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Blood Rites (2) Desbloqueado
Blood Rites (2) Desbloqueado
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on el desafío completo y el corrupto Alfa de Coldspring derrotado,
Fane ahora es libre de completar el vínculo de emparejamiento con
Jacque y realizar los Ritos de Sangre. A pesar de que el desafío
terminó, los efectos son de largo alcance. Una vez que se sabe que Vasile, uno de
los Alfas más poderosos del mundo está en América, especialmente en
Coldspring, Texas, hay un Alfa que no puede pasar por alto la importancia de
esto. Un Alfa que además comparte el ADN de Jacque, pero, ¿es él a quien ella
necesita temer?
Con su mamá al volante y sus dos mejores amigas, Jen y Sally a remolque,
Jacque se pone en marcha hacia su feliz para siempre. Pronto se dará cuenta que 4
ha sido puesto en marcha un plan que cambiará su rumbo y posiblemente la
alejará del agarre de Fane para siempre. Hará falta una manada de lobos, el amor
de su madre, la implacable determinación de sus dos mejores amigas, su propio
deseo de sobrevivir y el amor eterno de su compañero para traerla a casa. La
pregunta sigue siendo la misma, si ella lucha, si resiste, ¿quién será? ¿Qué quedará
de ella una vez que esté de vuelta en los brazos de su compañero?
—
abes, me veré ridícula en eso, ¿verdad? —preguntó Jacque a
Sally mientras miraba el vestido rojo que sus dos mejores
amigas habían colgado en la parte de atrás de la puerta de su
dormitorio—. Quiero decir, ¿por qué no sólo cosen una capucha en él, ponen una
canasta de galletas en mi mano y me envían a ver a la abuelita? —preguntó Jacque
sarcásticamente, pero también algo dramática. No entendía por qué Sally y Jen
insistían en que usara un vestido para la ceremonia de unión. Les había recordado
en varias ocasiones, y lo haría otra vez, que no era una boda. Desde el desafío
todo se había estado moviendo tan rápidamente que realmente no tuvo la 5
oportunidad de vetar su decisión y nadie más parecía dispuesto a saltar en su
defensa. Así que, por desgracia, permanecía en su habitación con sus dos mejores
amigas causando estragos en su vida, tratando de decirle que iba a ponerse este
ridículo vestido rojo.
—Entonces, ¿cómo fueron las cosas con Fane anoche? —preguntó Jen,
sacando a Jacque de sus pensamientos.
—Luego nos besamos. Mucho. Sí, hubo un montón de besos. Ah, y ahí
estaba ronroneando. Pero todas las ropas se quedaron puestas, Jen, lamento
arruinar tu fantasía.
—Tú no estás ni un poco arrepentida por estropear nada. Al menos dime
si es un buen besador —se quejó Jen.
—Lo dice la princesa lobo que nunca se ha unido a un hombre lobo antes
—señaló Jen.
Jacque no pudo reprimir la sonrisa que siguió; debería haber sabido que él
estaría escuchando.
1
Meu inimă: En rumano, significa “mi corazón”.
Sobre todo porque estaba más emocional que de costumbre. Bueno,
realmente no era una declaración justa porque había estado emocional durante
los últimos 5 días. Conocer a tu compañero lobo tiende a hacer eso a una chica.
«Sólo tenía que poner las cosas en su lugar, ¿cómo estás?» Jacque sintió la
calidez que él estaba vertiendo en su mente, el amor que quería que sintiera, y eso
sólo le daba más ganas de estar en sus brazos.
«Pronto, amor.»
«Sigues diciéndolo hombre lobo, ¿cuándo pronto se convertirá en ahora?»
se burló Jacque. «Ahora vete. ¿No es de mala suerte ver a tu compañera antes de
la cosa de la unión?»
Lo oyó reír.
«No, meu inimă, estás pensando que es de mala suerte que el novio vea a
la novia antes de la boda. Puedo verte todo lo que quiera. De hecho puedo ir a
rescatarte de esas dos, si quieres.»
«Está bien, ellas tienen buenas intenciones, son sólo un poco rudas en la 8
ejecución. ¿A qué hora empieza la juerga?» preguntó Jacque.
«Empieza a la 1:00 pm. Te veré allí Pequeña Roja.» La voz de Fane se
desvaneció de su mente y pudo sentir su humor. Oh, ¿no era él tan lindo?,
acopiando la idea de sus dos mejores amigas para una broma de mal gusto,
convirtiéndola en la pequeña niña que casi terminó como la cena del lobo.
—Vaya, qué ojos tan grandes tienes, hombre lobo —dijo Jacque en voz
alta, incapaz de detener su sarcasmo hirviendo.
—¡Qué orejas tan grandes tienes! —continuó Sally con su divertido relajo.
—¡Qué dientes tan grandes tienes! —se burló Sally, con las manos a ambos
lados de la cara.
Jacque se echó a reír con tanta fuerza que había lágrimas corriendo por sus
mejillas. Tan pronto como Sally apartó la mano, Jen añadió rápidamente:
—Así lo hice, mi dulce flor inocente. —Jen comenzó a explicar, pero una
vez más fue frustrada por Sally.
—Vaya, gracias por esa aguda observación, Watson. Bien, ustedes ganan,
saquen las armas grandes.
2
June Cleaver: Protagonista de una serie de televisión antigua; personaje cuya imagen es un estereotipo de
los educados y perfectos padres de los suburbios.
convertido en la versión viva de un cuento de hadas de mal gusto, Sally comenzó
a desabrochar la bolsa mientras tarareaba la canción de marcha nupcial.
—Cuidado, Roja. Realmente odiaría tener que incorporar más del famoso
cuento de hadas en tu ceremonia, pero voy a hacerlo si fuerzas mi mano —
amenazó Sally mientras sacaba el vestido de la bolsa colgando.
Jacque contuvo el aliento ante la vista, tan simple pero muy elegante y
llamativo a la vez. Tuvo que admitir que estaba impresionada con el gusto de sus
amigas. El vestido era principalmente blanco, con una falda de doble vuelo que
llegaba justo por encima de las rodillas. La cintura tenía una faja verde cosida en
el vestido y el vuelo verde sobre la falda tenía algunos arreglos florales. Para
complementarlo, habían añadido una chaqueta bolero verde oscura, de manga
corta abultada, y de satén con bordes rizados corriendo a lo largo del borde del
cuello alto y hacia abajo en las mangas. Era simplemente perfecto.
—¿Podrías por favor dejar de hablar con tu sexy lobo y decirnos lo que
piensas del vestido? —dijo Jen, sacando a Jacque de sus pensamientos.
—Siempre pones esa mirada intensa en tu cara, así que me imagino que o
estás estreñida o bien hablando con Fane. Si no estás hablando con Fane,
entonces debes ver a un médico porque estás estreñida muchas veces —explicó
Jen. Sally se carcajeó por el comentario de Jen y Jacque le dedicó a Jen un gesto
con su mano nada propio de una dama.
—Tengo que admitir que se han superado —les dijo Jacque—. Realmente
es hermoso y de buen gusto, y la chaqueta fue el toque perfecto. Muchísimas
gracias, chicas. Oh mierda, creo que voy a llorar —dijo Jacque, muy a su pesar.
—No empieces las obras de agua, habrá un montón de tiempo para eso
más tarde —se burló Sally.
—Podrías ser cuadrada —le dijo Jen, sus dedos trazando la forma en el
aire.
—¿Decidiste cooperar con tus socias en el crimen para que así no fueras la
primera Caperucita Roja viviente en el mundo? —le preguntó su mamá.
Jen se rió mientras ella y Sally la arrastraban por las escaleras para ayudarla
a vestirse.
—Siéntate, relájate y cálmate, para que pueda arreglar este lío rebelde a lo
que tú llamas cabello.
—Cielos, Jen. Muchas gracias por el recordatorio del hecho de que voy a 12
ser un juguete mordelón más tarde esta noche. No estoy lo suficientemente
nerviosa como estoy ahora ni nada así —le dijo Jacque.
—Sólo estoy diciendo —dijo Jen poniendo los ojos en blanco y encogiendo
sus hombros—. Si fuera yo quien fuera a conseguir una mordida de un caliente,
digno de babear, bola de pelo rumano, vamos a decir que no lo haría que me
persiguiera demasiado tiempo.
—Sin dudarlo, mi dulce flor de pared. Pero más al grano, ¡no sería sólo mi
cuello lo que estaría mordiendo! —Jen al parecer se carcajeó con todas sus ganas
de su propio comentario, ya que casi se cayó de la silla de la risa, aunque el zapato
que Jacque lanzó a su cabeza no mejoró las cosas.
—Todos tenemos que ser algo, Jac. —Jen simplemente tenía que tener la
última palabra, por lo que Jacque y Sally finalmente cedieron.
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George Strait: Es un cantante de música country, actor y productor; con el récord del mundo de mayor
número de canciones para comerciales que han sido número uno.
Sally agarró a Jacque por los hombros y la giró para que estuvieran cara a
cara.
—Eres hermosa, fuerte, con todo ese cabello salvaje y todo. Lo único que
hice fue llamar la atención sobre ese hecho. Por la forma en que Fane te mira,
nunca deberías dudar de tu belleza por dentro o por fuera —le dijo Sally.
—Hombre, Sal, ¿por qué nunca obtengo charlas motivacionales como ésa?
—preguntó Jen.
—Si alguna vez necesitas de una charla motivacional, Jen, con mucho
gusto te la daré. Pero así como son las cosas, eres un ego andante, así que la
mayoría de las veces necesitas ser bajada de las nubes, no subirte a ellas. Lo digo
con todo el amor en mi corazón —se burló Sally de ella.
—Sí, estás bajándome totalmente con todo tu cito, amor, cierro la cita.
¿Qué tal si no me das tanto amor la próxima vez, eh?
—Lávate los dientes antes de ponerte ese vestido —le dijo Sally.
Jacque cerró la puerta del baño y se apoyó en ella. Respiró hondo y cerró
los ojos.
—Puedo hacer esto —dijo en voz alta. No era que tuviera miedo de unirse
con Fane, quería estar con él más que nada. No, estaba aterrada con respecto al
dolor y no tenía muchas ganas de ser mordida. Entonces recordó lo que sintió
cuando pensó que él había muerto. Se dio cuenta que en comparación con ese
sentimiento, una mordida sería pan comido. Con ese pensamiento fue capaz de
avanzar sintiéndose mucho más ligera.
Jacque pronto salió del baño y sus dos mejores amigas se detuvieron y la
miraron con la boca abierta.
—¡Te ves increíble! Fane no será capaz de sacar sus ojos de ti —le dijo Jen. 15
Sally asintió en acuerdo, pero no dijo nada. Jacque miró hacia la cama y
vio que Sally había recuperado su maleta y comenzado a poner ropa en su interior
para ella.
—Vas a estar de vuelta, pero sólo por unos días. Luego estarás empacando
más que una maleta de viaje —le dijo, sonando tan perdida.
—Se lo comenté a mis padres y una vez señalado que me podría dar una
ventaja al entrar en los programas de licenciatura en negocios internacionales,
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Micul incendiu: En rumano, significa “pequeño fuego”.
simplemente resultó que de repente todos estaban interesados, estuvieron
sorprendentemente bien con ello —explicó Jen—. Como que pienso que mi
madre quiere descansar de mí. Ambas saben que si mi mamá y yo estamos en la
misma habitación durante mucho tiempo, es como dos gatos cabreados que han
sido arrojados en agua fría y están listos para arrancarle los ojos a cualquiera. Así
que iba a sorprenderlas más tarde, pero ahora es un momento tan bueno como
cualquier otro. Rumania no sabrá qué lo golpeó cuando termine —bromeó Jen,
aunque la declaración era más cierta que nada.
—¿Te das cuenta que chillar no es para nada sexy y si estamos en Rumania
juntas y tú estás conmigo, mientras estoy tratando de poner mi nombre en alto,
no se te está permitido hacer tanto ruido, no? —le dijo Jen sonando incómoda.
—Lo hice y les dije lo mismo que Jen les dijo a los suyos, teniendo en
cuenta que lo ensayamos entre nosotras, completamente respaldado con viajes de
culpa si toda la referencia de la universidad no funcionaba, y el infierno debe de
haberse congelado, a los cerdos debieron haberles salido alas, y tú debes ser medio
hombre lobo… espera, esa última parte es cierto, ¡el punto es que dijeron que sí!
—Mi dulce Sally, el punto es que acabas de admitir que voy a tener éxito
en pescar a un nuevo galán, de ahí que la cacería caliente, sin duda, funcionará.
Rin, rin, rin, yo gano —intervino Jen.
Jacque puso los ojos en blanco a sus dos mejores amigas.
—Estoy pensando que a sus padres no se les hizo difícil considerar el hecho
de que ustedes dos vayan a Rumania. No sé, es sólo una corazonada.
«Hombre lobo, nos dirigimos a tu camino, espero que estés listo para esto»
le envió Jacque a Fane.
«He estado listo para ti desde que puse mis ojos en ti. Cuídate, te veré
pronto.» Fane envió las palabras con una caricia que causó que Jacque temblara.
A medida que salían de la calzada, Jacque apoyó su cabeza contra el
respaldo, cerró sus ojos e imaginó el rostro de Fane, su futuro.
Traducido por Nelshia
Tan pronto como él había oído que el Alfa Vasile estaba allí, él había
enviado a Logan para averiguar lo que le había hecho viajar tan lejos de casa.
Dillon había estado en shock cuando Logan llamó para decirle que Lilly tenía
una hija, y que ella tenía diecisiete años. Habían pasado diecisiete años desde la
última vez que Dillon había puesto sus ojos en Lilly Pierce. Diecisiete años desde
que había encontrado a su pareja y empacado sus maletas sólo dejándole a Lilly
una nota en despedida. Fue una salida muy cobarde, pero no había sabido cómo
enfrentarla sabiendo que iba a desgarrarle a ambos sus corazones. Le había dicho
a Lilly que el día en el cual él no tendría más remedio que irse podría llegar. Eso
no lo había hecho más fácil. La prueba irrevocable, sin embargo, estaba en las
fotos. La hija de Lilly era la viva imagen de sí mismo.
Dillon no era un hombre grande, midiendo un metro sesenta centímetros,
y 86 kilos. Era de hombros anchos, como la mayoría de los Canis Lupis, sólo
viéndose reforzado por su estrecha cintura y las camisetas de ajuste exacto que a
menudo prefería.
Con el cabello castaño rojizo con ondas sutiles en él y los mismos ojos
verdes penetrantes como la chica de las fotos, no podría negarla más de lo que
podía negar su reflejo en el espejo. Su rostro era más angular que el de la chica,
quien Logan había dicho se llamaba Jacquelyn, cuyo rostro era más suave y
redondo.
Vio trazos de Lilly aquí y allá. Jacque tenía la sonrisa pícara de su madre,
y aunque el color de sus ojos igualaba el suyo, ellos contenían el humor que tantas
veces había visto en Lilly. Como su madre era tan sorprendente bella. Pensó un
momento en el hecho de que Lilly había llamado a su hija por la abuela de Dillon.
Aunque Lilly nunca hubiera conocido a su abuela, él le había hablado de ella a
menudo, compartiendo con Lilly el impacto que tuvo en su crecimiento. No
podía tomar el crédito por su rápido ingenio y con frecuencia lengua malvada,
eso era todo de la abuela Jacquelyn. 19
—Tu hija está por ser ligada al hijo de Vasile —le dijo Logan, sacándolo
de su breve paseo por el carril de su memoria. La seca indiferencia en la voz de
su Beta no reveló si le importaba de un modo u otro. Dillon se volvió hacia él,
queriendo confirmar que su lenguaje corporal hacía juego con sus palabras.
Logan se veía tan serio y severo como siempre. Con un metro ochenta y seis
centímetros, y 113 kilos de músculo, Logan era un ser intimidante. Él también
tenía el pecho ancho, una cintura estrecha y era evidente por sus uniformes negros
ceñidos que tenía piernas musculosas. Su cabello castaño oscuro lo llevaba más
largo que la mayoría de los lobos de Dillon, casi tocando sus hombros, pero la
mayor parte del tiempo lo tenía recogido. Tenía los pómulos altos, una nariz
ligeramente torcida por haber sido rota muchas veces en su larga vida, y Dillon
había oído a más de una mujer decir que los labios de Logan fueron hechos para
el pecado, lo que sea que eso significara.
—Fane, el hijo del Alfa, tuvo que competir en un desafío contra otro Alfa
que estaba tratando de reclamar a Jacque. Tal vez es la forma que Vasile tiene de
detener a su hijo de estar luchando contra otros que quieran reclamar a tu hija —
ofreció Logan.
—Tengo que admitir que es impresionante que Fane, siendo tan joven
como es, fuera capaz de derrotar a un Alfa tan fuerte —reconoció Dillon.
Aun así, la idea de que su niña tenga compañero a los 17 erizaba su pelaje
de la manera equivocada. A pesar de que en realidad no tenía el derecho de decir
lo que podía o no podía hacer, ella ni siquiera sabía quién era él. Tal vez, decidió,
lo mejor por ahora era observar desde la distancia.
—Se hará como tú has dicho, Alfa —respondió Logan de manera formal.
Dillon dispensó a Logan para partir, dejándolo solo en su estudio con sus
pensamientos. Él había estado manteniendo estos pensamientos bloqueados de
su compañera. No sabía cómo iba a responder a la noticia de que tenía una hija
con otra mujer. No, por el momento mantendría este secreto un poco más.
***
Logan estaba sentado fuera de la casa de Lilly Pierce cuando ella salió de
la calzada. Apenas había regresado a la ciudad para verlos partir a la ceremonia
de unión de Jacque. Por suerte, había puesto en marcha su plan antes de haber
informado a su Alfa. Había sido tan fácil obtener información de la manada de
Coldspring, considerando que no había ninguno más dominante que él. Luego
sólo hizo un poco de espionaje fuera de la ventana de Jacque para obtener toda
la información que necesitaba de su agenda y un cronograma de la ceremonia de
unión. Odiaba ser insubordinado, por lo general se enorgullecía de su fiel
obediencia a su Alfa, pero en esta situación no creía que su Alfa estuviera
tomando las medidas adecuadas para proteger a su cachorra. Logan había
decidido que era su deber intervenir, ya que estaba interesado emocionalmente
en Jacque.
Sentía que era capaz de ver la situación con mayor objetividad. Eso era lo
que se decía, de todos modos. La verdad era que Jacque Pierce era única. Ella era
especial, y demasiado nueva en este mundo para decidir que el primer lobo que
conoció fuera su compañero. Era su trabajo como Beta de su padre el protegerla
y demostrarle que había más de un lobo en la guarida. Una vez más, eso era lo
que se decía.
Los humanos eran tan fáciles de persuadir, sin ningún sentido de lealtad,
no tenían ningún problema en traicionar a los que habían sido amables con ellos.
Pero ese no era su problema, y había trabajado en su favor. En el momento en
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que Lilly estaba girando en la calle que la llevaría a su librería, se puso en marcha
y se dirigió hacia el lugar por el que sabía que tendrían que pasar una vez que
continuaran a la casa de Vasile.
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Traducido por Nelshia
ane había pasado la mañana sin hacer absolutamente nada más que
conversar periódicamente con Jacquelyn. Combatir verbalmente
con ella era una de sus cosas favoritas. Nadie le permitiría ayudar a
preparar la ceremonia, con su padre diciendo que Fane tenía que aprovechar este
momento para prepararse para su Luna, y para esta noche. Con toda honestidad,
Fane estaba tratando de no pensar en ello, o al menos una parte de ello: los Ritos
de Sangre. Sabía que Jacquelyn estaba nerviosa acerca de ello y él también. Le
había preguntado a su padre lo que tenía que hacer y todo lo que había dicho era
que el instinto se haría cargo y la magia del lazo de compañeros ayudaría. Tan 23
nervioso como estaba por la cercanía de realizar los Ritos de Sangre, su lobo
gruñó ante la idea de ellos marcando el cuello de Jacquelyn para que todos los
Canis Lupis lo vieran. Se dio cuenta que su lobo estaba inquieto, deseoso de
terminar la unión. Fane decidió que tenía que dejar salir al lobo por un tiempo,
dejarlo agotar un poco de su energía.
Fane se lanzó por última vez, empujando su largo cuerpo al límite con sus
patas traseras y dejando caer sus mandíbulas primero en la parte superior de su
presa, rompiéndole la espalda al instante. El lobo disfrutó de los despojos de la
caza, y una vez que estuvo lleno encontró un lugar soleado, la hierba cálida por
los rayos del sol, y se acostó, rodando de costado. Sintiendo la calidez del aire
ondular su pelaje, la mente de Fane se extendió hacia Jacquelyn sin tener la
intención de hacerlo. Era como si su alma necesitara sentir su otra mitad y si
pasaba mucho tiempo sin ese contacto, se volvería despojado e inquieto. No le
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dijo nada; sólo se deslizó en sus pensamientos, disfrutando de estar con ella,
incluso si no la podía tocar físicamente.
Una vez que el lobo estuvo contento de que su compañera estuviera a salvo,
se levantó, se sacudió la hierba y la suciedad, y comenzó la carrera de regreso a
la casa de huéspedes. Necesitaría una ducha después de su carrera y aún tenía que
escribir sus votos. Estaba realmente luchando con qué decirle a Jacquelyn; sabía
lo que sentía, pero no podía encontrar las palabras adecuadas para decírselo.
«He estado listo para ti desde que puse mis ojos en ti. Cuídate, te veré
pronto» le dijo mientras se imaginaba acariciando su suave rostro. Le envió esa
sensación también y la sintió estremecerse en respuesta. Eso le hizo sonreír aún
más grande.
—Te he traído los votos que van a decir durante la ceremonia, y quería
preguntarte si ya habías conseguido una ofrenda para Jacque.
—Sé que ella no está lista para pasar por el ritual del matrimonio humano.
He tratado de explicarle que la unión es más permanente que el matrimonio, pero
aun así ella quiere esperar. A través de la ceremonia de unión tendrá mi marca,
mi esencia, y eso le dirá a todo Canis Lupis que está emparejada, pero los machos
humanos no lo reconocerán. Ellos, sin embargo, reconocerán un anillo de
compromiso —explicó Fane.
Fane abrió la pequeña caja negra para mostrar a su madre el anillo que
había elegido para poner en el dedo de la única mujer que completaría su alma.
El anillo consistía de una ancha banda de platino, y grabado en todo el camino
alrededor del mismo estaba en rumano las palabras: “finalizarea, absolut, chiar,
intreg”5, y en el centro había un muy raro diamante rojo, en un corte marquesina.
—El día que hablé con Da y me dijo que Sorin iba a venir, llamé a Sorin y
le pedí que buscara en las bóvedas de la mansión de la manada una piedra roja
para la banda. Pensé que con el enorme tamaño de la bóveda y los siglos de cosas
acumuladas seguramente podría encontrar una. Sabía que la ceremonia de unión
se llevaría a cabo antes de lo previsto inicialmente y quería que el anillo estuviera 26
listo. El día que Sorin llevó a Lilly a su librería hizo una parada en una joyería,
mientras Lilly estaba trabajando, y pidió que colocaran la piedra. La quería roja
por dos razones. Una, es que ella es mi micul incendiu, con tanta personalidad,
toda en un paquete tan pequeño; y dos, será un recuerdo de este día en el que
ambos derramamos sangre para unir nuestras almas entre sí.
Fane de repente se dejó caer sobre el sofá, su cara acunada en sus manos.
—Mamá, ¿cómo es posible amar a alguien con tanta intensidad, tanto que
a veces se siente que va a hacer que tu corazón explote porque no puedes
contenerlo? —Fane miró a su madre, con los ojos fruncidos, su boca apretada.
5
Finalizarea, absolut, chiar, intreg: Completa, absoluta, inamovible, todo.
ahora sé que lo sientes, que nadie en este mundo alguna vez te querrá como ella
lo hará. Han nacido para amarse y ese amor crecerá más fuerte a medida que pase
el tiempo. —Alina limpió una lágrima de su mejilla mientras miraba al rostro que
había visto crecer desde un bebé a un fuerte macho Alfa.
—¿Qué pasa si no la hago feliz? —La voz de Fane surgió muy suave,
mezclada con miedo y preocupación.
—Estos son tus votos, puedes añadirle algo, pero la primera parte debes
decirla, para que se solidifique la unión. —Entonces se volvió para irse.
Fane se puso de pie, y antes de que su madre pudiera salir por la puerta,
dijo:
6
Iubesc fiul: Te quiero hijo.
entregarás a mí? ¿Calmando finalmente a la bestia en mi
interior, poniendo orden en el caos, llevando luz a donde sólo
ha habido oscuridad? ¿Vincularás tu vida a la mía, tu destino
al mío, y tu alma a la mía y, al hacerlo, completar el vínculo de
emparejamiento?
—Me dijo alrededor de las 12:15 que se dirigían hacia nosotros. Sonaba
bien, en ningún peligro —respondió Fane. No podía dejar de mirar a su alrededor,
esperando en cualquier momento ser emboscados, pero por qué, no tenía ni idea.
Vasile estaba a medio camino de vuelta a la casa principal antes de que
Fane siquiera se diera cuenta que se había alejado.
—¿Hola?
—Brian, es Fane. ¿Has visto a Lilly y a las chicas irse hoy? —habló Fane
en tono cortante, controlándose por un hilo.
—No lo sé, pero creo que algo pudo haberles ocurrido. Si tienes noticias de
ellas, por favor llámame enseguida. —Fane colgó antes de que Brian pudiera
responder. Sus manos temblaban cuando puso el teléfono en el asiento de al lado.
Cerró los ojos y se concentró lo más fuerte que pudo en Jacquelyn, en su rostro,
el sonido de su voz, el color de su cabello, cada detalle que se le ocurría y extendió
con un empuje su poder.
«Jacquelyn, dime dónde estás.» Nada. «Luna, por favor, respóndeme, si no
puedes con palabras, dame algo, un sentimiento, una imagen en tu mente, algo
que me diga que todavía estás conmigo.» Fane estaba cada vez más desesperado
a medida que pasaba más tiempo sin escuchar una respuesta de ella.
—No que yo sepa, pero todavía no he sido capaz de comunicarme con ella.
Cuando me hizo saber que estaban en camino no mencionó pasar por la libreria 30
—le dijo Fane a sus padres.
—Si no puedes comunicarte con ella, lo más probable es que signifique que
está inconsciente.
El lobo de Fane se sometió de mala gana, pero sólo apenas, por la presencia
de su Alfa. Finalmente dieron vuelta en la esquina y se encontraron en la calle de
la librería de Lilly. Mientras conducían delante de ella no vieron ninguna señal
del vehículo de Lilly, pero podían oír sirenas adelante. Mientras más avanzaban
comenzaron a ver humo y luego llamas de color naranja fulgurando alrededor de
una camioneta que yacía boca abajo en la cuneta. Tan pronto como Fane vio el
fuego, y antes de que su madre pudiera detener el auto, salió por la puerta
corriendo a la velocidad del lobo, sin importarle que llamara la atención, sin
importarle si la gente se daba cuenta que no había forma de que un ser humano
pudiera correr tan rápido. Al acercarse al vehículo, vio cuatro figuras en la cuneta
cerca de la carretera, tan lejos de los restos en llamas como podían llegar sin estar
en el camino. Cuatro figuras, dos sentadas y dos acostadas, sin hacer ningún
movimiento. El lobo de Fane se empujó hacia adelante, con los ojos volviéndose
azul lobo, sus dientes cada vez más largos, mientras luchaba para mantener su
forma, corriendo hasta su compañera inconsciente.
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Traducido por LizC
—Habla Lilly.
—No estoy muy segura. Era Jeff, él es uno de mis gerentes asistentes y dice
que hay un cliente furioso exigiendo verme. Jeff parecía muy preocupado por él,
así que creo que tengo que pasar por allá, pero voy a hacerlo rápido.
—No es gran cosa, el hombre lobo puede esperar unos minutos. No voy a
decirle que nos vamos a demorar, vamos a hacerlo sudar un poco cuando yo no
aparezca exactamente a la 1 —dijo Jacque con una sonrisa pícara.
—No creo que a ti y Jen deban permitírseles pasar más el tiempo juntas,
Jacque, está comenzando a cambiarte y no puedo controlar más que una bruja
malvada a la vez —dijo Sally con sarcasmo.
—No hay nada malo en hacer al hombre sudar un poco. Quiero decir,
vamos, él fingió su muerte y casi llevó a nuestra pequeña y dulce Jacque a la
locura. Todo vale en el amor y la guerra, nena.
—Bueno, ¿qué pasó con el cliente que estaba tan molesto? —preguntó
Lilly.
Aunque Jacque se había dado cuenta que no había estado percibiendo las
emociones últimamente, pudo sentir que algo no estaba bien.
—Sí, estoy de acuerdo, Jac. Estoy percibiendo una mala vibra —agregó
Jen.
Lilly se sentía de la misma manera, algo estaba mal. Tenían que irse, pero
no se sentía cómoda dejando la tienda abierta. Se volvió hacia Lisa y le dijo que
les dijera educadamente a los clientes que se había producido una situación de
emergencia y que la tienda tenía que cerrar, y luego le pidió que cerrara con llave.
—No estoy muy segura. Jeff siempre ha parecido honesto. No entiendo por
qué iba a mentir acerca de un cliente furioso —respondió Lilly.
—Tal vez es uno de esos empleados descontentos que se les vuelan los
tapones de la cabeza porque no consiguió ese aumento que quería. O tal vez tiene
uno de esos problemas donde alucinas y ves cosas que no existen. O tal vez es un 34
drogadicto, de modo que está alucinando y viendo cosas que no existen, o
hmphmm… —Antes de que Jen pudiera continuar, Sally colocó una mano sobre
la boca de Jen.
—Sí, sí, sabemos que sólo decías —tradujo Jacque por ella.
—Bueno, sea como sea que se les volaron los tapones de la cabeza, como
Jen tan elocuentemente dijo, eso sólo se convirtió en el menor de sus problemas
teniendo en cuenta que me mintió y luego se fue en medio de su turno. —Lilly se
pellizcó el puente de la nariz. Era en momentos como estos que ser dueño de su
propio negocio parecía la menos brillante de todas sus brillantes ideas.
Estaba tan confundida que no entendía lo que había sucedido. Por último,
los giros se detuvieron y cuando el auto se detuvo discordante, Jacque sintió que
su cabeza golpeó el vidrio de la ventana de su lado y luego todo se quedó en
silencio.
—Si por bien te refieres a que mis oídos están resonando en mi cabeza, si
mi pierna está toda raspada como el infierno, el cinturón de seguridad hizo una
herida en mi cuello y nuestro apestoso auto acaba de hacer giros como en el tango
a un lado de una zanja, entonces sí, Sally, estamos bien —respondió Jen.
—Jacque, ¿estás con nosotras? —preguntó Jen. Seguía sin haber respuesta.
—Me golpeé la cabeza muy fuerte, pero por lo demás estoy bien —
respondió Lilly. Miró a Jacque en el asiento del acompañante y vio que ella estaba
inconsciente, muy pálida y con sangre corriendo por su rostro. Lilly respiró hondo
y soltó el aire lentamente mientras se estiraba, con la mano temblorosa, para
comprobar su pulso y, aunque podía sentir que había, no creía que fuera tan fuerte
como debería ser.
—Bien, pues estoy pensando que eso no es una buena cosa —dijo Jen, con
la voz temblorosa a pesar de su decisión de no perder la calma.
—Pero ¿qué hay del fuego? Nos vamos a quemar. ¿Cómo vamos a
deslizarla? ¿Qué pasa si su cuello está roto? Se supone que no debes mover a
alguien que podría tener una lesión en la columna. ¿Qué…? ¡OHHHH, SANTA
MIERDA! ¿Qué fue eso, vaca psicópata? —gritó Sally mientras colocaba una
mano en la mejilla que Jen había abofeteado.
—Jen, ¿qué hago? Las llamas nos van a quemar a todas si intentamos
sacarla —gritó Sally por encima de las llamas rugientes.
—Sí, hay agua. —Ella se inclinó, con las manos en las rodillas, jadeando
con todo el humo girando a su alrededor.
Jen, una vez más, colocó los brazos por debajo de las axilas de Jacque y la
levantó. Sally agarró las piernas de Jacque y a la cuenta de tres, Sally tiró y Jen
empujó. Con una fuerza que ni podrían haber soñado alguna vez, sacaron el
cuerpo inerte de Jacque a través de la ventana. Jen vio las llamas saltar hacia
adelante y abrasar las piernas de Jacque. Pensó que esto despertaría a su amiga,
pero Jacque no se movió. Finalmente, la parte superior del cuerpo de Jacque
estaba pasando a través de la ventana, lo cual puso a Jen directamente en la línea
de fuego, literalmente. Jen sintió las llamas en su piel desnuda y no pudo evitar
el grito que se forzó desde sus pulmones. Las llamas golpeando su piel se
comportaban como un látigo cortante haciéndola seguir adelante en movimiento.
Empujó con todas sus fuerzas, lanzándose hacia adelante, pero justo antes
de que pudiera sacarla a ella y a Jacque lo suficientemente lejos de la camioneta
en llamas, hubo una enorme explosión, un destello de luz, dolor punzante y luego
Jen no vio nada más.
—Agarra los brazos de Jen, dale la vuelta sobre su espalda y empieza a tirar
39
tan rápido como puedas. No te preocupes por su piel, se curará. Tenemos que
sacarlas lo más lejos posible de ese vehículo en caso de que estalle de nuevo. —
Lilly saltó a la acción, finalmente, dándose cuenta de la seriedad de la situación
y controlándose.
—Está bien, está bien, vamos a hacer esto —dijo Sally mientras agarraba a
Jen, la giraba sobre su espalda y comenzaba a tirar y caminar hacia atrás tan
rápido como pudo.
Lilly agarró a Jacque por los brazos y comenzó a arrastrarla también hacia
atrás lejos de las llamas. Cuando por fin habían llegado a buena distancia, cayeron
al lado de las dos siluetas inconscientes. Sally de inmediato comprobó si Jen
estaba respirando. Lo estaba, pero sonaba forzado. Ambas chicas estaban
severamente quemadas, pero estaban vivas, y en ese momento eso era todo lo que
importaba.
Sally oyó las sirenas a todo volumen y pensó que alguien que había visto
el humo debió haber llamado al 911. Las sirenas parecían muy cercanas, pero eso
no fue lo que vio primero. De pronto, en medio del humo, Sally vio una silueta
corriendo hacia ellas, moviéndose más rápido de lo que creía posible. Fane vino
a detenerse bruscamente frente a la inmóvil Jacque boca abajo. Él se arrodilló a
su lado y, respirando hondo, dejó escapar un aullido lastimero de tristeza y furia.
40
Traducido por LizC
Escuchó a su padre decir a Decebel que fuera con Jen. Fane sólo podía
suponer que había percibido el espectáculo de emociones de Decebel
anteriormente y decidió utilizarlo en su provecho por ahora. Después de todo, un
buen Alfa siempre utiliza sus lobos en la medida de sus posibilidades. Fane sólo
podía esperar que su Alfa estuviera utilizando a los otros lobos para averiguar
exactamente lo que había sucedido. Sally y Lilly estaban siendo conducidas a otra
ambulancia y Fane vio a su madre subir en la ambulancia con ellas.
El padre de Fane caminó hacia él justo antes de que cerraran las puertas de
la ambulancia.
El trayecto hasta el hospital fue tenso, el aire espeso con el miedo y la ira
de Fane. Estar en la pequeña área cerrada y sin mucho espacio para moverse si
necesitaba defender a su compañera estaba poniendo al lobo inquieto. La
paramédico que viajaba en la parte trasera con Jacquelyn y Fane siguió
disparando miradas nerviosas a Fane. Los seres humanos a menudo sabían que
estaban en la presencia de depredadores cuando estaban alrededor de los hombres 42
lobo, a pesar de que no sabían que existían. Cuando por fin llegaron al hospital,
Fane estaba más que listo para que su compañera saliera de la caja cerrada y
entrara a un lugar más defendible.
El lobo en Fane miró a los ojos de Vasile por tres segundos antes de que
finalmente cayera en sumisión. Con eso, Vasile se volvió y salió, dirigiéndose 43
hacia los gruñidos feroces. Dio la vuelta en la esquina a otra sala de operaciones
para encontrar a Decebel agachado delante del cuerpo de Jen, el cual yacía
inmóvil en la camilla.
—¿Qué demonios? —gruñó Vasile. Decebel gruñía sin control, con los ojos
brillando dorados. Varias personas en batas de color azul estaban de pie frente a
él, en posturas defensivas tratando de explicarle que estaban tratando de ayudarla
y tenían que tocarla con el fin de hacer eso. Decebel no se movía. Su lobo estaba
en control. Vasile dio un paso hacia adelante, empujando suavemente a uno de
los seres humanos vestidos de azul fuera de su camino. Gruñó a Decebel y al igual
que con Fane empujó su poder Alfa adelante.
—Estaba velando por ella. Tú estabas con Fane, Alina estaba con Sally y
Lilly. No había nadie más que yo para asegurarme de que los humanos no le
hicieran daño a ella. —Las palabras de Decebel le sonaron ciertas a Vasile, pero
él percibió una emoción subyacente la cual no creyó que Decebel fuera
consciente.
—Su familia estará pronto aquí, Alina los ha llamado. Cuando lleguen,
puedes dejar que ellos se encarguen de ella. Hasta entonces te pediré que
permanezcas de pie fuera de esta puerta y si el médico sale antes de que sus padres 44
estén aquí, obtén toda la información que él te diga para que puedas transmitirla.
¿Entendido?
—Una cosa más, Beta. Mantén a tu lobo bajo control —le advirtió Vasile.
***
—¿Qué fue todo eso? —le preguntó Fane a su padre cuando Vasile se
acercó a él. Fane seguía de pie exactamente donde Vasile le había dejado, en
frente de la sala de operaciones donde estaba siendo tratada Jacquelyn.
—Tampoco sé qué hacer con él, pero cuando giré por esa esquina hasta la
habitación que Decebel estaba cuidando, no dejó que ninguno de los empleados
llegara a su lado. Cuando empezaron a desnudarla, me empujó fuera de la
habitación —explicó Vasile, con el ceño fruncido, su voz llena de incredulidad a
pesar de que lo había visto todo con sus propios ojos.
Fane no supo cómo responder a eso, pero sabía que no podía preocuparse
de eso ahora, porque lo único en que podía pensar era en su compañera. Siguió
viendo su cuerpo inerte, la única señal de vida era su respiración y pulso. Sin la
actitud valiente, sin su suave toque. Cerró los ojos, apagando sus emociones para 45
poder mantener a su lobo bajo control.
***
—Jacque está en esta sala de operaciones y Jen está al final del pasillo.
Decebel está vigilando su puerta —le dijo Fane. Los hombros de Lilly se
desplomaron y su cabeza cayó hacia adelante mientras las lágrimas silenciosas
caían al suelo.
—Justo antes del ruido fuerte y después que perdiera el control, Jen señaló
a este apuesto hombre a un lado de la carretera. Parecía que podría haber tenido
un pinchazo o algo así. No puede haber estado lejos de donde fue el accidente, él
tuvo que haberlo visto. —Lilly estaba empezando a sonar frenética.
—No, no había nadie, sólo las chicas —le dijo Fane, rememorando la
imagen de la silueta herida de Jacquelyn a la vanguardia de su mente. Cerró los
ojos y deseó que la imagen desapareciera.
—Sally, Lilly, ¿ambas están bien? —les preguntó Fane, tratando de dejar
de pensar en las imágenes del accidente.
—Si tienen todo bajo control por aquí creo que voy a ir a hacerle compañía
a Decebel mientras esperamos noticias de las dos —les dijo Sally.
—Creo que sería una muy buena idea —coincidió Vasile. Sally encontró
extraño este comentario, pero no respondió, simplemente se volvió y caminó por
el pasillo hasta encontrar a Decebel.
Una vez más, el pensamiento de que la espera no sólo apestaba, sino que
era una completa y absoluta mierda, cruzó por la mente de Fane.
Traducido por LizC
ally permaneció al otro lado del pasillo de Decebel. Ella sabía que él
era un hombre grande, pero en este pasillo, con sus facciones como
piedra sin revelar nada de sus pensamientos y emociones, parecía
positivamente enorme. Su único reconocimiento de ella cuando se acercó fue un
leve movimiento de cabeza. Sally no pudo dejar de pensar que en cualquier
momento iba a reventar con un lenguaje tipo: “yo Decebel, tú Sally”. Ese
pensamiento trajo una sonrisa a su cara. Sabía que era un comentario que Jen
habría apreciado. Ya que ella podía notar que él no iba a convertirse en el
conversador del año, podría al menos tratar de conseguir un poco de él. 48
—¿Cómo estás, Decebel? —Bien, Sally admitiría que dadas las
circunstancias tal vez esa fue una pregunta: “¿realmente acabas de decir eso?”,
pero bueno, eso fue todo lo que se le pudo ocurrir.
—Estoy bien. ¿Cómo estás tú? —Ven, Decebel pensó para sí, puedo ser
accesible cuando pongo mi mente en ello.
—No con esas palabras. Tienes que entender que a Jen le gustan los chicos.
Bueno, a ella le gustan los chicos calientes. —Sally notó que ahí estaba esa tensión
ligeramente en todo su rostro de nuevo, pero esta vez la mención de Jen y los
chicos en una misma frase pareció provocarlo. Voy a tener que hacer un poco de
trabajo detectivesco, se dijo—. Pero ella no sale mucho porque, a pesar de sus
asperezas, es muy inteligente y se aburre fácilmente. Así que si el paquete exterior
es interesante, pero el interior es una mierda, sólo se conformará con comerse con
los ojos al paquete desde la distancia.
49
Antes de que Decebel pudiera considerar sus palabras o responder, la
puerta de la sala de operaciones se abrió. Decebel se volvió bruscamente,
quedándose directamente delante de un hombre medio calvo, de mediana edad
con ojos saltones y una barbilla fuerte. Sus ojos se abrieron repentinamente
cuando miró a Decebel, quien se dio cuenta que su lobo debía haber estado
viéndose a través de sus ojos, porque la mandíbula del médico cayó abierta.
Sally dio un paso al frente de Decebel y puso su sonrisa más dulce. Miró al
distintivo con el nombre del médico antes de hablar.
—¿Tiene Jen algún familiar por aquí? ¿Sus padres, tías, tíos?
—Sí, bueno, las cosas son diferentes en otros países. Pero ya ve, Jen va a
cumplir 18 en tan sólo un par de semanas y es por eso que Decebel está aquí
ahora, porque…
—Me dirá cómo está. —Sally lo fulminó con la mirada y él de mala gana 50
agregó—: Por favor.
Sally decidió que el Dr. Thomas sólo quería terminar con ellos porque
finalmente desistió.
—Eso estará bien. Las enfermeras me notificarán tan pronto como sus
padres lleguen e iré a hablar con ellos acerca de su tratamiento. —El Dr. Thomas
le dio a Decebel una última mirada penetrante, por añadidura asumió Sally, pero
cuando Decebel entrecerró esos ojos amarillos suyos en el doctor, él
repentinamente se dio la vuelta y, con pasos apresurados, se alejó.
—Voy a ir hasta Vasile para dejarle saber lo que está pasando con Jen. Ve
con ella, enviaré a Alina para que te acompañe.
—Sólo uno, todo lo que quiero es un maldito lobo que no sea mandón,
cabezón, gruñón, peludo e idiota —murmuró Sally al techo cuando se volvió para
seguir la camilla—. Es tan jodidamente mucho pedir.
***
Fane vio a Decebel venir por el pasillo hacia ellos. Supuso que esto
significaba que le habían dado noticias sobre Jen. ¿Por qué estaban tardando tanto
con Jacquelyn? Justo cuando iba a preguntarle a Decebel lo que sabía, la puerta
de la sala de Jacquelyn se abrió y una mujer de baja estatura, que parecía estar en
los mediados de sus años treinta, surgió. Llevaba el cabello corto de una manera
práctica y sus ojos hablaban de alguien que había visto demasiado dolor en su
vida. Nada de eso mantuvo la atención de Fane cuanto captó el olor de la mujer.
Su cabeza se giró hacia su padre. Él vio que la mirada de Vasile era decidida y
que también estaba evaluando el aire. Ante el apenas aparente asentimiento que
su padre le dio, Fane confirmó lo que había pensado al principio, esta mujer era
una Canis Lupis.
Fane dejó escapar un gruñido que hizo que la cabeza de la doctora Steele
se girara para mirarlo.
—Doctora Steele, necesitamos que sea clara con nosotros acerca de todo
lo que sabe sobre su condición. ¿Entiende lo que digo?
—Usted no tiene que empujar toda esa mierda de Alfa sobre mí, Vasile
Lupei, sé quién es usted y sé quién es su cachorro, teniendo en cuenta que mató
a mi hermano hace apenas un día —le espetó. Fane y Decebel se tensaron ante el
tono de voz que la mujer fue lo suficientemente valiente como para utilizar en su
Alfa. Vasile lo tomó con calma.
Fane le interrumpió.
—Creo que no me has oído bien. Tengo que ver a mi compañera ahora. —
Los ojos de Fane continuaron fulgurando y su piel se estremeció con la necesidad
de cambiar.
—¿Compañera? ¿No crees que ambos son un poco joven para decidir algo
permanente? 54
—No puedo, ni quiero, cambiar lo que el destino ha elegido para mí. Ella
es mía y ya sea que tú vas a llevarme hasta ella o yo derribaré este hospital en
pedazos para encontrarla.
—¿Quieres que salga? —Fane odiaba pedirle eso a ella, pero necesitaba
unos minutos a solas con su Luna.
—Sí, por favor. —Su voz era tensa ya que se contenía. Lilly asintió, le dio
a Jacquelyn un rápido beso en su mano vendada y luego salió de la habitación,
cerrando la puerta detrás de ella. Por fin eran sólo Jacquelyn y él. Se acercó
lentamente a su cama, con miedo de que el momento fuera sólo un espejismo y
se evaporara ante sus ojos si él siquiera respiraba profundamente. Pero cuando
llegó a su lado, ella todavía estaba allí, no siendo un producto de su imaginación, 55
sino de verdad, en carne y hueso.
—¿Puedo quedarme con ella? —preguntó Fane, sin apartar los ojos de
Jacquelyn.
***
El oscuro silencio ocupó el espacio que la voz de su Luna una vez llenó,
pero pasó la segunda semana tratando de sacarla desde el lugar enigmático en que
ella residía. Su concentración se vio interrumpida cuando Decebel dijo:
—Me gustaría que hubiera algo que pudiera matar. —Mientras estaban
sentados en la sala de espera familiar en el piso de la unidad de quemados, las
mismas sillas en las que ambos habían establecido su residencia en las últimas dos
semanas.
***
Era increíble lo mucho que se había curado en el último mes. Su piel estaba
en carne viva y rosa donde las quemaduras habían estado pero se podía ver que
la nueva piel estaba entretejiéndose junta rápidamente. La doctora Steele le había
dicho que su pierna estaba completamente curada. Ella había tenido que revisar
a través de los registros médicos de Jacquelyn para alterar algunos de los últimos
descubrimientos, porque no había manera de que pudiera justificar que la pierna
rota de una persona se curara por completo en cuatro semanas. También le había
dicho que todavía no estaban fuera de peligro con respecto a la sangre humana
que había recibido.
Jacquelyn había estado teniendo una fiebre constante durante las últimas
tres semanas y la doctora Steele también dijo que su conteo de glóbulos blancos
era elevado, lo que significa que su cuerpo estaba luchando contra una infección.
Ya sea que la infección fuera de las quemaduras, o tenía algo que ver con la
sangre, no lo sabía. Así que él continuó esperando, y esperando un poco más.
Antes de irse, se inclinó y la besó en la frente, y como hacía todos los días
le susurró su nombre a través de su vínculo. «Jacquelyn, vuelve a mí.» Anhelaba
ver sus ojos color esmeralda mirando fijamente los de él.
«¿Fane?»
Fane se acercó más, como si la proximidad ayudara con su vínculo mental.
«Estoy aquí, Luna. ¿Puedes abrir los ojos para mí?» le preguntó,
desesperado por traerla de vuelta a este mundo.
Ella no le respondió, y él pensó que tal vez había escapado otra vez, pero
de repente estaba mirando dentro de un mar de verde. El aliento abandonó sus
pulmones cuando vio la luz volver despacio en ellos.
Fane no se dio cuenta que había derramado una sola lágrima hasta que ella
le susurró con una voz seca y ronca:
—Estoy tan drogada que no puedo sentir nada en este momento, así que
recuéstate sobre mí —le dijo con una sonrisa débil.
Fane se inclinó hacia delante con tanta suavidad como pudo y colocó un
brazo alrededor de su cintura. Apoyó la cabeza en su hombro, poniendo
efectivamente sus labios justo contra la curva de su cuello, en sus hombros. La
besó con tanta suavidad como pudo y sintió a su lobo retumbar de alegría.
Lilly dejó escapar un suspiro estremecido y las lágrimas cayeron por sus
mejillas mientras miraba a su hija. Caminó hacia adelante mientras Fane se hacía
a un lado para permitirle el acceso a Jacque.
—Sí, bueno, estarían perdidos sin mí, así que tuve que volver. —Jacque se
inclinó hacia su madre, mientras Lilly la besaba suavemente en la frente. 60
—Te amo, Jacque.
—Un mes, Luna —le dijo Fane suavemente mientras apartaba suavemente
algunos mechones de su frente.
***
—He tenido que disponer para que compartas una habitación con tu
amiga, Jen. Lilly ha dado su consentimiento para ello. Jacque, ¿está bien contigo?
—le preguntó la doctora Steele.
—Nada me haría más feliz —le dijo a la doctora, con una débil sonrisa
uniéndose a sus palabras.
61
Traducido por Helen1
—¿Sabes algo más sobre su bienestar o simplemente sabes que ella está
despierta? —La voz de Dillon estaba ronca por la emoción a pesar de la ruina que
había sido hace un mes. 62
—De lo que he entendido se está recuperando rápidamente, casi tan bien
como un lobo pura sangre.
Dillon no pudo evitar pensar por enésima vez cómo Fane podía haberla
dejado, o cualquiera de ellos para el caso, completamente vulnerable,
especialmente después del desafío en que él había tomado parte. Luego un
pensamiento recurrente volvió de nuevo. Se dio la vuelta, mirando a Logan.
—Iba a hacerlo, Alfa, pero Fane llegó tan rápido y él hubiera sabido que
estaba ahí que me habría revelado a mí mismo. Me doy cuenta ahora que la
seguridad de Jacque debería haber sido mi primera prioridad, no mi cubierta —
le dijo Logan, con los ojos bajos, con el cuello expuesto en sumisión.
—Me iba a quedar fuera de esto. Iba a confiar en Lilly para saber qué era
lo mejor para nuestra hija, pero estas últimas semanas, cuanto más lo pienso,
simplemente no puedo, no ahora. Jacque pudo haber sido asesinada y todo
porque su supuesto compañero, que es poco más que un niño, no la protegió
como es su responsabilidad.
Dillon sabía en la parte racional de su cerebro que tal vez estaba siendo
demasiado duro con Fane, pero no podía evitarlo, era su hija, y si ella hubiera
muerto nunca habría tenido la oportunidad de conocerla. Eso era inaceptable.
Jacque todavía era menor de edad, él podía invocar sus derechos como su Alfa,
y tomarla bajo su cuidado hasta que ella fuera mayor de edad. Lilly
probablemente lo odiaría por ello, pero ella finalmente vería que era mejor para
Jacque de esta manera. Era demasiado joven para aparearse, y peor aún, Fane
era demasiado joven para ser su compañero. Él no entendía lo que significaba ser
un compañero, la responsabilidad que viene con ello.
—Sí, Alfa.
***
Logan entró en la sala de defensa de la manada donde sabía que los cuatro
miembros principales de la manada estarían a esta hora del día. Cada uno estaba
en varios estados de la limpieza de sus armas asignadas y vigilando el perímetro
de la mansión en las distintas pantallas de televisión que estaban conectadas a las
cámaras de todo el recinto. Parecía una cosa arcaica de hacer ya que no habían
tenido otro intento de desafío a la manada en su territorio en de más de un siglo.
Los viejos hábitos tardan en morir, y como Dillon les dijo, nunca se puede estar
demasiado preparado.
—Lee, Phillip, Dalton y Aidan, los necesito conmigo. Preparen las armas.
A este punto no las llevarán encima, pero quiero que estén disponibles en caso de 64
que sea necesario. Empaquen suficiente ropa para tres días, y luego reúnanse con
el Alfa y conmigo en el garaje principal. Voy a explicar lo que está sucediendo
mientras estamos en camino a nuestro destino. Muévanse.
Sin una palabra los cuatro lobos prepararon sus armas y luego salieron de
la sala para dar cumplimiento a las instrucciones de su Beta. Logan siempre sentía
una sensación de orgullo cuando la manada obedecía sin cuestionar, era una señal
de confianza, confianza que iba a tener que traicionar. Mejor no pensar en eso
ahora, se dijo, sólo haz lo que tengas que hacer, pide perdón después.
***
Ella no lo puso en duda y, una vez más Logan notó la simple confianza,
confianza que estaba siendo rota incluso mientras el Alfa hablaba con su
compañera. Era lo mejor, decidió Logan, y al igual que él teniendo que tomar el
asunto en sus manos sobre Jacque, Dillon tenía que tomar la difícil decisión de
hacer frente a esta situación sin el estrés añadido de las emociones de su pareja.
Una vez que la situación estuviera contenida, entonces Dillon podría sentarse con
Tanya y explicarle las cosas. Logan se aseguraría de estar ocupado cuando la
conversación se llevara a cabo. Tanya era impetuosa, y más que seguido, no
hablaba antes de pensar. Iba a ser un lío volátil cuando llegara la hora de
explicarle las cosas. Sí, buena suerte con eso, Alfa, pensó para sí mismo.
—Así que el plan en este momento —comenzó Dillon después de haber
desconectado con su compañera—, es que una vez que lleguemos a Coldspring
me pondré en contacto con Vasile primero por Ley de la Manada y le haré saber
que estamos ahí. Estoy seguro de que le dirá a Lilly, quien a su vez le dirá a Fane
que ahora saben se ha declarado compañero de Jacque. No abordarán a los lobos
de Vasile a menos que yo lo mande. ¿Hay alguna confusión acerca de esto?
Cada uno de los lobos negó con la cabeza y mostraron sus cuellos en
sumisión.
Cuando el avión despegó, Dillon se reclinó en su silla y cerró los ojos. Trató
de imaginar lo que Jacque diría cuando él se le presentara a ella. ¿Estaría enojada
de que él no había sido parte de su vida? ¿Estaría feliz de finalmente conocerlo?
Por lo general él tenía mucha confianza en sí mismo, pero en este momento no
podía recordar alguna vez estar tan inseguro de sí.
Logan sabía la ubicación del hospital así que él condujo mientras Dillon
encontraba el número de Vasile en el directorio de Alfas. Sí, tenían un libro con
todos los números de los Alfa en él. Dillon no podía sino pensar que alguien más
tenía un Colin también que había surgido con la idea. Dillon marcó el número y
mientras él escuchaba el timbre todo en lo que pudo pensar fue en como esto iba
67
a ser interesante. Vasile contestó en el cuarto timbre.
—Le haré saber a Lilly, sin embargo, no te garantizo que ella vaya a verte.
—Dillon empezó a interrumpir pero Vasile le cortó—. Jacque ha estado
inconsciente durante un mes. Lilly ha pasado por un infierno durante ese mes, 68
ella está lo suficientemente estresada ahora. No obstante, le haré saber. Si llegas
aquí y ella no está esperándote en el vestíbulo, entonces llámame mañana, iremos
desde ahí. Sin embargo, debo saber, cómo tú compañera va a sentirse cuando
Lilly te envié a casa en una caja de pino, porque tienes que saber que esto no va
a ir bien —le dijo el Alfa.
—Lidiaré con Lilly. Tengo a cinco de mis lobos conmigo, mi Beta y mis
primeros cuatro. No estamos aquí como un desafío a ti o a los tuyos. Simplemente
deseo conocer a mi hija —le dijo Dillon, su voz nunca traicionando la sutil
mentira. Él no sólo quería conocer a su hija, planeaba llevarla a casa con él.
—Bastante bien, aunque Vasile parece muy tranquilo para un Alfa tan
dominante. Esos a menudo son los más mortales. Ellos nunca traicionan sus
emociones, así uno nunca sabe cuál es su siguiente movimiento.
—Suena como que podría ser un buen jugador de póquer —dijo Logan
secamente.
—Voy a entrar y hablar con Lilly. Quiero que todos ustedes se queden aquí.
Ella ya está muy preocupada con Jaque estando inconsciente durante tanto
tiempo y tenerme aquí es agregarle sal a la herida, así que no quiero asustarla más
por tener una manada de lobos desconocidos descendiendo sobre ella.
Dillon sabía que hablar con Lilly sería probablemente más difícil que
hablar con Jacque. Él tenía una historia con Lilly. La clase de historia que deja
una herida en tu corazón que nunca sanará. La costra lo cubre, a menudo
repetidamente, pero cuando la costra sale es tan cruda y dolorosa como el día en
que fue infligida la herida. Dillon tuvo suerte, él tenía a su compañera, cuya
presencia a menudo mantenía la costra en su lugar. ¿A quién tuvo Lilly?, se
preguntó él.
—¿En qué punto planea reclamar los derechos de un Alfa con respecto a
un menor?
—Lo decidiré después de encontrarme con Lilly —le dijo él.
Sin otra palabra Dillon abrió su puerta y caminó bajo el cálido calor de
Texas, y aunque hacía calor, no era eso que lo tenía sudando. Cerró la puerta del
auto y se giró para caminar a la entrada del hospital. En ese momento él realmente
no podía decir qué podría ser peor, enfrentar a una amante que le hizo daño, o
masticar un bocado de tachuelas de tres centímetros. Cuando Dillon alcanzó la
entrada y abrió la puerta la primera cosa que vio fue el hermoso rostro de Lilly.
Él supo entonces que sería mucho mejor masticar tachuelas cualquier día a que
enfrentar la traición en los ojos de ella.
70
Traducido por Rihano
—Creí que ustedes dos nunca se despertarían. Jen todavía se ve como una
momia toda envuelta y tú te ves como una langosta recién cocinada —les dijo
Sally mientras empujaba una silla en medio de sus camas.
—Sólo estaba consiguiendo mi sueño de belleza. —Jacque miró a Jen y le
sonrió con malicia—. Entonces, ¿qué te tomó a ti tanto tiempo? —Su implicación
era clara.
—No me hagas reír, mis pulmones están asados. Me siento como una
hamburguesa de Burger King, siempre cocinada a la parrilla.
—Tengo que darles las gracias. Ustedes me salvaron la vida y sólo quería
que supieran que las amo a las dos y voy a estar siempre agradecida —les dijo
Jacque mientras se limpiaba una lágrima de su mejilla.
—Tú habrías hecho lo mismo por cualquiera de nosotras, Jac —le dijo
Sally.
—Bueno, ahora que siempre vas a estar en deuda conmigo, voy a tener que
pensar en maneras de darle a tu agradecimiento buen uso —bromeó Jen con
sequedad.
—Por alguna razón, no puedo decir que estoy sorprendida que su ardiente
hombre McLobo esté pegado a su lado. Ella fue casi retorcidamente asesinada —
exclamó Jen.
—A ti no te fue mejor. —Una voz ronca las hizo voltear hacia la puerta.
Jacque vio a Fane lanzarse alrededor de Decebel para llegar a su lado. Fue
Decebel quien había atestiguado las palabras de Jen, y Decebel quien miraba a
Jen como si le hubiera crecido un apéndice adicional en la cabeza.
Jen lanzó una mirada a Jacque y luego a Sally, en busca de algún tipo de
idea de qué decir, pero tampoco podían echarle ningún hueso porque sabían tanto 73
como ella lo hacía sobre Decebel, y esto sumaba cero, nada, y nada de nada.
—Está biennn, y, ¿estás aquí para…? —le preguntó Jen con evidente
confusión.
—Sí, lo entiendo, no hay necesidad de hacer aún más daño —le dijo Jen
sarcásticamente.
La cabeza de Decebel se alzó para mirarla a los ojos. Jen vio lo que solo
podría describir como dolor.
¿Lo habían herido sus palabras? Ella tragó saliva y sintió un nudo
formándose en su garganta ante la fría mirada en sus ojos. Después de varios
segundos, él se volvió y miró a Fane.
Jen la calló. 74
Sí, pensó Jacque, vamos a estar bien. Jen está siendo una cachorra, como
lo definió ella, Sally la está incitando, y yo estoy en la esquina permaneciendo
fuera de la línea de fuego riéndome hasta el cansancio. Las cosas volverán a la
normalidad en poco tiempo. Jacque miró a Fane mientras él se inclinaba y la
besaba en la frente.
—Por cada sonrisa que vea en tu cara, voy a darte un beso —le dijo él con
cariño.
—¿Qué consigo por una risa? —preguntó ella, su voz estaba espesa con
sugerencia.
—No creo que ahora sea el momento adecuado para demostrar ese amor.
—Entonces, Jen, ¿cómo te fue con tus padres una vez que despertaste? —
le preguntó Sally—. Estuvieron aquí constantemente mientras estabas
inconsciente.
—Oh, fue muy bien, pero no puedo soportar a mi madre siendo toda 75
emocional y cerniéndose sobre mí. Ambas saben que no tolero lo de cernirse sobre
alguien. —Jen puso los ojos en blanco.
—Por lo tanto, ese es el por qué ella ya no está aquí —reconoció Jen—.
Tomó algo de convencimiento, pero con un poco de ayuda de Alina conseguimos
que ella y mi padre pensaran que sería mejor para ellos dejarme descansar un
poco y a menos que algo esté mal vendrán mañana por la noche.
—¿Tu madre tiene algún tipo de capacidad para hacer que la gente haga lo
que ella quiere?
*** 76
Decebel volvió a entrar en la habitación y sin mirar a nadie caminó
cruzando la habitación hasta la cama de Jen.
—Podría estar mejor —le dijo con un ligero mohín. Por el rabillo del ojo le
guiñó un ojo a Sally, quien le estaba lanzando una mirada inquisitiva.
—¿Qué significa eso? —preguntó él aún más bruscamente si es que eso era
apestosamente posible.
—Hay dos problemas muy obvios con esa afirmación —comenzó Jacque.
—Sí, sí. No soy una dama, y no lo besé, bla, bla. Detalles, detalles mi
querida Watson —dijo Jen con sarcasmo.
Jen sonrió para sus adentros. No podía creer la audacia en las palabras que
le había susurrado a Decebel, pero lo merecía por ser tan idiota con ella. Sólo
estaba jugando con él después de todo, eso no significaba nada, así que cuál era
el daño. Hizo caso omiso de la persistente vocecita que estaba tratando de
contradecir sus pensamientos.
Traducción SOS por Nelshia
espués que Fane había vuelto a la habitación con las chicas, Lilly
tuvo su mini ataque de pánico y fue capaz de calmarse cuando
Alina le dijo que le daría una bofetada si no lo hacía.
—Así que está en camino, ¿cómo ahora? —le preguntó Lilly a Vasile.
—Sí, como en este momento. Estará aquí en unos diez minutos —le dijo.
—¿Dijo lo que quería? —Esta vez su voz era más fuerte, más decidida.
—Todo lo que dijo fue que quería hablar contigo y que quería conocer a 78
Jacque.
—Sí, pero ambos sabemos que hay más que eso, Vasile. Tiene que tener un
motivo ulterior para viajar hasta aquí. Estoy segura de que quiere conocer a
Jacque, pero esa no es la única razón por la que ha venido —le dijo Lilly.
—Estoy listo cuando tú lo estés, Lilly —oyó a Decebel decir, lo cual era
muy raro porque no podía recordar un momento en que Decebel alguna vez le
hubiera hablado. Había una primera vez para todo.
—Jen. Ella siempre dice esos comentarios extraños que no tienen relación
alguna a la situación, y me doy cuenta que también lo haces. Ella es como un
virus que sólo sigue extendiéndose. —La última parte la dijo más para sí que para
Lilly.
Eso solo hizo que su presencia fuera peor, el saber que él realmente quiso
decir lo que dijo; pero independientemente de las palabras que podía darle, el
hecho era que pertenecía a otra mujer. A veces Lilly sólo quería sacarle a la vida
su dedo medio.
—Es bueno verte también, Dillon. —Lilly logró forzar eso de sus labios,
fingir una sonrisa y todo sin vomitar sobre sus zapatos—. No quiero perder el
tiempo, Dillon. Los dos sabemos que no estás aquí para ponerte al día, o para
recordar los viejos tiempos, así que llega al por qué estás aquí —le dijo Lilly,
dándose cuenta que no tenía la paciencia para andarse entre las ramas hoy.
—Sé de nuestra hija. En cierto modo sé por qué no me dijiste nada de ella,
pero quiero conocerla, creo que me merezco eso. —La voz de Dillon sostenía una
honestidad dolorosa.
—Iba a decirte esa noche. —No tenía que especificar qué noche era—. Pero 80
llegué a casa y decirle a una nota que estaba embarazada no es lo mismo que
decirle al padre. —Lilly sabía que no debería ser una cabeza dura, había tomado
la decisión de quedarse con Dillon después de saber que algún día no tendría más
remedio que dejarla.
Dillon levantó la cabeza hacia el techo, cerrando los ojos. Él respiró hondo
y soltó el aire lentamente. Cuando miró a Lilly de nuevo, ella podía decir que
estaba luchando para mantener sus emociones bajo control.
—No quería irme. Sabes que no tenía otra opción. Lilly, me hubiera
quedado, me habría casado contigo, hubiera sido el padre que Jaque merecía. Lo
hubiera hecho.
Lilly lo interrumpió.
—Ya lo sé, está bien, pero no se trata de eso. Quieres conocer a Jacque,
bien, eso será cuestión de ella. Le diré que estás aquí, y si, y solo si ella quiere,
puedes reunirte con ella. Pero vas a tener que darle un poco de tiempo para
procesar esto, Dillon.
—Sé que es mucho, pero quiero verla hoy. Tengo que hablar con ella acerca
de algunas cosas importantes que necesita saber acerca de ser un lobo.
—Ella tiene gente para decirle acerca de ser un lobo —chasqueó Lilly hacia
él, dejando que su frustración por la situación saque lo mejor de ella.
Decebel gruñó y dio un paso hacia delante, pasando a un lado del brazo de
Lilly.
—Puede ser su padre, pero solo de sangre —le espetó Decebel, entonces se
volvió a Lilly y la tomó del brazo—. Regresaremos y discutiremos esto con
Jacque, y le dejaremos saber cualquier cosa en la próxima hora.
81
Decebel no dio a Lilly la oportunidad de decir algo más, simplemente la
tomó del brazo y comenzó a arrastrarla hacia el ascensor.
—Cuanto más tiempo le tome a ella decidir, entonces más tiempo él estará
aquí, y él tiene planes. No estaba siendo completamente honesto acerca de por
qué está aquí —explicó Decebel.
—Él no estaba diciendo toda la verdad. Quiere encontrarse con ella, sus
emociones son sinceras, pero está sin duda ocultando algo —explicó Decebel.
—Traté de decirle que se quedara quieta, pero es casi tan cooperativa como
un gato mojado —les dijo Sally mientras también salía de la habitación.
Jen cojeó hacia donde estaba Decebel y se detuvo justo frente a él.
83
—Estoy fuera de la cama porque no hay nada divertido pasando en la cama
—bromeó. Después de su anterior encuentro no podía dejar de sentirse valiente y
podía decir que lo hacía sentir incómodo, al coquetear con él, lo que solo le daba
ganas de coquetear aún más.
—¿Qué te dije, Sal? Algo está pasando y como siempre nos están dejando
fuera. Así que, señora P, ¿quién quiere ver a nuestra pequeña princesa lobo? —
preguntó Jen, manteniéndose de espaldas a Decebel pero sin alejarse de él.
—Así que, ¿cuándo todos ustedes estaban planeando dejar caer esta bomba
nuclear en el regazo de Jacque? Porque creo que voy a ser necesaria en algún otro
lugar del hospital en ese preciso momento —les dijo Jen. Sally estaba a su lado,
asintiendo en acuerdo.
—Entonces, Decebel parece ser digno de tirar baba, por lo que veo.
Jen giró la cabeza tan rápido que se golpeó con la frente de Sally.
—Sí, bueno, Sherlock la tuya no es tan suave tampoco —espetó Jen. Sally
le dio una mirada de complicidad, recordándole que la había atrapado checando
a Decebel. No debería estar molesta de que Sally la hubiera atrapado, ella checaba
a los chicos todo el tiempo. Esto era diferente, sin embargo, este era un hombre
lobo jodidamente caliente como el pecado. Sí, bueno, tal vez las quemaduras se
le subieron a la cabeza. Debía ser por eso, que de repente, se fijaba en lo
inalcanzable. Aunque, pensó, los hombres lobo pueden tener aventuras
amorosas, ¿no? Miró a Decebel de nuevo, quien estaba estudiando el suelo como
si tuviera las respuestas a la vida escritas en él, en arameo. Una aventura con él,
hmmm, podría ser interesante. No se dio cuenta que había dicho la última parte
en voz alta.
Jen se volvió hacia Lilly a continuación, por una vez sin querer la atención
dirigida a ella.
—Está bien, bueno, yo digo que terminemos con esto señora P, sólo
arrancarlo como un curita, limpio y rápido. —Mientras hablaba estaba cojeando
de vuelta a la habitación tirando de su soporte de intravenosa. Antes de que
alguien supiera lo que había planeado, Jen abrió la puerta, diciendo—: Jacque, tu
querido padre ha venido a presentar sus respetos a los casi desaparecidos. 85
La cabeza de Jacque se giró de golpe.
—¿Qué?
—Mierda, ¿por qué nadie me dijo que alguien con un maldito soporte de
intravenosa podía moverse tan rápido? —soltó Sally.
—Cómo desearía poder darte cualquiera de esas excusas, pero ella sólo
estaba siendo tan brutalmente honesta como siempre lo es. Tu padre está aquí y
quiere conocerte.
Fane dejó escapar un gruñido y Jacque puso la mano sobre la suya para
ayudar a calmarlo. Él la miró y usó su vínculo para hablar con ella.
—Nunca me ocultes las cosas, Fane. Nunca terminará bien para ti,
¿estamos claros? 86
Fane deseó poder ocultar la preocupación de que algo no estaba del todo
bien, pero ella captó el pensamiento antes de poder bloquearla.
—¿Qué quieres decir con que no crees que algo está bien? —le preguntó en
voz alta.
—¿Lo confirmaste?
—Creo que es una buena idea, Jacquelyn. Has pasado por mucho hoy,
necesitas descansar.
—Sé que tengo que hacerlo, pero me siento increíblemente mejor. Aparte
de la fiebre que parece que no puedo echar —le dijo con asombro.
—Esos son tus genes de lobo emergiendo, nos curamos muy rápido.
Obviamente vas a sanar mucho más rápido que un ser humano, pero no tan
rápido como un hombre lobo.
—Jen, ¿cómo estás por ahí? —preguntó Jacque, utilizando la jerga que era
casi una segunda naturaleza con sus mejores amigas.
—El alcalde de “Villa Listilla” por supuesto. Deberías llevar un cartel que
diga: “Bienvenidos a Villa Listilla, población: 1”.
Todos en la sala estaban tratando de cubrir sus risas tosiendo cuando Lilly
finalmente se dio por vencida y se echó a reír a carcajadas.
—Lo siento, Sally, pero tienes que admitir que eso fue muy divertido.
—Creo que, para alguien cuyas células cerebrales han sido chamuscadas
hace poco, estará bien.
Jen finalmente tenía sus piernas y sus brazos desenvueltos y hubo un grito
ahogado en la habitación.
—No debo de haberme quemado tan mal como tú, porque ya ni siquiera
tengo ampollas en mis piernas, la piel sólo está muy sensible y bien roja. Las que
están en mi pecho también están casi completamente curadas. Alguien tendrá que
mirar mi espalda y mis hombros para ver si se han curado también —dijo Jen,
sonando perpleja.
—Me dirás si te hago daño. —Decebel atrapó sus ojos azules con los suyos
dorados de lobo.
Jen no pudo decir nada, sólo asintió. En lo único que podía concentrarse
era en sus manos tocando su pierna y ni siquiera trató de ocultar el suave suspiro
que salió mientras él pasaba el dedo por su piel. Él iba a jalar la parte delantera
de su camiseta hacia abajo lo suficiente para ver su clavícula, pero Jen golpeó su 89
mano alejándola.
Jen estaba confundida y frustrada por la pequeña escena que tuvo lugar,
pero no podía preocuparse por eso en este momento, tenía cosas más importantes
que hacer. Si había algo más importante que Decebel, esto lo es.
—¿Por qué iba a estar sanando tan rápido? —le preguntó a Vasile.
—No lo sé. Tendremos simplemente que seguir monitorizándote. Quizás
la doctora Steele tenga que ejecutar algunas pruebas de sangre en ti —le dijo
Vasile.
—Bueno, bien, supongo que voy a llamar a Dillon y hacerle saber que
puede venir mañana si estás segura, Jacque —le dijo Lilly.
—Estoy segura. Evitarlo no me hará ningún bien. Creo que necesito algún
tipo de cierre o alguna cosa de esas como lo nombren los psicólogos. —La voz de
Jacque traicionó el hecho que realmente estaba cansada a pesar de que se sentía
mejor.
—¿Por qué, está bien? ¿Es algo malo? —Sally levantó una ceja hacia él—.
Quiero decir, si algo está mal podríamos necesitar traer a la doctora Steele o algo
así, es por eso que estoy preguntando —dijo él, tratando de parecer indiferente.
—Ajá, claro. Bueno, creo que tal vez sólo tiene un poco de fiebre. Eso por
lo general me hace temblar. Así que si fueras tan amable —lo apresuró Sally.
—¿Es bipolar, esquizofrénico, o hay algún gen de hombre lobo raro que te
haga ser un idiota un momento y luego de alguna manera hacer algo lindo a
continuación solo para que entonces te arroje de nuevo en modo idiota en un solo
aliento? —preguntó Jen, volviéndose para dirigir su pregunta a Fane.
—No sé lo que está pasando con él, Jen. Me disculpo si te está causando
angustia. Puedo hablar con él si lo deseas.
—Na, todo está bien. Si sigue así, con mucho gusto le diré que saque el
conocido palo de su lindo culo peludo. —Con esa declaración final de Jen, la
habitación quedó en silencio y Fane comenzó a escuchar una a una las
respiraciones regulares de cada chica que indicaban que se habían quedado
dormidas.
Traducción SOS por Nelshia
—Voy a conocer a Jacque mañana por la mañana a las 10:00 am. Todos
ustedes me acompañarán al hospital, pero solo Logan y yo iremos al piso en el
que está, y solo yo voy a entrar en su habitación. Justo ahora insisten en que Fane
se quede con ella mientras le hablo, lo cual supongo que entiendo. Ella no me
conoce, yo sería cauteloso también.
92
—Todo va a salir bien, Alfa —le dijo Logan en una inusual muestra de
emoción.
—Voy a dar por terminada la noche. Tenemos que salir de aquí a las 9:15
de la mañana así que asegúrate de que todos estén listos —instruyó Dillon a
Logan.
Pensó que iba a funcionar bien porque suponía que una vez que supieran
lo que había ocurrido nunca pensarían que la llevaría de regreso a su estado natal.
La parte difícil iba a ser mantener a Jacque sin saber dónde estaban para que no
pudiera enviar a Fane alguna pista. Hasta que él no se hubiera unido con ella y
hecho los Ritos de Sangre tendría esa conexión mental con Fane.
El lobo que le prestaría el auto iba a reunirse con él en la parte trasera del
hotel para darle las llaves. Había estacionado el auto en el puesto de
estacionamiento del hospital más cercano a la sala de emergencias. El plan para
llegar a Jacque era simple. La doctora Steele la transportaría en una camilla hasta
una puerta lateral que los médicos utilizan justo al lado de la sala de emergencias.
Ya que siempre había conmoción por la noche en la sala de emergencias, nadie
se daría cuenta de un médico rodando una camilla fuera del lugar. Logan tendría
el auto listo y ella la deslizaría en el interior. Si las cosas seguían como estaban,
estaría de camino a Colorado acompañado de su compañera en cuestión de horas.
Sonrió para sí, bastante impresionado con su habilidad para planear todo esto por
su cuenta.
Salió por la puerta de atrás del hotel y, fiel a su palabra, el lobo esperaba
con las llaves.
—Es una Ford Escape color canela, para que no llame la atención. Me
estacioné justo donde me dijiste que lo hiciera —le dijo a Logan.
Logan no quería entretenerse más aquí, por lo que agradeció al lobo otra
vez y luego se dirigió a su habitación.
Al entrar en la habitación, vio que los otros se habían retirado ya. Él decidió
tomar una ducha rápida ya que no suponía que consiguiera otra por un par de
días. 94
Mientras se acostaba en su cama, las sábanas frescas del hotel picaron
contra su piel, no podía estar cómodo. Tenía la sensación de que no tenía nada
que ver con las sábanas provocándole comezón y más que ver con su conciencia.
Cerró la puerta firmemente en su mente, sin atreverse a examinar el punto negro
que ésta elección ponía en su alma. Su lobo aprobaba lo que el hombre estaba
haciendo, y eso era suficiente. Ambos sabían que Jacque estaría mejor con un
compañero que pudiera protegerla, uno con experiencia.
Logan cerró los ojos, tratando una vez más de conciliar el sueño, pero lo
eludió por muchas horas en la noche.
***
—¿Quieres que vea si te pueden dar algo para la picazón? —le preguntó.
—Siento que mi piel está llena de pequeñas hormigas que pican ¡taaaanto!
—soltó Jen mientras seguía intentando calmar la picazón frotando su espalda
contra la pared. Sally abrió la boca para decir algo, pero rápidamente la cerró
cuando la cabeza de Jen dio media vuelta en su dirección—. Una palabra, una
palabra Sally Michelle y juro por Dios que tendrás que dormir con un ojo abierto
para el resto de tu vida por temor a que me robe todas tus muñecas y hacer que
hagan cosas profanas, tomar fotos y, a continuación, ponerlas en tu página de
Facebook con la leyenda de “sigo jugando con muñecas”. —Jen estaba
respirando con dificultad después de su diatriba.
—Jacque, creo que debemos atarla cuando pase la noche con nosotras, sólo
para estar seguras —dijo Sally a Jacque secamente.
—Creo que tengo que estar de acuerdo con tu sentimiento, Sally —agregó
Fane.
—¿No sabes cómo tocar la puerta? ¿Y qué diablos estás mirando? ¿Nunca
has visto a una chica siendo manoseada por una pared antes?
—Bien, bueno sólo vine para llevarte a ti y a Jen a otra habitación para que
Jacque pueda recibir la visita de su padre —le dijo a Sally.
Sally comenzó a seguirlo. Jen, por supuesto, no podía ser tan cooperativa.
—¿Sabes lo de Kennedy?
Él se rió.
—Basta ya, hombre lobo, abre la puerta. —Ella se rió de él, agradecida por
la breve distracción.
Fane abrió la puerta y un hombre entró. Él no era tan alto como Fane, pero
tenía los hombros anchos, cabelllo ondulado de color rojo del mismo tono que
Jacque, y tenía los mismos ojos verdes penetrantes. Fane se sentía como si
estuviera viendo la versión masculina de su compañera, tenía que admitir que era
un poco espeluznante.
—Tú debes ser Fane Lupei. Soy Dillon Jacobs, el padre de Jacque.
—Sí, vamos a llegar a eso en breve. Primero sólo quiero que sepas que si
hubiera sabido de ti, no me habría mantenido al margen. No tienes que creerme,
pero por lo menos quiero que sepas que hubiera estado aquí y habría sido parte
de tu vida.
—Te creo —le dijo Jacque, con lágrimas reuniéndose en sus ojos, y antes
de que pudiera detenerlas corrierron por sus mejillas.
Jacque no podía creer que estaba lloriqueando como una niña, pero
mierda, él estaba aquí. El único hombre por el que siempre se había preguntado,
dónde estaba, qué estaba haciendo. ¿Si él hubiera estado presente la habría
enseñado a trepar a los árboles, o cambiar un neumático? ¿La habría llevado al
cine como el padre de Jen hizo con ella o la habría llevado a pescar? Simplemente
todo llegó de golpe, de una sola vez, y no pudo retenerlo por más tiempo. Fue
puro instinto lo que la hizo llegar a un completo extraño, un desconocido, pero
101
aún así su padre.
«Lo siento, hombre lobo. Por favor, no lo tomes como algo personal» le
dijo Jacquelyn.
«Lo sé, amor, no te preocupes por mí. Pasa tiempo con Dillon. Voy a estar
bien.» Le envió el pensamiento a ella, también una imagen en su mente de rozar
las puntas de sus dedos sobre su cuello, donde su marca ahora debía estar. Eso le
hizo gruñir de nuevo.
—Sé que no estuve allí por mucho tiempo, pero ahora estoy aquí. Quiero
ser parte de tu vida si estás bien con eso.
—Bien, ¿por dónde empiezo? —A partir de ahí, por las próximas horas,
Jacque y Dillon hablaron de cualquier cosa. Fane podría decir que tenían
personalidades muy similares. Lo que les gusta y disgusta, aunque su sentido del
humor era igual. Estaba feliz por ella, en realidad lo estaba, pero su lobo todavía
no confiaba en Dillon Jacobs.
Por último, Dillon se levantó. Miró su reloj, dándose cuenta que habían
estado hablando durante cuatro horas y media. El almuerzo había llegado y
pasado y todo el tiempo Fane había permanecido contra la pared frente a la cama
de Jacque, sin moverse, de pie y observándola. Jacque lo miró y sonrió, esa
sonrisa valía la pena cada minuto que había permanecido allí manteniéndola a
salvo.
«Soy toda tuya, tan pronto como él se vaya» le dijo a través de su vínculo.
«Voy a hacer que mantengas eso, Luna.» Le guiñó un ojo y vio sus mejillas
volverse de color rosa. Le encantaba cuando ella se sonrojaba, amaba que fuera 102
la causa de que se ruborizara.
—Voy a dejar que descanses un poco. Sin embargo, volveré más tarde, ¿si
eso está bien? —preguntó Dillon.
—Muy bien, genial. —Se volvió a Fane y una vez más le tendió la mano—
. Fane, gracias por tu paciencia y dejarme pasar algún tiempo con Jacque.
—Si eso la hace feliz y ella está a salvo, siempre voy a estar de acuerdo con
que pases tiempo con ella —le dijo Fane, dejando que su lobo se mostrara a través
de sus ojos sólo un poco.
Jacque se rió y llevó sus labios a los suyos y lo besó suavemente. Fane
profundizó el beso disfrutando la forma en que ella sabía, recordándole que ella
estaba a salvo, y era suya. Jacque gimió cuando él se retiró.
—¿Alguna vez será suficiente? —le preguntó ella con una sonrisa.
—Espero que no. Espero que siempre quieras más de mí. Debo prepararte
ahora, nunca tendré suficiente de ti —le dijo Fane sin avergonzarse por su
necesidad de ella.
103
Traducido por Isa 229
—Muy bien, me contó todo sobre ella. No es para nada tímida. —Todos
rieron con ese comentario, obviamente en completo acuerdo.
—Yo creo que necesitamos hablar. —Dillon la miró a los ojos—. Todos
nosotros. —Se dirigió a cada uno delante de él.
Vasile lideró el camino hacia una privada área familiar. Ninguno se sentó,
no queriendo ponerse en una posición vulnerable o sumisa.
—Estoy invocando los derechos como Alfa con respecto a mi hija, quien
es una menor de edad —anunció Dillon con total confianza.
—Sólo escucha Lilly, y lo que sea que hagas, mantente en calma —le dijo 105
Alina con firmeza.
—¿Has pensado en lo que ella quiere, que es estar con Fane? —le preguntó
Alina gentilmente.
—Lo hago, pero entonces los niños no siempre saben que es lo mejor para
ellos. Si ella viene conmigo lograré pasar algo de tiempo con ella. Ella puede usar
ese período lejos de Fane para darse cuenta si él es realmente lo mejor para ella.
—¿Ir contigo? ¿De qué diablos estás hablando, Dillon? —La mandíbula de
Lilly se apretó con furia.
—No, así no es como funciona, Dillon. ¡Tú no vienes y dices que eres su
padre y que ella debería irse contigo cuando ella ni siquiera te conoce!
—Todos fuera —la voz de Lilly fue como un látigo—. ¡Fuera! ¡Todos!
Una vez que la puerta se cerró y ellos dos eran los únicos en la habitación
Lilly enderezó su columna y miró a Dillon en la cara furiosamente.
—No sé quién te crees que eres, Alfa o no. Si tratas de llevártela, ella te
odiara. Ella ama a Fane, ellos son compañeros, y tú de todas las personas sabes
lo que eso significa. Si tratas de apartarlos partirás sus almas en dos.
—Bien entonces, la tendré por dos meses, porque una vez que él se vincule
a ella, ella se irá, y yo acabo de encontrarla. —La voz de Dillon era suave y Lilly
pudo escuchar el dolor en ella.
—¿Por qué siquiera la quieres con tantas ganas? Seguramente tienes hijos
hombre lobo de pura sangre con tu compañera, lo cual por cierto no envidio.
Ninguno de ellos habló durante varios segundos. Fue Dillon quien rompió
el silencio.
—Lo que dije, Jacque viene a casa conmigo al menos hasta que ella tenga
18. Si ella quiere estar con Fane después de eso, entonces no la puedo detener.
Así que desde ahora hasta que ella se vaya mis lobos la protegerán. Retirarás a
tus lobos, y Fane puede estar aquí durante el día pero no lo quiero durmiendo
aquí.
—Que así sea. Más te vale mantenerla a salvo, Dillon. Si algo le sucede a
la compañera de mi hijo mientras está a tu cuidado lo tomaré de tu carne. —La
voz de Vasile fue de nuevo malditamente calmada, pero el lobo de Dillon no tuvo
más opción que rendirse.
Vasile se volteó a Logan.
Vasile dejó la habitación con Logan detrás de él. Dillon tomó una
respiración profunda, preguntándose por centésima vez si estaba haciendo lo
correcto.
108
Traducido por Debs y Flochi
Jacque sonrió y saludó, pero se dio cuenta que algo andaba mal. Miró a
Fane, quien seguía mirando mal a su padre.
Fane gruñó.
Fane se volvió hacia Jacque y se inclinó para besarla. «Voy a averiguar qué
está pasando, amor. ¿Vas a estar bien?»
«Estoy bien, Fane. Ve, haz lo que necesites, pero luego vuelve a mí.» Lo
besó suavemente y sonrió a sus ojos azules. Fane le dio a su mano un último
apretón suave y luego se volvió para seguir a Vasile fuera de la habitación.
—Jacque, quédate aquí por favor. Logan y yo estaremos justo afuera para
ver lo que está pasando.
—Muy bien, por favor asegúrate de que Fane esté bien. Él está bloqueando
sus pensamientos —le dijo Jacque.
—Una vez más me recuerda que debo estar usando un collar que dice: “Si
la encuentras por favor llamar al hombre lobo mandón que piensa que es mi 110
dueño, al 1-800-cara-culo” —dijo Jen con sarcasmo.
***
—Fane este de ajuns (Fane es suficiente). —El poder de Vasile fluyó por la
habitación, conduciendo a Fane de rodillas. Los hombros de Fane se
desplomaron en derrota, su cabeza colgó. Sus manos se cerraron en puños, las 111
garras que habían comenzado a cambiar se clavaron en sus manos, cortando
profundamente.
—¿Qué harías si fuera mamá? —La voz de Fane fue tan baja que Vasile
sólo la oyó debido a su audición de lobo.
—Puedes estar con ella durante el día, pero él pide que no pases la noche
con ella —le dijo Vasile, tratando de hablar lo más tranquilo posible, sabiendo
que provocaba a una bestia ya enojada.
—¿El solicită? ¿Vrei să spui că ţi-a spus, Alfa la cel mai mare pachet de lupi
gri din lume, el vi sa poruncit, că nu am putut sta cu partenerul meu pe timp de
noapte? (¿Él pide? ¿Quieres decir que te dijo, al Alfa de la principal manada de
Lobos Grises en el mundo, te ha ordenado, que yo no pueda quedarme con MI
pareja en la noche?) —gruñó Fane.
*** 112
Jen y Sally se acercaron y subieron a la cama de Jacque.
—¿Has obtenido algo por tu lado de la recepción, Jac? —le preguntó Jen.
—¿Pasa algo malo, Jen? —le preguntó con una molesta voz tranquila.
Jen le gruñó.
Mientras le pasaba, con una voz tan baja que casi se lo pierde, le oyó
murmurar:
—No sé de qué estás hablando —le dijo a ella, con la cara en blanco cuando
la tomó suavemente del brazo y la llevó de vuelta a la habitación. La empujó
suavemente dentro y cerró la puerta detrás de ella.
Sally chasqueó los dedos delante de la cara de Jen. Esto finalmente llevó a
su cerebro en sintonía.
—Está bien, tú —Jen apuntó con un dedo a Jacque, quien a su vez se señaló
a sí misma y pronunció “yo” a Sally. Sally se encogió de hombros—. No tengo
otra información más para darles distinta a que el pasillo es un desastre, eso es
todo lo que sé. —Jen se volvió y miró a Sally—. Yo, sin embargo, encontré que
Decebel tiene sentido del humor… creo, tal vez, más o menos, mierda no sé.
Antes de que Sally y Jacque pudieran pedirle a Jen que aclare, la puerta de
su habitación se abrió y Lilly entró, parecía muy cansada.
—No Jen, eso nunca es una buena señal. La última vez que ella les pidió
que se quedaran me enteré que era media hombre lobo —dijo Jacque, con voz
temblorosa.
—Lilly pensé que tal vez podría ayudar a explicar las cosas si hubiera
alguna pregunta.
—Bien —dijo Lilly, atrayendo una silla para sentarse. Puso los codos en
sus rodillas y bajó la cabeza, pasando sus manos por su cabello—. Déjame decirte
esto antes de que Fane llegue aquí, porque una vez que llegue nadie va a poder 115
acercarse a ti, Jacque.
Jacque miró fijamente sin expresión a su madre, sabiendo que debería estar
indignada aunque no estaba segura exactamente sobre qué.
—Primero, quiero que todos prometan no decir nada hasta que me haya
explicado completamente —les dijo—. ¿Tengo su promesa?
—Dillon no cree que tu y Fane sean los bastantes adultos para ser
compañeros.
Jacque empezó a interrumpir, su rostro lleno de obvia indignación, pero la
mirada en los ojos de Alina era de puro Alfa y la boca de Jacque se cerró de golpe.
Alina hizo un gesto de aprobación con la cabeza y siguió.
Sally miró a Jen y no pudo evitar que una sonrisa se extendiera por su
rostro.
—Tu vocabulario nunca deja de sorprenderme. Justo cuando creo que todo
lo que sabes soltar son blasfemias y perversiones sales con un discurso digno de
Corazón Valiente. Bien hecho.
Jacque habría reconocido los esfuerzos de su amiga para defenderla si la
puerta no hubiera volado abierta de golpe y un embravecido príncipe hombre lobo
furioso entrara. Su poder se arremolinó alrededor de ellas con tanta fuerza que
Alina soltó un gmeido, sonando alarmantemente como un lobo lastimado.
Incluso Jacque sintió el gen lobo inactivo dentro de ella querer someterse al poder
del lobo Alfa en Fane. Era dificultoso respirar el aire tan espeso por su ira. Él se
acercó a Jacque, cuya cabeza se agachó e inclinó a un lado para que su cuello
estuviera al descubierto. Era como si ella supiera instintivamente someterse con
el fin de no provocar al lobo dominante y esperaba doblegarlo a su rendición de
esa forma. El lobo de Fane debió haber sido el único en control de la conducción
porque se inclinó sobre Jacque y gruñó bajo. Él posó su rostro contra el cuello de
ella, respirando hondo, y su voz fue gutural cuando habló.
—Mía.
Jacque giró su cabeza levemente e hizo lo que ningún otro nunca sería
capaz de hacer cuando este Alfa estaba de esa manera, lo miró a los ojos.
—Sí, soy tuya. —Tan pronto como las palabras salieron de su boca, Fane
empujó dentro todo su poder y de repente todo se sintió como si un peso hubiera
sido levantado y pudieran volver a respirar.
117
—Nota para mí. —Sally tosió para aclararse la garganta, intentando
todavía aspirar el aire—. Nunca enojes a un Alfa.
Los ojos de Fane seguían brillando y Jacque notó que sus manos humanas
tenían garras. Su lobo seguía aquí para jugar. Es bueno saberlo, pensó ella.
Fane gruñó, o más bien su lobo gruñó. Jacque exhaló con exasperación.
—El lobo está en control en este momento, Jacque, así que hasta que Fane
pueda hacerlo retroceder un poco va a responder como un lobo Alfa salvaje.
Él la miró y ella pudo ver sus ojos suavizarse. Se puso de pie lentamente,
con cautela, porque a pesar de su rápida curación ella seguía sintiendo dolor, en 118
especial cuando se movía.
—Juro que tengo a mis propios tweedle dee, y tweedle dumb. —Jacque
puso sus ojos en blanco y se volvió una vez más hacia su compañero. «¿Qué puedo
hacer para ayudarte?» Jacque habló a través de su vínculo, esperando calmar al
lobo, quien estaba todavía al mando del bote.
«Mulţumesc, Luna, doar poţi să-l calm (Gracias, Luna, solo tú puedes
calmarlo).» Jacque exhaló una profunda respiración ante el sonido de la voz de
Fane en su mente.
119
Se retiró lo suficiente para mirarlo a la cara.
—¿Entonces por qué seguimos hablando? —preguntó ella con una mirada
perversa en sus ojos.
—Se han ido —susurró él, su respiración tan dificultosa como la de ella.
—Las palabras clave allí, Luna, son “estaba volviendo” —le dijo a ella
mientras suavemente la llevaba a la cama donde ella había pasado el último mes
mientras su cuerpo intentaba desesperadamente sanar. Curarse no era lo que su
cuerpo pedía justo ahora.
120
—Lamento si te lastimé mientras te abrazaba.
«Me encanta escucharte hacer esos sonidos, y me encanta aún más ser yo
la que los causa.» Jacque no pudo creer lo franca que estaba siendo con él, y la
poca vergüenza que tenía. Pero no la tenía, ya no más, este era Fane, su
compañero, su mejor amigo, su amor, y la última persona en el mundo delante
de la cual se sentiría avergonzada.
Él rió.
—Bien, porque tal vez quieras prestarle atención extra a lo que estoy
pensando ahora mismo —ella hizo una pausa mientras se imaginaba en su mente 121
lo que quería, necesitaba de Fane—, ahora —concluyó.
—Creo que puedo manejar la mayor parte de eso —dijo él a la vez que
besaba sus dedos.
«¿Todo no?»
«Eres una malvada, perversa mujer. Lo sabes, ¿cierto?» bromeó Fane
mientras se inclinaba hacia adelante y la besaba en el cuello, pellizcando
suavemente donde su marca estaría pronto.
—
ntiendo lo que necesitas que haga, Logan. No necesito que lo
expliques de doce maneras diferentes. —La frustración de la
doctora Cynthia Steele hacia el lobo se mostró claramente en
su rostro.
—El Plan B es que me aparezco a decirles que los análisis de sangre que
tomé de Jen son anormales y que quiero llevar a Jacque al laboratorio y extraer 122
más sangre para que pueda comparar los dos. Ellos estarán enfocados en el hecho
de que dije que la sangre de Jen es anormal —explicó.
—No tengo nada en contra de Jen, por lo tanto, sí, estoy preocupada por
su privacidad. Tú sólo necesitas preocuparte acerca de Jacque.
***
—Dillon, sólo déjalo pasar la noche con ella —estaba diciendo Lilly—. No
veo cuál es el gran problema.
—El gran problema, Lilly, es que ella tiene sólo 17 años y estás diciendo
que está bien para ella pasar la noche con un chico. ¿En qué más estás de acuerdo 123
con que nuestra hija haga? —Las fosas nasales de Dillon se ensancharon mientras
su frustración por la situación se incrementaba.
—Vamos, Mina. No seas demasiado tímida para admitir que estabas tan
encantada con mi buen aspecto que no podías concentrarte en nada más.
—Ahh, mi amor, ahora sólo estas siendo mala —se quejó Vasile, y
escuchar un Alfa lloriquear sólo las hizo reír más fuerte. Jen atrapó a Decebel
mirándola pero rápidamente desvió la vista cuando ella atrapó su mirada.
Un golpe fuerte puso fin a su risa, ya que todos se volvieron para ver a un
impresionado Dillon Jacobs de pie con la impresión roja de una mano en su cara.
—Tú puedes irte al infierno, Dillon Jacobs, y llevarte a todos tus malditos
malolientes lobos infestados de pulgas contigo. —Lilly se dio la vuelta, golpeando
la puerta de la sala de espera al pasar por ella. Todos saltaron cuando se cerró de
golpe.
—Creo que sólo lo asumimos por el pelo y qué no, que tú, ya sabes, puede
ser que tengas un problema con pequeños bichos cuando estás en tu forma de 124
lobo. —El rostro de Decebel se veía más dudoso con cada palabra que Jen
hablaba.
—¡Bueno, mierda! Todo lo demás con pelaje tiene pulgas ¿Qué esperabas
que pensemos? —le espetó.
La única respuesta de Decebel fue una ligera elevación de sus labios que
podría haber incluso pasado por una sonrisa… tal vez.
Sally miró hacia Decebel con una pregunta obvia escrita en su rostro.
Cuando Jen ya no estaba mirando, Decebel le guiñó un ojo a Sally, un
reconocimiento silencioso a que ella sabía que algo estaba pasando, y él no estaba
compartiendo.
Vasile se acercó a Dillon y respiró hondo. Él puso sus manos en las caderas
y miró al suelo durante un largo rato.
—¿Estás seguro de que esto es todavía lo que quieres intentar y hacer? —le
preguntó a Jacobs.
—Ya no lo sé —admitió Dillon—. Lilly está enojada conmigo, Jacque
probablemente me odia, y tu hijo podría simplemente matarme tan pronto como
me vea. Pero Vasile, ella es mi hija, es tan joven.
—Si tratas de separarlos Fane sólo ira detrás de ella, y él va a matar a todos
los lobos que se interpongan en su camino. Él puede ser joven, Dillon, pero es
más dominante que cualquier lobo que conozca, yo incluido —admitió Vasile.
Dillon apretó los dientes y se pasó la mano por el cabello, se sentía como
si hubiera envejecido veinte años durante la noche. Todavía no le había dicho a
su compañera en lo que estaba realmente. Esa conversación iba a añadir otros
veinte años a su acortamiento de vida. Respiró profundo, lo dejó escapar, y luego 125
miró a Vasile.
—Déjame pensar en ello esta noche. Estoy cansado, todo el mundo está
cansado. Fane puede quedarse con ella esta noche. Tus lobos pueden protegerla
si eso es lo que quieres. Hablaré con todos ustedes sobre esto en la mañana. —
Dillon se detuvo cuando estaba abriendo la puerta para salir—. Dale las buenas
noches a Jacque por mí, tengo la sensación de que no sería la mejor idea ir a verla
ahora mismo.
—Quiero decir, caray, Sally, ¿por qué no sugieres que vaya a darles un
condón sólo para, ya sabes, estar en el lado seguro y mientras él esta ahí podría
tomar un plátano y demostrar cómo ponerlo, y…
—Creo que él sólo estaba tratando de decir que todos entendemos el punto,
Jen —dijo Alina suavemente.
—Mi nombre.
—¿Qué?
—Mi nombre —le dijo ella—. Si vas a pedirme disculpas, tienes que decir
mi nombre. —La mirada en el rostro de Jen era completamente malvada.
Sally estaba tosiendo con una carcajada, al mismo tiempo, deseando que
Jen no sólo hubiera pinchado a un león dormido.
Decebel no dijo nada mientras se levantaba. Caminó hacia Jen quien tuvo
el buen sentido de no huir de un depredador, aunque sus ojos se abrieron un poco
más. Él se detuvo a su lado y se inclinó hacia abajo para que su boca estuviera al
lado de la oreja.
—¡Oh, vamos! ¡Era todo lo que tenía! —gritó ella, sabiendo que su
audición de lobo lo escucharía.
—¿Hacer al respecto? Alfa, vas a dejarlo ser y dejar que el destino siga su
curso.
***
—Voy a estar en casa en pocos días, Tanya —le estaba diciendo Dillon a
su compañera a través del teléfono. Ella había llamado a su teléfono celular varias
veces y le envió mensajes de texto también, los cuales no había respondido.
—No es algo para hablar por teléfono, sólo vas a tener que confiar en mí.
—Dillon estaba perdiendo la paciencia.
El silencio llegó a través del teléfono, todo lo que podía oír era su
respiración.
—Tanya, lo siento amor, no quise gritarte. Estoy un poco estresado en este 128
momento, ¿podrías por favor confiar en mí? No fue correcto irme sin hablar
contigo primero, pero lo hecho, hecho está.
—Confío en ti, pero no hagas esto otra vez, compañero. Yo soy tu Luna y
merezco más que esto. —Su voz era tranquila y firme, una vez más demostró por
qué era su hembra Alfa. Ella era engañosamente pequeña y tranquila, pero
cuando Tanya tenía que ser Alfa no tenía ningún problema cumpliéndolo.
—Tienes razón, Luna. No voy a dejar que suceda de nuevo. Te amo —le
dijo Dillon justo antes de colgar.
La verdad es que estaba siendo un cobarde de nuevo, igual que cuando dejó
a Lilly sin decir una palabra.
Fane no dejaría a Jaque esta noche, por lo que sólo tendrían que conseguir
alejar a Jacque de Fane. Sacó su teléfono y marcó el número dos, donde había
puesto a la doctora en marcación rápida.
—Bien —hizo una pausa—. Son las 5:30p.m. ahora, así que, dame un par
de horas. Voy a tener que esperar hasta que uno de los laboratorios esté despejado.
Una vez que la tenga en el laboratorio y bajo un sedante puedes venir a ayudarme
a ponerla en la camilla para sacarla. Tendré que conseguirte algunas ropas de
hospital para que no te veas sospechoso empujando lo que parece ser un cadáver
a través del hospital.
—Así que, ¿crees que Fane y Jacque han…? —Sally dejó flotando la
palabra como una pregunta.
—¿Han qué? —preguntó Jen mientras miraba sus cartas—. ¿Tienes un dos
de corazones?
131
—Péscalo —dijo Sally con aire ausente—. Lo han, ya sabes, hecho eso —
susurró Sally, inclinándose sobre la mesa.
Jen estaba mirando sus cartas con tal concentración que era casi como si
estuviera deseando que apareciera en su manos la que necesitaba.
—¿Por qué? No es que la gente no sabe lo que es, o no saben que todo el
mundo lo está haciendo. Ahora dame tu seis de picas, mujerzuela.
—Sí, pero es Fane. Me refiero, a míralo. ¿Me estás diciendo que si tienes
eso para ti sola no lanzarías esas ideas por la ventana? —interrumpió Sally.
—¿De verdad quieres hablar de lo que yo haría si tuviera eso —Jen asintió
en dirección a la habitación del hospital donde ellas sabían que Fane y Jacque
estaban—, a solas?
—Dos, Fane es demasiado caballeroso con toda esa mierda de: “Yo respeto
tu elección de esperar”. Podría seducirla si quisiera. Jacque caería como una mala
mano de Texas Hold ‘em. Y tres, sabríamos si ellos lo hicieron. —Jen comenzó
a mirar sus cartas de nuevo, como si acabara de aclarar los misterios del mundo.
—¿Qué quieres decir con que sabríamos? —le preguntó Sally, poniendo sus
cartas sobre la mesa. Jen levantó los ojos hacia Sally y lentamente llegó a través
de la mesa y recogió sus cartas. Eligió las que hacían juego con las suyas y luego
las puso de vuelta—. No tengo nada de lo que necesitas, así que ve a pescar.
—Jen, lo digo en serio. ¿Cómo podríamos saberlo? No creo que Jacque nos
lo diría, se avergüenza demasiado por ese tipo de cosas. Ella nunca nos habló de
lo que ella y Trent hicieron.
—Por supuesto que no lo has hecho, yo soy virgen. Eso y que ningún dios
griego se me ha ofrecido últimamente, pero no he perdido la fe. —Jen arrojó eso
por ahí como si no fuera una gran sorpresa.
—Sí, Jen, ¿eres qué, exactamente? —le preguntó él, su voz tan seria como
siempre, su ceja levantada.
Decebel entrecerró los ojos hacia ella, luego su cara se limpió de toda
expresión como un paño pasando a través de una pizarra de borrado en seco.
—Vasile y Alina querían que yo las invitara a venir a comer con todos en
la cafetería del hospital.
—Sally vamos a pasar de esto y seguir con cosas más importantes, ¿de
acuerdo? —Jen tomó su vía intravenosa con una mano y a Sally con la otra y
empezó a jalar a una reacia Sally con Decebel siguiéndolas.
—¿Qué podría ser más importante que el hecho de que eres una mmrrm?
—Jen había puesto su mano en la boca de Sally. Estaba tratando de evitar perder
el equilibrio y golpear su vía y mirar atrás a Decebel, quien estaba observando
todo con curiosidad.
134
—Vas a tener que disculparnos un segundo, Dec, ella se tragó su lengua.
Sólo voy a ayudarla a expulsarla. Podemos encontrarte allí —dijo Jen dulcemente
mientras seguía manteniendo la boca de Sally cubierta.
—Tengo una reputación que mantener. No puedes sólo ir soltando por ahí
que soy tan pura como tú y Jacque —dijo Jen, con las manos en las caderas, los
labios colocados en una línea apretada.
—No es que en realidad sea un gran problema tanto como que es sólo, un
poco decepcionante —dijo Sally, sonando desinflada.
—Está bien, así que lo que estoy escuchando que dices —comenzó Jen
luego se detuvo, sacudiendo la cabeza con incredulidad—. ¿Es que estás
decepcionada de que sea virgen? ¿Te he entendido mal? ¿Mi audición está mal o
simplemente eres una idiota?
—Así que, ¿sabes cuando eres un niño y ves Disney World en la televisión?
—Jen asintió con comprensión mientras Sally continuaba—. Es tan increíble y
más grande que la vida, te muestran los fuegos artificiales sobre el gran y hermoso
castillo en el que toda niña sueña con vivir, y tú piensas: “vaya, quiero ir allí.” 135
—Espera.
—Por fin tu día llega y tus padres te llevan a Disney World. Vas a ver el
hermoso castillo que has visto tantas veces en la televisión. Sólo que cuando llegas
allí y caminas hacia el gran castillo, te das cuenta de que es sólo un gran edificio
con forma de castillo, con un agujero atravesando el centro, por donde las
personas están entrando y saliendo. —Ella dejó escapar un suspiro desinflando—
. A pesar de que todavía era un lugar bastante impresionante, fue un poco
decepcionante que el castillo terminara siendo una farsa.
Jen se quedó allí parada mirando a Sally. Ella no sabía en verdad qué decir,
estaba realmente desconcertada por el hecho de que la noticia estaba teniendo un
efecto perjudicial en su mejor amiga.
—Sally, ¿te das cuenta de que acabas de comparar la noticia de mi
virginidad con el castillo de un parque de atracciones, verdad? Sólo quiero ser
clara en eso.
—Sí, ahora que lo pones así es realmente algo preocupante —dijo ella,
cerrando los ojos y negando con la cabeza—. Supongo que sólo estaba esperando
que fueras la que me dijera como era eso, ¿sabes? Algo así como que fuiste la
primera de nosotras en afeitarte las piernas, usar tampones, y encerarte la línea
del bikini —dijo Sally con nostalgia.
***
—Esto es la guerra.
Sally se inclinó ante su público, y luego hacia la mesa donde todos los
amigos sentados aplaudían también. Decebel se puso de pie y se acercó a Jen. Era
obvio que él estaba tratando de no reírse, y Jen estaba decepcionada porque ella
realmente quería saber cómo se veía cuando estaba abriéndose, pero era a su costa
así que podía soportar la decepción.
—Eso estaría bien, gracias, Decebel. —Arrastró a Sally tras ella mientras
lo seguía a los asientos que le indicaba. Cuando él estaba empujando la silla de
Jen detrás de ella mientras se sentaba, Decebel se inclinó hacia delante y le
susurró al oído. El cuerpo de Jen se puso rígido. Sally los miró con curiosidad,
luego miró a Jacque para ver si ella estaba viendo esto. Ella se encogió de hombros 137
en una forma de: “no tengo idea de lo que pasa”. Sally vio como Jen inclinó la
cabeza para mirar a Decebel. Ella batió sus pestañas dulcemente y sonrió de una
forma muy sensual. Sally notó que los ojos de Decebel comenzaron a brillar.
—Oye, Fane —Jen alzó la voz por encima del ruido en la habitación.
—¿Sí, Jen?
—¿No dijiste algo acerca de que tu clase se cura rápido? —le preguntó ella,
sin apartar los ojos de Decebel. Fue entonces que Sally notó que Jen había
colocado su mano alrededor de la muñeca de Decebel con la que él estaba
apoyándose en la mesa. Parecía un gesto coqueto a menos que estuvieras viendo
desde el punto de vista de Sally y pudieras ver que la otra mano de Jen estaba
envuelta alrededor del cuchillo de mantequilla al lado de su plato.
Fane se aclaró la voz, sin saber a dónde iba Jen con esto.
—Sí, eso es correcto, nosotros nos curamos mucho más rápido que…
Jen se movió más rápido de lo que Sally la había visto moverse, pero era
como si todo estuviera pasando en cámara lenta. Jen levantó el cuchillo mientras
su agarre en la mano de Decebel se apretaba. Al mismo tiempo, Sally y Jacque
gritaron:
—Jen, puede que desees, um, ir a sentarte donde Jacque o ir-ir-irte. Sólo
digo —tartamudeó Sally.
—Lo entiendo, doctora Steele, pero todo el mundo en esta sala sabrá lo
que me ha dicho en cuestión de horas.
—Más bien en minutos —añadió Sally.
—Buena respuesta —dijo Jen, yendo a chocar puños con Sally. Pero se
detuvo justo antes, recordando que se suponía que debía estar enojada con ella.
Sally sólo puso sus ojos en blanco.
—Jen, ¿ella quiere saber si conoces algo acerca de tus antepasados? —Aún
no hubo respuesta.
—Lo entiendo, Jacque —la cortó Jen—. Si usted quiere decir, si sé que hay
algún tipo de sangre no humana en mi familia, entonces la respuesta es no —le
dijo ella a la doctora Steele.
—¿
m, Sally? —dijo Jacque distraídamente mientras se
sentaban en la cama de la habitación del hospital en la
que ella había estado durmiendo.
—Síp.
—¿Qué te hace pensar que algo pasó? —preguntó Sally, sonando 140
totalmente culpable.
—¿En serio, Sally? Estabas cantando a todo pulmón “Meet Virginia” con
Jen persiguiéndote, con el soporte del suero y todo. —Jacque levantó una ceja
hacia ella—. ¿Todavía quieres ir con esa respuesta?
—Ella está enojada porque estabas burlándote de ella, ¿eso es todo, nada
más? —Sally negó y siguió pareciendo culpable—. Así que, ¿si voy por allí y
empiezo a cantar “Meet Virginia” ella no va a venir hasta aquí para estrangularte?
―Jacque hizo ademán de levantarse de la cama e ir hacia el baño.
—¿Estás diciendo que vas a esperar para tener relaciones sexuales hasta
que te cases? —preguntó Sally conmocionada.
—Lo sé. —Sally sacudió los hombros—. Tengo locas habilidades, ¿eh?
—De haber sabido que estabas cantando eso porque acababas de enterarte
del profundo y oscuro secreto de nuestra pequeña pervertida amiga, en serio me
hubiera hecho pis encima de tanto reír.
—Oh, sí. ¿Cómo podría olvidar a las poderosas Sally y Jacque, las divas
súper investigadoras? —dijo Jen con sarcasmo.
—Él dijo —comenzó Jen, y para su gran diversión sus dos amigas se
acercaron hacia ella, con los cuerpos inclinados hacia adelante, esperando
expectantes por sus palabras—. Ustedes dos son como dos monos esperando que
el turista les lance una cáscara de plátano.
—Jen, recuerdas lo que a los monos les gusta tirarles de vuelta a los turistas,
¿no? Escúpelo ahora —gruñó Sally.
—Él me desafió a darle una razón para matar a alguien si llegara la hora
de que él me llamara Virginia y ya no tuviera nada que ver conmigo. ―Cuando
Sally y Jacque no dijeron nada, Jen levantó la mirada hacia ellas y vio que ambas
estaban con los ojos como platos, con la boca abierta—. ¿Van a decir algo?
―Tal vez sea una cosa de hermana pequeña, como si él sintiera que tiene
que ser su hermano mayor ―dijo Sally, asintiendo como si eso de alguna manera
lo haría cierto.
―Oye, Ricky, Lucy, estoy sentada aquí. ¿Podrían dejar de hablar como si
no estuviera en la habitación?
―Cierto, lo siento Jen. ―Sally se puso de rodillas frente a Jen y colocó las
manos en sus rodillas para mantener el equilibrio―. Jacque y yo creemos que
Decebel está siendo posesivo contigo.
―¿Esa es tu investigadora en acción? ¿En serio? Bueno, maldita sea, ¿por
qué no se van a resolver el misterio del Stonehenge viendo como ustedes son tan
buenas en entender las cosas y todo eso?
―Hay mucho más de eso que sólo posesividad, Jen. ―Jacque se puso de
pie y reanudó el paseo de un lado al otro que Sally había abandonado―. Él te
trata como… ―Jacque hizo gestos con las manos como si tratara de animar a
alguien a escupir lo que ella no podía conseguir que su boca dijera.
―Es como si él piensa, tal vez… ―comenzó Sally, pero luego abortó su
pensamiento.
―Compañero ―soltó Jacque tan rápido que parecía que alguien le había
dado una palmada en la espalda para que salieran las palabras―. Él te está
tratando como lo haría un compañero.
―Mierda, Sally ―farfulló Jen―. Mejor que haya una apestosa razón de
cambio mundial para que tires agua en mi rostro.
―Tú mejor que nadie debes saber que una expresión de deseo intenso se
puede confundir con una de estrangulación ―dijo Jacque, con toda naturalidad.
―Por supuesto que tengo sentimientos hacia él. Siento que es un pomposo,
peludo, infestado con pulgas cabeza dura.
Jen pensó que si lo decía en voz alta, entonces, tal vez lo podía creer. No
hubo suerte.
La habitación se quedó en silencio sin la ruidosa voz de Jen para llenar los
espacios vacíos.
―Entonces, ¿qué tal este clima que hemos estado teniendo? ―dijo Sally,
siempre la que trataba de suavizar las cosas.
Jen puso sus manos sobre los hombros de Jacque y comenzó a guiarla hacia
el baño, todo el rato gritando órdenes a Sally.
Sally se dirigió hacia la puerta, pero esta se abrió de golpe, gracias a Dios,
antes de que estuviera lo suficientemente cerca para ser golpeada por ella.
Fane entró como una tormenta de energía. Pasó junto a Sally, siguiendo
los sonidos dolorosos y enfermizos procedentes de su compañera. Decebel entró
detrás de Fane y se detuvo al lado de Sally.
―¿Qué está pasando? ―preguntó, con una voz tan autoritaria como
siempre.
146
―Estábamos sentadas, hablando sobre… ―Sally hizo una pausa,
recordando lo que habían estado hablando antes de que Jacque hubiera
enfermado―. Nada importante, y luego Jacque se levantó y dijo que iba a
vomitar. Jen la llevó al baño y yo iba a buscar a Fane pero él ya estaba entrando
en la habitación. ―Decebel sólo asintió en respuesta. Sally se dio cuenta entonces
que tenía que conseguir toallas y un paño frío. Se dirigió a la puerta de la
habitación y luego hizo una pausa para volver la mirada hacia Decebel―.
¿Puedes contactar con la doctora Steele de alguna manera?
―Sí.
***
«Luna, ¿puedes decirme qué está mal?» le preguntó Fane, su voz llena de
la angustia que sentía al verla tan enferma.
«Se siente como si mis entrañas están tratando de salirse a arrastras por mi
boca. ¿Cuán descriptivo es eso?» Jacque envió sus pensamientos y gimió en voz
alta al mismo tiempo que otro espasmo se apoderaba de su estómago, y comenzó
a tener arcadas porque no quedaba nada en su interior.
Jacque finalmente se dejó caer contra Fane, agotada de estar con arcadas.
Su rostro enrojeció por la fiebre, y su respiración era superficial. Fane la recogió
y la llevó a su cama. Mientras él suavemente la depositaba habló con Decebel.
―Llama mi padre.
Fane asintió.
―Gracias.
Sin previo aviso Jacque gritó:
―Estoy aquí, amor. ¿Qué puedo hacer? ―Fane estaba apretando los
dientes, la frustración y el miedo corriendo por su cuerpo.
―Haz que se detenga ―le susurró Jacquelyn―. Por favor, haz que se
detenga.
148
Traducido por LizC
Siguió examinando la sangre a medida que veía las células humanas atacar
a las células de hombre lobo. Jacque había recibido una transfusión de sangre
antes de que ella hubiera sido capaz de detenerlo. Eso era lo que estaba viendo en
la diapositiva frente a ella. Las células humanas de la sangre que no pertenecía a
Jacque estaban atacando a sus células. Había oído que esto podría ocurrir cuando
un lobo recibía sangre humana, porque la sangre humana reconoce las células
lobuna como un virus y atacaban en consecuencia. Sabía de sólo una cura, una
forma de evitar que las células humanas mataran a las células del lobo y así matar
inevitablemente al hombre lobo.
—Por favor, haga algo por ella. —Fane se encontró rogándole a la doctora
Steele, desesperado por algo, cualquier cosa para ayudar a Jacquelyn.
Vasile asintió.
Vieron como ella pulsó un botón que hizo que una alarma sonara, entonces
todos oyeron pasos desplazándose rápidamente hacia la habitación. Lo siguiente
que Fane supo era que estaba siendo empujado fuera del camino. Decebel y su
padre lo agarraron antes de que pudiera arremeter contra el personal del hospital,
a medida que estos transferían a Jacquelyn en una camilla. Él no podía
concentrarse en lo que la doctora Steele estaba diciendo mientras observaba a su
compañera siendo apartada de él a donde sea que él no pudiera ir… otra vez. Una
151
vez que Jacquelyn se perdió de vista finalmente miró a la doctora.
—No lo sé todavía, Fane. Tendrás que ser paciente y dejar que haga mi
trabajo. El hecho de que estés gruñendo y lanzando ataques masivos de Alfa no
ayudará a que Jacque mejore.
—Ella va a estar bien. —Dio un paso atrás entonces de modo que pudiera
mirar a todo el grupo hacinados en la pequeña habitación—. Les haré saber tan
pronto como sepa algo. —Y luego se dio la vuelta y se marchó.
—Oye, dijo la enfermera idiota número uno, mira esta vía que acabo de
poner en esta chica, ¿crees que he usado suficiente cinta? Por supuesto que no,
dijo la enfermera idiota número dos, tienes que envolver un rollo entero alrededor
de su brazo para que nada menos que un milagro permita que se despegue —
murmuró Jen el diálogo en voz baja cuando finalmente consiguió sacar la cinta
fuera de la vía intravenosa en su brazo—. ¡Por fin! —anunció triunfalmente
mientras sacaba la vía de su brazo, la sangre corrió por su mano. Levantó la vista
y vio a todos mirándola—. ¿Qué? —preguntó. Sus ojos se agrandaron cuando
Decebel comenzó a caminar hacia ella. Él estaba tan cerca que ella tuvo que
estirar el cuello hacia atrás para mirarlo a la cara.
—Porque si voy a tener que tener un soporte atado a mí, preferiría que sea 152
uno del que pudiera conseguir un cierto uso. Pero como era este soporte en
particular mi compañero constante, debo decir que simplemente no estaba
funcionando para mí. —Jen batió sus pestañas hacia él—. Además, ¿qué diablos
importa? ¿Mi mejor amiga acaba de ser llevada a toda prisa a la UCI y tú estás
preocupado por mi estúpida vía intravenosa?
—Lilly, entiendo que quieres estar aquí por tu hija, pero necesitas
descansar y no lo conseguirás aquí. Confía en mí, ¿de acuerdo? —Vasile esperó
su respuesta antes de continuar.
—Creo que es hora de declarar la noche. Tan pronto la doctora Steele tenga
información se pondrá en contacto conmigo y todos estarán informados en
cuestión de minutos. —Vasile se volvió para salir y Alina le siguió. Lilly se acercó
a Jen y la abrazó y luego hizo lo mismo con Sally.
Lilly asintió y con los ojos llenos de lágrimas contenidas, se fue también.
Fane les dio a cada una un abrazo también y les dijo que lo llamaran si
necesitaban algo, a lo que Jen le arrojó:
—Oh, mi error. Olvidé que se supone que debo estar tomando notas de tu
vida hipotética de manera que cuando hagas referencia a ella voy a saber
exactamente de qué mierda estás hablando.
—¿Cuál es el plan, Jen? Sé que estás cocinando uno porque eso es lo que
mejor sabes hacer, así que, ¿qué vamos a hacer?
—
omiencen con Vancomicina y Fentanilo intravenoso
veinticinco microgramos en bolo, al sentirse mejor continúen
la infusión a 3 microgramos por hora. Luego cúbranla con
mantas de enfriamiento. Vamos a tratar de bajar su temperatura. Si comienza a
temblar, reemplázalas con mantas regulares. —La doctora Steele estaba dando
órdenes a medida que seguía vigilando la condición de Jacque. No tenía ningún
problema decidiendo sedarla dada la cantidad de dolor que tenía; el hecho de que
sería más fácil trasladarla era sólo un extra.
—Tuve que traerla a la UCI. Tengo que conseguir que se estabilice y luego
sacaré a las enfermeras del camino para que puedas venir y trasladarla —explicó
Cynthia.
—¿Qué quieres decir con estabilizarla? ¿Qué pasa con ella? —La voz de
Logan era baja, y Cynthia no podía decir si era preocupación en su voz o algo
más.
—¿Puedes arregarlo?
—Sí, voy a decirte cómo una vez que estés en tu camino a Denver. Voy a
mandarte un mensaje de texto cuando yo esté lista.
***
Logan oyó la línea cortarse cuando la doctora Steele colgó. No podía creer
que algo estaba realmente mal con Jacque. ¿Era su culpa? No, se dijo, tú no los
hiciste darle la transfusión. Eso fue algo que pasó, una de esas situaciones sin
culpa. Además, la doctora Steele dijo que podía arreglarlo, eso es lo único que
importaba. Jacque estaría bien, y ella sería suya. Se sentó en una silla mientras
esperaba en la oficina de ella por el mensaje de texto que lo llevaría un paso más
cerca de su meta.
* * *
—Claro, ¿como ese verano que decidiste que sería una buena idea
escaparse e ir a acampar?
—Oye, todo salió bien. Fue sólo un poco de fuego —dijo Jen
descuidadamente.
—¿Un poco de fuego, Jen? ¿En serio? Quemaste tres hectáreas, el maldito 156
departamento de bomberos tuvo que conseguir uno de esos aviones fumigadores
para verter agua sobre ellas, ¿y dices que eso salió bien? —El susurro de Sally era
ahora más un grito susurrado.
—Oh, bueno, una vez que lo pones de esa manera, no sé por qué siquiera
estaba preocupada. —Sally entornó los ojos, claramente sin conformarse en lo
más mínimo por las palabras de Jen.
—Ve —susurró.
Sally vaciló.
Sally caminó lo más rápido que pudo por el pasillo y, doblando la esquina,
casi chocó con dos grandes puertas con las letras UCI etiquetándolas. Bueno, pide
y recibirás, pensó mientras empujaba suavemente las puertas para ver si se podían
abrir. No lo hicieron. El optimismo a ultranza nunca le hizo ningún bien a nadie
pero valía la pena intentarlo. Miró a lo largo de las paredes a ambos lados de la
puerta porque se había dado cuenta que muchas de las puertas del hospital
estaban automatizadas con un botón para que no tuvieras que empujarlas para
abrirlas. Al examinar la pared a la derecha de las puertas, los vellos de la nuca de
Sally comenzaron a levantarse. Se sintió como si estuviera siendo observada.
Comenzó a darse vuelta pero antes que pudiera sintió la presión en su cuello, y
luego la oscuridad y el silencio la envolvieron.
Traducción SOS por Mari NC
—Te das cuenta que no se supone que estés yendo a la UCI a esta hora,
¿no? —le preguntó a ella, totalmente sobresaltándola.
—¡Yey! Mira, esto fue el destino. Ibas a dejar el trabajo y estar aburrido, y
yo iba a tener que sentarme en mi cama sola y estar aburrida, pero en cambio nos
encontramos. Bastante impresionante si me preguntas. —Jen le sonrió con
adoración. Envolvió su brazo con el suyo mientras decía—: Lidera el camino,
guapo.
Matt se la llevó a una habitación marcada con «Dietética» en negrita.
—Tenemos cerveza que se mantiene en los pisos para las personas que
entran y son alcohólicos.
—Sí, aunque los doctores tienen que escribir una prescripción para ello. No
es la mejor pero servirá en un apuro. —Él le sonrió y Jen vio que tenía hoyuelos.
Ella gimió para sus adentros, si tan solo ella no le hubiera entregado su corazón
a otro. Espera, qué demonios, no le había entregado su corazón, ¿en qué estaba
pensando? Matt interrumpió su diálogo interior cuando la tomó de la mano, y
después de haber llenado su mochila con cerveza la sacó de la habitación y siguió
por otro pasillo. Llegaron a una pequeña área de espera escondida en una esquina
donde era prácticamente imposible ver. Matt puso en el suelo su mochila y sacó
dos cervezas. Le entregó una y se quedó con la otra para sí mismo. Jen se sentó
en el sofá de dos plazas y miró a Matt sobre el borde de la lata de cerveza mientras
tomaba un sorbo.
Matt estaba sentado en el asiento junto a Jen mientras ella divagaba sobre
hombres lobo y cuán mandones eran. Él pensó que ella debía haber estado
leyendo esos libros de romance paranormal en que las chicas estaban tan
interesadas. Cuando finalmente se detuvo, Matt aprovechó su silencio colocando
sus dedos debajo de su barbilla y girando su rostro hacia él. Los ojos de Jen se
abrieron de par en par cuando empezó a inclinarse hacia ella.
Jen se rió.
—Eh, bueno supongo que está bien. Es por Jacque, después de todo.
Matt lució confundido por su declaración, pero ella no estaba negándose,
así que él lo tomó como si estuviera claro. Se inclinó el resto del camino y
presionó sus labios en los de ella con firmeza. Jen se acercó a él y le permitió
separar sus labios con su lengua. Este beso duró varios segundos, pero Jen se
apartó bruscamente cuando sintió la mano de Matt deslizándose bajo el
dobladillo de su camisa y rozar su piel.
—No puedes culpar a un hombre por intentarlo cuando hay una hermosa
chica sentada junto a él, ¿verdad? —Matt le guiñó un ojo.
—Ajá. Jen, creo que es hora de que te lleve de vuelta a tu habitación. 161
—Habitación, habritación, me estoy divirtiendo. ¿No te estás divirtiendo,
Matty? —Sorprendentemente, Jen borracha todavía era capaz de coquetear.
Matt dejó de moverse hacia adelante, y cuando Jen se dio cuenta que estaba
nervioso, ella salió de su agarre y señaló:
—Matty, no te pongas nervioso, ese es sólo Splender. —Se dio la vuelta y
lanzó un beso al hombre—. Sólo está de mal humor.
Jen siguió adelante y cuando alcanzó al hombre, ella sonrió grande y le dio
un abrazo, el cual parecía extraño porque el hombre se quedó tieso como una
tabla.
—Es Skender —gruñó él—, ¿y qué estás haciendo con eso? —Skender
señaló a Matt con un gruñido digno de Decebel.
—Uh, bueno, sí. Pero sólo amigos, hombre, y yo sólo quería asegurarme
de que regresara bien, así que me voy entonces. Adiós, Jen. —Matt habló
rápidamente y comenzó a retroceder. Él le dio un último saludo y se volvió de
prisa en su camino.
—Es mejor que vuelvas allí dentro antes de que Decebel descubra que te
fuiste con un tipo.
—¿Qué pasa con ustedes los lobos y su estado de ser mandones? Se pone
viejo, ya sabes. Oye, Spender, ¿la habitación está girando o tú estás girando? Si
eres tú, ¿podrías quedarte quieto? —Jen estaba tambaleándose sobre sus pies.
Jen se puso de pie y se tambaleó hacia la pila de ropa tirada en la otra cama.
Por alguna razón, una ducha parecía una idea espléndida. Al llegar a su ropa, ella
notó un bulto bajo las sábanas. Se inclinó hacia delante y empujó el bulto, hubo
un gruñido y luego nada más. Bueno, pensó, es un bulto, y aunque probablemente
debería investigar, ella se figuró que el bulto seguiría allí cuando terminara con su 163
ducha. Asintiendo, se dirigió a la ducha… sin la ropa que había recogido y dejado
mientras empujaba el bulto.
Traducido por Isa229
—La doctora la debe haber sedado, lo cual es una buena cosa ya que ella
estaba con mucho dolor. Ella estará bien, Fane. Sabes que haré lo que sea que
está en mi poder para mantenerla sana y salva.
***
Ven al 4to piso. Usa el elevador del personal para evitar la sala de espera,
abriré las puertas.
—Gracias.
—Solo hay dos enfermeras en la UCI por la noche y envié a una a buscarme
unos antibióticos de la farmacia, y a la otra a mi oficina para que me consiga mi
teléfono.
—Sí, pero ella no sabe eso, ¿cierto? Ahora apresúrate antes de que ellas
vuelvan —le dijo ella mientras empujaba la puerta hacia la habitación en que
Jacque había sido encerrada. Ellos empujaron la camilla por las puertas contrarias
a las que Logan había llegado. Los llevó directo hacia un elevador que tenía las
puertas abiertas sostenidas por una gran papelera de acero. La doctora Steele
estaba delante del juego, a Logan le gustaba eso. Mientras se montaban, el sonido 166
de la música del elevador se filtró por los altavoces y a pesar de que la música
pretendía ser calmante, estaba irritando los nervios de Logan, y él solo quería
arrancar los altavoces. Cálmate, se dijo, ya casi termina.
Ella no sabía qué diablos estaba tramando Logan, pero supo que su trabajo
en este juego había cambiado, y no para su beneficio.
—No puedo manejar todas estas medicinas para Jacque, así que hasta que
me digas qué necesito hacer para que mejore vienes con nosotros —gruñó Logan
por lo bajo, sus ojos comenzando a brillar.
—Eres tan hipno-algo, podrías ser el diablo, podrías ser un ángel, tu tacto
es algo bueno, se siente como ir flotando, deja mi cuerpo resplandeciente.
—¿Katy Perry? Está cantando Katy Perry en el cuarto de baño del hospital.
Justo cuando crees que lo has visto todo —murmuró Sally. Llamó a la puerta de
nuevo. Todavía sin respuesta, por lo que comenzó a golpear. Luego, estaba
golpeando y gritando—: ¡JEN! ¡ABRE LA MALDITA PUERTA! —No lo
sabrías, pero empezó a cantar más fuerte. Por qué no me sorprende, pensó.
—Dicen que tengo miedo, no eres como los demás, hombres lobos
futuristas con ADN diferente, les gusta comandarte —continuó Jen.
—¡No puedes al menos usar las palabras correctas si vas a hacerlo tan
apestosamente fuerte!
Justo cuando Sally iba a reanudar su, hasta ahora infructuoso, golpeteo, la
puerta de la habitación del hospital se abrió de golpe.
Se volvió hacia el posible intruso.
—¿Por qué ustedes jodidos lobos nunca tocan? ¿Alguna vez se les ha
ocurrido que podríamos estar desnudas aquí?
—Esto va a ser bueno. Quiero decir, en realidad podría estar avergonzada 169
cuando se entere de que has oído todo eso.
—Así que, ¿podría estar borracha y estar tratando de tomar una ducha? —
preguntó Decebel con escepticismo.
—Eso. Podría ser. Algo muy malo, ¿no? —soltó Sally las palabras a mala
gana.
Decebel ya estaba en acción. Estaba golpeando la puerta con tanta fuerza
que las bisagras temblaban. Fuerza de hombre lobo, debe ser agradable.
Hubo una pausa en el canto y todo lo que oyeron fue el agua de la ducha.
Ambos contuvieron la respiración esperando su respuesta. Un golpe, dos golpes.
—Oye, amigo, ella podría estar desnuda allí dentro, así que espera aquí. Si
te necesito, te llamaré.
—Tienes razón, voy a esperar aquí. Pero date prisa —cedió Decebel.
Sally entró al vapor. Jen estaba de pie en la ducha, bailando con la música
que Sally no podía oír hasta que Jen decidió compartirla, claro está.
—¡SALLY! —Que en realidad salió más como “Selly”—. Hola nena, que
te pareció mi canto, bastante bien, ¿verdad? Tú serás mi respaldo, el Sonny de mi
“Chair”, o como el, um. —Jen sacudió la cabeza, tratando de llegar a una
combinación adecuada, cosa que no hizo—. Como el ojo negro a mis guisantes.
—Jen se rió y casi se cayó.
Sally saltó hacia adelante para atrapar a su amiga y evitar que se rompa el
cráneo.
—¿Está todo bien? ¿Tengo que entrar ahí dentro? —La voz elevada de
Decebel llamó la atención de Jen.
—¡No! 171
Por supuesto, ahora Jen estaba ansiosa por salir de la ducha, ahora que
Sally estaba completamente empapada. Jen se soltó de Sally y se dirigió hacia la
puerta del baño rota… desnuda… como en sin ropa. Sally estaba deslizándose,
tratando de alcanzarla. No iba a lograrlo.
Sally finalmente logró salir del cuarto de baño, el agua goteaba de ella.
Imaginó que se parecía a un enojado gato mojado. Decebel había envuelto una
de las sábanas de la cama alrededor de Jen, quien estaba en ese momento tratando
de tantearlo.
Jen se volvió para mirar a Sally como si acabara de darse cuenta por
primera vez que estaba en la habitación.
Jen estaba estudiando a Decebel de cerca, tenía sus manos sobre su cara.
Luego le pasó los dedos por el cabello, muy de cerca, sin dejar de mirarle a la
cara.
La inspiración la golpeó.
—Dile algo mandón a ella. —Sally sonrió ingeniosa.
—Jennifer, ve y vístete. Ahora. —Su voz era tan fría y firme como siempre.
—Está bien, voy a ponerme algo de ropa. Pero sólo porque lo solicitaste
tan amablemente. —Jen comenzó a desenvolverse de la sábana y estaba casi
desnuda de nuevo cuando Decebel se dio cuenta que tenía la intención de vestirse
173
allí mismo, delante de él. Se movió más rápido de lo que nunca lo había hecho
antes y fue directamente hacia el baño.
—¿Crees que le gusto? Creo que me gusta, pero no debería… —La voz de
Jen sonó como una niña herida. Oh no, Jen estaba yendo de borracha tonta a
borracha triste. Los borrachos tristes son los del peor tipo.
—Jen, mírame —dijo Sally en la voz más severa que pudo reunir—. ¿Por
qué crees que te gusta Decebel?
—Um, Jen. —Ella chasqueó los dedos en la cara de Jen, la cual se había
desconectado completamente mientras continuaba con su descripción de
Decebel. Esto era malo, demasiado, malditamente malo. Jen tenía un
enamoramiento por un hombre lobo que nunca podría tener. Maldición, pensó
Sally, ¿por qué no puede ser como las otras chicas y gustarle el capitán del equipo
de fútbol, o incluso un mugriento rebelde de la secundaria? Pero no, ella tenía que
enamorarse de un hombre lobo.
Sally cerró los ojos y se frotó la cara con fuerza con ambas manos,
intentando en vano de recordar lo que pasó pero había un espacio en blanco en 174
su mente.
Decebel gruñó.
—¿A qué te refieres con que ella estaba con un sujeto? —Bajó la mirada
hacia Jen para preguntarle sobre ello, pero ella estaba dormida, su cabeza
apoyada contra el brazo de él. Decebel la acostó suavemente y subió sus piernas
sobre la cama, luego la cubrió con las mantas. Volvió a darse la vuelta hacia Sally
y la inmovilizó con su mirada—. ¿Qué demonios estaban pensando? ¿No dije
específicamente que no hicieran nada estúpido?
A Sally le quedó claro que nada que pudiera decir calmaría al hombre lobo
enfadado frente a ella, por lo que ni siquiera lo intentó.
—Mira, Jacque es nuestra mejor amiga, está sola en una habitación con
tubos y mierdas pegadas a ella, está sufriendo, y tiene miedo. No íbamos a dejarla
allí sola.
—Espera, Dec. Déjame pensar —le dijo Sally, levantando ambas manos
en un esfuerzo por detenerlo—-. Recuerdo estar parada frente a las puertas de la
UCI y estaba intentando descubrir cómo abrirlas y luego… —Sally frunció el
ceño, esforzándose por recordar lo que había sucedido.
Decebel resopló.
—Bien, así que sabemos cómo se fueron, ahora tenemos que saber cómo
regresaron. —Decebel fulminó con la mirada a Skender—. ¿Por casualidad
estabas en tu puesto cuando las chicas regresaron?
—Sí, estuve aquí ambas veces —respondió él, no menos nervioso que
antes.
Sally jadeó y se cubrió la boca. Decebel no dijo nada, sólo esperó a que el
lobo siguiera.
—Las puertas del ascensor se abrieron y nadie salió, por lo que me acerqué
corriendo antes de que pudieran cerrarse para ver si alguien estaba dentro, y ahí
estaba en el suelo del elevador. Así que te recogí y puse de nuevo en la cama. Ahí
es cuando me di cuenta que Jen también se había ido. —Skender se estremeció
ante el bajo retumbo proveniente de Decebel.
—Dime, ¿por qué no me llamaste en este punto, Skender? ¿No crees que
fue algo relevante que encontraras inconsciente a Sally en el ascensor y Jennifer
perdida? —Para cuando Decebel terminó de hablar, estaba paseándose por la
habitación, pareciendo estar a punto de estrangular al pobre lobo.
—Debería haberte llamado ahí mismo, pero decidí esperar y ver si Jen
volvía por si sola. Si no regresaba pronto iba a llamarte. Ahora veo en
retrospectiva que no fue la mejor idea.
—Regresó hace una hora en compañía de un sujeto en bata que ella dijo se
llamaba Matty. Estaba bastante borracha cuando le pregunté por el hombre. Él se
asustó y apresuró a irse. Entonces ayudé a Jen a regresar a su habitación y he
estado sentando allí afuera desde entonces —terminó Skender.
—Bueno, tal vez deberías tomarte un descanso. Jen no está despierta para
que le gruñas y no tiene sentido gruñirme ahora cuando vas a volver a hacerlo
cuando ella despierte.
—Esa probablemente es una buena idea. Sin embargo, te lo aviso Sally, un
descanso no enfriará mi temperamento. Bien podría ser peor mientras tengo
tiempo de pensar en todas las posibilidades de la pequeña aventura de Jennifer.
178
Traducido por Helen1
Decebel se sentó en una silla frente a ellos y se pasó las manos por el cabello
en señal de frustración.
—Se les ocurrió la brillante idea de colarse en la UCI para ver a Jacque,
pero su plan no se llevó a cabo muy bien, si te lo puedes imaginar. Sally terminó
inconsciente en el ascensor sin recordar lo que pasó y Jennifer estaba
completamente borracha después de haber pasado la noche con algún idiota
llamado Matty. —La voz de Decebel había caído a un tono mortalmente bajo
ante la mención de Jen.
—¿Puedo ayudarle?
Fane podía decir que el médico decía la verdad, pero era reacio a bajarlo,
sin querer renunciar a un objeto sobre el que dirigir su ira.
—Dillon. —La voz de Vasile era baja—. ¿Tienes algo que ver con la
desaparición de Jacque?
—Me refiero a lo que he dicho, ella no está aquí. Son incapaces de localizar
a la doctora Steele tampoco. ¿Están todos tus lobos presentes?
—Vamos a encontrarla.
—Él está en camino. Dijo que iba a tratar de ponerse en contacto con
Logan. 182
***
—Sí Sally —contestó Vasile por tercera vez, tan pacientemente como la
primera vez.
—Estoy sopesando los pros y los contras de darle una paliza a tu huesudo
trasero —le dijo Jen a Sally, su rostro todavía bañado por el agua de la taza de
Sally.
—Lo siento, Jen, pero es importante. Jacque se ha ido —le dijo Sally, sus
ojos suplicándole a su amiga para que la escuche.
Jen salió de los brazos de Decebel cuando preguntó:
—¿Qué quieres decir con que se ha ido? —Ella miró a su alrededor hasta
que encontró a Fane. Notó sus labios apretados y sus ojos brillando de un azul
profundo, que, si no se viera como si quisiera arrancarle la cabeza a alguien,
hubiera sido bonito.
—No voy a estar seguro hasta que pueda preguntarle cara a cara, pero
cuando hablé con él por teléfono sonaba genuinamente atrapado fuera de guardia.
—¿Qué pasa con los hombres lobo y su falta de habilidad para tocar la
puerta? —preguntó Jen—. Quiero decir, en serio, ¿tiene algo que ver con la
energía que se necesita para levantar la mano y golpear contra la puerta? ¿O hay
una regla general de que todos los hombres lobo están exentos de los buenos
modales?
—Yo no tengo nada que ver con esto. No soy tan bajo como para llevarme
a mi hija lejos de su madre bajo el amparo de la oscuridad como un ladrón.
—Imi pare aşa de rău (Lo siento) —susurró—. Yo debería haber exigido
quedarme con ella.
—De todos modos, podría haber forzado a la doctora Steele, pero estaba
tratando de no faltarle el respeto en su territorio. No voy a cometer el mismo error
otra vez —prometió Fane.
—En realidad, no. Quiero decir, en cierto modo pensé que ha estado poco
extraño, pero me quité esa idea de encima. Logan es mi lobo más fiel. No puedo
imaginarlo traicionándome.
—Está bien, así que lo que he oído a todos diciendo es que realmente no
sabemos un carajo y no tenemos por dónde comenzar. ¿Estoy en lo correcto? —
preguntó Jen.
—Jennifer. —Decebel dio un gruñido de advertencia.
—No me gruñas, bola de pelo —le gruñó ella—. Sólo quiero asegurarme
de que todos estamos en la misma página. —Se dio la vuelta y miró a Fane y le
preguntó—: ¿No has podido hablar con ella a través de su cosa de vudú extraño?
186
Traducción SOS por LizC
Vio cómo la doctora Steele salió del vehículo y abrió la puerta de atrás,
donde estaba Jacque acostada.
—A decir verdad, acabo de decidir que sería mejor para nosotros volar en
lugar de conducir todo el camino a Colorado.
—Sí, tengo mi licencia de piloto, así que una vez que lleguemos a Dallas y
ya casi hemos llegado, estamos a una hora y media. Voy a alquilar un avión y
vamos a volar el resto del camino. ¿Hay algún campo abierto cerca de tu cabaña
en donde podría aterrizar una avioneta? —le preguntó.
—Excelente. —Logan una vez más sintió que las cosas estaban
funcionando a su favor. No podía dejar de pensar que tal vez este era el destino 188
por lo bien que iban las cosas para él.
***
—Vasile, estoy lista para salir de este sitio —le dijo Jen mientras se sentaba
en su cama—. Quiero decir, en serio, mi piel está muy rosa, no hay más ampollas.
Ya he llamado a mis padres y les dije que a Jacque y a mí nos van a dejar salir,
así que ahora sólo necesito que hagas funcionar tu mojo de hombre lobo y me
dejen salir.
—Veré lo que puedo hacer por conseguir que te dejen ir, Jen, si piensas que
estás lista —le dijo Vasile.
—Es posible que no quieras meterte conmigo, Jen. Te tengo en la mira. Así
que adelante y toma el camino equivocado, te reto, y todos tendremos la dicha de 189
escuchar una melodiosa serenata de una muy ebria Jennifer Adams —amenazó
a Sally.
—¿De qué estás hablando, Sally? —preguntó Jen y hubo de hecho una
expresión preocupada grabada en su rostro.
Decebel gruñó.
El rostro de Jen estaba empezando a adquirir un tono rojo que Sally juró
que nunca había visto en su mejor amiga, nunca. Decidió que Decebel quizá tenía
razón y que ella necesitaba guardar esta munición para otro momento.
***
Varias horas más tarde, todos estaban entrando en la casa de Lilly Pierce,
cada uno pareciendo derrotado completamente.
—No puedo creer cuánto tiempo se tarda en conseguir ser dado de alta del
hospital. Estaba empezando a pensar que en cualquier momento les iban a decir
a cada uno que tenían que soltar un riñón antes de que me dejaran salir. Lo digo
en serio —se quejó Jen.
—Dillon, ¿a este punto es seguro decir que hay una posibilidad de que tu
Beta esté involucrado?
—Por mucho que yo no quiero que ese sea el caso, el hecho de que él
desapareció al mismo tiempo que Jacque y no responde a mis llamadas no es un
buen presagio para su inocencia —admitió Dillon.
Alina se reunió con Vasile en la puerta a medida que los lobos comenzaban
a salir en fila.
—Lo haré, Mina. También voy a hacer cualquier cosa que tenga que hacer
para conseguir toda la información que nos ayudará a encontrar a Jacque.
—Yo no esperaría nada menos, Alfa. —Ella se apoyó entre sus brazos y
encontró consuelo en su fuerza.
*** 191
—Sally, por favor dime que no dije las cosas que estoy empezando a
recordar que le dije a él cuando estaba ebria.
—Mierda.
***
—He estado por ahí. Se podría decir que he estado trabajando detrás de la
escena.
***
—Lamento escuchar esto, pero, ¿por qué crees que mi manada estaría
involucrada en esto? —preguntó Jeff.
Los ojos de Jeff se abrieron de par en par ante la noticia y fue evidente para
Vasile que no había sido consciente de esta información.
—Creo que hay miembros de tu manada que albergan ira hacia Fane por
derrocar su Alfa y sólo puedo imaginar el dolor que la doctora Steele debe estar
sufriendo por la pérdida de su hermano. Tendría sentido para Logan, lobo de
Dillon, buscar ayuda de aquellos lobos que harían cualquier cosa para tomar de
Fane lo que su Alfa había fallado en hacer.
Jeff no respondió durante varios minutos, la falta de enfoque en sus ojos
haciendo evidente que se había perdido en sus pensamientos. Finalmente habló,
pero no a Vasile. Sus ojos se fijaron en Fane.
—Sé de cuatro lobos que son leales a Lucas incluso ahora. He tenido que
forzar su obediencia en más de una ocasión.
Fane no lo dudó.
Fane asintió, reconociendo la solicitud del Alfa. El hecho de que Jeff podría
incluso buscar la aprobación de Fane reveló quién era el lobo dominante entre los
dos.
—Ellos están en camino. Les dije que era una reunión de la manada. Ellos 194
no saben de su presencia.
***
Veinte minutos más tarde, los cuatro lobos que Jeff había llamado se
sentaron delante de Vasile, incapaz de moverse ante el poder del Alfa. Fane gruñó
mientras él permanecía de pie junto a su padre y este tenía a los lobos desnudando
sus cuellos en sumisión, aunque era evidente que no querían.
—Eso tendría sentido, Alfa, que Logan no se revelara ante ellos. —Decebel
habló en voz baja, no siendo afectado por el poder de su Alfa fluyendo a través
de la habitación.
Una vez más, los lobos no respondieron de inmediato. Vasile gruñó una
prometedora advertencia disciplinaria por su falta de obediencia.
—No sabemos de lo que está hablando. —Esta vez un lobo diferente habló.
Los cuatro lobos miraron a su Alfa, suplicándole con sus ojos para que
interviniera. Su respuesta mostró la falta de respeto máxima mientras le daba la
espalda, básicamente diciendo que estaba haciendo la vista gorda a las acciones
del Alfa Rumano.
—Le dimos un auto. Dijo que necesitaba transporte que no podía estar
vinculado a él a fin de secuestrar a la compañera de Fane. —El lobo se atrevió a
gruñir a Fane cuando él le dijo—: No es menos de lo que te mereces por tomar a
uno de los nuestros.
Fane soltó al lobo que había estado sosteniendo y para sorpresa de su padre
dio un paso atrás. Su mirada recorrió a cada uno de ellos, y un poder que Vasile
sabía igualaba al suyo propio hizo que los lobos cayeran de rodillas en sumisión.
—¿A dónde se la llevó? —preguntó, su voz había bajado más, la calma
antes de la tormenta.
—Así como usted dice, se hará —le dijo Jeff a Vasile mientras desnudaba
su garganta en sumisión. 196
—Se verán obligados a sus formas de lobo por su Alfa. Durante ese estado
les serán removidos sus garras y los colmillos de sus bocas. Sus pieles serán
afeitadas de sus cuerpos. —Los lobos aullaron de miedo e ira, pero Vasile no
había terminado—. Una vez de vuelta en sus formas humanas, las marcas en su
espalda serán distorsionadas para mostrar que han sido despojados de su lugar en
la manada. Serán entonces expulsados a ser lobos solitarios en sus estados
vulnerables, y sin una manada para protegerlos. ¿Entienden que este es el precio
que pagarán por su traición y crimen contra Fane, el príncipe de los Canis Lupis
Rumanos?
—Te doy las gracias por tu cooperación y si encuentras cualquier otra cosa
te pediría que te pongas en contacto conmigo de inmediato. ¿Todavía tienes la
tarjeta que te di después del desafío?
—Sí, voy a ayudar en todo lo que pueda. —Girándose a Fane, Jeff apartó
la vista hasta el hombro de Fane, no queriendo desafiarlo al mirarlo a sus ojos—
. Lamento el dolor que mi manada te ha provocado de nuevo. Sé que eso no
ayuda, pero quiero que lo sepas sin embargo.
Fane dio un solo asentimiento al Alfa para mostrar que había oído sus
palabras, pero no dijo nada a cambio. Se volvió a seguir el camino por el que
habían entrado, necesitando pensar y procesar la información que los lobos de
Jeff habían dicho. No sabía si era suficiente para ayudarlos, pero era algo, y justo
ahora algo era mejor que nada.
197
Traducido por Otravaga
—¿Cuánto tiempo dijiste que tardaría este vuelo? —le preguntó a Logan.
***
Logan miró a la doctora Steele y decidió que ya era hora de que ella
explicara exactamente qué era lo que necesitaba hacerse para arreglar a Jacque.
No quería tener que esperar para vincularse con ella, sabía que incluso ahora Fane
estaría haciendo todo lo posible por localizarla.
—Dime otra vez lo que está mal con ella —dijo Logan, más una orden que
una pregunta.
—No sé si es tan fácil, Logan. No sé si ella tiene que recibirla por medio de
un mordisco y tomar la sangre a través de sus colmillos, ni siquiera sé si tiene
colmillos, o si una transfusión funcionaría —admitió.
—Sigue siendo fácilmente remediable, haremos las dos cosas —dijo 199
Logan, con plena confianza en su voz.
—¿Está listo? —le oyó preguntar—. Bien, deberíamos estar allí en unos
minutos.
Al darse cuenta que algo no estaba bien, Cynthia miró por la ventana y
pudo notar por el paisaje que no estaban en Colorado.
***
Logan miró la forma desplomada de Cynthia, sintiendo una pequeña
punzada de arrepentimiento por tener que causarle dolor, pero era necesario.
Después de haber decidido llevarla con él se dio cuenta que ella podía decirle a
Jacque en dónde estaban y luego Jacque podría decirle a Fane. No iba a permitirle
arruinar todo su trabajo duro si de repente decidía tener una conciencia. Así que
había llamado a uno de sus lobos, Sam, porque sabía que le era leal a él y no se
pondría en contacto con Dillon, y le pidió que alquilara una cabaña en las
montañas Ozark en el sur de Missouri y le enviara las coordenadas, así como
encontrar un lugar para aterrizar. Su compañero de manada había hecho algo
mejor que eso. Había encontrado una cabaña con un campo vacío junto a él. Una
vez más, Logan sintió como si el destino estuviese interviniendo. Él le dijo a Sam
que se subiera a un avión y volara hasta el aeropuerto más cercano a su ubicación,
luego alquilara un auto y, después de conseguir víveres, lo encontrara en la
cabaña.
Cuando llegó a la puerta, recordó que Sam le había dicho que el lugar que
alquilaba las cabañas pondría una llave debajo de la alfombra. Inclinándose
cautelosamente hacia abajo para mover la alfombra a un lado sin dejar caer a la
doctora, vio la llave plateada. A sus ojos era un pequeño trofeo proclamando su
victoria por haber llegado finalmente a su destino con la que pronto sería su
compañera.
Logan gruñó y dio un paso hacia ella, con los ojos brillantes. Cynthia tuvo
que dejar caer la mirada. Mierda, era más dominante que ella. Por supuesto que
lo sería, era un maldito Beta.
—Puedes tratar de cambiar, pero conoce esto: hay sólo una razón por la
que no soy el Alfa de una manada ¿Puedes adivinar cuál es?
Cynthia se dio cuenta que lo que él le estaba diciendo era que su poder era
lo suficientemente fuerte como para evitar su cambio. Él tendría que ser material
de Alfa con el fin de hacer eso. Lo único que le haría más débil que otros Alfas,
por supuesto, pensó, mirando a Jacque…
Logan regresó con otros tres juegos de esposas. Se acercó a ella y le agarró
uno de sus tobillos y le colocó la esposa, y luego con el otro extremo esposó el
carril de la silla de cedro. Cynthia lo fulminó con la mirada mientras lo veía
asegurar a Jacque de la misma manera.
Cuando Logan se apartó, oyó gemir a Jacque. Él la miró y vio que sus ojos
revoloteaban y ella estaba tratando de moverse. Se quedó congelado, esperando,
pero no tuvo que esperar mucho tiempo mientras los ojos de Jacque se abrían.
Ella lo miró y luego trató de mirar a su alrededor, sus ojos encontrando a Cynthia.
—¿Doctora Steele? —Su voz era ronca y llena de preguntas sin respuesta.
Jacque volteó la cabeza hacia él—. ¿Logan? —Ella gimió y trató de tirar de sus 203
piernas hacia su pecho, pero no pudo ya que una estaba esposada al riel de la silla.
Cuando pareció que el dolor había pasado bajó la mirada hacia sus pies, y luego
trató de tirar de sus brazos alrededor, dándose cuenta de que estaba esposada—.
¿Alguien quisiera explicarme por qué estoy esposada y no en el hospital? —
preguntó Jacque, mirando hacia atrás y adelante entre la doctora Steele y Logan.
Una vez más, el dolor atormentó el cuerpo de Jacque y cerró los ojos,
tratando de dejarlo fuera. Cuando pudo respirar de nuevo miró a la doctora
Steele.
—Está bien, doc. No es posible que piense que no sé que usted debe saber
cómo solucionar esto. ¿Por qué más la habría traído Logan?
Fue Logan quien respondió.
204
Traducido por ஓ¥anliஓ
—Vamos, señora P. Que las bolas de pelo hagan lo suyo. Estoy segura de
que estarán encantados de informarnos una vez les hayan sacado la verdad a
golpes a estos cuatro.
***
Lilly dejó que Jen la llevara a la cocina, mientras que Sally y Alina las
siguieron. Sally fue directo a la nevera y sacó una Coca-Cola. Volviéndose hacia
Jen, quien había saltado sobre el mostrador, ella le tendió una, sabiendo que la
estaría esperando. Luego Sally tomó la suya y fue a pararse al lado de Jen, con la
espalda apoyada contra el mostrador. Alina estaba frente a las chicas con Lilly a
su lado.
—Puedo pensar en dos razones. Uno, piensa que está ayudando a Dillon
al ser el encargado de tomar la decisión de llevarse a Jacque para que así Dillon 206
no tenga que hacerlo.
—Si ese es el motivo es más tonto de lo que parecía —dijo Jen entre tragos.
—¿Qué pasa con este asunto de los compañeros? ¿Es realmente tan
importante como para que estos hombres lobo estén dispuestos a arriesgar sus
vidas? —le preguntó Sally a Alina.
—¿Qué obtiene la chica de ello? Me refiero a que, suena muy bien para él,
pero, ¿qué pasa con el agujero en el alma de ella? —La pregunta de Jen fue casi
un susurro. Alina ladeó la cabeza hacia un lado en un gesto muy parecido a un
lobo, sorprendida de que tal cuestión hubiera venido de Jen.
Jen secó las lágrimas que habían comenzado a caer por su propia voluntad,
sin entender por qué las palabras de Alina se sentían como si estuvieran
grabándose por sí mismas en el corazón. Ella sonrió hacia Alina.
—Los cuatro lobos que Dillon trajo con él son inocentes, no saben nada.
Así que nuestro siguiente paso es ir a Denver y hablar con el resto de su manada.
—Vasile se volvió y miró hacia Lilly, su rostro se suavizó mientras contemplaba
el rostro de una mujer que se mantenía unida por un hilo—. Vamos a alquilar un
jet. No voy a tratar de convencer a nadie de ir porque sería simplemente una
pérdida de tiempo.
—El mayor obstáculo serán los padres de Sally y Jen. Lilly, tú y Alina van
a tener que ir con las chicas para hacerles saber que estaremos partiendo
inmediatamente, en vez de en un par de semanas. Diles que ha sido una
emergencia familiar y tenemos que volver a Rumania lo más rápido posible. —
Lilly asintió, asumiendo una mirada de determinación en su rostro por tener
finalmente una tarea, algo que hacer en vez de esperar. Tomó las llaves del auto
en el mostrador y le indicó a las chicas y Alina que la siguieran.
—¿Cómo crees que tus padres van a tomar esto, Jen? —preguntó Sally en
voz baja.
—Oh, probablemente tan bien como la vez que tomamos los tampones y
los colgamos de los árboles frente a la casa del Director Stephens.
—Estoy contigo —confirmó Sally. Por Jacque haría lo que fuera necesario
para asegurarse de estar en ese avión.
***
Sólo con Jacquelyn podría dejarse ir alguna vez. Recordó la noche antes
del desafío cuando había derramado sus miedos en ella. Había desnudado su 209
alma y ella le había dado la bienvenida con los brazos abiertos. Sus hombros
temblaron mientras el dolor y el vacío lo amenazaban con romper. Las últimas
horas sin poder tocar su mente, sin saber si estaba bien, casi lo había puesto de
rodillas.
«Me duele, pero no porque alguien me haya hecho daño. Logan nos ha
secuestrado, a la doctora Steele y a mí.»
«¿Todavía estás enferma?»
«No tan mal.» Fane sintió una pausa antes de que continuara. «Estaré
bien.»
«¿Puede describir tu entorno para mí? Tal vez me dará algún tipo de idea 210
de dónde te encuentras.» Fane sabía que era una posibilidad remota, pero por otro
lado, podría haber algo que Logan había pasado por alto que sería suficiente para
delatarse.
«Bien, parece que tal vez es una cabaña de troncos. El mobiliario está hecho
de algún tipo de madera y las paredes son todas de madera como una cabaña. No
veo nada más que de ninguna pista acerca de dónde estamos.» La voz de
Jacquelyn estaba empezando a sonar muy nerviosa.
«Jacquelyn, tengo que dejar que mi padre sepa que tú me has contactado.
Estamos saliendo en poco tiempo a Denver para interrogar a la manada de Dillon.
Esperamos que él confiara en uno de los otros lobos y tal vez revelara adónde te
estaba llevando» explicó Fane, quería que ella entendiera que si no lo escuchaba
no era porque se hubiera ido.
«Estás bien. Si soy capaz de averiguar cualquier cosa que creo que pueda
ayudar, te lo haré saber.»
Y porque no podía dejar de decirle, empujó la imagen de él besándola en
su mente mientras susurraba:
***
Fane abrió la puerta y corrió escaleras abajo. Su padre y los otros lobos
estaban reunidos en la sala de estar. No vio ninguna señal de las chicas y asumió
que no habían conseguido regresar todavía.
—¿Fue capaz de decirte algo? ¿Te dio alguna pista de dónde podrían estar?
—le preguntó Vasile a su hijo.
—Todo lo que me pudo decir fue que cree que él la tiene en una cabaña.
Ella dijo que la habitación en la que está no tiene ventanas, pero que el mobiliario
es de madera de bosque y las paredes eran de troncos, como una cabaña de
troncos.
Vasile asintió.
—En este momento lo único que queda por hacer es esperar a que Lilly,
Alina, y las chicas vuelvan.
—¿Crees que Lilly puede convencer a sus padres para que las dejen ir con
nosotros? —le preguntó Fane a su padre. 212
—Si Lilly no puede, son pocos los que pueden resistirse a tu madre. —
Vasile le dio a Fane una sonrisa de complicidad, y por el momento, porque podía
sentir la presencia de Jacquelyn en el fondo de su mente, él fue capaz de
devolverle una pequeña sonrisa. Era cierto, después de todo. Su madre siempre
parecía salirse con la suya. De alguna manera era capaz de hacer que la gente
piense que lo que fuera que ella estaba queriendo había sido su idea en primer
lugar. Le iban a seguir la corriente con una sonrisa en su rostro, completamente
inconscientes. Nunca la había visto usarlo con malas intenciones, su madre era
demasiado buena de corazón para eso. Casi estalló en carcajadas ante la idea de
los pobres padres de Sally y Jen cayendo, sin saberlo, bajo su hechizo.
«Luna, me dirías si te ha hecho daño.» Fane dio una orden en lugar de una
pregunta.
***
Incluso les dijo que Vasile y ella pagarían por eso, y consiguió esto, sus
padres estaban comiendo de las manos de Alina como si ella estuviera sirviendo
la mejor cosa desde el pan rebanado.
—Thelma, ¿podrías decirme qué pasó allí? —murmuró Jen, su voz como
en un estado de trance.
—Estoy tan perdida como tú, Louise —dijo Sally, luciendo tan confundida
como Jen.
Lilly miró hacia atrás a Jen y a Sally y permitió que una pequeña sonrisa
cruzara su rostro a pesar de que no llegó a sus ojos.
Alina repentinamente tuvo una de esas miradas distantes que Jen y Sally
reconocieron inmediatamente.
—¿Qué es lo que el gran jefe tiene que decir? —preguntó Jen, sin
preocuparse en este momento si era de su incumbencia o no.
214
Si se refería a Jacque, entonces en lo que a ella respecta era definitivamente
de su incumbencia.
—¿Cómo sabías que estaba hablando con Vasile? —preguntó Alina, con
verdadera sorpresa en sus ojos.
—Tienes la misma mirada que tiene Jacque cuando ella y su bola de pelo
están utilizando su mojo mental. Aunque, le pregunté una vez si estaba estreñida
porque sólo tiene esa clase de mirada en su cara cuando está estreñida. —Todos
los ojos estaban sobre Jen en el momento en que ella dejó de hablar—. ¿Qué? —
preguntó ella.
—¿Está bien?
—Vasile dice que le dijo a Fane que Logan no le había hecho daño, pero
que estaba todavía sentía dolor de lo que sea que estaba mal antes.
—¿Dijo si la doctora Steele estaba con ella? —le preguntó Sally a Alina.
—Jacque dijo que la doctora Steele estaba allí y que ambas habían sido
secuestradas por Logan.
—¿Qué, ningún beso de saludo? —lo aguijoneó ella, por alguna razón
encontraba satisfacción cuando podía conseguir una reacción de él. Jen no estaba
preparada para la mirada que le dirigió en respuesta a su observación. En
realidad, parecía como si estuviera considerando besarla. Se apresuró a pasar
frente a él y le escuchó reír, a lo que Jen decidió no reconocer.
—Ahora no. Estoy listo cuando ustedes lo estén. —Vasile asintió y, sin
decir una palabra, se dirigió hacia Alina. Todo el mundo lo tomó como su señal
para recoger sus cosas y encaminarse a sus vehículos asignados.
***
Lilly se paseaba por la casa, asegurándose de que todas las luces estuvieran
apagadas cuando sintió una mano suave en su brazo. Se volvió para encontrar a
Dillon mirándola con ojos que lucían tan atormentados como los suyo propios.
—Sólo quiero que sepas que voy a hacer todo lo posible para encontrarla
—dijo Dillon, y ella podía decir que quería decir cada palabra.
—Gracias —fue todo lo que pudo decir. No sabía qué más decir. Aquí el 216
amor de su vida estaba justo delante de ella, lo suficientemente cerca como para
tocarla, y sin embargo estaba por siempre fuera de su alcance. Pero era suficiente,
decidió Lilly, que él amara a su hija. Aunque él no la podía amar, si amaba a
Jacque y eso sería suficiente.
***
Una vez que todos se montaron en los vehículos, los bolsos de todos
amontonados en la parte trasera de cada una de las camionetas, Sally se tomó un
minuto para mirar la disposición de los asientos. Vasile, Alina y Lilly estaban en
el frente, Sorin, Decebel y Fane estaban en la parte de atrás, y Sally y Jen estaban
en el segundo asiento con Skender sentado entre ellas. Sally se estiró sobre
Skender mirando hacia su malvada amiga.
Jen tenía esa mirada en su cara a la que Sally estaba muy acostumbrada.
Sally pensó en ella como el rostro antes de la tormenta.
Una vez que fue obvio que no iba a suceder, se sentó y miró hacia Skender.
Ella se encogió de hombros en una actitud de “qué diablos” y justo antes de que
ella apoyara la cabeza en su hombro, Sally vio a Jen guiñarle un ojo.
—Eres una chica muy mala. Ya te he dicho esto antes, ¿verdad? —le
susurró Sally en el oído a Jen.
Jacque pensó en sus palabras y se dio cuenta que podrían serle útiles a
Fane.
«Fane, hay otro hombre aquí con Logan. No lo hemos visto pero la doctora
Steele dice que ella puede oírlo.»
«Pregúntale a la doctora Steele si puede oír a Logan utilizar un nombre.
Cualquier nombre que Logan podría decir puede ser útil.»
«Está bien. ¿Dónde están?» preguntó Jacque.
«Estamos en el avión de camino a Denver. Sally quiere que te diga…»
Jacque sintió la reticencia en Fane de decirle.
«¡Qué!» Jacque en realidad habló en voz alta, así como en su mente antes
de que pudiera detenerse.
«Realmente quiero saber por qué Jen estaba desnuda frente a él, pero sé lo
que están haciendo, están tratando de distraerme.»
«La distracción es la especialidad de Jen, amor.»
«Mantenme informada, hombre lobo. Voy a tratar de ver lo que sabe la
doctora Steele.» Jacque intentó bloquear el dolor que había comenzado a quemar
a través de su cuerpo, ella juraba que sintió como si alguien estuviera tratando de
cocinarla desde el interior hacia fuera.
Cynthia vio como Jacque se hizo un ovillo, con los ojos fuertemente
cerrados, como si estuviera tratando de dejar fuera el dolor que estaba 220
desgarrando a través de ella. No le preguntó si había algo que pudiera hacer para
ayudarla porque ella sabía que no lo había. Hasta que Jacque obtuviera sangre de
lobo ella continuaría sufriendo, y lo más probable es que empeoraría. Finalmente
el cuerpo de Jacque se relajó, pero el dolor la había dejado sin aliento y se
esforzaba para arrastrar aire a sus pulmones.
—Sea honesta, doc —dijo Jacque, abriendo los ojos y fijándolos en ella—,
¿cuánto peor se va a poner esto?
Jacque asintió.
—¿Sabes cuánto tiempo podría tomar? Quiero decir, ¿crees que voy a ser
capaz de aguantar hasta que Fane llegue?
—Suenas tan segura de que va a encontrarte. —La expresión en los ojos de
Cynthia dijo que no creía que Fane tuviera una maldita esperanza.
Jacque no dijo nada más después de eso. Dormía cuando el dolor se abatía
pero se despertaría gritando cuando volvía. Ella estaba constantemente tratando
de centrarse en mantener su escudo en su mente para que Fane no supiera lo
mucho que estaba sufriendo. De vez en cuando ella simplemente decía su nombre
a través de su vínculo sólo para oír su respuesta. Recordó estar despierta un par
de veces con el sonido de Cynthia diciéndole que comiera, pero la comida no
tenía ningún atractivo porque sabía que simplemente la vomitaría. Otro momento
en que estuvo despierta, Cynthia intentó conseguir que bebiera algo pero de nuevo 221
Jacque se negó.
—Cynthia, ¿qué está mal? —Miró para ver a Jacque retorciéndose de dolor,
con el rostro tan contorsionado que dolía mirar—. ¡Arréglala! —gritó Logan a la
doctora que estaba sentada al otro lado de Jacque, con la jeringa de medicación
para el dolor ya en la mano.
—¡No me toques!
—Vas a tomar mi sangre, serás mía, y no hay nada que ese cachorro pueda
hacer al respecto. —Sus ojos brillaban peligrosamente mientras le gruñía y
aunque ella sabía que no debería provocarlo más, todo el sentido de supervivencia
se fue por la ventana.
—Puede que me hayas secuestrado —su voz era apenas un susurro—, pero
nunca seré tuya. —Como para acentuar sus palabras ella le gruñó en respuesta y
luego le escupió en la cara de lobo. Jacque miró mientras sus colmillos se
alargaban, sintió que sus uñas se volvían garras contra su piel. Logan la dejó caer
de nuevo a la silla y le dio una bofetada tan fuerte que estaba segura que algunos
dientes se soltaron.
—¡LOGAN! ¿Qué demonios te pasa? —Jacque escuchó a Cynthia gritar.
Cuando Logan se giró hacia el sonido de su voz, Cynthia vio que los ojos
de Logan lucían salvajes, su respiración rápida e incontrolada. Logan estaba
siendo consumido por la locura. Sabía que los machos que vivían mucho tiempo
sin compañeras podían volverse locos, pero él parecía estar avanzando a una
velocidad increíble.
En los cuatro días que ella y Jacque habían estado con él ella se había dado
cuenta de sus hombros encorvados, el ceño fruncido y los constantes ojos
entrecerrados mientras su estado de ánimo se hacía más y más oscuro. La única
cosa que Cynthia podía imaginar era que tal vez la idea de tener a Jacque no
estaba realmente haciendo nada para combatir la locura porque ella no era su
verdadera compañera. La mujer que él cree que es la que va a llenar ese abismo
oscuro le está rechazando y la precaria presa que se había mantenido en su lugar
por la promesa de una compañera se había roto cuando Jacque le había dicho que
nunca sería suya. Fue entonces cuando Cynthia se dio cuenta que Logan haría lo
que fuera para tener a Jacque sometiéndose a él, incluso si eso significaba
golpearla. 223
Ella se abalanzó sobre él, tratando de agarrar la mano que estaba
retrocediendo para golpear a Jacque de nuevo.
***
Jacque vio a Cynthia caer al suelo por la fuerza del puño de Logan. Antes
de que pudiera llamar a gritos a la doctora, Logan la había jalado por el cabello.
Jacque gritó por el fuerte dolor que entró por su cuero cabelludo. Ella cerró los
ojos al sentirlo inclinándose a su cuello, tomando una respiración profunda.
Quería vomitar ante la idea de él aspirando su aroma, su piel se puso de gallina
al contacto de la suya contra la de ella.
Jacque cerró los ojos mientras seguía luchando, ella sintió nauseas a la
sensación de su brazo contra su boca, el olor de hierro golpeando su nariz
mientras sentía una sustancia pegajosa caliente tocar sus labios.
Luchó duro, pero Logan había movido la mano que había estado
sosteniendo su cabello a su frente para mantener su cabeza en su lugar. Él
presionó su brazo con más fuerza contra su boca y luego lo sintió tapándole su
nariz. Ella trató muy duro de contener la respiración, decidida a morir por falta
de oxígeno antes de que se tragara su sangre, pero su cuerpo la traicionó. Casi
224
como contra su voluntad su boca se relajó y ella jadeó en busca de aire. Logan
aprovechó la oportunidad para empujar el brazo más en su boca. No importa lo
mucho que se esforzó, no pudo detener la sangre que sentía fluyendo desde el
brazo hasta su garganta.
—Si hubiera sabido que todo lo que tomaría para lograr que me mordieras
era un beso, me podría haber ahorrado un montón de problemas, Jacque.
***
—Puedes tener sus marcas en ti, pero es mi sangre la que está en ti. —
Jacque apretó la cara en el cojín de la silla cuando oyó cerrarse la puerta, y cuando
el cerrojo hizo clic en su lugar ella sintió algo dentro de ella romperse.
Sin importar lo mucho que hiciera arcadas, nada dejaría su cuerpo. Lloró
hasta que pensó que no podía tener ninguna lágrima restante. Estaba equivocada.
«Mi amor, estoy aquí.»
Las lágrimas comenzaron de nuevo al sonido de esa voz en su mente, al
sentir los labios que sintió presionando en su frente a través de su vínculo. La
vergüenza se apoderó de ella al pensar en los labios de Logan en los suyos y las
arcadas comenzaron de nuevo.
226
Traducido por Debs y Flochi
—¿Qué pasa con el lobo amante? —le preguntó Jen a Sally y, a pesar de las
palabras, su tono denotaba lo mucho que le importaba Fane y Jacque.
—Dice que piensa que algo está mal con Jacque, pero que ella no se lo dirá
—le explicó Sally.
—Por supuesto que no se lo va a decir. Ella sabe que él iría todo garras y
colmillos sobre alguien si pensara que está herida. Eso no quiere decir que estoy
de acuerdo con ella por guardarle algo a él, porque eso significa que está
impidiendo que nosotras también sepamos.
228
***
—Ni siquiera lo digas. Vamos contigo, incluso si eso significa que tenemos
que escondernos en el auto. —Para sorpresa de todos fue Sally, que le hizo el
anuncio mientras agarraba la mano de Jen y tiraba de ella a lo largo. Decebel
miró a Fane, quien simplemente sacudió la cabeza como para decir, simplemente
que lo dejara.
***
Quince minutos más tarde, Fane, Vasile y Decebel bajaron del vehículo
alquilado para ir a la sede de la manada de Denver. Fane miró a los cuatro
restantes en el vehículo: Sally, Jen, Lilly y Alina.
—¿He dicho ya lo mucho que esto es una mierda? —murmuró Jen en voz
baja.
—Vamos a encontrarla.
—Soy la que se supone que debería estar diciéndole eso a usted, señora P.
***
—Vasile, estos son los dos lobos que querían hablar contigo. —Dillon
indicó los dos lobos que estaban sentados a la mesa con ellos en el comedor—.
Michael, Sean, por favor, díganle lo que me dijeron.
—¿Por qué crees que esa sería información importante? —preguntó Vasile.
Esta vez fue Decebel quien gruñó. Vasile miró a sus dos lobos y luego se
volvió hacia Michael y Sean.
—Perdón por preguntar, pero, ¿por qué un lobo que vive en Colorado tiene
una cabaña en las montañas Ozark?
—¿Sí? —La voz de Michael fue casi un chillido al ver los ojos
resplandecientes de Fane y sus caninos alargados.
—O una vez que él se dé cuenta que su hijo está involucrado puede decidir
que es en su mejor interés quedarse fuera —agregó Decebel.
—¿Las cosas han ido tan bien? —murmuró Jen en voz baja.
—Bueno, eso es una buena noticia, ¿verdad? Entonces, ¿qué pasa con la
obvia ira? —preguntó Sally.
—El Alfa no está cooperando. Él no nos daría la ubicación de la cabaña.
Todo lo que dijo fue que no iba a dejar que su hijo sepa que conocemos su
ubicación general —gruñó Fane.
—¡Qué diablos! Vasile, ¿no puedes hacerle nada a este Alfa? ¿Darle una
buena sacudida por el pescuezo o algo? —preguntó Jen, con obvia frustración.
—Si llegamos a eso, entonces sí. Pero no tengo a toda mi manada conmigo
y el Alfa de Springfield no es uno débil —respondió Vasile.
El viaje de regreso al hotel fue tranquilo. La tensión podía tocarse y las olas
de frustración que rodaban expedidas de Fane eran suficientes para causar
vértigo.
232
***
—Fane, ¿qué pasa? ¿Ella está bien? —Sally y Jen estaban arrodilladas a
ambos lados de Fane, quien seguía gruñendo de manera tan amenazadora que
por primera vez Sally tuvo miedo.
Decebel dejó salir su propio gruñido cuando tomó con suavidad el brazo
de Jen y la alejó del lado de Fane.
—Oye, ¿qué ray…? —empezó a protestar Jen, pero cuando alzó la mirada
al rostro de Decebel cerró la boca. Los ojos de Decebel estaban brillando y sus
caninos se habían alargado. Algo le dijo que sería mejor soportar esto.
***
«Mi amor, estoy aquí.» Y lo que escuchó como respuesta rasgó en dos su
corazón.
—Fane, por favor, ¿qué pasa? ¿Ella está bien? —preguntó Sally con
suavidad.
***
233
Jen se sentó en el banco del parque y aunque parecía mirar a algunos niños
jugar en el patio, sus ojos estaban llorosos, sus pensamientos muy alejados de
donde estaba sentada. La humedad rodando por sus mejillas la sacó de su estupor.
No podía recordar un tiempo en que se sintiera tan impotente.
Incluso durante el accidente fue capaz de hacer algo para ayudar, pero
ahora todo lo que podía hacer era esperar. Esperar a que Vasile hiciera los arreglos
del viaje, esperar a que Fane escuchara de Jacque que ella está bien, esperar a que
el maldito mundo se abriera y la tragara porque no podía imaginar un mundo sin
Jacque. Quería gritar ante la injusticia de todo. Jacque era una de las más
agradable y más leales personas que conocía. ¿Por qué le pasaba esto a ella? Jen
cerró los ojos e intentó luchar contra el abrumador miedo que amenazaba con
aplastar su espíritu.
—¿Qué pasa, Jennifer? Nunca te he visto tan distante. —La voz de Decebel
transmitió la preocupación que estaba intentando ocultar.
—Estoy cansada, Decebel. Estoy preocupada y no estoy de humor para
ayudar a aliviar la tensa situación. —La cara de Jen mostró el miedo que por
primera vez le permitió a él ver—. Sé que soy sarcástica y que bromeo mucho,
incluso en las peores situaciones. Es cómo lo enfrento, cómo le hago frente para
no desmoronarme. Pero no tengo la fuerza para ser la que levante el ánimo de
todo el mundo. No lo tengo para ocultar el dolor que amenaza con asfixiarme por
miedo de que nunca vuelva a ver a Jacque o de que algo horrible le pase a ella.
—Ahí es donde te equivocas, Dec. Tengo que serlo, por ellos. Sally, Lilly,
y a veces incluso por Fane. Tengo que ser la que cree tan firmemente que la
traerán de regreso, que puedo ser sarcástica. Que puedo darme el lujo de ser
bromista para aligerar u oscurecer este enredo. Y no que simplemente la traigan
de vuelta, sino que la traigan entera. Hay peores cosas que la muerte para una
mujer, Decebel.
234
Decebel no estaba muy seguro de cómo responder a eso. No sabía cómo
manejar a una Jennifer desanimada. Una Jennifer sarcástica, malvada y
juguetona, sí, con esa él podía tratar. Pero con este espíritu aplastado y frágil no
sabía qué hacer. La acercó más a él y apoyó su barbilla en la cima de su cabeza.
—Haría lo que fuera por quitarte el miedo, por traer a tu amiga de regreso
ilesa.
Jen se echó hacia atrás para poder mirar a los ojos a Decebel, sorprendida
por las palabras llenas de emoción.
—Te creo —le dijo Jen mientras lo miraba con fijeza a los ojos.
—Sí, supongo que es mejor. —Jen se puso de pie y se dio la vuelta para
dirigirse de regreso al hotel. A pesar de las palabras amables de Decebel se sintió
peor. No solo su amiga estaba en las manos de un lobo psicópata sino que el
sujeto del que ella se estaba enamorando nunca podría ser suyo. ¿En qué había
estado pensando para siquiera considerar una aventura con un chico, un hombre
como Decebel? Le rompería el corazón cuando él hallara a su compañera. Ella
no era tan fuerte como Lilly. Una vez que Decebel fuera de ella ya no sería capaz
de dejarlo ir.
***
Fane vio como todo el mundo abordaba el avión. Había intentado ponerse
en contacto con Jacquelyn varias veces desde la última vez que ella lo contactó y
ella seguía sin dejarlo entrar. Estaba empezando a enojarse por su rechazo. ¿Por
qué no lo dejaría acercarse? ¿No entendía lo doloroso que era estar separado de
ella? ¿No le dolía también a ella? Por primera vez desde que la había conocido
Fane sintió temor ante la posibilidad de que ella no lo quisiera, que no lo amara
como él la amaba. Pero sabía que no podía ser cierto. Ella era su compañera, la
otra mitad de su alma, debía sentir el dolor de la continua separación. Algo tuvo
que haber sucedido para causar que ella se mantuviera alejada. Tan pronto como
estuviera solo y pudiera concentrarse, por primera vez, la obligaría a dejarlo
entrar en su mente. Sabía que no debería hacerlo pero ya era suficiente. Era su 235
compañera, ¿cómo podía ayudarla si ella no lo dejaba acercarse?
***
Jen miró a Sally y para sorpresa de ella, Jen se inclinó hacia adelante,
enterrando la cara en el cuello de Sally.
Sally sintió los hombros de Jen estremecerse y se dio cuenta que estaba
llorando.
—Oh, mi pequeña Jen. ¿Quién aspiraría por las estrellas si no es para ti?
No te rindas, todavía no, ¿de acuerdo? —le dijo Sally.
Jen sacudió la cabeza. No seguiría teniendo esperanzas por algo que nunca
pasaría. Se enfocaría en recuperar a Jacque, y entonces tendría que pensar 236
seriamente en si podía manejar estar en Rumania, donde él estaría.
***
Deecebel miró a Jen desde el otro lado del pasillo. Su cara manchada de
lágrimas derramadas, los ojos hinchados. Sintió su pecho apretarse y un deseo
desconocido por protegerla, de despedazar a quien se atrevió a dejarla hecha
trizas. Lo estaba matando no ser capaz de hacer algo por su dolor. ¿Cómo luchaba
contra un enemigo invisible? ¿Cómo reparar tal situación? Decebel gruñó a la vez
que apoyaba la cabeza contra el apoyacabezas y cerraba los ojos, aunque no podía
descansar, no mientras el temor de Jen pulsara sobre su piel. No descansaría hasta
que pudiera ver la luz llenar sus ojos y el sarcasmo rodar fácilmente de su lengua
una vez más.
Traducido por Otravaga
—Él me hizo beber su sangre y luego tomó la mía. ¿Cómo me querrá Fane
ahora?
—Él siempre te querrá, Jacque. Eres su compañera, suya y solo suya —le
dijo Cynthia mientras le frotaba suavemente la espalda.
—En cierto modo, lo que él hizo fue más íntimo que el sexo.
—Se suponía que sería Fane, Cynthia. Dios, se suponía que sería Fane. No
se suponía que fuera así.
—Sí, bueno lamento hacerte esperar pero una chica se cansa un poco
cuando es atacada. Tendrás que perdonar mi falta de consideración hacia tus
sentimientos —gruñó ella, sabiendo que no debería provocarlo pero incapaz de
detenerse.
—Veo que realmente eres una Alfa, es bueno saberlo. Odiaría que fueses
dominada tan fácilmente. ¿Dónde estaría la diversión en eso?
—Me sentiré mejor una vez que mi compañera ya no lleve las marcas de
otro. Haré que le des a Jacque un poco de ese sedante, Cynthia. De esa manera
no sentirá demasiado dolor cuando las haya quemado de su cuerpo.
Cynthia jadeó.
—No vas a tocarla, Logan. Moriré antes de que le pongas otra mano
encima.
—Oh, no te preocupes, Cynthia. Eso puede ser arreglado. Pero primero
pensé que te gustaría ver esto, dado que me ayudaste y todo eso. ¿No se siente
bien saber que el lobo que mató a tu Alfa nunca tendrá a su compañera? Pensé
que estarías feliz —se burló Logan.
—No puedo esperar para ver a Fane rasgar tus miembros uno a la vez. Me
deleitaré con tus gritos y luego me bañaré en tu sangre. —La mirada que Jacque
le dio fue salvaje e incluso ella se sorprendió al oír el sanguinario sonido de su
voz.
Cynthia pasó los siguientes dos horas explicándole a Jacque todo acerca de
la Regla de Una Gota, y cómo se aplicaba a Jen. Jacque no podía creer lo que
estaba escuchando y, sin duda, había sido capaz de mantener exitosamente su
mente alejada de su dolor. ¿Así que tal vez era posible que Decebel fuese su
compañero?
—Decebel ha estado actuando tan protector con Jen. ¿Es posible que él sea
su compañero a pesar de que no han escuchado los pensamientos del otro y que
ella no tiene sus marcas? —preguntó Jacque.
—Tal vez se requiere una reacción física o emocional importante para 241
desencadenar la respuesta de emparejamiento —explicó Cynthia.
—Eh, eso suena como lo que aprendí en psicología sobre cómo las
personas con genes latentes de enfermedad mental a veces tienen que tener algún
tipo de gran evento crucial en la vida para poner en primer plano el gen.
—Ese es un buen punto, Jacque. Es muy posible que sea similar a eso.
«Como el cristal.»
«Bueno, ahora dime.»
Jacque decidió que sólo tenía que arrancarlo como una curita y tal vez no
dolería tanto.
«No hay nada que podría hacerme dejar de quererte. Nada de lo que hagas
o dejes de hacer me impediría estar contigo. Eres mía, Jacquelyn. Mía sin
importar lo que pase.» Jacque sintió las lágrimas correr por sus mejillas. Sintió los
labios de Fane en los suyos cuando le envió el pensamiento de él besándola,
abrazándola.
«Tú sólo preocúpate por llegar aquí, deja que yo me preocupe por mí. Te
necesito, Fane. Quédate conmigo ahora, habla conmigo, y dime cómo está mi
mamá, y Jen y Sally.»
Fane le dijo todo lo que quería saber. Le habló de lo fuerte que era su mamá
y cómo Jen estaba volviendo loco a Decebel. Le contó cómo Sally en realidad lo
había enfrentado respecto a ir con él a ver a los lobos de Dillon. Cuando se quedó
sin cosas que contarle de sus amigas, empezó a contarle la historia de los Lobos
Grises.
«Entonces sí, mi amor, hay otras cosas además de los hombres lobo. Pero
creo que en este momento tienes que dormir un poco. Estaré allí pronto.»
«Quédate conmigo.» Jacque bostezó y luego se estremeció cuando sintió el
dolor propagarse por su cuerpo.
244
Traducido por ஓ¥anliஓ
Vasile miró por el espejo retrovisor y vio que Fane estaba al borde del
cambio. Se estacionó a un lado, y justo cuando el vehículo se detuvo Fane salió
por la puerta y cambiaba en medio del aire. Decebel estuvo justo detrás de él. En
un minuto un hombre, al siguiente un enorme lobo gris oscuro, con patas blancas.
Ella y Sally se quedaron sin aliento cuando Fane se volvió hacia Decebel y
chasqueó sus enormes dientes contra él. Decebel lo esquivó justo a tiempo. Los
dos lobos se rodearon entre sí, chasqueando y arremetiendo, pero sin hacer
contacto. Luego hubo un tercer lobo y cuando él se adelantó y aulló, los otros dos
cayeron al suelo, con las cabezas bajas y dejando al descubierto su cuello. Él
gruñó a los dos y luego, repentinamente hubo tres hombres muy desnudos de pie
al lado de la carretera. Sally chilló y se giró. Jen tuvo que forzar sus ojos de los
magníficos músculos que tenía Decebel.
—Costa despejada —oyeron decir a Alina—. Entraron en el bosque.
—¿Habían tres? Caray, hermana, sólo vi a uno. —Jen cerró los ojos y
volvió a ver la espalda desnuda de Decebel. Las marcas de lobo a través de su piel
bronceada eran impresionantes.
***
Fane gruñó:
—Padre, quiero hablar con el Alfa de Springfield. Quiero saber dónde está
esa cabaña y quiero saberlo ahora.
Decebel gruñó bajo y Vasile rugió. Después de que Alina les había llevado
ropa a los tres lobos, Vasile sacó su teléfono y esperó a que Tyler, el Alfa de
Springfield, respondiera. Contestó al tercer timbre.
—¿Hola?
—Tyler, es Vasile. Tenemos que saber dónde está esa cabaña ahora. —
Vasile continuó antes de que el otro lobo pudiera interrumpir—. Él está pensando
en retirar sus marcas de emparejamiento. ¿Quieres ser responsable de eso?
—Lo tengo, vamos. —Luego llamó a Sorin con las coordenadas y designó
un lugar para encontrarse a la medianoche a un par de kilómetros a favor del
viento desde la cabaña.
***
Jen volvió lentamente la cabeza para mirarlo. Era la primera vez que había
hablado con él desde la pequeña escena a un lado de la carretera.
—Um, sí, estoy bien. Sólo mentalizándome para toda la situación de las
operaciones encubiertas.
—Ella tiene esta extraña obsesión con la jerga militar y misiones. Sólo
asiente y síguele la corriente —le dijo Sally secamente.
—Las mujeres van a esperar en el auto, en el bosque donde nos van a dejar.
Vamos en nuestras formas de lobo y nos reuniremos con Sorin, Skender y Boain.
Sorin va a llamar a Dillon para decirle que lleve a sus primeros cuatro y nos
reuniremos a tres kilómetros de la cabaña.
***
Lilly se sentó con Alina en la pequeña mesa. Ninguna de las dos mujeres
habló, pero se sentaron en amigable silencio, ya que cada una pensaba en el
camino que sus hijos tomarían esta noche.
***
—Vamos.
Eso fue todo lo que dijo y todo el mundo estaba de pie saliendo por la
puerta. Se dirigieron en silencio a la ubicación en el mapa que los llevaba más
cerca de la cabaña. La tensión en el vehículo era palpable y Jen juró que si estiraba
su mano sería capaz de sentirla en su piel. Después de veinte minutos, Vasile sacó
el auto fuera de la carretera y condujo hacia los árboles que estaban al borde del
bosque. Detuvo el vehículo tan lejos como pudo para ocultarlo de la vista.
Vasile se dio la vuelta para mirar a su compañera.
***
Fane esperó fuera del vehículo mientras su padre hablaba con su madre.
Su piel moría de ganas por cambiar, su lobo desesperado por salir a cazar. No
podía creer lo cerca que estaba de ella, podía sentirla.
—Oye, Dec. —Él se dio la vuelta para mirarla—. Cuídate, ¿de acuerdo?
—Por supuesto que estoy preocupada. Jacque los necesita a todos ustedes
para protegerla, así que no dejes que te maten. Podría dejarla vulnerable. —Ella
lo miró fijamente.
—¿Esa es la única razón por la que quieres que tenga cuidado? —Su voz
fue baja y suave como terciopelo.
—No, hay otra razón —susurró ella. Torció el dedo haciéndole señas para
que se adelantara. Él se inclinó para que ella pudiera susurrarle al oído—. Te
acuerdas de Matty, ¿verdad? ¿Ese guapo enfermero que me ayudó? Bueno,
todavía no sabes si él cambió mi nombre. —Jen no pudo contener la sonrisa
maliciosa que se extendió por su rostro.
—Jennifer Adams, ¿qué le has hecho a ese pobre lobo ahora? —le susurró
Sally a su traviesa amiga.
***
Cynthia se esforzó por escuchar cualquier pequeño ruido que pudo, pero
no hubo nada. Ni pasos, ni una tos, risa o respiración, y ningún latido cardíaco.
Logan las había dejado solas. Bueno, era más tonto de lo que parecía, decidió.
Ella se inclinó y gentilmente pero con firmeza sacudió a Jacque. 250
—¿Qué?
—No es gran cosa —dijo Jacque tratando de ser lo más indiferente posible.
Ella observó mientras Cynthia comenzó a registrar la habitación,
presumiendo por algo para forzar la cerradura de las esposas. Cuando no pudo
encontrar nada volvió y examinó la silla a la que estaba esposada.
—Bien, voy a tratar de romper la estructura —le dijo. Jacque lucía un poco
escéptica—. Oye, hombre lobo, ¿recuerdas? —dijo Cynthia, un poco ofendida.
—Vamos, tenemos que llegar lo más lejos posible. Una vez que estén de
vuelta serán capaces de rastrearnos así que tenemos que correr en círculos y luego
tratar de encontrar un poco de agua para ocultar nuestro olor.
Jacque asintió.
«Fane, ella dice que estamos a unos tres kilómetros al este de la cabaña.
¿Qué tan lejos estás?»
Justo en ese momento se oyó un estridente aullido enojado en dirección de
la cabaña.
«Fane, Logan está de vuelta en la cabaña. ¿Dónde estás?» Jacque sabía que 253
su voz sonaba temblorosa, incluso si estaba en su mente.
***
Cynthia observó mientras Jacque corría, luego se dio la vuelta hacia donde
podía escuchar a Logan corriendo. Ella tomó una decisión entonces. Había
metido a Jacque en esto y haría cualquier cosa que pudiera para sacarla de ello.
Cambió a su forma de lobo y esperó a Logan quien venía a través del bosque. Él
se detuvo justo al borde del arroyo, y su forma de lobo era enorme, mucho más
grande que Cynthia.
Empezaron a dar vueltas entre sí, en busca de una apertura. Cynthia sabía
que no tenía comparación con Logan en tamaño, pero era rápida. Si pudiera
mantenerlo distraído para que así Jacque pudiera llegar al auto, podría ser
suficiente. Logan dio un paso y ella gruñó y chasqueó los dientes contra él. Se
lanzó hacia adelante, sabiendo que su audacia lo tomaría por sorpresa. Estuvo en
lo cierto. Fue hacia abajo y se aferró a una de sus piernas. Cynthia escuchó a
Logan ladrar y luego sintió sus dientes enganchándose en su costado. Ella retorció 254
su cuerpo, dejando ir su pierna y rodó para salir de su mordedura. Continuó
rodando hasta que estuvo en cuatro patas de nuevo. Logan trató de lanzarse por
ella antes de que pudiera enderezarse, pero ella saltó a un lado. Estuvo tan cerca
que sintió el aire de su mordedura rozar su pelaje. Él se dio la vuelta más rápido
de lo que hubiera pensado que podría en un lobo de su tamaño y agarró su pierna
trasera derecha antes de que pudiera moverse. Sintió un chasquido y dejó escapar
un gemido fuerte.
***
Jacque corrió a ciegas, con los brazos echados hacia delante, tratando
desesperadamente de impedir irse de cara contra un árbol. Se sintió horrible al
dejar a Cynthia pero la idea de Logan poniendo sus manos sobre ella era
demasiado. Tropezó con la rama de un árbol caído, cayendo hacia delante, pero
se aguantó con sus manos. Se levantó de nuevo y comenzó a avanzar sin
molestarse en desempolvar sus manos.
«Por favor, date prisa.» Jacque escuchó un aullido no muy lejos detrás de
ella. «Está cada vez más cerca.»
Jacque siguió corriendo, pero cayó al suelo cuando el dolor que se hacía
más intenso sacudió su cuerpo. Ella se puso de lado, mordiéndose el interior de
la mejilla para no gritar.
¿Por qué haces esto? —le preguntó, con la esperanza de tal vez distraerlo—
. ¿Por qué me quieres, cuando sabes que no soy tu verdadera compañera?
Jacque chilló cuando, de repente, ya no había un gran lobo ante ella, sino
un hombre desnudo en su lugar.
—¿Tienes alguna idea de lo que se siente estar solo? ¿Estar vacío por dentro
y sentir que estás siendo consumido por ello? Es por eso que estoy haciendo esto.
Necesito una compañera. Hay tan pocas mujeres y Fane todavía es un cachorro.
Él tiene un montón de tiempo antes de que la oscuridad comience a volverlo loco.
Pero yo, soy viejo. Necesito una compañera.
—Tienes que darte cuenta ya que no voy a hacer que la oscuridad 256
desaparezca para ti. Tiene que saber que sólo tu verdadera compañera puede
hacer eso —intentó razonar.
—Será mejor una vez que nos apareemos. Eso nos hará uno y luego la
locura será contenida.
—Ya ni siquiera hueles como él —gruñó—. Hueles a mí. ¿De verdad crees
que te va a querer una vez que huela a otro lobo sobre ti?
Logan rugió ante su audacia, pero no retrocedió. Él tomó sus manos y las
levantó sobre su cabeza, sosteniendo ambas muñecas con una de sus manos. Con
su mano libre la agarró de la barbilla, manteniendo su cara en el lugar mientras
se inclinaba hacia adelante. Jacque se dio cuenta que iba a tratar de besarla y
comenzó a golpear salvajemente. Él la sostuvo con más fuerza y ella se estremeció
por el dolor de sus muñecas. Agarró su cara más fuerte mientras sus labios
brutalmente bajaban hacia los suyos. Ella retorció su cuerpo tratando de quitarse
de encima a Logan pero era demasiado grande. Antes de que pudiera apartar sus
labios, Jacque abrió su boca y lo mordió con fuerza.
—¿Será así, entonces? —le preguntó mientras echaba su mano hacia atrás.
Jacque se dio cuenta que iba a pegarle y trató de quitar la cabeza del camino. Ella
cerró los ojos, esperando el golpe. Nunca llegó. En cambio, el peso que era Logan
había desaparecido repentinamente cuando fue arrojado de su cuerpo.
Jacque abrió los ojos para ver a Fane inclinado sobre ella.
—Vamos a sacarte de aquí tan pronto como los demás nos alcancen. —
Fane se interrumpió cuando sintió los dientes hundiéndose en su brazo. Él gruñó
en voz alta y se volvió hacia Logan. Se abalanzó sobre él y cambió en medio del
aire.
—¡Fane! —gritó Jacque mientras veía a los dos grandes lobos chocando en
el aire. Sonidos de rugidos, gruñidos y dientes chasqueando llenaban el aire.
Jacque se irguió para poder ver la batalla que se desencadenó ante ella. Se quedó
sin aliento cuando vio a Logan agarrar el costado de Fane, pero no debió tener
un agarre firme porque Fane se escabulló. Estaba tan fascinada con observar a
Fane y Logan que no se dio cuenta de los otros cinco lobos que lentamente se
acercaban sigilosamente hacia ella. Se sobresaltó cuando sintió una nariz fría
tocando su brazo. Fue entonces cuando se dio cuenta de que Decebel llevaba a
Cynthia en su forma de lobo.
—Decebel, ¿está viva?
—Lo está. Tiene las dos piernas rotas, pero creo que esas son sus únicas
lesiones —le dijo Decebel—, Jacque, vamos a llevarte hasta el auto que está
esperando con tu madre y tus amigas. ¿Puedes caminar?
El más grande de los cinco lobos le gruñó bajo. Ella lo miró y supo que
tenía que ser Vasile. La energía fluyendo de él era inconfundible.
—No lo voy a dejar, Vasile. Puedes gruñir y rugir todo lo que quieee… —
Jacque no pudo terminar cuando agarró su estómago y trató de respirar a través
del dolor.
Vasile sacudió su gran cabeza de lobo una vez y gruñó. Jacque decidió que 258
debía de ser un no. Todos ellos voltearon de golpe sus cabezas de vuelta a la lucha
cuando hubo un fuerte aullido.
Mientras ella seguía mirando, con ganas de volverse, pero no siendo capaz
de apartar los ojos, se dio cuenta que cada vez que Fane se lanzaba hacia delante,
literalmente, tomaba otro bocado de Logan. Había agujeros en todo el cuerpo de
Logan y la sangre se derramaba de él. Él se estaba debilitando por la pérdida de
sangre y lo vio tropezar. Fane se aprovechó del momento de debilidad de Logan.
Se lanzó, aterrizando sobre su espalda y hundió los dientes en su cuello. Ella vio
como Fane comenzó a agitar su cabeza una y otra vez como un cachorro con un
nuevo juguete para masticar y luego escuchó un fuerte chasquido. El cuerpo de
Logan quedó inerte en las mandíbulas de Fane. Jacque se dio cuenta que le había
roto el cuello al lobo.
Fane dejó caer el cuerpo sin vida y echó la cabeza hacia atrás y aulló.
Jacque se estremeció cuando los otros cinco lobos e incluso Decebel en su forma
humana aullaron por la victoria con él. Cuando los aullidos cesaron Jacque
añadió su propio aullido, pero el suyo era de dolor cuando una vez más se doblaba
por el mismo. Sólo que esta vez el dolor era demasiado. Contuvo el aliento y
sintió que las lágrimas se filtraban de sus ojos justo antes de desmayarse.
259
Traducido por Nelshia (SOS) e Isa 229
***
Jen y Sally dieron la vuelta por el otro lado del vehículo y se apresuraron
al lado de Jacquelyn. Las dos chicas estaban llorando mientras miraban a su
amiga, asegurándose de que estaba viva y realmente aquí. Tomó todo en Fane
evitar tomarla de Lilly y mantenerla cerca de él para poder asegurarse por su
cuenta y a su lobo de que ella estaba a salvo.
Fane vio como uno de los lobos que había cambiado y ahora llevaba unos
pantalones de chándal se acercaba a Lilly. Fane no pudo evitar el gruñido que
salió de su pecho. Dillon Jacobs levantó la vista al oír el gruñido.
***
Vasile le dio a todos unos minutos más antes de que anunciara que había 261
que volver al hotel.
Dillon accedió a esto y le dijo que se reuniría con ellos en el hotel después
de que acomodara a sus lobos.
El corazón de Fane se apretó cuando vio el dolor llenar sus ojos, odiando
no poder hacer nada por ella.
262
—Sólo descansa, mi amor.
Así como llegaron a los bosques en silencio, su viaje de regreso al hotel fue
igual de silencioso.
***
Cynthia parpadeó varias veces mientras sus ojos se abrían. No sabía dónde
estaba, sólo sabía que ella ya no estaba en el bosque, y estaba viva.
—Cynthia Steele, necesitamos tu ayuda —oyó que una voz que le decía.
Comenzó a incorporarse. El brazo y la pierna que habían sido rotos habían
curado durante su cambio, pero seguían rígidos y todavía le dolían. Ella sintió la
tela caliente contra su piel. Al darse cuenta de que era una manta que cubría su
muy desnudo ser, se aferró a ella mientras se incorporaba plenamente a ver la
habitación llena de rostros mirando fijamente en ella. Comenzó a reconocer las
caras y luego todo lo que había sucedido se apresuró dentro.
—¿Dónde está Jacque ¿Está bien? ¿Logan está aún vivo? —Las preguntas
fluyeron de su boca como el agua de un grifo, mientras sus ojos se movían de
persona a persona.
—Jacque está viva, pero con un dolor intenso. Por favor dígame cómo
curarla.
—Ella ya ha tenido sangre. —La voz de Fane era mortal—. Logan forzó
su sangre en ella, y no está mejor. 263
—No sólo la sangre de cualquiera, Fane. Ella necesita tu sangre, la sangre
de su compañero.
—Todo el mundo, por favor váyase —pidió sin apartar los ojos de su
compañera—. Ella no querría que nadie observara esto.
Sin decir una palabra, la habitación quedó vacía y tan pronto como Fane
oyó el clic de la puerta, se sentó junto a Jacquelyn en la cama.
Ella extendió su mano para tocarle la cara, pero se retiró por el dolor. Fane 264
acarició suavemente su rostro cuando volvió la cara para mirarlo.
—La doctora Steele dice que necesitas mi sangre, que vas a tener que
morderme varias veces con el fin de sanar completamente. —Fane hizo una pausa
antes de continuar—. ¿Crees que puedas manejar el morderme o sería demasiado
ya que fuiste forzada antes? —Su voz se hizo más y más suave, mientras hablaba,
sus párpados oscurecían sus ojos y sus labios sostenían una línea apretada.
Fane gruñó.
Fane comenzó a envolver sus brazos alrededor de ella, pero cuando sus
manos tocaron la espalda ella gritó de dolor.
Fane gentilmente la jaló hacia adelante para que así ella estuviera
descansando sobre su estómago. Él comenzó a levantar el dobladillo de su
camiseta.
—Su muerte fue muy misericordiosa para el dolor que te causó. —Su voz
tembló, exponiendo su profundo dolor por ella. Fane se inclinó hacia adelante y
besó suavemente las heridas de su espalda y cuello. Tirándola atrás y bajándole
la camiseta él la ayudó a recostarse en su lado.
—Tus instintos te deberían ayudar, amor. Sólo cierra tus ojos y muerde.
Jacque miró el cuello de Fane, su hermosa piel lisa y las marcas que corrían
a través de él. Ella no podía creer que fuera hacer esto, pero tenía tanto dolor que
ya no le importaba. Hizo lo que Fane le dijo y cerró sus ojos. Se escabulló más
cerca de él, inclinándose hacia adelante y tocando suavemente sus labios en el
cuello de Fane. Ella le besó una vez antes de separar sus labios y presionar su
boca hacia abajo. Mientras sus dientes comenzaban a aplicar presión a su piel,
para su sorpresa, sintió a sus incisivos alargarse y luego fue capaz de perforar la
piel de él con casi ninguna resistencia.
Ella apretó sus ojos con fuerza mientras el sabor de la sangre de Fane
golpeaba su lengua. En lugar del sabor metálico que había estado esperando hubo
casi una picante cualidad en la sangre de Fane. Sintió que él la jaló más apretada
contra él y ella apretó su boca mientras continuaba tragando su sangre. Debería
haberle asqueado y asustado, pero en su lugar se sentía bien.
***
Ella le miró a los ojos, disfrutando estando tan cerca de él, una vez más
siendo capaz de tocarlo, olerlo y saborearlo.
Se volvió para mirar el rostro de ella y vio pánico en sus ojos. Se dio cuenta
entonces que su valiente, sarcástica, feroz Luna no había salido de esto indemne.
—Sólo voy a readmitirlos y decirles que nos vamos. —Se sentó de vuelta
en la cama al costado de ella y tomó su mano—. ¿Qué pasa, Jacquelyn?
Ella vaciló pero luego lo miró en los ojos con la barbilla en alto.
—Tú no puedes muy bien mantener a todo hombre lejos de mí por siempre.
—Si puedo. Soy el siguiente Alfa en línea. Soy el príncipe de los Lobos
Grises de Rumania. Si digo que ellos tienen que estar a ciento cincuenta metros
lejos de ti todo el tiempo, entonces eso es lo que ellos harán.
—¿Ciento cincuenta metros? ¿Estás seguro que eso es suficiente? Tal vez
deberías hacerlo, no sé, varios cientos de metros más. Eso podría ser más
razonable. 268
—¿Te estás burlando de mí, Luna? —preguntó Fane con un gruñido bajo.
Cada hombre en la habitación tosió para cubrir las risas mientras Sally
golpeaba el brazo de Jen.
—Sólo digo, uno aprende algo nuevo todos los días —dijo ella, guiñando
a Jacque.
—¿Cómo te sientes?
Fane miró a Cynthia, quien estaba parada al lado viéndose como si quisiera
arrastrarse a un agujero.
—Si ella dice que se siente a la altura, entonces, sí. Si a ella le comienza a
doler mucho otra vez tú sólo necesitarás darle más de tu sangre.
—Liiiiindo.
—Está bien, déjame anotar eso por ti ya que pareces pensar que soy tu
asistente personal —respondió Sally, con tono cortante.
271
—¿Alguna vez has notado que los asistentes comienzan con idioteces?
¿Crees que eso es una coincidencia? —Jen se encogió de hombros mientras
levantaba sus cejas a Sally.
***
Jacque había comenzado a seguir a Jen y a Sally cuando sintió a Fane tirar
de su mano. Volteó para mirarlo.
—Esta cosa es enorme. ¿A dónde crees que lleva eso? —preguntó Sally
apuntando en la dirección por la que Fane había desaparecido.
—No lo sé, pero pretendo averiguarlo —dijo Jacque a sus amigas con un
guiño.
Jacque no abrió los ojos hasta que lo sintió acostándola sobre una superficie
blanda. No se molestó en mirar a su alrededor, lo único que quería ver eran los
ojos de Fane. Ella lo observó mientras se tendía a su lado sin apartar sus ojos de
los suyos.
—Sabía que vendrías por mí, pero no sabía si yo sería la misma persona
cuando me encontraras.
Fane observó cuando ella se movió hacia adelante y sintió su lengua pasar
por donde acababa de morderlo. Cuando ella se apartó, vio que sus mejillas
estaban ligeramente teñidas de rojo y mientras pasaba la punta de sus dedos por
su rostro sintió el calor de su piel.
—Lo siento, había, eh, algo de sangre. —Ella dejó que sus palabras se
fuesen apagando.
—No tienes que estar avergonzada, Luna. Puedes pasar tu lengua por mi
cuello en cualquier momento. Te aseguro que nunca me opondré. —Se echó a
reír cuando ella le dio un manotazo, pero se alegraba de haber conseguido sacarle
una sonrisa.
Jacque respiró hondo y soltó el aire lentamente. Ella cerró los ojos,
concentrándose en su cuerpo. Todavía podía sentir un dolor sordo pero estaba
incluso mejor que después de la primera vez que él le había dado su sangre.
—Me siento mucho mejor —le dijo honestamente. Frunció el ceño cuando
le preguntó—: Fane, ¿esto afectará los Ritos de Sangre puesto que he tomado tu
sangre? 274
—No, Luna. Porque no he tomado tu sangre, los Ritos no están completos
todavía.
Fane asintió.
***
Jen tuvo que darle una palmada en la espalda a Sally cuando ella empezó
a toser ante las palabras de Decebel.
—Bueno, cuando lo pones así suena bastante mal. Pero esas fueron tus
palabras, Sparky, no las mías. —Se volteó hacia Alina, ignorando las dagas con
las que Decebel la estaba mirando—. ¿Tienen una baraja de cartas en esta nave?
—Siempre.
—Está bien, muchachos. Vamos a ver lo que tienen —se burló Jen mientras
se sentaba en el asiento frente a los demás.
—Oh, por el amor de Dios, Dec. Diles que no los vas a golpear si juegan a
las cartas con las dos humanas. —Jen lo fulminó con la mirada.
Decebel no había apartado los ojos de Jen desde que ella había declarado
que quería poner su juego en forma. Finalmente cedió y se volteó hacia sus
compañeros de manada, quienes se encogieron bajo su escrutinio.
—Strip Poker8, por supuesto —dijo Jen inocentemente mientras los tres
lobos tosían en su mano—. Pero recuerden —añadió con una malvada mirada
dirigida al amenazador lobo sentado detrás de los otros lobos—: sin tocar.
El bajo sonido que retumbó desde el pecho de Decebel tenía a los otros
lobos encogiéndose.
7
Texas hold'em: Es una versión del juego póquer. Actualmente es la más popular y también es la más
jugada en la mayoría de casinos.
8
Strip poker: Es una variación del juego de cartas póquer en el que los jugadores se quitan prendas de ropa
cuando pierden sus apuestas.
—Jennifer —gruñó Decebel en señal de advertencia.
—Eso sólo funciona con los vampiros, Jennifer. —Sus ojos se estrecharon.
***
9
Go Fish: ¡Pesca! (también conocido como ¡ve a pescar! y en inglés como Go Fish, Goldfish o Fish) es un
juego de naipes sencillo. El número de jugadores es variable y está comprendido entre dos y seis.
pulmones ante la suavidad y el amor que vio reflejado en los hermosos ojos color
esmeralda de Jacquelyn. Vio sus cejas juntarse cuando una pregunta se formó en
sus labios rosa.
—Oh, Fane, lo siento. Eso debe haber sido duro para ella. —Jacquelyn le
tomó la mano y se la llevó a los labios mientras besaba suavemente su palma.
—Deberías saber, sólo en caso de que a futuro quieras intentarlo, que para
nuestra especie es difícil concebir. No sabemos por qué, pero no es común que los
compañeros tengan más de uno o dos hijos.
—Tal vez Cynthia podría ayudar —le dijo mientras sus ojos se iluminaron.
Fane sonrió ante su eterno optimismo, pero luego entrecerró los ojos.
Fane cerró los ojos brevemente y presionó sus labios suavemente en los
suyos.
—Fue bien. Él realmente sentía como que tenía que llegar a casa y hablar
con su compañera acerca de todo. Aparentemente ella no sabe nada de mí. Me
alegra haber llegado a conocerlo. Me alegra saber que él se preocupa por mí, pero
no es a él a quien necesito en este momento. Mi momento de tener un padre ha
pasado, Fane, y Dillon lo entiende. Él está feliz por nosotros y eso significa
mucho para mí, pero es a mi compañero a quien necesito ahora.
—No podría negarte nada, Luna. Tal vez me permitirías mirar las marcas
en tu espalda para ver si están sanando tan rápido como el moretón en tu rostro 279
mientras satisfaces tu curiosidad —negoció él.
Ella se puso boca abajo y lo dejó empujar su camiseta hacia arriba para que
pudiera examinar su piel.
—¿Te has preguntado alguna vez si los Canis Lupis quieren un rey o Alfa?
¿Crees que alguna vez han querido tener, algo como, una democracia?
Fane se rió entre dientes mientras pasaba sus dedos ligeramente a través de
las marcas de garras que ahora eran cortes rojos, con la piel ya cerrada.
Ella volvió a girar sobre su costado, con los ojos mirando tímidamente
hacia abajo.
***
280
Jacque se quedó callada por unos minutos después de que Fane hubiera
terminado de hablar. Pensó en lo que había pasado desde que conoció a Fane y
se preguntó si era la manera del destino de demostrarle que en realidad ella era lo
suficientemente fuerte como para liderar, para tomar el control. Después de todo,
ella había sobrevivido a dos Alfas psicóticos y aunque no había salido ilesa,
permanecía entera. Todavía era la compañera de Fane, todavía era fuerte. Miró
a Fane que esperaba pacientemente su respuesta. Sus ojos se suavizaron cuando
se encontraron con los suyos y ella no pudo evitar que sus ojos vagaran por su
hermoso rostro. Ellos trazaron las marcas que fluían a través de su cuello y
desaparecían bajo su camiseta y luego lo miró a los ojos una vez más.
—Puedo hacer esto. No estoy diciendo que no tengo miedo, pero tengo
esto. Siempre y cuando estés a mi lado, hombre lobo, me apunto.
281
Traducido por Otravaga
Hoy no sólo era la ceremonia de los Ritos de Sangre, sino que también era
su décimo octavo cumpleaños. ¿Quién habría pensado que en su décimo octavo
cumpleaños estaría en Rumania preparándose para vincularse con un hombre
lobo? Sí, ella tampoco.
—Estoy nerviosa, pero la verdad es que estoy mucho más que lista para ser
vinculada a Fane.
—Bueno, mejor Jac que yo, eso es todo lo que tengo que decir.
—Todas sabemos que eso nunca va a pasar. Además, estoy empezando a 283
pensar que no me vería bien con pelaje de todos modos. —Jen resopló ante su
propio comentario—. ¿Lo entienden? ¿Pelaje? ¿No me vería bien con pelaje? No,
ningún comprador, ¿eh? Está bien pues, público exigente.
—Jen, eh, sobre eso. Tengo que decirte… —En ese momento la puerta de
su habitación se abrió y Decebel entró.
Jen saltó de la cama, haciendo que Sally lanzara esmalte de uñas por todas
partes.
Decebel gruñó.
—No en un vestido como ese. ¿Le falta una chaqueta o algo de tela?
Sally ya estaba sacando un suéter corto hasta la cintura color crema suave
que combinaba con el vestido azul marino de Jen.
Jen le arrebató el suéter a Sally y se lo puso, sin apartar los ojos de la forma
rígida de Decebel. Finalmente apartó sus ojos y miró a Jacque. Su rostro se
suavizó de inmediato.
—Está bien Jac, vamos a hacer esto. Tengo la cosa esa de tu discurso así
que estamos bien. ¡Y te ves increíble!
***
Al acercarse a la sala de reunión Jen y Sally le dieron un abrazo a Jacque.
Ninguna habló, ya que ya se había dicho todo lo que necesitaba decirse. Jen le
entregó a Jacque la hoja de papel que tenía sus votos y le dio un guiño rápido.
Decebel escoltó a Jen y a Sally a sus lugares en el salón, dejando a Jacque de pie
sola.
—Hola, Luna. —Su voz era una caricia en su rostro. Fane la tomó de la
mano y luego se volteó hacia Vasile que había estado allí todo el tiempo, pero
Jacque sólo tenía ojos para Fane.
***
Sosteniendo su mano, Fane la llevó hasta la silla para que se sentara. 286
Jacque levantó su vestido, dejando al descubierto sus pantorrillas y pies. Ella
observó mientras él traía la palangana de agua y la dejaba en el suelo junto a ella.
Luego le quitó las zapatillas que ella había estado usando y sacó una de las toallas
y la puso bajo sus pies. Vio con asombro como él tomaba un paño pequeño y lo
sumergía en el agua, recogía sus pies y comenzaba a lavarlos con el paño.
Mientras le lavaba los pies habló:
Jacquelyn se puso de rodillas para que estuvieran cara a cara. Puso sus
manos en las suyas, sosteniendo su mirada con la suya y recitó la respuesta que
Alina le había enseñado.
—En este día me arrodillo contigo, mi compañero. Te completaré como tú
me completarás. Me entregaré a ti, calmando a la bestia, poniendo orden en el
caos, y llevando luz a donde sólo ha habido oscuridad. Vincularé mi vida a la
tuya, mi destino al tuyo, y mi alma a la tuya y completaré nuestro vínculo de
emparejamiento. Te tomaré como mío, mi compañero y mi Alfa. —Fane no
podía respirar y por un momento su mente quedó en blanco mientras miraba el
rostro de su propio milagro personal.
Cuando Fane terminó vio que Jacquelyn tenía lágrimas corriendo por sus
mejillas, sus ojos llenos de amor. Alzó la mano con la que sostenía la suya y le
limpió suavemente las lágrimas.
—Jacquelyn, es momento de que recites los votos que has escrito para tu
compañero —le dijo Vasile suavemente, consciente de sus emociones.
Ella tuvo que soltar las manos de Fane mientras desdoblaba el trozo de
papel que tenía en la mano. Cuando levantó la vista y vio a Fane mirándola
sonrió. Fane le guiñó un ojo lo que hizo que se aceleraran sus latidos.
«Tranquila, amor. Soy sólo yo, sólo nosotros. Háblame» le susurró Fane
en su mente, ayudando a calmarla para que pudiera desdoblar el papel y leérselo.
—Fane, hay tantas cosas que no sé de ti, tantos secretos que aún tengo que
descubrir, pero hay algunas cosas que sí sé. Sé que tu rostro es lo primero que 288
quiero ver en la mañana y lo último que vea antes de cerrar los ojos por la noche.
Sé que tu sonrisa es la que quiero ver cuando la vida te llene de alegría. Sé que
quiero ser la que te abrace cuando estés lastimado o desanimado, y cuando la vida
te de un golpe bajo quiero ser la única que te ayude a volver a levantarte. Sé que
si somos tan bendecidos, quiero que seas el padre de mis hijos, y espero que
tengan tus hermosos ojos azules. Sé sin lugar a dudas, que de los millones de
personas en esta tierra, tú fuiste creado para mí y yo para ti. Todas estas cosas yo
las sé. Lo que tú necesitas saber es que soy tuya y sólo tuya. Tienes mi corazón.
Tienes el poder para llenarlo de amor y tienes el poder para destruirlo. Tienes que
saber que no pasará un día sin que no dé gracias a Dios de que eres mío. Tienes
que saber que voy a enfadarme contigo, yo te daré un infierno cuando lo necesites,
pero también te amaré incondicionalmente y sin reservas. Te daré todo lo que
soy, y no espero nada menos de ti.
Fane se levantó y trajo a Jacquelyn con él. Metió la mano en su otro bolsillo
y sacó una pequeña caja negra y escuchó a Jacquelyn contener la respiración.
—He traído un anillo. No hay otro como él en todo el mundo, al igual que
no hay otra como mi Luna. Grabado en rumano alrededor de la banda están las
palabras: finalizarea (llena), ya que sin ti mi alma está incompleta; absolut
(absoluto), que es como es mi amor por ti; chiar (inamovible), no hay nada en
esta tierra que me separe de ti, e intreg (completo), que has llenado el vacío en mí
completando al hombre y al lobo. En el centro está un diamante rojo muy raro.
Elegí el rojo por dos razones. Primero, que eres mi micul incendiu (pequeño
fuego). Y segundo, que es un recordatorio de este día cuando ambos derramamos
289
sangre para vincular nuestras almas el uno al otro. —Fane miró a Jacquelyn,
suplicándole con los ojos que entendiera lo mucho que la necesitaba—.
Jacquelyn, te amo. Eres mi compañera y de hoy en adelante todos los lobos
sabrán que eres mía. Pero porque soy egoísta y un bárbaro justo como me llamó
mi madre, no quiero que sólo los lobos sepan que eres mía. Quiero que cada
hombre sepa que estás tomada. Me doy cuenta que no estás lista para casarte
conmigo ahora mismo. Eso está bien, esperaré. Pero estoy pidiéndote que me
digas que un día serás mi esposa en el sentido humano de la palabra. Usa este
anillo como símbolo de que tu corazón ha hablado. Jacquelyn, ¿quieres casarte
conmigo?
Los ojos de Jacquelyn se cerraron y cuando los abrió vio que brillaban con
lágrimas no derramadas. Fane se levantó y la atrajo hacia él. Apretó los labios a
su oído y le susurró:
Fane podía ver una pequeña chispa de picardía en sus ojos; ella tenía algo
bajo la manga.
—Me casaré contigo ahora, aquí, en este lugar —le dijo, con los ojos llenos
de determinación.
—Antes de que los votos matrimoniales sean dichos, sólo hay una ofrenda,
Fane. ¿Dónde está la segunda?
—Está bien, supongo que ahora haremos los votos matrimoniales —dijo
Vasile mientras le sonreía a Jacque.
—Oye, parecía un buen momento como cualquier otro —le dijo mientras
sus mejillas se encendían con calor—. Oh, y puede hacer la versión rápida. Estoy
bastante segura que lo que ya hemos dicho cubre todo lo demás. —La multitud
se rió ante sus palabras y luego se calmó cuando Vasile miró hacia la oscuridad.
Trayendo su atención a Fane y Jacque, dijo los votos matrimoniales y todo el
mundo escuchó una vez más como Fane y Jacque se comprometieron en la forma
humana.
—Yo los declaro ahora marido y mujer. —Vasile terminó los votos
matrimoniales y luego agregó—: Fane, es el momento para que tú y tu compañera
lleven a cabo los Ritos de Sangre. Una vez hechos su vínculo estará completo.
Fane se volvió hacia ella y le tomó el rostro entre las manos y la besó
ruidosamente en la boca. El beso pareció durar una eternidad y Jacquelyn estaba
segura de que incluso Jen estaría sonrojándose. Cuando él por fin se apartó colocó
un beso más suave en sus labios y dijo:
291
Traducido por Helen1 y Debs
Tenía una sala de estar con chimenea, la cual Jacque se dio cuenta que
tenía una manta extendida frente a ella con una cesta llena de comida. La suite
también tenía una pequeña cocina y un comedor. Mientras seguían el camino de
pétalos de flores en el suelo se encontró admirando todas las velas encendidas por
todas partes que emitían un resplandor suave. Al llegar a la habitación que Jacque
sabía era donde Fane dormía, sintió su estómago caer a sus pies y su respiración
acelerarse.
Jacque sintió calor correr por su cuello y cara ya que él lo había recogido
de sus pensamientos.
—Tendrás que quitarte el vestido, amor —le dijo Fane, con los ojos
brillando con malicia. Luego agregó—: Si lo deseas, puedes ir al cuarto de baño
y allí hay una bata para ti. 293
Ella le sonrió.
—Eres malo, ¿lo sabías? Tratando de asustar a una chica inocente, deberías
estar avergonzado.
* * *
Unos minutos más tarde, salió con una bata blanca de felpa que le llegaba
a las rodillas. Con la cabeza gacha, los ojos entornados, no podía evitar sentirse
vulnerable sabiendo que no había nada debajo de la bata. Sin embargo, se recordó
una vez más, como lo había hecho cientos de veces, mientras estaba en el cuarto
de baño, Fane era su esposo y su compañero. Oyó la inhalación de Fane y
finalmente alzó la vista.
Su mandíbula había caído abierta, los ojos muy abiertos mientras la veía
de la cabeza a los pies y viceversa. Jacque nunca se había sentido más hermosa.
«Nunca has estado más hemosa, amor.» Oyó las palabras de Fane y aún en
su mente sonaba sin aliento.
Él respiró hondo y se pasó las manos por el cabello. Jacque podía sentir lo
agitado y lo desesperado que estaba por completar los Ritos de Sangre, pero él
estaba tratando de ser amable con ella.
—¿Estás segura de que estás lista? —le preguntó Fane, con la voz ronca
por la emoción.
—No, quiero decir, dolió por un momento, pero luego… —Jacque no sabía
si podría incluso poner en palabras lo que había sentido una vez que el dolor había
desaparecido.
¿Él no lo sabía? ¿No podía oír sus gemidos y sentir las emociones saliendo
de ella? Fane se acercó más, su cuerpo rozando el suyo.
—Sentí tu deseo —susurró él—. Te he oído, mi amor. Sólo quiero oírte 295
decirlo. Tan menudo evitas este tema por completo, que he estado empezando a
pensar que tal vez no estabas atraída por mí.
—Mentiroso —bromeó ella—. Después del dolor inicial, se sintió bien. No,
se sintió enloquecedoramente impresionante. —Fane le sonrió a su compañera,
pero Jacque continuó impertérrita—. Siempre te he deseado, Fane. Simplemente
nunca me he sentido cómoda hablando de ello. Pero ten por seguro que después
de sentir tu boca hacer eso en mi piel… —Jacque se estremeció ante el recuerdo—
, yo, sin duda, te deseo, hombre lobo.
Fane decidió no torturarla más con preguntas sobre sus afecciones físicas
por él. En su lugar, le recordó que los Ritos de Sangre aún no se habían
completado.
Ella lo empujó para que se sentara en el borde. Con él sentado y ella de pie,
su cara estaba al nivel de su cuello. Jacque miró como Fane desabrochó los
botones de su camisa blanca hasta que estaba abierta y luego se la sacó. Lo miró
y aunque ya había hecho esto dos veces, esta vez se sentía diferente, más íntimo.
Fane se volvió y expuso el cuello como lo había hecho ella por él. Algo
muy dentro de Jacque se agitó a la vista del cuello descubierto. Sintió el deseo de
marcarlo, reclamarlo, reclamarlo a él. Se inclinó hacia Fane y puso su brazo
alrededor de sus fuertes hombros. Lo besó en la mejilla y la mandíbula hacia abajo
a su cuello, justo como él lo había hecho. Lo besó hasta que su cuello se encontró
con su hombro. En ese punto el instinto se hizo cargo, la sangre lobo de Jacque
se presentó para reclamar a su compañero. Una vez más, como había sentido las
dos primeras veces que tomó la sangre de Fane, Jacque sintió que sus dientes se
alargaban un poco y cuando se pasó la lengua a través de ellos se dio cuenta que
se sentían mucho más afilados. Antes de que pudiera dejar de pensar en eso abrió
la boca y hundió sus dientes profundamente en la carne de Fane.
—Lo sé, pero quiero que me lo digas. Quiero que compartas tus
pensamientos conmigo sin que tenga que invadir tu privacidad —explicó Jacque.
—Tu mamá tenía razón cuando dijo que eras posesivo, bárbaro autoritario.
—Es la cosa más preciosa que he recibido, Fane. —La voz de Jacque se
llenó de asombro por el hermoso regalo que él le había dado. Recordó entonces
que le había dicho a su padre que la segunda ofrenda era algo que él quería darle
a ella en privado—. Entonces, ¿dónde está mi segunda ofrenda, oh, lobo mío? —
le preguntó Jacque con voz altiva mientras se sentaba y se volvía para mirarlo.
—¿Alguna vez te he dicho que eres una cosita violenta? —le preguntó Fane
mientras abría el cajón de la mesita de noche. Le entregó una caja envuelta en
papel de color púrpura con una simple cinta atada alrededor de ella. Jacque desató 298
la cinta y abrió el paquete para encontrar una caja de zapatos.
—Ábrelo —oyó que Fane le dijo. Cuando abrió la tapa pudo sentir su sello
ceder por primera vez, lo más reciente del libro. Si fuera posible, su rostro se hizo
aún más brillante a medida que veía el autógrafo en la portada.
—Si hubiera sabido que ibas a reaccionar de esta manera por un libro me 299
habría propuesto con él en lugar de con un anillo —bromeó.
—El libro es increíble, sin duda. Pero que hayas recordado algo tan
aleatorio, sin embargo, tan importante para mí, significa mucho. Tienes
habilidades, hombre lobo. Importantes, locas habilidades.
Fane la besó suavemente en los labios y luego la dejó alejarse de él. Ella se
sentó a hojear el libro y se contentó con sólo mirarla. Jacque finalmente levantó
la vista del libro cuando sintió que Fane comenzaba a frotar su espalda. No pudo
evitar la gran sonrisa que se extendió por su cara. Él era de ella, podía sentir el
vínculo de su compañero cada vez más fuerte ahora que los Ritos de Sangre se
habían completado.
—Por lo que mi padre me ha dicho será más fuerte debido a los Ritos de
Sangre, pero una vez consumado el emparejamiento será aún más fuerte.
Los ojos de Jacque se abrieron de par en par ante sus palabras, y Fane se
dio cuenta de cómo había sonado.
Jacque lo miró.
Fane se congeló por sus palabras, y luego una lenta sonrisa se extendió por
su cara. Jacque sentía esa sonrisa desde el fondo de sus pies hasta la punta de su
cabello rojo. Él se puso de pie y Jacque observó mientras él comenzaba a soplar
las velas hasta que sólo había cuatro ardiendo, una en cada esquina de la
habitación. Fane se acercó a Jacque. Ella inclinó la cabeza hacia atrás para
mirarlo mientras la luz de las velas bailaba con sombras sobre su rostro. El aliento
de Jacque quedó atrapado cuando vio los ojos del lobo de Fane brillando azul. 300
Le tomó el rostro entre sus manos y la besó suavemente, luego le susurró:
—No puedo creer que estés aquí, y seas mía. —Su cuerpo tembló de
emoción mientras la miraba fijamente a los ojos—. Te amo, Jacquelyn Lupei. Te
amaré hasta mi último aliento.
Fane nunca quitó los ojos de ella mientras la tomaba en sus brazos. Cuando
sus labios se reunieron con los de Jacque, ella tembló por el contacto de piel con
piel. Sintió sus manos en su espalda, sus dedos moviéndose suavemente sobre su
piel. Fane se retiró y los dos estaban respirando dificultosamente mientras
continuaba torturándola con sus suaves caricias.
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Traducido por Nelshia
303
Just One Drop
Mientras tanto Decebel lucha con las emociones que está sintiendo hacia
Jen. Él está tratando de mantener la distancia, pero hay algo acerca de la rubia
bocazas que lo mantiene regresando por más de su abuso verbal, algo que parece
que no puede conseguir suficiente… imagínate eso.
Tamis11
LizC
Staff de Traducción
Debs Liebemale Otravaga
Staff de Corrección
Curitiba Laurence15 Nanis
Revisión y Recopilación
LizC
Diseño
Francatemartu
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