You are on page 1of 4
Carta 20 [ocexcrx] Descartes a Elisabeth Egmond, 18 de agosto de 1645 Descartes critica la inexactitud d. presiones varian pata designar la m repite demasiado; no define sus tér © el de naturaleza, por lo cual su pen: 4 gtante oscuro. Por otra parte, el Filésofo antiguo polemiza agria- " mente contra Epicuro que basaba la felicidad en el pla- cer. Es ésta una disputa sin mucha buena fe y gue se tefiere sobre todo a palabras, segin Descartes. De he- cho, las doctrinas antiguas de Atistételes, de los Estoi- cos y de los Epicitreos pueden muy bien conciliarse, porque cada una es parcial. La felicidad es el contento de espiritu, ya que no hay otro, Y pata que sea duradera, hay que ser virtuoso. le Séneca, cuyas ex- isma cosa, y que se ‘minos, por ejemplo, samiento queda bas. Sefiora, No sé si mis altimas cartas fueron entrega- das a Vuestra Alteza, y no puedo escribir nada acerca del tema que habia tomado para tener el honor de en- treteneros que no deba pensar que lo sabéis mejor que yo; a pesar de esto contintio porque me parece que mis , cartas no os importunaraén mas que los libros de vuestra biblioteca; pues, como ellas no contienen ninguna noticia “que Os interese saber pronto, nada os invitara a leerlas en las horas en que tuvierais algunas diligencias, y esti- =OrET Nunquam de vita judicatur, dice él, semper ‘ck 18 DE AGOSTO DE 3645, 2, maré muy bien empleado el tiempo que dhol, si les dedicarais tan s6lo el que tutes ? iy perder. © 3a Dije antes lo que, a mi parecer, Séneca by bio trata en sa Ibro: examinaré ahora To qed respect, no abservo mas que tres cosas: Ia bye A dl se esfucrea en explicar lo que es ef sume fe lo define de varias maneras: la segunda, qe ‘diet # contra la opinion de Epicuto: y la tercera, quel! a los que objetan a los filésofos no vivir sSegiin las regigt gut presen, Pero, afin de ver mas partcuisc le qué modo trata esas cosas, me detendré el bre cada capitulo. a En el primero, amonesta a los que siguen la co 2 Ia costa, bre y el ejemplo de los demas antes que la mat samos adoptar. Pero, mientras aqui Séneca tra- oo Hien enar su elocuci6a, no es siempre bastante ta PO Ty expresion de su pensamiento: verbigracia acd “fee: Sanabimar, si modo sepacamur a coeta [si camipariamos de la turba, teadremos salud], parece aos aye basta con ser extcavagante para sec sabiok [see cin ecibargo, no es su intencién, HM oe ei segundo capitulo, casi no hace mas que volver deci en otfos términos, lo que dijo en el primero: Syega solamente gue lo que suele estimarse como bien ol en e! tercero, después se enies: de nuevo has palabras superfiuas, dice por fin su opinion acer dd sumo bien, 2 saber ‘eet matre esear fs asetr ala naturale de las cosas) y gue 2 eee es conformarnos a la ley y al elenele, | tla va ae Beate vita est conveniens natura: sue Seen ciberente]. Todas estas explcacones me porcstn my oxcras; pues, sin duda, no quiere entender por natu: keza nuestras inclinaciones naturales. puesto q suelen llevarnos a seguir oi peer, coats ee a S ae nso i atralen coms) enn aren cabled pot Ds oie « penne de nuestra voluntad: en efecto, dice fom ‘eet sapien- assentici et ad illius legem exemple las cosas ¥ fa ext cu deci, que el conse oO Ener ci, es bien para ‘hablar como cristi Eicerca de la vida, nunca se razona, siempre se cel]. Sin embargo. aprucba que pidamos ‘consejo a los ee creemos més sabios: pero quiere que empleemos teabet Ruestro pronin juicio para examiner cus opiniones, Aya comparto enteramente su parecer: pues, aunque mucho no sean capaces de encontrar el camino recto por si mis ‘os, sin embargo, pocos hay que no puedan reconocerl bastante cuando alguien se lo indica claramente, Sea I ue sea, poderios satisfacer nuestra conciencia y ssegt rarmos que nuestras opiniones acerca de la moral son la nol Teva epodamonsortener, cuando, en ver de det nos llevar ciegamente por el ejemplo, tuvimos culda fn buscar el consejo de los mas habiles y_empleamos todas las fuerzas de nuestro espiritu para examinar 1 Ver carta 18, pig. 79. wd 18 DE AGOSTO DE * meterse a a voluntad de Dies y seguitla en tog, tras acciones: y afade Beata vita est convenien ®S My suae, es deci, la folicidad consiste en seguir a7° "3A del mundo y tomar a bien todo cuanto nog coil orig Io cual no explica casi nada y no se ve baseeu® Ca exin con lo que agrega en Sequida, que enn, no puede veriicarse mist sana mens est, etc. [eat do el espiitu esté sano], si no es que entiende 2 £% aque secundum naturam vivece [vivir conforme « f° raleza], es viv conforme a la verdadera rang? 2% En los capitulos cuarto y quinto, da alguna definiciones del sumo bien vinculadas todas sf sp de Ja primera, pero, ninguna de las cuales iy st bastante Y por su diversidad, manifiestan que S28 no entendi6 claramente Jo que queria decir, Sue | mejor se concibe una cosa, cuanto mas determined tae a expresarla de un solo modo. La definicon ooo ime parece haber acertado mejor esta en el capiulenit fo. en donde dice que beatus est qui nec cupit nec sey beneficio ratonis [bienaventurado es aquel que, gant a la raz6n, no desea y no teme) x que beata vita est i recto certoque judicio stabilita [jp vida bienavertaca’ fsté afirmada sobre un juicio ecto y cieste), Pos mientras no ensefie las razones por las cuales no debe . lo presupone, y es el contento o satsfaceis a Frga que proviene de que lo poseemos. Pen aa Io filad de nuestras acciones, se puede entender lo wee fasoro: pues el sumo bien es, sin duda, la cosa que de- hes poponernos como blanco en todes nuesttas neon, y el contento de espiritu que depende de él ol cy ses yactivo por el cual Io buscamos, es tambien llamas Ga razén nuestro fin. ‘Ademas, noto que la palabra placer fué tomada en sentido distinto por Epicuro y por los que disputaron doatra €l, Pues todos sus adversatios restringicron I Souificacion de esta palabra a los placeres de los sent das: al contrario, él la extendié a todos los contentos del tepirtu, como se puede concluir facilmente de lo que Stneca y otros escribieron respecto a él Ahora bin, hubo tres opiniones prinisles ent oe josofos paganos acerca del sumo bien y del fin de nues- eect va tober: la de Epicor, gee lis nonce slce: in de Zenén que quiso que iuers a viru, y Ja de Aristotelee que la compuso de todas las perfecciones tanto del cuerpo conio del espiritu. A mi parecer. pode- sos admitir que estas tres opiniones som veedaderas ¥ acordes entre si, con tal de interpretarlas favorablemente. Pues Arsigiles, cuando consider el su bien de foda la naturaleza humana en general, es decit, el que Ide tener el mas integro de todos los hombres, acts al componerio con todas las perfecciones de las cuales ¢s capaz la naturaleza humana; pero eso 20 Sirve pa ‘nuestro uso. te cada hom | ay. En estos mismos capitulos empieza a disputer conta los ‘que ponen la felicidad en el placer, y continda en bee siguientes. Por eso, antes de examinarlos, diré aqui mil Parecer acerca de esta cuestion, , Primero, noto que hay diferencia entre: la feliié Sec ime bien. y el fin dltimo, o punto al cual deben ‘er nuestras acciones: Pues, la felicidad no es el Al contrario, Zen6n describ el bien qve cada hon bre, considerado aparte. puede poseer: por lo cull Se bien tuvo razén cuando dijo que el sumo bien no com J DESCARTES A ELISADETI ~~ \ 18 DR AGOSTO DE 1615 ] i los bie 4 Ja virtud, ya que entre NS gue een fa vi eae cree aio cla depende enteramente de ny ‘albedo. Pero represent a esta virtud tan se i Ivo en el espiritu; no hay ninguno sal piritu; pero que, eek cae un contento que sea duradero, es Vera, fa eneniga del placer cuando igual6 todos los vig, P re parece que sélo los melancélicos, 0 i On seta, sectatios. e Ba fin, Epicuro no se eqivocd cuando, al consi, en qué consiste la felicidad y cual es el motivo og fin | J que tienden nuestras acciones, dijo WE es el placer bs enero deci cl contento de espiit; pues, aun] el solo conocimiento de nuestro deber podria obligamo, a realizar buenas acciones, sin embargo, no nos hag gozat de felicidad alguna si no encontraramos en hy ningin placer. Mas, ya que se sucle atribuir el nome, de placer a falsos placeres, acompaiiados 0 seguides f inguietud, fastdio © arrepentimiento, varios creyem, Gue esta opinion de Epicuro ensefiaba el vicio; ye efecto, no enseita la vittud: Pero, cuando hay en alguna parte un premio por tirar al blanco, el deseo de line « los espi preocupados por completo del cuerpo, pudies constant menester iq Ja virtud, es decir, tener una voluntad firme y a e de ejecutar todo cuanto juzguemos ser Io me- ory emplear toda la fuerza de nuestro entendimiento ty zgatio bien. Reservo para otra vez considerar Jo ria Meio Séeca acerca de esto; pues mi carta me eo edo larga y no me queda mas lugar que el nece- 4 rio para escribir que soy. sefiora, de Vuestra Alteza, Srauy humilde y muy obediente servidor, a Descarres, Egmond, 18 de agosto de 1615, despierta en aquellos a quienes se muestra el premior sa embargo, no basta para que lo ganen, tienen que divs el blanco; : ¥ aquellos que lo divisan, eso inducidos a tirar si ne ganar: del mismo modo, es muy deseable si se la su premio, no virtud, no se sienten pit 10 saben que hay un premio a la virtud, que es el blanco, » ve sola; y el contento, que & Puede adquirirse sino se sigue dida i

You might also like