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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA

Calidad, Pertinencia y Calidez


UNIDAD ACADEMICA DE CIENCIAS QUIMICAS Y DE LA SALUD
ESCUELA DE CIENCIAS MÉDICAS

Internado Rotativo de Medicina Interna

Informe de exposición

Tema: Taponamiento Cardiaco

Estudiante: Marlon Eduardo Campoverde


Castillo

Docente: Dra. Tanya Castro Abad.

Periodo: 2022 – 2023

Ecuador – El Oro – Machala


Taponamiento cardiaco

La acumulación de líquido en el espacio pericárdico en una cantidad que basta para ocasionar

obstrucción grave de la penetración de sangre de los ventrículos, culmina en taponamiento

cardiaco. Dicha complicación puede ser mortal si no se identifica y trata de manera oportuna.

Las causas más comunes de taponamiento son la pericarditis idiopática y la que es consecuencia

de cuadros neoplásicos (1).

Figura 1: Taponamiento cardiaco. Se extrajo de osmosis.

El taponamiento también puede ser consecuencia del paso de sangre al espacio pericárdico

después de derrame hemático en casos de disección aórtica, cirugías del corazón, traumatismos y

tratamiento con anticoagulantes en personas con pericarditis aguda. Los tres signos principales

del taponamiento, la tríada de Beck, son hipotensión, disminución o desaparición de ruidos

cardiacos y distensión venosa yugular, con un descenso x notable, pero ausencia del descenso y.

Las limitaciones del llenado ventricular son las que disminuyen el gasto cardiaco (1).

El volumen del líquido necesario para ocasionar el taponamiento cardiaco puede ser incluso de

200 mL cuando la producción de líquido es rápida, incluso >2 000 mL en derrames de aparición

y desarrollo lento cuando el pericardio ha tenido la oportunidad de distenderse y adaptarse al


volumen cada vez mayor. El taponamiento también puede surgir y evolucionar con mayor

lentitud, y en dichas circunstancias las manifestaciones clínicas se asemejan a las de la

insufciencia cardiaca, que incluyen disnea, ortopnea y congestión hepática (2).

Se necesita que el médico tenga una sospecha elevada sobre la posibilidad de taponamiento

cardiaco, porque en muchos de estos casos no se advierte una causa manifiesta de pericardiopatía

y hay que pensar en tal entidad clínica en todo paciente con agrandamiento de la silueta cardiaca

(no explicada por otras causas), hipotensión y aumento de la presión venosa yugular. Puede

haber disminución de la amplitud de los complejos QRS y el llamado fenómeno de alternancia

eléctrica de las ondas P, QRS o T, debe despertar la sospecha de taponamiento cardiaco (2).

Síntomas y signos del taponamiento cardiaco (3)

Clásicamente, los pacientes tienen tríada de Beck, que consiste de los siguientes elementos:

• Hipotensión

• Ruidos cardiacos apagados

• Aumento de la presión venosa (p. ej., distensión de la vena del cuello)


Figura 2: Triada de Beck del taponamiento cardiaco. Extraído de Osmosis.

Sin embargo, la hipotensión tiene múltiples causas potenciales en pacientes con traumatismos,

los ruidos cardíacos apagados pueden .ai difíciles de evaluar durante una reanimación de

traumatismo ruidoso, y la distensión de la vena del cuello pueden estar ausentes debido a la

hipovolemia. El pulso paradójico, una disminución de la presión arterial sistólica durante la

inspiración > 10 mmHg, también es sospechosa, pero de nuevo no es fácil de evaluar en un

entorno ruidoso (3).

Diagnóstico (2)

El tratamiento inmediato del taponamiento cardiaco puede salvar la vida, de modo que es

necesario emprender medidas expeditas para corroborar el diagnóstico por medio de

ecocardiografía. Si el derrame pericárdico ocasiona taponamiento, en la ecografía Doppler se

advierte un incremento extraordinario de las velocidades de flujo por las válvulas tricúspide y

pulmonar durante la inspiración, en tanto que las velocidades de flujo por vena pulmonar y

válvula mitral y aórtica disminuyen (como ocurre en la pericarditis constrictiva).

Tratamiento (1)

Es necesario observar con frecuencia a todos los pacientes con pericarditis aguda en busca de

signos de derrame; en caso de haber uno de gran volumen, se realizará la pericardiocentesis o se

observará de manera estrecha al sujeto en busca de signos de taponamiento. Se necesita medir de

forma seriada las presiones arteriales y venosas y practicar ecocardiografías seriadas.

La pericardiocentesis subxifoidea se realiza en pacientes inestables cuando se sospecha de

taponamiento cardíaco. Monitorización electrocardiográfica durante la in.aición de una aguja

para la elevación del segmento ST (que indica el contacto con el epicardio y la necesidad de
retirar la aguja) se hace si es posible. La pericardiocentesis es una medida temporal. La

eliminación de tan sólo 10 mL de sangre puede normalizar la PA. Sin embargo, la falta de sangre

aspirada no excluye el diagnóstico; la sangre fresca en el pericardio a menudo está coagulada.

Figura 3: Pericardiocentesis. Extraído de Osmosis.

La toracotomía con pericardiotomía o el establecimiento de una ventana pericárdica subxifoidal

son los tratamientos más definitivos, que se indican en pacientes en los que el diagnóstico se

confirma o sospecha fuertemente. Si el personal debidamente capacitado está disponibles y el

paciente está inestable y no responde a otras medidas de reanimación.

Al aparecer manifestaciones de taponamiento es importante emprender inmediatamente la

pericardiocentesis orientada por ecocardiografía utilizando una vía de acceso apical, paraesternal

o más a menudo subxifoidea, porque la disminución de la presión intrapericárdica aumentada

puede salvar la vida. Conforme se prepara al paciente para este método se administrará solución

salina por vía intravenosa, pero no debe retrasarse la pericardiocentesis.

En la medida de lo posible, antes de extraer el líquido pericárdico habrá que medir la presión

intrapericárdica y drenar la cavidad pericárdica de la forma más completa posible. Se puede dejar

un catéter fino con múltiples orificios, que se introducirá sobre la aguja insertada en la cavidad

pericárdica, para drenar el espacio pericárdico en caso de que se acumule de nuevo el líquido.
En el taponamiento repetitivo se necesita a veces el drenaje quirúrgico a través de una

toracotomía limitada (subxifoidea), en casos en que sea necesario extraer derrames loculados y si

se requiere obtener tejido para diagnóstico o surgen las situaciones anteriores de consuno. El

líquido pericárdico propio de un derrame posee las características físicas de un exudado. El

líquido sanguinolento muy a menudo proviene de neoplasias, insuficiencia renal o diálisis.

El líquido pericárdico debe analizarse en busca de eritrocitos y leucocitos y la práctica de

estudios citológicos; se realizarán cultivos. La presencia del DNA de Mycobacterium

tuberculosis identificada por la reacción en cadena de polimerasa refuerza netamente el

diagnóstico de pericarditis tuberculosa.

Referencias

1. Harrison, Principios de medicina interna 19 Edición. Parte 10 trastornos del aparto


cardiovascular; capítulo 288: Enfermedades del Pericardio. Páginas 1573-1574.
2. Eric Stashko; Jehangir M. Meer 2021 Cardiac Tamponade. National library of medicine.
Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK431090/
3. Thomas G. Weiser , MD, MPH, Stanford University School of Medicine. Taponamiento
cardíaco. Manual MSD. Última modificación del contenido may. 2020
4. Appleton C, Gillam L, Koulogiannis K. Cardiac Tamponade. Cardiol Clin. 2017
Nov;35(4):525-537. doi: 10.1016/j.ccl.2017.07.006. PMID: 29025544. Disponible en:
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29025544/
5. Sharma NK, Waymack JR. Acute Cardiac Tamponade. 2021 Aug 4. In: StatPearls
[Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2022 Jan–. PMID: 30521227.
Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30521227/

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