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EDUCACION RURAL E INDIGENA EN IBEROAMERICA Coordinadera Pilar Gonealbo Aizpuru Gon la colaboracion de Gabriela Owenbach a @ EL COLEGIO DE MEXICO UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCAGION CENTRO LE ESTUDIOS HISTORICOS ADISTANCIA 370.972 ea Educaci6a rural ¢ indigena en Iberoaméri / coordinadora Pilar Gorrzatbo Aizpuru ; con la colaboracién de Gabriela ‘Ossenbach. -~ México : Fl Colegio de México, Centro de Estudios Hist6ricos ; Madrid: Universidad Nacional de Educacién a Distancia, 1999, B16 p. ; 2am. ISBN 968-12.0678.9 México-Historia, 2. Indios de México istoria, 3. Educacién rural México-Histora, 4. Indios de HispanoaméricaEducacién Historia 5. EducaciGn-Hispanoamérica Historia. 6. Educacién ruralHispanoaméricaHistoria. 1. Gonzalbo Aizpuru, Pilar, coord, Tl. Ostenbach, Gabriela, coord, Portada de Ménica DiexMartinez Fotografia de Ia portada de Agustin Estrada Primera reimpresién, 1999 Primera edicidin, 1996 D. R ©EI Colegio de México Camino al Ajusco 20 Pedregat de Santa Teresa 10740 México, D. D. R © Universidad Nacional de Educacidn a Dist Facultad de Educacién Departamento de Historia de la Educacion y Educacién Comparada Giudad Universitaria s,/nim, Madrid, Espafia ISBN 968.12.06789 Inupreso en México/ Printed in Mexico {INDICE Presentacién Introduecidin ‘Antecedentes hist6ricos Las politicas educativas y los proyectos de educacién indigena La accién gubernamental, las iniciativas indigenas y la presencia religiosa ANTECEDENTES HISTORICOS Mitos y realidades de la educacién colonial, Pilar Gonzalbo Aixpuru ‘Los mitos Las realidades La educacién del cristiano Las virtudes del indio Educacion indigena y moral cristiana Bibliografia Escuelas en los pueblos de indios de la Intendencia de México en 1808, segiin los reglamentos de los bienes de comunidad, Dorothy Tanck de Estrada Antecedentes Reglamentos de Bienes de Comunidad segiin la Ordenanza de Intendentes Fl financiamiento de escuelas en la Intendencia de México seguin los reglamentos Escuelas y forma de financiamiento, Intendencia de México, 1808 Porcentaje de pueblos de indios con escuela; Intendencia de México, 1808 Siglas y referencias Una falsa promesa: la educacién indfgena después de la independencia, Anne Stapler un 15 16 VW 20 25 32, 35 36 37 39 39 41 43 44 45 BI 53 8 EDUCACION RURAL E INDIGENA EN IBEROAMERICA La educacién y fa integracion nacional del indigena en la revolucién liberal ecuatoriana (1895-1912), Graciela Ossenbach Sauter La revoluci6n liberal ecuatoriana y el problema nacional, La cuestign indigena La educacién y la integracion nacional del indigena ‘A modo de conclusién Bibliografia Escuelas en pueblos, haciendas y rancherias mexiquenses, 1876-1910, Milada Bazant Siglas y referencias LAs POLITICAS EDUCATIVAS 'YL0S PROVECTOS DE EDUCACION INDIGENA La creacién det Departamento de Gultura Indigena a rate de la Revolucién Mexicana, Claude Fell Universidad y educacién rural en México (1924-1928), Renate Marsiske Bibliografia Los centros de educacién indigena y su papel en el medio rural (1980-1940), Engracia Loyo Bravo Introduccién, Un nuevo rumbo en la educacion rural indigena Una nueva alternativa: los centros de educacién indigena El indigenismo cardenista y los centros de educacién indigena Denuncias y enfrentamientos Las reglas y Ia préctica Sighs y referencias Bibliografia Enire la teorfa educativa y la practica indigenista. La experiencia en Chiapas y la Tarahumara (1940-1970), Cecilia Greaves L. Introduccién Hacia una politica de integracién Primeras experiencias: Chiapas y la Tarahumara Entre la tenria y la préctica Avances y retrocesos Hacia nuevas alternativas Bibliografia 65 67 76 82 87 104 103 133, 136 139 139 my 144 146 14s. 152 159 159 161 161 163 165 167 173 176 17 snpice Cultura de clase y educacién rural en Brasil durante el perioda desarrollisia, raide Marques de Freitas Barreiro EI desarrollismo y la idea de progres Cultura campesina y progreso La vivienda rural y la penetraci6n en la intimidad campesina Del pasatiempo tradicional al pasaticmpo disciplinado as representaciones simbélicas como estrategias de dominacién Conclusiones Bibliografia [LAS INICIATIUAS INDIGENAS, LA ACCION GURERNAMENTAL, "YUN TERCERU EN LISUUKDIA: LA EDUCAGION RELIGIOSA Identidad propia y unidad nacional en la educacién primatia: el caso de la minoria cultural de San Andrés y Providencia (Colombia), abel Clemente B. Introduceién, La formacién cultural de las islas de San Andrés y Providencia La génesis de la identidad isleia Epilogo Bibliogratia Warisata y la irradiacién del niicleo escolar campesino en los Andes (1930-1960), Eue-Marie Fell Bibliografia Educacién kuna y politica gubernamental, Caspar Félix Calvo Poblacion Legislacion educativa indigena La acci6n de los gobernantes Los kunas, agentes de la educacion Bibliografia La Iglesia docente en el émbito rural: la escuela de La Labor (1955-1965), Valentina Torres Septin La Acci6n Catolica Mexicana y la educacién rural Conclusiones De asimilacién a pluralismo cultural: autodeterminacién indfgena sobre educacién en la amazonia peruana, Sheila Aikman Educacién escolarizada para pueblos indigenas 179 181 182 185, 186 188 199 191 195 198 196 197 205 207 209 223, 225, 226 231 234 246, 249 250 262, 265 266 10 EDUGACION RURAL EINDIGENA EN TBEROAMERICA La cara cambiante de la educacién escolarizada en el sureste de Edvencion bilingie intercultural paral conservacin cultural y Ia participacién en la sociedad nacional La escucla de la ness0r en San José La perspectiva de la escuela por parte de la comunidad El sistema de educacién indlfgena arakmbut ‘Autodeterminacién arakmbut sobre la escuela Conclusion Bibliogratia La escuela: instrumento de resistencia de los parkatey Leopoldina Araujo Tntroduccién Situando el contacto Una escuela en la aldea Instalacién y funcionamiento de la escuela parkatejé Pedagogia parkatijé Conclusiones Anexo Bibliografia Indice analitico an 276 277 278 280 281 282 284 287 287 288 291 293 297 299 300 301 PRESENTACION El tema de la educacién indfgena en América Latina es, sin duda, de gran actualidad, EI asunto preocupa a politicos, socidlogos, antropdlogos y lingaistas, y plantea a tos educadores enormes retos para idear instrumen- tos y métodos que respondan a los nuevos requerimientos de una edu- caci6n que hoy en dia se entiende necesariamente como bilingtie ¢ intercultural. El anilisis hist6rico de las educaciones rural e indigena en América Latina esta, sin embargo, en gran parte por hacer. El caso de México es, sin lugar'a dudas, el mas estudiado y por ello no es casual que en esta obra sea el.caso mexicano el que esté més ampliamente representado. Precisamente Ja importancia que creemos que tiene este libro colectivo es la de hacer una aportacién a una visién hist6rica del proceso de desarrollo, dando cuenta en diversos émbitos geogréficos de los distintos momentos por los que ha atravesado la concepci6n misma de este tipo de educacién. Atin mds, desde este andlisis hist6rico la obra contribuye igualmente al debate de la titima década en tomo a la conformacién de las naciones iberoamericanas. En los pafses con grandes contingentes de poblacién indigena, los términos educaciones rural e indigena confluyen necesariamente, aunque no son idénticos. En esta obra se han tratado casi exclusivamente casos de ‘estos paises donde las comunidades representan una parte muy conside- rable de la poblacién, Histéricamente, el gran dilema que se ha planteado respecto a llamado “problema indigena’, ha sido la necesidad de la integracién de los distintos grupos étnicos en la nueva sociedad en la que quedaron inmersos (con posterioridad a la independencia hablarfamos de su integracién nacional), lo cual casi siempre result6 incompatible con el respetoa sus peculiaridades culturales en el sentido mas amplio de este término. Las politicas de integracién consideraron siempre a la escolarizacién como el medio mas ‘eficaz para lograr sus objetivos. En la época colonial la legislaci6n espafola confirié a los indigenas el status de sujetos necesitados de tutela, y esta funciGn de tutelaje se le asigné principalmentea la Iglesia, De ahi que la educacién colonial quedara mayoritariamente en manos de religiosos, confundiéndose las practicas Cobbs tony R FDUCACION RURAL E INDIGENA EN IIEROAMERICA, educativas con las evangelizadoras. La legislacién indiana establecié juris- dicciones propias, en las que no perdieron completamente sus derechos y costumbres, adquiriendo un estatus de etnia (la Hamada “repiblica de indios"). Dentro de este espacio, la educacién que se dio al indigena no significd necesatiamente su castellanizacién, a pesar de miltiples disposi ciones reales que pretendian la extension de la lengua castellana como medio para favorecer Ia unificacién del imperio desde los puntos de vista politico, econémico y religioso. La dificil barrera que suponia la diversidad de lenguas aborigenes tuvo como consecuencia, en muchos casos, que fueran los religiosos los que aprendieran las lenguas vernéculas. Los regimenes constitucionales que se inauguraron en Iberoamérica después de la independencia, se fundamentaron en Ia concepcién liberal del individuo como sujeto de derecho por naturaleza propia, principio que se predicaba de forma universal y que, por lo tanto, afectaba también all indigena, Ei nuevo derecho hizo entonces abstraccién del indigena, aunque éste siguiera diferencidndose socialmente, pasando a formar parte del campesinado 0 clases menesterosas en general. Al contrario de lo que sucedia en el antiguo orden colonial, ahora el indio debfa convertirse en ciudadano y someterse formalmente al exclusivismo cultural que suponia cl régimen constitucional, segiin el cual, sin embargo, la cultura y la propiedad privada eran fundamentos esenciales para la participacién ciu dadana. Las politicas educativas del siglo xix que se discutieron con intensidad a lo largo de todo el siglo por considerarse un instrumento id6- neo para la integracién nacional, apenas distinguieron una educacién es- pecifica para el mundo indigena. El importante desarrollo de los sistemas educativos nacionales a lo largo del siglo xix se centré fundamentalmente en el dmbito urbano, quedando la educaci6n campesina, indfgena o mest 2a, practicamente al margen. Y cuando los estados, sobre todo a partir del gran impulso de la revolucién mexicana, empezaron a tomar en serio el problema de la educacién rural, ésta siguié plantedndose a pesar del reconocimiento que entonces se hiciera de lo indigena como parte inte- grante de ia nacionalidad, en los términos de una imposicién de la cultura occidental. Esto implicaba sobre todo Ia castellanizacién. En este sentido son especialmente significativas las palabras de José Vasconcelos, aludien- do a su labor en la Secretaria de Educacién Piiblica en México entre 1920-1924, palabras que tienen que entenderse en el contexto mas amplio de la peculiar idea del mestizaje defendida por el ilusire mexicano: <1 indio no serfa educado conforme al sistema de la reservaci6n norteameri- ‘cana, como se educa a una casta aparte, sino que tan pronto como el indio aprenefa el castellano y los primeros elementos del saber en seguida se le Inserfbra en a escuela rural, donde se juntan, sin distincion de sangres, etinaio, cel mestizo, el blanco, ef mexicano y el extranjero, y de paso diremos que PRESENTACION 13 también el negro, en las regiones donde habita nuestro escaso contingente de poblacion africana. José Vasconcelos: Indotogéa (1926) ‘Sélo muy lentamente, a lo largo del presente siglo, algunas constitucio. nes empezaron a reconocer la pluralidad étnica, cultural y lingaistica de las naciones iberoamericanas, dictindose leyes especiales para reconocer los derechos y promover el desarrollo de las comunidades indigenas, asi como para proteger su cultura, Las iniciativas de educacién dirigidas al indigena, empezaron aser entonces menos uniformes, abriéndose espacios en distin tas regioncs iberoamericanas para experiencias de edueacin que integra ran sus peculiaridades culturales y lingifsticas, y que promovieran a su ver politicas de modernizacién y progreso dentro de las comunidades. Hoy en dia, este reconocimiento constitucional ha sido asumido igual: mente por los organismos internacionales, y la exigencia de una edhucacion bilingie ¢ intercultural, a pesar de las cnormes dificultades para ponerla en practica y de los debates que atin suscita, se ha generalizado como objetivo a conseguir en toda América Latina. Es todo un reto, no s6lo para los politicas de la educacién, sino también para los pedagogos que deben disefar estrategias diécticas apropiadas para efectuar este nuevo ideal educativo, asi como programas especificos para la formacién de los ense- fiantes en el Ambito de la educacién intercultural La solucién al dilema planteado respecto a la educacién debe consistir en encontrar un equilibrio entre el respeto a la cultura indigena y la necesidad de progreso y mejora de las condiciones de vida de aquellas comunidades secularmente margistadas, El reconocimiento de derechos y situaciones particulares ¢s indispensable para no dejar al indigena en si: tuacién desfavorable ante una igualdad formal que histéricamente nunca lo fue de hecho. Gannueia Ossensact INTRODUCCION La humanidad se asoma al siglo xxr sin haber podido resolver viejos problemas de convivencia, que revisten caracteristicas dramaticas cuando 10s enfrentamientos idcul6gicos se convierten en lucha armada y cuando la riseria y la desigualdad llevan a comunidades enteras a la depauperacién, a la enfermedad, al alcoholismo y en algunos casos, ala extincién. Mientras los paises del primer mundo consiguen avances tecnolégicos y prosperidad general, que repercuten en elevacidn det nivel de vida de su poblacién, las comunidades rurales del continente americano, y en particular, los grupos €inicos minoritarios, muchas veces viven en condiciones de pobreza y abandono; no s6lo a nivel internacional se acentiian las diferencias, sino ‘que dentro de los paises iberoamericanos cada ver se ahonda mas la brecha centre los campesinos y las élites urbanas. Como historiadores latinoamer ‘anos, tenemos algo que decir y s6lo podemos hacerlo con nuestro lenguaje académico; pero ello no significa que limitemos nuestra aportacién a exposiciones eruditas 0 postulados tedricos, puesto que al referirnos al tema de la educacién rural entramos en contacto con problemas vitales que estuvieron presentes en el pasado y que por ello podremos reconocer ‘mejor en et presente. En este volumen hablamos de educacién y nos referimos a esa doble vertiente de la marginacién que ¢s lo rural ¢ indigena, Desde la perspectiva histérica se vislumbran antagonismos ¢ incompatibilidades, aspiraciones frustradas ¢ incomprensiones mutuas; al mismo tiempo se encuentran cambios de actitudes, nuevos enfoques y una invariable esperanza de redencién, La confrontaci6n de experiencias similares en diferentes momentos y cen diversos paises del continente americano nos permite avanzar hipétesis {que sirven para iniciar una historia comparativa, al mismo tiempo que nos ayuda a definir cuestiones fundamentales. La contemplacién de anteceden- tes remotos y préximos proporciona evidencias claras de una continuidad insospechada. Para llevar a cabo este proyecto tuvimos que comenzar por ponernos de acuerdo en la interpretacién de ciertos conceptos y en la jerarquiza- c16n de Jos problemas; debimos eliminar descripciones supertluas y pres 15 16 [EDUCAGION RURAL E INDIGENA EN IBEROANERICA indir de prejuicios comunes. Esto oblig6 a no creer en la retérica de los gobiernos coloniales, ni en la del Estado ni en la de la Iglesia, ni en los in formes, siempre tendenciosos, de autoridades o grupos de poder; por el contrario, hemos buscado una dimensién mas cercana a la realidad hist6- rica y una interpretacién necesariamente compleja de los problemas que los puebios indigenas y los centros rurales enfrentaron desde el pasado remoto hasta el ayer reciente. ANTECEDENTES HISTORICOS La primera parte de! libro proporciona elementos para entender el alcance de términos como educacién, instruccién, civilizacién, asimilacién, acultu- raci6n o integraci6n, que se han mencionado en todas las épocas. Reitera: damente se hablo en documentos oficiales de la necesidad de “civilizar” a los indios, cuando no de “humanizarlos”. Por otra parte, en los proyectos docentes se alternaron las expresiones educacién ¢ instruccién, no sélo dependiendo de modas lingiifsticas, sino de acuerdo con distintas concep: ciones pedagégicas. La memoria histérica nos recuerda cudntas veces un mito tiene mayor eficacia que wna realidad para consolidar sentimientos de superioridad o de sumisién. $i buscamos en el pasado las razones de la discriminacién de grupos étnicos 0 de los hombres dedicados a labores agricolas, encontrare- mos prejuicios ¢ ideotogias que se han perpetuado precisamente a través de la educacién, Jo cual nos permite identificarla como el instrumento manipulador que realmente es, mas que como la instancia liberadora que nos gustaria que fuera, La historia de la educacién colonial da buena prueba de ello.! La distancia entre la legislacién y la préctica y los problemas de financiamicnto de los establecimientos docentes, que hoy enfrentan mus chos gobiernos, también tiene sus raices en el pasado. All final de la época colonial, el gobierno espafiol encontré un medio de conseguir fondos para sostener escuielas en los pueblos de indios: se ordené la elaboracién de reglamentos financieros de los bienes de comunidad y se asignaron salatios para los maestros. As{ se sostuvieron al menos 300 de las 400 escuelas registradas en la intendencia de México. éHasta qué punto las comunidades prestaron gustosamente esta contribucién y cual fue su participacién en el discfio del curriculum escolar?, es algo que no podemos analizar aunque, como tantas realizaciones del despotismo ilustrado, no parece arriesgado anticipar que a partir de una imposicién autoritaria se proporcioné a » Pilar Gonzalbo, “Mites yreaidades.. AvIRODUECION 7 muchas comunidades la posibilidad de mejorar su nivel de vida mediante ‘el conocimiento de la lengua castellana y la alfabetizacion.? 1La tradici6n liberal de nuestros paises lleva consigo una exaltaci6n del sentimiento nacionalista, junto a la cual se ha desarrollado la conciencia ‘del “problema indigena". Demasiado alejados clel concepto de civilidad urba- na y ajenos a las obligaciones y derechos de los ciudadanos, se considera- ‘ha que los indios se habfan convertido en un estorbo para los proyectos de progreso y de unidad nacional de los gobiernos del siglo xix. De manera contradictoria, se ensalzaba la cultura indigena prehispdnica en la que se fincarian las rafces de Ia identidad nacional y se menospreciaba al indio real por sus supuestos vicios genéticos, Como se precisa en uno de los tex: tos, “este sujeto tan importante nv Cenfa lugar en Ta sociedad”? La ves cidn de los derechos de ciudadania a los analfabetos, en México como en Ecuador, puso en evidencia la marginacién de unos grupos que constitufan la parte fndadora mayoritaria de la poblacién.* Durante la época colonial se aceptaba con naturalidad que la educa- in de los indios fuera diferente de Ia de los criollos, ya vivieran en la cit- dad o en el campo; en el siglo xix cuando todavia la mayor parte de la poblacién residia en pequefias localidades rurales, la escuela fue aprovecha- da preferentemente por los grupos ladinizados, capaces de incorporarse a los cambios de la vida moderna.® Lo que nos preocupa no es una cuestién de etiquetas, sino Ia necesaria aclaracién de conceptos que permitan facilitar la resolucién de situaciones de conflicto; tales son las que a lo largo de los sigios se han provocado en la convivencia de indios con mestizos y ladinos, cuyas actitudes vitales son tan distintas entre si como Ja de los vecinos blancos de las ciudades. Similares condiciones de crisis existen entre los numerosos inmigrantes rurales llegados a las ciudades, con un bagaje cultural que resultars intl en el nuevo ambiente, LAs POLITICAS EDUGATIVAS ¥ LOS PROYECTOS DE EDUCAGION INDIGENA Una y otra vez hemos debido volver a preguntarnos por la posible distin- i6n entre lo rural y lo indigendt inseparable durante algsin tiempo y en ciertas regiones, hoy plantea problemas complejos, més en la préctica que en la teoria, ya que en muchos de nuestros paises las minorias étnicas 2 Dorothy Tanck de #stads, “Financiamiento de escuela eno pueblos indigenas $ anne Staples, “Un fale promos la edveacinindigena desputsc ln independenca” “ Gabrila Osienbach, “Ls educadion ya integraion nacional del indigena en Ia sevolucign Heal ecustorsna (28051912) Nidads Bazan, "Eucuclas en pucblos,hacicndasy rancher mexiquenses, 18761910" 18 [EDUCACION RURAL E INDIGENA EN IBEROAMERICA se repliegan a rincones remotos, mientras las comunidades mejor comuni- cadas 0 asistidas por servicios sanitarios y educativos se componen de poblaciones superficial o aparentemente asimiladas al modo de vida occi- dental, Es obvio que la definicién de indfgena no puede cefiirse exclusiva mente a criterios bioldgicos ni lingiiisticos, sino que ha de buscarse en la identidad cultural, En distintos momentos, Ios paises del 4rea han dedicado atencién a las, deficiencias del campo y han recurrido a la educacién como medio de clevar el nivel de vida en el medio rural y de salvaguardar elementos clturales en trance de extincién. El México de la década de 1920 tomé como bandera la defensa de Ia identidad de los pucblos indigenas, que tendria que ser compatible con una mejorfa en las condiciones materiales de vida en las comunidades campesinas. El Departamento de Cultura Indigena, en el México postevolucionario, afront6 la cuestién como medio de paliar las dramiticas diferencias que ocasionaban “desequilibrio econo- ‘ico y malestar social”.® Si toda politica lleva implicito un contenido pedagégico, todo ejercicio educativo corresponde a una ideologia. En ocasiones se ha disfrazado de beneficencia o de promocién intelectual, pero en todo caso ha estado al servicio de intereses religiosos, econémicos 0 politicos. El caso de los maestros rurales de la Universidad Nacional de México, entre los afios 1924-1928, pone de manifiesto la importancia de la coyuntura politica en Ja orientacién de las instituciones docentes y el aprovechamiento de los recursos pedagégicos.” El avance industrial y la consiguiente urbanizacion progresiva de la poblacisn en el siglo xx, han provocado una creciente proletarizacién de las mayorfas. Ante esta situacién, mds o menos a mediados de nuestra ‘centuria, cundié la preocupacion por la situacién del campo y se propusic- ron planes educativos que deberian actuar como réfagas de impulsos modernizadores y que se plasmaron en campafias culturalcs. Los interna dos indigenas, destinados a jévenes que actuarian como promotores del desarrollo cultural en sus propias comunidades, fueron recibidos con recelo 0 entusiasmo variables de acuerdo con experiencias provias de frustraciones y desconfianza.* iste punto se analiza en el articulo de Claude Fell, *La creacién del Departamento de ‘Cultura Indigena, a raf dela revoluciéa mexicana’, 7 Renate Marsske, "Universidad y educacin rural en México (1924-1928)*. ® El exponténco entusasino dels kunas panamesioscontrasta con el xeceo fundado de los indigenas de Mézico y explica, en pate lo diferentes rerutados en ambos paises, Engracia Lovo, en su articulo “Loe eentros de educacién indigena y su papel en el media tir 1980-1840" plantea la problematic de los imernados indigenas mexicano. INTRODUGCION 19 Los intentos mas exitosos de promocién cultural y de superacién en la biisqueda del bienestar comtin, fueron los que consideraron Ia necesidad de vincular la escuela con la comunidad y convertir al maestro en una ‘especie de misionero laico; de este modo, no se limit6 a instruira los nifios, sino que impulsé el aprovechamiento de los recursos locales, obras de asistencia social y mejora de las condiciones de higiene. El término mismo de misionero, evocador de una actitud religiosa propia de otro tiempo, pretendia revestir de una trascendencia espiritual y salvadora la tarea de os maestros. Las misiones culturales mexicanas y el programa escolar campesino de los Andes fueron muestra de esa mistica de la educacion como mensaje de regeneracién. Los vaivenes del interés politico contribuyeron a la permanencia 0 interrupcion de estos planes ocasionales que no lograron institucionalizar: se dentro de los sistemas educativos nacionales. El experimento peruano analizado en uno de los capftulos sefiala un nuevo elemento de incompren- sion en esa “pared invisible” que los misioneros habfan intentado derribar, ta cual impide la interacci6n de la escuela la comunidad? ‘También puede apreciarse a través de Ia experiencia hist6rica, que la actitud de los grupos étnicos depende de las expectativas quc la escue- Ja despierta y de su situacién interna de cohesién o desintegracién, Los ta- rahumaras que pedfan escuelas en los afios cuarenta y cincuenta recibieron con aprobacidn a los maestros del Instituto Nacional Indigenista, mien- tras que las comunidades chiapanecas, hostigadas por los caciques locales, resistieron o mostraron apatfa hacia los programas de alfabetizaciéa."” El divorcio entre la burocracia urbana y las necesidades del campesino se pusicron de relieve en la Campanha Nacional de Educacdo Rural, montada cen el Brasil de mediados de siglo. La idea de progreso, latente en todas las fases del programa, encerraba implicitamente un criterio peyorativo de la cultura campesina, nunca entendida como peculiar sino como expresidn de cular, Finalmente, mediante el sistema escolarizado 0 a través de los mensajes subliminales de los simbolos del progreso, se hacfan patentes Jas contradicciones de un programa que proponia integracién, pero busca: ba dominacién, " shia hman, “Educacon binge y ict "Cecilia Greaves, “Eni la teorfa educativa ya practicaindigeisa 21 trade Marques de Freitas Raroi,*C tide desensohimentst 2 prpaler« Races Bal ne Real de 20 EDUCAGION RURAL E INDIGENA EN IBEROAMERICA [La AcctON GUBERNAMENTAL, LAS INIGIATIVAS INDIGENAS YLA PRESENCIA RELIGIOSA ‘Otro problema que hemos querido abordar ¢3 el de los indigenas como poblacién fronteriza. El ejemplo de la minorfa de las islas de San Andrés y Providencia muestra la importancia politica y la trascendencia social de los ‘enclaves minoritarios adscritos a distintos émbitos eulturales. [a identidad dc los habitantes del archipiéiago colombiano entré en conflicto con las prioridades de la unidad nacional; de ahi que se produjera una crisis ante Jas demandas de los islefios de conservar su religién y lengua, lo que a ojos dc los legisladores podia considerarse como una amenaza contra la seg: ridad de la nacion.§? Los gobiernos se preocupan hoy por la cultura politica de comunidades que habitan en uno y otro lados de lineas de divisis politica, precisamente porque sus diferencias son tan tenues que no alcan- zan a borrar el hecho de que comparten lengua, religion, historia y cul tura. En algunos lugares del altiplano andino lo mismo que en las selvas mesoamericanas no hay solucién de continuidad entre los vecinos de zonas rurales limftrofes; las visitas de compadres y parientes se convierten asf en potenciales problemas migratorios, Cuando se intenta promover la cultura en dreas rurales, resultan mucho més graves las consecuencias de la existencia de fronteras interiores que separan a individuos de la misma nacionalidad pero de diferente color de piel, o de distinto nivel econémico y social. Estas fronteras tienen su origen en los arcaicos sistemas segregacionistas de la época colonial y se han perpetuada como un colonialismo interno, més activo que el econémico internacional Incluso hay comunidades que han asumido los coneeptos y la terminolo- gfa etnocentrista de los gobicrnos, de modo que con aparente conviecién hhan planteado Ia demanda de que se les proporcionen escuclas que les permitan realmente ser “civilizados".! Vinculada durante siglos a los intereses del Estado, la Iglesia catélica ‘mantuvo su predominio como educadora aun después de que las revolucio- nes liberales la derrocaron de su lugar privilegiado. Como auxiliar de la escuela oficial, integrada a ésta en algunos casos, y en franca oposicién en otros, la edcacién confesional ha tenido y sigue teniendo una influencia decisiva en la conformacién de la mentalidad de gran parte dela poblacién, rural y urbana, ya sea mediante el establecimiento de escuelas o por la influencia de parrocos, catequesis, conferencias o cursillos de contenido 1 Juabel Ceinente, “Hentidad propia y unidad naciouul en la cducatign primaria: caso ‘de [a minoria cultural de San Andtés y Providencia (Colombia) 1 Fata cuestin aparece clatamente en el artewlo de Gaspar Calvo. “Faucacion kuna y politica gubernamenal™ erRoDuccION au moral, Un ejemplo es la Escuela de La Labor, erigida en el estado mexicano Ge Guanajuato. Esta se earacteriz6 por su clara filiacién catdlica, sumada al interés préctico de promover ensefianzas técnicas adecutadas a fa vida en el ‘campo. Aunque por breve tiempo, su gestion se consider6 exitosa, gracias fa que conté con Ia ayuda combinaca de a Iglesia y del gobierno del Estado." ‘Pero la educacidn religiosa est muy lejos de ser neutral o pacificadora y por ello ocasion6 nuevos conflictos ctiando se enfrentaron los repre- Jentantes de la Iglesia catdlica, de larga tradicién en el medio indigena, con fas iglesias protestantes historicas y las sectas. Los enfrentamientos no se cireunscribieron al campo ideolégico, sino que repercutieron en actitudes de antagonismo entre poblaciones vecinas y aun dentro de las mismas comunidades. A lus problemas econdmicos, de atraso ancestral y de mar zginacidn secular, se sumaron las divisiones internas provocadas por actitu des de intransigencia y creencias irreconciliables, Hoy se ha generalizado la confianza en el valor redentor de la educa ‘cién integral, superior a ta simple instruccién, segtin se aprecia en los informes sobre experiencias educativas recientes. Los intentos de crear un curriculum, que fuera efectivamente intercultural y no sélo de nombre, twopezaron con la incomprensién y la ignorancia de los burécratas. El ejemplo de la sociedad arakmbut de San José, en Peri, se convierte en una interesante propuesta de participacion de la propia comunidad en el diseiio del currfculum escolar. Su viabilidad se apoya en la presencia de maestros indigenas, capaces de asimilar las tradiciones occidental y local. La recupe- racion de la propia dignidad cultural se considera como paso previo para la aceptacién de los conocimientos impartidos en la escuela. Con escasos medios econémicos y en medio de antagonismos religiosos, los arakmbut hhan logrado llevar a la practica un programa realista de educacién bilingde cultural que les permite aprovechar la escucla oficial sin perder sus tradiciones.!® Aunque en condiciones peculiares, que la convierten en experimento de excepcién, igualmente interesante resulta la experiencia de la escuela establecida en la comunidad parkatijé de Brasil. La abundancia de medios ‘econémicos y humanos destinados a un grupo de s6lo 200 vecinos convier- te este modelo en algo irrepetible, pero hist6ricamente muy valioso. A lo largo de sus cinco afios de existencia la escuela ha evolucionado, a peticién dela propia comunidad, que requiere de ensefianzas practicasyy de recursos ‘que en el futuro le permitiran integrarse @ la vida nacional. El aprovecha- ‘miento de esta experiencia pedagogica ha contribuido al éxito de un sistema Valentina Torres Septién, “Laigtsia docente en el Ambito rural: excue de La Labor, 1085.1965" "Sheila Aikman, “Educaeisn bling e intercultural” 22 EDUCACION RURAL E INDIGENA EN IBEROAMERICA escolar en el que los jefes y ancianos no se sienten desplazados y los jévenes pueden dialogar con sus maestros tanto como con sus padres.'* Los conceptos de aculturacién e incorporacién estén presentes en casi todos los sistemas educativos destinados a las comunidades indigenas, ya que en forma explicita 0 implicita existe la creencia de que el tinico futuro posible para los pueblos latinoamericanos es su integracién a la economia, las formas politicas, las costumbres y la organizacién social de los pafses del primer mundo, paradigma inalcanzable pero de todos modos irrenuncia- ble, De ahi que el monolingiiismo se trate como problema esencial, ya que a nadie escapa que quien habla en distinta lengua piensa también en forma diferente. Los intentos de proporcionar educacién bicultural, o pluricultu- ral, aparecen como esporddicos esfuerzos de comprensién, que Puc «exitosos siempre que las poblaciones a quienes se dirigen participen activa- ‘mente en el proceso. Lo que salta a la vista, en todas las épocas y latitudes, es que el protagonismo de los indios como agentes del proceso educati vo es decisivo en el éxito de la empresa. Precisamente por eso hemos fijado nuestra atencidn en los alumnos ms que en los maestros y en los resultados més que en los programas c instituciones. Puar Gonzatno ArzruRU ANTECEDENTES HISTORICOS

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