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Implicaciones Éticas de la Física Estoica

Juan Diego Naranjo

Historia de la Filosofía Antigua

Luis Eduardo Zamorano

Pontificia Universidad Javeriana Cali

28/07/2020

La escuela filosófica estoica fue fundada por Zenón de Citio alrededor del 300 a.c en
Atenas. Su nombre viene del griego stoa poikile, que significa pórtico pintado, pues los
primeros encuentros de la escuela se realizaron en un lugar semejante. Las enseñanzas
impartidas por Zenón estaban fuertemente influenciadas por su atracción a la filosofía
socrática y, especialmente, la cínica. Esto se debe a que durante su estancia en Atenas (era
originario de Citio, Chipre), donde estudió y simpatizó con las distintas corrientes de
escuelas filosóficas atenienses, no se encontró del todo satisfecho con ellas, por lo que
decidió crear su propia escuela, integrando en ella algunos aspectos de las escuelas que
complementaban su pensamiento, como lo fue en especial la ética cínica. 
 
Los cimientos del pensamiento estoico fueron ideados por Zenón y esructurados
posteriormente por Crisipo y Cleantes. A este periodo se le llama estoicismo antiguo, del
que desafortunadamente no se conservan textos completos, solo unos cuantos fragmentos.
Pero esto no impidió que se diera a conocer el pensamiento estoico en el tiempo futuro, ya
que la escuela consiguió tal popularidad en el mundo griego y romano (incluso dentro de la
esfera política y gobernante), que al día de hoy es posible estudiar algunas de las ideas,
aunque retocadas por el tiempo, de la stoa. 
 
Los textos estoicos conocidos hoy en día son atribuidos en gran parte a Marco Aurelio,
Seneca y Epicteto, filósofos pertenecientes al periodo tardío del estoicismo. De estos textos
es prominente el interes por el buen vivir (ética), dejando en un segundo plano las otras
ramas estoicas (lógica y física). Sin embargo, y aunque no cabe duda de que el propósito
principal de la filosofía estoica es uno práctico, cada uno de sus componentes teóricos es
fundamental y apoya a los demás, como es natural en toda escuela filosófica. Es por esta
razón que la revisión de la filosofía en cuanto a las relaciones fundamentales entre sus
conceptos permite una mejor comprensión del complejo teórico que se trata de desmontar. 
 
Siguiendo esta premisa, la mejor manera de comprender la ética estoica (tema del que
hablaré en el presente ensayo) es a partir de su relación con los demás componentes del
sistema estoico. Por lo que me enfocaré en establecer la fuerte conexión que hay entre ésta
(la ética) y la física -como ha sido presentada por la escuela (o lo que quedó de ella)-,
donde el determinismo cósmico juega un papel fundamental dentro de la explicación de los
acontecimientos y sobre la actitud ética del estoico (ataraxia) en virtud de tener una buena
vida. 
 
Si ha de hacerse un pequeño resumen de la física y la lógica estoica, se diría que la lógica
enseña lo que es verdadero y la física lo que es verdad. El sentido en el que esto se dice, en
cuanto a la física, es desde una concepción del universo como el grupo ontológico más
grande, dentro del cual -y por el cual- todas las cosas existen. Universo del cual, al ser
observado por uno de sus componentes (humanos), es posible encontrar un orden o
inteligencia que dirige al ser en todas sus formas llamado logos o pneuma; esto en cuanto a
la fisica.

En cuanto al aspecto epistemologico de la lógica, en cierta manera contrario al pensamiento


occidental, pues éste (a diferencia del oriental), que tiene un gran afán por hacer todas las
cosas inteligibles a través de símbolos (lenguaje), ha olvidado por completo el hecho -clave
en la lógica estoica- de que dichos símbolos con los que se describe la realidad surgieron,
inicialmente, de la experiencia (historicamente, o sea, en el origen de las palabras). Esto, en
otras palabras, significa que la verdadera comprensión de los símbolos (que finalmente son
representaciones de dicho universo) debe de ir acompañada por la experiencia de lo que
representa, desechando por completo el metodo enciclopedista occidental de conocimiento.
Ninguno que no haya visto el sol es capaz de comprender completamente lo que esa palabra
significa. Con “verdad”, entonces, me refiero al logos, esta inteligencia suprema, este
código con el cual la computadora del universo funciona; y con “verdadero”, a aquella
experiencia que permite la comprensión y asimilación del logos. 

Estando esto claro, y antes de hablar de la ética, es necesario comprender en qué consiste
este universo estoico y cuáles son sus maneras. El fundamento de la física estoica se puede
resumir en dos principios ontológicos: 1. La materia sin propiedades (pasivo) y 2. el logos o
fuego artifice (activo). Para entender dichos principios es importante tener la perspectiva
cósmica o abarcadora que se ha venido desarrollando, pues estos principios son aplicados
no solo a los seres humanos o al mundo natural (terrestre), sino que son aplicados al
cosmos entero, visto como un organismo divino y perfecto. También es importante hacer la
aclaración de que estos principios son en realidad distinciones del Hegemonikón o intelecto,
y que en su manifestación “real” son uno solo, pues no hay materia sin propiedades, asi
como tampoco hay propiedades sin materia.

Ahora bien, en cuanto al primer principio, éste pretende dejar claro que la materia necesita
un orden y que, por si sola (si es que se puede pensar tal cosa), no tiene ningún orden,
dirección, ni característica alguna; con esta premisa se hace evidente que la manera en la
que el ser es tiene que ver con algo distinto a la materia misma. Es por esta razón que es
necesario el segundo principio o el concepto de Pneuma para comprender el cosmos
estoico, que es una suerte de combinacion entre el primer motor aristotélico y el fuego
heracliteo. Este concepto probablemente fue heredado del conocimiento arcaico, donde se
asociaba el viento con el alma, y ésta a su vez con el motor del universo y de todo lo que lo
compone. Este principio activo y ordenador tiene, entre otras, las siguientes características:
es único y perfecto, se manifiesta en todo, está en constante cambio, y es bueno (en el
sentido de que busca siempre lo mejor para sí mismo).

Estas caracteristicas, al ser las del principio activo de todas las cosas, se manifiestan,
necesariamente, en la vida humana, sus pensamientos y acciones, pues este es una parte
inseparable del organismo más grande llamado cosmos. Ahora bien, si este principio está
en todas las cosas, y es perfecto, necesariamente se siguen dos conclusiones bastante
interesantes y que conciernen directamente a la existencia humana: 1. No hay tal cosa como
el mal, pues todo (incluso lo que se llama malo) hace parte del plan cósmico dirigido por la
pneuma, siendo entonces el mal algo, en un estricto sentido, bueno. 2. No hay tal cosa
como el libre albedrío, pues éste solo consiste en la falsa creencia de independencia con
respecto al cosmos y a la pneuma, de tal manera que se tiene la ilusión de ser responsable
de las propias acciones y pensamientos, cuando estos están, en realidad, determinados por
la causa común a todas las cosas.

Estas conclusiones, desde una perspectiva filosófica, son de orden ético, demostrando
entonces el vinculo entre la cosmovisión estoica y el problema ético. Ahora bien, ¿cómo
resolvieron, entonces, los estoicos dicho problema?. Aunque pareciera que tenemos control
sobre nuestras acciones y pensamientos, según el determinismo estoico, esto es solo una
ilusión o falsa representación. Asi pues, el sabio estoico -el único capaz de vivir una vida
virtuosa- es aquel que adopta una actitud de aceptación del acontecer cósmico (ataraxia),
pues éste no depende de él, y tampoco es algo que quiera cambiar, pues es perfecto y lo
sabe; es de esta manera que puede llevar una vida feliz (eudaimonía) y tranquila (eutimía).
En esto consiste, pues, la virtud estoica: en el vivir de acuerdo al logos (o a la naturaleza,
que dentro del panteismo estoico son sinonimos). Sin embargo, se podría objetar que,
siguiendo el argumento determinista, el hecho de que el sabio sea sabio no tiene nada que
ver con él, pues es la pneuma la que, por efectos causales y perfectos, dio al mundo al
sabio, es decir, el logos hizo al sabio, no el sabio a sí mismo.

Finalmente y para concluir -llevando las reflexiones presentadas al plano cotidiano-, da la


impresión de que el pensamiento estoico se opone, en cierto modo, a la ética occidental, en
cuanto el hombre occidental es uno con una consciencia individualista y materialista, en el
sentido que excluye por completo alguna noción de divinidad o, en este caso, de pneuma,
por lo que se considera en condiciones para establecer lo bueno y malo a partir de
representaciones falsas u opiniones; además de una frenetica necesidad de control sobre
todos los aspectos de la propia vida. Este estilo de vida neurotico y lleno de preocupaciones
-opuesto al del sabio estoico- se debe a lo que en la tradicion hinduista se refeiere como
¨quedar atrapado en el velo de maya¨ o, en otras palabras, vivir en la ilusión de la
individualidad.

Referencias

 Guthrie, W. (1994). Los Filosofos griegos. Mexico: F.C.E.


 La física de los estoicos. (2020). Retrieved 29 July 2020, from
http://fundacionorotava.org/bachillerato/filosofia/los-estoicos/la-fisica-de-los-
estoicos/

 Molina Ayala, José. (2014). Los filósofos estoicos: Ontología, Lógica, Física y
Ética. Tópicos (México), (47), 235-240. Recuperado en 28 de julio de 2020, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-
66492014000200009&lng=es&tlng=es.

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