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Primera edici6n, 1996 Segunda edicién, 2003 1D. R. © 2003, FonDo DE CuttuRa ECONOMIA DE ARGENTINA, S. A. El Salvador 5665; 1414 Buenos Aires e-mail: fondo@fee.com.ar | wwwwifce.com.ar ‘Ay, Picacho Ajusco 227; 14200 México D. E ISBN: 950-557-564-5 Fotocopiar libros esté penado por la ley. 6 i impresién o Prohibida su reproduccién total o parcial por cualquier medio de imp: digital, en forma idéntica, extractada o modificada, en castellano o en cualquier otro idioma, sin la aurorizacién expresa de la editorial TIMPRESO EN LA ARGENTINA = PRINTED IN ARGENTINA Hecho el depésito que marca la ley 11.723. Reconocimientos Debo a la imaginacién y la tenacidad de mis estudiantes en la Uni- versidad de Florida, Ximena Moors, Clara Sotelo y Clary Loisel, la ubicacién y posesién efectiva de algunas de las noticias y de algunos de los relatos de viajeros examinados en el presente trabajo. Y a Marcelina Jarma, referencista en el Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani, de la Universidad de Buenos Ai- res, la capacidad de encontrar y de remitirme, contra toda esperanza, articulos de perisdicos de los fondos de la Biblioteca de la Universi- dad de La Plata y de la Biblioteca Nacional de Chile. Introduccién En la versién inglesa de uno de los numerosos escritos de Humbolde sobre su expedicidn a las regiones equinocciales de América, Political Exay of the Kingdom of Spain (Londres, 1811), el traductor, John Black, inchuye un Prefacio con estas reflexiones: Ha sido observado por un popula escrito francés, Bernardin de St Pierre, que de lejos la parte mis valiosay entretenida de la lieratura ‘moderna es el departamento ocupado por los viajeros.. Ning in- dividuo que haya dejado los limites de nuestra isla, vaila un instan- teacerca de las calificaciones necesarias para mostrarse al pblico a su regreso, Su educacién previa, sus medios de acceso alas apropia- das fuentes de informacidn |... son objetos de menor concemniniiento, Ha viajado,y ello s suficiente! Alexis de Tocqueville y Gustave Marie Beaumont, enviados por el gobierno francés para estudiar el sistema carcelario de los Estados Unidos, emplearon en ese cometido los nueve meses de residencia en ‘este pafs sin otra distraccién a sus objetivos de estudio que una excur- sién de dos semanas al terrtorio lacustre de Michigan. Al regreso a Francia, en 1832, presentaron el informe requerido. Los limites del informe no agotaban, desde luego, las experiencias de los dos évidos viajeros, y ambos decidieron, de inmediato, dar cuenta de esas expe- riencias en otros esctitos. Por lo que se sabe, trazaron entonces un acuerdo que valiaya, en lo fundamental, como tna toma de concien- cia y como un agudo distanciamiento de lo que, por esos alos, se "John Black, en el Precio a Alexander von Humboldt, Political Euay of the ‘New Spain ta. del orig, fs John Blak, Londres, 1811, vo. 1, temp. Nueva Yor, Aras Press, 1966, pp i) 10. LOS VIAJEROS INGLESES Y LA EMERGENCIA DE LA LITERATURA, como guia canénica de la literatura de viajes. Tocqueville un tratado sobre la democracia en América, basado esttic- tamente a las observaciones recogidas sobre ese sujeto y a las especu- laciones que pudieran relacionarse slo con el material observado. Beaumont escribiria una novela, ampliamente concebida como un ‘cuadro de relaciones inter-raciales. En 1835 se publicé el primer volumen de la contribucién prome- tida por Tocqueville, De de démocnate en Amérique (La democracia en América), y en el mismo afio la novela de Beaumont, Marie, on Tesclavage aux Etats-Unis, El desigual tratamiento que los contempo- ‘ineos y la posteridad brindaron @ uno y otto texto no modifica, por supuesto, la significacién del acuerdo de origen, un acuerdo que, por lo dems, no dejé de revisase, con curiosas alternativas, en los affos inmediatamente posteriores. ‘Tocqueville, en efecto, continué preparando materiales para ell segundo volumen de De la démocraie en Amérique, y entre esos ma- teriales pensé incluir, sorpresivamente, la memoria de la breve excur- sign que habfa emprendido con su amigo durante los meses de tei dencia en los Estados Unidos. La memoria, Quinze jours au déser, se instalaba decididamente en el espacio configurador de Ia literatura de viajes contemporanea y se proponia, por la consumada manipula cid de sus recursos y estrategias, como un texto destinado a reforzar las aspiraciones canénicas del género. Lefdo el manuscrito ante Beaumont, en consulta, éste tuvo la cortesfa de callar que aqueél cons- titufa una ruptura del acuerdo, y la Franqueza de admitir que su pu- blicacién concitatfa una audiencia més interesada que la que habia logrado, hasta entonces, su novela. Tocqueville no publieé el manus- «tito, ni entonces ni durante el resto de sus dias, en una extrafia de- terminacién que no parece reconocer otra sustancia que la de la do- ble censura contenida en la respuesta de Beaumont? * El manuseito de Quinz jours ander fue, Finalmente includ por Beaumont ‘nla edicinpéscuma de las obras completas de Tocqueville en 1864, Sobre el viaje a los Estados Unidos de Norteamércay as relaciones entre Toequcilley Beaumont, vase G, We. Person, Tacquvile and Beawmon: in America, Nuc York, Oxford, 1938, INTRODUCCION u En el semestre que empalma los afios 1830 y 1831, Hegel dicté a ver- sin, de hecho defintiva, de los cursos que sobre “Filosofia de la Histo- desarrolaba en la Universidad de Berlin, En el texto que results de la tanscripcién de esas clases, se le: La existencia material de Inglaterra est basada en el comercio y la industria, y los ingleses han asumido la pesada responsabilidad de ser los misioneros de la civlizacién en el mundo; porque su espiicu ‘comercial los urge a atravesar cada mary cada terrtori para estable- cer conexiones con pueblos birbaros, para crear necesdades y esti- ‘mula la industria, y, primero y sobre todo, pars conformar entre ellos as condiciones necesarias al cometco, esto es, el abandon de tuna vida de ilegitima violencia, respeto pot la propiedad y cortesia, hacia los extranjeros? [Algunos de los viajeros ingleses que legaron a ka Argentina entre los afios 1820 y 1835 aproximadamente, elaboraron una imagen del pais segiin pautas de seleccién y de jerarquizacién muy especificas. Que algunas de esas pautas se anticiparan en varios afios o fueran, en el momento de publicacién de los textos, estrctamente contemporineas alas empleadas por escritores que, como Alberdi, Echeverria, Sarmien- to y Marmol, proclamaron y contribuyeron, de hecho, a la fundacién de la literatura nacional argentina, se oftece como circunstancia que el presente estudio se propone examinar. Y no porque la critica literaria y |a critica cultural hayan dejado de observar esas circunstancias, sino porque hasta ahora estas observaciones han estado basadas en una lec- cura o bien desinteresada de la red textual en la que los viajeros ingleses inseribfan sus relaciones, o si interesada~ interesada sin atender ni al rnimero nia la partcularidad de cada una de esas relaciones.’ °G. WE Hegel, The Philoophy of Hiory. Nueva York, Dover Publications, 1956, parte, cap. p. 455 [ua case: Lecianes bre a fla de la bioria, Madrid, Alianza, 19971 *Enuclos primeros E, Martinez Esada, Muerte mamfiqurai de Marta Mera, Mésico, FCE, 1948; . Espinosa, Ts lise de la pompa, Saigo de Chile, Editorial Universitaria, 1951; E. Williams Alzga, La pampa en la novela argentina, Buenos Aix ves, Eada, 1955;R.A. Arita, "Echeveryel romanticism en el Plt en Historia 12 LOS VIAJEROS INGLESES Y LA EMERGENCIA DE LA LITERATURA, Los escritos de los viajeros ingleses sobre la Argentina, incluidos en el segmento cronolégico mencionado, se incluyen a su ver en esa prictica cultural que John Black, el rraductor de Humbolde, habia encontrado ya claramente reconocida en a descripcién propuesta por Bernardin de Saint-Pierre. Alerta ala novedad significada por la ace leracién de los viajes maritimos que siguié a la célebre expedicién de La Gondamine, a mediados de siglo, Saint-Pierre estaba lejos de aso- ciar esa aceleracién con el nuevo expansionismo de los paises hhegeménicos de Europa, aunque agudamente consciente de la con- formacién del cuerpo de escricos derivado de este fenémeno, y de la necesidad de reflexionar sobre el estado presente y sobre el futuro de ‘esos escritos. Asi, en la redaccién de la memoria de su visita a Madagascar, Voyage a Lille de France, 1773, pudo incluir una carta "Sobre los viajeros y los viajes” en la que oftece, aclemés de una pun- tual actualizacién de la literatura de viajes en Francia, una serie de anotaciones que equivalen a la promulgacién del canon ideal por el aque debicra constituirse esa literatura? Porque para Saint-Pierre, de tanta importancia como el creciente iiimero de relatos de viaje dados a publicidad por esos afos, era la comprobacién de que los nombres de fos més importantes escritores de la Francia contempordnea no formaran parte de ese registro: "Nos falta un modelo dentro de un género tan interesante, y nos faltard por un largo tiempo, puesto que ni Voltaire ni D’Alamberc ni Buffon ni Rousseau nos Jo han oftecido”, Reclutados del campo de la litera- tura y de la Filosofia, la mencién de estos nombres demarca, por su ausencia, el espacio sobre el que Saint-Pierre proyectard su modelo: Creo que este pénero, tan poco tratado, esté leno de dificultades. Hacen falta conocimientos universales, un orden dentro de un plan, dele liners argentina ol. 2, Buenos Ales, Peuse, 1958. Batre los segundo: Jean Franco, "Un vise poco romintic: Vsjrs ingleses hacia Sudamérca: 1818-1828",

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