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POOR ee eee et) Las calzadas romanas de acceso a Cantabria El sacrificio humano en la Cordillera de los Andes La colonizacion griega en el Mar Negro: Histria Tribuna: La investigacion arqueometalurgica en Espana | Museo Arqueolégico de Linares UN RESTO DE SINGULAR VALOR HISTORICO HISTRIA la colonizacion griega cs primeros griegos que se Je denominaron "Mar Inhés- pito", pero cuando con el tiempo llegaron a conocerle, se tranformé en el "Hospitalario". Las primeras fundaciones griegas en los acce- sos a este mar, no tuvieron como meta la posterior exploracién de sus costas, aunque condujeron inevitablemente a ello. La Propon- tide constituye el paso obligado que seinicia en un ancho vestibule con largos y estrechos corredores 2 cada extremo: hacia el Egeo, a través del Helesponto (los Darda- nelos), y hacia el Mar Negro por Bizancio (Constantinopla) a través del Bésforo. Los fuertes vientos y Jas comientes hacfan diffcil la tra- vesfa hacia este mar, no obstante, sus accesos fueron’ franqueados asiduamente hasta por las embar- caciones mds antiguas, y la ruta a través de los estrechos pasos pudo ser controlada por las ciuda- des fundadas a lo largo de ellos. No disponemos de abundantes datos que nos ilustren sobre la colonizacién griega en las orillas del Mar Negro, ni siquiera las fuentes escritas ‘proporcionan fe chas fiables, aunque sf los nom: bres de algunas ciudades. Nues- tras fuentes se basan en las exca- vaciones ruses de los primeros afios de este siglo, asi como las realizadas en Rumania y, en me- nor grado, en Turgufa durante el litimo cuarto de siglo. Hasta el momento, los materia- les mas antiguos de la Propntide datan de principios del siglo VIL aC. yen las ciudades del Mar Negro 10 hay nada anterior a fin les de este siglo. No obstante, algunos autores sostienen que sus onillas eran ya visitadas, e incluso colonizadas, por los griegos del siglo VIM a. C., quizé basados en los_documentos literarios que sitian la fundacién de Sinope y ‘Trapezunte (filial de la primera) en ig onilla sur del Mar Negro, y la de Cizico en la Propéntide, a media- dos del s. Vill a. C. Un arqumento 8 utilizado en favor de estas tempra: nas fundaciones es que consti- uian puntos de recalada para el paso de los bronces orientales que, procedentes de la region de Urartu-Armenia, entrarian en el mundo griego. Existe ademés una leyenda, de tiempos de Herodoto, en la que un mago llamado Aris- teas visit6 las costas septentriona: les del Mar Negro a principios de s. VII a’ C,, teniendo asimismo noticias de que sus costas eran visitadas desde finales del s. VII] a. C. Elvviaje de los argonautas, por ejemplo, implica un conocimiento de estas regiones aunque los deta~ les geoardficos pudieran ser afia- didos en una época posterior. F: por ello que podemos deducir que si bien esto no implica que los griegos vivieran alli hasta el 700 a. C,, por lo menos durante esta 4poca si se habian realizado viajes ocasionales al interior del Mar Negro. Sélo después de! 700 a. C. poseemos ciertos testimonios de un interés muy activo por parte de los griegos orientales, en fundar colonias o incrementar su comer- cio ultramarino, LOS PUEBLOS GRIEGOS Y SUS COLONIAS EN ESTA REGION Los milesios se cree fueron los fundadores de Sinope y ‘Trape- Vista del conjunto de lujosas viviendas en la zona este de la ciudad, en el Mar Negro munte, aunque se les encuentra explorando otras partes de estas costas, En la Propéntide fendaron Parion, justo al este del extremo interior del Helesponto; en la ribe- ra sur fundaron Cizico que consti- tuyé sélo una comunidad agricola En el Helesponto contaban con Abydos y varias ciudades meno- res cuya fundacién fue autorizada por el rey lidio Giges, probable- mente hacia el s. VII a. C. En la costa sur también funda- ron Amiso y en la extremidad oriental, Fasis, que daba acceso a la riqueza minera y agricola del Céucaso. Al este estaba Apolo- nia y Odessos ademas de Tomis e Istros, cercanas éstas a la desem- bocadura del Danubio; Tiras en la del Dniéster y Olbia y Berezan en Ja del Dniéper-Bug. En Crimea y Jos accesos al mar de Azov se encontraban Panticapea y sus ciu= dades filiales. Fanagoria fue fun- dada por los tebanos en toro al 540 a. C,, y se sabe que los foceos se asociaron a los milesios en algunas de sus fundaciones. As mismo conocemos, por los testimo- nios arqueologicos, que los quien. ses se establecieron en las ciuda- des fundadas por los milesios: ceramica quiense de la primera mitad del s. Via. C. se encuentra en Olbia, Berezan ¢ Istros Lampsaco fue fmdada por los ‘Texto y Fotos: JORGE L. DE LA PINTA 1 —Temloe quegos 2 Casas (6 Vis C) tober, iuleree ‘Se tiles srewados “e+ Farieaciones ems — Plano de a situacién de Histia y de los conjuntos monumentales mas significativos de la ciudad y el area adyacente. foceos en el Helesponto, invitados por el rey indigena que compartio sus tiezras a cambio de la ayuda prestada por el rey foceo, pero que acabé asegurando el derecho al lugar por la fuerza de las armas. Los samios legaron a Perinto hacia el 600 a. C., asi como a otros lugares de las costas septentrio- nales de la Propéntide. Los megarenses establecieron colonias desde muy antiguo en el nordeste, aunque no mostraron un interés urgente en ocupar puntos estratégicos 0 comerciales como Bizancio, Ocuparon Astaco y Cal cedonia en la costa asidtica de la Propéntide, Selimbria en la costa norte y, por ultimo, Bizancio en el extremo interior del Bosforo. Al este lenian Heracles, y al norte Mesembria y Callatis cuya culunizacion se realizd hacia el s.Via.C.Enels, Va C.llegarona Ia extremidad sur de Crimea y fun- daron Quersoneso. Por los hallaz~ gos realizados en esta region se observa que la mayorla de los yacimientos griegos més antiguos ho proceden de las propias colo- nias, sino a veces de lugares aleja~ dos del interior. La busqueda de metales impulsé probablemente las fundaciones a Jo largo de las orillas meridionales del Mar Ne- gro y en el este, donde podian explotarse los recursos del Cau- caso y de Armenia. LAS CIUDADES ‘Mencionaremos brevemente en primer lugay, algunas de las ciu- dades de a Propontide para pasar después a comentar las fundacio- nes del Mar Negro, incluyendo alguno de los materiales que han proporcionado las fechas mas antiguas, siguiendo la costa en el sentido de las agujas del relo} Dascylium. Se encuentra a unos 30 km, de Cizico, sobre la ori lla més lejana del lago Manyas. Fue sede del gobernador persa y en ella se han hallado cerémicas del s. Vil a, C. con algunos objetos de la primere mitad de este siglo. ‘Cizico. Estaba sitada en una isla frente a la orilla sur de la Pro- péntide. Aunque fundaciones pos- teriores impiden un estudio més exhaustivo, se han hallado mate- niales de fines del s. VII a. C. con interesantes testimonios de escul- ura y arquitectura arcaica, Las monedas muestran siempre un atin, elemento que sugiere una de Jas principales fuentes de inaresos de la ciudad, mientras que las minas de or que explotaron a fines del s. Va. C. constituirfan su base primordial de riqueza Dorilea y Perinto. Estas dos ciu- dades, la primera situada al inte- rior de Dascylium y la segunda en la costa norte de la Propéntide, han proporcionado fragmentos de esculturas arcaicas de estilo grie~ 0, ‘Calcedonia, Situada en la costa sur y cerca del Bésforo, propor- ciond ceramica corintia de la segunda mitad del s. Via. C. y una losa con escena mortuoria e ins- cripcion en caracteres jonios fe- chada en el 850 a. C. aproxima damente. Bizancio. La antigua acrépolis dela ciudad se hall en el extremo occidental de la misma tras la mezquita de Santa Soffa, aunque en general Bizancio ha sido poco explorada, Solamente las excava- ‘clones realizadias en el Palacio del Serrallo han proporcionado cera- micas corintias del s. VII a. C. En las costas del Mar Negro mencionaremos: 9 Apolonia. Ciudad milesia situa- da junto ala moderna Sozopol cuyos primeros hallazgos se reali zaron en la bahia aportando vasos Griegos orientales de hasta el 600 a. C. aproximadamente, junto a cerdmica corintia y atica de fecha posterior. Del s. V a, C. existen varias piezas escultéricas de estilo griego oriental. Calamis, ol escul- tor, realizé para esta ciuded un colosal Apolo que aparece en sus monedas. Al parecer, el primer asentamiento fue griego, sin que existan vestigios de estadleci- mientos indigenas. Mesembria, Fue fundiada por los megarenses en Io que hoy es la ciudad de Nesebur en Bulgaria Disponia de un excelente puerto enclavadio al sur y su primer asen- famiento griego (fechado por ceramicas corintias del s. Via. C) se realiaé sobre otro ocupado por indigenas tracios Odessos. Fue fundiada con ante- rioridad al $60 a. C., cuya fecha ha sido confirmada por hallazgos de cerémica corintia de esta época Se asienta sobre una elevada pla- taforma en la actual ciudad de Varna 10 Zona de tabernae y almacenes en ¢l recinto del mercado de la ciudad. RUMAS ALCGMECOSicas _ Tomis. Se situé en un promonto- tio que protege una bahia orien- tada al Sur y se encuentra en el actual puerto de Constanza (Ru- mania). Aunque la ciudad actual cubre la antiga, algunas zonas han podido ser excavadas y se conservan “in situ”, Los hallazgos recientes incluyen cdntaros quien- ses de la primera mitad del s, V a. C, aunque muy bien pudiera contarse entre las fundaciones de los milesios duronte el s. VI a. C Istros 0 Histria Sera comentada ampliamente al final de este capitulo. Tiras. Pudo estar situada en un promontorio en las cercanias del estuario del rio Dniéster. Los obie tos que en ella han aparecido no han sido atin publicadios, aunque ya algunos autores se inclinan a sitar en este punto a la antigua Ophioussa, trasladando Tiras rio arriba, en un lugar donde han ape recido dos inscripciones citando el nombre de esta ciudad. Olbia. Fue la més rica de las colonias primitivas asenténdose en la orilla derecha del estuario del rio Bug, donde fluye hacia el estuario mas amplio del Dniépes, la ciudad tenfa forma de tridngulo isdsceles con una superficie de un halémetro y medio cuadrado y fue fottificada quedando la acropolis casi en el centro, De esta ciudad se conoce la existencia de una casa arcaica, que ha sido bien excavada, proporcionando abun dantes materiales que han indu- cido a pensar que la ciudad disponfa ya de una estructura urbana geométrica hacia el s. VI ac. La cerémica més antigua pare- ce corresponder al s. Vila. C. con vyasos rodios, quuienses, de Fikelura, corintios, etc. En los productos locales se aprecian incicios de influencia escita, pudiendo dedu- cirse que éste debié ser uno de los cent¥os mas importantes de pro- duccién de obras de arte greco: escitas, Las monedas mas. anti guas parecen fecharse a princi- pios del s. Va. C. y tienen una forma poco comtin, estando fundi- das en bronce en lugar do troque- ladas. Aigunas son de tamafio considerable y presentan la cabo za de una gorgona y un aguila con un delfin, y otras tienen forma de delfin. En esta zona existen varios ‘Mapa de la Dobrudja con la situacién de las 2onas arqueolégices expuesto junto al museo de Constanza (Rumania). ryacimientos que han_proporcio- nado objetos griegos de los siglos VE-V a. C. y donde, con toda pro pabilidad, pudieron asentarse fa- smilias griegas. No obstante men- cioraremos él establecimiento hallado en la isla de Berezan, cuyo nombre antiguo desconocemes, por haber sugerido la hipétesis de haber sido el primer asentamiento griego de este érea, La mayoria de Jos objetos cerémicos_hellacos proceden de la necrépolis, donde ha podido estudiarse un horno crematorio, enlazando con los descritos en Olbia. Las cerdmicas guienses permiten sugerir la pre~ sencia de estas gentes poco des- pués del 600 a. C. También se han encontrado variados objetos me- nores entre los que destacan los realizados en fayenza similares a Jos 2studiados en emplazamientos griegos orientales. Hasta hace poco se creia que el poblado no sobrepasé el s. Va. C, y que su poblacion serfa absorbida por Olbia, aunque en la actualidad se sabe que con posterioridad a esta fecha continué habitado, Cercinitis. La situacién de Cer- cintis es atin incierta aunque los investigadores rusos la identifica- ron con un yacimiento situado a mitad de camino sobre la costa geste de Crimea, los hallazgos mas antiguos realizados en él se datan a finales del s, VI a. C. ‘Quersoneso. Las ruinas de esta ciudad se halian situadas en el extremo sur de Crimea y fueron usadas durante afios como mate- nial de construccién en la ciudad de Sebastopol. Los objetos mas conocidos, hallados en las excava- ciones, datan de finales del s. V a, C,, aunque se dispone de algunos materiales, escasos hasta el mo- mento, de finales del s. VI a. C., que indican la existencia de espo- radicas relaciones con los griegos més que de un establecimiento fijo anterior a la fundacion megaren- Teodosia. Fue fundada por los milesios y se sittia en un elevado promontorio. en la_extremidad oriental de Crimea. De sus exca- vaciones se conoce la existencia de un vaso atico pintado fechado hacia el 870 a. C. En las inmediaciones de Crimea se conocen ademas diversos yaci- mientos situados en el denomi: nado Bésforo cimerio, una entrada al mar de Azor que los griegos conocian como lago Maestis. En la zona mas alejada se edificd la ciu- dad griega de Tanais, sobre la desembocadura del Don. Las ciu- dades mds importantes se esta~ blecieron a los lados de! Bésforo cimerio, y durante el s. V. a. C. for- maron él nticleo de un reino bés- fora. En la orilla occidental, la de Crimea, se encontraban Pantica- pea, Myrmekion, Tiritaca y Nymp- haeum; en el este, Fanagoria y Hermonassa, Aunque no fueron mencionadas por las fuentes grie- gas todas ellas son fundaciones muy antiguas. Panticapea. Se encuentra encla- vada tras la actual ciudad de Kerch, junto al mar, y ena antigie- dad es muy probable que dispu- siera de un buen puerto. La cerdmica griega més antigua parece corresponder a finales del s. Vila. C, aunque se presupone la existencia de un asentamiento pregriego con el que los griegos mantendrian contactos comercia~ les durante este siglo. Existen res- tos de un templo jomico del 800 a. C. aproximadamente con basas de columnas similares a las apare- cidas en la isla del Qufos. ‘Myrmekion. Situada al norte de Panticapea, ha sido recientemente excavada por arquedlogos rusos y polacos, apareciendo cerémica de la primera mitad del s. VI a. C. Tiritaca. Esta ciudad, enclavada a unos once kilémetros al sur de Panticapea, se establecié sobre un poblado cimerio apareciendo en la actualidad un conjunto urbano griego de la segunda mitad del s Via.C. La ceramice mas antigua, de un claro estilo orientalizante, no parece posterior al 600 a. C,, mien- tras que la mayor parte de las pie~ zas no son anteriores al 850 a. C. Nymphaeum. Durante el amplio movimiento de expansién de los milesios de Panticapea fue fun- dada esta ciudad, probablemente durante los mismos afios que iri taca. Situada mas al sur y a unos seis kilometros de ésta, ha propor- cionado vestigios de un antiguo santuario a Deméter entre cuyas ofrendas hay vasos aticos del 860 a. C, aproximadamente, al igual que los templos de Afrodita y de Cabeiri en la acropolis. Cimmericum. Al igual que la anterior fue fundada junto a un poblado cimerio, quizés hacia el 880 a. C. Fanagoria. Estab situada al fondo de una profunda bahia en la otra orilla de los estrechos y sequin los autores antiguos la fecha de fundacién debe situarse hacia el 840 a. C. aunque las cerémicas y figurillas, de tipo griego oriental, son algo posteriores, Hermonassa. Se encuentra cer- cana a la actual Taman y ha sido poco explorada, aunque sus ne= cropolis proporcionan materiales anteriores al 880 a. C. Tanais. Las exploraciones sub- marinas realizadas en el estrecho IRUMCAS AUGMOCOSICAS — de Taganrog, al oeste de Tamén, han permitido obtener vasos grie- gos de estilo oriental del s. VII aC, aunque en la ciudad, los hallazgos son muy posteriores. La acrépolis se encuentra situada en la desembocadura del rio Don. Fasis. Situada en la Célquida, sobre el extremo oriental del Mar Negro, ha proporcionado mone- das locales de principios del s. V. a. C. aunque quizas se mantuvie- ran contactos desde la segunda mitad del s. VI a, C, Fue fundada para proporcionar acceso inme- diato al Céucaso y sus yacimientos minerales. Heraclea. Apenas se tienen noti- cias de esta fandacién megarense, s6lo se sabe que se enriquecié rapidamente y patrocin6 a las colonias, ya mencionadas, de Callatis y Quersoneso. ‘Sinope. Fue una fundacién mile- sia que disponia de un espléndido puerto en la actual Sinop, cuyas edificaciones hacen préctica- mente imposible las investigacio- nes en la ciudad antigua, Los hrallazgos realizados hasta el mo- mento proceden de la necrépolis, que proporcioné alguna cerémica corintia fechada poco después del 600 a. C. Asimismo es de destacar la abundancia de cerdmica frigia que presupone una estrecha rela~ cin con pueblos del interior, con- firméndose su gran actividad co- mercial, base de su prosperidad. En la antigiiedad fue la mayor exportadora de “miltos", un tin- te mineral muy apreciado en Gre- ola. ‘Trapezunte. A unos 400 kin, de Sinope se encuentra Trapezunte (Trebisonda), de la cual no se conocen las fechas de los prime- ros tiempos ni por excavaciones ni por hallazgos casuales. En gene- ral, se ha exagerado la importan- cia comercial de esta ciudad tanto con las ciudades del Caucaso como con las del reino de Urartu. ‘Amiso. Fue una funcacién algo tardia cuyas cerémicas griegas se fechan con posterioridad a la mas antigua hallada en Sinope, que es posterior al 600 a. C. Su situacion fue idénea para e! comercio fluvial con el interior, influyendo también el hecho de ser éste el punto mas préximo sobre la costa a la antigua ciudad hitita y frigia de Bogaz- Koy, 12 Camino de acceso a las ruinas de Hist Disantinas ISTROS: UNA DE LAS PRIMERAS COLONIAS GRIEGAS EN EL MAR NEGRO. Istos 0 Histria se encuentra emplazada a mitad de camino entre Tomis y el delta del Danubio, en Rumania. Hemos prejerido mencionarla al final de este capi- tulo por ser en esta ciudad donde quizas puede hallarse el cuadro més completo disponible sobre las primeras colonias griegas en el Mar Negro. Enla actualidad, sus ruinas se extienden en la extremi- dad de unas tierras salinas y par- cialmente cenagosas, y hacia el mar el acceso esta bloqueado por bancos de lodo depositado por el Danubio que poco recuerdan el paisaje que en la antigiedad rodeaba a esta ciudad, SU HISTORIA Histria, cuyo nombre deriva de la antigua denominacién del Da- rubio, Istros, fue fundada hacia la mitad del s. VII a. C. por colonos griegos venidos de Mileto, ciudad situada en la costa oeste del Asia Menor (la Turquia de hoy). Los milesios se establecen en estas tierras como consecuencia de la irregular distribucién de las mismas y la imposibilidad de mejorar su nivel de vida, proceso que en los siglos VIII-VII a. C. hace oscura y dificil la vida en la Grecia continental e insular. En esta &poca se inician colonizaciones en el sur de Rusia, en Turquia, Bulga- ‘Ala derecha, lienzo de las murallas romano- ria, Rumanfa, Francia, Italia, Espa- fa 'y hasta en Egipto. En la orilla occidental del Mar Negro se fun- dan ademas de Histria, Tomis (Constanza) y Callatis (Mangalia), ya citadas. Las fuentes antiguas, asi como las excavaciones arqueo- logicas, revelan el hecho de que Jas relaciones entre los autéctonos ylos zecién legados se desarrolla- ron bajo la forma de contactos comerciales. Los tragi-getas, que componen esta poblacién autéc- tona y en particular la aristocracia, fueron los mas inclinados y con mejores posibilidades de obtener las mercancfas de gran calidad que Grecia les oftecia: vinos de todas clases, aceite de oliva, per- fumes, muebles y armas elegan- tes, productos cerémicos y artisti- 08, ete. Los gtiegos, en cambio, recibfan de éstos cereales, gana- do, pieles, miel, etc, productos necesarios para el aprovisiona- miento de las zonas mas empobre- cidas de Grecia. PRIMERA ETAPA DE APOGEO ECONOMICO Durante el s. IV a. C. la produc cion agricola se intensifica permi- tiendo asi enviar a Mileto, y mas tarde a Atenas, grandes cantida- des de cereales. Se potencia tam- bién la pesca del esturién que, manulacturado en sus especiali- dades saladas y escabechadas, se exporta ampliamente hacia las ciudades del sur. El fenémeno mas significativo de esta época lo cons- tituye Ja transformacién de la ciu- dad de un centro meramente comercial en centro de produc cién, A partir de entonces se crean nuevos lalleres y se acufia mone- da propia (las mas antiguas des- cubiertas en plata corresponden a dracmas dels, Va. C.). Los simbo- los monetarios estan inspirados en el panteén tradicional, Apolo, Démeter, Helios y posteriormente Dionisos, asi como caracteristicas fundamentales de la vida dela ciu- dad: racimo de was, aguila soste- niendo un delfin entre sus patas, etc. No obstante, la gran prosperi- dad y empuje economico de His- tia, fundados sobre el comercio, se ve prontamente truncada en época helenistica (s. II-l a. C.) por las agitaciones provocadas por pueblos geto-dacios que, con su variable politica’ de amistad y enfrentamientos, hacen tambalear el orden establecido hasta enton- ces. Histria, pues se ve forzada en el s Ill a buscar la paz pactando una alianza con Zalmodegikos, jefe local de la regién oeste o noroeste de la Dobrudja, que incluye cléusulas econémicas y politicas y que concluye con otro Sela de bafos calientes (hypocaustum) de las termas piblicas situadas en el interior del recinto de época tardorromana, nuevo tratado, hacia el inicio del 8. Ila, C, con el rey de los getos, Rhemaxos, LA OCUPACION ROMANA Otros dos acontecimientos nota- bles ocurren al inicio y al final del s.1a.C. y que son de una parte, la presencia de la armada romana que en el 72 a. C. y bajo el mando de M. Terentius Lucullus Varro somete, por un corto periodo, a las ciudades griegas de la costa occi- dental del Mar Negro incluida His tria; de otra parte, la inclusion de la ciudad en el reino de Buresbita, que gracias al reforzamiento del Estado dacio emprenderd en esta 6poca una vasta accién en la zona literal del Ponto Euxino (Mar Negro) desde el norte hasta el sur, es decir, desde Olbia (hoy dia Porutino, sobre la orilla del Bug, en Rusia) hasta Apollonia (la bul gara Sozopol). Después del desmembramiento del Estado dacio, a raiz del asesi- nato de Burebista en el 44 a. C., la oligarguia de Histria afectada por desérdenes internos aceptard la dominacién romana impuesta en Dobrudja por el general M. Lici- nius Crasus, quien entre los afios 29-27 a, C. se convirtié en el diri- gente de las dinatias locales Los ricos vieron en la domina- cién romana una garantia de su status, permitiéndoles conservar sus privilegios y ofreciéndoles apoyo contra los ataques del exte- nior. Hacia el final del s. Ia. C. acaba pues una importante etapa de la historia de la ciudad, aquella en el curso de la cual Histria habia disfrutado de una politica inde- pendiente, segin sus intereses y adaptada a |a realidad del entor- no. Una nueva era comienza en este momento que implicara gran- des cambios econémicos, sociales. y politicos que llevarén ala ciudad a una nueva época de esplendor. Roma establece la frontera nor- deste sobre la linea del Danubio controlando los territorios com: prendidos entre éste y el Mar Negro. La aceptacién de la domi- nacién romana Tevistié, en princi- pio para Histria y mas tarde para. ‘Tomis y Callatis, la forma de una alianza politica con Roma en la que se incluian privilegios polti- cos y econémicos (civitates foede- 13 rati o més probablemente civita tes liberae et inmunes), mientras que el resto del termitorio de la Dobrudja es considerado como una posesion de los reyes Odry- ses (Phracios) que lo administran en provecho de los romanos. Mas tarde, hacia el 46 a. C,, Thracia se rebela contra la opresién romana y no tarda en ser anexionada defi- nitivamente al Imperio, convirtién- dose en la provincia romana de Mesia, que aunque en el 18 a. C. no comprendia mas que la Serbia y el noroeste de la Bulgaria modema, se amplia posterior- mente hacia la desembocadura del Danubio abarcando as! toda Ia Dobrudia. UGE Y PROSPERIDAD DE LA CIUDAD EN EPOCA ROMANA La historia de esta regién y en especial de Histria durante el s. 1 a. C. nos es conocida por una ins- cripcion, fechada el 28 de Octubre del afio 100 d. C, en la época de ‘Manius Laberius Maximos, jefe de la provincia de Mesia bajo el emperador Trajano, conocida con el nombre de Horothesie, que fue 14 Vista general de la zona sacra con el acceso a una basilica de época cristiana publicada por V. Parvan en 1914. La inscripcién ha permitido conocer el reconocimiento a His- tia de un cierto terzitorio rural ya explotacién de la pesca en el Delta, sin estar obligada a abonar el impuesto que normalmente se perciba_por la _administracion romana dela aduana del Danubio. Estas ventajas, conservadas y ensalzadas por los romanos, asi como la paz proporcionada por el Imperio, beneficiardn y facilitaran una mejor organizacién justifi- cando sin duda la prosperidad de Ja ciudad hacia el primer y segun- do siglo de nuestra era, Importan- tes vestigios de edificios publicos, Iaicos 0 de culto y numerosos bajo- relieves, allares honorificos dedicatorias, atestiguan el esplen- dor de Ja ciudad. Abundantes ins cripciones nos hablan de la vene- racién que se experimentaba por los emperadores de 1a época, signo de lealtad a Roma, de la reconstruccién de la "Gerusia” local (consejo de ancianos que se ocupaban del culto y de la educa- cién de la juventud), de la reorga- nizacién del puerto, de la recons- truccién de un gimnasio y de la acuflacién masiva de emisiones monetarias propias Las excavaciones arqueolégi- cas han precisado, en la cota norte, a unos 400 m, alrededor de Ja muralla romano-bizantina, otro muro de piedra dotado de torres de defensa construido por los habitantes de la ciudad a finales del s. Ty principios del s. Il d. C Este muro, que tiene una extension doble, en’ relacién al helenfstico, prueba la expansién de la ciudad que en esta época es maxima. Parcialmente destruido y rehe- cho durante la segunda mitad de! s. ld. C, el muro fue completa: mente demolido en la mitad del s Ill, cuando por razones de segu- Tidad los histriotas abandonan la ciudad, utilizando muchas de sus piedras para elevar otro muro de defensa que reducfa a la mitad la superficie habitada de la misma. En esta época de prosperidad se edificaron acueducios para ali- mentar de agua potable a la ciu- dad, ya que los pozos se encontra- ban a unos 30 km. de la misma, En cuanto a los baiios (termas), dos de. estos imponentes edificios puiblicos fueron descubiertos en Sector comercial de Histria. Histria: el primero, en el recinto de época tardia y el otro al exterior de aquél, a Ja izquierda del camino actual de acceso a las ruinas. La historia de estos edificios, cons- tuidos los dos en época de Adriano (117-138 d. C) refleja la evolucién sinuosa, a menudo tré- gica, de la ciudad. Las termas del exterior del recinto, de época tar- dia, cesan su actividad después de las destrucciones de los gados, hacia el 248 d. C. Posteriormente 0 edifican sobre ella pobres apo- sentos hacia el 270-276 d. C. que son abandonados después de los ataques del 337-340 dC. Las grandes termas del recinto interior, de época tardia, son ampliadas y reconstruidas sucesivamente bajo los Severos (finales del s. Il y principios del s. Ill d. C.) después de las destrucciones de los godos en el 248 d. C., y las que tuvieron lugar en época de Constantino el Grande (306-337). DECADENCIA Y DESTRUCCION DE HISTRIA El perfodo de tranquilidad, ca- racteristico de los dos primeros siglos de dominaciéa romana, fue interrumpido por los ataques de tribus dacias libres que habitaban en tertitorios no integrados al Imperio, 0 bien por las migracio- nes de Taiphalos, Pencines, Bas- tames, etc, dirigidos por los godos. Las invasiones combina- das de todos ellos provocaron (en 238, 242, 249-50) innumerables estragos en el area balcano- danubiana, de los que Histria no puede escapar. El mas serio com- bate se desarrollé en el otofio del 248 dC. en el transcurso del cual, Histria quedé convertida en rui- nas. ‘A partir de este momento el perlmetro de la ciudad se reduce ala mitad (finales del s. 11 princi- pios del s. IV d, C) edificandose una nueva muralla reutilizando columnas, capiteles, frisos ¢ ins- cripciones como material de cons- truccién, Los siglos siguientes significa- ron para Histria una época de calma y lento resurgir gracias a las reformas econémicas, admi- nistrativas y politicas iniciadas por algunos emperadores como Dio- cleciano, Constantino, Anastasio y Justiniano, cuyas obras son visi- bles atin en Histra. Los ataques de los hunos, en la segunda mitad del s. IV d.C., son seguidos en la segunda mitad del s. Vid. C. por las invasiones de los koutrigures (rama de los hunos) de los avaros y de los eslavos. Toda la Dobrudja (llamada més tarde Escitia menor, bajo Diocle- ciano) sufre las devastaciones. Aiin hacia finales del s. VII d. C, las autoridades bizantinas se ven incapaces de mantener el orden en el interior limitando su control a lo largo del Danubio. Tres sigios después, los bizantinos engloban de nuevo la Dobrudja bajo el dominio de! Imperio como provin- gia separada bajo el nombre de "Para dunaron" o bien "Paris- tion’, aunque Histria ha dejado de existit. Abandonada por sus habi- antes, que se refugian en lugares més protegidos, Histria pone fin a sus dias hacia los primeros dece- nics del s. VII d. C. después de trece siglos de existencia; sélo la arqueologia ofrece la posibilidad de poder reconstruir la historia de esta ciudad. LOS HALLAZGOS ARQUEOLOGICOS. Los trabajos de excavacién fue- ron iniciados en 1914 por el arquediogo V. Parvan y continian en la actualidad a buen ritmo. La topografia de la ciudad se concreta en tres éreas bien delimi- tadas: una correspondiente a los edificios de la epoca romano- bizantina, entre los que se encuen- tran la muralla, fortificaciones de tierra, dos basilicas, termas, taber- nae, domus lujosas, etc; otra que ‘comprende la zona antigua de la ciudad con habitaciones, tiendas, muralla, etc. y una lercera en la que se concentra la zona sacra y en la que estan representados los monumentos culturales ms signi- ficativos de la ciudad (templos, altares, pozos sagrados, etc.) BIBLIOGRAFIA BARZU, L: Continuity ofthe Romanian people's material and spiritual pro Suotion in the ternlory of former Dacia. Bucuresti 1973 BOARDMAN, J. Los griegos en ultra- ‘mar: comercio y expansién colonial antes de la era clasica. Madi, 1978, BICHIR, G. H.: Geto-Dacii din Munte- nia in epoca romana. Bucuresti, 1964 BUCO VALA, M.: Histria, Publicacion del Museo’ de Historia Nacional ¥ ‘Arqueologia. Constanza, 1977 DRAGAN, J. 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