You are on page 1of 16

1.

INTRODUCCIÓN

La inteligencia emocional es un factor vital para que nuestras relaciones e interacciones


sean un éxito y resulten beneficiosas para todas las partes implicadas.

Puede ayudar a solucionar problemas diarios, enseña a saber gestionar las emociones y
los sentimientos, el modo de relacionarse con los demás, de afrontar situaciones y
resolver mejor los problemas cotidianos.

Entre las emociones más frecuentes en el trabajo se pueden encontrar: la satisfacción,


el entusiasmo, la confianza, la alegría, el enojo, el miedo, la decepción, la ansiedad, la
preocupación, la frustración, la culpa, la tristeza y muchas otras.

Las emociones en sí, no son ni positivas ni negativas, dependen de cómo se interpretan;


manejar las emociones no significa extinguirlas ni censurarlas, sino que implica
entenderlas, aceptarlas, regularlas y canalizarlas, dirigiendo las situaciones en beneficio
de las personas y de la organización.

Las emociones afectan al pensamiento y las acciones de las personas, por lo que la
relación de la inteligencia emocional con la salud ocupacional es básica para tornar un
ambiente más agradable de vida laboral.

2. ESTRUCTURA DE CONTENIDOS

Unidad 6: Inteligencia emocional y salud ocupacional

6.1 Definición de inteligencia emocional


6.2 Modelos de inteligencia emocional
6.3 Importancia de la inteligencia emocional en salud ocupacional

3. DESARROLLO DE CONTENIDOS.

6.1 Definición de inteligencia emocional

Algo de historia sobre la inteligencia emocional (IE).

2
3
En definitiva, el término inteligencia emocional, se refiere a la capacidad de reconocer
nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las
emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones. Describe aptitudes
complementarias, pero distintas de la inteligencia académica, sino referidas al coeficiente
intelectual (CI).

De este modo, personas de gran preparación intelectual, pero faltas de inteligencia


emocional, terminan trabajando a las órdenes de personas que tienen un CI menos, pero
mayor inteligencia emocional.

Siguiendo esta definición se puede identificar dos bloques:


• Capacidad para la auto-reflexión: identificar las propias emociones y regularlas
de forma apropiada.
• Habilidad para reconocer lo que los demás están pensando y sintiendo:
habilidades sociales, empatía, asertividad, comunicación no verbal, entre otras.

¿Qué diferencia hay entre la inteligencia emocional y el coeficiente intelectual?


Hasta hace poco tiempo el concepto de inteligencia, se entendía como coeficiente
intelectual, es decir, como aquello que miden los test de inteligencia. Lo que medía los
test eran las capacidades propias del rendimiento académico. Sin embargo, en nuestro
siglo se produjo un descrédito de los citados test, viéndose que en las pruebas estaban
influidas por factores culturales.

Una crítica muy general que se les ha hecho a los test es que no son ni lo suficientemente
válidos ni lo suficientemente fiables como para justificar su uso. Los detractores más
radicales sostienen que, aun en el mejor de los casos, los test que realmente evalúan lo
que pretenden lo hacen de una forma bastante pobre y, por tanto, no resulta adecuada
su utilización en procesos de selección, orientación o distribución de recursos. Se

4
cuestiona a los test por medir, en ocasiones, habilidades muy específicas, de alcance
muy limitado como para ser útiles para hacer predicciones significativas y a largo plazo.

Es incuestionable, además, que los test de inteligencia no miden muchas cosas que son
importantes en la actuación posterior del sujeto en el puesto laboral o educativo, lo que
limita parcialmente su capacidad predictiva.

Junto a estas críticas de carácter general, también se han cuestionado aspectos más
puntuales de los test, como el contenido y formato de sus ítems, las normas utilizadas
para la interpretación de sus puntuaciones y la interpretación misma de las puntuaciones
de los test.

Los test han sido criticados o debatidos tanto dentro como fuera del marco de la
psicología, es decir, las críticas han trascendido el ámbito de lo puramente psicométrico
y los test se han convertido en una cuestión de debate público e incluso legal.

En contraposición a este concepto de inteligencia, sale a la luz el concepto de inteligencia


emocional que comprende aptitudes como las habilidades sociales. Se pasa a tener en
cuenta el plano emocional, como el optimismo, la motivación, el autocontrol, no solo el
éxito profesional.

Con todo ello, la inteligencia emocional está en la base de muchos procesos físicos.
Existe un vínculo fisiológico entre las emociones y el sistema inmunológico, no como
entidades independientes capaces de influirse mutuamente, sino como un sistema
integrado que da origen a una nueva ciencia; la psiconeuroinmunología (estudio de las
interrelaciones mente-cuerpo y sus implicaciones clínicas)

El cultivo de una competencia emocional desarrollada y oportuna, contribuye en definitiva


a potenciar la inteligencia, entendida en sentido amplio. No hay vida mental sana, ni
siquiera a nivel de funcionamiento intelectual, en condiciones de disfunción emocional
importante.

6.2 Modelos de inteligencia emocional

En la actualidad, la IE se conceptualiza desde diversas posturas teóricas, a partir de las


cuales se han generado distintas definiciones e instrumentos de medición. En términos
generales, los modelos desarrollados de IE se han basado en tres perspectivas: las
habilidades o competencias, los comportamientos y la inteligencia.

5
A continuación, se describirán los principales modelos de la IE.

Modelo de las cuatro-fases.

Salovey y Mayer definieron la IE como: “La capacidad para identificar y traducir


correctamente los signos y eventos emocionales personales y de los otros, elaborándolos
y produciendo procesos de dirección emocional, pensamiento y comportamiento de
manera efectiva y adecuada a las metas personales y el ambiente”.

Esto se traduce en la capacidad que tienen los individuos para acceder a sus emociones
y crear una sintonización e integración entre sus experiencias. Desde esta perspectiva,
lo que se busca es identificar y controlar las emociones, pero para poder lograrlo se
tendrá que aprender la habilidad de razonar con las emociones.

El modelo que proponen, está compuesto de cuatro etapas de capacidades emocionales,


cada una de las cuales se construye sobre la base de las habilidades logradas en la fase
anterior.

6
Modelo de las competencias emocionales
Goleman por su parte, definió la IE como la capacidad para reconocer y manejar nuestros
propios sentimientos, motivarnos y monitorear nuestras relaciones.

El modelo de las competencias emocionales comprende una serie de competencias que


facilitan a las personas el manejo de las emociones, hacia uno mismo y hacia los demás.
Este modelo formula la IE en términos de una teoría del desarrollo y propone una teoría
de desempeño aplicable de manera directa al ámbito laboral y organizacional, centrado
en el pronóstico de la excelencia laboral. Por ello, esta perspectiva está considerada una
teoría mixta, basada en la cognición, personalidad, motivación, emoción, inteligencia y
neurociencia; es decir, incluye procesos psicológicos cognitivos y no cognitivos.

El autor concibe la inteligencia emocional como un conjunto de características clave para


resolver con éxito los problemas vitales entre las que destacan: la habilidad de auto-
motivarse y persistir sobre las decepciones; controlar el impulso para demorar la
gratificación; regular el humor; evitar trastornos que disminuyan las capacidades
cognitivas; mostrar empatía, y generar esperanza. Este modelo, al igual que el de Mayer
y Salovey, se ha ido perfeccionando a través del tiempo, la versión final, que se muestra
a continuación, afirma que la inteligencia emocional se integra por cuatro dimensiones
conformadas de diversas competencias:

7
Para Goleman (2000) un individuo que posee un buen nivel de inteligencia emocional no
necesariamente dominará diversas competencias emocionales, ya que el primer
concepto sólo indica la potencialidad que tiene la persona para el uso de habilidades inter
e intrapersonales como lo indica en el siguiente extracto: “Una competencia emocional
es una capacidad adquirida basada en la inteligencia emocional que da lugar a un
desempeño sobresaliente” (Goleman, 2000: 33).
Modelo de la inteligencia emocional y social
Bar-On (1997), por su parte, ha ofrecido otra definición de IE tomando como base a
Salovey y Mayer (1990). La describe como un conjunto de conocimientos y habilidades
en lo emocional y social que influyen en nuestra capacidad general para afrontar
efectivamente las demandas de nuestro medio. Dicha habilidad se basa en la capacidad
del individuo de ser consciente, comprender, controlar y expresar sus emociones de
manera efectiva.

El modelo de Bar-On, se fundamenta en las competencias, las cuales intentan explicar


cómo un individuo se relaciona con las personas que le rodean y con su medio ambiente.
Por tanto, la IE y la inteligencia social son consideradas un conjunto de factores de
interrelaciones emocionales, personales y sociales que influyen en la habilidad general
para adaptarse de manera activa a las presiones y demandas del ambiente.

El modelo de Bar-On (1997) está compuesto por cinco elementos:

8
En resumen, los modelos de inteligencia emocional sobre habilidad mental y mixta parten
de dos bases distintas de análisis. Los modelos de habilidades se centran en las
emociones y sus interacciones con el pensamiento, mientras que los mixtos alternan las
habilidades mentales con una variedad de otras características.

Teoría de las inteligencias múltiples.


Hasta ahora se ha supuesto que el conocimiento humano era unitario, y que era posible
describir en forma adecuada las personas como poseedoras de una inteligencia única y
cuantificable inteligencia.

Gardner (1995) establece que se tiene en realidad ocho tipos de inteligencia, cada una
desarrollada a un nivel particular, producto de la dotación biológica de cada uno, de su
interacción con el ambiente y de la cultura en la que se crece. No siempre las
calificaciones más altas tienen como resultado los mejores profesionales. Si la
inteligencia es una capacidad, esta se puede desarrollar, aunque no se puede negar el
componente genético. Estas potencialidades se van a desarrollar en interacción con el
ambiente, las experiencias y la educación recibida. Hasta la fecha, Howard Gardner y su
equipo de la universidad de Harvard has identificado nueve tipos distintos:

1) Lingüística: es la capacidad de usar las palabras de manera efectiva, en


forma oral o escrita. Incluye la habilidad en el uso de la sintaxis, la fonética, la
semántica y los usos pragmáticos del lenguaje (la retórica, mnemónica, la
explicación y el metalenguaje).

9
Alto nivel de esta inteligencia se ve en escritores, poetas, periodistas y
oradores, entre otros.
2) Lógico matemática: es la capacidad para usar los números de manera
efectiva y de razonar adecuadamente. Incluye la sensibilidad a los esquemas
y relaciones lógicas, las afirmaciones y las proposiciones, las funciones y otras
abstracciones relacionadas.
Alto nivel de esta inteligencia se ve en científicos, matemáticos, contadores,
ingenieros y analistas de sistemas, entre otros. Las personas que han
desarrollado esta inteligencia analizan con facilidad los problemas. Se acercan
a los cálculos numéricos, estadísticas y presupuestos con entusiasmo.
3) Cinestésica- corporal: es la capacidad para usar todo el cuerpo en la
expresión de ideas y sentimientos, y la facilidad en el uso de las manos para
transformar elementos. Incluye habilidades de coordinación, destreza,
equilibrio, flexibilidad, fuerza y velocidad, como así también la capacidad
cinestésica y la percepción de medidas y volúmenes.
Se manifiesta en atletas, bailarines, cirujanos y artesanos, entre otros. Se la
aprecia en las personas que se destacan en actividades deportivas, danza,
expresión corporal y / o en trabajos de construcciones utilizando diversos
materiales concretos. También en aquellos que son hábiles en la ejecución de
instrumentos.
4) Musical: es la capacidad de percibir, discriminar, transformar y expresar las
formas musicales. Incluye la sensibilidad al ritmo, al tono y al timbre.
Está presente en compositores, directores de orquesta, críticos musicales,
músicos y oyentes sensibles entre otros. Las personas que la evidencian se
sienten atraídos por los sonidos de la naturaleza y por todo tipo de melodías.
Disfrutan siguiendo el compás con el pie, golpeando o sacudiendo algún objeto
rítmicamente.
5) Inteligencia Espacial: es la capacidad de pensar en tres dimensiones.
Permite percibir imágenes externas e internas, recrearlas, transformarlas o
modificarlas, recorrer el espacio o hacer que los objetos lo recorran y producir
o decodificar información gráfica.
Se presenta en pilotos, marinos, escultores, pintores y arquitectos, entre otros.
Se encuentra en las personas que estudian mejor con gráficos, esquemas,
cuadros. Les gusta hacer mapas conceptuales y mentales. Entienden muy
bien planos y croquis.
6) Inteligencia Interpersonal: es la capacidad de entender a los demás e
interactuar eficazmente con ellos. Incluye la sensibilidad a expresiones
faciales, la voz, los gestos y posturas y la habilidad para responder. Se

10
encuentra presente en actores, políticos, buenos vendedores y docentes
exitosos, entre otros.
La tienen las personas que disfrutan trabajando en grupo, que son
convincentes en sus negociaciones con pares, mayores, y que entienden al
compañero.
7) Inteligencia intrapersonal consiste en el conjunto de capacidades que nos
permiten formar un modelo preciso y verídico de nosotros mismos, así como
utilizar dicho modelo para desenvolvernos de manera eficiente en la vida.
Incluye la autodisciplina, la autocomprensión y la autoestima. Se encuentra
muy desarrollada en teólogos, filósofos y psicólogos, entre otros.
La evidencian las personas que son reflexivos, de razonamiento acertado y
suelen ser consejeros de sus pares.
8) Naturalista: es la capacidad de distinguir, clasificar y utilizar elementos del
medio ambiente, objetos, animales o plantas. Tanto del ambiente urbano como
suburbano o rural. Incluye las habilidades de observación, experimentación,
reflexión y cuestionamiento del entorno.
La poseen en alto nivel la gente de campo, botánicos, cazadores, ecologistas
y paisajistas, entre otros. Se da en las personas que aman los animales, las
plantas; que reconocen y les gusta investigar características del mundo natural
y del hecho por el hombre.

Esta teoría de las inteligencias múltiples, nos presenta una comprensión más amplia del
ser humano y de las distintas formas que tiene para aprender y manifestar sus
conocimientos intelectuales y sociales.

6.3 Importancia de la inteligencia emocional en la salud ocupacional

La inteligencia emocional está en la base de muchos procesos físicos. Se puede decir


que existe un vínculo directo entre las emociones y el sistema inmunológico que pone de
manifiesto la relevancia clínica de las emociones. Existen emociones negativas y
positivas que van a perturbar de un modo u otro la salud. Si bien unas conducen a la
elevación de la tensión sanguínea, la ansiedad o la disminución de las defensas, en el
caso contrario de las emociones positivas desempeñan un conjunto de variables, que
llegan a ser tonificantes para el propio cuerpo. Cada vez son más los médicos que
reconocen la importancia de las emociones en el desarrollo de enfermedades.

Por ejemplo, el pánico y la ansiedad aumentan la tensión arterial y las venas se dilatan y
sangran más complicándose cualquier intervención quirúrgica. Para mostrar que las
emociones negativas son un factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad se
puede simplemente hablar del estrés, que provoca una elevación de la tensión

11
sanguínea, que constituye un grave factor de riesgo para las enfermedades cardíacas.
En el caso de las enfermedades infecciosas como la gripe o el resfriado y el herpes.
Nuestro sistema inmunológico suele mantenerlos a raya excepto en aquellos momentos
en los que el estrés emocional disminuye nuestras defensas. Por el contrario, los
sentimientos positivos albergan beneficios clínicos.

No se dice con ello que las emociones positivas sean curativas e inviertan el curso de
una enfermedad, pero sí pueden desempeñar un importante papel en el conjunto de
variables que afectan al curso de una enfermedad.

La mejor manera de aprovechar la inteligencia emocional no implica estar siempre


contento, sino mantener el equilibrio, sabiendo atravesar los malos momentos y salir
airoso de las situaciones sin dañarse ni dañar a los demás. Asimismo, el pesimismo tiene
su precio mientras el optimismo supone considerables ventajas. La esperanza constituye
un factor curativo que nos permite superar los retos que nos presenta la vida.

Las investigaciones sobre la relación entre las emociones y la salud han ido en aumento
a partir de la última década del siglo pasado. Cada día los estudios apoyan con más
fuerza la afirmación que sostiene que las emociones y nuestro organismo se relacionan
e interactúan entre sí desencadenando reacciones químicas que pueden alterar la
respuesta inmunitaria y el funcionamiento de los diferentes órganos y sistemas de nuestro
cuerpo a nivel físico y mental.

Las emociones positivas y negativas, incluso el estrés influye en nuestra salud. Las
emociones pueden, incluso, protegernos de las enfermedades. En el caso de las
emociones positivas como la alegría, el optimismo, la felicidad y el amor que son un
beneficio para nuestra salud nos ayudan a soportar las dificultades de una enfermedad y
facilitan su recuperación. Por otra parte, las emociones negativas, como el odio, el miedo,
la depresión, la ira, la rabia y el estrés, entre otras, bloquean nuestras defensas naturales.

No obstante, aunque las emociones pueden tener connotaciones tanto positivas como
negativas, en el caso del estrés, un cierto grado de estrés que en principio se podría
considerar como negativo, es imprescindible en nuestras vidas al potenciar capacidades
como la creatividad, el sentido positivo, la capacidad de aprendizaje y la toma de
decisiones.

También se habla cada vez más de una relación dinámica entre los procesos
emocionales que inciden en la salud de las personas teniendo en cuenta su globalidad u
holismo y entorno que se traducen en la aparición de una serie de sintomatologías a nivel
psíquico, físico e incluso conductual y de tratamientos para la recuperación de las
enfermedades.

12
• A nivel psíquico se producen cambios en el estado anímico, disminución en la
atención y concentración, en la capacidad de reflexionar, de procesar la
información y tomar decisiones, irritabilidad, cuadros de ansiedad, ataques de
pánico, depresión en incluso deseos de suicidio.

• A nivel físico se pueden presentar trastornos del sistema cardiovascular (aumento


de la frecuencia cardiaca, arritmias, hipertensión arterial, etc.), del aparato
respiratorio (alergia, asma), patologías músculo-esqueléticas (dolores musculares
y articulares), de la piel (prurito, eccema), trastornos gástricos (úlcera, colitis, colon
irritable) y del sistema inmunológico (gripe, catarro, bronquitis), etc.

• A nivel conductual se pueden producir fallos en la comunicación, deterioro de las


relaciones interpersonales, excesos en la conducta alimentaria, consumo excesivo
de ciertos fármacos (ansiolíticos, analgésicos), incremento en la ingesta de alcohol
y del hábito de fumar, entre otros.

El autoconocimiento es una de las estrategias de afrontamiento fundamentales para


armonizar las emociones y establecer prácticas saludables que mejoren la calidad de
vida y la salud de las personas que las practican. El conocimiento de uno mismo permite,
sin duda, más posibilidades de controlar y autogestionar las emociones para poder
incorporar cambios conductuales. Se trata, en suma, de aprender a escuchar a nuestro
organismo, aprender a sentir y a interpretar la información interior.

En definitiva, mientras que las emociones positivas, son un beneficio para nuestra salud,
mejoran nuestro sistema inmunitario y calidad de vida e incluso facilitan la recuperación
de las enfermedades, las emociones negativas influyen negativamente en nuestra salud
al hacernos más vulnerables a padecer enfermedades, como, por ejemplo, enfermedades
degenerativas cerebrales como, el Alzheimer, hipertensión arterial, cardiopatías e incluso
el cáncer.

¿Cuáles son algunos de los beneficios? ¿Por qué la inteligencia emocional es importante
para las personas?

1. Mejora el autoconocimiento y la toma de decisiones


El autoconocimiento tiene un efecto positivo sobre la autoestima y sobre la
confianza en uno mismo en distintas situaciones cotidianas. También permite que
las personas evalúen su sistema de valores y sus creencias, ayuda a detectar los
puntos fuertes y débiles para poder mejorar y es necesario para tomar mejores
decisiones en la vida.

13
Un aspecto que forma parte de la inteligencia emocional es el autoconocimiento.
Por tanto, mejorar la inteligencia emocional es mejorar en autoconocimiento.

2. Mejora el rendimiento laboral


La inteligencia emocional aplicada al trabajo es sumamente útil en distintos
aspectos. Por ejemplo, mejora la productividad de los empleados, mejora la salud
laboral, mejora el servicio de atención al cliente, etc.

3. Protege y evita el estrés


La correcta gestión emocional es tan importante para proteger el estrés como
para no provocarlo. Imagina una situación laboral en la que la falta de empatía y
la mala regulación de las propias emociones provoca discusiones continuas con
tu jefe o un compañero de trabajo. A la larga estas discusiones pueden generar un
mal ambiente de trabajo, y, como consecuencia, un entorno estresante.
Ahora imagina que tú eres el jefe, y que la mala gestión emocional te convierte en
una persona poco tolerante. Está claro que tus subordinados van a sufrir por tu
descontrol emocional, lo que puede convertirse en un estresor para los
trabajadores que diriges. Por eso es importante gozar de un entorno con
inteligencia emocional, para protegernos del desgaste del día a día laboral.

4. Mejora las relaciones interpersonales


Volviendo al punto anterior, el ejemplo muestra que la inteligencia emocional es
determinante para mantener unas relaciones interpersonales sanas. Conocer y
entender tus propias emociones y la de las demás te ayuda a llevar mejor los
conflictos, algo que puede ser inevitable cuando se convive con otras personas.
Además, recuerda que las relaciones de pareja suelen ser una negociación
constante, y mantener el equilibrio emocional en esas situaciones que fácilmente
pueden irse de las manos suele evitar mucho dolor y malos entendidos.

5. Favorece el desarrollo personal


La inteligencia emocional y el desarrollo personal van de la mano. De hecho,
los coachs, es decir los expertos en desarrollo personal, aportan herramientas de
inteligencia emocional a los coaches, pues el desarrollo personal de un individuo
no puede entenderse sin el correcto autoconocimiento y la gestión de las propias
emociones.

6. Otorga capacidad de influencia y liderazgo


La inteligencia emocional es una competencia imprescindible de los líderes. El
propio autocontrol emocional del líder o el saber entender a los demás son una
buena demostración de las habilidades de liderazgo.

14
De hecho muchos líderes carismáticos, los que poseen una inteligencia emocional
elevada, como por ejemplo el líder transformacional, han demostrado ser los
líderes más eficientes en muchas investigaciones, pues motivan y aumentan la
productividad y la eficiencia del grupo

7. Favorece el bienestar psicológico


En los últimos años está creciendo el interés por la inteligencia emocional gracias
a los beneficios que aporta para el bienestar psicológico. Muchas patologías de la
actualidad tienen que ver con la correcta gestión emocional, y por eso, se aplica
como método terapéutico.
Ahora bien, no solamente se emplea con las personas adultas, sino que en muchos
colegios se educa con inteligencia emocional, pues los centros educativos cada
vez son más conscientes de la importancia que la IE tiene para la salud emocional
de los alumnos.

8. Reduce la ansiedad y ayuda a superar la depresión:

Muchas personas padecen ansiedad por culpa de una evaluación negativa de la


realidad o por un control incorrecto de las emociones, y la inteligencia emocional
puede ayudar a prevenir los síntomas ansiosos.

9. Aumenta la motivación y ayuda a alcanzar las metas


Varios estudios han demostrado que la inteligencia emocional es sumamente
importante a la hora de conseguir nuestros objetivos, y, de hecho, los coaches lo
utilizan para motivar a sus clientes.
La inteligencia emocional nos protege en situaciones difíciles, porque el
autoconocimiento nos puede mantener a flote incluso cuando se quiere abandonar
o tirar la toalla. Por ejemplo, si se detecta y se sabe que los sentimientos de
frustración son parte de la vida, es posible que se siga adelante, aunque no todo
haya salido como se deseaba.

10. Ayuda a dormir mejor


La mejora del bienestar y el equilibrio emocional es positivo para poder conciliar
el sueño. Es habitual que la mala gestión de las emociones nos provoque ansiedad
y nos genere problemas para el día a día. Todo esto es negativo para nuestra
salud psíquica y física, e influye en nuestro sueño.
Gestionando nuestras emociones de la manera adecuada, aceptando nuestras
emociones negativas, entendiendo las emociones de los demás y regulando
nuestro comportamiento, es clave para tener un sueño plácido y una vida sin
grandes altibajos.

15
4. GLOSARIO.
Inteligencia emocional: capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los
ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones, en nosotros mismos y en
nuestras relaciones.

Capacidad para la auto-reflexión: identificar las propias emociones y regularlas de


forma apropiada.

Coeficiente intelectual: aquello que miden los test de inteligencia

Habilidad para reconocer lo que los demás están pensando y sintiendo: habilidades
sociales, empatía, asertividad, comunicación no verbal, entre otras

5. RECURSOS BIBLIOGRÁFICOS.
Cifre Gallegos, Eva; Vera Perea María, Signani Fulvia, 2015, Género, salud y trabajo,
Aproximaciones desde una perspectiva multidisciplinar, Editorial Pirámide
Recuperado de:
https://www.researchgate.net/publication/281556774_Psicologia_de_la_Salud_Ocupaci
onal_Emociones_y_Genero

Fragoso Luzuriaga, Rocío, Inteligencia emocional y competencias emocionales en


educación superior, ¿un mismo concepto? Revista Iberoamericana de Educación
Superior, vol. VI, núm. 16, 2015, pp. 110-125 Instituto de Investigaciones sobre la
Universidad y la Educación Distrito Federal, México

Sánchez C Palomo, García María, Gómez Magdalena, 2016, Bienestar emocional,


Editorial Dykinson
https://ebookcentral.proquest.com/lib/autonomadelnorestesp/reader.action?docID=4675
926&query=inteligencia+emocional

Fotografía de portada designed by freepik

16

You might also like