Professional Documents
Culture Documents
DE LA RESPONSABILIDAD “CONCURSAL”
DE LOS ADMINISTRADORES Y TERCEROS
EN LA QUIEBRA Y LA CULPA GRAVE COMO
ALTERNATIVA INTERPRETATIVA POSIBLE
por Pablo D. Heredia
A. Introducción
La ley 24.522 sobre “Concursos y Quiebras” regula en sus artícu-
los 173 a 176 un régimen “concursal” de responsabilidad –que obliga
a indemnizar los perjuicios causados– de los sujetos que, como repre-
sentantes, administradores, mandatarios o gestores de negocios del su-
jeto fallido, hubieran dolosamente producido, facilitado, permitido o
agravado la situación patrimonial del deudor o su insolvencia. El mismo
régimen se aplica a quienes de cualquier forma hubieran participado
dolosamente con tales representantes, administradores, mandatarios o
gestores de negocios, en actos tendientes a la disminución del activo
o exageración del pasivo.
327
Doctrina
328
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
I. Derecho francés
El Derecho Concursal francés prevé, para ser ejercida contra los
dirigentes de derecho o de facto de la persona jurídica en liquidación
judicial, la llamada acción de responsabilidad por insuficiencia del
activo, que no es más que una “acción de complemento” de caracte-
rísticas específicas.
Fue creada por ley del 16-11-40 para ser aplicada a las sociedades
anónimas y por decreto del 9-8-53 a las sociedades de responsabilidad
limitada. Posteriormente, fue regulada por la ley concursal del 13-7-67
y, más tarde, por la ley del 25-1-85, de donde pasó al artículo L. 624-3
del Código de Comercio. Actualmente, está regulada por el artículo L.
651-2 del Código de Comercio, que tuvo una primera redacción dada
por la ordenanza del 18-12-2008, y una segunda –la hoy vigente– dada
por la ley 2016-1691 del 9-12-2016 relativa a “La transparence, à la
329
Doctrina
330
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
insuficiencia de activo, que antes también era admitida para los casos de resolución
del plan de sauvergarde o de redressement; conf. MERLE, Philippe, Droit Commercial.
Sociétés commerciales, Dalloz, Paris, 2014, p. 506, Nº 466, nota 2.
5 DIDIER, Paul y DIDIER, Philipe, Les sociétés commerciales, Economica, Paris,
2011, ps. 97/98, Nº 102; MERLE, Droit Commercial. Sociétés commerciales cit.,
p. 276, Nº 279, texto y nota 2.
6 SAINT-ALARY-HOUIN, Corinne, Droit des entreprises en difficulté, LGDJ,
Paris, 2016, p. 926, Nº 1439 y su cita en nota 9 de la Cass. Com., fallo del 16-4-91.
7 Se interpreta que es una acción de responsabilidad contractual particular; en
331
Doctrina
tés des entreprises, LexisNexis, Buenos Aires, 2012, p. 466; PÉROCHON, Françoise,
Enterprises en dificulté, LGDJ-Lextenso Éditions, Paris, 2012, p. 822, Nº 1511 y 1512;
GUYON, Ives, Droit de Affaires, Economica, Paris, 1997, t. 2, ps. 418/419, Nº 1374.
9 ROUSSEL GALLE, Philippe, Réforme du droit des entreprises en difficulté,
332
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
generali e i liquidatori, a norma degli artt. 2393 e 2394 del codice civile, è esercitata
dal curatore, previa autorizzazione del giudice delegato, sentito il comitato dei cre-
ditori...”
333
Doctrina
de gestión16. De ahí que se pueda afirmar que el artículo 2394 bis del
Código Civil italiano asume cuanto resulta del artículo 146 de la Legge
Fallimentare17.
Aclarado ello, se aprecia que el artículo 2394 bis del Código Civil
italiano remite a su precedente, es decir, al artículo 2394, el cual regula
la acción de responsabilidad contra los administradores ejercida por
los acreedores sociales.
Tal artículo 2394 expresa, en sus primeras dos oraciones (que
son las que aquí interesan), lo siguiente: “...Los administradores res-
ponden respecto de los acreedores sociales por la inobservancia de
las obligaciones inherentes a la conservación de la integridad del
patrimonio social. La acción puede ser propuesta por los acreedores
cuando el patrimonio social resulta insuficiente para satisfacer sus
créditos...”
Pues bien, la acción del artículo 2394 del Código Civil italiano
cuando es propuesta por el órgano del concurso de acuerdo a lo previsto
por su artículo 2394 bis y en concordancia con lo previsto por el ar-
tículo 146 de la Legge Fallimentare, se entiende como “directa” y “au-
tónoma” en cuanto a su legitimación, que responde a la exigencia de
garantizar la par condicio creditorum18, y del carácter autónomo respecto
de la responsabilidad del administrador con relación a la sociedad deriva
la inoponibilidad a la masa de la renuncia de la acción deliberada pre-
viamente por la sociedad fallida19. Aparte de ello, se entiende que si
bien la acción de responsabilidad de que se trata no surge ex novo y
a título originario en cabeza del organismo concursal (lo que se deduce
t. I, p. 526.
18 DE FERRA, Giampaolo, Manuale di Diritto Fallimentare, Giuffrè, Mila-
no, 1998, p. 310; MAFFEI ALBERTI, Commentario breve al diritto delle societàcit.,
p. 797, ap. II, 1.
19 SPIOTTA, Marina, en IRRERA, Maurizio (dir.), Diritto del governo delle im-
334
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
del hecho de que el art. 2394 bis reenvía al art. 2394)20, no obstante
asume un carácter “unitario” e “inescindible” porque aquél puede for-
mular la instancia resarcitoria contra el administrador tanto con refe-
rencia a los presupuestos de la responsabilidad de este último respecto
de la sociedad cuanto de la responsabilidad frente a los acreedores so-
ciales21, acumulando las ventajas de unos u otros22.
Bajo la acción de que se trata, la inobservancia de los propios
deberes de parte de los administradores puede ser dolosa o culposa23,
esto es, a título de culpa genérica, por la mera negligencia, imprudencia
o impericia, en base a la consideración del interés de los acreedores,
por incumplimiento en el deber de conservar íntegro el patrimonio
social24. En este último sentido, se ha dicho que si la responsabilidad
del administrador se rige por el principio de la correcta administración
constitutivo de una cláusula general de comportamiento suyo, la com-
probación de una violación a ello hace evidente la calificación, por lo
menos, de típicamente culposa del obrar del administrador25.
Ahora bien, con relación a la prueba de la culpa del administrador,
la orientación mayoritaria de la jurisprudencia italiana ha sido que
basta al curador acreditar el nexo causal entre la mala gestión y el
daño, no siendo necesario que pruebe la culpa26.
Bien visto, tal criterio jurisprudencial no niega que la acción de
1985, p. 325, Nº 30, con cita en nota 352 de la jurisprudencia de la Casación italiana.
21 GRIPPO, Commentario delle società cit., t. I, p. 526; MAFFEI ALBERTI,
di), Commentario del Codice Civile, Nicola Zanichelli Editore y Soc. Ed. del Foro
Italiano, Bologna-Roma, 1956, p. 418, comentario al art. 2394.
24 CASSOTTANA, en RAGUSA MAGGIORE y COSTA (dirs.), Le procedure
y sus citas.
335
Doctrina
27 Prescribe el art. 1218 del Código Civil italiano que “...Un deudor que no ejecuta
o culposo, que provoca a otro un daño injusto, obliga al que ha cometido el acto a
resarcir el daño...”
31 Sostienen el carácter extracontractual de la acción con las consecuencias indi-
336
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
337
Doctrina
34
DAVIES y GOWER, Principles of Modern Company Law cit., p. 197.
35
La doctrina ha interpretado que la posibilidad de condenar a los administradores
sociales al pago, total o parcial, del importe insatisfecho de sus créditos en la liquidación
de la masa activa representa una sanción civil pero diferente de la responsabilidad
338
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
por daños, en cuanto el juez puede imponer a los condenados el pago de una parte
de los créditos, cuando en la responsabilidad por daños, por el contrario, la indem-
nización habría de cubrir todos los perjuicios ocasionados; conf. VALENZUELA
GARACH, Javier, La responsabilidad de los administradores y el concurso de las
sociedades capitalistas, Marcial Pons, Madrid-Barcelona, 2007, p. 118.
36 PULGAR EZQUERRA, Juana (dir.), Manual de Derecho Concursal, Wolters
que enumera las siguientes situaciones de hecho de las que, sin admitirse prueba en
contrario, deriva el carácter culpable del concurso:
1º. Cuando el deudor legalmente obligado a la llevanza de contabilidad incumpliera
sustancialmente esta obligación, llevara doble contabilidad o hubiera cometido irre-
gularidad relevante para la comprensión de su situación patrimonial o financiera en
la que llevara.
2º. Cuando el deudor hubiera cometido inexactitud grave en cualquiera de los
documentos acompañados a la solicitud de declaración de concurso o presentados
durante la tramitación del procedimiento, o hubiera acompañado o presentado docu-
mentos falsos.
3º. Cuando la apertura de la liquidación haya sido acordada de oficio por incum-
plimiento del convenio debido a causa imputable al concursado.
4º. Cuando el deudor se hubiera alzado con la totalidad o parte de sus bienes en
perjuicio de sus acreedores o hubiera realizado cualquier acto que retrase, dificulte o
impida la eficacia de un embargo en cualquier clase de ejecución iniciada o de previsible
iniciación.
5º. Cuando durante los dos años anteriores a la fecha de la declaración de concurso
hubieran salido fraudulentamente del patrimonio del deudor bienes o derechos.
6º. Cuando antes de la fecha de la declaración de concurso el deudor hubiese
realizado cualquier acto jurídico dirigido a simular una situación patrimonial ficticia.
38 Las presunciones iuris tantum resultan del art. 165, inc. 1º, que enumera las
siguientes situaciones de hecho de las que deriva el carácter culpable del concurso,
salvo prueba en contra, cuando el deudor o, en su caso, sus representantes legales,
administradores o liquidadores:
1º. Hubieran incumplido el deber de solicitar la declaración del concurso.
2º. Hubieran incumplido el deber de colaboración con el juez del concurso y la
339
Doctrina
340
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
V. Derecho portugués
Sin perjuicio del ejercicio en el proceso de insolvencia de la sociedad
deudora de las acciones sociales o individuales de responsabilidad con-
tra los administradores societarios, reguladas por el Código das So-
ciedades Comerciais, que la legislación portuguesa permite continuar
en manos del administrador da insolvência44, y que pueden ser ejercidas
incluso en un escenario grupal contra los administradores de la sociedad
directora o los de la sociedad subordinada45, desde el punto de vista
concursal el Código da Insolvência e da Recuperação de Empresas
(CIRE –aprobado por el decreto-ley 53/2004, de 18 de marzo–) regula
la formación de un “incidente de calificación de la insolvencia” que,
con independencia de las consecuencias penales inherentes, permite
evaluar desde el punto de vista civil las razones que condujeron a la
situación de insolvencia a los fines de establecer responsabilidades de
los administradores del deudor (art. 185), entre las que destacan la
inhabilitación de las personas afectadas por la calificación para admi-
nistrar patrimonios de terceros (art. 189, Nº 2, b); inhibición para el
ejercicio del comercio y para ocupar cargos en personas colectivas
(art. 189, Nº 2, c); pérdida de créditos que el responsable pudiera tener
contra la insolvencia o sobre la masa (art. 189, Nº 2, d); e indemnización
a los acreedores del sujeto declarado insolvente hasta el monto de los
créditos no satisfechos, siendo solidaria la responsabilidad entre todos
los involucrados (art. 189, Nº 2, e)46.
42 PULGAR EZQUERRA (dir.), Manual de Derecho Concursal cit., p. 387.
43 VIZCAÍNO GARRIDO, Pedro, El interés social como fin de la actividad gestora
de los administradores de las sociedades en crisis: acreedores frente a socios, Thomson
Reuters-Aranzadi, Pamplona, 2015, p. 252.
44 COUTINHO DE ABREU, J. M., Responsabilidade civil dos administradores
341
Doctrina
ha expresado que “...el art. 186 del CIRE define la insolvencia culpable y de esta
noción general resulta que son supuestos del concepto de insolvencia: 1) que haya ha-
bido una conducta del deudor o de sus administradores, de hecho o de derecho; 2) que
dicha conducta haya creado o agravado la situación de insolvencia; 3) que dicha
conducta se produjo en los tres años anteriores a la incoación del procedimiento que
condujo a la insolvencia; 4) y que esa misma conducta sea dolosa o practicada con
culpa grave, y también que exista un nexo de causalidad entre esa conducta y la
situación de insolvencia...” (precedente disponible en www.dgsi.pt).
342
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
tiene afirmado que “...para cada una de las situaciones establecidas en los diversos
párrafos del apartado 2º del artículo 186, el CIRE determina que la insolvencia siempre
será considerada como culpable, sin necesidad de demostrar el nexo de causalidad.
Es una presunción juris et jure de acuerdo con el artículo 350, Nº 2, Código Procesal
Civil...” (precedente disponible en www.dgsi.pt).
El criterio fue reiterado años más tarde por el Tribunal da Relação de Évora,
6-10-2016, caso 2831/15.8T8STB-H.E1, donde se dijo lo siguiente: “...Al comentar
sobre esta disposición legal, Luís A. Carvalho Fernandes y João Labareda (Código
da Insolvência e da Recuperação de Empresas Anotado, 2ª ed., 2013, ps. 718/719)
refieren que en el apartado 1º del artículo 186 se fija la noción general de la insolvencia
culpable y en su apartado 2º, el legislador estableció una presunción irrefutable que
complementa esta noción [...] Y añaden: ‘La letra de la ley («se considera siempre»)
muestra claramente que se establece una presunción iuris et de iure, en vista de lo
que dispone el apartado 2º del artículo 350 del Cód. Civ.’, por lo que comprobadas
estas situaciones determinan, inexorablemente, la atribución de carácter culposo a la
insolvencia. Entendimiento que es seguido por la restante doctrina, es decir, María
do Rosario Epifânio (Manual de Direito da Insolvência, Almedina, 2013, 5ª ed., p. 131),
Alexandre de Soveral Martins (Um Curso de Direito da Insolvência, Almedina, 2015,
p. 363) y Luís Manuel Teles de Menezes Leitão (Direito da Insolvência, 2012, 4ª
ed., p. 274)...” En el mismo precedente, se afirma más adelante que “...justifica esta
técnica legislativa la necesidad de garantizar una mayor eficiencia del orden jurídico
en la responsabilización de los administradores por conductas censurables que origi-
naron o agravaron insolvencias; además, favorece la previsibilidad y la rapidez de la
apreciación judicial de los comportamientos...” (precedente disponible en www.dgsi.pt).
343
Doctrina
344
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
345
Doctrina
56 Art. 133 – La persona que infrinja esta ley, su reglamento o en su caso, los
346
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
sociedad, pues aunque tienen por finalidad primaria cautelar los dere-
chos de accionistas e inversores, pueden tener también un importante
efecto reflejo a favor de los acreedores58.
Pero dejando de lado la perspectiva que brindan las normas de la
ley 18.046 y haciendo pie en la cláusula general del artículo 2314 del
Código Civil de Chile59, ha entendido también la doctrina trasandina
que la responsabilidad de los administradores respecto de los acreedores
por insolvencia de la sociedad debe quedar limitada, en su caso, a los
actos fraudulentos o de culpa grave, dejando en lo demás un espacio
suficientemente amplio de discreción para la apreciación de los nego-
cios, ya que son los acreedores quienes corren con el riesgo de que
los administradores del deudor adopten erróneas decisiones de nego-
cios, de modo que la responsabilidad de estos últimos sólo puede tener
lugar en caso de imprudencias temerarias, de actos que afecten seve-
ramente la par condicio creditorum o que posponen los intereses de
los acreedores frente a los de los accionistas60.
En síntesis: el administrador de una sociedad insolvente responde,
obviamente, por dolo, pero también por culpa, que en algunos casos
puede incluso ser legalmente presumida, debiendo en otros calificar
como grave.
Nº 603.
347
Doctrina
de la acción social de responsabilidad contra los administradores que autoriza el art. 393
de la Ley de Sociedades Comerciales 16.060 (sobre la referida acción societaria véase:
HOLZ, Eva y RIPPE, Siegbert, Sociedades comerciales. Un estudio actualizado, Fun-
dación de Cultura Universitaria, Montevideo, 2014, ps. 157/158, Nº 22 y 23).
En efecto, el art. 52, LCRE dispone que “...Corresponderá al síndico o al inter-
ventor, según el caso, la representación de la sociedad para la promoción de la acción
social de responsabilidad contra los administradores, los integrantes del órgano de con-
trol interno y los liquidadores, sin requerir para esto la previa conformidad de la reunión
o asamblea de socios o accionistas. Si el síndico o el interventor fueran omisos, dicha
acción podrá ser promovida por los acreedores. Si la sentencia contuviera condena a
indemnizar a la sociedad daños y perjuicios, el acreedor que hubiera ejercitado la
acción en interés de la masa activa, tendrá derecho a que, con cargo a esa indemnización,
se le reembolsen los gastos y se le satisfaga el 50% (cincuenta por ciento) del crédito
que no hubiera percibido en el concurso...”
La doctrina uruguaya ha destacado la unidad del régimen de responsabilidad so-
cietaria y concursal. En este sentido, se ha señalado que “...la responsabilidad concursal
de los administradores establecida en la LCRE deberá considerarse un caso más de
responsabilidad civil (y agregamos comercial) de éstos frente a la sociedad, la cual
–más allá de algunas especialidades establecidas en la ley concursal– habrá de regirse,
en todos sus términos, por los presupuestos y condiciones establecidas por la ley
societaria...”, conf. OLIVERA GARCÍA, Ricardo, Responsabilidad del administrador
societario, en AA. VV., Ley de Sociedades Comerciales. Estudios a los 25 años de
su vigencia, Montevideo, 2015, ps. 1031 y 1035.
Tal unidad también se aprecia en el factor de atribución, pues la responsabilidad
societaria aparece en casos de dolo o culpa grave (art. 391 de la ley 16.060).
348
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
349
Doctrina
350
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
351
Doctrina
352
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
ciedades anónimas, Depalma, Buenos Aires, 1944, ps. 157 y 159, Nº 87.
353
Doctrina
cos Ariel, Buenos Aires, 1940, t. I, p. 483, Nº 743; GARCÍA MARTÍNEZ, Fran-
cisco, El concordato y la quiebra, Zavalía, Buenos Aires, 1957, t. III, p. 143, Nº 801.
74 FERNÁNDEZ, Raymundo L., Código de Comercio comentado, Compañía Im-
presora Argentina, Buenos Aires, 1946, t. I, p. 503, nota 108. En el mismo sentido:
LO CELSO, Responsabilidad civil de los gerentes en las sociedades anónimas cit.,
p. 158, Nº 87, donde afirma que la acción correspondía al liquidador según lo dispuesto
por el art. 122 de la ley 11.719.
75 LO CELSO, Responsabilidad civil de los gerentes en las sociedades anóni-
354
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
ros”, voto del juez Cuartero, L. L. 1993-B-280. El criterio fue reiterado por la misma
sala D, en las causas “Cresaltex SRL s/Quiebra s/Acción de responsabilidad”, sent.
del 21-4-2010, RC J 12337/19; “Calderas y Tanques La Marina SA s/Quiebra s/Acción
de responsabilidad por la sindicatura”, sent. del 12-5-2016; “Banco Extrader SA s/Quie-
bra c/Conca, Jorge Luis y otro s/Acción de responsabilidad”, sent. del 2-8-2016, RC
J 4287/16; “Devoreal SA s/Quiebra c/Moreno y otros s/Ordinario”, sent. del 1-11-2016.
355
Doctrina
356
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
Abeledo, Buenos Aires, 1973, t. III, p. 605, Nº 2203, y t. IV-A, p. 31, Nº 2322. No
podemos dejar de observar en este punto que los terceros a los que alude el art. 173,
segunda parte, de la ley 24.522 no necesariamente deben ser cómplices del quebrado.
En efecto, el sujeto pasivo que responsabiliza la ley concursal es aquel que de “cualquier
manera” participa en los actos mencionados por el aludido precepto (conf. JUNYENT
BAS, Francisco, Responsabilidad de administradores y terceros, Rubinzal-Culzoni,
Santa Fe, 2001, ps. 42/43), o sea, “cualquier tercero” (conf. BALBÍN, Sebastián,
Quiebra y responsabilidad de administradores y terceros, Ad-Hoc, Buenos Aires,
2005, p. 39; CNCom., sala D, 8-6-2010, “Dar Vida SA s/Quiebra c/Fundación Sani-
dad Ejército Argentino y otro s/Acción de responsabilidad. Ordinario”). Empero, cabe
reconocer que, atento a las particularidades de las conductas tipificadas por el art. 173,
párrafo segundo, LCQ, rara vez podrían ser fruto de la mera culpa, encontrando sustento
las más de las ocasiones en el dolo (conf. BORETTO, Mauricio, Responsabilidad
civil y concursal de los administradores de las sociedades comerciales, LexisNexis,
Buenos Aires, 2006, p. 243, Nº 6).
84 ROITMAN, Responsabilidad de terceros en la quiebra cit., p. 39, esp. p. 45.
357
Doctrina
250:131; 256:474; 258:202, entre muchos otros, y Fallos: 325:11, 25, considerandos
16 y 17.
358
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
89 ROITMAN, ob. y lug. cits.; MORO, Carlos E., Proyecto de reformas. Ley de
Concursos, Delta Editora, Paraná, 1994, p. 155; FERRER, G., Responsabilidad de
los administradores societarios, La Ley, Buenos Aires, 2009, ps. 206/207, Nº 6.2;
ESTÉVEZ, Jorge A., Responsabilidad de los administradores ante la quiebra de la
sociedad, en L. L. 2000-B-1232; VÍTOLO, Daniel R., Responsabilidad de terceros
en caso de quiebra, en Revista de Derecho de Daños, Nº 2001-3, Daños en la actividad
comercial, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, ps. 393 y nota 13; GAGLIARDO, Mariano,
Responsabilidad de los directores de sociedades anónimas, Abeledo-Perrot, Buenos
Aires, 2011, t. III, p. 2209, Nº 1604.
90 JUNYENT BAS, Francisco y FERRERO, Luis F., El factor de atribución en
359
Doctrina
en p. 32.
93 TRUFFAT, Daniel, La acción concursal de responsabilidad (LCQ, art. 173) y
360
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
sabilidad”.
361
Doctrina
TRIGO REPRESAS y LÓPEZ MESA, ob. cit., t. I, p. 677; CNCom., sala D, 4-2-2013,
“Instituto Ítalo Argentino de Seguros Generales SA c/Giorgetti, Héctor Norberto y
otros s/Ordinario”, RC J 3335/14.
106 VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto, Culpa y dolo en el Derecho Civil y Co-
mercial, Juris, Santa Fe, 1999, p. 87, Nº 5 y su cita de la CNCiv., sala D, 23-10-89,
“Soeme c/Servent, Roberto”, L. L. 1990-D-320.
107 LLAMBÍAS, Tratado de Derecho Civil. Obligaciones cit., t. I, ps. 183/185,
362
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
sabilidad”, RC J 12337/19.
111 ALTERINI, A., El incumplimiento considerado en sí propio (enfoque objetivo
del ilícito civil), Cooperadora de Derecho y Ciencias Sociales, Buenos Aires, 1963,
ps. 14/15 y 22/23.
363
Doctrina
364
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
bra (cuestiones conflictivas que las limitan hasta hacerlas desaparecer) cit., ps. 253
y ss., esp. p. 263.
115 QUINTANA FERREYRA y ALBERTI, Concursos... cit., t. 3, p. 96; OTAE-
GUI, J., Extensión de quiebra, Ábaco, Buenos Aires, 1998, p. 101; MANÓVIL, R.,
Grupos de sociedades, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1998, p. 1104.
116 CNCom., sala D, 16-3-2009, “Conix SA s/Quiebra c/Edixer SA y otro s/Or-
365
Doctrina
117
MACHADO PLAZAS, El concurso de acreedores culpable. Calificación y
responsabilidad concursal cit., ps. 127/128.
118 FONTÁN BALESTRA, Carlos, Tratado de Derecho Penal, Abeledo-Perrot,
366
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
sabilidad”, RC J 12337/19.
123 PEYRANO, J., Lineamientos de las cargas probatorias dinámicas, en E. D.
367
Doctrina
caso de la confección de los estados contables, en obra colectiva del Instituto Argentino
de Derecho Comercial, La responsabilidad de los administradores en las sociedades
y los concursos, Buenos Aires, 2009, p. 154, Nº 7; CNCom., sala D, 6-4-2017, causa
22.118/1994, “Havanatur SA c/Guama SA y otros s/Ordinario”, y causa 127.413/2001,
“Havanatur SA c/Navarese, Claudio y otros s/Sumario”.
126 La inexistencia de registraciones contables ha sido ponderada como acto que
368
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
ba, Buenos Aires, 1965, t. II, ps. 12/13, Nº 3; SCJBA, 10-4-70, L. L. 140-819, fallo
25.022-S). Sin embargo, existen sanciones indirectas (conf. CNCom., sala A, 25-3-87,
“Olivera, Juan c/Nadinco SA”) que justifican el carácter de “obligación” impuesto
por el Código, como por ejemplo la establecida en el art. 330, tercer párrafo, según
el cual cuando en un litigio una parte no presenta contabilidad, la situación puede
ser juzgada por la contabilidad del adversario llevada en regular forma. Aparte de
ello, el incumplimiento a la obligación de llevar contabilidad en legal forma crea
grave presunción para los negocios del sujeto (conf. CCCom. de San Martín, 4-12-75,
L. L. 1976-C-437, fallo 33.709-S).
127 ROJO y BELTRÁN, Comentario de la Ley Concursal cit., t. II, p. 2533, Nº 2.5.
128 HEREDIA, Pablo D., Tratado exegético de Derecho Concursal, Ábaco, Buenos
369
Doctrina
129
Tanto el fraude a la ley como el fraude a los acreedores son formas específicas
del dolo, en cuanto suponen engaño o artificio que tiende o a eludir el cumplimiento
de una norma objetiva de derecho, o a hacer ineficaz la responsabilidad contraída con
los acreedores. En este preciso sentido: DE COSSIO Y CORRAL, A., El dolo en el
Derecho Civil, Revista de Derecho Privado, Madrid, 1955, p. 13.
Particularmente, el fraude a los acreedores es un caso particular de actividad dolosa,
que por estar sometido a un régimen jurídico peculiar ha adquirido una especial tipicidad
(conf. DÍEZ-PICAZO, Luis, Fundamentos del Derecho Civil patrimonial, Civitas, Ma-
drid, 1996, t. II, p. 730).
130 MACHADO PLAZAS, El concurso de acreedores culpable. Calificación y
370
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
371
Doctrina
138
FERNÁNDEZ, R., Fundamentos de la quiebra, Buenos Aires, 1937, ps. 538/
539, Nº 226.
139 YADAROLA, M., El concepto técnico-científico de cesación de pagos, en
mercial, Buenos Aires, 2010, t. IX, p. 621; ROUILLON y ALONSO, ob. cit., t. IV-B,
ps. 9/10, Nº 7.
372
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
373
Doctrina
147 ANTOLISEI, F., Delitos relacionados con las quiebras y las sociedades, Temis,
374
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
151 MÉDINA, Annie, Abus de biens sociaux, Dalloz, Paris, 2001, ps. 213 y ss.,
p. 97.
153 CNCom., sala D, 12-5-2016, “Calderas y Tanques La Marina SA s/Quiebra
Alberto y otros s/Ordinario” (voto del autor de este trabajo), no es dudoso que “...entre
los deberes de los administradores está la prohibición de aprovechar en beneficio
propio o de personas a ellos vinculadas las oportunidades de negocio que corresponden
a la sociedad que administran. Este aprovechamiento constituye un claro supuesto de
infracción al deber de lealtad que frente a la sociedad administrada les incumbe (conf.
Díaz Echegaray, J., Deberes y responsabilidades de los administradores de sociedades
de capital, Thompson-Aranzadi, Navarra, 2006, p. 170). Al respecto, recuerdo que la
prohibición de aprovechar o de permitir que otro aproveche –ya sea por acción o por
omisión– las oportunidades de negocio de una sociedad, si bien ha sido prevista en
la legislación nacional con relación a los administradores de las sociedades que hacen
375
Doctrina
oferta pública (ley 26.831, art. 78, inc. b, y derogado art. 77, inc. b, del decre-
to 677/2001), no hay razón para no entender que rija también sobre los administradores
de cualquier sociedad ya que no hay razones para distinguir. Ciertamente, una de las
formas en que ese aprovechamiento puede tener lugar es en el marco de actividades
competitivas con el sujeto administrado (conf. Rojo, Á. y Beltrán, E., La responsa-
bilidad de los administradores, Tirant lo Blanch, Valencia, 2005, p. 38, Nº 2.3; Cou-
tinho de Abreu, J., Responsabilidade civil dos administradores de sociedades, Alme-
dina, Coimbra, 2010, p. 29, Nº 1.3.2; Perestrelo de Oliveira, A., A responsabilidade
civil dos administradores nas sociedades em relação de grupo, Almedina, Coimbra,
2007, p. 32). Pues bien, el aprovechamiento de una corporate opportunity por los
administradores comporta siempre un perjuicio de la empresa social, pues ésta queda
privada de los negocios que podrían ser desarrollados por la propia sociedad (conf.
Llebot Majó, L., Los deberes de los administradores de la sociedad anónima, Civitas,
Madrid, 1996, p. 122, citado por Díaz Echegaray, J., ob. cit., p. 170, texto y nota 106).
Las oportunidades de negocios, se ha dicho, son verdaderos activos de la sociedad
y, por ello, tiene el derecho de recuperarlas para sí o ser compensada por daños que
pueda haber sufrido por privación de ellas (conf. Junyent Bas, F., Sociedad y empresa.
Las reglas del buen gobierno, tendencias en orden a la sociedad informal, interven-
ción y responsabilidad, acciones societarias y concursales, Buenos Aires, 2006, p. 38,
Nº 3.4.2). La cuestión, valga aclararlo, debe examinarse teniendo en cuenta el negocio
presentado u ofrecido y su relación con el objeto social (conf. Dobson, Juan I., Interés
societario, Astrea, Buenos Aires, 2010, p. 159, Nº 37); que la posibilidad de realizar
una inversión u operación haya surgido en conexión con el ejercicio del cargo por
parte del administrador (conf. Informe Olivencia, punto II, 8.4); y que la oportunidad
hubiera entrado en el dominio de la actividad de la sociedad o que ésta hubiera tenido
un interés objetivamente relevante en ella, sea porque manifestó ya su interés en el
negocio, sea porque recibió una propuesta contractual o está en negociaciones para
la conclusión de un contrato (conf. Coutinho de Abreu, J., ob. cit., p. 31; véase
también: Pérez Carrillo, E., La administración de la sociedad anónima. Obligaciones,
responsabilidad y aseguramiento, Marcial Pons Ediciones, Madrid-Barcelona, 1999,
p. 104, nota 114). Cabe insistir en lo último: para derivar del aprovechamiento una
imputación al administrador se requiere que la oportunidad de negocio hubiera sido
ofrecida a la sociedad administrada o que la sociedad tuviera interés en la operación
o inversión de que se trate. Es que cualquier otra oportunidad de negocio, aunque
resulte conveniente para la consecución de los fines sociales, no constituye una cor-
porate opportunity, es decir, una oportunidad de negocios para la sociedad. De tal
suerte, la prohibición de los administradores de utilizar en beneficio propio o de las
personas a ellos vinculadas las oportunidades de negocio tiene efecto siempre que la
sociedad no haya desestimado dicha inversión u operación sin mediar influencia del
376
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
377
Doctrina
Nº 99.
378
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
responsabilidad civil delictual y contractual, Ejea, Buenos Aires, 1962, t. 1-II, p. 63,
Nº 414.
El hecho de causar un daño consciente, pero no intencionalmente, es difícil de
distinguir del dolo propiamente dicho y, en fin, será casi siempre imposible discernir
cuándo la culpa grave es o no consciente; conf. PLANIOL, M. y RIPERT, G., Tratado
práctico de Derecho Civil francés, Cultural, La Habana, 1946, t. 6, primera parte,
p. 574, Nº 405.
162 GIORGI, J., Teoría de las obligaciones en el Derecho moderno, Reus, Madrid,
379
Doctrina
recho Civil español, Revista de Derecho Privado, Madrid, 1946, t. IV, vol. I, p. 243,
quien destaca que la culpa grave (lata) tiene extraordinarios puntos de contacto con
el dolo.
163 TRIGO REPRESAS y LÓPEZ MESA, Tratado de la responsabilidad civil cit.,
t. I, p. 700.
164 CNCom., sala D, 10-4-86, “Torres, Ángel c/Omega Coop. de Seg. Ltda.”;
sala E, 11-11-2005, “Escudero, Graciela c/Liberty, Ángel c/Omega Coop. Seg. Ltda.”;
CNCiv., sala C, 28-2-63, L. L. 110-151; sala A, 6-3-64, J. A. 1964-III-393; CNCom.,
sala B, E. D. 11-621; CNCiv., sala F, 6-5-96, “Ojeda, Pedro c/Telecom SRL”, voto
de la doctora Highton de Nolasco, L. L. 1996-C-797, Nº 38.808-S; SCJBA, 18-8-53,
L. L. 72-419; BORDA, G., Tratado de Derecho Civil. Obligaciones, Perrot, Buenos
Aires, 1976, t. I, p. 103, Nº 93; MOSSET ITURRASPE, Jorge, Responsabilidad por
daños. Parte general, Ediar, Buenos Aires, 1971, t. 1, ps. 75/77, Nº 31; ALTERINI, A.;
AMEAL, O. y LÓPEZ CABANA, R., Derecho de las obligaciones civiles y comer-
ciales, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2000, p. 197, Nº 460; TRIGO REPRESAS y
LÓPEZ MESA, ob. y lug. cits. en nota anterior; SÁNCHEZ HERRERO, Andrés
(dir.), Tratado de Derecho Civil y Comercial, La Ley, Buenos Aires, 2016, t. III,
ps. 415/416, Nº 8.2.3.
165 COMPAGNUCCI DE CASO, Rubén, Manual de obligaciones, Astrea, Buenos
380
El dolo como factor de atribución de la responsabilidad “concursal”
los administradores de las sociedades en crisis: acreedores frente a socios cit., ps.
259/261 y sus citas; PULGAR EZQUERRA (dir.), Manual de Derecho Concursal cit.,
p. 387.
170 VERDÚ CAÑETE, La responsabilidad civil del administrador de sociedad
381
Doctrina
382