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Herzog - Mediación, Archivos y Ejercicio
Herzog - Mediación, Archivos y Ejercicio
b t '
SONDERHEFTE
Studien zur
Europâ.ischen Rechtsgeschichte
82
-~AREA DE C/C''Cl/\S y
Tti.,.'/ICi1S 1;:_, - .., ~ • . ~
'"'·"·"-· .nc.1s
Su sonrisa me acompnna_
Il:)
Conclusi6n .. · · • · · · · · · · • · · ·
Apéndice• .... · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · J 19 Abrevialuras ut11izad a.
I. Lu eacribanlaa de Quit.o durant.e el •i11lo XVII. . • . . . . ..... •. 119
Il. Loi c111:ribanoa de Quito 1600-1750 · · · · · · · · · · • · · · · · · · ..... 133
Ill. Document.oa. . . . ·············· ········· 168 AHN Archivo Il i tiirico. 1 HC1onul, M dnd
IV. Ejemploa de acluacion~ ........... · · · · · · . · ... . l 74 AHQ Archivo Hi 11t6nco, Quito
175 AGf Arch1vo Cen"'rnl d e 1ndi , • nll 1
Fuentes: archivoe y manuscritos ....... .
BBC!JC Bibl ioteC(I del Banco Ci·ntrul, col ~1011 .J tJon )
Bibliografla citada ............... · · . · · . · · · · · · 177 Canmafto, Qu1l-0
BN Bibliolt·cA Nac1onal, , lodnd
BPR Bibliotecn del Palacio ~al , tudrid
Mss. Secc16n de Manu crito de lu B1bliuwca. ·aciv-
nal, Madnd
Pr6logo
'Véase, por ejemplo, Io cédula de 13.3.1672, AHN , C6<hces , 719B, num. 20:l,
7
8 . d .
. 8 de Quito 8 partir e sus m1smos Product.o
do de Jos escnban° -'ctica cotidiana més que en la legislaci~ a.
mun tradoen 1a P'" d h 'd l uuy
Nos hemos cen ue nïnguna de las os a 81 o comp etaJnente
la teoria Jegal, aunQ s querido aportar un nuevo punto de vista al Capitulo 2
ïgnorada. Con ell~, herno de los notarios, estudio que tradicionabnen. Escribanos, secretarios y notarios
estudio de Ios escnbanos.~ 8 la legislaci6n que a la practica. Sin quitar
te ha prestado rnas atenCJ~cciones del derecho, quisimos ave~ Tradicionalmente, siguiendo las definiciones jurldicas, los escribanoa
importancia a las co~anos y qué posici6n tenian, tanto en el sistetna del antiguo régimen formaban diferentes grupos pro es1onalea.
quiénes fueron los es;[.1dad social y econ6mica de la ciudad de Quito distingue, especialmente, eJ>tre dos grupos principales. A un primer
Iegal como en la re t grupo pertenecerian los escribarws piiblu:os de numero (con un
El Quito d~l .
ivn
durante _el siglo ~gl
81 0
era una pequena capital provincial. Contaba
un obispado, varios conventos y monasterios
territorio asignado de ejercicio) ;y los escrOwnos qrqlps (ajp dqjgg-
ciQn ae te.ffitWlP), ambos c~dos como !slulllt.l~m:ullùpa
con una aud!enCJ: Ycolegios y una Caja Real. Seglin di versas estima: notarios actuales. Al segundo gruoo fueron adecritos lœ escribanoa de
algunos hosp1tale r. XVI tenia solamente unos 2 ooo habitantes
ciones, a finales de siglb. ndo esta cifra ~.500 a mediados del siglo
0
ccimara y gobierno, dé cabzido, de prouincia, de visita y de la a~n
cia (es decir, los escribanos receEtores), todos concebidos como una
. oies varones su ie . ul . . especie de secretarios c~a misi6n era .P-!Uticipar en lœ gmàii)ë
_... lj e~P8:'11 lu e~do otros estamentos mestizos, m atos e md1os),
5 "':1 ent.e. 1 ~~ y oblaciôn estimada en 1650 era d~ aimas.7 JUdî~1a_les r_ a:o~panar a los funcionarios del gobiemo en su trah'Ù!'
5 âcfifürustratîvo.
- ' I muJeres Y runb? • su P cerca de 400 establecimientos de comercio
En 1690 ha 1a en e11 a . . . . ' Es""~- separaci6n, claramente marcada en la legislaci6n y en la
. d 1 0 periodo de crisis econom1ca que empezo, pos1ble-
despues e un arg s · .. di d tr t doctrina juridica, no fue respetada en la realidad quitena del siglo
mente en la década de 1630. Su s1tuac10n me a o~adend e ce~ ros XVII. SegU.n se desprende de los fondos documentales de esta ciudad,
. · 'a1
VUTem es y zonas marainales la transform6 en una c1u a con
d c1erta
b' existentes tanto en Espafia como en la propia Republica del Ecuador,
. · 0 sin ser Unica ni de un peso desmesura o como los escribanos locales, al menos durante la época en cuesti6n, funcio-
undiportanc1a. pMere' xico o Lima Desde esta perspectiva, Quito puede
pu eron ser • · · d d · naban tanto de secretarios de ôrganos de gobiemo como de secretarios
servir de ejemplo de Jo que eran muchas otras cmda es e su tamano de cuerpos judiciales y de notarios, por utilizar los conceptos actuales.
y calidad. Los escribanos destinados al gobierno (los de camara, de provincia, de
cabildo y los receptores) trabajaban como secretarios, preparando
decretos, anotando actuaciones y acompanan-dOîos "ProcesOs-jWlicia-
les; ae forma paraJe}a y complementaria Servian Corno notarios, tanto
para ~rjr las necesidades de estos cueœos como- para prest.ar sus
serv1cios al resto de la poblaciôn.
La prueba de lo dicho es bastante simple; durante el siglo XVII, tanto
en los oficios de câmara (secretaria de la auiliencia) como en lo· de
c,: provincia (adscritos al juzgado de provincia), de visita y de cabildo se
esperaba encontrar y, en efecto se encontraban, document os ueltos. o
7 Alfredo ul1.ano Cwllro: Quito: ciudad miLPnarin: (ama y .~lmbolo, Quito, Abya Yala, regi~mpletos de escritµras de.tipo comercial Q_Qarticular. Asi, por
1991, pp. 161-162. .
8
Javier Ortiz de la 'l'abla: •Panorama econ6mico y Rocial del corregimiento de Quito
(1768-1775)·, ReuU.ta de lndias, ano 36, mime. 145-146 (]976), pp. 83-98, en PP· BG- 9 Ornitimos aqui, por encontrarse fuera del marco de nuestro cstudio. a . Io,
~
8; Y Manuel Nino Grijalva: · La economia de la Real Audiencio de: Quito, siglo XVJI., esctibanos con tftulo eclesiastico. De la misma manera , e'>i.tamos trotnr a Io, c,cnh.•-
~ n Ennque Ayala Mora, ed. : Nu.eua historia del Ecuador Quito Grijalbo, 1991, vol. 4 nos de los juzgados especiales, tales como la Caja Real o los Bienes de D1funto•.
Epoca colonial fi ), pp. 49- J 03. ' '
Capitulo 2
w .
di .
receptores de la au enc1a, supuestarnente
11
A pesar de que los oficios de 1 'b , El comercio de los archivas era normal a partir del momento en que
6 d:
particular destinado a la d d os escn anos teman un archiva
se descubri6 que los papeles de los escribanos tenian un valar de.par &î,
entre oficial y papeles n~:. a sus do~umento_s , la identificaci6n
sèparado e independiente del oficio. Al estimar el precio justo de los
muchas casas el archiva n Gtab tener influencia sobre ellos. En
despachos, se consideraba la cantidad de papel que habia en sus arcas,
lugar, sinoque se hallaba ~e e~rtida centrado ?sicamen~e en. un s6lo asi coma su antigüedad ; los que tenian mas pape! y de naturaleza mâs
casas. Era practica comun sa~ar de~ enti:e van~s armanos, tiendas o corriente se consideraban mas caros. Los papeles, aparte de su
papeles para completar el t b . archiva los mstrumentos, libros Y significaci6n ceremonial y de prestigio, constituian una fuente de
mostrarlos a terceras. ra aJo de redacci6n, hacer consultas o
trabajo y, en consecuencia, de ingresos. Su adquisici6n era, en reali-
La regla segtin la cual el b' dad, la adquisici6n de «unos despachos», ya que se presumia que daban
que lo encarnaba en arc ivo pertenecfa al oficio y no al escribano al escribano la titularidad y contrai sobre las materias en ellos
un momento det . d
respe t a da . Se conocen much . ermma o, no fue siempre contenidas. Las partes interesadas en unos documentas determinados
Part'ic ul ar Y separada del 0 fi as· queJas Y en't'icas sobre la negociaci6n necesitaban los servicios del escribano que los poseia siempre que
segun' la eual el archiva pasab cio Ydde los arch ivos.
· 42
La practica debida
a e mano en mano juntamente con el
43 El comprador del oficio de provincia en 1637 pidi6 hacer un inventario de su..<
papeles, expresando el miedo de que los substrajeran del todo o en parte entre el rems te
en la visita general de la aud' . . y su toma de posesi6n : Exp. 17.3.1637, AHQ, Oficios, 2. . . .
autos estan en AGI, Escriba~enc1a eJecutada por Muno 44 El problema consistia en que una muerte tempi:an~ sm haber renunciado ?I ofiCJo,
:o Véase, por ejemplo Exp ~ d~ ~amara, 920 (A a C) z~ entre 1624 y 1627 y cuyos
5 2 llevaba aparejada la perdida de su valor, pues se adJudicaba al rey en su i.otahdad lc_n
lbSobre la extensi6n de Io~ ar~h·i 665, ARQ, Criminafes 41 (A a C). vez de la mitad o un tercio). En esos casos, los herederos mtentaban sacar del ofic10
esc;~ ano de ciimara de 1661 a 166;os notariales véase ' .. algûn provecho, aunque fuera mini.ma, recurriendo a la venro ilegal y sepHada del
. Se _trataba de una practica il enl AGI, Escribanf~ ~or eJemplo, el testimonio del
qumto, titulo octavo, ley 17 de la R ega .' prohibida por e ciimara, 910B, pp. 49-54. archiva.
45 Este caso fue mencionado en : Exp. 4.5.1655, AHQ. Oficios, 3.
ecop1laci6n de lndias.cédulas recogidas en el Jibro
Capitulo 3
Escribanos y memoria : Poder practico y recurao aimb6liœ
desearan sacar copias autorizadas o simples testimonio d
cia y contenido. Si se trataba de un negocio complejo s e su e)(jste11• ·t ban hacer constar cualquier hecho, fuera éate ·
mas de un documento o un instrumento, Io normJue necesitaba neces1 a _ d d
_xtrajudicial. Los aboga os, procura ores, relatores y lu
interesados acudieran a seguir la actuaci6n frente al er~ que los earfes 0 sus apode~ados preten~an y conse~an sacar de_-:a!14•1J1111:;·
' 1os documentos ongm · · al es. D e ahi la importan escnban
pose1a
. .
· d
cra eq
0 que
p de forma contmua y relativamente mas1va, <lifeœo.tes.
papel es fu eran •cornentes , es decrr, que tuvieran todavia si . ue los vos, ' ·ai .
to procesales como notan es, necesanos para reclamar deredaœ
fueran capaces de generar mas trabajo y mas ingresos. 46 gnificado y tan .
reparar alegac10nes. .
La relaci6n entre el precio del oficio de por si y el de s p El flujo de papeles 9ue salian y volvian a los archivos clelU.
. h us papeles ll ,
a ser, en ocas10nes asta de uno a cuatro es decir 8 OOO ego controlarse mediante unJregistro_llamado «libro de reco · ·
· mas
ofi c10 - 2.000 pesos por sus papeles. 47' En otros c· pesos por el
·. asos, aunqu 1 En él, el escri~ano debia anotar los dak>s de ~..__ _..
relac1on entre 1os precios no fuera tan alta era evide te e a identiaaëf ae las partes interesadas y su naturaleza juridica) el
d l , n que 1a co
e os papeles suponia un desembolso considerable pe ·b·d mpra nombre de la persona que los sacaba. ~sta ultima tenia que mostrar
· · dibl · ' rci 1 o com
imprescm e s1 se q~eria tener un despacho respetable ren ° su conformidad con esta informacion firmando la raz6n inserlârui en el
Par~ esto~ fines, por eJemplo, Diego Valencia de Leon qu/com ta~le. li~ escnbano tenia la obligacion de velar por la devoluciM de los
~fic10 de camara a favor de su hijo menor por el precio de 24 000 pro el papeles y asegurarse de que la nota.correspondiente en ellihro..fuera
e a ocho en 1605, tuvo que gastar «mas de 3 000 . pesos tachada a medida que ibanregresando los document.os. f>en>, segün se
los papeles del escribano antecesor. Era a la.vez »unpeas~s para. :ondse~ èlësPrende de los mismos libros de reconocimiento - custodiados boy en
patrimonial to ' • mvers10n e t1po dia en el Archivo Historico del Ecuador - asi como de las visitas a
Papeles adn:,f~des que, ap~. de generar ingresos, la cantidad de
'1~n os repercutia direct t b escribanos, la mala gestion de la salida y entrada de documentas en los
comercial del oficio rrusmo.
· 48 amen e so re e1 valor objetivo y archivas era un feÎÎomeno .muy comiln. L~ria de loi; re nnci- 00
Otro problema de naturaleza dm . mientos se quedaban sin borrar, y:a, iuera por error (segtin solian
fondos. Los archivas de Io 'b erente era la propia gestion de los reclamar los fumantes), ya porque los documentas no se reintegi_:aban
s escn anos Servian de fuente para qi:!-~nes
a los archivos, como argumentaban los escribanos.
Los escribanos se quejaban continuamente de Jas dificultades que
":3 Véase, por ejemplo, el anâlisis hecho . encontraban en cuanto intentaban recuperar los papeles pertenecien-
cab~o en 1627, quien aleg6 que los pa ';°r ~I pretend1ente al oficio de escribano de tes a sus archivas. Sus demandas topaban, a menudo, con una fuerte1
n:iu.c o provecho y, por tanto, no podfanpe es e la escriban(a en cuesti6n no tenfan
~·~ 1 ei;_.00 eran de considerad6n y que en ~ner mucho valor. Explic6 que sus pleitos
8 oposicion: las partes y sus representantes alegaban que todavia los •
e im iv~, que las causas criminales eran d gran rnayorfa llegaban al despacho s6lo en necesitaban; los abogados, procuradores y relatores los retenian en
1
~s ~stnturas Y contrat.os tampoco e e gente pobre que no pagaba derecbos y que prenda hasta recibir sus honorarios (lo que a veces queria decir hast.a
x~7E·11· 1.627 • AHQ, Olicios 1. ran muy corrientes ni de mucho valor.
ste eJcmplo proccde de las d 1 • siempre); algunos jueces se molestaban por este tipo de peticiones Y los
41 num 22 A . · · ec arat1oncs 8 b
AGI Quito
'
44 pnr~cia4c1~~,es si ':1'1ilares fueron inclou.rde
• • um . . •t:ase igua)
e 1 valor del oficio en AGI, Quito,
1 as en· AGI Q ., _ ·
escribanos no se sentian con fuerza para insistir. Por si est.o no fuera
el distrito de la Audiencia Re~ me~te, •Relaci6n de la · . • Ulw,. 43, num. 18 Y suficiente, resultaba que los reconocimientos s6lo daban testimonio del
1011 olicios de udminhitraci n d ~ que.r~side en la ciudad defl~iudader; y villas quo hay en paradera inicial de los documentos, que a menudo pasaban de mano en
6
cada uno de ellos y do los qu e J\J Hl!crn de ella11, vendibl an Francisco de Quito y de
en: Pilar Ponce Leivn ed . ;,,;e ~odrfan criur y acrccenct Y no vendibles, y del val or de
mano sin conocimiento ni autorizacion del esc1;bano. El re ult.ado
fsiglo XVJ.XIXJ Madrid ·c· . a~t0Sne11 hi11t6riro. aeon 4/r•, Madrid , poatcrior a 1582, natural de semejante descontrol era, con frecuencia, la pérruda efecti-
, • • onseJo upe · d "· ,,r 1tca11 de l A .
num . 3 3, pp. 435 145 en pp. 437 _ nor e lnvc 11 tigoci ~ udienc:ia de Quito va (aunque quizâ no la pérdida ffsica) de los pape) es : podian ira parar a
411 411
. AGI, Quito, 36, num. 35 f!u P~t' . onefl CienWicas, 1991, v. l,
H1mda1., en A~I, Quito, 41 , nu~ . 4 J 1c1'6n al Consojo de .
cualquier sitio. . d1
olicrn de provincia, dcbido al hecho'd~fl lcHtigofj mcncionuro lnd1 na en 1607. De forma Aunque la versi6n que nos han dejado los escnbano accrca e
h1ihf~1 compmdo ulgunos papelc11 que 1 Que fjlJ unterfor tituJ n IMa llubida da vnlor de un extravfo de documentas puede ser entendida como u~ m n · te t de
1
°
exculparse frente a las criticas que re~ibian, su: q~eJa ~ · obr?da~
11rch1vo11 por c·1 . ,_ · e PCrl-Onecfa 1 ur, un.u 1 d .
rcunswnc1a11 no relutudaH c:n 1 1, Pt!ro Que no fi Il c R1vadeneyra,
os out.011. ormuban parie do s us imposibilidad en la que se vefan de garanl1zar por sf ::;olos la mtegn
Capitulo 3
Escribanos y memoria: Pocrer practâou y rtoCWMI . . . . . . _ 1:1
de ~us archivos debia reflejar en alguna medida 1 . .
Quit_<> durante el siglo XVII. Los archivos de lo a teal~dad Vigen hivo. Los que se utilizaban a diario se de~ en h'R"' de
destmados al uso publico, pero el siste s escribanos e tate en ~~ or conveniencia, por ejemplo en el mismo oficio, eo la aala fie
- • .- ( d . ma no pro . e i.....
~wres
. . es ecir, a los mismos escn'b a.nos ) run . ,Porc1onaba a UilJla mY
'""'gfic1a de au di enc1a,
. en casa dl
e as part.es contratante6. etc. J>r8diœ
run~ respaldo oficial a fin de garantizar u gun medio lit' ~ 0
~~miln, al menos desde mediados del siglo XVII, dificultil at'in mâl e1
servmos no perjudicara la integridad de 1 q e es~ presta~i6~ control de los documentos. Çomo consecuencia, y por si no fuen.n
facultades Y de posibilidades reales os arch1vos. A fr-'t e suficientes las irregularidades mencionadas, los document.os se me.z-
l hi para controlar 1 '1l a de
os ~ vos, a menudo profesionales jerârq . a os usuanos d claban, metiéndose a veces uno dentro de otro, papeles vfrgenes con
escnbanos, la desintegraci6n de los archiv wcame.nte superiores a 1e otros ya escritos, borradores con copias limpias, etc.
recurso efectivo para exigir la devoluci6 d os era mevitable. El Unios La ultima dificultad en el manejo de los archivos era el simple robo.
desorden era el empleo de censuras lin . e los documentos Yevitar ~ Teniendo los papeles un valor de por si, tanto por Io que en ellos ~
ml ento li~~· depend.ia de la buena vol~t:ao;als. b~unque era un inst111~ escrito (valor para las partes interesadas o para los escrihanos) QOP.l.O
.a cuesnon·• de ahi q ue, se emplear e o ispo y de su in•~ . en
.,.,res por su propio soporte material (pod.ian servir para envolver mercade-
importantes Y extremos c a so1 o en casos considerad rias, etc.), hubo casos en que éstos fue~on robados del mismo despacho
si6n habian fracasad ' uando todos los demas métodos de os publico o de la sala judicial,.QJ>ien fùeron vendidos por algtin asistente
El o. persua-
orden de los archivas . del oficio, que trataba asi de completar su salaria. Otras veces, las
visitas generales de la a::;;Jor~ba ~e forma espectacular durante las partes mencionadas en ellos hicieron todo Io posible para esconderlos
~~ebraron ~sitas en Quito (1~~~~·162n las dos ocasiones en que se de sus rivales o destruirlos del todo. Para este fin, emplearon el robo y
. ~ senu:ncia desfavorable llev. l
50
7 Y_ 1691-1692), la amenaza de la sustracci6n, con o sin ayuda del escribano.
~:~~~:~a los autos y papele~, ae: ~:~~banos a buscar con renovada
corta duran. :0n una especial rapid~ R o a s.us poseedores que los
los archi acion temporal, sirvi6 al m . emedio extraordinario y de
La fr-'ta vos po r dos veces durante • enos
. ' para aJustar
· relativamente
ru de orde e1 s1glo XVII
objetiva de r n en los libros de .. .
afect.6 di ecuperar los docume t reconocmnentos y la dificultad
sus fondos recta.mente
C a 1a integridad
. d aun eu an d o fu eran localizables,
n os,
1
menos de.su uando el mismo escribane os archivas y a la fidelidad de
6nde ' podianmemori· a Ylva
· y privad o segu'la en el oficio disponia al
d parar 1 a Y podf · fi ' '
cuando esto . os Papeles Al d a m ormarse o adivinar en
U1 . ocuma d ~ · esapa
~o rastro conoeide orma repentina . recer él, y especialmente
consideraci6n de d~ de muchos d e inesperada, desaparecfa el
en Ela h a b'ttaci6n confper tdos ' aunque a ocumento s, que pasaban a la
arc~i~~:cer problem~~:r~ ~n la casa d:e~~: estuvforan s~plemente
era la costumb a conserva '6 persona conoc1da. 49
mente los , re de te c1 n de l d 60 Exp. 8.6.1690, AHQ, Criminales 11 menciona algunos casos ocunidos en d
mas cornent.es r ner una Part d os ocumentos en los lo~sado ..un in~o~e quiteèi.? de finale~ del siglo XVI mencionaba el' robo de pape! de
49 ' uera del recinioe fi ~ los papeles, normaJ· fïsi archivos p~bh.cos, por eJemplo el del Cabildo de Quito, que por la poœ seguridnd
c~ de su ectific10, fue quebrado y robados sus papeles: .Relaci6n de Quito• de 15î3
•Noti ~ste problema en sico del oficio o de su t~bhca_do en: Pilar Ponce Leiva, ed.: op. cit, v. l, mim. 18, pp. 251-265 en pp. 26S-2&L
. c1a genera] d~ su enfoque ase, 1gualmente, Exp. 18.5.1699, AHQ, Oficios, 13: la queja de Ignacio Aybnr y Eslav11
aucliencias de E todos los .gcneral f
spana., 1726, BNch1vos Y ~a ue lratado or . s~b:e el rob~ de documentas de su casa. El robo de papeles del oficio por sus mismos
'Msij, 4368 Pcles Perte P . Santiago Agustfn Riol : 0 c1ales fue 1gualmente evocado, aunque en una época posterior, en AGT, &."Clib3nia de
Y 5991. ncc1entes a los consejos y Cé.mara, 914B, 5o cuaderno, pp. 237-251.
Capftulo 4
Trabajo, saber y profesionalidad
61 Esto era verdad aun antes de la jerarquizaci6n de las escribaoîas, es decir, ante::
de que los escribanos dejaran, prâcticamente, de escribir, y encargaran a 5lJ • e:-cn·
bientes la preparaci6n fisica de los documentos. Sobre la divisi6n del trabaJO en l<»
oficios véase mâs adelante.
52 Sobre este punto véase, igualmente, José Bono, Historia del derecho · ·• op eu ,
pp. 15-23.
30 Capftulo 4
~l grado ~e especializaci6n y de saber exi .do Esta voluntad real de centralizaci6n parece esconder, en parte,
importanc1a como detentadores de la fe ~1 · a los escnban
aprendizaje fuera de carâcter incontrolad pu ~ca? y .el hecho qos, su.
consideraciones econ6micas. Algunas cédulas induœn a pensar que el
convencirr:~~: ~c1r ni:~
ternor principal de Madrid era la frecuencia de nombramientos inte-
prue?as oficiales, llevaron al sm titulos su. rinos, necesariamente hechos por los virreyes o presidentes. Los
rantiza: los. conocimientos de los que se em leo b e que habia que ras interinos, decîan estos textos, no solian ser gente cualificada (es decir
fin se mstituy6 una condici6n si p a an en este oficio Aga. exaroinada y probada); incluso se argumentaba que una escribania
pretendiente debia pasar por un exne qua non, seglin la cuaJ. taJ vacante era de menas perjuicio publico que el ejercicio de una persona
de u~a escribania. 69 El deseo inicial~ecn antes de acceder al ejer~~~a poco babil, cuyas actividades pudieran hacer cuestionar la legalidad y
Yexamenes en Madrid de'o as en~r~ todas las candidat cio la confianza en las instituciones. 72 La preocupaciôn verdadera, pocas
cual cada audie . 1 p o a una amb1c1on mas factibl uras
ncia se encargaria del e, segûn 1 veces abiertamente confesada, era, al parecer otra: el nombramienw de
su propia provincia. Sin embar . ~~arne~ de los pretendiente a interinos, al contrario que la enejacion del oficio en propiedad o en
~::n~
A .
~~s la seleccion por l;~u:~i=~::~~~urocracia
obligaci?n de rec~b~~
central en
arrendamiento, no suponia ningll.n ingreso para la Hacienda Real,
puesto que aquellos no pagaban ni el precio inicial por el derecho de
73
unque era relativamente f' il . ejercer el ofi.cio ni necesariamente una parte de sus rentas.
por quienes hubieran pasad ac conseguir el visto bueno de M drid El examen propiamente dicho, sin embargo, fue responsabilidad de
(compra Yexamen) la Monao ya, porl las etapas anteriores en Arn~ . la audiencia durante todo el siglo XVII. En buena logica, debia
de una · ' rquia a ego con tin nca
exigencia necesaria movid uamente que se trataba examinarse a todos los candidatos al oficio antes de iniciar la negocia-
preparacion de los candida~s . a ~or el deseo de controlar el nive! 1
su propio discurso, confuso
afirmaciones. Dicho dis
:i
sm nm~a otra finalidad. Sin emba[ a
y go repet1tivo, ponia en tela d . . . go,
cion sobre su precio, para asi averiguar de antemano su capacidad para
presentar posturas en el remate. Esta idea, adoptada por la Audiencia
real curso consti tuia e Jmc10 tales de Quito durante la década de 1680, fue luego rechazada por temor a
~s que se consideraba hab, una reaccion fren te a privil . sus efectos economicos. Corno alegaba el fiscal, un examen obligawrio a
audiencias D b l . ian usurpado los virr egios
taba cont .1 ~a a rmpresion de que la ad . . eye~ y presidentes de todos los candidatos podria incrementar sus gastos e incluso baœr que
fueran d:o ar .esb delapeninsulaelterrenodnuruistrac16n central inten- solo algunos - o, peor all.n, solo uno de ellos - fueran clasificados como
escn anas fu d e os nombra · t capaces. Esta significaria que la usual afluencia de pretendientes
ejecucion de los ofi . Ier~ e otros oficiales - ~en os en si- desapareceria y, en consecuencia, no habria buenas posturas ni buen
cws Y a 1doneidad de 1 Y no solo la buena
os pretendientes. 71 regateo. El precio bajaria y la Hacienda Real acabaria siendo perjudi-
69
er El e~en fue regulado en ln n ___ . cada. 74 En virtud de esta consideracion, la audiencia volviô a su
P o su ongen es castellnn """"P'lacion de lnd ' prâctica anterior defexaminar solo a quien salia ~~dor de la subasta
~~~ili~~d, legalidad y sufici~:C;!n:ror al. siglo ~f8 ~~el Li_br_o 5, titulo IV, Jey 3,
acue ~ ula renJ acompaiiada de U:: cand1~ato el examenmo uruca garantia de la
1o'Los ~~-la audiencia de 1638 Autoauto Vlrreinal, inserto aparece mencionado en
a o igac16n de recib' ' s acordados s ambos en el l'b d
muchos problemas 1 ir -o, mejor dicho de . 'r·: op. cit, pp, 45-47 ' ro e
escrib a os pretend1entes S ' con trmar el t ' .
Quito)a~o que no Io presentaba en los téu defecto Ruponf~ el itulo en Madrid caus6 interinos. Otra copia de la misma cédula se encuentra en AHQ, Cedulario, 2, libro de
confir.:ia~~ ~P:~ 0,:~ e~rcicio y su es:~na~r~~c~dos (por Io ~:~~r:7 el ejerci?o: el
6 1
1601-1660, miro. 306, p. 307. Véase, igualmente, cédula de 1.9.1638, AHQ, Ce<lulano.
por ejemplo en céd a e ante. La obligaci6n d ec arada "Vac(a, S cuatro anos en 2, libro de 1601-1660, nlim. 184, p. 204 .
a la Audien~ia de Qlas ~e 4.11.1665 y de 26.3. 166~ odhten:r un tlt~Jo ob:1 el titulo y su 12 Cédula de 4.4.1652, AHQ, Cedulario, 2, libro de 1601-1660. num. 480, p. 475 )
=·
11 Un e'em Ullo. AHQ, Cedulario 4 nû ' ingidas direc re fue evocada, cédula de 26.4.1653, AHQ, Cedulario, 2, libro de 1601-1660, nlim. 512, p. 507.
num 139 ~ f
7~
1 de este discurso es la ~d
1 rr:i
8
· 229 Y 269 ta Y exclusivamente 73 Véase, por ejemplo, cédula de 15.1.1650, AHQ, Cedulario, 2, libro 1601-1660,
del e~am~np~I d -l 74 ,quenohacedistinci6nuv:r e -ll.16Û
22 num. 448, p. 444. Se podia exigir a los interinos dar una parte de sus ingrcsœ del
Ios escriba~os re~lp~°.Z;rol
llocnl sob:e el ejercicio g:1era ~n_tre ~l C6dices, 715B,
a as autondades que los noos o ic10s, el de laema del tftulo, el
ejercicio del oficio a la Gaja Real. Esta practica, sin embargo, dependia de la volunt.ad de
la autoridad que nombraba a los escribanos interinos; se trataba, pues, de un ingre.."'1
mbran y cl dei dependencia de que no era ni fijo ni seguro.
nombramiento de 74 EJCP. 12.2.1695, AHQ, Oficios, 12.
40 Capftulo 5
Preparaci6n y examen 41
del oficio, celebrada con antelacion 0 .
escn'bano de Su MaJestad
· sin pretend a qwen q uena · saro- t·
El examen se celebraba en la Sala d Aer a una es 'b _, ituJ0 l cual un pretendiente no pasara el examen. No sabemoa si e&to
cri ania. de casoen e
1 t'll
P an 1 a entera del tribunal inclw'do 1fi e cuerdo • en Presenc1a
· d be a que no se han conservado estos docwnentœ 0 a que
d . • e sca1 Te • 1 d se d ederamente no existieron. La primera posibilidad es m.U que
espues de reconocer la letra del pretendie . te rua a fonna sigiu e la ver a d , .
preguntas sobre los distintos mom n ' se procedfa a h ent.e: hable ya que los autos e 1os examenes se conservaban. pnncipaJ-
proceder en él, y el significado legale~~s d~l proceso, las fonnaeerJe pronte , como parte justi.ficante del titulo de escribano y no de forma
me
ras. Los autos de los examenes de Q 't vanos documentos Y e as. de independiente: si hubo cas.os d~ fra~.es ~r~bab~e .q.ue quien acabara
que esta. Sin embargo segûn b w o no revelan mas info scntu. 00
teniendo el titulo no tuviera mteres ru qwza pos1bilidad de conservar
para los exâmenes l~ sa emos P?r los manuales de pr l"Illaciôn Jas pruebas del examen. De todas formas, la posibilidad te6rica de Cailar
deseadas eran de ~at ~eguntas pos1bles, asi como las eparac1ôn en el examen estaba presente tanto en los manuales de preparacion
Œsti'? legal matn1e',:',.~r;:empJo, manuaJe~o~ manuaJes destina~s escnbanos como a los cumplimiento de esta regla, argumentando - con razôn - su incapaci-
r,rilcticas Judlciales, su ~ adn~. lmprenta deeL,bogados como el ~s ~~ada uno de estos dad para averiguar el origen de cada candidato antes de confirrnar su
o~ulanos de fndias. , libr ord1nana, ejecut1va !omo_ Espinosa ~791ego Pérez Moztin titulo. La negligencia o la falta de cooperaci6n de la Audiencia de Quito,
Yéase, por eiemplo e o manWlento an6ni y cnm111aJ, su in ' ~) o •Apuntes de
~e cab1Jdo en 1627: AMQ ~xamen celebrado mo Y sin fecha e si;"1c•a en procesos... al menos, llev6 a la Monarquia a exigir que cada petici6n de confi.m1a·
ere~bo .. ., op. Ctl P 22 scelanea, 00095 a Diego Ros Urb n N, Mss. 20.258(28).
cons1stfa en la red~J(, B--238), el exame ' 1:J'· 9-17. Segûn J"· escribano pûblico y
ras, probablemenu, co n Y extensi6n anu, 1n e los escnba osé Bono (ffist.ona del
~scrib/nos catalanes r:ee~~~~iones verba~: e.::,~minadores ~~s pûblicos en Castilln enteramente oral; véase, por ejemplo, AGI, Quito, 38, nûm. 43. Une pnictica ~imiJAr"
doarce ona en el stglo XVIII Bo en: Raimon N re su COnl.eniduna o varias escritu- la de Ca~tilla fue seguida en Navarra, segûn se desprende del libro sobre la prlictie& en
cumentos QW!ênos, sin e.:iba arcelona, Colegi~~era de Guzm~· El examen de los aquel remo: •Ceremonias y estilo de los tribunales del Heino de Navarra•, BN, ~fa'.
rgo, deJan entend 0 tariaJ de B n : Los notarios de 9901, atribuido al oidor Jeloaga el viejo, siglo XVII, pp. 88-89.
er Que se trat!~:elona, 1978. Los ~~ Ceremoi:iias y estilo... ibid. .
de una prueba Los motivos de tales regulaciones se tratan , parcialment.e, a continuAci6n.
42 Capitulo 5 Preparaci6n y examen 43
ci6n de titulo viniera acompaiiada por un certificado de ha ber,.,,_ . el examen,. re tirada su aprobaci6n, le oblig6 a
· 'al
con las ex.igencias estamenta1es y racr . es, an t enormente ~""' 11 Phdo
implicito e t davia por 62 1 J tad
~resentars~
asado o la prueba. buenas intenciones y a vo un
el hecho mismo de aprobar al pretendiente en el examen. Est.a n n
. tampoco fu e respe t a da. 79
instrucc16n Ueya
a las reiteraciones, las es repetidas se desprende que !a
A pesar e . mas cédulas tantas vecfi . de escribano a personas sm
las mis
:xame~, aparte de .verificar los conocirnien!()a . · · del o cro d te
~~stu~bre d~ ~=n practicand~~~ ;:al
La tercera funci6n del gia de ·tir el eJercrcio Quito aJ menos uran
y el estamento, era, segun el discurso oficral, la de garantizar sigui6 segÜn la cual al castigo
8 1
escribanos un cierto margen de libertad en el ejercicio de su oficio. ~ titulo real m ·~d del siglo XVII. La sanc10 'bano~
sin tener el titulo o el
esperaba que quienes habian merecido su titulo, conseguido JlOr la primera m1 ue retendieran ser e~~ aftadia la nulidad de los
p tilizaran sus servic10s) se fu uficiente para
p~en
méritos propios, no se sintieran obligados frente a las autoridades rsonal (a los q
locales. Tanto el acto oficial~de rueba y no de merced, coma la
y a los que u los no titulados, no e s
e redactados por 83
necesidad de una confirmaci6n prOCëdente de la metr6poli,dcl;"îan documentas t ' .on de estos casos.
evitar la repe ici
ase~ que l~s escnoanos s6IO obedecie.:._an ~ la verdad:
• ... como los tales personas asi nombradas (por autoridad local - nota de
la autora) no los tienen (tftulo y examen - nota de la autora), se alteran
muchas cosas en diferente forma del verdadero hecho: y cuando por
alglin casa accidentai se pierden las informaciones, y demas autos, y
escrituras que ante ellos han pasado, queda la verdad de todo perdida, y
la relaci6n de Io cierto en s6lo una persona, que es la que us6 del dicho
oficio de escribano, Io cual como depende del ministro que le nombr6, se
halla obligado por el respecto, y gran satisfacci6n de tal nombramiento,
con menos libertad de la que en semejantes casos se requiere, para
mformar de la verdad de todo, ni para que las casas judiciales, y examen
de tesl!gos, preguntas, y repreguntas que ante él pasan se hagan, y
actuen, como conviene, y esta dispuesto por derecho ... • 80
. Las autoridades, tanto metropolitanas como virreinales y locales,
tnU:ntaron~filrar el cumplimiento del examen, aunque no siempre
tuVJero~ éxit.o. Hubo ocasiones en las que se admiti6 al ejercicio a un
~ei:en~ente antes de que cumpliera con esta obligaci6n a veces debido
. sunlp e e rror Y no necesariamente a la mala voluntad En 1676 por
eJemp o, e1 cabildo de Quito s di · · · ' d
'b 1 . e 0 cuenta de que habia rec1b1do e
escn ano a capitan Andrés de Peralta, a Pesar de que éste no habia
décadn de 1660, uidllH si~'llicndo el mi• 0 céduiait a ea(-0 rcspecto cnLrc 1621 y la
pr_imera_cédula. Véansc, por r:jempJo, nû'::, 8 &~famtnto
Y hacicndo nlusi6n cil.ando la
hbro, o AHQ, C•dulario, 4, nu ms 2 9 2 2 6~80
d~
81
mosmo Y 512 en pp. 444, 4750y 507 en el
_ EsLo se dcsprGndc de ltt rep(:Lici<În ' •n PP. 243 y 283.
Pllrl1~l11r 1
duranLe Lodo el siglo XVII. Yétta . ;• decrctos y los cédulos sobre esLe . de cabildo, OO Il 4 ·
de 1636 y 1638. "· Ulos ncordados .. . , op. cil, pp, _ 7, s2 Cabildo de 21.4.1676, AM~eS~~S
et.aria general,
en ARN. Llbros
C6dices, 7218, n tim · 2 • pp 2-3.
45 4 83 Véase, igualmenLe, cédula
Capitulo 6
El oficio del c1:1cribano
La mala gestion de los protocolos del oficio de Espinosa .al sus escribientes fueran
Monteros fue descubierta durante la vi~ita de ~os escribanos de ta:~ ara sospech ar que sulicaciones
ofici Y fueron rechazadas por
a raz6n P . dores. Tales exp
del siglo XVII. Mientras que los demas escnbanos de Quito fu et pin~ tes 0 falsifica d no a varias penas.
censurados a raiz de algunos instrumentos defectuosos ganar eron pegligend quien le con e
0 el visita or,
estimaciôn del visitador por la perfecciôn de sus archivos, Espinoon la
1
los Monteras saliô de a reVIs1 . .6n preso Y ~c~_sa do de refrendarsa un
de
fi ina?
una institucion duraderda,t1~minado. Corno
instrumenta falso. Parece que su culpa cons1stio en autorizar, es d . · dependiente de
0 . ïOficio u o c .
afirmar la veracidad de una escritura de donacion, sin haber v:isto :c;r ribano era omento e e
El oficio del esc e la ocupara en .un ~el es acio fisico (el despnc o
h
parte otargante, sin averiguar si Io que pretendia ser su firma Io era, ~
saber si el documenta representaba fielmente sus intenciones. p 0 la persona q~ tfa de forma conti~ua, .
estructura, eJOs . os y los func1onai:os
e~an trasladados de un
raba el oficio. como
factum se supo que algunos vecinos utilizaron una pagina firmada 081
blanco por la otargante para falsificar el instrumenta y que el eSCrj.
en
mismo), los ~~~;da vez que ~e ve~~~:St:o:i~ombre
del despacho
escribano a o integrante del uusm?· . sin variaciones aunque
si fuer~ parteFulano de Tal») podia se~ Tanto de iure como de
bano, sin saberlo, les ayudô cometer un fraude.
La acusaciôn de Espinosa de los Monteros, aunque centrada en un (.el ofic10 de del escribano encarga o. .dad o al menos. una
r::.i:~~:e~~:~:u;ar~!~.a~~ne~ ~; ~~t~~:e~:m:!e~e~~~~4~
caso particular, fue promovida, entre otras razones, por el disgusto
general que el visitador sentia bacia la manera en que este escribano
gestionaba su oficio; sus archivas contenian 44 distintas clases de resonancia de continu "esional (•oficio») s1gmficad 'a que existia de
errores, faltas o indecencias, que en total sumaban varios cientas de tarea proi• fi . y dura er ,
zado en una al a una •oficina » Ja as en ella.
casos de negligencia o mala funci6n. Se aii.adîan a estos casas, ademâs, pertenencia tempor d los cambios de persan
forma continua a pesar e
crfticas genéricas que incluian desde la simple desaprobaci6n del
desorden hasta referencias al poco aseo y limpieza, la letra ilegible, la
escritura demasiado pequeiia y comprimida o la utilizaci6n de abrev:ia-
turas prohibidas. Thdo ello le result6 sospechoso al visitador, quien
juzg6 severamente la actuaci6n de Espinosa de los Monteros y le
persigui6 personalmente, dejando relativamente en paz a los demâs
escribanos.
En s~ defensa, Espinosa de los Monteras aleg6 su ausencia continua
del oficio y su confianza completa en el oficial mayor el cual tenia la
llave del oficio y del archiva y era el responsable linico de sus registros y
~apeles, ~entras él sez:via como agente del Real Fisco.91 Explic6 que su
~ntervenc16n en el ofic10 se limitaba a la autorizaci6n y finna de los
mstrui;nen~s pre~arados por sus ayudantes. Aunque reconoci6 que era
su ~b~rgacion verifi:a1" el contenido y la forma de los documentos,
explico que su trabaJo en defensa de los interese · ( te
de1 fisco) no le deJaba
. .
el tJempo necesan pa s regios
ll como agen ·
0
ra e o y que no terua
9J Habfa, al parecer, una costumbre entre los escriban d . r en el oficio M CllmM11 _1.3::,~
ingresos -de conocida estrechez- con el salario procedente ~8 e Pro~ncia de suplir sus
. · · de oficial mayo teceSor. !guai pns6
poaldonado como baJO ~~-ara bajo Diego Valenoa
- r ejeroplo, sJ..l'VlO . enz.o Bravo. su an . LeOn. Ant0n10
92 Marcos Tofino,M
Real Fisco: tant.o Espinosa como los dos escribanos qu el1 trabaJo como ngentes del . Sanchez ·ai ayor de"'""
empleado en ese oficio. e e Precedicron se habfan baio Alonso que era ofic• m d Aybar.
Jer6n.imo Cabrera, Martin Martlnez e
Sânchez Maldonado y
f1 Capitulo 7
Control y escribanos: fas relaciones dentro de la administraci6n
I. Control disciplinario
El control de las autoridades sobre el funcionamiento de los escriba-
os al menos en Quito, fue bastante frecuente y relativamente
:ev~ro. El primer sintoma es su enorme contribuci6n (no voluntaria,
desde luego) a los ingresos del ramo de penas de camara y gastos de
justicia. Normalmente eran multados por «via de proveido», es decir,
sin llevar a cabo un procedimiento judicial, sino recurriendo a una
facultad de caracter administrativo, y por la audiencia. Las cantida-
des de dinero acumuladas podian llegar a constituir hasta un 65 por
100 de los ingresos de este ramo en la ciudad de Quito y su
jurisdicci6n. 93 Estas cifras, bastante altas en si, se acentuan si
comparamos el mimero reducido de escribanos con el resto de la
94
sociedad urbana, estimada en 1650 en 24.000 almas. Aunque los
libros de cuentas de penas de camara y gastos de justicia no solian
especificar la motivaci6n concreta de cada decisi6n, si anotaban su
existencia y su relaci6n con el ejercicio del oficio de escribano. No
conocemos, pues, las circunstancias especificas de cada multa, pero si
sabemos que se trataba de un cierto control administrativo que la
audiencia ejercia sobre estos profesionales.
La abundancia y cuantia de las multas pueden indicar una mala
gesti6n o un mal comportamiento de parte de los escribanos quiteiios;
pero también pueden ser resultado de su precaria posici6n frente a los
jueces que les multaban. Su contacto diario con los agentes de la
justicia les obligaba a tener una precauci6n especial, ya que cualquier
mal entendimiento o negaci6n, justificados o no, podian dar lugar a una
reacci6n violenta por parte de los mismos ofendidos, con fuerza y
a ~tilizar en cada cuaderno (25 folios de cuartillo nua de los escribanos, quienes, en lo sucesivo, no podrian ni deberian,
as1 como la forma de construir éste ( , que hacen 50 h
d~ palabras en una linea Y lineas enmu~gen~s.a dejar libres, can~aa), teoricaroente, ausentarse del despacho entre el momento inicial de ver
a las partes y el momento final de firmar y autorizar los document.os
cifras y abreviaturas etc ) Obl' , a pagina, prohibicio'n d dad
• ·· igo a separ 1 e \Isar bechos, momentos que, segiln esta regla, debian ir uno a cont.inuaci6n
e~cu~dernarlos de forma fija (coserlos) %li:l registros por aiios del otro. En definitiva, el margen de acci6n y la libertad de trabajo de
S1gwe~do la misma linea, decret6 la se a~ . , os y enumerarl '
ros de inf?rrnaci6n y de actuaci6n (libro le p:~:ndentre distintos gé:: los oficiales que escribian los document.os debfa quedar reducida a muy
poco 0 practicamente nada: los document.os debian ejecutarse bajoel ojo
~an~8:8· libro de reconocimientos, de protocolos ~ e câmara, registrode vigilante del escribano y la presi6n de su presencia y la de las partes.
e V1S1tas de .~resos, de tutelas y curaduria 'te~ censos, de depôsitos La exigencia de la simultaneidad fue considerada, por tanto. imposi-
La obhgac1on de los notarios era en re . s, e . ' ble y se intent6 ignorarla o minorar sus efectos. En Quito prolifero la
redactar y escribir los instrumen . alidad doble: de un lado debian practica segUn la cual los escribanos recibian la firma de los otorgantes
apuntarlos en los libros-re ·s tos, de otro estaban obligados a en blanco para luego insertar en el espacio libre el contenido del
con claridad la fecha las p!.etros'i llamados «protocolos•>, anotand
obligaciôn de
·
mante~er .s y a naturaleza del documento 99 Lao
un registro separ d ·
instrumento, hacienda que las dos cosas (texto y firma) parecieran
coetaneas aunque no lo fueran. Para acordarse de los detalles del
dal estinada a garantizar . a o por materias Y anos i'b negocio apuntaban un resumen del mismo en un simple libro de
un c1erto orden . a
~ '.'aguarda de la informaci6n ori . y ~a c1erta seguridad en la borradores llamado «manual de pape! comtin• o sobre p8ginas sueltas
mdirecto fue la multiplicaciôn d l t gm~. Sm embargo, su resultado halladas (y luego perdidas . .. ) en su despacho. En la residencia del
causado a las partes. En conse e ~abaJ.o de los escribanos y del costo corregidor Ifügo de Aranguren, que incluia, igualmente, la residencia
deseaban; tanto unos como trcue~c1a, ru los escribanos ni las partes Io de los oficiales que ejercian en los a.ilos de su mandato, por ejemplo.
o as mtentab ·
nes cu~do les era posible. an esqmvar estas obligacio- todos los escribanos de Quito fueron acusados de esta pnictica y todOI
Espec1almente dificil d . respondieron en la misma forma, es decir, que era imposible baœrlode
~ntre la preparaci6n del d~ccumphr era l~ exigencia de simultaneidad otra manera. Explicaron que era impracticable mantener la regla de la
mstrucciones adicionales :ento ~ ~u mserciôn en los registras. Las simultaneidad cuando se trataba de documentos largos ode momentas
entre las distintas informa~onprohi~ier~n dejar espacios en blanco del dia en los cuales el escribano debia atender a otras ocupaciones. A
tos
. al registro,
. empeoraron es o. anadir . • pos te normente,
. documen- pesar de sus excusas, esta practica fue continuamente œnsurada por
1a s1tuac16n e. hi cieron
· 100
dmsertar i.nfiormacion· - a posteriori E ta cas1. imposible los jueces de visitas y de residencias.
eradas en su conjunto pretendi . sb . s obhgaciones formales consi- Las consecuencias negativas de <licha costumbre eran e'l<;dentesen los
un u. ruco
· d espacbo (donde• estabano h gara l os escribanos a actuar • en mismos registros; se encontrabanen ellos paginas en blancocon firmasy
coetanea
. (h acer l a escritura an 1
. os. re<ristr
. .,. os ) Y s1empre
· de forma sin contenido; por falta de espacio suficiente entre la cabecer~ Y ~a finna
tiempo): e mscnbirla en el registra al mismo se utilizaba a veces un~ Jetra espe?ialmente pequena y c:°".1pn~1da, que
muy a menudo result)l.ba lmpos1ble de leer; otras escnturas fueron
Las mstrucciones dictadas
manl era, c~ntra la practica de l:nd~s.U:, sentido atentaban en cierta dejadas sin acabar, incluyendo sôlo una parte de la inform~ci6n. a pesa~
d e os escnban os. como efecto sec IV1S1on
d . de t ra b aJo
· en los' despachos de que ya estaban firmadas y autorizadas. La abundanc1a de papele><
un ano ' e XJgian
· , la presencia conti- firmados en blanco facilit6 las falsificaciones y los fraudes; tales pnpele.;
circulaban y casi podriamos decir que existia un mercado espedfico parn
. 99 Los protocolos eran un •conjunt.o su compra y venta. 101 Los mismos escribanos pecaban a veces de
(mtegrado por cuadernos sucesivo 8 ) ordenado cronol6 .
autorizados por un notario en u de la redacci6n pri gicamente Y en forma de libro
normaJment.e) ... •. Contenfan , en : ~:~odo de tiempo :;:~a ~e los negocios juridicos
1 8
s6lo un r~sumen o noticia de el : José
8 00
~oderna, el texto i~mmado (un aiio naturel, Véase: AGI , Escribania de Câmara, 910C. El ;istemtt de uno nnoui01on Lnplr fu<
"'~"
100
Los archwos notariales: una introd i6 · Los prot.ocoJo tegraJ del documento y no mencionado por José Bono en su libro Los prooocolos.. ·" op. P· 3
la catalogaci6n de fond.os notariate":cs n.f n seis temas 0 ~~· ; : : :· cit .• p. 37 y José Bono, 101 Véase el caso de Espinosa de los Monteras, ambs mencionado.
' evi 1a , Junta de AndaJ umentaci611 notarial y a
Ucfa, 1985, pp. 17-25.
Capftulo 7
~ocia y, cuando llegaba el momento de rellenar las e&crit Contro1 Y escribanos: Las relaciona dentro de la
QP hallaban los borradores con la informaci6n pertinente ~. 1.t
...,...bon donde dtiiaban los papeles finnados en hlanco. La~ - roductores e
d textos judiciales, los escribaaol.
hallara en eU.O.. La
eJJ.tre la tinta la letra usadas para redactar el documento las llc:ie Corno P. fait.a 0 error que se bligat.oria
de cualqu1e~ cualquiera o de ~ etapa o t "bu{an siemp
y y
aparecian en la firma (en realidad, anterior al documento) cre6
chas y minor6 Ia certeza inspirada por los escritos pûblicos,
representaran fielmente la voluntad de los firmantes.
•un.:::: qUe
decreto o au
Y
los errores en .
.,
las pruebas escntas se a n
neghgenc1
.a de los escribanos. ~ de
d tas careDC188 o
nt.e •
ra:si~~q~: ~~';;:no
result6 que la finna original se habia •nmedialamente sospechas. Ademas,
pé~.na
temeroso de la reacci6n del escribano, de los oliciales del despac.ho,
2;.ior~~~ntando,
original con la finna en bianco nunca fue halladoos e suspens16n del olicio. El pape]
Juan de Arce YAHQ
AndrésGobierno,
Munoz 4.e . Verzosa y Francisco
. Dioni,;;io
• Montene-
verdadero peligro para su otorgante. Véase Exp. en con.s ecuencia, un Exp. 1.8.1660 .' o las multas a Antoruo
104 Véase, por e1e~p~Q Gobierno, 7.
· 2, AHQ, Cnmmales, 27. gro en Exp. 13.8.168 • '
Capftulo 8
ldentidad y procedencia
105 Sobre este punt.o véase, por ejemplo, Johannes-Michael Scholz. ·El not.anado
catalan y la transformaci6n del campo juridico en el sig.lo XIX•, en Carlo:- PNiL, cd .•
Derecho priuado y reuolucitm burguesa , Madrid, Marcial Pons EdicioncS JundiClll·
1990. Los requisit.os exigidos a los pretendient.es a t!tulo de escribano e:.tAn cnwn.·n1 ·
dos, par ejemplo, en Jorge Lujtin Muiioz: Los escnbano en las lndias Oc-cuù·nUJlrs y' "
particular en el Reino de Guatemala, Guatemala, lnstituto Guat.emaheoo de ~r.-cho
Notarial , 1977, pp. 20--29.
106 Un ejemplo de aquellos informes esul incluido en: AGI, Quito, 44 . nùm 11
60 Capftulo 8 ldentidad y procedencia 61
ejecuci6n de un informe formai _ ofi .al 1 ara elegir el escribano a quien deseaba confiar sus negoc1oa
conte?taba con el saber socialmente ~~d~eiuerido por la ley, y
, .
publico :specie de mercado de profesionales. Aunque cada oficio t.enla
notono• y no en procedimientos legal ' asado en Io •pub)j se cre6 un ntela relativamente fi'1Ja, here d a d a d e un escn'bano a otro en
D tod es. coy
e as rnaneras, no poseemos ni una sola . una cli eespeciaJmente, d e 1a pose~'6 n d e. 1os pape1es, s1empre
. . . 1a
referente a que se hubiera introducido en 1 q~eJa del siglo XVn virtud, eXJstia
c?~1derada indecente para desempeiiarlos ;s o~c1os de pluma gente posibilidad de aurnentar o reduc1r el numero de personas que depen·
s1g o XVIII - tal vez por la masificaci6n d . o~ e contrario, durante dfan de cada oficio. .
se::raci6n entre la élite y el resto de la so~i~~~~udad y .Por la crecien~ El movimiento de personas de una escnbania a otra dependla, al
parecer, de la identidad de la persona.que ejercfa en cad_a una. En IBF
~eg:eAris~ctoAlcont:a algunos escribanos. Se de~~omero? rumores a declaraciones sobre el valor de los ofic1os, los testigos sohan est.ablecer
as tamirano · . , por eJempJ
cia, era «Datura} de u ' pnmero escnbano receptor Y luego de o, q.ue una relaci6n directa entre el precio del oficio y la identidad del
vestida d · n pueb)o,, Y posiblemente hï d pro\lln. escribano que Io hubiera encarnado anteriormente. Apart.e de conside-
e mestiza, pero de • naturaleza . . ~o e una senora
lec~e en casa de otro escribano. 101 Esta :::r,wa.. q~~ servia como ama de rar el tipo de escribanla (si era el oficio de camara, provincia, publico,
~ run~a acciôn por parte de las a .ormacron social no clio lugar etc.), la cantidad de pape les que custodiaba y Jas circunstancias sociales
llllp:rtinente y que se interesaban utondades que la consideraban y econ6micas de la ciudad, también daban importancia a la personali·
escnL bano~ y no tanto por su procedpor_laf:ac~~ci6n profesional de los dad misma del escribano. Explicaban que el oficio podfa variar de precio
a relaJaciôn de las ex:i· . enc1a amihar. segU.n quién se hubiera empleado en él en el pasado y seglin quién fuera
la , . genc1as estam tal fu el candidato en el presente. La relaci6n se debfa al hecho de que, segün
:etropoh, donde fue inicialme te en h es e percibida incluso en
em argo, coincicliendo con u . n rec azada. Posteriormente . la opinion general, los clientes escogian escrihano siguiendo criterios de
el .Co~ejo de lnclias se mo::~~s en la venta de los oficios de pl~;: amistad y de parentesco. Cuantas mas relaciones poseyera un escri·
cnteno, al menos de 1orma r
tem puesto
al a moclificar ta'c1't amente su, bano, mas posibilidades tenfa de aumentar su clientela con respecto a
suponer un gasto adicional de . por . Creyendo que el informe otros oficios o al ejercicio anterior de su mismo despacbo. Hifi Sin
por las cuales no habia sufic' titeempo y dinero, era una de las , al embargo, la acumulaci6n de clientes durante el ejercicio de un escri·
y renunciabl 1en s candidato razones
ingresos im es Y puesto que la venta de s:~a los oficios vendibles bano particular podîa repercutir en adelante sobre el oficio, ya que
agilizar sus i;~te, la administraci6n c~n~~ era ~na fuente de
mucha gente permanecfa fiel al mismo despacho, fuera por costumbre o
en virtud de su control sobre los papeles •Corrientes•, prefiriendo la
el nürnero de es .t:~ co_n la esperanza de el 1 se vio. obligada a
instnicciones an:1· aruas vendidas. Por Io e-;:t os precros, asf como comodidad a la amistad con el propietario.
El crédito persona! del escribano, influfa por Io tanto de sobremanera
ejercicio de la escri~ore.s - segün las cuales o, y a pesar de sus
dificultad que 8;'11a a mulatos ni a ~o se dehfa permitir el en el crédito de su despacho; y viceversa, quien se empleaba en un oficio
. supoma par 1 mestizos _ . honorifico recibfa algo de su esplendor para aiiadirlo al suyo propio. i
ofi cial, toler6 la inob a .os pretendiente por cons1~erar la
anularlas El inte , servancra de las 1 s preparar un informe el valor del oficio ni su clientela eran hechos neutrales y objetivos: eran
· res regio , . eyes aun la personalidad del escribano (su dedicaci6n, su asistencia. su inteli·
reales que la protecci6n de ' e~ ultima instancia que no llegara a
La consideraci6n ge :a l!nagen de los ofi ·:iieran mas las rentas
escribano con la de su one~a que tendfa a id cr_ es subalternos. 108 . 109 Otro factor persona! que solfan mencioner los ustigos era la rubgcncia Y
tenia, ademas bond fi~o, no era s6lo un rentificar la dignidad del es1s_uncia persona! del escribano. Esu aspecto del valor del oficio Cu• t.retsdo en cl
cap1tulo 9 sobre el nombramiento y la venta del oficios. Un fen6meno !dm1ler fu
' as rruce s y repercusionesa •ormalid
s .al a d legal, sinoque dete<:tado por Ruth Pike en su libro Aristocrats and troMr& : &villian .~•~!)- 111 <hi'
oci es. La libertad del 16th œntury, Ithaca-Londres, Comell University Press, 1972. Ruth Ptke opina qur
duranu el siglo XVI los mercaderes de Seville escogian la identidad de l"' =ih~n"' a
los ~a)es confiaban sus negocios segUn sus reJaciones famitiares o comtroalr .
: : AGI, Escribanre de Cârnar8 9148
prefiriendo a sus conocidos y asociados frente a los simples de.oonoctd<>-' Solu.n
AHN, C6dices, 758B, nûm. g9 • 5o CUedern
, Pp. 286-288. o, Pp. 237-251. tener, siempre segün la autora mencionada.. .•favoritos• a los qut ocud:fan tn rA'O dt
necesidad.
62
Capftulo 8
ldcnt1dad y proc<-denoa 63
gencia), asf como .
imp t . sus relacione .
or ancia, honor crédito s socrnles las
Est.a misma rela~i6
'bllflÎO. publica. Los de menos rèCUThO>' econ6miroi:. acabal.wi t"m
Y rentabilidad al fique daban o
esCJ'l . ·
o. recepto res.
-~
a la ob•- '6 n entre escriba o 1Clo. i 10 CIUit.L e:;cribanos de prov10c1a
...,nc1 n de un iîtul no Y escrib . Los precios de los ofic1os graduab~. en consecuencut. el rmel d
qu1en n 1 ' OCairi~
razones econ6micas A o de escribano por :in1a llev6 en
m · parte d l . . ueza exigido para cada nombrarruento dentro del mundo de J
eno.s polencial) y honor f e os g8.jes, el oficio odo o necesi~"'""' ~s~ribnnos. La obligaci6n de pagar al contado y de inmediaw 1 v rtt'
a a~1gos Y familiares ui ~~
como una posibilid:d dfa ofrecerPoder ~ correspondiente a la CaJO. Real cerro la:; puert.ai; 11 pret.eod1cnl.é!' m
reg a: la mayorfa d e 1os . esc In
'b embargo ' est.a era la e prestar sen..;.;_ !.i niogûn capital acumulado de antemano o, al menos. no lei; penruli
suficien:::.~
para subsislir. Al J n anos dependfan d excepci6n .. ._
e las rentas del no la i ejercer el oficio màs que por una temporada corta. hllBtll que 1
oficiales de la caja Y el fiscal t1e percataban de la ituacion ~ oblcman
es~~:a d~u~ del~
no eran nos encontraban incluso
conforme a su costear el estilo los ingresos la declaraci6n de la escribania vacante por falta de pago. Sigu1endo s&.e
~na obligad~
emplearse en mâs de ' hubo . escribanos que da .que consider fiao
razonamiento, uno puede asumir que 106 candidaw· a et1Cribanlu
sw_i rentM. Ese era el
q~1enes de::~~ po~ e!~:;1a
escnbania u oficio de se VJeron debian tener al menos una fortuna libre cercana a IDti 333 pesos de a
por razones ejemplo, de los Para compJ:.: ocho: esto es, un tercio del precio comùn de Io& oficios mu bnratoe, el de
receptor o el de escribano de provincia. En CtiOll de p~ra renuncia.
pars~ s~gun
m1smos - solfan ocu Tee ez econ6mjca - . anos de provinci
~rabaJo
paralelamente a su como agentes as declaraban eU a,
Los escribaoo
· S qu1teii
en el oficio
d 1 · •
alariados del Real F'
ISCo
°' cuando el rey era propietario de la mitad del valor del oficio. habnan de
tener haste 500 pesos si querio.n acceder al rnismo. Ciertament.e. ""
sociales med· os e s1glo XVII '
micmbros de1araa c~l~o de las altas 112 Popdir~edian tanto de las ca
podia pagar una parte del precio del oficio - normalmente la pllJ1.e
" m1 1as · . · an se l pas correspondiente al escribano anterior o a sus berederœ - con lœ
~~ ~dfan f~li
pequcnos tratante p pnnc1pales como hï r anto regidores mismos gajes de éste, pero, como llcvaJDOtl dicho, era de todo punw
en las profesiones proceder de de comercianles o d: inexcusable pagar inmediatemente la parte de la Caja Real.
radorcs, abogados P uma (escribientes ofi . as con gran tradici6n La cantidad de dinero mencionado. no era poca C06ll en el Quiw del
propiedadc!! ajena~: e~.).
o con ocupaci6~
crnles, es~ri~anos,
procu. siglo XVII. El sueldo medio de un proft..sional de baja esfera. t.al oomo lat
En reo.lidad par o r8Jes, haciendas o tie~mo admirustradores de oficiales mayores de las escribo.nio.s. oscilaba aln.-dedor de lœ 100 pe6I»
moldearon ell~s . cce que, mâs que esta n as .. al ano. Un labrador manu al con expcriencia solia ganar, si todo 1ba bien.
con antcrioridad :itmos. Evident.ement.e r defirudos por el oficio Io
c.o~~ra ~ e.r~
entre 30 y 50 pesos anuales. La inversiôn micial que es.igUI h8'ta la
los que lenfan mas a la que les .su situaci6n econ60:ica escribania roàs barata, ponia, por Io tanto, el oficiode escribano fuera del
mas prcstigio Y de pos1bihdades postulabp s1b1htaba el acceso al oficio· alcance de las capas sociales més mode.,;ta.S. que dtficilment.e podlBD
pûbl' an n Sèr e11cribanos d n a. En consecuenci 1eJores.ofi~ios, los de
llegab mayor re t an a los m · ·
soiiar con acumular el dinero necesario para comprarla.
icos de cabildo Lo e câmara y e a, os meJor mstalados E1 mismo hecbo de que los oficios $e vendiernn. a.~i como IOF pl"ll(:>06
. 8 que no tenfan tan7o~~nor mewda, escribaaos que alcanzaban, cerr6 el carnino, pue~. a Io:- meno.• fa•ort-cidnol
mero s6lo aspiraban a la econ6micamente y gradu6 el tipo de ofic10 a i:JCl'C<'f con arn·glo a la
riqueza o pobreza anterior al acce:SO a la .,,.ai'banitt. U.S r< nt.IL• d1·I
oficio s6lo ayudaban, segûn e percibia o?nwnœ~. 111 msnt.cnl'r1 Y
fortalecer una posici6n social ant~rionncnte ocupadn. Efec11w1m n·
ltO V~UH(' •
111 0 'p<or ~J<'m1>lo AOJ Q
uluuno• t')l<.:rih1ino i~ t.n f.C<:nl'rol de' 1, nüm. 22 AG
urnnw Io v· I ' ' uito 4
r1ovor " i11nt110• • <lUcron hnbcr 11ctlo nudicncin y 1, Quito, 42 num 12
Mr:;~,~;:: "" ° " ;'~;~~
Bono()~ 0
' '"' 6 Pt•r
1·1111. 81u• quo hubfnn ;~r;
undo
~olaa'::ntee
J>Or Pon
tales
d ' · ·
Le6n (1691-1692!,
'" 1 i'lo Mtond'"" Wo CD•o, J>or ejc:mpJ
Ill •ITio h11 no~do c"" AGI,E•crlbon~'
J BU 08181.encio pocns vcccs y corno
el CSCribono sa' y 81" ningtin interés
us Est.a ern la op1ni6n qu• expre ban lo.- k>llit"'' lm"'°"")
,... <1 ,-a)oc d·
mantenida, 1guolment.e, por 10 , mi,m<>- ...,,-.ban06. En •1 pu.-mo Of'ntldo
tu•
ha
""'lui d.. ~/~'.'~~:;~;•~ ;~1~·~··~6C)
... , "'" ~~b;0d.mnrn,
rduz on Hou 72 , r;.e;::/i mayor Baltazar
7
pronunciodo, pllrCI !mente, Mari• J u.. Ah . n:z.COC. Co..Ula <·IA fi,ura d•, ,.....,_
,Vqu~
bnno•, Bol<tln cU la A.<0<1<1c1<>n Nocoonol rk Arrhu ml. 81/o/•·"""""'.., ,.ngn1 )
'"'"" del •ii:Jo ~cô como · burgi; p. 0. Al contrario, José
•noH "'ovill ' . 1 <.ont'(i 'op, cit .
. csfft mcrcantil• el rango Documentol~•loo. v. 37, mlm. 4 ( t%7l. pp.~. ••n P. 5S9
64 65
Capltulo 8 Identidad Y p roœdencia
11
leg~/~s
.• La discwii6n entre los herederos y las autoridades reales aparece en AGI, Qui!D,
::: Exp. 26.6:1725, AHQ, Testamentaria, 58. . almente
~xtil Los obra.ies ~wto,
2, 30, 31, 36, 61, 62 y 87, y en AMQ, 00095, fol. 295.
126 AHQ, Fon.do EspeciaJ, 1, libro de 1600-1628, mims. 28 y 29 de 16ll. de Otavalo, al norte de la ciudad de eran. no:te en cl
117 AGI, Escnbarua de C&mara, 920C, pp. 265-267.
Yéase: AGI, Escribanra de Cémo.ra, 920C.
X\ri
sigl 0 Fueron considerados durant.e toda la época colonial , Y especio.Jm los roll.<
va]j 905 I, como los tnâs reputados, los mâs rentables y, en coru;ecucncia,
1~ de la provincia de Quito. • 11
2
Exp, 3.5.1670, AHQ, Tustamentaria, 10, y Exp. 3.11.1673 AHQ, 'Tusulmentaria.
66
Cnpflulo 8 67
ldenlidad y procedencia
la ciudad a causa d
rurales.
. Turu'a o br8Je . e 1as v ocupac·1ones . Suarez de Figueroa, comprador de la escribanfa del cabildu eo
pos1blemenie en 1aruqui (j . . en sus mu Diegoor 10.000 pesos, era h"IJO de una "1aIDJ.11a . conoc1'da pur 11u buena
An~e Q~ 1~ 1 ~bn
suegro, Juan oiro, con producci6nunsd1cci6n de la cchas Ptopi
4 ocon6mica y por su larga ocupaci6n en oficios de pluma. l2:i Su
Po~ly
Nicolas Sanitsteban. 121 de paiios, que le1udad de
h tunc1
81 mnno mayor, Francisco, . . haciendas
tuvo vanas . y una encomienda.
conseguir el !g.oya Y Oialora n i fue dado
ofi · 011c10 de • . o uvo . au hcr encio de su padro Diego, que a su vcz habfa sido escribllllo de
icialmcnte e.
s·in embargo. segiJ la un r
escnbano d
1
que tnvert· . .
e cam ara, puosto Ilqu di nero Para ~~srn a finales del siglo XVI. Francisco posefa, igualment.e un
~us yern~s
ega o que Io h'izo
t~o en~· ~otrero, una estancia, algunas cuadras de t.ierra y otras muchaa
dos J un se desprcnde de los su Diego Val al rncn0s propiodsdes rafces ...como sogund6n, Dieg~ recibi6, ~egura1m:nte,
igualmente es~rib:n de Silvera Y Manuo~esiimonios dados e1a Leon.122 mucha menas. Su h1JO - tamb1én llomado Diego - explic6 anos mél
por ello tuv . no de camara) Rodrfguez d 1 n 17!2po
0 una s1t · • a pesar d e a Par r torde que de la propiedad que tuvo su padre, el e11Cribano de cabildo, le
una hacienda r uac16n econ6mica o ello o quiza .rn Ouego
pesos de censo uraJ valorada en 22 OO~as
que acomodad P~~1snmente qued6 poco, ya que ésto fue gastad1:1 en las dotes dadas a sus hennan8li
y en la manu tenci6n de la familia. 1 ~6 Sin embargo, Diego nieto, le dejoa
3.000 pesos. Ap:~ ~~ade casa e~
Qui:sos - pero carg:·da1sponfade
una renta an , rec1b16 una he. . • cuyo precio 7.00Q ~a su hijo - olro Diego - varias haciendas y caHBH en Quito.
versi6n de 1 ual , procedente de su' c;c.1a de 4 .000 pesos sed~stimnbn
en
Una siluoci6n econ6mic11 acomodada ora, igualmente, la que disfru·
tabnn los escribanot1 publicoll. F'rancil:!CO Dionisio Montenegro posefa al
espcciales os yernos, ncga da o 1c10, de 2.000 pe Y isfrutaba de
.. on Gua . por él · sos mas s . follecer una hacienda, unn ostoncia, ulgunas catlllrBH, cuadl'Bll de tierra.
iJas dio bend yaqu1J ce rca de l m1smo, gan6 . egun ln dos cusas de moradn en la Ploza de Snn Francisco de Quito, eaclavoa.
h Los c11crib as dotes de l .000 0.000 pesos adicio por
actuaciones
Diego Chien ~os de cabildo or~esos. na es. A sus dos
mucha pinta labradn, materialeli deodificoci6n deCWIBBY bieneacaecro•
que inclulan dcc<:nus de lionzoH, lnminnHy bustos 110bre temu religiOllOS.
pes arvaez co • a l pnreccr ·
. os, orn hncendad ., mpra dor dol oti . ' igualmonto aco od d muoblcs. un onll.orio y suH olhajuH, mucha rop11, varioe eacritorioa Y
trai; de sf o y obrajcr rc ro e n J 65 4 m a os.
eHcluvo. un a casn en Qui o. Al morir, a finnlc por v.o lor de 24.000 libroH. A pcsardoqueonwsdc HU muerte hubounconcursodeacreedorel
fort.une ~
mcrcaderfa8 ma• o~' una h11ciendn d s dol a1glo XVJI, dcj6 contru !lUI:! bicncH, e ra visto como f1lguicn que wnia 127muchas propiedadea
ha1;t.a El· rJn J 656 co11tc6• do rra co n 1u cual al • Oil es(.{) ncJBs,
0 · Y poca11 deudus, poro a quicn le fnlt11b11 liquidez.
1~ ~allao bolaill~ ~:~~cor, R~
mulns
Pedro de Los Reyes, escribnno pûblico y procurudor dl' ln oudiencia.
coma (el puorto d: U>ropio la .lrnbfn hccho
Al o ioal.a!! por el naci . in1n) destinndo11 a u.cc16n do so ldodoR orn propietario, a l menoH, do vurins cuudrllH de li1Jrro l•n ln jurisdicci6n
comp~6 ~onlo6s acaudnludo ~~nD~ dol principe 1f:1 dolonsa do Chilo, nRf do ln ciudad do Quito.
128
Los receploroH muntcnfnn unn ~ituuci6n econ6mict• mil~ humildr,
. ~n 73 ·I 0 li1 . " 1ego d c · nunque no mi11orablc dol todo. Juon Duquc dt' Estrrodu u•nfu unn
cuadru~,
1nven1i6n c c10 de · e Blliillo d
6.000 pc en la cscribunfo sabcab1 ldo por 16 000 e la Concha, quion hncicndn (casoR, gnnndo, etc.l en lu jurisdiccion d ' lburnr. ni
1101! y omo8 . POROS A
norle de lu provincio de QuiLo. [i'1·ancisco C6mc1 Act•vl·do 1~·nfu unu
'
propi cdudc que, a POHEtr d quo au mujor 1 • parte de su
do Qui'•-· 12~ ralccH, ln ncfl'- °
quo ompoz6 n~ort6 unu dote de
° hacienda de cni'ln y un hnto. Al 1nc>rirsc dl~O u s us hl•n•d1·ros un lr1.:udo
w. ''6 con de u d ns con , 1 Hu v1d. 8 con nlgunos
08 propres do ln ci udod
1 1
~ AOJ J•'
frHld1•ncfo 'd .JtCrll111n(11 d1 • Cltmur
'"~ l' •·I corr1·uldor 1n1 ''• OJOC <•11 r.
"' '"• tout.oH Ht· ht•I 1 uo do Aron11ur11 '•ld~11cl11
';'i', ~:12' n11t1m,J ri•11lld~:/ 1"""· 4.6.JBij~'~';" on loH 11111.<1" do 111
d• c111110 •
'n dlJ •tfo·; '"'
1. NotJ1rf1 "" tr11t11b11 do'
,.,· i:lbm• d11 C11blld~: c;:;\';;'"I"• du
AMQ 111 ' Q, Oflclo• 'f
Huhfu d1 P Io
on 1 •n11tuno1.,' ,;,;rm11no
,xp. Jf!. J. l!J79, Al IQ ' 0 Oclo•,
. 8. ' rircf1.,, 16110 170 1, pp, 626-0211 y
68 69
Capftulo 8 Identidad y procedencia
Ct1blldo.
Capitulo 8 71
70 ldentidad y procedmcia
La ·carrera empezaba
. pronto. Los futuros escn"b anos mi,.;.1-_
. A esar de que nuestras pruebas son algo lim1tadas, se puede
trabaio como ofi.Clales. menores de las escribaru'as en su ad0"""Uilll
1 ...
"" ,W:ar que el parentesco entre los escribanos era mucho mas frecuen·
LI egados a la mayona . de edad - 25 aiios _ • se esfiorza b an eseelltia.
edia e- de Io que se venia suponiendo. Hubo una repetici6n continua de
· · consegurr una escribania. La mayor parte d ee u'osem uun ta-
mente, te ellidos, a veces hast.a de apellidos dobles, cuyo caracter no muy
. por
su eierc1c10· con 25, 26 6 27 anos de edad·' del resto • l a mayona . .1 pezaba
· ·
apmun bace sospechar que se tratase de hijos y padres ode henn nœ.
su t rabJ aio antes de cumplir los 34 anos '· y so'lo u na mmoria
hasta · lllCJaba ~iego y Francisco Herné.ndez MarciUo, por ejemplo, pud1eron IM.'T de la
os cuarenta o los cincuenta antes de hacerse escrib 0es~raba misma generaci6n. El uno, Diego, fue escribano int.erino de provincia
Estos da~s confirman, hasta cierto punto, lo dicho ha: :· .. entre 1637 y 1642. Dej6 prot.ocolos con su firma en la primera not.arta
qw, 106 entre los anos 1662 y 1672 y en la cuart.a notaria entre 1646 y 1651.
nuevos
lad escnbanos. dependian
. ' en gran medida, d e 1as fiortunas acurn
~s. c:on antenondad, y no necesariamente por ellos mismo U· Francisco fue escribano del cabildo intenno a partir de 1655. aproxi-
pos1b~1dades de_ un joven de costear el precio minimo de 333 s. ~ madarnente, y luego titular en arrendamiento entre 1664 y 1673 Lo
mencionado arnba, dependia en realidad de 1 . pesos mismo ocurre con Alejo y Juan Bautista Nunez Mont.esdoca; el primero
padres ode herencias 1c--" · ' ~- ' as capaCldades de sus
=w 1ares m= que de las re tas "d escribano pûblico a principios del siglo xvrn }' el segundo reœptor a
su propio trabajo. Desde este punto de vista 1 n ~obnsegw as por partir de 1690. Uno puede preguntarse también por la relacion entre
personas independientes· e . , os escn anos no eran José y Manuel Castro Calderon, ambos receptorcs a finales del 1glo
respaldaban tanto e 6 ' . staban ligados a redes sociales que les XVII, o la que existia entre Diego Bautista y Lorenzo Mayorga,
con mica como moralm te 1 .
momentos y ocasiones deb' en , a as que, en c1ertos escribano del cabildo y receptor respectivamente.
misma solidaridad. , ian corresponder con el mismo apoyo y la El parentesco no era s6lo un rasgo de los escribanoo; titulares.
A la deuda econ6mica del pa d 0 - • Aunque se trata de un ejemplo ünico, la coastituci6n de la ei;eribania
inmaterial. Muchos de ~b se anadia el deber hacia la herencia de câmara bajo Pedro Tomas Sanchez Maldonado penrute P<'n:.ar que el
1os escn anos hï
o, al menos de gente ocupada fi eran JOS o 136 yernos de escribanos fea6meno podria h.aber existido igualmente entre los oficiale~ de
adelante al' examinar el
. pro ema e
°
bl en dcios de pluma.
las ·
Corno se verâ mâs pluma. Parece que el oficial mayor era Jacinto Suarez y que >u hijo
haCJan en parient.es· Andr . 0 renunClas, muchas de ellas se Carlos ejercfa de escribiente, al igual que su otro hijo. e;;ta vez adoptivo
de câmara en su hiJ·~ del es rozco Guzmân (padre) renunci6 el oficio El tercer y Ultimo escribiente era Diego Arias AJt.amirano, un mozo que
su yemo Francisco G6mez m1smo C nombre. · 1o renunci6, a su vez, en
, qmen
0
fue adoptado por Nicolas Andagoya y Otalora, él mismo e."Cribano d
oficio pllblico en su hijo Gas 7::~ Gaspar Rodriguez renunci6 su câmara y pariente de Pedro Tomas.
138
de Figueroa renunci6 el suy~a~el cab~ez de C6rdoba, ~ Diego Suarez Las mas interesantes - desde el punto de vista de 1 " relac:ione"
Urban de la Vega. Hubo por 1 °
en su yerno Diego Rodriguez familiares - eran las dos dinastias de escribanos: •J9 el compleJO
durante el siglo siguiente e~ meno~ dos casos, a finales del siglo XVI y Valencia Le6n/Sânchez Maldonado/ Andagoya Y Oi.aJora; Rodriguez de
mente el mismo oficio 0 d~s ,,Q'. e ? ~ermanos ejercieron paralela-
1 5
p· 0 11c1os smular . L . la Parra/ Arias AJtamiranoNùlamil y Tapia y la familia Suiri"z de>
_igueroa , ambos escribanos de cama es .. ws Y Diego Suarez de Figueroa, ambas mejor represent.adas en los Clladros siguienlc ·
s.iglo XVI ), y Juan y Juan Crist6baJ V:~ al mlsmo tiempo (finales de
tieron el oficio püblico a mediados d la ~elrde Agui!ar, quienes compar-
e s1g o XVII. 137
Alonso Sânchez ~
Maldonado
recept.or 1597-1627
Suârez de Figueroa
~=r
rn"' s,,,.. ,, F;gu,ro•
cémara siglo XVI
lT
Diego Suér~z
de Figueroa Luis Suârel de Figueroa Q'.
cé.mara desde antes de
1582 y hasta 1604
cé.mara interino en la
década de 1580-1590
";>.Q;
~
'<
l
Francisco Sulirez de Figueroa Diego Sué.rez de Figueroa
(regi dor perpetuo y encomendero) cabildo 1615-1627
~
'Ibmâs' Sânchez de Diego Sénchèz de Figueroa ;;
Diego Rodriguez
Figueroa (abogado, fiscal y protector de Urban
receptor 1657-1681 general int.erino) cabildo 1628-1642
I . e.Venta o merced?
El status personal_ d~l escrib~o depe~dia d~ ~~ factores: de su
osici6n socio-econormca antenor, del rmsmo eJercicto del oficio - por
~u importancia y centralidad en la vida local - y, por Ultimo, del hecho
de que se tratara de un cargo comprado y a menudo negociado. El
honor y consideraci6n obtenidos por acceder al oficio, y la transfor-
maci6n sufrida por los pretendientes - que tras el aprendizaje y el
examen, pasaban de ser «vecinos normales• a convertirse en testigos
privilegiados de la vida local - no eliminaba el hecho de que al fin y al
cabo, no dejaban de ser compradores de un privilegio con propiedad
condicionada, o con un simple arrendamiento. Aunque se pretendia
pûblicamente que el acceso al puesto s6lo dependia de atributos
personales (el informe sobre la familia) y profesionales Os préctica y
el examen), se sabia que no menos importante era la inversion
econ6mica que hacia el candidato; el oficio de escribano estaba
estrechamente relacionado con la disponibilidad de dinero, mérit.o
que, dentro del contexto y de los esquemas te6ricos del antiguo
régimen, no conferia a sus poseedores ni respetabilidad ni bonor y a
veces hasta podia perjudicarlos.
La venta del oficio de escribano era uns practica antigua y geueral-
mente aceptada hacia la mitad del siglo XVI. 142 A principios del XVII
(en 1606) adquiri6, ademâs, el caracter de uns verdadera transfenmda
patrimonial, al quedar abolida la limitaci6n de la venta a dos vidas y
hacerse perpetua la enejaci6n del oficio bajo ciertas condiciones. 141
142 Jorge Lujân Munoz (Los escribanos .. ., op. cit, p. 29) data el comienro de la venta
de escribanias en lnd.ias en 1559.
14 3 La mejor fuente para conocer las reglas de la venta de oficio., s 11(Ut siendo
Antonio de Le6n Pinelo, Tratado de confirmaciones reale.< de encomumdo.<. ofteW> J
casas en que se requieren para las Jndi.a.s occidentaks, Madrid, Ivan G<>nuilct, 1630.
Maria Jesùs Alvarez-Coca Gonzâlez (op. cil., en pp. 561-563) cnumcrn, cntrt' 111>
consecuencias de la venta del oficio de escribano, el cambio en el origcn :>OC1nl di J.,,,
escribanos la necesidad de amortizar la inversi6n econ6mica y la aP"rici6n del conc. pLO
patrimoni~ de las escribanîas, que afectaba a la conscniacion do :-;us rcp:i~tro~
entendidos como propiedad privada del escribano.
78 Capltulo 9 Nombramiento y venta del oficio
Siguiendo
"b estrictamente las di spOSlCIODes
. . d 1d rsonas, podia motivar largos pleitos sobre la suœsi6n. aunque ee
escn ano se conseguîa por méritos erso 1 . e erecho, el titul pensideraba que el orden de aparici6n establecia una precedencia. 141
supuestamente, la escrib . p . na es, loque se co ode CO Las personas nom bra das en 1a renunc1a . teruan
• que pre11entarse eo la
uso del tîtulo s· b an1a, es dec1r la posibilidad fi _mpraba era,
escri:a:~np~~at1ban ~ga~cer
. · Ill em argo, titulo . . . e ectiva d h audiencia dentro de los primeros 60 dias desde la fecha del ot.orga·
q(uien hadcia postura a una a menudo iniento y pedir ser recibidos de escribanos; en caso contrario,
marcan o, entonces difi . ra ener ya un t' os; 148 11e
tenerlo E te ' una erenc1a entre tftulo y itulo reaJ consideraba caducada la renuncia y el oficio quedaba •vacio-. Uns
. . . n es segundo caso la confirm . . compra) o podî vez hecha la presentaci6n, el pretendiente tenfa que demostrar me-
implicaba igualmente 1 '. ac10n de la venta a no
llevaba a la otra es d .a necesrdad de recibir el tftulo· en Madrid diante una «fe de escribano» que el titular seguia 149 vivo, o que VÏ\'ÎO al
im.p~cito de da~
el ~~~oque .~sma ~enta
en la habîa 'i!e;~muna
casa menos 20 dias después de otorgar la renuncia S61o si se dabao estos
eXIgiendo que los candida~ :~tir ~l eJercicio. Aunque s pronuso dos requisitos, la renuncia era considerada por la audiencia
Una practica corriente era renunciar en algiln hijo, yeroo u otro
nales, normalmen . s VIeran c1ertas cualifica . e s1gw6
otorgamiento de tî~~~ ~vel ~oera el mismo que en Io~~::~
profesio- familiar, tratando el oficio como un especie de herencia o de dote. Fue
por completo los requi~ito~e:as,
en estas ocasiones desapare~?e
hbre asi como Andrés Orozco Guzmân, escribano de cama.ra. renunci6 su
oficio en su hijo (del mismo nombre), quien a su vez Io pas6 a su yeroo
tes: el dinera agiliz b e ascendencia familiar d 1 ian cas1
a a el proceso y garant" b e os pretendien- Francisco G6mez Comejo; igualmente, Francisco Vega y Polanœ
rza a un final feliz.
renunci6 su receptoria en Diego Orozco Paredes, su yemo. Estos
Il. La renun.cia ejemplos y otros son, en gran medida, los que dieron origen s dinastias
de escribanos, familias en el seno de las cuales se conservaron algunos
Habia dos maneras . . 150
escribano: la renu .dis tintas de vender de oficios durante largos aiios.
ciones s;~il ncia Y el remate Amb y . comprar ei oficio de La motivaci6n de la renuncia, al menos en Quito, casi nunca ae
~ ares
banias, salvo en en la t ·
s ransferencias de Io . a. parecen en propor-
as Vias confesaba abiertamente en los documentas legales. Sin embargo. en
habitual de ca b~as rece.ptorfas, donde 1 s distmtos tipos de escri- varias expedientes resulta evidente que se trataba de una verdadera
La ren . m rar de titular. 144 e remate era la forma mas venta, que involucraba a comerciantes especializados en el t.ema. en un
. unc1a del escrib mercado de pretendientes y de negociaci6n. Diego Suarez de Figueroa.
eJecutado por escrito fr ano titiilar consisti
~ejez y cuando se r en~ a un escribano u~ ~n un trârnite formal, escribano de cabildo, renunci6 su oficio en Diego Rodriguez Urban de la
mcluir uno ~ esum1a cercana 1 h p lico, normalmente en la Vega en 1627. Al dia siguiente de hacerlo, pidi6 ante las justicias
· habiles. para0 e~;nos nombres de po:ib~ra de su muerte. 145 Podia quiteiias que revocaran el documenta de cesi6n. Explic6 que, al caer
rcer el oficio de escriban es1.;andidatos, todos ellos
o. La renuncia en varias
,... Las cifra.s exacta.s necesariamente habilidad profesional, ya que esta ûltima podia ser adquirid8 con
de oficio conocidas • calculada.s t.o
por 100 de remaiJe eeiudiadne en Qu:ia~~o en coneideraci6n t.od posterioridad.
transferencia no se • 7 por 100 de rcnunr~nl.e el siglo xvn as las transferencias 147 Véase, por ejemplo, AGI, Quito, 39, nûm . 28.
HB Aunque Jas cédulas reales fijaban en 70 dias el pla.zo. para prc,,ent.ar.e en ta
recept.orfa.s solfan especifica en los auto CJas, 8 por 100 d' eran las siguientes: 53 aucliencia, la pnlctica quiteila consisti6 en eXJg>r la prese'.'tac.16n. dentro de 60 dfas
(como la hemos !laser traneferidas caei aie e Y 2 por 100 de e casos. cuya forma de 149 Desde este punto de vista, el estuclio de las renunoas 10d1ca un grado <0rprcn-
concentraci6n de re:ado noeotroe). en donmpre por remates caeos UTegularee. Las
relativamente bajo atee en_las recept.orfa de prevalecieron j salvo la 4a receptorfa
dente de acierto en la estimaci6n de la fecha de la muerte. En la m~o.rfa de !<>5 CIL.'-"" la
renuncia se hacîa un mes, aprorimadamente, antes de falleœr el otular. e.< dCC1r ri
D 145 Sobre las ren~naci".::," aéun m~e bajae r:nr:ede ser ntribu~"a r~~uncias. La gran ~e ~umalvt
OCUm.entos para /a histo .V ~e, por ejemplo r C ' vez, a SU va) or
tiempo justo necesario pero nada més; esperaba al ultimo room.ent.o y .
bien su cercania o lejania. Véase, por eiemplo, AGI, Qu1t.o, 41, nuffi!>. B y 10 o AGl,
térmm,. de~
-estaba hecha•. El mismo no Particip<I en ningùn lllOniento., escon154aSin embargo, no pu '6n existia una
blisqueda de candidat.os ni en la fijaci6n de los bres .l ya que, , su se~
vers1 Maldon
' ado. ••
ee'au.~
Sanchez
venta."' Si bien en este caso el agente promotor de la aa;o1n.,.., pape 'd en manos e . 1vendedor
esaibano, por otros ejemplos •abemos que se trataha a v..., de queda o n consecuenCia, e , él mis11;10
ar Y que, e . o Alego que .
terœn.s )lersonas Poco relacionadas con el duefio de la -bani, pag arte del compromIS ·. . nto del vendedor, 41.n
su p . sin el consentllDle 'gual ara su
ofrecida en venta,
la Degociacion era cuyo oficio era el de mercaderes y cuyo lituJo...,
cesionarios». arrepentirs~ 1.dio un trat.o 1 P trat.o~
J~~::d~ neg6 nci~:li: :~
152
forzado a la exisdte h
Siendo la renuncra y venta del oficio un negocio Partioular ""' Sanchez . o entre los os. reœ
.,~.;.,,.,~ ,,.,,.'"""'"-""Y
''"' ., ~.;,....,..;:":,. ';: ~'"'~"""" """ °"'"
J>ago El cornprado,, sin ernbargo P<>dia ne de Venta iba destinada a él como su
l78 AGI, Quito, 41, nüm. 6. De forma similar, en 1726 el precio a scendi6 a 1.400 pesos
por la presencia d~ tres po~tores: AGI, Quito, 38, num . 43. En una ocasi6n posterior, un
nuevo posto.r al mis.mo oficio, refinéndose a Io ocurrido en 1726, aclar6 que 1.400 pesos
era un precio exces1vo, que no respondfa al valor verdadero de la escribanîa en venta
sino que era resultado de •temas de remate y por diferentes intereses•. '
119 AGI, Quito, 41, num. 10.
180 AGI, Quito, 38, num. 59.
181 Véase AGI, Quito, 45, num. 3. La experiencia como una circirnstancia a favor de
un postor fue mencionada también en : AGI, Quito, 43, num . 15.
Capitulo 9
prdida la receptoria ante su ausencia cont. d El caJDbio de postura de Ma~.d, que pe~~~
wica se hubiera presentado en la audienc·1a mua
para ad Yelfihecho de 75 los arrendamientos, pro. UJO una .ve~~
~ despachos. 8610 quedaba obligarlo a pag 1 ~ anzas ni 16 : . n de escribanias en Qwto: a partir de fioalu
•unque nunca lo hubiera ejercido ni probablemar te precio del oficio 6
J.... l te-~ 186 D scub" ' en e supie . , provt~~ente tras el restablecimiento de la a ·
'l'"""' o 1.Ua.
. fu e 1erto en Guayaquil • fue puesto en p ra· .a tiempo espeCln'a de los despachos fueron rematados en alquile,I;
mayo . · .1 -..-
PQC(>S b lenes eron embargados. De nada . . ns16n y 8,,b
, tid d Sll"Vleron sus e l. ..., rida por los postores, p~r requenr. ~ comproDl.ISO a p~
en e1 sen o e que no esperaba que el remate li xp icaciones
h~ en el mismo varias irregularidades (rem:~e ::elan~ Yde qu~
&elS meses después de recibir la postura s· t
e::
senc1a, mas de
una inversion econormca mas limitada y menos 8llr1.eil!l.ll
arrendamiento era mas c6modo por no exigir co~
té · · • m omar en cons·d · suponia, también, un ahorro econ6mico: no bacia .falta pagar
. ~os particulares que ofreci6 en ella, ni tan . . i e~ac16n los de las copias autorizadas de las actas de remate y~
JustiCUl queria su dinero y, al fin, Io tuvo. s1qmera c1tarlo): la del procurador en Lima y en Madrid, el precio del flete, etc.
La época de transici6n era dificil: los titulares que no co1nsegi~~
rv. Los arrendamientos Y la crisis del siglo XVIII su oficio fuera rematado en propiedad sufrian daiios econ6mîèo8
poder disfrutar de su parte correspondiente del valor del m.ÎSDlQ
La administraci6n central v il, su venta definitiva, que a veces nunca lleg6 a plasmarse o, aJ
la del arrendamiento duranteactoodentlre _la practica de la interinidad Y
o e s1glo XVII. H b , tard6 aiios en hacerlo. Para minimizar el perjuicio, intent.aban
prefiri6 l a primera f6rm l , u o epocas en que
. u a y otras en que t' 1 el ejercicio efectivo del oficio (el alquiler) dentro de su
prohibiendo una practica co t d op o por e contrario
.
no era simple· los te .
mo o ra e forma lt
a ernante.
187 . '
La opc16n pretendian convencer a las autoridades para ceder, al ~
El Consejo de ~
m· 190
. . ·
oficio, llllentras que la rmos no pagaban 1 d
por e erecho de ejercer el parte del disfrute del arrendamiento.
· compra o el arrend · · aprob6 las primeras peticiones, cambi6 de postura post.eri
sas cant1dades en el erario al p anuento mgresaban diver-
tense expresaba continuam re te. or otro lado, la burocracia matri- neg6 a admitir el derecho de los propietarios a una parte del
191
arrendar los oficios disua~n su te~or de que la posibilidad de oficio antes de su venta definitiva.
en propiedad, puesto que a 1.os posibles candidatos de comprarlos El arrendamiento se limitaba, por ley, a un plazo de tres
c6
modo. La frecuencia de la e1 pnmer t rarmte
' · era menos caro y mas introducci6n en Quito cambi6 el caracter del empleo de los
. P zas vacantes 188 . Los oficios, propiedad, anteriormente, de la misma ~ U"i. __,.·
a final es del s1glo XVII y d te . ' espec1almente llamativa
monarquia a adoptar una pour~. , el siglo XVIII, acab6 por obligar la largos aiios a veces décadas, perdieron su caract.er fi.JO. puesto
0 Ptando, por fin, a favor de SlClOn mas clara Y expresa a este efecto, partir de lo~ alquileres su ejercicio se reducia a un plazo Iimitado.
1os arrenda · funcionarios cambiaban continuamente y, a menudo, no l~
~ns1"deraba que el oficio quedab mientos. En estos casos se obtener la misma identificaci6n con el oficio, ni la misma experienc:ia
· · efectivo fue pe...,...;t·d acomo prop1e
e~erc1c10 · d ad del rey pero que su
al quiler. J o a los
de sus hom6logos en las épocas anteriores. El mercado de preten:mi:nœs
•UJ.J.
cand"d1 atos que ' pagaban el y de cargos se hizo mucho mas dinamico y habia un mayor mo~ento
de personas entre un oficio y otro. Cada uno buscaba meJOr&r los
. 192 Véaae, por ejemp)o AGI . 194 Véase, por ejemplo, José Bono, Histo'"!n del derecho . . ., op. ciL, pp. 276-281.
eJemplo proporcionado p'or Jo'sQéuB1io, 38, num. 43. En C••l' IJ 195 AGI, Quito, 43, num. 15 y AGI. Qu.it.o, 33. cari.a del fiscal de 6.2.1673 y lo~
~ 1 a se , 0
1
9a ~i~ ' m ..., l~go y m é.s detall ado p . cit., PP. 25l-252i' ~ se desprende del
ceremo · 1 "- ono (o ·
documentas del apéndice.
1 ase, por CJemplo, ABQ Re J rr' . ' e JUramenio fue mas IOG AGI, Quito,41, num . 22; AGI, Quito, 42, num. 1.2; AGI, Qu1t.o, 43, ml.m l ; y AGI ,
• a acienda ' 40 , l'b J ro de 1648. Quito, 44, nüm. 4 .
96 Cepftulo 9
normalmente
d . a través de la audi enc1a . y por , d
escnto, pero en algunas ocasiones el ofi . VIa el remate .
subasta por los jueces ordinari c10 fue vendid Plihüco Y
· · 197 os, como cual · o en . a Capitulo 10
e1ecutiva».. En tales casos , la d"iv1s10n entrquier otra
. . , . ace·.ion pPubJica
ac
h i a evidente: se reconocia por e. 1 e prop1edad Y . ~r •Via Rentas y honorarios
a la mujer del escribano c' Jemp o, que el oficio podî e1erc1cio se
omo parte de d a Perte
otorgaba el derecho de venderlo segtl su ote y, por tanto necer Las rentas de los escribanos est~ban constituidas, por Io generaJ, por
embargo, a pesar de ser propietaria n su parecer. La mis ' se le los diversos derechos y honoranos pagados por los negocios y actua·
oficio. En otra ocasi6n se b l no pu~o, naturalmente ~a, sin
~1cluso :~~:~e ~:~~s1deraciôn dueft:J:i;ce~.el
ciones que pasaban ante ellos. La excepci6n a la regla eran los casus
cuando se sabia,que de del escribano de visita y de uno de los escribanos de cAmara que, por
el.. Se aleg6 que el beneficiado sôl :omprado la escribania hijo, su condici6n de «secretario" y «secretario del acuerdo· respectivamen-
nuentras que el dominio d" t o posern derecho al don11· . Para te, ganaban un salaria fijo, aunque muy moderado. Los demâs
• trec o carre p d ' al mo Il.li!
mantema el oficio como un b"ien suyo. 19· on 18 comprador• el cual cscribanos vivian, estrictamente, de la acumulaci6n de honorarios,
que Ouctuaba de mes en mes y de ano en ai'lo.
Los honorru;os fueron fijados con arrcglo a unos aranceles, algunos
generalcs por toda América y otros particulares para la Audiencia de
Quito. 199 En el trabajo notarial, talcs aranceles eran evocados y
exigidos por los mismos escribanos. Por 1contrario. en las actuacione
procesales, dopondfon del tasador de la audienciu, nonnalmente uno de
los cribanos receptores con tftulo espccinl paru este fin, que era el
encargado de aplicar cl ara ne 1a cada causa y de dccidir las cantidades
de dincro a pagar a cada funcionaiio involucrado o a Jas partes
ganadorAs.
Sogt'l.n se desprende de las costas insertudas en los procesos, los
cscribanos ganaban monos que los reb1torcs o losjuecos, aun cuando
trntaro d 1 mismo tipo de actuaci6n, por ejt•mplo. la de relatar un
proc o en la audiencia o la de firmur y nutorizar un auto. Con ide·
raodo su g:rado de especio1izaci6n, su neccsidnd dt• cn'dito pùblico Yde
r lnciones socinles y ol mismo precio de su olicio, se pu~l' concluir que
cl trnbajo d 1 scribnno no ora unù fu ntc fncil de inW<'>'OS, a pcsar de
lus grandes inv rc ionc · que oxigln, tnnlo rnonct:irin. como socinlu · Y
profosionn1os. n g noral. soHnn QUl\il11--se dl• su pobn•11\, de Io.~
Los scribanos, u oficio y de ln nccc•,;idnd de ('mplt•ar:"I' <'11 olrnl\
pocos ingr sos d
ioa OcHde l 6Jfl lu aclivldr,d corn ·r .·,. 1 . 205 Pi Jar Ponce Lei va, . Relaci6n de Jas ciudade~ Y villas .. .•, op. cil. .
CCH1Hc:cucmci,,, tant.o Orcw-co Guzrr, <: ci fu t: proh1bidii " loa Cflcr· Un fen6meno similar fue detaclado por DaVld ~onzâlez Cruz: op. ~ri .• en p. 70
et1nlrav1inir ''"l" c?.dul ·. AGI É '·'~ como V1.Jencio Lc:on fuc
2011
1bf nos de ctlmara; en AGI, Quito, 72. La combinaci6n de una es~nbania con olro ofic10 de plumA,
~M Wmie fhp. .G . J~S/j, Af.rQsc;,~~~n!a du C~m>mi, 921 /\ .ron mu lodos, en 1637, por
4
201
normalmente agent.c del Real Fisco o. de la protectona general_. era un fen6mcno comun
liubo lnmbién <:Hlirn · .· ' COH, 3 ,y&xp. J.JOJ712
fücp. 4.5.1665, los CHcrib~,~~:~ll ~~1LruriuH: "''lflln un. U!HLI A:TQ, 'I'ost1Jmcnlnrla, 41.
cspccialmentc en el oficio de provinc1a; t.anto Verzosa como R1vadeneyra y EspinoM de
los Monteros ac emplearon en ellos. Sin .embargo, no se lrawba de un mo~opoho; olTOs
loH ~u1de11 corc" do 600 ér a n ''J maru no gunubrm rn{Jff uog 1 qu e opnrccc en cl
cacribanoa consiguieron también trabaJnr en eslos. cargos. Banolo~é E,c.1]A.nt , por
Ofiw>H, 6, drm uou modi" de ~fi~Lùs'. LoH Humus mc:m~1nnnd;iH <! ·~OO flOHOR onunles, de
' fl l!KOH an unl<:H (JllW~ do d n J~Xfl , l .J2.I667 AIJQ ejcm plo, eacribano publico, era paralelamente sohcitador del Reni F1sco.
ûRcontor los guKl.oH. ' '
Cap(tulo 10
100 Rentas y bonorarioa 101
oficial mayor de un despacho difere~te. ~sta fu~ la soluciôn ado . , ntre ellos es decir, que siguiera vigente la jerarquia interna
por Carlos Suarez, receptor de la audienc1a y ofic1al del oficio de cJ:ntada elac1on e ' d
r ficios mejor y peor renumera os.
y gobierno. ara entre Mi rencia en el valor y en la rentabilidad de los distintos oficioa
La renta de los escribanos no sôlo dependia del ejercicio partiCU] ~a ~ovimiento intemo entre los escribanos. Deseando mejorar su
cada uno de ellos, sino también del tipo de oficio en cuestiôn. ;: de cre~ ~ algunos de ellos pasaban de un oficio a otro, asœndiendo
Quito del siglo XVII se consideraba que las escribanias de visita n el pos1cion, , d 1 An . Vi
. renumerad as, y cons ti"twan, , adualmente por el escalafon e a . renta toruo . erzosa, ~r
las meJor por l o tanto, el oficio eran. ~ Io siendo escribano real, compro en 1658 el oficio de proVUl-
codiciado y de mayor precio. Les seguian en rentabilidad, casi enm~ eJemp
. 209 Francisco Valverde, escn ano receptor, paso en 1667 al Juzga
' "b , · do
de igualdad, los dos oficios de câmara y gobierno y el de cabildo MP~e cia.b.enes de difuntos. 210 Alonso Sanchez Maldonado era igualmente
· as de i de camara. 211 P'-..J-
estrechas solian ser las rentas de los escribanos receptores y de los d .
ribano receptor antes de eJercer .
como escribano toWV
mimero. Los peores ingresos eran los de los escribanos de provincia. e ~:cmandez Espinosa era receptor antes de ser el escribano publico del
Los mimeras ex:actos eran los siguientes, de acuerdo con un informe cabildo. 212 Diego Arias Altamirano fue primera receptor y luego
del presidente de la Audiencia de Quito de 1631: el escribano de visita escribano de provincia.
entre salaria y derechos de actuaciôn, percibia a una renta anual d~ Las rentas de los escribanos no guardaban proporci6n, a veces, con su
6.000 a 7 .000 pesos. Los dos escribanos de câmara y gobierno, igual que ocupaci6n efectiva. Fueron obligados a trabajar gratuitamente en
el de cabildo, podian esperar derechos anuales acumulados de cerca de causas de pobres y de indios y, en principio, también en las de la
1.500 pesos. Los receptores, si salian fuera de Quito, podian llegar a Iglesia y de la Real Hacienda. Esta obligaci6n era fruto de un cierto
obtener la renta de 1.000 pesos anuales, pero quedandose en la ciudad consenso, puesto que formaba parte explicitamente del contrat.o de
solo podian esperar unos 400. Los dos escribanos de mimero ganaban compra del oficio, como ya se vio. Sin embargo, se trataba de una
una media de 1.000 pesos al afio. Los de provincia podian llegar a condiciôn sine qua non, sobre la cual no podia entablarse una verdadera
facturar cerca de 500. Corno punto de comparaciôn, mencionaremos negociaci6n. Similar al compromiso de respetar las leyes y de adaptarse
que el alguacil mayor y los relatores tenian, segU.n el mismo informe, al arancel, el pretendiente solo tenia estas dos opciones: o estar de
una perspectiva de 2.000 pesos anuales y el alguacil menor de 1.500; el acuerdo o no ser escribano.
tesorero Y el contador de la Real Hacienda, igual que el canciller de la El trabajo sin renumeraci6n lleg6 a constituir una parte considerable
audiencia, estaban peor renumerados. 208 del volumen de los negocios tratados en las escribanias, especialrnente
Los ntimeros arriba mencionados databan de la década de 1630 es a partir de mediados del siglo XVII. La facilidad con la que los ju~s
decir, a parte de pertenecer a la version oficial y no necesariamente ~ la quitefios de esta época declaraban a los litigantes •pobres de solemru-
veridica, procedian de la época anterior a la crisis en el valor de las dad" y la proliferaci6n simultanea de causas de oficio perjudicaron
es~banias. Si ~nfiamos en las declaraciones de los testigos sobre la gravemente a los escribanos, minorando sus rentas en relaci6n con el
valia de los ofic1os y en las quejas de los mismos escribanos las rentas trabajo y produciendo una bajada en los valores verdaderos de los
de todos los despachos, sin excepci6n, habrian bajado entre' un 50 y 66 oficios.
por 100 durante ~s cuatro décadas siguientes (hasta 1670 aproxima-
damente). Es decir, que los escribanos de câmara y de cabildo no
llegaban
· · a facturar. mas que 750 pesos anualrnente y que los de
provmc1a, por eJemplo, tenian que contentarse con 250 pesos. A 209 Exp. 5.4.1658, AHQ, Ofi.cios, 4. Los escribanos_ reales er~ tirulndC\S~ pero
. . b unos carecian de un oficio particular. Podian ejercer como escnbanos ~e n_umero en au;;cnClll
pesar d e 1a cnstS, es pro able, sin embargo que tu · l de otros escribanos de esta categoria, en ocasiones extraor~anas o si.m~lemente
, se man viera a
siguiendo las ôrdenes de la audiencia. Es probable _que en Quito llegaran n e;ercer de
208 vez en cuando aunque de manera mé.s bien excepciooal.
Antonio Morga: · Relaci6n del Presidente de Qui . . 210 Exp. 17.3.1667, AHQ, Oficios, 5.
otros aprovechamientos-, en: Pilar Ponce Leiva op . to s~bre_ la matena de ofic10s y
pp. 127-128. ' · ci1·• v. • num . 59, pp. 125-146, en 211 AGI, Quito, 38, miro. 64. . . .
212 Pilar Ponce Leiva, . ReJaci6n de las ciudades Y villas ... •, op. ctt.
102
Capftulo 10
Rent.as y bonorerios 103
hbr~
en Exp. 1.12.1667 '. AHQ, mi'.:, ';,,.;pucsto en Qu11.0 no vcn e. AHQ. Fon o
::~~~~~~:':,"~~~:~UR
acnbodo• en octuhre de 1691; Io ln•1oc16n de COHlnR tuvo lug r en junio de 1702 y cl
21R LAR dimens1ones de es el sclludo de 1642 y_enHQ Fonda ,.,p.-ci; 1, 3,
t~9~a~ocu1nenlo 1~3·t
11 d,
honororlo• s6Jo "" oc1.ubrc de; 170:J, CM decir •ieJ.o niloR deBpuél! de d<!ijprende de lns cuentos mlm . ndo. C>pt'CΕI. 4. hbro dr 16th-
cspetinl, 2, libro de 1642-. 4 en p. 100; Y AH · 0
1661 - 1669, documenta n~ m~n2 p7.• 56.
1677, documento nüm. 3 · 1
104 Capirulo 10
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que no se tratab d ncia generaba la fama del ·
simple cuesti6n de orgullo persona!. De la fama del escriban ~ e una consecue
infl '
. para obtener mas clientes y me,JOœt
. .
su posibilidad real de despachar el oficio. Cuando ejercian do e~dia Ai;:rarte de la necesidad de atraer c~eo.tes
los escribanos eran elegidos libremente por las partes entre os, :i arar los instrument.os o de abnr lOJJ
disponibles; en los procesos, en cambio, la identidad del esecn'b os los prebap;ahan bajo la amenaza continua de la
dec1"dfa o b"~en por turno (escri"ba no semanero), o bien, desde 167gano se
al tra u • •ti l artes
nana, vigente en Qwt.o, permi a a ~ P . p
menos, segun el parecer del portero de la audiencia o por desi·gn .. roiento judicial alegar contra los funcionanos cuando
dl" 223E . acion
ed Jduez . timnes!'8s cuestiones, entraba en consideraci6n la persona. eran partes interesadas en el asunt.o o que no COJ.tuliE~iAIJ
li a y 1a es ac16n que se tenia de cada profesional.
bjetividad y neutralidad. Para recusar a un escribano
Incluso el reparto de los negocios, aun cuando fuera tratado c
• . omo ~era alegaci6n de que era «odioso y sospechoSO»; raras
una cu~sti6Trn puramdfe~te técmc~ de turno, tenia una importancia
6
econ uuca. anscen a, en realidad, de los simples mimeros (un
argumentarlo con mas profundidad o con pruebas. La
sospecha podia ser general - por el caracter, la fama o la
caus~ a cada es~ano), puesto que cada asunto o proceso tenia sU: anterior con el escribano - o particular, basada en la
prop1as expectativas de renta en funci6n de su complejidad y de su mismo procedimiento para el cual se le recusaba.
extensi6n, tanto fisica como temporal. De esta manera, los procesos La posibilidad latente - pero a lavez bastante real- de la
penales a~ul8:dos se consideraban como un.a sola causa, al igual que formaba parte, al parecer, de la conciencia y de los temoree
el tit~o ongmano y los posibles pleitos que luego se plantearan acerca escribanos. En la visita general de la audiencia de finales del ·
del mlSIDo. El r~partidor debia considerar todos estos aspectos y velar explicaron, por ejemplo, que siempre trataban de evitar ser
por la conservaci6n de un cierto equilibrio en los turnos. Los escribanos de «sospechosos» y que a este fin dirigian muchas de sus 8ctÎl •
por su parte, debian aceptar estoicamente las diferencias entre Io~ Aunque no hicieron referencia directa a la recusaci6n, es 1119
negocios, considerândolas una cuesti6n de suerte que en un momento probable que estuvieran pensando en esta figura; asî se deduœ
dad~2l<>?Ia favorecerlos ~to a ellos mismos domo' a sus compafie- hecho de que utilizaran precisamente los adjetivos «Odioso 1 - . .
ros. Sm embargo, nadie sospechaba de que en las decisiones del choso», términos tradicionales utilizados para recusar a func:iona-:
rep~idor no entraban en juego consideraciones sobre amistades y rios. 22s
e?e~sta~es, fama Y r~putaci6n. Aparte de la supuesta justicia en la La imagen, sin embargo, no era cosa fâcil de manipular, ni dependfa
distribuci6n, estaban s1empre presentes los intereses de los afectados de cada escribano en particular; la m.isma posici6n de los escriban~lea
sus relaciones con la sociedad en general y con las instancias de pode; hacia muy vulnerables a la critica, pues se encontraban en un limbo
(de cualquier género) en particular. entre las autoridades y los particulares, como situados a caballo entre
Existia en Quito, por Io tanto, una especie de «mercado» en el cual una y otra parte de la misma gestion legal. Considerados oficiales de
cada escriban~ in~~taba parecer mejor y atraer mas publico, tanto justicia y, por tanto, obligados a servir intereses elevados Y~et.os,
cuando su des1gnacion era de elecci6n libre (por la parte 0 por el juez) debian mirar por el bien de la republica sin molestar a sus clientes: por
como cua~do se trataba, ~n teoria, de una distribuci6n técnica y formai lo general gente particular con intereses divergentes si no contranos 8
(el repart1dor~. La capacidad de hacerse elegir para llevar muchos y los del rey. Corno redactores de escrituras, debian conservar ;
buenos negocios era la que garantizaba las rentas del oficio y, en neutralidad, prestando servicio por igual a dos partes que, a menu o,
se transformaban luego en rivales.
223
Cédula de 21.5.1572, ARN, C6dices, 721B, nûm. 130 p 159-160
24.6.1679, AHQ, Cedulario, 4, mim. 47. ' · Y cédula de
2
24 .I nforme ~e los escribanos de la Chancillerfa de Valladolid de 1572 ..
ConseJo de lndias, que luego aphoo su soluci6n a América : cédula de ; Î5tici6n del 225 Ejemplos de recusaciones y de la utilizaci6n de los acljetivos è~i~=~
C6dices, 719B, mim. 203, pp. 220-225. 13 · · 72, AHN, son : Exp. 27.9.1661, AHQ, Criminales, 4; y Exp. 2.4.1659, AHQ. nm•
Capitulo 11
quien se quej6 contra él al Consejo de Indias. Duran mo Escaiera, estereotipo, usado de forma acritica por suœsitiis
. di .
respuesta a la audiencia c1endo que la culpa deb ' go concluy - escritores e historiadores Y no de una conclusi6n
. . 0 su 234
· d · al ·
supenor, es ecir oblSpo, que fue quien le obligo' ex di , ia atnbuir se al independiente.
• ce endos Por lo que concieme a la ciudad de Quito en parti
sus tia cultades, a cometer este delito. La versi6n del oh' e en
escucha..1- "-11 . ,
. ~ ya que uwec10 antes de que su participaci6n e 1
ispo nunca fu
e
afi.rmar que sus escribanos, al menos, respondian a otra
hub1era s1do revelada. n e asunto gozaban de otro nombre. 235 A Io largo del siglo XVII partiCi
mundo de los escribanos, fuera como compradores o pro ·
~ pesar de la recomendaci6n opuesta del fiscal la A di .
Qwto, atenta a la situaci6n imposible en que se h, li b u enc1a de practicantes, muchas personas importantes e influyentes de
n.·-~~ El Co . . a a a, exculp6 dad local. No tuvieron ningUn. temor de asociar su nombrè
..,...aaugu. DSeJO de lndias, algo menos beni · - a
culpa, pero que ésta hab' ·d gn 0 • opmo que tuvo medio y juzgaron que la compra de un puesto de escribano con
posible te . ia s1 o ya purgada con los cuatro aiios (y asegurar un futuro respetable a sus descendientes.
men. ~co contando la demora natural en conocer Y Ademas, aunque hubo muchas quejas sobre la labor de los~
consecuencia, e1ecutar la d · · - · ) • en
de la averiguaci6n del caso~on regia de suspensi6n s~dos a raiz nos, la practica muestra que el pliblico prefiri6 recurrir a ellos ant.e
asesinato de la . . Los autos del proceso onginal por el seguir dependiendo de la simple fe de particulares, a menudo socios
mu1er nunca fueron hall d , comercio o familiares. Al fin y al cabo, la utilizaci6n de los servicios ~
llevados por el obispo Ro a os y se suporua que fueron
provincia de Char 231 mero a su nuevo destino de arzobispo de la los escribanos solo era una opci6n que se ofrecia a quien quisiera tenèr
cas.
documentos escritos de naturaleza publica declarando sus intenciones
La indefinida posici6n institucional d 1 .
reflexiones como la de Diego de Riv e .escnban? lleg6 a motivar
escribanos con el macabro co . d era, q~en termm6 su manual de
un oficio pliblico. Ciro a Plu:;-: e ~r~~enr la ~uerte al ejercicio de 233 Véase, por ejemplo, Constantin Bayle: Los cabildos seculares en la AmhÏOll
escoge el oficio «le acaecera una de~ :ipo,. segun los cuales, quien espanola, Madrid, Sapienta, 1952, en p. 253 y Jer6nimo Castillo de Bobadilla: PolUim
tara a los hombres· y si mal a 0 st
' ,
8 81
: °
Io hace bien, desconten-
ue ro 8 enor Dios ... »232
para corregidores y senores de vasallos en tiempos de paz y de guerro., Madrid. lnstitutD
de estudios de administraci6n local, 1978 [Medina del campo, 1608], libro m. Cllpl1;ulo
14, puntos 40-45. Véase, igualmente, los autores y textos mencionados por MariaJeslls
Alvarez-Coca Gonzâlez, (op. cit., pp. 556-559).
294 La imagen negativa de los escribanos en la literatura, fuente del est.ereotipo
sobre su imagen supuestamente correspondiente en la sociedad, puede ser atnl>uida a
230 ~l proceso contra Durango se inici6 r la relaci6n, mantenida durante el Antiguo Régimen, entre la literatura -y el teatro en
en ~~~nQuise:ntia
33
' de 6.3.173~. Fue tr:id~': 1!f~~~ula de 20.4 .1727 y termin6 particular- y la critica social. En las comedias, especialmente, aparecieron ridiculizadas
y criticadas, una tras otra, la mayoria de las figuras principales de la vida institucional,
Q · ' • , p. 24: la busqueda de Io eJo en mayo de 1731
econ6mica y social. La inclusion de los es~ribanos entre ellos, por l~ tanto, p~ede
resW:n~~~ ~:P~'::;:S .~e 1735. La decisi6ns :e~i:~~j0 ~~v:!~·a
1
cabo, sin éxito, en interpretarse como una manifesta~i6n de ~u unportanc1.a y no al co.ntrano. Gregono de
crados murieron antes de ~ n no tuvo efecto, puesto que Lod 1 igar a los que debfan Al tube (op. cit., pp. 731-737) relac1ona la una~en negativa del escnbano con sus rasg~
232 Dieg d Ri .gar la orden. os os escribanos involu-
o e vera, op. c1t p 7 La te . fisicos (su •apariencia exterior grotesca y pmtoresca•), con el hecho de que hab1a
de su obligaci6n pûblica h . ·' · · ns16n entre los escrib algunos escribanos - aunque ~a. minoria- q~e. ejercian mal y de forma fraudulenta sus
por Antonio Manuel H ::ae~Jey .Y el derecho escrito fue mano~ Y su publico a rafz oficios y con su profesi6n •envidiable Y envidiada•.
por Jorge Lujén Muno:Scto b tiça e administraçao... , op e~1onada, igualmente,
.us 235 Maria Jeslis Alvarez-Coca Gonza.Iez (op. cit., p. 559) opina que los escribanos
s escn anos .. ., op. cit., p . 95). · c ·· en pp. 188-192) y indianos gozaban de una imagen y de un status mejor que sus bom6logos castellanos.
Cap{~ll
nuez, Andrés .
desde: 1648 preCio: 950
tuvo confirmaci6n: no tuvo
, s oficio fue declarado vacante por falta de confirma Su oficio fue declarado
reQ}111,cia fue declarada sin efectos legales) y fue rematado en~ rematado en:
»~. Antonio di! Ortega Osorio, Miguel
4.eede: 1658 precio: 2000 desde: 1658 precio: 1520
confirmaci6n: 1662 confirmaci6n: ?
Jf9-unp6 en: Su renuncia fue declarada sin efectos legales y en co~
Femandez, Juan di! la Cruz oficio fue rematado en:
~e: 1683 precio: 2200 Nunez de Montesdoca, Juan Bautista
continnaci6n: no tuvo desde : 1690 precio : 1520
BU oficio fue declarado vacante por falta de confirmaci6n y fue confirmaci6n: no tuvo
rematado en: Defendi6 con éxito su oficio en 1695, cuando el fiscal intent6
rarlo vacante por falta de confirmaci6n, pero en 1699 el oficio
Cevallos y Velasco, Manuel
deBde: 1692 precio: 2800 declarado como tal y fue rematado en:
confirmaci6n:? Hurtado de Mendoza, José
ejerci6 hasta BU muerte en 1737 desde : 1690 precio: 1100
confirmaci6n : no tuvo
Lo ejerce hasta la extinci6n de la audiencia en 1718.
Receptores
Primera recept.oria Segunda receptoria
Rubio, José
desde: 1644 precio: 900 aomez de Aceve~o, Francisco de
confirmaci6n: 1647 (titulo de escribano de 1610) desde : 1658 prec10: 1.350
Su ~ficio fue declarado vacante por falta de confirmaci6n confirmaci6n : ?
mac16n, al parecer, nunca lleg6 a Quito) y fue rematado en~a confir. ? en :
Valverde de Aguilar, Francisco Duque de Estrade:, Juan
desde : 1655 precio ; 1.100 desde : 1662 prec10 : 1.400
confirmaci6n : no tuvo confinnaci6n: ? .
Su oficio fue declarado vacante por falta de (La sucesi6n de los escribanos a partir de 1669 sera tratada al final de
n te confirmaci6n y fue este apéndice)
uevamen rematado en él en 1663 por 1.100
Confirmaci6n : ? ·
Renunci6 en:
Cuarta receptoria
Ortega, José de
desde: 1667 precio : 1.350 Heredia, Lorenzo de
confirmaci6n: ? desde: 1620? precio : ?
? en :
confirmaci6n: no tuvo
Paz Alcoser, Alonso de Su oficio fue declarado vacante por falta de confirmaci6n Y fue
desde: 1669 precio : 1.300 rematado en :
confirmaci6n : ?
Dorotineo, Lucas
(La sucesi6n de los escribanos a · d
este apéndice) partir e 1669 sera tratada al final de desde : 1626 precio : 1.400
confirmaci6n : 1628
Su oficio fue declarado vacante por su muerte y fue rematado en:
Tercera receptoria
Granja, Damian
Vega Polanco, Francisco de desde : 1670 precio : 1.000
desde: ? precio : ? Nunca lleg6 a ejercer efectivamente su cargo.
confirmaci6n : ? confirmaci6n: no tuvo
Su oficio fue declarado vacante por falta de pago y fue rematado en :
renunci6 en su yerno :
Orozco Paredes, Diego Cabrera, Sebastian
desde: 1623 precio : 900 desde : 1674 precio: 1210
confirmaci6n : 1628 confirmaci6n: no tuvo
renunci6 en: Su oficio fue declarado vacante por falta de confirmaci6n Y fue
rematado en:
Rivas Guerrero, Pedro de
desde: 1633 precio : 1.300 Salas y Valdés, José
confirmaci6n : 1637 (i,no lleg6 a Q .t 0 ? desde : 1681 precio : 1210
Su oficio fue declarado vacanteui ·)fi confirmaci6n : 1689 (i,no lleg6 a Quito?)
rematado en : por alta de confirmaci6n y fue Su oficio fue declarado vacante por Calta de confirmaci6n Y fue
rematado en :
Apêndi
de Vaca, Jo é de
o: 210 Montenegro Dionisio, Francisco
n: o tu o desde: 1685 precio: 1.000
'o fue declarado vacante por falta de confirmaci6n: ?
do en: renunci6 en:
tillo F"ix del Mayorga Lorenzo, Bautista
e: 1699 precio: 1.100 desde: 1688 precio: 1.000
aci6n: no tuvo confirmaci6n: ?
Lo ejerce al menos hasta final del siglo.
Lo ejerci6 hasta su muerte en 1715 aproximadamente.
.
Sexta receptoria
Quinta receptoria
Arias, Alvaro
Sanchez
d d Maldonado, Alonso desde : ? precio: ?
es e: 1597 precio: l.OOO confirmaci6n: 1611
COnfinnaci6n: 1599 Su ofi.cio fue declarado vacante (puesto que su renuncia en
renunci6 en su hijo: hijo fue declarada sin efectos legales) y fue rematado en:
Sanchez Maldonado, Anfunw . Hurtado de Velasco, Andrés
d d desde: 1643 precio: 900
es e: 1627 precio: l.OOO
confirmaci6n:? confi.rmaci6n: 1661
renunci6 en: Su ofi.cio fue declarado vacante (puesto que su renuncia en favor
hijo fue declarada sin efectos legales) y fue rematado en:
Montesdoca, Baltazar
desde: 1637 precio: 900
Aguayo, Pedro
desde: 1655 precio: 1.100
confinnaci6n: 1639
confirmaci6n: 1656
renunci6 en: Su oficio fue declarado vacante por su muerte y fue rematado en:
Delgado, Mateo Castro Calderon, José
desde: 1645 precio: 900 desde: 1687 precio : 1.700
confirmaci6n: 1647 confi.rmaci6n: no tuvo
renunci6 en: Su ofi.cio fue declarado vacante por falta de confirmaci6n y fue
Suarez de Figueroa, Tomas rematado en:
desde: 1657 precio: l.OOO Flores, Sebastian
confirmaci6n: 1662 desde: 1694 precio: 1.100
renunci6 en: confirmaci6n: ?
Lo ejerci6 al parecer hasta finales del siglo.
Vaca, Diego
desde: 1681 precio: l.OOO
confirmaci6n: ? Nota: No hemos podido seguir las lfneas de sucesi6n de escribanos en
renunci6 en: ]a segunda y tercera receptoria. Sin embargo, disponemos de dos
132 Apéndice I
Fœnilia y propiedad:
Era bijo natural de Pedro Valencia Le6n, hermano de Diego y Garcia .AnJ.rade• Nicolas . CI.a primero como int.ei;îsP.
hijo de Diego. Bautizado en Quito en 6.5.1653. e Esen"bano de provin ' . t.e W\ni,
7_ 17 38 y, post.enormen , en P...-rr
SegUn AHQ, secci6n Testamentaria, caja 41, expediente l.10.171 dente) en 173
tenfa varios bijos de su primer matrimonio, todos menores de edad e~ 2 precio: 2.800). n protocolos pert.enecientes Al.M!_Q
esta fecha (1712), salvo Lucia, casada desde 1706 con Juan de Silvera firma aparece e 1738
Su d
notaria (en a e Jante 4a notaria), ·
y Maria, casada desde la misma fecha con Manuel Rodriguez de la
Parra (vid.). Sus hijos se quejaron conjuntamente contra él porno
darles dinero para su manutenci6n. Alegaron que se casé en segundas Antolines de Valdé~, ~ni~:sde 1610 y hasta 1619 cuando
E "bano de provrnc1a . 1 800 .._....).
nupcias con una mujer de baja condicién social y que no dio a sus hijas sen vac1a
declar6 , por falta de confirmaci6n (precio: . r-'7"
Fomilia:
Erà compadre de Sim6n Alvarez Montese-'- 'd ilia Y propiedade : •
• terin 78 nu, regi or F~ AffQ, secci6n Testamentarfa, ctqa
m o en 1 6 y 1737, alguacil mayor desde 1748 ' COITegi
alcabalas Y mercader acaudalado. • cobrador a, Se. ll expediente 3.11.1673:
CBJB
Se cas6• en segundas nupcias,
•
en
166 1A-J ~IUMJ•&
4Rela~6n de familia con Juana Arias Altamirano (hij d
Altamirano y de Catalina Arias de Avila Y m .er del a . e Pedro Ariae 2o.OOO pesos).
de Cevallos?): vid. AHQ, 4a Notaria, 2, exp~iente :~;~~ernando Al morir, dej6 tras si deudas por valor de 6.000
(en concepto del precio de su oficio) y a un ved.no de
Arias, Aluaro ·
compr6 por 20.000 pesos algunas casas en la ~
Receptor al m~nos desde 1611 (fecha de confirmaci6n . Su viuda declar6 que se ocup6 en actividadea CO •
plaza en su •hijo• (?), Blasaria de Atiaga q e ). Renuncio au
cons'd d 'd6 E u , por ser menor no fu tiendas a cargo de un tercero, Francisco Nieto de So1fa. Dis
l era o l neo. n consecuencia la plaza fu d l ' e
Su firma a , e ec arada vacante esperaba prosperar econ6micamente sin traspasarla
1610-1633pare5ce en protocolos pertenecientes al AHQ la no•ft_, . prohibia a los escribanos de camara tener este tipo de
Y a notaria, 1632. ' ....na,
Francisco Nieto de Sous declar6 que Bravo de Pereira li
Arostegui, Francisco tiendas y su contenido como una especie de dote, por
Escribano piiblico en arrendami to ( al con una hija natural suya, Hamada Juana. Soifs era, aclemâ.
1729 (con 41 aiios de edad) y ha:~ 17;4 or: 150 pesos anuales) desde
~as~747 (por el mismo valor). y, nuevamente, desde 1742y de la primera mujer del escribano. Segtin AHQ, la notaria.
expediente 23.5.1701 Francisco era el segundo mari.do deJ
1~39 y : a : :. ;;f9~~:~~s pertenecientes al AHQ, 4a notaria, estaba casada anteriormente con el capitan Antonio de
aquel primer matrimonio tuvo una hija, Maria de la 'lbrre,
Atienza, Francisco de cas6 en primeras nupcias con el alférez Jer6nimo Martin lllon1~!111lt
Su firma aparece en P toc l (hijo del alférez Diego Martin Montenegro y Fnmcisca Pérea
1640-1650. ro o os pertenecientes al AHQ, la notaria,
nacho, hacendado y mercader con tiendas de seraria y boclegas aocio
Basurto, Francisco en negocios de Diego Chica N arvâez - vid. y su hijo José) (dote: 2.000
Gan6 la plaza de escribano de . . pesos) y en segundas, con el capitan José Miguel de los Santos.
precio: 2.060 pesos) no pago p;ovmcia en remate (antes de 1610, morir Jer6nimo, Juana Bravo de Pereda (madre) y Maria de la 'lbne
. e1 va or Y su plaza se declar6 vacante. (su hija) discutieron la tutela de los ocho hijos menores de Jer6nimo Y
Betancur, Diego Melùin de
Maria.
Titulo de ~scribano de Su Majestad de 1661 Entre sus bienes (seglin el expediente de 3.11.1673, op.cit., PP· 112-
Comprendido entre los escribanos . - . .
Mata Ponce de Le6n, que le atribu quite~os visitados por Mateo de 130) habla mucha plata labrada, ropa, lienzos, bastos Y cuadros de
6
men.os des~e 1663 y hasta 168 1. los~~baJo como ~s~ribano publico al santos y de la virgen, muebles caseras, pequeiios oratorios,joyas, una
secc16n Qwto, legajos 72_74 tos de la VlBlta estân en AGI, cama de campo dorada y dos roulas de camino. Tunia un aposento
Su firma aparece en pro~los . especial que le servia de despacho, con muchos libros de cuentas de
1666-1685 y Sa notaria, 1664-1~;.enecientes al AHQ, la notaria, caja, diferentes cartas y papeles, pinturas de paisajes y ciudades de
otros paises, libros de cocina, obras en latin por diferentes. autores,
Bravo
E .b de Pereira (Pereda), Lorenzo cuatro escritorios, escaparates, un tintera de plata y una escnbania de
sen ano de camara. Muri6 en 1658 .
qued~ vacante hasta 1667. sm renunciar a su plaza que madera.
Es posible, ademâs, que tuvo un obraje e~ Otavalo ~una zona al norte
Era, igualmente, tesorero interino de la C . de la provincia, conocida por su producc16n de textiles).
BJa Real de Quito.
138 Apénd1œ n Los escribanos de Quito 1600-1750 139
parroquia de Santa Bârbara de la misma ciudad. El valor total de sua Heredia, Juan
bienes, tras pagar los censos y deudas, se sum6 a 22.000 pesos aproxi. Escribano real. . •-- al
aiadamente. arece en protocolos pertenecienw:e
Su fi rma ap 644
G6mez Aguayo, Juan _
1651 16 54 y 5a notaria, 1641-1 ·
Recept.or desde 1691 y hasta al menos 1699, fecha de la confinnaci6n Familia: M di villa(· ta~'"'..-.&:«.
(precio: 1.100 pesos). mu·er: Isabel Rodrfguez de e a. "a~n .. wa .,.,.._
qu; lleva el mismo apellido?). TuVIeron vanos hijos men
GOmez Cornejo, Francisco Juan en una fecha pr6xima a 1656.
Escribano de camara desde 1637 (precio: 18.000 pesos). Su plaza se
confirm6 en 1638. Recibi6 licencia para pasar a Espafi.a y ausentarse Heredia Lorenzo de laza
de Quit.o por cinco aiios a partir de 1639. Recepto~ desde 1620 (?) y ha~~ 1626 cuando su p le'
Tenfa de oficial mayor a Gregorio Gutiérrez de Logroiio (vid.). vacante por falta de confrrmac1on.
U.rvu/ll Domingo
'.tJi;ji·;;~~ Cllbildo entre 1729 (con 44 aiios d d d Pas6 a Indias en _1634 en compailia de su
• t.e, escribano de haciend a. N uevamen~ :.1ta1 ) Y 1734 y, Audiencia de Qwto.
oticios al menos en 1754. u ar de ambo8 Se cas6 en 1646 con Jer6nima de Santfste
Familia: natural de Quito, hija de un regidor perpetuo.
Bra 'do de Antonio L6pez Urqufa (vid. ). Su hija se cas6 con José Joaquin de Aybar, seiior
(es decir, de la casa familiar de los que se apellidân
Losada, Juan de Calatrava, residente en Espafia y pariente suyo.
Oficial en diferentes oficios. Su hijo, Ignacio Aybar y Eslava, licenciado en 88,B.?.
Universidad de San Marcos de Lima, lleg6 a ser J>J'.21
Maldonaào de Mendoza, Baltasar fiscal interino de la Audiencia de Quito en la décida
Escn'bano de visita al menos en 1681. compra de la plaza de protector de indios con una ~-
Marcel.o Alarcan, Juan oidor, se convirti6 en propietario del puesto, que ej
muerte en 1708. Era teniente corregidor de Quito env •
~scribano del Juzg~do de la Santa Hermandad desde al menos 1628 y auditor general de gente de guerra. Secas6conRosa
Ciecha de confirmaci6n).
y Contreras, hij a de Francisco, caballero de Santiago,
Marcos, Pedro Callao y del batall6n de la ciudad de Limay nieta, porpart.e
Receptor en ~endamiento entre 1741y1742 cuando, por razones de oidor limeîio Sebastian de Alarc6n.
salud. renunci6 a su oficio. (,Relaci6n de farnilia con Alejandra Aibar y Eslava, mujer de
Capilla (Vid)?
Marin, Bartolomé Martin Martinez de Aybar tenia haciendas en la jurisdicci
Receptor entre 1638 y 1648 (precio: 900 pesos). ciudad de Quito y un obraje de textiles en Yaruquf (en la
jurisdicci6n). Anteriormente, se emple6 como administrador
Marin, Jer6nimo
obraje de paîios, perteneciente a su suegro.
Receptor hasta su muerte en 1622.
Mtirmol, Lorenzo de Martinez de Medina, Francisco
Escribano ptiblico hasta 1710. Su firma a parece en protocolos pertenecientes al AHQ, 6a ootadal,
1633-1644.
Mart{nez de Aybar, Martin
Propietario de la escribania de camara desde 1655 (con 41 anos de MarUnez Gasco, Juan .
edad) Y hasta 1663, cuando la p]aza se declar6 vacante por negarle la Escribano publico desde 1624 Y hasta su muerte en 1645 (precio:
confinnaci6n (precio: 24.000). 4.500 pesos). Su plaza se confirm6 en 162.6· ·
rotocolos pertenec1entes al AHQ, 5a notaria,
Era regidor perpetuo de la ciudad de Quito entre 1648 y 1663 (precio: Su fiirma apareCe en P
l.~97 pesos) y, nuevamente, a partir de 1663. 1633-1640 y 6a notaria, 1624-1641.
~Jerc_i6, en varias ocasiones, de alcalde ordinario y de cont ador
mtenno. Mata, Benito Anto~i~ d d antes de 1750 (fecha de confirmaci6n).
Os~nt.0 e] titu]o de capitan por haber sido soldado en Buenos Aires y E scribano de provmcia es e
Chile. Fam ilia: d M t quien eierci6 en esta escribania hast.a la
Murio en 1684. . d Mateo e a a, ~ · 1
E ra hiJO e Benito Antonio y cuya firma aparece, por eJemp o,
Familia y propiedades: mayorfa de edad de . t al AHQ 3a notarfa 1747-1762. Mate0
Era natural de Aybar, Navarra. en protoco1os pe rtenec1en es ' '
Apéndicc JI LoK c11cribunoa de Quito 1600-1760
162
de Mata era, ademé.s, ten~ente.alguacil mayor de c~rte en la década de u casa al parecer, un archivo privado que recogfa diatim.
11\•vo en s , 1 . te famj .
1740. En 1747 intent6, sm éx1to, comprar la e!lcnbnnfo de provinc· J"'
01
tftulos y cédu as concermen s a su ha UJllU(Dea
18 paP . es.Y a sus propiedades. El total de sus bienes sum6 20.160-
para un hijo exp6sito suyo (lBenito Antonio?). oHtica . 1 d ,_
P 1os que se reba1aron
de · 12.10 pesos a rafz e deudas, censo11 lutAll
Mayorga, Diego Bautisla de de albaceazgo.
Su firma aparece en protocolos pertcnecientes al AHQ, la notarfa,
Familia: . 2 d' .
1622-1650. , A"_rQ
Segun n. •
Testamentana, Ca.Ja 3 , expe tente 22.6.1703
.
y ca.ia. 67,
expediente 11.11.1729 y AHQ, 6a notarfa, c8Ja 8, expediente
Mayorga, Lorenzo Bautisla de
Rcceptor desde 1688 y al menos hasta 1691 (precio: 1.700 pesos). s21.5.1739: . M f AJ s h" ' U-..t-
as6 en primeras nupc1as con ara varez. u IJ& comun, ......~..
Melo, Juan Crist6mo de
J:s~fa Montenegro, se c~~6 con Ambrosio Rueda del Campillo Cvid.).
Escribano publico en arrendamiento entre 1742 (con 34 an.os de edad)
El matrimonio no tuvo hlJOS.
Se cas6 en 1690 (probablemente en segundas nupcias) con Sicilia Rosa
y 1746 cuando su plaza se declar6 vacante por falta de confirmaci6n
(valor: 125 pesos anuales).
de Sosa, hija del alférez José Sosa y d~ Ana ?e.
Acost.a (do~ de 5.000
pesos), con ]a que no tuvo hijos. Su mUJer rec1b16 en herencia algunas
Su firma aparece en protocolos pertenecientes al AHQ, 6a notarfa,
haciendas, por un valor total de 15.000 pesos y uns casa en la plaza de
1742-1755.
Familia: San Francisco de Quito.
Era yerno de Gregorio de tal, maestro sombrerero del obraje del
capitan Antonio Pastrana. Corno tal, considerado criado suyo. Montenegro, Ignacio . .
Oficial mayor de la escribanfa pubhca de AleJo Nuilez Montesdoca.
Miranda, Alonso de
Oficia1 mayor del oficio publico de Francisco Dionjsio Montenegro Montenegro, Jer6nimo d 1640
(vid.). Escribano del J uzgado de la Santa Hermandad en la d~ada e ~
Su firma aparece en protocolos pertenecientes al AH • la no
Montenegro, Francisco Dionisio 1641-1644.
Receptor desde 1685 (lcon 21 anos de edad?) y hasta 1686 cuando
consigui6 el oficio publico (precio: 1.000 pesos). A partir de 1687 era Monteiiegro y Morales •. José (valor: 50 pesos anualesl.
escribano pubLico (valor: 4000 pesos), posici6n que mantuvo hasta su Receptor en arrendam1ento desde 17 37
muerte en 1718.
Tunfa de oficial mayor a Alonso de Miranda (vid.) Montesdoca, Baltazar de _ de edad) y !645 (precio: 900 pesos).
Su firma aparece en protocolos pertenecientes al AHQ, 4a notarfa, Receptor entre 1637 (con 25 anos
1693-1694 y 5a notaria, 1685-1714. Su plaza se confirm6 en 1639. cuando su plaza se declarô
1652
Propiedades: Escribano de cabildo entre 16 ~4 Y( . ·'. g 500 pesos).
fi. nac16n p1ec10. .
Desde 1717 bubo un concurso de acreedores contra sus bienes. Estos vacante por falta d 0 con ~ 1 1652 1655. .
incluyeron: una hacienda, u.na estancia, algunas caseras, dos casas de Escribano interino de cabildolen erte1;ecientes al AHQ, la noumfl,
protoco os P
morada en la plaza de San Francisco en Quito, dos cuadras de tierra, Su firma aparece en a 1 tftulo de capitan.
ctiferentes objetos caseras (lienzos, laminas, muebles, oratorios, siete 1652-1654. Tenfa, adem s, e
escritorios, ropa, plata labrada, material de edificaci6n de casas y
esclavos). Su biblioteca inclufa 13 libros sobre temas de teologfa, Montesdoca, Manuel . to desde 1745 (valor: 80 peso anuales).
comercio, derecho y prâctica notarial Receptor en arrendrunien
li
En 1701 era oficial de pluma y bachiller y tenfa 44 anos. como el pasado dueno de unas
Paz Alcoser, Alonso de Quito).
Procurador desde antes de 1667. Riuaneneyra, Francisco Javier
En 1667 apost6, sin éxito, a la plaza de receptor. Receptor desde 1669.
Receptor desde 1669 (precio: 1.300 pesos).
Era, igualmente, agente fiscal en la Audiencia. Riuadeneyra, Man.uel. de y l683 (precio: 750 pesos).
Escribano de provmcia entre 1675
Peralta, Juan de
Su firma aparece en protocolos pertenecientes al AHQ la notaria, Agente del Real Fisco en ;o~~~~s pertenecientes al AHQ, 3a notarîa,
Su fuma aparece en pro
1636-1641. •
1675-1681.
Ap6odlce Il
Tenîa por oficial mayor a Jer6nimo de Cabrera (vid.). En sus en.fi Su.cirez Cabeza de Vaca, José de
medades despach6 el oficio Juan L6pez Salceso (vid.). er- Receptor desde 1689 y hasta al menos 1691 (precio: 1.210 pesoaJ.
Familia y propiedades:
Era hijo de Alonso Sanchez Maldonado (abuelo, vid.), padre de Alonso Su.cirez de Figueroa, Diego
Sanchez Maldonado (nieto, vid.) y abuelo de Pedro 'lbmâs Sânch Se conocen dos personas que responden a este nombre.
Maldonado (vid.). ez El primero:
Su hija Maria se cas6 con el capitân Lucas Loyola, alcalde de la Santa Escribano de camara por designaci6n del presidente Hemando San·
Hermandad en 1659, procurador de Quito en 1668, teniente canciller tillén y cuyo nombramiento se confirm6 por el Rey en 1567. (precio:
may~r al menos en la. década de 16_70, natural de Espana, hijo de 4.000 pesos). Ejerci6 hasta su muerte, acaecida, probablemente, en
Do~mgo de ElZmendi y de Catalina Loyola (ambos vecinos de 1604.
Gwpuzcoa). Maria y Lucas tuvieron dos hijas: Ignacia, casada con Familia:
José Guerrero Salazar (alcalde de la Santa Hermandad en 1679) y Tuvo dos hijos, Francisco Suérez de Figueroa, regidor perpetuo y
'lbmasa, casada con Martin de Roa Albarracin. encomendero, y Diego Suérez de Figueroa (el segundo, vid.).
Tenia por cwï.ado (i,suegro?) a Garcia Valencia Le6n (vid.) Su hermano, Luis Suarez de Figueroa, era escribano interino de
Sus herederos alegaron que obtuvo sus bienes en herencia y que no cémara, a finales del siglo XVI.
lleg6 a acumular dinero mediante su ejercicio profesional. El segundo:
Escribano de cabildo entre 1614 y 1627 (precio: 10.000 pesos). Su
Sanchez Maldonado, Pedro Tomcis plaza se confinn6 en 1617.
Su firma aparece en protocolos pertenecientes al AHQ, lo notarfa,
E~cribano de camara desde 1680 (por compra de su padre, Alonso 1616-1626.
s .a nchez Maldonado (nieto) (vid.) (precio: 17.000 pesos)), pero con
Familia:
eJ:rc:ic10 efectivo s6lo a partir de su mayoria de edad en 1701 (con 25
Era hijo de Diego Suérez de Figueroa (el primero, vid.).
anos de edad). Ejerci6 el oficio hasta 1726.
Era capitan. Se cas6 con Beatriz de Atienza.
Familia: Tuvo al menos tres hijos:
'lbmés Suérez de Figueroa (vid.), Diego Suarez de Figueroa (obogado
Hijo de Alonso Sanchez Maldonado (el segundo vid.) y nieto de y protector de indios interino de la Audiencia) y una hija que se cas6
Antonio Sé.ncbez Maldonado (vid.). '
con Diego Rodriguez Urbén (vid.).
Su hija Tomasa se cas6 con (Patricio) Antonio Villamil y Tapia (vid.),
su suceso.r en el oficio, con quien tuvo siete hijos. AHQ Menores de
Suârez de Figueroa, José
E.dad, caJa 1, expediente 26.8.1737 contiene un inve~tario de los Receptor antes de 1716, cuando su plaza se declar6 vacante por falta
b1enes de 'lbmasa
. · Juyeron, entre otras cosas, unas casas
• los qu e tnc de confirmaci6n.
en la esquma del convento de la Compaiifa de Jesus con tiendas
Contador de la Caja Real en 1746.
mucha ropa, plat.a 13:b~ad~, j~yas y alhajas caseras y un~ hacienda d~
ganado en Pomasqu1 (Junsdicci6n de Quito). Familia: din · d Q ·
Yerno de Juan de Ibarguren, capitan y alcalde or ano e wt.o en
1745.
Sosa, Pedro
Rec.~tor en barren~amiento desde 1722 (valor: 50 pesos anuales). Es Suârez de Figueroa, Luis .
pos1 e que aya s1do receptor en las dos décades antcriores Escribano interino de cémara a finales del SJglo XVl.
~; ~~; :.parece en protocolos pertenecientes al AHQ, ln .notnrla,
1 2 Familia: d Fi ( . ·a)
Hermano de Diego Suérez e gueroa e 1 pnmero. v1 - .
Apéndice Il Los escribanos de Quito 1600-1750
164
para todo ello, asi escri~a co~o plazos de paga, le tengo de dar
guridad bastante a su satisfaccron; y con esto cada uno Io que le tDca
~~ligamos nuestras personas, bienes habidos y por haber, derecbos y
acciones, muebles y raices a guardar Y cumplir este contrato como en
Apéndice III el se declara y damos todo nuestro poder cumplido a cualesquiera
Documentos jueces y justicias de su majestad y a esta Real Audiencia para que nos
compelan y apremian al cumplimiento de ello como por sentencia
definitiva de juez competente pasada en cosa juzgada y Io firmamos de
1. Contrato de venta - renuncia de la escribania de camara nuestros nombres;
Andrés de Orozco Cosme de Oliva y Atienza
entre Andrés Orozco Guzmcin y Cosme Oliva Atienza
Quito 6.10.1630 Nota : la puntuaci6n y la division en parrafos no sonoriginales sino
Fuente: Exp. 4.5.1655 AHQ, Oficios, 3, p. 43 aftadidos por la autora.
En la ciudad de San Francisco del Quito en seis dias del mes de
octubre de mil y seiscientos y treinta aftos=
So~os concertados el secretario Andrés de Orosco y Cosme de Oliva y
At1enza en _esta manera : que yo el dicho secretario Andrés de Orosco 2. Instrumento de aceptaci6n de renuncia y de sus condiciones
v~ndo al dicho Cosme de Oliva y Atienza el oficio de escribano de
camara de est;a Re~! Audiencia que al presente est oy ejerciendo con entre la alabacea de los bienes del difunto escribano de camara
~~~ pap~les a _el_ aneJOS Y pertenecientes, en precio y cuantia de diez y Antonio Sanchez Maldonado y Martin de Aybar.
. 0 . mil Y qwruentos patacones de a ocho reales pagados en los plazos Quito, 2.5.1655
s1gu1entes: Fuente: Exp. 4.5.1655 AHQ, Oficios, 3, pp. 44-45
~1 :r~ioJue su majestad ha de baber del dicho oficio lo he de pagar yo En la ciudad de San Francisco de Quito en dos dias del mes de mayo
e ic o osme_de Ol_iva y Atienza a la Real Caja luego de contado que de mil y seiscientos y cincuenta y cinco aiios ante mi el escribano de
se. ~aga l_a ~venguaci6n del verdadero valor; y el resto a los diez y ocho Su Majestad de cabildo publico y testigo de suso parecieron de la una
~~J qwrnentos patacones, los seis mil de ellos que me debe Diego de parte Juan Lorenzo Lucero albacea testamentario y tenedor de bienes
escri::.:m:~:~~ader Y Fr,ancisco de Soria su cuiiado Y fiador por de Antonio Sanchez Maldonado, difunto, escribano de câmara que fue
Hacienda y Real ego ~~n~ez de Ocampo, escribano de la Real de esta Real Audiencia y de la otra el capitan Martin de Aybar, ambos
de Orozco plaza; p~!e;o d: :a;:~:lga: al dic~o secreta~o Andrés vecinos de esta dicha ciudad; y dijeron que por cuanto el dicho Antonio
y el cumplimiento a diez mil pesos con l~n~.q~e V!~ne ?e tremta Y. dos; Sanchez Maldonado en conformidad de la cédula de su majestad
a dos aiioR de la fecha de este ic 0 seis mil de la escntura renunci6 el dicho oficio de escribano de camara en tiempo babil en
contrato que vion . el dicho Juan Lorenzo Lucero en primer lugar y en scgundo en el
después de cumplido el plazo de 1 d"1 h . e a ser se1s meses
dichos diez y ocho mil y quinientoa : a escnlura; Y el reslo a los dicho capitan Martln de ~bar y otros como van llamados segùn
. s pacacones - escalr d J consla de la dicha renunciaci6n a que se remiten; y porque cl dicho
del terc10 que como dicho yo, cl dicho Cosm . . 1a ?B os pesos
0 Juan Lorenzo Lucero tiene causas justas y urgentes para no aœptnr
pagar de contado a la Real Caja d _de Oh va Y Atienza, ho do
quedan declarados que ho de page ~ rnllJostad Y los <liez mil que
8
la renunciaci6n del dicho oficio ni puedo ocurrir al uso y ejercicio de él,
secretario. y lo demas que asf res~;ré e;etro de dos anos al dicho dio aviso de ello al dicho capitan Martin de ~bar insinuandole
negocio se lo he de pagar a otros dos l'i todo el precio del dicho acoptase la dicha renunciaci6n asegurando la paga y sntisfacci6n de
diez mil paiaconos. a os mai; adelante de los dichos Io que hubiese de tocnr a los herederos del dicho Antonio Sànchet
Maldonado del valor del dicho oficio y el que tienen los papeles anejos
170 Apéndice Ill
Document.os
Apéndice IV Archiuos
Ejemplos de actuaciones _ Archivo General de Indias (AGU, Sevilla: secciones de Quito de
Escribania de Câmara. Y
_ Archivo Hist6rico Nacional (ARN), Madrid: Secciones de C6di
Ejemplos de instrumentas que pueden ser incluidos en libros de de Consejos Suprimidos. ces 7
protocolo: 1 _ Archivo Hist6rico, Quito (AHQ): secciones de Cedulario, de Crimi-
nales, de Fondo Especial, de Gobiemo, de Nota.rias (pnlœllQI y
testamento, venta, donaciôn, poder (dejaciôn de/sustituciôn de), hipo-
protocolos), de Oficios, de Real Hacienda y de Testamentaria.
tecas renuncias, obligaciôn, cesiôn, tratado, fianza, censo, recibo
_ Archivo Municipal, Quito (AMQ): secciones de Seaetaria GeneraJ.
Jicen~ia, exclamaciôn, examen, reconocirniento, convenio, depôsito'.
Libros de Cabildo y de Miscelânea.
promesa, transacciôn, aprobaciôn, carta de pago, capellania, obra
pia, traspaso, fletamiento, declaraciôn, apartamiento y perdôn, con-
sentimiento, ratificaciôn, trueque y cambio, dote. Manuscritos
- «Apuntes de practicas judiciales, su via ordinaria. ejecutiva y
Oficios anejos a la escribania del cabildo: 2 criminal, su instancia en procesos.. .fonnularios de Indiu.,
particiôn de indios, visita de tiendas, tratantes y demâs oficios, listas (an6nirno, s/f), BN, Mss. 20.258(28).
y reseiias de milicias, gremios padrones y casas tocantes a alcabalas, - «Arreglo de archivos y modo en el despacho universal de lndiu-,
visita de montes y ejidos, cuentas de tributos del corregidor, cuentas (an6nimo, s/f), BPR, 2851, fol. 162.
de obrajes en visita del corregidor en pueblos, asiento en el cabildo. - «Cartilla y examen de escribanos en que se contienen todo género de
causas civiles y criminales, ordenanzas... que pueden servir
para los que hablan de semejante asunto•, (anônimo, s/O, BN.
Ocupaciones de receptor: uarios ejemplos 3 Mss. 12.958(3).
recibir la informaci6n sumaria, recibir peticiones de partes y proveer· - •Ceremonias y estilo de los tribunales del Reino de Na\'arr&•.
las, hacer prisiones y soltar presos, apercibir, notificar, publicar (atribuido al oidor Jaloaga el viejo, s/O, BN, Mss. 9901.
pruebas, dar fe de notarfa, llamar a personas a petici6n de la justicia, - •Discurso con una breve idea de los estorbos que en la recta
dar c~enta o relatar una causa, pedir perd6n de un reo en nombre de administraciôn de justicia suelen poner los agent.es subaltem·
otro, actuar en vez del alguacil mayor y su teniente. os de los tribunales", (an6nimo, s/O, BN, Mss. 20.245(10!.
- •Formulario de mandato judiciaJ e instrumentos notariales•. (an·
6nimo, s/f), BN, Mss. 8-4529.
- Gural, Jaime: «Arte de escribir» (s/O, BN, Mss. 9923.
- Mariana, Juan de: Discursos p~nales y particulares del gobiemo
general y politico del Consejo Supremo de Justicia de e;;ui;;
1
no Fuent.e: examen de los mismos libros de prot.ocolos. José Bono (Los archivos reinos de Castilla y Le6n y ceremonias en él·, ( 1632>. B.'. ~f.s.
';'~ales.··· op. cil., en pp. 29-41) enumero varios instrument.os notariales. 7467.
uent.e: Exp.19.12.1643, AHQ, Olicios 2. 0
3 Fuent.e· a part· del ' .. - Morajanaba, Pablo: «La ciencia vindicada a fuvor de los de "
dise f da d h " examen de aut.os de procesos. No incluye su m1S16n - ya
profesi6n y contra los plurnistas Jlamados comunamentt' ror-
'u ' - e acer instrument.os publicos
Véase Exp. l9.4.1731, AHQ, 6à Nolarfu, 7.
batas., (s/f), BN, Ms.. 11.038.
Fuentes
176