Consulta Suspension Provisional 065-1522-2002

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ESTE FALLO TIENE SEGUNDA INSTANCIA

PROCURADURIA DELEGADA PARA LA MORALIDAD PÚBLICA


Radicación : 065-1522-02
Investigado: Jorge Antonio Bernal Rincón
Cargo y entidad: Alcalde Municipal Tame –Arauca-
Quejoso: Oficio
Fecha Queja: Febrero 18 de 2002
Fecha Hechos: Julio 19 de 2001
Asunto: Consulta Suspensión Provisional (art. 157 inciso 4 Ley 734 de
2002)

Bogotá D.C., 14 de octubre de 2003

I. ASUNTO

Esta Delegada en virtud de la competencia otorgada por el numeral 4 del artículo 25


del Decreto 262 de 2000, en concordancia con el artículo 157 de la Ley 734 de 2002,
revisa por vía de consulta la decisión adoptada el 12 de septiembre de 2003 por el
Procurador Regional de Arauca, mediante la cual suspendió provisionalmente, por el
término de tres (3) meses de su cargo de Alcalde Municipal de TAME (Arauca), al
señor Jorge Antonio Bernal Rincón, quien se identifica con la cédula de ciudadanía
número 17.546.100 expedida en Tame (Arauca) (folio 266 y ss.).

II. ANTECEDENTES PROCESALES

De oficio la Procuraduría Regional de Arauca, inició Investigación Disciplinaria el


22 de febrero de 2002 por presuntas irregularidades en la celebración de los
contratos números 003, 004, 005, 006, 007, 008, 009, 010, 011, 012, 013, 014, 015,
016, 017 y 018, todos ellos suscritos el 19 de julio de 2001 con la firma O.G.
Fundación de la Defensa de los Derechos Fundamentales, Sociales,
Económicos, Culturales, Colectivos, de la Paz y el medio Ambiente, ONG
“FUNDASECOPA” por un valor total de $ 817.845.368 e incumplimiento en los
trámites de selección objetiva previstos en el artículo 24 de la Ley 80 de 1993 y su
Decreto reglamentario 855 de 1994; asimismo, por posible omisión en la designación
de un supervisor o interventor en todos y cada uno de los contratos (folio 82).

A través de auto del 11 de septiembre de 2003 la Procuraduría Regional formuló


pliego de cargos en contra del señor Jorge Antonio Bernal Rincón, por las siguientes
conductas:

1. Por suscribir los contratos de obra números 003 al 017 el día 19 de julio de
2001, con la Fundación de la Defensa de los derechos Fundamentales,
Sociales, Económicos, Culturales, Colectivos de la Paz y del Medio Ambiente,
O.N.G. “FUNDASECOPA”, desconociendo el principio de selección objetiva.

2. Por haber adicionado los contratos celebrados con FUNDASECOPA, en


cuantía superior al 50% de su valor inicial.

3. Por haber suscrito los contratos 003, 004, 005, 008 y 015 que tenían un
mismo objeto, por suma superior a doscientos ochenta millones de pesos,

1
cantidad que rebasó la menor cuantía, y no haber acogido el proceso de
licitación pública. (folio 258).
4. Por no haber firmado las adiciones efectuadas a los contratos 003, 004, 005,
006, 008, 009, 010, 012, 013, 014, 015, 016 y 017 como era su obligación,
porque la adición es un nuevo acuerdo de voluntades, que requiere de modo
ineludible la firma del jefe de la entidad. (folio 258).

Inmediatamente al día siguiente, es decir el 12 de septiembre de 2003 esa misma


Regional decidió suspender provisionalmente de su cargo de Alcalde Municipal de
Tame (Arauca) al señor Jorge Antonio Bernal Rincón e igualmente consultar esta
decisión ante el superior (folio 272).

Recibido el asunto en esta Delegada, mediante auto del 22 de septiembre de 2003


dispuso el traslado al disciplinado por el término de 3 días, conforme lo ordena el
inciso quinto del artículo 157 de la Ley 734 de 2002, quien presentó dentro del
término legal escrito de alegaciones mediante apoderado, a quien se le reconocerá
personería jurídica para actuar dentro del presente trámite (folio 297).

III. DE LAS RAZONES DE LA SUSPENSIÓN

Tal como se anotó, la Procuraduría Regional de Arauca decidió suspender


provisionalmente al citado Alcalde Municipal, bajo los siguientes argumentos:

o Las conductas objeto de investigación fueron calificadas como Graves


teniendo en cuenta la jerarquía y mando del implicado, por la trascendencia
social de la misma y el mal ejemplo dado a la comunidad, pues en su
condición de Alcalde le imponía el inexcusable deber de actuar con absoluta
transparencia y probidad.

o A su juicio considera la Regional que la permanencia del señor Bernal Rincón


como Alcalde Municipal de Tame, puede ser factor que interfiera en la
sustanciación de la cusa disciplinaria, pues es sabido que el alcalde, como
primera autoridad del municipio, tiene una enorme ascendencia en su medio,
con los funcionarios del municipal.

o Tampoco descarta que el funcionario continúe celebrando contratos sin


observar los requisitos contenidos en la Ley 80 de 1993 y reincida en la
conducta por la que se le juzga, pues en la contratación investigada
desconoció palmariamente la Ley 80 de 1993, lo que constituye un serio
antecedente de su comportamiento.

o Además que es precisamente en la contratación por donde es defalcado el


patrimonio público y la suspensión provisional es una herramienta eficaz para
combatir este flagelo, impidiendo a los funcionarios cuestionados seguir en
sus cargos con el grave riesgo de que incurran en conductas ilegales.

IV. DE LAS ALEGACIONES DEL DISCIPLINADO

El señor Jorge Antonio Bernal Rincón, actuando mediante su apoderado, solicita la


revocatoria de la medida de suspensión provisional con sustento en los siguientes
argumentos (folio 297):

2
Las consideraciones y valoraciones consignadas en la providencia de suspensión
provisional confunde unos requisitos con los requisitos de proferir auto de cargos y
los mezcla de tal manera que confunden al investigado y no permiten determinar con
claridad cuáles son las valoraciones del investigador, pues se plantean
generalidades y posiciones doctrinarias que no tienen que ver con el caso especifico.

Se plantea un análisis probatorio que prejuzga al tener como ciertas y establecidas


unas supuestas conductas que demuestran que hubo desconocimiento del principio
de selección objetiva al omitir un proceso licitatorio, planteamiento que es
precisamente el objeto de la investigación disciplinaria y no los argumentos para
sustentar la medida de suspensión provisión que debe demostrarse por medios
probatorios válidos “prueba que inequívocamente demuestre el cumplimiento de
los requisitos para la suspensión provisional (art. 157 ley 734 de 2002)”.

No resulta procedente determinar en este momento si existe o no responsabilidad


disciplinaria, pues esto se demostrará o desvirtuará en el transcurso del proceso y se
determinará en el fallo correspondiente.

Por el contrario los medios probatorios, consideraciones e interpretación de la prueba


deben ir encaminados a demostrar inequívocamente que se evidencian serios
elementos de juicio que permiten establecer que la permanencia en el cargo, función
o servicio público posibilitan la interferencia del autor de la falta en el trámite de la
investigación, por lo que surge la obligación de manifestar y demostrar
probatoriamente cómo puede o podría interferir, de otra manera se suspendería
arbitrariamente y con desconocimiento de derechos fundamentales como la igualdad
y debido proceso.

Se suspendería bajo la presunción de la mala fe o culpabilidad por lo que los


argumentos deben ser objetivos y fundados en pruebas, no en creencias o la
hipotética posibilidad de que de pronto en el futuro pueda ocurrir.

La providencia consultada señala que a juicio de la Regional, la permanencia del


Alcalde en su cargo puede ser factor que interfiera en la sustanciación de la causa
disciplinaria, planteándose de esta manera un subjetivismo claro y manifiesto, porque
es lo que se cree, es la posibilidad sin fundamento, y el término puede ser, se refiere
a algo indeterminado e incierto en el tiempo, es decir que se suspende porque se
encuentra ejerciendo el cargo.

Además que como alcalde no tiene ninguna ingerencia en los funcionarios que
instruyen el proceso, pues son funcionarios de la Procuraduría y lo que se debe
demostrar es la falta de colaboración u obstaculización en el normal desarrollo de la
investigación que le adelanta la Procuraduría, pues de lo contrario se debería de
suspender de manera general a todos los funcionarios que sean investigados, pues
de una u otra manera estos tendrían ascendencia en su medio y podrían
potencialmente interferir en la investigación.

También se le señala que tampoco es descartable que el funcionario continué


celebrando contratos sin observancia de los requisitos contenidos en la Ley 80 de
1993, incurriendo nuevamente el fallador en el terreno de prever el futuro y la
especulación sin respaldo probatoria, más aún que se tratan de contratos suscritos
en el 2001 y que actualmente no se están suscribiendo y que pasados dos años no

3
se suscribieron otros, porque se piensa que ahora sí, se pregunta por qué razón no
se suspendió antes de finalizar su mandato y por qué ahora sí.

Afirma que el señor Procurador Regional está prejuzgando al dar por cierta y
demostrada la falta disciplinaria, a pesar de que el proceso se encuentra en
instrucción, por lo que no tendría sentido entonces adelantar el proceso disciplinaria,
pues ya tiene certeza de la falta y lo declara culpable.

Respecto a que es sabido que la contratación pública es la vena rota por donde
sangra el presupuesto de las entidades, considera que se centra en un análisis
abstracto y para nada concreto al caso y a él como investigado.

Por último, señala el defensor que se citan conceptos y doctrinas de orden general
sobre la suspensión provisional para el año de 1995 y que son valederas pero que
no encuentran aplicación para el presente caso, máximo cuando existe un nuevo
ordenamiento legal vigente.

V. CONSIDERACIONES DE LA DELEGADA

Procede entonces, esta Delegada a estudiar si legalmente es viable mantener en


firme la medida tomada por el Procurador Regional de Arauca, sobre la suspensión
provisional del ejercicio del cargo de Alcalde Municipal de TAME, al señor Jorge
Antonio Bernal Rincón. Para tal efecto son necesarias las siguientes
consideraciones:

MARCO NORMATIVO

1. El primer inciso, del artículo 157 de la Ley 734 de 2002, establece con relación a la
medida objeto de la presente consulta:

“Suspensión provisional. Trámite. Durante la investigación disciplinaria


o el juzgamiento por faltas calificadas como gravísimas o graves, el
funcionario que la esté adelantando podrá ordenar motivadamente la
suspensión provisional del servidor público, sin derecho a remuneración
alguna, siempre y cuando se evidencien serios elementos de juicio que
permitan establecer que la permanencia en el cargo, función o servicio
público, posibilita la interferencia del autor de la falta en el trámite de la
investigación o permite que continúe cometiéndola o que la reitere”.

De esta norma, se desprenden claramente una serie de requisitos que deben


cumplirse para que sea jurídicamente viable disponer la suspensión provisional, los
cuales son:

 Que la medida se adopte durante la investigación disciplinaria o de


juzgamiento;
 Que la suspensión se produzca por mediar presuntamente conductas
que puedan conducir al establecimiento de faltas calificadas como
gravísimas o graves;
 Que la providencia a través de la cual se decrete la medida señale los
motivos que conducen a esa determinación;
 Que se haya evidenciado o que razonablemente se concluya, según
lo observado en las diligencias disciplinarias adelantadas, la existencia

4
de serios elementos de juicio, de los cuales pueda deducirse que la
permanencia en el cargo, función o servicio público posibilitaría la
presentación de una cualquiera de las siguientes situaciones:
o la interferencia del autor de la falta en el trámite de la
investigación;
o la continuación de la falta o bien la reiteración de la misma.

DEL CASO CONCRETO

2. El cabal examen respecto del cumplimiento de los requisitos anteriormente


señalados, será el que prosigue.

Tal como quedó reseñado en el acápite de antecedentes, la suspensión provisión se


decidió por el Procurador Regional de Arauca, en providencia del pasado 12 de
septiembre, un día después de habérsele dictado pliego de cargos en su contra,
razón por la cual, el primero de los requisitos mencionados se cumple cabalmente de
acuerdo con el art. 161 del C.D.U.

En efecto, la naturaleza de las faltas por las cuales se formuló pliego de cargos, se
corresponde con la denominadas por la ley como “graves”; la Delegada observa que
cuatro son las conductas endilgadas al señor Jorge Antonio Bernal Rincón en su
condición de Alcalde del Municipio de Tame –Arauca- relacionadas con el proceso
contractual desplegado por su administración durante el mes de diciembre de 2001.

Del pliego de cargos debidamente trasladado al disciplinado, puede deducirse que


las faltas han sido calificadas como graves; bien se sabe que la calificación de
graves o leves depende del juicio de adecuación típica que elabora el funcionario que
adelanta la investigación; no así las gravísimas, así establecidas por la ley, aunque
esto último sufre un matiz pues, si las faltas son gravísimas pero la forma de
comisión es culposa, las mismas se tendrán como graves.

En este sentido, el grado de consulta, ha de remitirse a la calificación así hecha por


el funcionario competente para calificar, pues a pesar de que la ley, erige en primer
requisito la valoración de la gravedad de la falta cuando se ocupa de la consulta, el
permitir a quien conoce en grado de consulta discutir esa calificación, implicaría su
posibilidad de variación por el superior funcional lo cual constituiría una suerte
de apellatio que no procede contra el auto de cargos. Cosa tanto peor fuera que el
superior pudiera mutarla de grave en gravísima, por la vía de la consulta, cuyo fin
único es ocuparse del cumplimiento o no de los requisitos legales en que ha de
fundarse la medida provisional. Así entonces, la conclusión es que el superior
funcional ha de apegarse a la calificación dada por el a quo cuando conoce de la
consulta de la suspensión provisional.

3. Ahora bien, como lo ha señalado la H. Corte Constitucional en pronunciamiento


sobre la constitucionalidad del artículo 157 de la Ley 734 de 2002, cuyas
conclusiones resultan fundamentales para avanzar en esta consulta, la motivación
exigida constituye una de las varias garantías previstas por dicha norma, la cual
permite el ejercicio del control judicial sobre la legalidad de la medida y al dar cuenta
de “Los motivos sobre los que el funcionario fundó la orden de suspender

5
provisionalmente al servidor, también constituyen el fundamento único de la
medida”.1

En efecto, esta Delegada se permite agregar que esta motivación, además de ser
una prenda del principio de legalidad en cuanto sujeta al funcionario de conocimiento
a los límites que le marca el ordenamiento jurídico para poder tomar la decisión, es
también una garantía del derecho de defensa del disciplinado, dado que le posibilita
controvertir los fundamentos de la decisión ante el superior funcional, discutiendo las
valoraciones fácticas y jurídicas que sustentan la medida de suspensión provisional,
de tal suerte que el señalamiento de los motivos es un elemento fundamental en este
tipo de decisiones, y de otra parte, aquellos que se indican en la respectiva
providencia, constituyen el fundamento único de la medida adoptada, conforme ha
sido definido por la H. Corte.

Siendo así, la segunda instancia, y en este caso, la Delegada, queda limitada en su


examen a los motivos invocados por la decisión de suspensión, así como a la
fundamentación de los mismos, por lo cual es dentro de ese marco material y
conceptual que debe proceder a la correspondiente revisión.

El defensor se queja de la subjetividad de la argumentación del funcionario


investigador al suspender a su prohijado y aduce cierta imposibilidad de prever lo
que pasaría. Y en ello apenas la razón le asiste de manera parcial pues, es lo cierto,
que todos los funcionarios con poder decisorio tienen la obligación de respetar una
carga de argumentación suficiente que diluya las sospechas de arbitrariedad en sus
conclusiones. Esa argumentación por supuesto, debe hacerse por medio de juicios
recognoscitivos y no apenas constitutivos o subjetivos. Sin embargo, lo que si no
parece correcto es deplorar los juicios que construyen posibilidades, pues, ante todo,
habrá de recordarse que el derecho sancionador debe operar con esta clase de
argumentos cuando valora conductas humanas y realiza juicios de prognosis, lo cual
no los erige en arbitrarios per se, pues ha de partirse de elementos fundados,
debidamente establecidos en el proceso que permitan las inferencias a que se llega.
Tal sucede con los juicios respecto a la valoración de lo subjetivo en la libertad
condicional en el proceso penal (temporalmente abolido pero que ya se proyecta
reformar), el criterio personalidad en la libertad provisional o en la condena de
ejecución condicional, etc. Un tanto sucede así, en el derecho disciplinario en frente
de la suspensión provisional en el empleo o cargo.

5. En la ya citada sentencia de constitucionalidad, al ilustrar el concepto emitido el 13


de enero de 2003, en el curso del proceso de revisión constitucional al artículo 157
del CDU, la Procuradora Delegada para el Ministerio Público en Asuntos Penales
consignó que

“la suspensión provisional es una medida de carácter reglado que debe


estar debidamente motivada en situaciones claramente determinadas, es
decir, que la falta investigada se califique como grave o gravísima y que
existan serios elementos de juicio que lleve al investigador a establecer
que la conducta del servidor público puede reiterarse u obstaculizar el
proceso por la presencia del mismo. De ahí que no se pueda entender
que la suspensión provisional se pueda adoptar sin fundamento alguno,
arbitrariamente o de plano. Al contrario, ella requiere del análisis del

1
Sentencia C-450 de 2003

6
acervo probatorio recaudado y de un juicio valorativo con elementos
contundentes que la justifiquen”.

Como ya se indicó, la motivación debe referirse a serios elementos de juicio


detectados dentro del proceso, de los cuales se deriva la existencia de una o varias
de las causas que distingue la Corte en la ya citada sentencia:

“De tal manera que existen sólo tres causas que podrán justificar que el
funcionario que adelanta la investigación o el juzgamiento, ordene la
suspensión provisional del servidor:

“(a) Que permanecer en el cargo, función o servicio posibilite la


interferencia del servidor en el trámite de la investigación.

“(b) Que permanecer en el cargo, función o servicio permita la


continuación de la comisión de la falta por la que se le investiga o juzga.

“(c) Que permanecer en el cargo, función o servicio permita que se reitere


la falta por la que se le investiga o juzga”.

6. En el caso que nos ocupa, observa esta Delegada que en la providencia


consultada el a quo consideró que la permanencia del disciplinado, podría ser factor
determinante para interferir en la sustanciación de la causa disciplinaria
adelantada en su contra, pues como primera autoridad del municipio, el señor
Bernal Rincón, tiene una enorme ascendencia en su medio y en los funcionarios del
orden municipal (folio 283).

Tal apreciación no puede compartirse por esta Delegada y se juzga incorrecta. Las
razones son estas (i) la investigación disciplinaria la adelanta la Procuraduría
General de la Nación y no alguno de los despachos que dependan directamente de
la Alcaldía Municipal, pues baste recordar solamente, que la Procuraduría General
de la Nación, es un Organismo de Control Autónomo e Independiente; sus
decisiones no son consultadas en ningún momento, con la primera autoridad
administrativa de un municipio; pero asimismo (ii) no existen indicios torticeros en el
dossier, que permitan avizorar que el Alcalde investigado, torpedea, desvía testigos,
esconde o puede esconder papeles importantes a la investigación y (iii) los
elementos de prueba que precisaría una decisión de sanción, por lo menos en sus
rudimentos objetivos –esto es lo contratos y demás actuaciones—ya obran en el
proceso.

Acepta este despacho el argumento del defensor cuando afirma que lo que debe
demostrarse es que “...con ciertos hechos o conductas a él atribuibles le obstaculiza
o interfiere el normal desarrollo de la investigación y que el funcionario instructor
(Procuraduría) advierte dicha dificultad o falta de colaboración para adelantar la
investigación..”

7. Tal circunstancia no está detectada, establecida o declarada dentro de la


actuación disciplinaria adelantada por la Procuraduría Regional de Arauca, además
que como ya se dejó dicho, es necesario que los motivos que dan origen a esta
medida de la suspensión provisional, no pueden estar basados en supuestos
subjetivos sin que baste apenas advertir que lo dicho “no es una apreciación
subjetiva”, pues es preciso esforzarse en dar razones confutables.

7
Por ello es incorrecto afirmar que no es descartable “... que el funcionario continué
celebrando contratos sin observancia de los requisitos contenidos en la Ley 80 de
1993, y reincida en la conducta por la se le juzga (sic)...”; un aspecto como este más
caería en la justificación de una suspensión por reiteración de la conducta
reprochada en los cargos, pues lo esperable es que a la vista de la sindicación el
investigado repiense la corrección o no de su actuar y extreme la prudencia debida
en el administrar. De probarse lo contrario, se haría expedita la puerta para el ingreso
a la medida provisional.

Lo anterior se refuerza si se tiene en cuenta que los cuestionados contratos,


corresponden a la vigencia de 2001 y que a la fecha han trascurrido casi dos años, y
dentro del material probatorio allegado al plenario no se percibe y muchos menos se
establece si han existido más contratos en donde se evidencien las mismas
irregularidades.

8. En consecuencia, encuentra esta Delegada que no existen los serios elementos


de juicio que demanda la ley, para concluir que las faltas se seguirán cometiendo o
reiterando, porque esa simple observación en la motivación de la suspensión
provisional no se sustenta en prueba o en exámenes concretos, así como tampoco
se precisan razones que permitan llegar a esa conclusión, sino que más bien sugiere
una visión un tanto subjetiva del investigador sobre la proyección de la conducta del
disciplinado.

No basta decir que existen elementos de juicio, es necesario hacerlos ver y además,
tales deben aparecer como algo evidente en el dossier y esa evidencia debe
hacerse notar expresamente en la motivación de la suspensión.

9. Sobre la necesidad de la solidez del juicio y razonamiento de la autoridad


disciplinaria para tomar esta delicada decisión, es imperativo recordar el
planteamiento esbozado por la Corte Constitucional en la sentencia atrás citadas, al
referirse a las causas de la suspensión:

“No basta la sospecha de que estas causales pueden llegar a


presentarse. Es necesario que respecto de su ocurrencia se evidencien
serios elementos de juicio.

“Es importante, también, subrayar que la medida provisional es justificada por


el propio legislador a la luz de unos fines específicos. El fin de evitar que se
interfiera la investigación consulta la protección de todos los principios e
intereses constitucionales desarrollados por el derecho disciplinario. El fin de
evitar que la falta continúe o se reitere también apunta en esta dirección sin
que pueda interpretarse como la introducción de ideas asociadas al
peligrosismo. De lo que se trata es de precaver que una conducta objetiva de
la cual existen serios y evidentes elementos de juicio, se prolongue en el
tiempo una vez realizada. Dicha prolongación puede tener dos modalidades: la
simple continuación o la reiteración de la conducta ya realizada . No se está
entonces, ante un juicio anticipado acerca de la personalidad del
servidor público investigado o juzgado disciplinariamente sino ante una
facultad derivada de la valoración de elementos probatorios relativos al
acto que disciplinariamente se le imputa.” (resalta el despacho).

8
10. Así las cosas, la revisión efectuada por esta Delegada a través de las anteriores
consideraciones, permite concluir que la medida adoptada por el Procurador
Regional de Arauca, no llena a cabalidad los requisitos exigidos por el Art. 157 del
CDU; por el contrario, dicha motivación permite deducir claramente que no se
evidencian en la presente investigación disciplinaria, serios elementos de juicio a
partir de los cuales se pueda establecer que la permanencia del señor Jorge Antonio
Bernal Rincón en el cargo de Alcalde Municipal de Tame (Arauca) posibilita o permite
que interfiera en la presente investigación, como tampoco que continúe cometiendo o
reitere las conductas que le han sido endilgadas y por las cuales se le han solicitado
explicaciones.

En consecuencia, esta Delegada revocará la decisión de suspensión provisional


adoptada por el Procurador Regional de Arauca, en contra del señor Jorge Antonio
Bernal Rincón, y que es objeto de la presente consulta. El a quo librará los oficios de
rigor para que el alcalde cuestionado sea reincorporado a su cargo así como los
demás que fueren menester para la efectividad de esta medida.

En mérito de lo expuesto, el Procurador Delegado para la Moralidad Pública, en


uso de sus atribuciones legales,

RESUELVE:

PRIMERO.- REVOCAR la providencia del 12 de septiembre de 2003 proferida por el


Procurador Regional de Arauca por medio de la cual se decidió suspender
provisionalmente del cargo de Alcalde Municipal de Tame (Arauca) al señor Jorge
Antonio Bernal Rincón, por las razones aquí consignadas.

SEGUNDO. RECONOCER personería jurídica al Doctor Luis Enrique Rojas Osuna,


abogado titulado, identificado con la cédula de ciudadanía número 79.315.625 de
Bogotá, portador de la Tarjeta Profesional de Abogado N° 55081 del C.S. de la J.,
para que actúe como apoderado del señor Jorge Antonio Bernal Rincón, dentro del
trámite de la consulta de la medida de suspensión provisional, conforme al poder
otorgado.

CUARTO.- COMUNICAR por el a quo la presente decisión a los sujetos procesales,


advirtiéndoles que contra la misma no procede recurso alguno. Al señor defensor le
enterará la UNIDAD COORDINADORA PARA ALA CONTRATACIÓN ESTATAL por
tener este su sede en Bogotá.

QUINTO.- REGISTRAR por la Unidad Coordinadora las constancias de rigor y


DEVOLVER el expediente a la oficina de origen.

SEXTO.- Cumplido lo anterior, devolver las diligencias a la dependencia de origen.

COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE,

JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS


Procurador Delegado

Moralidad Pública/ JFRC/GHA


Expediente No. 065-1522-02

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