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Pee eaeu tcc Kan ole 8 sociedad moderna: la cultura popular, la margi- | nalidad, las minorias, la discriminacién cultural, la cultura juvenil y, recientemente, la llamada “cul- tura mediatica” o audiovisual. 4, Etnocentrismo Etnia, dijimos, es un grupo humano que comparte una tradicién cultural y por consiguiente tiene de- terminados valores, diferentes 0 no de otros gru- pos humanos. Y una de las caracterfsticas comu- nes que en general poseen las distintas comunida- des es ver su propio modo de vida como el "nor- mall" y légico, y el de los pueblos diferentes como extrafio, a veces ridiculo o inferior. Esta actitud se denomina etnocentrismo: consiste en juzgar a las demés culturas de acuerdo con nuestras pautas, tener una alta valoracién de nuestras caracteristi- cas culturales y desvalorizar a las demas. Es muy comuin calificar al otro por lo que no es; por ejemplo, los europeos designaron a los pue- blos africanos como “no-blancos”. El etnocentris- mo ofrece siempre una imagen negativa y defor- mada de las otras culturas, sefialando su “inferio- ridad, salvajismo 0 atraso” respecto de la nuestra. Evolucionismo y etnocentrismo Existe etnocentrismo en multitud de teorfas que se toman por vélidas en muchos campos cienti- ficos. La teoria de la evolucién de Darwin, por ejemplo, fue aplicada en otras ciencias y tuvo gran influencia en la explicacién de las diferen- cias culturales. Darwin postulaba, basicamente, que todos los or- ganismos vivos pueden multiplicarse siguiendo una progresién geométrica, pero como los recur- sos para subsistir y el espacio son limitados, no todos los seres vivos pueden vivir para reprodu- cirse: por eso se produce la lucha por la vida, y sobreviven los més aptos. A esta teorfa se la deno- miné de "seleccién natural" (porque sobrevivian quienes mejor se adaptaban a la naturaleza), y no s6lo tuvo gran repercusién en el campo de la bio- 25 San Francisco ‘Aguada IslacAlfarcito Pinturas rupestres Ciénage Disetios arqueol6gicos de las distintas culturas ppasadas y presentes de la Argentina, Actividad: Reflexiona sobre el tema y explica con tus palabras por qué el evolucio- nismo 0 darwinismo social es una teoria etnocentrista. ‘adapto a la filosoffa, la psicologia y las ciencias sociales. El evolucio- © social, que justificaba el dominio del més fuerte o mejor prepara- Hea o econémicamente, fue usado como argumento “cientifico” de la expan- ‘Stim de las potencias europeas sobre el resto del mundo. Las culturas menos evolucio- Sadas no sobrevivirjan porque podian ser suplantadas o eliminadas por las mas desa- molladas. Segtin esta explicacién, la situacin hegeménica habia sido aleanzada por el predominio “natural” de determinadas personas clases /naciones "més capaces" que las demas; quienes afirmaran lo contrario, ayudando a los menos favorecidos, irfan en contra de las leyes de la naturaleza. Los idedlogos que concibieron estas doctrinas eran oriundos de paises que habian de- sarrollado una revoluci6n industrial con una burguesfa triunfante, Y que estaban ejer- Giendo su dominacién imperialista sobre paises de otros continentes. La conveniencia @conémica fue una de las principales causas para que estas ideas se consideraran cien tificas en los pafses industrializados. El racismo, si bien existia desde antes, dio argumentos pseudo-cientificos a las doctri- nas de superioridad racial, que se difundieron a fines del siglo XIX y muy especialmen- teen la primera mitad del siglo XX, con el auge del nazismo. Por supuesto, no todos los pensadores opinaban lo mismo: hubo quienes consideraban que para el progreso de toda la humanidad eran necesarios factores como la coopera- ci6n, la interdependencia, la ayuda mutua y el amor. El etnocentrismo en el concepto de “civilizacién” Bl evolucionismo cultural afirmaba que la humanidad debia progresar de acuerdo Con determinados conocimientos adquiridos y ciertos patrones tecnol6gicos, segdn to sucedido con la historia del hombre europeo. Las culturas habian pasado ode. bian pasar por ciertas etapas evolutivas o grados de desarrollo: salvajismo (cuando cl hombre vivia de la caza, la pesca y la recoleccién de frutos), que podia subdivi- dirse en inferior, medio y superior; barbarie (también inferior, media y superior, due tuvo lugar cuando la sociedad se convirti6 en criadora de animales -o pastoril-, y fue aprendiendo paulatinamente las técnicas agricolas), y finalmente la civilicaci, (cuando la sociedad, ya sedentaria, tiene la sufi- ciente organizacién como para poder vivir en cit- dades, y se ordena segiin la divisién del trabajo en distintas clases sociales, adquiere organizacién po- litica, domina la escritura y el comercio, y desa- rrolla distintos aspectos culturales como la religi6n, el arte, la arquitectura, la literatura). Las ideas evolucionistas eran etnocentristas: al afirmar que Europa habfa alcanzado un alto grado de civili- zacién y cultura, su civilizacién denominada “occidental” se constitufa en el centro de refe- Lasea laminar, industiatoldense. rencia para el progreso. 26 Los caballos "Dificilmente podemos imaginar aho- | ra, varios sighos después de transcu- rridas las cosas, el asombro y el terror qque experimenté el indio ante los ca- ballos que el conquistador sacaba de las naves, al ofr los relinchos, al con- templar los hombres encaramados en ellos, corriendo por las playas y ha- ciendo vistosos alardes de jinetes. Las crénicas insisten en esta admiraci6n de los indigenas, pero ni aun siendo algunas de ellas minuciosas pueden proporcionarnos una idea acabada de Joque fue la introducci6n de este ani- mal de guerra en América. Baste pen- sat en lo que habrén contado las des- cripciones, que desde los litorales co- rrfan tierra adentro, por la rapidez de la alarma, de tribu en tribu, con el agrandamiento desu figura, de su fu- ria y de su rapidez. Los embajadores que Moctezuma envia ante Cortés, que acababa de desembarcar en lo que ha de ser su conquista, al regreso, le describen asi los caballos: «Y sus cier- vos (caballos) los llevan sobre sus lo- ‘mos, teniendo asf (la figura) la altura de los techos. Llevan cascabeles, vie- nen con cascabeles, los cascabeles casi rechinan, los caballos, los ciervos re- linchan, sudan mucho, el agua casi est corriendo debajo de ellos. Y la espuma de su boca gotea al suelo, como espuma de jabén gotea. Y al co- rrer hacen un gran pataleo, hacen un ruido asi como si alguien echa pie- dras, Al instante se revuelve la tierra, donde levantan su pie, hecha peda- 208, donde levantan su pie, su pie delantero». Estas descripciones que nos proporciona Sahagiin, que es in- formado por indios algunos afios des- pués de la conquista de México, y que las escribe en idioma nahuatl, tal vez estén reflejando débilmente uno de esos relatos que corrfan por la tierra", En Alberto M. Salas: Las armas de la con- quista de América, Buenos Aires, Plus Ul- tra, 1986. | La mirada del otro y hacia el otro Tratar de entender cémo viven y cémo piensan otras sociedades, buscando més de una explica- cién, més de una interpretacién, puede ayudar a comprender a los distintos grupos humanos que conforman la “humanidad”. Aunque se hable en general, aunque se sepa que el hombre es biolégicamente el mismo (a pesar de tener piel de distinto color, distinta altura, distinto peso, distin- to pelo) que sufre, siente y ama, éste tiene distin- tas claves para interpretar el mundo y para aproxi- marse al mundo ya los otros seres. Lo hace siem- pre desde su propia cultura. No podemos decir que las costumbres diferentes a las nuestras estén bien ‘o mal; no se trata de juzgar. Por ahora nos tene- mos que formar para abrir los ojos, tener alertas los ofdos, agudizar el sentido critico y tener siem- pre presente el respeto y la tolerancia hacia los de- més. Espafioles atravesando el desierto de Sonora, en México. 32 CAPITULO II Cultura e identidad Yo quiero que a mt me entierren ‘como a mis antepasados: en el vientre oscuro y fresco de una vasija de barra. (Atahualpa Yupangui) 1. La identidad cultural: nosotros y los otros éQuiénes somos? As{ como las personas ~a pesar de que puedan parecerse muchisimo entre s{- tienen distintos rasgos que las diferencian unas de otras y que hacen que sean individuos, cada comunidad tiene caracteristicas culturales propias que le dan un particular mode de sentir y de ver el mundo, es decir, una singular cosmovisién. Sin embargo, la identidad cultural no es automética. Que cada persona 0 cada pueblo tenga determinadas caracteristicas no significa que sea consciente de ellas. La identidad _€s la representacién de quiénes somos y cudl es nuestra comunidad o nuestra cultura. Adquirimos esta identidad por un proceso de construccién y de aprendizaje social, mediante una toma de conciencia. Tenemos a la vez muchas identidades, de acuerdo al contexto en que nos situamos: como individuo, como grupo, incluido en una clase social, en una comunidad religiosa 0 étnica, como nacién, como civilizacion. ‘Cuando estamos entre gente que comparte los mismos cédigos culturales, es mas dif _cil percibirlos, porque los consideramos “normales” o “naturales”. En cambio, cuan= _ do nos encontramos fuera de nuestro ambiente (por ejemplo, en el exilio 0 al emigrar @ otro territorio) las diferencias son més visibles: legamos a sentirnos extrafios, y 2 _ extrafiar a esas cosas que antes eran habituales o “normales”. Asimismo, cuando una comunidad tiene muchos afios de historia o est relativamente aislada, cuando es mas pequefia en cantidad de habitantes y sus rasgos culturales son _mas homogéneos (es decir que no existen tantas disparidades entre sus miembros) 0 sus objetos culturales son bastante diferentes de los de otras, nos resulta més facil caracterizarla, y también resulta més sencillo que sus integrantes definan su identidad. En cambio, cuando una sociedad es més extensa y, por consiguiente, tiene mayores _ diferencias culturales entre sus miembros, o cuando es més reciente, y sus integrantes” tienen diversos origenes (y por eso es probable que practiquen distintos credos iosos 0 compartan diferentes tradiciones, es decir que su cultura es mas heterog: ‘Ro es tan simple reconocer una identidad cultural. 39 Identidad cultural "Yo tengo muy poco demi. Tengo mu- cho més de los otros. Mucho més es lo que tengo de mis ancestros, de mis pa- dres, de mis maestros, de mis compa- heros de juego, de pillerias, de trabajo, de lucha, de mis libros, de mis pelfcu- Tas; es mucho mas lo que tengo de los otros que lo que tengo demimismo. La identidad cultural es lo que yo comparto con ustedes y con todos los otros que integramos ios treinta millones de ar- gentinos en la Identidad Cultural Ar- | gentina, y con los cuatrocientos millo- nes de nuestra Patria Grande onacién sudamericana.” En Guillermo Magrassi: conferencia del 25/5/1988 en General Madariaga. Luisa Calcumil, artista mapuche. La construccién de la identidad Vimos que la identidad es una representacion de quiénes somos (cémo hablamos, cémo nos vestimos, en qué creemos, etcétera) a partir de una toma de conciencia. Podemos deducir en- tonces que, como todo objeto cultural, la iden- tidad es una creacién. Entre los elementos que ayudan a constituir una identidad se encuentran la historia de los miem- bros de la comunidad, el 0 los idiomas en los que se expresan, la o las religiones, las tradiciones y costumbres. También la historia es una construc- cin: una construccién deliberada del pasado del grupo, que tiene intencionalidades y olvidos. Si bien historia es todo lo que pas6, la narracién de lo que sucedi6 corre por cuenta de individuos que toman algunos datos como importantes y descar- tan otros, muchas veces condicionados o influi- dos por quienes estén en el poder y tienen un in- terés particular en que la historia se escriba de de- terminado modo. Pero también la memoria colec- tiva funciona como historia: aunque los historia- dores la consideran “no cientffica”, es valida para mucha gente que siente que la historia oficialmen- te narrada no constituye toda la verdad sobre su pasado. Esos recuerdos, a veces parciales y frag- mentarios, también son importantes para la con- formaci6n de la identidad de un pueblo. De este modo, aunque un pueblo tenga una iden- tidad cultural frente a otras comunidades, esto no significa que tenga uniformidad en sus expresio- nes. Existen numerosas producciones regionales que pueden o no seguir las tradiciones locales, que suman a 16 antiguo nuevos aportes creativos 0 que abrevan de otras fuentes, y se arraigan fir~ memente en determinados grupos, ms 0 menos amplios, de poblacién. Quienes descartan sus obras, pretendiendo erigirse en guardianes de la identidad, clasificando qué es realmente lo autén- tico y qué no, estén ejerciendo un poder autorita~ rio que no beneficia a la creaci6n. Y justamente es, Ja creacion humana lo que define a la cultura. 40 LOUISE Mears Cou tcl Teatro eidentidad “Uno no encuentra su verdadera cara cuando se mira al espejo. Encuentra un reflejo. Ha ido al _| Excuentro de lo mismo. No ha salido de sf. La identidad se alimenta de la diferencia. Soy yo porque __ =°¥ parte del mundo, pero porque soy diferente de todo. Existo para testimoniar que todo io otro que | @xste es diferente de mi. Existo, a la vez, arrojado a esa diferencia, que es lo que llamamos «mundo. El «anundo» no es el espejo de mi baiio. Me devuelve otras caras, otras expresiones que expresan lo infinitamente expresable: el odio, el amor, el egoismo, la mezquindad, el sadismo, lo sublime y las ‘ciénagas del horror. Existir es ser diferente. De aqui que no sea posible existir sino en el modo de la _ Mentidad. Sélo puedo ser diferente, abrirme al vértigo inacabable de la diferencia, desde una identi. | cad hicida, consciente, militante. Militante en este preciso sentido: sé que sélo puedo ser «yo» en la ‘| medida en que lo «otro» me constituye, en la medida en que lo «otro» me importa, me otorga espesor, "_ ellaborioso espesor del sentido. _ {-) Decirleal rescatado la identidad de sus padres es entregarle la posibilidad de su propia, intrans- -_ ferible, verdadera identidad. (..) Sus padres estén para empujarlo a la libertad, a la diferencia, a lo ') Buevo. Para decirle que él no es ellos, no les pertenece, noes su botin. Nunca los secuestradores van poder entregar una identidad a sus hijos, porque se los apropiaron, porque son hijos del secuestro, ‘Porque el secuestro es el sofocamiento de toda posible identidad. «Sos mio» le dice a su hijo el ‘Secuestrador. O sea, le dice: «Nunca vas a ser vos». Le cercena la identidad. No casualmente quienes se unieron a esta lucha de las abuelas (de Plaza de Mayo) son actores y Facen obras de teatro. El actor es un extrafio ser que encuentra su identidad a través de miles de fostros. (.. Un «teatro dela identidad es un teatro que nos impulsa a buscar lo que somos en medio

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