Professional Documents
Culture Documents
Este No Es El Momento
Este No Es El Momento
NICOLÁS SUESCÚN
para Margarita,
mi furiosa camarada
2
Jamás tantos muertos JAMAS TANTOS MUERTOS
3
Este realmente no es el momento
4
Aviso para un cementerio
5
Programación para adultos
6
Nota necrológica
Su recuerdo se prolonga
en nuestras vidas
para hacernos sentir
su viaje sin regreso.
7
Post-mortem
8
Adiós
Te apagaron la luz
y te acostaron
en un lecho mullido
a tu medida.
Desde siempre
llevado de la mano,
obediente y sumiso,
te portaste muy bien
toda la vida.
9
Los antepasados
10
Los dos
De los dos
el más alto
es el insigne,
en sus rasgos se advierten
la prosapia y el aburrimiento,
pero yo simpatizo con el más pequeño,
el de los bigotes de alambre,
el de los rasguños en las mejillas,
el de los callos en las manos
y las uñas largas y sucias,
el de la sonrisa de perro,
el del reloj dañado,
el que eructa ruidosamente,
el que se saca los mocos con los dedos,
el que mira el suelo cuando camina,
el que estudia el techo los domingos,
el que no puede esperar porque no tiene tiempo
y sin embargo la vida se le va esperando.
11
Por la mañana
Salgo temprano
bajo un sol que brilla
por equivocación.
Delante de mí va un camión
con doce presos en cuclillas
y seis guardias alrededor.
12
Un hombre
De vez en cuando
levanta la cabeza para oír
y oye su nombre.
Lo están llamando
a él, a quien nunca llaman.
13
El hombre de la calle
EL HOMBRE DE LA CALLE
Pienso en el hombre
que pasó hace un rato
por la calle oscura y solitaria,
pegado a las paredes.
Convertido en novelista
le improvisé una vida:
me dije, soy él,
y me busqué a mí mismo
en la calle oscura y solitaria.
No me encontré, ni lo encontré.
Seguramente, pensé,
después de todo
no era yo el hombre,
ni pude ser,
ni jamás seré
ese hombre
que pasó hace un rato
por la calle oscura y solitaria,
pegado a las paredes.
Y me sentí contento,
satisfecho de mí mismo,
mirando la calle por la ventana.
14
Los intocablesLOS INTOCABLES
15
A un vendedor de lotería
A UN VENDEDOR DE LOTERÍA
Después, un cirujano
te abrió el cerebro por error
para encontrar una puntilla que te habías tragado
y un amigo, jugando,
te sacó el ojo derecho.
16
Prosa
PROSA
17
Histeria HISTERIA
18
Acércate ACÉRCATE
19
Extravío
EXTRAVÍO
Estaba eufórico,
miró donde no debía,
caminó a través de parajes
prohibidos a la ciudadanía.
20
Dèja vuDÈJA VU
Es que en el futuro
está el pasado y en el pasado
se pudre el porvenir.
Hablas en la oficina
y es como si no dijeras las palabras,
las palabras también están sucias,
te dices, y te revelan, te parece,
relaciones no naturales.
21
y después de la búsqueda
viene la expedición al ocaso
para acabar en la pira funeraria universal,
apagada por el sucio oleaje de la historia,
un viento nada más, que te congela.
22
Confucio reinterpretadoCONFUCIO REINTERPRETADO
Reunirse en lugares
donde no se reunieron nuestros antepasados,
celebrar ceremonias que no celebraron,
tocar la música que no conocieron,
respetar a quienes despreciaban,
amar a los que odiaban,
servir a los vivos porque están vivos,
olvidar a los muertos,
que bien muertos están.
23
Canción de una mujer sin casa CANCIÓN DE UNA MUJER SIN
CASA
24
El loco y el obispoEL LOCO Y EL OBISPO
25
EL COMERCIANTE VERDAEl comerciante verdadero DERO
26
Había una vezHABÍA UNA VEZ
27
el blanco rico
al blanco pobre,
y es que es
lo mismo ahora
de lo que érase
esa vez.
El que no oye
es el que vive:
son las guerras salvajes
de la paz,
28
el pago del pecado
con la sangre,
la crueldad que no
da tregua,
la carga del pobre,
no del rico,
dice el rico,
y desde el cielo el sol
derrama sus monedas
y sólo los ricos
las recogen.
Hoy o mañana,
ayer o nunca,
le dice la tortuga,
enigmática,
al pasar la meta
29
a la rauda liebre.
El tiempo es flexible
como la luz o el agua,
el rayo depende
del media en que fluya
y los seres tontos,
seguros de sí mismos,
pierden a menudo
el rumbo de la vida,
pues por ser tan veloces
como el viejo Ulises
o una rauda liebre.
No saben de la astucia
o la testarudez
de una lenta tortuga
que va mirando
por donde pasa.
Reflexión
REFLEXIÓN
30
EEl misterioso enigma de los enajenados
a tientas en un presente eterno,
para nosotros,
los que vivimos para el futuro
despreciando el presente
y añorando el pasado,
no con la roja insignia del coraje
sino con el rostro amarillo del cobarde,
el que sólo se interesa por sí mismo,
el que lleva su alma en el bolsillo
y vive tocándola
como si fuera una moneda de oro,
el que cuida sus uñas
no como un samurai
sino como un perfumado playboy
o un retirado hombre de empresa
que mantiene juntas las ruinas de su cuerpo
para vivir lo más posible,
como si el tiempo
fuera también acumulable.
31
Misión cumplida,
invertido todo en finca raíz,
reposo sobre la tierra,
inversión segura,
metros y metros, todos cuadrados,
casa al borde del mar,
apartamento en New York,
pisito en París,
chalet campestre al pie del páramo,
allí es más hondo el amor a la tierra
aunque sople demasiado el viento,
aunque inunde mis rosados pulmones,
aunque tiemblen mis blancas rodillas
y los frailejones canten canciones destempladas.
32
cavando mi tumba
unos milímetros cada día
mientras se elevan las paredes
que me encierran.
Tumulto interior
33
Tumulto interior es lo que hay en mis adentros,
tan grande que creo no oír y nada ver.
El mundo es un desierto, el cielo está desnudo
y es noche cerrada todo el tiempo,
y me abriga la duda, me arropa el terror,
me cobija la angustia. Son imágenes:
un hombre ante un muro interminable,
un hombre por un camino vago entre la niebla,
un hombre —yo— muy pequeño,
al borde de un abismo,
pero no me amenaza ningún peligro,
en cambio del otro lado
se escuchan los rugidos de animales hambrientos
y hay un tremebundo fragor de guerra,
se oyen aullidos y gritos espantosos, explosiones,
se levanta el humo de los incendios
y me llega un olor nauseabundo,
pero debo pasar, tengo que pasar,
pasar al otro lado.
Monólogo en la orilla
34
Mi manera de mirar el mundo
tiene mucho de particular
y bastante de general,
la manera como me mira el mundo
es menos descriptible con palabras,
sin embargo, heme aquí en él
a pesar de la turbia bola de cristal,
de las cartas adversas
y de las líneas truncas de mi mano,
resguardado del viento y la marea
por ahora, porque, ¿cómo me mido
yo con este aburrido mar lleno de peces?
Me quejo, sí, me quejo, pero no por mí solo
sino por lo que tengo de todos en mí mismo,
por el hambre que no he sufrido,
por la plaga que no me ha visitado,
por las balas que no me han herido,
por las bombas que no me mataron
y por esta manía de hablar a solas
como si estuviera acompañado.
Bastante ridículo este asunto
de andar explorándome a mí mismo
como si fuera tierra incógnita,
y ese toparse con frecuencia
con monstruos prehistóricos
donde todo es historia a corta data.
Breve narración
recorriendo
35
algún pasado
36
Hagan sus preguntas ordenadamente,
recuerden que todas las respuestas pueden ser falsas:
si hubiera desorden en esto se podría pensar
que alguna tiene fundamento,
dijo, enigmático, el profesor de estrategia teológica.
37
todos los investigadores también investigados,
todos perfectamente transparentes,
y del todo opacos.
Una aventura
38
no estaba a la altura
de nuestras expectativas masoquistas.
Los barrotes, pintados de rojo y azul,
parecían más bien las barras
de una cuna o jaula,
la alimentación era cotidiana
y no era mala, pero sin sal.
39
ni tuvimos manera de comunicarnos con ellos
—no sabíamos maya y ellos no hablaban español—
hasta que una bella mujer oscura
de ojos profundos y largos cabellos negros
nos mostró su cuerpo sudoroso
y se nos fue entregando, uno por uno.
40
Reporte económico REPORTE ECONOMICO
(Adam Smith y Karl Marx se encuentran en un puente de Londres)
41
Utopías UTOPÍAS
42
El paraíso terrenal, el jardín del Edén
—para Adán, la vasta tierra entera:
¿no era mejor un sitio sin el árbol
de la ciencia del bien y del mal
y montañas, y más de cuatro ríos?—
es cosa, se sabe, de sueños y de ensueños,
materia de esas tierras fantásticas y exóticas,
creadas por hombres que imaginaron
mundos mejores que éste en que vivimos,
sólo islas a veces, pequeños estados ideales,
perfectos, armoniosos, pacíficos y gratos,
con jerarquías férreas y mucha disciplina,
o donde todos los hombres eran iguales
en comunidades, gremios, falansterios
y en idílicos y hermosos jardines naturales
o ciudades simétricas, higiénicas y bellas,
del remoto pasado o el lejano futuro
en fulgentes Atlántidas o urbes futuristas,
nebulosas comarcas y fantásticos edenes
de habitantes con perfecta salud y larga vida
entregados a dulces y espirituales usos,
o a los mismos oficios de siempre, sin sudor
y sin lágrimas, con orden y justicia, o sólo orden;
amables tiranías, o comunas anárquicas y laxas.
Ácratas mansos, soñadores exactos,
Utóposes ilusos todos ellos: Platón,
Moro, Bacon, Campanella, Fourier
y Owen, Huxley, Orwell y todo el resto,
con sus barcos de papel y castillos en el aire,
sus pesadillas, visiones o leyes ideales;
y también los que buscaron y lucharon
por el Edén perdido en la dura tierra
que pisaban, para hacerla buena y suave
y pródiga, y que pusiera deliciosos frutos
en sus bocas, y donde en brazos del amor
olvidarían el mundo, el tiempo y el espacio.
43
DECIR DEL QUE HA LLEDecir del que ha llegado lejos GADO
LEJOS
44
EL HOMBRE QUE NO SE QUERÍA MORIREl hombre que no se
quería morir
In memorian Francisco Franco
Y mataste al poeta,
el país se olvidó de la vida y vivió con la muerte,
la lengua se corrompió, la tierra se llenó de cicatrices,
de horrorosas heridas de cemento,
y tu tumba es una llaga de concreto.
Pero la sangre del poeta
alimenta un olivo que no muere.
45
Leyendo a RobinsonLEYENDO A ROBINSON
Un viejo,
un hombre,
un joven,
un niño,
un círculo de arena los rodea,
están solos en una planicie,
cuatro sombras que cortan el cielo.
El viejo no ve nada,
el hombre contempla el horizonte,
el joven mira también hacia lo lejos
algo que está más allá del horizonte,
el niño juega con la arena;
lágrimas caen de los ojos del viejo,
el hombre abraza al joven,
el niño destruye su castillo de arena
y llora como el viejo.
Los niños desean que los guíen,
los jóvenes quieren ser dirigidos,
los hombres tolerados,
los viejos sostenidos:
nada se puede esperar de éstos,
algo de los hombres,
mucho de los jóvenes
y todo de los niños.
46
En la edad sombría EN LA EDAD SOMBRÍA
47
Los sobrevivientes LOS SOBREVIVIENTES
48
Lo nuevo LO NUEVO
Un grito
que no provenga del sufrimiento,
una mano
que no se apodere de las cosas,
que las acaricie como un amante
que siente que al palpar lo peor de su amada
palpa lo más bello,
lo incomparable,
lo único,
una mano que no acuse,
una mano que no mate,
una mano que comprenda
más que la cabeza,
ese cráneo ridículo,
tan frágil,
que esconde unos sesos deliciosos:
el máximo placer del antropófago.
49
Lo que contó sobre LO QUE CONTÓ SOBRE EL PASADOel
pasado
cierto hombre del futuro CIERTO HOMBRE DEL FUTURO
50
Narración escueta NARRACIÓN ESCUETA
51
hay un orden y un designio superior
que el espía teológico adivina.
Lo que no ves,
lo que está más allá de tus manos,
la estatua de Hércules en la montaña
por ejemplo, la barbera letal:
el poder se compra y se vende por sangre,
ese es el mensaje que buscas,
la travesía hacia las generaciones futuras,
tu autopista del porvenir.
Cómprate una revolución y vende tu reloj,
¿qué te importa ahora
la absurda velocidad del tiempo
o esas cosas demasiado grandes,
esos conocidos objetos voladores,
esos fantasmas de carne y hueso
en el ocaso de la civilización
y los nuevos Césares, los nuevos patricios,
esa gente contenta, con la panza llena,
y esas manadas de locos destemplados
vagando por la planicie en llamas
en torno a las ruinas de Sodoma,
donde sólo queda en pie
el famoso café del Anticristo
en el que sirven bebidas enervantes
y se puede ojear la prensa del mundo,
o comer empanadas y pastelitos
al pie de la Venus Anadiomena,
la Madona del Eterno Retorno
52
o el bello Caballero de la Muerte.
Escatológica ESCATOLÓGICA
53
Así se acabó Nínive,
así se acabó Babilonia,
cuando murió Chano Pozo
y ellas no bailaron más,
como la dama del parque,
pobre,
entre los hijos de los pobres.
54
La unidad LA UNIDAD
55
Cosas del pasado COSAS DEL PASADO
sabidas en el pasado SABIDAS EN EL FUTURO
56
Máquina de tiempo
57
Danza cósmica DANZA CÓSMICA
58
El lago de los cisnes EL LAGO DE LOS CISNES
59
El muerto EL MUERTO
Este es el muerto:
mañana las moscas
ennegrecerán sus lívidas carnes
y en sus entrañas
los gusanos empezarán su danza,
pero no quiero decir nada
sobre el sentido o el absurdo de la vida,
la gran pregunta sin respuesta
fuera del nacimiento y de la muerte,
sólo mostrarlo,
señalar las hormigas que recorren su rostro
y la enorme rata que husmea su sexo,
los gusanos que se revuelven en su abdomen.
60
Una niña UNA NIÑA
A la niña la llevaban
unos vecinos de buena voluntad.
Era una niña como tantas otras,
igual, mejor, tal vez peor.
61
El crimen, la cruelEL CRIMEN, LA CRUELDAD, LA SANGREdad,
la sangre
62
Mensaje a la paloma MENSAJE A LA PALOMA
¡Nunca más
la blanca paloma de la paz
traspasada por una bayoneta!
Que la paloma
coma en la mesa del poeta
y vuele por la ventana abierta
llevando en el pico este mensaje:
“¡Que los siete colores del arcoiris sean ocho!
¡Que todo sea más amarillo
o un poco más azul!
¡Que el verde prime!
¡Que la vida no sea como es ahora,
y que el rojo de mis plumas
sea mentira!”
63
¡Qué dicha
¡QUE DICHA VIVIR EN ESTE PAÍS TANvivir en este país tan
bello! BELLO!
64
y aunque nuestras fiestas delirantes de alegría
las presida y clausure
el esqueleto del capuchón y la guadaña!
65
Tres poemas patrióticos TRES POEMAS PATRIÓTICOS
La bandera
El amarillo es la luz del sol,
el azul es el azul del cielo,
el rojo es la sangre de los inocentes.
***
Por raro que parezca
En esas tierras bajas
bramaban los mosquitos
y los antropófagos
comían verduras,
por raro que parezca.
66
Y en esas tierras altas
los escarabajos
volaban como cóndores
pegados a la tierra,
por raro que parezca.
67