You are on page 1of 124
TERAPIA FAI ‘STEVEN FRueDMan (comp.) JupiTs S. Beck Paviine Boss Jou S. ROLAND Evan IMBER-BLACK Steve ve Suazea Cantos E. SLU2KI ‘Tom ANDERSEN (comp.) MicHacL Warne JavS. Eran, ‘Micuazt D. LUCKENS Y" Ropeet J. LUKENS RALPH E. ANDERSON = IRL CARTER Steve De SuazeR Heinz vox FOERSTER El nuevo lenguaje del cambio La colaboracin coasructiva senpsieoterapia Terapia cognitiva Conceptos basco yprotundizaciin La pérdida ambigua Familias, enfermedad » discapacidad ‘Una propucsa desde la terapia sstémica Lavida secreta de las familias En un origen ias palabras eran magia La red secial: frontera de la préctica sistémica El equipo reflexivo Guias para una terapia familiar sistémica Lenguaje, estructura y cambio La estructuracion del sentido en psieoterapla La conducta humana ‘en el medio social Enfoguesistémico de a sociedad Claves en psicoterapia breve Una terapia de la solucton Las semillas de la cibernética TERAPIA DEL ABUSO SEXUAL Michael Durrant y Cheryl White (comps.)} gedisa ‘eaitonat ‘Titlodel ovina en inglés: {dec for Therapy with Sexual Abuse © 1890 by Dolch Centre Publications Direstor de la colecci6n de Terapia Familiar: Dr. Carlos B. Shuzki Traduccin: Alcea Bixio Primera edic16n: 1993, Barcelona era reimpresi6n: enero del 2002, Barcelona inda reinipresién’ Febrero de 2006, Barcelona Derechos reservados para todss las ediciones en castellano. © keditorial Gedisa, 5.4. Paseo Bonanova, 9 1°-I* (08022 Barcelona (Espafia) Tel, 93 253 09 04 Fax 93 253.09 05, Correo elecitonico: gedisa@gedisa.com hup:/rww gedisa.com ISBN: 84-7432-471-8 Deposit legal: B-3479-2006 EU Printed by Publidisa Impreso en Espaia Printed in Spain (Queda prohibida la reproduesién total 0 parcial por cualquier medio de im- presién, en forma idéntica, extractada o modificada, en castellano o en cual- guier otro idioma, Indice INTRODUCCION.....csssssccesesssetssseseneeeeee 11 1. La formacién de la imagen de si mismna. Terapia con mujeres que sufrieron abuso sexual durante la infan- cla, por Amanda Kamslei se 1B 2. La utilizacion de ritos dedicados a capacitar a los miembros de las familias que sufrieron abuso sexual infantil, por Janet Adams-Westcott y Deanna Isenbart...... 54 ‘3. Superar los efectos del abuso sexual. Desarrollar la percepcién de la propia capacidad, Por Michael Durrant y Kate Kowalski 90 4, Hostilidad, apatia, silencio y negacion. Comoayudar alos adolescentes agresores incitandolos a que modi- fiquen su conducta, por Richard Elms.... 1-154 5. Abuso sexual. Dos mujeres exponen dos maneras diferentes de encarar el mismo problema y enlamisma perspectiva, por Irene Esler y Jane Waldegrave......183 6. Poner fin al secreto. Terapia para tratar a madres € hijos después de haberse revelado el abuso sexual infantil, por Lesley Laing y Amanda Kamsler........218 COLABORADORES...+--seseset sss seefevie oO Introduccién En los tltimos afios se ha observado una mayor frecuencia de casos de abuso sexual y se ha tomado conelencia del impacto de esas experiencias en las vidas de muchas personas que acuden en busca de ayuda terapéutica. Después de que la bibliografia terapéutica lo ignorara durante varios afios. el abuso sexual es hoy una cuestién que deben afrontar los terapeutas que trabajan en una variedad de ambien- tes, Al mismo tiempo, la presencia de esta cuestion en ios talleres psicolégicos y !as observaciones nechas por los terapeutas sugieren que ésta es una esfera en la que muchos profesionales se sienten desarmados. Debido a factores tales como la complejidad que lo caracteriza, la gravedad de sus efectos, la trama de reserva que con frecuencia lo acompafia, las implicaciones legales y el contexto sociopolitico en el que se da, el abuso sexual se considera frecutentemente como un tipo de problema “diferente” de los que se presentan en otros casos. Sibien para un terapeuta es evidentemente importante evaluar las situaciones particulares que caracterizan este fendmeno, el hecho de considerarlo un problema de una clase diferente se tradujoenque hasta los terapeutas mas experimentados se sintieran desanimados e incapaces. Muchos profe- sionales que adoptaron las ideas de la tradicién de terapia familiar sistémica parecen abandonar hoy esas, practicas para volcarse a otros enfoques centrados en Jo individual y lo interno. Laterapia familiar se relacio- né siempre con las ideas de interaccién y con un proceso terapéutico con frecuencia breve, pero en muchos casos estas practicas demostraron ser n inapropladas cuando aperece la cuestién del abuso sexual. Al mismo tiempo puede sostenerse que el hecho de gue la terapia familiar ponga el acento en los prodle- mas que Surgen dentro de la interaceion la convierte en un método que se ajusta idealmente alos problemas de abuso sexual. Muchos de los enfoques basados en el sistema tienen sus raices en el trabajo de Gregory Bateson. y efectivamente Bateson sostiene la impor tancia de evaluar el contexto en el que se desarrolia la Interacci6n. Recientemente el campo de la terapia familiar parece haberse convertido en una manera de conceptualizar los problemas dentro del contexto. en lugar de constituir primariamente una modalidad de tratamiento definida por la cantidad de personas impli- cadas. Si bien es cierto que el hecho de imponer de manera insensible ciertas ideas acerca de las familias (siempre considerada en la terapia como un conjunto) Provoc6 situaciones injuriosas a las personas que habian sufrido el abuso y. si bien es cierto que la adhesion “purista” a ideas tales como la causalidad circular provocé que los terapeutas familiares reduje- ran la responsabilidad del ultrajador, también ha hhabido muchos terapeutas que aplicaron ideas de interaccién dentro del contexto de un modo que resulto eficaz para ayudar a las personas que experimentaron situaciones de abuso sexual. Particularmente los terapeutas de Australia y Nueva Zelanda estuvieron en la primera fila del pensamiento innovador sobre este tipo de terapias y las ideas de los terapeutas australianos se han estado aplicando am- pliamente en diversos paises. Dos terapeutas ausira- llanos, Kerrie James y Deborah McIntyre, contribuye- ron significativamente a desarrollar el debate sobré la manera en que la terapia familiar debe tener en cuenta el contexto mas amplio de violencia y abuso y el trabajo que realizaron fue ampliamente citado. La obra de 12 Michael White, basado como esté en las idcas sobre la experiencia unica de las personas, de si mismas y de sus problemas y en hasta qué punto el contexto particular de ideas y conocimiento influye en estas experiencias, suministr6 a otros profesionales la base sobre Ja cual construir proposiciones acerca de cémo obrar en situaciones de violencia y abuso. Dentro del contexto australiano y neocelandés. el siguiente paso légico fue un libro que ilustra sobre el trabajo y el pensamiento de los terapeutas que aplican estas ideas tanto en Australia y Nueva Zelanda como en otros paises. El libro fue concebido como una coleccién de capitulos que abordan aspectos diferen- tes. pero complementarios, de la terapia que conviene aplicar en los casos de violencia y abuso. Finalmente. esa obra se transformé en dos voltumenes. Incitacién a la responsabilidad: el compromiso terapéutico de los hombres violentos y abusivos, de Alan Jenkins, constl- tayo la primera parte de ese proyecto. El libro de Alan Jenkins analiza la conceptualizacion de la cuestisn de la conducta violenta y abusiva masculina y propone una estrategia terapéutica detallada que apiinta a que tales hombres se hagan responsables de sui conducta. La presente obra constituye la segunda parte del proyecto. Los distintos capitulos de este volumen refle- Jan diferentes puntos de vista y diferentes focos del problema dentro del campo del abuso sexual —muje- Tes adultas, madres e hijas, familias, adolescentes ultrajadores, etc.—, pero todos comparten el empeno de aplicar las ideas provenientes de la tradicion cibernética/sistémica, todos ponen el acento en las experiencias nicas que tienen las personas de sus propias situaciones y todos evaldan los factores rela- cionados con el contexto. Los autores han querido resefiar los supuestos tedricos y filos6ficos en los que se basa cada trabajo y presentar estrategias practicas utiles para la terapia que conviene aplicar en los casos 13 de personas para quienes el abuso sexual fue parte de sus experiencias. Creemos que esta obra ha de ser util a todo aquel que desee ampliar su comprensién en la materia y quiera conocer nuevas ideas titiles para la terapia aplicable en Jas situaciones en Jas que ha habido abuso sexual. ya sea en el trabajo con las familias, ya sea en la practica con los individuos que sufrieron el maltrato, yasea con aquellos que han abusado de otras personas. Este volumen y el primero de la serie proporcionan a los, terapeutas detallados recursos para tratar estedificil ¢ importante campo de trabajo. Michael Durrant Centro de Terapia Familiar de Ezstwood Epping, Nueva Gales del Sur Australia Cheryl White Publicaciones del Centro Dulwich Adelaida, Australia del Sur Australia, 14 1 La formaci6n de la imagen de si misma Terapia con mujeres que sufrieron abuso sexual durante la infancia Amanda Kamsler Este cepitulo analiza algunos de los aspectos proble- méticos de las versiones culturales “tradicionales” sobre: * Los efectos a largo plazo de la agresién sexual infantil en las mujeres y * Los enfoques terapéuticos para trabajar con esas mujeres, cuando éstas manifiestan dificultades en sus vidas. Se resefian aqui algunas ideas alternativas sobre como puede actuar el terapeuta en los casos de pacien- tes femeninas que han sufrido alguna agresion sexual durante la infancia, a fin de permitirles superar la opresion de las imagenes dominentes patologicas que esas mujeres tienen de si mismas (imagenes en las que se consideran dariadas de por vida) y poder asi tener acceso a nuevas imagenes positivas acerca de la propia capacidad y la propia supervivencia. Los datos recogidos del relato que estas mujeres hiciercn de sus 18. experiencias demuestran como un proceso terapéutico que ayuda a las pacientes a situar sus experiencias en una nueva imagen relacionada con su propia capaci- dad permite que esas mujeres encuentren y desarro- lien nuevas posibilidades para sus vidas. - Durante los tiltimos arios trabajé como terapeuta en Sydney, Australia, con una cantidad de mujeres que legaron a mi consultorio porque estaban experimen- tando dificultades cuya causa atribuian a episodios de agresion sexual sufridos durante la infancia por parte de miembros masculinos de la familia o de hombres relacionados con la familia. También trabajo como consultora en Dympna House, un centro de asesora- miento y ayuda sobre incesto destinado a familias en las cuales hay nifios que han sufrido alguna agresion sexual y a mujeres que suftieron abusos sexuales durante la infancia. Estas expcriencias constituyeron Para mi un desafio que me llevé a reconsiderar mi pensamiento respccto de la agresion sexual infantil ya establecer ideas més claras sobre los métodos utiliza- dos con las mujeres que trato. Las ideas compendiadas en esie capitulo ilustran algunvs ejemplos tomados de mi propio trabajo y muestran algunas aplicaciones de esas ideas. Con el fin de enriquecer el andlisis, propongo las siguientes definiciones de agresion sexual infantil y de incesto: Laagresién sexual infantil es un acto sexual infligido @ una persona joven 0 a un nifo por otra persona. (generalmente de sexo masculino). La capacidad de comprometer a un nifio en una relactén sexual se basa. enlaposicién todopoderosa y dominante del adulto (ode un adolescente mayor que el nitio agredidio) ultrajador, posicion que contrasta agudamente con la edad, la dependencia y la impotencia del nifio. La autoridad y et poder permiten que el agresor obligue al nitio a someter- se sexualmente. El incesto es cualquier acto sexual infligido a una. persona joven o a un nifio por otra persona (otra vez, 16 | | generalmente de sexo masculino) que se aprovecha de ‘su posicion de poder y confianza dentro de la familia. “Familia” puede significar los padres naturales, los padrastros 0 madrastras, los abuelos, tios, hermanos, etcétera.’ Tesis expuestas en la bibliografia sobre los efectos a largo plazo de la agresién sexual infantil en las mujeres Una tesis dominante en la bibliografia sobre los efectos de la agresion sexual infantil es la idea del dafio psicol6gico, dario que el nifio padece como resultadode haber sido agredido sexualmentey que le deja secuelas y deficiencias en su personalidad. Algunos autores, tales como Ellenson (1985), sostienen que esas muje- res muestran un “sindrome” y describen un conjunto de caracteristicas de la personalidad que se manifies- tan comunmente entre ias mujeres que sufrieron abu- so sexual siendo nifias. Estos autores proponen eva- luar la conducta de las mujeres que sufrieron estas expcsioncias uulzando ciertos criterios propios de ia psiquiatria tradicional. Esos criterios se utilizan a fin de analizar el “sindrome” de modo que los terapeutas puedan diagnosticar el grado de perturbacién que padecen tales mujeres. Blake-White y Kline (1985) identificaron los sintomas manifestados por estas, mujeres como propios dea categoria DSMI de pertar- bacion de estrés postraumatica. : Las mujeres que sufrieron una experiencia de incesto siendo nifias presentan el mismo esquema de sintomas que caracterizan el sindrome (pag. 396) “ Estos y otros autores especialistas en la materia ponen ei acento en el “proceso de disociacién” o de *represién de la emocién” que observan en las mujeres que suftieron agresién sexual en la infancia. Shapiro (1987) sostiene la tesis de que el yo de estas mujeres se “quebranta” después de una experiencia de ese tipo y necesita “reconstituirse”, Esta es otra tesis comtin en Ia bibliografia referida a esta cuestion. ww Por consiguiente, muchos autores han puesto el acento ena utilizacién de las practicas de clasificacién psiquiatrica tradicionala fin de comprender y tratar las Tespuestas que estas mujeres dieron a esa agreston sexual infantil. Estos conceptos tuvieron profundas implicaciones en el desarrollo de las ideas sobre e6mo debe realizarse la terapia. Los objetivos de la terapia fueron definidos como ayudar alas pacientes a ponerse en contacto con la emocién reprimida; trabajar con tos sentimientos; ocuparse de los recuerdos reprimidos (Blake-White y Kline 1985, pags. 397 y 399); y... trabajar con las experiencias dolorosas y ia culpa y la vergiienza que las acompafan, a fin de descubrir los conflictos, entenderlos y resotverlos (Faria & Belohlavek 1984, pag. 469). Estos autores afirman que el acto de ayudar a las pacientes a comprender la significacion de los conflictos reprimidos produce cambios. La pa- ciente establece una buena relacién con sus senti- mientos reprimidos y esto la lleva a realizar modifica- ciones en su conducta. En general, los términos utili- zados para describir el enfoque terapéutico reflejan que estén basados en la idea de diagnosticar la patologiade la paciente, de modo que el terapeuta pueda luego tratarla. ‘Alaplicar este esquema en la terapia no se considera el contexto que permitié que se desarrollaran los problemas de la mujer. Los terapeutas concentraron la atencién en ideas tales como “niria seductora” o"madre patolégica’. Un efecto significativo de poner el acento en esas patologias individuales es que el terapeuta puede pasar por alto la influencia de las interacciones entre el ultrajador y la mujer en la evolucién de las, percepciones que tiene la mujer de si misma y del mundo. Este efecto es comprensible si se tiene en cuenta hasta qué punto la bibliografia psiquiatrica referida al incesto se remite a la teoria psicodinamica. En la bibliografia, la vergienza se transfiere de los ultrajadores a las vietimas. Waldby (1987) y Ward (1984) ofrecen un analisis claro de los origenes hist6- 1s | ricos de este desplazamiento dela vergtienza. Elizabeth Ward recurre a la bibliografia clinica sobre incesto y encuentra “testimonios sorprendentes” de lo que las tedricas feministas Stanley y Daly llamaron la “supre- sion del agente”. Ward describe como el lenguaje utilizado ena bibliografia... determina subliminalmente que las muyeres y las hijas son las partes activas y los padres, los titeres pasivos (pag. 194). El extenso ana- {isis de Ward contiene ejemplos graficos extraidos dela bibliografia clinica que estan... apoyadosenlaahagaza de la misma antigua mitologia de avergonzar a la victima (pag. 157). La bibliografia de la psiquiatria familiar ofrece otro conjunto de tesis sobre cémo considerar los efectos a largo plazo del abuso sexual infantil en las mujeres. Este cuerpo teérico sostiene que la disfuncion familiar explica la existencia del incesto. Se considera que la familia es una unidad patologica y que los sintomas reflejan un desajuste que incluye a todos los miembros de la familia. La familia incestuosa disfuncional es una familia en la que se han quebrantado las jerarquias familiares “normales” basadas en la edad y el sexo. Se atribuye la culpa de este deterioro casi por completo las madres a quienes con frecuencia se las considera fracasadas en la tarea de cumplir su papel de criar y proteger.a los nifios y de ser esposas del padre (Lustig y otros 1966; Justice y Justice 1979). Se estima que las relaciones patolégicas son cuestio: nes terapéuticas y se supone que el hecho de que se dé elincesto es un sintoma de esa situacion. Se considera que el incesto cumple la funcién de mantener unido un sistema familiar cuyas relaciones internas son inesta- bles. i: Sostenemos que el incesto es una transaccion que le sirve a la familia en la que sucede para mantenerse unida y para protegerse (Lustig 1966, pag. 39). Furniss (1983) sostiene la idea de que el incesto es un sintoma de disfuncién familiar y lo dice ast: «dos problemas entre las diadas madre-hija y madre- 19 padre influyen poderosamente en la diada incestuosa entre el padre y la hija (pag. 267). El analisis que hace Furniss de la diada padre-hija pone principalmente el acento en la contribucion de la hija y cuando trata la diada madre-hija se concentra principalmente en la madre. Es notable que sdlo se mencione brevemente la contribucién del agresor (Calvert 1984). McCarthy y Byrne (1988) hicieron re- centemente la siguiente declaracién al comentar su hipétesis sobre el vinculo entre las “relaciones sociales ambivalentes” y la génesis del incesto: ---Parece qué la creciente aparicién y revelacion del incesto padre-hija es un fenémeno “situado socialmen- te” que refleja la confusion que existe en el seno de la familia moderna. Aparentemente resulta paraddjico que este fenémeno sea una particular expresin somdticade a familia que se esfuerza por estar centrada en el nifio, or transformar los papeles femenino y masculino y pot evaluar ias reluciones sociales mas por las emociones y la proximidad que por las jerarquias (pag. 183). En esta declaracién advertimos una vez mas que se Testa importancia a la significacién de la conducta del padre, Conceptos provenientes de la terapia familiar, tales como la idea de que el incesto cumple una funcién en Ja familia, o que quiz constituya una defensa familiar contra la pérdida (Gutheil y Avery, 1977) sugieren direcciones bien precisas para la terapia que conviene aplicar con las mujeres adultas que sufrieron abuso sexual durante la intancia. Los terapeutas que traba- Jan teniendo en cuenta este punto de vista se concen- tran en ayudar a las mujeres para que éstas lleguen a ser més “funcionales” de acuerdo con ciertos criterios de lo que deben ser las relaciones familiares normales. Por ejemplo, Deighton y McPeek (1985) describen un enfoque terapéutico de la familia de origen por el cual se entrené alas mujeres de un grupo a desarrollar una postura mas objetiva con los miembros de sus familias ya resolver las cuestiones interpersonales que mante- 20 i | nian con ellos. Segiin los autores el beneficio de este tratamiento es que las mujeres comenzaron a advertir gue ...también el adulto agresor y el progenitor noimpli- cado eran victimas (pag. 408). Deighton y McPeek po- nen el acento en ...la responsabilidad de la mujer en cuanto a cambiar su posicion respecto de los miembros de su familia de origen (pag. 410). Todas estas ideas acerca de la disfuncién familiar oscurecen la significacién de las relaciones de poder implicitas en el incesto y sirven para proteger al perpetrador y para atenuar su responsabilidad. Waldby (1987) sostiene lo siguiente: este enfoque terapéutico niega efectivamente la experiencia de la hija y considera la verdadera relacion incestuosacomouna artimafia para distraer la atencion del asunto, artimana cuya practica en realidad puede dificultar el tratamiento (pag. 15). ‘Al poner el acento en que la dinamica familiar deb> ser el foco de la terapia y no el incesto mismo (por ejemplo, Machotka, 1967), muchos autores sugieren que los ter2peutas que trabajan con familiasen l2s que ha habido un incesto asignen la misma responsabili- dad a todos los miembros de la familia como si todos ellos fueran igualmente culpables. Estos autores no destacan el papel inapropiado del padre, De modo que las terapias basadas en estos conceptos sostienen que todos los miembros de la familia deben ajustar su conducta y desempeitar pape: les mas apropiados, particularmente, segin parece, los papeles tradicionales de madre e hija. Por consiguiente, si bien estos enfoques terapéuticos reconocen la importancia que tiene el contexto familiar en la evolucién de los problemas de la mujer, lo hacen de una manera que, una vez més, echa sombras sobre larelacion de poder que mantiene el perpetrador en sus interacciones con Ja nifia. Personalmente creo que estos esquemas terapéuticos producen una ceguera (0 en el mejor de los casos prestan una atencién insufi- ciente) a la responsabilidad que le cabe al perpetrador 2 enlaformaci6n delas respuestas y el futuro dela mujer agredida. Como ocurre con los esquemas que se detie- nen en las ideas de patologia y de diagnéstico, en la descripeién de estos enfoques terapéuticos se ignora lasignificacién del contexto social mas amplioo bien se Ja comenta superficialmente. Un punto de vista alternative Coincido con Herman (1985) en que ...es una exa- geracién afirmar que [la agresién sexual infantil y} et incesto producen inevitablemente una perdurable an- gustia emocional. Es importante sefialar que, como observa Herman, los datos sobre los efectos a largo plazo que provoca el incesto padre-hija derivan en su totalidad de los informes clinicos, es decir, de estudios hhechos con mujeres que se consideraron pacientes necesitadas de ayuda psicoterapéutica. Esta autora cita el estudio realizado por Tsai (1979) que sefiala que por lo menos algunas mujeres que sufrieron abuso Sexual durante ja infancia se consideran relativamente bien adaptadas ala vida adulta y que ello coincide con Jas evaluaciones clinicas. Esas mujeres tienen con- ciencia del trauma que les produjo la agresién sexual infantil, pero consideran que han podido superar la angustia a largo plazo gracias a la intervencién util de otras personas, tales como miembros de la familia o profesores. Sostengo la tesis de que la agresién sexual infantil no Provoca necesariamente dao “intrapsiquico” perma- nente, por ejemplo, el “quebrantamiento del yo". Con- ‘sidero que lo que ha ocurrido con las mujeres que trato: en mi consultorio es que ellas han sufrido dificultades en Ja vida adulta como una respuesta a los repetidos modelos de interaccién opresivos que han observado en sus familias 0 en otros contextos significativos. Mi perspectiva es més interaccional y contextual que intrapsiquica y psicodinamica. 22 l | | | | | Las pérspectivas intrapsiquicas mas tradicionales consideran que la paciente presenta algtin tipo de patologia que el terapeuta, en su caracter de experto en patologias, podra determinar mediante el “diagnostico” yel"tratamlento”, Las implicaciones de esta manera de pensar son que gracias a la habilidad del terapeuta sera posible comprender y curar la personalidad dana- da de la paciente, (Epston y White, 1989, ofrecen un andlisis mas amplio sobre las implicaciones de los diferentes modos de ver el proceso terapéutico.) En cambio, la perspectiva contextual interaccional no considera que las dificultades se desarrollen en el interior de la persona ni que penetren en su persona- lidad. Por el contrario, en ella se presta mas atencion a los diferentes contextos de interaccién dentro de los cuales pueden surgir las dificultades de la persona. Un punto de vista contextual sobre cémo pueden desarrollarse las dificultades en la vida de una mujer que sufrié abuso sexual durante la infancia + La experiencia de agresién sexual lleva inicialmen- te ala nifia a experimentar una serie de sentimientos confutsos y abrumadores que influyen profundamente en la percepcién de si misma; por ejemplo, la nifia puede comenzar a considerarse mala y sucia y a creer que debe avergonzarse por haber sido victima de abuso sexual, Este ultimo sentimiento con frecuencia es alentado por el agresor, que debe apelar a toda clase de recursos para estar seguro de que el acto ha de per- manecer en secreto. Basada en estas experiencias y en los sentimientos y convicciones que comienza a experimentar respecto de tales experiencias, la nifia desarrolla sus propios me- canismos para afrontar la vida, por ejemplo, el secreto la reserva; se avergiienza cuando le va mal y esto fortalece sus sentimientos y su opinién negativa sobre si misma. 23 + Segiin la experiencia de abuso sexual de la niniay los patrones de conducta y pensamiento establecidos, tales como el secretoy la vergtienza, la victima respon. deante los miembros de su familiay ante los demas con actitudes que pueden levarlos a pensar que la nifia es “perversa” o esta “perturbada”: por ejemplo, ella pue- de actuar de manera sexualmente provocativa, puede ponerse agresiva o conducirse de manera caprichosa, Los miembros de la familia y el resto de las personas responden a la nifia del mismo modo en que lo hacen habitualmente cuando estan ante una joven a la que consideran “perversa” o “perturbada”, es decir, casti- gandola o buscando ayuda profesional. El agresor incluso puede seguir abusando sexualmente de ella. Todas estas interacciones sirven para reforzar: a) las configuraciones de conducta acerca del secreto y b) las opiniones que lanitia se est formando de si misma; Por ejemplo: “No soy buena”. El contexto familiar puede convertirse en un sistema de apoyo vital para estas interacciones y opiniones que continuan teniendo un efecto negativo en su autoimagen y en su experiencia de las relaciones. * El descubrimiento, la revelacién del abuso puede exacerber los pensamientos y la conducta de la nifia si la persona a quien se confia no le cree. En cambio, si esa persona le cree y la apoya, puede darse una significativa interrupcién del tipo de interacciones que alentaba el secreto; por ejemplo, posiblemente haya una mayor apertura entre la nifiay su madre o entre la nifiay loshermanos. Los nuevos patrones de interaccién permiten desafiar el secreto y la vergtienzay quebrar la hermética reserva familiar. * Si el abuso jamas se descubre o si las personas en quienes confié la nifia no le creen y el secreto y la vergiienza siguen influyendo en ella, las experiencias de las interacciones en otras significativas relacio- nes de la mujer ya adulta pueden alentar de manera adicional la supervivencia de las respuestas y las creencias habituales; por ejemplo, la mujer puede 24 | | | tener vergiienza de si misma o considerarse estro: peada si tiene problemas sexuales con su pareja. Pue- de ocurrir que la mujer busque ayuda profesional y que reciba un diagnéstico que le sirva para confir- mar su imagen de si misma de mujer dafiada. Mas adelanie, en este mismo capitulo, analizaremos mas detalladamente las implicaciones que esta pers- pectiva tiene para la terapia. Estas ideas sobre el proceso del desarrollo de dificul- tades que presentan las mujeres que sufrieron alguna agresién sexual siendo nirias son similares a las ideas expuestas por Durrant (1987). Este autor describe la experiencia de abuso sexual como una experiencia en la cual la nifia no pudo controlar los acontecimientos cuando ocurrié la agresién. Esa experiencia de “faltade control” puede haber sido exacerbada por los sucesos posteriores al abuso, por ejemplo, ei descreimiento de otra persona. Durrant describe cémo la nifia puede quedar atrapada en un circulo de conducta y emocién fuera de control, y cémo la angustia puede afectar todas sus experiencias de si misma. Por otra parte, este proceso puede continuar durante la vida adulta, Creo que es importante incluir en este andlisis sobre el contexto familiar de la nifia un reconocimiento de quién tenia el control de la situacién, es decir, de quién tuvo el poder de determinar la experiencia de la nia y de cémo pudo hacerlo. Me interesa que se incluya el reconocimiento de la reponsabilidad de quien perpetro el abuso en el desarrollo de las dificultades y de las opiniones sobre si misma de la mujer. Evidentemente hay otras relaciones significativas que desempefan un importante papel en la formacion de la imagen de si misma de la mujer. Simplemente Hamo la atencién aqui sobre la experiencia que tuvo la mujer de la relacién con el hombre que la ultraj6, pues creo que es ‘un aspecto que ha sido descuidado en la bibliografia ‘sobre esta cuestién. 25 Imégenes opresivas creadas por los perpetradores de abuso sexual infantil que influyen en las imége- nes que las mujeres que sufrieron esa agresion dicen tener de si mismas* Las siguientes ideas surgleron de las conversaciones mantenidas con mujeres sobre las experiencias que sufrieron en sus relaciones con los hombres que abu- saron sexualmente de ellas. + Es frecuente que el perpetrador del abuso transmi- ta a su victima, de manera abierta o encubierta, el mensaje de que ella debe sentir vergiienza por haber sido objeto del abuso; por ejemplo, le dice: “Ta me provocaste”, o bien, “No deberias vestir asi, parece que estuvieras pidiendo que te violen” o “Sélo sirves para eso”. El ultrajador generalmente niega su responsabi- lidad, tanto respecto del abuso mismo como del impac- to que éste pueda producir en la vida de lanifiao de las consecuencias que ese acto pueda tener para la faini- lia. En el espiritu de la victima esta idea se refuerza profundamente cuando la niria recibe mensajes del contexto social que la rodea tales como: “Nadie viola a una buena chica”, o “Las nifias son seductoras”, o acaso, “Sila violaron es porque se lo estaba buscando” Estas interacciones con el perpetrador han de estable- cer las condiciones para el desarrollo y la permanencia de habitos tales como la vergtienza y el desprecio de si misma. * Con frecuenciael ultrajador promueveactivamente el secreto y lo fortalece con la nifia o la jovencita a fin de separarla de los demas miembros de la familia. Mientras es una nifia, la victima no tiene oportunidad de verificar su propia realidad a causa dela norma del secreto. Esto contribuye a reforzar su sentimiento de aislamiento y confusion que es el devastador efecto. secundario del secreto. El perpetrador tiene el poder de crear una realidad propicia para el abuso, quiza di- ciendo, por ejemplo: “Todos los padres lo hacen”, 0 tal vez, “Lo hago por tu bien”, o “En realidada ti te gusta” 26 ' | | | | 0 quizas, “Este es nuestro secreto intimo”, para justi- ficar sus acciones. Todo esto puede contribuir a que la mujer engendre dudas sobre si misma a lo largo dela vida, puesto que ella recibi6 la versién de los Lechos del perpetrador antes de haberse formado la propia opi- nion. Incluso la mujer puede hacerse vulnerable e incapaz de borrar sus propios sentimientos en res- puesta a esa situacion. ‘* Las interacciones mantenidas con el perpetrador pueden haber estimulado en la nifia sentimientos de enorme responsabilidad hacia los demas. El hombre acaso le sugirié directamente, por ejemplo: “Si cuentas lonuestro me echaran de casa’, 0 tal vez: “Silo cuentas, tu madre podria sufrir un colapso”,.o “Ta eres la unica que me comprende” 0 quizé: “Si te niegas a hacerlo lo haré con tu hermanamenor”. Este tipo de ideas pueden ser sugetidas de manera no tan explicita. De todos modos, el efecto de esos mensajes es que la mujer recibe un entrenamiento intensivo para dar prioridad alas necesidades de los demas antes que a las propias y esa actitud puede convertirse en un modelo habitual fen la imagen que ella se forme de las relaciones hu- manas. * Los diferentes medios utilizados por el perpetrador para ejercer el control sobre la nifia —ya sea mediante Sugestiones, ya sca de manera directa, por ejemplo eerciendo intimidacién o violencia— y seguir obligan- dola a satisfacer sus impulsos, estimularia el desarro- No de respuestas habituales de miedo y panico en las relaciones intimas de la mujer ya adulta. Los miedos pueden ocupar un lugar prominente en las versiones que ella tiene sobre si misma (Laing y Kamsler, 1988). Por consiguiente, la mujer que padecio abuso sexual durante su Infancia no deberia considerarse simple- mente influida por el pasado, como sugiere Durrant, sino influida también por una cantidad de prescripcio- nes sobre como debe sentir, como debe sery como debe pensar, prescripciones que fueron activamente alenta- das por el perpetrador en sus interacciones con lanina. or Es evidente que hay muchas coincidencias entre varias de estas preseripciones y las definiciones predo- minantes expresadas en la ideologia patriarcal del papel que deben cumplirlas mujeres. Enefecto, Waldby (1987) observa: La médula de ta concepcton feminista del incesto se basa en el supuesto de que el abuso sexual padre-hija es una variante particularmente intensa de las relacio nes “normales” que mantienen varones y mujeres en una sociedaq patriarcal (pag. 17). La autora cita la idea de O'Donnell y Craney de que Ja victima del incesto.. carga con la quintaesencia de la opresion femenina; a ella se le asigna el papel de la esposa impotente, obediente y sumisa (como lo men- ciona Waldby, 1987, pags. 17 y 19). Las interacciones de la nifia con el perpetrador pueden describirse como un “entrenamiento intensivo” destinado a que la nifia cumpla el estereotipo del papel sumiso femenino. Asi quedaban cabalmente preparados los cimientos para que la mujer respondiera de manera “fuertemente femenina” en otras relaciones significativas de la vida Habitualmente la mujer puede comenzar por aplicarse asimisma las prescripciones del perpetrador en nume- Fosas situaciones, por ejemplo, dejando de lado sus Propios deseos y llevando un estilo de vida de “entrega alos demas” en sus relaciones, o bien siendo pasiva, obediente. De modo que el efecto resultante de estas interacciones infantiles puede ser que la mujer se ajuste aun mds profundamente a las prescripciones “de su sexo” establecidas para las mujeres. La mayor parte de los trabajos sobre terapia aplicable a la esfera del abuso sexual infantil no tiene en cuenta esta Perspectiva sobre las mujeres que experimentan los efectos debilitadores de una relacion que refleja las interacciones opresivas que existen entre los hombres y las mujeres en la sociedad actual. En suma, creo que la bibliografia que discute las manéras en que conviene enfocar la terapia con muje- res que suffieron una agresién sexual durante la 28 infancia ha explorado insufictentemente 1a significa- cién del contexto general de la experiencia de esas mujeres. En la mayoria de los articulos sobre los efectos a largo plazo del abuso sexual infantil se observa la vida de la mujer a través de la lente intrapsiquica. En la mayor parte de los articulos y los libros sobre la materia se deja de lado por completo la significaci6n de Ja experiencia de las interacciones de la nifia con el perpetrador en el desarrollo de los problemas, asi como la significacin del contexto social mas amplio. Esta omisién conduce a que los terapeu- tas consideren que las dificultades expresadas por la mujer en la terapia estdn vinculadas con la Patologia individual de la paciente o con las relaciones familiares disfuncionales. Creo que para el terapeuta es funda- mental partir de un esquema que le permita abordar las cuestiones del contexto familiar y del contexto social dc !a mujer y remitirse a elias durante la terapia. La estructura de la terapia Teoria sobre el desarrollo de los problemas La estructura terapéutica que me sirvid de base para trabajar con estas mujeres fue el enfoque desarroliado por Michael White, que a su vez se baso inicialmente en los conceptos cibernéticos de restricciones e informa: clon de Bateson. Las ideas basicas sobre restricciones, desarrolladas en la teoria cibernética sugieren algunos medios utiles de considerar la situacin de las mojeres que sufrieron algin abuso sexual durante la infancia Este enfoque entiende el desarrollo y la consolidacién de los problemas desde el punto de vista de que los acontecimientos toman su curso porque hay restriccio- nes que les impiden seguir otros cursos (White, pag. 169). El terapeuta que trabaja en esta perspectiva concibe la situacién de la persona que presenta problemas 29 como una consecuencia de la accién de las opiniones y las versiones que esa persona tiene de si misma y del mundo. Esos supuestos y esas opiniones no permiten. al paciente tener acceso a una solucién altemativa para sus dificultades. Esto se debe a que el paciente deja de lado o no percibe la informacién que no se ajusta a las restricciones. Esta manera de concebir los hechos permite que el terapeuta considere que los problemas se desarrollan en el contexto de los pensa- mientos y los sentimientos habituales y que esos problemas repiten los modelos de interacein que le impiden a la persona tener acceso a cierta informacién sobre su propia capacidad que podria servirle para resolver los problemas que afronta. Por ejemplo, una mujer que sufrié algiin tipo de abuso sexual durante su Infancia puede avergonzarse de si misma a causa dela agresién padecida y ser incapaz de “advertir” las con- tribuciones que hizo el perpetrador para arribar a esa situacion. Podria describirsela como una persona ciega a cualquier otra informacién que pueda ayudarla a responder de una manera diferente a las relaciones pasadasy presentes. Se considera que las pacientes no pueden ponerse en contacto con la informacién sobre Sus propios recursos, recursos que podrian ayudarlas a manejar los problemas surgidos de la accién de las restricciones, Este concepto nos permite comprender por qué esas pacientes aplican repetidamente las mis- mas soluciones ensayadas a pesar de que precisamen- te esas soluciones pueden perpetuar el problema. Ya di algunos ejemplos de ideas y modelos restricti- vos en mianalisis sobre el impacto de las interacciones mantenidas por la mujer con el perpetrador durante su infancia, por ejemplo, el secreto. Veamos un ejemplo sobre cémo las restricciones contribuyen a que una mujer normalmente aplique soluciones que perpetiian el problema: Una nifa fue ultrajada sexualmente por su padre, quien le dijo: “Todos los padres lo hacen, gpor qué te sientes perturbada?” Sin embargo, ella se sentia per- 30 | turbada y ansiosa y finalmente se lo conté a una maestra que no le creyé y le dijo que no debia preocu- parse por ello. La nifia decidio no volver a contarle lo ocurrido a nadie. Creia que era ella quien habia obrado mal; se avergonzaba de si misma a causa del abuso y esta idea le impidié elaborar una respuesta diferente. Ya de adulta, cada vez que piensa en lo ocurrido, la mujer siente que no debe decirselo a nadie y continua creyendo que todo ocurrié por su culpa. El Secreto y la censura de si misma llegaron a influir profundamente en su viday en sus relaciones. La angustia de la mujer aumenta y, cuanto mas aumenta, mas vergiienza sien- te ella de si misma y més dificil se le hace la idea de contarle lo ocurrido a alguien. Recientemente empleé para la terapia la idea de White de una analogia con la versién dominante (White y Epston, 1989) que da otra descripcién de este enfo- que. Al utilizar esta analogia se considera que los problemas se desarrollan en el lenguaje y en la conver sacién de las personas mas implicadas en ellos. Se estima que las personas que acuden al terapeuta con sus problemas estén intensamente concentradas en las descripeiones “saturadas de problemas” de su propia situacién y, al mismo tiempo, impedidas de tomar contacto con la capacidad que tienen para afrontar con éxito sus dificultades. Se considera que los problemas conforman una imagen 0 una idea con un pasado y un futuro, que son direccionales (pues tienen un sistema que apoya un estilo de vida) y que son Progresivos (pues se sitan en una secuencia de acontecimientos que ocurren a través del tiempo). Se ha dicho que las personas que acuden ala terapiaestan complicadas con otras personas, significativas paralas primeras, en ciertas realidades y que hubo muchos factores que reforzaron la versidn sobre si mismas que las pacientes relatan en la terapia (es decir la descrip- cién saturada de problemas), factores que impidieron que esas pacientes Jograran formarse otra imagen desi mismas, una imagen basada en los logros aislados oen 31 las ocasiones en que ellas fueron realmente capaces de enfrentar el problema y ejercer aigtin impacto sobre él. Los sucesos se interpretan a través de la lente de esta imagen dominante que es la que da forma a la signifi- cacién que las personas atribuyen a sus experiencias. ‘Veamos ahora un ejemplo de hasta qué punto la “imagen dominante” que tiene una persona limita sus posibilidades de tener acceso a sus propios recursos: ‘Una mujer llamada Alice fue derivada a mi consultorio porque tenia pesadillas persistentes, porque estaba muy preocupada a causa de las dificultades que tenia para mantener relaciones con los hombres y porque se consideraba irracional y perturbada. La-mujer relaté que durante su infancia fue ultrajada sexualmente por su abuelo a lo largo de seis afos y que ademas habia sido agredida fisica y emocionalmente por sumadre, su padre y su madrastra. Alice se consideraba a si misma “un désastre" y, si bien pensaba que ello se debia a sus experieacias pacadas, habia aveptado el punto de vista de los miembros de su familia que la consideraban emocionalmente perturbada. Para describir cémo se sentia utiliz6 estas palabras: “Estoy reventada’. Apa- rentemente Alice se veia a si misma como una persona arruinada que posiblemente ya no tuviera remedio. Esta imagen invadié tan intensamente las descripcio- nes que ella hacia de si misma que al comienzo Alice se mostr6 completamente incapaz de identificar alguna informacién sobre si misma que se apartara de la version de que ella era un “desastre”, Se avergonzaba persistentemente de si misma a causa de su situacién y constantemente se desvalorizaba: “Estoy completa- mente persuadida —decia— de que soy una persona dificil que nadie podria amar", Esta imagen de si misma se habia reforzado mediante las interacciones de Alice con los miembros de su familia, quienes respondian a su angustia apartandose y rechazdndola. Aparente- mente esta actitud aumentaba la angustia de Alice, lo cual hacia que sus parientes la consideraran aun mas perturbada, es decir que una actitud alimentaba a la 32 otra, y viceversa. Por otra parte, esta imagen de si misma fue la que prevalecié en la imagen que Alice se formé de las interacciones mantenidas en otrasrelacio- nes significativas de su vida. En este mismo capitulo volveré a ocuparme mas detalladamente del caso de Alice. AdemAs de los conceptos ya descritos, me interesa la idea de que las imagenes que las personas han elabo- rado sobre si mismas se sittian en el contexto deciertas ideologias que son imagenes culturales y sociopoliticas. White se basé en el trabajo de Foucault al elaborar esta, idea y sugiere que la terapia puede constituir un contexto apto para desafiar el modo en que obran las ideologias 0 los conocimientos dominantes. Enel caso del incesto, creo que los conocimientos dominantes que influyen para que las mujeres elaboren susimage- nes personales son la ideologia patriarcal y toda la esfera del diagnéstico y la clasificacién psiquiatricos. Tradicionalmente se siiué al incesto en estos cuntextos lingiisticos y epistemologicos. La terapia De estas ideas sobre el desarrollo de los problemas se sigue que el terapeuta que trabaja tratando de alentar una doble descripcién puede establecer en la terapia. un contexto para lograr el cambio. Esto significa que el terapeuta trabaja con las pacientes a fin de desarrollar una cantidad de nuevas descripciones de los aconteci- mientos con el objetivo de generar “novedades de diferencia que hagan una diferencia” (White, 1986); esto es, a fin de afrontar o dejar de lado las restriccio- nes, incluso las creencias restrictivas de la psiquiatria y el patriarcado. Las pacientes deben ser capaces de percibir las distinciones para poder observar un con- traste entre la descripcién que ellas mismas hicieron y la nueva descripcién a fin de recibir novedades acerca de la diferencia o la nueva informacién. Este proceso impulsa la elaboracién de nuevas respuestas que 33 permiten que las pacientes vean nuevas soluciones. La nueva descripcién surge de la tarea conjunta de la paciente y el terapeuta que participa activamente en el Proceso, con frecuencia mediante preguntas cuyas respuestas le permiten elaborar las nuevas descrip- ciones, Como dice Munro (1989): La doble descripcién desafia las restricciones, de modo que aporta nuevas soluciones. Por ejemplo, la segunda descripci6n y las nuevas percepciones que ella ofrece permiten a ta paciente formarse una opinién del problema [y de si misma} que no esté encadenada a tas restricciones que regian la primera descripcién (pag. 185). El terapeuta puede ayudar a su paciente a desarro- lar la nueva caracterizacién valiéndose de una varie- dad de medios que White seiala en sus articulos y en su doctrina: éxternalizando los problemas; haciendo preguntas sobre la influencia relativa; sobre los mo- mentos criticos; planteando ditemas y respondiendo a las respuestas (White, 1986). Recientemente White realiz6 una nueva descripcién de su trabajo en la cual extendio en una nueva direc- cién Jas ideas fundamentales de este enfoque, pues considera que esa nueva descripcion se ajusta mas a la analogia con la versién dominante aplicable en la terapia. En esta perspectiva se estima que las pacien- tes reciben la fuerte influencia de una imagen domi- nante de si mismas, dé sus relaciones y del problema mismo. De modo que las caracterizaciones que estas mujeres hacen de si mismas estarian dictadas por la imagen dominante, lo cual no dejaria lugar para ela- borar versiones diferentes que, potencialmente, ellas podrian manifestar acerca de la propia capacidad y los Propios recursos. Personalmente creo que las restric- ciones dan formaa las creenciasy modelos de interaccion en los que se basa la imagen dominante. El objetivo de la terapia es incitar a las pacientes a descubrir aspectos de la experiencia de si mismas dejados de lado por la imagen dominante. Describiré 34 seguidamente los pasos fundamentales que deben darse para ayudar a las pacientes a elaborar una imagen alternativa sobre si mismas y daré algunos ejemplos extraidos de mi trabajo con mujeres que sufrieron algan abuso sexual durante la infancia. Externalizar el problema ‘Tomm (1989) describio la actividad terapéutica de externalizacion del problema, que es la parte central de la practica de este enfoque, como ...una separacion lingaiistica que permite distinguir el problema mismo y la identidad personal de la persona tratada. Tomm con- sidera que este proceso... abre un “espacio conceptual” para que la paciente tome iniciativas efectivas que le permitanevitar que el problema influya en su vida (pag. 54). Externalizar el problema provoca que la paciente comience a contrarrestar los efectos negativos del diagnéstico y la clasificacién. Creo que éste es un aspecto profundamente importante en la esfera del abuso sexual infantil, esfera en la que, como ya dije, ha sido una tradicién aplicar rétulos estaticos, patolo; cos. alas mujeres. El proceso de “rotulacion” o clasiti- cacién alienta la conversacion centrada en el diagnos tico, lo cual fortalece la opinion de que el problema est en la propia mujer y aumenta la vergiienza y la culpa de la paciente. La externalizacién del problema es el primer paso para invitar ala mujer aque aparte de los efectos del rétulo y para darle la posibilidad de que descubra versiones 0 imagenes diferentes de si misma. que se descubra a si misma como una persona que a veces no permite que el problema se apodere de su vida por completo. Como dice White (1989): Enesta nueva perspectiva, las personas adquieren la capacidad de identificar “hechos” sobre sus vidas y relaciones que en la perspectiva anterior, saturada de problemas, ni siquiera podian percibir oscuramente, hechos que les suministran los nuicleos para generar las nuevas imagenes. 35 Las conversaciones que mantuve en la terapia con una mujer llamada Beth contienen algunos cjemplos de externalizacion del problema. En nuestros primeros encuentros Beth me contd que habia revelado a miem- bros de su familia el hecho de que su padre habia abusado sexualmente de ella durante varios anos cuando era una nifia. Hablé largamente sobre la culpa que sentia porque hubiese ocurrido el abuso y sobre sus miedos a afrontar la vida. Estos sentimientos la habian levado en el pasado a intentar suicidarse y a creer que habia sufrido un “derrumbe’. Inicialments yo misma externalicé el conccpto del secrelu e invilé.a Beth a que describiera como habia influido ese aspecto en su vida yen sus relaciones. El miedo, la culpa y una excesiva responsabilidad respecto de los demas pare- cian ser los principales efectos y yo se ios externalicé uno a uno, por ejemplo, preguntandole qué influencia habia tenido el miedo en su vida y en sus relaciones. Situar la imagen dominante en el contexto de las. interacciones y en el contexto social més ampllo Una vez externalizado el problema, la paciente puede externalizar la versién patoldgica dominante de si misma. Creo que esto ayuda a que la paciente descubra de donde proviene esa imagen y desarrolle algunas ideas sobre cOmo, con el tiempo, esa version logré hacerse tan influyente, Estas son algunas de las pre- guntas posibles: “De qué modo otras personas promo- Vieron el secreto en su vida”, “2Cémo s¢ fortalecié el secreto?”, “Qué ensefianzas lallevaron a dar prioridad a los demés antes que a si misma?” Este tipo de preguntas permite que la mujer comience a advertir las contribuciones hechas por los demas, a través de sus interacciones con ella, para que aparezcan las dificul- tades que hoy debe afrontar. Creo que sacar ala luz un cuadro completo de esas contribuciones es fundamen- tal para facilitar a la paciente la tarea de nombrar las practicas opresivas que permitieron la permanenciade 36 4 4 4 efectos dela agresion sufrida ena infancia, Ademas Gio le da la postbildad a la mujer de apartarse dela imagen patologica que tiene de si misma, pues cobra conciencia de todo ei contexto de sus propias experien- cias, incluido el contexto de su interaccién con el hombre que abus6 de ella; por ejemplo, cuando le pregunté a Beth qué ensefanzas le parecia que la habian inducido a la hiperresponsabilidad, ella me mencioné los métodos utilizados por su padre para intimidarla y obligarla a que satisficiera las demandas de éste (ya Sea sexuales, ya sea de otro tipo); durante la infancia la vida de Beth se concentré en una priori- dad: satisfacer las necesidades de su padre. Pueden hacerse otras preguntas que potencialmente ayuden a las mujeres a identificar su experiencia del problema desde un punto de vista que limite los efectos que ejercen sobre elias las imagenes sociopoliticas mas amplias 0 las ideologias. Por ejemplo, le pregunté a Beth si creia que en la sociectad hala efertas ideas que podian fortalecer en las mujeres los habitos de hiperresponsabilidad. Rapidamente Beth me dio va- rios ejemplcs de esa situaviéa y juntas aualizamos lac consecuenclas que ello tenia sobre Beth como persona. El documento publicado por White en 1986 sobre anorexia sugiere algunas formas utiles de preguntar a las pacientes a fin de darles una oportunidad de evaluar el impacto que personalmente ejercieron sobre ellas las prescripeiones dictadas por la sociedad a las mujeres. 2 Preguntas sobre la influencia relativa Este enfoque contiene algunas ideas muy atiles sobre cémo incitar a la paciente a que reelabore su version de manera tal que pueda tomar contacto con la experiencia de su propia capacidad para affontar el problema (White, 1988, 1989). Hay dos categorias de preguntas que pueden hacerse, una destinada a des- cribir los detalles y los efectos de la version o imagen dominante (por ejemplo: “ZCémo influyeron los miedos 37 en su vida? ¢Cémo influyeron en sus relaciones con otras personas?’) y otra que apunta a determinar los “logros aislados” ‘0 las ocasiones en las cuales la paciente logré ejercer alguna influencia sobre su pro- pia vida a pesar de la fuerza de la imagen dominante. Por ejemplo, cualquier revelacién acerca del abuso sexual es un ataque directo al secreto y constituye un “logro aislado". Puede preguntarsele a la mujer si nunca le conté a nadie que habia sufrido abuso sexual y continuar con preguntas del tipo: "ZCémo pudo desafiar el secreto al revelar el hecho de que su padre abusé de usted?" Es fundamental para este proceso que antes de abordar las preguntas referentes a los logros aislados se haga un exhaustivo examen de la primera categoria de preguntas. No es mi intencién enumerar aqui las muchas y variadas maneras que tiene el terapeuta para invitar a su paciente a determinar los logros aisiados. Sin em- bargo, cuando el terapeuta hace preguntas sobre los, logros tmicos del tipo: “Sintié alguna vez que el miedo le impedia continuar algo y aun asi pudo superario y seguir avanzando?”" le abre a la paciente un espacio para comenzar a elaborar una versién alternativa sobre si misma. Preguntas que incitan a la elaboracién de una imagen alternativa Una vez que la paciente ha identificado los logros aislados, el terapeuta la invita a “mejorar la significa- ion" de esos logros. El tipo de preguntas que le haga determinara que la mujer se sienta capaz de atribuir significaciones personales a los sucesos y capaz de experimentar el impacto que ha de tener la nueva imagen emergente. Este es un requisito previoparaque la nueva version se fije y se mantenga. El terapeuta incita a su paciente a sitiiar la importancia fundamen- tal de sus logros aislados en una nueva version alter- nativa de su experiencia vivida. El objeto de esta 38 eee a incitacién es asegurar que la persona pereiba laimpor- tante significacin de los logros tinicos. Este proceso-de juvitar ala paciente a que retome a considerar su propiaexperienciay a avanzar sobre imagenes diferentes de si misma provoca que la paciente obtenga una experiencia diferente de si misma. El papel que des- empefia el terapeuta a través de esta terapia puede describirse cabalmente como el de un coautor deesas nuevas imagenes emergentes. He extraido las siguientes preguntas de mis conver- saciones con Beth: “,Cémo se explica que usted haya desafiado el secreto y las ensefianzas de su padre en cuanto a dar prioridad a los demés, al revelar el abuso?” ‘Cuando Beth hubo sefialado algunas otras ocasio- nes en las que se dio prioridad a si misma, le hice algunas preguntas sobre los detalles de esas ocasiones: * gCémo fue capaz de hacerlo? + ¢Como logré darse prioridad a st misma? + gCémo juzga el hecho de haberse sentido suficien- temente fuerte para superar la costumbre de ante- poner siempre a los demas? + zComo pudo usted contrarrestar las ensenanzas de ‘su padre? + 2Qué sintio? + 2Qué diferencia provocd esa reaccién suya en ta ‘imagen que usted tiene de si misma? * eQué aspectos de si misma que usted no habia ‘adzertido antes le descubrié esa reaccién? * Como pudo hacer amistades hasta ahora apesar de sus dificultades? : Elterapeuta cuenta con infinitas maneras de cclabo- rar y seguir desasrollando con su paciente la version alternativa. Los articulos de White seialan el tipo de pregurtas mas adecuadas para fomentar la coe- laboracion de una imagen alternativa. La aplicacion en la terapia de ideas tales como externalizar los problemas y hacer preguntas sobre los logros aislados permite que €] terapeuta ayude a la 39 mujer a situar su experiencia en el contexto de las interacciones familiares, incluyendo entre éstas su relacién con el perpetrador. Esto también le permite a Ja paciente situar su experiencia dentro del contexto sociopolitico mas amplio. Durante el proceso de la terapia, la mujer tiene la oportunidad, al conversar con elterapeuta, de descubrir informacion sobre si misma y sus propios recursos, lo cual la leva a elaborar Tespuestas que cimentan el camino del cambio. La clave de esteenfoque es que la paciente es la experta y elterapeuta es solamente quien hace las preguntas que han de generar logros tinicos y nuevas imagenes, Todo esto contrasta con las formas mds tradicionales de levar adelante una terapia, pues en ellas se considera que el terapeuta es un expertoque tiene el conocimfento necesario para diagnosticar y resolver los problemas del paciente, EI presente enfoque pone el acento en Ios conoci- mientos que ura mujer tene ‘sobre si misma y sus fuerzas, que han quedado sepultados por la accion de la version dominante. Cuando se incita a la mujer a aperiarse de fa imagen dominante y se genera nueva informacién, se replantean los conocimientos domi- nantes que la mujer expresa para definirse a si misma y ésta encuentra disponibles nuevas respuestas y nuevas soluciones a sus problemas, La historia de Alice: una ilustracién del proceso terapéutico Alice es una mujer a la que he tratado durante los ultimos dos arios, y que acepté publicar esta historia que incluye sus propios comentarios sobre su expe- riencia como paciente y que ella misma escribid como una manera de rever su experiencia.’ Un terapeuta de Dympna House, una institucién donde Alice habia participadoen un grupo de autoayuda Para sobrevivientes del incesto, me la derivo. Cuando 40 Alice se puso en contacto conmigo para concertar una cita me dijo que deseaba obtener ayuda en dos esferas especifices: * Por un lado, para dominar sus pesadillas. Durante jos dos afios anteriores a nuestra primera entrevista Alice habia sufrido largos periodos de suefic perturba- do por pesadillas que la aterrorizaban. Esas pesadilias persistieron durante meses, ocasionalmente desapa- recian por periodos breves.y Inego, subitamente rea- parecian. + Laotra cuestion estaba centrada en susrelaciones con los hombres; cuando Alice iniciaba una relacion se sentia cémoda durante un breve periodo pero luego todo terminaba pues ella sentia repugnancia por cual- guier situacién sexual, y con frecuencia ésta era la causa de que Alice acabara con la relacién. Alice consideraba que esa reaccién estaba relacionada con su experiencia de abuso sexual. Alice me comenté que ya habia pensado anterior- mente en la terapia como un medio para afrontar la angustia acerca de su familia y para afrontar los recuerdos sobre el abuso sexual que le habia infligido su abuelo. La terapia individual y la terapia de grupo en clerto modo la habian ayudadoy por lomenos le habian hecho sentir que no se encontraba tan sola, pues durante esas terapias aprendié que el abuso sexual infantil esuna experiencia bastante difundida entre las mujeres, No obstante, a pesar de los intentos previos por obtener ayuda, Alice se sentia ain muy angustiada y confundida por su vida Sesiones 123 Alice comenz6 por hacerme conocer sus preocupa- clones sobre sus pesadillas y relaciones con los hom- bres. También me relat6 sus experiencias con su abue- lo, quien la sometié sexualmente desde que Alice tenia cuatro afios y hasta que tuvo 11. Cuando ella tenia tres afios sus padres, que vivian en el Reino Unido, se 41 separaron. La custodia de la nifia fue concedida al padre, pues se estimé quela madre era “emocionalmente inestable”. El padre y Ja niria se mudaron a Australia, conde él conocié a quien seria su segunda mujer y volvié a casarse. El padre de esta segunda mujer fue quien abuso sexualmente de la nifia. Alice continud relatndome que durante su adolescencia revel6 la situacion a su madrastra, pero ésta no le creyé hasta que la hermanastra de Alice revelé que a ella le habia ocurridolomismo. En ningun momentose tomé alguna decisién destinada a afrontar el problema fuera de la familia. La madrastra de Alice interpelé a su padre, pero no salié en defensa de la posicién de la nifia. Seguidamente Alice me describié los conflictos poste- riores que se le plantearon con su madrastray su padre y que provocaron que al cumplir ella los 17 afios, sus padres le pidieran que dejara el hogar. Desde el punto de vista de Alice, toda interaccién con los miembros de su familia —hasta el infrecuente contacto con su madre— fueron experiencias de repudio ¢ irritacton. Las primeras tres sesiones no se concentraron nien Jas pesadillas, ni en el abuso sexual, ni en las relacio- nes con los hombres. La mayor parte del tiempo Alice me habl6 de su preocupacion por la terapia y por la desconfianza que le despertaban los terapeutas. Fui levando las sesiones lentamente, pues adverti que la preocupacién que manifestaba por confiar en mi constituia una restriccién importante para nuestras relaciones. Le pedi que simplemente considerara los riesgos de comprometerse en una terapia y qué Co- menzara a anotar en un diario sus experiencias de lo que iba ocurriendo y de sus pesadillas. ‘Durante las primeras tres sestones Alice cobré con- ciencia de que estaba experimentando una mayor tristeza y comenzé a hablar sobre lo dificil y molesto que le resultaba mostrar sus sentimientos a otras personas. También confesé que consideraba un gran riesgo comprometerse en una terapia mediante la cual podria ponerse aun mas en contacto con ella misma y 42 con sussentimientos, Ademés expres6 sumiedo deque “al tener tantas cosas adentro”, ni ella misma ni el terapeuta pudieran afrontarlas. Yo externalicé su costiumbre de ocultar los sentimientos y juntas explo- ramos el efecto que tuvo esa actitud en su vida. Descubri que Alice habia sido entrenada por los miembros de su familia a no demostrar sus sentimien- tos, comosi hacerlo significara que Alice era “irracional” y “mala” como lo era su madre. Se le habia descrito.a su madre como un ser incompetente y voluble. Y Alice aprendi6, mediante sus experiencias de rechazo y desconfianza que recibia de los demas miembros de la familia cuando se sentia trastornada, que nadie podia manejar sus sentimientos y que sélo ella podia afron- tarlos. Hablamos sobre como Alice habia aprendido a no ser ella misma, a desarrollar e! habito de ser un tipo de persona diferente antes que ser ella misma (otra externalizacion), en-respuesta a la exigencia de los miembros de su familia de no ser tan emocional. Alice hablo de su aislamiento y loré al recordar lo triste que se sentia porque ningun miembro de la familia la apoy6 ni creyé en la angustia que le habia provocado el abuso sexual. ‘Afin de que Alice elaborara un cuadro de sus logros aislados, comencé preguntandole si existieron ocasio- nes en las que ella se hubiera rebelado contra esos habitos y prescripciones y hubiera decidido ser ella misma én sus relaciones con los demas. Alice pudo identificar algunas ocasiones en las que se habia arriesgado y habia pedido apoyo asus amigos. Luegole pedi que me proporcionara algunos detalles sobre cémo lo habia logrado a pesar del entrenamiento intensivo que habia recibido para no ser ella misma y para ocultar sus emociones. También le pregunté como habia sido capaz de desafiar ese entrenamiento al permitirse expresar sus sentimientos hasta el punto que lo habia hecho durante nuestras entrevistas. Durante las tres primeras sesiones, las pesadillas de Alice desaparecieron: cuanto mas cobraba ella con- 43 clencia de su tristeza y su miedo, menos se manifesta- ban éstos por la noche. Ademés, Alice tomé la decision de comunicarse con el departamenio estatal de bien- estar social e informar a esa institucién sobre su abuelo, aunque no hizo ningiin cargo contra él. Res- pondia este dato con preguntas destinadas a senalarle la importancia de los logros aislados; por ejemplo, *4Como tuvo la valentia de ser usted misma en esas ocasiones?” En la tercera sesion Alice se refirié por primera vez a su costumbre de rasgufiarse la piel de la cara y los brazos y a su habito de comer sin medida y luego vomitar. Nunca antes habia hablado de estas costumbres con nadie. Las externalicé utilizando la palabra “habitos” para caracterizarias. Creo que esta confesién fue otro esfuerzo de Alice por desafiar los efectos del entrenamiento que habia recibido para no ser ella misma. Pero Alice insistié con bastante decisién en que no deseaba centrar las conversaciones en esos habitos porque en realidad en ese momento no cons- tituian un problema. Alice siguié mantentendo esta posicién hasta mucho mas avanzada la terapia. Sesiones 406 Alice continué informandome que pasaba noches libres de pesadillas y realizando algunos cambios en cuanto a ser mas abierta respecto desu vulnerabilidad ante sus amigos y algunos miembros de su familia. Luego Alice me hizo otras revelaciones: habia sufrido violentos ataques fisicos infligidos por su madre y su madrastra; de modo que hablamos sobre cémo esa situacién habia alimentado en ella el habito de no ser ella misma, de desvalorizarse y despreciarse (externalizaciones adicionales). Después de estas des- cripciones acerca de como se sentia desgarrada por los demas miembros de la familia, adverti que el abuso sexual habia sido sdlo una de las formas en que Alice habia experimentado una desvalorizacion de si misma ‘como persona. 44 Un punto importante de esta parte de la terapla fue evaluar cada informacién que Alice me proporcionaba sobre sus logros alslados; por ejemplo, las ocasiones en que Alice confio sus sentimientos a otras personas. Mi intencién fue sacar a la luz todos los detalles de esos momentos a fin de mejorar la significacion de esas actitudes que apartaron a Alice de sus habitos de autoinvalidacién. También pude desarrollar con ella un recuento de las estrategias de supervivencia que Alice fue aplicando a medida que crecia, para poder comprender en qué momento habia dejado de estar completamente atrapada por la autoinvalidacién. Alice me relat6 que de nifa su estrategia de supervivencia consistia en escribir cuentos y poesias que expresaban sus sentimientos. Durante su infancia Alice conside- raba algo precioso y muy especial esa actividad que desarrollaba cuando se encerraba en su dormitorio, para tener un espacio donde respirer lejos de los conflictos familiares. Le pregunté entonces si actual- mente continuaba utilizando alguna de sus estrategias de supervivencia y Alice respondié que ain trataba de dar valor a su autoexpresién cantando y, ocasional- mente, escribiendo canciones. En esta oportunidad Alice fue capaz de contarme que se habia apartado de algunas situaciones que le hacian sentir que estaba repitiendo viejas actitudes. Le sugeri que esto indicaba clerta confianza en si misma y una actitud de luchar contra los habitos de autoinvalidacién. También en esta ocasién le pedi detalles de esos momentos de autovalidacién para que Alice tratara de mejorar la significacin de cada uno de ellos. : Alice fue experimentando pequefios pero significati- vos cambios en el sentido de valorarse y ser mas auténtica consigo misma. Con todo, frectientemente Alice atribuia un caracter trivial a sus logros y me decia que continuaba considerdndose “reventada’, lo cual le hacia dificil apreciar los eambios. Cuando le pregunté siya se sentia preparada para dar algunos pasos mas en la nueva direceién, comenzé a hablarme del miedo 45 que le producia tener que comenzar una nueva vida como una persona diferente si continuaba cambiando. Llegadas a este punto, consideré conveniente no con- tinuar alentando cambios. Pedi a Alice que recordara y tomara nota dealgunas ocasiones en las que habia sido fiel a si misma o se habia valorado. Sesiones 7 a 10 Cuando le pedi a Alice que pustera en una balanza imaginaria las ocasiones en que habia experimentado autoestima y en el otro platillo las ocasiones en que se habia desvalorizado, la paciente comenzé a dar mas ejemplos de momentos en los que habia apreciado algo de si misma. Insisti mucho en los detalles de estos ejemplos y entonces Alice, espontaneamente, empez6a relatar otras ocasiones de autoestima. A medida que la conversacién fue avanzando en esta direccion, Alice advirtié que habia comenzado a romper con su habito de anteponer a los demas cuando entablaba una amistad y de dar prioridad a las necesidades de los demas antes que a las propias. Para mi, la estrategia més importante fue reconocer y poder dejar atras los contextos que continuaban suscitandome y producién- dome dolor. Una vez que pude hacerlo, fui capaz de elaborar nuevas formas de interactuar con las personas y de mantener relaciones mas positivas y gratificantes para mi. No insisti en mantener alejados los sentimientos de culpa y autodestruccién cuando entablaba una relacién y descubri los beneficios de conflar en la gente y de establecer relaciones que pudieran ayudarme (Alice, En la décima sesi6n Alice volvié a hablarme de su costumbre de atracarse y vomitar y me dijo que lo estaba haciendo con mas frecuencia. Obtuve algunos detalles de esta actitud preguntandole qué efecto habia. tenido la bulimia en su vida. Alice me conté que durante algunos periodos habia logrado superar la 46 bulimia y me confesé cémo lo habia conseguido (to- mando nota de los iogros aislados). En este fase de la terapia, Alice me relaté distintas situaciones que la habian entrenado para sentirse “reventada” (por ejemplo, las interacciones significativamente pertur- badoras con su madre) y de qué modo consideraba ella que habia sido afectada por ese entrenamiento; por ejemplo, ocultandose a si misma, sintiendo temor a ser rechazada si se comportaba de manera mas sincera y considerandose responsable de todo lo malo que le habia ocurrido en su vida. Le sugeri que el habito de la bulimia podia ser unamanera quella habiaencontrado de ser menos “ella misma’ y ésta fue una idea con la que Alice pudo conectarse. Ademds le sugeri que tomara nota de las ocasiones en las que habia rechazado las invitaciones de la bulimia (tomar nota de los logros aislados). Sesiones 11a 14 Alice comenz6 a obtener algunas victorias sobre la bulimia y, por primera vez, empez6 a adjudicar una mayor responsabilidad a los miembros de su familia por su angustia. insisti en los detalles de estas actitu- des y las describi como logros que le permitirian aumentar su autoestima. Hablamos de Jas ideas de Alice sobre cémo la bulimia originariamente habia legado a tener tanta influencia en su vida. Alice atribuia el origen de muchos habitos secretos de su vida, incluida la bulimia, a su necesidad de responder a las reacciones exageradas de sus padres ante el desarrollo de su sexualidad. También le hice algunas preguntas sobre, por ejemplo, de qué maneras pensaba qué se habia sometido para ajustarse a las imagenes ideales de las formas femeninas. También le pregunté si creia que esas imagenes podian haber fomentado en ella el deseo de ser menos de lo que realmente era y Alice acept6 que podia haber algo de verdad en ello. Continuamos hablando en detalle de las ocasiones en 47 que Alice habia logrado vencer a bulimia, y a medi- da que fueron pasando las scsiones, ella fue logrando més victorias. En respuesta a ello, le hice preguntas tales como: *zPor qué cree que fue posible que usted se permitiera ser mas auténticamente usted misma en esas ocasiones?" “,Cémo pudo usted apariarse de la idea de que debia someterse a las prescripciones que dicta la sociedad en cuanto a la delgadez femenina y aceptarse como era?” Mediante algunas preguntas incité a Alice a que determinara la influencia personal que habia ejercido el contexto social mas amplio del patriarcado que sostiene la idea de que las mujeres deben ser menos de Jo que realmente son o deben desvalorizarse. También la invité a que recordara de qué manera habia actuado como ella misma y habia logrado contrarrestar esas prescripciones. Alice vivi6 un periodo de angustia como respuesta a Jos cambios que habia experimentado. Me confié que le preocupaba perder su “antiguo si mismo”, es decir, no ‘saber en quien se convertiria. Por primera vez me relat6 més detalladamente su habito de rasguriarse. Juntas. rastreamos la causa de que ese habito se hubiese intensificado en los ultimos tiempos. Incluso pude hacerle ver algtin logro aislado en ese sentido o que descubriera ocasiones en las que habia podido vencer- lo. Nocobstante, Alice me confes6 que no estaba segura de querer seguir hablando sobre el asunto. Le pedi entonces que considerara las corisecuencias de seguir hablando de ello en la terapia. Entonces Alice comenz6 a recordar algunas situacio- nes que la atemorizaban por la noche cuando era pequena y juntas descubrimos cémo la costumbre de Tasguiiarse se habia convertido en un aliado contra el miedo. Esa costumbre habia llegado a ser una forma de autohipnotizarse y de detener el miedo y una manera mas de “castigarse”. Le sugeri que todas las noches dedicara media hora por reloj a ese habito para poder obtener més informacion sobre cémo el hecho de 48 rasgufiarse la ayudaba a vencer sus miedos. Segiin las, propias palabras de Alice: 5 El hecho de reconocerlos y darme permisoparaineluir estos habitos con moderacién en mi vida, me permiti6 cambiar de perspectiva respecto de esa conducta e ir controldndoia lentamente. En esta fase Alice advirtié que ya no dejaba que la angustia de ninguna esfera de su vida invadiera las demas y que estaba experimentando una sensacién de mayor control. Sesiones 14 a 20 Estaba claro que Alice ejercia mayor control sobre sus habitos destructivos. Pronto reconocié cémo de- tenerlos y cémo evitar que la atraparan: en nuestras conversaciones Alice me contaba espontaneamente mas ejemplos sabre esas actitudes positivas y menos ejemplos de situaciones en las que se sentia abrumada por esos habitos. Ademas ella misma descubrié varias estrategias nuevas para deminar sus miedos noctur- nos, por ejemplo, escuchar musica para relajarse con ms facilidad. Ladeseripcién saturada de problemas fue perdiendo espacio en Ja terapia y Alice comenz6 a construir una nueva versidn de si misma. Cuando investigué como habia logrado hacerlo, Alice me dijo: Cambié mi idea sobre mimisma. Alprincipio pensaba: “Estoy reventada”. Luego comencé a pensarrespecto de los miembros de mifamilia: “Ellos estan reventados”. Y ahora creo que estoy bien, pienso que mi vida estdllena de problemas, pero que yoestoy bien y meestoy curando. Alice también me confid que se sentia menos angus- tiada y menos preocupada en general, y esto significa- ba que habia conquistado un mayor espacio para verselas con sus habitos autodestructivos. Afin de alentar el mejoramiento de la significacion de todos estos cambios, le pregunté como esta nueva opinion de si misma habia modificado la manera de 49 tratarse a si misma dia a dia; c6mo le habia hecho cambiar sus relaciones con la familia y con los amigos y qué nuevas perspectivas creia que podian abrirle estos cambios. También le. predije que los habitos reaparecerian esporidicamente y ambas discutimos como manejar- los, por ejemplo, dedicdndole un tiempo fijoal habito de rasguiiarse todas Jas noches. Los cambios logrados por Alice se mantuvieron, y 1a bulimia y el habito de rascarse casi desaparecieron de su vida. Alice entablé nuevas relaciones en las cuales se sentia cuidada y reconocida. Hoy Alice asegura que se siente competente y que esta logrando realizar cambios en su vida. Describe la experiencia de consi- derarse como alguien que esta dentro deun contextoen el que ocurren problemas, es decir, que ya no se identifica a si misma como un problema cuando algo sale mal. También me cuenta que se siente bien y revalorizada ante personas que en el pasado considé- raba problematicas. Si bien reincidi6 algunas veces en algun habito destructivo, ya no se siente abrumada cuanéa eso ocurre. Alice dio varios pasos positivos, sobrelos cuales llamé mi atencién, en cuanto a sermas cabalmente ella misma, a valorizarse mas y a ocuparse més de si misma y menos de los otros. Dejé de mantener sesiones regulares con Alice y le sugeri que me llamara si tenia ganas de rever algin punto conmigo. Volvié a verme recientemente porque habia tenido una “recaida” en su habito de romper una relacion. De todos modos, Alice continua experimen- tando una sensacién de control sobre su propia vida; por ejemplo, recientemente se le ocurrié la idea de utilizar sus Suerios como un recurso que podia obrar a su favor. No soy perfecta. Atin sigo siendo autocritica y me esfuerzo constantemente por mejorar, pero estoy bien y me gusta como soy a pesar de mis normales “alzas y bajas* emocionales. Me comprendo a mi misma y com- prendo mis reaceiones. Ahora me siento controiada y 50 capaz de hacer retornar al pasado mi dolor del pasado (Alice, agosto de 1988). Conclusién Como conclusién, creo que en el servicio de terapia destinada a mujeres que han sufrido algtin abuso sexual durante la infancia se aplican muchas ideas intitle, limitadoras y potencialmente opresivas. Yo prefiero un esquema que reconozca y evalue la influen- cia del contexto familiar y de las relaciones (incluyendo el contexto de la relacién de la mujer agredida con el hombre que abuso de ella), asi como la influencia que tuvieron las ideas restrictivas procedentes de la ideolo- gia patriarcal, en el desarrolio de los problemas de la mujer, La terapia puede considerarse una oportunidad de corregir las restricciones 0 las versiones dominantes a fin de que la mujer ayudada por el terapeuta genere dobles descripciones o diferentes versiones: esto le da a la mujer una oportunidad de reformular la imagen que tiene de si misma. Al enfocar este tipo de terapia pude advertir que muchas mujeres respondieron desa- fiando con fuerza las imagenes dominantes de manera creativa y encontrando soluciones que resultaron alta- mente positivas para la vida de esas mujeres. Notas Estas som las definteiones adoptadas vor Dympra Hoos Deseo agradecer el original \rabojo ce Lesley Laing. qu'en inspiré las ideas ‘expresadas en eata seein del capitula : Agradezeo tambien javalorable cont ibucin de Catherive Munro, conquiea consullé varias de las fases de este proceso. Agradecimientos Agradezco a Lesley Laing y a Catherine Munro, pues ambas hicieron ‘contribuciones parUculares y especiales para ayudarme a desarrollar Ideas que fueron fundamentales para escribir este capilitlo. Estoy muy ‘agradecida a ambas por la ayuda que me brindaron para elaborar los 51 diferentes boradores de este capitulo y por el tvalerable apoyo que me proporclonaros. Tambien agradezco 2. Bronwyn Cintlo por haberme ayudado en las primeras elapas. Y por iltimo deseo agradecer tambien { Michael White por sus alentadores comentarios sobre este lrabajoy a Steven Kamer Melanie fame porel cris poy aquestmpre me rindan, Referencias bibliograficas Dlake-Whits, J.y Kline, C. M., 1985,"Treating the dissociative process In adull victims of childhood incest”. Soctal Casework, setiembre, pags. 394-402, Calvert, G., 1984, “Letter to the Eitor’, Australian Joumal of Family ‘Therapy, 5:1 Deighton, J. y McPeek. P.. 1985, "Group treatment: adult vicums of child sexual abuse", Social Casework, setlembre. pags. 403-410. ‘Durrant, M. 1987, “Therapy with young people, who have been the victims of sexual assault’, Family Therapy Case Stidizs, 2(1). pags. 87-63. Ellenson, 6... 1985, “Detecting ahistory ofincest:a prediclivesyndrome", ‘Social Casework, noviembre, pags. 525-532. Faria, G. y Belohlavek, N., 1984, “Treating female adult survivors of childhood Incest’, Social Casework. nelubre. pigs. 465-471 Furniss, T.. 1983. “Family process in the treatment of intra-iamilial child sexual abuse’, Journal of Famdy Therapy, 8. pags. 263 278. Guthell, T. y Avery, N., 1977, "Multiple overt incest as family defence against loss", Pamily Provest, pags. 195-116. ‘Herman, J., 1985, “Father-daughter incest’, En Burgess. A. (comp.) Rape & Sexual Assault -« research handbook. Justice, B. y Justice R., 1979, “The Broken Taboo: Sex in the Jami. ‘Human Sciences Press, Nueva York, Laing, L. y Kamsler A., 1988, “Training workshops for therapists ‘working with women who were sexually abused in childhood’. Sydney. Lustig, N. y otros, 1968, Incest: a familygroup survival pattern’. Archives of General Psychiatry, 14. pags. 31-40. ‘Machotka, P.y otros, 1967, Incest asa family affair”, Family Process, 6, pags. 98-116. McCarthy, 1. D. y Byme, N. O., 1988", Mis taken love: conversalons, ‘on the problem of incest in an Irish context”, Family Process. 27(2), pags. 181-199. ‘Munro, C., 1989, ‘White and the cybernetic therapies: news of diffe- rence", Ausiralian & New Zealand Journal of Family Therapy. 8(4). pags. 183-192. ‘Donnell, C. y Craney. J., 1982, “Incest and the reproduction ofthe patriarchal family”. En Donnell. ‘C.yCraney,J. (comps.), Family Violencein Australia. Longman, Cheshire. ‘Shapiro, S,, 1987, "Sel/-mulation & self-blame in incest vieums", American iournal of Psychotherapy, 41(1), pags. 46-54, ‘Tomm, K.. 1989, "Externalizing the problem and internalizing perso nal agency’, Journal of Strategie & Systemic Therapies, 8,1 52 ‘Teal, M. y otros., 1279, “Childhood molestations: psychological functioning i adit wecen’, Jeuralfsbrennal Psychol 88 a Weldby. C.. 1987, “Tworetical Perapectves on Incest: A Survey ofthe Lteraturein Breaking ie Silence: A report based upon the indingsofthe Women Against Incest Fone-In Survey (Sydney. 1964)" Investigacion redgctn de Cathy Watby” Depa House Ward, E. 1984, Fash Daughter Rape. The Women's Press, Londres. White. M,, 1986, "Nezauve explanation, restraint é double description: template for family terapy'. Famiy Process. 25, 2, pags. 169 184, ‘White, M., 1986, ‘cortala Nervosa: @ eybernietic peropeelve™ En Elka Harkaway. J. (Com) Eating Dicordes. Aspen Publishers, Nanylana White, M.. 1968, “Tre process of quesuoning: a therapy ef Inerary merit”. Dulwieh Cenve seusleter, Inviemo, 1968. ‘While. M.. 1968-08, “re externalizing tte problem” Dulwich Centre Newsleter, verano, ‘While, M. ¥ Epston. D.. 1969, “Lterate Means to Therapeutic Ends. Dulwich Cenére Publicaicns, Adelaida, 4 2 La utilizacién de ritos dedicados a capacitar a los miembros de las familias que sufrieron abuso sexual infantil Janet Adams-Westcott y Deanna Isenbart En todas las familias los ritos son una parte impor- tante de su evolucién a lo largo del ciclo vital. En las familias que tuvieron alguna experiencia de abuso sexual infantil intrafamiliar esa evolucién se detiene y laconductaritual permanece subdesarrollada, rigidao se vuelve hueca. Este capitulo examina las multiples funciones del proceso ritual, de los ritos normativos y los ritos terapéuticos en el tratamiento de las familias que han tenido experiencias de incesto. Describimos el proceso ritual dentro del contexto de un modelo cibernético de abuso sexual infantil intrafamiliar. La teoria y la terapia de Michael White son la base de este modelo. Este autor describe los ritos como: * Una manera de ayudar alos miembros de la familia a liberarse de aquellas creencias y configuraciones de. interaccién que contribuyen a que ocurra el abuso sexual infantil; 54 + como un modo de facilitar el desarrollo de la individualidady un scntimiento de identidad personal + como un método para ayudar alos miembros dela familia a hacer una nueva caracterizacion de si mismos y de sus experiencias, menos restringida y mas capa- citadora; y * una forma de permitir que los miembros de la familia reconozcan y afirmen los cambios produddos por el proceso terapéutico. La terapia y el proceso ritual Ritos de paso En su estudio sobre las transiciones evolutivas que se experimentan alo largo del ciclo vital, el antropélogo van Gennep (citado por Roberts, 1988) muestra de qué modo los ritos de paso ayudan ala gentea pasar deuna condicién social a otra. Los ritos de paso comienzan cuando las personas se apartan de un antiguo status que yano se ajusta aellas. Las personas viven entonces un periodo que se caracteriza por la desorganizacién y la experimentacion de nuevas ideas y nuevas conduc- tas. Cuando la transicién se realiza con éxito. esas ideas y conductas se incorporan a la caracterizacion que la persona hace de si misma. Cuando se llega a este punto, la comunidad reconoce el cambioy otorgaaesa persona un nuevo status. Koback y Waters (1984) aplican este proceso de tres, fases a la terapia familiar. Estos autores concibenla te- rapia como un rito que facilita a los miembros de la familia el paso de un antiguo status, considerado problematico o sintomatico, a una nueva situacion centrada en los recursos y que incluye oportunidades de crecimiento. 55 Los ritos terapéuticos El equipo de Milan (Selvini Palazzoli y otros, 1977 y 1978) fue el primero en describir la utilizacion de ritos como una técnica terapéutica. Estos terapeutas pres~ cribieron los ritos como una manera de difundir elari. dad en situaciones en las que los miembros de la familta experimentaban confusion a causa de opinio- nes o reglas contradictorias (Tomm, 1984). Los ritos desarrollados por el equipo de Milan incluian tareas especificas que las familias podian realizar como expe~ rimentos potencialmente utiles. Esas tareas particula- es se elegian con el objetivo de ayudar a los miembros de la familia a resolver contradicciones y a descubrir modelos diferentes de interacci6n. Uno de los muchos ritos descritos por el equipo de Milan (Selvini Palazzoli y otros, 1978) es el de la tarea de los dias pares y los dias impares. Ese rito se desa- rroll6 originalmente para que lo utilizara una familia en la que habia un niio problema. El equipo de tera- Peutas partié de la hipstesis de que la diferencia de estilos disciplinarios del padre y la madre habia contri. buido a fomentar esas conductas problematicas. De modo que sugirieron que uno de los padres asumiera la responsabilidad disciplinaria los dias impares y el otro los dias pares. Los dias en que cada uno de ellos no estaba a cargo de la disciplina, el padre “no respon sable” debia observar la interaccion que se desarrolla- ba entre el nitio y el padre “responsable”. Este rito dio Claridad al nifio que supo asi a qué clase de disciplina debia atenerse segtin el dia que fuera. Ademas este rito Proporcioné a los padres la oportunidad de descubrir los beneficios de la coherencia y de trabajar juntos. Evan Imber-Black (1988) y sus colegas (imber-Black, Roberts y Whiting, 1988) continuaron desarrollandoel uso de ritos como técnica terapéutica. Estos autores determinaron cinco aspectos que ayudan a los tera. Peutas a trazar e instrumentar los ritos: 56 eee cen ee La calidad de miembros. Los rites terapéuticos pue- den utilizarse para definir la calidad de miembros de una familia y para facilitar las eniradas a los sistemas familiares y las salidas de éstos. Pueden elaborarse ritos de calidad de miembros para establecer limites, tanto dentro de la familia misma como en las relaciones de los miembros con el mundo exterior. La curacién. Cuando los miembros de una familia han experimentado la pérdida de una persona, de una relacién, de la salud, de los papeles que desempefian o de las esperanzas para el futuro. pueden elaborarse ritos destinados a estimular la curacion. Les ritos de curacién también pueden facilitar el proceso de perdén y reconelliacién. Definicién y redefinicién de la identidad. También pueden elaborarse ritos que ayuden a las personas a escapar de los efectos de una autoimagen considerada problemaatica. Cuando una persona adopté una des- cripcién irreal de si misma que no se ajusta a la realidad, puede practicar ritos que laayuden aredefinir sus expectativas y a cambiar sus relaciones consigo misma. Expresionde las creencias y negeciacién. Cuando los miembros de una familia sostienen ideas conflictivas sobre una cuestién, pueden utilizarse ritos a fin de crear un contexto destinado a evaluar las diferencias. Cuando cada miembro de Ja familia puede compartir sin vergienza las perspectivas de los demas se estable- ce una nueva forma de interaccién. Celebracién. Pueden desarrollarse ritos terapéuticos destinados a sefialar los cambios, a marcar las realiza- ciones y a facilitar las transiciones del ciclo vital. Estas celebraciones o alabanzas con frecuencia se incorpo- ran luego a las tradiciones familiares. Los terapeutas pueden trabajar con ios miembros de la familia con el fin de coelaborar celebraciones que sirvan para comu- nicar los cambios a las personas significativas para la familia. 87 La teoria y la terapia de Michael White Epistemologia narrativa: la imagen dominante La utilizaci6n de ritos destinados a capacitar a las personas que sufrieron abuso sexual infantil intrafamiliar se sitta dentro del modelo terapéutico desarrollado por Michael White (1986a, 1986b, 1986c, 1986d, 1986e, 1988a, 1988b, 1989, White y Epston. 1989). Este modelo supone que, con el objeto de dar sentido a las experiencias vividas, las personas organi- zan sus vivencias dentro de una versién dominante sobre si mismas y sus relaciones. Esas versiones dominantes crean una “lente perceptiva” que influye en la significacién que las personas atribuyen alos acon- tecimientos posteriores de su vida. La informacion que se ajusta a esa imagen dominante se selecciona y se expresa en laconducta. En cambio la gente tiende ano advertir 0 a restar significacién a los aspectos de sus experiencias vividas que no “encajan” con el relato dominante, Esas imagenes dominantes que las perso- nas crean de si mismas y de sus relaciones pueden ser capacitadoras y creadoras 0 inhabilitantes y opresivas. La formacién del problema Los problemas surgen cuando la version dominante incluye restricciones que le impiden a la persona incorporar nueva informacién que podria proporcio- narle soluciones utiles. White (1986a, 1986d) sefiala dos tipos de restricciones: * El sistema de creencias en el que s¢ basa la version dominante delos miembros de una familia puede crear restricciones que contribuyen al desarrollo y la conser- vaci6n de los problemas. White (1986a, 1987, 1989) se interes6 particularmente por las expectativas normati- vas sobre cémo deben ser las personas como indivi- duos y en sus relaciones con los demas. White sostiene que con frecuencia la gente vive esas normas de 58 dad y de maneras de relacionarse como algo. Perera puesto que mevitablemente las persorias fa casan en el intento de ajustarse a esos modelos. A * La gente también sufre restricciones surgidas de ciroulos viciosos. Los circulos viciosos incluyen aque- los modelos habituales de interaccidn que mantienen Jas eonductas problematicas. Generalmente los miem bros de la familia no cobran conciencia de que sus Interaciones estan regidas por un patron yse ven as mismos como personas que no lenen postbilidad de eleccién y que sdlo pueden continuar participando del circulo vicioso, La resolucién del problema Externalizar el problema .cnicas terapéuticas de White permiten que los micmbros de la familia desafien esas creencias y e508 modelos de conducta restrictivos que contribuyen ala formacion de imagenes dominantes opresivas. Se uti- liza la técnica de externalizar el problema para apartar a la persona del problema y/o las restrcciones que ayudan a conservar la version dominante. Se sitta el problema fuera de la persona o de la relacién que se identifica como problematica. Se objetiviza el problema y se le da un nombre (White, 1989). EI proceso de separar el problema de la persona promueve la accion personal (Tomm, 1989; White, 1989), Los miembros de la familia descubren que pueden decidir entre contnuar participando deleireu- lo vicioso que mantiene el problema e interactuar de maneras no problematicas. Blaborar una version alternativa interroga a los miembros de la familia a finde que escestpaedan identificar aspectos de sus vivencias que no se ajusten a la version dominante (White, 1988a, 1989), Esas experiencias se conectan, pues, 59 mediante las preguntas que examinan las excepciones pasadas y presentes a la versién dominante, asi como con las intenciones de afrontar el problema en el futuro. Luego se les hacen preguntas que los alienten a redescribirse de una manera mas positiva y a elabo- rarimagenes diferentes de simismos, de sus relaciones y de su futuro. Esta versién alternativa se mantiene luego mediante técnicas que divulgan esta nueva des- cripcion entre las personas gue son significativas en la vida de los miembros de la familia. El proceso ritual Se ha utilizado la analogia de los ritos de paso a fin de conceptualizar el cambio dentro del contexto del modelo de White (White 1985, 1986e; White y Epston, 1989). Este modelo supone que las personas acuden a Ia terapia cuando aspectos significativos de sus iver: cias contradicen la versién dominante que elias han elaborado sobre si mismos y sobre las relaciones que mantienen conlos demas. El proceso deexternalizacion ayuda la gente a apartarse de los aspectos arcaicos de sus versiones dominantes. Mediante preguntas se invita al paciente a experimentar nuevas ideas y nue- vas conductas. Cuando las personas incorporan esos cambios en una versidn alternativa que se ajusta mas al conjunto de sus experiencias vividas, alcanzan una nueva condicién. La analogia con los ritos de paso supone que los sintomas y las crisis son prueba de un “progreso antes que de una regresion” (Whitey Epston, 1989, pag. 17). White y sus colegas describieron una cantidad de ritos que ellos mismos coelaboraron con los miembros de las familias a fin de oponerse a las versiones saturadas de problemas (véanse Durrant, 1989; Epston, 1989; White, 1986c, 1986d}. Un ejemplo que vale la pena mencionar es un rito elaborado para ayudar a los, ‘nifios a superar los temores: el proceso de exter- nalizacion comienza examinando la influencia..que—— ejerce el miedo en el nifo y en los miembros de la 60 familia, ‘Lueco se invita a los miembros de la familia a que recuerden ocasiones en las que fueron capaces de minimizar o superar un miedo. Se alienta al nifio para que personifique el miedo, lo dibuje y Ic asigne un nombre. Después el terapeuta encierra el dibujo del njfio en una caja e invita a éste a que realice una serie de actividades destinadas a “destruir el micdo y domar al monstruo”. Estas tareas ponen el acento en la capacidad del nifio para enfrentar el miedo. Los padres registran los logros del nifio tomando fotografias del desarrollo de esas actividades. El terapeuta premia al pequefio con un trofeo o con un certificado que lo declara experto en “destruir miedos y domar mons- truos”, Las restricciones que crean las condiciones para que ocurra el abuso sexual infantil Las conceptualizaciones tradicionales del abuso sexual infantil intrafamiliar consideran que las fami- lias que han sufrido un iacesto son las mas disfuncionales” y las mas “resistentes” al cambio. De modo quela intervencién del terapeuta se concentraen resolver el trauma de la victima, en cotejar la psicopatologia del agresory en cambiar las dindmicas disfuncionales de la familia (véanse Alexander, 1985; ‘Trepper y Barrett, 1986, 1989). i Una conceptualizacién cibernética del abuso sexual - infantil considera que los miembros de una familia que ha sufrido esa experiencia estan limitados, “restringi- dos” por imagenes dominantes inhabilitantes. Las ere- eneias y configuraciones de conducta restrictivasimpi- den el acceso a los propios recursos y dificultan los cambios necesarios para crecer y evolucionar alo lar- 0 del ciclo vital. La intervencidn del terapeuta obra gomo un rite de paso que ayuda a los miembros de la * apartarse de |: A : poeta jas imagenes dominantes inha- 61

You might also like