You are on page 1of 5
‘Camblong, Ana ‘Coto eb den. Ensayo a dro 1° of. ir Allon Et, 2018 218p5 15x21 em Im S78087-646-759.9 1. Eesyo lero. 2, Eno, L. Tilo cppatsi Como te iba diciendo... Ensayitos a diaio Qué sentido tiene..." Estimados letores (Lengo la sensacin de que alguns todavia len), vuelvo al encuentro con ustedes para conversaracerea de un temita que se presenta a ead paso en nuestras actividades, reflexiones y charlas ctidianas. Salta como un resort, general- ‘mente en forma de una interogaeién que parece detenet el movi ‘miento, cuando alguien dice © nos preguntamos a nosotros mis mos “Que sentido tiene esto?” EI breve interrogunte primera vista ingenuo y familia, introduce sin embargo, un punto de inglexin respecto de cualquier préctca en accién. Quien form: le esta pregunta pone el dedo en la llaga y pone en crisis todo proceso en marcha. Cuando aribamos a ese limite tendremos ‘que ecudir a dat/nos explicaciones, justificaciones © bien nos vemos obligados a replanear lo que veniamos haciendo; dicho en buen eriollo:“barajar y dar de nuevo". Esto puode ocustt en todo los aspects dela vida, en todas las esferas de nuestas act- vidades, en todas las relaciones, conversaciones y vineulos que cestablecemos en nuestas interacciones aborales,politicas,afec- tivas, ies, anstiea, ete. Siempre nos aguarda lista para inter plans I fatidica intrrogacién “,Qué sentido tiene?” Cuando pisamos ese umbral en el que nos vemos implies a formular cesta incisiva y demoledora pregunta, nos damos cuenta de Ia tsemenda importancia que supone TENER SENTIDO para que "Primera Bcd, Supeento Enos, /mar02018 algo valga la pena y adguiera efectvided; para el entusiasmo, ara poner el euero, para realizar una trea o sostenet un estado de cosas, es mis, para que algo se instal entre nosotros con fuer- ‘y vitaldad, Por el contratio, cuando el SENTIDO se debilita, se dispersa o se desvanece nuestra actividades langudecen, se ‘yuelven aburrdas, pierden vigencia, alo sumo se mantienen en uns desvaide inereia con indicios decadentes. Si concentramos la atencion en el lenguyje, podremos comprobar que ante ciertos Aiscursos o frases, chistes 0 planteos euyos significados com- prendemos sin embargo aun asi, estaremos en condiciones de «exclamar: “Pero qué sentido tiene que digas eso?” A veces sefia- amos “entiendo tu explicacén pero ;qué sentido tiene eso agui Y ahora” Quiere decir que los signfieados pueden resulta clari- simos pero el sentido es cuestionable,difuso, inexistenteo ridi- culo. Ahora se utilize a mansalva la muletilla “queda claro que”, “estd muy clao que..." “claramente..", en fin, tas esis afir- maciones viene una interpetacién o una argumentacia que & ‘otros no solo le parecen completamente “oscuras y mentirosss” sino que le parecen que no tienen el menor sentido. En fin, el saber popular sonrfe desde sus lugares comunes y murmura "no sere que oscurece...", justamente indicando las flaquezas del sentido integral del dscurso, dela stuaciéno do Tos interloeuto- Este primer ENFOQUE, a pesir de sus simples trzos, nos suxilia en la presentaciOn de aspectes contradictoros de este ‘ssunto: por un lado, todos comprendemos perfectamente & qué nos referimos cuando enunciames la pregunia zqué sentido tiene?, pero ala vez, nos vemos muy inseguros a ahora deespe- ciflear gquées el sentido? Cuando itentamos expicar qué enten- demos por sentido, enftames en un embrollo de ejemplos, rodeos ¥ aproximaciones que no hacen mas que revelar euinto nos eues= ta determinar, caractrizar 0 alarar en qué consist el sentido, a qué nos referimos con esta nocidn. Asi, entonces, reconocemos ue el sentido parece esta en todas pares y en ninguna, © 108 vuelve evidente y a la vez esquvo, resulta obvio y sin embargo ‘enigmatico, cada cual quiere componer su versién de lo que eon- sider “tener 0 no tener sentido” para si mismo, para sa grupo, era su edad, para su género, para su barrio, para sy partido para ‘su religién, para sus conviccionesy valores, Luego esto nos aer- ‘a aceres de un sspecto no menor: “el sentido” es wna abstraccién ‘conceptual pues en realidad, pululan en quests mndos “infini- tos sentidos” en pleno uso y valorables, Los sentidos plurles, intangibles, ubicuos y en eonstante movimiento ieponen a nues- ‘tas interacciones sus condiciones omnimodas y potentes, ai ‘como sus reticencis, sus reiradas y desvanecimienios. Los sen- timos, los sabemos, comprobamos sus injerencias y su impliea- ciones en nuestro cotidiano tajnar, en nuestras decisiones crientaciones, caso por eso mismo resultan inasibles y resbala 4izos para sujeturis en palabras exacas y contundente. Ahora bien, aunque reconozcamos la pluralida eas! abruma- dora de sentidos en los diferentes émbitos en los que vivimos y ddesempefamos nuestras diversas prctica, sin embargo eeorda ‘mos con sencilla certeza que existe algo que denominamos “sen- {ido comin’. Es més, constantemente reclamamos a las autor dacs os polices, ala justica, los padees, a maestros y pro- fesores que tengan al menos “un poco de sentido comin” pare tomar decisiones, dictar leyes, sentenciar, comegit y evaluat. ‘También solictamos que los “medios de comunicaciéa”, cada ‘vez més desaforados, violentos y erveles, cuando opinan de manera desaprensiva, por no decir abscena, acerca de cuanto sueeso aparezca les rogamos no solo que se cude la informacign

You might also like