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148 LANECESIDAD DE CONTINUIDADES ALEMANAS. fet hasta Heiner Mller y Botho Stra, eda dia se Jule mds incierto sien nonmalidad de retreta qu parece tava caracterizar a la Republica berlnesa ser posible pro ‘au ee linn de tradicion adorniana de un autocercio- Fatiento etic de la modernidad \V. "FACTICIDAD Y VALIDEZ” LUNA CONVERSACION SOBRE CUESTIONES DE TEORIA POLITICA P. En el discurso que en 1984 pronuncid usted en las cortes espariolas habla usted de “agotamiento de las energias ut6pi cas” Vivimos en una época, decta usted, ue se caracteriza por ‘una “nueva inabarcabilidad” y con un futuro cargado negativa ‘mente (Die neue Undbersichilichkelt, p. 143). Este diagnéstico no ha perdido, a nuestro juicio, nada de su actualidad en los 10 aos ranscurridos. El ocaso del lamado socialismo realy elf de la Guerra Fria no han tenido como resultado tn mundo pa- cificado. En ver de eso, hoy nos vemos confrontados con gue- ras civiles, racismo, una nueva pobreza y wna apenas frenada destruccién del entomno. Las promesas que la suave revolucion de 1989 comportaba para mas de uno —Fukuyama hablé inclu ‘so de un finde la historia — quedaron enseguida desmentidas, En vista de esta situacin, usted habla en Facticidad y valide2 de la esperanza en el comienzo de un orden universalista del ‘mundo, una esperanza que seria fruto de a desesperacién. Ade- ‘mds, usted se sigue ateniendo al proyecto del socalismo. Como conjunto de las condiciones necesarias para formas de vida ‘emancipadas sobre las que los eiudadanas tendrian que enter derse,sélo puede haber socialismo como democracia radical Yaesterespecto usted se vuelve dcididamente contra toda utopia cen el sentido de un proyecto detallado o del telos de una forma ideal de vida. Por eso, el eoncepto procedimental de democracia que desarrolla no lo entiende usted sino como una caracteriza- ign formal de condiciones necesarias para formas no anticipa- bles de vida no fallda. En el prefacio de Facticidad y valide2 habla usted “de que bajo el signo de una politica completamente secularizada no es posible tener un Estado de derecho, ni tam- poco mantenerlo, sin democracia radical” (p. 13). Pero, ces post- ble ta democracia radical? Pues se platen la cuestion de sila realizacién de las condiciones necesaria de una sociedad demo- 150 PACTICIDAD Y VALIDEZ” crética —por ejemplo, la realizacién de iguales oportunidades de participacién-— no es demasiado ut6pica en visa de os pro- blemas seRalados y de la creciente complejidad social. cAsen- tirta usted ala tesis de que el ‘proyecto dela modernidad’,pre- cisamente por ese su cardeter no cerrable, no puede tener rningiin telos utdpico, pero tampoco puede arreglarselas sin energias wpicas? R. Naturalmente, el agujén erftico tiene que haber penetra- do muy hondo en la carne normativa, para que no nos limite- mos de nuevo a aterrizar en una simple invocacién de majes- tuosos principios democréticos. Como usted mismo dice, una valoracién escéptica de lasituacién actual del mundo consti- tuye el trasfondo de mis consideraciones. Por esta razén, mi forma de proceder se distingue de proyecciones puramente normativas, como la teorfa de la justicla de Rawls, la cual, considerada en s{ misma, es, ciertamente, una maravlla, En primer lugar, sigo la via de un andlisis reconstructive ‘para mostrar que es lo que tdcitamente estamos suponiendo {En lo tocante a contenidos normativos cuando participamos en ‘esas pricticas democriticas y concernientes al Estado de de- recho que por fortuna ya estén establecidas en nuestros pai- ses. Con estas précticas no es compatible una conciencia que se hubjese vuelto enteramente cinica. Pues sino, habrian de cambiar hasta hacerse irreconocibles. En cuanto se evapo- tase la sustancia normativa, en cuanto, por ejemplo, quienes recurren a los tribunales ya no tuviesen la sensacién de que Cuentan con la posibilidad de recibir justicia de ellos, en cuanto los electores ya no creyesen poder influir con sus vor tos sobre la politica del gobierno, el derecho se habria conver- tido en un instrumento de control del comportamiento y la decisién democrética mayoritaria se habrfa convertido en un tespecticulo de engafos y de autoengafos, carente de conse: ‘cencias, No puede excluirse una capitulacién de los princi- plos del Estado de derecho frente a la abrumadora compleji- ddad social. Pero si esto se produjese, cambiarfan nuestros ‘conceptos de derecho y democracia, experimentarfa también ‘un cambio radical la autocomprensién normativa de los ciu- ddadanos, tal como se da hoy todavia en nuestras latitudes. Y porque tales contextos conceptuales fundan también he- “FACTICIDAD Y VALIDEZ™ 1st ches sociales, merece la pena una reconstruccién de las rami- ficadas implicaciones de un sistema de derecho, el cual no puede extraer su legitimidad de otro sitio que de la idea de ‘autolegislacin. En segundo lugar, intento mostrar que esta autocompren- sin normativa de nuestras préctieas establecidas no es de por sf ilusoria, Entiendo las constituciones democrsticas como otros tantos proyectos en los que a diario trabajan el poder legislativo, la justicia y la administracién, y por cuya prosecucién implicitamente se sigue luchando siempre tam- bin en el espacio pablico politica. Ciertamente, hay que pres. indir de interpretaciones que nos resultaban muy queridas. ‘También de la idea de que la democracia radical tenga que ser un socialismo autogestionario. Sélo una democracia centendida en términos de teorfa de la comunicacién es tam- bién posible bajo las condiciones de las sociedades complejas. Para ello hay que invertir Ia relacién entre centro y perifetia fen mi modelo son las formas de comunicacién de una so- ciedad civil, que surge de esferas de la vida privada que se ‘mantienen intactas, es decir, son los flujos de comunicacién de un espacio pablico activo que se halle inserto en una cul- tura politica liberal los que soportan la carga de la expecta- tiva normativa, Por eso tiene usted razén en que sin esa fuerza de empuje hacia adelante, innovadora, que caracteriza los movimientos sociales, no puede cambiar nada, ni tam- poco sin esas imagenes y energias utépicas por las que tales ™movimientos se ven impulsados. Pero esto no significa que la teorfa misma, como ocurre en el caso de Bloch, haya de oct- par el puesto de las utopias, —Usted ha criticado la idea republicana de una democracia radical porque, entre otras cosas, no tiene en cuenta el ineludible ‘candctersistémico y la ldgica propia de la politica, La politica, segiin su opinidn, tendria que analizarse no solamente con las ‘medios suministrados por la teorta de la accién, sino tambien on los medios proporcionados por la teora de sistemas, La s0- beranta popular en el sentido de una actuacion de la sociedad sobre st misma, programada a través de las leyes, depende tanto de una formacién y de una voluntad, que descansan en la ac- idm comunicativa, como también de un sistema politico reg 152 “FACTICIDAD Y VALIDEZ™ do por el "medio de comunicacién’” que es el poder. Com ello se ‘plantea la cuestion de cémo los ciudadanos, através de los pro- ‘esos de formacién de la opinion y formacién dea voluntad, pueden influir sobre el sistema politico, sin menascabara la vez Ta logica propia de éste. Para responder a esa cuestin ha des- arrollado usted dos modelos. Al “modelo del asedio",explicado fn su articulo “La soberanta popular como procedimiento” (988), respondia el concepto de sociedad en dos niveles que usted desarrolla en Teor‘a dela accién comunicativa, Este mo- deo implica que la “fortaleza de a politica” queda asediada por via de que los ciudadanos, por medio de debates publicos,tra- tan de eercer influencia sobre los procesos de deliberacion y decision, pero sin intencién de conquistar la fortaleza, En Fac ticidad y validez usted parte de un “modelo de esclusas”. Co forme a este modelo, el sistema politico esiructurado en tér- tminos de Estado de derecho consta de un centro y de una eriferia, Para que los ciudadanos puedan ejercer influencia sobre el centro, es decir, sobre el Parlamento, sobre los tribu- niales y sobre la administracion, los flujos de comunicacién rocedentes dela peiferia han de pasar las esclusas de los pro- cedimientos democraticos y de los procedimientos que el E5- tado de derecho comporta. En la circulacién del poder polttic, el derecho es el medio a través del cual el poder comunicativo sé transforma en poder adiministrativo, cEn que se distingue exac> tamente la concepcién que del sistema politico se tiene en Facticidad y validez de la concepeién que se desarroita de él en ‘Teoria de la accisn comunicativa, aungue en ambos casos se parta de un concepto de sociedad articulado en dos niveles? Pues las metsforas —“asedio” y "esclusa"— que en una y otra obra se emplean para significar esos dos modelos, én impli- ean dos formas distintas de entender la conexin entre sis- tema y mundo de la vida? Conforme al modelo det asedio, la democracia no parece significar mucho mds que una demar- ‘cacion 9 linitacién delos imperatives de una economia capi- talista y de un Estado social patemalista... éNo permite el mo- delo de las esclusas una democratizacion mucho mds profunda de la economia y la administracion polttica que el modelo del asedio? del poder burocratice de las ad- —_ | -ACTICIDAD Y VALIDEZ™ 183 ministraciones pablicas por el poder comunicativo de los ‘cludadanos lo introduje en su momento para oponerlo a la representacion clisica de la revolucién como conquista y destruccién del poder coercitivo estatal. Las desencadenadas libertades comunicativas de los ciudadanos han de hacerse electivas, como Rawls dice con Kant, en "el uso piblico de la razén". Pero la “influencia’ de las opiniones que compiten en el espacio publico politico y el poder comunicativo formado ‘onforme a los procedimientos democraticos en el horizonte de ese espacio pablico sélo podrin tornarse efectivos si sin intenciones de conquistarlo, operan sobre el poder admini trativo para programarlo y controlarlo. Por otra part, el mo- delo del asedio es demasiado derrotista, por lo menos cuando la division de poderes se entiende en el sentido de que las instancias de Ia administracién y de la justia, que aplican el derecho, sélo habrian de tener un acceso limitado a aquellas razones que las instancias legisladoras han de movilizar en {oda su longitud y lattud para justficar sus decisiones aplica- doras de derecho. Hoy las materias necesitadas de regulacion son a menudo tales que no pueden ser reguladas ex ante con suficiente precisién por el legislador politico, En estos casos, ala administracin y a la justia competen tareas de concre- tizacion y de desarrollo del derecho que exigen mas bien del beraciones y debates concernientes a la fundamentacién de normas que a la aplicacién de ellas, Pero esta colegislacion implfcita, para ser legitima, hace entonces necesarias otras formas de participacién, pues no cabe duda de que, si ello es ast, al interior de la administracion ha de emigrar también un fragmento de formacién democratica de la voluntad, y el po- der judicial, al hacerse también cargo de Ia tarea de desarro- ar y concretar el derecho, también ha de poder justficarse ante foros ampliados de critica juridica. En este aspecto, el modelo de las esclusas cuenta con una democratizacién mas profunda que el modelo del asedio, Usted distingue entre politica como formacion de la ‘opinion y dela voluntad, y politica como aiministracion. Estas dos formas de politica se corresponden con ua diferenciacién ‘conceptual del poder politico en poder comunicativo y poder ‘administrative, Parece que una de las condiciones de la demo- 154 “PACTICIDAD ¥ VALIDEZ™ cracia moderna esque el Parlamentoy os partidos policos Sant importantes institciones de frmacion dela opin y de formacion dela voluntad. Pero lox partidos policosdaminan troy en Buena prt al Parlamento 9 se orienta prmaramente 4 facersecon el poder de gbemar De distntsestudios soci~ topics resulta uel profesionalizacion de plc, la ere- lente sia ente representantes rpresentados a comercial Scion delas luchas electoral han conducido a una atitud nas estatégiea dels politicos madernos. Es dct el spaclo para na politica delbeatva se reduce ax cada vee mas. cE” du sentido puede seguirseentndiendo hoy l Parlamerto a ios partidos polices como institaciones de formacton dela pinion dela voluntad?¥ en vista del populism, tanto de ra como de abao, qu ho se restr, ceomo se podria con trolar la clase poltic, para hablar con Klaus Beyme, coor mmc ls principtos de ina democraca radical? (No sera nece- Sario que el sistema plc, precsamente en lo que concieme ai’ mantenimiento de su propa dinamica ier, se democrat {ase atin mds es decir, que se crease mayor espacio pra el po- der comunicatve? “ape la consecuencia que yo he querido suger con mis andlsis. En la medida en ue los partidos polltcos sc han Statalizado mientras tanto, yen au Interior han consumido St propia sustancia normative, no actdan sino desde la pers- peetiva del sistema administrative, dentro del cal han toma- 8> posiciones de poder y quieren mantenerls. La funcidn che en primera linea debertan desempetar, a saber la de la Sriculaciony mediaion dela formacion dela opinin ylavo- intad polities sé la desempenan ya entonces en forma de tatmpafas electorales, Yentonces penetran tambien como Invasores desde fuera en el espacio publi poltcoen gar ae tar dade cent La dts funcones ec en ls partidos polices habra qu dferencaras ms neta frente unas de otras, El lugar simbolic dela polltca ha de Guedar vac en una democracla, como Lefort dice con a6: fe slo permanecerd vacant ilo dirigentes dos partidos Uemocrticos pueden ser considerados como representantes det pueblo y no como jefes dela administracion que o bien Scupan el carpo,o pueden ocuparlo, Todo ello exie fantasia “FACTICIDAD Y VALIDEZ™ 15s insiaciona mecanismosinsitucionales que obliges a los artis politicos "coopera" con mas era ela formas Gién de la voluntad potica y'a impedes actar como frganos del Estado debertan funciona todos los nivel, dese la parce orgaizativa de Contin hata ls esa tosd les partidos, passin por ements plebitaron “En su arcul "Teeny cencia como elope escibe used que dese fines de siglo pasado ‘una erecent nerd. Dendenca env irestiacin tench convertdo au cen Cian l primera fuerea producti Sin embargo, fos dese. voloimionos ciency tecnolics quedan et buena parte Por encima de todo contol democrico, Deiiones que se toman dentro del dmbito de lacey de lane ye dhccin ata prctica puede tener contceuentas impresiles para todos ls hombres, en ena parte no queridas (com curr por ejemplo con a teeta macea co a teenage sentica), slo en muy rorasocasones se sean fos pines Pos del domocracia Er vist de wna contac dels de Essione plea del gran nets quel sconomt ene er fos ‘serrotoseonoliiea, a coniguracn de muchos nites ata sociedad queda en ena parte on mands deexperton Se Planteaentances la eueston de como ha de ser demtoratice Imentecontrolado 9 domesticao el por dedefinictn que la Ciencia ya tenes cercen, poe entr el peligro dena exper tocracta. No dea de ser curios que usted nus primes ras erase expttament cn fers, como os dela lato fnire tence ydemoeraca’, Ux cenifcacion de la poten yl pinion pea" peligro dena expertoraca que alia osu modelo recientemente desaroade de eatin del der oltco mo parece teeming ager seri, tuna rzon para ello” ¢Dande ubcarta dentro des elo dela erexdacton del poder police, el poder de dfncion que tienen la cienca yl tenia? ¢Como se porta o habia dep. rereoo al experoeacta? “fa diferenciacion de las cultura deexpetos, que des- cvibt en Terk dela accion comunicatva, tae congo restos contrapuestos a saber‘ el cago de un encapolarento Ie trovertdo que impie ts difusion el saber cultural hace uel prscdcscomunicavactiiana se esr, porn 186 “PACTICIDAD Y VALIDEZ do, y, por otto e riesgo de que decisiones que habrian de to- arse democréticamente corran exclusivamente a cargo de Tos expertas, es deci, el peligro de la expertocracia, que usted tiene a la vista, En este contexto, constituye, ciertamente, un tema relevante el poder de definicién que tienen la ciencia y Ia tecnica, Pero no he entrado en él en mi tltimo libro, por- {que hoy, a diferencia de lo que sucedia en los aos sesenta, en Tas ciencias sociales no desempefan ya ningsin papel las teo: rias de la tecnocracia y porque hoy, a diferencia de lo que ‘ocurrfa en los aos setenta, parece haberse disipado en la po- Iitica la euforia de la planificacién y de la credulidad en la Ciencia. En todo el espacio piblico las actitudes de critica de Ta ciencia se han convertido ya casi en moda. Este cambio, © incluso vueleo, del estado de énimo ha tenido consecuencias positivas, como ha sido la dela sensibilizacién para los pei {gros de la tecnologia nuclear y la tecnologia genética. Las es- timaciones de las consecuencias de la técnica han sido tema- tizadas, y de forma bien efectiva, en muy diversos ambitos, Tanto que casi ha cobrado carta de naturaleza la prctica de Jos contrainformes cientificos y tecnolégicos, lo cual viene a dar razén de que “a” ciencla no es precisamente una instan- cia neutral: la esfera de la ciencia no tiene nada de monolt tica, sino que se descompone en miiltiples concepciones, impregnadas también de valores, ls cuales compiten entre st Estos inicios de investigacin alternativa o de suministro alternativo de informes referidos expresamente a la escena politica, deberfan desarrollarse atin més y deberia hacérseles valer atin mas tanto en el espacio publico como en el ambito de los parlamentos, No hay ninguna cuestion tan especiali ‘ada que, en la medida en que sea politicamente relevante, no se le pueda traducir al lenguaje comtin, y ello de forma tan aadecuada que las opciones manejadas por los expertos tam- bien puedan discutirse racionalmente en un espacio pablico muicho mas amplio. En la democracia los expertos no pueden tener ningin privilegio politico. “En Teoria de Ia aceién comunicativa afinma usted que se da wna indisoluble relacién de tensidn entre capitalismo y democracia, La autocomprension de las sociedades modernas ‘expresada en los prineipios de las constituciones democréticas “FACTICIDAD Y VALIDEZ™ 17 implica de tare primado del mundo del vida sobre Tos sub Sisters economy Estado, Es prado se veminado de ct por la eutralzacion queen ls socedades de mucstr ipa se leva cabo dls desguatdades soialesinseitas nel apt lismo, en forma de prestaciones stale efecuadas Port Ec gue oer tins amas. Ps eee result que las pstidades de partpacin pla, ligase repel decidatano, bien os cudadanos to as en lot poner en pretion A meso uti, en Facldady vader tcento se pone mds iene ele mind de laid: Esa gu ten el eje undo del vid-comomi En comparai6n cot bajos anteriores en entero deta sted poco expacto la weston de mo haa qu domesicardemocrceerte la ferasdestrucivas deta economia capa, Ya ete epee tohay signon de quel fn del soctaismo raiment existent eodradar un nuevo emp eerie del cpa con Imuestra ls trabajo de fredach Kambartly Claus Off tne otro, sobre el sotaliomo de mercado» la garantie tins ingresosbasicon~. Nuctra pregunta la sigue el respeto que usted musta por la ga stent interna de tina econo epladataves de mercaos, es compat on la idea que usted se hace de ina potteadibratve 9 de tna domestenctn ect dal apalamo? ¢No blige re Eisamente esa relacion de tension ene cptatomo ecole tenoeracia ana ifrencacion dl conc de iis meri tnt lige interna de tipo posvoy exonerate etn Bea ere dio neptvo ydesrctvo? En que raclon se Encuenran, ens oti, aptatomo, ecology democraci® En vista de le progresivadesruceton tel enor deta Sociedad en lag cl abajo edb se oma cada ves mas tseaso, eno se port, con eyuda el sistomade ls derechos basics gue nsteddesaroa,asificar un ea basen pra ‘ead reat, porta aut el derecho bs inuales condiciones de vida como justiicacon ie esa rea Iminima® A partir del nal deta sociedad del abajo Andre Gorch eno es mprescnaile esa rnta Bison fn de aran zarel grado de autorespetoy autonome neces pre ta democrc ed frconar? El andisis de a modernizacion social desarolado en 18 “PACTICIDAD ¥ VALIDEZ" Teorta de la accin comunicativa, tenta el sentido de precisar exactamente la distincién a que usted se refiere. Hay que reconocer los beneficios obtenidos de la diferenciacién de la economia capitalista, pero sin cerrar los ojos ante los costes Sociales, culturales y ecolégicos, los cuales tampoco deben ‘ceptarse como una especie de destino natural, que nos ‘iniese ineludiblemente impuesto por una determinada orgs- hizacién de la produccién econdmica. Yo me intereso por los procesos de infercambio entre mundo de la vida y sistema en tina doble direccin, a saber: tanto en lo que se refiere a los ‘ataques colonizadores del medio “dinero” sobre ambitos de la ‘ida estructurados comunicativamente, como también en lo {que concierne a las posibilidades de poner coto a los efectos Aestructivos dela légica interna de sistema econémico, afin de ‘ganar espacio suficiente para los imperativos del mundo de la Vida. Desde este Angulo teorético, tampoco la bancarrota del Socialismo de Estado, es decir, la tentativa de sustituir en {gran parte las funciones de regulacién del dinero por fun- ‘Gones de la administracién, puede, por lo demés, representar alguna sorpresa, Esto no quiere decir que no representasen para mf una sorpresa los sucesos hist6ricos de 1989. Por otra parte ls teorfas de la sociedad desarrolladas en la tradicion marxista estaban demasiado orientadas a los andli sis de las crisis, de modo que hoy faltan modelos construc- tivos. En cierto modo, hoy nos tiene a todos perplejos la ‘cuestién de cémo hacer frente a las consecuencias destructi- ‘vas de una econom{a capitalista extendida a todo el mundo, a tuya productividad no podemos, sin embargo, renunciar. Esto explica la renovada actualidad de modelos planteados en ‘érminos puramente normativos, concernientes a un “socia- lismo de mercado”, Estos modelos hacen suya la idea correcta cde mantener las efectivas operaciones de regulacién y control {que una economia de mercado ejerce y los impulsos inno- ‘adores que una economfa de mercado genera, sin considerar Inevitables las consecuencias negativas de una distribucion sistematicamente desigual de males y blenes. La cnx de todos ‘estos modelos es, sin embargo, la casi imposibilidad de inter- ‘Venir hoy en ese sentido en la realidad. Ni la capacidad pol- tiea de aceién de los viejos Estados nacionales, ni la de las “FACTICIDAD Y VALIDEZ™ sss "ln unions de Estados, a dea onerencis intr tacionales que han logrado naitcionalizarse, guaran pro: Porcdn con el tipe de autorregulacén que ofecen unos mer. dos global y mundlalment entrlazadosy enredads unos

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