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TERCEVETS TTS T TIDE TETAS Robert A. Dahl LA POLIARQUIA PARTICIPACION Y OPOSICION ‘SEGUNDA EDICION Ciena de J.M, Dominguez y I Sanchez Cuenca oo Alla memoria de Mary Julia Moreno San Martin Y Sus esperanzas Leticia, 1989 22 edicion, 1997 ‘Reimpresién, 2002 eeqrereeeerth Gov21635 | i aa «FASB Reservas fodos los derechos contend de esta obra est pro tegido por Ia Ley, que exablece penas de psn yo mals, ade- mas de las eorrespr Jielos, para quienes repodujeren, plagiaren disetycren tnicarenpublicamente, en todo © en parte, una obs trai, antitica 0 centfica, o su tansfermaciéa, iterpreacion 0 een ‘in artistiea jada en eualguer tipo de soporte o comunicada 8 ‘eavds de cualquier medi, sin a precepiva astorzacién, © Yaue Unwversiry Press, 1971 (© EDITORIAL TECNOS (GRUPO ANAYA, 8, A), 2002 Svan Ignacio Luca de Tena, 15 - 28027 Madi "ISBN: 84-309°1798-5 pBsito Lega M,3.347-2 ‘Printed in Spain. mpreso en Espafia por Rigora, ‘Navalearnero (Madd) SOSSTDOEEPO ORDO ROD EDD) 1 -s rs -F ws se on - - - -— oe -_ a -_ on -_ -- os -- on el - -s - on -- - -_ VTS DEMOCRATIZACION Y OPOSICION PUBLICA Dado un régimen donde Ia oposicién al gobierno no puede organi- zarse abierta y legaimente en partidos politicos ni enfrentarse a él en clecciones libres e imparciales, ;qué condiciones favorecen o estorban su transformacién en otro régimen que lo permita? He aqui el tema ob- jeto de la presente obra. CONCEPTOS Como quiera que el desarrollo de un sistema politico que facilite la ‘oposicién, la rivalidad y la competencia entre el gobierno y sus antago- nistas es una faceta importante del proceso democritico, este libro se ‘ocupa, necesariamente, de un aspecto de este proceso, A mi modo de ver, los procesos de democratizacién y de desarrollo de la oposicin no son idénticos, pero describir todas las diferencias existentes entre ambos nos evarta a adentrarnos en un tedioso atolladero semiéntico. Para evitar tal desvio permitaseme exponer someramente algunas de mis opiniones sin profundizar en su elaboracisn ni insistiren su defensa. Para mi, el gobierno democritico se caracteriza fundamentalmente ppor su continua aptitud para responder a las preferencias de sus ciuda- ddanos, sin establecer diferencias politicas entre ellos. No es mi propési- to ocuparme de las demas caracterfsticas que se requicren para conside- rar estrctamente democratico un sistema. Me gustarfa reservar en este libro el término «democracia» para designar el sistema politico entre ‘cuyas caracteristicas se cuenta su disposicidn a satisfacer entera 0 casi centeramente a todos sus ciudadanos, sin importarme, por el momento, siese sistema existe hoy dfa, ha existido alguna vez, o puede darse en el futuro, Hipotéticamente es posible concebirlo, y como tal ha llenado plena o parcialmente el ideal de muchos. Como sistema hipotético, en el) extremo de la escala, o en el limite de un estado de cosas, pitede servir | 4 —como el vacio absoluto— a modo de fiel contraste para valorar el | ‘grado de aproximacién de los distintos sistemas al ideal teérico, Continuando mi linea de pensamiento, creo que para que un gobier- v3 4 LA POLIARQUIA ‘no responda durante un perfodo de tiempo dado a las preferencias de sus ciudadanos sin distinciones polfticas, todos ellos deben tener igual- dad de oportunidades para Formular sus preferencias. L 2. Manifestar piblicamente dichas preferoncias entre sus partida- y sos y ante el gobierno, individual y colectivamente. 3. Recibir por parte del gobierno igualdad de trato: es decir, éste no debe hacer discriminacién alguna por causa del contenido 0 del origen de tales preferencias. | “Para mi estas tres condiciones son fundamentales, aunque quizé no suficientes, a la existencia de Ia democracia, y para que se den entre el gran niimero de habitantes de que constan ia mayorfa de los Estados- naciones actuales, as instituciones sociales de estos paises deben garan- tzar,cyando menos, las ocho eldusulas que se describen en el cuadro LA. Prosiguiendo mi exposicién voy a dar por sentado que las relaciones entre las ocho garantias y las tres condiciones basicas son tan evidentes _gue no necesitan mayor aelaracién *. ‘A primera vista parece que podriamos utilizar estas ocho caracter ticas institucionales como escala te6tica para contrastar los distintos <& | Binienes politicos, Sin embargo un examen mis profundo pone de mani- fiesto que una interpretacién acertada seria la de considerar dos. dimensiones teéricas, un tanto diferentes, de la democratizacién. 1. En el pasado y en el presente los regimenes divergen grande ‘mente por a amplitud con que conceden abiestamente, aplican piblica mente, y garantizan plenamente estas ocho oportunidades instituciona- les, cuando menos a algunos miembros del sistema politico que quieran ‘ponerse al gobierno. De forma que una escala que refleje las ocho con- Pero antes de constestar a esta pregunta, permitanme que considere otra: {Tiene importancia la poliarquia? TUSTSUSSII I 2. {TTENE IMPORTANCIA LA POLIARQUIA? Tal vez algunos lectores piensen que, a fin de cuentas, no importan demasiado as diferencias entre los distntosregimenes politico. Quizé ‘opinen, con Gaetano Mosca, que en todo régimen siempre hay una mi- noria rectora que es a que verdaderamente gobicma. El escepticismo de Mosca opone muchos argumentos, y muy ésperos, en desafio a la ereencia de que la transformacidn de un régimen debe tener, necesaia- mente, consecuencias grandiosas para los Gudadanos de un pats, tanto més evanto que lo que superficialmente parece un cambio de régimen reduce, a veces, a variar simplemente la personas, la ret6rica, 00s pre= ‘eptos consttucionales vacios de contenido. Sin embargo, son pocos los que mantienen con firmeza la opinién de ue las diferencias entre los regimenes —por ejemplo, entre la poliar- ‘quia y la hegemonfs abierta— son esencialmente deleznables. A mi ‘modo de ver tl suele ser la postura que toman algunos intelectuales 4ue, en el fondo, son demécratas liberales o radicales desilusionados por los falls palpables de las poliarqufas 0 eas-poliarguiss; mientras que, ala inversa, los intelectuales que conocen por propia experiencia la dureza de los regimenes hegeménicos represivos, pocas veces piensan que son diferencias nimias. Quizd los dos ejemplos més elocuentes sean los de ls intelectuales italianos Mosea y Croce que pasaron sus vidas atacando al régimen par- lamentario de la Italia anterior al fascism, a todas luces lamentable € imperfecto. Si bien durante los setenta aos anteriores ala unificacién y al fscismo la forma de gobierno en Italia recorrié el camino clésico que cofiduce de Ia oligarquia compettiva a la poliarquta comprehensiva, los efectos de ransformismo en los asuntos politicos y del incvismo gene- ral de Ios italianos en la vida pabliea eran demasiado ostensibles para Permitir que el régimen parlamentario ganara apoyo suficiente. Pero aunque fueran muchos sus defectos, Mosca supo ver en aquel régimen diferencias importantes yesenciales on respecto al fascism y, lo que es més, comprendio que por defectuoso que fuera, era muy superior & éste. En su iltimo discurso al Senado italiano, en 1925, Mosca eonfesé ‘que hablaba no sin eta exis pore, seams fracas, estos sited aos ios ferres de ua forma de gabe, Nunc bles pesado gue seta yo (a7) 2B LA POLIARQUIA ‘zane onc a ori intr ie 7, age sempre ve hc una atid aia me Yeo cdot amends Eta. Hay que sec sincere el rxinen aamentarect eon Pero no le fue permitido beber Ja pécima amarga como un nico ran gesto de pesar:vivi6 hasta 1941 y fue testigo de todo To que suce 46, de todo menos de la desintegracién de aquel calamitoso nuevo orden. En cuanto 2 Croce, quien en un principio dio su bienvenida al fascismo, tuvo que admitr, finalmente, que durante todo el tiempo en gue habia estado vertiendo su desprecio por el régimen parlamentario, sun le hbriapreio pose, porto ms emoto, que als ease ‘ese van de llvertad qu tn case habla costae yaustegenesnens In que petenesa habia edo por uns adqustlénpermsneate Hacia 1945, Gactano Salvemini, que como intelectual de ideas radi- cales habia eritcadoferozmente la Italia de Giolitti, no dud6 en admitir ue, aun con todos sus defectos, el zégimen parlamentario era mucho ‘mejor en actuaciéa y en potencial que lo que después vino, y eonclufa: «En cuanto alos resultados dela dictadura fascista, en contraste con los de a democraca italiana, ahi estén ante nuestros ojos. Esperemos que Jositalianos no seamos los inicos en aprovechar la leeci6n de esta hort ble experiencia» #, * Laci de Mose ten The My ofthe Ring Clas, de James Mase, Univer ‘ty of Mihiga Pres, Ann Aor, 198, pp. 22528. La d Coes een Demonte ‘Theor, de Giana Stow, Wain Sat Usiversty Pres, Det, 182, pea, La tempranaaepacin del feseso por parte de Croc sont en Coe, Eco Poise Flesf dt Libera de Sao, Univers deg Sut, Pret, sy. BL Ls deel ‘a6 de ave erecoge en el eyo Ito a aly te Clit re ian Democracy nde Maing, 190041014 dc Willa Sache, Universo Pern ‘aia res, Phindelpia, 195,189. Ea breve eno, Salven rene gure Gatien rpresentav qu esta sriend en al 9 esmerea mh cone inl on fos de ngteray Estados Uno, Eta opnoye se eumen en a Secs ‘én deque la deporaca Kanal ver hairs need ue gecracin nde tan tes y eos antes de Nga ase 'o tna Gemocra erect peri ta emacses smenosinpetoa L cs queso a Pine Gera Ma oe, sin omborgey faa par el peoetodemcrateo, Salven contin ‘Consider restrospectvamentemisita afos de bor de erzado de nada me lamenio. Amt, noobs, gue debe baber sido ms prudeatey mers mises ues al Gobiero de Got El conociminto qu eng des hombres qu siaerons Sto ata, amo doo pes donde viedo et sr incl convened de que cn er morn peor que muchs police be alan tc sign. Furs miata stor is covaos anor estates doe inglrdn acasindce de Sry lo ere sorta de Is deme ishans gue #2 * “Bstoscambiosresultan del todo evidentes, pero, que yosepa,ctrecemosde adit comparatives. Estudios sstematicos y de gran aleance han sido seliaados por Mattel Docan, ePolidcal Ascent ina Cs Society: French Deputies 18701958, Swaine MAR- ‘cx (0l)Palliea! Dectién Makers: Recrament and Performance, "Toe Free Pre, Glencoe, 1961 pp. 57-50, y W.L. Gurisuan, The Britsh Politia! Ele, MacCibon and ‘ey, Landon, 1963. En cuanto a tos cambios ques produjeron en Ingletertadesputs de 183 resulta evidentes, pero poco sstemstics, No obstante, comparene os dae de sit Lewis A. Aut sobre ls miembros de Pariimentoprocedenes dos ditt elector lesen 61 en The Seactre of Politics andthe Accson of George il, Mace Jan, London, 1961, p. 88, con W. vor Jess, Parliament, Canbridge University res, Cambridge, 1839, cand Il, p38, ycon GuTTsMAn, The Arsh Poti! Ele, EN xanfos fos cambios n Ta compestin de as elses socles vocopacionle en lpi ‘mente italiano desde 1909 a 196 (cl sueaio universal gentoo en 1913 yn epee "acim propocional en 199), vésse 8. Souooy, L. Lov, A. PREDIENLy G, SARTOR, 1 Parlament tan, 1986-1953, Eaicon\ sentichetaltne, Napoli, 1983, p. 160-162, 168169 197-20, orl que respecta aa Argentina y a diferencias de aivel ocioesondmico entre 1s porlamentaris de os partdes politicos dominantes ea a Camara con antririad als feogio universal, en 191, y deos parti radical y socialite, que cbtunieron a mayors Aetos escans tras as eleciones de 1916, veae Dasio Cason, Universal Surge ean “Agent of Mobiizaion, informe preentago en el VI Congreso de Sociologia, Evion, ‘Grane, septiembre 1986, p25 >” Eldutagio de los negos bsjo I Reconsruci6n ys reuitadoe se analiza en C. Vann WoooWwarD, The Burden of Southern History, Vintage Boots, New York, 1960, 1p. 98-18. para la Epoca actual os datos lltadoe por el Proyecto de educacia del ‘votanes, del Consjo Regional del Sur, muestran queen el verano de 1968 hban at ‘mentao sensblemente les porceatses de nepos inserts para voto. Datos contin ‘on estos porcentajesseguidos de los correspondentes aos blancs, entre panes ‘Alabams, 56,7 (2,4); Arkansu, 67,5 (15,2) For, 621 (38), Georgi, Sod 847), Loisiana, 9,3 (678) 3038; Masishp, 9,4 (024); Carolina dl Nore, 35 (6,7) Caco a el Sr, 5,8 (65,3; Tennessee, 72,6 (8,2); Texas, 83] (72); Virgina, 58,4 7.0). EL porcetaje total para todos estos Eras fu de un 62,0 po 100 (8,1. Fuente: Sovthera Regional Councl, Voter Eduction Proyect, del Registo de Votsaes del Ser, verano, 1965 (Southera Regional Count, Adanta, 1968). Enel verano de 1969 se elgieron enor ‘sidos del Sua unos 473 fncionaros plies negro, ene lox ques contabaa 7 a faldes y 200 conesaes, Fuente: Blak Elected Ofialin he Souther Se, emocdnduh {ela American Plitcal Science Asocation para los mibros selecsionados, gosto 12, 196, enviado por Emery F. Va, eter, Labor Program, Souther Retonal Cour, Ie =e -— 9 - = - - -- en -_ — - ee ed en -— oe ee — ee ne ee - oe = - ee - = a —_ ee ee Ss {TIENE IMPORTANCIA LA POLIARQUIA? 3 Esto no equivale a afirmar que los dirigentes politicos y los parla- ‘mentos son siempre una muestra representativa de los distintos estratos socidlogicos, ocupacionales, y demés agrupamientos de la sociedad. No {o son nunca. En las Cémaras legislativas actuales la clase media y las profesiones liberales estan super-representadas numéricamente, micn= tras que los obreros estan sub-representados (incluso entre los diputa- dos de los partidos laboristas, socialistas y comunistas), lo mismo ocurre con otras categorias: campesinos y amas de casa, por ejemplo *, Pero ‘aun cuando la «clase politica» no sea nunca una muestra representativa de las categorias sociales y econémicas de un pais—y muchos defenso- res de la democracia representativa sostienen que no necesitan, ni deben serlo *—, el sufragio universal junto con la rivalidad politica dan Jugara parlamentos cuyos miembros, en el sentido puramente estadist- 0, Son en general mas representativos, individual y polticamente, que cen ningén otro sistema. 3. "A medida que el sistema se hace mas competitivo o més repre- sentativo, los politicos buscan el apoyo de los grupos que van ganando el ‘acceso ala vida politica, y responden de maneras muy diversas a las nue vvas oportunidades de patticipacion y de debate piblico. Los efectos de las respuestas de los politicos pueden ser trascendentes: justamente cabo de describir una de estas respuestas, la de presentar candidatos que hagan pensar a los votantes que, en cierto modo, estin acerca» de ellos. Otra es la de adaptar la ret6rica, los programas, la forma de go- biemno y Ia ideologia a lo que se piensa son los deseos o intereses de los _gTupos, segmentos 0 estratos hasta entonces no representados, Y asf, el nacimiento de los partidos laborista y socialista en Europa esta fatima ‘mente ligado a la concesion del derecho al voto a los estratos rural y obrero. En aquellos paises donde los partidos tuvieron cierta libertad ‘para organizarse antes de que se ampliara el sufragio, como ha ocurrido en muchos pafses que hoy son poliarquias, una do las primeras deman- “Sobre Inglaterra véase WL. GUTTSMAN, «Changesin Brits Labour Ledershipe, en Polieal Decision Moers, 91-137. Para datos sels miembros dels Chae Geos {Comuns en ns cade de 1980 y 1960, vése J. Buowost, Votes, Pare and Leader, Penguin, Bmore. 1963, pp. 125.185, ¥ Peter J. Purzck M, Police Repreentation ond Eleions, Pars and Voting, n Great Brain, Praeger, ew York, 199, pp. 61 “Eneuano'al parlament alla postvior a guerrs, Este SARTORI oor, Parle- ‘mento tain, p. 5337. Par os niembeos del partamento bela en 1961 véae F. De ‘over, La fonction parlementaire en Belgique: Mecanimes dace et images, CRISP, Bustels, 185, pp 90109. Debut orece también cundroscomparativor de los snes: dents profesional de los miembros de ek seambleaslegisntivas de Belgie, Panes, Inglaterra, Iain y Estados Unide (Sendo (p. 110), y dels porcentajes de diputados 0 dealt ags de los diverse partidos soviaitasy comune: euopes pocedentes de Ta clase mecia baja o dea eave obrer (p13) "Hanna Fesehel Prk, The Conept of Representation, Univessiy of California ess, Berkeley, 1967, cpl pp. 6091 2 LA POLIARQUIA ddas de los partidos socialistay Iaborista fue el sufragio universal. Una ‘vez que las clases trabajadoras tuvieron derecho a votar, dichos partidos organizaron sus actividades con la mira puesta en movilizar estos es- tratos. La competencia y la representividad producen modificaciones en el sistema de partidos mismo. Los cambios mis dristicos y visibles tienen lugar, claro est4, cuando un régimen con un solo partido hegeménico se ve reemplazado de forma sdbita por una poliarqula: de ropente, lalege- ‘monfa unipartidista da paso a ds o més partidos opuestos, como oct 1ri6 en Italia, Alemania y Jap6n al final de la Segunda Guerra Mundial. El desarrolto de los paises donde el acceso a las oportunidades de parti- cipacion y debate se protonga durante ciertos perfodos mucho mas ex- tensos es similar pero més lento. Cuando el sufragio deja de ser exclisi- vvo de los «patricios» y sus clientes, los viejos partidos y sus facciones bbasados principalmente en conexiones sociales con los «notables» —laz0s familiares, de clase, residencia, estilo de vida, y tradicién—, se vven desplazados 0 reforzados por partides con més garra para atracr las clases medias. El proceso se repite cuando se otorga a los obreros el derecho al voto, En Inglaterra el viejo partido «Whigs» dio paso a los liberals tras el Acta de Reforma de 1832; y las «Reform Acts» de 1867 y 1884 facilita- ron a formacin y crecimiento del partido laborista. En Noruega el for- cejeo en torno a la movilizacién del campesinado en las décadas de 1860 4.1870 condujo a la formacién de coaliciones electorales y parlamenta- ias de derechas e izquierdas. La lucha por el sufragio universal y su ob- tenciGn en 1900 originé nuevos partidos: mientras que la antigua dere- ‘cha pas6 a ser el Partido Conservador, la vieja alianza de izquierdas se fragment6 en sus principales componentes: liberales, cristianos rurales fundamentalistas, y campesinos, y el partido laborista atrajo ala mayor parte de la clase trabajadora °. Si bien los detalles varian de un pais a ‘otro, el patrén es similar en el caso de las poliarqufas que han tenido un proceso evolutivo muy prolongado, ‘Los partidos varian también en su estructura y organizacién, Como se ha dicho muchas veces, la necesidad de movilizar un elegtorado ‘mayor dej6 via libre para el desarrollo de las emodernas» organizacio- nes de partidos; pues, al tiempo que crecié el electorado, los convenios tradicionales de tipo informal, que daban buenos resultados con un grupo reducido de votantes (muchos de [os cuales estaban dominados por los notables), se fueron volviendo inadecuados. En la nueva forma de competencia, el partido que quiera sobrevivr tiene que ir en busca ® Véase Stein Roxas Norway: Numerical Demncrscy and Corporate Pals, ‘enRobert A. Dan (e.), Plea! Oppotions a Western Democracies, Yale Usiversi) Press, New Haven, 196, pp. 70115, ep. 7581 4 PUNO TODDDRIDPOSEOROSUORU DESEO EOEEOED GTIENS IMPORTANCIA LA POLIARQUIA? de sus miembros, simpatizantes, seguidores y votantes potenciales, me- iante organizaciones a nivel de barriada, seccién, célula y demés. ‘Buena parte de estas organizaciones politicas, hoy familiares, se inicia- ron en Estados Unidos, el primer pais en introducir el sufragio univer- sal, pero suelen aparecer en todo lugar donde Ia competencia politica actie dentro de un sistema de sufragio amplio, En Inglaterra, por ejem= plo, la formacién de las asociaciones conservadora y liberal de cardcter local, y la famosa Birmighan Caucus pis6 los talones al suiragio univer sal, otorgado en 1867, y al voto secreto, concedido en 1872 ‘Al modificarse la organizacién de los partidos y penetrar cada vez ‘mas profundamente en las zonas rural y urbana ain acaecen més cam- ‘bios em la vida politica: aumentan la competencia y la partcipacién; los partidos nacionales movilizan a sus votantes y disminuye el niimero de clecciones sin partidos y sin controversia pblica, La lucha por ganar af liados, simpatizantes 0 votantes aviva Ia politizacin del electorado al ‘menos en las etapas iniciales de tal forma, que en los dstritos donde los, partidos compiten por los votos, la participacién del electorado suele ser ‘mucho mayor ® 4. En todos los paises, cuantas mayores oportunidades haya para cexpresar, organizar, y epresentar las preferencias polticas, mayor ser ‘el niimero y variedad de preferencias e intereses politicos con probabili- dades de estar presentes en Ia vida politica. Por consiguiente, en todo momento y en todo pafs, el nimero y variedad de preferencins represen- 7 Véase por ejemplo Putz, Polieal Representation Sobre el origen dela Union [Nasional considerada como cl astentr del partido comervator, come une organi ‘in para atraerse os nuevos taajsdores de a cindaes que exrentban derecho ci les, vase RT. MeKinaas, Bris Polieal Ports, Heinemann, London, 1955, p. 146 hasta el inal. Sobre as sscicioneshibersles enn Birmighaan Catcus,véas se vor Jes ‘Gs, Party Poles, vol. 2, The Grouh of Portes, Canbidge University Pst, Came ‘rg, 1960, pp 13, *"Tsmbid atm en este caso datos comparatives tanaversales a nivel nacional. En Tnglatera el porcetaje de disttselctoraes sin oponentes en a elesonesparamen- tata de 185 foe del 57 por 10; e-3 por 10 en 1858 y e123 por 10) en 180. PuLzen, Poles! Represeration, pp. 6-62. En Noruega, cuando el partido labora ere unde es para via los vorantesanvel loa Comions), fa posi ize oto ta, de forma que a partir de 190 clsmiouyé el némero de coma urls que no een pla {2d de partidos on las eleesiones (ds) 78 por 100en 1901 a2 por 100 1959), mente fumeataba el iero de las que lenfan ists con dor o mas paris, La eonexirencia de ‘Yolate ra sensllemente mis baja en ls coming eh que fo epecsentaba mis gue nh puri que donde habia representaciéa proporconal yIstas de varios partidos. Véase Sica Roxx y Henry Vaten, «The Movilzaton ofthe Periphery: Dea on Termout Pty Membership ond Candidate Recrulment in Norwayn on Stein Roses (8), Ap roathes tothe study of pollcalpeteipation, The Che. Micheeea Insite, Bergen, 192, pp 1-5, exp. condos 221,722. pp MA-145, Vea también Torsein Fie, ‘us, «The Poliezation of Losi Government Rats of Change, Conditioning Factors Etfeuson Political Cltaces, SeadinavianPotcal Stade, 21968), 6953, cuadees 12, pp. FLALSU - pons a4 LA POLIARQUIA tadas en el proceso politico suelen ser mayores cuando su forma de go- bbjerno no es ni una poliarqufa ni un régimen mixto; y mayores serdn en éste que en una hegemonia. De donde se deduce que en fa transforma- cin de una hegemonta en un régimen mixto o en una poliarqufa, 0 de ‘un régimen mixto en una poliarqufa, acrecerd el niimero y variedad de referencias e intereses representados en el proceso politico, cualquiera ue sea el pais ®, 5. Las conseeuencias que acompasian a las formas de gobierno con ‘umbrales de participacién y debate pablico muy bajos son, desgraciada- ‘mente, oscuras. Es un campo en el que se hace muy dificil emprender investigaciones transversales a nivel nacional. En este sentido los estu- dios realizados sobre las variaciones existentes entre los cincuenta Esta dos de Ia Unién en lo que concierne a las dstintas formas de gobiemo, de métodos politicos y de variables socioeconémicas, han llegado a re. sultados bastante ambiguos sobre las correlaciones que se dan entre las variaciones en la forma de gobiemo las que se producen en Ia compe- tencia y participacién politica, aunque, naturalmente, en este casola es cala de variabilidad sea sensiblemente mas limitada que la que se puede aplicar a las naciones '. Debido a que determinados factores, como el nivel de desarrollo socioecondmico del pats, o las ceracteristicas de sus sistemas sociales y econémicos inciden notablemente en la forma de go- bierno, bien pudiera ser que el cardcter del régimen ejerza sobre las ac ciones del gobiemo un efecto muy poco independiente Quizé tengamos que considerar otros aspectos para calibrar el im pacto del régimen en la forma de gobierno y, sobre todo, en las activida des de éste que comprendan la aplicacién de coacciones fisicas muy se Yeras aun gran néimero de personas. Cuanto mas bajas sean las barreras, pparael debate piblico y mayor el nimero de personas incluidas en el sis- ° la ittoduscon a Regimes and Opposition, Yale Unversity Pes, New Haven, 1071, be dserolndo spinners ete penta, ° "Los primers ans vtedsticoy nea que slgmas varies pts, como la patipen en vot a competencn entre ato efan ny pos rele con forma de gobierno far deco pra expat ea ean cae dessa secon expesdo, por ejemplo po apes ep, Theme BD, Plies, bee ‘omis and te Pub, Rao MeN, Chicago, 16 y Riad E. Davos Janes A Rownmox, enter party Compettion, Economic Varies and Welare Plies in he “American Sats, Joural of Paes, 25 (1963), 265-288. Vesa tabien Ia Sa ‘esky, Tie polis of aing nd spent, Bobo Merl ndanspl, 199 pp. 1D Us. Let ani ns reentes inden, embargo, qe ovate poles Sienea fess. Cates F. Coby Donald. MeCxone ity Compaitonané Welfare Po. Ties in the American Stes, Amenton Potical Science Renev, 39 (eptens ‘re 196), 858-69; ra Sankansey Richard. Horetoenr,sDimensons of Ste Pol "es, Exanoms and Public oli, tid, pp. 667-68, y Ba Ry Read. Wh ‘TERS, The Fie of Redirbtonn ii St (ni, 190), 50852, VUSSUTUSSTSTTTLTTES TASTE WV {TIENE IMPORTANCIA LA POLIAROUIA? 35 tema politico, mayores son también las dificultades con que tropieza el gobierno de un pais para adoptar y hacer cumplir métodos que exijan la aplicacion de sanciones rigurosas a porcentajesrelativamente inportan- tes de la poblacién; y menores son las probabilidades de que lo intente siquiera, La evidencia sobre este punto esimpresionante, si bien, hasta donde tengo conocimiento, jamés ha habido ninguna poliarquia que haya to- mado nunca medidas ni siquiere parecidas ala coaccién aplicada en pro- fundidad y extension por el gobiemo de la U.R.S'S., con motivo de la colectivizaci6n obligatoria de la tierra, durante fos afios 1931-1932 en ue se deport6 a millones de personas a los campos de trabajo de Sibe- ria, o murieron de hambre o fueron ejecutados. Las purges de Stalin en {os aos teinta todavia llevaron ala prision, tortura © muerte a algunos nillones mis ". La politica de exterminacién de sus antagonistas y del pueblo judio seguida por Hitler es de sobra conocida para insstir sobre ella, En los regimenes hegem@nicos os cambios de jefatura y de planes de accién bésicos suelen implicar derramamicntos de sangre. Cuando Indonesia se convirtié bruscamente de una dictadura procomunista en otra anticomunista por los menos un euarto de mill6n de personas p diiron sus vidas en unos pocos meses ™, ya finales de 1969 se encarcel6 ‘unas 116.000 personas sospechosas de simpatias procommnistas ©, Con todo esto no quiero decir que en las hegemonias tengan que dats, inevitablemente, esta clase de coacciones, ni tampoco en los reg- ‘menes mixtos, sino que el riesgo es mayor, mientras que no ocurte lo mismo con las poliarqufas. La excepcién’ manifiesta, que enseguida acude @ la mente, no hace més que confirmar la regla. En el capitulo 6 "Soe estos punts tl ver nea logatemas dats reales. Ems famosa cats fgg rus Andrei D.Sajtov ds una cla uperioga 15 illones de macros stiles 2 Sain, eft que es aoeptade por muchos intelectual ruta (New York Toner, jlo 22, 1965, . 15). Robert CovoUtEs, en su meticuloen y detllodnrelaciin ci ben dese tune posi hasil— estima que la coletvzaion prodjo anos snco millones y meio 3 el hambrey sus efectos y wan ces nilloes mds que pereceron en lot bajo que empezaban afoncionar. Sepia CONQUES, was cas mis preci ‘sso arojan ma pobacin de eas cnc illonesconfiaados ea los eames de tabaje ea 1988.5 y desis millones de 1935-1937; para 1938 acepia lca de wanos cho millones

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