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MEMORIA VERBAL

De esta investigación se espera saber si hay alguna diferencia en la inteligencia y la memoria


verbales en estudiantes disléxicos y estudiantes no disléxicos en primaria. Nuestra muestra estuvo
conformada por 50 alumnos mujeres y varones, los cuales rondas las edades de 6 a 12 años, a los
cuales se les realizo test de inteligencia y memoria para puntuar su desarrollo verbal y memoria.
Los análisis de datos se realizaron de manera descriptiva en Correlación de Pearson, t de Student y
U de Mann-Whitney. De los resultados se pudo apreciar que no existe una diferencia notable
entre os estudiantes disléxicos y no disléxicos, en la memoria verbal de corto plazo y la de largo
plazo. De la misma manera no se encontró evidencias de la correlación entre la inteligencia y la
memoria verbales en el grupo de estudiantes disléxicos. Por el otro lado en conexión de la
inteligencia verbal y memoria de trabajo verbal en estudiantes disléxicos es notablemente menor
a la inteligencia verbal y memoria de trabajo verbal en estudiantes que no padecen de dislexia.
Congruentemente el conjunto de estudiantes disléxicos padece un menor rendimiento al
momento de realizar las actividades de casa de inteligencia verbal y de memoria de trabajo verbal.
Lo que nos da a entender que la inteligencia verbal y la memoria de trabajo verbal están dentro
del síndrome disléxico. Entonces, Si se llega a estimular la inteligencia verbal junto a la memoria de
trabajo verbal en los estudiantes disléxicos desarrollaran más su proceso lector.

MEMORIA A CORTO PLAZO

En la universidad de caldas, en la facultad de ciencias sociales se formo en el 2007 la orientación


(desarrollo de competencias colectivas) dirigido al enfrentamiento cognitivo y metacognitivo de
cada uno de los estudiantes de los varios programas de pre grado y también como un lugar para la
investigación docente para reconocer las característica del cómo trabajan el funcionamiento
cognitivo de los diferentes estudiantes, con el fin de tener mayor información y argumentar la
investigación docente. Como el desarrollo de aprendizaje y el cómo encaminar la enseñanza. Esto
no solo en el ámbito de dícticas comunes y específicas, como también una búsqueda de las
potencialidades de los estudiantes, comenzando con el los áreas cognitivas, metacognitivos y el
talento cerebral. Allí comienza la investigación (desarrollo de competencias cognitivas) y el
desempeño de las habilidades cognitivas en los estudiantes de semestres inferiores de la
universidad de caldas en el 2008

El objetico es ver si tal asignatura logra aumentar las habilidades de atención, memoria, lenguaje y
función en los estudiantes de ciclos inferiores en la universidad.

Con estos resultados podemos concluir que aunque la investigación no reafirmo la hipótesis,
como el saber las diferencias entre los grupos experimental y de control, a partir de sanciones
cognitivo y metacognitivo de las áreas de desarrollo en atención, lenguaje y función ejecutiva en
pretest y postest, se logro saber los cambios en la memoria.

De tal manera que esta investigación en la que se muestra la memoria de estudiantes que fueron
parte de este trabajo, y la correlación con la inteligencia. Por otro lado, la literatura nos explica
que si hay relación entre inteligencia y memoria de trabajo. DE tal manera que la inteligencia
depende de la velocidad de procesamiento y la capacidad de memoria de trabajo, Para mejorar la
inteligencia educativa se debería intervenir los puntos de colapso que los estudiantes sufren, por
las limitación que se refleja en la competencia memoria de trabajo

MEMORIA A LARGO PLAZO

Es un sistema para almacenar una gran cantidad de información en forma posiblemente


permanente, y es poco apto a la interferencia. El proceso por el que la memoria de corto plazo se
transforma en memoria de largo plazo ha sido llamado consolidación de la memoria. Una vez
nombradas, las memorias son relativamente estables, pero el proceso mismo de consolidación
parece ser gradual y la memoria de largo plazo suele presentar grados crecientes de estabilidad a
medida que el tiempo pasa, así como con la repetida memoria de la información almacenada
(Margado, 1998). La memoria de largo plazo está relacionada con más cambios plásticos que
dinámicos, como cambios también funcionales, persistentes en el cerebro. Un experimento simple
puede distinguir entre estas dos alternativas. Si la actividad neuronal es inconclusa
temporalmente, la memoria representada por mecanismos dinámicos, como los circuitos
reverberantes quedaría permanentemente extinguida. La actividad neuronal puede ser rebajada
por la anestesia profunda, o por anoxia. Cuando esto sucede los recientes recuerdos se pierden
pero no los recuerdos anteriores. Se cree que los recuerdos viejos no son mediados por cambios
dinámicos sino que también involucran cambios físicos en el cerebro (Kupfermann, 1991 ). Los
datos sobre la amnesia en humanos han sugerido que es necesaria una clasificación de la memoria
de largo plazo. De acuerdo con los resultados obtenidos esta memoria podría clasificarse en
memoria declarativa y de procedimiento (Squire, 1987 )

MEMORIA Y APRENDIZAJE

Lo que aprendemos es almacenado en nuestro cerebro y constituye lo que denominamos


memoria. Por definición, no hay aprendizaje sin memoria y ni memoria sin aprendizaje, aunque
éste último sea de naturaleza elemental. Aprendizaje y memoria son dos procesos estrechamente
ligados y en cierto modo coinciden, como las dos caras de una misma moneda. Están además
presentes en muchos procesos cerebrales, como la percepción sensorial, las emociones o el
lenguaje, por lo que los especialistas tienen dificultades para referirse a alguno de ellos con
independencia del otro o para discernir su presencia o participación específica en una función
cerebral o conductual. La memoria –gentes, lugares y sucesos- define lo que cada uno de nosotros
somos y da a nuestra vida un sentido de continuidad.

MEMORIA IMPLICITA
Memoria implícita o también conocida como procedimentales son los recuerdos básicamente
inconscientes en que se basan nuestros hábitos perceptivos y motores, la memoria implícita se
forma a partir de tipos de aprendizaje filogenéticamente antiguos, ligados a las condiciones de
adaptación y supervivencia de cada especie. La memoria implícita es un tipo de memoria que hace
que dejemos de horrorizarnos cuando oímos ruidos penetrantes con los que ya estamos
familiarizados, como también salivar ante la presencia de una comida apetitosa, comportarnos
rutinariamente de forma socialmente aceptada, reconocer inmediatamente a nuestros familiares y
amigos o montar en bicicleta. Su expresión es en gran medida automática y difícil de verbalizar.
Generalmente es una memoria fiel, rígida y duradera, que se obtiene gradualmente y se
perfecciona con la práctica. Una excepción son las memorias de las situaciones con alto contenido
emocional, que pueden ser alcanzadas y formadas muy rápidamente, con una sola experiencia
como por ejemplo, muchos no olvidarán nunca el momento y lugar o situación en que recibieron
la noticia del colapso de las torres gemelas de Nueva York, la primera vez que vieron a su hijo
recién nacido u otras primeras veces. Otra característica de las memorias implícitas son las
preferencias biológicas de cada especie animal y de cada persona para adquirirlas. Usualmente
todas las formas de aprendizaje que dan lugar a la memoria implícita están establecidas por
grados más o menos específicos de plasticidad cerebral. Hay muchos ejemplos. Las abejas son
animales esencialmente capaces de establecer sociedades con colores y olores, los pájaros que
anidan tienen una excelente memoria espacial, las ratas son animales bien adaptados al
aprendizaje en laberintos, los primates han desarrollado habilidades especiales para el aprendizaje
de naturaleza social y, entre estos últimos, los humanos son esencialmente capaces de reconocer
voces y rostros. En humanos encontramos diferencias de género y entre individuos. Las mujeres,
por término medio, tienen capacidades analíticas superiores a las de los varones, quienes, a su
vez, por término medio, superan a aquellas en habilidades espaciales. Es obvio, por otro lado, que
diferentes individuos de uno y otro sexo heredan tendencias que les capacitan para desarrollar
mejor determinados tipos de aprendizaje.

MEMORIA EXPLICITA

Son los recuerdos intencionales y conscientes que tenemos sobre nuestro conocimiento del
mundo o nuestras experiencias personales. A diferencia de la implícita, este tipo de memoria
puede conseguirse en uno o pocos ensayos y tiene como definida particularidad el poder
expresarse en situaciones y modos diferentes a los del aprendizaje original, es decir, es una
memoria de expresión flexible, promiscua y cambiante. Es una forma evolucionada de aprendizaje
que nos permite comparar y adquirir información sobre gentes, lugares, cosas y circunstancias
complejas, utilizando más de una modalidad sensorial. Requiere, la intervención de diferentes
zonas de procesamiento cerebral de información, como la neocorteza, que está largamente
implicada en el análisis de la información sensorial y las percepciones, o el lóbulo temporal medial
del cerebro, que incluye el hipocampo, una región, especialmente crítica para la formación de este
tipo de memoria. La memoria explícita puede establecerse en una única experiencia, sobre todo,
como también ocurría con la memoria implícita, cuando su contenido tiene un carácter
enérgicamente emocional. Gracias a este tipo de memoria sabemos, por ejemplo, quien fue
Teresa DE CALCUTA, que es o qué no es un periodista. La memoria explícita ha sido especialmente
analizada en personas con lesiones cerebrales, especialmente en el hipocampo. Los enfermos de
Alzheimer, uno de los síntomas más graves es la pérdida progresiva de memoria, tienen también
afectadas regiones cerebrales que comunican entre sí el hipocampo y el resto del cerebro. En
general, los enfermos amnésicos recuerdan acontecimientos recientes pero no pueden formar
memorias a largo plazo, a lo que hemos llamado consolidación de la memoria. Un conocido
rompecabezas manual, llamado Torre de Hanoi, nos permite distinguir de una manera clara entre
los tipos de memoria implícita y explícita que consiste en pasar varios discos de madera, de
diámetros gradualmente mayores, desde un eje vertical a uno de otros dos ejes, en movimientos
de una sola pieza y sin colocar nunca un disco mayor encima de uno menor. Los pacientes
amnésicos aprenden con normalidad a mover los discos correctos con eficacia creciente, pero son
inexpertos de recordar y reconocer conscientemente esos discos y el conjunto del rompecabezas.
Cada ensayo diario es una primicia, porque el sujeto no recuerda haberlo hecho antes, pero, sin
duda, el paciente aprende y recuerda tácitamente lo aprendido. Por el contrario, pacientes como
los de Parkinson con temblores y déficit motor de memoria implícita, recuerdan perfectamente
sus experiencias previas con el rompecabezas, pero no consiguen acumular esa experiencia en
forma de aprendizaje, equivocándose inacabadamente por muchos días que lo intenten. Vemos
pues en la práctica el examen cerebral y funcional de ambos tipos de memoria y su trastorno en
cada tipo de enfermo. Las memorias implícitas y explícitas no son siempre independientes una de
la otra. En los organismos superiores se observa una influencia mutua. Los recuerdos o conductas
inconscientes pueden ser modulados y modificados por la memoria consciente y los recuerdos
explícitos suelen tener muchos componentes de memoria implícita. Muchos tipos de aprendizaje y
memoria comienzan siendo consecuentes y explícitos para acabar convirtiéndose, con la práctica
repetida de su contenido, en pura conducta o memoria implícita.

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