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LEOPOLDO ZEA DISCURSO DESDE LA MARGINACION Y LA BARBARIE FONDO DE CULTURA ECONOMICA, Primera edicion (Anthropos), 1988 Prieta edison (FCB) 1999 [A Senoo MuxoAN, a Riera M. Mouse, yy en recuerdo de Tos Gros Ea sain se ha realizado con Ia colaboracién de Ja aust (Asocis ida de Tavestizncion y Especalizcion sobre Temas Wercamenicancs) ts po en Fens een RIES sng ons 8 coe Ls, asin EEG cus moma Sco tab ISBN S4-7658.058-4 = DR, © 1990, Fone uz Corruna Beowéatcn, S.A. oe C. ¥. Avs de la Universidad, 973: 03100 Mexico, b. F ISBN 968.1635086 Tmpreso en Mésico PREFACIO En el aflo de 1957 publigué en México Ia primera edicién de ti libro América om la Historia, y la segunda en 1970 en Ma did. Este libro, como otros que le siguieron, tales como Dia. Wetica de la conciencia americana, México, 1976, y Filoso- fia de la historia americana, México, 1978, insistieron en Is tematica que da titulo al ultimo: La filosofia de la historia Al decir de mi maestro José Gaos, yo estaba condenado a describir aquella filosofia, por cuanto ya me referia a ella fen mis libros sobre historia de las ideas de América. En Amé- Flea en la Historia me propuse situar la historia de la Améri- ca Latina dentro del contexio de la historia universal en rela ion con un orden y un centro de poder planctario designado como mundo occidental, ¥ frente a este centro mostraba puc- blos marginados, al Iado de Theroamérica, en Asia y Africa: 8 pueblos dentro del mismo continente curopeo, al margen de Europa: Rusia y Espatia; y posteriormente la misma Euro: pa, al desplazarse el centro de poder occidental més al Occi dente, a la América del Norte, los Estados Unidos En 1971 hice mi primera visita a Espaia conminade por Gaos, quien me decia que el hecho de que él estuviese fuera zno tenia nada que ver con mi obligacién de conocer la tierra ¥ el pueblo del que yo hablaba y en el que se encontraba el origen de Ia realidad que estudiaba en América. En Espaia ya se conocfa mi libro tanto por Ja edicidn mexicana como por Ia reciente de Madrid. Los amigos que hice en este viaje me indicaron que debia continuar el estudio de la margins ion historica de Espafia y de Rusia por parte del mundo ‘occidental. El interés que el libro habia suscitado en Espaiia ‘me comphugo. En 1978 fui invitado a Wroclaw, Polonia, para asistir al 30 Aniversario del Congreso de Intelectuales, que se celebra- ran el mismo lugar en 194%, al término de la sogunda Gue- ra, en nombre de la paz y'para que no se_repitiesen los hortores de la guerra. Sin estar programado, hube de rezre- sar a México via Moses, Durante la semana que pasé en Mos ci en calidad de invitado, entré en contacto con diversos ° 0 PREFACIO Iintelectuales soviéticos convocados por Sergo Mikoyan, dé tector de la revista América Latina, a quien habia conocido fen México, en otra reunion sobre la paz. Entré en contac. to también, entre otros, con Vera Kutelschikova, a quien cono- cia también de México, y a Inna Terterian. Uno de ellos me ‘Maestro, aqui tiene usted a sus discipulos soviéticos”, a lo que le contesté: "Pero como, si no soy marxista”, por ‘que no segufa este método exclusivamente como suponta Io segufan en la URSS. “No es por eso —ae replieé Vera— sino ppor lo que usted ha expresado en su libro América en la His. Forka respecto a Rusie.” Rusia como el pasado histérico de la actual Unién Soviética. Un joven allf presente me replicé a su vez: "ZY usted cémo sabe que ho es marxisa?” Tal ne pica me hizo reflexionar, porque algo semejante se me habia dicho desde otro angulo y en un contexto diverso del de mis nuevos amigos. Este algo tiene que ver con Ios problemas que surgen cuan- do acepto invitaciones de mis colegas en Estados Unidos y necesito obtener el visado correspondiente. Me preguntan: “cEs usted comunista?, ges usted marxista?” Si digo que no, me afrma gue s 6 soy: pro sf, acepto te me puede otorgar im visadlo especial. Me-niego a acepiarlo sélo con vistas a obviar dificultades, sin que importen mis. proplos puntos de'vista. Por lo que insisto: “No soy marxista.” "¢Y usted eémo-lo’sabe?", insiste-a su ver el funcidnario, Me queda una respuesta “Si creer en la libertad de los hombres y-el derecho de autodeterminaciin de los pueblos, y defen: derlo, es ser muarxista, entonces lo soy. Pero en este sentido, ‘muchos de los mejores hombres de los Estados Unidos que hhan defendido los mismos derechos para sus hombres y_ su pueblo deben haberlo sido sin'saberlo.” Lo soy cuando estoy de acuerdo con el sentido humanista de una flosofia come Ta que recojo en las palabras de Carlos Marx y Federico En- sels.con Jas que inicio la introduccién de este trabajo. Acepto cl mensaje humanista alli impreso, sin que ello implique Ta necesidad de jurar por todo el sistema, En contacto con mis amigos sovidticos pude discutir libre- mente la parte de mi libro referente a Risia al margen de ki Historia, Parte que me aceptaron como. interpretacion del pasado de'la historia que ahora viven y hacen los soviéticos = la historia de Rusia anterior a la Revolucién de 1917, Una historia que resulta ser comtn con Ix de otros muchos pue- blos fuere de la historia europea y-a.cuyos problemas dieron PREFACIO n Jos soviéticos Ja solucién ‘actual, Me dijeron que debia am- pliar esta parte de mi libro (en lo referente tanto a Espa ‘como s Rusia), analizar mas fuentes que me permitiesen afir- ‘mar 0 rectificar mis puntos de vista. Ea junto de 1981 ful invitado nuevamente a Mosct por Victor Volski, director dal Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de la ‘URSS. ¥ otra vez, tanto en la redaccién.de la revista Améri- ea Latina como en el Instituto de Filosofia de la Universidad Lomonosov, a cargo de V. S. Semenov, se discutieron mis pam ‘0s de vista sobre el pasado ruso de la URSS; a Ta discusiéa ahora contribuia Ta, publicaciéa en ruso de algunos de mis ensayos sobre esia temétics. Fllo estimulé ain més Io que Ja Consderando un compromiso para ampli Io expuesio en sil libro. El libro también ha sido objeto de eritica por parte de los Jatinoamericanistas estadounidenses, en especial por las ref rencias a los Estados Unidos como expresion maxima y ac. ‘wal del Mundo Occidental. Aqu también encontré estimulo ara.continuar y ampliar Io expuesto. Entre estos latinoame- Hleanistas esta Richard M. Morse, de la Stanford University, California, a-quien empecé a tratar a raiz de_vun simposio sobre América Latina celehrado en México en diciembre de 1078. Recientemente, Morse ha publicado un libro que entra dentro de Is temztica que me viene preocupando, El espejo de Préspero, Esto ha contribuido también a estimular la'rea- Hizacién de Ta obra que ahora oftezco. Este nuevo libro es producto de nuevas investigaciones y conversaciones. Ahora Jo centro en Ja marginacién realizada por Europa sobre tres pueblos: el ruso, el fbero y, paradéica- mente, el briténico. E] pueblo briténico fue alejado de los destinos de Europa a partir de su exp al término de la Guerra de los Cien Afios; Iberia, Esparia en ‘concreto, enviada al otro lado de los Pirineos, despues de Su poderosa presencia en Europa, en el siglo xvr, bajo Carlos V, y Rusia, una y otra vez marginada més alla de las amplias os fepas ‘que Ia separan de Europa. Pero Rusia y Espafia in- sisten una y otra vez en participar activamente en los desti- nos de Europa; la primera creando, quizés a pesar suyo, un ‘imperio hacia Griente, sobre el gran Imperio mongol de Gen- gis Kan; Iberia a su vez con un gran Imperio hacia el otro. ado del Atléntico, en América, pero ambas, Rusia ¢ Iberia, mis preocupadas por imponer 9 mantener su presencia en Europa. Mientras, al otro lado del Canal que separa a Brita: 2 PREFACIO nig de Europa, un pusblo esti decidida a crear un nuevo impetio allendé Ovcidonte que abarque el planeta entero, ¥ ve su participacidn en Europa slo en funcida de los nucv intereses. Pero el centro de poder del Tmperio occidental se Gaslada al norte de América, al norte del Imperio creado por heria en la misma América. Mientras, Rusia avanza en Orien- te hasta pasar al continente americano, Alaska y la costa del Pacifion, y redine tres pueblos manginados entre los que hax ‘pian de’ surgi @ su vez bres imperios en conflicto en nues tis dias. Este trabajo lo dedica Sergo Mikoyan, espirita extraor, Ginariamente abiecio a los problemas de nuestro tiempo. A Richard Morse de esta America Sajona, espiritu igvalmente abierto y preocupado por una concitiacén de nucstra América ‘que ponga fin a la marsinacion. Por supuesto, ni Mikoyan ni Morse tienen nada que ver con Ia expresion de las HMeas que fagut expongo, con las que no se si estaran 0 no de acter- do, Agut sbla recongzco cl estimulo que me ha dado su frater- tial amistad, Este libro va, cambicn, en memoria de mi maes- tro fosé Gaos, por lo que le dobo de! conocimicnto de esta parte del mundo, nvestro munclo que él Hlamaba va Hispano- ‘América, A Gaos, preocupado fambisn parque se pudiesen co siliar Ios puntos de vista de todos nuesteos pueblos en baisquc- dda de-una gran idontidad que, sin nevar la propia, encontrase Seniida INTRODUCCION En septicmbre de 1812, Carlos Marx escribia a Arnold Ruge tina earta de fa cual exiraemos el siguiente parralo Nuestra dlivisa sord Ja reforma de la eonsiencia, no por dog: ‘mas, sino por ef andlsis de Ia eoncicneia mnstica, obscura ps 1 ilisms, tal como se manifiesta en la religion 0 en Ta pol tx, Se veri entnces que desde hace mucho, tiempo, el mundo posce el suciio de unt cost de Ta etal Te falia la conciencia pat posoerla en verdad. Se vera que-no se trata de establecet fama gram sepaacion entre el pasado y el porvente sino de cule plir fas hdess del pasado, Se vers, jor Ultie, que la hune dd ho comienza tna ney tare, Sino ea eliza 8 aniv9 Pensamiento do juvontud, anterior al gran sistema cristal zado en El Capital, pero en el cual Se hace patente la extra ‘ordinaria preocupaciin humanista quc el sistema posterior ‘ho padra negar, El sistema sorfa expresi¢n de la toma de con: ciencia de que habla Mars, medignte la cual fodas las expre- siones de la humanidad, de los hechos del hombre, adqulc- ren sentido; de acuerdo con osta toma de concientia sobre el quchacer huinano havi patente la relucién que guarda To ya hocho com To que esti haciendose, v el todo con To que debe hacese. Se trata de ta loma de comelencia de una sran {area gue los hombres, Ios millinles hombres que forman.la hun realizan, han tealicado y seguiran realizando peta va con conacimiento do causa: esto es, sabfendo, cada tino de estos hombres, las implicaciones de su propio qucha ‘eer con el quchacer de Jos otros hombres. ‘Muchos aiios despuss, ya muerto Marx’y realizado su gran sistoma, su inseparable amizo ¥ socio, unido estrechamente en el marxisano como sistema, Federico Engels, on carta a J. Bloch escrita en septiembre de 1890, dec Ja historia se modela slempre como resultado detinitivo de Ios conflictor enire varias voluntades individuales engondra das cllas misinas por inntimerables condiciones de la vida pas- {louar. Tambien Son ianumerables Ins actividades entiecruza 3 ro INTRODUCCION das o infinitas las fuerza payslelas, do donde surge wna resultant: ef hecho histories. Sin embargo, este mismo poo {de scr consderado como el producto de tna fuerza que, Vist ft su conjunto, opera inconsclentemtente sin plan precono a, Fa lo ga ca inte den Ga atm ono ‘que cada uno de os otros desea, y To que resulta es algo que nadie ha querido. yee " A’pesa de los ailos que separan una carta de otra, ambas se complementan. La toma de conciencia de la historia hace pat tente su propio origen: el individuo, ef hombre concrete fe ineludible relacién con otros individuos, con otros hom. bres. Fuerzas, milltiples fuerzas'de individdos eoncretos que pugsan por el logro de sus no menos concretos fines o inte- rreses.y, como resultado, el hecho histérico que, como diria también Hegel, no. satisiace @ ninguno de sus autores. Pero lun hecho histérico que no puede ni debe concebirse como fuerza extratia al hombre que Te da origen, al hombre en sus miltiples expresiones intereses. Esto parece restiliado de una fuerza abstracta y parad6jicamente ajena a los hombres aque la realizan y se sirgen de ella; pero no hay tal, sin hom: bres concretos no hay historia, ni tampoco habria conciencia de la misma, Son hombres concretos como Hegel, Marx y En- gels quienes toman conciencia del sentido que adquieren las miltiples accfones de los no menos miltiples hombres que, como abstraccién, forman la humanidad. Es el hombre de came y hueso, et hombre concreto, expre- sado en cada uno de nosotros, el protagonista de la historia; su historia y la de los otros hombres, sus semejantes. La historia como resultado de un conflicto permanente entre hombres concretos, hombres de carne y\ hueso, frente a ‘ottos hombres iguaimente concretos. EI conflicto entre hom bares con sus modos peculiares de existencia, resultado ésta de sus propias ¢ ineludibles condiciones de vida también en conflicto con otros hombres igualmente peculiares. Un. con- Flicto que podré ser rebasado si, se toma conciencia de este hecho y se actiia en consecuencia con, Ia ineludible relacién del hombre con el hombre, si se acta, podrlamos agregar, solidariamente, lo que no implica el somctimiento de una vor luniad a otra voluntad, sino la conciliacién de lo que uno quiere con fo quie los otros hombres quieren. ‘Marx y Engels ban mostrado en amas cartas, valga Ia me- ‘fora, la relacién que el bosque guarda con los érboles que lw hacen posible. Los fildsofos griezos decian que s6lo Dios, INTRODUCCION 8 yor esta encima de tod 16 eristite,podia ver dora spor Paes 0s, barbaro era ok que no nel griego Por ello Bee Soritogos ecan cates aargnalee cua hunanidad estaba tn entredicho. Menos hombres, por no expresarse correcta: frente en tn leiguaje que no er el propio. ¥, por to mismo, nies que podian ser sometidos al orden ¢ intereses de los Sxclustos duetos: Bérbaro era azualmente, para los roota: fog, el individuo que estaba fuera de lle, dl derecho, del Deden de'la luda, la eivitas, por encelencin Al terminat Roma su funcion bate, los blsbaros-se ranaformaron eo Rucvos ceatros de poder o civilzacion y designaron como Bisbaros a otros ms barbaros, en cnanio que fos primer tlovaron su lenguaje, costumbres, teeters, 4 signo de cil BNTRODUCCION 0 zacién, La dicotomia civilizacién/barbarie como signos de po- der y dependenci, de centro y periferia. Pueblos domittantes Yy pueblos destinados a ser dominados por ser bérbaros, esto 5, por no ser copia exacta de sus dominadores. ‘Burepa, al cristalizar como un conjunto de naciones, al ‘gual que Grecia y Roma, mantendra la relacion civilizaci6n/ barbarle como expresion de- sus relaciones con pueblos al oriente' desus limites, Asia; 0 al sur del Mediterraneo, Afri: ta. Pero la mantendré también con pueblos separados del continente por obsticalos naturales, como son las extensas ‘estepas.eslavas, Ia cordillera de los’ Pirincos 0 el brazo de mar que la separa de las Islas Britinicas. Pisblos como Tos tberos al oto lado de os Pines, 9 Tos Fusos en as leans estepas, los cuales, si bien estaban alejados de Europa por {ales obstéculos, no lo estaban de los pueblos al orlente ni al sur de Europa. Rusia, en relacion mas estrecha con plc- blos como, los mongoles y los turcos; Thesia con los arabes del norte de Africa. Tales relaciones originaban mestizajes ra- clales y culturales. Pueblos frontera frente a asiéticos ¥ afrk ceanos, pero también pueblos frontera frente a Europa, “Asia no empieza en los Urales, sino en las estepas eslavas.” “Africa empieza en los Pirineos.”. Pueblos, por lo mismo, conside: rados como bérbaros cuando pretendian ser europeos;, peto pueblos que no se sentian ni asiaticos ni africanos. Bérbaros también como Jo fueron, frente a Roma, francos, germanos ¥ sajones, los habitantes de las Islas Briténieas. Y bérbaros igualmente para la misma Europa, los normandos Negados de Escandinavia que en Rusia se mezelan con los eslavos, ¢ ime ponen su dominio en un gran trozo del Imperio. de Carlo- ‘magno, Francia, Barbaros, que senin también expulsados del continente al igual que sberos y rusos. Una salvedad Ia constituyen los briténicos, quienes, al re vés de los iheros y rusos, estarin més empéfindos en ctear tun nuevo imperio, tun mUevo centro de poder, queen. ser parte de Furopa. Tal nuevo centro de poder convertiré. sa Supuesta barbarie en nueva expresion de civlizacisn. Y con festa nueva expresién de civilizacion, nuevas expresiones de barbarie. La barbarie ahora al occidente de Europa, més alld de mares que baflan nuevos continentes como el ainericano, © viejos como el asiatico.o el afticano. Britania como nuevo centro de poder ¥ eje de civilizacién, que tiene como perk feria el mundo entero, Britania como nuevo centro de poder y de ci Fy INTRODUCCION abarcaré a Europa misma. Centro de poder del llamado Mun: do Occidental que se extenderé a Norteamérica. ¥ frente a este nuevo centro de poder y de civilizacién, pueblos consi: derados més que birbaros, salvajes. No ya birbaros que hs- bra que incorporar a la ivilizacion, sino salvajes que habra que eliminar y-utilizar para sw explotacién, como utiliza la flora y-la fauna de los espacios conquistados a lo. largo y acho de la Tierra, Arboles que ya no forman parte del bos: ‘que, sino lefia para cortar en supuesto beneficio del bosque. Britania, como un nuevo y_gigantesco Imperio levantado sobre decenas y decenas de pueblos considerados baxbaros, salvajes, por mostrarse ajencs a las expresiones, y el modo de ser, designar las cosas y concebir el mundo. La civiliza- m0 como una forma de incorporar a otros hombres y pueblos, sino como una forma de dominar la. naturaleza, ¥.c0n ello, entes cuya.humanidad esta en entredicho. Entes on los:cuales los hombres y los pueblos por excelencia han de evitar, mezclarse. Entes, por 10: mismo, condenados a la explotacion o a la periferia, ala barbarie o.al salvajismo per ‘manente, Entes de otra especie en el reino de In naturaleza, por lo que no pueden ser parte de las sociedades creadas. por el hombre. No podrén, como en Roma, ser ciudadanos, como no podré serlo Fauna’ alguna. Simplemente podrén ser-ob- deta de utilizacicn. Tas palabras de Marx y Engels con que inleiamnos este tra- ‘bajo son, precisomente, Ia negacion de esa gigantesca © insis tente cancelacion de humanidad: la humanidad vista como barbara 0. salvaje. No existen pueblos civilizados y_ pueblos bitbaros, o salvajes, sino pucblos formados por hombres con- retos, entrelazados en sus esfuerzos por satisfacer sus pec. linres necesidades. Sin embargo, sora ‘tna relacién que tazto Marx como Engels olvidaran a partir de su gran sistema, a ‘través del cual s6lo podrdn ver los. érboles en su relacién limitada.con el bosaute. ‘Lo.que aqui hacemos es apropiarnos del sentido de las palabras de Marx y Engels respecto a la historia y sus acto- res, en la cual han participado y participan hombres y Pue- blos, sin discriminacién alguna de raza y cultura, Cada uno de ellos, partiendo desu includible identidad. Una historia ‘que, habré que continuar haciendo pero ya con “‘conocimien- to de causa’, esto es, a partir de la conciencia de la relaciéa ‘que guardan entre silos hombres y los pueblos; relacion que tno puede seguir siendo la del dominio impuesto por unos ¥ INTRODUCCION 1 la dependencia suftida por otros, No ya Ja relacién entre civi- lizacién y barbaric, sino la relacién de mutua comprensién. Se trata de un discurso frente a otro discurso. El discurso ‘come expresién de proyectos que, al encontrarse con otros, hhan de conciliar el discurso que los yustapone. Discursos que xno tienen que negarse entre si, sino agrandarse amplisndose mmutuamente, No el discurso que considera bérbaro cualquier otro discurso, sino el que esta dispuesto a comprender, a Ta vez que busea hacerse comprender. Es la incomprensién la que origina el discurso visto como barbarie. Todo discurso es del hombre y para el hombre. El discurso como barba- He es el discurso desde una supuesta subhumanidad, desde tun supuesto centro en relacién con una supuesta periferia. ‘Todo hombre ha de ser centro y, como tal, ampliarse median- te la comprensién de otros hombres. EL titulo de este libro, Discurso desde ia marginacion 9 ta barbarie, hace referencia al discurso desde otras expresiones del hombre que no por ser distintas son menos humanas. La marginacién y la barbarie como nuevos ¢ includibles centros de expresién del hombre que, de esta forma, niegan la misma marginacton y barbarie. Las’ supuestas marginacion y barba- He no son sino expresiones de peculiavidades propias de to- dos los hombres, Hn este sentido, todo discurso lo es de una cierta expresion peculiar de humanidad, peculiaridad que no canula sino que afirma su humanidad. Discurso asi desde yna Forma perular de hombres que tne su origen. en le Ineaps cidad del hombre para entender al hombre. El hombre, todo hombre, es igual a cualquicr otro hombre, ¥ esta igualdad zo se deriva de que un hombre o un pueblo pueda ser ono Copia fiel de otro, sino de su propia peculiaridad. Esto es, un hombre, o un pueblo, es semejante a otros por ser como tllos, distinto, diverso, Diversidad que lejos de hacer a los ‘hombres individuos més 0 menos hombres, les hace semejan- tes. Todo hombre, o pueblo, se asemeja a otro por poseer tuna identidad, individualidad y personalidad, Esto es To que hhace, de los hombres, hombres, y, de los pueblos, comunida- des frumanas. Es este peculiar modo de ser de’ hombres y pucblos el que debe ser respetado. Negar o regatear tal res- peto seré caer en Ia auténtica barbarie, Ia del que pretende rebajar al hombre considerindolo cosa, la del que preten- de utilizar a otro hombre, o pueblo, y la del que acepta ser utilizado. sia historia est encaminad evita que se desvanezca con el tiempo la fama de los grandes hechos piblicos y maravllosas ha {afias, tanto de los griegos como de los bdr. baros. Hazopor0 I. LA BARBARIE EN LA HISTORIA EL 19008 DE LA BARBARIE, ‘Cow las palabras que anteceden, cl historlador griego Hero- doto de Halicamaso relata la grande y maravillosa historia de su mundo, el griego, y su relacién con el mundo més alla de la Hiade, con el que su mundo se ha encontrado. Es um relato en ef que se mezcla To verosimll con To. fabu: oso, Bs el griego rationalist frente a un mundo que escapa 2 su razén, reboséndola y conduclendolo ala fabula. Un mon do del que dificlimente Se puede hablar sin reearsir ala me- {fos at deseripetn, Un, mando, on fin, de hombres y tulturas distinfos del modo de ser del hombre y cultura hele- nicos. El mundo de los griegos y el mundo de los bérbaros. Pero ya en el calificativo de barbaro, que se da al hombre yal mundo del otto lado de Grecla, se expresa Ia pretensign ue anima tal historia, y, con ella, cl modo de ver y Taclo- fralizar @ otros hombres culturas que no son las de quien las ve y racionaliza. Hombres y mundo barbaros, califcativo ‘que proviene del mismo modo de ser del calificador, el gric- 7] romano ¥ despucs el europeo, hasta culminar en ol Aoinbre y ef mundo occidentales, Barbaros; barbaro, palabra onomatopeyica que el latin tradace como batbus, esto es, el fue balbuce, tarlasmudea’ Barba... Pero, qué es lo que se fatbuce 0 tartamudes? Por supuesio, no’el propio Tenguaje Gel barbaro, que el priego no comprende, sino el lenguaje mis- tno del griego, Barbaro es el que habla mal el griego, cl que Jo balbuce o tartamvdea, Balbus, en latin, x el "balbuclene fe, tartamudo, torpe de lengua, cl que no pronuncia clara y distintamente™. Para el galego, bisbaro es el hombre rudo, tl no griego, el exttanjero. Esto es, el hombre que esté fuera el amblto griego o sl margen del mundo del hombre que Sst califica, Barbaro sexé, también, singnimo de salvaje, in Eulto, esto es, no cultivado de conformidad con el que parece ‘l modo de ser del hombre mismo por excclencia, el greg. Ta ealificacion la daba asi el griego, en aquellos lelanos tiempos, a partir de su propio lenguaje y del mundo al que B a LA BARBARIE EN LA BISTORIA ‘aquel lenguaje daba sentido. Es obvio que, para ol barbaro, el {griego, al expresarse en otro lenguaje que no era el propio, barbarizaba, balbucla, hablaba igualmente mal, Pero 10 e* ‘esto Jo que interesa al hombre que hace la historia y al grie- g0 que Ta relata; segiin éste, el novgriego balbuce el griego, pero no le importa cémo se expresa en su propio lenguaje. El logos griego —como en otras expresiones del mismo a lo lar~ go de una historia gue continuaré en Roma, Europa y el mundo oceidental—, sera um logos predominante y, por ende, dominante. Cualguier otro logos, habla o expresién, tendra ‘que justificarse ante cl logos por excelencia. Logos que im plied el sentido del mundo del que él mismo es expresidn: la cultura, el moda de ser y In concepeién de su propio mun- do. Seré este logos el paradigma para calificar cuslguier otro Jogos, cualquiera otra cultura, modo de ser o cancepcién del ‘mundo, El paradigma de To que esté fuera, al margen. En Grecia, cllo es visto como simple doxa, opinién, modo acc. denial’ de ser, Talia de consistencia; aquello de lo que ni siguiera se puede hablar, tal-y como sostendrian los filéso- fos griegos desde Heréclito y Parménides hasta Platén y Aristoteles, El logas es también contro ordenador, legislador © conductor, que sabe del principio y esencia de todas las cosas y por ende sabe de su conduccién o mando. De abl que Plaién declarase que los reyes deberian ser filésofos o los fildsofos reyes; y que Aristoteles considerara la filosofia como tuna ciencia de principios, esto es, de principes, de gobierno. Bl logos griego y sus expresiones a lo largo de le historia a la que dio origen ef hombre que lo utiliza, dard razén y sentido a todo cuanto le rodea, a todo aquello con que. se encuentre, Fl logos imponiéndose a la batbarie; 1a civitas ‘como civilizacion, a Ia barbarie; la civilizacion al salvajismo, Ia civilizacién de'los modernos a la barbarie que se presen tard como ineludible opeién a pueblos, como los latinoame- icanos y de otras regiones de la Tierra: Civilizacion 0 barbarie!”, gritaré Domingo Faustino Sarmiento, siglos des- paés del rélato de Herodoto de Halicaraso. Recordemos que el logos, tiene, desde su Tejano origen agriego hasta nuestros dias, dos acepciones: In de razén y la Ge palabra. Razonar es tofar conciencia de lo externo que ha de Ser sometido a las categorias de.comprensién internas, a'la razén, Esto es, para saber qué es eso que esté fuera y se ignora habré que familiarizarlo can lo ya conocido. Esto fra para los griegos Ia definicién, precisar lo que se conoce LA BARBARIE EN LA HISTORIA a 1 partir de lo conocido; precisarlo clara y distintamente sin confundir una cosa con otra; saber la relacién que la cosa por conocer tiene con las ya conocidas, Definir es, también, saber Ia palabra precisa que permite deslindar lo conacido cen relacién con otras cosas igualmente conocidas. Tal era ppara el griego el logos y su funcién. Fuera del logos, capaz de definir lo que conotia, sélo estaba Ia nada, aquello de Jo que no se podia hablar; porque, como diria Parménides, en ‘cuanto se puede hablar de él se convierte en racional, logico. Fuera de la razén esté Jo indefinible, lo inefable, Jo ambiguo por ello ajeno a la razén, El logos es, también, palabra, caps- idad de poder comunicar a otro lo conocido y definido, Ra- zon clara y palabra clara no inducen a error: Io contrario precisamente de la barbarie, que no es hablar sino balbucir fen forma confusa, torpe e indefinida, Ahora bien, ia definicién, como funcién del logos que da razéa de las cosas, parte de lo que los griegos amazin Ja teorfa, relacionada’con Ia accién de ver. Lo que hace Horo- doto en su historia os relatar lo que ha visto. La que ha visto a partir de una visién ya conformada por él mundo al que pertenoce; de abi lo extrafio, maravilloso y fabuloso ce, mea, Unger goes Snags oe, re che grin ee ce famines 7 Guam leaded aedonk amad bossa Mage a lear de aos co de la discola Grecia sometiendo a las polis enemigas entre fo ee oi selce pols cules sate tera a Ja barbarie persa y; con ella, a la de muchés pueblos eas gatas pes cn ds a de mush, pctor ee sla mn eS sis omens te ee ee Asia Menor, Ilegan al C4ucaso, mas all4 i actual Mezaistin Aa Mer ge lle ai dele Att Seuabanas ro nares icone Bl ooo ee 2 LA BARBARIE EN LA HISTORIA Ge los que fuéran sus aatiguos limites. Tal Jogos tendré que ‘wansformarse, dejar do ser un iastrumesto defensive pase Poder absorber esos pueblos, sin ser absorbido por el Egan {esco y multiforme mundo ‘con el que se hat encontrado Alejandro y sus guerreres, eCuil va a ser entonces la preocupacién de Alejandro, buen discipulo dle Aristoteles? Realista, adaptaré la concepciéa cul- tural griega a la de los pueblos con los cuales se he encom trado, y con-los cuales han de convivir los griegos para po- der mantener el: Imperio. Ya no tiene’ sentido el drastico antagonismo de’ sriegos contra. bérbaros. Grecia no. puede mantenerse encerrada en su propio logos pretendicndo mar tener-en la doza o-en laniadaa los hombres y pueblos que no coinciden con sus expresiones y quie, por no colncidi, as balbuoen, Tas expresan no. ya mal sino de forma distin, Aristotelés, en su Politica, razona sobre un logos u orden de las-ciudades. Habla de una polis que ha dejado de expresarse através de cada ciudad para transformarse en el logos de una gran polis.que abarca a Grecia entera y se prolong sobre ‘una multitud de hombres, pueblos y ciudades, que nada saben de la forma de racionalizar y expresaree del ‘conguistador ariego. Se pregunta Aristteles: 2h es Ia mejor constitucion y le mejor vida para la mayo- ia de ls Estados y la mayoria de los Hombres, to se Ege 4 tos mis virtid gc le el Nombre mace ai ante Ges {ius J ane puede adguitirse sin gozar del favor especial de Ja naturalera o de las circanstancias, ni se le pide at Estado ‘uaa eonstitocién que s6lo peda darse en et mindo de to idea, sino simplemente una vida en ia que ln mayoria de log hom bres puedan convivir, yuma consttectén dentro Ge la que puedan moverse? Aristételes considera que el adaptar un orden; sina ‘constitu: cin o un logos a Ia realidad sobre la que se tendré que a0. far, resutaré. tan diffell como crear algo nuevo, Metorar “la Constitucin. del Estado existente —dice— no es obra me: ‘nos grandiosa que el crearla'de nuevo, fo mismo que el car bar los conocimientos es tan dificil eomo ol adquisirios” Tal era el reto que se le planteaba a sw gran discipulo, Alejandro, que habia llevado a Grecia y las expresiones de ella mis alld de.sus limitadas fronteras. EB] Imperio creado, para subsisti, * Avistteles, Le politica. Véase op. elt IA BARBARIE EN LA HISTORIA 3B senda seul I esomendasn alin de Arise {los prefticion los osiosy reacores del piezo fete a mune dome alla de sis Tinie, mae als de Ta Heade, tendefan Ge dear agar aun new logos, ati raionalicna tna apresion capaces de sbarear lor misvos confines de Gretta Sigjandr, para mantener su obra, no pod perniie que Ios ilesos,partendo de una supuestasuperiodadysaquensen ¢ Sestreten pucbios sue be incorporaben con toa oe sigaeea fnumana y etaral al mtd y in cutura grieges Los prego tensa gue conivir con lot supuestos bareacss a cone ‘vir con ellos, aceptar como natural is supvesta basbasiea- in, esto os, ls adopetin que hicteran dela clara ylenauale friegon. En acto simbulic, Alejandro oblige asus generates dando cjemplo él mismo, a desposase can tnajeres persas rei jt dsr conte de cada mnt & Jn defensiva para realizase como soma gan polls ie aba aba pucblos de mltples raza, Tenguas y caltura: Johann Gastav Droysen, ca su estudio sobre Alcandv, ng dice? Nar Sie como Alsjandso "ha podie ver que aqulios bares no Son‘procisasente betiag 0 plans sag que son. tambien hhombres, con sts necesidades, sus talentos y sus virtudes ¥ fe st todo de sory mod de vivir antetan bicycle Aeatos mis an ng de on cles ay sda pean $n por quienes derpreiavan como barbaros’s Ea las prin Fas Blas macedSnicasibanlabriegs y, con ells, elenos de Ins conan del Asia Menor tan alejadas te In caltara peeps Como lo estaba los puchioe on Ies cules ahora Gresia te Sia gu convivi La dversdad de los puebow con fos ae se Rabia encontrado Alsjandro y sus guerreos raativianbs el ancepto del logos y In exer gregos y con clo inst Seeprcio a otras cilturas y formas de expreson eel hombre. Asa vex Persia cra versa de Esto, y anbos cran dversoe de pucks como fs lirosy otros machos mas, BI Lenguaje sxiego tambica tha a ser abaread® part gue Grecia sie fos puch pudiesen somunicase ° ‘Koma herelard esta concepeton, Roma, que en fa leyenda se considera horedera dela ay antigua enaga de las dis Colas y coulcioras poquchas nations pisnns que i dest Seton Treva, Toya quo sequramente Galpuce el dionn gic bo pata enteiderse Gon sus opontores‘Troya, que en ct nite 5 prolongard en Roma, la coal se formard sobre fos mil « foaga Garay Drove, Alejandro Mago, Fondo de Colr Bem rent Sea By LA BARBARTE DE LA HISTORIA ples pucblos de la pentnsula itélica, entre ellos el etrusco, ‘Roma, que se asimila a Grecia y a su cultura, berbarizdndola y creando una lengua y cultura-auevas que, si bien se enral: Zan en Grecia, son transformadas profundamente, Roma, que se pone de parte del Imperio macedénico, lo reconstruye amplia sobre el norte de Africa y el norte de Europa més alld de los Alpes. Grecia queda lnicorporada a an siganteseo Imperio levantado sobre hombres de diversa raza y de no me. ‘nos miltiple cultura. ¥ con la cultura, multited de dioses gue He dan sentido, Peto Roma hula, ambin, de cba 0s. En especial, los pueblos al norte de la peninsula itilica, del otro lado de los Alpes: galos, germans, celtas, sajones ¥ ottos muchos més. Y al este, pueblos con una cultura y len. guas que conoce y respeta, ia lengua y cultura de la viela Grecia, los persas, los partos, los egipcios ¥ los juadios. Puc. los que parten del Imperio creado por Alejandro. Roma, ‘riunfante en Jas guerras painicas, pondria pie en el norte dé Africa extendiendo atin mas su vasto Inperi Haciendo suya la actitud tomada por Alejandro de Mace- soni al crear su vasto Inperio, Ror mastene fu dominio por el mo menos vasto Imperio permitiendo que ios pueblos Sonauistados formen parte de ella. Roma asimila Ja cultura de los pueblos conquistados al tiempo que permite que éstos ‘ssimilen Ia cultura romana, y crea los Tineamientos legales de ‘este orden. El logos deja su lugar a la ley, al derecho, Se es barbaro no por hablar mal el latin, sino por estar fucra del orden Tegal romano, La lengua latina, lejos de ser un instra- mento de discriminacién, es un instrumento de asimilacion. Por ello del latin se derivarén los idiomas de 1a Europa que surgird despues de siglos de las supuestas ruinas del Imperio yomano. Roma dara contextura al idioma y a Ta cultura bir. baros que, asi, dejan de serio. Su orden legal sera el meollo del orden sobre el cusl se alzara el orden del que surgiran las naciones europeas. Se deja de ser bézbaro no porque se hable bien el latin, sino porque se es parte activa del orden expre- sado en el derecho romano. La ciudadania que Roma otorsa 8 los hombres de los pueblos por ella colonizados ‘rompe el calificativo de bérbaro. El latin, como instrumento tuniversal de comprensién entre tan diversos pueblos, no es visto como Paradigma frente a la barbarie, siao como instramento para el diglogo que han de mantener unos. pueblos con ofos. Roma es el centro de este dilogo. Por ello, los dioses de los ‘miltiples pusblos del Tmperio pasan a formar parte del Pane LA BARBARIE EN LA HISTORIA 35 tein romano, Slo uno de eros dose Dis de lon eit ‘nos, es negndo y perseguidos sus seguidores; y lo son por 10 ‘que'el Dios y los cristianos tienen de excluyente, En el Re- sacimieato, siglos después, Tomas Moro, en su Utopia, recha: zari igualmente de su cisdad, por exclayentes, Ins ideas de tuno de estos cristianos: un sacerdote catélico que condens- be todos Jos no catlcos al inferno por 0 cept la alabra, el logos, de un Dios tinico y exclusivo, Pisigloé mie tarde, Simon Bolivar’ comperaba al Imperio romano y sis frutos con el Imperio espanol y lo que habta originado, Del primero habian surgido naciones, del segundo un gran caos, Al caer Roma, de sus cenizas sursié Europa con sus miliples expresiones; al terminar el espafol, s010 pueblos sin identidad que cada caudillo traté de poner a su servicio, como antes habian estado al servicio de los intere- ses coloniales tberos, Dice Bolivar: "Al desprenderse la Ame rica de la Monatquia Espafiola, se ha encontrado semejante al Imperio romano, cuando aguella enorme masa cay6 dis: persa en medio del antiguo mundo. Cada desmembraci6n for m6 entonces una nacidn independiente conforme a su situa: ciéa 0 a sus intereses; pero con Ta diferencia de que aquellos volvian a restablecer sus primeras asociaciones,” De Roma surgieron las naciones que formarian el mosaico europeo, teniendo como base el orden y la cultura por ella dejados? surgid la unién de lo que pudo haber sido la dispersion de la barbatie, el no comprenderse unos pucblos con otros, al ‘no comprender sus no menos diversas expresiones cultura Jes; Roma les dej6 lo que les permitia entenderse entre si ‘Otra cosa distinta fue la herencia del Tmperio espaiiol. Por €l mestizaje unié sangre y_ por la cultura entendimientos. Solo habia\una lengua, una cultora y una rligién; sla bargo, al término del imperio no surgi una América unida como lo habfa estado por la dominacién, esos ke Dar a sue comers ie es is Dats alles omer x wt SRB ius Sein irks ieienc’ ezine a nS Sle es Fe een saa tae pas ney oe ei ba rs ite osname ma os Ena eee

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