(Pags. 77-87)
_ SOBRE LA ELABORACION DEL DUELO
EN TERAPIA FAMILIAR
Alberto Espina.
Psiquiatra. Profesor Universidad de! Pais Vasco.
Josu Gago.
Psiclogo. Terapeuta familiar.
M? Mar Perez.
Psicéloga. Terapeuta familiar.
The elaboration of mourning has been related since the origins of the
pavchopathologe anu the psvehotherapy with depression, Inthisartcle bark phenomena
‘ave treated fram a muidisciplinary theoretical perspective and with aclinieal systemic
‘approach.
INTRODUCCION
Freud (1917) describié el “trabajo del duelo” como un proceso intrapsiquico
en el que el sujeto retira su interés dei mundo exterior y elabora la pérdida. esto
se despide del muerto liberando la libido a él ligada para dirigirla a nuevos objet
TeS|ConJelobjeto ec... Posteriormente, Freud
(1923), considerd normal la identificacin con el objeto perdido.
Bowlby (1980) propone un sentido mas amplio para el dueto, que incluiria
todos los procesos psicolégicos, conscientes e inconscientes, que una pérdida pone
en marcha. reserva el término afli¢eién para la expresionidelidolor porlapérdida,
que varian seg aon SE
pi —— (1944), mia, 1970) y Moos (1976) la elaboracién del
duelo sigue’BIfases:
REVISTA DE PSICOTERAPIA / Vol. IV - N? 13 772) : Preocupacién por
la persona muerta, depresién, célera y desorganizacién
3) ine el rompimiento de vinculos conel muerto
y gradual desarrollo de nuevas relaciones.
Bowlby (1980, 1983), siguiendo su teorfa del apego, ha estudiado los fenéme-
nos asociados a la pérdida realizando valiosas aportaciones. Este autor divide el
duelo en
1) jbilidad. Dura de unas horas hasta una
semana y puede verse interrumpida por episodios de afliccién y c6lera. El sujeto se
siente aturdido y le cuesta aceptar la realidad.
2 eseT delays igo bietopert 20 Aparece anhelo intenso,
Ianto, inquietud, insomnio y célera dirigida a quienes considera responsables de la
pérdida, y como protesta por no poder recuperar al objeto amado. Este deseo de
recuperacién puede llevar a no aceptar la pérdida, predominando entonces la rabia
hacia Jos que intentan consolarle. “La busqueda inquieta, la esperanza intermitente,
el desengafo repetido, el lanto, 1a rabia, las acusaciones y la ingratitud son rasgos
de la segunda fase del duelo y deben ser entendidos como expresiones de la
imperiosa necesidad de encontrar y recuperar a la persona perdida” Bowlby (1980,
p.109).
3) Durante esta fase es frecuente la
aparicién de momentos de desesperanza y depresién.
4) Fasede reorganizacién, La aceptacién de la pérdida conllevaunaredefinicion
de si mismo (huérfano, viudo, divorciado..) y de su situacién, el desempefiar papeles
nuevos y el adquirir nuevas habilidades
En el duelo normal, que puede durar entre uno y dos afios, es frecuente que
persista una sensacién de que el muerto estd presente, ya sea como una compafifa
constante o en algdn lugar especifico. También es frecuente una sensacién de
soledad que nadie puede. mitigar; Weiss (1975) diferencia la soledad fruto del
aislamiento social, que se puede aliviar con la compafifa, del aislamiento emocional
que solo puede ser aliviado con una relacién de mutuo compromiso que brinde
seguridad,
Otro aspecto a tener en cuenta, es que el trabajo del duelo requiere un gran
esfuerzo y aumenta la vulnerabilidad a Ja enfermedad y la tasa de muertes
prematuras (Osterweis et al. 1984)
“La tinica forma de vencer a la muerte se da a través del duelo y es ese penoso
proceso de preocupacién por la persona que ha fallecido, ese duro trabajo de
afliceién, esa tarea de recordar y mantener Ja imagen del que se ha ido, de rever su
vida y la propia relacién con él, para poder superar ia experiencia de la pérdida™
Cadden (1964, p.302).
78 REVISTA DE PSICOTERAPIA / Vol. IV - N° 13VARIABLES QUE AFECTAN A LA PERDIDA
El tipo de pérdida (muerte, separaci6n, amputaci6n, objetivos en la vida ete..)
y el contexto amplio en el que se produce va a determinar, en gran medida, que el
proceso del duelo sea adecuado o no. Entre los aspectos que se deben explorar en
detalle, cara a la intervenci6n, se encuentran los siguientes:
~ Identidad y rol de la persona perdida.
- Edad, sexo, personalidad y situacién vital de Ja persona que sufrié la
pérdida.
~ Causas y circunstancias de la pérdida, Entre las adversas tenemos la muerte
el dvoriosscede algo semen
Guthell y Averiy (1977) deseriben casos en que después de la muerte de un
progenitor aparecia el incesto como una defensa frente a la pérdida, Pincus y Dare
(1978) describen los secretos familiares como intentos de evitarlasculpas y el dolor
de la pérdida, a costa de rigidificar el sistema. disminuyendo la confianzu entre sus
miembros y obligando a invertir energia en mantenerlos,
DUELO Y CULTURA
Cada cultura tiene sus propias creencias sobre a muerte aunque, como seals
Bowlby (1980), hay unas ereencias casi universales, como son gue el muerto sigue
80 REVISTA DE PSICOTERAPIA / Vol.IV - N°13viviendo de alguna forma y mantiene relaciones con los suyos. que el duelo debe
terminar en un plazo (un afio o més) y que los familiares deban sentir odio hacia los
responsables de Ia pérdida.
MR ag. pormisen gue el familiar
dé durante un tiempo al muerto un lugar tan importante en su vida como el que tuvo
antes, al tiempo que enfatizan la muerte como un hecho crucial cuyas consecuencias
es necesario reconocer. Segiin Gorer (1965,
Firth (1961) afirma que el
_ 1. Ayuda a los deudos a demostrar que la proporciona una
oportunidad para la manifestaci6n pablica del dolor y limita la duraci6n del duelo,
Ademis se asigt s deudos jal.
de manera que cumple la funcién
social de canalizar la conducta emocional en formas aceptables. Ademas los ritos
funerarios sirven para mantener la integridad de la sociedad a lo largo del tiempo,
: : :
Bowlby (1980) afiade una cuarta funcién: Expresar gratitud al muerto. cumplir
Las comunidades con tradiciones religiosas muy arraigadas, judios (Van der
Hart y Goossemns, 1991), Amish (Bryer, 1987), favorecen la elaboracién del duelo
no siendo necesaria la intervencién del profesional. Mientras que en la sociedad
occidental actual se ha perdido en gran medida ese bagaje cultural que guiaba el
trabajo de duelo en un ambiente dé contencion y compafifa, haciendo necesarias en
mayor medida la intervencién del profesional
etc.. para realizar una buena acomodacién y poderles ayudar con intervenciones
acordes con esas creencias.
DUELO PATOLOGICO
hablamos de
duelo patolégico y éste puede adoptar (1980):
I 6 La depresién es el sintoma predominante, junto a
autorreproches, accesos de célera, ansiedad y ausencia de pena
2. én; E] deudo sigue su vida normalmente, como si nada
hubicra pasado, es frecuente que se deshaga de recuerdos y que cuide
compulsivamente aalguien que ha tenido alguna pérdida (identificacién proyectiva).
posteriormente padece algunas dolencias fisicas o psicoldgicas y finalmente cae en
la depresién, coincidiendo con el aniversario, otra pérdida menor, al llegar ala edad
del muerto ete.
REVISTA DE PSICOTERAPIA / Vol.1V - N?13 813: Buforia: Ya sea negando la pérdida o alegrandose de ella (defensa maniaca).
En todos os tipos e! duelo permanece inconcluso ya que él/Sujeto’ sigue
é Enel
| aparte
su atencién hacia cosas agradables y conserve la creencia de que la pérdida no es
definitiva, También suelen aparecermecanismos de defensa del Yo, como despla-
Entre los predictores det duelo crénico tenemos: Ausencia dé respuesta las
primeras semanas, un proceso més intenso y desorganizado de Jo normal, si la 5
recuperacién no comienza al fo, si la célera y el resentimiento persisten después
de las primeras semanas, si expresan que nadie les sirve para nada al cabo de unas,
semana: simon Geseiore, 1965) que consiste en dejar todo exactamente
como estaba antes en el hogar y, finalmente, ideas persistentes de suicidio\como, \
INTERVENCIONES TERAPEUTICAS
Como sefiala Slaikeu (1984) no todas las pérdidas entrafian una ci
condiciones son favorables, el duelo puede realizarse normalmente
familia necesite ayuda especializada,
s. Si las
in que la
) Las pérdidas que, por sus caracteristicas
y la del contexto en que se producen, provocan una crisis que impide elaborar el
duelo adecuadamente. 2) Los duelos crénicos o incompletos. Vamos a ver estas dos
uaciones por separado y cémo se pueden abordar.
‘1. Crisis por una pérdida:
Aplicando el modelo ecosistémico, debemos realizar en primer lugar una
evaluacién del contexto en el que se produce la pérdida y ello incluye |
a) La persona, Slaikeu (1984) propone considerara la persona como un sistema f
cuyo funcionamiento incluye cinco subsistemas: Conductual, alectivo, somético,
interpersonal y cognoscitivo.
b) La familia nuclear.
c) La familia extensa
4) El contexto comunitario. Que incluye el sistema socio-profesional, escolar,
tribunaies, seguros, instituciones asistenciales (instituciones. hospitalarias.
ambulatorias, médico derivante, instituciGn del terapeuta etc.) sistema terapéutico.
e) La subcultura: raza. clase social, religion.
{) La cultura: medio, reyién, pats
Para cada sistema existen diferentes técnicas de evaluacion, pertenecientes a
diferentes disciplinas y modelos tedricos. La evaluacién ecosistémica debe tener
muy presente el momento evolutivo del sistema en crisis, la red social de apoyo y
las fuentes de estrés, para entender cudles son lus necesidades propias del sistema
82 REVISTA DE PSICOTERAPIA / Vol. IV - N°13
{
|
ie tt ce cr Sc Str oor dr errr ert cr reeen un momento vital determinado, qué factores estresantes influyen y con qué
apoyos podemos contar, (Espina, 1989).
La linea conductora en una terapia de crisis es que los sujetos afectados
prosperen a través de la crisis, integren la pérdida dentro del proceso vital y
continuen SS 2
-tareas: Supervivencia fisica, expresiGn de sentimientos relacionados con la crisis,
dominio cognoscitivo de la experiencia completa y adaptaciones conductuales
interpersonales requeridas para la vida futura.
Caplan (1964), en su modelo de intervencién en crisis, recomienda ayudar a
enfrentar la pérdida favoreciendo que hablen de sus sentimientos y vivencias,
descubrir los hechos rio dando falsas reaseguraciones, no alentar a culpar a otros,
ayudarles a aceptar ayuda, ayudarles a afrontar la pérdida en dosis manejables
(puede ser necesaria la medicacidn) y ayudarles en las tareas domésticas.
Segiin este autor, la persona afligida debe advertir el dolor de lo irreparable y
experimentar su permanencia pues, hasta que no lo haya hecho, no lograr4 dominar
¢ independizarse de ese episodio de su vida, ni podré recuperar la estabilidad. Ello
incluye, como propuso Raphael (1977), hablar de la pérdida y experiencias que le
siguieron, del difunto como persona y de su relacién con él (es stil mirar fotos y
recuerdos), de otras pérdidas anteriores y explorar sentimientos de culpa y célera.
Es importante estimularles a procesar repetidas veces y por completo toda la
informacién.
Cuando la pérdida es de un hijo, hay que ayudar a los cényuges a compartir la
pena y aasumirla direcci6n de la familia. Cuando se pierde aunode los progenitores,
hay que ayudar en primer lugar al adulto que queda con ellos, pues si no expresa sus
sentimientos, los hijos tampoco lo hardn; luego se favorecerd que compartan los
sentimientos y vivencias en torno a la pérdida. A los hijos hay que explicarles
claramente que el muerto no regresaré y que estd enterrado, y es conveniente que
vayan al funeral y entierro.
2. Duelos erénicos 0 incompletos.
Pau] y Gosser (1965) propusieron el término de “duelo funcional” para la
experiencia de duelo realizada en la terapia. Ya hemos visto las consecuencias
negativas que tiene para la familia un duelo no realizado, la intervencién ird pues
dirigida a desbloquear el proceso de duelo y favorecer su completo desarrollo.
Una vez detectado el duelo incompleto en el curso de las sesiones de terapia
familiar, motivadas generalmente por otra demanda, debemos planificar la inter-
vencién valorando los problemas actuales y su relacién con el duelo. Es frecuente
encontrar factores asociados al problema presentado que no tengan que ver con el
duelo irresuelto o pautas de mantenimiento de sintomas que han adquirido un peso
especifico en la actualidad, por ello hay que evitar caer en soluciones apoyadas
REVISTA DE PSICOTERAPIA / Vol. IV - NE13 83inicamente en [a elaboracién del duelo, aunque esto tiltimo sea una tarea primordial
y hay gue Hlevarla a cabo preferentemente en la primera fase de la terapia.
| Raraeomareluelopodemosseguirunaseriedepasas Fo primerlugarhacer
una redefinicién del problema y/o relacionarlo con la pérdida no elaborada, en
segundo lugar mostrar cémo se ha organizado la familia después de la pérdida y las
posibles disfunciones y, finalmente, hay que reactivar Jas emociones a ella vincu-
ladas, para Jo cual es necesario “traerel recuerdo” a través de Fotografias, objetos
significativos, hablar del difunto, de las circunstancias de la pérdida etc.. Una vez
planteada la elaboracién del duelo como problema a resolver, el uso de tareas y
rituales es de gran utilidad.
Entre las tareas tenemos: La visita a la tumba (Lindeman, 1978), que la familia
entregue al terapeuta simbolos claves referidos al difunto para poner en marcha el
duelo (Volkan, 1981) etc..
Entre los rituales, Van der Hart y Goossemns (1991) proponen un ritual
terapéutico de“despedida®y basado en los rituales de duelo judfos, que consta de 3
fases:
a) iaven la que se expresa la pérdida de forma desestructurada.
b i6n, en la que se siguen conductas propias del luto, y se
escribe una “carta continua” al difunto segtin un ritual prescrito.
: Que comprende una “ceremonia de despedida” a modo
de funeral, un “tito de purificacién” (bafiarse o ducharse) y un “rito de reuni6n”, por
ejemplo, una comida con amigos y familiares.
Estos autores resaltan la falta de rituales de duelo en la sociedad occidental
actual como factor que favorece los duelos incompletos, y por ello proponen
realizarios en terapia.
El uso de técnicas psicodramaticas ayuda a explorar el fantasma de la pérdida
y permite afrontar el duelo, especialmente en familias con nifios pequefios (Espina,
1986)
CASO CLINICO
Se trata de una familia formada por Elena, la madre, de 50 afios, Jon de 12 afios
y Lide de 111 afios. El padre murié hace 2 afios, después de una larga enfermedad que
le imposibilitaba trabajar fuera de casa, hacfa recados y se ocupaba de los nifios.
El motivo deconsultaes que Jon no quiere estudiar, es irresponsablee inquieto,
“aunque vive feliz y es muy carifioso”.
Enla primera sesi6n. ala que acuden los tres, se explorael problema y la muerte
del padre. La madre comenta que Jon habla de su padre en presente y no quiere ir
a las misas, y que Lide siempre procura que la madre no lore, es muy estudiosa y
Hora frecuentemente (en ese momento la nifia rompe a Horar). Ella intenté que a
partir del dia siguiente todo siguiera como si nada y se ha mantenido fuerte
También comenta que con el marido podfa cambiar impresiones y que quizas
384 REVISTA DE PSICOTERAPIA / Vol. IV - E13,ha pecado de blanda, ahora s6lo tiene a su madre que rifie a destiempo y le
desautoriza (Jon es el “ojito derecho” de la abuela).
Hipotesis:
_ El duelo por la muerte del padre no ha sido realizado, Jon niega la muerte
Gel padre (habla de él en presente), esté agitado y de esa manera no piensa en la
pérdida y ademas mantiene ocupada a su madre preocupandole por él. Por otra parte
le falta un modelo de identificacién masculina,
Lide se queda con la pena de todos (Ilora porella y porlos demés, evitando que
lo haga la madre y se pueda derrumbar) y se vuelca en los estudios. La madre se ha
volcado afectivarente en los hijos sobreprotegigndolos, fallando nivel normativo
(era tarea del padre). La familia no ha elaborado el duelo adecuadamente y su
reorganizaci6n es disfuncional.
2. La abuela intrusiva dificulta el funcionamiento de una adecuada jerarquia.
Objetivos terapéuticos:
- Elaborar el dueio.
~ Reorganizar la familia (creaci6n de limites entre subsistemas ¢ individuales,
jerarquia congruente, abrir el sistema hacia el exterior..).
~ Resolucién de los problemas presentados.
Intervenciones:
La terapia, 9 sesiones, se desarroll6 a lo largo de 5 meses.
En primer lugar voy a nombrar brevemente las intervenciones que no tienen
que ver con el trabajo del duelo por alejarse de nuestro tema: ee
i é Haley, 1976); y para la
Minuchin, 1974; Minuchin y Fishman,
981); también se explor6 el sistema escolar y se intervino en el mismo.
En cuanto a la elaboracién del duelo incompleto se realizaron las siguientes
intervenciones
A) 1) Se redefinié la conducta de Jon y se
connot6 positivamente: “Jon esté preocupado por su madre, teme que lore y no
pueda parar, al igual que Lide, y por eso la distrae con problemas”. 2) Se les explicé
que al preocuparse tanto unos por otros no habian podido llorar y recordar juntos,
lo cual es muy necesario, 3) Se valor6 el esfuerzo de todos por seguir adelante
unidos. especialmente a la madre, 4) Se les mostré los roles Figidos que habfan
adquirido para adaptarse a la pérdida: La madre “Ia fuerte” y “entregada a los hi
Jon el “despreocupado carifioso” y Lide la “responsable Hlorosa’. Se les ayud6 a
flexibilizar los roles para que pudieran funcionar haciéndose cargo cada uno de los
diferentes aspectos depositados en los otros
B) Tareas: 1) En la sesién se habl6 del padre, su muerte. las vivencias de cada
uno etc,.2) En casa se les pidis que hablaran de todo ello los tres juntos y grabaran
Ja conversaci6n para traernosla a la sesidn siguiente. 3) A Jon se le indic6, durante
la primera fase de la terapia, que podia mantener a su madre “ocupada entretenida”
REVISTA DE PSICOTERAPIA / Vol. IV - N° 13 85en vez de “ocupada agobiada”, y para ello debia
4) La madre deberd iniciar una vida social para demostrar a Jon que no necesita que
la“entretenga’”y aLide “que tiene ganas de vivir”. Esta tarea, realizada conlaterapia
més avanzada, dio mds libertad a los hijos, aunque tuvieron que pasar sus celos
cuando la madre salfa arreglada.
C) Para ayudar a Jon a contactar con su pena, el terapeuta varén hizo dos
sesiones con él solo, en las que utiliz6 RSM vosranco como se
sentirfa el terapeuta en una situacién semejante), hablaron de c6mo era la relacién
con su padre, que fantsias tenfa con él, sile vefa desde el cielo, etc..Y se le sugirié
que, si le apetecfa, que hablara con su madre de todo ello (2 ella se le dijo que lo
favoreciera).
a Los limites estaban claros, cada uno podfa ejercer
roles instrumentales y expresivos, la madre ponfa las normas no dejando que la
abuela interfiriera, la madre y Lide salfan mds y Jon era responsable. En el
seguimiento realizado a los 3 afios todos estaban bien, Jon estudiaba en un
politécnico habiendo aprobado todo, Lide seguia bien y podfan hablar de sus
sentimientos no habiendo aparecido, en este tiempo, ningiin problema que no
hubieran podido resolver.
CONCLUSIONES
En este caso podemos ver cémo el duelo incompleto tiene repercusiones en
cada uno de los miembros de la familia, oblig4ndoles a adoptar roles estereotipados
y a bloquear sus emociones, y en el sistema al reorganizarse de una manera
disfuncional. En estos dos niveles pueden originarse patologfas manifiestas 0
perturbar el normal desarrollo de los miembros de la familia y por ello hay que
evaluarlos en la fase diagnéstica.
Las intervenciones que favorecen en primer lugar la expresién de sentimientos
en torno a la pérdida y, posteriormente, la reorganizacién familiar para poder
funcionar de una manera acorde con el momento evolutivo, permiten resolver el
problema presentado y mejorarla salud, entendida como el bienestarfisico, psiquico
y social, de la familia.
Lu elaboraccin delcduelo se ur relacionadde sadesdelosorigenesdetapserpaolegia
de le psicorerapia con te leprescn, En este irtculo se tan eno fencmenos com
tuna perspectivatedriea mattidiseiplinars con undaprosimacin clinica de inspivacicn
86 REVISTA DE PSICOTERAPIA / Vol. IV - NE13Referencias bibliograficas
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