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+ ug}22epai eT A, Vv La redaccién V.1. A quién se habla? iA quién se habla cuando se escribe una tesis? {Al ponente? {A todos los estudiantes 0 estudiosos que luego tendran ocasién de consultarla? {Al vasto publico de los no especialistas? ¢Hay que plantearla como un libro que ira a parar a manos de miles de per- sonas 0 como una comunicacién erudita a una academia cientifica? Son problemas importantes porque estan relacionados no solo con la forma narrativa que daréis a vuestro trabajo, sino también con el nivel de claridad interna que querdis afiadir. Para empezar eliminemos un equivoco. Existe la creencia de que un texto de divulgacién donde las cosas son explicadas de ma- nera que todos las comprendan, requiere menos habilidad que una comunicacién cientifica especializada que, por el contrario, se ex- Presa a través de formulas comprensibles solo para unos pocos pri- vilegiados. Esto no es totalmente cierto. Es verdad que el descubri- miento de la ecuacién de Einstein E=me' ha supuesto mucho més s talento que cualquier brillante manual de fisica. Sin embargo, nor- $ malmente, los textos que no explican tranquilamente los términos 2 Que utilizan (y proceden por rapidos guifios de ojo) hacen pensar en > autores mucho mds inseguros que aquellos en que el autor explici- 5 ta cada referencia o cada pasaje. Si leéis a los grandes cientificos 0 3 los grandes eriticos veréis que, salvo pocas excepciones, son siem- g Pre clarisimos y no se avergiienzan de explicar bien las cosas. eas > a | § 8 z a > 154! M1. 2A quién se habla? | Deciamos antes que una tesis es un trabajo que, por Moti ocasionales, se dirige unicamente al ponente y demas Miembro’ del tribunal pero que, en realidad, se supone es lefdo y consult” do por muchos otros, incluso por estudiosos no versados direct mente en aquella disciplina. a. Por este motivo, en una tesis de filosofia no ser, mente necesario empezar explicando qué es la filosofia, ni una tesis de vulcanologia explicar qué son los volcanes, Pp inmediatamente por debajo de este nivel de obviedad, siem, estard bien proporcionar al lector todas las info; cesarias. Ante todo, se definen los términos que se utilizan, que se trate de términos aprobados e indiscutidos de la disci- plina en cuestién. En una tesis de légica formal no hace falta definir un término como «implicacién» (en cambio en una tesis sobre la implicacién estricta de Lewis habré que definir la dife. rencia entre la implicacién material y la implicacién estricta). En una tesis de lingitistica no hace falta definir la nocién de fo- nema (en cambio, habra que hacerlo si el tema de la tesis es la definicién del fonema en Jakobson). Sin embargo, si en esta misma tesis de lingiifstica se usa la palabra «signo», no estaria de més definirla puesto que se da el caso de que en diferentes autores se refiere a valores diferentes. Asi pues, como regla ge- neral: definir todos los términos técnicos usados como categorias claves de nuestro razonamiento. En segundo lugar, no hay por qué suponer que el lector haya hecho el mismo trabajo que nosotros. Si hemos hecho una tesis s0- bre Cavour, es posible que también el lector sepa quién es Cavour, pero si la hemos hecho sobre Felice Cavallotti, no estar de mas re- cordar, aunque solo sea someramente, cudndo vivi6, cuando nacié y cémo murié. Tengo a la vista mientras escribo dos tesis de una fa- cultad de letras, una sobre Giovan Battista Andreini y otra sobre Pierre Rémond de Sainte-Albine. Podria jurar que reuniendo a cien Profesores universitarios, aunque todos fueran de filosofia y letras, solo un pequefio porcentaje tendria ideas claras sobre estos dos autores menores. Ahora bien, la primera tesis comienza (mal) por: 4 evidente. en ero, . pre rmaciones ne. a No ser La historia de los estudios sobre Giovan Battista ant se inicia con un catalogo de sus obras hecho por Leone All a tedlogo y erudito de origen griego (Quios 1586-Roma 1669) 4 contribuyé a la historia del teatro... ete. = i 1 i rr Daros cuenta del fastidio de quien se ve informado de mane- fn. recisa sobre Allacci, que estudié a Andreini, y no sobre < Andreini. Pero —puede decir el autor- Andreini es el héroe de mi 5. tesis! Precisamente, y si es tu héroe aprestrate a hacerlo familiar ia a cualquiera que abra tu tesis, no confies en el hecho de que el po- ee nente sabe quién es. No has escrito una carta privada al ponente, } 3 « escrito en potencia un libro di ido a la humanidad. s La segunda tesis empieza, mas acertadamente, por: El objeto de nuestra investigacién es un texto aparecido en Francia en 1747, escrito por un autor que ha dejado muy poco ras- tro de si, Pierre Rémond de Sainte-Albine... después de lo cual se procede a explicar de qué texto se trata y cual es su importancia. Este me parece un inicio correcto. Sé que Sainte-Albine vivid en el dieciocho y que, si tengo una vaga idea sobre él, estoy justificado por el hecho de que dejé poco rastro. V2. Como se habla Una vez que se ha decidido a quién se escribe (a la huma- nidad, no al director de la tesis) es preciso decidir cémo se es- cribe. Y este es un problema muy dificil: si hubiera una regla- mentacién exhaustiva, todos seriamos grandes escritores. Os puedo recomendar escribir la tesis muchas veces, 0 escribir otra cosa antes de emprender la tesis, porque escribir es también una cuestién de entrenamiento. En todo caso, cabe dar algunos consejos muy generales. __ No sedis Proust. No hagais periodos largos. Si no lo podéis evitar, hacedlo, pero desmenuzadlos después. No tengdis miedo de repetir dos veces el tema, evitad el exceso de pronombres 0 su- bordinadas. No escribais: El pianista Wittgenstein, que era hermano del conocido fil6~ sof que escribié el Tractatus Logico-Philosophicus que muchos consideran hoy guia de la filosofia contempordnea, tuvo la dicha de que Ravel escribiera para él el concierto para la mano izquier- da, puesto que habia perdido la derecha en la guerra. Si acaso, escribid: < g 3 3 3 z & 5 > | V. La redaccion \ [156] v2. Cémo se habla EI pianista Wittgenstein era herma 0 Como estaba mutilado de la mano dereg el concierto para la mano izquierda, a, Ra ig » Rave) Ceri ty, Sa ly eG O sino: ani: i tein era herma; ; El pianista Wittgenst € : 0 del fi celebre Tractatus. El pianista Wittgenstein Derdig recha. Por eso, Ravel le escribié wu n concier quierda. to my, Para lan No escribais: Eleseritor irlandés renuneié a la fam iglesia yse mantuvo fel a su propési que fuera un escritor comprometido refiriéndose a él de tendencias fal estalla la segunda guerra mundi mente el drama que convulsiona pado por la publicacién de su ulti lia, ala 7 dat to. No por esto Puey a aly aunque algung bianas y «sovialistar® oe al tiende a ignorar Aelia” a Europa y sélo estaha ae ima obra, rene. Si acaso, escribid: Joyce renuncié a la familia, a la patria y a la iglesia. Y se TFantuvo fiel a su propésito, Desde luego, no puede decirse que ‘Joyce fuera un eseritor «eomprometido ineluse oy alguno ha que do ver un Joyce fabiano y «socialista», Cuande estalla la segun. da guerra mundial, Joyce tiende a ignorar deliberadamente el drama que convulsiona a Euro, pa. Joyee sélo estaba preocupada Por la publicacién del Finnegans Wake Por favor, no escribdis, aunque parezca mas «literarion: Cuando Stockhausen habla de «grupos» no se refiee alt serie de Schoenberg, ni siquicra a lade Webern fl winesdle man, planteada la exigencia de no repetir ninguna de las = hotas antes de que la serie haya acabado, no aceptaris. Es nocién misma de «cluster», que es menos exigente estrucurs) rain 4,202 la de serie. Por otra parte, ni siquiera Webers Buia los rigidos Principios del autor del Superviviente de sovia, to a imeitt® bien, el autor de Mantra va mas lejos En cies! Primero, €8 preciso distinguir entre Ios afercates {8@3 bra, Lo dice también Ber jmo un serialista dogmatico, 10 se puede considerar a este autor et Estaréis de acuerdo en que Negados a cierto punto ya no se gabe de quién se habla. Y definir a un autor por medio de una de gus obras No es ldgicamente correcto. Es cierto que los criticos, por no decir Manzoni (y por temor a repetir demasiadas veces el nombre, cosa, al parecer, desaconsejada por los manuales del pien escribir) dicen «el autor de Los novios». Pero el autor de Los novios no es el personaje biografico Manzoni en su totalidad: tan- toes asi que en cierto contexto podremos decir que existe una di- ferencia sensible entre el autor de Los novios y el autor de Adel- chi, incluso si biografica y anagraficamente hablando se trata siempre del mismo personaje. Por lo cual yo escribiria de nuevo el fragmento antes citado de esta manera: epal eT A ug1D: Cuando Stockhausen habla de «grupos» no se refiere a la se- rie de Schoenberg, ni siquiera a la de Webern. Stockhausen, plan- teada la exigencia de no repetir ninguna de las doce notas antes de que la serie haya acabado, no aceptarfa. Es la nocién misma de «cluster», estructuralmente menos exigente que la de serie. Por otra parte, ni siquiera Webern seguia los rigidos principios de Schoenberg. Ahora bien, Stockhausen va ms lejos. En cuanto a Webern, es preciso distinguir entre las diferentes fases de su obra. Incluso Berio afirma que no se puede considerar a Webern como un serialista dogmatico. No sedis e. e. cummings. Cumings era un poeta americano que firmaba con las iniciales mimisculas. Naturalmente usaba las comas y los puntos con mucha parsimonia y espaciaba los Versos; en suma, hacia todas las cosas que un poeta de vanguar- ia puede hacer y hace la mar de bien. Pero vosotros no sois poe- tas de vanguardia. Ni siquiera si vuestra tesis versa sobre la Poesia de vanguardia. Si hacéis una tesis sobre Caravaggio, £08 fee a pintar? Y si hacéis una tesis sobre el estilo de los futu- ime .2° la escribis como un futurista. Es una recomendacién deante Porque actualmente muchos tienden a hacer tesis nent tura» en las cuales no se respetan las reglas del rezone tis, tun en: El lenguaje de la tesis es un metalenguale, 8 hes degen neUaie que habla de otros lenguajes. Un psiquia' a ae cribe a los enfermos mentales no se expresa como un enferm: ne i ntal. No digo que no sea correcto expresarse como los Rem eyqey as OWID “ZA ~~ oo" i} V. La redacci6n | 3 & g 8 3 8 $ 1 el dos enfermos mentales. Podéis estar convencidgs te- de que son los tinicos que Se expresan como ba Tegados a este punto tenéis dos alternativas; 0 haea Py sisy manifestais vuestro deseo de Tuptura renuneiang, mas 0 rado y yendo a tocar la guitarra, 0 hacéis la tesis y en 0 al do néis que explicar a todos por qué el lenguaje de Ie Cas mentales no es un lenguaje «de locos», y para hacer} fern, metalenguaje critico comprensible Para todo e] mund, Usdig uy do-poeta que hace una tesis en verso es un pobre diablo El Sey, blemente, un mal poeta). De Dante a Eliot Y de Eliot a Gy, Proba. los poetas de vanguardia, cuando quieren hablar de eine escriben en prosa y con claridad. Y cuando Marx quer ° Poesia, de los obreros no escribfa como un obrero de su época, i hablar un filésofo. Luego, cuando escribié con Engels e] Manin com 1848, utilizé un estilo periodistico, ligero, muy eficaz 7 eae de vo. Pero no es el estilo del Capital, que se dirige a los Provocay tas y a los politicos. No digas que la violencia podtieg om desde dentro» y no podeis someteria a las exigencias del sat? no y vulgar metalenguaje de la critica. {Sois poetas? Noos ie réis. Montale no esta doctorado y no por eso deja de ser un gran poeta. Gadda (doctor en ingenierfa) escribia como escribfa, todo dialectismos y rupturas estilisticas, pero cuando tuvo que elabo- rar un decalogo para los redactores de la radio escribié un gustoso, agudo y claro formulario con una prosa sencilla y comprensible para todos. Y cuando Montale escribe un articulo critico lo hace de modo que todos lo entiendan, incluso los que no comprenden su poesia. Volved a menudo al principio. Cuando es necesario, cuando el texto exige un descanso o una rememoracién; de todos modos, cuanto mas a menudo lo hagais, tanto mejor. Escribid todo lo que se os pase por la cabeza pero sélo du- rante la primera redaccién. Después notaréis que os habéis deja- do arrastrar por el énfasis que os ha alejado del centro de vues- tro tema. Entonces quitaréis las partes entre paréntesis ¥ s divagaciones y las pondréis en nota o en apéndice (véase). La i sis sirve para demostrar una hipétesis que habéis elaborad principio, no para mostrar que lo sabéis todo. : Utilizad al ponente como conejo de indias. Habéis de owe de manera que el ponente lea los primeros capitulos (y 14 Poco a poco, todo el resto) con mucho anticipo sobre la ‘or eo Presentacién. Sus reacciones os podrén servir. Si el dire yr ON qcupado (028 perezoso), utilizad un amigo. Verificad si entienden ue habéis escrito. No juguéis al genio solitario, Ce No os obstinéis en empezar por el primer capitulo. Si, por el contrario, estais mas preparados y documentados sobre el capitu- jo cuarto, empezad por éste, con la soltura del que ya ha puesto a ‘unto los capitulos precedentes. Esto os dard Animos. Natural- mente, tendréis un punto de referencia: el indice como hipétesis que 0s guiard desde el principio. 'No uséis puntos suspensivos ni exclamaciones, no expliquéis las irontas. Se puede usar un lenguaje absolutamente referencial oun lenguaje figurado. Por lenguaje referencial entiendo un len- guaje en el que cada cosa es llamada por su nombre mas comin, reconocido por todos, que no se presta a equivocos. «El aparato de television» indica de manera referencial lo mismo que «La peque- fia pantalla» indica de modo figurado. Este ejemplo muestra que también en una comunicacién «cotidiana» se puede utilizar un lenguaje parcialmente figurado. De un ensayo critico, un texto cientifico, cabe esperar que estén escritos en lenguaje referencial (con todos los términos bien definidos y univocos), pero también puede resultar util usar una metéfora, una ironfa, una litote. He aqu{ un texto referencial seguido de su transcripcién en términos soportablemente figurados: ] uogi2epai e7 7 | Version referencial. Krasnapolsky no es un intérprete muy | agudo de la obra de Danieli. Su interpretacién extrae del texto del autor cosas que el autor probablemente no queria decir. A prop6- sito del verso «y por la noche mirar las nubes», Ritz lo considera | una anotacién paisajistica normal, mientras que Krasnapolsky ve en él una expresién simbélica que alude a la actividad poética. No hay que fiarse de la agudeza critica de Ritz, pero del mismo modo hay que desconfiar de Krasnapolsky. Hilton observa que «si Ritz Parece un folleto turistico, Krasnapolsky parece un sermén de cuaresma». Y afiade: «Realmente, dos criticos perfectos». Versién figurada. No estamos convencidos de que Krasna- Polsky sea el intérprete mas agudo de Danieli. Al leer a su autor, aquel da la impresién de querer buscar tres pies al gato. A propé- sito del verso «y por la noche mirar las nubes», Ritz lo considera una anotacién paisajistica normal mientras que Krasnapolsky Pulsa la tecla simbélica y ve en él una alusi6n a la actividad poé- tica. No es que Ritz sea un prodigio de penetracién critica, pero también Krasnapolsky se pilla los dedos. Como observa Hilton, si V. La redacci6n { 2 1 | v2. Como se habla Ritz parece un folleto turistico, Krasnapolsky pang de cuaresma: dos modelos de perfeccién critica "°° UN se Habréis visto que la versién figurada utiliza vari . retéricos. Ante todo la Litote: decir que no estamos cony, ite que sea un intérprete agudo quiere decir que estamos Coy 8 de dos de que no es un intérprete agudo. Luego hay varias Veng. ras: buscar tres pies al gato, pulsar la tecla simbélica, anette. decir que Ritz no es un prodigio de penetracién gj ifica ; un modesto intérprete (litote). El recurso al folleto turistie® es sermén cuaresmal son dos similes, mientras que la obser yal de que los dos autores son criticos perfectos es un ejemplo yetion nia: se dice una cosa para significar su contrario, e iro. Ahora bien, las figuras retéricas 0 se usan 0 no st se usan es porque se supone que nuestro lector est e; nes de entenderlas y porque se cree que el tema apar: manera, mas incisivo y convincente. En ese caso, avergonzarse y no hay necesidad de explicarlas. Si se supone que nuestro lector es un idiota, no se usan figuras ret6ricas, pero usarlas explicandolas es llamar idiota al lector. El cual se venga llamando idiota al autor. A continuacién vamos a ver qué haria un escritor timido para neutralizar y excusar las figuras que utiliza: e Usan. §} T Condicio. ce, de esta no hay de qué Version figurada con reservas. No estamos convencidos de que Krasnapolsky sea el intérprete... mas agudo de Danieli. Al leer a su autor, aquel da la impresién de... querer buscar tres pies al gato. A propésito del verso «y por la noche mirar las nubes», Ritz lo considera una anotacién «paisajistica» normal mientras que Krasnapolsky pulsa... la tecla simbélica y ve en él una alusién a la actividad poética. No es que Ritz sea un... prodigio de inter- pretacién critica pero también Krasnapolsky... jse pilla los dedos! Como observa Hilton, si Ritz parece un... folleto turistico, Kras- napolsky parece un... sermén de cuaresma, y los define ( jirénica- mente!) como dos modelos de perfeccién critica. Sin embarg®, bro- mas aparte, ete, Estoy convencido de que nadie puede ser tan intelecto mente pequefio burgués como para elaborar un fragmen! db entretejido de timideces y plagado de excusas. He exagere esta vez lo digo porque es diddcticamente importante Q™ parodia sea comprendida como tal). Pero este tercer frae™ sual > contiene, condensados, pues defectos del escritor indeciso, fon to rimer lugar, el uso de los puntos s ‘pensivos para advertir fn pm do, que ahora viene una gorda!», Pueril, Los puntos sus- «edo solo se usan, como veremos, dentro de una cita para se. ns! los fragmentos omitidos, y como maximo al final de un pe- Saar indicar que una lista no esta terminada, que todavia fabri cosas que decir. En segundo lugar el uso de signos de ad- miracién para acentuar una afirmacién. Esta mal, al menos en un ensayo critico. Si verificdis en el libro que estais leyendo, adverti- réis que he usado una o dos veces los signos de admiracién. Una o dos veces es posible, si se trata de levantar al lector de su asiento, de subrayarle una afirmacién vigorosa del tipo: «Atencién, ino co- metdis nunca este error!» Pero es una buena costumbre hablar en voz baja. Si decis cosas importantes hard mas efecto. En tercer lu- gar, el autor del tercer fragmento se excusa Por utilizar la ironia (que, ademas, es de otro) y la subraya. Realmente, si os parece que laironfa de Hilton es excesivamente sutil podéis escribir: «Hilton afirma con sutil ironia que estamos en p resencia de dos criticos perfectos». Pero la ironia debe ser efectivamente sutil. En el caso citado, una vez que Hilton ha hablado de folleto turistico y de ser- mén de cuaresma, la ironia era evidente y no valia la Pena expli- 161 carla por lo menudo. Valga lo dicho para el «bromas aparte». A veces Puede ser uti] para cambiar bruscamente el tono del discurso, Pero solo cuando habéis bromeado de verdad. En el caso que esta- mos examinando se ironizaba y se metaforizaba y esto no son bro- mas, sino artificios retéricos muy serios. Observaréis que en este libro he expresado por lo menos dos Veces una Paradoja y después he advertido que se trataba de una Parodoja. Pero no lo he hecho porque creyera que no lo habjais Comprendido, Lo he hecho, al contrario, porque tenfa miedo de que hubierais comprendido demasiado, y opinarais que no ha- lane’ fiarse de esta paradoja. Por eso insistia en que, a pesar de teh Paraddjica, mi afirmacién contenia una verdad avers a 2 aclarado bien las cosas porque este es un bro i ‘atlas compre ; Mas que de un bonito estilo, me preocupo le que aa yo hub lo que quiero decir, De haberse tratado leu fr enunciado la paradoja sin sefialarla después. ast 0 ve finid siempre un término cuando lo introducis por pri ae Principarcn?,S@b6is definirlo, evitadlo. Si es uno de los térmi ‘ irlo, dejadlo todo Blantado, 6 de vuestra tesis y no logréis definirlo, dejadlo ‘Os habéis equivocado de tesis (0 de actividad). ug192epal B7 AQ eiqey as omg ‘770, an os’ a v. La redaccion | [ (rez ' | v2. Cémo se haba No expliquéis dénde esta Roma sin explicar despug estd Tombuctti. Me produce escalofrios leer tesig on fe dong, tipo: «El filésofo panteista hebreo-holandés Spinoza ha Tases do] nido por Guzzo...». jAlto! O estais haciendo una tesig mie o deg. za y en ese caso vuestro lector sabe quién es Spinoza Te Sing. béis dicho que Augusto Guzzo ha escrito un libro sobre ¢] leha. citando ocasionalmente esta afirmacién en una tesis de focsis clear y en tal caso no debéis suponer que el lector no se any. es Spinoza pero si que sepa quién es Guzzo. 0, incluso, haven tesis sobre la filosofia posterior a Gentile en Italia, ytodee se! quién es Guzzo pero también sabran quién es Spinoza. Tam is digdis en una tesis de historia: «T. S. Eliot, poeta inglés, (ay Foe de que nacié en América). Se da por descontado que T. §, Hite universalmente conocido. Como mucho, si queréis subrayar &s se ha comportado como un poeta inglés al decir tal cosa, dirsis tt S, Bliot es un poeta inglés cuando dice que...». Pero si hacéis ung tesis sobre Eliot tened la humildad de proporcionar todos los da- tos. Si no en el texto, al menos en una nota ya desde el Principio hay que ser tan honestos y precisos como para condensar en diez lineas todos los datos biograficos necesarios. No es evidente que el lector, por especializado que esté, sepa de memoria cuando nacié Eliot. Razén de mas cuando trabajais sobre un autor menor del si- glo pasado. No supongdis que todo el mundo sabe quién es. Decid rapidamente quién era, cémo se sittia y asi sucesivamente. Inclu- so si el autor es Moliére, {qué os cuesta poner una nota con un par de fechas? Nunca se sabe. éYo o nosotros? {En la tesis se deben introducir las opiniones personales en primera persona? {Se puede decir «yo pienso que...»? Algunos creen que es mas honrado hacerlo asi en lugar de utilizar el plural mayestdtico, No es asi. Se dice «nosotros» porque se sup0- ne que aquello que se afirma puede ser compartido por los lectores- Escribir es un acto social: yo escribo a fin de que tui que me lees aceptes aquello que te propongo. Como maximo se puede intentar evitar los pronombres personales recurriendo a expresiones ™ impersonales como: «por lo tanto se puede concluir que, luego rece seguro que, al Ilegar a este punto se podria decir, es laa que, de lo cual se deduce que, al examinar este texto se ve que? No es necesario decir «el articulo que he citado precedentement®” tampoco «el articulo que hemos citado precedentemente» CH dirt basta con escribir «el articulo citado precedentemente». Pero ve. que se puede escribir «el articulo citado precedentemen' | 7 | | tra que», pues las expresiones de este género no impli- demues na personalizacién del discurso Cientifico, ea nunca el articulo delante de Un nombre propio, Una Deere nombre propio indica up célebre manual, as de consulta 0 un diccionario («seguin el Casares, como we el Marfa Moliner»), No castellanicéis nunca los s textos dicen «Juan Pablo a es ridiculo. {Os imaginais Woasingar» o «Valeriano Giscard San libre italiano eseribine Be tante,en algunos libros de text nombres de log extranjeros, A). Sartre» 9 «Luis Wittgenstein», lo que un periédico diga «Enrique @Estaing,? EY os parecerig bien ‘enedetto Pérez Galdés»? No obs- 0 se dice «Benito Spinoza» en lu- ‘oro, Aung que se espera que e mas More, V3. Las citas V3.1, Cuando y cémo Se cita: die: Normalmente en una tesis se citan muchos fenton de oti, el texto objeto de vuestro trabajo, las fuentes primarias, Tat itica y las fuentes secundarias. eG ita if pues, eg citas son précticamente de dos Sacra un Que después se interpreta y (b) se cita un ode la interpretacion personal. 4 Es diffci] decir * “epende d. Tequiey Te obvia, tran, ‘tos y Zz reglas i jue- si se debe citar con abundancia ae pee el tipo de tesis. Un andlisis rile ¢ em eet mente que grandes fragmentos le spartans analizados. En otros casos, las citas pt ug}s2epas eT A os I CO — {. ” 5 8 & ZU g 4 > [rea g 4 4 es eae ifestacién de desidia en cuanto que el candidato no ¢,,: ee de resumir una serie cualquiera de datos y: pre” dejar que se lo haga otro. \ -_ e Por lo tanto, damos diez reglas para las citas, Regla 1: los fragmentos objeto de andlisis inte citan con una amplitud razonable. . | Regla 2: los textos de literatura critica se citan solo Cuando con su autoridad corroboran 0 confirman una afirmacin Nuestra Estas dos reglas implican algunos corolarios obvios, En pri, mer lugar, si el fragmento a analizar supera la media Pagina, eso significa que algo no funciona: o habéis recortado una Unidad de anélisis demasiado amplia, y en ese caso no llegaréis a comen- tarla punto por punto, 0 no estais hablando de un fragmento cae de un texto entero, y en ese caso, mas que hacer un anilisis es. tais pronunciando un juicio global. En tales casos, si el texto es importante pero demasiado largo, es mejor transcribirlo en toda su extension en apéndice y citar, a lo largo de los capitulos, inj. camente perfodos breves. En segundo lugar, al citar literatura critica debéis estar se- guros de que las citas aporten algo nuevo o confirmen lo que ya habéis dicho con autoridad. Ejemplo de dos citas intitiles: TPretative 56 Las comunicaciones de masa constituyen, como dice Me- Luhan, «uno de los fenémenos centrales de nuestro tiempo». No hay que olvidar que, sélo en nuestro pais, segtin Savoy, dos in- dividuos de cada tres pasan un tercio de la jornada delante del televisor, éQué hay de equivocado o de ingenuo en estas dos citas? Ante todo, que las comunicaciones de masa son un fenémeno central de nuestro tiempo es una evidencia que cualquiera po- dria haber dicho, No se excluye que lo haya dicho también McLuhan (tampoco lo he comprobado, me he inventado la cita), pero no es necesario referirse a alguien con autoridad para demostrar una cosa tan evidente. En segundo lugar, es Po sible que el dato que transcribimos después sobre la audiencia televisiva sea exacto, pero Savoy no constituye autoridad (es ut nombre que me he inventado). Habriais tenido que citar més bien una investigacién sociolégica firmada por estudiosos conoct dos y respetables, o unos datos del instituto central de estadisti Ca, 0 los resultados de vuestra propia encuesta corroborados P SS adros en apéndice. Antes que citar a un Say cua asido preferible decir «se puede suponer bier ersonas de cada tres, etc.», dos Feegla 3: la cita supone que se co: tado, a menos que el fragmento vay: resiones criticas. Regla 4: en cada cita deben figurar clara: elautor y la fuente impresa o manuscrita, Ei mite varios modos: °y cualquiera hu- tranquilamente que mparte la idea del autor ci- ‘a precedido o Seguido de ex- ‘mente reconocibles sta localizacién ad- a) con Ilamada y envio a la nota, forma ut: autor nombrado por vez primera; b) con el nombre del autor y fecha de Publicacién de la obra entre pa- réntesis, detras de la cita (ver para esto V.4.3.); 6) con simples paréntesis que transcriben el mimero de la pégina si todo el capitulo o toda la tesis versa sobre la misma obra del mismo autor. En el cuadro 15 veréis cémo se puede estructurar una pagina de una tesis con el titulo El problema de la epifania en el «Portrait. de James Joyce; en él la obra sobre la que versa la tesis, una vez de. finida la edicién empleada y una vez que se ha decidido utilizar, por Tazones de comodidad, la traduccién espaiiola de Damaso Alonso, es citada con el numero de la pagina entre paréntesis en el texto, mientras que la literatura critica se cita en nota. ilizada cuando se trata de un Regla 5: las citas de las fuentes primarias se hacen normal- mente refiriéndose a la edicion critica oa la edicién mas acredi- da; es desaconsejable en una tesis sobre Balzac citar las pagi- nas de la edicién Livre de Poche; se recurre por lo menos a la opera omnia de la Pléiade. Para los autores antiguos y ee, Sa Seneral basta con citar pardgrafos, capitulos 0 versiculos hee aids Costumbre (ver 11.2.3). Para autores contempordneos, $1 es Be una edicién, citar en la medida de lo posible de la prime a @ ultima Tevisada y corregida, seguin los casos. Sear el Mera si lag Siguientes son meras reimpresiones ¥ 7 tne casts punttiene Tevisiones y afiadidos, si esta puesta al ate. Samael io, We especificar que existen una primera ey 1112.3). iin y aclarar de cual se toma la cita (ver Dare aajerds Jas citas ad egla 6: cuando se estudia un autor ee sise tra- ben ir en la lengua original. Esta regla es de a de Cesare Pavese- Nosotros, la tig El autor se sirve de la version italiana dee tos T) ‘on de Biblioteca Nueva, Madrid, 1971. a] s ugi92epai eB] (165), Sea SET EN, 1, v. La redacci6n | V.3, Las citas os” T mag ta de obras literarias. En tales casos puede se a om Taduccig, 28 itil poner detras entre paréntesis 0 en nota la t neos para esto a las indicaciones del ponente, Si se tsb. autor cuyo estilo literario no analizais Pero en quien tie, ¢ to peso la expresion exacta del pensamiento con todos NE cig. tices lingiiisticos (por ejemplo, el comentario de log fe 8 ma. filésofo), bien esta trabajar sobre el texto extranjero 08, de un pero también es altamente aconsejable afiadir entre ah nal, en una nota la traducci6n, aparte de que ésta Constity Entesig bién un ejercicio interpretativo por vuestra parte, Final 7 si se cita un autor extranjero pero simplemente para das lente, informacién, unos datos estadisticos 0 histéricos, un jute, Una neral, se puede utilizar también una buena traduccién a ge. Ilana o, sin més, traducir el fragmento para no someter a] i tor a continuos saltos de lengua a lengua. Basta con citar big, el titulo original y aclarar qué traducci6n se usa. Por iltine puede ocurrir que se hable de un autor extranjero, que este aa tor sea poeta o narrador, pero que sus textos sean examinados no tanto por su estilo como por las ideas filoséficas que contie. nen. En estos casos también se puede, si las citas son muchas y continuas, partir de una buena traduccién para hacer mas flui- do el razonamiento, insertando inicamente breves fragmentos del original cuando se quiere subrayar el uso revelador de cier- to término. Es el caso del ejemplo de Joyce (cuadro 15). Ver tam- bién el punto c) de la regla 4. Regla 7: el envio al autor y a la obra tiene que ser claro. Para comprender lo que estamos diciendo, valga el siguiente ejemplo (incorrecto): Estamos de acuerdo con Vasquez cuando sostiene que el pro- blema que examinamos esta lejos de ser resueltor' y, a pesar de la conocida opinién de Braun, para quien «las cosas han quedado de finitivamente claras en lo que respecta a este viejo problema, & tamos de acuerdo con nuestro autor en que «queda mucho camin? por recorrer antes de aleanzar un nivel de conocimiento suficient™- La primera cita es verdaderamente de Vasquez y 2 8°60) da de Braun, pero {la tercera es realmente de Vasque? ° 7 160. 1. Roberto Vasquez, Fuzzy Concepts, Londres, Faber, 1976, PAB" a45. 2. Richard Braun, Logik und Erkenntnis, Munich, Fink, 1968 ENS exto nos deja suponer? Y tenie ema sefialado la primera cite de Vast ate enla nota 1 desu obra, {tenemos que suponer que la tercera cita, ee Ja misma pagina del mismo libro? 2 gi la tercere cree de Braun? He aqui como tenia que haber sido Peden oe fragmento: ‘ado este Estamos de acuerdo con Vasquez cuando sostiene af problema que examinamos esté lejos de ser resuelto.' » eee de la conocida opinién de Braun, para quien slas cosas har nt dado definitivamente claras en lo que respecta a este vidoe, blema»,’ estamos de acuerdo con nuestro autor en que aa mucho camino por recorrer antes de aleanzar un nivel de eemern miento suficiente».? Habréis notado que en la nota 3 hemos puesto: Vasquez, , p. 161. Si la frase hubiera estado en la misma pagina 160, hubiésemos podido poner: Vasquez, ibidem. Sin embargo, hubi ra sido peligroso poner «ibidem» sin especificar «Vasquez». Esto hubiese significado que la frase se encuentra en la pagina 345 ‘del libro de Braun citado inmediatamente antes. «Ibidem», por lo tanto, significa «en el mismo lugar» y se usa solo cuando se quiere repetir punto por punto la cita de la nota precedente. Pero si en el texto, en lugar de decir «estamos de acuerdo con nuestro autor» hubiésemos dicho «estamos de acuerdo con Vas- quez» y lo hubiésemos transcrito de nuevo de la pagina 160, hubiésemos podido utilizar en la nota un simple «ibidem». Con una sola condicién: que se haya hablado de Vasquez y de su obra unas lineas antes 0, al menos, en el ambito de la misma pagina y no mas de dos notas antes. Si, por el contrario, Vas- quez ha aparecido diez paginas mds atras, es mucho mejor re- petir en la nota las indicaciones por entero 0, como minimo, «Vasquez, op. cit., p. 160». _ Regla 8: cuando una cita no supera las dos o tres lineas se Puede insertar dentro del parrafo entre comillas dobles, como ‘ago yo ahora citando a Campbell y Ballou, los cuales dicen gue «las citas directas que no superan las tres lineas meeanoe a das van encerradas entre dobles comillas y aparecen en el te ,. 160. 1. Roberto Vasquez, Fuzzy Concepts, Londres, Faber, 1G oe i 2. Richard Braun, Logik und Erkenntnis, Munich, Fink, 3. Vasquez op. cit., pag. 161. seyp SET "EN, x ug}2epad eT A | 4 La redaccion | i a V3. Las citas | to». Cuando, al contrario, la cita es wr neo ao Poner ™ »spacio y con mayor margen (s esta escrita a ee ai os, entonces la cita puede ir a dos espacios). Ey, este tres espacio ‘necesarias las comillas, pues tiene que quedar cla. Cas mo tlos los fragmentos con mayor margen ¥ @.un espacia ro que to ave que tener cuidado de no usar el mismo Sistema Ea ee * sbservaciones o disquisiciones secundarias (que para einen nota). He aqui un ejemplo de doble cita con may. figuraré gen amplio: Si una cita directa tiene una longitud de mas de tres lineas mecanografiadas se pone fuera del texto en un pardgrafo oen ys. i sy aun espacio... a Merete hay ae mantener la divisién en parégrafos de la fuente original. Los parrafos que se suceden directamente en Ja fuente quedan separados por un solo espacio, asi como las diver. sas lineas del paragrafo. Los pardgrafos citados provenientes de dos fuentes diferentes y que no estan separados por un comenta. rio se deben separar mediante un doble espacio.* La ampliacién del margen se utiliza para indicar las citas, especialmente en una redaccién con numerosas citas de divers, longitud... No se usan comillas.* Este método es muy cémodo porque inmediatamente pone ante los ojos los textos citados, permite saltarselos cuando se hace una lectura transversal, detenerse exclusivamente en ellos cuando el lector se interesa mas Por los textos citados que por nuestro comentario y, por Ultimo, permite localizarlos inmedia- tamente cuando es necesario Para una consulta. 1.W.G. Campbell y §. V, Ballou, Form and Style, Boston, Houghton Mif- flin, 1974, pag. 40, 2 Campbell ¥ Ballou, op. cit, pag. 40. -P.G. Perrin, ro i i. and Co, 1959, pag. gan dex f0 English, 4 ed, Chicago, Scott, Forest >, - Regla 9: las citas tienen que ser fieles. Prim anscribir las palabras tal y como son (y a tal fin, Ka después de redactar la tesis, cotejar las Citas e porque al copiarlas a mano 0 a maquina se puede h: en errores u omisiones). Segundo, no se puede eliminar Parte del texto sin sefialarlo: esta serial de elipsis se efectiia mediante la in- sercién de tres puntos Suspensivos que corresponden a la parte omitida. Tercero, no se debe interpolar; todos nuestros comenta- rios, aclaraciones, especificaciones, tienen que aparecer entre pa- réntesis cuadrados o corchetes. Incluso los subrayados que no son del autor sino nuestros, tienen que ser sefialados, Por ejemplo: en el texto citado dentro del otro se sugieren reglas ligeramente di- ferentes de las que yo uso para interpolarlo; esto nos sirve para comprender cémo también los criterios pueden ser de diferente tipo, siempre que su adopcién sea constante y coherente: ero, hay que siempre esté on el original, aber incurrido Dentro de la cita... pueden aparecer algunos problemas... Cuando en la transcripcién se omite una Parte del texto, se sefia- lard insertando tres puntos entre corchetes [nosotros, en cambio, habfamos sugerido simplemente tres puntos, sin paréntesis)._ En cambio, cuando se afiaden unas palabras para la compresién del texto transcrito, estas se insertardn entre paréntesis cuadrados Ino olvidemos que estos autores se refieren a las tesis de literatu- ra francesa, donde a veces puede ser necesario interpolar una pa- Jabra que faltaba en el manuscrito original pero cuya presencia es Presentida por el filélogo]. Se recuerda la necesidad de evitar los errores de francés y de escribir un castellano correcto y claro (el subrayado es nuestro).! Si el autor que citdis, aunque digno de mencién, incurre en un error patente de estilo 0 informacién, tenéis que respetar su caret Pete sefialarselo al lector al menos con unos corchetes de fats Po: Isic]. Por lo tanto diréis que Savoy afirma que «en 1820 Isic), después de la muerto de Bonaparte, la situacién europea tratttbia, lena de sombras y de luces». Ahora bien, yo de voso- * Perderia de vista al tal Savoy. ads ae egla 10: citar es como aportar testigos en un juicio. Tenéis Aue estar Siempre en condiciones de encontrar los testimonios y letter: Campagnoli y A. V, Borsari, Guida alla tei di laurea in lingua e “atura francese, Bolonia, Patron, 1971, pag. 32. > x ugis2epai e7 Aj CO V. La redaccion V3. Las citas Jemostrar que son aceptables. Por eso la referencia tiene que de dem ; y puntual (no se cita a un autor sin decir QUE libro . ser ae verifiable por todos. Entonces, jqué habra A qué pa dna informacién o un juicio importante Provienen i: cee Ot nieacién personal, de una carta o de un ™Manuseritg ene .de perfectamente citar una frase poniendo en la Rota una de estas expresiones: icacién personal del autor (6 de junio de 1975), 2 Covta personal del autor ( de junio de 1975), 8, Declaracones regstradas el 6 de junio de 1975, 4, C.Smith, Le fonti dell Edda di Snorri, manuserito, 5. C. Smith, Comunicacion al XII Congreso de Fi nuscrito (en vias de publicacién por el edit Haya). sioterapia, ma. ‘or Mouton, La Os habréis dado cuenta de que para las fuentes 2,4 y 5 exis, ten documentos que siempre podréis exhibir. En cambio la fuen- te 3 es imprecisa, pues el termino «registrar» no da a entender sj se trata de una grabacion o de notas taquigrdficas, En cuanto a la fuente 1, solo el autor lo podria desmentir (y podria haberse muerto entretanto). En estos casos extremos siempre es una bue- na norma, después de haber dado forma definitiva a la cita, co- municarsela por carta al autor y obtener de él una carta de res- puesta en la que diga que se reconoce en la idea que le habéis atribuido y que os autoriza a usar la cita. Si se tratase de una in- formacién enormemente importante e inédita (una nueva formu- la, el resultado de una investigacién todavia en poner en el apéndice de la tesis una copia de la carta de auto- rizaci6n, Naturalmente, a condicién de que el autor de la infor- macién sea una autoridad cientifica conocida y no un botarate cualquiera. Reglas menores: si una sefial de elipsis (1 chetes) actuad como si queréis ser precisos, cuando introduzedis los tres puntos suspensivos con 0 sin cor- gue con la puntuacién: Si omitimos una parte que seguir a la puntuacién Parte central... Poco importante, ... la elipsis Heng de la parte completa. Si omitimos un » la elipsis precede a la coma, ‘i Cuando citéis versog ateneos a los usos de la literatura e Ca a que os referis, En todo ¢aso, un solo verso puede ser cita' Pe PP en el texto: «la mocita viene del ¢ ‘AMpo». Dos verso: i Fa. patios $ versos se pueden ci. tar en el texto separados por una barra: «Corrientes oc a x7 ras, cristalinas; / drboles que os estdis mirando en cine, ey 5 cambio, si se trata de un fragmento poético mas largo, es mejor 3 recurtir al sistema de un solo espacio y con mayor margen: = | 2 pee Y cuando nos casemos, ES $ ioh, que feliz la vida asi! Que amo a la dulce Rosie O'Grady y Rosie O'Grady me ama a mi. Procederéis de la misma manera si os encontrdis con un solo verso que ha de ser tema de un largo andlisis sucesivo; por ejem- plo, si queréis extraer los elementos fundamentalés de la poética de Verlaine del verso De la musique avant toute chose En estos casos, os diré que no es necesario subrayar el verso aunque se trate de una frase en lengua extranjera. Especial- mente si la tesis versa sobre Verlaine; si no, acabariais con un (715) centenar de paginas subrayadas. Sin embargo, escribiréis: De la musique avant toute chose et pour cela prefere Vimpair plus vague et plus soluble dans lair sans rien en lui qui pese et qui pose... especificando «el subrayado es nuestro» si el meollo de vuestro anilisis es la nocién de «disparidad». $12 5E1 "EA wa g a a > CUADRO 15, EJEMPLO DE ANALISIS CONTINUO DE UN MISMO TEXTO El texto de El artista adolescente es| tos de éxtasis que ya en Stephen Hero s fanicos: ta plagado de esos m e habian det nen finido como epi, Brilloy temblor, temblor y flujo, luz en aurora, lor que se abre, manaba con, jauamente des{ mismo en una sucesién indefinida, hasta a ples neta hasta el desvanecimiento de una rosa parida, hoja a hoja y oun de luz, para inundar el cielo todo de si tus dulees tornasoles, a cada mati cada oleada mas oscuros (pag. 174), del rojo, wz a onda de mas densos, a Se aprecia répidamente que también la vision «submarina» se convierte de inmediato en una visié peor este trénsito, con expresiones como «a brakin light by wane of light» y «soft flashes», LL Hancock, 4 Wo bondale, Southern Ti} Une v3.2. Citas, parafrasis y plagio Al hacer una ficha de lectura resumis en varios puntos el r que os interesa; es decir, hacéis una paréfrasis y repetis con palabras el pensamiento del autor. En otros casos transcribis fragmentos enteros entre comillas. Luego, cuando pasdis a redactar la tesis, ya no tenéis el tex- to ala vista y 0s limitais a copiar fragmentos enteros de vuestra ficha. Entonces, tenéis que estar seguros de que los fragmentos que copidis son verdaderamente pardfrasis y no citas sin comi- Tlas. En caso contrario cometeriais un plagio. Esta forma de plagio es bastante comin en las tesis. El es- tudiante se queda con la conciencia tranquila porque antes 0 después dice, en una nota a pie de pagina, que se esta refiriendo aese autor determinado. Pero pongamos por caso que el lector advierte que la pagina no esta parafraseando el texto original, sino que lo esta copiando sin utilizar las comillas: se lleva una mala impresién. Y esto no concierne al ponente, sino a cualquie- ra que después eche un vistazo a vuestra tesis para publicarla o para estimar vuestra competencia. {Cémo se puede estar seguro de que una pardfrasis no es un plagio? Ante todo, si es mucho mas breve que el original. Pero existen casos en que el autor dice cosas muy sustanciosas en una frase 0 perfodo breve, de manera que la parafrasis tiene que ser muy larga, mds larga que el fragmento original. En tal caso no hay que preocuparse neuréticamente de que no aparezcan las mismas palabras, porque a veces es inevitable o francamente util que ciertos términos permanezcan inmutables. La prueba mas segura la tendréis cuando sedis capaces de parafrasear el texto sin tenerlo ante los ojos. Significard que no solo no lo habéis co- Piado, sino que ademas lo habéis comprendido. ay Para aclarar mejor este punto transcribo ahora, en el nime- tial gn raemento de un libro (se trata de Norman Cohn, I fana- ‘Apocalisse). El numero 2 es un ejemplo de parafrasis razonable. tituyon el numero 3 doy el ejemplo de pardfrasis falsa que cons- Plagio. aime al niimero 4 doy un ejemplo de pardfrasis igual a la ee lizacig Pero donde el plagio es evitado gracias a la honesta uti- n de las comillas. auto >» paern | ug122e; 173}, seap se1 "En 2 | ~~ ext ‘iginal LEI eens del Antcrsto provoes una tens todavia ayy Generacién tras generacién vivieron en una constante espera det demoniodestrucorcuyo reino seria un cao sin ley una ede sagrada a la rapifia y al saqueo, a la tortura y a la masacre ang también preludio de una eonclusién deseada, la Segunda ree y el Reino de los santos. La gente estaba siempre alerta, ants a los ssignos» que, segin la tradicién profética, anuncirign acompafarian al ultimo «periodo de desérdenes»; % Puesto que los «signos» inclufan malos gobernantes, discordia civil, guetee sequia, escasez, peste, cometas, muertes imprevistas de pera’ najes eminentes y una creciente depravacién general, no huly ninguna dificultad para descubrirlos. < ne o o & U g 5 2. Una pardfrasis correcta Cohn’ es muy explicito sobre este punto. Esboza la situacién | de tensién tipica de este periodo en que la espera del Anticristo es | al mismo tiempo la espera del reino del demonio, inspirado en el dolor y el desorden y preludio de la llamada Segunda Llegada, la Parusia, el regreso de Cristo triunfante. Y en una época domina. da por acontecimientos luctuosos, saqueos, rapiiias, escasez y pes- te, a la gente no le faltaban «signos» correspondientes a estos sin- tomas que los textos proféticos habfan anunciado siempre como tipicos de la Negada del Anticristo. 3. Una falsa pardfrasis Seguin Cohn... {sigue una lista de opiniones expresadas por el autor en precedentes capitulos]. Por otra parte, no hay que olvi- dar que la Hegada del Anticristo dio lugar a una tensidn todavia mayor. Las generaciones vivian en la espera constante del demo- nio destructor, cuyo reino seria un caos sin ley, una edad consa- grada a la rapifia y al saqueo, a la tortura y a la masacre pero también al preludio de la segunda Llegada o del Reino de los san- tos. La gente estaba siempre alerta, atenta a los signos que, segin los profetas, acompafiarian y anunciarfan el ultimo «perfodo desérdenes»: y, puesto que estos signos inclufan los malos gobet- nantes, la discordia civil, la guerra, la sequia, la escasez, la peste yllos cometas, : asi como las muertes imprevistas de personajes im- 3 povtantes (ademds de una creciente depravacién general), 2° : 'ubo ninguna dificultad para deseubritlon a \ > | 18. 1. N.Cohn, I fanatic: dell’Apocalisse, Milén, Comunita, 1965, pA: 1! rr | 4, Una parafrasis casi textual que evita el plagio fees El mismo Cohn, antes citado, recuerda, por otra parte, que Ss da llegada del Anticristo provocé una tensién todavia mayor». 5 Las generaciones vivian en constante espera del demonio 3 destructor «cuyo reino seria un caos sin ley, una edad consagrada a ala rapifa y al saqueo, a la tortura y a la masacre pero también a preludio de una conclusién deseada, la Segunda Llegada y el Rei- no de los santos» La gente estaba siempre alerta y atenta a los signos que, se- gin los profetas, acompafiarfan y anunciarian el tiltimo «periodo de desérdenes», Ahora bien, apunta Cohn, como estos signos in- cluian «malos gobernantes, discordia civil, guerra, sequia, esca- sez, peste, cometas, muertes imprevistas de personajes eminentes y una creciente depravacién general, no hubo ninguna dificultad para descubrirlos»." ‘También es verdad que si os habéis tomado el trabajo de hacer la pardfrasis numero 4 daba lo mismo transcribir el frag- mento entero a modo de cita. Pero para hacer esto hubiera he- cho falta que en vuestra ficha de lectura estuviese ya el frag- mento transcrito integramente o que la pardfrasis no fuera dudosa. Como cuando redactéis la tesis ya no recordaréis qué (175) habéis hecho en las fichas, os interesa proceder desde ahora con correccién, Tenéis que estar seguros de que, si en la ficha no aparecen las comillas, lo que escribisteis era una parfrasis y no un plagio, V.4. Las notas a pie de pagina V4.1, Para qué sirven las notas ._Existe la opinién bastante extendida de que no sélo las te- Sis sino también los libros con muchas notas son un ejemplo de es- fobismo erudito y ademas un intento de echar una cortina de 'umo a los ojos del lector. Ciertamente, no hay que descartar femuchos autores utilicen abundantes notas para conferir un importante a su elaboracién personal, ni que muchos otros 1. Norman Cohn, fanatici dellApocalisse, Milon, Comunita, 1965, pi. ‘xiste traduccién al castellano, N. Cohn, En pos del milenio, Barcelona, “ eujbed ap aid e seiou sei “pA 128. ( ‘atral, 1972, que por razones obvias no utilizamos. (N. de los T)] | V. La redacci6n 176 = l V4. Las notas a pie de pagina = amontonen notas de informaci6n no esenciales, a veces Saquea. das a mansalva de entre la literatura critica examinada, Pero esto no quita para que las notas, cuando son utilizadas en su justa medida, sean necesarias. Cual es su justa medida no se puede decir, porque depende del tipo de tesis. Pero intentare. mos ilustrar los casos en que las notas son necesarias y cémo se ponen. a) Las notas sirven para indicar el origen de las citas. Si lag fuentes fueran indicadas en el texto, la lectura de la pagina seria dificultosa. Naturalmente hay varios modos de anotar las referencias esenciales disminuyendo el niimero de no- tas (ver el sistema autor-fecha en V.4.3.). Pero por lo gene- ral la nota sirve magnificamente para este fin. Cuando se trata de una nota de referencia bibliografica esta bien po- nerla al pie de pagina 0 al final del libro o del capitulo, pues asi se puede verificar rapidamente de un vistazo aquello de que se habla. b) Las notas sirven para afiadir a un tema discutido en el texto otras indicaciones bibliograficas de refuerzo: «sobre este tema ver también el libro tal». Aunque en este caso resultan mas cémodas a pie de pagina. ¢) Las notas sirven para referencias externas e internas. Tratado un tema, se puede poner en nota un «cfr.» (que quiere decir «confréntese» y remite a otro libro o a otro capitulo o parrafo de nuestro propio tratado). Las referencias internas se pue- den también poner en el texto si son esenciales; sirva de ejemplo el libro que estais leyendo, donde de vez en cuando aparece una referencia a otro pardgrafo. ) Las notas sirven para introducir una cita de refuerzo que en el texto estorbarfa. Es decir que vosotros hacéis una afirmacién en el texto y después, para no perder el hilo, pasdis a la si- guiente afirmacién, pero detras de la primera remitis a la nota en que mostrdis cémo una conocida autoridad confirma vues- tra afirmaci6n.' 1. «Todas las afirmaciones importantes de hechos que no son materia de comtin conocimiento... deben basarse en una evidencia de su validez. Esto puede hacerse en el texto, en la nota a pie de pagina o en ambos sitios» (CaP bell y Ballou, op. cit., pag. 50). | } | — Las notas sirven para ampliar las aseveraci ©) Jsho en el texto:' en este sentido son Utiles porque os permi. ten no apelmazar el texto con observaciones que, por impor- tantes que sean, son periféricas con Tespecto a vuestro argu- ‘ mento o no hacen més que repetir un punto de vista diferente de lo que ya habéis dicho de un modo esencial. f) Las notas sirven para corregir las afirmaciones del texto. Po- déis estar seguros de cuanto afirmais pero ser también cons- cientes de que alguien puede no estar de acuerdo, o tenéis en cuenta que, desde otro punto de vista, se podria interponer una objecién a vuestra afirmacién. Constituiria una prueba no solo de lealtad cientifica sino también de espiritu critico in- sertar una nota parcialmente reductora? g) Las notas pueden servir para ofrecer la traduccion de una cita que era esencial dar en lengua extranjera o la versién : original de control de una cita que por exigencias de flui- dez del razonamiento resultaba mas cémodo dar en tra- duccién. h) Las notas sirven para pagar las deudas. Citar un libro del que se ha extrafdo una frase es pagar una deuda. Citar un autor ae: de quien se ha empleado una idea o una informacién es pagar 177) | una deuda. No obstante, a veces hay que pagar también deu- das menos documentales y suele ser norma de correccién cien- tifica advertir, por ejemplo en una nota, de que una serie de ideas originales que estamos exponiendo no habrian surgido sin el estimulo recibido por la lectura de tal obra o por las con- versaciones privadas con tal estudioso. jones que habéi. 2 ugi22epal e7 A 1. Las notas de cont del texto, Por ejemplo, Util trasladar a nota di ®informaciones afiadi tenido pueden usarse para discutir o ampliar puntos Campbell y Ballou (op. cit., pag. 50) recuerdan que es iscusiones técnicas, comentarios incidentales, corolarios das. Camphath§,°%Plicar la utilidad de las notas, precisemos que, como recuerdan Tequiene 2 Ballou (op. cit., pag. 50), «el uso de las notas con fines de elaboracién rman, {ierta discrecién. Hay que tener cuidado de no pasar en las notas in- las ingen’ importantes y significativas: las ideas directamente relevantes y dicen J “maciones esenciales deben aparecer en el texto». Por otra arte, como Practice n8™9S autores (ibidem), «toda nota a pie de pagina debe justifiear

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