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adentro, sin hacer demasiado esfiter,, Una vez 7 . a, 1 ip! Terminaban convertidos en su almuer,, ais al horno mas de un Aland y cien co, hechos sopa, se trags mil guanacos y colibrie, ; hechos sopa, se trag De modo tan eémodo siguié cazando sin pay, cien kilos en un mes llegé a engordar. Hasta que frente a él pasé Prudencia, la zorra Alverlo tendido, quieto y en plena modorra desde bien lejitos le pregunté desconfiando: —Seiior len, gqué me dice que le anda pasando: Parece que prontito va a tocar el arpa, només, irda conocerle la cara al de alli abajo, quizés, —Y...no se equivoca, Prudencia estimada, Estoy tan enfermo que de vida me queda nada. Pero zpor qué no entra y me hace compaiifa? No se diga que de un moribundo desconfia, Dojta Prudencia, que mal se la oli, se excusé: —Voy al corre, por una carta que ayer me legs, Elles insists: —Acérquese, estoy tan debilucho, ue ni gritar puedo y apenitas sila escucho, La2orra, que se as sabia todas, respondié iNien suefios! Acaso cara de boba me vio? Noto las huellas de los que entran a su casa, Pero no las de los que salen. ;Cierre la bocara! Eseaneado con CamScanner [on cse Momento, se sintid descubierto el leén y salté para atraparla con un rotundo mordiscén. Pero como estaba tan viejo y pesado, tropexd, rodé ladera abajo y en el precipicio, jplaf!, acabé. Hocico a hocico, oreja a oreja, pico a pico el de la zorra se volvié un triunfo olimpico. Los demas animales no se cansaron de alabarla. Y hasta vinieron de los diarios para entrevistarla. — Cémo se dio cuenta de que era un engafio —le consulté un periodista a la estrella del afio. — Qué la hizo sospechar? ¢Es usted adivina? —pregunto otro a tan aclamadisima heroina. La zorra respondié con una recomendacién: —Antes de hacer cualquier cosa, jatencién! Y frente ala primera sefial de advertencia pongan en practica mi nombre... ;Prudencia! Fabian Sevilla, “Dofia Prudencia y el leon”. Publicado por Imaginaria y Educared. Disponible en linea: . Eseaneado con CamScanner

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