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tica, La oposicién SavonarolaMaquiavelo no es la oposiciGn enure ser y deber ser ‘todo el parrafo de Russo sobre este punto es pura palabreria)* sino entre dos deber ser, el abstracto y nebuloso de Savonarola y el realis- ta de Maquiavelo, realista aunque no se convierta en realidad inmediata, porque no se puede experar que un individuo o un libro cambien la rea lidad sino solo que Ia interpreten ¢ indiquen la linea posible de la accién, EI limite y la angustia de Maquiavelo consisten s6lo en haber sido una “persona privada", un eseritor y no el jefe de un Estado o de un ejército, que es también una persona individual, pero que tiene a su disposicién las fuerzas de un Estado o de un ejéreito y no s6lo ejércitos de palabras. Tampoco puede por eso decirse que Maquiavelo haya sido también él un “profeta desarmado”: seria hacer un humorismo demasiado barato. Ma- quiavelo no dijo nunca que pensara o se propusiera por simismo cambiar In zealidac, sino slo y coneretamente mostrar como deberian operar las fuerzas histéricas para ser eficientes, (Ch Guateno 8 (XXVE), pp. 27 bis28 4 Analisis de las situaciones: rlaciones de fuerza. Es el problema de las relaciones enere estructura y superestructura el que hay que plamear exactamente y resolver para legar a un justo analisis de las fuerzas que ‘operan er la historia de un determinado periodo y determinar su rela- ‘ién. Hay que moverse en el ambito de dos principios: 1} el de que nin- {guna sociedad se impone tareas para cuya solucion no existan ya las con iciones necesatias ¥ suficientes o que éstas no estén al menos en vias de aparicign y de desarrollo; 2] y el de que ninguna sociedad se disuelve.y ‘puede ser sustituida si primero no ha desarrollado todas las formas de vi ‘da que estin implicitas en sus relaciones (controlar la exacta enunciacion de ‘estos dos principios) “"Ninguna formacién social desaparece antes de que se desarrollen to- das las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamas aparecen nuevas y més altas relaciones de produccién antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado en el seno de la propia so- ciedad antigua. Por eso, la humanidad se propone siempre tinicamente los objerivos que puede alcanzar, pues bien miadas las cosas, vemos siem- Dre que estos objetivos s6lo brotan cuando ya se dan 0, por lo menos, se ‘estin gestando, las condiciones materiales para su realizacién.” [Prologo de la Conuntbuciin ata critica de la Economia Politica ]* De la reflexién sobre estos dos canones se puede llegar al desarrollo de toda una terie de otros principios de metodologia histérica. Mientras que 32 cn el estudio de una estructura hay que distinguir los movimientos orgs- nicos (eelatiramente permanentes) de los movimientes que se pueden llamar de coyuntura {y se presentan como ocasionales,inmediatos, casi accidentales). Los fenémenos de coyuntura son ciertamente dependien- tes, también ellos, de movimientos orginicos, pero aasignificado no es de gran alcance histrico:éxton dan lugar a una eritca politica mentida,co- tidiana, que afcea a los pequetos grapos dirgentes ya las personals des inmeciatamente responsables del poder. Lax fenémenos orginicos dan liagar ala critica histrco-ocial, que afecta alas grandes agrupacio- nes, mis allé de ls personas inmediatamente responses y mas alli det enon dirigente. Al exudiar un period historico se revela la gran in portancia de esta ditincion, Tene lngar una cris, que en ocasiones se pro- Tonga por decenas de anos Esta duraciGn excepcional sgnifica que en Ia esiructra se han revelado (han legado a su madurea) contradiccfones incurables y que las fuerza poiticas operantespesitvamente para la com. servacin ydefensa de la estructura misma se esfueran todavia por = har dentro de ciertos limites y por superarse. Estos esfuerzosincesantcs penseverantes (porque ninguna forma social querrd nunca confesar har fer sido superada) forman el terreno de lo “ocasional" obre el cual se or- ganizan las fuerzas antagonicas que tenden a demostar (demostacion {Que en Gltimo andlsis solo se consigue y es verdadera sl se convierte en shicva realidad, si fas fuerzasantagonicas wiunfan, pero que inmediatar ‘mente se desarolla en una serie de polemica ideoidgics,rligioaas, lo- ‘éficas, politias,juridics, eteétea, cuya comcrecion es craluable por a media en que resultan convincentesy ransforman el alineamiento pree- stented las fuerza sociales) que exinin ya las condiciones necesarias Y suficientes para que determinadastareas puedan y por lo tanto deban Jer resuelia historcamente (deban, porque todo incumplimiento del de- ber histrico aumenta el desorden mecesaio y prepara catstrofer mis raves) Elerror en que se cae a menudo en los anlsshistrico-politicos com siste en no saber encontrar I just relacion entre lo que ex organico 10 «que es ocasional sc llega as 3 exponer como inmediatamente opera {es causas que por el contrario son operantes mediatamente,o a arma (que las causas inmediatas on las tnicascausasefcienes, en C490 © theme el exceso de “economismo""o de doctrinarsmo pedante,en el oto cl exceso de “ideologismo’, en un caso se sobrevaloran ls causas mec ficas, en cot se exalta el elemento voluntarsta e individual. (La distin- {in entre “movimientos”y hechon orginicosy movimientos y hechos de “cojuntura”u ocasionalesdcbe ser aplicada a todos los tipos destuacion, ‘no s6lo-a aquellos en los que tiene iugar un desarrollo regresivo ode crt 3B sis aguda, sino a aquéllos en los que tiene lugar un desarrollo progresista ‘ode prosperidad y a aquéllos en los que tiene Iugar un estancamiento de las fuerzas productivas.) El nexo dialéctico entre los dos Grdenes de movi- miento y por lo tanto de investigacién dificilmente se establece con exac- titud, y se error es grave en la historiografia, ain més grave resulta en el arte politico, cuando se trata no de reconstruir Ia historia pasada sino de construir Ia presente y futura: los propios desees y las propias pasiones in- feriores e inmediatas son la causa del error, en cuanto que sustituyen cl andlsis objetivo e imparcialy ello sucede no como “medio” consciente pa- ra estimuler a la accién, sino como autoengafo. La serpiente, también en este caso, muerde al charlatdn, o sea que el demagogo es la primera victi ma de su cemagogia [Elno kaber considerado el momento inmediato de las “relaciones de fuerza” esti vinculado a residuos de la concepcién liberal vulgar, de la cual el sindicalismo es una manifestacion que creia ser mis avanzada ‘mientras que realmente daba un paso atras. De hecho la concepcién libe- ral vulgay, dando importancia a la relacién de las fuerzas politicas organi- zadas en las diversas formas de partido (ectores de periddicos, elecciones parlamentarias y locales, organizacion de masas de los partidos y los sin- dicatos en sentido estricto), era mas avanzada que el sindicalismo que da- ba importancia primordial a la relacion fundamental econémico-social y sélo a ésta La concepeién liberal vulgar tomaba implicitamente en cuen- ‘a tambiér. tal relacion (como se desprende de tantos indicios), pero in- sistia mis en la relaci6n de las fuerzas politicas que era una expresion de la otra y en realidad la contenia, Estos residuos de la concepcisn liberal vulgar se pneeen rastrear en toda una serie de watados que se dicen vincu: Jados a la filosofia de la praxis y han dado lugar 2 formas infanuiles de ‘optimisme y de necedad.] sos criterios metodol6gicos pueden adquirir visible y didécticamen- te todo su significado si se aplican al examen de hechos historicos concre- tos. Serfa posible hacerlo itimente para los sucesos que tuvieron hugar en Francia desde 1789 hasta 1870. Me parece que para mayor claridad de la exposicién seria necesario abarcar todo este periodo. En efecto, solo en 1870-71, con el intento de la Comuna, se agoran hisiGricamente todos los. .gérmenesnacidos en 1789, 0 sea que no s6lo la nueva clase que lucha por fl poder cerrota a los representantes de la vieja sociedad que no quiere confesarse decididamente superada, sino que derrota también a los gru- [pos novisinos que declaran ya superada la nueva estructura surgida de la ‘wansformaci6n iniciada en 1789'y demuestra asi ser vital tanto con res- ppecto 4 lo viejo como con respecto a lo novisimo. Por otra parte, con el 1870-11, pierde eficacia el conjunto de principios de estrategia y tactica 4 politica nacidos practicamente en 1789 y desarrollados ideolOgicamente fen torno al 48 (aquellos que se resumen en la formula de la “revolucion permanente”: serfa injeresante estudiar cuanto de esa fGrmula pasé a la ‘strategia mazziniana —por ejemplo para la insurreccion de Milan de 1853- si esto sucedi conscientemente o no). Un elemento | que demues- tra la justeza de este punto de vista es el hecho de que los historiadores no estin para nada de acuerdo (y es imposible que lo estén) en cuanto a cestablecer los limites de aquel grupo de acontecimientos que constituye Ia revolucin francesa, Para algunos (por ejemplo Saleemini)’ la revolu- ién se completa en Valmy: Francia ha creado un nuevo Estado y ha sabi- do organizar la fuerza politico-mmlitar que afirma y defiende su soberania territorial. Para otros la revoluci6n continga hasta el Termidor, incluso hhablan de varias revoluciones (el 10 de agosto seria una revolucion en sf misima, eteétera, eft. lt Rivoluzione francese de A. Mathiez en la coleccion Colin) *El modo de interpretar el Termidor y la obra de Napoleén ofrece Jas mis agudas contradieciones: se ata de revolucién o de contrarrevo- lucion?, eteétera. Para otros la historia de la revolucién continda hasta 1830, 1848, 1870 e incluso hasta la guerra mundial de 1914 En todos estos puntos de vista hay una parte de verdad. Realmente las. tratadas cuestiones que son oiro modo de presentar ésta que se trata ahora, sin embargo siempre es nece- srio, por rizones didicticas, dado el piblico particular, examinar todo ‘modo de presentacién de una misma cuestién como sifuese un problema independiente y nuevo. Se puede excluir que, por sf mismas, las cris econdmicas inmediatas produzcan efectos fundamentales, s6lo pueden ‘rear un terreno mas favorable a la difusion de ciertos modos de pensar, dde plantear y resolver fas cuestiones que implican todo el desarrollo ulte- rior de la vida estatal, Por lo dems, todas las afirmaciones que concier- nen a los periodos de crisis o de prosperidad pueden dar lugar a juicos unilaterales. En su compendio de historia de la revolucion francesa (ed. Colin) Mathiez, oponiéndose a la historia vulgar tradicional, que aprioris- ticamente “encuentra” una crisis de coincidencia con las grandes rupta- xas de equilibrios sociales, afirma que hacia 1789 la sitacion econémica cera bastante buena en lo inmediato, por lo que no se puede decir que la catistrofe del Estado absoluto fuese debida a una crisis de empobreci- ‘miento (cfr la afirmacion exacta de Mathie) ? Hay que observar que el Estado era vietima de una mortal crisis financiera y se planteaba la cves- ‘én de sobre en cual de los tres drdenes sociales privilegiados debian re caer los sacrificios y las cargas para sacar adelante las finanzas estatales y reales, Ademis: si la posicin economica de la burguesia era préspera, Giertamente no era buena la situacién de las clases populares de las ciu- ddades y de las zonas rurales, especialmente la de estas jiltimas, atormen- tadas por la miseria endémica. En todo caso, la ruptura del equilibriode las fuerzas no se produjo por causas mecénicas inmediatas de empobreci miento del grupo social que tenia interés en romper el equilibrio y que de hecho lo rompio, sino que ocurrié en el euadro de conflictos superio- resal mundo econémico inmediato, vinculados al “prestigio” de clase jin- tereses econémicos futuros), a una exasperacién del sentimiento de inde- pendencia, de antonomia y de poder. La cuestién particular del malesar © bienestar econémico como causa de nuevas realidades historicas es un aspeeto parcial de !a cuestion de las relaciones de fuerza en sus diversos grados. Pueden producirse novedades bien sea porque una situacién de Dienestar esti amenazada por el desnudo egoisme de un grupo adversa- rio, como porque ef malestar se ha uelto intolerable y no se ve en la veja sociedad ninguna fuerza que sea capaz de mitigarlo y restablecer una tor ‘malidad con medios legales. Se puede decir por lo tanto que todos estos elementos son la manifestaciga concreta de las fluctuaciontes de coyuntt- 1a del conjunto de las relaciones sociales de fuerza, en cuyo terreno tiene lugar el paso de éstas a relaciones politicas de fuerza para culminar en la 2” relacién militar decisiva Si falta este proceso de desarrollo de un momen~ to 2 otro, y éste es exencialmente un proceso que tiene por actores a Tos hombres la voluntad y capacidad de los hombres, la situacién permmane- ce inactiva, y pueden darse conclusiones comtradictorias-la vieja sociedad. resiste y se asegura un periodo de “respiro”, exterminando fisicamente a Ia élite adversaria y aterrorizando a las masas de reserva, 0 bien incluso la destruccién reciproca de las fuerzas en conflicto con Ia instauracion de Ja paz de los sepulcros, acaso bajo la vigilancia de un centinela extranjero. Pero la observacién mas importante que debe hacerse a propésito de ino pueden y no deben ser fines en si mismos (a menos que no se escriba ‘un capitulo de historia del pasado) sino que adquieren wn significado s6- lo si sirven para justficar una actividad practica, una iniciativa de volun- tad. | Estos muesiran cudles son los puntos de menor resistencia, donde la fuerza de la voluntad puede ser aplicada mas fructuoxamente, sgieren [as operaciones victieas inmediatas, imdican como se puede organizar mejor luna campatia de agitaci6n politica, qué lenguaje sera mejor comprendido por las multitudes, etcétcra. El elemento decisivo de toda siwacién es 1a fuerza permanentemente organizada y predispuesta con tiempo que se puede hacer avanzar cuando se juga que una situacion es favorable (y es favorable solo en la medida en que tal fuerza exista y esté lena de ardor combativo); por eso la tarea esencial es la de ocuparse sistematica y pacien- temente en formar, desarrollar, hacer cada vez tis homogénea, compac- ‘a, consciente de si misma a esta fuerza. Asi se ve en la historia militar yen €l cuidado con que en todo tiempo han sido preparados los ejércitos para Iniciar una guerra en cualquier momento. Las grandes Fstados son gran- des Estados precisamente porque en todo momento estaban preparados para insertarse eficazmente en las coyunturas internacionales favorables, ¥ 6stas eran tales porque exista la posibilidad conereta de insertarse eficaz- mente en ellas. (Ch. Cuero 4 (XIN, pp 6710 bis; Cuaderno 8 (XXVIM, p. 50. § <18> Algunas aspectastericos y pricticos del “economismo”. Economismo- movimiento te6rico por el librecimbio-sindicalismo teérico, Debe verse en ‘qué medida el sindicalismo tedrico tuvo su origen en la filosofia de la pra xis y en qué medida en las doctrinas econdmicas del librecambio, esto es, cn Gltimo analisis, en el liberalism. ¥ por ello debe verse si el economis- ‘mo, en su forma mis lograda, no es una filiacién directa del liberalisma y haa tenido, incluso en sus origenes, muy pocas relaciones con la filosofia de 40 jefe supremo tiene en cada caso. Cadorna tuvo graves responsabilidades, ciertamente, tanto téenieas como politeas, pero estas sltimas a0. pueden liaber sklo deciivas. Si Cadorna no comprendis la necesidad de un "0- biemo politico delerminado” de las masss a sus Grdenes y n0 las expuso ante el gobiemo, cieriamente e responsable, pero no taito como el go- temo nen general tanto como ta clase dirigente, de fa cual, en dline andlisis,expreso la mentalidad y la comprension politiea. El hecho de que ho se levara a cabo un nlisis objetivo de Tos factores que dcterminaron Caporetto y tse aeci6n concreta para elimiaarlos, demuestra “histrica- iments” esta misica responsabilidad 5 La imporiaseia de Caporetio en el curso de toda la guerca, La ten- dlenvia actual lende a disminuir el sigaticado de Caporetto y 2 acer de Glu simple epiodio en el cuadro general, Esta tendeneia ene un sig- nifcado polio y tendré repereusiones polticas nacionales e incemacio- frales: detauesira que n0 se quiezen elitinar los factores gencrales que eterminaron la derrota, o sea que tiene ua peso en el regimen de las alianzas y en las condiciones que se le impondrin al pais en caso de una hhucva combinaciin bélica, porque {as autoerteas quo [nel se quieren ter en el campo nacional para evitie determinadas conssevencias nece- Satias para la onentacion politico-socal, indudablemente secan hechas por ios organismos zesponsables de los otros pases, en cuanto que se supone ue Walia podté formar parte de alianzas béleas. Los otros paises, en sus Gaeulos con vists a las alfanzas, deberdn tener en enenta la pos fuevos Caporetios querrin seguridades, 0 sex que quetran ia Tcluso mis allé de clertos limites, 4] La imporaucia de Caporetto en el euadro | de la guerra mundial. Est deiemminada también por los medios proporcioaados al enemigo (1odos los dlepéstos de vivetes y municiones etcetera) que permitiron wna resistencia, ris larga, y Ia nccesidad impuesta 8 los aliados de reconsttair estos dep tos con cl cons guiente trastorao de los servicios y planes generale, TEs verdad que an todas las guerra, e incluso en la mindiel, hubo hechos similaes a Caporeto. Pero hay que ver (fuera de Rosia) si twvioren Ta rl morta ssa relat, sl foeon chase semejants @ rangonables, si (uvieron consecuencias similares 0 parangoaables para [etpostein politica del pas euyo ejeeito sult la derrota, Despuss de Ca- potetto, Talia, ma:etialmente (por lo que tea a Tos armaméntos, & los Sprovisionamiéntes, elestera) quedé a merced de Tos alados, cya Orga nlzacisn econémisa no era parangouable en cuanto a elicieneit, La ausen- ia de autoeritica significa falta de voluntad de eliminar las causes del mal Y por lo tanto es un sintoma de grave debitidad politica §<75S>. Pasado y presente, Deberia ser una mixima de gobierno el 59 30 bis tratar de elever el nivel de vida material del pueblo por encima de cierto nivel. En este sentido no hay que buscar un motivo especial “humanitario” ¥y ni siquiera una tendencia “demoeritica”: incluso el gobierno mis oligar- {uico y reaccionario deberia reconocer la validez “objetiva” de esta maxi ma, 0 sca su valor esencialmente politico (universal en la esfera de Ja politica, en el arie de conservar y sumentar el poder del Estado). Ningsin gobierno puede prescindir de Ia hipdtesis de una crisis econémica y espe- Galmenteno puede prescindir de la hipétesis de verse obligado a hacer tuna guerra, o sea tener que superar la maxima erisis a gue se puede ver sometida una organizacién estatal y social. Y puesto que cada crisis sign fica un descenso del nivel de vida popular, es evidente que se precisa la preexistencia de una zona de descenso suficiente para que 1a resistencia “iolégiea” y por tanto, psicaldgica, del pueblo no se quebrante al primer choque conira Ia nueva realidad, Hl grado de fuerza real de un Estado debe por lo tanto medirse también considerando este elemento, que ade- mas se coordina con los otros elementos de juicio sobre la solidez estruc- tural de un pais. Silas clases | dominantes de una nacién no han conse guido superar la fase econémica-corporativa que las lleva a explotar a las ‘masas populares hasta el extremo permitido por las condiciones de fuerza, 0 sea a reducidlas a la sola vida biol6giea vegetativa, es evidente que n0 se pnede hablar de fuerza del Estado, sino s6lo de apariencia de fucrza. Me parece que es importante en este examen de un punto esencial de acte politica evitar sisteméticamente toda alusién extrapolitica (en sentido tée- nico, 0 sea fuera de la esfera técnicamente politica), 0 sea humanitario, ‘de una deteminada ideologia politica (no porque’ el “humanitarismo”™ no sea tambicr, una politica, etcétera), Para este pardgrafo es indispensable recurtir al anticulo del profesor Mazio Camis publicado en el fascicule enero-febrero de la Riforma Sociale de 1926." §.<76>. La funcién europea del zarismo en el siglo XIX. El principe de Billow refiere en sus Memorias que estuvo con Bethnsann-Holwegg in- mmediatamente después dc la declaracion de guerra de Alemania a Rusia en agosto de 1914, Bethmann, intrrogado atetea de por qué habia comenza- 4p por declarar Ia gueraa Rusia, respondio. “Para tener iomediatameate de mi pare alos sociaidemseratas”* Bulow hace a este propdsito algunas ‘chservaciones sobre Ia pscologis de Bethmana-Iolwegg, pero lo que ime porta desde el punto de vista de esta soccidn es la segurided del Canciler de poser tener de su parte a la socialdemocracia coatra el zarismo ruso; el ‘Cancilleroxplotaba habilmente Ie tragicion del 48, teeter, del “gendarme de Europa”. 6 34 bis ‘gracia de la inteligencia, de la capacidad, de la educacién, de 1a prepara- i6n téenica, eicétera; y sin embargo este modo de pensar es comén. Se refleja en pequefio lo que sucedia a escala nacional, cuando el Fstado era concebido como ago abstracto a Ia colectividad de ciudadanos, como un padro eterno que habria pensado en todo, provisto a todo, etestera; de ahi Ja falta de una democracia real, de una feal voluntad colectiva nacional y ppor ello, en esta pesividad de los individuos, la necesidad de un despotis- ‘mo més o menos larvado de la burocracia. ‘La colectividad debe ser cn- tendida como producto de una elaboracioa de voluntad y pensamiento colectivo aleanzado a través del esfuerzo individual coneretd, y no por un proceso fatal extraio a los individuos: de ahi la obligacién de la disciplina {Interior y no s6lo de Ia externa ¥ mecénica. Si debe haber polémicas y esci- siones, no hay que tener miedo de afrontaclas y superarias: éstas son ine- vitables en estos procesos de desarrollo, y ovitarlas sélo significa pospo- nerlas para cuando serdn peligrosas 0 incluso catastrGficas, etectera § <80>. Los sobrinttos dei padre Bresciant. Répaci. Observar su ca- rfcter de pedante que parece haberse desarrollado atin mas en estos tli- ‘mos tiempos, a juzgar por sus Gltimas novelas, por ejemplo Guerra dl jan- ciull. Las gracias ensartadas en serie, los dicharachos toscanos para rela- tos de ambiente calabrés hacen el efecto mas ridicolo: y mas atin, jc6mo resulta mecdnico el intento hecho desde fuera para construir novelas “psi coanaliticas” cuando, al contrario, estd empujado por ua superficial im- ulso de lo piatoresco folelérico! § <81>. Hegemonia (sociedad civil) y division de poderes, La divisién 4c poder 'y toda la discusion producida por su | realizacin y la dop- ritica juridica nacida de su advenimiento, son el resultado de fa Tucha en- tre Ma) sociedad cil y la sociedad politica de un determinado periodo Lstorco, con un certo equilibsio inestable de las lases, determinado por eThhecho'de que ciertas categoris de intlectuales (al servicio directo del Estado, especialmente buroeracia civil y militar) estin ain demasiado i sgadas 4 fas vielas lases dominant. Asf pues, en el seno de Ta sociedad tiene tugar Jo que Croce lama al “perpetuo conficto entre Iglesia y Esta- do" en el que la Iglesia se propone representar a la sociedad civil en su totalidad (cents que no es més que un elemento relatvamente poco importante) y el Estado todo intento de eristalizar permanentemente una delerminada etapa de desarollo, una determinada situacion. En este sen tido Ja Iglesia misma puede converttse en Estado y el conflicio puede sanifestarse entre Socicdad civil laica y laicizante y Bstado-Iglesia (cuando in Iglesia se ha convertido en parte integranto del Estado, de la sociedad 66 poltica mooopolizada por un detorminado grupo privlegiado que se une fla pista pie jor delender su monoplo ca olson de aqua Je sociedad civil represenada por fa Tglesin). Importancia esencal de dvisiin de podeces para ct liberatismo pollen yccondmico® toda In ideologia liberal, con sos fuerza y sus debldades, puede ser resumida ene principio dela division de poderes ¥ se revela cul es la foente de tn dbiidad dt liberlismo: es a Buroctaca, sea la crstaizacion dal per- sonal dirigente que ejerce el poder coercitivo y que en cierto punto se Convierte en casa, De ahi la fevindicacion popular de la eegiblidad de ‘odes fos cargos, revindicseién que’ et liberalimma extrenoy al mismo tiempo su dicoluion (prineipio de la Consituvents permanente, etelera, fn las Reptins la clecein del jefe del Estado da una sevisfacen itve soria a esta reivindicacién popular elemental). Unidad del Esado en la distineién de los poderes: el Paslamento més Yigado a la sociedad civil, el poder judicial ente el Gobiemo y cl Parla- mien representa Ia contiauidad de la Tey eset (inelazo contra el Go- ierno). Naturalmente Tos tres poderes son también érganos de Ta hegsmo- aia poliica, pero en diversamiedida 1] Paslametto; 2) Magistatura 3] Gobiemo. Hay ue observar eo en el pubico | impresionan de fama Seaastosa Ins inorreceones dela admiistracin. de la justia: cl apart hegemnico es més sensible en este sector, en el cual pueden inelUie también las arbltraredades do Ta poliia y de la administracion politica § <82>. Pasado y presente. Sociedad politica y civil. Polémica en tor- no a Tas eriticas de Ugo Spirito contra la economfa tradicional. En Ta polt- tica hay muchos sobrentendidos y presupuestos ideotégicos que se evita discutir, al menos hasta ahora, por parte de los “economistas” y también, ‘lo que parece, por parte de Spirto, Es evidente que los economistas no guieren discutir la concepeién del Estado de Spirito, pero precisamente ésta es la raiz de la discusidn. Spirito, por otra parte, no quiere o titubea fen empujarlos a este terreno, porque Ta cansecuencia serfa provocar una iscusiGn politica general y revelar Ia existencia de diversos partidos dentro del mismo partido, uno de los cuales est estrechamente vinculado con Jos Hamados sin partido: pareceria que existe un partido de cientificos y de fa alta cultura, Por parte de Jos cientificos, por lo demés, seria facil demosirar toda la arbitrariedad de las proposiciones de Spirito y de su eoncepeién del Estado, pero no quieren rebasar ciertos limites, que rara- ‘mente trascienden la indulgencia y 1a cortesia personal. Lo que resulta cémico es Ia pretensién de Spirito, de que Ios economistas le construyan una ciencia econémica segin su punto de vista. Pero en lz polémica de Spirito no todo merece ser desechado: hay slgunas exigencias reales, aho- {gadas en la marafia dle palabras “especulativas”, Por ello este episodio debe 67 35 subaltera, [subordinada, ejecutivo-burvcritica] que debe aceptar_una voluntad extrafa (Ia politica del propio gobierno o principe) a las con- Vieciones ‘particulares’ del diplomético (que, ciertamente, puede sentir quella voluntad como propia, en cuanto que corresponds @ sus propias convieciones, pero que tambign puede 0 sentila: al haberse convertido Ia diplomacia necesariamente en. una profesion especialzada, ha conducido a esta consecuencis, lade poder apartar al diplomtico dela politica de go- biernos cambiantes, eteéiea), en consecusncia, escepticiano y, en la ela boracién eientifia, prejuicios extracentficos; 2] las convicefones mismas . Armas y religion. Afirma Gaiciasdini que para la vida de un Estado dos cosas son absolutamente necesarias: Iag armas y Ja religi6n.” La formula de Guieciardini puede tradueirse en varias otras rmulas, me- nos dristicas: fuera y consenso, coercién y persuasién, Bstado e Telesia, sociedad politica y sotiedad civil, politica ¥ moral (historia ético-politica de Croce), derecho y libertad, orden y disciptina o, eon un juicio ipl ‘ito de sabor libertari, violencia y fravde, En todo caso, ea la concep . Estado gendame-vigilane nocturno, eteétera. Debe meditarse esta euestién: Ta concepeién del Fstado gendarme-vigilante noctumo, et 15 cétera (aparte Ia especificacién de carScter polémico:, gendarme, vigilante nnoctumo, eeétera) {no es acaso la nica concepcién del Estado que supe- ra las fases extremas “coxporativas-econdmicas"? Estamos siempre en el terreno de la identificacion de Estado y Gobierno, identificacion que, pre- cisamente, es uma representacion de Ia forma corparativa-econdmiea, 0 sea de la confusién entre sociedad civil y sociedad politica, porque hay que observar que en la nocién general de Estado entran elementos gue deben roconducirse a la nocin de sociedad civil (en cl sentido, podria decirse, de que Estado = sociedad politica + sociedad civil, 0 sea tiegemonia aco- razada de coercién). En una docizina del Estado que conciba @ éste como capaz tendencislmente de agotamiento y de resoluciin de la sociedad re- fulada el argumeato es fundamental. Bl elemento Estado-coercin se ps. de imaginar extinguible a medida que se afieman elementos cada vez mis conspicuos de sociedad regulada (o Fsiado ético o sociedad civil). Las expresiones de Estado ético o de sociedad civil vendrien a signifiear que ‘sta “imagen” de Estado sin Estado la tenfan presente los pri tifeos de la politica y det derecho en cuanto se situaban en el terreno de Ia pura ejencia (= pura utopia, en cuanto basada en cl supuesto de que 10- dos los hombres son realmente iguales y | por consiguiente, iguaimente razonables y morales, 0 sea capaces de aceptar la Tey esponténeamente, i- bbremente y no por cocreién, como impuesta por otra clase, como cosa eX- tema a la conciencia). Hay que recordar que la expresi6n de vigilante rnocturno para el Estado liberal es de Lassalle,"o soa de un estatista dog matico y no diléctico, (Cir. la doctrina de Lassalle sobre este punto y sobre ef Bstado en general, en contraste con el marxisme,) En la doctr del Fsiado-sociedad regulada, de una fase en la gue Estado serd igual a Gobierno, y Estado se identificara con soviedad civil, debera pasarse a tuna fase de Estado—vigilante noctumo, o sea de una organizacion coer sitiva que tutetard of desarrollo de los elementos de sociedad regulada fen continuo ineremento, y por lo tanto reduciendo gradualmente sus in- ‘ervenciones autoritarias y'coactivas. Tampoco puede esto hacer pensar ¢0 tun nuevo “liberalismo”, ni por sere inicio de una era de libertad organica. $ <89>. Politica y diplomacia. Cavour. (Ci. nota ena p. 38 bis sobre Maguiavelo y Guiesiardini). Angedota refesida por Ferdinando Martini en Confession e Ricordi, 1859-1892. (ed, Treves, 1928, pp. 150-51): piss Ci Cavour no dea ser consdcrado como in cenenlo de prinsra linea en Ia historia del Risorgimento, sino solamente Vittorio Emanuele, Garibaldi y Mazzini. “;Cavour? ;Qué hizo Cavour? Nada mis que diplo- mazar a zevoluin [J Mata anta: “No me avi 3 deco, pro sé: jComo si e50 fusra poco!” Me parece que Crispi y Martini siguen dos érdones de pensamiento diferentes, Cuspi pretendeiifetine alos ee. 6 3 mano de obra apropiada al fordismo tanto como método de produccién y trabajo, que como sistema comercial financieso: necesita n0 tener io- terrupeiones en el trabsjo, por lo tanto open shop, elestera)* hay que Se- ilar: en clertos paises de capitaismo atrasado 'y de composiciGn eco- némica en la que se equilbran Ia gran industria modera, el artesanado, J pequesia y mediana agriculture y el latfundismo, las mosas obreras ‘campesinas Ho son corsideradas como ua “mercado”. El mercado para Ja industria es pensado en ol extranjero, y en paises atrasedos del exran- jero, dond> sea mis posible Ja peactracion politica para In creacién de Zolonias y zonas de infueccia, La industria, con el proteccionismo inter- fey Tos’ Bajos salarios, se procure mercados en él exiranjero con wn auiéntico Gumping pemancote. Paises donde existe nacionalismo, pero no una situaciin “nacional- poplar, o sea done In grandes masa populares son consideadas como ado. La permanencis de tanta capa artesanal industrial en algunos paises, {ho esti igada al hecho de que las grandes macascamnpesinas n0 son coD- Sideradas un mercado para la gran indsria, la cual tiene predominante- mente un mercado extranjero? Y Ja Hamada renovaci6n o defensa del a tesanado, gno expresa precisamente Ia voluntad de mantener | esta situa- i6n en petjucio de los campesinos mis pobres, a los cuales les est veda 40 todo progreso? § <136>. Organizacién de las sociedades nacionales, Ya sefalé en otra ‘casiGn’ que en una determinada sociedad nadie esté desorganizado y sin partido, siempre que se entiendan orzanizaciones y partido en sentido mplio'y no formal, Ea esta multiplicidad de sociedades particulares, de ccaracter doble, natural y contractual o voluntario, una o mas de ellas pre- valecen relativa_o absolutamente, constituyendo el aparato.hegemdnico de-un grupo social sobre el resto de Ia poblacién (0 sociedad civil), base del Estado entendido estrctamente como aparato gubernativo-cocretivo. Sicmpre sucede que personas aisladas pertenccen a mas de una socie- dad pavticalar ¥ a mentdo a sociedades que esencialmente* estfr en opo- sicién entre s{, Una politica totalitaria tiende precisamente: 1] a obtence que los miembros de un determinado partido eneuentren en este solo partido todas las satisfacciones que antes hallaban en una multiplicidad de organizaciones, 0 sex a romper todos los lazos que ligan a estos micm~ bros a organismos cultirales extrafios; 2] a destruir todas las otras orga- nizaciones o a incorporerlas en un sistema del que el partido sea el {nico regulador. Esto sueede: 1} cuando el partido en cuestion es portador de una nueva cultura y estamos ante una fase progresista; 2} cuando el partido en ‘Bn of manossrito una varianteintrlinsal: “objtivamente”, 104 ccusstin quiere impedir que otra fuerza, portadora de una nucva cultura, so vuelva “totliaria”; y estamos ante una fase represiva y reaccionania bjetivamente, aungue’la reaceion (como siempre sucede) no se confese abiertamente y trate de presentarse como portadora de una nueva cul- ture. ‘Luigi Einauei, en la Riforma Sociale de mayo-junio de 1931, critica un libeo francés Les sociéiés de la nation. Etude sur les éléments constvutfs de la nation francaise, de Etienne MartinSain-Léon (vol. de 9p. 415, Ga Spe, 17, rv Sout, Par, 1980, 45 franeos)* dors so eta wn parte de estas oganizaciones, pero slo aquellas que existen normaimente (Por ejemplo, zos leciores de un peviédico forman o no una organiza- i6n?, cteziera.) De todos modo, si el tema legase a tratarse, vere Tibro asf como Ta resefia de Fina § <137>. Concepto de Estado. Que el concepto comin de Fstado es unilateral y conduce a errores giganteseos puede demostrarse hablando del recienie libro de Danicle Halévy Decadenza della liberta, dol cual he leido una reseia on les Nouvelles Littéraires. Para Halévy’ “Estado” es ef aparato representativo y deseubre que los hechos mAs importantes de Ia historia francesa desde ef 70 hasta hoy no se han debido a iniciativas de los orgunismos potticos derivados del sufragio universal, sinc a orga- nismos privados (sociedades capicalistas, Estado mayor, etcétera) 9 a gran- des funcionarios desconocidos para el pals, eteétera. Pero qué significa testo sino que por Estado debe enteaderse ademés del aparato gubemna. ‘mental también el aparato “privado” de hegemonia o sociedad civil. Hay ‘que observar cémo de esta critica del “Estado” que no interviene, gu 2 Ia cola de los acontecimientos, etestera, nace la corriente ideolégica di tatorial de derecha, con su fortalecimiento del ejecutivo, eieétera. Sin em- ‘argo, habria que leer el libro de Halévy para ver si también a ha en ‘ado en esta via: no es dificil suponerlo, dados sus antecedentes (sim- patfas sorelianas, por Maurras, etcétera). § <138>. Pasado y presente. Paso de la guerra de maniobras (y det ‘ataque frond!) a la guerra de posiciones incluso en el campo poltico. Esta ‘me parece la cuestion de teoria politica mas importante, planteada por el periodo de la posguccra y la més diffeil de resolver justamente, Est vincu- feds a Jas cuestones planteadas por Bronstcin que dé uno u oe modo, ‘puede considerarse el te6rico politico del ataque frontal en un petiodo en el que éste es s6lo causa de derrota2 Sélo indirectamente* este paso en la Ciencia politica esta vineulado al producido en el campo militar, aunque * Bn el manusrito una varionteIntetincal: "mediatamente”. 105 57 bis ciertamente un vneulo existe es esencial. La guerra de pesciones exige fnoames sactlelos a macas iamensas de poblasgn; por eso es necesaia ‘ng eoneniracioninaudta de Te hegemonia por lo tanto we forma de gobiemo més “intervencionista", que mis ablertamente tome in ofensiva 58 ona losopesitores | onganice permanentsmente la imposibiigad™ de dlagregaion itera: contoles de todo tipo, pollisos, administrative, ‘lera, reforzamieato de las *posicones” hegemGnics det grupo dominan- te, etestere. Todo eso indica que se ha enttado en una fase euimnante de In’ Siuscin polttso-histrea, Porgue en i polien ln "guerra posico- nee, una ver panads, cx Geitve detinisvamente,O sea, quo en a pol tic Subsite guerra de movimlentos mientas stata de conguittar po- sicones no decsivas y por lo tanto no son movliados todos los recuios ola hegemoniay del Bvado, pero cuando, por una tora rain ests po- Selones‘han perdido su valor slo las que son dekvas Henen porta Gla, enfonoes e pasa a la gueza de ascdio,compleja, dif en la que se txigen cualidades excepcionales de paciencia y de esp inventive. im politica el asedio es reiproco, no obviante todas las aparencias, y el solo hecho de que cl dominador deba desplegar todos sus recwos demves- tract eeu que hace del adverse. §.<139>. Conflicto entre el Estado y la Iglesia como categoria eterna historica. Ex. a este proposito el capiuslo correspondiente de Croce en stu libro sobre la politica." Podris afadirse que, en cierto sentido, el conllicto centre “Fstado ¢ Iglesia” simboliza el contlicio entre todo sistema de ideas cristalizadas, que representan una fase do la historia pasada, y las necesi- ddades précticas actuales. Lucha entre conservacién y revokucion, etcétera, entre Io pensado y el nuevo pensamiento, entre lo viejo que no quiere mo- rir y lo nuevo que quiere vivir, etcétera £ <140>. Pasado y presente. El catolicismo italian. A propésito de la cuestiOn dé una posible reforma protestante en Italia, hay que sefialar el “descubrimiento” hecho en julio-agosto de 1931 (después de la encf sobre la Acciéa Catdlica),» de lo que es realmente el catolicismo para al- _gunas revistas italianas (especialmente notable cl articulo editorial de Cri- luca Fascista sobre la enciclica).* Estos catdlicos han descubierto con gran stupor y sensacién de escandalo que catolicismo es igual a “papismo”. Este descubrimiento no le debe haber dado mucho gusto al Vaticano: es ‘un protestantismo potencial, como lo es Ia aversién a toda injerencia pa- pal en la vida intema nacional y el considerar y proclamar al papado un 458 bis | “poder extranjero”. Estas consecuencias del Concordato deben de haber ido sorprendentes para los “grandes” politicos del Vaticano. 106 20 bis te dos mundos de Iv historia inl ¥ el nacimiento del pensamiento moderno, cuya titima y perfeccionada expresion filos6fica es ef materilismo histérico. La “experiencia” cintifiea os la primera célula del nuevo proceso de trabajo, de la mueva forma de unién activa entre el hombre y 1a naturaleza: el clenttico-experimentador es un “obrero", un productor industrial y agricola, no es puro pensamiento: es tambign él, icinso es el printer ejemplo de hombre que el proceso histérico ha sacado de Ia posicién de caminar can It cabeza para hacerlo camiar con Jos pics Clr, Cuaderno 11 (XVI), pp. 48-48 bis. §.<48>. EI libro de Henri De Man. En la Civilid Cattolica del 7 de septiembre de 1929, en el articulo “Per Ia pace sociale” (del padre Brucculeri), que comenta i famoso lado emitido por Ia Cangregacién del Conciio en ef conficto entre obre- ros e indusriales eatélicos de la regién Roubaix-Tourcoing, se encnestra este pa- : “EI marvismo —como demuestra De Man en sus ms bellas péginas— ha sido tua corriente materilizadora del mundo obrero actual" Esto es, las paginas de De Man son todas bella, pero algunas son més bellas todavia, (Ast puede expli- , aludiendo en el P2gazo de septiembre® de 1930 al como “deméerata eristiano”, si bien del libro no se desprende esta caracterizaciGn.)” En los fascculos de la Civilid Catiolica del 5 de cetubre y del 16 de noviembre ‘do 1929 se publica un ensayo muy difuso sobre ef libro de De Man. La obra de De Man es considerada “no obstsnte sus deficiencas, Ia ms importante ¥, smeslo incluso, genial, de cuantas haya p sta" acta el final del ensayo hay esta “impresin global si bien ha superado una ctsis de pensamiento recbazando, con geso niagnéniino, el ‘marnismo, esta todavia ttnbeante, y su inteligencia sedienta de verdad no esté ple- rnamente satsfecha, Galpea las puertas de Ta verdad, recoge algunos rayos, pero no se lanza hacia adelante para sumergise en Ta luz. Auguramos a De Man que, supe- ‘pueda ‘levarss, como el gran obispo de Tagaste (Agustin), del diving tefljo que es Ia Jey moral en ol alma, al diving infnito, a In fuente eterna- mente espléndida de todo aquello que por universo se entcnde”. fr, Cuaderno 17 (XVI, pp. 76 bie-77. $<49>. Los infelecnales. Primera cvestién: json tos intelectuales wn grupo social autSnomo, o bien cada grupo social tiene sm propin categoria de intelectin- 2 Ba gl manner: ae obr”. 5 Tecmina ayut el grupo de notaé comprendidas bajo el titulo Apuntes de filo fia, Materlaltamo e heal. Primera ten. + b 186 ‘es? El problema es complejo por las diversas formas qe fa adoptado hasta aliora 1d proceso hist6rico de formacién de las distntas categorias intelectuaes. Las mis importantes de estas formas son dos: 1] Cada grupo social, al nacer sobre Ia base original de una funcién esenciat en ‘4 mundo de la produccién econdmica, crea al mismo tiempo, orgénicamente, ua ‘© mis capas de jntelectuales que Te dan homogencidad y conciencia de su propia fimeién en el campo econémico: el empresario capitalista crea. consigo al ecouo- mista, el cienlifico de Ia economa politica. Por otrn parte, exté el hecho de ave ‘ada empresario es también un intelectual, no silo en el campo econémico en sen- “ido estrieto, sino también en otros campos, al menos en aquellos mis cereanos a ‘4 prodiceién econémica (debe ser un organizador de masas de hombres, debe ser tan organizador de It “confianza” de los ahorradores en su empresa, de los compra Sores en ss mercancias,ete6era); si no todos Tos empresaros, al menos una élite te ellos debe poseet una capacidad técnien (de orden intelectual) de orsanizador ie Ia sociedad en general, en todo su complejo organism de servicios hasta el Es: ‘ado, para tener Int condiciones més favorables a la expansién de su propio grupo, > por To menos la capacidad de clegit 2 los “dependientes” especializados en estt tetividad organizativa de las relaciones genersles externas a la entpresa Tncluso los sefiores fendales eran detentadares de una forma particular de capa- sidad: Ta militar, y es precisamente desde el momento en que la atistocracia pire ‘1 monopolio de la capacidad tGenica militar que se inieia In crisis de feudaismo. 21 Pero todo grupo social, al emerger a la historia de Ia estructura econémica, nctentta o ha encontrado, al menoe eu Ia historia vivida hasta ahora, eategorias intelseuales preexstentes, y ave aparecian més bien como representantes de wna fontinuidad histrica ininterrtmpida incluso por los mis complicados cambios de fas formas soclales y poltcas. La mir tipica de estas eategorias inteletuales es Ja de lon elesdsticos, monopolizadores durante largo tiempo de algunos servi Gales (la ideologia religiosa, Ia escuela y 1a instrucelén, ¥ en general la “teorfa”, con Teferencin a Ia ciencia, a In filosofia, s la moral, a la justici, etoéera, ademés de Ia beneficensia y Ia asisten iu feudal fueron en parte, al menos, equiparadas juridicamente con Ia aristocracis (1 cero, en Tealidad, ejercia Ia propiedad Toudal oe la cerra igual que Tus nobles y fecondmicamente era eqniparado con os nobles, pero habla por ejemplo, wna aris- focracia de la toga, ademas de la de la espada, cletera: en el patagrafo anterior, a fos economistas,nacidos con los empresarios, hay que aad los técnicos iudustriaes ¥ los cintiticos “aplicadoe”, categoria intelectual esrictamente® vinculada al grupo focal de os empresatioy,elctera), lov centficos “te6ricos", los fldsofos no eck Sidstcos,efeera. Como esias categorias sienten con “espiritu de euerpo” 1a cont finnidad’ de su calificacién inelectual (Croce se siente como ligado a Aristétles ‘mis que a Agneli,eteéeta) asf mismo aparece ex ellos una cietts autonomis del frapo social dominante y si conjunto puede aperecer como un grupo socal inde- "Bi el manuscrto Usa variante joterlineal:: “orgénicantente” 187 11 bis 12 bis pendliente con caracerstcas propias, eteétera, Segunda cuestin: scules son los limites miximos de la acepcién de “intelectual”? Fs difel encontrar un eriterio nico que caracteice igualmente a todas las diversas actividades intelactuales yal mismo tiempo Jas distinga en forma esencial de Is ‘Actividades de Tos otros agenpamientos sociales. Fl error metédico més difundi do me parece el de ther buscado esta caracteisticn esencal en To inrfaseca de 1s ‘actividad iotelectual y no, por el contrario, en ef sistema de relaciones en el que Ils (0 el agrupamiento qve la personifica) se viene a encontrar en el conjunto Be eral de las relacioaes sociales. Eq verdad: 1) El ebrero no es caracterizado espe- tificamente por el trabajo /maaval o instrumental (aparte fa consideracion de que ro existe trabajo puramente fico y que incluso Ia expresién de Taylor de “gorila amsestrado"? es una metéfora para indicar un limite en una cierta direccin: hay, fen cualquier trabajo fisea, incluso en el més mecénico y degradado un minimo de califcacién técnica, 0 sca 1in minima de actividad intelectual creadora), sino ev tal trabajo en determinadas condiciones y eu determinadas relacioues sociales. 21 Ya fue sedalado que el empresario, por st propia funcién, debe poseer en cierta me sida cierto némero de calificaciones de carécter intelectual, si bien sh figura social s halle determinada no por ellas sito por las relaciones sosiales generales que se faracterizww por Ia poriciGn del empresitio en Ja industria Una vez. hechas esas dstinciones se puede concluic por ahora: fa relactén entre fos infelectnales y Ia produccién no es inmediata, como sucede en el caso de los trupos sociales fundamentales, sino que es mediata y es mediada por dos tipos de ‘tganizacin social: a} por 1a sociedad civil, 0 sea el conjunto de organizaciones privadas de Ia sociedad, b} por el Estado. Los inelectuales tienen uaa funcién en Ja “hegemonia” que el grupo dominante ejerce en tod In sociedad y en el “domi- rio” sobre ella que se encarna en el Estado, y esta fnncién es precisamente “orga Jos jntelectnales tienen Ta faci6n de organizar Ta hegemoaia social de wn grupo y su dominio estatal, eslo es, el consenso dado por el prestizio e Ia funcién en el mundo productive y el aparato de coercién pars aquellos gru- pos que 0 “consientan” ni activa. ni pasivamente, o para aquellos anowentos de Crisis de mando y de direccién en Tot que el consenso espontineo sufre una exis De este anilisis & desprende una extensién muy grande del concepto de inteec- tues, pero sélo asi me parece posible sleanzar una aproximacién conereta a Ja realidad. ‘La mayor |dificultad para aceptar este modo de plantesr Ta evestién me. parece ve proviene de esto: que la funcién organizativa de la hegemonia social y del ‘dominio esata tiene varios erados y que entre estos grados estan aquellos poramen- te manuales ¢ instrumeniales, de orden y no de concepto, de agente y 10 de fuu- ' de oficial, etetera, pero evidentemente nada ‘mpide hacer esta distincin (enfermeros ¥ médicos en un hospital, sacristanes-bedcles y sacerdotes en una igh sia, bedeles y profesotes en una escuela, etelera) Desie el punto de vista intrinseco, a actividad intelectual puede ser distinta en srados, que en los momentos de extrema oposicién dan tna auténtica diferencia 188, caalitativa; en el grado inis elevado encontramos a Tos “ereadores” de Tas diversas Cencias, de Ia flosofi, de 1a poesia, etcétera; en el més bajo a los més hnmildes aministradores y divuteadores” de ia riquera iotelectual tradicional, pero en eon jo todas las partes se sienten solidarias, Socede incluso que tajos sienten més esta solidaridad de cuerpo y saquen de ella cierta “jactaneia” que a menido los expone a pullas y but Hay que sefialar que ex ef mundo moderno la categoria de Jos intelectusls, ast eatendido, © ha ampliado en medida inaudits, Ta forinacién de masas ha estanda- Tizado a los individuos tanto en ealifiacién téeuica como en psicologis, determi nando Jos mismos fendmenos que en todas las otras masas estandarizadas: compe- teacia individual que plantea la necesidad de Ia organizacin profesional de defenss, desocupacién, etcétera istinta posciGn de los intelectuales da tipo urbane y de tipo rural Los intelee- luales de tipo urbano estin bisicamente ligados a Ia industria; tienen Ia isa fun ca que Toe oficiales subsllernos en el ejército: ponen en relacién al empresario fan Ta masa instrumental, haciendo ejecutable ef plan de produccién establecido por estado mayor de It indusria, Los intelectuales urhanos estin muy estandarizados fn an meldia gencral, mientras que los otros intelectuales se confunden cada vez mas con el anténticn estado mayor “orpénico” de la clase industrial. Los infelectaales de tipo rural ponen en contacto a la masa eampesina con Ta aiministraciGn estatal 0 local (abogads, notaries, eteera) y por esta fonciéa tienen una mayor importancia politica: esta mediacién profesional es, de hecho, Citciimente separable de la mediacién politica, Adem: en el campo el intelectual (Gara, abogado, maestro, notario, médica, etestera) representa para el medio cam- resing un modelo social en Ie aspiracign a salir de so propia sitvaciOn para mejo- fir. El campering piensa siempre que al menos uno de sus hijos podria llegar a ser fntclectual (especialmente cura), o sea convertirse en un sefior, elevaudo el grado social de Ia familia y fciltando so vida econémica con las amistades que no po- tra dejar de tener entre otros sefiores. La actitud del campesino eon tespecto al fatelectual es de dos caras: admira Ia posicin social del intelectual y en general el empleado estatal, pero a veces finge despreciala, o sea que st adi tintiva esta entreverada de elementos de cavidia y de rabia apasionada. No se com- Frende nada de los campesinos si no se considera esta su subordinacién efestiva a fhe inelectuales y si no se comprende qne cada avance de las masas campesi sts hasta cierto punto Vigado a los mov dos. Otro es el caso pura tos intelectuales uebanos: Tos técnicos de fabrics no ejercen ringune influencia politica sobre Ins masas instrumentales, o al menos éta es nna fase ya superada; a veces sucede pfecisamente To contrario, que 1as anasas instra- mentales, al menos a través de s0s propios intelectuales orgénicos, efereen una ix- fiueneia sobre los téenicos. TEI punto central de In cwestién sigue siendo, sin embargo, Ta distncién entre in tclechiles eitegoria orgénica de cada grupo social © intelectuales como 189 3 13 bis 4 categoria tradicional, distincién de la que sc desprende tods una serie de problemas ¥ de posbles investizaciones | histSrcas. El problensn mis interesante ex el que con- cierne al andliss del partido politico desie este punto de vista, {Qué viene a set cl partido politico urbano en lo que toca al problema de los intelectuales? Ami juicio éste puede considerarse precsamente como el mecanismo que en la sociedad civil cumple la misma funcién que cumple el Estado en mayor medida en 1a $0: muchas nolus escritas en forma dispersa ‘en Ton divervos evadernos.+ En el desarrollo de los intelectuales europeos se observan muchas diferencias en- tue maciGn y nacién; sefalaré las més notable, que deberin ser profundizadas (pot Jo demas todas las afirmaciones conlenidas en esta nota deben coosiderarse simmple- mente como apuntes ¥ ayudas para la memoria, gue deben ser controlados ¥ pro- fandizados). 1] Para Talia el hecho central es presisameute la fanciéa internacional o cosmo- polita de sus intelectuales que es causa y efecto del estado de disgregacién en que ermanesié la peninsula desde la eatda del Imperio romano hasta 1870, 2] Francia da un tipo logrado do desarrollo arménico de todas las energias na- cionales y especialmente de kas categorias inteletuales: cuando, en 1789, un nuevo ‘agrupamiento, social aflora policamente a la histori, és esti completamente tuipade para todas sus fonciones sociales y de ahi la lucha por el dominio tota! Ta nacién, sin Megar compromisos evenciales con las viel: clases, incluso sibotdinéndoselas, Las primeras célolas intelectuales del mvevo tipo nacen con las rimeras células econdmicas; la misma orgapizacién eclesistica est influida (gali- Srnismo, luchas muy precoces entre Iglesia y Estado), Esta lida consttucién in- ‘eectual expica la funcién intelectual de Francia en la segunda mitad del siglo xvn 4 durante todo et siglo x0x, funcién futernacional y cosmopotits de Iradincion.y e expansin de cardcter imperialista orginico, por To tanto muy diferente a la Fallana, de earécter inmigratorio personal y disgregado que no refluye sobre Ia base ‘acional para potenciarl sino, al contario, para hacerla. imposible. 31 Bn Rusia diversos brotes: 1a organizacién politica {comercal] es creada por Jos Normandos (Varegos). ta reliiosa por los griegos bizantinos; en un segundo tempo Tos alemanes ¥ lor franceses dan un esqueleto resistente a ta gelatina hist- viea rosa, Las fuerzas nacionales son pasivas, pero quiz por esta misma pasividad ‘nimilan tas influencias extranjeras ¢ incluso’ los mismos extranjeros, rusificindo- Ibe. En el periodo histérico més moderno ocurre el fenémeno iuverso: una élite e sente entre Ia mis activa, emprendedora y disciplinada emigra al exteanjero, tsimila la coltora de los paises més avanzados de Occidente, sin por ello perder 191 14 bis 1s

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