion. Estos y los talleres del ferrocarril egaron a constituirse en los establecimientos pioneros en la “ aem, p. 120: £1 Promotor, septiembre 10, 187, Vergara y Band, pp. 374-385, EMPRESARIOS EXTRANJEROS SIGLO XIX industria metalmecdnica de Barranqui- la, y en los dos primeros establec mientos de carécter industrial de la ciudad de finales de siglo. La actividad de Cisneros no se res- tringid a la empresa del ferrocarril; lateralmente promovid y organizé la empresa del tranvia —con capital nor- teamericano y_bajo la raz6n social “Barranquilla Tranway”~ que se dio al servicio en 1890, con una linea de cinco millas que recorria las principa- les calles de la ciudad con dos locomo- toras, y seis carros para pasajeros®® . V. Los extranjeros y el transporte maritimo Asi como los extranjeros jugaron un papel central en el desarrollo de la navegacion a vapor por el rio Magda- lena y del ferrocarril de Bolivar, ellos fueron definitivos en el desarrollo de los transportes interocednicos en bar- cos a vapor. De una parte, los vapores maritimos que tocaban el puerto per- tenecfan a unas pocas Iineas comercia~ les, en su casi totalidad extranjeras. De otra parte, esas lineas fueron agencia- das por las casas comerciales mas im- portantes de la ciudad, también en su mayoria de origen fordneo. Examinemos a continuacién Ia gé- nesis del transporte interoceanico a va- por con posterioridad a 1870, fecha de iniciacion del servicio del ferroca- mil a Sabanilla, hecho que, como se mencioné anteriormente, fortalecio a Barranquilla como centro comer: cial. 8° nia, pp. 974.75: £t Promotor, varios mimeros, 9 51 gn ta prmente seccibn nos referimos dnicasnen fea la nivegacign tasatlantica a vapor. Sin em- Dango ls nuveucion avela también extuvo domi lore, por ciemplo al informe anual del cong Rortcamedeano que hace referencia al trifico ‘Darcos, tanto, de vela como de vapor. « Stoanitta en R68: “Arubaron un tote de 110" barcos durante ol ano, clesifieados as sa Este fortalecimiento se expreso, en- tre otras cosas, en el incremento gra- dual, del trifico de vapores mariti- mos: su nfimero aumento entre 1874- 75 y 1881-82 de 12 a 21 mensualmen- te. En el perfodo que va desde estas fechas hasta finales del siglo, el trans- porte maritimo a vapor estuvo domi- nado por unas pocas lineas briténicas, francesa y americanas, en su mayoria representadas por extranjeros. La compafia alemana Hamburg American Line domind, entre 1834 y 1906, el transporte de ‘Barranquilla a ‘Alemania; fue agenciada entre 1872 y 1896 por la casa comercial alemana, ‘Acpli, Eberbach & Cia. y a partir de esa iiltima fecha por la Flohr & Price, firma alemans-holandesa. En la década del setenta el transporte con Alemania lo compartié 1a compafifa Loyd Nor- tegermanico, agenciada en diferentes periodos por las casas alemanas Hoe- nigsberg, Wessels & Cia, y Muller, Siefken & Cia. En el timo cuarto del siglo XIX tres lincas briténicas monopolizaron el comercio con la Gran Bretatia; la Ro- yal Mail, agenciada por el aleman ‘August Strung; la Harrison, agenciada por la casa colombo-britanica Fengu- sson & Noguera, y la West Indian Paci- fic Steamship Company Line, agencia- da por Ia casa alemana Muller, Siefken & Cia; estas dos tiltimas lineas Hega- ban a Inglaterra via New Orleans. ‘A su vez, el transporte a Francia fue controlado por la Compahia Ge- neral Trasatlantica, una linea francesa representada por la casa comercial ba- rranquillera Vengoechea & Cia. En el comercio con Nueva York se desempe- fiaron diferentes Iineas pero fue la smedicanor, 26; ingleses, 30; neogranadinos, 425: alemanes, 18; holandesee 18". Informe Goi Conrul de Barranquilla Wiliam B. Stom, fare de 1889, on USA. Annual feport on Foreign Commerce, 1869. 5 Jos Antonio Oosmpo “Las Exportaciones Co- Tombianas en el ilo XIX" pe, 173. 94 Briténica Atlas Ja que més mostré estabilidad; establecida en 1872 fue representada por cerca de dos déca- das por Fergusson & Noguera y du- rante algunos aiios por los holande- ses de Curazao, Pardo y Dovale y por el britinico F. Stacey. En los afios noventa, en el comercio con Nueva York se’ distinguié también la Steam- ship Company linea estadinense agen- ciada por Aepli, Eberbach y Cia. Entre las compafiias especializadas en lineas menores sobresalen la Tras- atléntica de Barcelona agenciada por Ja firma Senior, Desola y Cia., origina ria de Curazao y la compaiia italiana La Veloce, agenciada por Vengoechea & Cia’? Evidentemente la condicién de agentes de las Iineas de vapores mari- timos debié facilitar la actividad de aquellos empresarios que como los alemanes Julio Hoenigsberg, M. We- ssells, A.W. Aepli, E. Eberbach, Otto Flohr y 0.G. Muller legaron a ccupar una clara posicion de liderazgo en el comercio del puerto tal como lo exa- minaremos en seceién posterior, Igual- mente debid favorecer a los britanicos Fergusson y F. Stacey y alos holande- ses de Curazao, Price, Desola, Senior, Pardo y Dovale, todos comerciantes de alguna valia. VI. Los comerciantes extranjeros Con el ferrocarril, Barranquilla con- solidé su posicin como primer centro comercial de la Repiblica, El nuevo medio de transporte impulsé la legada de nuevos extranjeros. Por lo menos asi nos lo sugiere la comparacién de los censos de poblacién para los afios 5 tae 5.06. Informe ‘del Conmul de Berranacilla, John Bildake en U.S.A, Commereil Relations, 1605 pags. 705-706, Boletin Industriel, Barranquiia, 1872-1875, EL Promotor, Barranguilla, 1874-76; marzo 23, laxinee Aparicio y R.A. Nicbles, pées. DESARROLLO ¥ sociEoAD, de 1870 y 1875. En esta ultima fecha Ja poblacion extranjera ascendia a 307 personas que comparada con la de la primera, que sumaba 200, significe un aumento aproximado del 503 en cinco aftos. El censo de 1875 nos muestra la composicién de la poblacion segun nacionalidad: (CENSO DE BARRANQUILLA, 1875 Cotomblanos 10.242 Holandeses 7 Venezolanos = Gabsnoe a8 neces 33 Norteamericanos a 26 23 5 Otros (espanotes, peroanos, ‘dominieanos, portuguese, halts) 6 Puente: EY Promotor, Barranquilla, mayo 1, 1876, En la década de 1870, no eran, pues, muchos, en términos relativos, los individuos de nacionalidad extran. Jera radicados en Barranquilla, ya que tan solo representaban el 1.92 de su poblacién. Sin embargo, la actividad econdmica de la ciudad estaba bajo su control. Asi nos lo evidencia, por ejem- plo, la lista de 211 individuos y com- pafifas obligadas a pagar el impuesto sobre la renta en 1878, en Ia provin- cia de Barranquilla. En ella aparecen 72 de nacionalidad extranjera, cuyas contribuciones representaban el 50% del total de impuestos pagados en la ciudad. Ademas, la contribucién de los extranjeros estaba altamente con- centrada, ya que aproximadamente un 55% ‘del total de impuestos paga- dos por éstos. recafan en diez de sus casas comerciales (véase apéndice 1)°*. tsetse tos indiviguor y pagar el impuesto. sobre 1 Provincia de Barranquilla” Dlaro de Bolivar, septiembre 18 y 19, 1878. La situscion squt everite ere muy sal ‘noe ator antes, Ea EMPRESARIOS EXTRANJEROS SIGLO XIX 95 candco No. 2 PRINCIPALES COMERCIANTES DE BARRANQUILLA EN LA DECADA DE LOS SETENTA Tpdividuos y compas obligadas a pasar TY sobre ol rota fl impuesto sobre a Renta en 1878 de impuesion pugados Luar de origen 1 Hateben Marquee Per Colombia 2 AepH, Eberbuch & Cia, a7 ‘Alemania 3 Muller, Sitken & Cit 95 ‘Alemania 4 Jose Helin & Cia 3.08 Dinamazes A watt a crs 335, Tnalsteree 8 Ald Senor & Cie 3.00 Gurasse 4 Manuel Merie Marque 270 Sotombia 8 Hollman & Merk 263 ‘Aterssnia 9 Fergusson & Noguera 263 Inglater Colombia 10 Daniel Moreno 263 Colomate 11 Dela Hoe Hermanos 258 Colombia 12 Davia Heilbron Das Gorasxo 13 Pardo & Devale 137 14 Pedro Vengoechea 175 15 Joaquin A. De ter 16 J: Xlques & Cia fe Diario de Bolivar, sepllembre de 1878, Al examinar otros documentos, se puede afirmar que la lista de contri- buyentes presentada en el cuadro 2 coincide con la de los individuos y ea- sas_ comerciales que dominaron la actividad econémica en e} periodo en cuestién®® ; ademas al compararla con la de los principales comerciantes que operaban en la década de los sesenta, encontramos entre una y otra un ni- mero apreciable de coincidencias. Asi ‘ocho de las casas comerciales extran- jeras que aparecen en el cuadro 3, atin ocupaban una posicién de preemi- neneia en la década de 1870. efecto, en 1867 en et Ofcial he hecho enze lor comerclantes de la Industria comorcal”, encontramos los eguien: ter daton, Sobre un fotal de 70 conteibaventes 27 oran de macionalidad extraniere Y estos Gli ‘0s pagaban el 66%, dal total de impuestos: a fr vet, conluptamenie Tos diez extranjeros ae ‘mat contributan, oealzados ellos en lox bt foe 14 puerton, pagaban el 62.67 dal total de Tmpuestos mientras que tos cuatro colomblanos prgaban el 10%, "Reparto que la Junta Ofetal Inu hecho entre los comerciantes de Ia provin- tha. impuesto a la Industria Comercial". Go eta Oficial enero 1867. Vease spendice 2 £1 Promotor, varios nimeros, 187 36.282 46.36 1. Los comerciantes de Curazao En las dos listas sobresalen por su nimero los comerciantes originarios de la isla de Curazao, un dominio de la Corona Holandesa. Evidentemente, la mayor parte de los 67 residentes de Barranquilla que aparecen regis- trados en cl censo de 1875 como ho- landeses, y que entonces constituia la mayor colonia extranjera de la ciudad (véase cuadro 1), debieron pro- ceder de Curazao. Esta Colonia he- brea comenz6 a_establecerse, en nuestra Costa Atlintica, desde la temprana época republicana®®, En * es ubro de ttle Croiturs, De Soferad ot Neose ferdismo (Dokots: 1976) es une valiona y pole flea contribuclén al extudlo Behado por el slemento judi fe Ia sociedad eolombians seus que durante al perfodo colonial un ni mero spreciable de descencientes de fudior Ils tazon en forma llgal de los Lndios espaflen Nueva Granada. Un amplio aumero de los Holos asentados en qucttra Costa Atlantic 0 tiempos de Ia Independencia, descendian de esor enstianos euevor que, porendo abe Midas castizos, desembarcaron’ en el curso de los siglos Xvit_y VIL. Véate Ite Crottuns, pp. 196-199 y 249-583, DESARROLLO Y SOCIEDAD ‘eusdro No.3 PRINCIPALES COMERCIANTES DE BARRANQUILLA ‘EN LA DECADA DE LOS SESENTA Danowitle & wessgs! Bae Weontbers ‘Tore Helm Soaquin A. De Mier ued. Senior Sinahetm & Cia Estevan tideauce ‘Tove Angel dein ose Yo Pardo & Dovale 413 Taetfonso Macias 12 Aepli Grasemayer 433 Chapman & Martine: 14 8, teanes 18 Veneoechea & Gonzélez 16 Fergusson & Noguera Alemania Dinamares Colombia Garazso Inglaterra Colombe curaza0 Colombia ‘Alemania Ertados Unidos: Colombis Colom Teglaterra- Colombia Tate cundro fue ela do on base ws 1) Impueator de Advane’ 1866-08; 186667 [eme Apendice 2). 2) Hegutra General de los eoryerstanter de Bazeancullla obli {ktow af pogo de le covteibucion comeseals L867, 1858 © 1869. {Vente ABendice 2) Danouille & Wesssls se transtormé en Hoendasberg & Wessel efecto, al abrirse la Nueva Granada al comercio con las Antillas, los ne- gociantes de la isla de Curazao bus- caron sacarle partido a su situacion privilegiada para el comercio. La isla que, en su calidad de colonia holandesa era un centro de distri bucién de las mercancias origina: rias de las casas comerciales de su metropolis, ya tenia una tradicion comercial ‘con nuestro pais, en ta forma del contrabando que se dio a fines de la Colonia. Si bien Cura- zao tuvo una participacion modesta en el comercio exterior colombiano, sus vineulos comerciales con nuestro pais se mantuvieron durante todo el siglo. A prineipios de los aiios cuarenta las importaciones de la isla aleanzaron aproximadamente el 5% para descen- der al 2.5% al final del mismo periodo y_tepresentar el 1.5% en los afos 85-89°7 Los comerciantes de Curazao envia- ban sus agentes 0 se desplazaban personalmente, con sus mercancias, Ocampe, ‘Lar Importaciones .."" pigs. 104 9108: “From U.S.A. Embassy, New Granada {Yo the Searetary of State," 1848, 9-613. 1868. a nuestros »rincipales centros comer ciales sobre lz Costa Atlantica. No so- lamente Iegaron a Riohacha, Santa Marta, Cartagena y Barranquilla, sino que ademés fueron asiduos y activos participantes de las ferias comerciales de Magangué, que adquirieron particu lar importancia 2 mediados del siglo XIX. Como se sabe, en estas ferias, que tenfan lugar en los meses de fe- brero y junio, se comerciaban produc- tos que venian de la regién central del pais, con destino a la exportacién y las mercaderfas de importacion que tenian como destino final a esa misma region’? . Algunos de los comerciantes de Curazao acabaron por radicarse en las ciudades y poblaciones antes men- cionadas, particularmente en Barran- quilla, en donde encontraron las mejores oporiunidades de hacer for- tuna. A principios de los afios cin- cuenta ya aparecian calificados como comerciantes los sefiores J. J. y David Abraham Isaac Senior, llamado gene- ralmente Don Agustin Senior, David Pardo Cadet, David Dovale, David Sa- las, J. A. Correa y C. Hoyer, legando S Lo egeneracion ae ‘area, 91, 1883. Sedan, Barranquilla, EMPRESARIOS EXTRANJEROS SIGLO XIX los cnatro primeros a ser los propieta- rios de algunas de las principales casas comerciales del periodo 1860-1880, tal como se observa en los cuadros 2 y 3°. En el curso del siglo se radicaron en el puerto nuevas familias de Cura- zao vinculadas al comercio: De Sola, Gerlein, Lopez Penha, Huike,Casseres, Heilbron, Sourdis y Price®. La mayor parte de estas familias Ile- garon a entrelazarse, y mantuvieron durante largo tiempo sus vinculos far miliares y cometciales con Curazao; asi lo registraron los periodicos de la época cuando daban cuenta de los fre- cuentes viajes de negocios y de vaca- ciones de sus miembros, eritre una y otra ciudad”. En 1877, a raiz de un siniestro que tuvo lugar en Curazao, Jos mas connotados lideres de la colo- nia de Barranquilla efectuaron una generosa colecta de dinero, en cuyo anuneio se decia “La noticia de la eatastrofe ocurrida en Curazao ha despertado en esta ciudad un senti- miento undnime de conmiseracion, muy especialmente en los que, oriun- dos de la isla, deploramos como pro- La Regeneracion de Sabanite, Baranquilla, ‘diciembre "29 1803; enero. 20,1865 febrero Es necesnsto alstinguir entre esta inmigracion 4 familias sefarditas procedentes de la. Colo nis ‘de. Curazao que eearon_prinelpalmente Gstablesleron en diferentes lagarea de la ost fediee el mayor numero y is forma clandes tina en cue arsibaron la mayor Darte de sefar ‘tae antillanos en el curso, det glo XD, tal tomo Io ha anotado Tile Crotturs (0p. it) Nporque en 10 que so retire « este ota int Ilgmacién, de" sefarditag provenientes ‘de. tan Iantilag, "los vajeros. deta. nat consideraban praclearn ‘igraelon loeal. 0 la Yar que ella se operaba. espontineamente Yraven do lee dilatadae conten, donde. Ia Iilaneia y el control aduanero ran eae! snexie™ fentes. astzos de tal eisracion clandestina fubeluten todavia” hoy, cuando inveetlgando {2 asunto por In Gualize nos topamos con Inaigenas de apeliags dios” (9. 161), 1887; dietembre 2, TANT; enevo 28, 188, snl 9, 1808, 7 pias sus desgracias”®. Algunos tor naron més perdurables sus vinculos con su tierra nativa cuando encomen- daron la educacién de sus hijos a los colegios de la isla’? . La presencia de esta colonia hebrea de las Antillas, ademés de poner a Ba- rranquilla en contacto directo con Cur razao, y por ende con Holanda, sirvié para incorporar a la ciudad la larga tra- dicién comercial de aquella isla, que se remonta en forma précticamente ininterrumpida hasta mediados del si- glo XVIL, cuando fue arrebatada a los espaoles por los holandeses, bajo los auspicios de la “Dutch West India Company”. Posiblemente, algunas de las familias de los comerciantes que se establecieron en nuestra Costa Atlantica se iniciaron en el oficio desde los tiempos mismos de la fun- dacién holandesa de la nueva colonia. Asi nos lo sugiere el caso de J. A. Co- rea, que se residencié en Barranqui- lla hacia los afios cuarenta: tanto el primer Alvarez-Correa en desembar- car en Curazao, como muchos de sus ancestros, hallaron en el comercio su principal actividad. No es, pues, de extrafiar que entre sus descendientes la, dllombre 18,187 © sigepeesaron a la chudad dlecitite de tos ove tues barranguilleros que se sduean en el cole (Ho ante dy Gurazso". Anunetabe ET Promotor En diciembre Lode 1808, En aus primeroe tom bos de colonia permaneciS lel a su relon, Uno de aus petviareas, David Abraham tesace ‘canstruccion del Cement "gue con el eoneurso de sus core- Usionarios, fue ablerto en el alo de. 1887, Martines 7 Niebles, Jacobo Alvarez Corres (conocido come J. A. Corea), 146 uno de los ploneros de la colonla hheorea procedente de Caraese. Un interesante festudio de la gonealogia de su familia lo const five The Alveres Correa Families of Curacao Gnd Bros laborade por uno de sus descen: ‘lentes, Hat Alvazes” Coren tGmpreso bor Gauran NV. the Hague). "La tania Atearez fiedor del taundo, han sivido eres de tees foe eit Curuoao Por seasicion tor Atwares Coren son conoeidas como. "Mareanos’ (Cris: anos Nuevoa), es desir, hud(os que publi 98 se encuentre Ernesto Cortissoz-A. Correa, uno de los mas connotados empresarios barranquilleros de la p mera mitad del siglo XX; era, este timo hijo de Jacob Cortizzos, un descendiente de los cripto-judios es- pafoles, quien por muchos afios dirigiera_ la Compaitia Colombiana de ‘Transportes. E. Cortissoz y su primo Jacob Alvarez-Correa, otro des- cendiente de J. A. Correa, se contaron entre los fundadores de la Compafifa Scadta, después Avianca, la primera empresa de aviacion comercial que existid en nuestro pais. Asimismo, Ernesto Cortissoz fundé en 1913 con: juntamente con miembros de las fa- milias Alvarez Correa y Senior la Compajiia de Crédito Mercantil” . 2, Los comerciantes alemanes Pero si bien los holandeses de Curs- zao legaron numéricamente a consti- tuir el principal grupo de comerciantes extranjeros, los alemanes, con un grupo queen 1875 representaba un poco més de la tercera parte de aquél, Hegaron a ocupar una posicién domi nante entre las casas comerciales que operaba en Barranquilla. Asi, mien- tras en la década de los sesenta Da- nouille & Wessels, luego Hoenigsberg & Wessells, exhibié los mayores voli menes de exportacién e importacion, en la década de los setenta, las casas (®. 8). Manuel, ol fundador de Ia familia de Cu- rasno, desembares en ls ile, procedente de ‘Aeustordasn, entre loa afos” 1678. y 1677 Gop. 49) 3A. Corres, perteneciente a la sexta fencracién, dejé. una’ numeross descendencis G'hombres y'S muleres) habiéodowe tedieado In mayor parte en Barrangulla:slzunor de ellot se antrolazaron con otras familar judiae (eh Cortstor-A. Correa) o de otros paises (e. Hela ‘A. Coren; Gorrea-Dupeny) pp. S438. ld, p. 85; Vergara y Baona,p. 203. Ademéa de E, Corts? 7 J. A. Corea, otto tres colomblanos partieiparon en la fandacton ‘de Scadia: Rafael Marva Palacios, Cristobal Res- trepo ¥ Aritides Noguera: los fundadoressle- mmanes fueron; Stuart Hose, Alberto Tiejten ¥ ‘Werner Kecrmerer, Ldmpora No. 76. Vol. XVI, ‘siembre de 1978, 5-79, DESARROLLO ¥ SOCIEDAD Aepli, Eberbach & Cia, (antes Aepli & Grassmeyer), Muller, Siefken & Cia. y Hollman & Merkel dominaron parte sustancial de los negocios de la ciudad. Pero los alemanes se habian hecho presentes en Barranquilla desde afios atrés. Ya mencionamos al gran Elbers, en sus intentos de establecer la nave- gacién a vapor por el rio Magdalena, en Jos afios veinte. Cuando Reclus visite la poblacion en 1855 qued6 honda- mente impresionado por uno de los miembros del grupo alemén, el sefior Hasselbrink, el hijo del consul. pri siano de Sabanilla, “Este excelente jo- ven, antiguo alumno de la Universidad de “Goettingue y corresponsal del ilustre botdnico Nees-von Esembeck, era un verdadero sabio, cuya carrera Jo llamaba naturalmente a ejercitar su ciencia en una gran ciudad de Alema- nia; pero a despecho de los negocios que lo ocupaban, habia olvidado la ciencia y habia logrado reunir a su alrededor un gran nimero de hom- bres instruidos: tuvo la bondad de presentarme algunos de ellos, casi todos granadinos”. Més el caso de Hasselbrink no fue excepcional. Ale- manes de gran cultura Hegaron_ al pais como integrantes de la mision pedagogica de esa nacién, que en 1871 el Gobierno de los Estados Unidos de Colombia contraté para dirigir y orientar nuestra ensefianza norma- lista. Entre ellos, Carlos Meisel, quien fue originalmente asignado al © vergare y Buena. p. 115. bx nustoviador H, Rodrigues Plata ha sefalado como al controlar la mislén pedagogies we- 32 Ertadot Unidos de Co- {nmaratorio de low slemanes al pais’ "trae low Drofesores y algunsa otras personas que 108 companaban, 6 inlelo. hacia Colombia let Iigracion de" mie de. clem hombres S5venes, ‘out todos tolteros, comerctantes, cultor ¥ uence familias, entre ellos algunos pertene clentet 4 la nobleza imperial” pero». "prefi- feron al Estado Sobereno de Santander como fear de mu desting y no de otro de ls nacion fana, teaso. por su proximidad a Veno- donde se habia inieindo una fuerte in ‘iesclin, 7 comenzazon « entea, la mavoria, EMPRESARIOS EXTAANJEROS SIGLO XIX Estado del Magdalena, acabo por es- tablecerse en Barranquilla, en donde dirigio el “Colegio Ribon”, el mas afamado de la ciudad en las dos al- timas décadas del siglo. Caso similar fue el de Don Carlos Utterman quien, después de dirigir las actividades de la misin en el Estado de Santander, permanecié durante muchos _afios como profesor de! mismo plantel edu- cativo”. Ahora bien, la exportacion de ta- baco a Bremen en los afios cincuenta, no solamente significd el estableci- miento del comercio de importacion con Alemania sino que ademés alento a.un cierto mimero de casas comercia- les de ese pais, a establecerse en la Nueva Granada. Las importaciones de Alemania ocuparon en un principio tun lugar modesto: el 4.62 en 1854-59, y aproximadamente la misma propor- cién en 1866-70; posteriormente eomenzaron a ascender en forma significativa, para Negar al 7.4% en 1870-75 al'11.7% en 1885-89 y fi- nalmente colocarse en el segundo lugar, después de Inglaterra con 20% en los afios 1897-98". En el caso de las exportaciones a Alemania, éstas comenzaron a incrementarse en la década de! 50, con el surgimiento del mercado bremés para el tabaco co- lombiano; de un 15% en los afios 55-58 pasaron a un 40% en la década de los sesenta, colocando a ese pais en el primer destinatario de las exporta- ciones colombianas. En los. setenta las exportaciones a Alemania dismi Dor Ia via Maracaibo (H. Rodrigues Flats), Ta Inmigracion Alamane ai Estado Soberano venida de ia misidn en ol neremento del Mojo Inigatorio slemdn gue se presenté en Bazan fos eaves de Utterman ¥ Meisel. 10 Ribon" (Prospecto 1887-88): EI Pro ‘motor, enero 1881, noviembre 26, 1887; enero “ake. campo, “Las Importaciones Colomblanas en etatgle UX", pags 104 9 205. 9 nuyeron a un 20% colocandola en el cuarto puesto después de Inglaterra, Francia y Estados Unidos, puesto en el cual permaneci6 relegada el resto de siglo, no obstante su notoria recu- peracion en la década de los noventa”’. El establecimiento del Ferrocarril de Bolivar fue un factor que incenti- v6 la Negada de nuevos extranjeros. Como qued6 consignado, la casa Hoe- nigsberg Wessels & Cia., ademis de responsable por Ja construccién del ferrocarril, fue lider de la actividad comercial en el segundo lustro de los sesenta. Sus dos socios princi- pales, los alemanes Julio Hoenigsberg y M. Wessels se habian radicado en al puerto desde principios de esa década, habiendo estado el tltimo de ellos asociado, por algin tiempo, con el franeés Alejandro Danouille, comer- ciante establecido desde los afios veinte. Pero més- que las obras directas de la construccién del ferrocarril, Jo que estimulé a los alemanes a venir a Barranquilla fue su pujanza como centro comercial. Respondian, asi, a Ja politica del Imperio Aleman, diti gida a ampliar y consolidar su esfera de influencia, que alenté a comercian- tes con alguna experiencia a estable- cerse en las antiguas colonias espafiolas. ‘Tanto as{ que, las principales casas alemanas que operaban en Barranqui- Ila tuvieron desde un principio su casa matriz. localizada en esa nacion. La casa matriz obedecfa al doble pro- posito de atender los negocios en Europa en forma directa y de captar los recursos de capital necesarios para emprender las miltiples operaciones que adelantaban en nuestro pais. Tal, por ejemplo, los casos de Hoenigsberg & Wessels y de Aepli & Grassmayer. Esta ultima inicié operaciones @ prin- cipios de la década de 1860 teniendo 7 campo, “tixportactones Colombianas en el si- lo XI, peas, 191-194 100 la casa matriz sede en Hamburgo. A la muerte de Grassmayer, a mediados del Gitimo periodo, se asocid el Sr. E, Bberbach a cuya muerte en 1894 la firma fue liguidada en forma defi- nitiva. Bl otro socio A. W. Aepli murié al afo siguiente en Alemania, a donde habia regresado tiempos atras. En el curso de su existencia, de cerca de treinta afios, fue una de las mayores easas comerciales de la costa. A simi litud de la mayor parte de las casas forineas, Aepli_y Eberbach prefirie- ron a sus coterréneos en los empleos de responsabilidad. C. A. Kappeler, su director por muchos afios, retornd a la postre 2 Suiza, su pais de origen, en donde murié, Robert Glasser F. Eckardt otros dos empleados, se inde- pendizaron al fundar sus propios co- mercios y se radicaron definitivamente en Barranquilla. Glasser era, en 1900, importador y comisionista; propie tario de un establecimiento comercial, en el que se vendian mercancias dé lujo y maquinas; de la fundicion a va- por de hierro, cobre y bronce, “La Co- lina"; agente de la Compafiia Hambur- guesa Americana y de la Compania ‘Alemana de Seguros. A su vez otros dos empleados de Aepli & Eberbach, el aleman Otto Flohr y el holandés de Curazao Henry S. Price, se constituye- ron, de hecho, en sus sucesores cuando se aventuraron por si solos capitalizar los contactos comerciales y la expe- riencia de la afamada casa comercial que se clausuraba; posteriormente los socios diversifiearon sus inversiones ala agricultura: en 1896 fundaron una ‘compatiia, conjuntamente con dos in- gleses, para cultivar café en la Sierra Nevada de Santa Marta y en 1899 Otto Flohr comprd “Casacoima”, una finca de 1.1700 acres que fuera pro- piedad de F. J. Cisneros’. ‘A similitud del caso del Aepli & Grassmayer, fueron muchos los que habiendo desembarcado en calidad 7 1 Promotor, vation mimeros, 1894. The Shipp ing List 1808, marzo 1809. DESARROLLO Y SOcIECAD de empleados de casas comerciales alemanas posteriormente se tornaron en socios de éstas 0 en empresarios independientes. Este fendmeno, que coadyuvé a asegurar la continuidad y predominio de los alemanes en el co- mercio barranquillero, fue el pro- ducto de las politicas practicadas por sus empresas, tal como lo con- signd, con no poca admiracién, un consul norteamericano en 1897” “Las principales casas comerciales son alemanas y han existido (bajo diferentes nombres) por espacio de cincuenta afios. Ellas reciben periédicamente refuerzos de em- pleados procedentes de Alemania, dotados con una excelente forma: cién mereantil y con un buen co- nocimiento del inglés, francés y espaiiol. Desde el momento mismo de su Hlegada los nuevos empleados ingresan de leno a la vida comer- cial. ‘Tras unos afios de servicios el salario que les fue asignado pre- viamente a su venida se incrementa de 1a siguiente manera: se les asigna una participacién porcentual sobre las ganancias anuales de la firma, que no tienen derecho a retirarla; con él paso de los afios este fondo va creciendo, y produce ademas los intereses correspondientes. Después de un tiempo los empleados adquie- ren el poder para representar @ la firma y posteriormente se les asocia a Ia empresa en base al capital que ali han acumulado. Con frecuencia, quienes hacian las veees de propie tarios a Ia legada de estos uiltimos, que atribaron como empleados, se retiran a Alemania y alli reciben los ingresos resultantes de la parti- cipacion que ellos conservan en el capital de la compaitia. Tal es la ru tina practicada en la formacin de las casas comerciales alemanas. Ade- mas de las enormes ventajas que se derivan de un personal debidamente Report on the Commerce and Industries of Bx ‘anqallia, Jobn Sildake, 1887, EMPRESAMIOS EXTRANJEROS SIGLO XIX calificado y motivado, ellas reciben el apoyo de las grandes firmas de Hamburgo y Bremen, algunos miem- bros de las cuales seguramente han estado en viaje de negocios por Ba- rranquilla”, Ademas de las ya mencionadas, otras casas alemanas se establecieron en el curso de las dos dltimas décadas del siglo. Entre ellas, sobresalen Weh- deking Fock & Co. y Gieseken & Held. La tiltima Hegé a ser una de las mayo- res casas comerciales de Barranquilla ‘en los afios noventa, Adolfo Held, uno de sus fundadores, se estableci6 origi- nalmente en Carmen de Bolivar, y en asocio de otros alemanes, entre ellos Wehdeking y Hollman, inicié la expor- tacién de tabaco de esa regién a Ale- mania; ademés fundo una ganaderia en Zambrano en la primera década de este siglo, En asocio con Louis Giese- ken, constituyeron la casa H. Schutte, Gieseken & Cia., de Bremen, Gieseken & Held realizaba variadas operaciones comerciales; importadores y exporta- dores de mercancias al por mayor, consignatarios y comercializadores al detal; editores del periddico “Fl Anun- ciador”; propietarios de una comps- iia de vapores y de una limpiadora a vapor de aigodén; concesionarios de la “Loteria de Bolivar”, y agentes de is de seguros alemanas ¢ in- glesas, Contamos con deseripciones pormenorizadas de esta casa que evi- deneian no s6lo la diversidad de nego- cios en que estaba involucrada, sino también la moderna organizacién ad- ministrativa y de ventas que le servia de soporte. El almacén de mercancias en donde se exhibifan ios articulos pa- ra la venta al por mayor y al detal, contaba eon diferentes departamentos especializados, siendo los principales: telas y confecciones, ferreteria, vinos, cervezas y conservas; euranina y_afines; loza y cfistalerfa; azticar y granos. En el mismo local del almacén tenfan su stertines Apan 90.397 10 y R.A. Niebles, page, 82, 85, 101 sede los extensos negocios en los di- versos ramos de loterias, vapores, se- guros, comisiones y exportaciones. Ca- be anotar que en el Ultimo negocio ha- cian grandes transacciones en café, ta- baco y sal; asi, por ejemplo, de este articulo legaron a despachar en un solo semestre, 1891, la cantidad de 687 toneladas, En 1892 Gieseken & Held cambio su raz6n social por la de Gieseken, Ringe & Cia, Se retird entonces Held, y_ se incorporaron dos nuevos socios alemanes, quienes hasta entonces ha- bian colaborado con la empresa en calidad de empleados: Adolfo Ringe y George Strauss. Posteriormente, en 1898, fundaron “La Compania Ale- mana de Navegacién Fluvial”, conoci- da también como “Empresa Giese- ken”, cuyo primer director gerente fue Ringe. A finales de siglo el control del co- mercio por parte de los alemanes era aan evidente, tal como lo consignd tun cOnsul inglés en 1899; “La mayor parte de los grandes comerciantes de Barranquilla son de nacionalidad ale- mana, como lo mencioné en mi infor- me de 1896. Ellos practicamente controlan el comercio de esa ciudad y no solamente extienden sus operacio- nes a las ciudades y poblaciones de las cercanfas, sino que son, ademas agentes de las casas de negocios del interior. Ellos son lideres de la expor- tacion del tabaco y del algodén, ast como de muchos otros productos na- tivos; ademas sus modalidades de ne- gociacién con los productores cierra a estos dltimos la posibilidad de actuar 75 2 Promoter, marzo 1892 octubre 8, 1898, Esta ‘empresa avane6 muy repdemente hasta Hegae comprar la Compania Colomblans de press G. Pérez Rosa, Insiiao Mes6 a ofrecer Compre ‘de. ln. Magdalena iver’ Stoan Boat Company, pero esta nexaciaston no te llevs = por la Magdalena River Steam Boat Co. de Dro Died se nalenes Nichols 9.189, 102 independientemente. En efecto, los avances en dinero sobre cosechas futu- ras son un sistema reconocido ¢ inevi- table, y mediante el juicioso manejo de sus clientes, el comerciante esta en posibilidad de restringir su esfera de accion””*. 3. Otros grupos de comerciantes ex- tranjeros Si bien los ingleses, los alemanes y los holandeses de Curazao Hegaron a ser las colonias de extranjeros més ca- racteristicas en razén de su participa. cion en ia formacion de la economia de la ciudad, ello no quiere decir que otros extranjeros procedentes de otras latitudes no hubiesen jugado un papel de importancia; en particular se men- cionan los franceses, los estadinenses, los italianos, los cubanos y los venezo- lanos, a cuyos easos més representati vos nos referimos a continuacién. Alejandro Danouille y Joseph y Oswald Beme fueron los pioneros de la colonia francesa de Barranquilla. En los afos veinte y treinta Danoui- lle aparece asociado con otro ciudada- no de nacionalidad americana y de origen francés, Mathieu, en la casa comercial cuya raz6n social portaba sus nombres y que adelantaban tam- bién operaciones en Cartagena y Santa Marta. Posteriormente, encontramos en la década de 1850 a Danouille re- gistrado como comerciante indepen- diente y en la década de 1860 asocia- do con el aleman Wessels en una de las compafifas que legs a dominar una porcién considerable del comer- cio, tal como se anoté anteriormente (véase cuadro 3)"?. Los Berne, france- ses de Martinica, se establecieron en los albores de este tiltimo perfodo. 78 De McGregor a HO, 1899. 7” ta Reienerocion de Sabaniie, Rarranquili, di clombre 16, 1802: febrero 10, 1868. Gacets Off al de Deliver, agosto 24, 1852; Versa, Buena, pp. 325 5 508. DESARROLLO Y SOCIEDAD ‘Tal como se observa en el cuadro 1, en 1870 la colonia francesa era por su tamaio similar ala alemana y ala inglesa; sin embargo la importancia en el desarrollo comercial de la ciudad no habia sido equiparable a la de aquéllos, Ahora bien, no sobra recor dar aqui que durante el siglo XIX el comercio exterior entre Colombia y Francia fue de alguna significacion, especialmente en lo que hace referen: cia a las importaciones; a finales de los afios treinta ellas representaron el 7.32% del total, cifra esta que ascen- dié al 18% en el perfodo 54-59 y a unos puntos por encima del 20% en el perfodo 66-90, tornandose asi en el segundo vendedor de mercancias a Colombia, después de la Gran Breta- fa”. Las exportaciones de pequeiio monto en los cuarenta y los cincuen- ta, se incrementaron notablemente en los sesenta para alcanzar a fines de la década un 17% y a mediados de los setenta un 25% convirtiéndose en ese perfodo en el segundo comprador de productos colombianos después de Gran Bretana” . Entre los inmigrantes norteamerica- nos sobresale E.P. Pellet uno de los ex- tranjeros més notables de Barranquilla en la segunda mitad del siglo, que de- sembarco en el puerto a principios de los afios sesenta, Fundamentalmente un periodista, fund y dirigié “The Shipping List’, uno de los primeros semanarios comerciales del pais en la época, orientado a promover el comer- cio de 1a ciudad por cerea de 25 afios!®. Publicado en inglés, consigna- ba en sus paginas el acontecer comer- cial de Barranquilla y los anuncios de los comerciantes, cuya actividad bus- caba alentar a través de su politica ™ ocampo, “tmportaciones Colorabianas en el st lo XIX", pag. 108, * ocampo, “Importeclones Cotomblange en el Si lo XIXY, page 101-198, The shipping List, Saranquit, varios numeros e90" 1891, EMPRESARIOS EXTRANJEROS SIGLO XIX editorial. Kn su lectura se observa un periodismo moderno y agil y se descu- bre una porcién de la vida barranqui- era, tal como la vio Pellet. Se impri- mia'en la Tipografia Americana, de propiedad de su director, la mis mo- derna de la ciudad, El ‘periédico le otorg6 una posicién de liderazgo en- tre los comerciantes de la ciudad: en 1873, participd activamente en la fundacién del Club de Comercio, que posteriormente conduciria a la crea- ion del Club Barranquilla, y en dife- rentes perfodos desempeiié el cargo de cénsul de los Estados Unidos en Ba- rranguilla, En suma, la actividad de Pellet se orient principalmente a la promocién del comercio del puerto, y hacia el objetivo de avanzar los inte- reses norteamericanos, a través de si periddico y de sus gestiones como consul. Pero con anterioridad a la Wegada de Pellet ya se habian radicado en Barranquilla otros _norteamericanos. Algunos, a similitud de muchos ex- tranjeros, se establecieron en la cit- dad en raz6n del rio Magdalena, Wi- liam Chapman arribo a la Nueva Granada en 1847 como capitan de un vapor que hacia la ruta Santa Marta-rio Magdalena a través de las ciénagas y cafios. En 1854 fundd la casa comercial Chapman y Martinez, que se tornd en agente de la Compa: fifa Americana de Vapores, posterior- mente consolidada, con otras empre- sas, en la Compafifa Unida; en esta liltima, Chapman fue nombrado supe- rintendente por espacio de veinticinco afos. Chapman y Martinez fue una de las principales casas comerciales en los afios sesenta, tal como qued6 consig- nado en el cuadro 8, pero vio disminui- da su actividad, a la hora de su quie- bra, ocasionada por una desafortunada aventura en el negocio de la navega- cin’! . W.L, Bradford fue otro nortea- " artinee Apwicio y Nicbles, pp. 6, 25, 40, “pyom U.S. Consul in Sabenila to ‘The Seere ‘any of State,” July 1988. 103 mericano establecido en Barranquilla en procura del rio, que paralelamente se involueré en los negocios hasta convertirse en un capitalista a mediana escala, Chapman y Bradford son tan solo dos ejemplos de estadinenses que aribaron a Barranquilla para trabajar en el Magdalena, ya que entre los ex- tranjeros, la mayorfa de los capitanes ¢ ingenieros tenfan esa nacionalidad™ . Ahora bien, se anota que algunos de los inmigrantes eran de nacionalidad norteamericana por naturalizacion, Ese es el caso de August Strunz un alemén por nacimiento que, no obs. tante su nacionalidad estadinense, ocupé el cargo de Cénsul de Imperio Austro-Himgaro; fue el representante de diversas companias trasatlinticas (Royal Mail Company) de seguros y financieras. Bs también el caso de Patrick Kelly un irlandés que des- pués de inmigrar a Nueva York y nacionalizarse en los Estados Unidos, Megé a Barranquilla para_ trabajar como ingeniero de la Compafifa Unida de Navegacin*?. Finalmente, unas breves lineas so- bre el lugar ocupado por los Estados Unidos en el Comercio Exterior Co- lombiano. En relacién con el comercio de importacién su participacion en el total aumenté apreciablemente en los afios cincuenta hasta ascender al 162, aumento importante en comparacion con las dos tiltimas décadas de la primera mitad del siglo que estuvo al- rededor de un 52. Este incremento se vio afectado por la guerra civil nor- teamericana en la década siguiente. ‘A partir de los setenta comenzo nue- vamente a ascender hasta igualar a Francia a finales del siglo®*. Las ex- " Diario de Bolivar, septiembre 18, 1878: 81 Pro motor, marzo 10, 1888. © potetin Industral de Rarenguilla, 1872-78; #1 Promotor, vation nimeron, 1814-70, enero 1 267, encko 6, 1894 "From U.S. Consal in 3 ‘anil to Secretary of State” July 1869. campo “Las Bxportaciones pigs. 104-106. 104 portaciones a Estados Unidos, de pe- quefio monto antes de los cincuenta, ascendieron al 10% al final de este iltimo periodo, pasaron a un 72 en la década siguiente y a un 20% en los setenta, A mediados de los ochenta se colocé como segundo receptor de las exportaciones colombianas, actividad que decayé a prineipios de los noventa para recuperarse a finales del siglo". Ademiés de los alemanes, franceses y holandeses, europeos de otras naciona- lidades ocuparon un puesto sobresa- liente en el comercio local, otorgando a Barranquilla un sello inconfundible de puerto cosmopolita. Los italianos Paccini se radiearon en Barranquilla a finales del siglo. Estos se habian esta- blecido originalmente en Magangué en donde, a partir de una modesta aifa- reria, acumularon el capital, que les permitio inieiar operaciones como comerciantes. Ya en 1898 se anun- ciaban como “agentes de una elabo- racién de mérmol” y “exportadores e importadores de toda clase de ar ticulos'’. con su sede principal en Ba- rranquilla y una agencia en Magangué, Paceini Hnos. se convertiria en una de las principales casas comerciales del puerto en las dos primeras decadas del presente siglo, periodo en el cual Ta colonia italiana adquirié una ma- yor importancia en la actividad econé- mica que Ia que habia tenido en el siglo XIX"? El danés José Helm ocupé una des- tacada posicién entre los comerciantes en grande de la ciudad en los afios se- senta y setenta. (Véanse los cuadros 2 y 3). A suver, el eatalin Carlos Mayans iniciado en los ochenta como uno de los mas grandes minoristas de Is ciu- dad, se convirtié posteriormente en comerciante comisionista, consigna: tario, importador y exportador en grande; en 1877 fund la fabriea © Geampo “Las Importaciones .." pigs. 181-194, "© £1 Promotor, abr) 9, 189R, Conversaeién con Antonio Paccini (Boots, Febrero 1880). DESARROLLO Y SOCIEDAD de Jabones La Espaiola, que diez aos después producia 100,000 ba ras mensuales* La colonia cubana leg a ser numéricamente importante, a conse- cueneia de las guerras de indepen. dencia libradas en Ia isla que obligaron & muchos de los habitantes 2 emigrar a otras poblaciones del Caribe, entre ellas a Barranquilla. Algunos “miem- bros de la colonia se agruparon en el “Club Cubano Rius Rivera”, fundado en los noventat*. Un cubano tuvo especial signific cién: el célebre Francisco Javier Cisneros, uno de los individuos que dejé una de las huellas mas profun- das_en la historia empresarial_ de nuestro pais en el siglo XIX. Si bien no encontramos, en Barranquilla, otros cubanos equiparables a Cisne tos, algunos desempefiaron _oficios de significacién para la vida del puerto. Ricardo Arjona fundé en 1883 la fébrica de jabones “La Cu hana”, que en los novenia producia trescientas mil barras mensuales. A: mismo fundé en aquel ano la pi mera fabrica de hielo de la ciudad: tan novecosa industria, de insospe- chada importancia para el caluroso puerto, fue vendida por Arjona a otro cubano. el Sr.Luis G. Pochet, quien en 1890 la modernizé mediante la adquisicion de maquinaria, con la cual el establecimiento estuvo en capacicad de suplir Ja demanda local, por el resto del siglo*?. Finalmente, se menciona al médico cirujano Fran: cisco R. Atgilagos que, ademas de ejercer su profesion y dedicarse a algunos negocios en el comercio, se hizo muy conocido en la ciudad por los estudios que adelanté sobre las tribus indigenas del Magdalena, tépico sobre el cual oftecio confe- 398, 997 9 Ours, iobles, pp. 95, 273, 308, * et Promuion, abe 9, 1898, © Martiner Aparicio y Niebles,p, 95,

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