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Nombre del

Establecimiento
Instituto Técnico Privado Mixto Mariano Gálvez

Dirección del
Establecimiento
11 Calle 1-05 zona 3 Barrio San Francisco, Coatepeque.

Asesora
Lucresia Cayax

Tem
a
Proyecto de la participacion ciudadana como factor de re silencias en el sector de educacion ante
los efectos de la pandemia

SUBTEMA:

La educación en tiempos de la
pandemia

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a
6to pedito en mecanica

Curs
o
seminario
Eferson Barrios.

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INDICE

Fecha
11 de Marzo de /2022
INTRODUCCION

La pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha provocado una crisis


sin precedentes en todos los ámbitos. En la esfera de la educación, esta
emergencia ha dado lugar al cierre masivo de las actividades presenciales de
instituciones educativas en más de 190 países con el fin de evitar la propagación
del virus y mitigar su impacto.

En el ámbito educativo, gran parte de las medidas que los países de la región han
adoptado ante la crisis se relacionan con la suspensión de las clases presenciales
en todos los niveles, lo que ha dado origen a tres campos de acción principales: el
despliegue de modalidades de aprendizaje a distancia, mediante la utilización de
una diversidad de formatos y plataformas (con o sin uso de tecnología); el apoyo y
la movilización del personal y las comunidades educativas, y la atención a la salud
y el bienestar integral de las y los estudiantes.
El objetivo de este documento es visibilizar la diversidad de consecuencias que
estas medidas tendrán sobre las comunidades educativas a corto y mediano
plazo, así como plantear las principales recomendaciones para sobrellevar el
impacto de la mejor manera posible, proyectando oportunidades para el
aprendizaje y la innovación en la educación posterior a la pandemia.

También como la comunidad educativa de esta comunidad se adecuado a los


diversos sistemas de educación tomando en cuenta de nadie estaba preparado
para este tal evento.
B. Justificación

La pandemia de COVID-19 ha potenciado la dependencia de las tecnologías


conectadas y ha sumergido aún más la educación en ecosistemas digitales.
Durante gran parte de 2020 y 2021, las computadoras y las conexiones a internet
reemplazaron temporalmente a las escuelas y determinaron si cientos de millones
de alumnos accedían a oportunidades de aprendizaje o no.

La siguiente investigación es basada en estudios del (Covid-19) sobre los


defectos que les dio a cada uno de las personas, como tales son, padres de
familia, estudiantes, maestros, licenciados, mecánicos, etc.,

Ante los casos de(Covid-19) afecto a los centros educativos, puesto de salud,
empresas y a los estudiantes, y dichos casos no sólo fueron afectados en nuestra
país, si no que en todo el mundo divido a la pandemia, más afecto en dicho caso
en los estudiantes como de tal manera sus clases fueron (virtual), utilizando
diversas plataformas en donde fueron adecuándose a la tecnología y a las
herramientas que se requerían.

Por tal motivo realizo este caso de estudia para saber cuales fueron los factores, y
en que ha influido el COVID 19. A nivel educativo en mi comunidad.
Objetivo del proyecto

Objetivo general

Determinar

Informar a las personas acerca de nuevas modalidades de estudio y avances


tecnológicos y como afecto la educación la pandemia COVID. 19. En esta
comunidad.

Objetivo especifico

 Identificar los cambios tecnológicos de estudio en las escuelas y de cómo


los maestros, padres de familia y niños se adecuaron a nuevos modelos de
dar clases.
 informar a las personas, el impacto económico, psicológico, y en la
educación que trajo la pandemia COVID. 19. En esta comunidad y a nivel
nacional.

 Organizar a grupos de personas, comités, y organizaciones que pueden


ayudar a las personas que mas lo necesiten.
Marco teórico

1.1 Participación ciudadana como factor de resiliencia en el sector


educación ante los efectos de la pandemia.

La crisis actual de Covid-19 plantea varios problemas, tanto para el desarrollo en


general como en el sector salud, y existen importantes riesgos de corrupción
durante una pandemia. A medida que la pandemia actual avanza en todo el
mundo, los donantes y las organizaciones multilaterales planean grandes
desembolsos de fondos para hacer frente a la crisis. Sin embargo, existe la
preocupación de que estos fondos se encuentren en riesgo de corrupción, lo que
afectaría seriamente los resultados de salud. Entre el conjunto de medidas
disponibles de rendición de cuentas y anticorrupción, apoyarse de organizaciones
de la sociedad civil se ha convertido en una práctica cotidiana de los donantes en
sus esfuerzos por combatir la corrupción. Hay varias formas en que la sociedad
civil puede participar en programas anticorrupción al actuar como vigilantes.

La capacidad de las iniciativas ciudadanas para proporcionar apoyo material y


fortalecer el tejido social y político que sostiene la vida no es novedad. Los
estudios de respuestas a desastres sostienen que, históricamente, ellas
reaccionan más prontamente a situaciones límites porque acumulan experiencia
en trabajo social, capacidad organizativa más flexible y conocimiento situado
sobre el territorio, sus actores, redes y dinámicas. Desde el inicio de la pandemia
de coronavirus las organizaciones de la sociedad civil desarrollaron acciones para
responder a la crisis. Así, articularon individuos, organizaciones, recursos,
conocimientos e infraestructuras para diseñar y operar soluciones a problemas
inmediatos.

Creemos que hay oportunidad para la inclusión de otros actores, en este caso
la sociedad civil, para reivindicar los derechos de acceso a la información e
investigación, y que estos pueden ayudarnos a superar la inercia institucional de la
ciencia, así como a diseñar espacios y métodos híbridos para construir soluciones
con base en la experiencia en trabajo social, la capacidad organizativa flexible y el
conocimiento que actores heterogéneos pueden brindar.  En esta línea,
compartimos cinco tipos de respuesta ciudadana a la pandemia que identificamos
a nivel regional, entre octubre de 2020 y abril de 2021.
1.1.1 Participación privada

Los tiempos que corren no han sido fáciles para nadie. La emergencia del
coronavirus ha puesto en entredicho la salud de millones y se ha llevado la vida de
cientos de miles con el sufrimiento inmenso de sus familia y seres queridos. Al
mismo tiempo el Covid-19 ha afectado de manera diferenciada a empresas,
trabajadores y emprendedores, profundizando desigualdades y exponiendo
debilidades estructurales de nuestras economías y de nuestras sociedades.
Muchas empresas se han visto afectadas por el brusco parón económico
provocado por la contracción de la oferta y de la demanda a nivel global. La gran
mayoría de negocios y emprendimientos -en casi todos los sectores productivos-
han tenido importantes caídas de sus ingresos, lo que ha dificultado el
cumplimiento de sus obligaciones salariales y financieras, impactando con
particular fuerza al sector de las pymes, que por su peso en la economía
iberoamericana es especialmente sensible. Sólo en los países de América Latina,
la CEPAL pronostica que 2,7 millones de empresas de la región -el 90% de ellas
pymes- cerrarán, con una pérdida de 8,5 millones de puestos de trabajo; ello sin
contar los empleos que se perderán las empresas que seguirán operando y la
pérdida de empleos en el sector informal. Pero al tiempo que hemos visto la cara
más dura de la pandemia sobre nuestro tejido empresarial, hemos visto, quizás
como nunca, también la cara más social y solidaria de nuestro sector privado y de
nuestra ciudadanía. Hemos visto como muchas compañías modifican sus líneas
de producción para ensamblar respiradores artificiales o construir equipos de
protección individual para salvar vidas humanas. Desde pequeñas empresas
locales hasta grandes compañías han aportado su granito de arena en estos
tiempos complejos para proteger a sus empleados, clientes y proveedores,
trabajando de forma colaborativa en el mayor desafío que ha tenido la humanidad
en décadas y quizás siglos. Contenida la pandemia, las empresas y la sociedad en
general podrán hacer de este legado de acciones solidarias la base de un nuevo
contrato social. Para ello, debemos establecer una nueva conversación entre el
Estado, la Sociedad y el sector Privado. Las empresas deberán asumir una
responsabilidad más amplia con su entorno, con el medio ambiente y con la
sociedad. Y junto con el sector público y la sociedad civil deberán construir
puentes de confianza y una nueva visión de lo público en la que el trabajo
propositivo y participativo sea la norma y no la excepción.
Con seguridad las empresas que salgan de esta crisis serán distintas a las que
teníamos hace tan solo algunos meses atrás. Si hay algo que ha puesto de relieve
la situación generada por el COVID-19 es la necesidad que tienen muchas
empresas de acelerar su proceso de transformación digital, garantizando una
propuesta de valor de sus productos y servicios en base a mayores dosis de
innovación, adaptabilidad y capacidad de reacción. Para lograr dar este salto, será
fundamental que la sociedad en su conjunto invierta sin miedo ni recelo en sus
empresas. El texto a continuación, que elaboramos en la Secretaría General
Iberoamericana en colaboración con el Consejo Empresarial Alianza por
Iberoamérica, es una hoja de ruta, un espacio de reflexión, pero sobre todo una
muestra de la promesa del reencuentro entre lo público y lo privado en tiempos de
pandemia. Este trabajo es el resultado de una serie de diálogos que hemos tenido
con los empresarios y empresarias de CEAPI en estos duros meses de crisis.
Diálogos en los que aprendimos sobre nuestras necesidades, pero también sobre
nuestras propuestas. Donde fuimos semilla de la Iberoamérica que queremos
cuando vuelva lo que se ha llamado una nueva normalidad que esperamos sea no
solo nueva, sino también mejor.

1.1.2 Participación social

En estos dos años de pandemia de COVID-19, hemos aprendido muchísimo sobre


resiliencia: hemos identificado lo que nos fortalece, nos da seguridad y nos
permite adaptarnos, y lo que no. Ahora, necesitamos enfocarnos en reconstruir
nuestros sistemas sociales, políticos y económicos de manera que nos empoderen
y protejan a todas y a todos. Las elecciones que hagamos hoy —cómo asignamos
nuestros recursos y cómo decidimos avanzar— tendrán consecuencias a largo
plazo, no sólo para las mujeres, las niñas y otras poblaciones vulnerables, sino
también en nuestra salud en general y en nuestra supervivencia como especie.

El mundo está atravesando una de las crisis económicas más profundas de los
últimos cien años, solo comparable con la Gran Depresión de los años treinta del
siglo pasado. Las estimaciones globales de crecimiento económico para 2020, dan
cuenta de la magnitud de la crisis potenciada por la pandemia del Covid–19 y de la
alta incertidumbre sobre sus consecuencias de largo plazo. En ese sentido, el
Fondo Monetario Internacional (FMI) tituló así su más reciente actualización de las
perspectivas de la economía mundial (junio): «una crisis como ninguna otra, una
recuperación incierta»

1.1.3 Participación política


La democracia no es tan sólo un régimen político, sino también un modo particular
de relación, entre Estado y ciudadanos y entre los propios ciudadanos, bajo un
tipo de estado de derecho que, junto con la ciudadanía política, sostiene la
ciudadanía civil y una red completa de rendición de cuentas. A esa definición del
politólogo Guillermo O'Donnell habría que agregar que ese modo particular de
relación por lo general presta servicios públicos de calidad que mejoran la calidad
de vida de los ciudadanos y generan una base de confianza de la que depende la
capacidad que los sistemas públicos tienen de responder a las emergencias.

En las vísperas de la pandemia, a inicios del 2020, de inmediato surgió la


preocupación por el colapso de los servicios de salud pública y su impacto en
grupos de población vulnerable. Luego se dejó ver una enorme preocupación por
los impactos económicos derivados de los cierres y el distanciamiento social. En
esta conversación, ha estado menos presente el debate sobre los efectos en la
democracia.

La pandemia ha puesto más presión sobre una democracia ya enferma desde


hace varios años, con efectos potencialmente graves y difíciles de revertir. Por
ello, elaboramos un listado que como los viejos marcos teóricos de criterios de
consolidación democrática, enumera algunos de sus síntomas ahora expuestos
por la pandemia, visibles en los sujetos que conforman el sistema. Detectados a
tiempo, podrían convertirse en rutas que fortalezcan el combate contra el virus y
sus efectos en la economía y la gobernanza.

La pandemia ha recordado la importancia de que los gobiernos tengan capacidad


y voluntad para garantizar una de las funciones principales de la democracia:
proveer acceso libre a la información completa y pertinente. Sin esta información,
al ciudadano no le es posible planificar y prepararse adecuadamente, y queda
relegado a una posición de incertidumbre, vulnerabilidad y miedo. La información
permite a los ciudadanos proyectar escenarios más certeros de costo beneficio e
incluso acatar mejor las disposiciones de contención y las políticas públicas.

En una sociedad segregada, también se fragmentan las demandas de los grupos


de interés. Cada grupo tiende a presionar por su cuenta para que se implementen
políticas en respuesta a la crisis, sin antes haber coordinado una estrategia
coherente, consolidada y con prioridades compartidas. Esto hace que, dada la
imposibilidad del gobierno para mediar múltiples presiones con preferencias
dispares, la incidencia de los grupos de interés se haga sin transparencia, por
afinidad personal, e incluso sin consideraciones técnicas.
Al no establecer nuevas rutas para la coordinación ciudadana y, sobre todo, al
dificultar mecanismos de transparencia, se exacerba el recelo de que unos sean
excluidos mientras otros son favorecidos en el manejo de prioridades. Es decir,
existe el riesgo de un escenario opaco en las interacciones con grupos de interés
cuando los gobiernos no establecen canales suficientemente amplios de consulta
para legitimar sus decisiones.

1.2 Resilencia en tiempos de pandemia

La resiliencia en el sistema educativo significa la capacidad del sistema de incluir a


las escuelas, a las instituciones públicas, a otras instituciones educativas y a la
comunidad para poder preparar la respuesta y la recuperación del impacto de las
amenazas y reducir la posibilidad de que estas se conviertan en desastres, por lo
que debe garantizarse la seguridad del entorno escolar, de brindar oportunidades
equitativas educativas, incluso frente a desastres, y el logro de las metas
educativas, que son el poder seguir enseñando y aprendiendo a pesar de los
impactos del peligro en un ambiente de aprendizaje seguro.
El Caribe oriental es una de las regiones del mundo particularmente propensa a
los peligros, que incluye huracanes, volcanes, terremotos, deslizamientos de
tierra, inundaciones y emergencias de salud, entre otras amenazas. “En los
últimos meses hemos tenido que enfrentarnos a un brote de dengue, al COVID-19,
a la erupción del volcán La Soufriere y en julio al huracán Elsa, por lo que este ha
sido un año muy desafiante. Es por todo esto que desde el Ministerio de
Educación se planificó la estrategia sobre tres pilares, en términos del programa
de seguridad escolar: instalaciones escolares seguras, gestión y reducción del
riesgo de desastres y educación para la resiliencia”, explicó Ferdinand.
Algunas de las estrategias implementadas para el retorno a la escuela, posterior al
COVID-19, fueron la evaluación de las instalaciones edilicias para analizar que los
entornos fueran seguros; generación de estaciones para el lavado de manos,
áreas de aislamiento y sanitización; trabajo de capacitación y consciencia con el
personal de los establecimientos en términos de protocolos; asegurar la cantidad
de dispositivos electrónicos y el acceso a internet incluso en escuelas rurales;
programas de alimentación y de apoyo psicosocial para alumnos, docentes y
padres.
Finalizando la entrevista y ante la pregunta de cuál sería un consejo para los
colegas y gobiernos de la región acerca de la seguridad escolar ante emergencias
y desastres, la Dra. Idelia asegura que “la planificación es fundamental antes,
durante y después de cualquier evento a nivel escuela, a nivel de comunidad y a
nivel institucional y deben sincronizarse los planes de los distintos niveles para
que sean efectivos. También es muy importante involucrar al mayor número
posible de partes interesadas, ya sean instituciones públicas o privadas, a nivel
nacional, regional e internacional, ya que la información que se recibe de todos los
diferentes grupos de interés agrega valor a los programas. Las preguntas con la
que todos debemos empezar son ¿Qué hacemos? ¿Cómo respondemos? y
¿Cómo somos capaces de recuperarnos y avanzar?”.

La escuela constituye una segunda dimensión relevante de la resiliencia. El clima


escolar, y en especial la relación con profesores y compañeros, influye de manera
decisiva en las probabilidades de éxito académico de estudiantes que se
encuentran en situaciones de adversidad; las escuelas pueden aportar elementos
clave: equipos directivos con capacidad de liderazgo, presencia de profesores
motivados, apoyo de mentores, actividades extracurriculares, etc. También puede
ser clave la capacidad de la escuela de forjar complicidades con agentes
comunitarios y con las propias familias. La mejora de los vínculos familia-escuela
es una de las estrategias más importantes establecidas por organismos
internacionales como la Comisión Europea (2011) y la OCDE (2012) para reducir
el fracaso escolar y el abandono prematuro de los jóvenes del sistema educativo.

1.2.1 Como son las personas resilientes

El significado de resiliencia es la capacidad que tienen las personas para


recuperarse de situaciones complicadas y seguir avanzando hacia el futuro. Estas
personas se aprovechan de las dificultades o los traumas difíciles que viven para
obtener un beneficio que le permita obtener recursos útiles para el futuro.
Normalmente son personas también con grandes capacidades cognitivas.

En Ecoembes pensamos que una persona resiliente o personas resilientes como


aquellas que son capaces de afrontar situaciones adversas y de, incluso, salir
beneficiado de ellas. Las personas que encajan en esta descripción tienen mucho
camino avanzado tanto a nivel personal como profesional. Como Nelson Mandela
cuando decía «yo nunca pierdo; o gano o aprendo», las personas resilientes
muestran que pueden salir ilesos de momentos difíciles y además poner en valor
el aprendizaje de las malas experiencias.

1.2.2 Acciones dirigidas a activar en los y las estudiantes de resiliencia.


Tendemos a idealizar la niñez como una época sin problemas, pero la tierna edad
por sí sola no ofrece ninguna protección contra los daños emocionales y los
traumas que pueden enfrentar los niños. Se les puede pedir a los niños que
enfrenten problemas, como adaptarse a una nueva clase, ser intimidados por sus
compañeros o incluso al abuso en el hogar. Si sumamos a eso la incertidumbre
que forma parte del crecimiento, la infancia puede ser cualquier cosa menos una
época sin problemas. La aptitud para desarrollarse pese a estos desafíos surge de
la capacidad de resiliencia.

Desarrollar resiliencia, la capacidad para afrontar con éxito la adversidad, el


trauma, la tragedia, las amenazas o incluso fuentes importantes de estrés, puede
ayudar a manejar el estrés y los sentimientos de ansiedad e incertidumbre. Sin
embargo, que los niños sean resilientes no significa que no experimentarán
dificultades o angustia. El dolor emocional y la tristeza son comunes cuando
tenemos un trauma de importancia o una pérdida personal, o incluso cuando nos
enteramos de la pérdida o trauma de otra persona.

Los niños muy pequeños apenas acaban de aprender a caminar y hablar y es


posible que no sean capaces de expresar sus ansiedades y temores. Si bien usted
puede pensar que son demasiado pequeños para entender lo que está
sucediendo, incluso los niños muy pequeños pueden asimilar los sucesos
aterradores de las noticias o conversaciones que oyen por casualidad.

Observe en sus hijos señales de miedo y ansiedad que no puedan ser capaces de
expresar con palabras. ¿Están sus hijos demasiado dependientes y necesitan más
abrazos y besos de lo habitual? ¿Comenzaron sus hijos a hacerse pis en la cama
o chuparse el dedo después de que usted pensó que habían dejado atrás esa
conducta? Pueden estar sintiendo la presión de lo que está sucediendo en el
mundo a su alrededor. Use el juego para ayudar a sus hijos a expresar sus
temores y anímelos a usar o simular juegos para expresar lo que no pueden decir
con palabras.

Use a su familia como un manto protector para sus hijos: envuélvalos en la


estrecha relación familiar y asegúrese de que sus hijos compartan mucho tiempo
en familia. Durante las épocas de estrés y cambio, comparta más tiempo con sus
hijos jugando, leyéndoles o simplemente teniéndolos cerca.

1.3 La educación

La educación es un derecho humano, un importante motor del desarrollo y uno de


los instrumentos más eficaces para reducir la pobreza y mejorar la salud, y lograr
la igualdad de género, la paz y la estabilidad. Además de generar rendimientos
elevados y constantes en términos del ingreso, constituye el factor más importante
para garantizar la igualdad de oportunidades.

A nivel de las personas, promueve el empleo, los ingresos, la salud y la reducción


de la pobreza. A nivel mundial, los ingresos por hora aumentan un 10 % por cada
año adicional de escolarización (i). A nivel de las sociedades, contribuye al
desarrollo económico a largo plazo, promueve la innovación, fortalece las
instituciones y fomenta la cohesión social.

Los países en desarrollo han conseguido enormes avances en la tarea de lograr


que los niños asistan a clase, y la cantidad de niños escolarizados ha aumentado
en todo el mundo. Sin embargo, tal como se pone de relieve en el Informe sobre el
desarrollo mundial 2018 (i), el aprendizaje no está garantizado.

Realizar inversiones inteligentes y eficaces en la educación de las personas


resulta imprescindible para desarrollar el capital humano con el que se pondrá fin
a la pobreza extrema. Esta estrategia se centra primordialmente en la necesidad
de abordar la crisis del aprendizaje, poner fin a la pobreza de aprendizajes (i) y
ayudar a los jóvenes a adquirir las habilidades que necesitan para triunfar en el
mundo actual.

Sin embargo, la COVID-19 está causando estragos en las vidas de niños


pequeños, estudiantes y jóvenes. Las perturbaciones causadas por la pandemia
en las sociedades y las economías agravan la crisis mundial de la educación, ya
existente, y afectan a la educación de maneras sin precedentes.

Uno de las numerosos y dramáticos impactos de la pandemia es que ha


provocado la peor crisis educativa del último siglo. En abril de 2020, cuando el
cierre de escuelas registró su nivel máximo, el 94 % de los estudiantes (PDF, en
inglés) —o 1600 millones de niños— no asistía a clases en todo el mundo.

1.3.1 Ámbitos de la educación

Guatemala tiene una tasa de alfabetizaciónde 80.5%, con lo cual se ubica como
uno de los países con mayor analfabetismo en América Latina.  Esto es
consecuencia de un lento proceso de ampliación de la cobertura educativa en la
última mitad del siglo XX y es todavía una tarea pendiente en la primera década
del siglo XXI.  Un factor que puede explicar esta lenta mejora de las cifras es el
poco apoyo que recibe la educación: para 2008 se destinó apenas 3.5% del
Producto Interno Bruto –y esto a pesar de un aumento que se ha registrado en los
últimos años–, mientras que en otros países de la región se destina más del 5%
del PIB a este rubro.
 
Teniendo un panorama educativo donde aun es necesario ampliar la cobertura y
trabajar por la calidad y la equidad en educación, llama la atención que el
Latinobarómetro de 2009 señale que solamente 6.5% de las personas
entrevistadas en Guatemala respondieron estar nada satisfechas con la educación
pública guatemalteca, en comparación con 11.57% de insatisfechos en América
latina.  Noventa y tres por ciento de los guatemaltecos entrevistados por el
Latinobarómetro manifestó algún grado de satisfacción con la educación pública,
mientras que en América Latina fue 87.05%.   Este texto busca responder por qué
en Guatemala, pese a mostrar bajos indicadores educativos comparados con los
de Latinoamérica, existe una percepción social de satisfacción respecto de la
educación pública.  Para ello se describe el panorama general de la educación en
Guatemala, especialmente de primaria y secundaria.
El proceso educativo formal guatemalteco está conformado por diferentes ciclos
educativos: la preprimaria, que atiende a la población de 5 a 6 años; la primaria,
destinada a la población de 7 a 12 años; el nivel básico para adolescentes de 13 a
15 años y el nivel diversificado, de16 a 18 años. Finalizado este proceso, se
ingresa a la educación terciaria. Otro dato importante del sistema educativo
guatemalteco es que los niños que estudian preprimaria y primaria están, en su
mayoría, en escuelas públicas, pero en los niveles básico y diversificado la
mayoría de la matrícula se encuentra en instituciones privadas, debido a la poca
cobertura que existe en estos niveles en la esfera pública.
 

1.3.2 Cuales son los tipos de educación

Mientras cerca de 1.200 millones de niños en edad escolar siguen afectados por el


cierre de las escuelas y se enfrentan a la realidad de la educación a distancia en
plena pandemia de la COVID-19, UNICEF advierte de que las desigualdades
inherentes en el acceso a las herramientas y a la tecnología podrían agravar la
crisis mundial del aprendizaje.

“El acceso a la tecnología y a los materiales necesarios para seguir estudiando


mientras las escuelas permanecen cerradas es notablemente desigual. Del mismo
modo, los niños que no disponen de ayuda suficiente para estudiar en casa
apenas tienen medios que faciliten su educación. Es fundamental proporcionar
una diversidad de herramientas educativas y ampliar el acceso a internet para
cada escuela y para cada niño”, afirmó Robert Jenkins, Jefe de Educación de
UNICEF. “Antes de la COVID-19, la educación ya estaba en crisis. Ahora nos
encontramos ante una crisis educativa cada vez más profunda y que puede crear
aún más divisiones”.

Últimos datos sobre el acceso a la educación a distancia:

Internet

En 71 países de todo el mundo, menos de la mitad de la población tiene


acceso a internet. A pesar de esta disparidad, el 73% de los gobiernos de los 127
países objeto del informe están utilizando plataformas en línea para ofrecer
servicios educativos mientras las escuelas siguen cerradas. En los países de la
región de América Latina y el Caribe que fueron objeto del informe, el 90% de las
respuestas del gobierno para dar continuidad a la educación incluyen plataformas
en línea.

En la mayoría de los países de África, menos de una cuarta parte de la


población cuenta con acceso a internet.

Los datos de UNICEF relativos a 14 países revelaron que los niños en edad
escolar que disponen de acceso a internet en su hogar poseen capacidades
básicas de lectura más avanzadas que los niños que carecen de acceso.

Televisión

Si bien existen disparidades en el número de hogares que disponen de


televisión, este es el canal principal que utilizan los gobiernos para ofrecer
educación a distancia: tres de cada cuatro gobiernos de los 127 países objeto del
informe utilizan la televisión como herramienta de educación para los niños. En
más del 90% de los países de Europa y Asia Central la televisión se utiliza como
medio para proporcionar educación a distancia, mientras que en Asia Meridional
ese porcentaje asciende al 100%. En el 77% de los países de América Latina y el
Caribe se están ofreciendo programas educativos a través de los canales
nacionales de televisión.

En 40 de los 88 países de los que se dispone de datos, los niños que viven
en hogares urbanos tienen al menos el doble de probabilidades de tener una
televisión que los niños de los hogares rurales. Las mayores disparidades se
registran en África Subsahariana[8]. En las zonas rurales del Chad, tan solo en
uno de cada 100 hogares hay una televisión, frente a uno de cada tres hogares de
las zonas urbanas. En las zonas rurales de Guinea y de Mauritania, el 8% y el 7%
de los hogares cuentan con televisión, frente al 76% de los hogares de las zonas
urbanas de ambos países.
Radio

La radio es la tercera plataforma más utilizada por los gobiernos para


ofrecer educación mientras las escuelas permanecen cerradas: un 60% de los 127
países objeto del informe utilizan este método. La proporción de hogares en los
que se dispone de radio varía enormemente entre las regiones. Solo en uno de
cada cinco hogares de Asia Meridional hay una radio, frente a tres de cada cuatro
hogares de América Latina y el Caribe.

Mensajes de texto, móvil y redes sociales

Más de la mitad de los países están utilizando los mensajes de texto, el


móvil o las redes sociales como sistema alternativo para ofrecer educación: en un
74% de los países de Europa y Asia Central objeto del informe se utilizan estos
métodos. En casi la mitad de los 127 países participantes en el informe se están
proporcionando recursos en papel para llevar a casa; mientras que solo en un
11% se ofrecen visitas a domicilio.

Electricidad

Existen desigualdades notables entre los hogares más ricos y los más
pobres. Casi todas las tecnologías que se utilizan para ofrecer servicios
educativos mientras las escuelas permanecen cerradas requieren electricidad. Sin
embargo, de los 28 países de los que se dispone de datos, solo el 65% de los
hogares del quintil más pobre disponen de electricidad, frente al 98% de los
hogares del quintil más rico.

1.3.4 Escuela

El Sistema Educativo Nacional de Guatemala es el conjunto ordenado e


interrelacionado de elementos, procesos y sujetos a través de los cuales se
desarrolla la acción educativa, de acuerdo con las características, necesidades e
intereses de la realidad histórica, económica y cultural guatemalteca, según su
definición en el artículo 3 de la Ley Nacional de Educación, Decreto No. 12-91 del
Congreso de la República.

Las características con que cuenta este sistema es que debe ser participativo,
regionalizado, descentralizado y desconcentrado, según el artículo 4 de la ley
respectiva. El órgano estatal rector del sistema educativo es el Ministerio de
Educación. Según el estado de Guatemala que podrán encontrar más información
ahí.

La educación durante la época colonial en Guatemala estuvo a cargo de la Iglesia


Católica y favorecía casi exclusivamente a los hijos de los españoles y criollos. En
1597, el anciano obispo Gómez Fernández de Córdoba y Santillán autorizó la
fundación del primer centro educativo en Guatemala: el Colegio y Seminario
Tridentino de Guatemala. Para entonces otras instituciones similiares -llamadas
seminarios tridentinos o seminarios conciliares- habían tenido muchas dificultades
para establecerse: por ejemplo, el colegio tridentino de Quito había pasado a
manos de la Compañía de Jesús y ya no formaba curas seculares menos de
treinta años después de su fundación; el de Santa Fe, que fue fundado en 1586,
pasó también a los jesuitas en 1605, y el de Lima, que seguía abierto a pesar de la
oposición del cabildo y las órdenes religiosas.

1.3.5 pro social en la lucha con la pandemia en la educación.

En todo el mundo, la pandemia de Covid-19 ha llevado al cierre de escuelas. Las


naciones más pobres han tendido a adoptar medidas más estrictas, en relación
con la gravedad de sus brotes, que las naciones más ricas. Se espera que esta
tendencia continúe, ya que los países con sistemas de salud menos desarrollados
tienen que actuar con más cautela. Esto plantea las preguntas sobre qué tipo de
resultados escolares probablemente se verán más afectados y cómo les irá a los
estudiantes más vulnerables en términos de estos resultados. Las habilidades
prosociales, que conducen a “ayudar, compartir, donar, cooperar y ser voluntario”,
probablemente se encuentren entre los resultados afectados para muchos
estudiantes, y de manera desproporcionada para aquellos con un estatus
socioeconómico más bajo.

Las habilidades prosociales son importantes en tiempos de crisis de salud. Su


importancia ha sido documentada en varios contextos, incluyendo comunidades,
empresas, asociaciones de voluntarios, organizaciones políticas y escuelas.
Dentro del contexto de la pandemia de Covid-19, varios estudios muestran que la
velocidad y la eficacia del proceso de recuperación de crisis están fuertemente
influenciadas por los niveles de confianza y capital social, que están positivamente
vinculados con los comportamientos prosociales. Es más probable que
más personas prosociales sigan las recomendaciones de distanciamiento físico e
higiene, se informen sobre cómo pueden ayudar a los demás, donen para luchar
contra Covid-19 y compren una mascarilla de tela.
Las habilidades prosociales son importantes para el aprendizaje. El desarrollo de
habilidades prosociales en la escuela es un objetivo importante en sí mismo, pero
también un medio para crear un ambiente de aprendizaje positivo. Los análisis de
los datos del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) 2015,
que incluyeron una nueva evaluación de las habilidades de resolución de
problemas de colaboración de los alumnos, encontraron que los entornos
escolares de colaboración se correlacionan positivamente con los resultados de
ciencias, así como con las actitudes de los alumnos hacia la escuela. Ellos
también muestran que la relación entre el desempeño colaborativo de resolución
de problemas y el estado socioeconómico es positiva en casi todos los países /
economías que participaron en la evaluación de 2015, y que los países más ricos
tienden a tener medios más altos de puntajes de habilidades de resolución
colaborativa de problemas.

1.3.5 Los contextos de violencia; Las condiciones de vida adversa y la


educación.

La violencia como fenómeno social en diferentes formas de manifestación ha


estado presente en la historia de la humanidad; El maltrato infantil el abuso físico
psíquico o sexual la discriminación social y de género en conflicto armado el
desplazamiento forzado las masacres los atentados terroristas la inequidad las
condiciones de vida precarias y en general los contextos considerados riesgos e
insanos han suscitado el interés investigativo de los profesionales de la salud y de
las ciencias sociales y resentido encontrar los efectos negativos a nivel físico
psíquico y social proyecto de estas condiciones de vida adversas estos contextos
de vida violentos repercuten con mayor impacto en los niños, Las niñas y los
jóvenes por ser una población sensible al estado de desarrollo evolutivo en el que
se encuentra aún requieren especial cuidado y protección de adultos. Las
condiciones desfavorables presentes en los contextos de violencia son escenarios
potenciales de perdida y desigualdades aumentan el grado de vulnerabilidad
infantil y los efectos masivos sobre los mismos.

Aunque es claro que los efectos mencionados son el resultado de un entramado


social político y complejo caracterizado por privaciones como educadores es
importante recibir el rol que debe cumplir la escuela en estos contextos, sin
pretender que sea ella por si sola quien de solución a las problemáticas
mencionadas remitiéndonos a la ley 115 de 1994, es deber el estado de la
sociedad y de la familia velar por la calidad de la educación y unos de
sus fines fundamentales es el pleno desarrollo de la personalidad sin más
limitaciones que las que imponerlos derechos de los demás y el orden jurídico,
dentro de un proceso de formación integral, física, social, efectiva, ética, cívica y
además valores delictual moral espiritual, social, efectiva los humanos sin
embargo las condiciones de vidas insana y de alto riesgo producto de la pobreza y
la violencia asen que los niños, las niñas y los jóvenes asistan a la escuela
llevando consigo los conflictos sociales que le rodean.

1.3.6 Formación de docentes en la educación

La pandemia del COVID 19 salteó varios episodios de una serie cuya final era
previsible: la educación virtual u “on line”. En no más de un mes, profesores,
alumnos y las instituciones de educación superior tuvieron que anticiparse a una
modalidad de enseñanza-aprendizaje que tarde o temprano iba a llegar y en la
que muchos venían trabajando, pero que se vislumbraba para bastante más
adelante en el tiempo.
Esto requiere de ciertas prestaciones básicas para que su desarrollo pueda ser
eficiente, y cumpla a cabalidad sus objetivos Todo lo que tiene que ver con la
educación en ambientes virtuales de enseñanza-aprendizaje, tiene como insumo
fundamental la tecnología de las comunicaciones.
Conceptos tales como conectividad, penetración, velocidad de acceso, ancho de
banda, velocidad de bajada y subida, costos de conexión nos marcan nuestro nivel
tecnológico y por ende la posibilidad de desarrollo de la educación virtual. La
aceleración antes señalada, puso en evidencia algunas inequidades.
En el siguiente cuadro, se muestra la situación de las variables mencionadas en
países de América Latina y el Caribe, donde se observa la existencia de brechas
en algunos casos muy significativas, lo que condicionará la planificación de
nuestras actividades educativas en entornos virtuales y los recursos a utilizar.

1.4 La educación en tiempos de la pandemia. (COVID-19.)

La educación es un factor importante para el desarrollo de cualquier país, ya que


influye en el avance y progreso (Plan Educativo Nacional, 2020) desde el 2020 se
atravieza la pandemia Covid 19. El Ministerio de Educación propuso e implementó
estrategias educativas de acuerdo a las posibilidades de los establecimientos y de
las familias de los estudiantes, muchos fueron a través de plataformas virtuales, y
otros, por medio de chats y muchos más con guías de estudio para que los niños
realizarán las tareas y aprendieran las lecciones y el mismo proceso se devolvían
a los maestros para que tuvieran oportunidad de calificar.

Después de un proceso de investigación descriptiva con enfoque cualitativo, en


donde se entrevistó a maestros y a directores, y se logró evidenciar que la
educación a distancia no es adecuada para países en desarrollo como Guatemala,
porque no se tiene el acceso a tecnología en todos los sectores de la población. Y
que, debido a lo abrupto del cambio en el ciclo escolar 2019, el proceso de
aprendizaje de los estudiantes y las competencias requeridas por el Ministerio de
Educación, no fueron del todo logradas, de acuerdo a lo expresado por maestros y
directores.

1.4.1 Retos de la educación en tiempo de la pandemia.

La pandemia ha afectado de forma crítica las trayectorias educativas de las niñas,


niños y adolescentes de América Latina. Entrevistas realizadas mediante
videollamadas a más de 150 estudiantes, docentes y padres en ocho países de la
región (Argentina, Chile, Ecuador, Costa Rica, Honduras, México, Uruguay y la
República Bolivariana de Venezuela) durante 2020 y 2021[1], revelan los retos y
oportunidades enfrentados en la transición a la educación a distancia y en línea
durante el confinamiento. Esta situación ha traído consigo muchos desafíos para
los estudiantes en el marco de la pandemia y ha agudizado las brechas digitales y
de aprendizaje existentes. Sin embargo, también han surgido nuevas
oportunidades que deben ser tomadas en cuenta al diseñar las políticas
educativas del mundo pospandemia. Si bien es cierto que los estudiantes habrían
adquirido los conocimientos pautados en los planes de estudio con mucha más
facilidad en clases presenciales, es erróneo suponer que los jóvenes no
aprendieron nada de valor durante el año académico en pandemia.

En América Latina, la expansión de la educación secundaria ha estado


acompañada de procesos de segmentación y exclusión social. Históricamente, los
sistemas de educación secundaria asumían que las élites no necesitaban adquirir
habilidades relacionadas con la producción y distribución de bienes y servicios y
que los trabajadores manuales no requerían adquirir conocimientos vinculados con
los procesos socioeconómicos y los aspectos culturales de la sociedad
(Braslavsky, 2001). Este sistema de segmentación y exclusión social contribuyó al
mantenimiento del estatus quo y limitó las oportunidades de los sectores más
vulnerables de la sociedad (IIPE UNESCO, 2019). Aunque se han producido
avances en la expansión del acceso a la educación en las últimas décadas,
también se ha generado una mayor segmentación de los logros y de la calidad de
los servicios prestados (Acosta y otros, 2021). Esto ha perpetuado la desigualdad
entre generaciones, no porque unos tengan acceso y otros no, sino más bien
porque los individuos tienen un acceso diferenciado respecto a la calidad
educativa, así como a las oportunidades de interacción y la construcción de redes
sociales y culturales para el futuro, lo que incidirá directamente en sus
capacidades de desarrollo.

1.4.2 La vida de los niños en la escuela, en la pandemia.

La vida durante la pandemia de la COVID-19 es igualmente difícil para las madres,


los padres y los niños. La vuelta a la escuela es una fase importante y positiva,
pero seguramente ustedes y sus hijos se harán muchas preguntas al respecto.
Les ofrecemos una información actualizada sobre lo que se espera que ocurra y
cómo prestar apoyo a sus pequeños estudiantes. 

Aunque se observa un lento aumento en el número de niños que vuelven a las


aulas, más de 1.000 millones de estudiantes todavía no asisten a ellas debido al
cierre de las escuelas a nivel nacional. No obstante, más de 105 de un total de
134 países que han cerrado escuelas (78%) han anunciado una fecha para
reabrirlas. 59 de esos 105 países ya han reabierto escuelas o planean abrirlas
pronto. [A finales de agosto de 2020].

Dada la difícil situación que impera en todo el mundo y las diferencias existentes,
los países se encuentran en fases distintas con respecto a la decisión de cómo y
cuándo se deben reabrir las escuelas. Este tipo de decisiones suelen tomarlas los
gobiernos estatales o nacionales, a menudo en colaboración con las autoridades
locales. Al decidir si reabrir las escuelas, las autoridades deben considerar los
beneficios y riesgos en la educación, la salud pública y los factores
socioeconómicos, en el contexto local. El interés superior del niño será el
elemento primordial de estas decisiones. Para ello, se utilizarán los mejores datos
disponibles, pero el modo en que se realice variará de una escuela a otra. 

Es fundamental que las escuelas planifiquen con anticipación y analicen qué


medidas adicionales pueden implementar para ayudar a garantizar que los
estudiantes, maestros y otro personal estén seguros cuando regresen y que las
comunidades tengan confianza en enviar a sus estudiantes de regreso a la
escuela.

El regreso a las aulas probablemente será muy distinto a lo que tú y tu hijo


estuvieran acostumbrados antes de la crisis. Es posible que las escuelas reabran
durante un periodo de tiempo y luego deban tomar la decisión de cerrarlas de
nuevo temporalmente, dependiendo del contexto local. Debido a la situación
cambiante, las autoridades tendrán que ser flexibles y estar dispuestas a
adaptarse para garantizar la seguridad de todos los niños.

1.4.4 ¿Es seguro que mi hijo vuelva a la escuela?


Las decisiones sobre las medidas de control en las escuelas y los
cierres/aperturas de estas deben ser coherentes con las decisiones sobre otras
medidas de respuesta de distanciamiento físico y salud pública dentro de la
comunidad. Generalmente, las escuelas no se están abriendo en los países como
una acción aislada, sino como parte de una serie de acciones relacionadas con la
apertura del país, como la reapertura de fábricas, transporte público, negocios
comerciales.

Es fundamental que las escuelas planifiquen con anticipación y analicen qué


medidas adicionales pueden implementar para ayudar a garantizar que los
estudiantes, maestros y otro personal estén seguros cuando regresen y que las
comunidades tengan confianza en enviar a sus estudiantes de regreso a la
escuela.

1.4.5 ¿Qué precauciones debe tomar la escuela para evitar la propagación


del virus de la COVID-19?
Al reabrirse las escuelas, es importante tomar medidas de precaución tanto dentro
de las aulas como fuera de ellas para evitar la propagación de la COVID-19. El
propósito de este artículo es proporcionar a los maestros información y consejos
sobre:

Distanciamiento físico en la escuela

Cuidar la salud practicando la higiene de las manos

Consejos de limpieza y desinfección para el aula


Lo que se debe hacer si un estudiante parece estar enfermo

Una de las principales lecciones que ha dejado la pandemia es la importancia de


los maestros para que los niños continúen su proceso de aprendizaje. A medida
que se reabren las escuelas dependerá en gran parte de los maestros que los
niños puedan continuar su educación en un entorno seguro y saludable, y
recuperen los conocimientos y las aptitudes que pudieron haber perdido.

Como docente, conocer los hechos no solo te permitirá protegerte; también te


ayudará a proteger a tus alumnos. Mantente al día sobre la información falsa y los
mitos peligrosos que circulan sobre la COVID-19, que generan temor y llevan a
estigmatizar a las personas que han resultado contagiadas.

1.4.6 Lecciones de una pandemia: lo que aprendimos en educación para la era


post COVID-19

Hace un poco más de un año que el coronavirus fue declarado oficialmente como
pandemia por la OMS. Pasará mucho tiempo y seguiremos acordándonos de los
fallecidos, los enfermos, las secuelas que la enfermedad les ha dejado; las graves
consecuencias económicas; el impacto personal y social en bienestar y salud
mental. También se hablara mucho de educación; de los efectos catastróficos que
trajo el cierre de las escuelas y de su impacto intergeneracional. De hecho es muy
posible que dentro de unos años, la educación sea la cicatriz más profunda y
duradera que nos haya dejado el virus.

¿Qué podemos hacer para revertir esta situación? ¿Qué lecciones nos deja la
pandemia y cómo podemos aplicarlas para evitar una catástrofe educativa y
generacional?

1). La escuela es mucho que el lugar donde se aprende.

2). Cambio de paradigma

3). Las escuelas no son necesariamente el espacio de propagación del virus

4). Heterogeneidad de respuestas, heterogeneidad de experiencias educativas

5). El aprendizaje remoto es difícil

6). La edad y el nivel de autonomía del estudio son clave

7). La motivación es esencial.


1.4.7 La educación virtual.

La planificación del regreso a la escuela de una forma escalonada, conforme al


semáforo de situación de cada municipio, a la par de continuar educación en casa,
se explica como educación híbrida. Esta implica la presencialidad de los
estudiantes en algunos momentos y la continuidad de los estudios desde el hogar
en algunas jornadas.

Recientemente fue publicado el Acuerdo Ministerial 3214-2020 del MINEDUC, que


norma la modalidad de entrega educativa virtual a distancia para los centros
educativos privados, en los niveles de educación preprimaria, primaria y medio. Se
indica que ésta facilita nuevas formas de aprendizaje a través de las tecnologías
digitales.

También se menciona que implica el uso de una plataforma virtual, con un sistema
integrado que sea constantemente actualizado. Esto será clave, que el sistema
permita el desarrollo de los aprendizajes y competencias haciendo uso de
recursos digitales y audiovisuales existentes; asimismo que se aprovechen
aplicaciones que ayudan a aprender de maneras innovadoras. Se menciona el uso
de recursos digitales interactivos, lo cual contribuye al aprendizaje significativo y a
formar personas con destrezas para resolver problemas de la vida diaria.

Otro elemento que se menciona es que la educación virtual a distancia demanda


la formación dinámica y actualizada del docente. Esto parece ser el mayor desafío
de la nueva modalidad educativa, tanto para centros educativos privados como
para los de los oficiales. Actualizar a más de 200 mil profesores y directores, será
una gran tarea, que debe realizarse en alianzas. La tarea es de tal magnitud que
debe sumarse las capacidades y fortalezas de las distintas entidades formadoras,
sean universidades, organizaciones de apoyo, fundaciones y asociaciones, así
como comunidades de aprendizaje integradas en los distritos escolares.

Otra característica mencionada de la educación virtual a distancia es la


combinación de sesiones sincrónicas y asincrónicas de forma alternada. Lograrlo
requiere una mayor disponibilidad de conectividad en todas las regiones del país.
Sería muy positivo que en cualquier población del país, sea urbana o rural,
pudiesen implementarse las clases sincrónicas o en tiempo real a través de una
plataforma de comunicación, como Zoom, Meet, Teams, Google Classroom, entre
otras. Y, en complemento, ofrecer algunos recursos asincrónicos, o que pueden
accederse en cualquier momento, cuando el estudiante tiene posibilidad, pues
están guardados en alguna plataforma.
1.4.9 El grave impacto de la pandemia en la educación mundial.

 La pandemia de COVID-19 (coronavirus) representa una amenaza


para el avance de la educación en todo el mundo, ya que tiene dos
impactos significativos:

1. El cierre prácticamente universal de las escuelas de todos los niveles. 

2. La recesión económica generada por las medidas de control de la


pandemia.

 Si no se realizan esfuerzos considerables para contrarrestar estos


efectos, el cierre de escuelas provocará pérdidas de aprendizaje,
aumento de la deserción escolar y mayor desigualdad, y la crisis
económica —que afecta a los hogares— agravará el daño debido a la
reducción de la oferta y demanda educativa. Esos dos impactos tendrán,
en conjunto, un costo a largo plazo sobre el capital humano y el
bienestar.

 Sin embargo, si los países reaccionan con rapidez para lograr que el
aprendizaje no se interrumpa, pueden mitigar el daño e incluso
transformar la recuperación en una nueva oportunidad.

 Las respuestas en materia de políticas que se necesitan para alcanzar


esa meta pueden resumirse en tres etapas superpuestas:

1. Enfrentar la situación

2. Gestionar la continuidad

3. Mejorar y acelerar las actividades

 En el contexto de la implementación de estas políticas, el objetivo de los


sistemas educativos debe ser recuperarse pero no repetir lo hecho
anteriormente, dado que en muchos países la situación antes de la
pandemia ya se caracterizaba por un grado de aprendizaje demasiado
bajo, altos niveles de desigualdad y avances lentos.

 Ahora, los países tienen la oportunidad de “reconstruir en mejores


condiciones”: pueden utilizar las estrategias más eficaces de
recuperación después de una crisis como base para introducir mejoras a
largo plazo en áreas como las evaluaciones, la pedagogía, la tecnología,
el financiamiento y la participación de los padres.

1.5.2 La educación en casa

La pandemia de COVID-19 ha implementado en numerosos hábitos


también en el educativo como consecuencias a día de hoy miles de niños están
aprendiendo lejos del aula la evolución de las tecnologías de la información y la
comunicación durante los últimos años ha facilitado su rápida implementación pero
tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

La pandemia de COVID-19 en Guatemala, como en otros países, ha agravado los


problemas sociales, la educación es uno de ellos. El presidente Alejandro
Giammattei declaró el 14 de marzo el cierre de los establecimientos educativos
tanto públicos como privados.
El 31 de marzo el Mineduc inició un programa televisivo para que se pudiera dar
continuidad a clases de preprimaria, primaria y secundaria, pero no todos los
estudiantes tienen acceso a telecomunicaciones y tecnología. 
Varios docentes están impartiendo sus clases mediante las diferentes plataformas,
pero muchos otros están perdiendo su rol como profesores sólo mandado las
tareas sin explicar mayor contenido, haciendo que muchos de los estudiantes nos
sintamos preocupados y estresados ya que al final entregamos las tareas pero no
estamos aprendiendo al 100%. Algunos de los problemas son:

 Insuficiente dominio de las habilidades informáticas en los estudiantes.


 La motivación del alumno puede ser complicada. Si en la enseñanza
presencial ya es complicado poder estimular actitudes emotivas positivas
que mejoren el rendimiento académico, en la enseñanza a distancia el
problema adquiere dimensiones mayores.
 Se reducen el tipo de relaciones sociales que se establecen en las aulas
tradicionales.
 La disponibilidad de las computadoras en tiempo y espacio. Según el censo
de la población realizado en 2018 en Guatemala, el 68% no tiene acceso a
internet y el 78% no cuentan con una computadora. Solo el 16% de los
estudiantes del sector público tiene acceso a internet, lo que limita su
acceso a la formación en línea durante la crisis. 

1.5.3 Medidas educativas durante la crisis generada por la pandemia de


COVID-19.
El nuevo Informe CEPAL-UNESCO La educación en tiempos de la pandemia de
COVID-19 alerta a la comunidad internacional acerca del incremento de brechas
existentes producto de la pandemia, tanto en términos de acceso como de
equidad y calidad, situación que afectará especialmente a los más vulnerables.
La interrupción del ciclo escolar ha significado una oportunidad en materia de
adaptación e innovación de los sistemas de enseñanza, lo que puede significar
enormes avances, pero que también puede implicar una acentuación de las
brechas educativas preexistentes en la región entre estudiantes de situación más
vulnerable y aquellos más aventajados en cuanto a resultados de aprendizaje y
otros indicadores educativos, como la progresión y la permanencia en la escuela,
plantea el documento.
El informe preparado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL) y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe
(OREALC/UNESCO Santiago) resalta que la contracción de la actividad
económica que se proyecta para la región llama a poner urgente atención en la
necesidad de salvaguardar el financiamiento como una prioridad fundamental para
proteger a los sistemas educativos nacionales de la exacerbación de las
desigualdades en el acceso a la educación y la crisis de aprendizaje.

Este horizonte se hace aún más apremiante porque, de acuerdo con cifras
disponibles de la UNESCO respecto a 25 países de la región, de no ser por la
pandemia el gasto educativo habría aumentado un 3,6% de 2019 a 2020. Dada la
contracción económica, la cantidad de recursos disponibles para la educación
podría disminuir más del 9% tan solo en 2020 con consecuencias reales en el
presupuesto que podrían observarse recién en 2021.

1.5.4 Cuan preparado estaban los países para la continuidad educativa en


línea

Dado a que la mayoría de los países ha optado por la continuidad del proceso
educativo mediante recursos en línea, el uso de internet ofrece una oportunidad
única; la cantidad de recursos pedagógicos y de conocimiento disponible así como
las diferentes herramientas de comunicación proveen plataformas privilegiadas
para acercar la escuela y los procesos educativos a los hogares y a los
estudiantes en condiciones de confinamiento.

En todo el mundo, 30 países aún mantienen las escuelas cerradas por la


pandemia de la COVID-19 y la mitad de ellos se encuentran en América Latina y el
Caribe. 18 países de la región han abierto sus escuelas de manera parcial, ya sea
para un nivel educativo, para grados o años específicos o en algún estado o
municipio. A la fecha, sólo 8 países en la región tienen todas sus escuelas
abiertas.

Estas cifras alertan sobre las dificultades que enfrentan los sistemas educativos
para lograr que todos sus estudiantes retomen las clases presenciales y nos lleva
a preguntarnos: ¿están preparados? ¿cuáles son las condiciones necesarias
para una reapertura segura, exitosa y que no deje a nadie atrás?

A medida que la pandemia obligó a los países a tomar medidas drásticas como el
cierre de escuelas, varios organismos e instituciones preocupados por la
educación emitieron recomendaciones para asegurar la continuidad educativa y
planificar la reapertura de escuelas. Estas se enfocaron, entre otras, en la
infraestructura escolar, las condiciones de saneamiento e higiene, los recursos
humanos, la disponibilidad de tecnologías de la información y la comunicación y el
financiamiento. Contar con todos estos recursos en tiempo y forma es necesario
para brindar educación en cualquier contexto, pero la pandemia les ha dado un
sentido de urgencia.

El informe Reabrir las escuelas en América Latina y el Caribe: claves, desafíos y


dilemas para planificar el retorno seguro a las clases presenciales, que hoy
lanzan la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe
(OREALC/UNESCO Santiago) y la División de Educación del Banco
Interamericano de Desarrollo, se propuso analizar las condiciones estructurales de
los países de la región en la disponibilidad y distribución de estos recursos.

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