Professional Documents
Culture Documents
Serie Enseñanos A Orar 7
Serie Enseñanos A Orar 7
BOSQUEJO 7
PERDONA NUESTROS PECADOS
Mateo 6:5-15
En cada una de las peticiones hay una especial disposición del ánimo en la que se pide y en
la que se vive. Así también es en la petición que meditaremos hoy: “perdónanos nuestras
deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”. Justamente, NO podemos
pedir el PERDÓN DE DIOS si no estamos dispuestos a perdonar a otros, y a vivir en el espíritu
del perdón.
1.PERDÓNANOS...
La petición y la condición para el perdón son las únicas sobre las que Mateo comenta (Mateo
6:14-15).
El PERDÓN es la petición central del Padrenuestro. No hay nada que necesitemos tan urgente
y desesperadamente como el perdón que solo nuestro Padre celestial nos puede dar.
Solo Dios en Cristo Jesús tiene la facultad para perdonar pecados (Lucas 5:20-25).
Aquí donde Mateo dice “deudas”, Lucas dice “pecados” (Lucas 11:4).
Para poder pedir que Dios nos perdone las deudas tenemos que saber qué son estas deudas
que tenemos con Dios, qué son estos pecados.
Una “deuda” es aquello que se debió pagar en un determinado momento, pero que no se ha
pagado. Cada uno de nosotros tenemos cuentas impagas para con Dios.
Perdónanos, Señor. Perdónanos por no ser todo lo que pudiéramos ser, por errar al blanco,
por no desarrollarnos en todas nuestras potencialidades. Perdónanos cuando transgredimos
tus leyes, cuando hacemos lo que tus leyes prohíben, cuando te desobedecemos a sabiendas.
Perdónanos cuando no ponemos atención a tus cosas y nos vamos deslizando cada vez
más bajo y más bajo sin darnos cuenta. Perdónanos cuando somos injustos, cuando somos
parciales, cuando vivimos como si las leyes no existieran. Perdónanos, Señor. Solo Tú puedes
perdonar.
A NUESTROS DEUDORES...
Preferiría que la oración dijera: Señor, perdónanos nuestras deudas, pero NO como nosotros
perdonamos a nuestros deudores. Señor perdónanos según tu gran misericordia, según tu
amor; pero no te fijes en cómo perdonamos nosotros, porque nosotros no sabemos perdonar.
Sin embargo, la oración dice claramente: “así como nosotros perdonamos...”. SI DESEAMOS
EL PERDÓN DE DIOS, TENEMOS QUE APRENDER PRIMERO A PERDONAR. NO HAY OTRA
MANERA.
Jesús contó una tremenda parábola sobre dos deudores (Mateo 18:20-35).
Si el amor de Cristo se ha derramado en nuestros corazones, la primera cosa visible en
nosotros será nuestro carácter perdonador.
Conclusión
¿Sabemos perdonar? ¿Sabemos dar al otro nuestra mano de perdón? ¿Sabemos abrirnos a
los demás en comprensión, en olvido, en amor, en perdón?
El evangelio no es juicio, es misericordia. Dios dijo: “Porque misericordia quiero yo” (Oseas 6:5).
Seamos hijos de Dios. Seamos hijos de misericordia. Si sabemos perdonar, también podremos
orar: “Padre, perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”.