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Aspectos psicológicos e investigación

El sueño de la esposa del pescador, obra de Katsushika Hokusai.

Pastor penetrando a una cabra. Litografía de Édouard-Henri Avril.

El manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM IV) diagnostica la Zoofilia
como F65.9 parafilia no especificada [302.9].16 Investigaciones médicas indican que algunos
zoófilos sólo son atraídos a una especie específica; otros son atraídos a varias especies (que
pueden o no incluir los seres humanos), y algunos zoófilos no sienten atracción por los seres
humanos en general.4

Una de las principales críticas hacia la zoofilia es que la actividad de bestialismo es dañina para los
animales y necesariamente abusiva.17 Los animales podrían ser traumatizados incluso por un
enfoque no violento y sexual de un ser humano.17 Además, según la Coordinadora de
Profesionales por la Prevención de Abusos (CoPPA), varios informes sobre experimentos realizados
con presos concluyeron los individuos que llevan a cabo actos de zoofilia eventualmente varían de
un tipo de abuso sexual a otro, de forma que podría ser similar el riesgo de que agredan
sexualmente a un animal a que lo hagan con un humano.18

Sin embargo la bestialidad no abusiva puede ser recíprocamente placentera tanto para el humano
como para el animal. Los defensores de la zoofilia dicen que la misma no constituye maltrato
animal ya que ellos raras veces hieren físicamente a los animales al realizar estas prácticas.19 De
hecho aducen que en ciertos casos el animal puede disfrutar con la práctica.20 También se ha
determinado que especies (como los delfines21) se sienten atraídos por individuos de otras y
algunos animales incluso pueden sentirse dispuestos a mantener relaciones sexuales con
humanos.22 Así mismo, el hecho de que los animales no puedan dar su consentimiento podría ser
irrelevante ya que esto no impide que otras prácticas (como la experimentación con animales, la
castración, etc.) se realicen sin consentimiento del animal.23

Por otro lado se argumenta que el hecho de que estas prácticas no estén legalizadas o estén
penalizadas atentan contra los derechos constitucionales de los zoófilos por ejemplo el derecho a
la igualdad ante la ley. El hecho de que se considere incorrecto o moralmente desaprobable a la
zoofilia es debido a la creencia de que la especie humana es superior a las demás, lo que para los
defensores de estas prácticas es consecuencia de un especismo y un antropocentrismo
irracionales existentes en la sociedad.24

Estatus legal
Artículos principales: Legislación sobre la zoofilia por país y Legislación sobre la zoofilia en Estados
Unidos.

Los actos de bestialismo son considerados ilegales en muchas legislaciones, mientras que en otras
no se hace referencia directa al bestialismo (únicamente se remarca como delito el abuso de
animales). En muchos países las leyes no estipulan si las relaciones sexuales con animales son
implícitamente abusivas o un maltrato. Ello provoca que el bestialismo no esté claramente
contemplado en sus legislaciones.2526

Zoofilia y salud

El contacto sexual con animales está asociado a varios riesgos para la salud, como infecciones,
lesiones y reacciones alérgicas. Las infecciones que pueden transmitirse al ser humano a partir de
los animales se denominan zoonosis. La mayoría se transmiten por contacto casual,27 o vectores,
pero pueden contagiarse fácilmente por actividades que implican contacto con fluidos vaginales,
orina, saliva, las heces y sangre de animales, y facilitados por mordeduras o arañazos.28

Algunos riesgos para la salud incluyen brucelosis, leptospirosis, fiebre Q, rabia y


campilobacteriosis.29

Aunque hay sospechas que relacionarían la zoofilia con un riesgo incrementado de padecer
tumores cancerosos en el pene, la evidencia no pasa de ser anecdótica y basada en estudios
locales.30

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