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-Título: La transformación de los zoológicos, sin crueldad ni encierro.

-Autora: Giselle San German

-Resumen: veremos cómo fue evolucionando a lo largo de la historia. Para luego,


dar un vistazo por el Jardín Zoológico de Buenos Aires, y conocer una alternativa
donde no haya sufrimiento ni encierro.

-Palabras clave: animales, no humanos, zoológicos.

Índice:
-Que es un zoo?__________________________Pagina
-Un poco de historia...______________________Pagina
-Zoo porteño_____________________________Pagina
-El holograma como futuro__________________Pagina
-Conclusiones____________________________Pagina
-Bibliografía______________________________Pagina
Que es un zoologico?

Esta pregunta aparentemente sencilla no tiene una respuesta fácil. Muchas


personas pensarán únicamente en un lugar insalubre y atestado de animales que
deambulan con aire aburrido en jaulas o en corrales. También pueden recordar un
zoo como una magnífica instalación de primates que parece sacada directamente
de un documental de vida salvaje, donde grupos de animales llevan una vida social
plena; o quizá un extraordinario acuario con fascinantes tiburones. Todas estas
variantes pueden ser ciertas ya que no hay una definición exacta de lo que es un
zoológico, dando así, un motivo de discusión en la actualidad.
Desde que existen los parques zoológicos,los zoológicos han cambiado mucho
desde sus inicios hasta la actualidad y no son en absoluto una invención moderna.
Los antiguos reyes tenían sus propias colecciones de animales para demostrar su
poder económico exhibiendo las especies más raras y exóticas posibles, ya que
cuanto más desconocidas y extrañas, más difíciles eran de conseguir y más caras
de mantener. Eran las llamadas menageries o casas de fieras. Los jardines
zoológicos, más conocidos como zoos y con un propósito educativo más marcado,
no llegaron hasta finales del siglo XVIII.
ha surgido la polémica entre los dos bandos: los que apoyan firmemente la
necesidad de un parque zoológico (para preservar las especies salvajes y
protegerlas de la caza furtiva) y sus detractores, argumentando que no es más que
un negocio y que obligan a los animales que vivían en libertad a vivir encerrados
durante el resto de su vida en una especie de prisión.
Pero, realmente tuvieron algún fin a lo largo de la historia? O simplemente
encerraron especies de animales no humanos, con semejanza a un establecimiento
carcelario?
Para evaluar y efectuar una crítica hacía los zoológicos, tendremos que conocer
primero algunos conceptos sobre “bienestar animal”. Y esto varía de individuo a
individuo. Podría definirse como “un estado de armonía entre el animal no humano y
su ambiente”. Algunos problemas relacionados a esto, son los siguientes:

-Suministro de alimento y agua: en el momento de suministrar alimento y agua, hay


que tener en cuenta las necesidades básicas del animal; requerimientos
nutricionales, comportamiento particular de la especie, tamaño, condición, estado
fisiológico, reproductivo y de salud. Se podría poner como ejemplo a los rumiantes o
a los ungulados como los équidos; estos animales tienen la necesidad de rumiar
durante la mayor parte de horas del día, por lo que sería necesario que tuvieran a
disposición por todo su hábitat el forraje adecuado a cada especie.
-Provisión de un ambiente adecuado: el ambiente provisto a un animal en cautiverio
debe proporcionar las condiciones adecuadas para promover la comodidad y el
bienestar; temperatura, humedad, ventilación, iluminación, etc. (los animales
nocturnos no deben estar sometidos a luz intensa durante la noche). También deben
estar protegidos de las condiciones meteorológicas adversas así como del público;
los animales que naturalmente son solitarios deberían tener a su alcance un lugar
en el que refugiarse ante la mirada de los visitantes para evitar que sufran estrés.
Asimismo, los encierros de los animales no deben dañar a los mismos; no deberían
haber bordes afilados, trampas, plantas venenosas, etc. Hay que mantener a los
animales en ambientes que estén en equilibrio entre la fácil limpieza del lugar y el
enriquecimiento ambiental para los animales.
-Suministro de la asistencia médica a los animales: sería ideal que los animales se
sometieran a chequeos periódicos para descartar la presencia de enfermedades,
parásitos, problemas de bienestar, etc. Es importante que para que el animal goce
de buena salud su cautiverio le resguarde de sus depredadores naturales o de
animales más dominantes, así como evitar que presas puedan olfatear o sentir a
sus depredadores naturales situados cerca de su cautiverio.
- Expresión del comportamiento natural: es importante que los animales puedan
expresar su comportamiento natural en cautiverio. Para ello, es necesario que las
personas a su cargo tengan conocimientos fisiológicos, psicológicos y físicos de los
animales a su cuidado. Para ello es vital que se alberguen a los animales en
espacios adecuados y su ambiente sea enriquecido de manera adecuada.
Asimismo, cabe destacar, que es muy difícil conseguir que animales como elefantes
u osos polares muestren este comportamiento en cautiverio, por lo que se
recomiendo no mantenerlos en centros zoológicos.
-Protección contra miedo y angustia: la forma en que se mantiene un animal en
cautiverio debe protegerlos de sufrir niveles anormales de miedo y angustia tanto
como sea posible. Para ello:
1. Los animales sólo deben ser cuidados y manipulados por el personal que
esté calificado debidamente.
2. El entrenamiento de los animales debe llevarse a cabo de forma que no se
les traumatice. Por ejemplo, ofrecer un método de recompensas y refuerzo
positivo más que de castigos y refuerzos negativos.
3. Los animales sólo deben estar albergados por ambientes adecuados para
cada especie.
UN POCO DE HISTORIA...
En la antigüedad, aparecen los primeros zoológicos. Así en Egipto en el 1500 AC se
considera que se estableció el primer zoológico de la historia, luego fueron los
asirios que llegaron a intercambiar animales exóticos para sus respectivos
zoológicos con los egipcios. Hace 3,000 años, el emperador chino Wen Wang,
mandó construir el Ling-Yu o “Jardín de la Inteligencia”, un gran parque de más de
1,500 acres, donde exhibía peces, aves, serpientes, anfibios y mamíferos como
tigres, ciervos, antílopes y rinocerontes, lugar al que solo accedían los visitantes
distinguidos del imperio que podía conocer tal lugar.

Los emperadores romanos mantuvieron sus colecciones privadas de animales para


poder estudiarlos y también para su uso en la Arena de los Juegos Romanos,
iniciados por primera vez el año 366 a.C. y en los cuales perecieron miles de
animales de diferentes especies entre los que destacaban leones, tigres, elefantes,
osos, rinocerontes, hipopótamos, jirafas y cocodrilos entre muchos otros, usados
solamente para dar más impresión y novedad al sangriento espectáculo. Esta no fue
una buena época en lo referente a la tenencia de animales y su bienestar. Miles de
animales murieron a manos de gladiadores y fueron obligados a pelearse en la
arena ejemplares de distintas especies. Para hablar en cifras, solamente en un día
durante la inauguración del Coliseo bajo el mandato del décimo emperador romano
Tito Flavio, murieron más de cinco mil animales. Hoy en día sería impensable
pensar en un espectáculo semejante.

En el Medioevo, los señores feudales de Europa reunieron colecciones privadas de


animales no humanos, como signo de poder, siendo una de las principales la
Ménagerie de Chantilly, en Francia, que persistió por dos siglos y fue destruida
durante la Revolución Francesa, por ser la expresión de ese poder absoluto.

Con la llegada de los europeos a América, se enviaron al viejo continente muchos


animales y pobladores originarios locales como cosas exóticas, la mayoría de estos
moría en el viaje, pero los pocos que sobrevivían iban destinados a colecciones
privadas de animales, y los habitantes de está tierra, mal llamado INDIOS, eran
expuestos en las cortes como “algo raro”, aún no se afirmaba que tenían alma.

El rey Nezahualcóyotl fue el creador del primer jardín botánico y el primer zoológico
de América en Tezcutzingo, un pequeño cerro al Oriente del reino de Texcoco, allí
tenía animales de la región y de otras latitudes, tanto salvajes como domésticos.
Cuando llegaron los españoles, pensaron que había tesoros escondidos de oro y
plata e hicieron múltiples excavaciones, destruyendo el lugar.

Los zoológicos modernos en Europa comienza con lo que fue la Casa Imperial de
Fieras en Viena, en 1752 y se abrió al público trece años después, en 1765, y en
Francia luego de la Revolución Francesa, se decretó que el antiguo jardín del rey en
París, conocido como Le Jardin des Plantes, estuviera abierto al público.

Georges Cuvier, un naturalista, fue nombrado el encargado de lo que hasta


entonces fungía principalmente como un jardín botánico; su misión fue
reorganizarlo, para resguardar y exhibir animales en cautiverio, y el nuevo recinto
fue abierto al público parisino en 1793 y es considerado el primer zoológico popular.

La Sociedad Zoológica de Londres creó el primer zoológico científico del mundo, el


Regent’s Park, inaugurado en 1828, que no sólo se pretendía la exhibición de
distintas especies, sino que sus objetivos también incluían el estudio e investigación
del comportamiento animal.

Esa es una parte de la historia, aún falta la otra parte que no se muestra mucho por
ser una vergüenza para el hombre “moderno” del siglo XIX y XX. Desde 1874, y
tomando Alemania la delantera gracias al comerciante de animales Carl Hagenbeck
, artífice de un espectáculo donde además de fieras enjauladas, se mostraban
individuos de pueblos considerados “exóticos”, todo esto en momentos en que en
Berlín se daba el reparto de África, sus tierras, riquezas y su gente.

Entre 1877 y 1912 se realizaron unas treinta exposiciones de este tipo en el Jardín
Zoológico de Aclimatación de París, donde la afluencia de público fue masiva y
regular, al extremo de que el primer año recibió un millón de visitas.Completando la
idea de grandeza imperial, también se celebraron cuatro exposiciones coloniales, en
1907 y 1931 en la capital, y en Marsella en 1906 y 1922 y finalmente, aparecieron
las compañías itinerantes y los “pueblos de negros”, estos últimos en el marco de
las exposiciones, como la citada de 1889.

Un dato que, desde una mirada antropocentrista no sorprende demasiado, es que


algunos seres humanos fueron expuestos en jaulas junto a otros animales,
supuestamente para ilustrar las diferencias de la gente de origen europeo de la de
origen no europeo. En septiembre de 1906 el director del Zoo del Bronx de Nueva
York, William Hornaday, tuvo a Ota Benga, un pigmeo del Congo, expuesto en una
jaula junto con los chimpancés; posteriormente con un orangután llamado Dohong y
un loro. La exhibición pretendía ser un ejemplo del eslabón perdido entre el
orangután y el hombre blanco. Este hecho desencadenó protestas por parte de los
clérigos de la ciudad, aunque el público acudió presuntamente a verlo. Seres
humanos fueron también expuestos en jaulas durante el año 1931 en la Exposición
Colonial de París y en 1958 en la Expo del 58 en Bruselas había también una 'Villa
congolesa' con el mismo fin.

ZOO PORTEÑO

El Jardin Zoologico de Buenos Aires. El 25 de junio de 1888, el Intendente de la


ciudad de Buenos Aires Dr. Antonio Crespo envió al Concejo Deliberante un
proyecto de ordenanza estableciendo la formación de un Jardín Zoológico-Botánico,
dando curso así a una vieja iniciativa debida a Domingo Faustino Sarmiento, quien
1874 presentó una propuesta al Congreso para que se creara en los terrenos de
“Palermo de San Benito”, el denominado “Parque Tres de Febrero”, “que debía
contener colecciones de plantas indígenas y exóticas y representantes de la fauna
autóctona y del resto del planeta”.

El proyecto fue Ley en junio de aquel año y el 11 de noviembre de 1875, cuando se


inauguró el Parque, era apenas un modesto paseo. sin ninguna pretensión de
carácter científico, que albergaba sólo una docena de animales indígenas, donados
por el propio Sarmiento, que se alojaban en unas precarias instalaciones: un potrero
para las llamas y guanacos y un pequeño edificio con jaulas para los animales
peligrosos, en tanto que las aves y zancudas circulaban libremente.

Debido a la creciente popularidad del Parque, fue necesario que la Municipalidad


asumiera la responsabilidad de su administración, hasta que en 1888, pasó a
depender directamente de ese organismo y el 26 de junio de ese año, el Intendente
de la Ciudad de Buenos Aires, Dr. Antonio Crespo, pasó al Concejo Deliberante, un
proyecto por medio del cual, se disponía el traslado de este primer “zooario”, situado
entonces en el sector norte del Parque, a su actual emplazamiento, ocupando 18
hectáreas. La Ordenanza fue sancionada por el Cuerpo Legislativo y finalmente se
promulgó el 30 de octubre de 1888, fecha que se toma como el inicio de la historia
del Jardín Zoológico de Buenos Aires.

Pero poco antes en septiembre de ese año, Eduardo Wilde, ministro del Interior del
Pte. Juarez Celman, citó a su despacho al dr. Eduardo Holmberg para conocer al
hombre que según había oído, podía serle muy útil al gobierno, considerando sus
indudables méritos como hombre de ciencia. Holmberg, era descendiente de una
familia austriaca que heredó la pasión de su abuelo y su padre por las ciencias
naturales.

El 20 de setiembre de 1888, Holmberg fue nombrado primer Director del Jardín


Zoológico de Buenos Aires y a partir de allí y bajo su dirección, este proyecto
comenzó a ser una realidad y se destinó para el Jardín Zoológico, un extenso solar,
ubicado al norte de lo que se conocía como el barrio de las cañitas, el mismo lugar
que hoy ocupa esta parte del barrio de Palermo. Holmberg dirigió el Zoológico
durante 16 años y diseñó la construcción de los edificios de tipo oriental, como los
destinados a los elefantes, a las jirafas y a los monos, además de comprar
numerosos animales no autóctonos animales y de mejorar su trato y alimentación.

En 1893 editó el primer número de la “Revista del Jardín Zoológico de Buenos Aires,
publicación que fue muy reconocida en el círculo del periodismo científico de la
época. En ella escribieron Florentino Ameghino, Carlos Spegazzini, Juan
Ambrosetti,, entre otros.
Cuando en 1903 Holmberg falleció, asumió la dirección del Zoológico Clemente
Onelli, un naturalista entusiasta que siguió la línea de trabajo trazada por Holmberg
hasta que se jubiló en 1924, habiendo logrado poner al Zoológico de Buenos Aires,
entre los más completos por la cantidad de animales que allí vivían, el mejor trazado
y la mejor arquitectura y reproducción de los “hábitats” de América. Onelli venía de
familia aristocrática, hasta que vinieron a la Argentina. Cuando recibió la propuesta
para dirigir el Zoo, cuentan los medios de la época, aceptó de forma rutilante. Y las
anécdotas de su periodo van desde visitas de personalidades europeas, hasta que
llevo caminando un ejemplar de jirafa desde el puerto de Buenos Aires hasta
Palermo, ya que por su tamaño no cabía en el transporte. También tuvo diferencias
con Juan Albarracin, sobrino de Domingo Faustino Sarmiento e historico
proteccionista presidente de la SAPA (Sociedad Argentina Protectora de Animales).

El tercer Director fue el Dr. Adolfo Holmberg, sobrino nieto del primer Director, don
Eduardo Holmberg, Asumió en 1924 y quizás sea éste, el último que puede ser
considerado de carrera hasta 1930, Cuando asumió su cargo, la colección
zoológica del Parque, estaba integrada por 650 animales, pertenecientes a 53
especies. Su empeño, junto con el del sucesor del Intendente Crespo, el Dr.
Francisco Seeber, logró que el zoo porteño, contara con ejemplares pertenecientes
a más de 300 especies.

Los años pasaron, transcurrio gran parte del Siglo XX. A partir del 1 de febrero de
1991, pasó a manos de JZBA S.A., la empresa concesionaria que luego se integró a
la división Zoo de Buenos Aires de la Corporación Interamericana de
Entretenimiento.Se sustanciaron causas judiciales, una denuncia penal contra el
intendente que se tramitó ante el Juzgado Nacional de Instrucción N° 29 y una
acción de amparo. Asociaciones vecinales y de amigos organizaron abrazos al
Jardín Botánico y al zoológico, hubo opiniones del Centro de Arquitectos Paisajistas,
y hasta a la Comisión de Asuntos Municipales del Congreso de la Nación
concurrieron funcionarios a brindar explicaciones por el proceso de privatización",
recuerda el informe, pero nada de eso impidió que el 7 de noviembre de 1990, el
intendente Carlos Grosso firmara el decreto 5.584/90 y adjudicara la concesión a
"Zoo-Botánico 2000 S.A.". La disposición dejó afuera al Jardín Botánico gracias a la
movilización de los vecinos.

Entre las falencias detectadas en el zoológico, el informe detalla que algunos


animales se alojan en espacios pequeños para su tamaño, como es el caso de
lobos marinos, orangután, ocelote y gato montes. "Sumado a una baja tasa de
nacimientos, las condiciones de tenencia de algunos individuos no son las más
aceptables. En el caso del Oso polar, el recinto no posee las condiciones de
temperatura adecuadas para su vida. Estanque y hábitat carecen . de climatización,
una falencia que otros zoos -como el de -Londres o el de Barcelona- han
solucionado con equipos acondicionadores e incluso con nieve artificial".

A datos relevados por la Auditoria General de la Ciudad (AGCBA) en el 2010, se


perdieron 31 especies de mamíferos y 72 especies de aves, que representan el 23%
y el 55°/o de las colecciones del zoo. La nómina completa de estos animales incluye
al Antílope Nilgai, Búfalo de la India, Caballo de Mongolia, Cebra de Chapman,
Cerdo Chino, Chinchilla, Chinchillón, Ciervo Japonés, Conejo, Cuchumbí, Jabalí
Europeo, Lobito de Río, Mapache, Mayoato, Mono Babuino, Mono Griveta, Mulita,
Oso del Tíbet, Oso Siberiano, Oveja Caracul, Pécari de Collar, Pécari Labiado,
Peludo, Piche, Rinoceronte Negrojlgre Siberiano, Yack, Yaguarundí, Zorro Colorado,
Zorro de Monte, Zorro Europeo, entre los mamíferos.

Entre las especies de aves desaparecidas, se encuentran el Bamacla Canadiensey


el Cariblanca, Bul-Bul, Capuchino Cabeza Blanca, Cabeza Negra y Tricolor; Catita
Cabeza Roja, Cauquen Común y Real, Celestino, Charata, Chingólo Común,
Chineóte, Chuña Pata Negra, Cisne Cuello Negro y Gritón, Cotorra Cabeza Dorada,
Cuerdillo Cara Pelada, Cuervo Europeo, Faisán Dorado, Plateado, Tenebroso y
Venerado, Gallareta Escudo Rojo, Gallina Común y Pigmea, Garza Blanca y Bruja,
Gaviota Cangrejera y Capucho Café, Grulla Lilford, Halcón Europeo, Hoco Colorado,
Loro Cabeza Azul, Choroy y Negro, Maina Común, Martineta, Mirlo Metálico Cola
Larga, Mirlo Metálico Medio, Ñenday, Oca Colorada, Ostero Pardo, Paloma
Araucana, Capuchina, Cenicienta, Colipavo, Europea y Torcaza, Pato Cutirí, de
Collar, Pico de Cuchara, y Silbón Común; Pecho Amarillo Chico, Pecho Colorado
Grande, Pintada de África, Polla de Agua Azul, Polla Negra, Tejedor Enmascarado,
Gendarmey Pico Rojo, Tiorillo, Torcacita Picuí, Tordo Ala Amarilla, Ala Canela, y
Renegrido, Tórtola de Collar, Tucaneta,Turaco de Senegal, Urraca Americana y
Europea yZorzal Colorado.

(INFORME AGCBA NUEVO)

EL HOLOGRAMA COMO FUTURO

Los zoológicos 7D están en el auge de popularizarse, los países pioneros en


implementar este tipo de tecnología han sido Dubai y Japón, donde apuestan a
recrear salas para interactuar con animales y conocer todos sobre ellos.

Estos zoológicos 7D han sido diseñados apostando a resguardar la naturaleza y


evitar tener los animales en cautiverio.

El efecto de estas salas con gráficos realistas recrean sonidos en surraound e


incorpora además olores característicos de los animales, para hacer la experiencia
más cercana.

La tecnología ha sido creada por la compañía Magic Leap, pionera en crear


imágenes en movimientos recreando el máximo aspecto de las imágenes
proyectadas en las salas, con mayor capacidad de detalle.

La tecnología 7D te dejará impactado y pensando la cantidad de aplicaciones que


podría tener en ámbitos como el educativo, el ocio o el publicitario.
Muchos apuntan que incluso se podría convertir en una alternativa para evitar tener
encerrados a los animales, ya que la imagen 7D permite crear zoológicos virtuales.
En Japón y Dubai llevan varios años aplicando esta tecnología que hace posible,
entre otras cosas que el espectador vea una imagen virtual en 3D en un entorno
real, y no limitada al uso de un soporte digital como una pantalla. El efecto súper
realista se logra son sonido surround e incorporando olores característicos de la
representación.

(imagenes)
CONCLUSION

Hoy los zoológicos están en crisis, porque una parte de la sociedad rechaza el
cautiverio y exhibición de animales, tanto terrestres, aves y acuarios. Estamos en el
siglo XXI, cambiaron los paradigmas de cómo percibimos a la naturaleza y a las
otras especies que conviven con los humanos.

. La relación entre los seres humanos y los animales no era la misma cuando, a
principios del siglo XIX, las grandes urbes empezaron a llenarse de parques
zoológicos como los que siguen en pie hasta hoy, ni cuando en 1875 abrió sus
puertas el de Buenos Aires, aunque la idea de coleccionar animales como símbolo
de estatus va tan atrás en la historia como hasta los faraones egipcios.De la
exposición al espectáculo, de lo salvaje a lo amaestrado, de lo exótico a lo único,
hay una serie más de dicotomías que sirven para ocultar la verdad de estos
zoológicos, que históricamente se han construido como monumentos al poder y de
allí pasaron a ser un espectáculo del mismo, una manera amable de demostrar lo
diferentes e “inferior” pero bajo control.

A pesar del acuerdo sobre que ya no pueden seguir siendo como eran, los
zoológicos aún existen (la Asociación de Zoológicos y Acuarios acredita 232 en el
mundo, y 40 solo en América Latina y el Caribe) y lo que sí genera discusión es la
pregunta sobre qué debería pasar con ellos. Tenemos que aceptar que no tenemos
derecho a ver animales exóticos a una cercanía conveniente con nuestros hogares.
Además, si queremos ver esos animales, su comportamiento y su hábitat, ahora
tenemos múltiples maneras virtuales e interactivas de hacerlo. Incluso un
documental en la televisión puede decirnos más que una visita un zoológico
Para otros, los zoológicos no tienen que cerrar sus puertas, sino cambiar de misión.
El argumento de esa corriente es que, como consecuencia del crecimiento
demográfico de la población humana, la sobreexplotación de recursos, la
deforestación y la contaminación de ríos, lagos y mares, entre otros, la naturaleza
ya no siempre es el mejor lugar para que una especie se desarrolle. "Los zoológicos
modernos cumplen un rol fundamental en la conservación de las especies y sus
ecosistemas, sobre todo si consideramos que la vida sobre el planeta está sufriendo
una situación inédita, que distintas universidades y otras instituciones científicas del
mundo han calificado como la Sexta Extinción Masiva de Especies desde que hay
vida en el planeta. Muchos de los zoológicos son los últimos reductos donde se
mantienen grupos de animales que están en peligro de extinción o que ya han
desaparecido de la vida silvestre. Los zoológicos, acuarios y centros de
conservación son instituciones, que por la naturaleza de su actividad, reúnen a los
profesionales e investigadores necesarios y competentes para hacer frente a esta
situación", explica Alexandra Guerra, directora ejecutiva de la Asociación
Latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios. Según esa organización, en
2017 los zoológicos y acuarios miembros aportaron un total de 3.500.000 de dólares
a la conservación de especies, y rehabilitaron y rescataron a 160.000 animales
silvestres.

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