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contra los vampiros multinacionales Una utopia realizable El Tribunal Russell o Tribunal Internacional sobre Crimenes de Guerra (1966), establecido por el filésofo y matematico briténico Bertrand Russell, se encargé de analizar la politica ‘exterior estadounidense, en especial, su intervencidn militar ‘en Vietnam. Afios mas tarde, el Tribunal Russell |} tuvo entre sus discusiones un apartado especial dedicado a evaluar la situacién de América Latina y este fue el contexto que dio vida a Fantomas contra los vampiros multinacionales La Fundacién Editorial El perro y la rana, en el centenario del nacimiento de Julio Cortazar, el cronopio mayor, relanza una nueva edicién de este relato grafico, tal como al autor le gustaba definirlo, en un momento en que Nuestra América se encuentra protagonizando el escenario mundial como crisol para el debate y la construccién de una nueva sociedad. Un regalo para los lectores y las lectoras que no establecen ridiculas diferencias en la relacién ‘arte-creacién-politica. Un homenaje para quien consideramos uno de los intelectuales orgénicos mas importantes del siglo xx Fantomas contra los vampiros multinacionales Una utopia realizable Fantomas contra los vampiros multinacionales Una utopia realizable Narrada por Julio Cortazar WBFas| tlperroy Terana dn facemia. Tomada de libros de Escior 6 Cla. Editorial SL Reforma 8, Msi, DF Eatado por PEPSA, Promotor yEatora de Publicaciones, SA. 175 edicién, 2007 Wreimpresin, 2014 © Fundacién Editorial El perro y la rana Cerro Sn Boat, Toe Note piso 21, 1 Seni, Caracas - Venezuela, 1010 “Tetonos: (0212) 768.8300 / 7688399. Correos lecnicor: camanesconessiep gab ve edtaltpeneylaranatiepegodve Plas we: ‘nm eperoyarana gob ve incur gob e/mppe! Distflo DE La EDICIN DF EXCELSIOR Juande Dios Campos E. 180 0¢ PORTADA EN LA EDICION DE EXCELSIOR Oswaldo Eo1cdn Jost Rojas Conseceisn Erika Palomine Camargo Iso: 2014 Hen eDerdaro oe Ley Devdsto eat I gonoreto059s Iso 972-900-18-20024, IMPRESO EN LA REPUBLICA BOLIARIANA DE VENEZUELA Julio Cortazar cede los derechos de autor de esta historieta al Tribunal Russell, Gobiemo Bolivariano Severeeaiarane |eccczaeamrme — Ey Juverityd PORTICO ! Esta magnifica fabulacién de Julio Cortézar esté escrita desde una perspectiva nitida- mente politica. Politicamente combativa se entiende: politicamente revolucionaria, politicamente responsable. Es un sujeto alta y genuinamente politizado el que escribe este texto. Pero, ojo, no politizado en términos dogmiticos y restrictivos: politizado, si, en funcién de ampliar los limites de lo politicamente imaginable y decible. Igual- mente, es un sujeto, para decirlo con Saiil Yurkievich, histéricamente condicionado. Pero histéricamente condicionado de otra manera y con otras exigencias. Yurkievich sintetiza admirablemente la relacién entre historia y escritura que se da en Cortézar: “Escribir histéricamente: jescribir la historia?; no, escribir en la historia: inscribirse en la historia”. Precisamente es la fidelidad de Cortézar a esta doble apuesta de escribir en la historia e inscribirse en la historia, la que hace que Fantomas contra los vampi- ros multinacionales (1975) se siga rescribiendo en el presente y nos plantee nuevas preguntas y nuevas alternativas. Este texto es un rotundo ments a cierto esteticismo de segunda mano —que no tiene nada que ver con una propuesta estética en sentido fuerte— que proclama que escribir histéricamente conduce, fatalmente, a un calle- j6n sin salida: Cortézar demuestra que es posible escribir historicamente sin reduc- cionismos, sin dogmas. Demuestra, también, que compromiso no implica servidum- bre. Digamos, entonces, que es una posicién de pelea la que adopta Cortazar en este texto: pelea contra las simplificaciones ahistoricistas pero también contra las simplifi- caciones falsamente revolucionarias. W Ciertamente Fantomas contra los vampiros multinacionales es un texto politicamente contingente, un texto de denuncia, pero si Cortézar se hubiera limitado a realizar un texto meramente verista, meramente referencial, su relectura no seria un hecho tan pertinente y, cémo decirlo, tan necesario. Ha sido definido como una pequefia obra ‘maestra y es verdad: estoy seguro de que va a sorprender a quien lo lea por primera vez Es un texto que hoy tiene plena vigencia por su especifica calidad imaginativa y por su admirable voluntad experimental o, mejor dicho, exploratoria MI Quiero detenerme un tanto en esto de la voluntad experimental o exploratoria. Llama la atencién la forma magistral como Cortézar ensambla cémics, infografias, collages, ilustraciones, para construir puentes con el lector. No olvidemos que nuestro autor ya los vampiros 3 i 5 i 3 i i habia pasado por la experiencia de lo que él mismo definié como los almanaques: en La vuelta al dia en ochenta mundos y Ultimo round habia juntado toda clase de textos, de discursos, de registros, buscando generar maneras de leer mucho més lidicas y empaticas. Tomo algo que dice Yurkievich sobre los almanaques porque ilumina la lectura de Fantomas contra los vampiros multinacionales: *...e| principio de compo- sicién se basa en la coexistencia de heterogeneidades”. Ahora bien, esa coexistencia de heterogeneidades, no dificulta la lectura de Fantomas... sino que la convierte en una experiencia, cémo decirlo, mucho més dinamica y, también, mas libre: otra cosa es que sacuda al lector y lo problematice a fondo tanto politica como imaginativa- mente. IV Hay que destacar el diestro empleo narrativo de la figura de Fantomas: vale aclarar, el Fantomas mexicano —cuyas historietas publicaba la conocida editorial Novaro de México— que es un justiciero social, si, a diferencia del legendario Fantomas francés —cuya aparicién editorial se remonta a 1g" que es una mezcla de villano y antihé- roe. Vale la pena recordar que la edicién mexicana de Fantomas habia publicado un suplemento con la historia de una misteriosa desaparicién de objetos culturales y quema de libros en la que el enmascarado llamaba por teléfono al propio Cortézar ~al igual que a otros intelectuales y escritores del mundo— para indagar qué sabia sobre este hecho tan atroz. Cortazar recibié la historieta mexicana y decidié inventar su propia historia, primero que nada, para prestarle un servicio ala causa que encarnaba el Tribunal Russell len el que participaba como jurado (aclaremos, de paso, que exis- ti6 un primer Tribunal Russell, encabezado primero por el propio Bertrand Russell y luego por Jean Paul Sartre, que denuncié, con valentia y lucidez, las atrocidades cometidas porlos gringos en Vietnam). El Tribunal Russell Il se encargé de la denuncia de las sistematicas violaciones de los derechos humanos en Nuestra América: no hay que olvidar que fue una iniciativa del senador italiano y combatiente antifascista Lelio Basso y que sus actividades comenzaron en el afio 1973. Exactamente, fue el 18 de septiembre de 1973 cuando un grupo de intelectuales y escritores se reunieron en Roma atendiendo a la convocatoria de Basso. No hay que olvidar que la década del 70 del pasado siglo, es la década de los golpes militares en la Patria Grande y de la entro- nizacién de los gorilas Vv Fantomas pertenece al linaje de los “superhéroes’. Pero en la versién cortazarina, su intervencién no puede ser providencial: ni con la ayuda intelectual de Octavio Paz, ‘Susan Sontag, Alberto Moravia y el propio Cortazar, puede hacerle frente ala conjura mundial en la que participan las transnacionales y los dictadores y que tiene una de ssus més aterradoras expresiones en la quema de libros. Fantomas se rinde ante la evidencia de que no puede cumplir con su misién: sus superpoderes son insuficientes para vencer la barbarie. La barbarie solo puede ser detenida colectivamente porque, delo contrario, continuara reproduciéndose. vi Decfamos mas arriba que Cortézar quiso prestar un servicio ala causa del Tribunal Russell II. Unas palabras suyas iluminan el alcance de lo que quiso hacer y quiero recordarlas para finalizar estas anotaciones: “Hace afios descubr\ ingenuamente algo que hubiera debido saber desde mucho antes, 0 sea que la mayoria de lo que se hace en el extranjero para favorecer la causa de la libertad de los pueblos latinoamericanos oprimidos no llega jamds a los ofdos de esos pueblos; barreras brutales o sutiles aislan a los argentinos, a los chilenos y a los uruguayos, inter alia, de todo contacto profundo con quienes procuran crear una alianza de hombres libres contra la interminable pesadilla de las dictaduras y del impe- rialismo. De ese descubrimiento y frustracién nacié un texto que, presentado como una tira cémica, buscé llevar a los niveles més populares el conocimiento de lo que el Tribunal Russell I habia cumplido a favor de la causa latinoamericana. Y sinunca hice alusiones excesivas sobre el alcance de la mera palabra en este terreno, sé que ese librito, como tantos otros, cumplié su cometido y me alent6 a multiplicar los esfuer- 0s para superar las censuras, las deformaciones y el muro de silencio que tanto nos aisla en el plano continental”. Gonzato RamiReZ QUINTERO PORTICO Tee CO ee} VAMPIROS MULTINACIONALES Julio Cortazar Vampiros multinacionales EXCELSIOR De cémo el narrador de nuestra fascinante historia salid de su hotel en Bruselas, de las cosas que vio por la calle, y de lo que le paso en la estacion de ferrocarril. a reunién de Bruselas del Tribunal Russell II ha- bia terminado a mediodifa!, y el narrador de nues- tra fascinante historia tenia que regresar a su casa de Paris, donde lo esperaba un trabajo barbaro, razin por la cual no tenia demasiadas ganas de volver; esto explicaba su tendencia a demorarse en los cafés, mirar a las chicas que paseaban por las plazas, y revolotear por todas partes como una mosca en vez de encaminarse a la estacién. ‘El lector interesado en conocer detalles sobre este tribunal los encontraré en el Apéndice, pp. 71/77, Un comsejo amistoso: lea el apéndice al final, para qué apurarse si aqui tode va de lo mas bonito, Ya tendria tiempo en el tren para reflexionar sobre lo sucedido en esa dura semana de trabajo; por el momento sdlo le habia interesado cerrar los ojos del pensamiento y dedicarse a no hacer nada, cosa que segun él merecia de sobra. Le encantaba la vagancia por una gran ciudad, deteniéndose en las vitrinas, tomandose un café o una cerveza cada tanto en lugares donde la gente hablaba de otras cosas y vivia de otra manera, y sobre todo mirando a las chicas belgas que como todas las demés chicas de este mundo eran esencialmente mirables y admirables. Fue asi como nuestro narrador pasé largas horas derivando, caboteando, orzando y anclando en diferentes lugares de Bruselas, hasta que bruscamente entre dos tragos de una ginebra y la pitada al cigarrillo que se situaba exactamente entre los susodichos tragos, se dio cuenta de algo curioso: la presencia inconfundible de una multitud de latinoamericanos en los lugares mas diversus de la ciudad. Recapitulando (se le iba a ir el tren, pero por otra parte estaba ya a una cuadra de la estacién y con un buen sprint llegaria a tiempo) se acordé de los dos dominicanos hablando animadamente en la plaza mayor, del boliviano que le explica- ba a otro cémo comprarse una camisa en un supermercado del centro, de los argentinos que dudaban de la calidad del café antes de animarse con grandes palmadas en los hombros y entrar en,un local de donde acaso saldrian agonizando. Pensé en las chicas (colombianas, venezolanas?), cuyo acento lo habia decidido a arrimarse lo mas posible, sin hablar de las minifaldas que constituian otro poderoso motivo de interés. Eu resumen, Bruselas parecia sensiblemente colonizada por el continente latinoamericano, detalle que al narrador' le parecid extrafio y bello al mismo tiempo. Pensé que una semana de trabajo en el Tribunal, donde el espanol habia sido la lengua dominante, lo sensibilizaba demasiado a los fendmenos mera- 8 mente Luristicos; pero a la vez tuyo la impresién de qué no era asi y que hasta el aire olia a pampas, a sabanas y a selvas, cosa mas bien infrecuente en una ciudad tan llena de belgas y cerveceri xilados, claro”, pensé el narrador. “No tiene nada de extrafio ni aqui ni en cualquier otra parte. De Chile, del Uruguay, de Santo Domingo, de Brasil: exilados, De Bolivia, de Colombia, la lista era larga y siempre la misma: exilados. Algunos habrian acudido para asistir a las sesiones del Tribunal Russell, para dar testimonio de persecucién y de tortura; otros ya estaban ahi, ganandose la vida como podian o sobreviviendo en un mundo que ni siquiera era hostil, simplementé otro, distante y ajeno. En Munich, en Paris, en Londres era lo mismo, las voces latinoamericanas, los gestos reconocibles, las sonrisas o los largos, melancélicos silencios. Turismo: la mera palabra era un insulto, una bofetada. Bien se distinguia a los turistas, su manera de vestir y su aire de vacaciones. De todos los que acababa de ver, acaso solamente las dos chicas venezolanas eran turistas; el resto estaba ahi barrido por el odio de lejanos déspotas, haciendo frente a su destino de incierto térming. Los exilados, el vago perfume de pampas y sabanas y selvas. Arrancandose a una tristeza indtil, el narrador franqued casi supersénicamente la distancia que lo separaba de la estacién. El viaje seria largo, y pensé comprar un diario o una revista; vio el kiosco multicolor a la entrada de los andenes, y como faltaban sicte minutos para el rapido de Paris, se abalanzé hacia la posible lectura, No contaba con lo imprevisible, en forma de una sefiora anteojuda y agazapada en su reducto de papeles impresos, que lo miré severamente y se quedé esperando. —Sefiora —dijo estupefacto el narrador después de echar una ojeada al kiosco—, aqui lo unico que se ven son publicacio- nes mexicanas, —Qué le va a hacer —dijo resignadamente la sefora—, hay dias en que pasa cualquier cosa. —Pero es imposible, usted me esta enganando y ha escondi- do los diarios belgas. —Mot, monsteur? —Si, sefiora, aunque las razones de su insdlita conducta me parezcan mAs bien inconcebibles. —Ah, merde alors —dijo la vieja—, a mi no me venga con reclamaciones, yo vendo lo que el concesionario me pone en los estantes, bastante tengo con las varices y con mi esposo que s¢ pescé la radiactividad por culpa de las merluzas contaminadas, digame si es vida, —,Entonces yo, sefiora, si quiero enterarme de la marcha de la historia de aqui a Paris, tengo que zamparme un diario azteca? —Mire, sefior —observé sorpresivamente la. vieja—, la historia viene a ser como un bife con papas fritas, une lo pide en cualquier lado y siempre tiene el mismo sabor, —De acuerdo, pero. —Vaya a saber —dijo la sefiora—, porque ahora que uno lo piensa despacio, eso de los diarios mexicanos viene a scr mas bien una tomada de pelo, no le parece? —Menos mal que usted lo admite —se alegré el narrador—, Qué diablos, México no esta a dos cuadras de Bélgica, y... —Seguro —dijo la sefiora—, esos paises quedan por el lado del Asia, es sabido. ;A usted le parece que en México-la merluza esta también contaminada? —Yo la merluza casi no la conozco —confesé el narrador—, el vacuno me invade el mend, qué le va a hacer. 10 —Es una lastima —dijo la sefura—, porque gratinada y con una coronita de perejil es propiamente regia, sin contar que por la noche uno apaga la luz y fosforesce, viera qué hermosura en el medio de la fuente, el médico dira lo que quiera pero la radiactividad tiene su encanto. —

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