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DERECHO PROCESAL PENAL DE | PUERTO RICO Y ESTADOS UNIDOS Ernesto L. Chiesa Aponte VOLUMEN IL EDITORIAL FORUM (1992) sua DERECHO PROCESAL PENAL Cap.13 teccién de la presuncién de inocencia expresamente dispuesta en Ja § 11 del Articulo II de la Constitucién de Puerto Rico y por man- dato estatutario en la Regla 110 de Procedimiento Criminal de Pusrto Rico. Queda por examinar el alcance de este mandato. B, El aleance de la norma No cabe duda de que: BI precepto constitucional que garantiza al acusado la presuncién de ‘noeenciaexige que toda convieeiin siempre estésostenida por prueba ‘que establezea maa alld de duda razonable todos los elementos del de lito y a conexién del acusado con los mismes*. ‘Tampoco eabe duda en cuanto a que hay que probar més allé de ‘duda razonable la conexién del acusado con el delito, esto es, con el corpus delicti Por eso, a identificacién del acusado tiene que ser es- tablecida mas alld de duda razonable. Er. lo que cabe duda es sobre el alcance de los elementos del delito. Esharto sabido que para im- poner responsabilidad eriminal a un acusedo, hay que establecer dos cosas mas alld de duda razonable: Los elementos esenciales consti- tuativos del delito™ (corpus delict) y la cmexién del acusado con el delito. Asi, puede haberse establecide mis allé de duda razonable que "X viol6 ala victima”. Pero para responsabilizar al acusado por tal violacién hay que vincular a X con el acusado, ya sea establecien- do que “X= al acusado” o que hay vincule de co-antoria enten X y ol acusado, bajo el derecho penal sustantivo®. Pero cuando se atiende al concepto de elementos constitutivos del delito, hay que distinguir entre: 1. Verdaderos elementos de responsebilidad eriminal, que per teneoén ala esencia del delito imputado o la esencia de la antijuriiedad o culpabilidad; y ‘96, Pucblo Bigio Pasrans, 116 DPR. 748, 70-761 (198, 57 Esto sbarea tno lo elementos conatiutvas de dio en gener tipi, nci, uid, culpbilide, implied emo los lerentsconstitutives del de lit panies impute, {38 EmPuarto Rico, bol Astle 35 del Cio Perl 96 ee iileiashi Capt LA PRESUNCION DE INOCENCIA ge 2. Defensas afirmativas det acusado, que niegan un elemento de responsabilidad criminal, eomo alguna causa de inculpabili- dad o justficacién™ o, tal vez, eausa de inimputabilidad”., No pretendo usar el término “defensa afirmativa’ en sentido muy téenico; sélo me refiero a aquello sobre lo cual el ministerio puiblico no tiene que presentar prueba alguna durante su turno inicial, aum- que luego tenga que presentar prueba de refutacisn tras la presen- tacién de prueba de defensa. I problema consiste en que es de muy fino trazado ta diferencia entre “probar un elemento esencial del lito" yrefutar una defensa afirmativa del acusado". ¢En ambos casos —o sélo en el primero—, el ministerio puiblico inicamente puede prevalscer con prueba mas alld de duda razonable? ‘Aqui es obligatorio aludir a Mullaney v. Wilbur'* y a Patierson u ‘New York'®, Hay que comenzar con Wilbur. Un jurado de Maine hallé al acusado Wilbur culpable de asesinato, La prueba de cargo estable- cid mediante admisisn del acusado que éste atacé a la victima prover ado por un avance homosexual de ésta. La defense no presents prueba, pero invocé falta de intencién criminal o, alo sumo, que se frataba de un homicidio (manslaughter) y no de asesinato (murder), pues el incidente se produjo al calor de una pasién provocada por un “ataque” homosexual. Bajo el derecho de Maine, se le requiere al acusado de asesinato que alega que sélo cometié homiciio, demos- tear que actud al calor de tna pasién o por suibita provocacién. De conformidad con esta norma, la Corte instruyé al jurado en términos de la diferencia entre asesinato y homicidio. Se instruyé que ambos delitos tienen dos elementos esenciales: la muerte intencional y el {38 Ex Pueno Rico, Anievlo 18.25 el Cio Penal, ue iniyen cuss de excasin de esponsiilidad criminal, sin csingui ev ens de asiieacion Cegtima de Feros de ncesidd, eri dun derecho carplimiato del debe) yeausas dzinculpnblidad caso fori, enor, obedenca err, entampamiente cose ‘ino intimidacin 40. Porcjemploinenided mena, icorsiencia, trstorno mea ansiorio no causado la severidad de la pena®, Esto me parece dudoso a la luz de las expresiones de la Corte en Wilbur". De manera que ahora se aclara que el efecto de In Re Winship-Wilbur es la obligaciém del Estado de probar mas alld de dada razonable todos los elementos del delito, con impedimento de trasladar al acusado la carga de la prusba por sfecto de ciartas pre- sunciones, No era necesario ir mas lejos de est» en Wilbur, porque loesencial alli era que la malicia era un elemento esencial del delito, y el elemento en controversia —la presencia del calor de una pa- ‘iin constituia la negacién de tal malicia. Con todo, se presumia le malieia o ausencia de provocacién ocalor de una pasin, trasladén- dose a la defensa Ia carga de la prueba en torno a la presencia 0 81 4320S. 197,207 38 Lid. 210. 59 [id pp. 210-21, Lo dicho equivle meameate a deci que no puede menesabarse Ia prnuncien de fnocenca. 80 td, pp. 214-215. BL 921 86a, 07-098, 62 a2 US. 197,215, 103 sue DBRECHO PROCESAL PENAL Cap. auseneia dl elemento diferenciador entre el delito mayor y el delito menor, Pero la Corte estims que ésta no era la situacicn de Patterson bajo el estatuto de New York, y confirmé su conviccién. ‘Tienen razén los disidentes. Aparte de la cuestién seméntica, el {actor diferenciador entre asesinato y horcidio, bajo el derecho de New York envuelto en el juicio de Patterson, era la presencia o au- sencia del disturbio emocional extremo en el acusado al momento de matar ala victima, lo mismo que en Wilbur, bajo el derecho de ‘Maine, era la presencia o ausencia de la stbita provocacién o calor de una pasién, o, bajo el derecho de Puerto Rico, seria la presencia © ausencia de arrebato de cdlera o sibita pendencia'®, Ambos acu- sados, Patterson y Wilbur, tenian la carga de establecer que come tieron homicidio y no asesinato, A mi juicfo, la mayoria no pudo contestar adecuadamente esta preccupacién legitima en la opi- nign disidente: ‘The tea the Cours today establishes allows a legislature ta shift vi- ‘ually at will,the burden of persuasion with respect to any factor ina criminal case, 0 long as it scareful not to mention the non existence ofthat factor in the statutory language that defines the crime, The sole requirement is that any references to the factor be confined to those sections that provide for an affirmative dofense Es cierta la afirmaciin de los disidentes de que la adjudicacién constitucional en Patterson es indefendiblemente formalista. Blimi- nando el aspecto formal, lo decisivo en In Re Winship-Wilbur es que el debido proceso de ley exige que el Estado tenga la carga de la prueba, mas alld de duda razonable, con relacisn a todo factor decisivo en torno a la responsabilidad criminal del acusado, lo que incluye: () culpabilidad o inocencia, y (i) grado del delito. Cabe dis- cusién en torno a le agravacién de la pena, pero como sastienen los disidentes, a substantive difference in punishment alone is enough. Aplicado esto a Patterson, deberia haber el mismo resultado que en Wilbur, a pesar de las diferencias formales entre el derecho de New York y el de Maine. (6) Afi 85 del Cig Pena 84 432US, 197,223. © lid, p 226 104 ap. 11 LA PRESUNCION Di INOCENCIA suz En euanto a la prueba de elementos pertinentes tinicamente @ la sentencia, el debido proceso de ley no exige imponer al Estado carga de la prueba més allé de duda razonable: Medfillan v. Pennsylua- rrig®, Bn este caso, le Corte Suprema sostuvo la valides de un esta- tuto de Pennsylvania que disponia una sentencia mandatoria mini- ‘ma de cineo aiios de prisién, en casos de conviecié por uno de Los delitos graves enumerados en el estatuto, si el juez sentenciador es- timabe, por preponderancia de la prueba, que el acusado visiblemen- ‘te poseia un arma de fuego durante la comisién del delito. El juez podia utilizar la misma prueba desfileda en el jicio o cualquier otra presentada durante la vista de sentencia. La Corte se bass en Pat- terson. El Estado pudo haber incluido como elemento de los delitos en cuestién el haberse cometido con la posesién visible de un arma, pero no lo hizo; este elemento se refiere sélo a la pena. ‘Mas recientemente, en Martin v. Ohio, la Corte Suprema sostuvo Ja validez del derecho estatal (Ohio), traducido en instruccién al ju ado en easo de asesinato, que ponia en el acusado la carga de esta blecer por preponderancia de la prueba una logitima defensa (defen- sa propia). El derecho de Ohio es muy sencill: ‘eda persona acusada de delit se presume inocente hasta que se prueba su culpabilidad més ala de duda razonable; el peso dla prueba en rela- cién on tadoe los clementas del elit esti en el mnisterio Gscal, La cbligacién de presentarevidencia sobre una defonsa airmativay la carga de probarla mediante preponderancia de la prueba, le tiene el cusado™. La Corte Suprema, sostuvo, sin dificultad, la validez de este esque~ ‘ma probatorio bajo el debido proceso de ley. Patterson v. New York® y Leland v. Oregon” era cuanto hacia falta, Claramente aqui —dis- © 477 US. 79,1986). 87 480US.223 1987. {8 Ohio Rev- Code An. § 2901 05(A) (1982) Legos define as ura defen frmai- ‘a"Una defenen afomnivncesquei que eavlve ua jinn ete, pea Tarmentedento del eatociminto del seid en tlein conf cu pueden Js ‘en ranuerele gus presente prueba pra soteners La lea dates es, sin ‘hc gen, una dfene amas boc derecho de Oh 82S. 197 (197. 5343 US, 790(1852), vivo Mibu, sgn se desprende de River « Deleware, 429 US.877(1976), 3g 105 gu2 DERECHO PROCBSAL PENAL Cap it tinto, a mi juiio, al caso de New York y Patterson— legitima defensa «3 algo separado y distinto a los elementos del asesinato o del delito impulado. Con buen juicio, se advierte que otra cosa es sostener 0 instruir al jurado en términos de que la evidencia sobre legitima de- fensa no puede ser considerada al determinar si el Pueblo establecié ras alld de duda razonable los elementos del delito imputado. éouil es el efecto combinado de esta jurisprudencia de la Corte Suprema Federal?" A riesgo de simplificar me aventuro a resumirlo mediante las siguientes proposiciones: 1, El Bstado estd obligado a presentar evidencia sobre, y a pro- bar més alld de duda razanable, los elamentos esenciales del delito que impute a un acusado. 2, Bl Estado no esta obligado con el reso de la prueba en rela- cisn con defensas afirmativas, tales como insanidad mental ylesitima defensa, salvo que, bajoel derecho sustantivo co- rrespondionte, la negacién de los elementos de la defensa ‘sea equivalente a un elemento esencial del deli. En cual ‘quier caso el juzgador podria considerar la evidencia presen- tada en torno a tal defensa afirmativa alos fines de determi- nar si el ministerio fiscal establecié los elementos del delito mas alld de dude razonable, No eoastitaye una violacién al debido proceso de ley poner en el acusado la obligacién de presentar evidencia y de persuadir al juzgador en relacién con estas defensas afirmativas. 3. Nohay impedimento alguno para que se imponga a la defensa la obligacién de persuadir en cuanto a elementos atenuantas a los fines de laimposicisn de la pena si tales atemuantes no son, clementos eonstittivos del det, Exo no aplica a una deter rinacién sobre imponer la pena de muerie™. ‘TL Merefiors Ia Re Winship, Mullany Wilbur, Pater New York, Melon x Peo _plvaiay Marin « Oli, loemperaivoe dl Sebo rose delay ata cli, “Tambien oy gue consid land Oregen, 343 3.790952) us aunque anterior 13 Ie Re Wich, fe oii en fvera Deleware, 29 US. 87 (1979. ‘72. Anta prhibicin de apna de muerte en Paro Rico, por mandate constcioal, ine prestinddo deo relatv a problemas consicnnes ferns nfm poten dela pena de osc. 106 faa. hs | Cap.11 LA PRESUNCION DE INOCENCIA fue En cuanto a Puerto Rico, no ereo que haya una discusién del pro blema, desde el punto de vista constitucional, or el Tribunal Supre- mo de Puerto Rico. BI caso més importante es, a mi juicio, Pueblo x De-Jestis Santana’, donde el Tribunal Supremo atiende tina apela- cin de convieeién por asesinato en primer grado. El apelante invoed, como tnieos errores, insuficiencia de la prueba de cargo y que la prueba de defensa establecié un caso de defensa propia. El Tribunal Supremo, tras exponer la prueba y el derecho penal sustantivo sobre legitima defensa, aplicable al caso, pasa a evaluar la suficiencia de la prueba. Ya al final de la opinién', se alude a que la Regia 157 de Procedimiento Criminal dispone que el acusado tiene la obligacién de probar las circunstancias mediatorias que excusen o justifiquen el hecho de la muerte, una vea se prueba que él causé la muerte", A renglén seguido el Tribunal sefala lo siguiente: Sin embargo, dcha rogla no puede afeetar Ia presuncin de inocencia del acusado aun probada la muerte legal, por lo que ne impone dsta la bligacisn de establecer con prusba preponderanie os elementos jus tifieantes o eximentes del delito. La tinica prueba requerida del acu- sado es aquella que levante una duda razonable de su culpabilided. ‘Tal interpratacién esti permeada por a disposiién constitucional que ‘establece la presuncién de nocencia cuya presunciin acompaiia al aci- sado a través de todo el proceso criminal. Constitucidn de Puerto Rico, ‘Are I, see. 11% 78 100D.PR.791 (1972). 1 id, p80. 5 Dispone aia Regi [57 de Proceliieno Crininal nan proceso por aesnato, una vex probado que la muerte fe eausada pore! cud, ener soe dt blige de probar que mn media ceunstanclas Menuantesocireustancas que cxewseno ustiiquen el echo dela musta menos ‘ve ls propia prucis del Purbio tienda a demostrar quel delito coraido es un Tomieidio que el acusado tenia usifeaciénoexcisa parm haber cored hecho. ‘T6160 DPR. 791, 801. Inmetatamentedesputs de exo cite Tbunal Supreme aude 2 Puelo Tia, 4 DPR. 35, 53 (1961), donde al referse ala version de ln Rela 137, toe pteror Otago de Exjiiamiento Criina 1935 —Antcle 27 se lviere qa en clevacin rngoconrilicona des presneion deinoce tse aed debe iterpeare en el seni de no aerate pas dn prucba bajo {std de mis alld de doa razombl, que tiene el Pueblo en cuanto todo elemento sence deli. 107 sue DBRECHO PROCESAL PENAL ap. t1 El Tribunal Supremo, revoes la eonvieciin al estimar que “la prue- ba de defensa establecié une dude razonable en cuanto a la existen- cia de elementos justificantes del delito"™ ‘iQué significa esto? En primer lugar, hey que advertir que no hay discusién profunda alguna sobre el problema constitucional y que se revoea la conviecién simplemente porque “existe una duda razonable sobre a culpabilidad del acusado"™®, En segundo lugar, no se mencio- na a In Re Winship, resuelto dos aiios antes por la Corte Suprema. En tercer lugar, no se invoca el debido proceso de ley —fuente de la doctrina federal de In Re Winship-Wilbur—, sino la presuneién de {nocencia y su rango constitucional en Puerto Rico. Y, por tiltimo, no ‘se condena el imponer en la defensa la obligaciin de presentar dencia sobre la defensa afirmativa o causa de justificacén, sino el imponerle el peso de la prueba, Esto ya conceptualmente es cuestio- nable, pues la presuneién de inoceneia lo que prohibe, de entrada, es poner en la defensa la obligacién de presentar prueba de inocencia. En cuanto a la presuneidn de cordura que rige en nuestra jurisdic- cidn, con base en jurisprudencia y sin base estatutaria, en el caso donde mejor se expone su aleance, Pueblo » Alsina™ se aclara que ‘on casos en donde se suscita la defensa de insanidad mental, el peso de la prueba para demostrar el sano juicio del acusado® lo tiene el Pusblo, bajo el esténdar de més alld de duda razonable, por impera- tivo de la presuneién de inoceneia, “que acompata al reo hasta que el Pueblo prueba que es culpable mas alls de duda razonable"*. Lo que ocurre es que, salvo que la evidencia de insanidad mental surja de la propia prueba de cargo, el acusado—por efecto de la presuncién de cordura— tiene la obligacidn de presentar evideneia sobre su in- sanidad mental. Desde entonces, desaparec el efecto de la “presun- cin’ y el Pueblo debe probar la cordura o imputabilidad del acusado ds allé de duda razonable; dicho de otro modo, el juzgador debe absolver ante duda razonable sobre la imputabilidad o sanidad men- 77 100D.2R.791, 801 7B Bid, pam. 1B DER 4611959, 0s, a imputabildd del acu bajo los iter del Cig Penal (ho Atclo 0. SI ODER 46,60 108 Cap. LA PRESUNCION DE INOCENCIA su2 tal del acusado al momento de la comisién dei delito imputado. Es significativo quo, en el escolio 6 de la opinién®, se elude a Pueblo v Gonzdilez*, donde el Tribunal Supremo —antes de la Constitucién— expresé que: Al que invoca la logitima defensa incumbe presentar la prueba en su apoyo, a menos que dela del fiscal surja dicha dofansa, Es al ial, sin ‘embargo, a quien en todo momento del proceso ineumbe probar la cul- ppabilidad del acusado mas allé de duda razonable. Bl acusado no ost nla obligaciin de probar a defonsa propia mas allé de duda razonable sencillamenta porque si asi fuera, se le estariaexigiendo que probase su inocenca, y todo acusado se presume inooente hasta que se pruebe su culpabilidad. En consaovencis, bastard que ls evidencia en apoyo de la defensa propia considerada conjuntamente eon toda la prueba, leve a la mente del jurado duda razonable de sil acusado actué en defensa propia, para que exista el deber de datle el beneficio de esa dduda y traer un veredicto de ao culpable. De Groot v. United States, 78 24244 (C.C.A. Sth 1999) Franko, United States, 42 24623 (C.C.A, Sth 1990), (Enfssis en original ‘Treinta aiios después de Alsina, el Tribunal Supremo ratifiea la doctrina: Con respeeto a la capacidad mental del imputado, hemos resuelto que la lay presume la cordura de éste. Siendo asi, el fiscal no esté en la cbligacidn de presentar prueba sobre su capacidaé mental para dein gquir. Nocbstante, de presentarse prueba suficiente que establezca du- dda vezonable subre le wondura del acussdo a] momento de los hechos, la mencionada presuncién queda rebatida. La prueba a tales efectos ‘puede ser presentada por el acusado o surgi de la ofrecida por al Pue- ‘lo para establecer su caso. Una vez rebatida Ia presuncidn de cordu- 1, recae sobre el Ministerio Fiseal el peso de presentar prusha que Gemuesire més alld de duda rezonable la capacided mental del acusa- do al momento de los hecho. De aqui debetnos inferir que el Tribunal Supremo estima que la lamada presuncién de cordura es vilida, aunque implique poner en 108 sue DBRECHO PROCESAL PENAL Cop. 1L in de presentar evidencia para negar imputa- bilidad, Pero por imperativo dela presuncisn de inocencia, el peso de la prueba y a obligaciin de persuadir mas alld de duda razonable perma- nece en el Pueblo; ante duda razonable sobre la insanidad mental, hay aque absolver por imperative dela presuncidn de inocencia. ‘También hay que absolver ante duda razonsable sobre la presencia o ausencia de una causa de justificaciér o causa de inculpabilidad, esto es, una causa de exclusion de responsabilidad®. En forma atevida de generalizacién, tno podria sostener que esta jurisprudencia del Tribunal Supremo de Puerto Rico resuelve que por imperative de la presuncién de inocencia, no puede ponerse en el acusadola obligaciin de persuadir sobre ln existencia de una defensa afirmativa, aunque si puede imponérsee la obligacién de presentar evidencia, Esto vale para insanidad mental o cualquier causa de inimputabilidad™, asi como para las eausas de justificacion o de in- culpabilidad establecidas en la ley penal. No hay problema constitu- cfonal en imponer al acusado la obligaciéu de presentar evidencia en cuanto a las defensas afirmativas, Seria ebsurde, o al menos onereso, imponerle al Estado la obligacién de alegar y probar la inexistencia de ‘causas de exclusidn de responsabilidad, como legitimadefensa, entram- pamiento, ete, Tampoco hay que valerse dela icin de una presuncién, como en.el caso de la cordura, porque la nezacié de uma causa de jus- tificacién o inculpabilidad® no implica presencia necesaria de un ele- mento del deito. Bn el caso de la insanidad mental, su negacién —la imputabilidad— sies un elemento de responsabilidad criminal. ‘Las distinciones inherentes a Patterson v. New York’ entre verda- deras defenses afirmativas y la negacién de elementas esenciales del delito, resulta conceptualmente discutible , sobre todo, indeseable desde un punto de vista practico. De hecio, en cuanto al “caso for- tuito” del Articulo 18 del Cédigo Penal, ée la propia definicién del eximente surge que se trata de la negacién dela culpabilidad veque- rida por el Articulo 14 del Cédigo Penal. Decir que el acusado actus “sin mediar intencién ni negligencia” es lomismo que decir que falta ‘86 Arcus 18-25 dl Cio Penal de Puerto Rico. 87 Anieuos 29.32 el Codigo Pal, 8 Ariel 18.25 el Cilgo Penal 89 42205. 197(1979, 0 Cap. LA PRESUNCION DE INOCENCIA su2 el slemento esencial de responsabilidad criminal exigido en el Ar- ‘culo 14 del Cédigo Penal, es decir, falta la eulpabilidad. Aqui, aun bajo la Constitucion Federal y Wilbur Patterson, no puede imponerso al acusado el peso de la prieba para demostcar que hubo un caso fortuito. Sencillamente, ante duda razonable sobre si hubo o no ease fortuito, hay que absolver, pues se trata de que hay dda razonable sobre la culpabilidad del acusado. Lo mismo vale decir en relacién gon el error bajo el Articulo 19 del Cédigo Penal, pues se alude a “ausencia de toda intencidn o negligencia”. Nopuede decirse lo mis- ‘mo del zesto de las eximentes, donde la presencia de la defensa no es equivalente a la negacién de toda intencidn o negligencia. ero, como hemos visto, esto es artificial y dezende en gran medida de los conceptos y términos utilizades por el lagisladar Por eso, la solucién de Puerto Rico, aunque més superficial —si se quiere— es més sabia: Sencillamente hay obligacién constitucional de absolver ante duda razonable sobre un elemento del delito o ante duda razo- rable sobre la presencia o ausencia de alguna eausa de justificacién, inculpabilidad o inimputabilidad. Si puede ponerse en la defensa la obligacién de presentar evidencia sobre estas “defensas afirmativas™™, Aunque no veo conexién necesaria entre la presuncin de inocen- sia y el debido proceso de ley (por un lado), yel estindar de més alli de duda razonable (por otro lado), una vez se lleva a rango constitu sional la carga de la prueba del ministerio piblico para probar cul- pabilidad mas alld de duda razonable, esto debe extenderse no sélo a la prueba sobre los elementos esenciales del delta, sino tambien a la prueba sobre las defensas afirmativas o eausas de exclusion de responsabilidad, que es lo que rige en Puerto Rico. . La extincidn de la presuncién de inocencia La presuncién de inocencia acompaiia al aeusado desde el inicio de la accién penal hasta el fallo o veredicto de culpabilidad. En cuanto ala determinacién de la sentencia a imponerse al convieto, el juez no 90, Lomismo ale decreneacin con a dies de cara, Esesadotenel obligaca leaden a defens desu puta y pera evidencisn quel vile a ee hes constiucioales; vase ublow Rasy Soa 9| TS 62 Pa dstada pasa econ por a defen —y nde refi el Peabo segura, hy qc eles amie dc aoable ase Peblow Carr, 11 DR 6b, e195, uw

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