· Constitución española.

Artículo 9:
1. Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto
del ordenamiento jurídico.
2. Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la
libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales
y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y
facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica,
cultural y social.
3. La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la
publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras
no favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la
responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos.
Artículo 106.1: Los Tribunales controlan la potestad reglamentaria y la legalidad
de la
actuación administrativa, así como el sometimiento de ésta a los fines que la
justifican.
· Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa. Ley 29/1998, 13 de julio,
reguladora de la Jurisdicción contencioso-administrativa.
Ha sufrido varias reformas importantes.
· Ley Orgánica del Poder Judicial.
·Ley de Enjuiciamiento Civil. Con aplicación supletoria en muchas materias.
• Los principios de la Jurisdicción contencioso-administrativa.
A. Consolidación de un modelo judicial.
La jurisdicción contencioso-administrativa no es más que una especie de la genérica
función jurisdiccional.

Aroa Martínez Colinas

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Sin embargo, consagra un orden jurisdiccional propio para enjuiciar los procesos
contenciosos-administrativos. Por lo tanto, se trata de un orden jurisdiccional
especializado, pero judicial.
Esta especialización no rompe con el sistema original puro, ya que los miembros de
los
órganos judiciales pertenecen a la carrera judicial y dichos órganos son Tribunales
y
Juzgados integrados en el Poder Judicial.
Lo único que implica dicha especialización es que la competencia para enjuiciar lo
contencioso viene atribuida a las Salas especiales de los distintos Tribunales y a
Juzgados especiales.
Tras la LOPJ, la especialización se ha impuesto en toda la organización judicial y
no
específica de las Salas y Juzgados de lo contencioso-administrativo.