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LOS N IN O S COMO SU JE T O S SOCIALES.

N O TA S SOBRE
LA ANTROPOLOGÍA DE LA IN FA N C IA

D aniel C alderón Carrillo*

Resumen: Este artículo presenta una serie de cuestionamientos en tomo a los estudios y relacio­
nes involucrados en la antropología de la infancia. En la década de 1990 la Convención de los
Derechos del Niño definió a los infantes como sujetos y no como objetos de derecho, lo cual permi­
tió que distintas disciplinas como la sociología, la psicología y la antropología los incluyeran en
sus investigaciones, no sólo de manera descriptiva sino también práctica, a través del diseño de
nuevas metodologías, técnicas y teorías para su estudio. “La cultura infantil” propuesta por Dela-
lande (2003) quizás sea la de mayor atención para los estudiosos, al tener como base la relación
estrecha entre maduración física e intelectual, además del conocimiento lúdico infantil enseñado
por los adultos, que es reapropiado y puesto a prueba entre infantes pares, permitiendo al saber
oral ubicarse como una de las características principales de este conocimiento.
Palabras clave: niños, infancia, representaciones, derechos del niño, adultocentrismo.

Abstract: This article presents a series of questions on studies and relations which are involved in
the Anthropology of Childhood. During the 1990s the Convention on the Rights of the Child
agreed to refer to children as subjects and not objects of rights. This allowed for various disci­
plines such as sociology, psychology and anthropology to include them in research, not merely
descriptively, but practically, by designing new methodologies, techniques, and theories for their
study. “Children’s Culture,” proposed by Delalande (2003) has perhaps received the most atten­
tion by scholars, for its close relationship between physical and intellectual maturity, besides the
ludic knowledge taught to children by adults, knowledge which they re-appropriate and test with
their peers, leading to oral knowhow as one of the main characteristics of their knowledge.
Keywords: Children, childhood, representations, children’s rights, adultcentrism.

l artículo presenta una serie de lógicos en México. Pocos investigado­

E ideas y aproximaciones al área


de investigación llamada “an­
tropología de la infancia”, la cual tiene
un cierto vacío en los trabajos antropo­
res que im parten antropología (en
cualquiera de sus disciplinas de estu­
dio) en las universidades mexicanas
tienen como uno de sus ejes de estudio
la infancia; luego de una revisión de
*Maestro en antropología, Escuela de An­ los portales de las instituciones uni­
tropología e Historia del Norte de México. Línea
principal de investigación: Antropología de la versitarias se puede observar que las
infancia y Deporte. Correo electrónico: danikl- investigaciones no se enfocan a este
deron@yahoo.com sector de la sociedad, ¿por qué pasa

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126 Daniel Calderón Carrillo

esto? ¿Existe un pensamiento adulto- cas, por ejemplo, en la salud pública, la


céntrico que no nos deja ver a la niñez psicología, la sociología, entre otras
como un campo de estudio importante? (Carr et al., 2006; Casas, 1998; insp ,
A partir de estas dos preguntas me 2006; Giordano, 2010; Langford, 1981;
surge una serie de cuestionamientos Kafka, 2011; Rosen, 2007).
que dan origen a este escrito. En 1928 aparece una de las prime­
Debo señalar que gran parte de este ras publicaciones en el ámbito antro­
texto se debe a la investigación que rea­ pológico, con el artícu lo Sam oan
licé durante la maestría; enfocarme a Children at Work and Play, de Marga­
los niños se debió a la divergencia que ret Mead, quien además fue una de las
encontré en la disciplina de la antropo­ fundadoras de la corriente “cultura y
logía física, de la cual provengo y que, personalidad”. Esta autora observó las
por cierto, me permitió adentrarme en diferencias entre los niños de Samoa y
los estudios con un carácter más social de Estados Unidos; describió que no
y cultural. La singularidad de trabajar tienen juguetes pero participan en la
con niños, tanto en campo como en la vida de los adultos y notó que son “mi­
parte teórica-metodológica, me permi­ mados” hasta los cinco años. Por su
tió pensar y plantear cómo abordar el parte, Malinowski (1975) describió en
tema. Asimismo, la riqueza con la que las islas Trobiand cómo los menores
cuentan estos actores sociales en su ha­ tienen el mismo estatus que los pa­
blar y en ejercicios que puedes pro­ dres, además de los juegos sexuales en
porcionarles me originó una serie de los que participan sin que las personas
discusiones que abordaré en este texto. adultas interfieran. Algo a destacar en
sus trabajos etnográficos es que no tu­
EL INICIO DEL TRASFONDO vieron precisamente la visión infantil,
más bien observaron la transmisión de
La elaboración de trabajos antropoló­ los patrones culturales de los adultos
gicos con niños y niñas parecen tener hacia los niños; por supuesto, las dife­
una baja producción, sobre todo to­ rencias culturales que prevalecían en
mando en cuenta la perspectiva de los aquellos lugares estaban alejadas de
niños, lo que hablan, lo que nos dicen, la visión occidental.
lo que en antropología llamaríamos, la Descripciones y prácticas de las ac­
visión emic. Este sector ha estado cier­ tividades de los niños aparecen en va­
tamente relegado de las entrevistas, rias culturas (LeVine, 2007), y durante
cuestionarios, pero sobre todo, del aná­ el siglo xix hubo un interés por la re­
lisis que se desprende de las investiga­ presentación de los infantes como víc­
ciones realizadas por los antropólogos. tim as de la explotación económica,
Asimismo, si nos referimos a los estu­ donde se crearon orfanatos y leyes que
dios hechos a partir de los problemas de forma obligatoria brindaban asis­
que afectan a este sector de la pobla­ tencia a la escuela. Hubo un interés
ción, se puede contar con un número público al respecto y fue institucionali­
basto en distintas disciplinas científi­ zada la asistencia: “Este interés públi-
Los niños como sujetos sociales. Notas sobre la antropología de la infancia 127

co se había institucionalizado en los que en los últimos años se ha incre­


sistemas escolares, orfanatos y especia­ mentado en la frontera entre México y
lidades académicas y médicas” (traduc­ Estados Unidos. De acuerdo con el Ins­
ción del autor). (LeVine, 2007:248). En tituto Nacional de Migración ( i n m ),
los últimos quince años se ha puesto cada año alrededor de 40 mil niños y
mayor atención en este grupo poblacio- niñas que migran son repatriados des­
nal; esto se puede observar en los traba­ de dicho país, de éstos, 18000 viajan
jos publicados en las diferentes revistas solos. Tan sólo en 2007, 5 771 niños
científicas dedicadas a la antropología y centroamericanos fueron repatriados
las ciencias sociales. Por ejemplo, en desde México a sus países de origen
Francia y en Estados Unidos se regis­ (UNICEF C, S.f.).
tra un número interesante de publica­ En este rubro se han hecho estu­
ciones, algunos de las cuales se enfocan dios en la República Mexicana con ni­
en la parte etnográfica, la forma de ños que han migrado por cuestiones
acercarse a los infantes y en algunos laborales y familiares, las relaciones
casos, a la parte teórica (Delalande, de la agricultura comercial y el trabajo
2003; Hischfel, 2002; Langford, 1981). infantil asalariado; en suma, la fuerza
No sólo eso, también están las inves­ de trabajo familiar es considerada una
tigaciones relacionadas con la explota­ mercancía (Monroy, 2009; Pimienta,
ción y trabajo infantil. La explotación 2002, M aureira, 2002). Se debe re ­
sexual comercial es uno de ellos. En el flexionar en estos casos que los niños
libro Infancia robada se reveló que el no son el receptáculo de información
número de niños, niñas y adolescentes directa y deberían ser escuchados.
víctimas de explotación era de 16000, Autores como Delalande (2003), Po-
concentrándose en las principales ciu­ destá (2003) y James (2007) mencio­
dades del país y en los centros turísticos nan que la voz de los niños debe ser
(Azaola, 2000). im portante en la sociedad, como se
En 2013, en el boletín del Senado de menciona en el Boletín de Noticias de
la República se publicó que en México los Derechos del Niño: “Las voces de los
son explotados sexualmente entre 80 propios niños deben ser prominentes
mil y 85 mil niñas y niños, por lo que en que la exploración de lo que está su­
nuestro país ocupa el primer lugar en cediendo en sus vidas —debemos con­
distribución de pornografía infantil en siderar a los niños como sujetos de
el mundo. Las cifras anteriores mar­ conocimiento que están actuando so­
can la importancia en el tema de los bre su entorno, y están en un proceso
derechos de los niños y las investiga­ de transformación de la infancia” (tra­
ciones sobre la explotación sexual de ducción del autor). (Children’s Rights
los niños y las niñas en diferentes par­ International, 2005:27). Desafortuna­
tes del mundo (Aguilar, 2005; Méndez damente, los infantes han aparecido
et al., 2012; López et al., 2003). Otro de como testigos mudos en los diferentes
los temas de interés de los investigado­ eventos que ocurren, por ejemplo, en
res es la migración infantil, fenómeno los desastres naturales, la violencia,
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los problemas escolares, la alim enta­ mía), la inm adurez de su esqueleto


ción y el hogar, entre otros. adulto, etc.” (Malgosa, 2010: 21). En
Los desarrollos teóricos y estudios consecuencia, se puede abrir un campo
en la antropología de la infancia son de estudio amplio en el ámbito infantil
probablem ente “nuevos” en México, de las poblaciones pasadas.
aunque algunas autoras h an estudia­
do a este sector de la sociedad, como LOS NIÑOS COMO SUJETOS
Glockner (2008) y Quecha (2011), quie­ SOCIALES
nes trabajaron la migración desde el
punto de vista infantil, m ientras Po- Resalta la cuestión de relegar a los ni­
destá (2003), exploró la re p re se n ta ­ ños, ¿qué pasó con la niñez p ara ser
ción de los niños a través de dibujos en v ista en los distintos países y, sobre
su contexto urbano y de la sierra. todo, para que se consideraran actores
Aunado a lo anterior, los trabajos sociales? Tuvieron que pasar años y un
con una larga trayectoria en México hecho sobresaliente como la Conven­
son las líneas que se h a n encargado ción sobre los Derechos del Niño, cele­
del estudio de las poblaciones pasadas, b rad a en 1990, p a ra estab lecer un
y ciertam ente se h an acercado poco a punto clave en las políticas y el desa­
la infancia: “el tem a de los niños, des­ rrollo del conocimiento científico en
de la perspectiva bioarqueológica [...] este sector de la población, ya que a
se h a empezado a tra b a ja r reciente­ p a rtir de ese m om ento los in fan tes
m ente en el ámbito mexicano [...] de surgen como seres con valor m oral y
ahí que en el marco del segundo con­ hubo consenso en el sentido de que
greso, titulado ‘El valor social de los todo individuo menor de 18 años sería
niños: pasado y presente’ celebrado en considerado niño.
la enah, en el auditorio ‘Javier Romero Antes de ser merecedores de los de­
Molina’, en septiembre de 2008” (Már­ rechos humanos, se tienen escasos re­
quez, 2010: 8), tuvo como objetivo co­ gistros a lo largo de la historia, quizá el
nocer y discutir el concepto de niñez sólo hecho de su presencia ante los ojos
—especialmente en el pasado—, ade­ de los adultos haya sido el valor princi­
m ás de otras contribuciones, discu­ pal p ara resaltarlos. Algunos hechos
siones y sugerencias propuestas en el históricos importantes reflejan el proce­
Distrito Federal. so y el trato de los niños por las socieda­
Es de resaltar, incluso, que en el ám­ des occidentales europeas y en Estados
bito osteológico de México las investi­ Unidos. Por ejemplo: el em perador
gaciones y discusiones son mínimas en Constantino firmó el primer edicto con­
tomo a los niños; las razones para ello tra el infanticidio en Roma, debido a
son múltiples: “por un lado hay cuestio­ que el paterfam ilias1otorgaba el dere-
nes inherentes a la propia muestra, es
decir, la baja presencia de nacimientos 1El paterfamilias era el dueño legal del ho­
(tafonomía y ritual), su baja preserva­ gar y de todos sus miembros; fue la máxima au­
ción y elevada fragmentación (tafono­ toridad gracias a la patria potestad que tema,
Los niños como sujetos sociales. Notas sobre la antropología de la infancia 129

cho a vivir dentro de su familia. Más todo en darles derechos, es decir; verlos
tarde, en 1198, el papa Inocencio III en­ como sujetos y no como objetos de de­
cargó a los hospicios de las institucio­ recho. La idea de protección y de to­
nes religiosas poner un torno (cesto marlos en cuenta dentro de la sociedad
empotrado a la pared que giraba con la y de la cultura empezó a nacer. El desa­
criatura dentro), y permitía el abando­ rrollo conceptual y poner en discusión
no de los niños de una forma anónima la infancia lo comienzan organismos
en lugares donde se les iban a otorgar internacionales. E n 1924, la Liga de
garantías mínimas, todo esto con el fin Naciones aprueba la Declaración de Gi­
de evitar el abandono y la muerte de los nebra sobre los Derechos del Niño, me­
infantes (Amunátegui, 2006). diante la cual se establecía:
D urante la Revolución Industrial,
el Parlam ento británico promulgó le­ El derecho de los y las niñas a dispo­
yes que prohibían a m enores de 10 ner de medios para su desarrollo ma­
años trab ajar en minas subterráneas, terial, moral y espiritual; asistencia
aunque podían laborar en otros trab a­ especial cuando estén hambrientos,
jos lim itando su jornada a diez horas enfermos, discapacitados o hayan que­
diarias. E n 1871, en Nueva York, se dado huérfanos; serán los primeros en
presentó el conocido caso “Mary Ellen recibir socorro cuando se encuentren
W ilson” (M arkel: 2009). Mary, u n a en dificultades; libertad contra la ex­
niña de nueve años m altratada por sus plotación económica y una crianza
padres, quienes la golpeaban, la corta­ que les inculque un sentimiento de
ban con tijeras y la ataban a la cama, responsabilidad social (unicef, s.f.).
reafirm aban su conducta diciendo que
eran dueños de ella, hasta que una tra ­ Los Derechos del Niño tenían la condi­
bajadora de la caridad, informada por ción moral de que los países miembros
los vecinos, la trató de ayudar. Sin em­ re sp e ta ra n ciertos derechos, ya que
bargo no existía legislación para prote­ aún no se les consideraba sujetos. Al
gerla, entonces decidió acu d ir a la finalizar la Segunda G uerra M undial
Sociedad A m ericana p ara la Preven­ surge la Organización de las Naciones
ción de la Crueldad hacia los Anima­ Unidas (onu ) y durante ese periodo los
les, sosteniendo que M. E. Wilson era niños se encuentran amenazados por
parte del reino animal y de esta forma el ham bre y las enfermedades; por tal
se pudo condenar a sus padres. Al cabo motivo, en 1946 se crea la un icef ,2 sin
de irnos años se aprobaron leyes contra embargo, h a sta 1953 se convierte en
el m altrato hacia los niños. un organismo perm anente de la Orga­
En el siglo xx Se dio una nueva for­ nización de las Naciones Unidas.
ma de repensar a los niños pero sobre
2 En la unicef existen 191 países de forma
activa y se ven obligados a aceptar y a proteger
además trabajaba para mantener la casa y to­ a los niños y a las niñas, asegurar su derecho y
maba las armas para defenderla en caso nece­ crear las políticas necesarias para proteger sus
sario. intereses.
130 Daniel Calderón Carrillo

Dos años después, en 1948 se pro­ el respeto por los puntos de vista del
clama la Declaración Universal de los niño. E ste últim o ap artad o es esen­
Derechos H um anos (dudh) y en ese cial para los estudios de la antropolo­
mismo año se proclama la segunda De­ gía de la infancia, porque se empezó a
claración de los Derechos del Niño, a ver al niño como un ser que puede dar
raíz de que se vincula en el artículo 25 opiniones y, por lo tanto, puede y debe
de la dudh que “la m aternidad y la in­ ser escuchado, además de que este sec­
fancia tien en derecho a cuidados y tor de la sociedad tiene la importancia
asistencias especiales. Todos los niños, como cualquier otro dentro de una po­
nacidos de matrimonio o fuera de éste, blación.
tienen derecho a igual protección so­
cial” (uNESCO-Santiago, 2008: 20); con ALGUNAS REPRESENTACIONES
esto se revalida la Segunda D eclara­ DE LA INFANCIA
ción a favor de los derechos de los niños.
Ciertamente, las declaraciones son De forma independiente a la Conven­
cuestiones éticas y morales que tratan ción de los Derechos del Niño, los adul­
de vincularse con acciones de bienes­ tos en diferentes culturas h an tenido
ta r en los diferentes países, y sobre una serie de representaciones de lo que
todo tra ta de que existan en cualquier es la infancia. En las distintas socieda­
parte del mundo. El problema radica des se tiene una serie de ideas y m úl­
en que no son obligatorias y no son de tiples acepciones de los niños y de las
carácter jurídico. Por eso, en 1989 se niñas. Casas F errán (1998) indica al­
crea la Convención de los Derechos del gunas de ellas:
Niño como el prim er instrum ento ju rí­ a) La infancia como representación
dicam ente vinculante que incorpora positiva: es idílica y feliz, simboliza la
toda la gama de derechos humanos: ci­ inocencia, la pureza, la vulnerabilidad.
viles, culturales, económicos, políticos Actualmente esta imagen es utilizada
y sociales, la cual entró en vigor en no­ y manipulada por la publicidad.
viembre de 1990. b) La infancia como representación
Los derechos que fueron establecidos negativa: conlleva la necesidad de “co­
en la convención se encuentran en 54 rregir” la maldad o rebeldía inherente
artículos y dos protocolos facultativos. a la infancia. Acostumbra ir asociada a
Se definen los derechos básicos que todo una desvalorización de lo infantil y a la
niño y niña debe tener: a la superviven­ justificación del control.
cia, al desarrollo pleno, a la protección, a c) La infancia como representación
los malos tra to s y a la participación ambivalente y cambiante: etimológica­
en la vida familiar, cultural y social. mente, el origen del concepto “in-fancia”
Los cuatro principios fundam entales viene del latín in-fale, el que no habla,
de la convención son la no discrimina­ por lo tanto, el que no tiene algo valioso
ción, la dedicación al interés superior que decir, no vale la pena escucharlo.
del niño, el derecho a la vida, la super­ ¿Tendría que ver algunas de estas
vivencia y el desarrollo, y por último, representaciones, que los niños y las ni-
Los niños como sujetos sociales. Notas sobre la antropología de la infancia 131

ñas tuvieran una mínima participación la colectividad distinto, es decir, que


a lo largo de los años en la antropolo­ configura un grupo social diferencia­
gía?, ya que las propias rep resen ta­ do o expresándolo en otras palabras,
ciones que se tienen de la infancia en que forma parte de una categoría so­
las diferentes sociedades, culturas y cial, denominada la infancia. El con­
naciones por parte de los adultos hace cepto infancia se refiere más a un
que los niños teng an o no, participa­ consenso social sobre una realidad,
ción u opinión ante lo que ven, “de for­ que a una realidad social objetiva y
m a im plícita o explícita, a lo largo de universal (Casas Ferrán, 1998:16).
la historia occidental podemos obser­
var periodos en que han predominado Planteamiento con el que coincide Ruth
ideas y actitudes positivas, [...] nega­ B enedict cuando arg u m en ta que la
tivas y en otros casos un revuelo de adolescencia, además de ser un hecho
todo ello” (Casas Ferrán, 1998:30). biológico, se inscribe en el ámbito de las
Probablem ente la representación construcciones sociales y, por lo tanto,
que se tiene de ellos ha hecho que no se también está determinada por la cultu­
les tome en cuenta y, en consecuencia, ra y su contexto (Benedict, 1971:132).
éste sea uno de los factores que haya En este sentido, la edad de la infancia
ocasionado la poca referencia y estu­ cambia con ciertos patrones dentro de
dios. A hora bien, u n a p reg u n ta más la sociedad. México se adhirió a la Con­
resalta en todo esto, ¿qué es la infan­ vención de los Derechos del Niño el 20
cia? En México existe una gran diversi­ de mayo de 1954, y sigue el p lan tea­
dad de culturas donde muchos pueblos miento de considerar como niños a los
tienen costumbres, tradiciones y ritos individuos menores a 18 años.
de paso a la adultez. Por lo tanto, sería
complicado definir de forma exacta dón­ LA INFANCIA EN LOS ESTUDIOS
de empieza y cuándo term ina la niñez, SOCIALES
además de que distaría de ser objetiva
y universal. Por eso la siguiente defini­ Como se menciona en la introducción,
ción me parece adecuada, es “una eta­ una de las razones para que los proble­
pa del ciclo vital del ser humano cuyo mas y situación de los niños y las niñas
periodo está limitado a las normativi- sea investigada y analizada de manera
dades de la cultura de origen” (Quecha, mínima se remite quizá a la considera­
2011:15). Además, no sólo es un perio­ ción de que no eran sujetos sociales
do en la vida de todo ser humano, sino que no pensaban por sí mismos y por
que se refiere a un conjunto de la po­ ello debían estar bajo la supervisión de
blación que reúne características de los adultos; en algunos casos se tiene
tal periodo: la idea de que son seres inocentes, sin
mala intención, suelen ser chistosos en
A tal conjunto de la población, en to­ sus comentarios y constituyen un sec­
das las culturas, se le representa tor que requiere ser protegido porque
como un subconjunto de miembros de normalmente no deciden sus acciones,
132 Daniel Calderón Carrillo

por lo tanto no se les da la importancia mitido que los niños estén hoy en la
necesaria. perspectiva de las diferentes discipli­
Sociólogos como el d an és J e n s nas científicas, entre ellas la antropo­
Qvortrup perm itieron ver a los niños logía.
no como simples receptores de infor­ Se ha puesto énfasis en cómo estu­
mación, sino como seres autónomos diarlos y, sobre todo, la forma de sacar
que participan activam ente dentro de el mayor provecho de lo que pueden
la sociedad. Todo esto fue visto por el contar, por ejemplo: se h an realizado
hecho de que permanecer en la escuela trabajos con infantes a partir de entre­
se consideró como un trabajo económi­ vistas y dibujos (Podestá, 2003 y Gloc-
camente valioso, puesto que la prepa­ kner, 2008); en el caso de Glockner se
ración form a p a rte del proceso de ha permitido una interacción vadosa: a
producción. partir de dibujos se h a podido tener un
La sociología de los niños parte de la acercamiento y mayor facihdad de tra ­
idea de que deben ser estudiados desde bajar con los niños, debido a que les es
sus propias perspectivas, de que son ac­ más agradable este tipo de ejercicios y
tores sociales y la investigación debe al investigador le perm iten conocer lo
enfocarse directam ente en ellos, sus que piensan o lo que nos quieren decir
condiciones de vida, actividades, re ­ sin darle la m ayor im portancia a las
laciones, conocimiento y experiencias. entrevistas. Asimismo, adentrarnos a
En el caso de la sociología decons­ nuevas metodologías en el caso de los
tructiva de la infancia, las nociones infantes nos d a ría n uevas p ersp ec­
sobre niño, niños o infancia son tr a ­ tivas como es el caso de la antropolo­
tad as como formaciones discursivas gía visual, que íue parte m edular de la
socialmente construidas, a través de investigación realizado por Podestá,
las cuales las ideas, im ágenes y cono­ la cual nos permite conocer que la inte­
cimiento de los niños y la infancia se co­ racción a base de dibujos perm ite un
munican en la vida social; tam bién se mayor acercamiento con los niños:
les ve como agentes sociales activos
que moldean las estructuras y los pro­ El potencial de la antropología visual
cesos sociales que dan a su alrededor. puede ser inagotable, en un mundo de
M ientras la sociología tra ta de teo­ imágenes como el nuestro. Nos permi­
rizar y buscar la m anera de que los in­ te un nuevo tipo de epistemología ba­
fantes sean vistos como seres sociales, sada en lo no verbal y en lo verbal.
la antropología ha buscado interactuar M anejando ambos lenguajes nos
con los niños a través de metodologías adentramos con mayor profundidad
que perm itan acercar m ás su conoci­ en los recovecos de otras culturas a
miento p ara poder interpretarlo, ade­ partir de la mirada y construcción de
más de la denominada cultura infantil, los propios nativos (Podestá, 2003:40).
la cual busca reapropiarse y resignifi­
car el saber de los adultos al respecto. Por otro lado, U rm eneta (2009) reahzó
Todos estos planteam ientos h an per­ un ejercicio llamado cuento inconclu-
Los niños como sujetos sociales. Notas sobre la antropología de la infancia 133

so, el cual consistió en leer un relato En este pensamiento adultocéntrico


infantil sin final, donde los niños te ­ la infancia se encuentra distanciada, ol­
nían que redactar su conclusión. A tra ­ vidada y ha sido excluida en distintos
vés de sus narraciones intentó saber círculos de la vida social: el cultural, el
cuál era su opinión de lo que habían económico, el político, entre otros. En
escrito, “sus cuentos nos permiten aso­ términos de un discurso construido des­
mamos a lo que ellos y ellas entienden de los adultos, sujeto de estudio significa
como justo, norm al y racional, y sus ser “un subalterno o hallarse en condi­
respectivos co n trario s” (U rm eneta, ción de subordinación, entendida en tér­
2009:24). minos de clase, casta, género, oficio o, en
Considerando lo anterior, la investi­ este caso, en térm inos de generación.
gación antropológica está demostrando Esto es importante pues explica por qué
interés por este campo de estudio, el la teoría social dominante excluye siste­
cual se h a incrementado en la últim a m áticam ente el pensam iento y la ex­
década a p artir de los estudios hechos periencia de los niños” (Moscoso, 2008).
en la psicología social y sociología; ade­ Considerar que los niños no hacen
más, la socialización y enculturación cosas significativas dentro de la socie­
han sido base en los estudios infantiles, dad h a hecho que no se les considere
enfocándose en las instituciones encar­ con la importancia necesaria; es decir,
gadas de llevar a cabo este proceso: la los roles de los adultos, ta n to de los
familia y la escuela. hombres como de las mujeres, han te­
En términos de producción teórica, nido tal relevancia que por ese mismo
no hay una cantidad importante de in­ hecho la m ayoría de investigaciones
vestigaciones sobre los niños o niñas. los abordan y se h a dejado de lado lo
Existen estudios, pero no con la fuerza que se estima menos importante.
para replantear lo que se h a escrito o Uno de los conceptos con el cual se
pretendido por la diversidad de co­ ha trabajado a lo largo de los estudios
rrien tes teóricas. Más bien debemos infantiles y el cual fue observado por
preguntam os, ¿de qué forma han sido M argaret Mead (1982) es la transm i­
estudiados? ¿cómo han sido vistos a los sión de los patrones culturales de los
ojos de los adultos? adultos hacia los niños, lo que ahora
Buena parte del quehacer antropo­ conocemos como enculturación, lo que
lógico está basado en el adultrocentris- Marvin H arris define como “una expe­
mo, es decir, la investigación en adultos, riencia de aprendizaje parcialm ente
la cual h a dominado d u ran te años, y consciente y parcialmente inconscien­
adem ás m antuvo una visión en favor te a través de la cual la generación de
de los hombres y no de las mujeres. Por m ás edad incita, induce y obliga a la
lo tanto, qué podíamos esperar de la in­ generación m ás joven a ad o p tar los
fancia, que h a sido invisibilizada en modos de pensar y comportarse” (Ha­
todo esos “otros” no han tenido palabra rris, 2006:21).
aun cuando tam bién forman parte de El proceso de adquirir la cultura y
toda sociedad. de que se reproduzca a través de las
134 Daniel Calderón Carrillo

nuevas generaciones permite la adqui­ trones culturales, además de que una


sición de reglas, norm as y formas de cantidad importante de estudios sobre
comportamiento que deben seguir los los infantes se llevaron a cabo en estas
individuos de cada sociedad. E n un dos formas de explicar a los niños en
principio se forma con base en la imi­ sus contextos (Molina, 2008; Mieles et
tación; y con el tiempo se hacen más al., 2010; Glockner, 2008). S in em ­
conscientes de lo que se tiene que lle­ bargo, en la actu alid ad parecen ser
var a cabo. Herskovits (1948) lo plan­ insuficientes para entenderlos. La asi­
teab a en ese sentido, a p a rtir de la milación y la convivencia con gente
experiencia inicial que adquirimos, y de mayor edad influye para que los ni­
luego se alcanzará la competencia de ños tengan su propio criterio y nuevas
la cultura en cuestión. formas de pensar en cuanto a la vida y
Sin duda las concepciones del mundo lo que desean, pero la interacción con
se van adquiriendo desde el nacimiento. sus pares les permite interactuar con lo
En cada mom ento del desarrollo se que han adquirido; además incorporan
aprende m ás sobre el mundo que les aspectos culturales de sus semejantes
rodea. Después de convivir con los pa­ y no sólo de sus padres, lo cual es de su­
dres y la familia, vienen otros referen­ m a im portancia porque les perm ite
tes: la escuela, los vecinos, la televisión, resignificar su propio conocimiento o
los medios tecnológicos y una serie de adquirir uno nuevo.
relaciones que van haciendo a los ni­ Los juegos, esta parte lúdica de que
ños y niñas ser seres sociables. La so­ gozan los niños, h an permitido enten­
cialización forma parte fundam ental der m ás sobre cómo re in te rp re ta n y
de este proceso. É sta se concreta cuan­ van asimilando lo aprendido. Este he­
do se aprende a ser un actor social y se cho se había observado con los escritos
involucra en la participación. de Eugéne Rolland, quien publicó en
1883 Rimas y juegos de la infancia que
La socialización implica aquellos pro­ recabó en v arias p artes de F rancia.
cesos interactivos, sus estructuras, Posteriormente, en 1931 Jean Bauco-
contenido, contextos y actores. A tra­ mont siguió con este tipo de trabajos
vés del cual uno aprende a ser un ac­ m ediante encuestas a profesores, a
tor, interactúa, ocupa un estatus, quienes preguntaba sobre el “folklore”3
tiene roles y forja relaciones sociales infantil, para saber más sobre la vida y
en la vida de la comunidad, así como el carácter de los niños. Sin embargo,
la adquisición de la competencia, la su trabajo nunca se publicó. No fue
habilidad, sensibilidades y disposicio­ hasta que Arnold van Gennep, con es­
nes apropiadas a la participación so­ tos mismos elementos del estudio in ­
cial (Porter, 1998:833). fan til, propuso en 1943 u n estudio
etnográfico de la infancia:
Tanto la enculturación como la sociali­
zación son procesos que h a n servido 3 Esta palabra la tomé del artículo en fran­
para explicar la transm isión de los pa­ cés. La cual la interpreto como “el saber”.
Los niños como sujetos sociales. Notas sobre la antropología de la infancia 135

La educación del niño, su enseñan­ se reapropian y ponen a prueba entre


za verbal y de comportarse, se lleva pares. Unas de las características prin­
a cabo, sobre todo por los otros n i­ cipales es que el saber oral trasmitido
ños (as), y sin duda, por una obliga­ en el interior de un grupo se basa en la
ción m oral e im itativa. Se debe de im itación (como ju g a r al papá y a la
hacer como los otros: abstenerse del mamá), donde a menudo construyen
‘eso no se hace’, se somete a un códi­ estereotipos que les perm iten impreg­
go de honor que opone la sociedad narse de los papeles familiares y ñor-.
infantil a la de los adultos, la fami­ m as sociales que cara cterizan a la
lia y de los profesores (traducción cultura en cuestión.
del autor). (Delalande, 2003:40). El nombre de cultura infantil pue­
de parecer excesivo y origina diferen­
E sta form a de pensam iento ha sido tes opiniones, pero se inscribe en una
im portante en los estudios recientes etapa de descubrimiento e indagación
que se han enfocado a los niños; hacer para nombrar lo que los niños constru­
etnografía directa con los infantes per­ yen a p a rtir de lo que los adultos les
mite entender de m anera más acerta­ aportan. Enseguida le dan una nueva
da lo que piensan y representan en el dimensión a lo ya establecido. Aunque
contexto donde viven. Se debe tom ar esta idea de cultura infantil se relacio­
distancia, en cierta medida, de la parte na con lo que menciona García Cancli-
tutelar, debido a que su opinión difiere ni cuando define a la cultura “como el
de quienes se están apropiando en los conjunto de los procesos sociales de
primeros años de vida de su mundo. significación o, de un modo más com­
Si bien es cierto que la convivencia plejo, la cultura abarca el conjunto de
entre niños m arca una forma de com­ procesos sociales de producción, circu­
p o rta rs e , no es en g ra n m edida lo lación y consumo de la significación en
fundam ental, debido a que existen di­ la vida social” (2007:42).
versos factores que conforman a los C uando los niños resignifican y
infantes durante su vida. La encultu- cambian patrones que h an adquirido
ración como proceso de adquisición dentro de su contexto fam iliar o tu te ­
cultural y la socialización como parte lar con sus pares van produciendo nue­
de la enseñanza que les permite incor­ vas representaciones, las cuales no son
porarse a u n a sociedad, son la base entendidas por los adultos de m anera
que los moldea; posteriormente, la in­ suficiente debido al cambio generacio­
teracción con sus amigos, compañeros nal. De este modo los infantes van ex­
y demás pares hará que tenga un nue­ tendiendo un nuevo conocimiento, el
vo significado lo que han asimilado. cual involucrará u n a nueva genera­
Julie Delalande (2003) llama cultu­ ción que va a explicar y entender el
ra infantil a la relación estrecha entre mundo de forma diferente a la esta­
m aduración física e intelectual, con blecida.
base en el conocimiento lúdico enseña­ Ahora bien, los trabajos que partan
do a los infantes por los adultos, del cual de las representaciones sociales, sobre
136 Daniel Calderón Carrillo

todo en pequeños grupos, perm itirán ción de orientación constituye la forma


explicar los procesos que los infantes de comportarse y de las prácticas den­
han adquirido de la suma de los contex­ tro de la sociedad en cuestión, y d) la
tos en que se mueven. E. D urkheim función de legitimación, estructurada
(1898) utilizó el término “representacio­ por las representaciones que permiten
nes colectivas”, sin embargo fue Sergei justificar las prácticas que se realizan.
Moscovici quien lo term inó de acuñar La pertinencia de las representacio­
como ahora lo conocemos: nes sociales permite averiguar sobre la
visión de la “realidad”, comprender el
La representación social es una mo­ saber y la repercusión dentro del siste­
dalidad particular del conocimiento, ma social sobre estas formas de conoci­
cuya función es la elaboración de miento; asimismo permiten estudiar las
comportamientos y la comunicación regulaciones sociales en diversos con­
entre individuos. [...]. La representa­ textos específicos. Además son conse­
ción es un corpus organizado de cono­ cuencia del proceso cognitivo que cada
cimientos y de actividades psíquicas individuo relaciona a partir de estímu­
gracias a las cuales los seres huma­ los presentes en el medio, los conserva y
nos hacen inteligible la realidad física cuando no se reem plazan constituyen
y social, se integran en un grupo o en una creencia, la cual será la base del sig­
una relación cotidiana de intercam­ nificado que se otorga a cada nuevo es­
bios (Moscovici, 1979:17-18). tímulo, ya sean cosas, eventos, acciones
o procesos.
Este término establece una herram ien­
ta im portante y ú til p ara el análisis CONSIDERACIONES FINALES
cultural, debido a que las visiones y
realidades se constituyen a partir de lo Las diferentes líneas de investigación
que las personas in tern alizan cultu­ en antropología social y física, tienen en
ralm ente y están determ inadas por la México una importante veta en los tra ­
historia de cada grupo social. En cuan­ bajos en infantes. Ellos pueden acercar­
to a lo que puede explicarse con este nos a nuevas experiencias, datos y a
saber, Moscovici m enciona que a) la una forma diferente de entender ciertos
función cognitiva constituye el esque­ contextos estudiados habitualm ente
ma de percepción a través del cual los por los investigadores, por ejemplo la
individuos o colectividades perciben, migración, la violencia, la familia, la sa­
comprenden y explican la realidad; b) la lud, la religión, entre otros.
función identificadora la constituyen La relació n con los niños, esos
las representaciones sociales, que de­ “otros” que forman parte de la vida co­
finen la identidad social y perm iten tidiana, aún parece estar alejada. La
salvaguardar la especificidad de los postura adultocéntrica sigue dominan­
grupos. De esta forma, la identidad se do buena parte del quehacer antropo­
interioriza y otorga significado y pau­ lógico. No hay duda de que existen
tas a los grupos o individuos; c) la fun­ diferencias entre ambos, cada uno con-
Los niños como sujetos sociales. Notas sobre la antropología de la infancia 137

lleva responsabilidades distintas. Sin nal p e rm itiría explicaciones en los


embargo, parece que cuesta trabajo contextos infantiles, pero sobre todo la
p en sar en térm in o s de sim ilitudes, niñez tendría mucho que decir.
pero no en desemejanzas.
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perm itan entender el “mundo infan­ ource=bl&ots=kcDj3nEIrd&sig=6hwfy
til”; adem ás, retom ar la teoría de las FgUGb6vaDP8CiMdgVwwMRo&hl=e
representaciones sociales en los estu­ s&ei=svE5TrH8GealsQLlnc0p&sa=
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