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El Pensamiento Dominicano y Su Identidad Odalis Perez
El Pensamiento Dominicano y Su Identidad Odalis Perez
Domingo
Post Grado
Doctorado en Humanidades en
Estudios Sociales y Culturales del
Caribe.
Asignatura:
Seminario IB Pensamiento Dominicano.
Profesor:
Dr. Odalis Pérez
Sustentante:
Durante la segunda década del siglo 21 el debate resurge en condiciones distintas y en medio
de otras problemáticas, aunque enmarcado por una narrativa emparentada con la de los
escritores de la generación de postguerra que se preguntaban por la “esencia” de lo
dominicano en el contexto de la mundialización cultural y la globalización económica.
Como fuente primaria se obtuvo de las cátedras impartida por el señor asesor de tesis y mono
grafico de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, como fuente secundaria se utilizó
los libros, la biblioteca digital del archivo de la nación, revista y publicaciones en internet, el
cual se puede observar en la bibliografía.
La metodología utilizada en este trabajo será el diseño instruccional el cual permite adquirir
la experiencia necesaria del aprendizaje
Argumento de base
El pensamiento dominicano constituye un espacio de reflexión que contribuye al desarrollo
de la comprensión no solo de la historia dominicana, sino que también favorece la
comprensión de las ideas que se desarrollaron en Santo Domingo vinculadas a disciplinas
científicas como la pedagogía, economía, política, antropología, sociología, filosofía,
geografía y ciencias jurídicas.
Identidad dominicana.
Antecedente del pensamiento dominicano.
¿Cómo se forjó la conciencia nacional dominicana?
Razonamiento sobre las perspectivas de pensamiento e interpretación de ideas y textos
dominicanos.
Conclusión.
Recomendaciones.
Bibliografías.
Identidad dominicana
La antropología, la sociología, la literatura y la historia posteriores a la decapitación del
tirano comenzaron a desfigurar los marcos mono culturales fijados en el imaginario social
durante un largo periodo de adoctrinamiento popular a tono con la visión de dominio
histórico de las élites. En estos discursos tomaron cuerpo aspectos de la cultura popular que
se abrieron y se presentaron como contra discursos. Así “Raza, nación e identidad” fueron los
términos en los cuáles se replanteó el asunto. Los trabajos de Hugo T. Dipp (1979), June
Rosenberg (1979), Franklin Franco (1979), Martha E. Davis (1983), Fennema y Loewenthal
(1987) son evidencias al respecto. En particular F. Franco en “Los negros, los mulatos y la
nación dominicana” y Hugo. T. Dipp “Raza en la historia de Santo Domingo” representan un
primer desmonte del discurso de la dictadura desde la historiografía.
En conexión con lo anterior, en los noventa y desde la academia se continuó la misma línea,
Zaiter (1998) asoció los marcos de identidad dominicana con el pensamiento social y con
dificultades prácticas vinculadas a la socialización: “… dificultades para reconocer los
elementos negroides han dado pie al prejuicio racial… la identidad social se construye a
través de la participación y la socialización… una sociedad como la nuestra de marcados
contrastes y diferencias sociales, la construcción de una mentalidad dominante se ha
impuesto en torno a lo dominicano y la dominicanidad” (pp. 554-555).
Los primeros esfuerzos vinieron de la mano de Antonio del Monte y Tejada, quien desde
Cuba en 1853 publicó su Historia de Santo Domingo; José Gabriel García, considerado el
padre de la historia dominicana, y su obra Compendio de la Historia de Santo Domingo,
editado en 1867; y el padre Fernando Arturo de Meriño, figura clave de la política vernácula
en la segunda mitad del siglo XIX, también en 1867 publicó Geografía Física, Política e
Histórica. Sentadas las bases historiográficas del origen y razón de ser dominicanos, fue
décadas después cuando se vislumbraron los primeros. (coordinación general de Matías
Bosch, 2016).
Como hemos ido aclarando a cerca del pensamiento dominicano podemos afirmar que se fue
construyendo debido a todas las intervenciones e invasiones que ha sido objeto nuestro país, esas
invasiones que de una manera u otra a impactado la parte intelectual, cultura, económica, social,
política, artística, y emocional del pueblo dominicano.
Con la guerra de la restauración en 1865, quien tuvo como figura principal al General Gregorio
Luperón, y un sinnúmero de restauradores que se destacaron a través de los sonetos a despertar la
conciencia nacional del pueblo dominicano, los cuales no le importaba el lugar donde se encontraban
para vociferar a viva voz, el descontentos quienes en sus versos mencionaban el rechazo a la anexión
y la opresión que estaban sujetos.
Tal es el caso del Maestro Mazzi que en una de sus estrofa podemos vislumbrar ese sentimiento
de estar dispuesto a dar la vida para volver a lograr lo que en el pasado muchos patriotas
dominicanos hicieron, independizarnos de la opresión haitiana, lo único que en este caso es
de los vil y tiranos españoles.
Pero no solo esta estrofa podemos encontrar esa identidad de querer seguir siendo libre e
independiente, en otro soneto podemos deleitarnos como ellos a través de los versos llagaban a toda la
población dominicana, hay muchos más artistas que dedicaron a concienciar a los dominicanos a
través de los versos, podemos ver Enrique Henríquez, quien escribió uno a Eugenio Perdomo las
siguientes letras.
Ya a los finales del siglo XIX con el desarrollo de los ferrocarriles y el incremento de la
industria azucarera, el auge de las migraciones el espíritu intelectual se reafirmo, ya para esta
fecha surge un nuevo representante con una nueva forma de pensar principalmente en el
ámbito educativo, Eugenio María de Hostos quien es de nacionalidad puertorriqueña, pero
adquirió y se consagro como dominicano. Sus pensamientos fueron nacionalistas y
democráticos.
Eugenio María de Hostos fue pedagogo, maestro y pionero de la escuela anti escolástica,
Creo la escuela normal con el objetivo de continuar cultivando el espíritu nacional a través de
la enseñanza, destacó la razón y la moral social, con ímpetu de enfrentar la dictadura de
Ulises Hereaux en la Republica Dominicana todos estos ha servido como antecedentes para
desarrollar el pensamiento nacional Dominicano.
Luego de Hostos continua su trabajo que fue una fiel y seguidora de sus ideales Salome
Ureña de Enrique, gran poetisa y educadora dominicana, se inclinó por la corriente
positivista, fundó el instituto de Señoritas, primera escuela dominicana que permitía la
formación de mujeres como maestra normal, este hecho resultó un salto en la historia porque
de desarrollo un movimiento feminista.
También se debe de nombrar la generación de los Félix María del Monte, Félix Mota, Doña
Encarnación Echavarría Villaseca quienes escribían con un sentimiento de angustia, y las
vicisitudes que estaban pasando durante este periodo y al no poder entender como unos
tiranos preferían la separación en vez de la liberación, es decir luego de la independencia
Pedro Santana junto a un grupo de traidores a de los pensamientos de Duarte tomaron la
decisión de anexar la parte de Santo Domingo a España, porque utilizo la palabra traidores
del pensamiento de Duarte, debido a que los ideales del patricio era y es ser libre de toda
potencia extranjera, no era solo la de los haitianos por sus arraigos culturales francesas, sus
ideas es ser libre de todo dominio y opresores que solo se benefician de nuestro país y
atropellan nuestra identidad nacional.
Avanzando a nuestro proceso histórico encontramos que a llénales del siglo XIX se va a
sistematizar en nuestra realidad una corriente de pensamiento que se dedica a expresar lo
que considera características del comportamiento dominicano ya definir la sociedad
dominicana. Surge un conjunto de oraciones interpretaciones de 1o dominicano, en las que
se destaca su énfasis por lo negativo. Estas están producidas por los sectores dominantes en
la sociedad y al reproducirse dan argumentos que condicionan un sentimiento de
infravaloración, sentimiento que al ser asumido en la sociedad, considera el pueblo
dominicano en posiciones que revelan "inferioridad", con tendencias a una consideración
pesimista acerca de la sociedad y de sus perspectivas de superación como colectivo social.
Las valoraciones negativas del comportamiento social del dominicano/a y las tendencias
pesimistas que van a predominar en nuestro pensamiento social, las encamina, a principios de
este siglo, un conjunto de pensadores entre quienes se dan matizaciones y diferencias, con
términos de los señalamientos y las imágenes de lo dominicano que proyectan en nuestra
sociedad, pero manteniendo una cierta coincidencia en cuanto a destacar aspectos negativos.
Por otro, desde estas posiciones, en el pensamiento social dominicano, se asume el rechazo y
la negación de lo africano en nuestras expresiones culturales. Los pensadores más
representativos de esas posiciones son: Manuel Arturo Peña Batlle y Joaquín Balaguer,
quienes dedican análisis históricos a destacar nuestra hispanidad y a diferenciamos de lo
haitiano, asignando al pueblo haitiano una serie de valoraciones negativas.
Será a finales de la década de los 50 y a principios de los 60, cuando se plantean desde el
exilio dominicano, posiciones que van a dar expresión a un pensamiento social que, al
explicar el comportamiento del dominicano, asume referirse al proceso social del dominicano
y a cuestionar las condiciones históricas que han predominado en la sociedad dominicana.
El autor se introduce en nuestra historia y realidad social expresándolas a través de sus versos
y dice, refiriéndose a nuestra historia: (Zaiter, 1998) "Por dentro de tu noche solitaria de un
llanto de cuatrocientos años. . . frente a la vieja herida violenta de tus labios por donde gota a
gota como un oscuro río desangra tus palabras lo mismo que dos tensos bejucos enroscados
bailemos un merengue: un furioso merengue que nunca más acabe." Más adelante alude a las
características que se nos asignan:
"¿Qué somos indolentes? ¿Qué no apreciamos nada?
¿Qué únicamente amamos la botella de ron,
la hamaca en que holgazanes quemamos el
andullo del ocio en cachimbos de barro mal cocidos
¿Qué nos dio la miseria para nuestro solaz?
Puede ser, no lo niego; pero ahora, entre
tanto bailamos un merengue hasta la madrugada....
¿Qué hay muchos que aseguran
que aquí entre nosotros,
la vida tiene el mismo tamaño de un cuchillo?
¿Qué nuestra gran tragedia como país empieza
desde cuando aprendimos a tocar el bongó?....
¿Qué fuimos y que somos los mismos marrulleros,
los mismos reticentes del pasado y de siempre?
¿Qué dentro de la escala de seres humanos
hay muchos que suponen que nosotros no
vamos más allá del alcance de un plato de sancocho?
Meriño y Hostos forjaron el grupo de intelectuales liberales que presenciará el próximo siglo;
el primero formó un contingente importante en el Seminario y el Instituto Profesional,
instituciones dirigidas por él, pero sólo el segundo creará una escuela de pensamiento.
Incluso algunos de los que fueron alumnos del primero contribuyeron con el Maestro
puertorriqueño en la obra de regeneración social que propuso. 30 En realidad Hostos dio una
nueva vitalidad, con su racionalismo 81 pensamiento liberal, aunque contribuyó también a
cerrar algunas aperturas a lo popular que el viejo liberalismo conservaba por estar ligado a la
religión católica.
Durante el proceso que se extiende de 1930 al 1961, Bosch es, quizás, si no la figura política
más relevante, una de las más atrayentes. Participó activamente en el derrocamiento del
régimen trujillista. Escribió y aplicó la Constitución más democrática y revolucionaria que
conoce la historia de la República Dominicana, la de 1963. Fue presidente de la República y
uno de los primeros que se opuso a la invasión Norteamericana del 1965. Nadie mejor que él
expresó con su acción y su vida el tumultuoso momento histórico que le tocó vivir.
Ramón Blanco. Visión de una cuarta república. Discurso leído en la Provincia de Monte Plata, el 24 de junio de
2001 en: Núñez, D. Pimentel, J. y Vargas, G. (Comps). Juan Bosch: Aproximaciones a una vida ejemplar. P.
257.
¿Quién dijo qué?... ¿Qué Juan Bosch ha muerto?... ¿Eso dicen?... ¡Falso de
toda falsedad! “Si en lo que vemos, si en lo que somos, si en lo que hemos
alcanzado, si en lo que nos falta, si en lo que soñamos, si en lo que podemos ser,
si en lo que luchamos, si en todo lo que es libertad de tránsito, de expresión del
pensamiento, de trabajo; si en todo lo que es derecho ciudadano, derechos
políticos, derechos humanos, derechos constitucionales; si en cada hecho de
libre protesta, si en cada demanda reivindicativa, si en cada conjunción de
voluntades soberana está él”.
Finalmente podemos decir que el pensamiento dominicano por si solo no es un sistema para
patentar, mejor dicho este se ha venido forjando mediante una sin número de batallas de
pensadores que fueron realizadas desde los ideales independentista de Juan Pablo Duarte
hasta la actualidad con innombrables jóvenes que se están dedicando al desarrollo de este.
La lucha durante la década de los 70 del siglo XIX entre diferentes corrientes filosóficas
como son: el ´positivismo, conservadorismo, pensamientos que lo podemos encontrar a nivel
político, económico, social, intelectual, cultural, literario inclusive hasta nivel educativo y en
el lenguaje coloquial de la población dominicana.
Conclusión
Era de esperar que los hombres prudentes, los amigos de la humanidad, observadores de los
fenómenos sociales, observasen el origen, marcha y estado progresivo de la agricultura de la
común de Santo Domingo y San Pedro de Macorís, pero a mi conocimiento no está más que
uno elevara la voz contra el torrente que envuelto en prismas engañosos llevaba toda su
población a la miseria. (…) La voz que digo y la mía fueron las únicas que clamaron en el
desierto. Hemos sido vencidos, el mal está a la puerta y nadie se mueve aún.
Las valoraciones negativas del comportamiento social del ciudadano/a y las tendencias que
van a predominar en nuestro pensamiento social, las encarnan, a principios de este siglo, un
conjunto de pensadores entre quienes se dan matizaciones y carencias, en términos de los
señalamientos y las imágenes de los dominicanos que proyectan en nuestra sociedad, pero
manteniendo una cierta coincidencia en cuanto a destacar aspectos negativos. Para exponer
un análisis de este pensamiento vamos a destacar algunas de las posiciones más relevantes
que han contribuido a formar una corriente en el pensamiento social dominicano, prestando
atención a los que han hecho referencias y presentan argumentos en torno al comportamiento
de los dominicanos.
A las universidades, debiera de revisar los pensum en las universidades para iniciar a impartir
como asignatura de todas las carrera, el pensamiento dominicano se debe de incluir en todos
las casas estudios para que las nuevas generaciones conozcan como se forjo nuestra
conciencia nacional, debido a que solo se le enseña que somos dominicanos y respetemos
nuestros símbolos patrios, y la conciencia va mucho más allá que símbolos patrios.
Pues nada ha imposibilitado tanto una conversación saludable sobre el tema como el hecho de
que heredamos categorías definidoras forjadas por gente que nunca se identifica
favorablemente en el establecimiento de una visión liberadora de la identidad cultural
dominicana.
Bibliografías
AAVV: Festival de las ideas. Retrospectiva y perspectiva del pensamiento político
dominicano, Ed. Corripio, Santo Domingo, 2009.
http://agn.gob.do/index.php/servicios/item/355-biblioteca-digital