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Las calzadas romanas de acceso a Cantabria
El sacrificio humano en la Cordillera de los Andes
La colonizacion griega en el Mar Negro: Histria
Tribuna: La investigacion arqueometalurgica en Espana |
Museo Arqueolégico de Linares
UN RESTO DE SINGULAR VALOR HISTORICOHISTRIA
la colonizacion griega
cs primeros griegos que se
Je denominaron "Mar Inhés-
pito", pero cuando con el tiempo
llegaron a conocerle, se tranformé
en el "Hospitalario". Las primeras
fundaciones griegas en los acce-
sos a este mar, no tuvieron como
meta la posterior exploracién de
sus costas, aunque condujeron
inevitablemente a ello. La Propon-
tide constituye el paso obligado
que seinicia en un ancho vestibule
con largos y estrechos corredores
2 cada extremo: hacia el Egeo, a
través del Helesponto (los Darda-
nelos), y hacia el Mar Negro por
Bizancio (Constantinopla) a través
del Bésforo. Los fuertes vientos y
Jas comientes hacfan diffcil la tra-
vesfa hacia este mar, no obstante,
sus accesos fueron’ franqueados
asiduamente hasta por las embar-
caciones mds antiguas, y la ruta a
través de los estrechos pasos
pudo ser controlada por las ciuda-
des fundadas a lo largo de ellos.
No disponemos de abundantes
datos que nos ilustren sobre la
colonizacién griega en las orillas
del Mar Negro, ni siquiera las
fuentes escritas ‘proporcionan fe
chas fiables, aunque sf los nom:
bres de algunas ciudades. Nues-
tras fuentes se basan en las exca-
vaciones ruses de los primeros
afios de este siglo, asi como las
realizadas en Rumania y, en me-
nor grado, en Turgufa durante el
litimo cuarto de siglo.
Hasta el momento, los materia-
les mas antiguos de la Propntide
datan de principios del siglo VIL
aC. yen las ciudades del Mar
Negro 10 hay nada anterior a fin
les de este siglo. No obstante,
algunos autores sostienen que sus
onillas eran ya visitadas, e incluso
colonizadas, por los griegos del
siglo VIM a. C., quizé basados en
los_documentos literarios que
sitian la fundacién de Sinope y
‘Trapezunte (filial de la primera) en
ig onilla sur del Mar Negro, y la de
Cizico en la Propéntide, a media-
dos del s. Vill a. C. Un arqumento
8
utilizado en favor de estas tempra:
nas fundaciones es que consti-
uian puntos de recalada para el
paso de los bronces orientales
que, procedentes de la region de
Urartu-Armenia, entrarian en el
mundo griego. Existe ademés una
leyenda, de tiempos de Herodoto,
en la que un mago llamado Aris-
teas visit6 las costas septentriona:
les del Mar Negro a principios de
s. VII a’ C,, teniendo asimismo
noticias de que sus costas eran
visitadas desde finales del s. VII]
a. C. Elvviaje de los argonautas, por
ejemplo, implica un conocimiento
de estas regiones aunque los deta~
les geoardficos pudieran ser afia-
didos en una época posterior. F:
por ello que podemos deducir que
si bien esto no implica que los
griegos vivieran alli hasta el 700
a. C,, por lo menos durante esta
4poca si se habian realizado viajes
ocasionales al interior del Mar
Negro. Sélo después de! 700 a. C.
poseemos ciertos testimonios de
un interés muy activo por parte de
los griegos orientales, en fundar
colonias o incrementar su comer-
cio ultramarino,
LOS PUEBLOS GRIEGOS Y SUS
COLONIAS EN ESTA REGION
Los milesios se cree fueron los
fundadores de Sinope y ‘Trape-
Vista del conjunto de lujosas viviendas en la zona este de la ciudad,
en el Mar Negro
munte, aunque se les encuentra
explorando otras partes de estas
costas, En la Propéntide fendaron
Parion, justo al este del extremo
interior del Helesponto; en la ribe-
ra sur fundaron Cizico que consti-
tuyé sélo una comunidad agricola
En el Helesponto contaban con
Abydos y varias ciudades meno-
res cuya fundacién fue autorizada
por el rey lidio Giges, probable-
mente hacia el s. VII a. C.
En la costa sur también funda-
ron Amiso y en la extremidad
oriental, Fasis, que daba acceso a
la riqueza minera y agricola del
Céucaso. Al este estaba Apolo-
nia y Odessos ademas de Tomis e
Istros, cercanas éstas a la desem-
bocadura del Danubio; Tiras en la
del Dniéster y Olbia y Berezan en
Ja del Dniéper-Bug. En Crimea y
Jos accesos al mar de Azov se
encontraban Panticapea y sus ciu=
dades filiales. Fanagoria fue fun-
dada por los tebanos en toro al
540 a. C,, y se sabe que los foceos
se asociaron a los milesios en
algunas de sus fundaciones. As
mismo conocemos, por los testimo-
nios arqueologicos, que los quien.
ses se establecieron en las ciuda-
des fundadas por los milesios:
ceramica quiense de la primera
mitad del s. Via. C. se encuentra
en Olbia, Berezan ¢ Istros
Lampsaco fue fmdada por los‘Texto y Fotos: JORGE L. DE LA PINTA
1 —Temloe quegos
2 Casas (6 Vis C)
tober,
iuleree
‘Se tiles
srewados
“e+ Farieaciones
ems
—
Plano de a situacién de Histia y de los conjuntos monumentales mas significativos de la
ciudad y el area adyacente.
foceos en el Helesponto, invitados
por el rey indigena que compartio
sus tiezras a cambio de la ayuda
prestada por el rey foceo, pero
que acabé asegurando el derecho
al lugar por la fuerza de las
armas.
Los samios legaron a Perinto
hacia el 600 a. C., asi como a otros
lugares de las costas septentrio-
nales de la Propéntide.
Los megarenses establecieron
colonias desde muy antiguo en el
nordeste, aunque no mostraron un
interés urgente en ocupar puntos
estratégicos 0 comerciales como
Bizancio, Ocuparon Astaco y Cal
cedonia en la costa asidtica de la
Propéntide, Selimbria en la costa
norte y, por ultimo, Bizancio en el
extremo interior del Bosforo.
Al este lenian Heracles, y al
norte Mesembria y Callatis cuya
culunizacion se realizd hacia el
s.Via.C.Enels, Va C.llegarona
Ia extremidad sur de Crimea y fun-
daron Quersoneso. Por los hallaz~
gos realizados en esta region se
observa que la mayorla de los
yacimientos griegos més antiguos
ho proceden de las propias colo-
nias, sino a veces de lugares aleja~
dos del interior. La busqueda de
metales impulsé probablemente
las fundaciones a Jo largo de las
orillas meridionales del Mar Ne-
gro y en el este, donde podian
explotarse los recursos del Cau-
caso y de Armenia.
LAS CIUDADES
‘Mencionaremos brevemente en
primer lugay, algunas de las ciu-
dades de a Propontide para pasar
después a comentar las fundacio-
nes del Mar Negro, incluyendo
alguno de los materiales que han
proporcionado las fechas mas
antiguas, siguiendo la costa en el
sentido de las agujas del relo}
Dascylium. Se encuentra a
unos 30 km, de Cizico, sobre la ori
lla més lejana del lago Manyas.
Fue sede del gobernador persa y
en ella se han hallado cerémicas
del s. Vil a, C. con algunos objetos
de la primere mitad de este
siglo.
‘Cizico. Estaba sitada en una
isla frente a la orilla sur de la Pro-
péntide. Aunque fundaciones pos-
teriores impiden un estudio més
exhaustivo, se han hallado mate-
niales de fines del s. VII a. C. con
interesantes testimonios de escul-
ura y arquitectura arcaica, Las
monedas muestran siempre un
atin, elemento que sugiere una de
Jas principales fuentes de inaresos
de la ciudad, mientras que las
minas de or que explotaron a
fines del s. Va. C. constituirfan su
base primordial de riqueza
Dorilea y Perinto. Estas dos ciu-
dades, la primera situada al inte-
rior de Dascylium y la segunda en
la costa norte de la Propéntide,
han proporcionado fragmentos de
esculturas arcaicas de estilo grie~
0,
‘Calcedonia, Situada en la costa
sur y cerca del Bésforo, propor-
ciond ceramica corintia de la
segunda mitad del s. Via. C. y una
losa con escena mortuoria e ins-
cripcion en caracteres jonios fe-
chada en el 850 a. C. aproxima
damente.
Bizancio. La antigua acrépolis
dela ciudad se hall en el extremo
occidental de la misma tras la
mezquita de Santa Soffa, aunque
en general Bizancio ha sido poco
explorada, Solamente las excava-
‘clones realizadias en el Palacio del
Serrallo han proporcionado cera-
micas corintias del s. VII a. C.
En las costas del Mar Negro
mencionaremos:
9Apolonia. Ciudad milesia situa-
da junto ala moderna Sozopol
cuyos primeros hallazgos se reali
zaron en la bahia aportando vasos
Griegos orientales de hasta el 600
a. C. aproximadamente, junto a
cerdmica corintia y atica de fecha
posterior. Del s. V a, C. existen
varias piezas escultéricas de estilo
griego oriental. Calamis, ol escul-
tor, realizé para esta ciuded un
colosal Apolo que aparece en sus
monedas. Al parecer, el primer
asentamiento fue griego, sin que
existan vestigios de estadleci-
mientos indigenas.
Mesembria, Fue fundiada por los
megarenses en Io que hoy es la
ciudad de Nesebur en Bulgaria
Disponia de un excelente puerto
enclavadio al sur y su primer asen-
famiento griego (fechado por
ceramicas corintias del s. Via. C)
se realiaé sobre otro ocupado por
indigenas tracios
Odessos. Fue fundiada con ante-
rioridad al $60 a. C., cuya fecha ha
sido confirmada por hallazgos de
cerémica corintia de esta época
Se asienta sobre una elevada pla-
taforma en la actual ciudad de
Varna
10
Zona de tabernae y almacenes en ¢l recinto del mercado de la ciudad.
RUMAS ALCGMECOSicas _
Tomis. Se situé en un promonto-
tio que protege una bahia orien-
tada al Sur y se encuentra en el
actual puerto de Constanza (Ru-
mania). Aunque la ciudad actual
cubre la antiga, algunas zonas
han podido ser excavadas y se
conservan “in situ”, Los hallazgos
recientes incluyen cdntaros quien-
ses de la primera mitad del s, V
a. C, aunque muy bien pudiera
contarse entre las fundaciones de
los milesios duronte el s. VI a. C
Istros 0 Histria Sera comentada
ampliamente al final de este
capitulo.
Tiras. Pudo estar situada en un
promontorio en las cercanias del
estuario del rio Dniéster. Los obie
tos que en ella han aparecido no
han sido atin publicadios, aunque
ya algunos autores se inclinan a
sitar en este punto a la antigua
Ophioussa, trasladando Tiras rio
arriba, en un lugar donde han ape
recido dos inscripciones citando
el nombre de esta ciudad.
Olbia. Fue la més rica de las
colonias primitivas asenténdose
en la orilla derecha del estuario
del rio Bug, donde fluye hacia el
estuario mas amplio del Dniépes,
la ciudad tenfa forma de tridngulo
isdsceles con una superficie de un
halémetro y medio cuadrado y fue
fottificada quedando la acropolis
casi en el centro, De esta ciudad
se conoce la existencia de una
casa arcaica, que ha sido bien
excavada, proporcionando abun
dantes materiales que han indu-
cido a pensar que la ciudad
disponfa ya de una estructura
urbana geométrica hacia el s. VI
ac.
La cerémica més antigua pare-
ce corresponder al s. Vila. C. con
vyasos rodios, quuienses, de Fikelura,
corintios, etc. En los productos
locales se aprecian incicios de
influencia escita, pudiendo dedu-
cirse que éste debié ser uno de los
cent¥os mas importantes de pro-
duccién de obras de arte greco:
escitas, Las monedas mas. anti
guas parecen fecharse a princi-
pios del s. Va. C. y tienen una
forma poco comtin, estando fundi-
das en bronce en lugar do troque-
ladas. Aigunas son de tamafio
considerable y presentan la cabo
za de una gorgona y un aguila con
un delfin, y otras tienen forma de
delfin. En esta zona existen varios‘Mapa de la Dobrudja con la situacién de las 2onas arqueolégices expuesto junto al museo
de Constanza (Rumania).
ryacimientos que han_proporcio-
nado objetos griegos de los siglos
VE-V a. C. y donde, con toda pro
pabilidad, pudieron asentarse fa-
smilias griegas. No obstante men-
cioraremos él establecimiento
hallado en la isla de Berezan, cuyo
nombre antiguo desconocemes,
por haber sugerido la hipétesis de
haber sido el primer asentamiento
griego de este érea, La mayoria de
Jos objetos cerémicos_hellacos
proceden de la necrépolis, donde
ha podido estudiarse un horno
crematorio, enlazando con los
descritos en Olbia. Las cerdmicas
guienses permiten sugerir la pre~
sencia de estas gentes poco des-
pués del 600 a. C. También se han
encontrado variados objetos me-
nores entre los que destacan los
realizados en fayenza similares a
Jos 2studiados en emplazamientos
griegos orientales. Hasta hace
poco se creia que el poblado no
sobrepasé el s. Va. C, y que su
poblacion serfa absorbida por
Olbia, aunque en la actualidad se
sabe que con posterioridad a esta
fecha continué habitado,
Cercinitis. La situacién de Cer-
cintis es atin incierta aunque los
investigadores rusos la identifica-
ron con un yacimiento situado a
mitad de camino sobre la costa
geste de Crimea, los hallazgos
mas antiguos realizados en él se
datan a finales del s, VI a. C.
‘Quersoneso. Las ruinas de esta
ciudad se halian situadas en el
extremo sur de Crimea y fueron
usadas durante afios como mate-
nial de construccién en la ciudad
de Sebastopol. Los objetos mas
conocidos, hallados en las excava-
ciones, datan de finales del s. V
a, C,, aunque se dispone de algunos
materiales, escasos hasta el mo-
mento, de finales del s. VI a. C.,
que indican la existencia de espo-
radicas relaciones con los griegos
més que de un establecimiento fijo
anterior a la fundacion megaren-
Teodosia. Fue fundada por los
milesios y se sittia en un elevado
promontorio. en la_extremidad
oriental de Crimea. De sus exca-
vaciones se conoce la existencia
de un vaso atico pintado fechado
hacia el 870 a. C.
En las inmediaciones de Crimea
se conocen ademas diversos yaci-
mientos situados en el denomi:
nado Bésforo cimerio, una entrada
al mar de Azor que los griegos
conocian como lago Maestis. En la
zona mas alejada se edificd la ciu-
dad griega de Tanais, sobre la
desembocadura del Don. Las ciu-
dades mds importantes se esta~
blecieron a los lados de! Bésforo
cimerio, y durante el s. V. a. C. for-
maron él nticleo de un reino bés-
fora. En la orilla occidental, la de
Crimea, se encontraban Pantica-
pea, Myrmekion, Tiritaca y Nymp-
haeum; en el este, Fanagoria y
Hermonassa, Aunque no fueron
mencionadas por las fuentes grie-
gas todas ellas son fundaciones
muy antiguas.
Panticapea. Se encuentra encla-
vada tras la actual ciudad de
Kerch, junto al mar, y ena antigie-
dad es muy probable que dispu-
siera de un buen puerto. La
cerdmica griega més antigua
parece corresponder a finales del
s. Vila. C, aunque se presupone la
existencia de un asentamiento
pregriego con el que los griegos
mantendrian contactos comercia~
les durante este siglo. Existen res-
tos de un templo jomico del 800
a. C. aproximadamente con basas
de columnas similares a las apare-
cidas en la isla del Qufos.
‘Myrmekion. Situada al norte de
Panticapea, ha sido recientemente
excavada por arquedlogos rusos y
polacos, apareciendo cerémica
de la primera mitad del s. VI a. C.
Tiritaca. Esta ciudad, enclavada
a unos once kilémetros al sur de
Panticapea, se establecié sobre un
poblado cimerio apareciendo en la
actualidad un conjunto urbano
griego de la segunda mitad del
s Via.C. La ceramice mas antigua,
de un claro estilo orientalizante, no
parece posterior al 600 a. C,, mien-
tras que la mayor parte de las pie~
zas no son anteriores al 850 a. C.
Nymphaeum. Durante el amplio
movimiento de expansién de los
milesios de Panticapea fue fun-
dada esta ciudad, probablemente
durante los mismos afios que iri
taca. Situada mas al sur y a unos
seis kilometros de ésta, ha propor-
cionado vestigios de un antiguo
santuario a Deméter entre cuyas
ofrendas hay vasos aticos del 860
a. C, aproximadamente, al igual
que los templos de Afrodita y de
Cabeiri en la acropolis.
Cimmericum. Al igual que la
anterior fue fundada junto a un
poblado cimerio, quizés hacia el
880 a. C.
Fanagoria. Estab situada al
fondo de una profunda bahia en la
otra orilla de los estrechos y sequin
los autores antiguos la fecha de
fundacién debe situarse hacia el
840 a. C. aunque las cerémicas y
figurillas, de tipo griego oriental,
son algo posteriores,
Hermonassa. Se encuentra cer-
cana a la actual Taman y ha sido
poco explorada, aunque sus ne=
cropolis proporcionan materiales
anteriores al 880 a. C.
Tanais. Las exploraciones sub-
marinas realizadas en el estrechoIRUMCAS AUGMOCOSICAS —
de Taganrog, al oeste de Tamén,
han permitido obtener vasos grie-
gos de estilo oriental del s. VII
aC, aunque en la ciudad, los
hallazgos son muy posteriores. La
acrépolis se encuentra situada en
la desembocadura del rio Don.
Fasis. Situada en la Célquida,
sobre el extremo oriental del Mar
Negro, ha proporcionado mone-
das locales de principios del s. V.
a. C. aunque quizas se mantuvie-
ran contactos desde la segunda
mitad del s. VI a, C, Fue fundada
para proporcionar acceso inme-
diato al Céucaso y sus yacimientos
minerales.
Heraclea. Apenas se tienen noti-
cias de esta fandacién megarense,
s6lo se sabe que se enriquecié
rapidamente y patrocin6 a las
colonias, ya mencionadas, de
Callatis y Quersoneso.
‘Sinope. Fue una fundacién mile-
sia que disponia de un espléndido
puerto en la actual Sinop, cuyas
edificaciones hacen préctica-
mente imposible las investigacio-
nes en la ciudad antigua, Los
hrallazgos realizados hasta el mo-
mento proceden de la necrépolis,
que proporcioné alguna cerémica
corintia fechada poco después del
600 a. C. Asimismo es de destacar
la abundancia de cerdmica frigia
que presupone una estrecha rela~
cin con pueblos del interior, con-
firméndose su gran actividad co-
mercial, base de su prosperidad.
En la antigiiedad fue la mayor
exportadora de “miltos", un tin-
te mineral muy apreciado en Gre-
ola.
‘Trapezunte. A unos 400 kin, de
Sinope se encuentra Trapezunte
(Trebisonda), de la cual no se
conocen las fechas de los prime-
ros tiempos ni por excavaciones ni
por hallazgos casuales. En gene-
ral, se ha exagerado la importan-
cia comercial de esta ciudad tanto
con las ciudades del Caucaso
como con las del reino de Urartu.
‘Amiso. Fue una funcacién algo
tardia cuyas cerémicas griegas se
fechan con posterioridad a la mas
antigua hallada en Sinope, que es
posterior al 600 a. C. Su situacion
fue idénea para e! comercio fluvial
con el interior, influyendo también
el hecho de ser éste el punto mas
préximo sobre la costa a la antigua
ciudad hitita y frigia de Bogaz-
Koy,
12
Camino de acceso a las ruinas de Hist
Disantinas
ISTROS: UNA DE LAS PRIMERAS
COLONIAS GRIEGAS EN EL MAR
NEGRO.
Istos 0 Histria se encuentra
emplazada a mitad de camino
entre Tomis y el delta del Danubio,
en Rumania. Hemos prejerido
mencionarla al final de este capi-
tulo por ser en esta ciudad donde
quizas puede hallarse el cuadro
més completo disponible sobre
las primeras colonias griegas en
el Mar Negro. Enla actualidad, sus
ruinas se extienden en la extremi-
dad de unas tierras salinas y par-
cialmente cenagosas, y hacia el
mar el acceso esta bloqueado por
bancos de lodo depositado por el
Danubio que poco recuerdan el
paisaje que en la antigiedad
rodeaba a esta ciudad,
SU HISTORIA
Histria, cuyo nombre deriva de
la antigua denominacién del Da-
rubio, Istros, fue fundada hacia la
mitad del s. VII a. C. por colonos
griegos venidos de Mileto, ciudad
situada en la costa oeste del Asia
Menor (la Turquia de hoy).
Los milesios se establecen en
estas tierras como consecuencia
de la irregular distribucién de las
mismas y la imposibilidad de
mejorar su nivel de vida, proceso
que en los siglos VIII-VII a. C. hace
oscura y dificil la vida en la Grecia
continental e insular. En esta
&poca se inician colonizaciones en
el sur de Rusia, en Turquia, Bulga-
‘Ala derecha, lienzo de las murallas romano-
ria, Rumanfa, Francia, Italia, Espa-
fa 'y hasta en Egipto. En la orilla
occidental del Mar Negro se fun-
dan ademas de Histria, Tomis
(Constanza) y Callatis (Mangalia),
ya citadas. Las fuentes antiguas,
asi como las excavaciones arqueo-
logicas, revelan el hecho de que
Jas relaciones entre los autéctonos
ylos zecién legados se desarrolla-
ron bajo la forma de contactos
comerciales. Los tragi-getas, que
componen esta poblacién autéc-
tona y en particular la aristocracia,
fueron los mas inclinados y con
mejores posibilidades de obtener
las mercancfas de gran calidad
que Grecia les oftecia: vinos de
todas clases, aceite de oliva, per-
fumes, muebles y armas elegan-
tes, productos cerémicos y artisti-
08, ete. Los gtiegos, en cambio,
recibfan de éstos cereales, gana-
do, pieles, miel, etc, productos
necesarios para el aprovisiona-
miento de las zonas mas empobre-
cidas de Grecia.
PRIMERA ETAPA DE APOGEO
ECONOMICO
Durante el s. IV a. C. la produc
cion agricola se intensifica permi-
tiendo asi enviar a Mileto, y mas
tarde a Atenas, grandes cantida-
des de cereales. Se potencia tam-
bién la pesca del esturién que,
manulacturado en sus especiali-
dades saladas y escabechadas, se
exporta ampliamente hacia las
ciudades del sur. El fenémeno mas
significativo de esta época lo cons-
tituye Ja transformacién de la ciu-dad de un centro meramente
comercial en centro de produc
cién,
A partir de entonces se crean
nuevos lalleres y se acufia mone-
da propia (las mas antiguas des-
cubiertas en plata corresponden a
dracmas dels, Va. C.). Los simbo-
los monetarios estan inspirados en
el panteén tradicional, Apolo,
Démeter, Helios y posteriormente
Dionisos, asi como caracteristicas
fundamentales de la vida dela ciu-
dad: racimo de was, aguila soste-
niendo un delfin entre sus patas,
etc. No obstante, la gran prosperi-
dad y empuje economico de His-
tia, fundados sobre el comercio,
se ve prontamente truncada en
época helenistica (s. II-l a. C.) por
las agitaciones provocadas por
pueblos geto-dacios que, con su
variable politica’ de amistad y
enfrentamientos, hacen tambalear
el orden establecido hasta enton-
ces. Histria, pues se ve forzada en
el s Ill a buscar la paz pactando
una alianza con Zalmodegikos,
jefe local de la regién oeste o
noroeste de la Dobrudja, que
incluye cléusulas econémicas y
politicas y que concluye con otro
Sela de bafos calientes (hypocaustum) de las termas piblicas situadas en el interior del recinto de época tardorromana,
nuevo tratado, hacia el inicio del
8. Ila, C, con el rey de los getos,
Rhemaxos,
LA OCUPACION ROMANA
Otros dos acontecimientos nota-
bles ocurren al inicio y al final del
s.1a.C. y que son de una parte, la
presencia de la armada romana
que en el 72 a. C. y bajo el mando
de M. Terentius Lucullus Varro
somete, por un corto periodo, a las
ciudades griegas de la costa occi-
dental del Mar Negro incluida His
tria; de otra parte, la inclusion de la
ciudad en el reino de Buresbita,
que gracias al reforzamiento del
Estado dacio emprenderd en esta
6poca una vasta accién en la zona
literal del Ponto Euxino (Mar
Negro) desde el norte hasta el sur,
es decir, desde Olbia (hoy dia
Porutino, sobre la orilla del Bug, en
Rusia) hasta Apollonia (la bul
gara Sozopol).
Después del desmembramiento
del Estado dacio, a raiz del asesi-
nato de Burebista en el 44 a. C., la
oligarguia de Histria afectada por
desérdenes internos aceptard la
dominacién romana impuesta en
Dobrudja por el general M. Lici-
nius Crasus, quien entre los afios
29-27 a, C. se convirtié en el diri-
gente de las dinatias locales
Los ricos vieron en la domina-
cién romana una garantia de su
status, permitiéndoles conservar
sus privilegios y ofreciéndoles
apoyo contra los ataques del exte-
nior. Hacia el final del s. Ia. C.
acaba pues una importante etapa
de la historia de la ciudad, aquella
en el curso de la cual Histria habia
disfrutado de una politica inde-
pendiente, segin sus intereses y
adaptada a |a realidad del entor-
no. Una nueva era comienza en
este momento que implicara gran-
des cambios econémicos, sociales.
y politicos que llevarén ala ciudad
a una nueva época de esplendor.
Roma establece la frontera nor-
deste sobre la linea del Danubio
controlando los territorios com:
prendidos entre éste y el Mar
Negro. La aceptacién de la domi-
nacién romana Tevistié, en princi-
pio para Histria y mas tarde para.
‘Tomis y Callatis, la forma de una
alianza politica con Roma en la
que se incluian privilegios polti-
cos y econémicos (civitates foede-
13rati o més probablemente civita
tes liberae et inmunes), mientras
que el resto del termitorio de la
Dobrudja es considerado como
una posesion de los reyes Odry-
ses (Phracios) que lo administran
en provecho de los romanos. Mas
tarde, hacia el 46 a. C,, Thracia se
rebela contra la opresién romana
y no tarda en ser anexionada defi-
nitivamente al Imperio, convirtién-
dose en la provincia romana de
Mesia, que aunque en el 18 a. C.
no comprendia mas que la Serbia
y el noroeste de la Bulgaria
modema, se amplia posterior-
mente hacia la desembocadura
del Danubio abarcando as! toda
Ia Dobrudia.
UGE Y PROSPERIDAD DE LA
CIUDAD EN EPOCA ROMANA
La historia de esta regién y en
especial de Histria durante el s. 1
a. C. nos es conocida por una ins-
cripcion, fechada el 28 de Octubre
del afio 100 d. C, en la época de
‘Manius Laberius Maximos, jefe de
la provincia de Mesia bajo el
emperador Trajano, conocida con
el nombre de Horothesie, que fue
14
Vista general de la zona sacra con el acceso a una basilica de época cristiana
publicada por V. Parvan en 1914.
La inscripcién ha permitido
conocer el reconocimiento a His-
tia de un cierto terzitorio rural ya
explotacién de la pesca en el
Delta, sin estar obligada a abonar
el impuesto que normalmente se
perciba_por la _administracion
romana dela aduana del Danubio.
Estas ventajas, conservadas y
ensalzadas por los romanos, asi
como la paz proporcionada por el
Imperio, beneficiardn y facilitaran
una mejor organizacién justifi-
cando sin duda la prosperidad de
Ja ciudad hacia el primer y segun-
do siglo de nuestra era, Importan-
tes vestigios de edificios publicos,
Iaicos 0 de culto y numerosos bajo-
relieves, allares honorificos
dedicatorias, atestiguan el esplen-
dor de Ja ciudad. Abundantes ins
cripciones nos hablan de la vene-
racién que se experimentaba por
los emperadores de 1a época,
signo de lealtad a Roma, de la
reconstruccién de la "Gerusia”
local (consejo de ancianos que se
ocupaban del culto y de la educa-
cién de la juventud), de la reorga-
nizacién del puerto, de la recons-
truccién de un gimnasio y de la
acuflacién masiva de emisiones
monetarias propias
Las excavaciones arqueolégi-
cas han precisado, en la cota
norte, a unos 400 m, alrededor de
Ja muralla romano-bizantina, otro
muro de piedra dotado de torres
de defensa construido por los
habitantes de la ciudad a finales
del s. Ty principios del s. Il d. C
Este muro, que tiene una extension
doble, en’ relacién al helenfstico,
prueba la expansién de la ciudad
que en esta época es maxima.
Parcialmente destruido y rehe-
cho durante la segunda mitad de!
s. ld. C, el muro fue completa:
mente demolido en la mitad del
s Ill, cuando por razones de segu-
Tidad los histriotas abandonan la
ciudad, utilizando muchas de sus
piedras para elevar otro muro de
defensa que reducfa a la mitad la
superficie habitada de la misma.
En esta época de prosperidad se
edificaron acueducios para ali-
mentar de agua potable a la ciu-
dad, ya que los pozos se encontra-
ban a unos 30 km. de la misma, En
cuanto a los baiios (termas), dos
de. estos imponentes edificios
puiblicos fueron descubiertos enSector comercial de Histria.
Histria: el primero, en el recinto de
época tardia y el otro al exterior de
aquél, a Ja izquierda del camino
actual de acceso a las ruinas. La
historia de estos edificios, cons-
tuidos los dos en época de
Adriano (117-138 d. C) refleja la
evolucién sinuosa, a menudo tré-
gica, de la ciudad. Las termas del
exterior del recinto, de época tar-
dia, cesan su actividad después de
las destrucciones de los gados,
hacia el 248 d. C. Posteriormente
0 edifican sobre ella pobres apo-
sentos hacia el 270-276 d. C. que
son abandonados después de los
ataques del 337-340 dC. Las
grandes termas del recinto interior,
de época tardia, son ampliadas y
reconstruidas sucesivamente bajo
los Severos (finales del s. Il y
principios del s. Ill d. C.) después
de las destrucciones de los godos
en el 248 d. C., y las que tuvieron
lugar en época de Constantino el
Grande (306-337).
DECADENCIA Y DESTRUCCION
DE HISTRIA
El perfodo de tranquilidad, ca-
racteristico de los dos primeros
siglos de dominaciéa romana, fue
interrumpido por los ataques de
tribus dacias libres que habitaban
en tertitorios no integrados al
Imperio, 0 bien por las migracio-
nes de Taiphalos, Pencines, Bas-
tames, etc, dirigidos por los
godos. Las invasiones combina-
das de todos ellos provocaron (en
238, 242, 249-50) innumerables
estragos en el area balcano-
danubiana, de los que Histria no
puede escapar. El mas serio com-
bate se desarrollé en el otofio del
248 dC. en el transcurso del cual,
Histria quedé convertida en rui-
nas.
‘A partir de este momento el
perlmetro de la ciudad se reduce
ala mitad (finales del s. 11 princi-
pios del s. IV d, C) edificandose
una nueva muralla reutilizando
columnas, capiteles, frisos ¢ ins-
cripciones como material de cons-
truccién,
Los siglos siguientes significa-
ron para Histria una época de
calma y lento resurgir gracias a
las reformas econémicas, admi-
nistrativas y politicas iniciadas por
algunos emperadores como Dio-
cleciano, Constantino, Anastasio y
Justiniano, cuyas obras son visi-
bles atin en Histra.
Los ataques de los hunos, en la
segunda mitad del s. IV d.C., son
seguidos en la segunda mitad del
s. Vid. C. por las invasiones de los
koutrigures (rama de los hunos)
de los avaros y de los eslavos.
Toda la Dobrudja (llamada més
tarde Escitia menor, bajo Diocle-
ciano) sufre las devastaciones.
Aiin hacia finales del s. VII d. C,
las autoridades bizantinas se ven
incapaces de mantener el orden
en el interior limitando su control a
lo largo del Danubio. Tres sigios
después, los bizantinos engloban
de nuevo la Dobrudja bajo el
dominio de! Imperio como provin-
gia separada bajo el nombre de
"Para dunaron" o bien "Paris-
tion’, aunque Histria ha dejado de
existit. Abandonada por sus habi-
antes, que se refugian en lugares
més protegidos, Histria pone fin a
sus dias hacia los primeros dece-
nics del s. VII d. C. después de
trece siglos de existencia; sélo la
arqueologia ofrece la posibilidad
de poder reconstruir la historia de
esta ciudad.
LOS HALLAZGOS
ARQUEOLOGICOS.
Los trabajos de excavacién fue-
ron iniciados en 1914 por el
arquediogo V. Parvan y continian
en la actualidad a buen ritmo.
La topografia de la ciudad se
concreta en tres éreas bien delimi-
tadas: una correspondiente a los
edificios de la epoca romano-
bizantina, entre los que se encuen-
tran la muralla, fortificaciones de
tierra, dos basilicas, termas, taber-
nae, domus lujosas, etc; otra que
‘comprende la zona antigua de la
ciudad con habitaciones, tiendas,
muralla, etc. y una lercera en la
que se concentra la zona sacra y
en la que estan representados los
monumentos culturales ms signi-
ficativos de la ciudad (templos,
altares, pozos sagrados, etc.)
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