You are on page 1of 1

El rol del terapeuta humanista existencial

Comentario personal
En lo personal, creo que la terapia humanista existencial ayuda a encontrar sentido a
la vida, profundiza en los conflictos personales, observa las dificultades y desarrolla
recursos para afrontarlas, trata de integrar todos los aspectos de la personalidad. Es
un proceso que brinda la oportunidad de explorar activa y responsablemente los
problemas de la vida a medida que surgen. A partir de modelos cognitivos clásicos de
la conducta, algunos autores afirman que un psicoterapeuta es un técnico
psicopedagógico que debe enseñar a las personas lo que no ha aprendido en su vida.
El modelo antropológico de la logoterapia deja claro que no somos técnicos, salvo
que utilizamos la tecnología durante el acompañamiento para comprender mejor a los
pacientes.
El término "técnica" presupone que el terapeuta sabe lo que otros no saben, lo que a
su vez tiene la "clave" para curarlo. Generalmente, la clave del psicólogo se combina
con la clave del propio paciente, que le ayudará a superar su dolor, es decir, a darle
sentido a su dolor. El objetivo de un terapeuta no es resolver un problema específico,
sino ayudar a las personas a crecer, desarrollar su potencial y convertirse en personas
reales para que puedan enfrentar los problemas actuales y los que se presenten en
el futuro.
En definitiva, los pacientes deben confiar en nosotros, y para ello debemos tomarnos
el tiempo, de escuchar, comprender y cuidar. Si no hubiera nada entre nosotros, no
habría interés; si no ve puntos de identificación con su terapeuta, no desistirá de la
relación, no importa que vaya a terapia, no le importará la hora de venir y volvió otra
semana. Construir una relación significativa significa que nos preocupamos por
nuestros pacientes, dedicando horas a leer antes. Como indica en el apartado del
tema, la psicoterapia no se puede concebir al margen del establecimiento de una
relación interpersonal entre cliente y terapeuta. La calidad emocional y relacional del
vínculo entre ambos es una parte imprescindible del éxito del proceso
psicoterapéutico, el terapeuta acompaña a la persona durante todo el proceso,
estableciendo una relación de iguales en la que se proporciona una atmósfera de
apoyo, empatía y confianza que permite al cliente compartir sus sentimientos sin
temor a ser juzgado.

You might also like