RESPUESTA EN LLANA PROSA
‘Weruda:
%¢ El azar quiso que ef viernes 18 en que
sparecia MARCHA con mj critica a su
Sitimo libro, Navegaciones y regretos, Ud.
Megara #1 pais.
Supe en esos dias que varios lectores su-
yos, tan admiradores de su poesia como yo,
eonsideraban atinados varios de los repro:
ehes que yo Je formulaba; supe que Saran-
dy Cabrera se habia interesado en nuestro
semanario para que se le reporteara pero,
como para eso habia que viajar a Punta
del Este donde Ud. residia, debi desechar la
sugerencia; supe ademds que daria un re-
cital, anunciade en estas paginas, y, con
posterioridad, supe eudnto sccreto y caute-
la se puso entre el reducido mimero de en-
terados para que no trascendiera el motivo
central del acto: responder la eritica de
un tal A. R. Permitame que revele una
identidad que Ud. parecié desconocer: ese
tal soy yo, Angel Rama, lo que Cotelo ha
Mlamado ‘la sombra”, el eritico que sigue
paso a paso al ereader.
‘No pude el viernes 25 concurrir a su
recital. Lo lamento, ahora que sé, por los
amigos presentes, por las crénicas coinci-
dentes de Ruben Cotelo, Gonzalo de Frei-
tas y Omar Prego, en’ qué consistié ese
acto que entienda indigno de su talento.
En mi tierra, para una payada se meten
@os payadores; en todas Jas tierras para un
@idioga se meten dos hombres, y por de~
magégieo que me pareciera el debate, por
desproporcionado en Ja situacién de las
fuerzas, ocurre que por estos pagos hay
valor y no hubiera rehusado uma invitas
cién a sostemer oralmente lo que afirmé
por escrito y gue Ud. mutilé a su antojo.
Eso hubiera permitido asentar Sobre ver-
dad Ja discrepancia, sin arrebatos narcisis-
tas. Mi critica versé sobre su ultimo libro.
Usted apel6 a sus Obras compistas. Pero
ocurre que pensando en ellas, en los vol
menes que llegan al Canto general, al pri-
mer libro de Odas y a algunos poemas de
los restantes libros, yo afirmaba que era
‘usted “el mayor poefa actual, vivo. de la
Tengua espafcla”.
Neruda: zconoce Ud. mas alto elogio? 20
caso era que un critico nuestro ha dk
finido como su “psicologia de enfant gat
exige ya el planeta todo y hasta el cosmos
como término comparative? Agregue que
en esta pdgina se ha informado seguida~
mente de sus actividades; aqui se han pu-
blicado sus poemas Ultimos, quizis algu-
mos de los que Ud. leyé en su recital. El
azar quiere, ese azar que tan burlonamen-
te ha jugado en este asunto, que en estos
dias se edite un coloquio entre C. Real de
Axia, E. Rodriguez Monegal y yo (Eva-
sién y arraigo de Borges y Neruda) donde
soy yo, AR. si, quien hace Ia defensa de
su lirica. Claro que eso fue en 1987; hoy
harfa mfas varias de las objeciones de
Real.
Respecto a su libro Navegaciones 7 xe~
Gresos, le reconoci “buenos poemas”, “ver~
sos de pleia maravilla", pero lo censuré
Asperamente por Jo inauténtico de su acti-
tud cxeadora que ‘se traduce en tres ru-
bros: retérica o palabreo insustancial; de-
magogia populista, y egolatria.
Siga creyendo que son ciertos. Le diré
més: su respuesta, las condiciones en que
se realiz6, los textos a que recurri6, son in
querida confirmacién de mi critica, Claro
esté que no voy a convencerlo: si le re-
procho retériea ¥ usted lee para contestar+
me ia Oda a Lenin, no hace sino confirmar
con una larga prucba mi critica, y es des:
consolader que Ud. no se dé cuenta; si le
reprocho demagogia populista — porque
Ud. no hizo su poesia “comiendo con los
miserables en el mesén glacial de a po-
breza” como asi la hizo César Vallejo mu-
riéndose Uteralmente de hambre — y Ud.
Jee-su hermoso poema a Vallejc, no me
Fesponde, se escabulle, pero con esa actitud
me da Ja razén; si le reprocho egolatria
¥ me contesta con su_poema Tres nifias bo-
livianas es que usted no entiende lo que
es la egolatria porque la ha asumide como
personalidad.
‘Neruda: usted es un gran poeta, su lu-
ger en la poesia espafiola de la ‘primera
mitad del siglo XX es de los mas seguros;
su competicién ya no es Sélo con los eon
temporaneos, sin9 con las sombras de los
grandes poctas de la lengua, y ese compro-
miso no se salva con inautenticidad. Que
‘usted haya reaccionada en la forma que
Jo hizo es para preocupar a todos los que
estimamos su obra, porque pareciera que
quiso certifiear las ’palabras con que cerra~
‘ba ti nota, apuntande como triste com-
probacién que el compromiso actual suyo
no era con la poesia y la verdad, sino con
Ja exaltacién biografica. ¥ eso se paga du-
ramente en les textos que almin dia, ausente
su voz, seran los tnicos que puedan revi-
virla.
Me permite agregar, ahora, gue atin
contio en ese alto don poético ton que U4.
ha sido marcado?
ANGEL RAMA
Se a