You are on page 1of 7

La Pena De Muerte En Colombia

Nicolás Tirado Ospina

Universidad La Gran Colombia

Competencias Comunicativas

Bogotá D.C

2019

1
La Pena De Muerte En Colombia

Resumen

Varios artículos y declaraciones públicas han discutido el restablecimiento de la pena de muerte

como castigo judicial, basándose en elementos como el acto terrorista cometido en Oklahoma

(Estados Unidos), o en los sucesos colombianos como las masacres de Urabá, la inseguridad, o la

impunidad respecto al secuestro. No se descartó la pena capital cuando "la defensa de la sociedad

no era posible de otro modo"; y se recogieron los hechos de Oklahoma para reiterar que en todas

partes, como aquí en Colombia, existen mentes "corrompidas" y "avergonzadas" que mantienen

el terrorismo'. Para la mayoría de los colombianos es claro el diagnóstico con síntomas y signos

concretos: inseguridad, bombas, explosiones, falta de credibilidad en el Estado, en el gobierno,

falta de ética civil o de moral religiosa, desaparecidos, secuestros, eliminación de mendigos, de

campesinos, de indígenas, de abogados, de policías, intimidación de testigos, etc.

Introducción

Los cambios en materias políticas, sociales y económicas experimentados a nivel mundial en los

últimos años, han acrecentado una gran diversidad de intereses, actores y escenarios de discusión.

La humanidad ha venido experimentando enormes cambios a nivel social, político, económico,

tecnológico y científico. Estos cambios surgen de las ruinas del siglo XX, en el cual se dieron

guerras mundiales y trajeron increíbles avances tecnológicos que hoy nos parecen cotidianos.

Con los horrores de las guerras y la posibilidad de un exterminio a escala global de la Guerra

Fría, las últimas generaciones han cultivado una consciencia de protección de la vida, los

derechos y libertades individuales. En el caso del conflicto armado en Colombia, cuyo origen se

2
cuenta oficialmente desde la creación de las Farc, este deja una cifra contabilizada de 7.134.646

casos de desplazamiento y 983.033 homicidios, entre otros hechos. Sin embargo, este conflicto

tiene orígenes que se remontan antiguamente, por lo tanto, es muy difícil determinar cifras que se

acerquen a la realidad.

Pero más grave aún es el hecho de que el conflicto alcanzó puntos de degradación sin semejanza

en cuanto a los maltratos a los que fueron sometidos no solo personas directamente del conflicto,

sino también involucrando civiles en estado de desprotección, entre ellos muchos menores de

edad, todas estas acciones fueron justificadas por grupos paramilitares en su lucha revolucionaria;

así mismo, en la guerrilla que trajo consigo la vulneración de derechos en contra de la sociedad

civil y la corrupción de sectores políticos, la rama judicial y de la sociedad civil en general, todo

esto alimentado con enormes cantidades de dinero generadas con base en el narcotráfico. Esta

larga tradición violenta y de división se ha incorporado masivamente en la última década del

siglo pasado, época en la cual el conflicto entre grupos de derecha, Estado, guerrillas y

narcotraficantes escaló hasta superar todos los límites conocidos por los mismos colombianos, y

cuyas víctimas fueron principalmente indígenas, afrocolombianos y en general los sectores más

vulnerables de la sociedad.

El Estado colombiano ha intentado pacificar el país por medio del uso y el abuso de la fuerza, lo

que trajo como consecuencia muchas muertes que en nada contribuyó a hacer realidad lo

ordenado por el artículo superior; por el contrario, generó más violencia y sacrificó principios de

justicia, equidad e integridad que se redujeron por el mismo Estado, bien sea por acción u

omisión en sus políticas. Ante situaciones como estas, existen varios factores que se deben tomar

en cuenta al momento de determinar cuál debería ser el castigo adecuado, que contenga

elementos de justicia, prevención y retribución a la vez.

3
La pena capital en Colombia

En el caso colombiano, la pena de muerte fue abolida definitivamente en 1910 mediante el

artículo 3, capítulo (III) según el cual: “En el nombre de Dios, fuente suprema de toda autoridad,

la Asamblea Nacional Colombiana decreta: […] El legislador no podrá imponer la pena capital

en ningún caso”, siendo la última ejecución registrada en 1909. Muchos años después, la

Constitución de 1991 fundamentada en principios diferentes, en su artículo 11, capítulo (I), dice

que: “El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte”.Colombia se encuentra en la

línea de los Estados modernos que no admiten esta ley, porque se considera la pena de muerte

como una venganza encubierta que va en contra del derecho a la vida, que es un derecho

fundamental.

Métodos de aplicación de la pena de muerte

En la edad Antigua estos métodos varían desde las torturas, en donde la vida del ejecutado era

tomada por un animal. Pasando por el degüello en las batallas de la antigua Roma; hasta el

destripamiento; con el fin de propiciar sufrimiento a la víctima. El despeñamiento, el suplicio del

hambre o “la dieta negra”, el enjaulamiento, el empoderamiento e incluso la crucifixión, son

métodos que buscan prolongar el sufrimiento de las víctimas a través de la provocación de

heridas o enfermedades que terminarán acabando con las vidas de las personas. Uno de los

métodos más crueles y utilizados en el mundo antiguo fue el empalamiento, en donde se insertaba

una estaca en el cuerpo. Es así como podemos concluir que a lo largo de la historia las

ejecuciones han estado presentes, unas con el fin de dar mayor dolor al condenado y de castigar

los delitos en los que se haya incurrido, otras con el fin de eliminar al enemigo. Es de resaltar la

magnitud del dolor y el sufrimiento, de quienes padecían la pena capital. Se debe destacar que a

4
través del concepto de la pena de muerte se puede explicar cómo en un país donde la

Constitución protege la vida debido al conflicto armado tienen lugar decenas de ejecuciones.

Argumentos fundamentales

La pena de muerte se ha mantenido a lo largo de la historia tanto practica como teóricamente. Los

motivos que suelen manifestar quienes pretenden retener esta sanción se reducen a la autoridad,

la teoría y la experiencia. Por criterio de autoridad algunos regímenes democráticos, en los que se

abolió la pena capital, la han readmitido por petición de muchos ciudadanos afectados ante

determinados delitos. Por argumentos teóricos existen unos ya formulados como lo son: la pena

de muerte es necesaria por su máxima fuerza preventiva respecto a posibles delincuentes, los

crimines más graves exigen, como justa retribución, la pena capital, el delincuente, al infringir

gravemente la ley, se ha privado al derecho a la vida, la reintegración del orden jurídico violado

por el delito, exige la pena de muerte.

Por razones sociológicas la delincuencia aumenta al abolirse la pena capital, esta sanción resulta

insustituible, pues la experiencia muestra que la privación de la libertad no ofrece garantías

suficientes. Se reconoce que algunas conductas causantes de perjuicios a la humanidad como los

actos de ciertas organizaciones terroristas y fascistas, exige una grave sanción. Pero hacen falta

argumentos muy claros y muy fuertes para admitir la pena de muerte en nombre de la justicia

humanista. Probablemente, un remedio que haría desaparecer la pena de muerte seria intentar

extenderla a todos por igual. Si se pusieran los medios para aplicarla a todos, no se aplicaría a

nadie

5
Conclusiones

La conclusión es que no solamente en Colombia sino también en la mayoría de democracias

occidentales es impensable permitir la pena de muerte como castigo. No se considera justificable

su aplicación como medio para alcanzar justicia retributiva. La posibilidad de que delitos atroces

contra menores queden en la impunidad es latente, y al no existir mecanismos y castigos que

permitan disuadir a potenciales criminales, esto es, enfocados a prevenir y proteger a los menores

haciendo valer sus derechos constitucionales fundamentales, parece que no existe una alterativa

que proporcione la posibilidad de una sociedad reconciliada y en paz, para lo cual es

indispensable que exista una justicia eficaz.

Probablemente se deba empezar a pensar en una democracia internacional, lo cual facilitaría una

jurisdicción penal internacional que pueda ejercer un mejor y más eficaz control en procesos de

juzgamiento de este tipo de delitos, hacer efectivas las garantías constitucionales y fortalecer

instituciones nacionales que permitan la plena eficacia en la aplicación de la ley.

6
Referencias

Alexy, R. (2010). La construcción de los derechos fundamentales. Buenos Aires, Argentina.

Ad-Hoc.

Aquino, T. (1964). Suma Teológica I: Madrid, España.

Beccaria, L. (1764/2006). De los delitos y las penas. Bogotá D. C., Colombia: Temis.

Guarín Ramírez, E. A., Rosse Calderón, R., y Robayo, A. (2018). Incidencia de los medios de

comunicación en la administración de justicia en Colombia. Revista Verba Iuris, 13(40), 83-94.

Caro, Miguel Antonio. Escritos Políticos. Bogotá: Caro y Cuervo, 1993.

Monestier, Martin. Penas de Muerte historia y técnicas de las ejecuciones capitales. Colonia del

Valle: Editorial Diana S.A., 2000.

You might also like