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Autopoiesis

La autopoiesis o autopoyesis (en griego: αύτο, ποίησις [auto, poiesis], a si mismo; creación, producción’) es un neologismo, con el que se
designa un sistema capaz de reproducirse y mantenerse por sí mismo. Fue propuesto por los biólogos chilenos Humberto
Maturana y Francisco Varela en 1972 para definir la química de auto-mantenimiento de las células vivas. Una descripción breve sería decir
que la autopoiesis es la condición de existencia de los seres vivos en la continua producción de sí mismos.
Para Maturana, la autopoiesis es la propiedad básica de los seres vivos, puesto que son sistemas determinados en su estructura, es decir,
son sistemas tales que cuando algo externo incide sobre ellos, los efectos dependen de ellos mismos, de su estructura en ese instante, y no
de lo externo. Los seres vivos son autónomos, en los que su autonomía se da en su autorreferencia y son sistemas cerrados en su
dinámica de constitución como sistemas en continua producción de sí mismos.
Aunque un sistema autopoiético se mantenga en desequilibrio, es capaz de conservar una consistencia estructural absorbiendo
permanentemente la energía de su medio. Al igual que la célula y los seres vivos, los sistemas autopoiéticos tienen la capacidad de
conservar la unión de sus partes e interactuar con ellas. Los sistemas autopoiéticos son autónomos, lo cual los hace un sistema cerrado,
que se autorregula continuamente. Otros ejemplos de autopoiesis son la conciencia, un organismo, etc.

Homeostasis

La homeostasis es el estado de equilibrio dinámico o el conjunto de mecanismos por los que todos los seres vivos tienden a alcanzar una
estabilidad en las propiedades de su medio interno y por tanto de la composición bioquímica de los líquidos, células y tejidos, para
mantener la vida, siendo la base de la fisiología. Veamos cómo sucede esto.
Nuestro cuerpo no es un sistema aislado del medio que lo rodea, y al mismo tiempo, sólo sobrevive bajo ciertas condiciones de
temperatura, presión, humedad, etc. Pero el medio en que vivimos no siempre presenta estas condiciones. Es por esto que nuestro cuerpo
debe estar preparado para dar respuesta a los distintos cambios que el medio le presenta. Este equilibrio se logra a través del proceso
de homeostasis. Por ejemplo, nuestra temperatura debe ser del orden de los 37ºC; por esta razón, cuando hace mucho calor comenzamos
a transpirar.
La transpiración es una forma de deshacerse de la energía, o disipar el calor que hemos absorbido desde el medio, de modo que nuestra
temperatura permanezca constante. Asimismo, cuando hace mucho frío no transpiramos, sino que tendemos a apretarnos y encogernos,
para así disminuir el área de contacto con el aire que nos rodea y de esta forma disipar la menor cantidad de calor posible, conservando
nuestra temperatura constante.

http://autopoiesisyhomeostasisbiologcontem.blogspot.com/

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