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Revisla de Derecho Econémico 7 EL BIEN JURIDICO PROTEGIDO EN LOS LLAMADOS DELITOS ECONOMICOS... CUNA FALSIFICACION CONCEPTUAL? Migust Soto P. ‘Ayudante 10., Facultad de Derecho Universidad de Chile 1. Dentro de loz presupuestos basicos del Derecho Pana! de un Estado Liberal, junto al principio de legalidad y al principlo de culpabilidad, un lugar de privilogio corresponde a ta teorla del bien furidico protegido, entendida en su més primigenio sentide, como un timite al “lus puntendl* (1) Efectivamente el concepto liberal del "bien Juridico protegldo, debide en cuanto tal concepto a BIRBAUM, tiene, desde FEUERBACH en adelante, como funcién fundamental el servir d limite Inamavible @ fa potestad punitiva del Estado. Atl, reconductendo el concepto a formulacién més elemental susceptible de imaginary sin pronunclamnos acerca de los criterlos que permiten darle un contenido, podramos decir, que el Estado s6lo y dnicamente podré ejercer su potestad punitiva allf donde exista un bien juridico condigno de proteccién ponal y medida esirictamente necesaria para ello y que por ende, alll donde no exista un bien Juridico que rouna tales caracteristicas, no cabe al tegisiador el recurso huelga apuntar, que nuestro concepto de blen juridico y d més cerca del propugnade por LISZT, JAGER, RUDOLPHI, ROXIN Y HASSEMER, que del propugnado por BINDING Y HONING. 2. Sin embargo, un tal planteamlento, pacifico en ta doctrina contempordnea y claramente perceptible en tas Sreax maz Importantes del derecho penal comin; se diluye y obscurece on jcacién a algunas 4reas dol derecho penal complementario particularmente en aquelias mito entre ta sancién penal (funclén del Estado) y la sancién administrativa (funcién iva), de existir, resulta muy dificil de establecer. (2) Obviamente, una tat incertidumbre no afecta s61o a esta primera funcién, politica, que la jorla del bien juridico esta amada a cumplir, sino que afecta, en igual o mayor medida, los stantes comelidos, dogmatico y sistemético, que este tlene asignados (3). Efectivamente, sino existe claridad acerca de cual sea el blen juridico protegido o s1, derechamento, este no existe; mal podria recurritse al mismo para interprelar los tlpos penales o para establecer 1 contenido material de los mismos. 4 Escuela de Derecho de la Universidad de Chile Paradigmatico de to anterior, es el Ambito de los llamados ‘dalliog econdmicos’, en relacion al cual, hasta ot presente no se logra un acuerdo en la doctrina, acerca del cuél es el objeto Juridica que 36 pretonde proteger (4) y cudles son los limites que ol mismo supone para la Imposicién de sanciones penales. Naluraimente, no oxistiondo a este respects un consenso minimo en la doctrina, fa sistematizacion y critica y, con mucho mayor raz6n, la reforma de La legislacion positiva, 36 detenvuelven con un grado de arbitrarledad muy superior al deseable. (5) 3. En definitiva, ef hablar do delitos econémicos, delltos industriales, criminalldad en los negocios, delitos socloecondmicos (6), sin que exista claridad respecto a que nos estamos: fefiriendo; implica Incurrir en una falsificacién conceptual, en cuya vittud utifizamos y pretendemos trabajar con un conceplo cuyo contenido y lites nos son, en gran parte, desconocldos. 4. Tal falsificacion conceptual, y los problemas que la misma trae aparejados, no 36 superan por ol moro expediente, sugerido por muchos e Intentado por algunos, de dar a estos dolltos una objelividad furidica puramente formal; que admita multipticidad de contenidos especificos, segin sea ol modelo econémico a que se le apareje y que se sustente por ia funcién que cumpia en la metodologia de algun autor o por ef consenso que a su respecto, pueda lograrse. Yes Wuperan, porque evidentemente et mismo no poo munea cumpitr Ins funclones que et bion juridico tiene asignadas en ta moderna dogmética penal y no podré cumplir con dichas funclones, muy especialmente con Ia politica, porque en realidad con un tal proceder, no $0 ha llegado a preciear bien Juridico alguno, al cual reconducir dicho delitos, sino solo y a lo maz, so ha logrado disfrazar la referida falsificacién conceptual, haciendo de paso més gravosas sus perniciosas consecuenclas dogmiticas. (7) Paradojalmente y pontondo de manifiesto tos Inconventontos que el trabajo dogmatico encuentra en este Ambito, lo anterior, que es reconocido sin mayor disputa en otros dmbitos P. ¢}., delitos contra la vida o delitor contra la libertad sexual. donde nadie se atreveria a qulera el sistematizar sobre 1a base de un blen juridico puramente formal, s6lo es discutide en aquellos Ambitos tipicos, en que, al Igual que e} que nos ocupa, es posible sostener que nos encontramos en presencia de ‘mala quia prohibita’ o de delltos que no Jeslonan ningtin vator social; en circunstancias que es precisamente en dichos Ambitos, donde mas importante es que et bien Juridico proteglde, cumpla con su funcién de lmitar e punlondt’. 5. En presencia de una tal siluacién, a nuestro entond caminos, 0 blen, busca la forma de dotar de un contenido material al bien juridico preponderant-ments protegido por todos estos delitos; o bien, renuncia a vincularios todos Aun dnicr blen Juricico, procediendo por el contrario y cual en el hecho hace, con mayor o Menor figurosidad Jogmatica, ta mayorla de la doctrina, a establecer multiples blenes Juridicos aistintos. (8) al dogmatico s6io te restan dos 6. Enel primer sentido anotado, se ubican tos Intentos recientes de establecer as implicancias juridico penates do la llamada *Constituctén Econémica; en cuanto en olla se establecen las bases dol sistema econémico adoptado, que deben ser objeto de proteccién juridico penal. 4) Efectivamente, enta actualldad nadie nlega ta relevancia que las valoracionos constituclonalos tienen para ia teoria del blon juridico, antes, por ol contrarlo, la Constitucién se ha convertido Revista de Derecho Econémico 7 en una de las bases fundamentales para el desarrollo de dicha teoria; asl, soria a norma constitucional y los valores que ella privitegla, tos que determinarfan qué blenes jutidicos son condignos de protecclén penal, respacto de cuales una tal proteccién no puede estar nunca ausente y, en fin, en qué ambitos 2 poslble despenalizar. (10) Desde esta porspectiva, se ha sugeride olevar ala norma constitucional al papel de fundamento mismo dol derecho penal (11) y 80 ha formutado fa categoria de la. Ilamadas ‘obligaciones constitucionales de tutela". Asi, p.e}., onta reciente discusién, acerca de una eventual despenalizacion de la Intorrupelon voluntaria del embarazo, hasta la décim segunda semana del embarazo (solucién del plaza), © mediante una ampliacién de iat indieaclones que aulorizan ésta (solucion de tas Indicactonos); ta decisién ditima, stompre so ha tomado en razén y a partir de ta normativa constituctonal. (12) "Derecho Penal Econémico', lo anterior supone quo el Intérprete debe buscar uSl orden o sistema econémico armonlza mejor con las disposiciones constitucionales, qué valores fundamentales supone ol mismo y on qué medida respecto ce Jos mismos viene Impuesto, os til y/o 0s necesarlo ol recurso a tas sanciones penates; con fo cual, evidentemente, dicho orden y los valores que el mismo supone, 36 constiiuyen Precisamente en el blen Juridico protegide por estos delitos. En suma ontonces, 01 bien juridico protegido por estos dotitos, seria el orden econémico que, ato menos on s1 fundamentales, pueda entenderse que consagra la constitucién, asi esenclales para la vigencia del mismo; consecuencialmente, dicho orden Podrd variar de una constitucién a otra, segdn sea ia forma o modelo estatal que ta misma Consagre, to que no supone en modo alguno, que los delitos di Ambito tengan que tener, necesartamente, un cardcter puramente formal. Paralolamento, en la medida on que sea atingente y compatible con fo anterior, el Derecho Penal Econémico, comprenderia también aquellas normas ponalos internas, destinadas a salvaguardar to que s0 ha dado on denominar 61 ‘Orden Econémico Internacional". (13) 7. El desarrollo precedente, on teoria y en general, vélldo © Indiscutibie, ser matizado y #ujeto a algunas precisiones, para que pueda ser apiicado a los delltos del Ambito que nos ocupa. De un lado, se ha sefialado, que, en general, 1a riglda aplicacién de un tal planteamiento, puede llevar a ta Inmovilidad al legistador, dejandolo Incapacitado para responder a lor Muevos requerimientos de proteccién a que la vida moderna dlarlamente da iugar, (14) partlettarmente én el Ambito de la actividad econémica: sobre todo, #1 #6 lo apareja a una Constitucién rigida o a una practica jurisprudencial exegéticamonts restrictiva, Por ello y para el mejor cumpiimiento do ta funcién de timite que compete al bien furidico (18), se ha sugerido que ol mismo debe ser complomentado © incluso parciaimente desplazade, por una percepcién sociolégica del bien juridico protogido (18); que determine estos, a partir y en razén de las valoraciones y relaciones sociales diném} ‘expresan (17), ain a nivel constitucional. Paratolamonte, la posteién criticada, aiin cuando se la aparejo a una Conslllucién extensivay s0 la complements en la forma recién indicada, al modo que propone FIANDACA, slempre adolecerd de alguna dosis de ambigliedad ¢ Inexactitud; por cuanto y a lo més, podré entonderse que en Ja consiilucién s6 contlonen directivas programéiicas de tulela potenclalmente vinculantes cuya concrolizacién, nect Inevitablomente, corresponde al 76 Escuola de Derecho de la Universidad de Chile Jegislador. Inexactitud y ambigledad, que naturatmente se verén aumeniadas en ol ca Derecho Penal accesorio, complemontarlo, secundarlo o extravagante. (18) De otro lado, ain cuando se fogre un alto grado de precisién en torno a los blenes constituclonalmente nocesitados de tutola juridico penal o que autorizan esta; siempre quedard entregada al legistador, a determinacién de! momento en que corresponde ejercer dicha lutela y por onde, la facullad de crear delllos de peligro abstracto o presunto, de determinar Jos llamados *blonos Juridicos implicttos* y, on fin, de establecer “dolltos- obsthculo', que son aquellos que permiton la proteccién de un bien juridico constituctonal, mediante 6! otorgamiento de atutela penal, aun blon no onstituctonal, cuya lesi6n (a ulcio del leglstador) ‘sea necesaria @ Inequivocamente Idénoa para poner on peligro el constitucional. (19) Y silo anterlor es de general ocurrencla, con mucho mayor razén se dark en el caso del Namado ‘Derecho Penal Econdmico', donde los objetos de ataque y las modalldades que pr ‘de asumir ef mismo sca naturalmente varlables y donde fa Gonstiluclon no puede sino dar f+ tas muy genorales acerca del sistema econémico quo consagra (20); imiténdose a sefialar sus aspactos fundamentales. En ol hecho, ta Constituclén que muchas veces no recoge sino una soluctén de compromiso, se IImila a establecer los marcos més gonerales dentro de los cuales puede moverse of legistador (21) y, muchas veces por encima de 61, 1a autoridad gubernativa. (22) Es prosisamente, on la referida ampiiivd y pmbiquedad de Ja normativa constituctonal, on su cardctor consensual, queobliga a entregar multitud da facultades a la auloridad admintstrativa (23); donde encuentra su oxplicacién el hecho de quo en esta materia sean tan frecuentes tas Leyes Penales en Blanco (24), al punto que se ha Hlegado a sefialar su concurrencta, como una de las caracteristicas de esta clase de delitos (25). En dofinitiva, las Leyes Ponales en Blanco, no son sino fa oxpresién técnico legisiativa de los problemas antes Indicados. Més, on to que aqui nos interesa, 1a reforida caracteristica ni formal, sino también o Incluso antes, en su aspecto material; +1 1a concurrencla de una ley onal en blanco, supone una Incerlidumbre acerca de cual sea la matoria de la prohibicién, ‘supone o puede suponer también, una Incerlidumbre acerca de cual sea el bien juridico protegido, y s1 este ditimo forma parte dol tipo objetivo, ello se manifiesta también en el tipo subjelivo, en cuanto ta lesién o puosta en peligro del blen juridico debe ser abarcada por él dolo, al igual que todos los demas elementos del tipo. Ovblamente, I todo fo anterior ocurre ain en los paises desarrollados, con mucha mayor fazén los ralsmes fendmenos £e darén con mucha mayor Intentldad, en tos pafses on vias do desarrollo, que muchas veces adolecen de una crénica inestabilidad en materia de sistomas econémicos. 8, Por « a parte y mantenléndonos ain dentro do tos Iimites del esquoma en estudio, os perfectamente sostenibie, que aquellos valores, garanti incipios fundamontalos, qi consiltuyen ta bare de la Consiltucién Economic tement fesguardacos por el Derecho Penal Gomuin, sin que sea necesario rocurrir a ta creacién de nuevos \!pos penales para estos efectos, (26) sivita para ello, con tos pos clasicos de tos delitos contra ta propiedad o, mas vreciamente, contra los valores patrimoniales, contra la fe pablica, contra el Srden publico on fie, contra ta libertad individual; particularmente con tos tipos basicos de las amenazas ¥! te sucetonos, (27) Revista de Derecho Econémico 7 Mas con ello, nos hemos retrotraido nuevamente al principio de nuestra oxposicléy, en cuanto lo anterlor no es sino un reconocimiento de que no existe, o no estamos en condiciones de precisar un bien juridico distinto de aquoloe protegidos, principal o subsidiarlamente, por {os tipos de! derecho penal comin recién citados, al cual pudleran subordinarse los Hlamados delitos econémicos. Ademés, un tal planteamtonto Impiica revitalizar a vieja discusi6n, on torno a st existe o no una diferencia esenclal entre ol derecho penal comin y ol administrative; que autorizara a entender que en e] segundo no nos encontramos ex presencia de verdaderos bienes juridicos, ino s6l0 y dnicamente de Ja proteccién de normas de moro orden o roglamonto, tales come aquellas quo regulan ol transito vial. (28) La posibitidad y utilidad de hacer una tal distincién, ha recibide un impulso importante, on to que con su fundamento dice relacién, del pensamiento iberal contemporaneo mismo que construye su teorla Juridica, precisamente a partir de ta distincién entre aquelias ramas del derecho tradicionales y aquelias que no tlenen dicho caracter. (29) 9. importa sefialar desde ya, y antes de ocuparnos de ta otra via Iniclaimonte apuntada, que ain on el evento de que so arribs a la conclusion de quo ofectivamente existe un bien juridico, ‘capaz de cumplir la totalldad de los cometidos que ef mismo tlene asignados, ef cual puedan supraordenarse fa lolalidad de los llamados delitos econémicos; estaremos todavia milly lejos de poder afirmar que nos encontramos en presencia do una rama distinta del Derecho Penal, ala cual no sean apticables los principlos basicos del derecho penal comén. (30). Por et contrarlo, por to menos en et estado actuat de ta olaboracién dogmatica on relacién a estos detitos, todo aconseja Instar a que dichos principlos basicos del derecho penal comin y las garantias que 103 mismos suponen para ol cludadano, se apliquen, en todo evento, a este Ambito dolictual. Precisamente, para poner de manifiesto io anterior, es que técnica legisiativamente, se ha sugerido y en el hecho se ha Intentado inclutr estos deiitos en un Titulo dol C.P. (31); ast se postula an 61 Proyecto Alternative Aleman y en los dos Proyectos Espafioles. (32) 10. Sin embargo, seqtin se sofialé al principio de ta exposicién, resta todavia otra posibiiidad, cual es ef ocuparse primero y primardiaimente de fos especiticos blonos juridicos protegidos Por los distintos delitos o grupos de delitos que Integran este Ambite tiptco; para luego, entrar ‘a anallzar ta posible concurrencia de un blen juridico més ampito, al cual puedan raconducirse todos ellos. Y es este ol proceder, que en el hecho, Impiicita o explicttamento, sigue ta mayorta de te doctrina, misma que después de intentar infructuosamonto arribar a alguna conciusién clerta, respecto dol blen Juridico protegide por estos delitos, o blen, luego de haborto asignado un contenido puramente format; pasa a ocuparse do los distintos grupos de deities, como ai se tratara do estancos separados y, practicamonte auténomos. Por su parte, quienes adoptan expiicitamente dicho criterlo, sueion considerar al “orden ‘econémico*, como uno de aquellos bienes Juridicos, que, principalmonte ta doctrina Itallana denomina ‘bones juridicos difusos", on cuanto estén destinados a proteger “intereses colectivos difusos*, y que requleren la concurrencla do otros blenes jurldicos, si se quiere, a su respecto, sub-bienos Juridicos, para su complemento y precisién. (33) Tal plantoamionto ha sido desarrollado on nuestro modio, por S. Yafioz, quien 31 bien fo formu a propésiio y en relacién a los Hlamados ‘delttos soxuales', apunta de paso y a modo de 73 Escuela de Derecho de la Universidad de Chile ejemplo, que ol mismo esquema es aplicable, entre otros, a los Hlamados delltos econdmicos. (34) Huelga apuntar que a nuestro entender 2 este precisamente ol camino correcto, en cuanto es el Gnico que reconociendo {as fimltaciones del ponsamiento dogmilico, se aboca a un anélisis que permite a fos bienes juridicos, que «o esta forma establece, cumplir las funciont de las que depende su calificacién como tales; sin por ello abandonar 1a posibllidad de encontrar un blen juridico mas ampllo -e) Srden econdmico-, del que los restantes no sean sino aspectos. 11. Paralelamonte, y dejando de fado la desproporcionada impostancla que en los ditimos afios #0 (6 ha dado a fa parte general do nuestra discipiina, es un tal proceder, ol que mejor se adapta a la forma en que histéricamente ha operado ta dogmatica, al momento de abordar estudio do un dmbito tipico determinado y de establecer el blen furidico que fe da autonomia @ Individualidad. Efectivamonte, segin 63 sabldo, el estudio do fa parte especial precede, con mucho, on ol tiempo al estudio de la parte general y del mismo mado, slempre el estudio de las especiticas condiciones de aplicacién de una sancién determinada, es anterlor al estudio de sus aspectos més generales, tales como el bien juridico que busque proteger. En el hecho, la teoria det bien juridico protegido vio la luz al momento de comenzar a desarrollarse la dogmatica de la parte general, cuando ya existian numerosos ostudios acerca de los distintos tipos de la parte ‘especial, Cuando ta dogmatica penal se enfrenté con el problema de establecer el bien juridico protegido, por cada uno de los grupos de delitos que conformaban y conforman el derecho Penal comin, contaba de antemano con la Inapreciable ayuda que para ello representaban, fos numerosos estudios de que dichos dotitos hablan sldo objeto, con antertoridad, asl como con numerosos pronunciamientos jurisprudenciales relativos a ellos. ‘Més atin, con anterloridad al estudio sistematico proplamente tal y, por ende, ala formulacion do una tooria Jurldico protegido, on los albores de 1a dogmiilca, la Escuela Tose operaba ya, Implfeltamente, con dicha Idea; a lo menos, en lo que con ia ordenacién de los distintos tipos de la parte espectal - funcién sistemélica: y con su interpretactén funcién teleolégica: dice relacién. De alll probablemente, que los autores que adn hoy mantienen posiciones del bien juridico en sus exposiciones, minimizando en cambio su funcién poiltics y su funcién de critica. Obviamente, 1a Irrupelén de ta teoria del blen Juridico proplamente tal y el conclente manejo de la misma, significaron un extraordinario avanco en la dogmitica de la parte especial, permitiendo un andilsis més ajustado de cada grupo de delitos y de cada tipo on particular; 1a vez que $0 sefiaiaba una nueva pauta para sus eventuales reformas. (25) ‘Sin embargo, lo que aqui nos int dicha teoria cuanto ellos, al ocuparse de cada tipo en particulary de ire tox mismos, asi como de sus posibles agrupacion go desentrafiar su objetividad Juridica, a destacar, 68 la Importancia que para {a aplicacién de sontaron las bases para poder " 12. Pues bien, es precisamente esa ta larea que rosta por reatlzar en el émbito de tos Hamados ‘*delitos econémicos"; tarea esta que of ditimo planteamtento expuesto facilita y supone, on ‘cuanto, para precisar a cabalidad ol “bien juridico dituso", debe primeramente realizarse un Revista de Derecho Econémico 79 estudio acucloto de lot distintos tipos y grupos de doltfos que, en principlo, parecen susceptibles de agruparse a su respecto. En consecuencla, antes de buscar una percepclén més fina del blon juridico protegide, debe procederse aun acabado estudio dogmatico de los delitos susceptibles, en principio, de ser calificados como dolites econémicos; precisando sus particularidades tipicas, Ios blenos Jurldicos especificamente protegidos, las semejanzas y diferonclas que entre si presenten, ia Felaci6n on que se encuentran con !os delitos que ocupan Ambitos tipicos cercanos (26), muy espectalmente, 1a relacin en que se encuentran con tot delitos contra tos valores palrimoniales, la forma en que se aplican a fos mismos fos principlos basicos del derecho penal, su relacién con las normas constitucionales, otc. De otro lado, una tal elaboracién permitiré y en el hecho ha permitid, sustraer de este &mbito tipico, aquellos dolitos que #610 tienen una aparento vinculaclén con el bien juridico supraindividual, orden econémico, y que en el hecho, s6lo y Gnicamente protegen un bien Juridico individual, como os el patrimonio. (37) ‘S6lo realizada que est dicha elaboracién, podré emprenderse, tiiment establocor $1 existe o no un iinico bien juridico protegido por todos fos delitos di y cual e3 ef especifico contenido material de! mismo. 12. En ol Inlertanto, of dogmatico debera conformarse con una percepcién difu: preponderantemente formal del mismo, que con base en las normas constitucionale: permita exigir como requisitos minimos para la tUpificacién y posterior sancién de determinadas conductas a este titulo, ef que tas mismas ofectivamente lesionen o pongan en peligro un interés econémico supraindividual; dentro del marco del sistema econémico que pueda entenderse que consagra la Gonstitucién. Paralelamente, deberd asignar parte do los distintos comotidos que ef bien juridico tiene asignados, aos distintos blenes -o sub blenos: juridicos especificamente protegidos, por los distintos tipos que en este Ambito conviven (38); mlamos, que en razon de su mayor ospecificidad, gozan de mayor precislén y pi tlene el primero. Lo antertor, obviamente, no supone, ni podria suponer, qu: jos referidos blenes juridicos especificos, sean totalmente independientes del bien juridico de mayor ampittud que eventualmente podria abarcartos; antes por el contrario, para que los mismos autoricen la criminalizactén, deben necesarlamente estar supeditados a ta concurrencia de tos Fequerimientos minimos antes Indicados. Alli donde séto 80 lestone o ponga on peligro un Interd: funca en presencia de un dellto econémico y por end penales, 4610 y sinlcamento podré reallzarse dentro de los marcos on que Ia proteccién det interés sonia imi o]ablntes esate prince béaicos del derecho penal comin. (39) Por ello procisamente, os desde todo punto de vista criticable, fa forma que actualmente asume on nuestra leglzlacién la proteccién Intenclones de fos loglsiadores, s6lo y tinlcamente se protege esta forma la nefasta prisién por deudas. (40) Dicho delito, por la existencia de la norma que olimina ta punicién en 61 caso del pago Integro del capital, intereses ¥ costas, ni tan siqulera podria ser entondido como un delito de “peligro presunto* (41), en contra del orden 80 Escuela de Derecho de la Universidad de Ghiio ‘econémico; pues on tal caso, la referida norma carecerta de todo fundamento o juslificacién dogmilica y constituirfa un contrasentido polltico-criminal. En suma, ontonces para podor decidir st e8 posible, ditt y/o necesarto, roconducir la totalldad do 108 llamados ‘delitos econdmicos’, aun Gnico bien juridico, que no exciuya ta concurrencia de otros, a surespecto mas especificos (42) y aus eats en condiciones do cumplir fa totalldad do las funciones que fe son proplas; es necesarlo proceder previamente a {a elaboracion dogmatica de los dolltos que, aparentemente, concurren en este Ambilo, por ser los antecedentes que 1a misma aportara, de vital Imporiancla para desentrafiar ta objetividad Juridica de los mismos. 14, Paratelamente, deberén siempre tenerse presentes, los antecedentes que al efecto pueden eportar los estudios criminolégicos; mlsmos que no s6lo son juridico-penalmente relevantes, ene! Ambito de la determinacién de las sanciones y tiplficaciones més eficaces, sino ademas, y para tos efectos que aqui nos interesan, por sobre ello, aportan antecedentes de vital i ~vortancia para el eatablecimiento de fos intereses sociales en juego, asi como de tas caractoristicas proplas de esta clase de criminalidad. (43) 15, Importa destacar, finalmonte, quo también es posible quo en forma paralela a ta elaboracién cltada, el llamado ‘Derecho Econémico', alcance por fin un grado de desarrollo dogmitico, que Je permita tograr por fin su discutida, y discutible, aulonomia como rama Independiente del derecho; de forma tal, que valide ol recurso al mismo, para establecer to que el Derecho Penal Econémico es (44), y cuéles son sus objetos Jusidicos de proteccion. (45) Noturatmente, hasta tanto la aulonomia del Derecho Econémico, como rama independiente do las clencias juridicas, no sea un hecho clerto, que hoy no lo es; 6! camino sugerido por algunos, dostacadamenta por NOVOA (46), de establocor el o los bienes juridicos protegidos en este Ambito penal, a partir y en razén do este, a su respecto, derecho constitutive (47), adoloce de un grave defecto, pues, como certeramento ha apuntado RIVACOBA, no pula compartirse, "que una pretendida rama del derecho, que a la postre se nos harevelado carente de sustantividad y autonomla y con un contentdo heterogéneo (48) pueda servir de base para Indagar 61 bien juridico que nos intoresa.* (49) En otros términos, pretender hoy, detesminar 01 contenido de tos dolitos contra el orden econdmico y el de este Giltimo, en cuanto bien Jurldicamente protegido, sobre la base de tat elaboraciones dogmilicas del llamado ‘Derecho Econémico", supone agregar a las Imprecisiones y ambigtedades que dificultan un tal comotido, otras (50), que lo dificuttan adn mas. De otro tado, debe adems tenerse presente, que on ta actualidad, paste importante de doetrina comparada so muestra ecéptica frente a ta posible autonomia de! Derecho Econdmico, como rama independiente de las clenclas Juridicas y se Inclina, por 6! contrario, POF nogar esta. Sintomético de to anterior es ta evolucién def pensamiento de K. Tedemann, quien, mientras on un primer momento buscaba establecer el contenido del Derecho Penal Econémico y det dellto econdmico, tentendo espectaimente on cuenta et llamado Derecho Econémico (51); en fa actualldad, constituye por s1 mismo una cat especificamente econémico gene materla.* (52). 1 y rotine en forma sistemética {ae eyes vigentes sobre la 16. En el hecho, 1a mejor demostracion de que la ststemética que aqui se propugna es Ia mas adecuada para desentrafiar y establecor con modiana precision, cual o cudles son los biones Revista de Derecho Econémico at Juridteos protegidos en este émbito, viene dada por los avances que hasla ahora ha tenido ; mismos que se han obtenido, operando, explicita o Implicitamente, con dicha En tal sentido, pueden soffalar a) La plena conciencla quo se ha adquirido, de que al hablar de delitos econdmicos, se esté Gistingulendo nitidamente entre el interés econdmico colectivo y al interés econdmico Individual o privado (53). Tal distincién elo ex postble y dil, eupuadte qua IA degméliea do aquellos dolitos que atentan contra el interés econémico individual, haya alcanzado ya su pleno desarrollo; particularmente en lo que con et bien juridico protegido dice relacién. (64) b) En intima relactn conto anterior, se encuentra la conslatacton de que un nimero importante de fos dolltos susceptible de ser calificados como *econémicos', son plurlofensivos. (55) Gonstataclén esta, cuya relevancla est& condicionada a quo se haya alcanzado un desarrotio dogmatico que permita distinguir, cudndo termina la tosién o puesta en peligro del bien juridico Individual y comienza la testén © puesta on peligro dol bien juridico supraindividual. (56) principlo de legalidad (57)-, deben suponer, alo menos, una potenclal puesta en peligro del bien juridico supraindividual. (68) 4) Paraiolamente, on base a dicha constatacién y tenlendo a ta vista la funcién polltica det blon Juridico protegido, debe exigirse que, cuando la conducta de que se trate s6lo suponga un pellgro real y comprobable para cl bien juridico Individual, 0, lo que es fo mismo, c ella 3610 constituya un peligro Imionto sanclén penal a su respecto, dnicamento pueda hacerse dentro de tes limites y condiciones ‘en que ol bien juridico individual Io autorice. (59) @) Dobe citarse, también ef progresivo acuerdo que existe en torno a que determinados deittos, quo tradiclonalmente 6 han entendido como atentatorlos contra los intereses patrimontal Pueden, en determinadas circunstancias y condiciones, vinculadas prineipalmente con ia entidad de sus efectos, atentar ademés contra un blen supraindividual (60) y/o, en todo cato, ser considerados delltos econdmicos, cuando menos, para efectos procesales. (61) 1) Deotro lado, sé10 el estudio dogmatico de los distintos tipos, permite percibir que la mayoria de ellos constituyen Dolltos especiales (62), on que Ia figura del autor viene establecida por Jaintraccién aun especial deber (63); su vez posibilita, como ha sefialado Tiedemann (G4), ol encuentro entre los avances dogmaticos y criminolégicos producidos on este Ambito, 9) (ntimamente vinculada a la recién referida constalacién, e2t& la polémica, que en focha Foclente se ha suscitado, especialmente on Alemania (05), on torno a cusl os ol tratamiento que en estos delltos corresponde dar al error,particularmente, al de prohibictén. En el hecho, Iaafirmacién de quo en ellos corresponde apiicar ta teoria del dolo y no la de ja culpabliidad, ‘610 y dnicamente puede hacerse, en razén de las particularidados que a nivel de tipo de lo Injusto presontan tos mismos. (86) h) Por su parte, el establecimlento de que parte Importante de estos delitos 0 vinculan o suponen [a intervenclén de la autoridad gubernativa en a vida econémica(67), que st bi clerto, deriva, mAs blon, de la evoluclén histérica do lox mismos (68); s6lo puede alguna ulltidad, en la medida en que estemas en condiclones de aparejarle, como de hecho 82 Escuela de Derecho de fa Universidad de Chile ha ocurrido (69), a un estudio de los distintos tipos, que nos permita discernir en cuslos 6 datal caracteristica y en cudles no y qué consecuencias se derivan de su concurrencla. 1) Conjuntamente, ello obliga a estudiar, s1 fuera de aquellos delitos vinculados a ta intervenclon gubernativa en la vida econdmica y, st ellos, de oxistir, responden o ne a un ‘nico y al mismo bien juridieo, o si, por 6! con'rarlo, su reunién con los anteriores es unica y exclusivamente por razones criminolégicas y/o procesales. (70) J) Finalmente, debemos apuntar que por nuestra parte, consecuentes con fa sistematica aqui Propugnada y concordando con fa doctrina niayoritaria, estimamos, que el llamado coneepto ampilo de ‘orden econémico", que lo identifica con la regulaclén Juri producclén, distribuctén y consumo de bienes y servicios, al que corresponde, en definitiva, ta denominacton, *delitos econémicos', no cuenta con Ja especificidad y precision suficientes, como para ser considerado un bien juridico protegido (71) y que ol mlamo y ta calegoria a que da lugar, slo Hlenen rolevancia para efectos eriminolégicos y procesales. Por ta Invorsa, tos rostantes factores enunclados, tales como Ia Intorvencién de fa autoridad gubernaliva y ia existencia de un especial deber y otros, como ta proteccién de Ia seguridad on el tréfico morcantit, s| son itiles, para desentrafiar 61 o los blenes juridicos relevantes en ie Ambito; sin descuidar por ello, !o que constituye el norte de ja dogmatica penal, cual es, la defensa de los derechos y la libertad de los cludadanos. Revista de Derecho Econémico 83 Abreviaturas mas usadas: AD-P.: Anuarlo de Derecho Penal y Clencias Penales. Instituto Nacional de Estudios Juridicos, Madrid, colt, por affo y pag. G.P.C.: "Cuadernos de Polttca Criminal’, elt, por affo y pgs. N.P.P.: ‘Revista, Nuevo Pensamlento Penal’, cit, por afi y pag. R.C.P; Revista de Clencias Penales, cit, por aflo y pag. R.D.P.: Revista Doctrina Penal, cit. por afto y pag. R.D.F.D.U.C.: Revista de la Facultad de Derecho de fa Universidad Complutense de Madrid’, cit. por afio y pag. RLD.P: Revue internationale de Droit Pénal, cit por aft y pég. CITAS (1), Sobre ello vid., H.J. Rudoiphi, ‘Los diferentes aspoctos del concepto de blen juridieo protegido’, tr.E. Baclgalupo, en N.P-P., 1976, pags. 328 y s2.; J. Cuello, “Presupuestos para una toorla del blen Juridico protegido en Derecho Penal, en A.D.P. 1981, pags. 461 y #8,; Gomez B., 1983, pags. 85 y #9. y Pedrazzl, 1984, pig. 281. (2). Sobre ello vid., J. de Figuereldo, "Para una dogmitica do Derelto Penal Secundério', Colmbra, 1984, pags. Gy 9, (3). Sobre ello, vid. Rudolph, op. y pags. cit; M. Bajo F., "Una respuesta a clertas criicas sobre ot cometido dogmético del bien juridico’, en Rev. del Colegio de Abogados Penallstas dal Valle’, Call, 1980, pags. 68y 90. (A). Ctr. Soler, 1975, pags. 33 y 88.; Stampa Baclgalupo, 1980, pags. 11 y #8.; F. Muflaz G., 1982, pags. 933 ss.; G. Rodriguez M,, 1981, pags. 713 s3.; Rivacoba, 1984, pags. 74 y #s,; Tiedemann, 10985, page 10y ss. (6).- Para el papel del bien Juridico en ta reforma penal, vid., Polaino, 1974, pag. 989. 4 Escuela de Derecho de la Universidad de Chile (6). Para la confuslén que Impera en este dmbilo, en materla de denominaclones, Vid., Delmas-Marty, 1982, pags. 17 y s3.; Tiedemann, 1986, pags, 9-10; Rlvacoba, 1984, pags. 73 y ss.; De La Rus, 1980, pags. 119 38, (7), En contra Eichoborry, "Objeividad juridica del delito econémicot, on R.G.P., 1982, pags. 63 4 del mismo, “El Bien Juridico Protegido en jos Detitos Sconémicos", Apuntes de sus clases en el Programa de Magister en Derecho Penal, con menelén en Delos Eeonémicos, U. de Chile, 1983; quien postula expresamente una percepclén meramente formal del bien juridico protegido en estos deltos. En este sentido y supuesta ta concurrencla de blenes juridlcos puramente formales, seria Posibie hablar de: ‘delttos formales"; no parece correcto, en camblo, el utilizar tal expresién, para referirse a los dalitos de mera actividad y su opussta, para referirse a los delitos de resultado, Cfr., S. Yafiez P., ‘Dalitos de mera actividad y delitos de resultado (Inéditoy; L. Rodriguez R. "El resuttado en ia teorfa juridica del delllo, en C.P.C., N. 1, 1977, Pégs. 54 y 83, Como blen sefiala Gémez B., tales consecuenclas ton, de un lado, el desprestiglo del ordenamlento puniltvo, por la consustancial inaplicabliidad de unos tales tipos ‘demagdgicos o vaclos" y dol olfo, ta Infracclén del principlo de legalldad.... allo s6lo se pueds conseguir con unas tlpos que contengan la materia de Ia prohibicién y que esta no sea simplemente formal, So trata en realidad de dar un claro contenido al dolo en los tipos dolosos,.." Gomez B., 1880, pégs 470. (8). Vid., p. 0}, Tledemann, 1985, pags. 52 #8.; Bajo F., 1978, pags. 151 y #8. (0), Sobre allo vid, Bao, ‘LA Constuclon Evonémga Espanola ot Derecho Penar, en “Repercustones do la Constitucton en el Derecho Penal, Bilbao, 1983, pags. 151 y s8.; del mismo "Marco constiluclonal del derecho penal econémico’, en *Comentaras a la legislacton penalt, T.., Madrid, 1982, pags. 233 y s8.; Barbero S,, 1982, pag. 148; Pedrazz, 1984, pags. 206 y ss. y bibllograffia ahi cit (10), En a actualldad, supuesto que a funclon fundamental de ta teorta det blen juridico os fa funcién politica antes aludida: la doctrina se encuentra dividida en esta materla en dos corr fundamentales, 1as concepoiones juridico: constitucionales, entre cuyos representantes pueden cltarse ‘& Sax, Roxin, Rudolph, Marx, Otlo, Bricola, Musco, Anglon|, Pedrazz! y Gonzélez Ruz, y 1as concepeiones soclolégicas, que sélo asignan a ta Conslitucién un rot de orlentacion y no de definicién, de las perturbaciones sociales que autorlzan eb recurso a la pena penal y entre cuyos representantes pueden citarse a Amelung, Hassemer, Bustos R., Cuello Contreras, Gémez B., Hormazabal H. y Mufioz C. (11). Ast F. Bricola, "Teosta generale del reato', Estratto del Novissimo Digesto Nallano, 1974, pags. 7 y 86,, esp. pg. 15. (12). Sobre olfo vid., Luttger H., “Medicina y Derecho Penal, tra, de E. Bacigalupo, Madrid, 1984, ©9p., pigs. 39 y 38. y 63 y 38.: C. Roxin, "El desarrollo del derecho sobre ol aborto en ta Repiblica Federal de Alemania’, tra. R. Bergall, en "Revista Juridica de Cataluia’, 1980, pags. 251 y 98.; L. Arroyo Z,, Prohibiclén del Aborto y Constitucién', en R.F.0.U.C., 1980, pags. 196 y ss. (13), Sobre ello, vid. E. Almone. ‘Derecho Econémico Internacional’, Valparaiso, 1980; Tiedemann, 1086, pags. 52y ss. (14). Gfr, Polaino N., 1874 pags. 208 y o8.; Pedrazzl, 1984, pg. 262. (15). Sobre ello vid., por todos, Gémez, 1983, pags. 88 y ss. y bibllografia ahi cltada. (18). Vid, p. 6}, el desarrollo, que sobre ta base de los planteamlentos de Habermas, propone J. Cuello Contreras, en op. cit, pags. 408 33. Revista de Derecho Econémico 85 (17), Sobre ello vid,, por todos, Bustos R., 'Poltica criminal e injusto’; del mismo, ‘Del estado actual de lateorfa del Injusto' y del misma con H. Hormazabal, “Signtficacién social y Uipleldad’, Todos ellos recogidos en Bustos, 1982, Vid,, también, Bémez B., 1980, pags. 489 ss. (18). Vid. De Figuelredo, op y pags. cit. (19). Sobre ello, vid, Bricola, op. y pags. cit (20). Vid. Bajo F., ‘El Proyecto de Cédigo Penal y ei art. 28 de la Constituclén’, en ’La Reforma Penal y ponitenciarla’, Santiago de Compostela, 1938, pags. 435 y #8. 1). En 6t hecho, la nocion misma de Gonstiuclon Econémica esté vinculada desde su nacimiento a ta jea de un ‘consenso politica’. Asi, en la primera Constitucién que introduce dispostclones relalivas al orden econémico, ta Constituclén de Welmar de 1919, ya esté presente dicha idea; en cuanto tales disposiciones, no fueron sino el producto de un *consenso politico’ entre iberales y socialistat. El mismo fenémeno se da en la Ley Fundamental de Bonn de 1949, en la Conalitucién Espafiola de 1992 yen la Constttucién Eapafiola de 1978. Cir., Bajo, "La Consiituclén...clt, pags. 158 y 168; Pedrazzl, 1984, pag. 285.Paralelamenta, debe tenerse presente, que un sector importante de a doctrina postula que el s!stema constituctonal de valores debe ser entendido como un ‘sistema ablerto!, de forma tal, que la Consliucién no debe verse como una Jerarqula de valoress, validos en si mismos y ordenados en un sistema cerrado y definiivo, sino como un sistema ablerto, en el que concientemente te han dojado espacios ablertos para el procese politica, (22), Sobre ello, vid., J.R. Catabo, "La capacidad sanclonadora de la admintstracién en el Proyecto de Cédigo Penal’, en ‘La Reforma....cit*, pags. 271 y s8.; Bajop F., 1978, pags. 88 y se. (28), Cfr. De Figuereldo, op. cit, pags. 12 y ss. (24). En relacién ala constitucionalidad o inconstitucfonalidad de las leyes penales en blanco en nuestro pals, vid., por todos, S. Yatlez P., "Las leyes penales en blanco", en Revista Gaceta Juridica, N. 58, 1985, pags. 2y ss. (25). Atl, Etcheberry, “Apuntos de ot 09...clt*, I, a). (26). Cfr. Mufioz C., 1982, pgs.031 y ss.; Slampa - Baclgalupo, 1980, pags. 7 y #8.; Regh!, 1978, Page. 192 y $3. Mas atin, s@ ha llegado a plantear por algunos, no sin una parte de raz6n, que en muchas ocasiones Ia creacién de estos delitos y por ende la substraccién de la conducta del émbito del derecho penal comtin, opera en el hecho en beneficlo del autor; on cuanto, las penas que estos dolitos tlenen asignadas, son Inferlores a aquellas que le corresponderian a dicha conducta de ser sanclonada conforme al derecho penal comin, (27). Pocos aspectos de la parte especial, han experimentado en ol ultimo tlempo un desarrollo tan importante, come fo ha tenldo la dogmitica del delito de coacclones, conducta en el hecho habitual lavida econémica moderna. Sobre ello vid., S. Mir P., "El dellto de coacclones en el Codigo Penal’, enA.D-P., 1977, pags. 270 y #8.; Torlo L, ‘La Estructura lipica del delito de coacclones", AD-P. 1977, P.79y 6s. y, en general, sinléticamente, para toda la problomalica, Yafiez-Soto y Bascufidn, 1986. (28). Sobre ello vid., H. Mattez, “Problemas de Derecho Penal Administrative. Historia y Derecho Comparado’, tra. J.M. Rodriguez D., Madrid, 1979; Do Figuelredo, op. cl, pags 6 y #2.; J. Cerezo M., “Limites entre el Derecho Penal y el Derecho Administratlvo', en A.D.P., 1978, pags, 159 y 3s.; Bajo F. Mendoza B., "Hacla una Ley de contravenclones al modelo portugués", en A.D P.. 1983, pags. 587 y #3.,£, Cury, *Algunas reflexiones sobre ta relacién entre penas penales y adminisralivas’, en "Boletin de Investigaciones", afio Vi, 1979, U. Caldllca, N. 44, pags. 88 y s8,; Garrido Falla, ‘Tralado de 86 Escuela de Derecho de la Universidad de Chile Derecho Administrative’, T. ll, Madrid, 1988, pég. 173; y E. Solo K., "El Derecho Administravo Penal’, en *Boletin... cit’, pags. 95y s8, importa destacar también, que, desde otro angulo, los delitos contra la seguridad en el iréfico, en relacion a los blenes juridicos vida, salud, propiedad; son él Paradigma de los llamados "delitos-obstaculo’, (29). Sobre ello vid, L. Fueller, ‘La moral del Derecho’, México, 1967, e9p. page 11 y s2.; Barros B., "Reglas y Prinelplos en el Derecho’, en “Anuarlo de Fllosofla Juridiea y Soclat', Santiago, 1984, pégs. 169 #8. (30). Sobre ello, defendiendo la posicién mantenida aqui, absolutamente de-ninante en la doctina, en relacion a nuestro C.P., extensamente, Etcheberry, ‘Apuntes...ciL, I, a,b,¢,4,6. y Infra, nota 44, (31). Chr, Bao F., 1980, page, 17-8; @, Rodriguez M,, 1981, pags. 708-9, (32). En contra, Gémez B., 1981, pags. 468-9. (23). Sobre ello vid, Pedrazzi, op. ypags. elt; Bajo F, "La Constuclén Econémica...cit', page. 167-8 y bibllografia ai elt. (34). Cfr., Yaflez-Soto y Bascuflén, "Apuntes de clases...clt" (38). Sobre allo vid, Polaino, 1974, pags. 83 y ss, (88). Cir, Huerta T., 1981, pags. 476 y s6.; Mufioz C., 1982, pgs. 941 y ss. (37). Cfr., por lodos, Stampa B, - Baclgalupo, 1980, pags, 16 y ss. (28). Vid, p. e}, 1a clasificacién propuesta por Lamps, tenlendo a la vista el derecho penal econémico alemén, que distingue: 1) La proteccién de la economia financlera puiblica. 2) Protecclén penal de la ‘economia. 3) Proteccién penal de la empresa y 4) Protecclén penal de la comunidad y de fos ‘consumidores; para luego Individualizar dentro de cada una de dichas calegorias distintos subgrupos. Lampe, ett, por L, Arroyo Z., "El Derecho Penal Econémico en la Repibilica Federal Alemans’, en Barbero, 1984, pags. 101 y ss., pags. 117-8, (80). Cfr., Huerta T., 1981, pag. 470. (40). Vid,, por todos. Solo P., 1984, esp. notas 3-4 5 y bibllografia ahi cit, (41). Concordamos, con aquella parte de la doctrina, que distingue, enire delios de "peligro abstracto’, y *delitos de peligro presunto", y que entlende, que en los primeras es necesaro acreditar a doneldad de la conducta para crear el peligro, vale decir, debe comprobarse que la conducta desplegada por el agents, a lo menos potencialmente entrafia un rlesgo para ol blen juridico de que se trate; por fa inversa, en los segundos, tal comprobacion no es en modo alguno necesaria. La consecuencia obvia, 68 que mientras los delitos de peligro abstracto, son susceptibles de ser compatioiizados con los requerimientos del principio de la legalldad, tal posibilidad no existe reapecto do os delitos de peligro presunto, que, en el hecho, no guardan vinculactén alguna con el bien Juridico protegido. Obviamente, sl se quiere seguir mantoniendo el principio bésico, de que todo deiito debe suponer una lecién o puosta en peligro, efectiva, de un bien jutidico, debe rechazarse de plano, tanto de "lege lata’, como de “lege forendat, 1a oxlstencia de dalitos de pellgro presunto, Sobre ello, vid,, M. Barbero B., *Contribuctén al estudlo de los delitos de peligro abstracto', en ADP. 1873, pags. 492 y 82.; Torlo L_, ‘Los delitos de peligro hipoléstico’, en A.D.P., 1981, pag. 826 y s8,; Octavio de Toledo, "Tenencia para consumir, tenencla para traficar y *cooperativa do consumo de drogas’, en F.F.D.U.C., 1978, pags. 60 y #8,; Huerta T., 1981, pag. 476, nota 20. Revista de Derecho Econdmico 7 (42). Cf, Bajo F., 1980, pag. 20; del mismo, 'E! Proyacto...cil', pag. 443; Huerta T., pag. 477; Rodriguez M,, 1981, pigs. 707 y a8. (42). Dobe, en todo evento, tenerse presents que las primeras Investigaciones clentficas realizadas en esta drea de la criminalldad, se deben (primero que a nadie) alos crimindlogos; destacadamente aH. ‘Sutherland, en su ya clésic¢a obra, ‘The White Cllar Criminality’ y a sus discipulos, tales como MB, Clinard, *Soclology of Deviant Behavior’, y "Corporale Crime’, D.R. Cressey, "Corporation Codes of Ethical Conduct", (Existen traducclones parclales de M.A. Gonzélez B., entre los ‘Materiales del Programa de Magister en Derecho Penal’, dé la U. de Chile’, 1982.Mas ain, en raz6n del retraso, que hasta hoy subslste, de los estudlos dogmaticos, respecto de los studios criminoléglcos, en este Amblto delictual; los segundos ejercleron una perniciosa Influencia en ios primeros, que sélo hoy parece estar on via de superarse. Cit. K. Tledemann, "El eoncepto de Derecho Econémico, de Derecho Penal Econémico y de delito econdmico’, tra. de E. Bacigalupo, en N.P.P.,. 1978, page. 4G1 y 89., esp. pags. 462-3.En nuestro pals, los estudios de mayor Importancla en este Ambito se deben al profesor de Criminologia de la U. de Chile, M. A. Gonzélez B., particularmente en su obra (de préxima ublicacién), ‘Criminalidad econémica o el delito como negocio’; donde, junto con recoger tos datos avances de ia doctrina comparada, se da una completa referencia de fa situactén exlstente en el pals y ‘30 foma posicién frente a los planteamlentos de algunas corrlentas contemporéneas, p. 6}, frente a las fests mantenidas por la *Cronologia Critica’. Con anterloridad, se habian realizado algunos aportes en esta materla on 6! "Segundo Congreso Latinoamericano de Criminologia’, celebrado en nuestro pals ef aflo 1941 (sobre ello, vid., M.A. Gonzélez, op. cit, pags. 8 y #8., ejemplar mecanografiado, Facultad de Derecho, U. de Chile). Sin embargo, desafortunadamento, a sa fecha, na estaba claro, al menos en Latinoamérica, lo que la Criminologia era y que esta debia ser de preferencia realizada por Crimindlogos. Sobre ello vid., ademés, Barbero, ‘Presentaclén’, en Barbero y otros, 1984, pags. 13 y 39. y, on la misma obra coleciva, Lopez Ray, ‘La criminalidad econémico-social en la poillica criminal de las Naclones Unidas’, pags. 91 y s8.; Kerner H.J., "Experiencias criminolégicas con las reclentes reformas para la lucha contra la criminalidad econémica en la Republica Federal Alemana’, pags. 123 y98.; Kalzer G., ‘La lucha contra fa criminalidad econémica. Anallsls de la stluacion an la Republica Federal de Alemania’, pags.169 y 3s., y también, Tiedemann, ‘Objelivos, propésitos y métodos de ta Investigacion criminoldgica on el Ambito do fos delitos econémicos", an R.D-P., 1977, pags. 14By 8: del mismo, ‘La criminalldad econémica como objeto de Investigacion’, en C.P.C., 1983, pags. 171y $8,; del mismo, ‘Las sanciones y el sistema correccional, en R.O.P., 1981, pags. 511 y ss.Para la Importancla dogmatica que en este Ambito tienen tos esludios ctiminolégicos, vid., Bajo 1978, pags. 47 y38.; Stampa. Bacigalupo, 1980, pags. 2 y ss.; Barbero, 1982, pags. 151 y s2.; Tiedemann, 1984, Ags. 9y s8.; del mismo, 1982, pags. 171 y ss. (44), Segtin ya se epunté, hoy es absolutamente pacifico, que el llamado ‘Derecho Penal Econémico’, ‘en caso alguno goza de Independencia, como una rama del Derecho, dletinta del Derecho Penal, Cf ya, Afalion, ‘Derecho Penal Econémico’, Bs. Alres., 1958, esp. pégs. 20 y s8.; del mismo, ‘Tralado de Derecho Penal Especial’, T1., Bs. As., As., 1989, pags. 95 y #3.; Righl, 1977, pégs. 190 y #8, (45). Ast, ademas de Novoa, vid., Tiedemann, 1975, pags. 461 y ss; del inismo, “Objelivos...clt', pags 148 #8.; Balo. 1980, pags. 17 y 38. "La Consttucion...cll', pags. 29 49. Vid., sin embargo, la critica de Novoa a Bajo en op. cit. infra, pag. 47, nota 56; donde fo acusa de desculdar este aspecto, (46).£. Novoa M., ‘Reflexiones para la determinacién y delimitaclén del deltto econémico’, en A.D.P. 11982, pags. 43 $8. Con anterloridad, pero manteniondo una posiclén parclalmente distinta, el autor habia dedicado al tema su trabajo, ‘La legislacién penal econémica’, U.C. de Chile, Santiago, 1962. Como el mismo sefiala, ol concepto que ahora sustenta, ea bastante més ampllo que otro que #6 maneja con frecuencia y que también nosotros usamos en otro tempo: el de regulacién Juridica del Intervencionismo estatal en la economia. Este Glimo no permite explicar la existencla de delitos econémicos sn los regimenes capitalistas puros, no obstante que en estos aparecen algunos de ellos’ Novoa es, probablemento, ef autor quo mas estrechamente vincula el concepto y contenido det 88 Escuela de Derecho de la Universidad de Chile Derecho Penal Econémico, la Derecho Econdmico, para ta cula, comlenza por vincular, en Igual forma, este ditimo, con la forma de Estado y con ef modeto o sistema econdmico en relacién al que #6 analiza: reatizando al efecto una reducclén esquemalica de estos vilimos, la que considera, cual es habitual, tres postbitidades, dos postclones extremas, ‘el capitaliamo con la ideotogia liberal Individualista que 10 sustenta y el socialismo con fa doctrina principalmente marxista que te sirve de apoyo" (pag.60), y una gama de posiciones intermedias, que reuns bajo fa denominacién de "reformismo’ (pag. 63). Supuesto lo anterior, define el Derecho econémico como ‘aquella rama del Derecho que reine y sistematiza un conjunto de regias juridicas de interés piblico, destinadas a proteger el Derecho econémico es el orden puiblico econdmico de una nacién’, mismo que, naturalmente, ‘constituye también el bien juridico protegido por tos delitos econémicos* (ap. cit, pags, 74-6.; vid, también, pags. 67-8.9 y 65:6). Obviamente, en este contexto, dicho bien juridleo, "prasentard un contentdo diferente, seqtin sea el modelo concreto de organlzactén polltico: econémica adoplada en cada pals y, por ello, no es posible prectsar este contenido de manera general. (Pég. 65) Entodo evento, como es manifiesto, donde mayor desarrollo alcanzara el Derecho Econdmico, sera en los sistemas que denomina, "reformistas*, Sin embargo, no extstiendo sistemas soctallstas o capltalistas puros, atin en esas, segiin ol, ‘Ideologias exiremas',existird Derecho Econémico. (47), Vid,, Rivacoba, 1984, pags. (48). Cir,, Novoa, Pag. 60 y nota 26, (49), Rivacaba, 1984, pg. 80. {50). Elmismo Novoa, a la vista de la heterogeneldad det contenido que Econémico, se ve obligado a admitir que, ‘no se lega a acuerdos siquiera acerca de fa naturaleza, caracleristicas y fimites de esta nueva rama’. Op. cll, pag. 60. (81). Cf, op. oft supra, nota 45. (62). Tiedemann, 1285, pag. 16. (83). En 0 hecho, el surgimiento y desarrollo de los lamados delitos econémicos, pese a contar con antiguos precedentes, comienza precisamente, cuando surge como preocupacién del Estado el bienestar econémico cotectivo. Cir, Barbero, 1962, pags. 145 y $3.; Quintero O., 1979, pags. 656 y #9. (54). Sobre ollo, vid., por todos, Huorta T,, ‘La proteccién penal del patrimonio inmobillaro’, Madrid, 1990 y BajoF. "Las estafas’, en "Gomentarios a la Legislacién Penal...cit, T. V, Vall, pgs. 1.187 y 88., ¥ bibilografia abi cit. (65). Sobre fa plurlofensividad en general, vid., Polaino, 1974, pags. 356 y ss. En rolacién al cardcter Plurlofensivo de los delitos que nos ocupan. Cir., Pedrazz,, op. elt. pigs, 283-4; Huerta T., 1981, pags. cll; Novoa, op. cit, pags. 65 y 88. (58). Cfr., Huerta, op. cit, y pags. cit; Novea, pag. 66, nota 30; Stampa Baclgalupo, op. cit ; Bajo 1980, pags. 20y ss. (67). Gon ello buscamos evita la confuslén, habllual en la dogmélica lalinoamericans, entre: ‘Tipo garantiat y "Tipo sistemédtlco o fundador*, (63). Vid., Huerta T., 1981, pags. 475 y ss.; Gomez B., 1980, pags. 469 y #9. Revista de Derecho Econémico 89 (59). De otra forma la funclén de garantia del blen juridico _plerde toda relevancla. (80). Vid. Tiedemann, 1975, pags. y s8.; 1982, pgs. 167 y s8.; Pedraza, pags. 291 y #8.; Arroyo, "El Derecho...cit, pags. 103 s8. En contra, Novoa, op. cit, pags. 70-1. \ \ (61). Cfr,, Tiedemann, 1982, pags. 167 y #s.; Pedrazzl, 1984, pags. 299.90. i (62), Sobre ello, vid., Quintoros ©., ‘Los delitos espectales y la teorla de la participacién en el Derecho penal espafiol’, Barcelona, 1974. (63). Vid., Gémez B., "Teoria juridica dot dello", Madrid, 1984, pags. 169 y 68. (64). Cfr. Tledemann, 1985, pags. 11 y s., y 1975, pags. 462 y ss, (68), Cir. Arroyo, op. el, pags. 109 y 33. (66). Ctr. Cerezo M., ‘La regulact6n det error de prohibiclén en et Cédigo penal espatiol y au frascendencia en fos deities monetarios’, en A.D.P., 1985, pags. 277 y 89. y bibllografia ahi elt. (67). Ctt., Bajo, 1978, pags. 97 y s3. (88). Gfr., Barbero, 1982, pags. 146 y s8.; 1884, pags. 15 y s8.; De Figuolredo, op. cit, pags. 6y #8. (69). Cfr., Mufloz €., 1982, pags. 943 y s2.; Stampa Bacigalupo, 1980, pags. 12 43. (20). Vid., Tledemann, ops. y pags. cit, Pedrazzl, op. y pég. cit; Zaffaronl, "Tratado de Derecho Penal’, TL, Bs. As., 1980, pag. 249 (71). Sobre allo, vid., Cuello C., op. cil, pgs. 483 y s3.; Gémez B., 1983, pags. 86 y #8.; Mir, P., “introducel6n a las bases del Derecho Penal’, Barcelona, 1976, pags. 128 y ss.

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