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Tema 1. El Modernismo
Tema 1. El Modernismo
La repercusión de
Rubén Darío y el Modernismo en España.
1.1. El modernismo: definición y características
DEFINICIÓN
A finales del siglo XIX se produce una gran crisis espiritual y artística. La filosofía, el arte
y la literatura reniegan de la mentalidad burguesa, centrada en la actividad económica, y de sus
modos de vida mercantilistas y pragmáticos. Se buscan una nueva espiritualidad y un arte
provocador, alejados de la vulgaridad y del sentido utilitario de la obra de arte.
Se denomina Modernismo al movimiento literario nacido en Hispanoamérica a finales
del siglo XIX y principios del XX. Fue difundido en España por el nicaragüense Rubén Darío.
Su periodo de auge fue breve y sus logros se agotaron hacia 1915, pero su importancia fue
decisiva para la evolución de la poesía española, ya que supuso una renovación total. El
Modernismo fue ante todo un movimiento poético, aunque también hay obras de novela y teatro.
En sentido amplio, el Modernismo en el mundo hispánico fue la manifestación filosófica,
religiosa, política y artística de la crisis provocada por el desarrollo de la sociedad burguesa hacia
finales del siglo XIX, que generó una nueva visión del mundo y que supuso una fuerza rebelde
enfrentada a diferentes aspectos de esta sociedad.
CARACTERISTICAS
c) Innovación métrica.
❖ Los versos: se utilizan versos antiguos, como el hexámetro grecolatino. Los preferidos
por sus posibilidades musicales son: el alejandrino, el eneasílabo, dodecasílabo y
octosílabo. También abundan los encabalgamientos. Son frecuentes las series de
endecasílabos blancos (sin rima).
❖ Las estrofas: la estrofa preferida sigue siendo el soneto. Se usan también la estrofa de pie
quebrado y la silva asonantada.
❖ La rima: se alternan la rima asonante y la consonante.
A finales del XIX y principios del XX, el Modernismo ejerció su influencia en España. En
este hecho fue determinante la segunda visita de Rubén Darío, en 1898.
El panorama literario estaba necesitado de un cambio. Sólo el intimismo de Bécquer
constituía una excepción, que se dejó sentir en el mayor subjetivismo del modernismo español.
Peculiaridades del modernismo español. ‐No todos los jóvenes siguieron ciegamente a
Rubén Darío. Los mejores poetas españoles mostraron claros síntomas de individualización;
no en vano el propio Darío había insistido en que cada poeta buscar su propio camino.
La producción poética de Rubén Darío se inicia a edad temprana con Epístolas y poemas
(1885). En estos versos amonesta a la Iglesia e incita al progreso. Además, aparecen sus dudas y
miedos y el tema del erotismo (recurrente en su poesía). En Abrojos (1887) escribe coplas
circunstanciales y en ese mismo año compone Otoñales (Rimas), en cuyos versos imita a Bécquer.
En la obra de Rubén Darío suelen señalarse tres etapas:
Primera etapa: Azul (1888):
Incluye cuentos breves (El rey burgués, La ninfa, El rubí, El velo de la reina Mab,..) y unos
pocos poemas (al héroe Caupolicán). El libro, producto de la lectura de la poesía francesa, crea
un mundo de hadas, princesas, centauros, cisnes, flores, fuentes…
El léxico poblado de objetos exóticos, exquisitez aristocrática. Se refleja el culto
parnasiano de “el arte por el arte”, y además estos poemas implican un rechazo de la
realidad burguesa en la que no quiere integrarse.
De esta obra, llena de imágenes sorprendente y adjetivos inesperados, desconcertó
sobre todo la parte escrita en prosa, más osada que el verso, pero también los ritmos
insólitos, el brillo de las palabras, el tono insolente y la sensualidad. Esta obra revela su
filiación modernista en el uso del símbolo.
Entre los símbolos preferidos por Darío, destacan el color azul y el cisne:
El azul. En palabras de Darío, el color azul era “el color del ensueño, el color del arte, un
color helénico y homérico, oceánico y firmamental”.
El cisne. En la poesía del nicaragüense, esta ave condensa ingredientes paganos y
sensuales. Es emblema de lo blanco, símbolo de la pureza, del ideal, y portento de
aristocracia. La curva de su cuello es signo misterioso de interrogación.
Segunda etapa: Prosas profanas (1896):
Obra que deslumbró tanto por sus innovaciones métricas como verbales. Constituía,
además, un signo de la alternativa fascinación y repulsa de la poesía moderna hacia la
religión tradicional.
Temas: el tema por excelencia de este poemario es el placer erótico, que no excluye el
sacrificio y la pena. Prosas profanas continúa la línea de evasión aristocrática de la realidad, y
por otro, retoma la preocupación social de la primera época. En sus versos, Darío cuestiona qué
es el arte, el placer, el amor, el paso del tiempo, la vida, la muerte, la religión, la creación poética…
Aparecen también temas españoles: la exaltación de lo andaluz en Elogio de la seguidilla
y las referencias a la épica medieval y al mundo de los cancioneros del siglo XV en Cosas del
Cid y Canciones y decires.
En este poemario, la imagen femenina adquiere diversas formas de la naturaleza: tigre,
paloma, yedra, mar, colina, …
Tercera etapa: Cantos de vida y esperanza (1905).
En esta obra, Rubén Darío manifiesta una expresión más sobria.
En el Prefacio insiste en su respeto por la aristocracia de pensamiento y por la nobleza
del arte, y en su desdén por todo lo que implica mediocridad. Se reconoce iniciador del
Modernismo.
Los temas fundamentales de Cantos de vida y esperanza son los problemas del mundo
hispánico y la reflexión existencial de la voz poética.
En España ahora no solo ve el pasado colonialista, sino un principio que puede dar unidad a
Hispanoamérica. Intenta revalidar la cultura hispánica en poemas como Un soneto a Cervantes o
Letanía de nuestro señor don Quijote. También aborda temas de civilizaciones precolombinas y
del presente americano.
Algunas composiciones expresan la situación de cansancio y amargura del poeta ante
la vida trascurrida. La reflexión estética y existencial de los versos que inician la obra (yo soy
aquel que ayer no más decía/el verso azul y la canción profana) se torna profundamente
pesimista en el poema Lo fatal, que pone fin a este poemario.
Otra obra es Poema de otoño (1910). Reflexiona sobre el erotismo y la muerte en un estilo
sencillo.
RAMÓN MARÍA DE VALLE‐INCLÁN (1866‐1936)
Debido a su afán por encontrar nuevas formas de novelar, comienza su producción cercana
a la estética modernista, pero su estilo va evolucionando, de manera que atraviesa por varias
etapas paralelas a sus cambios ideológicos.
❖ Etapa de las Sonatas. Exalta el mundo decadente desde una perspectiva nostálgica. Su
estilo es sensorial y refinado. La obra por excelencia es la tetralogía Sonatas. En general,
en su prosa modernista Valle parece asumir el principio parnasiano "del arte por el arte"
y practicar "el culto simbolista de la alusión y de la sensación". Hay una búsqueda
continua de la musicalidad al estilo de Rubén Darío y una huida consciente y continua
del realismo y el utilitarismo.
❖ Etapa entre las Sonatas y los esperpentos. Llena sus novelas de ambientes rurales y
fuertes contrastes con personajes violentos y un uso del lenguaje más rudo. Su obra
cumbre es La guerra carlista.
❖ Etapa esperpéntica. A pesar de ser mucho más conocido en el teatro, el “esperpento”
también se apodera de novelas como Tirano Banderas y El ruedo ibérico, en las que el
autor recurre a la sátira violenta para abordar temas sociales.
Temas y estilo. Podemos destacar como temas más relevantes el amor en sus inicios, visto desde
un punto de vista refinado y afrancesado; la muerte y la religión; la España rural, Galicia, con
sus leyendas y tradiciones que conviven con la brutalidad y el abuso de poder; hechos históricos
como la etapa carlista y el sinsentido de la guerra o la crítica política a la España de Isabel II.
OBRA. ‐ Las principales novelas en las que manifiesta el rechazo al realismo tradicional y
muestra su capacidad creadora son las siguientes:
o Sonatas. Tetralogía que incluye Sonata de otoño, Sonata de estío, Sonata de primavera
y Sonata de invierno. Estas obras muestran el estilo sensorial de su prosa llena de
efectos sonoros y cromáticos.
o Valle finge no ser el autor de estas obras con la intención de distanciarse del narrador.
El personaje principal, el Marqués de Bradomín, es el que escribe estas supuestas
memorias en las que narra sus aventuras amorosas.
o La guerra carlista. Trilogía compuesta por Los cruzados de la causa, El resplandor de
la hoguera y Gerifaltes de antaño. Valle‐Inclán expone una visión tradicional de
España, representada por los carlistas y enfrentada a la liberal. En estas novelas
ya se aprecia la evolución de su estética e ideología.
o Tirano Banderas. Experimentó en el género de la novela histórica que narra la caída
del dictador Santos Banderas. La obra muestra la alienación que provoca el poder y
anticipa varias novelas sobre dictadores en Hispanoamérica.
o El ruedo ibérico. Constituido por una serie de novelas históricas del periodo que
fue desde el final del reinado de Isabel II hasta la Guerra de Cuba. De la serie
inconclusa destacan dos novelas largas: La corte de los milagros y Viva mi dueño.