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ROMANO
ROMANO
DERECHO
CONSTITUCIONAL I
DERECHO CONSTITUCIONAL
Rama del derecho encargada de analizar y controlar
las leyes fundamentales que rigen al Estado. Su objeto
de estudio es la forma de gobierno y la regulación de
los poderes públicos, tanto en su relación con los
ciudadanos como entre sus distintos órganos.
Más concretamente aún podemos determinar que el
derecho constitucional se encarga de llevar a cabo el
estudio de lo que es la teoría de los derechos
humanos, la del poder, la de la Constitución y
finalmente la del Estado.
El derecho constitucional, que pertenece al derecho
público, se sustenta en la Constitución, un texto
jurídico-político que fundamenta el ordenamiento del
poder político. La Constitución es la norma suprema de
un país, por lo que prevalece sobre cualquier otra
normativa o ley.
Para comprender mejor lo que es el derecho constitucional,
podemos empezar señalando que la Constitución Nacional de un
país es siempre el texto o la ley fundamental, aquella que engloba a
todos los demás conjuntos de leyes y códigos, que representa a
todo el territorio y que debe ser respetada por todos de igual modo.
En este sentido, es claro también señalar que cuando se presentan
en un territorio gobiernos de facto o no elegidos por derecho una de
las primeras medidas que se suele tomar es la anulación de la
Constitución Nacional ya que la misma suele establecer la única
forma de gobierno que se reconocerá, así como también las
características, prerrogativas y limitaciones de ese tipo de gobierno.
Al no ser respetada esa forma de gobierno, inmediatamente la
constitución pierde validez para un gobierno de facto.
Desde un libro sobre Nietzsche y la Filosofía, Deleuze hablando del cuerpo define
perfectamente lo que es una Constitución: “Lo que define a un cuerpo es esa
relación entre fuerzas dominantes y fuerzas dominadas”. La Constitución, en esta
perspectiva, es un cuerpo, una “unidad de dominación”, una relación de fuerzas,
una pluralidad de fuerzas irreductibles en tensión, en relación.
En muchas ocasiones, las palabras Nación y Estado se utilizan como sinónimos. Pero no es asi, porque cada una
tiene su propio significado.
Nación, es el conjunto de personas que están unidas a través de su propia historia, valores, idioma, cultura,
tradición, arte, religión…etc. Identificándose por su carácter único y por sus derechos colectivos.
Estado, por su parte es un trozo de tierra que tiene un gobierno. Se trata de una entidad política y judicial identificada
por su gobierno.
Las palabras Estado y formas de gobierno, suelen ser tomadas también como sinónimos, por lo que clarificando
podemos explicar que Forma de Gobierno, concierne a la manera que se ejerce el poder y como son designados
los gobernantes, mientras que , referirse a Forma de Estado es atender principalmente a la estructura del poder del
cual el Estado es el titular y a su distribución espacial en tanto que existen Estados con estructura semejante, sin
embargo, regidos por formas de gobierno diferentes y a viceversa.
Asi tenemos a los Estados Federales semejantes en su estructura como Estados Unidos y Alemania Federal, con
gobierno presidencialista el primero y parlamentario el segundo; o Estados de estructura distinta uno Unitario
como Chile y otro Federal como México pero ambos con formas de gobierno similares; Presidencialista.
En relación a la clasificación de los Estados desde el punto de
vista de la Estructura, existen dos grandes grupos:
ARISTÓTELES:
La tiranía es una monarquía que sólo tiene por fin el interés personal del monarca; la oligarquía tiene en
cuenta tan sólo el interés particular de los ricos; la demagogia, el de los pobres. Ninguno de estos gobiernos
piensa en el interés general.
No hay correlación entre Formas de gobierno y Formas de Estado. Puede haber un Estado unitario
gobernado por una democracia (Francia) y, por ello, un Estado unitario no tiene porqué ser monarquía.
También pueden haber Estados federales como España con una monarquía y EE.UU. con un régimen
presidencialista. Todas las combinaciones son posibles.
La Federación de Estados admite mayor o menor centralización o descentraliza-ción del poder.
ORIGEN DEL ESTADO
MODERNO
Desde el atropello del "El estado soy yo" manifestado como el más
nocivo absolutismo, el pueblo sintió la negación total de sus derechos y rotos
todos sus principios e ideales, es ahí donde empieza a crecer el resentimiento
y surge poco a poco la semilla de la rebelión, y ésta había de manifestarse con
toda su violencia y hacer explosión, para culminar el 14 de Julio de 1789.
La revolución dio paso a nuevas formas, con todas sus naturales e
impropias acciones excesivas cometidas. La mayor aportación que este
levantamiento dio, fue la Declaración de los Derechos del Hombre y el
Ciudadano, que se fundamentó en la teoría de Jean Jacob Rosseau, que
escribió en su obra "El Contrato Social.“
Jean Jacques Rousseau sostuvo que quien tiene el derecho a ejercer soberanía siempre
es el pueblo. Sin embargo, cada individuo se enfrenta a la dualidad de actuar como
soberano pero también como súbdito de manera simultánea. Las personas se involucran a la
hora de crear la autoridad mientras que, a la vez, están sometidas a esa misma autoridad
que ayudaron a desarrollar. Por lo que, para Rousseau, todos los ciudadanos son iguales y
pueden conducirse con libertad. No hay una persona específica que mande, sino que las
órdenes son emanadas de un sujeto sin determinar que viene a representar la voluntad de la
gente
En el ámbito del derecho internacional, se conoce como soberanía al derecho que ostenta
un Estado para concretar el ejercicio de sus poderes. La violación de la soberanía de un
país puede tener trágicas consecuencias, entre ellas el inicio de un conflicto bélico
De acuerdo con la forma como cada gobierno ejerce el poder, existen varias
clases de Estados:
Estados soberanos: Son los que están capacitados para manejar sus
asuntos internos y externos con plena autonomía. Así, pueden elegir su
forma de gobierno y establecer sus propias leyes. Por ejemplo Ecuador,
Colombia y Uruguay entre otros.
Ramiro Avila
El estado de derechos nos remite a una concepción nueva del estado desde dos
perspectivas:
(1) la pluralidad jurídica y
(2) la importancia de los derechos reconocidos en la Constitución para la
organización del estado.
B. Poder constituido:
Al referirnos al concepto de poder constituido señalamos como aquellos poderes que tienen como
fundamento al poder constituyente. En este caso, nos referimos a las tres ramas del poder
público: ejecutivo, legislativo y judicial.
DERECHOS
FUNDAMENTALES
El término derechos fundamentales tiene un espíritu alemán, que se utilizo por primera vez en la
constitución de 1848 de Frankfurt, alcanzando relevancia con la constitución de Weimar de 1919, y
también aparece en Francia como “droits fondamentaux “
En la actualidad se vive una etapa de la historia constitucional moderna o contemporánea, que está
caracterizada por la vertiginosa constitucionalización de las diferentes esferas del derecho, bajo ciertas
condiciones y de la actividad judicial y estatal en general; esto es como manifestación del Estado de
Derecho donde los principios de constitucionalidad y de legalidad informan todo proceso de
interpretación y de aplicación del ordenamiento jurídico de una nación, como expresión de la doctrina de
las constituciones abiertas, surgidas a partir de la Segunda Guerra Mundial, que tienen una
característica de adaptabilidad y de esta forma permiten a los gobernantes forjar una política
constitucional expresada en normas de principios que representan la continuidad del pasado hacia el
presente y del presente hacia el futuro, como bien lo expresa Miguel Carbonell y, de esta manera se
asegura que en América Latina se consoliden sus sistemas políticos democráticos propios de los
Estados Constitucionales y Democráticos de Derecho, que tienen como derrotero asegurar la fuerza
normativa de las Constituciones manifestadas en los siguientes parámetros, según señala el jurista
argentino Antonio Hernández, que son:
La consagración del derecho internacional de los derechos humanos;
La afirmación del derecho a la integración;
La consolidación de un proceso de descentralización del poder;
La afirmación del control de constitucionalidad; y,
Asegurar el funcionamiento de Estados eficaces
.
Reiteradamente se ha manifestado, que el ser humano es ante todo portador de
una serie de derechos, que en todo momento puede hacer valer frente al poder; y
de los 444 artículos que tiene la Constitución de la República, se refieren a
derechos; de tal modo que los derechos fundamentales son la expresión más
inmediata de la dignidad humana, o sea los seres humanos poseen derechos
fundamentales, por tener dignidad o calidad de persona humana; así el Estado se
limita a reconocer los derechos fundamentales, pues son derechos naturales del
hombre, por eso hoy, los derechos naturales se llaman derechos humanos o
derechos fundamentales, porque son los derechos que tienden a que todas las
personas que viven en este país llamado Ecuador seamos felices.
Desde un punto de vista más equitativo, los derechos humanos se han definido
como las condiciones que permiten crear una relación integrada entre la persona y
la sociedad, que permita a los individuos ser personas, identificándose consigo
mismos y los otros, así lo señala el tratadista Héctor Morales Gil de la Torre.
Según Pedro Cruz Villalón (Jurista Español), los
derechos fundamentales nacen con la Constitución
moderna o decimonónicas, considerando importante
también el aporte de los Tratados Internacionales.
En conclusión se puede entender por derechos
fundamentales a aquellos derechos subjetivos que le
son propios a la persona en cuanto tal, por la
importancia de los bienes jurídicos que representan
también tienen reconocimiento derivando
consecuencias de tipo jurídico, tales como tutela judicial
efectiva y contenido esencial.
La carta Weimar , consagra una serie de derechos que no
fueron observados con anterioridad, es decir no solo se
contempla en forma exclusiva los derechos de libertad,
sino que además se observan prerrogativas de índole
económica-social. La importancia alemana consiste en
que desplaza aquella doctrina de derechos públicos
subjetivos, añadiendo elementos nuevos que preparan
el terreno para considerar a los derechos como
categoría de valor.
FUNCIÒN DE DERECHOS FUNDAMENTALES EN
ORDENAMIENTO JURIDICO
según Bockenforde, la concepción de los derechos
fundamentales, se caracteriza por la doble cualificación,
concibiéndose como subjetivos de libertad dirigidos al estado, del
titular individual de derechos fundamentales y por otro lao se
muestran a la vez como normas objetivas de principio y
decisiones axiológicas, con validez en todos los ámbitos del
derecho.
Según Schneider, en el Estado de Derecho no solo se
fundamentan exigencias de tipo subjetivo sino que además se
normativiza en su contenido central el orden jurídico completo de
la comunidad. .
De tal forma que los derechos fundamentales, no aparecen
solamente como derechos de defensa de ciudadano frente a
posibles arbitrariedades del estado sino que simultáneamente son
elementos del ordenamiento objetivo
CARACTERISTICAS
a) Imprescriptibles; esto es no les afecta la prescripción, aún cuando debo
señalar que esta característica no consta en el Art. 11 número 6 de la
Constitución de la República;
b) Inalienables; esto es no son transferibles a otro titular;
c) Irrenunciables; esto es la persona no puede renunciar a ellos; y,
d) Universales, en el sentido que son poseídos por todos los hombres.
1. Son justiciables;
2. No restricción, o sea son progresivos;
3. Pro ser humano, esto es pro homini; y,
4. Son integrales; esto es: inalienables, irrenunciables, no prescriptibles,
indivisibles e interdependientes.
FUNCION DE DERECHOS FUNDAMENTALES EN
UN ESTADO CONSTITUCIONAL
Existe una doble cualificación de los derechos fundamentales, concibiéndose por una parte como derechos
subjetivos de libertad dirigidos al Estado, del titular individual de derechos fundamentales y, por otro lado, se
muestran a la vez como normas objetivas de principio y decisiones axiológicas que tienen validez para todos
los ámbitos del derecho.
Según el Tribunal Alemán, los derechos fundamentales no aparecen solamente como derechos de defensa del
ciudadano frente a la posible arbitrariedad del Estado, sino que simultáneamente son elementos del
ordenamiento objetivo, es decir, normas jurídicas de tipo objetivo que forman parte de un sistema axiológico
que desea tener un ámbito de validez, con decisión jurídico-constitucional fundamental para el derecho en
todos sus sectores.
Es esta doble cualidad de los derechos fundamentales, (derechos subjetivos y normas objetivas), lo que
conlleva a darle un nuevo rol a los Tribunales constitucionales; todo esto debido a que sus sentencias en
materia de derechos fundamentales ya no aplica solamente el contenido previamente establecido en una
constitución, sino que muta y adapta la norma a fin de realizar la concretización jurídica de la constitución
(buscan el desarrollo de la dignidad humana)
Recapitulando se puede establecer que el nuevo rol dual asignado a los derechos fundamentales en su parte
subjetiva, implica la protección de los derechos individuales de la persona, ósea la defensa de la libertad frente
al estado, sumando a este la protección de las cuestiones sociales y colectivas de la subjetividad; mientras que
en el plano objetivo, se refiere a como esos derechos y la realización de sus contenidos permiten alcanzar
valores y principios contenidos en una Constitución, pieza clave del ordenamiento jurídico, que vista desde un
constitucionalismo pleno, debe condicionar al legislador menor, sus decisiones judiciales así como las de la
acción administrativa, y políticas publicas, en fin todas las formas de expresión del poder publico en su relación
con los particulares, así como la relación entre particulares.
Con esto podemos señalar que en base a esta teoría dual, los derechos fundamentales juegan un rol
importante en el orden jurídico, dependiendo de 4 elementos que conllevan a una relación entre si:
◦ 1.LA FUERZA VINCULANTE
◦ 2. LA INSTITUNALIZACION
◦ 3. EL CONTENIDO
◦ 4. LA ESTRUCTURA
Lo cual establece que los derechos con directamente aplicables, que vinculan al poder publico, debiendo ser garantizado dicho
carácter de modo institucional por medio de la justicia constitucional.
FORMULACION DE LOS DERECHOS
FUNDAMENTALES COMO REGLAS, PRINCIPIOS O
NORMAS MIXTAS
Según Alexy, existen dos modos de formular los derechos fundamentales en las
Constituciones, esto es, desde una perspectiva cerrada y estricta; y desde otra
amplia y comprensiva. De tal forma que la primera pueda llamarse
“CONSTRUCCION COMO REGLAS” y la segunda “CONSTRUCCION COMO
PRINCIPIOS”.
La segunda formula, recoge en sus enunciados los postulados teóricos que
observan a los derechos como valores, cuyo auge lo tomo desde la Constitución
de Weimar.
Según Alexy en la formulación cerrada y estricta, las normas de derechos
fundamentales no se diferencian sustancialmente del resto de normas que
integran el sistema jurídico, reconociendo por demás que al contener derechos
de gran importancia se encuentran recogidos en el texto constitucional de modo
abstracto, no obstante como señala el profesor alemán, en su construcción como
reglas ninguna de las características mencionadas conlleva una diferenciación
estructural, ya que al ser reglas jurídicas deben ser aplicadas de igual modo que
sus pares”.
Acogiéndose a la concepción amplia, es decir entendiendo la particularidad de
estas normas y con ello su diferente modo de aplicación, así como la distinta
forma de resolver los conflictos que puedan surgir entre estas (subsunción
(dependencia) para las reglas y ponderación (pesos) para los principios).
Por esto es de vital importancia la diferenciación entre reglas y principios, que a
criterio de ALEXY, constituye el soporte de la fundamentación iusfundamental,
permitiendo encontrar por tanto alternativas de solución a controversias
protagónicas en la dogmatica de los derechos fundamentales .
Tanto las reglas como los principios son normas jurídicas, porque se encuentran
en la esfera del deber ser, los dos pueden ser construidos recurriendo a
formulaciones que mandan, prohíben y permiten; es decir, el género es la
norma y las reglas como los principios son sus especies, o como menciona
ALEXY:
“La distinción entre reglas y principios es pues una distinción entre dos tipos de
normas”.
Como elemento clave de distinción, esta el hecho de observar a los principios
como mandatos de optimización, es decir que deben ser realizados en el mayor
modo posible, dependiendo en dicho cometido, tan solo de las condiciones
fácticas como jurídicas existentes, en tanto que por su lado, las reglas o bien
son cumplidas o no lo son, es decir debe hacerse nada mas que lo que dispone
la regla válida, así estas actúan en el escenario de lo posible, tanto fáctica como
jurídicamente, existiendo en tal virtud entre ambos tipos de norma una
diferencia cualitativa y no de grado o rango.
Todo esto, como decía, tiene importancia en la delimitación temporal del contenido
de esta exposición.
En efecto:
a) Los derechos fundamentales nacen con las Constituciones. Ello supone que su
acta de nacimiento es precisa: la historia de los derechos fundamentales
comienza en 1776, ni antes ni después. No antes, a pesar de que con anterioridad
a esa fecha, y a partir de los grandes documentos ingleses como el Bill of Rights,
ya puede hablarse de unos derechos en el sentido moderno de la palabra, aunque
en la forma de common law de los ingleses. A pesar también de que derechos de
este tipo se encuentran desde hace tiempo en ese anticipo de las Constituciones
que son las Cartas coloniales.
CONTENIDO Y CLASIFICACION
El derecho comparado no muestra uniformidad ni en el catálogo ni en el contenido que los textos
constitucionales dedican a los derechos fundamentales; sin embargo, no obstante esta diversidad,
podría sostenerse que existe una base común de la cual parten todas las constituciones de nuestra
órbita de cultura, esto es : la ordenación jurídica de la libertad.
Conforme a esto, Peces Barba considera:
“La libertad es el referente central, bóveda del fundamento de los derechos fundamentales, al que
apoyan, completan y matizan los otros valores: igualdad, seguridad jurídica y solidaridad”; y precisa
que esa categoría fundacional que tiene la libertad en la estructura de los derechos “deriva de su
conexión con los fines del hombre, expresados en la moralidad, y con la posibilidad de ofrecer un
ámbito de comunicación para el intercambio de razones sobre fines y objetivos”.
Conforme a esto, a los derechos fundamentales les está dada la función de crear y mantener las
condiciones básicas para asegurar el desarrollo de la vida del hombre en libertad, en condiciones
compatibles con la dignidad humana; y es que “la libertad del individuo sólo puede darse en una
comunidad libre; y viceversa, esta libertad presupone seres humanos y ciudadanos con capacidad y
voluntad para decidir por sí mismos sobre sus propios asuntos y para colaborar responsablemente en
la sociedad públicamente constituida como comunidad”.
Es preciso indicar, sin embargo, que no obstante la universalización de los derechos fundamentales, la
configuración constitucional de un derecho fundamental no es homogénea, sino que guarda
correspondencia con la idiosincrasia de cada pueblo; y en ocasiones se da que, junto al núcleo de
derecho reconocido en todas las constituciones contemporáneas (libertad de locomoción, derecho a la
privacidad, inviolabilidad del domicilio), no faltan casos en que se reconocen como fundamentales
derechos difícilmente calificables como tales en otros contextos.
En este sentido, se tienen como ejemplos emblemáticos el derecho a la tenencia de armas previsto en la
enmienda II de la Constitución de los Estados Unidos y el derecho a dictar libre testamento, previsto en
el artículo 22 de la Constitución de El Salvador. No cabe duda de que el reconocimiento de los
derechos fundamentales en los textos constitucionales es un logro importante; sin embargo, como
advierte López Guerra, “el efectivo ejercicio de los derechos de libertad y participación sólo cobra
sentido si se dan unas condiciones materiales previas”, por cuanto, si la persona humana no dispone
de unos medios básicos que garanticen un mínimo vital en condiciones de dignidad, pocas serán las
esferas propias que puedan protegerse de injerencias exteriores ilegales o arbitrarias. De este modo,
por ejemplo, no es susceptible de protección el derecho a la inviolabilidad del domicilio del que no tiene
casa, o el derecho a la libertad individual del que depende de otros para su mera subsistencia.
Los derechos fundamentales como contenido esencial del Estado de Derecho
Desde el punto de vista histórico, la teoría de los derechos fundamentales
precede a la formulación doctrinal del concepto Estado de Derecho; y es que
las declaraciones de derechos del siglo XVIII se constituyen en la base
ideológica sobre la que se edifica el Estado de Derecho en su versión actual.
Sin embargo, es innegable la dependencia recíproca entre ambos, puesto que
“la doctrina de los derechos fundamentales del Estado de Derecho se ha
presentado como un modelo articulador de las exigencias, en principio
antagónicas, que refleja las ideas de libertad y de ley, en cuanto imperativos de
la comunidad social”.
Conforme a esto, el Estado de Derecho nace como una fórmula de
compromiso en la que se aunaban diversas garantías formales
constitucionalmente consagradas (división de poderes y principio de legalidad)
con una serie de garantías materiales, consagradas constitucionalmente; para
alcanzar luego su máximo desarrollo al atribuir a los poderes públicos la tarea
de “proporcionar a la generalidad de los ciudadanos las prestaciones
necesarias y los servicios públicos adecuados para el pleno desarrollo de su
personalidad reconocida, no sólo a través de las libertades tradicionales, sino
también a partir de la consagración constitucional de los derechos
fundamentales de carácter económico, social y cultural”.
A partir de esta concepción de Estado de Derecho se construye la tesis
expuesta, que postula que los derechos fundamentales son un elemento básico
que caracteriza al Estado de Derecho; no es posible hablar de Estado de
Derecho sin el contenido de estos derechos fundamentales.
.
El límite posible a los derechos
fundamentales en el Estado de
Derecho
El problema del límite a los derechos
fundamentales es una cuestión muy
compleja, respecto a la cual no existe
uniformidad de criterios ni en la doctrina ni
en la jurisprudencia, ni es previsible que la
haya en un futuro próximo. Las opiniones se
hallan posicionadas en dos frentes más o
menos irreductibles: la teoría relativa y la
teoría absoluta.
Así, conviene precisar que, cuando se habla de límites normativos en general, éstos pueden ser materiales y
formales.
Los primeros establecen contenidos normativos que limitan, en diversos niveles, la producción normativa, la
aplicación y el ejercicio del derecho; en cambio, los límites formales se refieren a las competencias o atribuciones
otorgadas a los órganos jurisdiccionales o administrativos para limitar, en determinados supuestos preestablecidos,
el ejercicio de derechos o la suspensión temporal de éstos.
Conforme a ello, los límites de cada derecho, considerados en general, se encuentran en la Constitución y en las
leyes de desarrollo, y los límites en la aplicación de los derechos en un supuesto concreto aparecerán en la
resolución que resuelva el asunto en cuestión.
Retomando el hilo de la temática en análisis, se tiene que la teoría relativa parte de la idea de que la protección a
los derechos fundamentales no es absoluta, y que por tanto es posible restringir un derecho fundamental cuando tal
limitación se halle razonablemente justificada, justificación que debe encontrar apoyo explícito en la Constitución o
bien poder extraerse implícitamente de ésta, en cuanto responde a la “necesidad de proteger o preservar no sólo
otros derechos constitucionales, sino también otros bienes constitucionalmente protegidos”.
Esta ponderación se sustenta en el llamado test de razonabilidad o principio de proporcionalidad, en palabras
de la doctrina alemana: el examen de proporcionalidad entre la lesión al derecho y el fin que se persigue.
Para esta teoría, el contenido esencial no es una medida preestablecida y fija; no es un elemento estable ni una
parte autónoma del derecho fundamental.
A su vez, las teorías absolutas parten de la idea de que todo derecho fundamental estaría integrado por una parte
nuclear, que sería su contenido esencial y una parte periférica, que sería su contenido accesorio.
La primera esfera (el contenido esencial) es, según esta línea de pensamiento, la parte que no admite límite; es
decir, se constituye en el límite de la permisión limitadora que le da la Constitución al legislador ordinario.
Conforme a esto, la parte nuclear estaría vedada a toda limitación, lo que no ocurre con la parte accesoria, que
podría ser afectada por la regulación, pero con la condición de que ello siempre esté debidamente justificado. De
nuestra parte, nos parece que de la expresión “contenido esencial” no puede extraerse que cada derecho
fundamental esté integrado por un contenido nuclear (esencial) y otro periférico (accesorio), y de ello entender que la
esfera vedada al legislador ordinario sea la primera y no la segunda, pues este entendimiento no sólo presentaría
infranqueables dificultades a la hora de establecer el contenido de cada una de las partes aludidas, sino que,
fundamentalmente, no encuentra respaldo alguno en el texto ni en el sentido de protección de cada derecho
fundamental.
Y es que el contenido esencial del derecho no puede ser otro que el derecho mismo en sus caracteres propios que lo
describen e identifican como tal; o, dicho en otras palabras, el contenido esencial de un derecho es el derecho en sí
mismo, sin añadidos ni mermas. La protección que brinda la Constitución a los derechos fundamentales no es
absoluta ni relativa: está expuesta a los límites que el propio precepto informa.
En efecto, tal limitación, en unos casos, está contenida de manera explícita en el mismo
texto constitucional (así, el derecho de propiedad, el derecho al trabajo); en otros casos, el
límite no está establecido en el texto pero es implícito, y se fundamenta en el derecho de
los demás, derivado de la coexistencia del hombre en sociedad (así, el derecho a la
libertad de expresión, a la libertad de enseñanza, entre otros).
Nos parece que avala esta tesis del límite implícito el hecho de que en las Constituciones
de manera general no se impone ningún límite explícito al derecho a la libertad de
expresión (lo propio ocurre en la mayoría de las Constituciones iberoamericanas) y, sin
embargo, los códigos punitivos de la generalidad de los países de esta órbita de cultura
sancionan toda expresión injuriosa, así como otros atentados al honor.
Conforme a esto, los límites posibles a un derecho fundamental deben inferirse, antes que
nada, del texto de la propia Constitución, en el marco de una interpretación sistemática en
la que se tomen en cuenta los criterios axiológicos y teleológicos internos y externos de la
norma constitucional misma. En lo que se refiere a las limitaciones al ejercicio concreto de
un derecho, atribución que es otorgada a los órganos jurisdiccionales y administrativos,
conviene precisar que, además de los contemplados de manera explícita en la
Constitución, el abuso del derecho se configura como un importante límite externo al
ejercicio concreto de un derecho fundamental.
Este límite implícito se extrae del contexto del orden constitucional y jurídico en general,
en los que subyace, y bajo cuya óptica debe interpretarse el ejercicio de los derechos
fundamentales y las garantías constitucionales; pues “son criterios de interpretación del
ejercicio de los derechos, que lo limitan en el mismo momento de su ejercicio” y se
sustenta en el hecho de que un derecho “es de todos, y un uso abusivo del mismo puede
dificultar la acción de otros para ejercer también el mismo derecho”, lesionando con ello el
principio de igualdad.
CONSTITUCIONALIZACIÒN
La «constitucionalización», es aquel proceso que convierte a los derechos en
«derechos fundamentales», tiene lugar a partir de dos fenómenos.
En primer lugar, las Declaraciones de Derechos americanas son parte de las
Constituciones. La primera en producirse en estos términos es la Constitución
de Pensilvania, de 16 de agosto de 1776.
Las Declaraciones de Derechos americanas, pues, a pesar de todo su
revestimiento iusnaturalista, son estrictamente derecho positivo, emanado de
una Convención producto de la soberanía popular y sometidas, en lo que a su
subsistencia se refiere, a la misma voluntad popular expresada a través de su
adecuada delegación. Lo que ocurre es que para los americanos van a estar
desde el primer momento claras las consecuencias prácticas de la distinción
entre la potestad constituyente (en particular la instituida) y las potestades
constituidas (en particular la legislativa.
El segundo de estos fenómenos es, en efecto, el control judicial de la
constitucionalidad de las leyes, o judicial review. Desde antiguo se encuentra
suficientemente documentado cómo en la década que media entre las
Constituciones de los Estados y la Constitución Federal los jueces americanos
comienzan a declarar su propia competencia para examinar la
constitucionalidad de las leyes y, en su caso, negarles aplicación, llegando
efectivamente a hacerlo en algún que otro caso.
TERCER PARCIAL
CONSTITUCIONALIZACION
Es el proceso histórico a través del cual los documentos
polìticos limitantes del poder publico, esto es, las
constituciones, marcan un espacio infranqueable para la
intrusión de este poder, y que expresados en normas-
principios jurídicos, llegan a ser de aplicación directa,
justiciables y con jerarquía normativa suprema
Entiéndase como derechos fundamentales, a los reconocidos
y expresados en normas-principios del sistema jurídico,
prescritas en la Constitución de la República, y que han sido
reconocidos en tratados y convenios internacionales de
derechos humanos, que por nacer en esas fuentes de
producción normativa se denominan también derechos
constitucionales
El término constitución surge desde la constitución de Atenas
(ciudad Griega, escrita por Aristòteles), y ha sido usado para
identificar a los distintos instrumentos de gobierno. Ya en el
siglo XVII y durante las dos primeras décadas del XVIII se
comienza popularizar este término.
El término constitucionalismo, ha servido
para expresar la totalidad del sistema
político de una ciudad, un estado o los
estados del mundo. La constitución, gira
desde sus inicios sobre el eje del poder,
su estructura implica prescribir principios
de legitimidad, división de poderes,
participación popular y responsabilidad
del poder, identificando a los sujetos del
poder en los órganos legislativos,
ejecutivo y judicial, determinando los
procedimientos que cada uno debe
seguir.
Procedimientos de reforma constitucional: con el fin
de que la Constitución pueda adaptarse a los cambios
que supone la vida social y estatal sin que se presenten
rupturas es necesario que se prevea de qué manera
puede modificarse el texto constitucional y por quién o
quiénes”
Finalmente podemos establecer como elemento
informante de la Constitución, pero que se hallan
diseminados en todo su cuerpo, los elementos de
supremacía constitucional, cuyo máximo instrumento
se encuentra en el control de constitucionalidad. Son
mecanismos dirigidos a establecer la supremacía de la
Carta frente a las demás normas jurídicas de la
sociedad, fundamentalmente frente a la Ley, que
históricamente ha disputado el carácter de
superioridad.
DERECHO CONSTITUCIONAL ECUATORIANO
ESPECIES DE CONSTITUCIONES:
Existen varias especies de constituciones, algunos tratadistas le dan una división o
clasificación diferente a otras; cada una de las cuales exhibe unas determinadas
características, desde el punto de vista formal y material.
Asi, desde el punto de vista material, la Constitución es el conjunto de reglas
fundamentales que se aplican al ejercicio del poder estatal.
Y, desde el punto de vista formal, Constitución se define a partir de los órganos y
procedimientos que intervienen en su adopción, de ahí genera una de sus
características principales: su supremacía sobre cualquier otra norma del ordenamiento
jurídico.
Ramiro Borja Borja, realiza la clasificación de las constituciones de la manera siguiente:
A.- Según donde se contienen en:
a) Escritas: 1. Codificadas, y 2. No codificadas, y
b) No escritas
B.- Por lo concerniente a su reforma, en:
a) Rígidas: 1. Irreformables, y 2. Reformables:
a. Las que para su reforma se requieren intervención de un órgano especial, y
b. Por intervención del “órgano legislativo” ordinario sujeto a procedimiento especial, y
b) Flexibles;
Rodrigo Borja
C.- En relación con la idea de libertad, en:
a) Constituciones que tienden a servir a la justicia a través de la idea de libertad, y
b) Constituciones que sirven a la justicia sin mirar a la libertad como a medio de realizarla, y
D.- Por el concepto que manifiesta sobre su propio origen, en:
a) Constituciones de origen popular;
b) Constituciones de origen antiético al popular, y
c) Constituciones provenientes de cooperación de órgano popular con otro
La clasificación que da este autor es similar a la de muchos otros tratadistas, pero como lo mencionaba
anteriormente cada quien tiene su descripción de características para cada uno, por ejemplo:
German J. Bidart Campos, hace la siguiente clasificación de la constitución:
La escrita, forma o codificada, que reúne las normas jurídicas en un cuerpo unitario;
No escrita o dispersa, que puede ser totalmente no escrita o parcialmente no escrita y parcialmente
escrita en normas dispersas;
La constitución formal, que es la codificación normativa;
La constitución material, que es la que tiene vigencia real en la dimensión sociológica;
La constitución rígida, que es la surgida del poder constituyente formal y no se puede modificar sino
mediante procedimientos diferentes de los, de la legislación común o procedimiento especial o
agravado;
La constitución flexible, que es la que admite su enmienda mediante el mismo mecanismo empleado para
la legislación común;
La constitución pétrea, cuando además de ser escrita y rígida se declara irreformable; los contenidos
pétreos pueden estar expresamente establecidos o surgir implícitamente, y la irreformabilidad puede
ser para algunos contenidos de la constitución;
La constitución es otorgada cuando un órgano estatal la concede o establece unilateralmente;
La constitución es pactada cuando se deriva de un acuerdo, compromiso o transacción entre un órgano
estatal y la comunidad;
La constitución es impuesta cuando se supone emanada del poder constituyente radicada en el pueblo y
surgida de un mecanismo formal en ejercicio del mismo poder
CONSTITUCIÒN ECUATORIANA
La constitución tiene una estructura netamente básica la cual está divida en varias partes, entre las
principales encontramos;
Preámbulo: se trata de una especie de introducción al texto constitucional que proclama cual es la
fuente de legitimidad del poder constituyente, los valores, principios y fines del estado. No obstante,
más adelante se definirá de manera más extensa y precisa.
Principios fundamentales en los que se sustenta el orden constitucional: se especifican cuáles son
los principios, valores y fines trazados para el Estado y ellos sirven de normas orientadoras para la
interpretación y aplicación constitucional.
Disposiciones transitorias, que van como anexo y después de las disposiciones permanentes, que
permiten el paso pacifico del antiguo régimen al nuevo, por el cambio de las constituciones.
A más de los anteriores que son considerados principales en todas las constituciones establecidas en
cada estado, podemos señalas las siguientes:
“Catálogo de derechos y mecanismos de protección de los mismos: el documento que integra
los diversos derechos reconocidos a la población vinculada con la Constitución. Además se establece
cuáles son los instrumentos con los que cuentan las personas para hacer valer sus derechos.
Estructura institucional del Estado: enseña cómo se organiza el poder público en el respectivo
Estado, teniendo en cuenta que las Constituciones modernas normalmente incorporan el principio de
separación de poderes, se dice como tiene desarrollo orgánicamente. Se trata de un organigrama de
instituciones oficiales, sus relaciones, funciones, competencias y procedimientos para la toma de
decisiones importantes de lo nacional, regional y municipal.
Control Constitucional: para que la Constitución efectivamente sea la norma básica y superior del
sistema jurídico se requiere que en ella misma se contemplen los mecanismos a través de los cuales
ello se garantice su superioridad, es decir, debe indicarse cómo se hace efectiva la guarda de la
Constitución; veremos que en los Estados constitucionales actuales se opta básicamente por dos
tipos de modelos de control de constitucionalidad: control concentrado o control difuso.
EVOLUCIÒN HISTÒRICA DE LAS
CONSTITUCIONES EN EL ECUADOR
La Gran Colombia promulgó su segunda Carta Política en el Congreso Constituyente de Bogotá el 29
de abril de 1830. En este Congreso participaron como Diputados Constituyentes distinguidos
personajes ecuatorianos. Al disolverse la Gran Colombia, la República del Ecuador, por intermedio del
Congreso Constituyente de Riobamba, dictó la primera Constitución ecuatoriana propiamente dicha en
septiembre de 1830.
Existen 20 constituciones del Ecuador , desde la època Republicana.
1) Riobamba, 23 de septiembre de 1830
Considerada como la primera constitución de Ecuador, que fue adoptada cuando el país se separó de la
Confederación de la Gran Colombia. Se basa en las cartas existentes, como la Carta del Estado de
Quito de 1812 y el Gran Colombia constituciones de Cúcuta de 1821. La Constitución Quiteña, anterior
a la independencia, establecía una legislatura unicameral y un Gobierno popular y representativo
elegido por sus ciudadanos a través de elecciones indirectas. En la práctica, sin embargo, al espacio
político sólo podían acceder los terratenientes y las personas acaudaladas. La Constitución de
Floreana, como también se llama, establece un sistema presidencial unitario y centralizado de
gobierno, y la separación de poderes, con un ejecutivo dominante. En la Constitución de 1830 se
establecía también un Congreso unicameral, elegido por sufragio indirecto y compuesto por el mismo
número de diputados (diez) de cada uno de los tres distritos -Quito, Azuay y Guayaquil-, y un Consejo
de Estado para ayudar al Ejecutivo en la administración de gobierno y sustituir al Congreso cuando
este se clausurase. Esta Constitución estuvo vigente durante trece años.
2) Ambato, 13 de agosto de 1835
3) Quito, 1 de abril de 1843
La duración del mandato presidencial y de la Cámara de Diputados era de ocho años. Los Senadores eran
elegidos para periodo de 12 años. La Constitución de 1843, también conocida como «la Carta de la
Esclavitud», Institucionalizaba el catolicismo romano como religión oficial del Estado. También se
establecía una asamblea legislativa bicameral, formada por un Senado y una Cámara de diputados.
4) Cuenca, 8 de diciembre de 1845
La Constitución de 1845 depositaba la soberanía en el pueblo y garantizaba el sufragio universal
masculino.
5) Quito, 27 de febrero de 1851
6) Guayaquil, 6 de septiembre de 1852
7) Quito, 10 de abril de 1861
La Constitución de 1861 fue el texto constitucional más innovador y representativo de
Ecuador durante este periodo. Promulgada por el presidente Gabriel G. Moreno,
eliminaba las condiciones de carácter financiero para obtener la ciudadanía, fijadas por
primera vez en la Constitución de 1830, y establecía el sistema de representación
proporcional de las provincias ecuatorianas en la Cámara de Diputados. También
introdujo el sufragio universal directo y secreto para la elección de la mayoría de los
funcionarios públicos. y se estableció el sufragio universal directo para elegir al
presidente; también se reflejó en el texto constitucional la libertad de expresión. Al igual
que con las anteriores constituciones, quedaba prohibida la reelección inmediata de
los presidentes. Esta Constitución se sustituyó ocho años después por una Carta más
autoritaria, promulgada por el general Flores García.
8) Quito, 11 de agosto de 1869
Conocida como «la Carta Negra», la Constitución de 1869 ampliaba el mandato
presidencial a seis años y exigía la profesión del catolicismo romano para obtener la
ciudadanía.
9) Ambato, 6 de abril de 1878
10) Quito, 13 de febrero de 1884
11) Quito, 14 de enero de 1897
Prohibía las órdenes religiosas y abolía los privilegios de la Iglesia Católica Romana. La
segunda Carta, aprobada en 1906 y considerada la más duradera, abolía la pena de
muerte y garantizaba los derechos civiles y políticos. Se establecía también la
separación entre Iglesia y Estado y se introducían las libertades individuales.
12) Quito, 22 de diciembre de 1906
Esta Constitución es llamada "atea" por los conservadores, porque separa la iglesia del
Estado.
13) Quito, 26 de marzo de 1929
Incluye los logros de la Revolución Juliana de 1925.
14) Quito, 2 de diciembre de 1938
Convocada por Alberto Enríquez, la Asamblea Constituyente promulgó la nueva Constitución y eligió como
presidente Universidad Técnica Particular de Loja ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS “HISTÓRIA
CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR DEL SIGLO XX” 14 a Aurelio Narváez. Sin embargo
nunca entro en vigencia pues fue derogada por Narváez.
15) Quito, 6 de marzo de 1945
Redacta una Constitución producto de la Revolución de Mayo que derrocó al presidente Carlos Arroyo del Río.
Nombra presidente a José María Velasco Ibarra.
16) Quito, 31 de diciembre de 1946
En el campo económico, la propuesta es hacia una mayor intervención y control desde el aparato estatal,
lo que se evidencia en las amplias atribuciones otorgadas a la Secretaría Nacional de Planificación y
Desarrollo (SENPLADES).
En lo político, se propone una sui generis visión de democracia que coloca en el mismo nivel de
participación tanto a las personas que han sido elegidas mediante sufragio universal como a aquellas que
intervienen por voluntad propia o dependen del Ejecutivo.
El traslado de las facultades de nominación y designación de funcionarios clave, de un órgano que es el
resultado de la elección popular como es el Poder Legislativo hacia un Consejo de Participación
Ciudadana y Control Social (CPCCS)
En la misma línea, el hecho de que en todos los niveles de gobierno se conformen instancias de
participación en las que intervendrán no sólo las autoridades electas sino también representantes del
régimen dependiente y de la sociedad es otra muestra de lo afirmado. Finalmente, los llamados consejos
ciudadanos no constituyen otra cosa que instancias paralelas a las entidades representativas, lo que
significa establecer un tutelaje sobre la voluntad popular.
En conclusión, el nuevo diseño constitucional conduce a erosionar la voluntad ciudadana, sometiéndola a
las decisiones de pequeños grupos.
Una particularidad de las reformas institucionales radica en que se dieron en un contexto distinto al que
existió durante las dos Constituciones previas (1977-78; 1997-98). Por una parte, el proceso
constituyente fue auspiciado por el gobierno en funciones; es decir, no precedió a la elección de un nuevo
gobierno y, por otra, el partido oficialista mantuvo una representación mayoritaria en la Asamblea
Constituyente. Trabajos previos realizados para la región sugieren que este predominio gubernamental o
asimetría en el balance de fuerzas tiende a incrementar el poder presidencial (hiper
presidencialismo), reduciendo los incentivos que tiene la oposición para consolidar el nuevo pacto
constitucional.