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Economia de la Cultura Por Lic. Paula Beaulieu La Economfa de la Cultura se presenta como tema y problemtica desde tiem- pos bastante recientes. Realizando un breve ejercicio de memoria, tanto orga nismos internacionales, como gobiernos nacionales, provinciales y munici- pales, areas de cultura, empresas de entretenimiento, incluso emprendimien- tos culturales y artistas estan incluyendo en sus discursos, agendas y temas de discusién la dimensién econémica de la cultura. Lo que lleva a la pregunta: gpor qué estd sucediendo esto? Serla imposible encontrar una tinica y taxativa respuesta. En realidad, se encuentran una serie de razones de origen politico, social y econémico Detenerse en desarrollarlas no es el objeto de este capitulo; ademas, lo excederfa con creces, por lo que se centrard en algunas de ellas. En primer lugar, la cultura nunca ha sido ajena a la vida del hombre y al desa- rrollo de las sociedades. Ast, se han generado una multiplicidad de nociones ¢ interpretaciones de cultura construidas a lo largo del tiempo. En la actualidad lo comtin en la mayoria de ellas es el hecho de haber abandonado la mirada restrictiva y reduccionista de considerar a la cultura tnicamente como Bellas Artes, 0 seccionando la cultura popular de la alta cultura. Cuando hablamos de ella, estamos pensando en el resultado de la relacién entre el individuo y su entorno, y esto lleva al siguiente punto Han sido los organismos internacionales, como la UNESCO y aquellos que abo- gan por los derechos humanos, quienes han ido mas alld de reconocer que las actividades y bienes artisticos culturales producen goce, crecimiento espiritual y personal, planteando la cultura como un derecho de doble via: el derecho de los ciudadanos a disfrutar y acceder a los bienes y la produccién cultural; y el derecho de los ciudadanos a crear y producir bienes culturales que luego estén disponibles para la sociedad. En tercer lugar, el creciente y vertiginoso proceso de industrializacién de los dis- tintos sectores econdémicos desde la segunda mitad del siglo XX, de la mano del desarrollo tecnolégico y de las comunicaciones, ha reclamado a la vez una importante especializacién: marketing y gestidn para las empresas; profesio- nalizacién y capacitacién permanente para sus empleados. Este modelo de pro- duccién y comercializacién de las industrias ha contagiado otros sectores. A 87 PAULA BEAULIEU. Lic. en Ciencias de la Informacion y Técnica en Marketing. Docente de las materias de Intrecuccisn ala Gestisn Socio cultural e lntegracién y Préctica de la Gestién del Instituto Provincial Ezpelats - Altos del Chipién, Co- investigadora del proyecto. de lnvestigacién “Impacto de la cule ture en la economia cordobesa’ (Beca a la Investigacion Universia. Banco Rio). Ha dirigido y publicado Ia investigacisn "Consumo y recep. cidn cultural en las actes escénicas en la ciudad de Cérdaba" 2005, Se ha desempenado en areas de gestion y de comunicacidn institu: ional en el dmbito privada y de organizaciones no. gubernamen tales cartrute3 (0) No es posible detenerse a ea rina este ejemplo en terminos v= lorativos, es decir si esto ha sido positive, negativo o suficiente para fe sociedad. Obviamente, ¢s un tema que, entre otras disciplinas, interesa ala cultura al considerarlo como un cambio que produce un efecto cascada hacia todos los mbitos de la sociedad. Cartruto 3 Inconlnt Clevo modo de ejemplo, puede considerarse que la politica y los gobiernos han incor- porado diversas herramientas y técnicas de gesti6n, como también recursos humanos profesionalizados (1). Por ultimo, es interesante mencionar la importancia creciente dentro de los sec: tores industriales de las industrias culturales y del entretenimiento en términos ceondmicos, financieros, tecnolégicos y de empleo; pero también sociales y pollticos -se abordard este punto mas adelante. Por ahora se considerard que, PP bien estas industrias presentan las mismas condiciones de produccién, estructura, comercializaci6n y fines iltimos (es decir que persiguen fines de Tucro), se diferencian de las otras existentes porque la materia prima de la que ce nutren es diferente y, por ende, el producto final también lo es. Ya sea que se piense en la industria discogréfica, una productora televsiva o Ia industria edi forial, todas ellas se mutren de la creacién de un artista para producir: de un miisico, de un actor, de un escritor Estos puntos sefalados no se presentan de manera aislada, sino que se entrete- jen entre si generando un entramado complejo que lleva a pensar y reflexionar sobre la dimensién econdmica de la cultura, La dimension econémica de la cultura La cultura posee una dimensién cultural propiamente dicha, una dimensién social, una dimensién politica y también una dimensi6n econémica. gPor qué también? Porque la dimensién econdmica de la cultura no es la mas impor: tante, Considero que es una dimensién necesaria, pero no la mds relevante respecto de las otras tres. Esto, que para muchos de nosotros puede ser una obviedad, no parece serlo para ciertos intelectuales, politicos y empresarios que estan interesados en esta fematica en particular. Parecen haber olvidado que la Economia es una disci plina social que intenta explicar, a través de diferentes modelos, c6mo las per- conas, teniendo unos recursos que son limitados y unas necesidades biol6gicas y sociales perpetuas, se organizan o deben hacerlo para aprovechar mejor Jdichos recursos en funcién de dichas necesidades. A lo largo de la historia, y Sobre todo desde que la racionalidad organizé el mundo en sectores de conocimiento, siempre ha primado un modelo sobre otro. En la actualidad, el modelo dominante es el del capitalismo. 88 Este modelo dominante condiciona a establecer relaciones generales y particu- lares determinadas por el mercado, es decir, por las fuerzas que operan en él, con el fin de maximizar la ganancia. Configura, de esta forma, un escenario piramidal, situando en su ciispide a unos pocos que concentran los mayores recursos, riqueza y poder; y en su base los muchos que poseen menores recur- 50s, riqueza y poder(2). Este escenario, que en primer lugar domina las rela- ciones econémicas, produce un efecto cascada hacia otros sectores y reproduce el mismo esquema piramidal, Quienes nos desemperiamos laboralmente en el Ambito de la cultura, deberfamos considerar proactivamente estos puntos. Es decir, ponderar las dimensiones principales de la cultura y subordinar la dimensién econémica a ellas. De esta forma, se pone limite a la inercia que genera el sistema capitalista en todas las relaciones sociales. No todo lo que la cultura produce es econémi- camente rentable, ni siquiera tiene por qué serlo. Y, desde luego, la sociedad no puede prescindir de la creacién y la produccién artistica-cultural simplemente porque no sea rentable, ya que lo que est en juego son los individuos, el pre- sente y el futuro de las sociedades. Lo que esté en juego, entonces, son valores éticos, sociales y politicos que, evidentemente, no admiten ser pensados en tér- minos de rentabilidad. Llegados a este punto, entonces gqué es lo que interesa de la dimensién econémica de la cultura? Sencilla y lanamente la posibilidad de mejorar y potenciar las condiciones en que las personas generany disfrutan la cultura Para que los artistas, creadores y quienes facilitan que un bien cultural llegue 2 su piiblico, puedan vivir de su trabajo y atender a la diversidad cultural, ademas de garantizar y mejorar el acceso de la ciudadania a los bienes culturales. Estd claro entonces que la articulacién entre econom(a y cultura contribuye al desarrollo cultural y, por ende, social de ciudades, paises y regiones. A conti nuacién se mencionan algunos aspectos de esta articulacién, teniendo en cuen. ta que la tendencia a simplificar la produccién cultural en términos econémicos presenta algunos aspectos negativos: ~ _ Utilizar herramientas cientificas para analizar lo que la cultura produce, la forma en que lo hace y su contribucién al desarrollo social permite deter- minar las éreas mas y menos profesionalizadas, las més y menos concen- tradas, las més y menos desarrolladas en términos de mercados, las condi- 89 {@) Un informe difundido en los medios de comunicacién el 29 de setiembre de 2006 daba cuenta que la riqueza acumulada por lot 10 hombres més ricos del mundo es igual a la suma de los PBL de 42 paises. Cinco de estos hombres, entre ellos Bill Gates, son esta dounidenes, y los cinco restantes pertenecen a India, Arabia Saudita, México, Alemania y Sueca carfruto 3 Inconeiente Coecivo Caplruto 3 Inconscente Coles ciones de trabajo y empleo de quienes intervienen en el proceso; es una importante contribucién para la planificacién cultural y el desarrollo de politicas culturales; Utilizar sélo herramientas econémicas es una contribucién pobre porque de esta forma se arriba a conclusiones parciales, que determinan lo que es y no es rentable, olvidando asf que una creacién artistica-cultural entrafia ele- mentos simbélicos a diferencia de otros productos comercializables; Si lo que la cultura produce no es rentable en términos econémicos, es valioso en términos simbélicos, identitarios, de tradicién, sociales e incluso politicos. Por lo tanto es necesario que la economia se nutra de otras dis- ciplinas que mejoren sus herramientas tradicionales para explicar el com- portamento cultural; En los tltimos afios ha crecido el interés dentro de los sectores culturales, piiblicos y privados de profesionalizar el trabajo que se desarrolla dentro de ellos. La profesionalizacién en sentido positivo tiene que ver con el dis- efio, la planificacién y la investigacién de las organizaciones dedicadas a la cultura; a la vez que se introducen herramientas y personas que provienen de distintas disciplinas como la comunicacién, las relaciones publicas y humanas, la administracién, el disefo y la publicidad, la gestién, ete. El objetivo de la profesionalizacién es mejorar la visibilidad de sus produc- ciones, la accesibilidad por parte del publico a los mismos y la dinamizacién sociocultural; Cuando la profesionalizacién de la actividad cultural esté por encima de los contenidos creativos y de los sentidos basicos de la cultura, se pierde sen- sibilidad, no existiendo elementos diferenciadores con cualquier otro pro- ducto 0 servicio disponible en el mercado para el consumo} Existe una fuerte tendencia a la homogeneizacién de la oferta cultural en detrimento de la diversidad de contenidos y sentidos, cuando lo unico que prima es el factor rentabilidad. En este sentido vemos, por ejemplo, que los. formatos y contenidos televisivos tienden a repetirse de un canal a otro. Inclusive los canales publicos tienden a copiar estos formatos. EI objetivo que persiguen es incrementar ei nivel de sus audiencias. Sus principales ingresos provienen de la publicidad. Asf, lo que ofrecen a las empresas que publicitan es cantidad de audiencia; Existe una fuerte tendencia a analizar en términos econémicos la produc- 90 cién de bienes y servicios culturales que provienen de algunos sectores del audiovisual, las comunicaciones, la misica, el editorial. Se dejan afuera las actividades dentro de estos sectores que, por un lado, son menos rentables y; por el otro, tienen una organizacién informal y fisicamente se encuentran més dispersas. Es decir, es mds facil analizar las empresas editoriales (cudntas son, cuantos libros editan, cémo los distribuyen, qué ingresos tienen) que analizar los escritores activos, los pequefios emprendimientos editoriales, las revistas culturales, las revistas bartiales, etc. Este ejemplo puede trasladarse a todas las areas de la cultura; Existen fuertes diferencias dentro de cada sector cultural entre las éreas que estan formalizadas y las informalizadas, lo que dificulta abordar estudios integrales de estos sectores. Tomemos con ejemplo el sector de la miisica. Encontramos una serie de empresas que se dedican a la produccién, dis- tribucién y comercializacién musical. Aqui resulta relativamente facil inves: tigar cémo se organizan estas empresas, cémo producen, distribuyen y comercializan sus productos, cules son sus costos e ingresos y la relacién entre ellos, cudntos empleados tienen y en qué condiciones. En primer lugar por el tipo de organizacién que tienen, en segundo lugar porque suelen estar concentradas en lugares urbanos con gran cantidad de habitantes. Pero también conviven emprendimientos més pequefios que se dedican a estas actividades y los milsicos que son los que se dedican a la creacién de estos productos y que en muchos casos, antes de acceder a las grandes empresas, realizan espectaculos en vivo de pequeito y medio formato (es decir tocan en bares y pub, festivales, etc). Aqué resulta relativamente com: plicado analizar cémo se organizan, cémo producen, cémo comercializan, las condiciones de empleo, la cantidad de personas que se dedican a estas actividades, cudles son sus costos y sus ingresos; En general los estudios e investigaciones interdisciplinarios son solicitados por las grandes empresas que pueden pagar este tipo de estudios y utilizan la informacién para la toma de decisiones de produccién (qué producir) y de comercializacién (en qué mercados vender). El anélisis econémico tiende a primar por sobre el resto de los aspectos; Existe una menor tradicién, por parte de los Estados y organizaciones no gubernamentales interesados en la cultura, en encarar este tipo de estu: dios ¢ investigaciones; 9 captruio 3 Captruto 3 Incanscate Coleco - Las organizaciones globales que se interesan en la cultura encargan estu- dios que suelen ocuparse de los sectores mds rentables y con mayores posibilidades de intercambio internacional, dejando de lado sectores de produccién més artesanal o de tinica vez como el teatro, las artes plisticas, los espectéculos en vivo, las artesanias, etc. Olvidan que son los sectores menos industrializados los que contienen y reflejan la identidad, la cultura y las tradiciones de las comunidades; - No existe una fuerte tradicién en las dreas estatales y las organizaciones 0 entidades que nuclean a los artistas y sus producciones, de generar infor- macién, sistematizarla y actualizarla, Esto dificulta en gran medida la posi- bilidad de encarar estudios ¢ investigaciones de manera permanente y de bajo costo. ‘Amodo de sintesis puede destacarse, en primer lugar, la importancia de la cul tura en la generacién de empleo y en el desarrollo de las regiones. En este sen- tido, se tora importante y necesaria la investigacién desde un abordaje inter- disciplinario -tal como se viene planteando-, porque el empleo y el desarrollo cultural son muy desiguales, se trate de paises, ciudades o sectores culturales. En segundo lugar, no puede negarse la importancia de los estudios econdmicos actuales, principalmente sobre el desarrollo de las industrias culturales. No obstante, éstos son insuficientes 0 parcializados si no se encaran estudios ¢ investigaciones que aborden sectores culturales que, en términos econémicos, son menos rentables, menos organizados, més informales o corresponden a partes de la cadena de produccién menos interesantes que las que estén orga- niizadas en empresas. Como ya se planted, estos sectores menos visibles para la economia poseen valores culturales tanto para quienes los producen, como para quienes disfrutan de ellos, que escapan a la medicién y comprensién a través de las herramientas tradicionales del andlisis econémico cuantitativo. En tercer lugar, las investigaciones y los estudios sobre el impacto econémico de la cultura 0 sobre impacto de la cultura en la economia dan cuenta de un estado de situacién. Son como fotograffas que nos muestran lo que hay y cémo esté funcionando. Pero esto es insuficiente. Lo que atin no estd sucediendo, principalmente en Latinoamérica y especfficamente en Argentina, es que se tomen decisiones en funcién de esos datos. Ya se mencioné que es principal- mente el sector privado quien encarga y utiliza la informacién para tomar deci- 92 siones en funcién de sus intereses. Pero el Estado, a través de sus dreas de cul- tura, debe comenzar a definir cémo se para frente a ella, y usar esos datos para legislar y generar politicas adecuadas que protejan los sectores més débiles, corrijan los efectos de la alta concentracién en algunos sectores y blanqueen las reglas de juego para todos -sean grandes grupos o pequefios emprendimientos. mejoren las condiciones de produccién y de empleo que se encuentran despro- tegidas, mejoren el acceso y la disponibilidad de la produccién cultural en gen- eral, yen particular de aquellos productos que presentan mayores dificultades para llegar a los ciudadanos. En cuarto y tltimo lugar, no puede soslayarse la importancia actual de la relacién entre economia y cultura. Se debe nutrir dicha relacién de tal forma que desarrolle nuevas herramientas que adquieran y reflejen las verdaderas dimen- siones de la cultura, su relacién con los ciudadanos y con el desarrollo regio- nal Los estudios sobre Economfa de la Cultura en Latinoamérica Acontinuacién expondré algunos topicos comunes que diversos autores ¢ inte- lectuales latinoamericanos, incluso europeos y estadounidenses interesados en Latinoamérica, han desarrollado en libros, ensayos, articulos periodisticos y ponencias(3) 1+ La evolucién de las relaciones entre economia y cultura. Coinciden en que, cuando se habla en la actualidad de cultura, se introducen de manera cre- ciente argumentos econdémicos para intentar legitimar el papel de la cultura en la sociedad y defender la intervencién publica de apoyo a la misma; La interpretaci6n de la produccién cultural a partir de circuitos de produc- cién y comercializacién. A medida que la sociedad se va complejizando cada vez més, es necesario identificar los procesos 0 circuitos que se pro- ducen entre la actividad de creacién y la actividad de contemplacién o dis- frute. Asi, el trabajo creativo -fruto de la imaginacién e interés de un artista en darle vida-, es el comienzo de una cadena de produccién, reproduccién, distribucién y comercializacién que permite el acceso a estos bienes por parte de los ciudadanos; Limitacién de las herramientas tradicionales de la economia para explicar la cultura, Los autores reconocen que mas alld del valor funcional de un bien 93 (3) Los autores considerados fueron: Luis Stolovich, de nacionalidad uruguaya, es economista, profesor de la Universidad de la Repl de Uruguay, especiazado en as pectos sociles y culturales del de sarrello. Miembro de la Asociacién Culturee Néstor Garcia Canclini, de nacional. idad argentina, es’ filésofo antropélego, Doctorada en la Facultad de’ Humanidaces de la Universidad Nacional de La Plata Desde 1976 esti radicado en Mésico. Se desempera como profe sor e investigador dela Universidad Auténoma Metropolitana de México Octavio Getine nacido en Espana, pero naturalizado argentino, Es director de cine y estudioso de fa cultura. Actualmente se desem: pefla come Coordinader del Obser vatorio de Industrias Culurales de ia Ciudad de Buenos Aires, Germén Rey, ealombiano, Investigador de comunicacién y cub tura. Es asesor general del proyec to de Economia y Cultura del Convenio Andrés Bello, LUu’s Bonet Agusti economists espaol. Director de los cursos de postgrade en Gestion cultural, Universitat de Barcelona George Yudice es estadounidense. Profesor y ensayista, Director del centro de Estudios Latinoame- ricaros y del Caribe y del Centra de Investigaciones de Pollticas Cult rales, de lz de Nueva York capture 5 Irconacete Coectvo (4) Garcla Cancini, Néstor. Trabajo publicado en la pagina de la Organizacién de Estados Iberoa- rrericanos. wwu.campus-oei.org CaPtruso 3 Inconacente Colestvo © servicio cultural, cada producto cultural lleva implicito un valor simbélico yemocional distinto para cada individuo 0 comunidad cultural. Esto se pre- senta como un reto a las reglas habituales de andlisis del comportamiento econémico; Problemas en la definici6n de cultura, Existe una importante dificultad, casi sin visos de resolucién, en tratar de aplicar la racionalidad econémica si se concibe cultura en términos amplios; es decir, con relacién a las identi- dades, al conjunto de bienes patrimoniales, conocimientos, experiencias, formas de expresién y de vivir que implican una necesidad de comunicacién del individuo respecto a su entorno, Es necesario trabajar con un concepto de cultura mas restringido, que incluya la produccién de bienes y servicios culturales; Simplificacién excesiva en la consideracién de las industrias culturales como objeto de estudio. Este punto deriva del anterior, es decir, al simp! ficar el concepto de cultura para poder operar con el andlisis econémico, se tiende a considerar dnicamente a las llamadas industrias culturales, dejan- do de lado otros procesos culturales que de manera més artesanal o més informal también intervienen en la produccién de bienes culturales; La cultura como contribucién al desarrollo. Al concebir la cultura de mane- ra més restrictiva, es decir, al focalizar sobre la produccién de bienes cul: turales, un factor significativo es que la cultura genera crecimiento econdmi co, por un lado favoreciendo el flujo y la circulacién de bienes, -y con ello de sentidos simbélicos-, por el otro generando empleo. Sin embargo los autores destacan la desigualdad en que se produce esta contribucién, segiin se trate de pafses centrales 0 periféricos. Esta asimetria no genera sdlo desigualdad en la distribucién de los beneficios econémicos, sino que tam- bién agrava los desequilibrios histéricos en los intercambios comunica- cionales, en el acceso a la informacién y los entretenimientos, y en la par- ticipacién en la esfera puiblica nacional e internacional (4); El impacto de la cultura en otros sectores econémicos. Se destaca la con- tribucién de la cultura al desarrollo tur(stico de los pafses y regiones. De la mano de la produccién cultural se desarrollan otras industrias complemen- tarias, como la fabricacién de aparatos electrénicos, de soportes, de insumos, de servicios técnicos y de transporte; El papel del Estado en el desarrollo cultural. A medida que las grandes 94 empresas privadas se apropiaron de la mayor parte de la vida publica, ésta ha experimentado un proceso de privatizacién, transnacionalizacién unila- teral y desresponzabilizacién respecto de los intereses colectivos en la vida social. El reordenamiento neoliberal de los vinculos entre Estado, empresas privadas y sociedad civil reduce cada vez mas la esfera piiblica a la bisque da del lucro privado. Es dificil que los empresarios entregados a le simple légica del mercado asuman tareas piblicas de la comunicacion y el desa- rrollo cultural. Por ello, la accién de los Estados es indispensable para si- tuar las interacciones comerciales en relacién con otras interacciones sociales donde se gestiona la calidad de vida y que no son reductibles al mercado, como los derechos humanos, la innovacién cientifica y estética, la preservacién de contextos naturales y sociales. A partir del reconocimiento de que el mercado es insuficiente para garantizar los derechos sociales y culturales, las reivindicaciones politicas de mayorfas y de minorfas, una de las tareas que Estado debe ejercer es la regulacién y arbitraje para no per- mitir que la vida social se reduzca a los intereses empresariales y de los inversores(5); 9- Importancia creciente de estudios sobre impacto de la cultura en el desarrollo y el crecimiento econémico. Si bien estos estudios permiten demostrar que la cultura desempefia un papel importante en la vida econémica generando empleos, pagando impuestos, contribuyendo al equilibrio de la balanza de pagos, no deben reducirse a la incidencia de la cultura en el cre-cimiento econémico solamente, Son fundamental- mente importantes para los procesos de integracién nacional y regional, ademas lo son para la identidad y el auto-reconocimiento de los individuos y las sociedades, como posibilidad de desarrollo integral; 1o- Necesidad de estudios interdisciplinarios. En este sentido no se apela a una sumatoria de disciplinas con légicas especificas y diferenciadas. Se neces- ta la construccién de marcos tedricos y metodolégicos integrales y nuevos que se sittien a la altura del objeto del estudio, que comporta dimensiones tangibles (por lo tanto facilmente medibles) e intangibles, que requieren instrumentos de andlisis mas complejos, por cuanto demandan enfoques sociales, psicosociales, antropolégicos y culturales. Una dualidad de cam- pos de estudio que obliga a construir nuevas herramientas de conocimien- t0(6); 95 (6) ibidern (6) Getine, Octavio, Ponenciaelab orad2 para la Asambles Intemacional de Economistas, La Habana, Cubs, 2004 captruto 3 (0) ftp: Jwwcab.int.cof Cartruvo 3 Irconaclete Coectvo 3¥- Carencia de informacién confiable en Latinoamérica. Esto no se reduce tin camente a los estudios de economia de la cultura. Se esté marcando una falencia importante como es la falta de tradicién -tanto por parte del Estado, como de organizaciones no gubernamentales que nuclean a artistas y pro- tegen sus producciones- de elaborar informacin, sistematizarla, actua- lizarla y difundirla, La ausencia de informacién confiable, adecuadamente recogida y sisternatizada es uno de los problemas para la definicién de politicas publicas, planes de desarrollo y mecanismos de integracién de las industrias culturales en América Latina; Bajo desarrollo de los estudios de campo de la economia de la cultura. Si bien la bibliografia es extensa y abundante en esta temiatica, los estudios de campo o de casos son menos numerosos y se presentan de manera aislada © no presentan continuidad. En cierta forma esta carencia se relaciona con el punto anterior. Pero tampoco existe una voluntad manifiesta por parte de los Estados para encarar este tipo de estudios de manera sistematica, y las organizaciones no gubernamentales no cuentan con los recursos sufi- cientes para llevarlos a cabo. Por su parte, el sector privado es el que mas da cuenta de la realizacién de investigaciones para su uso privado, lo cual implica una reducida circulacién de sus resultados. Se puede mencionar, sin embargo, que desde hace unos afios e! Convenio Andrés Bello(7) lleva ade- lante, en colaboracién con paises latinoamericanos y sus organizaciones, Investigaciones sobre impacto de la cultura en la economia regional. Su objetivo final es la construccién de indicadores cuantitativos y cualitativos que permitan la comparacign entre las realidades de los paises que integran la region. 12 Los estudios sobre economia de la cultura muestran los debates latentes en la actualidad. En palabras de German Rey, muestran las tensiones entre culturas globales ¢ identidades locales, entre estandarizacién comercial y narrativas propias, entre influencia de las empresas transnacionales y oportunidades de desarrollo de las industrias nacionales y de las empresas culturales independientes. También abren muchos interrogantes sobre los caminos de la creatividad en nuestras sociedades, la importancia de los soportes tecnolégicos y sus implicaciones 96 en la expresividad, las posibilidades de equidad para la informacién, el conocimiento y la cultura para que no sigan alimentando los motivos de las desigualdades que proliferan.en nuestros paises. Mas allé de los datos estan las discusiones sobre el papel renovado del Estado en la promocién de la cultura, la presencia de la iniciativa privada, el sentido de los esfuer- 20s asociativos de muchos creadores 0 los rumbos que deberian trazarse los centros de formacién artistica(8) Conceptos claves que interesan a la Economia de la Cultura Temas como diversidad cultural, patrimonio, bienes culturales, actividad cul- tural han sido de interés particular y prioritario por parte de la UNESCO(9), quien ha elaborado instrumentos que recomendé adoptar a los paises miem- bros, para que sean incorporados en sus propias legislaciones y desarrollo de politicas culturales. Los pafses latinoamericanos, entre ellos el nuestro, han respetado esta recomendacién. Ademés, sugiere aceptar un concepto amplio de cultura y el respeto por la diversidad cultural; también se ha ocupado de reconocer la condicién del artista, de la misma manera que sus creaciones y producciones. Estas dos ultimas son las que nos interesan, la condicién de artista y su creacién, ya que a partir de este reconocimiento se podran entender luego las consideraciones sobre productos, servicios y bienes culturales; patrimonio tan: gible e intangible; industrias de la cultura e industrias cutturales. En 1980, en la Conferencia General realizada en Belgrado, la UNESCO define al artista en los siguientes términos: toda persona que crea o que participa por su interpretacién en la creacién © la recreacién de obras de arte, que considera su creacién artistica como un elemento esencial de su vida, que contribuye asf a desarrollar el arte y la cultura, y que es reconocida o pide que se la reconozca como artista, haya entrado 0 no en una relacién de trabajo u otra forma de asociacién. A partir de esta definicién, realiza una serie de recomendaciones que los Estados miembros deberian contemplar. Sdlo me referiré a los puntos que tienen vinculacién con la actividad del artista: 97 (8) German Rey. en. “La densidad de la relaciones entre economia y culture", articulo publicado en fa Revista Observatorio n°, Observa- tori de Industrias Culturales, Gobierno de fa Ciudad de Buenos Aces [online] Disponible: http /|www.buenosaires.gov.ar Publicado originalmente por Convenio Andrés Belo, (9) Organizacién de las Naciones Unidas para la Educacién, la Gen: cla y la Cultura se constituyd en 1945 y entré en vigor en 1948, Su principal objetivo es contnbuir al mantenimiento de ls paz y le seguridad en el mundo a través de la educacion, la cienca, la cults 'a comunicseidn, promoviendo la fin de garantizar el respeto univer: sal de la justicia, Ia ley, los dere chos humanos y las libertades fun- damentales. Sus funciones princ: pales son realizar estudios prospec: tivos sobre las formas de edu: ‘acién, ciencia, cultura y communi cacién para el futur, cartruro 3 Captruto 3 Ineoneceme Coectvo 1. Considera como artistas, cualquiera sea la disciplina o la forma de arte que practiquen, a los artistas, autores y creadores en el sentido de la Convencién Universal sobre derechos de autor y del Convenio de Berna para la protec- in de las obras literarias y artisticas, asi como alos ejecutantes e intér- pretes segtin la Convencién de Roma sobre la proteccién de éstos, los pro- ductores de fonogramas y organismos de radiodifusién; 2. Esta definicién se basa en el reconocimiento de que el arte refleja, con- serva y enriquece la identidad cultural y el patrimonio espiritual de las diferentes sociedades. De esta forma recomienda el aseguramiento, por parte de los Estados, del acceso al arte a toda la poblacién y el fomento de todas las actividades que pongan de relieve la contribucién de los artis- tas al desarrollo cultural; 3. Al reconocer entonces el papel que los artistas desempefian en la vida del ser humano y de la sociedad, recomienda que los Estados adopten medidas que aseguren a los artistas el derecho a gozar del fruto de su trabajo, al tiempo que aseguren la libertad y el derecho de que éstos puedan constituir las organizaciones sindicales y profesionales que prefieran y afiliarse a ellas. Y; finalmente, los Estados miembros deberian garantizar la participacién de los artistas en la elaboracién de politicas culturales y laborales, sobre todo en lo que hace a su formacién profesional y ala determinacién de sus condi- ciones de trabajo. Hasta aqui se ha definido qué es un artista, la importancia de su rol en la sociedad, el reconocimiento de su actividad como un trabajo, cémo adquiere el derecho de gozar espiritual y materialmente de los frutos del mismo, y acceder a su formacién profesional \Veamos ahora qué pasa con el producto de su actividad creativa. Recurritemos al "Derecho de autor" y el "Copyright". El derecho de autor, tal como se verd detalladamente en el préximo capftulo, es la facultad exclusiva que tiene el creador intelectual para explotar temporalmente, por sio por terceros, las obras de su autorfa, que se consideran facultades de orden patrimonial; y en la de ser reconocido siempre como autor de tales obras, que se consideran facultades de orden moral. Se considera como obra la expresién personal de la inteligencia que desarrolla tn pensamiento que se manifiesta bajo una forma perceptible, tiene originali- 98 dad 0 individualidad suficiente, y es apta para ser difundida y reproducida. La proteccién del copyright se limita estrictamente a la obra, sin considerar atribu- tos morales del autor en relacién con su obra; pero tiene derechos que deter- minan las modalidades de utilizacién de una obra. Los creadores originales de las obras protegidas por el derecho de autor, o sus herederos, detentan el derecho exclusivo de autorizar a terceros la utilizacién de la obra segiin la naturaleza de la misma. El derecho de autor en s{ mismo no depende de procedimientos oficiales, pero numerosos titulares de obras creativas no cuentan con medios para hacer respetar juridica y administrativamente este derecho. Entonces sucede, como en nuestro pafs, que se crean organizaciones o sociedades de gestién colectiva que se ocupan de la recaudacién, administracién y desembolso de las regalias obtenidas mediante la utilizacién internacional © nacional de la obra de un miembro, Estos son los casos de SADAIC, ARGENTORES, AADI-CAPIF, etc. También existen los llamados "Derechos conexos" al derecho de autor, que se otorgan a los titulares que entran en la categorla de intermediarios en la pro- duccién, grabacién o difusién de las obras. Se considera ast que son parte del proceso de creacién intelectual por cuanto prestan a los autores asistencia en la divulgacién de sus obras al puiblico. Es el caso de los miisicos que interpre- tan obras musicales de los compositores, o los actores que interpretan papeles en obras de teatro escritas por dramaturgos, o radiodifusoras que difunden obras musicales. Productos, servicios, bienes culturales Comenzaremos primero con la distincién y la definicién de bienes culturales, Los bienes culturales son cada una de las manifestaciones que conforman la identidad de una cultura determinada. Es decir que son los objetos mate- riales e inmateriales, tangibles e intangibles, muebles e inmuebles en los cuales se expresa y manifiesta un valor cultural, ya sea por su significacién histérica, artistica, religiosa, arqueolégica, arquitecténica o cientifica. En teoria la definicién es clara. En la préctica, seguramente presentaré dificuk tades. Por ello es importante tener en cuenta que, de la misma manera que la vida en sociedad se desarrolla a partir de ciertas convenciones 0 arreglos que 99 cariruro 3 captruto 3 Inconscant Coles se fundan en valores relacionados con el bien comtin, -es decir, aquello que be- neficia a todos-, algo similar sucede con la valoracién que realizamos de ciertos objetos. Lo hacemos a partir de convenciones que se basan en el acuerdo fun- damental de respetar y rescatar la diversidad cultural. Podemos agrupar los bienes culturales en dos grandes conjuntos, lo cual no significa que otros autores, incluso el lector, puedan realizar otra clase de di tincién: = Bienes culturales de soporte: formado por los medios para la trasmisién y reproduccién de contenidos culturales. Se incluyen aparatos de cine, video, audio, fotografia, computacién, etc. - Bienes culturales de contenido: son los contenidos mismos que se desa- rrollan en la literatura y las publicaciones periédicas, las artes plisticas, las artes escénicas y musicales, el audiovisual; en todas sus posibles combina- ciones y cuando incluso puedan utilizarse o combinarse con la tecnologfa. Se consideran, ademas, en esta categorfa: el patrimonio en sentido estricto, las bibliotecas, los archivos, los museos. En general, la denominacién de bienes culturales y productos culturales se usan indistintamente. Sin embargo existen algunas diferencias sutiles. El término producto proviene de su utilizacién en la fabricacién de los sectores industria. les. Se denomina asi al resultado del proceso de transformacién y produccién de las materias primas, El producto tiene existencia fisica y material, y se dife- rencia asi de los servicios. Con la introduccién de las técnicas del marketing, el concepto de producto tuvo tna variacién importante, y en la actualidad se define como aquellos atributos fisicos, simbélicos, psicoldgicos y de servicios que los consumideres perciben cuando lo adquieren. De la mano de las industrias culturales se introdujo el término producto como sinénimo de bien cultural. Podemos entonces considerar como producto cul tural a los bienes culturales que, a partir de su produccién, reproduccién, dis- tribucién, comercializacién, difusién y/o exhibicién, se encuentran disponibles en el mercado para su consumo, persigan o no fines de lucro. También es sutil la diferencia entre producto y servicio cultural. Un evento, una actividad artistica o cultural se desarrolia a partir de un bien cultural, pero 100 involucra un proceso de planificacién, organizacién, seleccién, puesta, difusién que, si bien no transforma ese bien cultural original, lo complementa con la finalidad de que sea contemplado, adquirido, disfrutado por un pablico. Algunos autores consideran como servicio las actividades de promocién y pu- blicidad cuando estén asociados a los bienes culturales. Sin embargo, para otros autores estas actividades son productos culturales al valorar el proceso creativo que involucran, se trate de la promocién o publicidad de productos cul turales 0 de cualquier otro tipo de productos. Nuevamente esta discusién excede el marco de esta reflexién. Creo acertada la forma en que Octavio Getino define los servicios culturales y los diferencia claramente de los productos culturales. Este autor afirma que los servicios culturales estén representados por las actividades que, sin asumir la forma de un bien material adquirible por el consumidor, atienden a un deseo, interés 0 necesidad de cultura y se traducen en aquellas infraestructuras y medidas de apoyo a las practicas culturales que los Estados, las instituciones y empresas privadas o de derecho semipublico, las fundaciones o las organi- zaciones sociales, ponen a disposicién de la comunidad para la apreciacién de los bienes ofertados(to) Son considerados servicios las actividades que las personas realizan para infor- marse o disfrutar de un bien con el fin de acceder a ideas, informaciones, ima- genes 0 emociones, pero sin llegar a la adquisicién del mismo. Estas activi dades dejan de ser servicios y se convierten en productos culturales cuando pasan a integrarse dentro o en distintos soportes. Por ejemplo una pelicula se vende en soporte de video, un concierto en vivo se graba en CD o DVD, una muestra de pintura se publica en un libro, etc. Hasta aqui he intentado definir y diferenciar bienes, productos y servicios cul- turales. Lo he hecho a los efectos, como mencioné anteriormente, de la com- prensién tedrica de cada uno de ellos, para identificar sus caracteristicas par- ticulares, Lo cierto es que en la prctica existe una sélida interrelacién, comple- mentacién y potenciacién entre productos, bienes y servicios en el amplio campo de la cultura. (00)Getine, Octavio. Las IC como concepto, | Tabsja_publicado en Pensar en Iberoamérice - Revista de Cultura, Portal de la Organizacion de Estado: iberoamericanos, setiembre de 2002, Captruo3 (00) Ver Glosario. (G2) Stolovic, Luis. Diversidad cule tural y economia: encuentros y de sencuenttos en Revista Observer torio N° 2 - Observatorio de Industrias Cuturales. Secretaria de Cultura, Gobierno ée lz provincia de Buenos Aires Cartruvo 3 Inconacente Coectvo Cadena de produccién cultural e Industrias Culturales Este tema, como todos los que se vienen planteando hasta aqui, tampoco escapa ala controversia ni a la dificultad para definir su campo de interés. No hay acuerdo sobre qué es y qué incluye una cadena de produccién cultural, ni sobre qué es y qué incluye el concepto de industria cultural. De hecho, muchos autores y estudiosos no plantean distinciones entre ambas nociones, o utilizan otros términos como industrias creativas, industrias del conocimiento, etc. Considero titil utilizar estas denominaciones de manera separada, a la vez que sostengo que existen elementos y factores determinantes que llevan a diferen- ciarlos, por lo menos en un plano teérico, ya que en la practica se encuentran estrechamente vinculados. En primer lugar, coincido con Luis Stolovich en que la produccién cultural y artistica se caracteriza por la diversidad y la hetero- geneidad. Existen miltiples disciplinas artisticas y culturales: literatura, plisti ca, miisica, cine, teatro, danza, etc., cada una de las cuales presenta una gran diversidad: diferentes géneros, estilos, sectores, etc. Asi, cada artista o produc- tor de contenido(1t) se ubica en una determinada configuracién que combina género, estilo y sector. Esta configuracién especifica condiciona no sélo el lugar donde el artista se posiciona, sino su creacién, el resultado de esa creacién (bien cultural), a la vez que también determina a su piblico 0 consumidor(12). Podriamos entonces entender esta configuracién como una cadena, en donde en un extremo se localiza el artista y su obra; en el otro extreme el piiblico 0 con- sumidor. En el medio de la cadena se sittia todo lo que hace posible que los extremos se conecten; que la obra llegue a su publico: empresas, personas, instituciones que se encargan de la produccién, reproduccién, distribucién, comercializacién, exhibicién y difusion de servicios y productos culturales. La forma que tendré la cadena dependers del tipo de obra o bien cultural de que se trate. También dependerd de la forma en que esté constituido el eslabén medio de la cadena, es decir lo que conecta artista/bien cultural con su publi co. Retomaré este punto mds adelante. Entenderemos como cadena de produccién cultural a la cadena donde inter- vienen tres agentes diferenciados: los artistas y creadores; un proceso de co- rnexidn; y el puiblico consumidor. Estos agentes se desempefian en un medio 0 contexto determinado y pueden definirse, a grandes rasgos, de la siguiente manera: 102 En relaci6n a los productores de contenido 0 artistas: + la creatividad y la creacién son inherentes a la vida de los individuos, pero sélo algunos individuos la convierten en el sentido de sus vidas; en general los artistas producen mas de lo que producirfan si solamente tuvieran en cuenta el ingreso que reciben; ~ los artistas y creadores pretender vivir de su arte, obtener un ingreso que remunere su trabajo y los costos materiales incurridos en el proce: so de creacién. incluso si consideréramos ciertas creaciones colectivas, como fiestas tradicionales o festivales gratuitos, se incurre en gastos, que es necesario solventar; + pueden existir casos de excepcién a los puntos anteriores, pero en gene- ral pierden sentido o importancia para el otro extremo de la cadena, el piiblico; Proceso de conexién: + se caracteriza por actuar como filtro de! proceso de creacién que rea- lizan los artistas o creadores. En este sentido, esta parte de la cadena puede perseguir fines de lucro no, intenciones de reproduccién o no; pero en la mayoria de los casos se realiza un proceso de seleccién sobre la creacién total. Un ejemplo seria la seleccién de temas de un musico para un recital gratuito 0 para la edicién de un CD para su comercia- lizacin; + cuando el proceso esta industrializado, esta seleccién o filtro también se aplica a los artistas. Del total de artistas que pertenecen a una determi- nada configuracién, sélo algunos podrén acceder al mercado; = este proceso puede ser extremadamente complejo o extremadamente simple, pero siempre involucra a la comunicacién y promocién como rnexo de la cadena; - cuando se industrializa y depende de cadenas de distribuci: y servicios culturales, hablamos de industrias culturales. n de bienes El publico consumidor: = esté condicionado por determinantes socio-econémicos y culturales para la seleccién de productos y bienes culturales; + dispone de un tiempo libre y recursos limitados por lo que debe reac- 103 CaptruLo3 (03) Ver Glosaro, Cartruvo 3 tnconacente Coecsv0 cionar selectivamente frente a la propuesta de disfrutar, contemplar, adquirir o participar de un producto cultural; = comparte cédigos y convenciones inherentes al campo cultural(3). Como ya sefialamos, estos agentes se desenvuelven en un medio o contexto donde existen otros agentes que, directa o indirectamente, influyen o impactan cn el desempefio de la cadena. Brevemente, pueden sefialarse: + el Estado y areas puiblicas de cultura: a través de su accién el Estado -o bien reas de cultura. facilitardn o dificultarén que la cadena de produccién cul tural se desarrolle plenamente a través de las politicas piiblicas o la falta de cllas. Cuando e! Estado produce cultura por si mismo (por ejemplo los elen- cos estables del Teatro Colén, etc) toma el rol de uno de los agentes que intervienen en la cadena; - los medios de comunicacién: cuando atienden a su finalidad social, es decir la difusién de informacién de interés social o general; = otras entidades sociales que interactdan con los agentes que intervienen en la cadena, ya sean locales o internacionales. De esta forma en este concepto de cadena de producci6n cultural hemos inclu- ido: ~ todas las disciplinas artisticas y culturales; ~ toda la diversidad dentro de cada disciplina y entre las disciplinas, que se manifiesta a través diferentes géneros, estilos, sectores, etc. y de sus infini- tas posibilidades de combinacién; = todos los artistas que desarrollan su actividad cultural en las distintas dis- ciplinas y segiin la diversidad como se presente; sean éstos autores, creadores, ejecutantes, intérpretes, productores, etc.; ~ todas las posibilidades que se desarrollan para vincular los extremos de la cadena, sean éstas artesanales o industrializadas, incluyan varios pro- cesos 0 un proceso Unico, de origen piiblico o privado, se realicen por Gnica vez o de manera sistemnatica, se realice de manera vocacional o de manera profesional; ~ todo el resultado del proceso creativo de los artistas que llega al publico a través de medios comerciales, no comerciales, ptiblicos, no gubernamen- tales, y que puedan tener cardcter transaccional 0 no; 104 + Todas las posibilidades de eleccién y de consumo que realizan las personas, cualquiera sea su condicién socioeconémica, su status social, sus gustos, su comportamiento de consumo, y tenga o no que realizar un desembolso econémico por ello; ~ _Elmedio ambiente que permite, facilita 0 perjudica el desarrollo de la activi dad de cada agente. En este esquema que hemos desarrollado, las industrias culturales forman Parte de lo que se ha denominado cadena de produccién cultural. Se sittian en el proceso de conexién de la cadena, pero no involucran todo el proceso, sino que se corresponden con algunas modalidades en que puede desarrollarse este proceso. Ademas de ocuparse del proceso de conexién entre el productor de contenido/obra y el puiblico, las industrias Culturales (IC) se caracterizan por perseguir fines de lucro. Veamos ahora el concepto de IC. Luego retomaré otros elementos que las caracterizan. Existe una amplia gama de conceptualizaciones de IC, que dependen de la ma- nnera en que cada autor encare las relaciones entre cultura y desarrollo. Trataré de no extenderme demasiado en la presentacién de algunas de estas posturas. La UNESCO en 1982 publicé un trabajo en el que, en primer lugar, pluraliza el término "industria". Luego define como tales "al conjunto de las mismas, desde el momento en que los bienes y servicios culturales se producen, reproducen, conservan y difunden, segin criterios industriales y comerciales, es decir, en serie y aplicando una estrategia de tipo econdmico, en vez de perseguir una finalidad de tipo cultural" (14). Para algunos autores como Octavio Getino esta definicién es insuficiente porque dejarfa afuera la consideracién de las politicas culturales. Mi opinién es que si se sitdan las Politicas Culturales en la érbita de las IC, sélo se prioriza el cardcter econémico de éstas. En cambio, si las situamos en el plano de la cade. nna de produccién cultural, entonces la dimensién econémica queda subordina- da a los factores sociales, culturales y politicos; elementos por demas funda- mentales de cualquier Politica Cultural Otra cuestién controvertida en relacién a las IC es cémo y dénde situar la indus- tria de la comunicacién. Para UNESCO, en el Informe McBride, las IC forman parte de la industria de la comunicacién, que es la que reproduce o transmite 105 (04) Getino, Octavio. “Las IC come concepto”. Revista Observatorio, Observatorio de Industrias, Culturales de la Secretaria de Cultura del Gobierno de Buenos Aces. cartrute 3 IrconecanteCoectvo (03) ibider, (06) Getino, Octavio. Las Indus- trias Culturales en le Argentina Colihue, BsAs, 1995. Captruto 3 Inconsciente Coeevo productos culturales y artisticos mediante técnicas industriales. Ademds con- sidera que el volumen de los productos combinados de todos los medios de comunicacién (edicién, radio, discos, televisién, cine) indica que la funcién de la comunicacién en el esparcimiento y las actividades culturales, artisticas y recreativas tienen una influencia cultural esencial y produce enormes ramifica- ciones econémicas, producto de tres tendencias principales: ~ el gran aumento de los materiales recreativos en todo el mundo y la parti- cipacién frecuente de todos los medios de comunicacién en actividades de este tipo; - las posibilidades que ofrecen las innovaciones tecnolégicas, que permi- ten un fuerte aumento de las comunicaciones a la medida y la participacién de un gran numero de espectadores como actores y no solamente como espectadores en las actividades recreativas; - la aparicién de una vasta industria que difunde ampliamente las reali zaciones artisticas y culturales, al mismo tiempo que fabrica medios de esparcimiento y productos culturales industrializados (15) Segtin Getino, otra caracteristica destacable de las IC es la concentracién de recursos econémicos, financieros, industriales y tecnolégicos. Esta concen- tracién se proyecta por encima de las fronteras geogréficas y politicas, adquiriendo a menudo un poder mds efectivo que el de muchos Estados Nacionales. Presenta un entramado complejo: ~ enel plano horizontal a través de la vinculacién entre industrias de campos diversos: informativo, educativo, entretenimiento, artes; ~ ene plano vertical entre distintos sectores: audiovisual, medios impresos, radiodifusién, tecnologia; = al interior de cada campo o sector: diseflo, produccién, distribucién y co- mercializacién de productos. Es sobre la base de esta concentracién diversificada que se enlaza el poder de los conglomerados econémico-financieros que, a nivel mundial, determinan 0 condicionan sustancialmente la produccién y circulacién de productos cultu- rales(16). Veamos mds detenidamente este tema. Si no viviros en Capital 106 Federal, entonces vivimios en ciudades y localidades periféricas. Como dije, las, IC se caracterizan por la alta concentracién. Esto significa, entonces, que se ra- dican donde existe una alta concentracién de poblacién, como sucede en la ciu- dad de Buenos Aires. Las razones son varias: ~ acceden mas fécilmente a la materia prima que necesitan para producir sus productos culturales; encuentran més facilmente al resto de los insumos que completan su pro: ducci6n, disminuyendo drasticamente sus costos de produccién; los costos de distribucién son mas bajos: todo y todos estan més cerca; = cuentan mis facilmente con cantidad de potenciales consumidores; ~ las grandes ciudades como Bs. As. concentran una mayor proporcién de poblacién de clase media y clase alta, es decir, con mayor disponibilidad de recursos econémicos para el consumo en general, y especificamente para el recreativo y cultural. La clave es el término “concentran”. En ciu- dades de menor poblacién, las personas con poder adquisitivo medio 0 alto se encuentran en menor proporcién. Para igualar el nlimero de estas personas en el resto del pais y que se encuentran relativamente cerca en Buenos Aires, es necesario recorrer muchos kilémetros, invertir mucho dinero y tiempo; - _ sibien la competencia es fuerte en este tipo de industrias, esta competen. cia acta de manera positiva impactando en la reduccién de costos la répi- da diversificacién de productos; desde estos espacios de alta concentracién de poblacién, de recursos mate- riales, creativos, econdmicos, etc., realizan la distribucién, difusién y com- ercializacién de sus productos hacia localidades con menos densidad de poblacién. Esto significa que generan pocos puestos de trabajo hacia el interior y suelen ser de bajos salarios. Elimpacto de esta alt/sima concentracién, en general, es bastante negativa para las localidades. En primer lugar, los artistas y creadores locales deben trasladarse hacia las ciudades centrales para intentar publicar, editar, difundir, mostrar, exhibir su obra artistica. En segundo lugar, los emprendimientos locales tienen pocas posibilidades de desarrollo frente las IC, porque no pueden competir en costos, inversién publicitaria, capacidad de distribucién y comer- 107 capiruro 3 Irconecente Coectvo Captruto 3 Inconesiente Caectvo cializacién, Como resultado, tienden a desaparecer 0, en el mejor de los casos, a ser absorbidos por las grandes empresas. En tercer lugar, los ciudadanos periféricos estan condicionados a un consumo marginal y pasivo. Los estudios de mercado sobre preferencias y habitos de consumo que las IC realizan pocas veces exceden el radio de las grandes ciudades. Por lo tanto, los productos cul- turales se conciben en base a estas preferencias y luego son distribuidos en el resto de la poblacién. De esta forma, en nuestras ciudades el principal desarrollo cultural se sostiene y alimenta de aquellas actividades y producciones culturales que todavia gozan de una importante produccién artesanal como el teatro, los espectaculos musi- cales en vivo y las producciones editoriales locales, como revistas y diarios. Estudios e investigaciones de campo en Economia dela cultura Estudios de impacto de la cultura en Ia economia: casos latinoamericanos El principal objeto de estudio de este tipo de investigaciones son las IC focali- zadas en sectores de la musica, el cine, los medios de comunicacién (diarios, radio, televisién, Internet) y los libros. Estos sectores de interés se encuentran altamente racionalizados, y, si bien adoptan infraestructuras complejas, per- miten identificar circuitos claros de produccién, reproduccién, distribucién y comercializacién, involucran, ademas, una gran diversidad de profesiones, off- ios, procedimientos, tecnologias e insumos, a la vez que fluyen en dmbitos locales y globales. Producen flujos de ingresos y egresos identificables en lo que hace a produccién, costos, empleo y rentabilidad. Rescaternos lo que mencioné en el apartado anterior: las IC se presentan en el mercado de manera muy concentrada, grandes grupos en pocas manos y locali- zadas en regiones geogrdficas especificas como las grandes ciudades. Estos ele- mentos facilitan la realizacién de investigaciones, incorporan métodos de inves- tigacién que se utilizan para otros sectores industriales no culturales y mantienen la especificidad de las IC. En América Latina, el interés se incrementé a partir de la difusién en el 2001 de estudios realizados en EEUU que mostraban que las IC de ese pais habfan reali- zado un aporte al PBI (Producto Bruto interno) del 6.5% en ese afio, que el 70% 108 de los hogares tienen computadora, que el gasto per cdpita por afio en musica legal es de 44.9 délares, que la penetraci6n de Internet es de un 61.2%, y los datos siguen. Desde las primeras investigaciones hasta las actuales que se encaran en Latinoamérica, todas pretenden relevar este tipo de datos, en primer lugar para determinar la importancia de estas industrias en las economlas nacionales, y en segundo lugar para poder realizar comparaciones entre pais- es. Es claro hasta aqui que, principalmente, se manejan datos cuantitativos, y que en general no utilizan variables cualitativas, que son las que permitirian, por ejemplo, analizar cémo se distribuye la produccién y la circulacién (por ejemplo entre centro-peri-feria), cémo se distribuye el consumo (por ejernp- lo teniendo en cuenta clases socio-culturales), y cudles son las condiciones de empleo y su distribucién. Tampoco se ocupan, ni siquiera con datos cuan. titativos, de aquellos sectores que presentan menor grado de industrial- izacién, 0 mayor grado de informalidad. De todas formas, no se puede dudar de la importancia que estos estudios tienen, pero debemos aspirar a que, con el tiempo, se desartollen nuevas lineas de investigacién por un lado més inclusivas y por el otro que desarrollen herra- mientas que combinen técnicas cualitativas y cuantitativas. Los estudios latinoamericanos precursores fueron los desarrollados por inicia- tiva del Convenio Andrés Bello. El objetivo de este organismo interguberna- mental fue estudiar la situacién de las IC de los paises miembros, con la finali- dad de que se pudiesen estructurar y desarrollar politicas publicas mas consis- tentes. En la primera fase del proyecto se investigaron las IC relacionadas a los. sectores editorial, cinematografia, fonografia, televisién, radio, publicidad, prensa. Se utilizaron cinco indicadores econémicos: produccién, facturacién, empleo, exportaciones e importaciones, pagos por derechos de autor y pirateria. Los resultados de estas aproximaciones fueron publicadas en el 2001(17). La segunda fase incluyé un andlisis de oferta y demanda. Se analizé un indi- cador de tipo global y llevaron a cabo diagnésticos sectoriales. Este indicador global se refiere al aporte del sector cultural productivo al PBI. El PBI se define como el valor agregado generado por el uso de los factores participantes en los procesos de produccién y su relacién con la produccién nacional bruta. Es decir: qué porcentaje del PBI de un pais en un afio es generado por las IC. 109 (07) En El aporte a la economia de las industrias culturales en los pate es andinos y Chile: Reslidad y poll «a, Estudio realizado en Colombia, Chile, Ecuador, Peri y Venezuela Informe ejecutivo del proyecto economia & cultura del convenio Andrés Bello, Bogoté, Colombia, Carfruto 3 CaptruLo 3 Inconscente Gectve También se realizé un andlisis de las cadenas productivas abarcando los proce- 0s de creacién, produccién, distribuci6n y comercializacién. Estos indicadores se ubicaron de acuerdo con tamafios, nacionalidad de las empresas y el eslabén al que pertenecen. Para algunos sectores se lograron identificar datos sobre impuestos, competitividad, precios e ingresos. Los andlisis de la demanda se abordaron por medio de indicadores de consumo y hébitos en los que se iden- tifica frecuencia, estrato social, nivel educativo, motivaciones, géneros y nacionalidad de los contenidos. Finalmente, se complet con investigaciones sobre incentivos fiscales a la cultura y a las industrias culturales en los sistemas juridicos de los paises. Todos estos estudios suelen concluir con recomendaciones de politica, ofre- ciendo informacién para un mejor conocimiento de las realidades de estos sec- tores de las IC, a la vez que pretenden mejorar las oportunidades para la defini- cién de politicas publicas més eficientes y concretas. Desde hace un tiempo, los distintos equipos de investigacién de cada pais nucleados por el Convenido Andrés Bello ensayan la medicién del impacto ‘econémico y social del patrimonio cultural de cada pals. Es un terreno ms nuevo que sale del mbito de las Industrias Culturales. Es un proyecto muy ambicioso, ya que pretende no sélo dar cuenta de una medicién econémica de monumentos, obras de arte, bienes muebles, museos, sino que también pre- tende medir el impacto del patrimonio cultural inmaterial en la cultura, en la economia y en el desarrollo de ciudades y paises. Evidentemente, esto presen- ta un altisimo nivel de complejidad y en la actualidad sélo se han desarrollado tenues estudios pilotos, en muchos casos aislados. El principal problema es encontrar indicadores cuantitativos comunes a todos los pafses. En el caso de Argentina, se han realizado distintas investigaciones, del afio 2001 en adelante, que se focalizan en sectores particulares dentro de las IC, como el editorial, el fonogréfico, los medios de comunicacién y el cinematogréfico. Pero el trabajo de Octavio Getino, publicado en 1994 - que ya he mencionado-, pre- senta un panorama integral de las 1C en nuestro pats. Este autor presenta un estudio detallado de la industria del libro, publicaciones periédicas, industria fonogréfica, radio, medios televisuales, medios videografi- cos, industria cineratogrdfica, e industria publicitaria. Analiza ademés la balan- za comercial y la dimensién econémica, las politicas publicas y la legislacién Vigente en ese momento. Los datos cualitativos y cuantitativos que se presen- no tan son datos generales para Argentina y, excepcionalmente, se encuentran dis- criminados entre Capital Federal y resto de provincias. Consumo cultural: abordajes, investigaciones y perspectivas, Este Ultimo tema tiene como objeto presentar el proceso metodolégico que est implicado en cualquier investigacién de consumo cultural con una doble finalidad: por un lado, en caso de tener que llevar adelante una investigacién de este tipo, usted podré disponer de los concepts y pasos basicos involucrados; por otro lado, en caso de tener que leer una investigacidn realizada por terceros, entender el proceso metodolégico implementado, as{ como los datos presen- tados en la misma. El objetivo de un estudio sobre consumo cultural es cono- cer cémo se comporta un grupo de personas determinado, frente a una deter- minada oferta cultural que se desarrolla en un tiempo y lugar especifico. Las investigaciones empiricas de este tipo realizan distintos tipos de cortes, segiin el foco de interés que persigan. Algunos realizan cortes horizontales, porque estén interesados en conocer cémo se comporta culturalmente una determinada poblacién. Otros realizan cortes verticales, abarcando una poblacién menor, pero diseccionando con mayor profundidad la oferta cultural Sobre este tiltimo corte existen menos trabajos y, en general, se relacionan con estudios de mercado que realizan las grandes empresas para saber cémo seguir diversificando su oferta de productos para ampliar sus mercados. Un ejemplo de esto seria el caso de una sala de cine que investiga a sus usuarios, para conocer si estarfan dispuestos, 0 no, a consumir alimentos y bebidas durante la proyeccién de la pelicula El anélisis de corte horizontal en general es de interés para organismos, enti- dades empresariales y para el Estado. El conocimiento de las practicas cultu- rales de la poblacién es fundamental para el disefio de politicas publicas. Un ejemplo de este caso es el trabajo realizado por la Secretaria de Medios de Comunicacién de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Presidencia de la Nacién(18). El punto de partida de un estudio sobre consumo cultural es saber para qué investigamios: podemos describir, explicar 0 predecir fenémenos partiendo de una situacién problemdtica y realizando un recorrido para encontrar una (08) Ver hitp://unmconsumoscul turales.gowat/ captruto 3 Carfruio 3 Inconaint Cleve respuesta. La situacién problematica se plantea de la siguiente forma: si se quiere observar cémo se comportan culturalmente un grupo de personas, el problema es que no se tienen datos sobre cémo se comporta culturalmente ese grupo de personas. Luego, debe determinarse qué es necesario saber para solu- cionar el problema. Para ello, hay que decidir: - Sis quiere descubriro indagar sobre algo que se cree que sucede, entonces se realizard una investigacién exploratoria; = Si se quiere describir una situacién, es decir, la forma en que ese determ nado grupo se comporta, se realizard una investigacién descriptiva; = Si se quiere explicar por qué sucede algo de determinada manera en térmi- nos causa-consecuencias, entonces serd una investigacién explicativa. En un estudio de consumo cultural, e! nivel socioeconémico de la poblacién es muy importante, no sélo porque permitiré reconocer el poder adquisitivo de cada grupo, sino que -mucho més importante- permitira reconocer pautas cul- turales y de comportamiento que estin determinadas por los estudios, la pro- fesién, el empleo, el ingreso, el grupo familiar, el grupo de pertenencia de la poblacién, Para determinar, entonces, el nivel socioeconémico, es necesario Considerar variables como tipo de empleo, ingresos, ocupacién, educacién, posesién de bienes materiales, conformacién del grupo familia, actividades de tiempo libre, etc. A partir de la definicién de las variables de mediciOn es que surgirdn las preguntas del cuestionario. Indagar sobre el nivel socioeconémico de las personas es un tema muy sensible, por lo tanto la construccién de las preguntas sera clave para obtener la informacién necesaria. La investigacién social debe ser siempre flexible, porque se focaliza en indagar y conocer los intereses y situaciones de los seres humanos, que son siempre cambiantes. Finalmente, no debe perderse nunca el objeto ultimo de cualquier investigacién: nos acercamos, buscamos informacién, queremos conocer diver- sas situaciones para luego mejorar una situacién. En términos culturales, el objeto serd mejorar la interrelaci6n entre la produccién cultural y fos ciu- dadanos. Le recomiendo que revise diferentes estudios sobre consumo cultu- ral, entre ellos, sugiero la lectura del antes mencionado Sistema Nacional de Consumos Culturales, no sélo como modelo, sino porque es informacion basi- ca para cualquier interesado en desempefiarse en el ambito de la cultura n2

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