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| ol weep ily, "Arturo Arias pe nt { we ‘ = — We Wud” A ote “ Yu GESTOS — CEREMONIALES Narrativa Centroamericana 1960 - 1990 ee Artemis & Edinter Escaneado con CamScanner GESTOS CEREMONIALES Arturo Arias Disefio de portada: Enrique Anleu Diaz y Celso A. Lara Figueroa Correccién de estilo: Antonio Chico Arroyave. Diagramacién: Vilma A. Ramirez Rosales Ilustracion de cubierta: "Imagen del Conquistador". Grabado en aguafuerte de Enrique Anleu Dfaz. (1965). Primer premio en larama de Grabado "Gliflo de oro". III Bienal de Arte Paiz (1982). Guatemala. Edici6n al cuidado de Celso A. Lara Figueroa © Librerias Artemis-Edinter © Anturo Arias ISBN 84-89766-32-0 Impreso en Guatemala por IMPRESOS INDUSTRIALES, S.A. 3a. Calle 3-17, Zona 9. PBX 3316624 No est permitida la reproduccién total o parcial de este libro, ni su tratamiento informitico, nila transmisin de ninguna forma o por cualquier mediv, ya sea clectrbnico, mecdnico, por fotacopia, por registro u otros métodos. sin el permiso previo y por escrito de los ttulares de copyright. ir 1998 Editorial ARTEMIS-EDINTER 12 Calle 10-55, Zona 1 Teléfono: 2518876 Fax: 2380866 Escaneado con CamScanner Prélogo A partir de la década de los setenta se registr6 una explosién de la fara itati sino también cualitativamente. Aunque este fenémeno fue influenciado por el boom de la literatura latinoamericana, adquirié " Fasgos caracteristicos propios que sin embargo han sido poco _ estudiados_por la_propia critica centroamericana, y han pasado desapercibidos para el resto de la profesién. Esto se debe al hecho de que la textualidad centroamericana atin es invisible para la_ mayoria de critico: Jel continente, a pesar del premio Nobel a Miguel Angel Asturias en 1967, y de otras figuras de primera magnitud tales como Augusto Monterroso o Luis Cardoza y Arag6n. Que se haya producido este mini-boom no deja de ser una pequefia hazajfia dadas las condiciones de aguda crisis polftica que vivid la regién en este ultimo perfodo de su historia, concluyendo con explosivas guerras civiles en tres de sus pafses. \ Lo anterior hace ain més fascinante el-estudio—de~ x textualidad centroamericana. El interé3) para nosotros consiste en. desentrafiar las transformaciones de su identidad como resultado de esa _escenificacién de la subjetividad 1 que se da la por_m medio de itura_textuat|gCudles son los icos que condicionan su escritura, en qué espacios culturales va a operar y cul es la especificidad de ese mundo? Todas estas son preguntas que, de una manera u otra, intentaremos responder en este libro. | { Escaneado con CamScanner Una breve reflexién sobre el Popol Vuh Hasta la fecha, se continia —_debatiendo la i iedad del Popol Vuh. Dentro de esos polémicos autoridad/autorariedad del Pops nto de cepues. del encuentros y desencuentros, una cosa qui y ues holocausto de la conquista, cuando el pueblo quiché sintié la inminencia de su exterminio y supo que su particular modo de vida habfa Hegado a un fin tan abrupto como de pesadilla, surgio la necesidad. de dejar pajabra escrita de su experiencia. Dejar un testimonio que, con polisémica belleza lingiifstica, registrara quiénes eran, de dénde venfan y lo que habfan sido como cultura. Quisieron dejar trazos de su pasaje por este planeta, de salvar lo que podian de su ser, Asi, otros podrfan saber cudnto habfan amado y sentido la vida, descbrir la ternura con la cual habfan acariciado la tierra generadora del maiz. Asi, otros sabrfan que nunca habjan sido bestias ni piedras, ‘sino personas con carne caliente y almas insaciables. Sabiirse al borde del exterminio y necesitar afirmar su existencia; dificilmente podemos concebir drama més intenso, més desgarrador. Sin embargo, de esa contemplacién de su propia muerte, surge la energia para decirse diferente, para validarse a sf mismo, para reconfortarse en el acto de morir, para denunciar la injusticia del crimen cometido contra ellos, para sonrefr en medio de las torturas, para decir “yo soy” en la p4lida cara de los vencedores, de los conquistadores del maiz. Yo soy, y seguiré siendo y mi sombra, por debilitada que se encuentré, los perseguiré hasta el dig en que todos los muertos que fueron enterrados con los Ojos abiertos puedan por fin cerrarlos porque exigte de nuevo la justicia sobre la faz de nuestra tierra. ; Ae bot aoe tonsa encontramos el origen!de la escritura la discursividad a _ a ee ee Sei rain aca hasta nuestros dias. Novela, para que los Vieoa im is textos centroamericanos se atormentan fae lertos y las nuevas legiones de muertos, y los, y desaparecidos, puedan fi + i que esas prdcticas discurs) por fin cerrar sus ojos. De alli practicas discursivas sean tan retorcidamente barrocas: Escaneado con CamScanner we PROLOGO narrativas_nacionales que son también regionales, que articulan relaciones sociales imaginarias entre comunidades imaginarias que son nacionales, pero también regionales, pero también apdtridas, libros prohibidos en sus tierras de origen a pesar de que todos sus lectores potenciales son analfabetos, tallados con rigor digno de cualquier puiblico a pesar de que éste ignora su existencia, a veces hasta escritas en latfn y muriéndose en las nieves de Bolonia con sabor a tortillitas con frijoles. Dicha motivaci6n trasciende la problematica de los géneros literarios. A diferencia de la centralidad primermundista donde los hombres blancos y heterosexuales se comieron solitos el banquete y apenas si dejaron migas para los demés, en Centroamérica todos nos_quedamos viendo la fiesta desde afuera, hambrientos, a la intemperie y bajo la Iluvia. De allf que a la hora de hacer visible la invisible textualidad, tenemos que abrirle la puerta a todos por igual, sin exclusiones. Todos se mojaron y todos tienen hambre. Veamos entonces qué pasa con la__problemitica identidad/literariedad en varios casos concretos. Nos limitamos fundamentalmente a examinar nueve autores cuya produccién se dio entre los afios de crisis politica 1960-1990 por motivos de espacio y tiempo. No por eso dejan de ser_metonimicamente ejemplares de la busqueda que encontramos en las contemporaneas précticas discursivas del istmo, y de cémo ésta busqueda encuentra en los lugares quizds menos esperados, sus raices popolvijicas. Observaciones iniciales En este libro excluimos a los autores guatemaltecos del periodo estudiado no s6lo para evitar la autorreferencialidad, sino porque hemos dedicado a ellos un libro entero escrito con an'erioridad.' De alli su ausencia evidente en el presente texto, exceptuando el diltimo capitulo que problematiza las nuevas tendencias observadas en la década de los noventa, posteriores al cierre del periodo estudiado. En el primer capitulo hacemos un esbozo general de ese “+ La identidad de 1a palabra: nurrativa guatemalteca a la luz del nuevo siglo. Escaneado con CamScanner . ani URU AKIAS, referente externo que es el espacio cultural del istmo entre el fin de la segunda guerra mundial y 1970. Su intencién cs contextualizar los capftulos subsiguientes de este libro. En otras palabras, intenta llenar algunos vacfos que contribuyen a explicar las transformaciones de Ia narrativa de la regién. Muestra un vinculo entre el realismo social, tal y como surgié en Europa durante los aiios treinta, y las formas estéticas hegem Snicas en Centroamérica hasta aproximadamente 1965. . . Enseguida, el capitulo dos analiza los rasgos literarios de Cc le Izalco de Claribel Alegrfa. Argumenta que dicho texto no solamente experimenté formalmente para crear un nuevo cédigo simbélico y rompié con los viejos paradigmas en su intento de redefinir la sociedad salvadorefia desde la pecspectiva de la matanza de 1932, sino que generé también un cambio genérico en la produccién centroamericana, en el cual la narrativa desplaz6 a la poesfa como género hegeménico dentro de Ja esfera literaria. Esta transicién en la conciencia lingiifstica se vinculé con el papel cambiante de los escritores centroamericanos durante los sesenta. El capitulo tres intenta dirimir algunas de las premisas literarias que conforman Pobrecito poeta que era yo... Argumenta que aunque su autor personifica al idedlogo marxista-leninista de los sesenta, Dalton en realidad escribe con un profundo sentido rabelaisiano/cor ano un texto que lo subvierte todo, inclusive la misma ideologfa del autor. Para lograrlo, busca capturar en sus practicas discursivas el humor de los idiolectos de la heteroglossia salvadorefia con el fin de reconstruir un sistema popular-festivo de imgenes con el afan de conformar una visién del mundo que es | més ética, mas moralista, que propiamente ideoldgica. En el capitulo cuatro analizamos el texto experimental mas auevido que haya publicado una mujer en la regi6n centroamericana, Diario de _una_multitud de Carmen Naranjo. Intentamos escudrifiar su composicién y sus innovaciones estructurales como mecanismo de acercamiento no sélo a las Premisas estéticas de la década de los setenta, sino también al Hae en el cual se ubica la produccién _ literaria ina/feminista en la zona centroamericana, sane e Capitulo cinco se lo dedicamos a ;Te miedo la Sangre? De Sergio Ram{rez, el punto més alto de la novelfstica FFF STF PMMOMIIIIIIDYVIDIDSISHYYIOES Reve Escaneado con CamScanner PROLOGO centroamericana de los afios sctenta, Nuestra intencién es desentrafiar cémo a través de la complejidad temporal que constituye su armaz6n, se problematiza la re-constitucién de una “verdad” histérica como elemento impulsor del nacionalismo revolucionario. - En el capftulo seis realizamos una aproximadién a Ja estructura textudl de El tiltimo juego con el fin de explorar cémo la problemética jvivida por Panama durante la conflictiya década dé los setenta (gobierno del general Omar Torrijos, negociacién de la firma de los tratados del canal de Panam) transformé la manera en que ciertos sectores sociales panamefios piensan sobre, sf mismos, y cémo dichas transformaciones se plasman en las practicas discursivas orquestadas por Gloria Guardia. Estas ltimas articulan el espacio de los resquebrajamientos de la identidad, en las cuales la transformaci6n de la subjetividad se hace visible. En el capitulo siete hacemos un andlisis textual de Una funcién con mébiles y tentetiesos de Marcos Carfas, la novela mas ambiciosa que se ha escrito en Honduras y una de las més divertidas que han surgido en el 4rea centroamericana, con el fin de desentrafiar su concepcién y ubicarla en el contexto de R narrativa centroamericana de los afios setenta. Es un texto abierto en el cual se juega con los signos lingiifsticos donde dominan los significantes sin que por ello desaparezcan los significados. En el capitulo ocho utilizamos la novela de Manlio Argueta, in_dfa en la vida, como excusa a partir de la cual reabrimos la discusién en torno al realismo como mecanismo de transmisién de una supuesta verdad. Nuestra intencién es la de problematizarlo sobre la base de un analisis de la ideologfa estética centroamericana, anclando la misma en el escudrifiamiento de su estructura narrativa y su juego de voces. _ En el capftulo nueve examinamos las dos novelas de Gioconda Belli, La mujer habitada y Sofia de los presagios, con el afan de explorar cémo sus prdcticas discursivas se ubican én el eee transicién de la conciencia entre los afios setenta y los - El estudio enfoca cémo Belli mezcla eventos politicos con erotismo y feminismo a manera de forzar al lector a reinventarse en su propia imagen. Escaneado con CamScanner ARTURO ARIAS En el capitulo diez proponemos una relectura de El asma de Leviatén de Roberto Armijo que ponga en evidencia el valor simbélico de dicho texto como emblematico del cierre del perfodo histérico 1960-90. A nuestro modo de ver, este texto es una especie de gozne/bisagra entre el perfodo que se cierra, y el nuevo momento que tentativamente se abre a partir de la década de los noventa, El texto se ubica todavia dentro del marco ideolégico de la época que se cierra. Idealiza atin el rol de la literatura como instrumento de liberacién nacional. Anuncia, sin embargo, en su misma fotma textual que “huye” del realismo mimético, una nueva comunidad imaginada que es enunciada ya con pardmetros postmodgmos. Finalmente, en el capitulo once hablamos de la textualidad producida en los noventa. Esto implica, m4s que hacer un somero examen de lo que se ha venido publicando durante media década, replantearse la manera de aprehender la textualidad como resultado del cuestionamiento del sistema epistemolégico que determiné los anteriores sistemas de conocimiento. Esto se da en la medida en que entendemos que tal cuestionamiento surge como resultado concreto de treinta afios de guerras civiles en Centroamérica. S6lo espero que después de concluir mis| relecturas de la textualidad centroamericana, ésta ultima empiece la perder algo de 9 su_injusta e inmerecida invisibilidad y sea recohocida como un 7») digno miembro a carta cabal de la familia literaria latinoamericana. Se lo merece y se Wha ganado a puro pulso. Esperamos también que nuestro intento por dialogizar a partir de sus enunciados no caiga en ofdos sordos, sino que encuentre Tespuesta aunque sea en algtin rinc6n perdido y olvidado del laberintico archivo de la critica cultural latinoamericana, : ’ Escaneado con CamScanner Introduccién DESCOLONIZANDO EL CONOCIMIENTO, REFORMULANDO LA TEXTUALIDAD: REPENSANDO EL PAPEL DE LA NARRATIVA CENTROAMERICANA jo de un. nuevo _periodo en_la hi: _centroamericana, El mismo podria casi fecharse desde la derrota electoral de los sandinistas en febrero de ese mismo aifiv. El fin del guerrillerismo y del suefio ut6pico de la revolucién cambia el marco simbélico del ser centroamericano y redefine prioridades, identidades y proyectos, culturales. Por lo tanto, de acuerdo con un simplista sentido comin, deberia también cambiar la narrativa de la region. Al final de cuentas, si estamos de (! acuerdo en que los textos narrativos ‘son sistemas de Tepresentaciones simbdlicas que generan “efectos de verdad” a través de sus prdcticas discursivas, es evidente que registran estos cambios subjetivos en la percepcién del ser, y su estudio debe -Posibilitamos a exploracién de las transiciones tanto’ en la identidad como en la ideologia.”- ° Tradicicnalmente, los cambios de periodo en Centroamérica siempre han estado marcados por cambios estilisticos en los cuales 2 . _ ; = Las discursos son éreas de conocimiento organizadas y ordenadas que sugieren maneras especificas de apropiarse de la verdad y el poder, y que estan formados por enunciados lingifsticos. El lenguaje no revela conocimiento Propiamente dicho, sino que lo captura dentro de 1, generando su propio “efecto de verdad” que es expresado simbélicamente por medio de la literatura. Escaneado con CamScanner i ARTURO ARIAS cl desafio es redefinir la relacién escritor/lector por medio de transformaciones en las prdcticas de lectura. En dicho proceso, representaciones caducas de la realidad quedan _borradas, sustituidas por nuevos signos verbales que evocan o aluden a un nuevo imaginario social. _ Este fin del siglo veinte es un momento fluido, en que la misma identidad del ser centroamericano, tercermundista, postcolonial, se nos puede perder en los huracanados vientos lcargados de connotaciones transculturizadoras. ee Dados todos los pardmetros que venimos de indicar, corresponde interrogamos. En el anterior escenario, gcambia la literatura centroamericana? 40 bien lo que ha cambiado es la mirada critica sobre la literatura centroamericana?/Al fin y al cabo, parte de la insercién primermundista en Centroamérica implica una reflexién sobre la naturaleza misma de los instrumentos criticos:\La adopcién de premisas postcoloniales, | dernas_o como queramos Ilamarlas, obligan ai critico a a loptar una definicién mas amplia de los estudios literarios, més o menos en las Ifneas definidas por Terry Eagleton: Mi propia visidn es que es més titil ver a Ja “literatura” como un apelativo con el cual la gente bautiza de tuando en cuando y por razones muy particujares a ciertos tipos de escritura que operan_ dentro de un espacio mi iplid que Michel Foucault ha llamado _ “prdcticas discursivas”, y que si algo debe ser un objeto de estudio S la totalidad de estééspacio de practicas discursivas y no solo lo que a veces y por razol’s o8Curas ha sido denominado “literatura”, (Mi traduccién), ns Pero a esto se conjuga la problemitica de una Centroamérica Como indica Néstor Gurcfa Canclini, "por primera vez en Ia historia, en esta segunda mmitad del siglo XX la mayor parte de los bienes y mensajes que se reciben en cada nacién no se han producido en su propio terrtorio, no surgen de relaciones peculiares de produccién, ni llevan en ellos, por lo tanto, signos exclusivos que los vinculen a la comunidad nacional, sino otras marcas que més bien indican su pertenencia a un sistema desterritorializado”. Ver Néstor Garcfa Canclini, “Museos, aeropuertos y ventas de garage: la identidad ante el Tralado de Libre Comercio", Ponencia presentada en la Conferencin “Borders/Diasporas", organizada por la Universidad de California, Santa Cruz, 3-8 de abril, 1992, ~ Temy Eagleton. Literary Theory: An Introduction, Minneapolis: University of Minnesota Press 1983. P, 205. t » » » » » , , ’ » ’ s ’ , ' ’ ’ , ’ ' b ’ » » » » » » » » » Escaneado con CamScanner deo? sanearwa centmonentena 6) OCA : que, con la firma de los acuerdos de paz en El Salvador, la derrota electoral sandinista y la inminente firma de acuerdos de paz en Guatemala, ha “‘salido de la historia”, es decir, ha dejado-de ser un foco de conflicts ~y de atencién- para el primer mundo. Como ha, sidojifdicado desde hace ya bastante tiempo, drama centroamericano es precisamente que su drama no_l importa a nadie cuando no molesta el suefio de las superpotenci: “La represion en Guatemala es peor que las otras”, escribié en 1976 el premio Nobel Gabriel Garcfa Marquez, “no tanto por su intensidad insaciable, ni por su ferocidad descorazonada ni por su antigiiedad prehistérica, sino porque ya no queda casi nadie en el mundo que se acuerde de ella”.> Entre 1978 y 1990 Centroamérica logré, a un altfsimo costo, que el mundo se fijara en ella. Pero ya en los afios noventa, pareciera como si volviéramos a la situacién de antafio. Centroamérica tiene un premio Nobel de la paz que es también una infatigable luchadora maya por los derechos humanos —Rigoberta Mencht— pero, atin asf, sigue importando poco, y a pocos, en la esfera cultural. Sin embargo, la herencia cultural que nos dejé la crisis centroamericana es enorme, y su valoracién apenas se inicia. Lo 5. Gabriel Garcfa Marquez, “Ram{rez Amaya, cazador de gorilas” en Amoldo Ram{rez Amaya, Sobre Ia libertad, el dictador y sus perros fieles. México Siglo XXI, 1976. °. En este trabajo no haremos un inventario de la producci6n literaria ceitroamericana durante la presente década. De hecho, al observar dicho panorama, obseivamos todavia pocas cosas nuevas. Mientras que las décadas de los setenta y los ochenta estuvieron marcadas no s6lo por explosiones revolucionarias sino también por explosiones literarias, hasta este momento 1a década presente es tan poco memorable literariamente como lo son sus transiciones democrdticas. Al examinar el panorama observamos todavfa pocas cosas nuevas. Podemos mencionar el surgimiento de Rodigo Rey Rosa en Guatemala, la novela del hondurefio Julio Escoto Rey del Albor: Madrugada, y la gradual emergencia de Rosario Aguilar en Nicaragua. Podrfamos agregar a esto el tiltimo libro de cuentos de Sergio Ramfrez, y alguno que otro texto més. Pero el hecho es que después de la explosién anterior, no parece haber quedado ahora sino la modorra y el empacho. Al fin y al cabo, los textos con los cuales la escasa critica centroamericana se regocija en este momento -las novelas de Sergio Ramirez, Gioconda Belli, Claribel Alegrfa, Carmen Naranjo, o bien la narrativa testimonial entre la cual sobresale el texto de Rigoberta Menchi- son todos de la década anterior. Seguimos esperando “la gran novela maya”, la “gran novela afrocaribefa” etc. y tal vez ya no Ileguen nunca como novela sino como otra cosa: testimonio, teatro popular (el caso de 1a obra garffuna Louvabagu en Honduras), algin otro rasgo genérico tan hfbrido como inesperado, Escaneado con CamScanner ae ARTURO ARIAS id que es mas. Muchos de los rasgos celebrados en el primer mundo como caracteristicas de la postmodernidad ya se encontraban|_/ Presentes en la produccién cultural centroamericana desde por lol menos principios de los afios setenta. Sin embargo, una ausencia de miradas criticas por parte del primer mundo combinada con una| Paupérrima critica regional, han impedido gue dichas| caracterfsticas hayan sido observadas con anterioridad,” Al igual que la narrativa de los afios setenta y ochenta, sul punto de partida es la experiencia revolucionaria que vivié lal regién. Todo un grupo di i cadémicos jéyenes se interesé en la i dorefia_y guatemalteca. Al partir de dicho ente politico que Ilenaba atirten jévenes del primer mundo un anhelo de corte ut6pico, surge;un interés por la produccién‘cultural de la region, que comienza a traducirse con los afios en una evaluacién critica, Repensando el papel de Ja narrativa centroamericana La reflexién critica que hemcs sefialado anteriormente, nos obliga a interrogarnos, una vez més, sobre la disyuntiva de la narrativa centroamericana. De la misma surge: un minimo de interrogantes elementales, A manera de ejemplo podemos lanzar las siguientes: ,Para quién se escribe? LExisten lectores para tales textos? 4O son los mismos castillos en el aire, castillos de palabras, carentes de amarres que los retengan en la tierra? ee 7. Esta afirmacién no desdice de Brandes criticos/as que estén emergiendo en la propia Centroamérica. La mayoria de ellas tienen formacién europea: Jorge Eduardo Arellano, Ligia Bolafios, Magda Zavala, Helen Umafa, Lucrecia Méndez de Penedo, Manuel Salinas ‘enue otros/as, *.- Buena parte de esta produccién ertica la hemos visto en los dos congresos intemacionales de literatura centroamericana celebrados en Granada, Nicaragua, y Tegucigalpa, Honduras, cn 1993 y 1994, La organizacisn de los mismos ha corrido por cuenta de Jorge Romén. |-agunas de Florida State University en copatrocinio con instituciones centroamericanas tales como el Instituto Nicaragilense de Cultura y la Universidad Nacional Auténoma de Honduras, Escaneado con CamScanner NARRATIVA CENTROAMERICANA gPueden acaso quedar flotando para siempre como meteoritos en «_ las 6rbitas de sus sociedades (0 de las soledades de sus autores) sin tener planeta alguno a cual aferrarse aunque fuera como satélites? Si mencionamos las anteriores interrogantes es precisamente \ porque la reevaluacién critica de la narrativa nos obli confrontar un hecho fundamental. fin el contexto centroamericano, ia textualidad surge desde la marginalidad de la marginalidad. El discurso de esta regién particular del mundo no sélo es marginal con relacién a los centros de poder mundial, sino incluso a los Pequefios centros equefios centros de pox poder marginal; Mé: s, Sao Paulo. Por ejemplo, ser guatemalteco es ni siquiera ser - chiapaneco, es venir de mas lejos todavfa, un mexicano sous rature como podrian decir los deconstruccionistas, 0 bien un “OTM” (Other Than Mexican) como dice la patrulla fronteriza estadounidense. Desde esa marginalidad de la marginalidad, el escritor centroamericano se ve obligado a escoger de cual discurso va a reapropiarse y cémo va a tratar de instrumentalizarlo como proyecto emancipatorio. Es, ademas, un proceso que se realiza “‘a tientas”, pues en la mayoria de casos, no es el resultado de una reflexién consciente, conceptualizada, sino més bien una reaccién intuitiva y creadora. De allf que en ese proceso, existe el riesgo de equivocarse. Existe el riesgo de escoger las practicas discursivas| incorrectas, de manera que el tiro le salga a los escritores por lal ; A lata. ez de e' po ropolitano, El mismo escritor centroamericang. termina recirculando.las términos_ lan_o lo ratifican_ ne. Es una situacin cruelmente paraddjica. Deseando desesperadamente “despertar de la pesadilla que es la historia” como dijo ya alguna vez un picaro irlandés, o poder nombrarla para superarla, el intelectual de la marginalidad de la marginalidad puede convertirse en un agente de cambio. Pero puede convertirse también en un agente que, por sus propias prdcticas discursivas, ratifica el poder hegem6nico de la metrépolis. Sin embargo, la alternativa a no hablar, a no equivocarse, es el silencio, El silencio de los subalternos. El silencio de los peones que sdlo hablan para decir “sf, patroncito”, “como usted ordene, patroncito”, mientras inclinan la cabeza y saludan con sus sombreros. Escaneado con CamScanner i CVU TVET WW wwwww4 77-4735 3037000008 g- 12 ARTURO ARIAS. A riesgo de equivocarse, el intelectual centroamericano contempordneo escoge autorrepresentarse como sujeto marginal, buscando maneras para establecer la relacién dialégica con el poder metropolitano. Qbligados a hablar, _el sh centroamericano_contempordneo tiene que aprender _a_utili discurso dominante occidental_y tiene que asumir el riesgo de complicidad con los centros hegeménicos de dominacién cultural, y con los sub-centros no-hegeménicos que monopolizan el poder de la marginalidad validada desde el centro (México, Argentina, Brasil), como el precio a pagar por encontrar su propia voz. son complicados. Son pros Por extensidn, sus simult4neamente conflictivos y transformativos, son procesos que simulténeamente aceptan y rehusan el imaginario cultural que emana \ 9) de los centros metropolitanos. Cumplen pero no obedecen. Es_la_ mima que imita pero que simult4neam: burla de lo que imita como dirfa posiblemente un Homi Bhabha. Al igual que el discurso colonial, el discurso colonizado habla con una doble voz. Por un lado, imita el discurso dominante en su aspiracién a ganar poder, apropiéndose del mismo. Por el otro, desnuda -carnavaliza— ese mismo discurso, vaciéndolo de poder y volviéndolo inefectivo’. En otras palabras, la contradiccién de fondo es la siguiente: jc6mo puede una persona que proviene de la marginalidad de la marginalidad participar en las relaciones de poder de la produccién cultural y todavfa asf fabricar armas que sirvan para la resistencia sin entregarse al poder dominante (el que compra o rechaza libros, el que garantiza la produccién, circulaci6n y consumo de los productos que uno fabrica ya que uno mismo carece de mercado para poder hacerlo por su cuenta)? De allf_que el intelectual centroamericano_contemporéneo mime, hable con la lengua enrollada, con una lengua picantemente parédica, irénica, esperando el momento en que pueda colarse entre Jas grietas del discurso hegeménico antes de que el poder de éste ultimo lo nombre, congeldndolo en el acto, Opera aqui el principio cldsico del sabotaje, que presupone pretender ser lo que “+ Homi Bh rice & Patri pp. 234-241, “OF min ja Waugh, Modem Literary Theory: A Reader. Lond icry and Man: The Ambivalence of Colonial Discourse” en Philip : Edward Amold, 1989, Escaneado con CamScanner NARRATIVA CENTROAMERICANA 13 / no se es para poder colarse hasta el sitio donde uno va a plantar ta bomba. Discursivamente hablando, es el momento de la terrorista venganza irracional por el abyecto destino que le tocé vivir en dicha regién del mundo. De hecho, sabemos por experiencia que cada cierto tiempo el intelectual centroamericano tiene que —reexaminarse, autocriticarse, para ver si al gozar de las prerrogativas de los centros hegeménicos que automiticamente los convierten en seres privilegiados, en miembros de una elite mundial (aunque se les tolere en estos sitios aristocréticos como ciudadanos dé tercera y hayan entrado a los mismos por la puerta de la cocina), no se hayan apartado de Ia ruta trazada, no hayan perdido los pasos marcados por ellos mismos. Arrieros somos y en el camino andamos, etc., ademés de que “no hay que llegar primero, pero hay que saber llegar”, como dice 1a cancién. Por eso la revalorizacién constante, . el perpetuo subrayar de las sefias de identidad, el infinito temor a i las huellas perdidas, la necesidad del inventario de la infinidad de trazos. JPorque_efectivamente Tos intelectual Iienen la tentaci6n de ser parte del centro, atin cuando sepan_que n éste nunca seran del todo bienvenidos. | Por eso también que tratan de hacer lo que ellos hacen ain mejor que ellos y se convierten a su fe: antes, marxistasleninistasestalinistasmaoistas, hoy bajtinianos, jfoucaultianos, habermasianos 0 deconstruccionistas. Pero ojo. Sietipre_camavalizando, siempre_ironizando,_porque existe la conciencia de ser un sujeto diferente que se apropia del discurso_hegeménico, buscando transformarlo_de acuerdo a. sus propios intereses. Situados frecuentemente en diversos centros hegeménicos por azares del destino que tienen que ver generalmente con inesperados desplazamientos desde la periferia (exilios, becas, matrimonios), alzan Ja voz como mecanismo de adquisicién de poder. Hablan y se nombran, a sabiendas de que se estén construyendo como objetos de conocimiento, y que estén desplegando conocimiento que estar circunscrito por ¢ acto de su * construccién descriptiva, de su pobre discurso (que no es lo mismo que “discurso pobre”). 4Pero, son esas intenciones sin consecuencia? Erréneamente ono, gno estén hablando solamente de ellos mismos? ZAunque sea Escaneado con CamScanner Y ARTURO ARIAS para que nadie los publique o nadie nos lea? Lo hacen, aunque sea camaleénicamente, como travestfes en perpetuo strip-tease, como objeto de seduccién que provoca pero nunca se descubre del todo. 4Conocimiento subyugado? No para ellos. Tal vez para el lector del primer mundo que globaliza todas las “exéticas” practicas / discursivas del llamado “tercer mundo” bajo la atrugada rdbrica-de + “realismo mégico”. Pero, de nuevo, uién lea los escritores_4 centroamericanos? Si son inaccesibles es Seat no tienen _quién el mensaje que metieron en la botella que tiraron al mar. | responda p in respuesta critica, Sin respuesta dialdgica, el discurso no existe. Si la literatura _no existe. {Qué critico le _responde al_escritor gentroamericano? No son personajes en busca de un autor. Son gscritores en busca de un critico (y, las mas de las veces, un editor). Pero representados estén en sus palabras. Aunque sea sdlo como un deseo, pero es la palabra reconstructora de los suefios que procrea su propio cuento de hadas para mantener vivo a su autor, su Scheherezada. Qué es lo que pasa? Lo que pasa es que Ja banda est borracha Repensando entonces la textualidad y el papel de la narrativa contempordnea centroamericana, podemos ver a partir de los Uiltimos textos a nuestro juicio notables que el embriagamiento con la revolucién va cediendo paso a una intensidad literaria que genera efectos libidinales. No serfa aquf el primero en sefialar cémo ciertas prdcticas politicas pueden liberar el deseo y crear nuevos flujos ¢ intensidades.'° Aquf hasta podriamos sugerir picaramente que el anterior efecto no es sino un “cansancio de guerra”, pero el problema es que muchos de los textos que se inclinan en esta direccién estén apareciendo desde antes de la guerra misma. Entonces, ,cémo explicarlo? De allf que a nuestro parecer lo que esté sucediendo actualmepte en Centroamérica va més alld del “cansancio de guerra” o'bien del cansancio de escritores militantes que sentfan la necesidad de escribir de otra cosa para mantener su sanidad, como | '°... Ver Lyotard, Jean-Francois. Economie libidinale Paris: Minuit, 1984, Escaneado con CamScanner NARRATIVA CENTROAMERICANA lo indicaron en su momento tanto Gioconda Belli como Sergio Ramfrez.'' En el pasado reciente la “literatura formal” (poesfa, novela) intentaba conformar una identidad cultural nacional como parte de la problematizacién del estado-nacién, intentaba conformar un discurso nacionalista que produjera consenso ideolégico entre los sectores mayoritarios de la sociedad. Actualmente, esto tiltimo es més bien realizado por el género testimonial, mientras que la literatura llamada “formal” se ha desplazado hacia el espacio libidinal, hacia el espacio del deseo, donde articulan discursos que reocupan el espacio de la subjetividad pero sin un afan totalizador y sin un afn consensual. Podemos verificar esta tendencia al observar que en el contexto actual, el discurso nacionalista lo encontramos en documentos testimoniales tales como los de Mario Payeras, Nidia Diaz, Elvia Alvarado, Ana Marfa Castillo Rivas, Omar Cabezas, etc., mientras que escritores que hacia fines de la década de los setenta todavia buscaban construir una identidad cultural nacionalista consensual tales como Sergio Ramirez, Gioconda Belli, Ernesto Cardenal, Lizandro Chavez Alfaro, Gloria Guardia, etc. se han desplazado hacia una literatura que habla de la nota roja de antafio, el béisbol, contradicciones entre machismo y feminismo provincianos, misticismo césmico, erotismo, etc. Desde luego, al presentarlo de esta manera, el énfasis recae injustamente sobre los contenidos de los textos. Y de hecho, parte de lo que sucede con el desplazamiento anteriormente sefialado es que el énfasis en la narrativa, més que transformarse en términos de contenidos, se ha transformado en términos lingiiisticos. A lo largo de este, libro veremos varios casos concretos de esta probleméticas/Este tipo de desplazamiento se debe en buena medida a que los escritores centroamericanos han optado por un estilo de escritura en el cual el desafio ideolégico se ha desplazado hacia el espacio libidinal por la via lingiifstica. Alejéndose del consumo pasivo del discurso realista, la “nueva ficcién" centroamericana exige una “lucha libre con el lenguaje” por parte —_—_ “.. Comunicacién pesonal con Gioconda Belli. Afirmacién de Sergio Ramirez durante las preguntas y respuestas de la mesa sobre su obra durante el XVI Congreso de LASA, Los Angeles, septiembre de 1992, . Escaneado con CamScanner 16 ARTURO ARIAS del lector que se inscribe en el marco de 1a sensualidad y sensibilidad lingiifsticas. | Un caso en esta Ifnea que no analizamos en el presente libro pero que lo hicimos en uno anterior," serfa El mundo principia en Xibalb4 (1985) del guatemalteco Luis de Lién. En dicho texto, la aldea, el pueblo, es asumido como espacio cronotépico definidor de la identidad, emblemético del grupo étnico que no es nombrado directamente por el texto, pero cuyo punto de vista se asume desde la primera Ifnea. La voz narrativa habla por el pueblo, por el grupo étnico. De allf su carencia de rasgos individualizadores. La voz narrativa habla junto con los mayas, mezclando sus enunciaciones con las enunciaciones de los habitantes de la aldea en una hibridizacién sin Ifmite. De esta manera, la oralidad es escenificada como rasgo de identidad maya. La novela es una polifonia de enunciados que articulan sentido s6lo a partir de su continua dialogizaci6n que en_ningtin momento requieren de individuaci6n, de separacién entre interlocutores. Asimismo, tampoco existe una accién visible de la trama. Como no hay personajes, no hay tampoco accién que estos desencadenen, crisis que Ileve a una confrontacién entre un protagonista y un antagonista, etc. El movimiento del texto lo determina el flujo de los enunciados. La individualizacién surge en el momento en que irrumpe el erotismo con Ja poderosa frase “la virgen de Concepcién era una puta”. De hecho, la anterior rompe el clima previamente criado y se inicia un descenso hacia lo carnavalesco en que el narrador se va individualizando més atin: “Yo no la conocj, Pero la recuerdo”. Esta es otra innovacién de Luis de Li6n. Tradicionalmente, la narrativa guatemalteca se ha caracterizado por su falta de erotismo. La imagen estereotfpica ha sido que los pueblos mayas, Como sor pueblos de montafia, no son eréticos, a diferencia de los pueblos de costa. Sin embargo, la primera novela maya escrita en castellano es erdtica (y machista), ; Tenemos un texto entonces con cambios de identidad a través de la inversién simbélica de los personajes, tenemos el Movimiento de la narrativa firmemente controlada por la voz "*- La identidad de la palubra, Escaneado con CamScanner NARRATIVA CENTROAMERICANA V w narrativa que le imprime casi el nico movimiento al texto. Pero estamos, en este caso particular, muy lejos de testimonios tales como los de Rigoberta Menchti o Victor Montejo. ik talegeesy eo? Parodias literarias, rasgos postmodernistas predsa hry? rte gocvedod 4 Lat {Qué rasgos distinguen actualmente al testimonio de la novela? A mi modo de ver no hay una distincién fundamental. Esto lo argumentaremos més adelante, especfficamente en los capftulos sobre Manlio Argueta, sobre las transformaciones en la narratividad centroamericana durante la tltima década del siglo y en el epflogo. Sin embargo, mencionaremos de entrada algunos elementos que aparentemente los separan, para mejor entender el posterior debate. Para el testimonio actual, como para la novela decimononica o la novela realista de principios del siglo veinte, no hay distincién epistemolégica entre el hecho narrado y el | documento cientifico, entre la ciencia y el arte, entre la proyeccién ideal de la nacién y la realidad de los proyectos integracionistas."* Sin embargo, para el narrador contemporéneo centroamericano dicha distincién est4 presente. nf ~En_el.contexto de los novel vy _7 posmodernismoyen el espacio conceptual se articula en la regién a las utopfas, la reconversién productiva, la desterritorializacién cultural, la afirmacién de culturas étnicas minoritarias, la emergencia del feminismo y los intentos de apropiacién de la esfera publica por la vfa de la micropolitica, y con la necesidi:d de reformular el actual estado de crisis en nuevas teorfas que puedan .redefinir de una manera comprehensiva los valores que tradicionalmente’ fueron articulados por tradicién |} liberal humanista que surgié del iluminismo, los. escritores \¢y centroamericanos ya no creen en_la_posibili d_de que la textualidad sea instrumental en la formacién de una conciencia de_ clase y un espacio privilegiado para formular proyectos de uansformacién_social de corte_nacionalista, Han interiorizado y 2 Le, : "Ver a este respecto Doris Sommer. Foundational Fictions. Berkeley: University of California Press 1991, p. 7. Escaneado con CamScanner i e ARTURO ARIAS 1 \ articulado en su proyecci6n aquellas concepionh segin las cuales el enunciado lingiifstico, formador de toda identidad, es también lo que conforma a la literatura. Lo anterior significa una transformacién fundamental en la comprensién de la produccién de sentido. Esto tiltimo amarra con el concepto de identidad, pues es al transformarse la produccién de sentido que se transforman los sistemas de identidad. Es decir, se codifica simbélicamente de una manera nueva la realidad espacio- temporal. Y, mas que eso, se codifica con plena conciencia de la imposibilidad del lenguaje para significar, para fijar sentido. De allf que se preocupen por exhibir, por poner en escena las maneras en las cuales varios lenguajes operan como practicas discursivas y dialogan entre sf, y el tipo de interaccién que dicha dialogizacién genera. Como veremos en textos tan diferentes como Una funcién con_mébiles_y_tentetiesos, La _mujer_habitada, Diario de_una mu "Bl asma de Leviatén o El tiltimo juego, el problema v central de la textualidad se convierte en el problema de representar artisticamente las prdcticas discursivas, el problema de representar la imagen del lenguaje sin intenciones de fijar su significado. La orquestacién de voces registra cémo resuenan en ellas diferentes tipos de convicciones, creencias, comportamientos y sistemas de pensamiento, ponen en el centro del escenario sus obsesiones, predilecciones, modos de empleo del lenguaje, de manera que se van configurando los diversos sistemas de pensamiento en conflicto dentro de las sociedades centroamericanas. En dichas composiciones, los textos suelen valorar positivamente el elemento subversivo del lenguaje carnavalesco en oposicién al decoro sofocante’ de los discursos oficiales, De alli que se construyan sobretodo a partir de la ironfa y la parodia."* : El juego ir6nico empleado por la narrativa centroamericana contempordnea provee una entrada hacia ciertas maneras “El concepio de ironfa siempre estd asociado a la decepcién, El discurso irénico no quiere a 7 aque dice, ee que aparenta decir, El discuso irénico, de acuerd> a Smyth, permite no sl Sie ees de capacidad de lectura por parte de su piblica, vino también diferentes les de incompetencia y de propensidad al error, incompetencia que incumbe también al autor y # la voz narrativa del texto, Ver John Vignaux Smyth, A Question of Eros: Irony in : Tallahassee; Florida State University Press, 1986, p. 3. Escaneado con CamScanner mm me NARRATIVA GENTROAMERICANA " oe ow contemporineas de (re)pensar Ja escritura en las cuales la base ow fandamental de Ta lectura es el juego de los significantes. Se ow generan como resultado discursos “‘indeterminantes”, que e o cuestionan la naturaleza misma del género novelesco. La literatura es azarosa, Mientras que el filésofo lucha por ow evitar accidentes y por dominar el azar, la primera trata de ow provocar lo accidental escenificando “el poder procreador del ow azar”.'® La ironfa es, al fin y al cabo, un mecanismo ret6rico que rompe la comprensién_sistemética —la_lectura aristotélica— de un e iexto Hiterario. Su indeterminacién Nidica abre el espacio para la e transgresién. Es una “préctica oposicional”.”” Después de todo, la e jronfa esté emparentada con la decepcién. Al funcionar como parodia se transforma en un instrumento humoristico que satiriza la e% noci6n de aspiracién al orden. El lenguaje mismo evidencia su falta or de “factidad”, de “verdad”. e Seguin ‘Tynianov, la parodia es una forma de estilizacién oe muy marcada, un juego de estilos en el cual se presentan Claramente los planos estilizantes y el estilizado, componiéndose ow ese juego por medio de mecanismos tales como el humor, la sétira, 4a ironfa, la fragmentacién deliberada del texto, ta alegorizaci6n de_ ja realidad. Todos estos son elementos de la parodia. ——Asimismo, el humor parédico no es el humor que descontrae, la risa catértica aristotélica, sino més bien la risa e e e ® carnavalizante bajtiniana que escapa al control del poder vigente, e e e e ideolégico o literario, adquiriendo_el_vigor de la_denuncia, rompiendo Ia ilusién_y cuestionando los valores tradicionales al evidenciar la literariedad de la Iteratura, escenificando en dicho proceso la naturaleza ideolégica de _l0s_discursos que la constituyen. La parodia es el perfecto vehiculo para escenificar ew ideologfas sin aparecer ideolégico a su vez. oe Finalmente, la parodia tal y como la emplea la narrativa e "4. Smyth, op. cit. p. xi 's... Concepto de Michel de Certau en Practices of Everyday Life. Berkeley and Los Angeles: e o University of California Press, 1984. De Certeau se refiere a Ia subversién desde dentro e@ realizada por los pueblos indgenas de las leyes, pricticas y representaciones espafiolas. Estas fueron utilizadas mds bien como metéforas para responder & un orden diferente al onden e e , funcionando asf en un registro diferente, Escaneado con CamScanner a SEFSEFIITIBVBSFUCOHO HS SGGOCUCLLVLYsys ARTURO ARIAS centroamericana contempordnea sugiere, a su vez, importantes atisbos de las condiciones hiperreales, esquizoides, de la subjetividad humana, ahora ampliamente identificados como inflexiones (0 infecciones) claves de la postmodernidad. Punto final del principio E] disevrso literario_centroamericano estaba basado_en_ta_} lucha por el poder, Esto implicaba una lucha por fabricar la verdad por medio del lenguaje, imitando en estas construcciones lingiifsticas el impulso dominador de los centros hegeménicos en el_ proceso de redefinir las relaciones centro/periferia, Su objetivo era construir una cultura nacional popular que eventualmente se apropiara del estado, que sirviera para constcuir el consenso que Ilevara a la toma del poder. Pero estas relaciones conocimiento/poder se han visto alteradas por el cambio histérico que vive Centroamérica en 21 marco de cambios atin mayores en el 4mbito global. Por lo tanto, no es del todo sorprendente que se alteren a su vez las practicas discursivas que buscan fabricar cierto tipo de “verdades” en relacién con la lucha por el poder. Al fin y al cabo, como ha sefialado Gregory Jusdanis,’” la literatura ha sido generalmente reclutada al servicio del nacionalismo sobre todo por su capacidad para promover una identificacién popular con un territorio y una historia, y por su habilidad para implantar sfmbolos nacionales en las prdcticas cotidianas. En otras: palabras, cuando han servido como discursos fundantes en el sentido en que Doris Sommer define los romances decimonénicos. Sin embargo, sucede que las rupturas que marcan el cambio de perfodo histérico en Centroamérica y que introducen de manera més perceptible rasgos postmodernos han _ transformado fundamentalmente la naturaleza del discurso literario, Este ultimo ya no puede cumplir las funciones anteriormente sefialadas, si es aeersbo Fosse NESE dESISO Es ETNIES TIE ” ~ Gregoy Jusdanis. Belated Modemity and Aesthetic Culture: Inventing National Literature, Minneapolis: University of Minnesotta Press 1991, p. 162. Escaneado con CamScanner NARRATIVA CENTROAMERICANA 1 que efectivamente las cumplié alguna vez. Es en este momento que el discurso testimonial entra a operar de manera andloga, como una especie de nuevo discurso fundante. Actualmente, es el discurso testimonial el que provee las narraciones que promueven la identificacién popular con ciertos “efectos de verdad” que presentan un proceso en el cual se visualiza una progresién hacia una __auto-realizacién cualitativamente més satisfactoria. Sin intenter profundizar aquf sobre este punto que merecerfa un trabajo apart., podemos decir que el discurso testimonial reconoce que su poder no es personal o individualista sino simbélico. Proviene de lo que el sujeto del discurso representa como personificacién de una préctica especifica. En este sentido, el discurso testimonial logra reconstruir una nueva identidad sobre las ruinas y fragmentos de pasadas experiencias, identidades y espacios con el afén especffico de transmutar la memoria en préctica discursiva como estrategia de resistencia. Para el sujeto del testimonio, el movimiento procede del silencio periférico a la representacién verbal y la autoconstitucién que re-territorializa una identidad desplazada, un espacio de la subjetividad, que ahora le permite participar en la reestructuracién del poder. Es un discurso que se constituye con el affan de acumular més poder en el 4mbito local o nacional. Por su parte, el discurs dicho poder, aunque quiz4s aspire a espacio trans 0 postnacional, asf como en los centros hegem6ni de decision cultural. La textualidad testimonial constituye otro tipo de verdad, un sistema diferente de conocimiento, del constituido por la “literature formal’. Como resultado, la emergencia de la narrativa testimonial marca la Ilegada de una nueva época en la cual centroamericanos marginalizados se reposesionan de la conciencia de sus traumas pasados con el afan de abrirse camino con una nueva dindmica y nuevas estrategias de accién. Dicha situaciOn se encuentra, en este momento particular, més alejada de las orientaciones lingiifstico-carnavalescas en las cuales se encuentra ubicada la “literatura formal” a pesar de existir a su vez textos-puente que buscan acercar ambas tendencias.'* Corresponde liendo_de 0 literario se est4 "™_ Entre estos tiltimog podrfamos incluir sobre todo los del salvadorefio Manlio Argueta. Escaneado con CamScanner umularlo o ejercerlo_en_el_ icos_ a ARTURO ARIAS ahora verificar si dicha tendencia contintéa marcando el paso | conforme avanzamos hacia el final del siglo, o bien si apenas | constituy6 un elemento de interés moment4neo en el marco de los | debates ideolégico-politicos en torno a la crisis por, la cual atravesé la region durante la década de los ochenta, | | | | | | | | | Escaneado con CamScanner Capftulo 1 CENTROAMERICA 1945-1970: RASGOS GENERALES PARA PENSAR UNA CULTURA REGIONAL No existe_una historia de la cultura_centroamericana, Ni siquiera_existe_en_muchos de los sectores la _conciencia_de_su necesidad. Los cientificos sociales de la regién contintan visualizando la historia como una “ciéncia” compuesta fundamentalmente, sino exclusivamente, de rasgos econémicos, politicos y sociales. Ocasionalmente alguno hace referencias de naturaleza cultural utilizando el concepto de “ideologia”, sea en su version clsica marxista, o bien en la Malthusseriana. El presente capitulo, por lo tanto, intenta_dar_un esbozo general de ese referente externo que es el espacio cultural del istmo entre el fin de la segunda guerra mundial y 1970. Dada la sefialada falta de andlisis cultural (con sus obvias excepciones que confirman Ia regla'’) su intencién es contextualizar los capitulos 19. Imposible ennumerar los intentos positivos en este sentido. A riesgo de ofender, mencionart a manera de ejemplo dos trabajos, Ileana Rodriguez con “El concepto de cultura nacional durante los afios de formacién del FSLN" y Magda Zavala y Seidy Araya con “La historia literaria en América Central” comienzan a descombrar y reconstituir sistemas de pensamiento cruciales para entender el desarrollo hist6rico-cultural de la regién entre la post- guerra y la crisis de los afios ochenta. Ver Ileana Rodriguez. “El concepto de cultura nacional durante los afios de formacién del FSLN" en ICADIS. Crisis_y altemativas_en Centroamérica: Documentos de trabajo. San José: ICADIS 1986, M. Zavala y S. Araya. “La historia literaria en América Central" en Jorge Romén-Lagunas (ed.). La_literarura centroamericana: visiones y revisiones. Lewiston: The Edwin Mellen Press, 1994. Escaneado con CamScanner s ARTURO ARIAS. { subsiguientes de este libro. En otras palabras, intenta Ilenar, mal y provisoriamente, algunos vacfos que conlorman la cadena textual de la narrativa de la regi6n. De ninguna manera se pretende definitivo, aunque sf necesario para facilitar los puntos que se defender4n mas adelante. * Las razones para la periodizacién escogida son dobles. Por un lado, Centroamérica inicié una fase desarrollista modernizante con_el final de la segunda guerra mundial. La misma tuvo implicaciones dramaticas, produciendo quiebres _ politicos importantes que desmembraron su cuerpo social. Sobresale la invasién de Guatemala en 1954, uno de los eventos claves de la historia del continente. Por el otro, la década de los sesenta aceleré el anterior proceso y transformé de manera cualitativa el panorama hist6rico-cultural de la regién como consecuencia de la influencia de la revolucién cubana, la Alianza para el Progreso y la creacién del mercado comtin centroamericano. Lo anterior acentué la crisis de una modemizacién impulsada por un estado autoritario que se neg6 a ampliar la insercién de nuevos actores sociales al proceso politico, preparando asf las condiciones que desembocaron en una guerra civil en tres de sus pafses (Guatemala, El Salvador, Nicaragua). Relaciones Estado/ sociedad/ cultura entre 1944 y 1954 Empecemos por lo bésico, Las condiciones bisicas para la produccién-circulacién-consumo de objetos culturales de cualquier indole apenas han existido en Centroamérica. A riesgo de emitir categéricas afirmaciones, podemos argumentir que la marginalidad es tal que la existencia de productos de intercambio comunicativo de forma textual era prdcticamente un producto de la imaginacién. El sujeto centroamericano intufa otros mundos que apenas si conseguia visualizar, Estaba convencido de su abyeccién, de una mediocridad que generaba rabia racional, de la certeza de que “cultura” era algo foréneo que sucedia en espacios que lo exclufan, de lo cual estaba separado por abismos imposibles de cruzar, Manejaba mal sus posturas esencialistas, pues no ejercfa critica alguna, Aceptaba todo lo que llega de los TTTCTC CECT POHFTVCHMNVHHVVBDVVISS Escaneado con CamScanner CENTROAMERICA 1945-1970 2s centros hegeménicos como “superior” a lo producido en la regién, y s6lo. validaba ‘lo propio cuando Ilegaba autorizado por la metrépoli ‘ Estos misnios rasgos sufrieron una yertiginosa sacudida en 1944 cuando se|vivié un cambio de paradigma que bort6 las anteriores representaciones y las sustituy6 por un nuevo imaginario social”, Ese afio se iniciaron una serie de cambios truncados con la invasi6n estadounidense (junio de 1954) que continuaron en buena medida marcando las pautas de las aspiraciones populares de toda Centroamérica hasta 1990. De allf la importancia de la década bautizada por el dramaturgo Manuel Galich como los “‘diez afios de primavera en el pafs de la eterna tiranfa”’. Las dos fuerzas principales que impulsaron el proyecto de 1944 fueron maestros y estudiantes. Dada su composicién social, ellos tenfan de entrada una serie de demandas culturales que buscaron implementar en los programas de trabajo del perfodo 1944-1954. Ademés, eligieron a un presidente, Juan José, Arévalo, que era maestro y tedrico de pedagogfa. Angela Delli Sante dice: Juan José Arévalo no era politico cuando Ilegé a la presidencia, ni eran definidas sus ideas polfticas: era humanista, doctor en Filosoffa y Ciencias de la Educacién, de la Facultad de Humanidades de la Universidad de la Plata, Argentina. Era profesor en la Universidad de Tucumén, Argentina, cuando fue llamado de Ia Nacién en 1945, con el apoyo de la juventud del pais y de las masas populares. Arévalo se propuso a sf mismo como una especie de “texto autorizado” para sustentar el edificio filoséfico e ideolégico de la modemidad. Crefa que la educaci6n era la soluci6n para casi todos los problemas politicos”. Dada la miseria existente en el segundo fc las dictaduras oligirquicas de ©. Lo anterior es el complejo resultado de la calda d ve a fines de la segunda guerra tradicién decimonénica durante Ia recomposicién que s¢ vi mundial. 21. Delli Sante-Arrocha Angela, Arévalo, pensador contempordneo, México, Costa-Amic Editores, 1962, p. 21. ®_ Ibid. p. 24. Escaneado con CamScanner 26 ARTURO ARIAS pais més pobre del continente después de Haitf, no fue dificil encontrar adeptos para su posicién. Después de dos largas dictaduras, Guatemala estaba completamente aislada del mundo y con niveles inconcebibles de analfabetismo. El poeta Luis Cardoza y Arag6n pensé en esta marginacién atroz cuando afirmé que el pafs “entra al siglo XX en 1944”, Manuel Galich recuerda que sélo las revistas norteamericanas Life en espafiol y Selecciones del Reader's Digest podfan circular libremente™. Con la pedagogfa y el humanismo suministrandole fuerzas unificadoras a su politica, Arévalo inicié una serie de iniciativas tales como la creacién de la autonomfa universitaria y la facultad de Humanidades. Impuls6é también las artes tradicionales (literatura, pintura, créacién de la orquesta sinfénica nacional) como rasgos emblemétiqhs de legitimacién de la modernidad occidentalista. Lo anterior denota la importacién de prdcticas simbélicas que buscan proyectar la imagen de una sociedad que no cuestiona la naturaleza de los modelos implementados, sino subraya su valor de consumo cultural como denotador de pertenencia o identidad. Al afianzarse el pensamiento de occidente, quedaron esbozados de manera relativista algunos rasgos de identidad sobre la base del elemento maya, pero subsumidos al discurso de la “ladinizacién™, Asi, el estado modemo quedé legitimado en la medida en que estaba asociado a la condicién nativa originaria, Se enaltecié la resistencia maya al conquistador, pero se rompié epistemolégicamente dicha concepcién de la situaci6n del maya contemporaneo, cuya opresién y discriminacién eran la base del proceso modernizador, Arévalo pensaba que elevando la calidad de la educacién publica y haciéndola accesible a los medios turales, el indfgena podrfa “integrarse” a la cultura nacional. Sobra decir que no se problematizé la preservacién de su identidad, ni se consult6 a estos limos sobre sus desevs o inclinaciones. Las decisiones fueron centralizadas en un gobierno que a pesar de su signo progresista, ee 2B Gali ~ Galich, Manuel, “Las causas interiores de una derrota” en Tricontinental No. 2, Septiembre-octubre 1967, pp. 66-80. ' , *~ EL movimiento 1944-1954 fue eminentemente ladino. Por “ladino” se denomina en Guatemala al mestizo, Escaneado con CamScanner n CENTROAMERICA 1945-1970 i ‘on temor la era racista por omision cuando no paternalista y vela ct i 25 resencia indfgena”. a . , Desde ese dngulo, la vision del nacionalismo que se impuls6 tuvo como meta la ladinizacién. En esa experiencia se retomaron muchos de los planteamientos formulados hacia fines de los afios treinta por el antropélogo mexicano Gonzalo Aguirre Beltran. Los mismos definieron el “problema indfgena” diferenciando a estos del resto de la poblacién. Tales diferencias se conformaban a problema en tanto que representan obstaculos para su “integracion en la cultura nacional, sin contemplar que ese proceso significaba Ia disoluci6n de su subjetividad, la completa renuncia a su cultura. Arévalo nunca salié del mito de que la situacion del indigena era “un problema de cultura”. Se afirmé que las culturas indigenas eran resabios del pre-capitalismo. Como el pais habfa entrado a una etapa en que se iba a construir “un estado capitalista, nacionalista e independiente”, entonces se requeria la liquidaci6n de esos resabios en aras de crear un estado nacional, una cultura homogénea. Como consecuencia de lo anterior, no se tomé ‘en cuenta ninguna reivindicacién de corte etnicista, ni se avanzé en la concientizacién sobre el racismo como rasgo fundante de la identidad ladina. Guatemala, ademds, es un pafs dividido. La capital estd en el centro. El oricnte es ladino, el occidente es indigena. La reforma agraria, mejoras educativas, salud publica, etc. se dieron principalmente en la parte ladina, especialmente en la costa del Pacifico, donde se ubicaba la gran agroexportacién (algodén, cajia, café) y donde operaban los principales sindicatos campesinos. Alli surgieron los comités agrarios locales que se transformaron prdcticamente en un nuevo poder local y que aorillaron a la oligarquia hacia la contrarrevolucién pero que también produjeron casas de la cultura campesina vinculadas a los comités agrarios locales. Estas cumplieron funciones elementales de naturaleza cultural: acogieron artistas que realizaron giras por el interior del Boas i ~~ La “revolucién de octubre” guatemalteca Hleg6 al poder en medio de la masacre de indfgenas en Patzicfa, sublevados en contra del poder local Iadino. Hasta el mismo partido ou ta, fundado en 1949, llegé @ referirse a la poblacién maya como “reserva de la reacci6n’ Escaneado con CamScanner DA GS em me em ree ee ee mn oem FUSTEVTU VETTE TT ewer nn mr rw 0 ARTURO ARIAS pafs, pequefias — exposiciones plasticas, . estimularon la alfabetizacién, fomentaron la ensefianza de la historia nacional en lugares donde no existfan escuelas. La poblacién maya, sin embargo, se qued6 al margen de estos beneficios. La tinica ventaja fue que esto los salvé de la represién a partir de 1954. En lo especfficamente literario, el Estado impulsé la colecci6n “15 de septiembre” (fecha de la independéncia de Centroamérica) -producci6n masiva de literatura candénica occidental a muy bajo costo- y el premio del mismo nombre para la mejor obra inédita. Independientemente del esfuerzo gubernamental, surgié el grupo Saker-Ti (Amanecer en cakchiquel). Influenciado por el naciente partido comunista, fue constituido for escritores, pintores, mtisicos, etc. que trabajaban de manera cercana al realismo socialista, defendiendo un arte “nacional, democrdtico y realista”, llegando a acusar a Cardoza y Arag6n de “surrealista” por defender las expresiones que nacen de la imaginacién, la sensualidad y la sensibilidad”®. A pesar de lo anterior, varios de los saker-tianos tuvieron contacto y buenas relaciones con Cardoza y Arag6n. Este ultimo ejercié un papel decisivo, aunque no siempre reconocido, como autoridad moral y politica con su acertada direccién de la célebre Revista de Guatemala y de la Casa de la Cultura Guatemalteca.2” A pesar de la euforia politica, fueron afios dificiles para los innovadores culturales. Cardoza lo describié asf en sus memorias: En el consejo de Revista de Guatemala, Antonio Goubaud Carrera, en ese momento nuestro tinico antropdlogo, graduado en Ja Universidad de Illinois, Era conservador; por ello, lo necesitaba, con el fin de reunir todas las voces cultas... Asf, los varios nombres més, con el afin de ir adelante, modestamente, con critica y calidad... La devocién por la cultura de Alfonso Reyes hubiese parecido la de un lanzador de bombas... No Consegufa siquiera apartamento, Los casatenientes, luego de aceptar sus requisitos, al oir mi nombre inventaban alguna excusa y se persignaban... ——___ ~ Profundizaremos las implicaciones de este debate en el eapttulo sobre Manlio Argueta. *- Inc dentalmente, el Che Gu vevara durmi6 algunas noches a su Hegada al pals a pri de les cincuenta, . pases Escaneado con CamScanner CENTROAMERICA 1945-1970 2» : “toatl? Terminamos en una pocilga”. La institucionalizacién de la cultura ‘Vémonos ahora al otro polo transformador del imdginario centroamericano. Con la guerra civil de 1948 se rompié en Costa Rica la hegemon(a oligdrquica. El sector més modernizante asumié ‘el control del estado e impulsé un modelo nacionalista de inspiracién social-demécrata. La nueva alianza de fuerzas sociales en el poder transformé el estado y reforz6 su autonomfa telativa, consolidando 1a {institucionalidad jurfdico-politica. A la vez neutraliz6 cualqujer surgimniento de una organizaci6n fuerte e independiente por parte de los sectores populares. La junta encabezada por José Figueres, que asumié el gobierno ejecutivo durante los 18 meses siguientes, implement6 como elemento central de su politica cultural la modernizaci6n de la educacién. En este sentido se dio una continuidad entre el modelo mexicano, el guatemalteco y el costarricense. De manera anéloga a Arévalo, Figueres vio en la educaci6n el elemento basico para forjar una identidad nacional. La misma se sostuvo sobre un modelo “occidental y cristiano” pero al menos reconocié, aunque fuera con rasgos paternalistas, la existencia de la poblacién negra e indigena. Con este propésito el ministerio de Educacién pas6 a_ recibir aproximadamente un tercio del presupuesto nacional”. : Tanto los mencionados actos, asf como los libros de texto, crearon una nueva interpretacién de 1a historia del pafs. Esta lectura enfatiz6 1a naturaleza democrética de la nacién a través de la figura idealizada del labrador”. El discurso presentaba tres Cardoza y Arag6n, Luis, ELsfo, México, Fondo de Cultura Econmica, 1986, pp. 628- 629. 2... Este porcentaje, sin embargo, se ha venido reduciendo draméticamente a partir de 1982, cayendo hasta el 17% en 1988. » '- A este respecto, ver Olivier Dabéne, “The Political Formula of Costa Rica", Austin, ‘Texas Papers on Latin America, 1988, p. 11. Escaneado con CamScanner 30 ARTURO ARIAS fechas como las fundamentales en su historia: 1856 (victoria sobre William Walker, defensa de la integridad nacional), 1889 (nacimiento oficial de la democracia) y 1948 (guerra civil para defender la democracia). La polftica educativa tuvo como énfasis la creacién de un imaginario social en las comunidades rurales sin que esto cuestionara la hegemonfa “blanca” de la poblacién de descendencia espafiola concentrada en el amado Valle Central, donde se ubican las ciudades més importantes del pats®', Hasta la guerra civil de 1948 la poblacién negra de la costa Atléntica tenfa prohibido subir al Valle Central. La poblacién indfgena estaba abandonada y arrinconada en los dos extremos: la parte nor-occidental vecina de Nicaragua, y la parte sur-oriéntal vecina de Panamé. A partir de 1948 se crearon escuelas rurales que intentaron forjar una identidad en torno al Estado, llegando la misma a las zonas negras e indfgenas. Sin embargo, a pesar de la abolicién de las prohibiciones discriminatorias que impedian la Negada del negro al Valle Central, nunca se dio una reflexién que eliminara los prejuicios racistas. No se dio un efectivo intento integrador sistematico, ni siquiera dentro de los marcos tradicionales. Los esfuerzos se limitaron a alfabetizar y ensefiar los rudimentos del imaginario simbolégico que identificaba a todos los sujetos con el naciente estado modernizador. La intencién era acabar con una marginalidad que podia conllevar ataduras regionale’ que miraran en direcci6n ajena al Estado para su orientaciéy, social. Las escuelas sirvieron de eje para romper esa marginalidatl y forjar una identidad que abarcara todos los rincones del espacio nacional. Hacia fines ‘de la década un segundo impulso profundiz6 esa polftica educativa con la intencién de articular el sujeto social con la industrializacién. No se dio todo este proceso sin contradicciones. El discurso prevalente que se sistematiz6 en los afios cincuenta de manera sutil fue la nocién de que Costa Rica era >. Actualmente, el Valle Central es précticamente una sola ciudad, Antes, sin embargo, eran una serie de ciudades pequeiias: San José, Heredia, Canago, San Pedro, etc. Estas funcionaban como identidades urbanas separadas una de la otra pero el Valle Central en su Conjunto controlaba todo e! interior del pals, La excepcién era Alajuela, donde se centraba la Oligarqufa més rancia. Pero Alujucla est4 a sdlo 30 kilémetros de las ciudades del Valle Central, y s¢ identificaba con el movimiento de éste dhtima, -aare Escaneado con CamScanner CENTROAMERICA 1945-1970 a diferente del resto de América Central porque era un pafs blanco y homogéneo, de origen espafiol. La idea era condenar la hibridez tipica de la region a la invisibilidad, y buscar constituir un sujeto homogéneo donde no existe con tal de marcar ilusoriamente aquellas diferencias que supuestamente Ja convertirfan en diferente -y superior de sus vecinos més mestizos, més indgenas. Manuel Monestel dice: Cuando en San José se habla de calipso, inmediatamente se piensa en Harty Belafonte y en dos © tres canciones de su repertorio; jams se nos ocurre que el calipso pueda ser parte de nuestra cultura nacional. La separacién histérica entre Limén y el resto del pais, ha obedecido tanto a razones econémicas y politicas como al fenémeno racista. Durante afios, y atin hoy, se mira la cultura de Limén como algo extraiio 0 exético, s6lo digna de ser atendida durante el carnaval... La incomprension y desinformacion del habitante del Valle Central no permite que esta expresi6n popular se difunda y desarrolle”. Con el objetivo de perpetuar la biisqueda del compromiso surgieron y se cultivaron rasgos culturales tales como el choteo, un tipo de burla de aquellos que rompen las normas sociales de mantener siempre la calma, el brochismo, una actitud de elogio que reactiva las relaciones de clientelismo, y el palanganeo, una manera t{pica de negociar en el proceso de toma de decisiones con el solo propésito de satisfacer a todos los participantes”. La propaganda del Estado para homogeneizar criterios en torno suyo fue sin embargo fundamental. Fue creada la Direccién Nacional de Desarrollo Comunal (DINADECO) que controlaba la red de asociaciones desarrollistas del pais, encargdndose de formar politicamente a la poblacién por medio de la propaganda oficial y dando extensa publicidad a sus politicas™. En todo este perfodo de consolidacién del modelo de ee 22. Manuel Monestel, “El calipso es también un canto popular costarricense” en Aportes No. 25, San José, julio-agosto 1985, p. 36. ».. Blementos tomados de Olivier Dabéne, “The Political Formula”, op. cit. p-4. “ . ji De esta estructura surgirdn posteriormente Ia mayorfa de casas de Ia cultura populares eoeeeeecece eeeeaaaeeeeee Escaneado con CamScanner FFETSSTSTSCVIVTS Sl Vsesyssvssysss 2 ARTURO ARIAS liberacién nacional, no hubo fomento de proyectos culturales monumentales que cimentaran un nacionalismo y una nueva identidad tales como la experiencia del muralismo mexicano y del guatemalteco del perfodo 1944-1954. En su lugar surgié un “arte culto” de clara orientacién occidental cosmopolita, que favorecié a los habitantes del Valle Central. Entre ellos, la gran contribucién fue la del teatro, hoy el mds notable de Centroamérica. Samuel Rovinski lo describe asf: ..Posiblemente se sittie su comienzo entre los afios 1950 y 1951, con las primeras producciones de cardcter profesional a cargo del recientemente creado Teatro Universitario. Fue a partir de ese momento que la sociedad costarricense comprendié que el teatro es un elemento necesario para su formacién cultural y que el actor es un artista digno de respeto y de consideracién.* Mas alld de los esfuerzos teatrales, se crearon orquestas sinfonicas, coros, y se reconstruyé el Teatro Nacional para convertirlo en un centro cultural que principalmente se encargé de fomentar las artes escénicas y las exposiciones de arte. Asimismo, los esfuerzos organizativos de estos afios tuvieron entre otras consecuencias Ja organizacién de mujeres més antigua de Centroamérica: la Alianza de Mujeres Costarricenses, que se fundé en 1952. Su antecedente inmediato era la Unién de Mujeres Carmen Lyra, fundada en 1948, cuando el Partido Vanguardia Popular (PVP, c..nunista) actuaba en la ilegalidad. Cabe mencionarse también cémo el Museo Nacional de Costa Rica se beneficié de Ja abolicién del ejército al término de la guerra civil. Su edificio, ubicado en lo alto de una colina que domina la ciudad capital, sirvié como cuartel. Con la abolicién del ejército en 1949 qued6 vacante, siendo puesto a disposicién del museo. En 1959, el estado fundé la Editorial Costa Rica. Fue la primera editorial nacional centroamericana si exceptuamos el efimero experimento guatemalteco de 1944-1954. La editorial tuvo “Samuel Rovinski, “EL teatro contempordnen en Costa Ri diciembre 1986/enero-marzy 1987, Panam, p.42, en Maga No, 11-12, octubre- Escaneado con CamScanner CENTROAMERICA 1945-1970 x como fin principal “el fomento de la cultura del pafs mediante la edicién de obras literarias, artfsticas y cientfficas de costarricenses y de extranjeros en casos de mérito especial” 6 La ideologfa de la modemizacién Desde el fin de la posguerra hasta el agotamiento del Mercado Comin, ordené el mundo centroamericano lo que Edelberto Torres Rivas ha llamado la “ideologfa de la moderizacién”. Este modelo fue una aspiracién al cambio, una vision de la so¢iedad expresada en términos de crecimiento econémico fundamentalmente, y en términos de adquirir caracterfsticas de onsumo y patrones de vida andlogos a los de las naciones metropolitanas. Como sistema de pensamiento surgié vinculado a las teorfas del “‘sub-desarrollo” que emergieron de Naciones Unidas y encontraron eco en Ja Comisién Econémica para América Latina (CEPAL). Segiin esto, el desarrollo era posible para las naciones periféricas. El detalle, como dirfa Cantinflas, era que, habiendo comenzado “tarde” este proceso, se llegarfa igualmente tarde a la sociedad industrial y modema. Esta pre-determinacién de un prototipo de verdad generé confianza en la posibilidad de salir del atraso y de transformarse en estados capitalistas modemos. Dicha concepcién se encontraba a la base del plan de gobierno del presidente Jacolio Arbenz (1950-1954) en Guatemala, y era también la esencia de los planes de los gobiernos costarricenses de los cincuenta. La_ideologfa de la _modernizacién_como_forma_de conocimiento se_manifesté en todos los aspectos de la sociedad. En el 4mbito cultural aparecié en las aspiraciones de sus productores por imitar y adaptar a ciegas expresiones artfsticas metropolitanas: literatura y arte de vanguardia (incluyendo la entrada del abstraccionismo en la pintura y la escultura), musica dodecafénica, etc. Al acentuarse las comunicaciones con otros ».. “Bgitorial Costa Rica: Ley de Editorial Nacional” en Maga No. 11-12, Panamé, octubre- diciembre 1986, enero-marzo 1987, p. 153. Escaneado con CamScanner u ARTURO ARIAS puntos del planeta, las expresiones artisticas comenzaron a “intentar’ atrapar el retraso adquirido”. Se imité su produccién cultural con la ilusién de insertarse en la modernidad y el cosmopolitismo, aunque sin la existencia de un _mercado de consumo de productos simbélicos y sin una reflexién sobre las implicaciones de reapropiar un modelo fordneo que ratificara el poder metropolitano e jntentara instrumentalizarlo como proyecto emancipatorio. Se rechaz6 una produccién cultural regionalista emparentada con resabios del realismo socialista y se inicié un debate abierto en la cual se acus6 a ésta Ultima de carecer de expresi6n estética por sus elementos “parroquiales” 0 “folkléricos”. El debate atravesé toda Centroamérica. Las expresiones modernizantes ganaron terreno en Guatemala dondé encontraron el apoyo de figuras como los escritores Luis Cardoza y Aragén y Miguel Angel Asturias, asf como de los pintores Garlos Mérida y Rina Lazo. A cambio, la sede del regionalismio se mantuvo fuertementé afianzada en Costa Rica donde la mayoria de escritores -miembros o simpatizantes del PVP- defendieron sus anteriores preceptos. La escritora costarricense Yolanda Oreamuno -quien frustrada con la tendencia dominante en su pais emigré hacia Guatemala y, después de 1954, hacia México- expres6 lo anterior mejor que nadie al afirmar desde su patria adoptiva: Literariamente, confieso que estoy harta, asf con maytsculas, de folklore... Los trucos coloristicos de esta clase de arte est4n agotados, el estremecimiento estético que antes producia ya no se produce, la escena se repite con embrutecedora sincronizaci6n y la emocién humana ante el cansamiento inevitable de lo visto y vuelto a ver, Es necesario que terminemos con esa calamidad. La consagraci6n barata del escritor folklorista, el abuso, la torpeza, la parcialidad y la mirada orientadora de un solo sentido, que equivalen a ceguera artistica... ‘i ; Desde luego la transformacién de prdcticas artisticas también estaba vinculada al fin de la guerra mundial y la Promoci6n del sector cultural por los gobiernos guatemaltecos y Costarricenses. A manera de ejemplo, jévenes artistas como el Escaneado con CamScanner CENTROAMERICA 1945-1970 8 pintor Juan Antonio Franco obtuvieron becas para visitar Europa, se familiarizaron con las nuevas técnicas y las introdujeron a la regién centroamericana. La modemizacién aparecié también por medio de los productos domésticos —anteriormente limitados por la guerra-, el impulso a la economia de consumo, la transformacién de los medios de comunicacién, etc. Esto se intensificé después de la intervencién estadounidense en Guatemala en 1954. Aunque la ideologfa de la modernizacién fue bandera de Jos gobiernos de Arévalo y Arbenz, el gobierno del coronel Castillo Armas (1954- 57) que derrocé a éste tiltimo lo adopts como sfmbolo conspicuo de su politica”, Lo anterior se tradujo en la creacién del Consejo Nacional de Planificaci6n Econémica que instauré un plan quinquenal para justificar solicitudes de ayuda extranjera para el desarrollo econémico. De igual manera se elaboré una estrategia de desarrollo con fines de fortalecer a la iniciativa privada. Finalmente, la ideologia de la modernizacin estuvo en la base de la creacién del Mercado Comin Centroamericano que dominarfa el panorama durante la década siguiente. La “generacién comprometida” y los origenes de la nueva narrat a centroamericana La intervenci6n estadounidense tuvo un impacto decisivo en la literatura regional. Contribuy6 a reformular el imaginario social, y a repensar un istmo libre del poder opresivo del pais del norte, entonces atrapado en las garras del McCarthyismo. Los escritores ya formados —Miguel Angel Asturias, Luis Cardoza y Aragén, Carlos Illescas, Augusto Monterroso- se_exiliaron_en México, donde su obra gozaba de aceptacién y existfan lazos de amistad con sus escritores. Los que comenzaban a publicar 0 atin no lo habfan hecho se marcharon a El Salvador, integrdndose con los de su misma edad 2”... Ver a uste respecto Gary Wynia, Politics and Planners, Madison, University of Wisconsin Press, 1972, p. 68, asf como Susanne Jonas, “Showcase’ for ‘Counterrevolution” en Susanne Jonas y David Tobis, Guatemala, New York, NACLA, 1974. Escaneado con CamScanner SVPBBPV VET 8 er ewww ewww wwwer~wwwweve sai ARTURO ARIAS inquictudes. Estos_se_agrupaban_alrededor_de_la_figura_ més carismatica de entre ellos, todavfa_ desconocido _en_ese_entonces: Roque Dalton. Este grupo incluyé a Manlio Argucta, Roberto Armijo, Italo L6pez Valecillos y José Roberto Cea entre los més conocidos. Un guatemalteco recién Iegado capté su atencién convirtié en el idedlogo del grupo: Otto René Castillo. de ese cfreulo, hacia fines de los afios cincuenta, Roque Dalton dic . El tema de discusién principal bien pronto fue el de la responsabilidad social del escritor y del artista en las condiciones de los paises atrasados y superexplotados de la América Central. Miguel Angel Asturias era respetado por las jlventudes centroamericanas como un creador y un honesto revolucionario. El aporté la frase que sintetizaba los anhelos de los jévenes...: “El poeta es una conducta moral”. Sobre esta frase se improvisé un pequeiio pero sélido edificio de principios ético-estéticos: el poeta es una conducta moral, debe escribir como piensa y vivir como escribe, esti comprometido con el pueblo, con sus luchas liberadoras, con la revolucién. Esta plataforma se convirtié en la base de la llamada “generacién comprometida”. El grupo consigvié un minimo apoyo de personajes liberales que les facilitaron recursos, libros, y en algunos casos sus casas para fiestas o reuniones. En esos intercambios, los j6venes escritores -en su mayorfa nacidos en la segunda mitad de la década del treinta~ profundizaron su conocimiento de los clasicos literarios del siglo, Kafka, Joyce, Faulkner, sin leerlos con el prejuicio de la generacién.anterior para quienes eran expresidn de Ja “decadencia burguesa” segtin el decir del zhdanovismo moscovita, Asimismo, cumplieron funciones culturales importantes dentro de las universidades naciunales de su respectivo pafs, tales como dirigir su editorial, su librerfa, programas culturales, etc, Uno de los efectos de la intervencién fue que el Estado pasé # ver con sospecha, casi con paranoia, el quéhacer cultural en general. La reaccién visualizaba a los productores culturales como vinculados al gobierno de Arbenz y, por extensidn légica, al Escaneado con CamScanner CENTROAMERICA 1945-1970 “comunismo". En consecuencia, el gobierno entrante trat6é de cerrarles los espacios, de ahogarlos y aorillarlos a la marginacién. No existié un proceso de cooptacién. Por el contrario, se trat6 de hostigar, de limitar su expresién. Esta visi6n simplista (excepcién hecha de Costa Rica) que confundié las distinciones entre lo democrético y lo genuinamente comunista, asf como cualquier otro tipo de matiz intermedio, tuvo consecuencias negativas para el desarrollo cultural durante los siguientes treinta afios. Scgiin csta visién, el artista o intelectual era alcohélico, homosexual y subversivo (después, también fue mariguano). Representaba, pues, un peligro. La sociedad tenfa que tomar medidas defensivas contra los “poetas” subversivos, crear anticuerpos para evitar que su organismo fuera afectado. Esta discreta y jerarquizada racionalidad se volvié el discurso oficial que se manej6 en prensa, radio y televisién. En este proceso selectivo de “lo cultural” se desacredit6 a sus productores y se intent6 trasladar el espacio de conformacién de la imagen simbélica de la nacién a expresiones tales como exposiciones ganaderas. Dicha actitud valoré el apelativo de “poeta” entre sectores populares que reconocieron instintivamente en esa designacién a Un portavoz suyo, pero afecté negativamente el desarrollo cultural de la regin. El fenémeno tuvo otra implicacién. Aorill6 toda expresién cultural hacia un proceso revolucionario de corte radical. Este mecanismo tuvo mucho que ver con que tanto joven artista y escritor se incorporara a la guerrilla en-los afios sesenta. Fue un efecto movilizador, pero también devastador. Los _pafses centroamericanos ~con Ja excepcién de Costa Rica- perdieron una generacién entera de artistas y escritores durante esta década. _— A finales de los cincuenta el nivel de violencia que se dio posteriormente a 1965 atin no existfa. Los miembros de la “generacién comprometida” se incorporaron en su mayorfa en la juventud de sus respectivos partidos comunistas. Posteriormente, los que no abandonaron Ia polftica rompieron con los mismos para formar diversas expresiones de una “nueva” izquierda revolucionaria de corte guerrillerista. En este proceso sufrieron cérceles, vejaciones y exilios en sus afios formativos, pero no fueron asesinados o “desaparecidos”. Muchos de entre ellos se Escaneado con CamScanner 8 ARTURO ARIAS conocieron de esta manera. A veces, autores nicaragiienses fueron expulsados para El Salvador, 0 viceversa. En algun momento todos fueron deportados para Guatemala. O bien cayeron juntos en la misma cércel. Estos giros les permitié conocer Centroamérica y conocerse entre ellos, También fortaleci6 su conviccién revolucionaria sin que esto conllevara abandonar sus bésquedas estéticas. | Un 0 de jévenes ligeramente menores a los anteriores pero influenciados por la “generacién comprometida”” comenz6 a reunirse en Guatemala durante los primeros afios de la década de Jos sesenta en el restaurante “Fu Lu Sho”. De este grupo emergieron otros poetas guerrilleros: Roberto Obregén, Marco Antonio Flores, Mario Payeras,. Carlos Toledo y Antonio Fernéndez Izaguirre entre los ms conocidos. Tanto el grupo original como este segundo (antes de que muchos de sus miembros se clandestinizaran en la guerrilla), contribuyeron a conformar buena parte del panorama cultural en el 4mbito regional: fundacién del Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA), la Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA) y otros organismos regionales que mencionaremos més adelante, asi como iniciativas ligadas a universidades nacionales tales como la revista Alero. Ideol6gicamente, la mezcla entre “poeta” y “revolucionario” ya era muy velada a principios de los afios sesenta. Ambos se reunfan en los mismos cafés e interactuaban juntos. Las diferencias entre acci6n revolucionaria y quéhacer artfstico se fueron borrando, disolviendo en Jo que ellos mismos bautizaron de “bohemia revolucionaria”. La bohemia revolucionaria _implicaba interminables discusiones polfticas y filiaciones revolucionarias, pero también vida nocturna, cafés, dramas de cantinas o de prostfbulos, noches de prisién por exceso de alcohol. El futuro comandante en jefe de] Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), por ejemplo, imitaba a los conductores de orquesta sinf6nica en noches estrelladas desde los tejados aledafios al correo central re rae de farra, En pocas palabras, marginalidad con eae asa 2 ee mesidnicas, En Guatemala y El immurresciones i lores jugaron _Papeles decisivos en las rbanas. En Nicaragua se incorporaron Escaneado con CamScanner 2 3° CENTROAMERICA 1945-1970 posteriormente al Frente Sandinista y Hegaron con éste al poder en 1979. Principalmente en México y en La Habana, miembros de la “generacién comprometida” y agregados del grupo del “Fu Lu Sho” conocieron escritores que habjan salido de Guatemala en uu oficio y 1954. Esto les permiti6 adquirir conciencia de si profundizar las técnicas de su arte. El exilio facilité el contacto con otros escritores, con otras opiniones al respecto de la literatura, permitié entrar en juego con otros marcos referenciales, e Lejos de sus respectivas patrias pudieron reflexionar sobre las mismas, entender sus dilemas personales, resituar la problemética social sin la ceguera del apasionamiento, profundizar sus conocimientos tedrico-metodoldgicos, conceptualizar esas formaciones sociales dentro de una dimensién més amplia. En el 4mbito temético afilaron su visién y comprensién del pueblo. Como escritores afilaron su habilidad de expresién. Como personas enriquecieron su vision humana. Estaban, pues, listos para comenzar a producir obras maduras. El resultado fue una explosion a partir de la-década de los setenta no solo en la cantidad sino -sobre todo- en la calidad de la narrativa. Del nacionalismo cultural al Mercado Comin Centroamericano La contrarrevolucién guatemalteca imaginaba hacer tabula rasa de los logros del periodo de Arévalo y Arbenz. Sin embargo, pronto se vio claro que era imposible echar para atrds el calendario y volver a los mitificados tiempos pre-1944 que informaban sus nost4lgicas enunciaciones. En esas contradicciones y retorcijones nunca implementaron una verdadera politica cultural. Respondieron a fenémenos en lo que los estadounidenses Haman un “first come-first serve basis”. Fundamentalmente intentaron neutralizar el discurso anti-“liberacionista” sometiendo la “realidad” a su orden discursivo por medio de la censura de los medios de comunicacién (y la complicidad de sus duefios), ganarse algunos sectores medios, y tolerar hasta cierto punto -en medio de un régimen bastante represivo-, ciertas expresiones opositoras. Uno de sus objetivos principales fue neutralizar al sector Escaneado con CamScanner VPP PRS STSI STOLE SEVEPL FEA E° S'S as ee Se 8 a ARTURO ARIA Para esto ofrecié una serie de prebendas que incluyeron In creacién de la “colonia del maestro”, repartiendo casas a muy bajo costo. Esta era una reivindicacién del magisterio desde antes de la cafda del gobierno anterior. Por problemas burocrdticos y presupuestales, 1a creacién de la “colonia del maestro” no se oficializ6 sino hasta 1959 y las primeras casas se entregaron en 1962. Desde luego se cambiaron los programas educativos, quiténdoles su contenido marcadamente nacionalista. Este ultimo paso se hizo con una fuerte asesorfa estadounidense. Se fundé el Servicio Cooperativo Interamericano de Educacién (SCIDE) financiado por los EE.UU. y con un director de la misma nacionalidad. Este centro creé nuevos programas de estudio asf como las “escuelas laboratorio”, las primeras escuelas ptiblicas que los incorporaron. Se iniciaron también intercambios por medio de los cuales los maestros recibieron becas para aprender inglés y para implementar la educacién bilingile (inglés/espafiol). Asimismo, se abandoné sistemdticamente la educacién rural. Esto ahondé las diferencias tan marcadas entre el campo y la ciudad, entre la cultura ladina y la indfgena. Por otro lado, se toleré que la universidad continuara como centro de la oposicién e incluso de posiciones revolucionarias, se respet6 su autonomia y se le mantuvo el presupuesto que establecfa la constitucién de 1945: el uno por ciento del presupuesto nacional”. La universidad se volvié un bastién de la izquierda en todo sentido, principalmente cuando no existfa otro espacio de oposicién. Posteriormente se convirtié en sitio de reclutamiento y formacién de cuadros revolucionarios, El Estado respet6 el espacio fisico del campus y la autonom{fa universitaria pero impidié por todos los medios que sus publicaciones o cualquier otra iniciativa cultural circulara entre las masas. All{ quedé establecida Ja frontera invisible que la universidad no podfa magisterial. ” Fi EL general Lucas Garcfa intent6, en 1980, controlar a la universidad reteniéndole su Partida presupuestaria. Asimismo, durante toda Ia década de los ochenta se le ha mantenido en una situacién de estrangulamiento econémico parcial debido a que dicha partida ya es ‘matemdticamente incapaz de Menar las mfnimas necesidades de ja institucién. Esto se hace con cl fin de dividir a ta administracién, profesorado, estudiantado y sindicato de Uabajadores de la misma, quebrando su tradicional unidad politica frente al Estado, Escaneado con CamScanner CENTROAMERICA 1945-1970 traspasar. Obviamente, la universidad asumié las funciones espectficas de implementar una politica cultural dado el obvio vacto. No intenté sistematizarlo tampoco. Respondié creando revistas literarias, buscando espacios para la plastica, conformando grupos musicales populares, pero sin darle un verdadero giro popular hasta los afios setenta. De igual manera, radiodifusoras que estaban en manos de sindicatos, gremios, etc. fueron recuperadas por el Estado y vendidas en licitacién piiblica a la iniciativa privada. Esto gener un enorme y rdpido desarrollo de la radio hacia fines de los cincuenta, pero con una discursividad marcadamente diferente. ‘La construccién de sentido fue organizada de una forma predecible para las necesidades contrarrevolucionarias, separando as{ la realidad de lo real de maneras més pronunciadas que en el pasado.” La -gente se acostumbré a leer entre Ifneas dada la fragilidad de la coherencia de los discursos de los noticieros. Se creé también Ia televisién privada a partir de 1956. Desde un primer momento estuvo vinculada a los programas enlatados de los Estados Unidos. Nunca hubo programas autéctonos, aunque varios cineastas nacionales presentaron propuestas para realizarlos. Posteriormente a 1961, varios animadores de televisién cubanos que se exiliaron de su pafs Hegaron a Guatemala y dirigieron los’ Gnicos programas en vivo. El show de Gaspar Pumarejo fue quiz4s el més famoso de todos. Pero no hubo programas en vivo dirigidos por guatemaltecos o donde predominara una presencia artfstica guatemalteca del nivel que fuera. Cuando se colaba algtin cantante nacional era porque ya habfa triunfado en el extranjero. i _- En 1960 se_inicié _una_de_las_transformaciones més aceleradas e importantes que ha vivido ‘Centroamérica en el plano econémico: La creacién del Mercado Comin Centroamericano. Se ha analizado hasta el cansancio el significado econémico que tuvo en la regién, sus efectos, sus aciertos, sus grandes carencias. Pero poco se ha reflexionado sobre sus implicaciones en el plano cultural. gunda mitad » ; Los sectores populares no volverfan a tener acceso a la radio sino hasta ta se atslica de los afios setenta, y generalmente con el apoyo del ala progresista de Ia iglesi Escaneado con CamScanner ! | « AverUno ARIAS Las mismas tuvieron importancia conceptual Porque iniciaron el giro de un discurso nacionalista a uno regional, creando asf las bases para la redefinicién del sujeto centroamericano como sujeto post-nacional. Esto tuvo toda una serie de implicaciones que desbordaron politicas culturales explicitas, 7 Aprovechando la coyuntura, grupos de intelectuales y artistas progresistas buscaron generar actividades culturales con fines eminentemente contra-hegeménicos. A pesar de su orientacién ideolégica, estas actividades estuvieron _ mas enmarcadas dentro de los pardmetros de una cultura tradicional: encuentros de escritores, impulso a librerfas universitarias, etc. Sin embargo, tuvieron como virtud que por primera vez désde 1954 se abriera un intercambio entre productores _culturales centroamericanos, agiliz4ndose las influencias mutuas y la elaboracién de proyectos comunes, amparados por la sombrilla del Mercado Comin y de la integracién centroamericana. Actividades de esta naturaleza internacionalizaron buena cantidad de factores regionales, rompieron el aislamiento provinciano y posibilitaron el conocimiento de los paises vecinos por los productores culturales/militantes revolucionarios. Entre las implicaciones de tal reconstitucién de factores estuvo el fin del hegemonismo guatemalteco. No se eliminaron, sin embargo, los Prejuicios étnicos, En el aspecto institucional se crearon las primeras instituciones regionales de estudios superiores. Se fundd el Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA) integrado por las universidades nacionales de los seis pafses centroamericanos, con fines de investigaci6n y también de claboracién de programas y proyectos de estudios superiores en el Unive "Caueamscns (San ne Bt emineny i Nicana ( DUCA), primera editorial memente regional que se convirtié en la més fuerte y destacada del istmo. Aparecieron también las universidades Catélicas, controladas Por los jesuitas. Escaneado con CamScanner CENTROAMERICA 1945-1970 Miguel Angel Asturias y el Premio Nobel erfodo_que_el_istmo_fue J Fue_también_durante_este literatura concedido en 1967 a galardonado con el premio Nobel de Miguel Angel Asturias. Ya indicamos anteriormente cémo sus premisas estuvieron en el centro de la discusién de la “generacion comprometida”, y mencionaremos en otro capitulo de este libro las consecuencias de su caida como reconocido novelista. De cualquier manera, no se puede entender la narrativa centroamericana contemporanea sin conocer su mundo literario. Al releer Hombres de maiz (1949), descubrimos que dicho texto es una especie de puente. Su discurso busca constituir una identidad cultural nacionalista consensual, rasgo de la modemidad, pero también se desplaza hacia el espacio del deseo, hacia un nuevo tipo de discurso de corte libidinal. No es s6lo un texto que anticipa el boom como ya lo afirmé Gerald Martin.’° Representa una prematura transicién hacia algunas de las practicas discursivas que en este momento se asocian con el postmodemismo literario. Esta misma afirmaci6n justifica que el texto de Miguel Angel Asturias sea hoy mas contempordneo que nunca, y su relectura atin mAs urgente. Cuando se suelen describir rasgos de la novela postmodema, se arguye que en la misma hay un continuo vaivén en la practica de lectura que rompe la continuidad, la “legibilidad” en el sentido tradicional de la ficcién. De esta desarticulacién deliberada emerge otra manera de conceptualizar una realidad inseparable de la prdctica discursiva. Pero, no es acaso ésta la manera precisamente en la que ha sido estructurada Hombres de maiz? Al fin y al cabo, lo que el juego lingiifstico y formal hacen es intensificar la pasion y el deseo con precisién y vehemencia, més allé de buscar los pardmetros que conformen una identidad étnico-nacional. Pero, para percibir esto, el placer tiene que conformar también parte de la practica de lectura. Una prdctica de lectura que buscara explicitar las funciones ideoldgicas e histéricas del texto pero que ignorara el “+ Gerald Martin, loummeys Through the Labyrinth. London: Verso, 1989. Escaneado con CamScanner FUSED U Ue TVET TEE wuwuN Te andlisis del placer o de los juegos formales no podria llegar, desde tego, a similares conclusiones. Al fin y al cabo, uno de los objetivos de Ia literatura ha sido siempre la habilidad para deleitar, y dicho deleite deberfa idealmente quedar registrado cn los juicios criticos. Lo anterior, en realidad, deberfa estar implfcito si releemos los planteamientos del Iamado “realismo magico” segtin los concebfa Asturias. Al igual que Carpentier,’ la experiencia surrealista en Parfs convencié al autor guatemalteco de que el racionalismo enciclopedista habfa alicnado a los europeos de la vida del instinto, deseo e imaginaci6n. De allf es que al concebir el “tealismo miigico” como justificacién estética de su obra, prosiguiera de manera anéloga a su congénere cubano al concebir la conciencia como un ente que debe ser liberado del pensamiento racional y conceptual, que debe abrirse hacia las fuentes del pensamiento m4gico. Por pensamiento magico, Asturias concebfa el sistema simbélico maya y, por extensién, los sistemas simbélicos de los varios grupos étnicos latinoamericanos. El llamado “realismo m4gico”, entonces, pasaba a ser un hfbrido de formas literarias europeas conformadas bajo la tutela del humanismo racionalista con una cosmovisién indfgena que se apoyaba en elementos llamados “‘sobrenaturales”. Dicho hfbrido se asemejaba mAs a los romances mfticos pre-enciclopédicos que a la novela llamada “realista” que emerge en la modemidad decimonsnica. O, si se prefiere, a los romances prehispdnicos con los cuales Asturias busca emparentarse y recrear: La historia en las culturas autéctonas tiene mas de lo que nosotros occidentales llamamos novela, que de historia. Hay que pensar que estos libros de su historia, sus novelas, dirfamos ahora, eran pintados entre los aztecas y mayas y guardados en formas figurativas atin no conocidas en el incanato... El lector, contador de cuentos cantados, o “gran lengua”, nico conocedor de lo que los pinacogramas decfan, realizaba una “\. Para este propésito ver Williamson Edwin, “Coming to Terms with Modernity: Magical Realism and the Historical Process in the Novels af Alejo Carpentier” en King, John (cd.), 1 Modern Latin Aimer tiun, New York: Noonday Press, 19R7, p. 82. Escaneado con CamScanner q CLARIBEL ALEGRIA 45 interpretacién de los mismos recredndolos, para regalo de los que Ie escuchaban... Son narraciones en las que 1a realidad queda abolida al tomarse fantasfa, leyenda, revestimiento de belleza, y en las que la fantasfa a fuerza de detallar todo lo real que hay en ella termina recreando una realidad que podrfamos lamar surrealista...” ‘ En otro ensayo, Asturias arguye que el “tealismo magico” nace con el poeta Rafael Landfvar y afirma que “la magia indigena” es la “que nos va a permitir después, a los novelistas, describir esa misma naturaleza americana dentro de lo que nosotros Jlamamos ahora, el realismo. mégico”.”” En otras palabras, a la base del pensamiento Asturiano se encuentra la critica de la cultura occidental, donde el pensamiento racional y conceptual ha Ilegado a excluir la representacién sensual de la realidad. Esta representacién sensual se encuentra ligada a lo onirico, lo misterioso, lo magico. La mencionada visién se articula con buisquedas formales que implican un rechazo del realismo social. Asturias quiere proyectar artisticamente una nueva manera de imaginar las relaciones sociales, para alterar la conciencia de los que son capaces de generar el cambio politico. Sin embargo, est4 perfectamente consciente de que para eso, el género novelistico tiene que ser transformado. Esta realizacién lo diferencia significativamente de Ja novela social. Es este tipo de btisqueda el que Jo llevafé a establecer las bases de la transici6n para la nueva estética que empezaré a florecer a partir de los afios sesenta. No es gratuito que aunque Hombres de mafz venfa siendo trabajado por lo menos desde 1933, el principal impulso creativo que la concluyé se dio durante el gobierno democratico del presidente Juan José Arévalo.* En ese contexto, el espfritu de .. Asturias, Miguel Angel. “La novela latinoamericana, testimonio de una época”. En Norma Klahn y Wilfrido H. Corral (eds.). Los novelistas como criticos. México: Fondo de Cultura Econémica, 1991. P. 318. ®. Ibid., p. 343. '= Ver la cronologip establecida por Gerald Martin, Asturias trabajo fervorosamente la novela durante 1948 y la publicé al aft siguiente, Escaneado con CamScanner

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