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10 EL AMBITO VITAL, Il. LOS TIEMPOS Y LOS RITMOS DE LA VIDA COTIDIANA Del mismo modo que é1iW@SiGAUAFElige los temas y los lugares que se~ ran objeto de su estudio, iene ane a Ts inevitable que cada eleccion Hleve implicita otra: Ia opeién akin ee TT taaclarar estos conceptos se exponen las siguientes ; eLascenso de una fort Un solo documento, si contiene informacien completa, puede ser suficiente para referirse a una coyuntura, mientras que s6lo excep cionalmente puede fundamentar una lenta transformacion, aunque pue~ da proporcionar referencias crebles de antecedentes. inadlos me Puede servir de ejemplo el matrimonio en el mundo colo- nial, que no dejo de ser esencial para la implantacién y mantenimiento de las estructuras familiares, pero considerado desde diferentes perspec- tivas, En las provincias espaftolas de Ultramar, mediando el siglo xvi, lo que atrajo la atenci6n de los tedlogos fue la validez del matrimonio in= 193 104 mika UNA NuBVA visiON DE LA IDA COTIDNANA tigena; en las ultimas décadas las autoridacles comenzaton a preocupar- %¢ por el mestizaje; ya en el xvit preocup6 la estratificacion social, en los albores de la Ilustracién las desavenencias conyugales, la patria potestad y los derechos de la mujer; hasta llegar, en el siglo xix al matrimonio ci- vily el divorcio, Tambien en la educacién hispanoamericana hay distin- ‘os momentos de interés: evangelizacion, opciones de educacion huma- hista © técnica, ereccién de universidades, establecimiento de colegios te los jesuitas, escuelas elementales y superiores, de allabetizacion y de astellanizacion, Estamos acostumbrados a fi- ir fechas y determinar secuencias; contamos para ello con las cronolo- las que fijan periodos y sefialan momentos precisos, y con los relatos sbre cambios en las costumbres. Incluso la evolucidn del lenguaje, las yrmas de expresidn, las eriticas abiertas o solapadas de formas de con ucta, son indicadores del paso del tiempo, ‘Todos los relatos comienzan con alguna referencia al tiempo, inclu- algunos textos religiosos: “En el principio...”, “En aquel tiempo dijo sus...”; los cuentos: “Erase una vez...", “Hubo un tiempo en que los sends. ."; las novelas: “Al despertar aquella manana, Gregorio Sam. ”, “En un lugar de la Mancha...no ha mucho tiempo vivia..." sree ligiosas y literarias dan es aS ces hacemos explicita esta inquietud, mientras que lo mAs frecuente es strat el esfuerzo por trasladamos al pasado, En realidad, nunca po- mos despojarnos cle nuestros prejuicios y concepts, y solo con un es- "rzo mental logramos asumir la necesaria objetividad que permita reciar Ios valores que movieron a otros individuos y las situaciones EL ANBITO VITAL, 1.05 TIEMPOS LOSRITMOS DELAVIDA COTDUANA 195 que hoy parecen inadmisibles, pero fueron aceptadas con naturalidad en su momento, en (os olores, los sabores o los paisajes revividos en un instante), ameraza inevitablemente estos emperios, El afan por encontrar aguerti- das defensoras de los derechos femeninos en el mundo barroco o de jus- tificar a rebeldes ilustrados como si se tratase de luchadores sociales, ne puede llevar a un conocimiento ni siquiera aproximado de lo que en su ‘momento significé asumir una posicién de sumisién o de protest me de piedad, adaptaciones a la moda, rechazo de las reformas, defensa de privilegios, etc.) Los historiado- res, al iniciar nuestras exposiciones, y aunque E no lo hagamos explicito, optamos casi siempre | su modo de ext, el tiempo, ppor la formula del “érase una ve2", lo que nos | les defenses de ext vision, no Enel entro dela larga discusion fl sofica sobre la naturaeza del temp | estuvieron—y quizispersisten a ‘dos posturasenfrentadas, Por ula do, se encuentra uno con la opin segan la cual el tiempo es un hech ‘objetivo de la creacion natural. Po 90 facilta la consecucién del relato por orcen cro- | iferencia de otros objets naturale nol6gico, pero lo mismo podtia aplicarse ala técnica de la novela, en un vaivén del presente més que por su cualidad de no s@ perceptible. Newton fue quizé elm ‘eminente adalid de esta corient al pasado, lo que puede hacer mas accesible la | que en la Edad Moderna empez6 | comprensién de las transformaciones, en parti- | declnar. Enel campo contratio dom nba la vision del tiempo de una ma nera de contemplar ls eventos qu se basa en la pecullaridad de la con clencia humana y que, en consecue a, subyace como condicin de tod ‘experiencia humana Norbert Eus, Sobre tempo dlice que el tiempo se ha detenido es obvio que no nos referimos a un ca: taclismd eosmico'sino/ala/@preciacign culcural de-que las cosas suceden Imis despacio: no es el tiempo sino la accicn lo que se detiene Cuando tecurrimos a pinturas, novelas, carrespondencia o expe- dliemtes judiciales, corremos el riesgo de elaborar un cuadro estatice de aquello queen su momento quedo reliejado, sin que se aprecie cuil fue SulfunelOn como resultado de unas causas previas y como motor de con. secuincias posteriores. El arquedlogo, frente a Pompeya o Teotihuacan, clasifica los materiales y disefia una especie de maqueta, como sl un conjuro magico hubiera paratizado toda actividad en un instante; el Sompromiso del historiador es dar un soplo de vida alas ruinas y enten- dlr lo que pudo pasar antes de legara ese momento. No es un capricho, nl un prurito de originalidad metodoldgica el que la historia sovial, al ‘gual que la historia economica, se apoye preferentemente en series do- Cumentales que acreditan los ritmos de los cambios, porque siempre Parlimos de-un principio yllegamos a unaiméta. Nuestra tarea es expli- carla forma en que'se produce la carrera, sus motivaciones y consecuem is, Son importantes el sentido de los cambios y el ritmo del proceso. Un censo o Ta mirada de un viajero o de un cronista son imagenes instanténeas que, sin embargo, no se refieren al punto de parti nial ter. Tmino de llegada de una fase evolutiva, ya en presunto equilibrio esttico, sino aun momento cualquiera de un movimiento, pot lo que nos perm ten reconstruir diferentes situaciones y momentos, aunque mediatizados Por a mirada subjtiva del narrador.AWEOGS Tas miss MuGes eCopeh Deculatidades del fir del tiempo! Hay cconicas del sigio xvi que subra. Yan “antes no era asi”, “todo esto se ha perdido”, “el primitivo fervor du. 70 cosa de 30 arios"; en testimonios personales de la década de 1770, las monjas justificaron su resistencia a la reforma que alteraba un orden tra. dicional: se pretendia cambiar las teglas conforme a las cuales ells pro. fesaron y sabtan que su profesion las obligaba a vivir de acuerdo con el re. simen que conocieron y aprobaron, pero no se sentian comprometidas a an mayor rigor, que no habian elegido. En otro ambito, el claustro uni. ‘rsitario lamento en varias ocasiones la imrefrenable degeneracion de jstumbres, con Ia pérdida del respeto a las jerarqufas. La nostalgia del mado tomaba la forma de una exigencia de mayor dedicacisn al estudio, No'sololos documentos, los objetos inanimados tambien dan-cons: mcia del paso del tempo, y bien puede esto referirse a las adaptacio. #L AMBITO VITALI. 105 TIEMPOS ¥LOs 8TMOS DEA VIDA cOTIOUNA 197 hes cle un edificio para diferentes fines: de palacio a bodega, cuartel, banco o centro comercial, a las variaciones err et ajuar doméstico, de lo austero @ Jo suntuoso ¢ incémodo y de ahi a lo practico y antiestético; 0 alas devociones religiosas, con santos que dejan de existir por decisio= nes conciliares (como San Jorge), otros que fueron conocidos como con- temporneos eminentes y que en poco tiempo subieton a los altates (€0- mo la madre Teresa de Calcuta) 0 con signos externos como medallas y escapularios, que pasaron de la reverencia al menosprecio. Incluso novelas y euentos que se planearon para adultos se convier= ten en literatura infantil y luego en curiosided de anticuatio, NOES 0 el interés de los historiadores por este tipo de literatura, siempre di ficil de interpretar, porque ya que paso por las deformaciones de la cultura popular se han acumulado interpretaciones de diferentes épocas sobre un antiguo tema, Y también porque al eliminarse personajes y si- fusciones en busca de mayor credibilidad. se ocultan partes propias dé \amattation. Cada nuevo lector, copista, intérprete o editor puede alte- tar los ritmos y los contenidos, puede esforzarse por adaptar a st tiemn~ po lo que fue una historia del pasado y puede anadir o eliminar perso hajes o situaciones, Por el bien de la moral publica, las amantes pueden coavertitse en esposas, los hermanos en amigos y las madres en madras- tras, pero si se rompen las primitivas relaciones familiares se pierde el sentid TEL Felatoyoriginal y la posible cxplicacion»miticarde sumunda ‘Los heroes y villanos de las antiguas narraciones, al pasar por el filtro de un pretendido psicoanalisis vulgarizador, justifican sus actos por tral rms de la infancia o por afén justiciero, de modo que las motivacioiies individuales, propias de la mentalidad contemporanea, anulan los con- teridos simbolicos que dieron sentido a los mitos otiginalese POH) cuando usamos como fuente los textos literarios, sabemos que tenemos ante mosotros la expresiGn de la mentalidad de quien lo escribié o lo re- pradujo y no la de los personajes representados. Ademts, ni un solo in- dividuo ni-un acontecimiento unico pueden apreciatse aislados de su contexto; ya que todos los individuos viven en una comunidad, éliSe torador, mas que el novelista, tiene que prestar atencién al entorno, en el cue se encuentran elementos capaces ce modificar o justificar una in= terpretacion io podemos medir ni tan siquiera apreciar el transcurrir del tiem- en. simismo; debemos recut a los objetos sobre los que apreciamos 198 FARA UNA NUEVA VISION DELA VIDA COMDIANA su transcutso: crecen, maduran, decaen y se extinguen, Las cortientes antropoldgicas evolucionista y difusionista, que estuvieran de moda ha e 100 anos, argumentaban los diferentes cauces de surgimiento e im. plantacion de las culturas, segan la forma en que sus elementos se trans formaron en el tiempo. Hoyseadvierterque cada expresion de la‘cultura humana posee su propio ritmo de cambio y, dado que todas interactéan Continuamente, no hay tn ritmo tinico que las integre a todas: Los com- Ponentes humanos, las bases materiales, las practicas sociales, las creen- las religiosas y las circunstancias geografica, climaticas, econémicas y meteorol6gicas inciden simultaneamenie en. un momento dado, pero di- ficilmente seguiran a partir de abi un desartollo paigjo: LOS TIEMPOS Y LA MEMORIA Los testimonios documentales, a menudo estan tejidos con recuerdos y {odas sabemos cuan tramposa puede ser la memoria. Hay trampas de la memoria individual como las hay de la memoria colectiva, hay recuet- "1 AMBITO VITAL, 1.105 TIEMPOS ¥LOS RITMOS BELA IDA COTIOANA 199 Al menos desde el siglo x! se criticé el aprendizaje memoristico de lat 4s series de nombres y fechas que podrian consultarse en los libros. fobvio que un aprendizaje basado exclusivamente en la memoria nt si quiera debe Tlamarse aprendizaje, puesto que es sélo Ta reprocuccion, automatica que podria realizar una grabadora. Pero tampoco puede hat ber pensamiento creativo ni asimilacion de conceptos complejos si no se han memorizado y asimilado previamente ideas elementales. Independientemente de la forma en que los hombres administren sut propio tiempo vital, la religion, todas las religiones, han marcado ritmos ‘que en el catolicismo se sistematizan a partir del arto litargico, de las le~ chas de dministracion de sacramentos (privilegiada desde el Concilio de Trento la Pascua florida), y sobre todo del tiempo terreno frente a la eter= nicad, esa etemnidad que se hace evidente en las visiones milagrosas de un éxtasis celestial, aparentemente brevisimo, pero durante el cual trnsctt- re un siglo terrenal Se supone que la medida del tiempo como un orden en las activida- des cotidianas Se inicié en los monasterios henedictinos, con su dedica= ion a la oracién y a tareas manuales, sus obras, de ingenierfa y su disciplina cotidiana, que _{ Enel tiempo de los doses orga i mein delineate GeSeaselnesoyercronebor. | ore ee are ee od&SEl6s HOMES, De los monasteios paso _| | Natalezs Eppa reap a las rutinas cotidianas y de aht a la disciplina | gorumento sate o verbal dend del tiempo profano en el que modernamente se | ordena el conjunto de las fecha impone el horario laboral. Los monasterios es- | tualesde una main tabanaislados, fica y espirtulmente de los | Seta decimnta niet agrupamientos humans y su tiempo pudo f- | Sretan dela baad jatsesegin su propio crest. Tambign se sien- | Mem seea, prtsea pitolgie te de modo diferente el paso del tiempo en las | mer ibrosagrado Niegon clea grandes cudades, n el amblene provncano | rela aii serdo¢ en las zonas rutales. Enel pasado como en la | sultado de incansables observa actualidad, el tiempo urbano tiene un ritmo di- | del oe paged ee Beate, ns velar ne el ral bie set esto del eonjuna Ein las saciedades modernas hay una'edad rine pate de lactone para la escuela, parael aprendizaje del trabajo, | tre os doses yl cosmos. Para el matrimonio y para lajubilacions PEI yuo pray, stars de tempo tambien-en el pasado hhubo una serie de com- | “V8 A” Mitoras «los persistentes adornados con detalles que nunca existieron y situacio- espolvidadas que no podrian ser tevividas. Los recuerdos y olvidos in- dividuales dependen de las manipulaciones conscientes o inconscientes ‘jetcidas por Ia memoria, En cuanto a las formas de utilizar la memoria colectiva dependen, sobre todo, de la existencia y uso de la escritura Durante siglos se memorizaron Tos bros sagrados de la religion hind, aunque se usaba la escritura para otro tipo de documentos, Los druidas silos conoctan la escntura, pero no querian que los jévenes sacerdotes copiasen los textos sagrados, para que no fuesen menos diligentes en aprenderlos. Y Sécrates lamentaba que con la lectura se perdia el verda- dero conocimiento interno, porque se leian signos, pero no elaboraba los conceptos la propia conciencia En los pueblos dgrafos se requiere que haya especialistas en recor dar los hechos del pasado; las sociedades modernas ctean instituciones- niemoria, como los archivos y los museos, que conservan testimonios 4e la memoria anificial, para que se perpetie el recuerdo de glorias o esdichas de la nacién. En todos los métodos de ensefianza y en todas asepocas se ha dadolimportancia ala memoria y también han sido per- istentes las quejas contra la excesiva memorizacion de textos escolares 200 PARA UNA NUEVA VISION DELA VIDA COTIDANA promisos dependientes de los tiempos y de las relaciones personales El estado civil siempre ha determinado diferentes derechos y obligaciones: las solteras que fueron eternas nifias y [luego mujeres independientes, los jovenes con obligacién de estudiar o trabajar, los casados responsables le su parentela y los ancianos en el limite del poder patriarcal y del ibandono y la ruina. Hay €pocas de ritmo lento, como fueron la larga Edad Media euro- vea 0 los afios centrales del imperio espafol en América, en un largo y iparentemente tranquilo siglo Xvit, y otras de ritmo acelerado, con el ‘olento trauma de la conquista en el siglo x1, las primeras revotucio- wes en Estados Unidos y Europa y los movimientos sociales y politicos rermanentes del xix occidental EL RITMO DE LA VIDA in todos los conceptos del tiempo hay un componente relativo a. los ambios y cada criterio temporal se relaciona con algun tipo de movi- nientos}ast/e5'com,tiempo_y espacio resultan inseparables, El tiem- © astronomico se refiete a los movimientos de los cuerpos siderales, stu osicion relativa con el observador y la forma en que nos afectan. Es ele- rental la divisién dia y noche, dependiente de la rotacion tertestre y ue divide espacios de tiempo breves para permitir periodos sucesivos c actividad y descanso. Eljano’seidefine como ‘él/tiemporque tardar la ierta en recorrer su érbita alrededor del Sol, y de este movimiento de- ende también Ia distribucion del ano solar en cuatro estaciones, que ‘spond en principio a una motivacion ajena a los intereses culturales, ero solo aplicable a las regiones de la zona templada, Et los tropicos6 ilasitegionesypolaresplas.estaciones no ticnen justificacion, astronémi- (0 meteorologica, pero se aceptaron formalmente para adoplar un rit- 1 paralelo al de las naciones mas influyentes politica y culturalmente, tuadlas en la zona templada, Del mismo modo se establecieron conven. ones para hacer aceptables los meses de 30 dias, que se aproximan, sroymO|eorresponden exactamente 4 Tas fases Iunafes. En cambio no ty jusificacion astronémica o geogratica para la semana de siete dias, eacién humana, en la cual se establecio un dia pata el descanso, que icialmente se destinaba a las actividades religiosas. Las horas del dia, Los calendarosreligiosos marcan el tempo de rituales comunitarios roa de Marana Yarpoisty lave Estado de Mec (al 202 PARA UNANUEVA WSION DELA VIDA ComiANA aunque son divisiones arbitrarias,funcionan mas o menos dependientes de la luz solar, a partir de los equinoccios, con 12 horas de luz y otras tantas de oscuridad, Este tiempo astronémico es el que se mide con ca- lendarios y relojes y corresponde al tiempo pubblico, que puede ser me- dido y regulado, El tiempo del calendario es totalmente piblico y social, pero suje- toa los ritmos del universo. Toda la vida cotidiana de una sociedad de- hide desu calendario'y sobre:.se fijatcompromisos laborales, expec~ ‘ativas de celebraciones y, conmemoraciones individuales ¥ coleetivas Por otra parte, durante varios cientos de atios, los calendarios y alana. ques solian tener informacién relativa a dias favorables o inconvenien- tes para determinadas actividades, segiin la posicisn de los planetas. La astrologfa se consideré durante siglos una verdadera ciencia y hasta la actualidad ha perdurado la aficién popular por los horéscopos, como uuna forma de predecir el futuro y la suerte individual, El reloj es la ma- quina clave de la civilizacién industrial, Hacia 1345 se estableci6 de for- ma general la division de las horas en 60 minutos, El tiempo biologico es subjetivo y depende de las experiencias vita: les. Se siente el paso de las horas o de los aftos segiin lo quie se ha vivido y las expectativas futuras, Es comuin en personas adultas o ancianas te- feritse a "mis tiempos”, con lo que asumen como propio un tiempo que precisamente ya no es suyo ni de nadie porque ya pas6. All margen de convenciones y medidas, el cuerpo tiene su propia medida del tiempo Losniiios toman conciencia y defienden su tiempo para jugar o acostar- se, pero la educacién, o sea la asimilacion a los prejuicios, impone hora- fos para todo, asi que al mismo tiempo tomamos conciencia de nuestra “apacidad y de nuestras Iimitaciones en relacién con el tiempo. Todas las religiones han setialado la diferencia entre el tiempo tagrado y el tiempo profano, Algunas ofrecen la vida eterna y exponen nitos de origenes remotos y expectativas de un futuro mas o menos pro= simo en el que los justos recibiran su recompensa y los perversos el cas- igo. Las doctrinas de la reencamacion ofrecen im viaje en el tiempo que yermite alos fieles acumular méritos mediante nuevas oportunidades, asta lograr eli destais6ifihll. Los musuimanes se complacen con la mromesa de un paraiso que oftece satisfacciones materiales y los cristia- (5 limitan sus expectativas al gozo espiritual, tan escasamente atrac © que s6lo se prestigia por contraste con los sufrimientos eternos del LAMBITO VITAL 10S TEMPOS Y LOS RITMOS DELAVIDA COTIDIANA 203 infierno. Los monuimentos funerarios de los pueblos primitivos y ls ti- tuales funerarios de los egipcios tienen el mismo fundamento: la creen= iaen-una vida de uleratunnbayun-masalla’, an presente en el mundo de Tos vivos que determina aspectos fundamentales de la teologia, la mo- ral y las costumbres ‘Los apocalipsis son narraciones profiticas que se refieren a tiempos fituros.-Entre el aqui actual y el fin de los tiempos se establece un pe~ riodo de espera ent la Tierra con determinadas caracteristicas. Es el Mix Tenio y el momento en que comers el lobo con el cordero. En espera de ese tiempo tragico o glorioso hay un orden en este mundo, en el que se incluyen dias de descanso dedicados a la oracién, fechas de ayuno obli- gatorio, tiempos de penitencia y de peregrinacion La liturgia catdlica establece una serie alterna de momentos de ozo y-de penitencia, dependientes de la conmemoracion de los suce- 505 relacionados con la vida de Crista. Esos momentos corresponden a la memoria religiosa y se completan con las fiestas marcadas en el santoral. Ademas de la conmemoracidn de las pascuas, la memoria se enriquece con el recuerdo de los santos. Desde fecha temprana se in= cluyo en el ritual de la misa el memento dle los vivos y de los muertos: y adems se generaliz6 el uso de las reliquias como un medio de con- servar en la Tierra signos de la presencia de los bienaventurados. Igual- ‘mente los exvotos tienen una funcion de permanencia de la devocisn ante favores recibidos. El ofrecimiento de promesas, “mandas" y votos se basa en el concepto de omnisciencia divina. Dios sabe en todo ‘momento lo que sucedera en el futuro. Por eso puedo dedicar hoy su= fragios 0 comprar indulgencias aplicables a alguien que mutié hace ‘mucho. Los periodos que marcaron la vida cotidiana de muchas gene raciones son: adviento y cuaresma, tiempos de mortificaci6n, y las pas- cuas de Navidad, Resitteccidn (Pascua florida) y Pentecostés, que ce~ lebrat el triunfo del Salvador. EL TIEMPO REGULADO ‘Wautoridad, ya sea religiosa, civil-o laboraly dispone'de recursos'parn regular el tiempo de la vida cotidiana. La preocupacién por los horarios a partir del Renacimiento se manifest6 en la colocacion de grandes relo= 204 PARA UNA.SUEVA WSION DELA VID CoTIDIANA Jes en las torres de las igiesias 0 fachadas de edifcios publicos. demas las campanas no solo indicaban los momentos de oraeidn sino que tam, bien senalaban los horarios laborales, {in el mundo hispanoamericano regian dos horarios pata las activi- dlades burneraticas, que segin fuera inviemno 0 verano comencaban a he 7:30 0 @ las 7:00 de la manana y terminaban a las 2:30 0 alas 3:00 de la tarde, Las clases escolaes y algunas otras tareas se interrumpsan por {unosmomentos para tezar el Angelus del mediodia, y las jornadas de los trabajadores en talleres, comercios y haciendas eran “de sol a sel”. Lo rismo regia en los obrajes, talleres de produccién textil en que los tra. bajadores laboraban largas jornadas, con frecuencia encerrados y sin ‘ms limite para su tarea que la disponibilidad de luz natural. En conven. tos ¢ intemados también regia el doble horario, con una hora adelante. da desde mediada la primavera hasta entrado el ototi. Las ordlenanzas urbanas de la Ciudad de Mexico, capital del virret nato y modelo de vida urbana, indicaban las horas en que se podian Wendlerlasfrutasy-verduras al mayoreo'y mightided. La [ruta al memudeo hasta Tas 12; Tuego se abastecfan Tos comerciantes, Como un servicio Para casos de emergencia, en 1788 se dio permiso para mantener abier. tas algunas panaderias y camicerias toda la noche. Tiempo sagrado y Brofano se insertaban simultaneamente y las autoridades se ocupaben de alanzar esa union al prohibi la venta de came en Cuaresma y diag

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