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Origenes de ta familia moderna, Editorial Critica, Barcelona, 1979, pp. 86-118. > FLANDRIN, J. 2, LA PSYRUCEUKA DE LAs FAMILTAS eCudl era Ia estructura de estas femilins, grandes y pequetiae? O dicho de otra manera, equé clase de vinewlos —y mAs precisa. mente qué viaculos de perentesco— haba entre sus miembros? En efecto, en selacién a los vincalos de pareatesca Jos investige- doves ingieses distinguieron cinco tipos principales de femilia, FAMILIA: TAMANO, ESTRUCTURA Y VIDA 87 subdivididos en 19 tipos secundarios {cuadro 3, pp. 315-310). Al rnismo tiempo que esta tipologia, el grupo de Carbridge ha com- pletado un sistema de cepresentacién grifica que permite compren- Ger « simple vista Ja estructura de conjanto de las familias més umerosas, el sexo, fe edad y Ia condicion de cada nno de los rniembros, asf como la manera en que se vinculan entre sf (i. 2, pp. 88-89). Datos estadisticos Del andlisis de algunas aldeas —si tenemos en cuenta ol trata- nniento con ordenador de las cien parvoguias de In muestra ‘agle- si surge con toda evidencia que, entre fos campesinos ile in nglacecra preinckstial, la escructara notmal de Tas familias era i de la familia conyupal. No se trataba act de medias, como ea dd caso del tamasio de las familias, sino de frecuencia, lo qpe es rucho ms convincente. Las familias de tipo 3 representan 69 a 85 por cianto del total (cuadto 4, p. 347), o hasta el 76 al 85 por ciento sino se coma en cuenta el caso de Bilston, dowele el 7 por ciento ce fas familias son de estructura indeterminada, Las familias extensas eran incomparablemeate menos: 6 sabre 33 on la aldea de Cogenhoe (Northamptonshire) en 1628 —o sca el 18 por ciento— es la proporcidn mayor que se ha encontrado en In- slater Mas en general, su proporcién oscilaba entre 6 y 11 por cento. En cuanto a las familias de micleos enditiples, eren todavia ris excepcionales: 1 sobre 33 como maximo —o sea, el ? por cento— en Cogenhoe en 1620, pero habitualmente 0 a 2 por cien- t9 del conjunto de tas familias To que asesta un polpe todnufa més duco a las tesis de Le Play ya las ideas que se sostienen habitualmente es que la properciéa de familias extensas 0 nniltiples parece més bien haber aumeatado qe dismincido en los siglos 10x y xx. En Woodford, barrio de ordres, en 1957 se contaron 23 par 100 de jubilados con hijos casidos que vivian con uno de éstos. Y en Bethnal Green, battio M1, P, Laslett, Un monde, p. 102 Figura 2 Representacién gréjica de ta estructura familiar A tombe O mujer A @ doméstcos AD porja cosas Bs vido LD viedo slogulo de carter =~ indetamineds nip oat sc, Rome fonts © S210 indoterminaco © descorosica A © corresidants ecratos & EB perma y borane ed Vado con os bio 39— Vinclo de carder adoptive Famiitsnuclasras (conjugal favmily units) fobsernes ol nuevo matrimonio feng sxgurdo eomplo), NB, E nico familiar am eiiedo por um cul, Families simples con efrencla & aigote (elmpta family hourebolse} NEU tanita eet Gelntece per tn oaerado. bow tasos patelelos snbalean fl guna eo coresdencis (meieorge) Fons exensas (ected ‘arsly Fr Seuseeae) Ay 9 sscancarte ) dessanciantey colsterst G eesceraante Son cresionies exten 5 3 a% noo = Familias maltiptas(multipt family heveeholds) 4, Unidades numer lence y setundarel on un corendente el documenta pesca (qe ateba den iatonte. visante a EP Fete mi a ae a SP @]" rune de 3 og MP ohn, “nie Gon unsdva seconra arconente y vineulo adept 3 Faria extorea an soi lateral, con des oradoo ¥ oe Sremntes, ‘yuna mujer smacertads coresidente (ain epection fe parentegco, per inegraea 09 03}, 6. Vista que vive ol, Foor: Amoler ESC. (jelicocubee 1972), pp. 871872, 90) ORIGENES DE LA FAMILIA NODERNA. ‘mds popular, el 12 por 100, Pero hay otea cifra més impresionante todavis, En el este de Holands, hacia 1950, el 25 por 100 de las granjas eran atendidas por parejas casadas que vivien en casa de sus parientes y de sus parientes por aliana.!? Estas indicaciones, por sugestivas que sean, no son directamen'e comparables, cs ver. ad, con Jos datos de los siglos xvi-xvitt. Pero las seis aldeas in. slesas que en est €poca teafan sélo del 8 al 12 por 100 de familias exteusas y polinucleates, en 1850 habian tenido del 12 al 21 por 100 (fg. 3, p. 91). Un aumento tan nitido en las seis parro. qaias consideradas no podria ser obra del azar, y es indiscutible gue desmiente las ideas tradicionales aceica del supuesto. paso de Ja familia extensa a la familia nuclear en ef siomente de la revoluciéa industrial Es ung Istima que los investigadozes ‘ngleses no nos hayan informado en qué medios sociales se encontraban estos diferentes tipos de familias. Sin embargo, se puede siponer que [as de los peones y los indigentes, cuyo temario media, septin Guegoty King ra de 3,5 personas, muy racamente tenfan una estructura comple, ‘Como sabemos, por otra parte, que esta capa tan pobre ni siquiera podia tener corsigo a sus hijos por més d: diez sis, es dificil imaginar que recibieran a un tfe viejo 0 aun a sus padtes y me cites, Pero, si bien es cierto que a finales del siglo xvix estas fami: lias de peones ¢ indigentes cepresentaban Ia gran mayor‘a de las familias inglesss —764.000 contra alrededet de 500.000 familias de poseetiotes—, tambien es cierto que ao legaban a Ja mitad de Ia poblacién inglesa, segtin nos dice Gregory King, Nos hubiera gustado suber si en Tas clases poseedoras, y en particular en la aristocracia, le geméry, Ja burguesta y los canpesinos ticos, era la familia conyagal igualmente predominante e igualmente raras las familias extensas y polinucleares. No filtan ejemplos de fe. riliay utistocniticas yue albergeban diferentes clases de parientes del sefior de la casa." Pero no se pueden oponer ejemplos disper- sos resultados estadisticos tan netos como os que acabainos de mencionar: 12. Ibid, pp. 102-203, 15. Ibid, p 189; vase tambiéy L, Stone, fa. eit, y B, Bouscier, foc FAMILIA: TAMARO, ESTRUCTURA ¥ VIDA 1 Figura 3 Evolucién de la proporcién de familias complejas en seis aldeas inglesas y en Montplatsant (Périgord) ‘ _ _ : | oc ‘ « eos ‘ & cone casio 8 oe = : : ‘ i + : : : : 4 3 oe : Fone: 2. Lastest, en Annuler ESC, (juliooctubue 1972), pp, 866867. A falta de otras mejores, volvamos a algunas de las estadis- ticas publicadas por Peter Laslett. En Ealing, sobre 85 matrimo- nios habia 56 que no tenian domésticos y 25 que tenian domés- ticos. Aun cuando la presencia de domésticos no implicara nece- satiamente ana gran tiqueza, es probable, con todo, que se tratara de las familias més acomodadas. De estas familias, el 72,4 por 100 an de tipo conyugal, ef 13,6 por 100 de tipo extenso, y el 3,4 92 ‘ORGENES DE LA FANILIA MODERNA por 100 de tipo polinuclear. Ea este medio relativemente aco. modado, el predominio de Ia estructura polinuclear es tan indi eatible como entre los pobres. Sin embargo, se observard que =n Ealing, sobre 6 familias extensas, 4 tenfan domésticos, y que la ‘inica familia polinuclear también los tenfa. Por lo tanto, las ia. milias de estructura compleja se hallan més bien en los medios acomodados. Estas conclusiones, que son segutes pata Inglaterta —si bin sobre un corte atimero de ejemplos publicados— lo son tan. bin para los otros paises europens, y en particular para Francis? As{ lo pensaron los historiadores de Cambridge después de exe sminat Ta estructura de las familias en algunas locelidades del cot tinente, Ea Longuenesse, en el norte de Francia {cuadro 3, p. 318), si bien los families extensas represeataban el 14 por 100 del tots, y Tas familias polinucleares ef 3 por 100 —proporciones algo a: periotes @ las que se encuentran generalmente en las aldeas ing.e- sas— Ia estructura conyugal es tan predominante como en Inga tezta, puesto que se la encuen:ta en un 76 por 100 de los casos. Y el modelo inglés se advierte més netamente atin en el andlisis de las familias de Brucilen-Vexin, de las cuales el 85 por 100 ea en 1625 de tipo mononuclear, contca s6lo el 7 por 100 de tipo exienso y ninguna de tipo polituclear. Todas las aldeas de ia Frit cia septenttional estudiadas hasta ahora revelan ef mismo pred. minio de la familia nuclear. Pox qué? Para explicar In escasez de familias extenses en Inglatersa, Peter Laslett cita la historia cjemplar de un tonelero de Clayworth, Nicolas Bacon, Incapaz, de adquirir uaa casa por sf misma donde alojar a la mujer y los hijos, tuvo que cxperar « que muxiena sa padre para casatse. Léntonces, heredero dinico cle los bienes pater nos, de acuerdo con Ja costumbre inglesa, se casa y echa de la casa a la madre y la hermana, 2 quienes abandons a ia caxidad pi blica."” @Hran habitueles en Inglatersa estas costumbses? Es post ble, y en es puede haber guardado alguna relacién con el dese 14. P. Ladete, Un monde, op. 10607 7 FAMILIA; TAMARO, ESTRUCTURA ¥ VIDA 3 atollo de leyes sobre los pobres desde finales del siglo xv In la Francia septentrional, si bien también se conocié el matrimonio teccio casi tanto como en Inglaterra y por razones similares, 10 parece que se pusiera de patitas en la calle a las madres viudas, las hermanes y los hermanos segundones. De haber quetido hacer- Jo no habrian podido, pues las costumbres de herencia no lo per- mitfan. Examinemos, por cjemplo, la poblacién de Brucilen-Vexin, donde ea 1625 Ia estructuza de las familias em en todo compara. ble a fas de fas familias inglesas. En esta poblaciéa hay 5 vindos y 13 viudas, lo que es normal, pues los hombres se casaban con mayor frecuencia que las mujeres. Sobre estos 18 viudos y viu- dis, slo una viuda vivia sola, y carecle de descendientes en la aldea. De los demés, 13 vivian en «familia conyagal incompletar, cor hijos solteros, y tinieamente 4 Jo hacian en familias extensas, «on tun hijo o una hije casados, Pero en este caso, la escasez de familias extensas no se explica por el matrimonio zardio de los Iijos, pues a los veincicuatro o veinticinco afios ya estaban todos cesidos, Io que €5 bastante excepeional. Lo gue le explica es Ia prolongada fecundidad de hombres y mujeres, junto con Ta es sa probabilidad que tenfan de vivir mas de veinte o veinticinco afios después del nacisniento del thtimo hijo. En una sociedad como fa ruestra, en la que es taro procrear después de fos treinta y cinco co cuarenta afios y en la que muchas mujeres sobrepasan los sesenta yeinco © setenta aos, las condiciones demogrificas son mucho mis favorables a la exisiencia de familias extensas. ‘También la evolu- cin de las estructuras demogrificas basta para explicar, sin dua, la noltiplicacién de las familias complejas en el siglo xox, alli don de se da, y por ejemplo en les seis aldcas inglesas a las que se refiere la figura 3 (p. 91). Ahora bien, a pesar de gue estas condiciones demogtificas favorables ala fomifia nuclear se diezon en toda Francia del mismo todo que en Inglaterra, results que en la Francia meridional Ia cstructura de las femilias cra muy distinta de lo que acebamos de ver. En Limousin, en Pétigord, en Rouergue, en Provence, en el condada de Niza, en Corceya, y al parecer en Ia mayor parte 34 OR{GENES DE LA FAMILIA NODERNA de las regiones centrales y metidionales del reino, Ia poporcidn de familias con estructuras complejas era demasiado importante coma para poner en dada la normalidad de la feria conyugal. Cércega plantea ya ua problema: los censos casa por casa, que abarearon seciores enteros de la isla entre 1769 y 1771, mostre ron que del 19 al 26 por 100 de los matzinionios ezan ali de tipe cextenso o polinuclens (cvadro 6, p. 319). El tipo polinuclear, sobre todo, que en Inglaterra y en Ja Francia de! norte nunca represen. taba mas del 3 por 100 de les familias, representa agut del 13,3 al 18,5 pot 100, Orr originalidad de Cércega Ja constituye fz cxistencia de jrérdcber (hermandades}, es decit, familias forma das por hermanos o hermanas, casados 0 siltetos, con o six hijos, peto liberados de sus ascendlientes, Esta estructata familias, pric ticamente desconocida en Inglaterza, no queda evidenciada con clasidad por la tipologia de los historiadores de Cambridge, gue Ia dispersan entre los tipos 24, de y 5d. Una vez reagropadas, estas hetmandades representan en Cércega del 7,5 por 100 al 11,3 por 100 de las familias. Bese a estos rasgos especificos —que ve podian imputar a un arginalismo tanto sociocultural como gecgrifico— el caso corso no contradiee realmente La tesis de la europeidad del modelo inglés, ya que la cstmctura conyugel se ercuentra en un 67 a 75 pot 100 de las familias. Pero este predomainio se ve notablemente reducido a la Francia central y meridional (cuadro 8, p. 320) 50,8 po: 100 de las familias en Montplaisant (Pétigord), 51 por 400 ea Mostugjouls (Rouergue), 50,8 por 100 en Mitabeas (Pro- vyenza) y sélo 47,4 por 100 en Saint-Martincle-Vésubie (coudado de Niza), mientras que en estas rogiones del 32 al 43 por 100 de Jas families eran de tipo extenso 0 polinectear. Las innvestigecio nes todavia inédites, que se efectuaron ec le regién pirenaica de ‘Baronnies y eu el Linwusin, eoutinuinion tales resultados.® Hist se 15, Jacques Dapiquiee y Louis Jadin, «Structure of household and fie snily & Consct, 1769-1771», cap. LL de Iousebcld and fanily i past time 1g. Nos referimes qu! a los ttabajos inedins presentacos en la Goole des Hautes Btuces ex Sciences Sociais, co el semizatiy de |. Dupiguice 7 "p. Bare, el 25 de noviembee ce 1974, pos JeatClaude Peysonnct ¥ ©. Nicole Lematire, sobte el Limousin; por Mlle, Aatoinere Chamoas, sobre ls batoniss purensias; y por Alain Collomp, sobce le Alka Provesre FAMILIA: TAMASO, ESTRUCTURA Y VIDA 95 ba encontrado, en un conjanto de siete parroguias del alto Limow. sin, censadas en 1831, menos del 40 por 100 de familias con aiclto conjugal simple.” Por atta patte, observemos atmo el enfoque estadistico del stapo de Cambridge reduce artificiafmente Jn importancis de las esttucturas complejes, En primer lugar, porque al establecer tasas en telacién af nimero de familias se da a una o dos perso- pis el mistno peso que a diez 0 doce, En Bulan, en Baronnies, sobre 53 familias sélo 22 —o sea, cl 41,4 por 100-— coctespon- ian a los tipos 4 y 5, contre 29 del tipo 3 y 2 del tipo 2; sin embargo, en las familias complejas vivfan 140 personas, conte s6lo 121 que vivian ea familias de estractura simple." Por tra paste, aun si Ia cohabitacién de los padzes y wn hijo casada hubiera sido yuna teala absoluta, babrfa babido una importante proporcidn de familias _nncleares por el solo hecho de la mortalidad de los padres. En Saint-Andréles-Alpes, sobre 1.254 conttatos satrimo- nidles establecidos enire 1630 y 1789, sélo 564 prevefan la vida comin de los esposos con los patientes de uno de ellos, pero en Jas 650 parejas restantes, las tres cuartas partes de los maticos fabian perdido a su padre antes de contracr maétimonio, por lo cual no podian cobsbitar con él" Es seguro que, en vista def predominio masivo de la familia conyugal en Inglaterra y en le Erancta del norte, Ia importancia de todo esto era relativa. Con, todo, ¢s menester precisarlo aqui para mostrar con més clatidad que a esta Francia de Ia familia conyugel se oponia una Francia de familias complejas. Queda por explicar esta oposicién, 13, J-G. Peyronnet, «Famille asic ou famille ruciéaee? En Limousin ay début du mux std, Remus d'Histove Moderse 2t Conteszporaize (oc tubrediciemise 1975), pp. 368-582. 18, Invastigaidn interdscplinara de etneshstoria det Centre de Recher che Historique sor les Baronnies des Hautes Pyrénées, 1976, 19. Nuevas. investigeciones inéditas “de. Alain Collar aceret de tos conratcs matireniates de ia comarca de SalgeAadréles- Alpes. Su. artcalo, publicido en Asnutes BSC. Gulinacuiore 1972), pp. 969973, slo concent 185 coutiaics, pero Hegaka a andlegas conclusiones, 96 ORIGENES DE LA PAMILIA MODERNA Costursbres sucesorias y estracturas familiares 1a primera explicaciém que viene a la mente es Ia de que las cesttuctutes familiares diferentes se ligaban « reglas de herercia GHeentes, Ya Le Play habla Hamado la atencién acerea de Ie re: Tacién que habia entze Ia familie tronco y la transmisiéa del pe trimonio a un solo hetedero, lo mismo que entre ia familia con. Syugal y Ia. particién igualitaria entre los hijos. Alora bien, la Tegla igualitaria no es, como él lo dejebe creer, un invento de la Revolaciéa, sino que, para los plebeyos, tuvo existencin wad cional en toda la mitad norte de Francia® Por el contzario, en In Francia meridional el paitimonio pasaba integramente 0 casi inte. gramente a un sole hijo, o bien porque el padre —ea los pafses onde regia el derecho somano— estuviera en libertad de disponer si placer por testamento, una vez hecha Ja reserva de la dove de fas mis y Ja alegitima» de los segundones, o bien porque —en los Pirineos eenttales y occidentales— estuviem obligado a sransmnitir sun heredero que la costumbre sefialaba con toda precisién. Hasta 4551, en Béarn y durante todo ef Antiguo Régimen en Aure, en La- ‘vedan, en el valle de Bartges y en las provincias vascas, quien te tifa gue recibir el conjunto det patrimonio era el hijo mayor, fuera ‘aren o fuera mujer. «Los mayores, tanto si son vazones como si on mujeres —declaraban en 1670 los diputados del valle de Bar’- jet S00 Bor fideicomisa perpetuo los herederos de las casas de as gut descienden, y de los bienes dal tronco familiar 0 avitinos, con Kelesién de todos Jos otros hermanos y hezmenas menores, Tos cuales sélo tienen cada uno su legisima» Bsta debfa regularse scegia Ia cantidad de hijos ... sus padres y madres... no pusten isponer ni dar mas de [a cuarta parte de sus bienes, comprendidos Fes giotos de fonezales y de legado.... En estas regiones piteasicas la tradicién exe tan fuerte que ap, Jean Yves, Enalité entre blrtions ot excluston des enfants dott siney, 196" Vease tarsbidn Emmanuel Le Toy Ladurie, «Surucrures fami Peer ee see Shceitagen, malar ESC. (jliooctubre 3972}, pp. $2 EAS que eetine To ezencial de Ja cota de Jean Yver, "of CRiesio T del derecho consaciudinario de Babes, citwdo por J-F Soule, op. eit, pp. 222-223 FAMILIA! TAMASO, ESTRUCTURA Y VIDA 7 hasta el siglo 20 los familias se Jas arreglaron para burlar el eéd- go civil jagendo con el cuarto de herencia que éste deja en bre disposicién a los padres, o rechezando Ta particién y obligando a los menores a vivir, célibes, en la casa de su hermano mayor, hasta quitindoselos del medio mediante una dote en dineto en bienes muebles —que catamente sc pagaban al contado— cuando se establecian en el exterior. Esta es le sittacién que des- crite P. Bourdica en el Béarn de comienzos del siglo Esto per- nitié mantener —o tal vez reforzax— el sistema de Je familia ‘ronco con cohabitacién de menores solzetos. En Limousin, hacia 1830, un observador describfa —lamen- tindose de ella— una situacién andloga, debida a «un uso consar tudo por las antiguas leyes del pais, y tolerads por ciettas dis- posiciones de nuestro mievo cidigon, En la mayor parte de lus eases acomodsdas, el mayor de Jos hijos arenes, la mayer de Tae tufts Ato hal vat nes, se lleva un cuasto de Ta herencis paterne y edemés recibe, el 'resto, una parte igual a la de cada uno de los copartfcipes ce lo hetencta. Tiene también el privilegio, si se cass, de habi tar on Ig casa de Ja familia y de vivir, 4, se mujer y sus hijos, fa expensas de Je forcona de todos, hasta el momento en que la ruette del padre viene a entregatle la porcida més importante. ero Los efectos desintegeacores del cédiga civil yx comenzaban ahacerse sentir en esta segién, aun cuando todavia padiera verse una gran cantidad de familias lemosinas amargadas por los pro- ces, dvididas por los adios. Los hermanos consideran al primo- gait como un expolisdor, como un enemigo natural, A la ene- nistad de los hermanos slg La de los hijos entre sf. De esta max pera, se pierde el espiritu de familian.” En Périgord, of estudio de les estructura familiares de Mont- plaisant nos permite medir Ia amplitud de esta desintegracién.* a eg het pte nt sa RRO Beran sre sc 24 ‘Docuasento publicado por JeantNodl Bieaben, en Annales de Dérwo- 1. maseans | 8 ORIGENES DE 1A FAMILIA MODERNA En 1644 el 36,5 por 100 de las familias de esta ciudad exon de estructura compleja; en. 1836 sélo quedaba el 14,6 por 100, mien. tras que Ia proporcién de families coayogeles mumenté de 50,8 por 100 a 74,4 por 100. Es wil comparar esta evoiueién con [a dupl. cacién de la proporeisn de familias complejas que ea el mismo momento tiene lugar en las seis aldeas inglesas propuestas como cjemplo por Peter Laslett (fg. 3, p. 91). Pero fas ctansformects. nes econémicas y demogrificas fueron anilogas en uno y otto lugar: aparentemente, ee la intzoduccién del eddige civil lo que ex plica Ta evolucién de las estrucuias familiares en Montplaisont, y cen particular Ia desaparicién casi total de las familias de nticleos ridltiples, euya proparcisn cays del 20,6 por 100 a 1.2 por 100, Por lo demés, no es imposible que la evoluciGn ex sentido contre rio de las estructuras familiares ea Is Francia del sur y en Ingla terza se explique por li evoluciia en sentido iaverso de las regs de herencia en uno ¥ otro pal in Inglaterra, la regla de distsibacién igual entre heredetos de- sivab as yor de contain eles came ey del Pts de Gales, del gavelhind sajén y del desecho normando tal como exis. tia en la época de Guillcrmo dl Conquistador y que nos expone tun siglo después el grand justicier Glanville, Sin embasyo, a partis del siglo xr, los impérativos de la transmistén integra de les feudes habfan impuesta al derecho de primogeniewra ex la eey comtin» del zeino, al menos entre los vazones, pues las muchachas s-salvo pata la sucesién del trano— continuaben dividiéndose fa hherencia cuando no habfa herecetos niasculinos. Peto ¢se aplicaba realmente entse los campesinos ests regla de derecho de primoge nitura, nacida de las necesidades del sistema feudal? Se sabe que todavia on cl siglo xvi subsistit la disteibucidn entre los hijos éel difunto en las repiones montafnsas del norte y del oeste, arcaces impzegnadas de tradiciones cétticas, 0 en las Hansxas de Yorkshie, de Notiolk y sobre todo de Kent, apegadas a las alibertades» se jonas. Por lo demas, en los siglos xvr y v1 las dices atribuian raphie Historique (1970), pp. 441162; y en forma aids eluborada, en Host Eohold aed fomely te past tite, cap. 8. FAMILIA: TAMARO, ESTRUCTURA Y vIDA. 99 i empobrecimiento carapesino a este reparto. Estas viejas reglas de sucesién, por cierto, desaparecieron en el transcurso de los siglos xvar y xvzut, y en les otras regiones del reina ya haben sido remplazadas desde la Edad Media, Pero gacaso esta préctica mi lenaria de la diseribucién entte herederos no habia implantada en Inglaterra una eradicién de individualisma—o, mejor atin, xo hebia menifestedo un espitite de individualismo— conita el cual Ia mieva costumbre nada podia? El ejemplo de Nicolas Bacon, que cexpalse a su medte y a su hermana en virtud de su derecho exclae sivo a la berencia, habla en favor de esta idea Esta reflexi6n acerca de las costumbres de hezencia en Tngla- terra_no seria otra cos que un juego de imaginccién, pues los historiedores ingleses, convencids de que entre Ia historia de las reglas de sucesién y Ia de Sas estructuras familiates no hubo nia. guna telacién, no hicieron ningtin esfuero para hallatla, y goarda- ren silencio ante Jas variaciones, no obstante su magninud, del nimero de farnilias complejas en el espacio y en el tiempe. Por otra patt, las investigacfoncs estadisticas francesas extiia muy poco ade- Jancadas como para permitir trazar un mapa preciso de ‘as estruce tras familiares en Francia y compararlas con el mapa, telativa mente bien conocido, de las reglas de sucesién. En efecto, en le Francia meridional habia regiones iguslitaris- tas, En Bazadhis, por ejemplo, ef padte no podia «crear desigual dad» enize los hijos, «salvo por capacidades manualeso; ni tam- Peco ebeneficiar a ninguno de ellos con mis de la doceava parte e sus bienes», micnites que el eddigo civil To deja en libertad pate disponer de una cuarta pette.® Lo mismo sucedia en Mont deMarsan, donde ,* puesto que en las costumbres de HedeFrance el padre y el hijo nunca estén en ef misma plano, mientras que sf lo estén, en cambio, en otras regiones mds comuniarias; ni tampoco lo estin los hijos y los eventuales domésticos agricolas, Pero es verdad que al parentesco aa es suficiente para justificat [a calidad de hete- dere, Ya pesar de que Ios jurisias hurgneses pusieron en tela de juicio 1a exclusién de los bijos con dote —que a partir del siglo xiv fue sustitaida por el dezecho de opcién enite Jos beneficios adqui- tidos on vida del padse y la participacién en la herencia—, lo 30, J. Yoen, op, et, pa. 108-109 y 297.298 (oobre Ia tmposdin desde abe), ¥ pp. 219.289 (abe el derecho escancinayo) BI. Chtado por J. Yes, og. cit, p. Al, nots 65e. 104 ‘onfoENes DB LA FAMILIA MODERNA ciento es que patece baberse mantenido en la prictiea campesina hasta en pleno siglo Vi. Las iupronta de la servidumbre Es posible que los orfgenes de esta exclusign de los bijes con dote, que impulsaba a los adultos a permanecer en la familia de sus padees, hayen sido sefioriales infs que espontineamente cx pesinos. En efecto, en victud del derecho de manos muertas, en la Faad Media el sefior cecogia 1a hercacia del siervo que a0 vivia ‘con sus herederos en el momento de moti. Acaso ls snasivas mance fisiones del siglo 211 expliquea la evoluciin de las costumbtes de ta herencia del grupo orleano-parisina en esa poca, cuyo resulta do fue Ia sustitucién de las familias complejas por la familia na. Clear, No ebstante, patece seguro que el derecho de manos mucrtes Sobrevivié por mucho tiempo en las provincias contrales del Marche, Auvergne, Bourbonnais, Nivemais, Bozgofia, Psanco- Condado, provincias todas en gue las contunidades familiares im portantes todavia seguian existiendo entze el sigio xv1 y el xvi Fh el oeste de Borgoiia, por ejemplo, atia eran muchas Ins aldeas donde en el siglo xvitt regia el desecko de manos muertas.® ‘set, en Thomirey, los habitantes observaban «la precaucién que tomaban los que estaba sujeros [a lis manos amertas] de many tenes comunionesy —cs decir, de vivir en comunidad con sus fijos us otros hesederos de sa condiciin—, nica arma cfices ppara protegerse de In avidez del sedior.” “gn el Franco-Condado, eélebre en el siglo xvitt por Js cant: dad de casos de posible aplicacién del derecho de ranos muertas, fas «comunionesr cran ain més frecuentes, lo que parece confit nar la influeneia de este derecho sobre las csiructuras de In faui- fia, Sia embargo, las familias complejas se babian convertido ex Ihibito en todos los medios sociales, tanto en Jas ciudades —donde aaquel derecho no tenia vigencia— como en el eampo. Los histoit: 2, Pine de Sane Joes, Les payons de le Bourgouse die Nod om der ey BE See Wetec, Wale ett, Pes 1980, re. 3633 3S thd.“ FAMILIA! TAMANO, ESTRUGTUSA Y VIDA 105 ores del derecho fo mostearon con Iujo de detalles. Tanto el con- ‘rato de casamiento del carpintero Jeen Martin o cel vifador Mel cbior Chasne, como el del doctor en derecho Pierte Biche: 0 el comerciante Bonaventure Vuillard, preveion que los faatos posos vivisian en la casa de los parientes del marido, en comunidad de pattimonio con ellos. Familias patriarcales y conrunidades igualcaries Estas comunidades se diferenciaan marcadamente tanto por la cantidad de miembros que Jas compontan como por las rela- ciones de parentesco entee clos y Ios derechos que acordaban cada uno, Cuando se casa Antoine Billerd, su tfo Denys Belin 70 tia Foy Vuillis le donan 300 frances eon la condicisa de gue la joven pateja entre en su comunidn. Fl contzato de Nicolas Finot 7 de su faruta esposa, Symone Jeunet, prevé que vivan en com tided no sélo con el padre y 10 madre del ombre, sino también con su hermano y su cufaade. Ms complicada ata ¢s Ja comunidad que Anne Morel mancendré con su hijo Clade Gonin, su nuera Gayotte Maguenet, el hermano, la hermana y Ie madze de éta. ‘Algunos contratos esteblecfan una estrcta jgualdad de deze- chos entte los miembeas de Ie comunidad. Es asi como Nicolas Finot y st mujer participardn con un tercio en la comunidad que los acoge, en donde otto tercio cotresponde ¢ sa padre y su madre, y el tltimo tercio a su hermano y su cuitada, Se trata de tuna comunidad igualtaria entre tres parejas. Otros contzatos oor tuben privilegios minimos a deterininados miembtos de Ia comu- nided. Anne Morel, por ejemplo —que parece haber uportado lo cesencial de los bienes puestos en comin—, reconocia a cada uno de sus wounpatteros de comanidad, asf como a sf misma, una partict pacidn de un sexto, pero se reservaba disporer de 80 francos para ‘usufructuarlos y disponer de ellos 2 su voluntad. Ocras, por wiki 34. G, Chestice, sLociginalieé de droit fraxe comnts», Tiidschift voor Recbtsgescbiedents, KXVIL (1959): y Simone Galiot, Le’ régime matrina imal ev droit Pranccomiois de 1499 2 fa Rvoluticn, tsis, 1993, en patth (ile pp: 3233, ce donde se haa tomado todos Ios ejemples que Sigue. 106 ORIGENES DE LA FAMILIA MODERNA ro, muntenian una igualdad fundamental entre el padre y los hijos. Es as{ como Pierze Chasne el Viejo, que recibe en su com sridad a su bijo Melchior, easado, y @ sus hijos solteros Clacde, Pier te y Jeaa, se reserva cuatio partes mientras gue cade uno de sus hijos, sea’ soltero, © casado, s6lo tended una, Por otra parte, se tenticnde que Melehior y su'mujer prestardn servicios en la casa y apottatin al fondo conitin fo que ganaren txabsjando fuera como joraletos; y si algén dia quieren establecerse por su cuenta, el padre les dati sélo Ia octava parte de los bienes adquitides des. puss dela fecha del contrato, Esto se parece niucho a Jos contratos leoninos que los padces establecfan con sus hijos 0 sus yernos en los pafses de derecho exriio, como el Languesoc. Prititivamente, en el Franco-Condado, los hijos habfan vivido técitamente en comunidac con sus parientes, y los derechos de que disponian sobre el potsimonio eran iguales a los de éstos, Pero a finales del siglo xn, la introduccién en la provincia de los principios del derecho romano relatives al poder patcrno habia farrainedo esa «comunidad» familiar. A partic de entonces el pace “salvo contrato en coutrario— fue el rinico cuefio del patrimo- rio familiar y estuvo en lizertad para disponer de él a su voluntad, sin eutotizacién de sus hijos.® Ein Languedoc, donde la domine- én del padre era tradicional, los contratos que establecfa con sus hijos casados eran mucho ms leoninos generalmente, all menos en fos siglos a1¥ y Xv. Por lo comtin fes heft una donscién, que en lo inmediato era ficticia, pues €1 se rescrvaba su useftucto mienteas viviera. En compensacién, el hijo se comprometia a permanecer en Ta casa y a vivie compartiéndolo todo con él. En cuanto a Ia dote de le kesposa o del yerno, que generalmente constabe de cabeas 1 otros Ibienes mucbles, se entregaba realmente a la comunidad y pasaba al control del cabeza de familia. Por lo demés, tanto los jévencs ‘como los viejos se comprometfan a vivir en una promiscuidad casi total, a comer y 2 beber , Ausergte ar 28 (1951), p. 61 39. J. Gaudemet, op. ct, pp. 1718. 40. Toid,, pp. 83 y 97. BAMILIA! TAMASO, ESTRUCTURA Y VIDA. 109 que podia ssociar af menor a la posesién de ua patrimenio del cual ei primogénito era el tinico heredero. Esta segunda solucitn debia de set particularmente necesaria en aquellas Guras zegiones mon- taflosas que fos jdvenes se sentian tentados de abandonsr en busca & salstios altos en las Ianoras y les ciudades de aquella époce, despobladas pero actives. ‘Sin embargo, cs posible que la mulkipliacién de estos con tratos sélo sea Ta manifestacidn de un auge de las actas notarie- les —evidente, por otta parte— y que Ja abundancia de comani- dades igualitarias 0 patriarcales no haya sido menor antes del si: glo xv por el hecho de a0 haber dejado tantas hucllas escritas. Efectivamente, se sabe que todavia en los siglos xvi, XVIK y XVII, ex las provincias del corte del Macizo Central —particalarmente en Auvergne y en Nivernais— babfa una cantidad de «cormuni- des técita, es decir, de hecho, sin contsato escrito, gue la Jey econocis como técitameate esteblecidas al cabo de wn afio y un cia, En sa capitulo XXIL, el derecho consuecucinatio de Niver- ais tata largamente este tema, y Guy Coquille realiza en ef siglo XVI su conocido comentario al mismo. Algusas de esas co- mmunidades eran verdaderas jrérdcbes: «Entre dos hermanos ma- sores de veinte afos, fuera del poder del pacte, que han vivido jun- tbs durante un afio y un dia, con sus bienes en comin y comuni- céndose Jas ganancias, hay conteato de comunidad técita» (art. 2). Otras se establecen tacitamente entre hijos puberes que han pexdi- deo el padze o la madze y el cOnyuge supérstite y sus communs parsonniers (es decir, los que compatten algo com él), se trate de vn auevo cSnyuge que trae hijos de un primer matrimonio, 10 de patientes, © de cualquier otro asocitdo antiga © nuevo. Con toda Liberalided, el derecho consuetudivatio del Niver- 1uzis considersba @ estos huérfanes paberes como asociados con leno derecho en la comunidad iictaviente constitaide; se tentsba sobre toro, ciertamente, de un medio de ptescevar sus derechos cuando se habia omitido precisarlos mediante inventario en cca- tién de la muerte del padre 0 la madre. También es cierto que, en sv articalo primero, el derecho pa- rece negac este privilegio de constituir una comunidad técita « las ottas personas que viven bajo el mismo techo, para eviter, sin 110 CORIGENES BE LA FAMILIA NODERNA. duda, que los domésticos, ¢ incluso los parientes recogidos por ‘caridad, puedan algtin dis hacer valer sus derechos al patrimorio: 4aNo se establece comunidad de bienes entre Jas personas que viven juntas, cualquiera sea el tiempo durante el cual Jo hagen, si no hay convencién exprese». Sin embargo, en sa muy autorizado co mentario, Guy Coquille los jazgn de otta manera: La convencidn puede ser exptesa a técita; pues de Ts vo unted y ef consencimiento dan buena cuenta y textimonio los hhochos come {as palabras... Luego, st alganos que carcoen de fos viocalos que, segsin Ia costumbre, son el fundamento de fa sociedad ticite durante wn ao y un dia, se comunicen recfpro Gnmente sus bencficios, ganancas y medios de manera unis forme y sin diferencias por un tiempo prolongado, como sels, techa 0 diez afios, diré gue por converciin implicita son mem bros de una comunidad técita Es que, de hecho, en el campo del Nivernais era frecuente que se crearan téciramente comunidades entre personas que no eran i hermanos, ni esposos, ni huéefanos piberes ni padres superv. vientes Esto se supone mis répida y fécilmente de las cosas de fas aldeas, en esa regidn, donde les soxecades no sélo son fre Euentes, sino tambida ordinarias, haste accesatias, Gadz 1a cors. Htueién de le regién, en tanto que la actividad de 1s familis Héstica no esttiba Gaicamente en el laboreo de Ja tierra, sino también en la alimentaciéa de los animales, fo coal requieve ‘una gran cantidad de personas’ Estructiras econdymicas y ertructunas dantsticas Guy Coquille nos invita a reflexionar, tanto con sus silen- Gos como eon sus observaciones, acerca de las relaciones que po- tla haber entre la estructura familiar y Iss condiciones de la pro- AL. Guy Coquille, Coutume due Nivernats, pp. 304314 de fa eticiia de 1864 FAMILIA: TAMANO, ESTRUCTURA Y YEDA ut doccidn agricola, Efectivamente, obscrvemos que, al tratar de dis tinguit la simple cobabiteciéa ‘de lz asociscién, no tomé como ctiterio ef aporte 0 Ta ausencia de aporte de bicnes a 16 comani- dad. Tal vez se traters de que en estas regiones —al menos x jos siglos xv y x01 la posesidn del suelo no taviera més valor que lt de los brazos necesaties para hacerlo producir. En conse. fuencia, se puede formular une primera hipdtesis, segtin Ja cual Jp constituciéa de las comunidades cra una manera de procuratse ‘mano de obra en las provincias en donde la tierra era pobre y en particular durante las Gpocas en que ¢} crecimiento demogetfice za escaso yy los salarios altos, A la inverse, donde Ia tierra era nice, xsultabe xentable emplear tina mano de obza asalariada, par ticularmente cn las épocas de auge demogntico y de salarios bajos, ‘Sin embargo, la calidad de la tierra y el precio de Is mano de bra no To explican todo. En Triel, en 1817, en lus tiersas buenas de HledeFrance y en una época en que el asslatiado ya ora slio habitual, sdlo el 5 por 100 de las families empleaban domésticos, gue es {a proporcisa mas baja que conocemos hasta ahora, Es yerdad que hay que agregar que [as familias complejas se encuer: tran allf en proporciéa menot ain, ya que sélo alcanzan el 4 por 100 (caadzo 5, p. 318}. Lo que ocutria es que el trabajo del viedo, que teinaba sili exclusivamente, exige une mano de obra mey calificada, pero poco numerosa —las explotaciones eran muy pe quetias—, salvo en la estacién de fa vendimie, Por el contrario, la ssociacion agricultuta-ganaderia, que caracterizaba a la agricul tora del Nivernais, exigia abundante mano de chia, si es que hemos de creer a Guy Coquille, y, por lo tanto, habia que recurrit al aslariado, al patiente o 2 otz0 tipo de asociado, Otro tanto se podria decit de le agticultura de Auvergne o de la de otras re- siones montafosas, como las de Cévennes, el Velay, el borde mon lufioyo del Querey y de Périgord, el Limousin, la Alsa Proverza ye Delfinedo, donde en el siglo xv s¢ mulsiplicaron los contratos de affrairement o hermanamiento.! ‘Ocurrié asf que en una segidn pobre y con escasa fuerza de trebajo, como Sologne en ei siglo xvi, as comunidades exan des- 42. E. Le Roy Ladorie, op. cit, p. 167 2 OR{GENES DY LA TAMILIA MODERNA conocides y Jos aparceros tuvieron que recurtit a muchos domés. ticos agricolas. Es que, en esta regidin, los 2obles y los burgucses se habfan apoderado del suelo y lo explotaban en el marco de una economia de beneficio. Hebian logrado hacer rentable !a saano de obra asalariada mediante la convetsi6n de los campos de cul vvo ex pastos, tal como Jo habfan hecho les grandes propietarios ingleses en cl sigha xvr.® Solo es concebible a asoctacién igualitaria entre poscedor del suelo y trabajacotes en tegiones de propiedad ccampesina y en una economia de subsistencis, que es lo que parece haber ocurtido en el caso de las provincias montafiosas a las que acabamnos de referitnes, Sin embargo, atin en estas montafias, el auge demogeético dal siglo xvi y el desarrollo de 1a economfa monetaria parecfen hhaber hecho disminnir el mimero de familias complejas, a difere cia de la coyuntura de los sighes x1v y xv que, en cambio, las habia tnultiplicado, Es asi como ocuzrié en Auvergne, todavia célebre en cl siglo xviIr por sus vastas comanidades ticitas y las «sociedades de consortese, Ea 1876 observaba el jurista Chabrol:

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