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E ditorial FUNGLODE EL votante dominicano Ciudadanos y elecciones en la Republica Dominicana POLITICA Mariano Torcal Leticia M. Ruiz Gerardo Maldonado Escaneado con CamScanner Capitulo 1 INTRODUCCION. EL VOTANTE DOMINICANO EN EL 2010 Mariano Torcal, Leticia M. Ruiz y Gerardo Maldonado El notable interés que recibe la dindmica polftica, partidista y electoral de la Repdblica Dominicana en los medios de comunicacién nacionales, asf como en las conversaciones cotidianas de sus ciudada- nos, contrasta ‘con la escasez de estudios especializados y sistematicos sobre los patrones de opinién pdblica, cultura politica y comporta- miento electoral de los dominicanos’. Y es precisamente este desfase lo que ha impulsado el presente trabajo sobre las elecciones de mayo del 2010. En las elecciones del 2010, més de:seisimillones de dominicanos acudieron a las urnas para elegir un total de 4,031 cargos: 215 car- gos de representacién nacional (183 diputados y 32 senadores), asi como un alto nimero de cargos municipales (155 alcaldes y suplentes; 7” Algunas excepciones recientes son los trabajos de Espinal, Hartlyn y Morgan (2006) sobre cultura politica, asi como los trabajos de Benito (2010a; 2011; 2015) sobre comportamiento electoral. Escaneado con CamScanner 26 El vorante dominicano Jores y suplentess 229 directores de distritos Municipal, idores Ys ed a) y supranacionales (20 une Oey oteSPOndien, 715 vocal veal Parlamento Centroamericano, PARLACEN), tes suplenes 2 nciara la consolidacién democritica en la Rep, . . as diferentes citas electorales se han desarrollado en ca Dominicana regitie dad y competencia democritica. Son ya a clecciones legislativas y cinco elecciones prosidencials las que, desde entonces, han tenido lugar y han dejado lejos los avatares que siguie. ron a la transicién democratica de 1978. : Pero, pese a la normalidad democratica, las elecciones del 2010 fue. ron unos comicios de especial relevancia por dos razones. En primer lugar, porque se producfan tras una reforma constitucional que en 2009 establecfa, entre otras medidas, la reelecci6n presidencial no consecuti- va, un nuevo organigrama de administracién electoral y la unificacién enel tiempo de las elecciones municipales, legislativas y presidenciales. En segundo lugar, los comicios del 2010 se producen en un contexto de tealineamiento del sistema de partidos. Durante més de tres décadas, la politica dominicana estuvo dominada por la presencia carismitica de Joaquin Balaguer, Juan Bosch y José Francisco Pefia Gémez (Hartlyn 2008). De modo que, tras el fallecimiento de todos ellos, se ha produ- cido un reordenamiento de fuerzas politicas y electores que justifica la atenci6n renovada a los patrones de la participacién electoral y dire cién del voto en el pats. que ent condiciones de ; En este contexto, se plantea un trabajo cuantitativo sobre los deter de inantes del voto en la Repiblica Dominicana. Para tal fin, a lo largo cee oe se reflexiona sobre la relevancia de esta tarea, se revi co tebrico de las diferentes escuelas que han abordado [a cues: tidn d i ne el Somportamiento electoral y se detalla la estructura del rae ‘08 datos que se utilizardn, L1 {Por U QUE ESTUDIAR AL VOTANTE DOMINICANO? Las eleccio, i varias funciones de | las nes son . la esencia de una democracia. Entre las ¥®" Jecci6™ 98 comici¢ 0s, la mas especifica e inmediata es la se Escaneado con CamScanner Cap. 1:1 c PT: Introduccién. El votante dominicano en el 2010 27 artido Reformista Social Cristiano (PRSC). Posteriormente, el grueso le la competencia electoral comenzé a discurrir entre el Partido Re- ‘olucionario Dominicano (PRD) y el Partido de la Liberacién Domi- icana (PLD). Finalmente, en las elecciones legislativas de mayo del 010, la otrora tercera fuerza en el Poder Legislativo, el PLD, logré la ayorfa absoluta a nivel nacional y local, cubriendo todo el tertitorio morado bajo el liderazgo de Leonel Ferndndez Reyna, y confirmando el ambito de elecciones legislativas la preponderancia que dicho artido ya exhibfa en elecciones de ambito presidencial. Este realinea- ‘iento posibilita el estudio de los condicionantes del comportamiento lectoral en contextos de cambio. Por tiltimo, los estudios sobre comportamiento electoral comparado América Latina y el Caribe apuntan ciertas peculiaridades del caso minicano que le hacen de un gran potencial interés desde el punto Escaneado con CamScanner nica 3p Bl vot ante dom ado. En est sentido, la literatura existente icano se mueve eN UN entome 0 Je vista tice fete se " jerir que © , gran xitud programatica (Kitschelt y otros ae Ve jmeistet 2015: 15), con gran relevancia deline’ 015), en donde los lideres politicos y sy cal o electoral (Merolla y Zechmeister 2011), junto ; a ctores en la decisién del votante, como Ia : acién econdmica (Morgan y otros 2011); perty araria de un sistema de partidos caracterizady ine abilidad, al menos em términos comparados con tty Todas estas caracteristicas dotan al caso dominic en la naturaleza de la relacién enty dk d rece SUBS do port Carling, Sine? Y relat (Benito an pes 1c ciertos fa! cliet tienen un £™ inpresencia de i de la situ portanci@ se tr mismo tiempos una creciente est pafes de Ta region. no de gran interés para profundizar votantes Y partidos. 1.2 La INVESTIGACION SOBRE COMPORTAMIENTO ELECTORAL En este apartado se revisan los principales caminos recorridos porla investigaci6n electoral, con el fin de enmarcar las discusiones tedrica yempfricas que se realizarén sobre el caso dominicano en los sucesivos capitulos, y que se basan en los modelos més frecuentes en la literatun especializada en explicacién de voto. El estudio del comportamiento electoral se centra en la formacién y expresiGn de las preferencias individuales en los procesos electorales . tokes 1977: 537). De ahi que su estudio se Ileve la parte del lesne coe a alae politica. No en vano se ocupa de ny influir en las oer (periédicas), que «permite a a si los gobiemnos son repre le sus representantes» (Manin 1998: ? - te porque son elegides ee en las democracias €s Pree asada en el voto rom ce acuerdo con la teorfa del cumP a las mejores politicas etitos las elecciones sirven pata seed Control, dependiente a emnantes; pero ademés, seat i ne er iemos responsables de ae Tetrospectivo, valen para hacer 2 si os resultados de sus acciones pasadas Preeworski YStokes 1 999: 29), Escaneado con CamScanner Cap. 1h i P. ls Introduccién. El votante dominicano en el 2010 29 Los diversos modelos de ciudadano (o votante) que pk vestigaciones sobre comportamiento electoral ae ts lantean fas in- preocupacién: cual es la capacidad de los ciudadane ine en manejarse en la polttica de masas (Carmines y Huckfel aes para Desde hace décadas, la literatura sobre comportamiente cloner ke distinguido de manera genérica dos tipos de factores para est Stora ha capacidadesindividuales en el momento de decidir el vote, Per nce estarfan los factores de largo plazo, (tnicaeil amie , ° que constituyen predisposiciones estructurales, sociales y politicas de cada ciudadano a la hora de decidiy si iro noa votar y a optar por un partido en lugar de otro. Por otro lado, estarfan los factores de corto plazo, que son el resultado de elementos coyunturales de cada eleccién o momento electoral. En su formulacién més clésica (Campbell y otros 1960) todos estos elementos forman un denominado «embudo o cadena causal», donde las decisiones indivi- duales se forman primero por los factores condicionales de largo plazo. Sobre estos se sustentan otros factores de corto plazo, que son respon; ks sables de las decisiones electorales y a los que, en muchos casos, se les atribuye el origen de determinados cambios electorales (Dalton 2008). Entre los factores de largo plazo se incluyen las diferencias demogré- ficas (en especial généro, edad y educacién), de clase social, religiosas, étnicas o regionales (Lipset y Rokkan 1967). También en esta clasifica- ci6n se incluyen aspectos psicosociales como las identidades politicas, la ideologia (Inglehart y Klingemann 1987; Mair 2007) y, sobre todo, la identificacién partidista (Campbell y otros 1960) y las orientaciones valorativas (Inglehart 1990) que suelen atribuirse a largos procesos de socializacién politica por parte de los ciudadanos. Entre los factores de : : ani corto plazo suelen considerarse aquellos més circunstanciales e inm actividades diatos a la decisién del voto, como acciones de gobierno, de campajia, las condiciones polfticas y econémicas (naciondles y ne sonales), asf como la informacién transmitida por medios pc nicacién y las opiniones sobre determinados temas y personal fi tiltimos tie- publicas (Dalton 2006; Dalton y ee aa Lae eel i jas vari ions Nen que ver con aspectos que Oates ban de convocatora tiempo, porque entre otras razones, Escaneado con CamScanner 30 El votante dominicane en convocatoria electoral. Es decir, ae hey fa alorain in candidato varia en el tiempo, porque ul ad a le candidato Peta a jeterminado partido o porque su popularidad aumenta 0 disminy. und . ismo modo, ¥ tal como defiende el modelo de voto conog; do & eae 9 voto por temas (Key y Munger 1959), la valotacign es j6n del gobierno sobre un determinado tema, como por je, condmica, puede ser en una determinada eleccign i6n plo, la situaci de : la hora de recibir su partido o candidatura un duro un factor decisivo a golpe de castigo en la arena electoral. 1.2.1 La logica de los modelos a largo plazo El estudio de estos factores de largo y corto plazo ha surgido de una secuencia de dos grandes modelos sobre comportamiento electoral: el sociolégico y el psicosociolégico. En primer lugar, los estudios clésicos de los afios cuarenta, cincuenta y sesenta, basados en la sociologfa yen Ia psicologta social, consideraban que los votantes eran prisoners de su posicién social o de las limitaciones de sus capacidades cognitivas. Por un lado, el modelo sociolégico o de Columbia, desarrollado en los trabajos de Lazarsfeld y sus colaboradores (Berelson, Lazarsfeld y McPhee 1954; Lazarsfeld, Berelson y Gaudet 1968), se detentfa en la influencia de los medios de comunicacién de masas en las decisiones de los individuos. Aunque en sus comienzos los estudios de Columbia se preocupaban fundamentalmente por la propaganda y a persuasion, la realizacin de un andlisis de panel durante 1940, el afio de las elee a estadounidenses, permitié constatar la cescasa inv eaeie cs campatias electorales y de los medios de comunicaci® ae lis soae electorales. El principal efecto del ae selecwages yi ee era, segiin estos autores, el refuerzo de col 3 Z eiidcs'ellmenton de = Le como la religién, la etnicidad © a is ditadlelesitenest Pia ell Pl = que se habfan atenuado desde oe predisposicién oe ae eae a ae cele be ia ° iflilddaridd soci, eee anclada en la tradicién fami , una predisposicién que resultaba inmune e Escaneado con CamScanner Cap. 1: Introduccién. El vorante dominicano en el 2000 31 mensajes de las campafias. El voto era una cuestién de hitbito o heren- cia: «Una persona ome politicamente tal como es socialmente. Las caracteristicas sociales determinan la preferenci: ca» (Lararsfe Berelson y Gaudet 1968: 27). El somes —— aaa mucho més condicionado por quien uno es socialmente que por lo que piensa (Dalton y Wattenberg 1993: 196). De este modo, las variables cociolégicas crean intereses de grupo que definen las imagenes sobre qué partido esta més en sintonfa con las necesidades de distintos tipos de individuos (Dennis 1991; Fiorina 1997; Visser 1998). El modelo sociolégico facilita un esquema titil para Ia presentacién de ciertas variables que estructuraban las decisiones electorales, pero tiene algunas limitaciones importantes. Solo es capa: de explicar wna modesta proporcién del voto en las sociedades europeas, yuna porcién menor en un electorado menos polarizado como el estadounidense- Ademés, puesto que este determinismo social destaca la continuidad y la estabilidad, su capacidad para dar cuenta del cambio electoral es escasa (Dalton y Wattenberg 1993: 197). Estas limitaciones de la es cuela de Columbia Ilevaron a los investigadores de la Universidad de Michigan a centrarse en los procesos psicoldgicos deeris del voro. La publicacién de The American Voter en 1960 introdujo el modelo psi- cosociolégico del voto. Pese a que se aceptaba que las caracteristicas iales estaban vinculabas a las preferencias politicas y al comporta- jento electoral, esa relacién estaba mediada pot Jas actitudes partidis- las creencias y sentimientos hacia los candidatos, issues ‘Campbell y otros 1960: cap. 3), Los individuos psicoldgicas en el largo plazo, que guiaban sus aeciones. De es decir, por (0 temas) y partidos ( oseen, en este sentido, predisposiciones particular la identificaci6n partidista, «la hipétesis del modelo es que Ia eleccién de partido que pende de una manera inmediats de la fuerza y n campo de fuerzas pst Jos en légicas, donde estos elementos se interpre=n como actitudes hacia s objetos de la politica nacional» (Campbell y otros 1960: 9). Los principios basicos del modelo psicosocioldgico suponen cinco ortaciones centrales para poder entender cémo se comportan los ste modo, liza un individuo de jireccién de los elementos comprendidk Escaneado con CamScanner 32. El votante dominican esos electorales. (1) La mayorta de los iy Itad u orientaci6n afectiva hacia un ? c transmite a través de la familia (s ciudadanos ante los proc: danos desarrollan una leal Pattidg sittico del sistema que § 7 ‘OCialing. politico esté influida por factores psicolégicos (como los a to de la informacién y de aceptacién de bas ciales y culturales), y por factores S0ialey la clase social, la educacién o ao, cién politica) y canismos de procesamicn' cexpectativas y definiciones 50 (como la identificaci6n 2 ‘ . pacidn). (2) La funcién de esta identificaci6n le partido es ayudar al clector a simplificar el proceso de adquisicion de informacién Politica y decidir su voto. (3) La identificacién de partido se desarrolla principal. mente durante la socializaci6n politica inicial de los ciudadanos, pera aeefuerza a medida que se prolonga en el tiempo. (4) Existen un nj. vrero de electores que pueden verse afectados en determinadas circu tancias, por aspectos como el liderazgo de un determinado candidato 0 opiniGn sobre un determinado aspecto de la actualidad (Factores a cory plazo), votando por un partido distinto a aquel con el que se identifican; pero normalmente retienen su identificaci6n. de partido y vuelven a vo- tar a su partido en las siguientes elecciones (es la denominada «ten- dencia al hogar»). Y (5) La distribucién de la identificaci6n de partido en el electorado proporciona una base para calcular el «voto normal», es decir, el resultado electoral que se producirfa sin tener en cuenta el efecto de los factores a corto plazo (Harrop y Miller 1987: 133-134). 1.2.2 La légica del efecto de los factores a corto plazo EI gran salto en la explicacién del comportamiento electoral més centrado en los elementos de corto plazo, se produce con la teorfa dele elecci6n racional enunciada originalmente por Downs (1957), ¥™ diante su reformulacién de las nociones clésicas del funcionamien® de la democracia de acuerdo con el principio de la racionalidad ins” a La teorfa econémica de la eleccién racional establece 4

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