A MODO DE INTRODUCCION.
La tarde morta.
Los alambrados extendidos en la pampa como
telaranas de plata, temblequeaban coqueteando
con los hilos de oro que el sol, préximo d sumer-
girse en este mar de verdura, extendia sobre esa
tarde moribunda. :
En mi mente relampagueaba, también, la idea
en medio de la tempestad de los recuerdos; y
cintilaba en evocaciones fantasmagéricas de co-
sas reales convertidas casi en ilusorias, por la
accién del tiempo, ni mds ni menos que los cuar-
zos del carbono cuajados por los siglos, vienen
Gi ser diamantes que juegan con el tris.
Me dgtuve a contemplar la tarde, el sol, la
pampa, los alambrados que son linderos; todo
un escenario estimulante jlavibracién de mi sér
con el recuerdo de la patria; confundiendo en8 A MODO DE INTRODUCCION
afecto intimo d los de alld con los de acd; y en
esa tarde germiné este libro. . .
Hoy lo entrego é la prensa recogiendo en un
voliimen las hojas que he derramado casi dia-
riamente en faena periodistica; unas, que son
fruto de labor paciente en la observacion y la
historia; otras, como haz de pdginas esparcidas
por el viento huracanado en las horas sin des-
canso de viajera,de proscrita, de operaria en la
factoria de los grandes pueblos donde hay que
ganarse el pan d peso de oro. De aqut deriva la
necesidad de separarlas por partes; éstala razon
por la cual las titulo: BoREALES, MINIATURAS
Y PoRCELANAS.
Pongo mi libro en manos de mis lectores, abri-
gando la pretensién de que en sus paginas halla-
rdn nombres y fechas que mds tarde han de ser
buscados por los que de liteeatura se ocupen
en nuestro naciente taller americano.
@Nos hemos explicado lo suficiente? Pues
narrowé,