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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACION CIVIL Magistrado Ponente: PEDRO OCTAVIO MUNAR CADENA Bogota, D. C., treinta (30) de junio de dos mil seis (2006). Ref.: Exp. 1523831030031993 00026 01 Decidese el recurso de casacién interpuesto por el demandado RAFAEL RINCON BALLESTEROS respecto de la sentencia de 29 de octubre de 2002, proferida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Tunja, Sala Civil-Familia-Laboral, en el proceso ordinario promovido contra el recurrente por FG RINCON & CIA. LTDA. ANTECEDENTES \.- En demanda presentada el 3 de diciembre de 1993, repartida al Juzgado 1° Civil del Circuito de Duitama, la actora solicit6 declarar, frente al demandado, que es nula la compraventa celebrada por ellos y contenida en la escritura publica N° 343 de 3 de marzo de 1989, otorgada en la Notaria 1° del Circulo de Duitama, “por causa de la indebida representacién y ausencia de los requisitos formales”; en subsidio, la demandante pidiéd declarar rescindido ese negocio juridico a raiz de la lesién enorme sufrida por el vendedor, ademas de los ordenamientos consecuenciales en cada hipétesis. P.OM.C. Exp. 0002601. 2 IL- Los hechos que adujo aquella se compendian a continuacién: La Junta de Socios de Rafael Rincén y Cia. Ltda., hoy FG Rincon & Cia. Ltda., en sesion del 12 de febrero de 1989, autoriz6 a su gerente Rafael Rincén Ballesteros para que le vendiera a él, en su calidad de socio, por la suma de tres millones de pesos, el lote de terreno identificado en el acta No. 38 como aquél donde “viene funcionando fa serviteca Leonardo’, la escritura de venta fue otorgada por la sociedad vendedora, mediante autorizacion extendida a Leonardo Rincon Rincon, hijo del gerente, quien no sabia que este ultimo, excediendo la limitada facultad que tenia, habia presentado una minuta donde de manera fraudulenta cristalizaba la venta adicional de un lote de terreno cuya disposicién no estaba autorizada por !a persona juridica. El acta no sefiala linderos del bien cuya venta autorizé la sociedad, pero se trata, “supuestamente”, del descrito en el literal a) de la escritura 343 de 3 de marzo de 1989; la enajenacion del inmueble mencionado por el literal b) de la escritura dicha no fue autorizada en ningun momento. Ademas de haberse quebrado la voluntad del socio facultado para firmar la escritura de compraventa, mediante esta fue enajenado un terreno cuya disposicién no autoriz6 la sociedad. La autorizacion se dio en forma genérica, sin especificar los linderos del bien ni su matricula inmobiliaria, la nomenciatura, el nombre y el lugar de ubicacion, violando con esto lo establecido por el articulo 1° del decreto 231 de 1985, a cuyo tenor quien ctorgue poder especial para enajenar un inmueble debe identificarlo con esos datos. Tampoco se aporté copia del acta respectiva, la cual es inexistente por carencia de firmas, segun el P.O.M.C. Exp. 00026-01. 3 libro registrado en la Camara de Comercio, folios 67 a 69; contrastado ese libro con el acta firmada que se adosé a la escritura, como si fuese el original, surge que la verdad fue falseada, porque ha debido aportarse copia del verdadero original y este no tiene rdbricas. El gerente de entonces oculté lo sucedido por largo tiempo, con mala intencién. Cuando fue removido del cargo empezé a realizar actos perturbatorios sobre el inmueble que no habia sido vendido, por lo que el gerente revis6 la documentacion y hallé la fraudulenta y dolosa adquisicién cumplida por Rafael Rincén Ballesteros. Ill- El demandado se opuso a las pretensiones, aunque acepté algunos hechos. Negé haberse excedido en el uso de las facultades que le fueron concedidas, descarté el fraude afirmado en la demanda, sostuvo que la negociacion se ajusté a los requisitos legales y que el precio pagado era el justo para la época del negocio. IV. El Juzgado despachd la primera instancia con sentencia en la que, luego de desestimar la pretension principal, rescindid el negocio de compraventa por la lesién enorme sufrida por el vendedor e hizo los pronunciamientos consecuenciales de rigor, no sin haber negado la excepcién de “prescripcién” propuesta por el demandado. V.» La sentencia fue apelada por éste y revocada en su integridad por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Rosa de Viterbo, el cual en su lugar, declaré la P.O.MC. Exp. 00026-01. 4 nulidad absoluta del negocio de compraventa por no haberse identificado el inmueble en el poder conferido para enajenarlo, mediante el sefialamiento de su matricula inmobiliaria, su nomenclatura o el nombre y el lugar de ubicacién, seguin la exigencia del articulo 15 del decreto 2148 de 1983, modificado por el articulo 1° del Estatuto de Notariado y Registro. FUNDAMENTOS DE LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL Luego de repasar las pretensiones, el tramite y el fallo de primer grado, acoté el Tribunal que el juzgador a-quo consideré impréspera la pretension de nulidad del negocio, y que dicho fallo fue apelado “por el representante judicial de la parte actora’. Establecié seguidamente que la accion rescisoria por lesion enorme “prescribe” en cuatro afios, a la luz del articulo 1954 del C. Civil, y concluyé, luego de ver la fecha del contrato atacado y la de presentacion de la demanda, que cuando ésta fue llevada al estrado ya habia operado el fenémeno prescriptivo. Esclarecié seguidamente, con base en el certificado de existencia y representacion de la parte actora, que la sociedad conocida ahora con el nombre de FG Rincén & Cia. Ltda. es la misma que antes se denominaba Rafael Rincon y Cia. Limitada, esto con el propésito de despejar el reparo que en ese aspecto habia manifestado el apelante. Sostuvo, entonces, que el acta de la Junta de Socios de la demandante no puede ser otra que la del libro registrado ante la Camara de Comercio, y que, por carecer de firmas, ella no =D POMC. Exp. 0026-01. § existe ante la ley; por consiguiente, el documento que soporté el Negocio juridico atacado resulta insuficiente, por cuanto al autorizar la venta “del terreno donde funciona la serviteca LEONARDO’ no se acaté lo prescrito por el articulo 15 del decreto 2148 de 1983, modificado por el articulo 1° del Estatuto de Notariado y Registro, esto es, que no se identificd el bien enajenado con el numero de la matricula inmobiliaria, la nomenclatura o el nombre y el lugar de ubicacién. De ello dedujo que el negocio cuestionado es absolutamente nulo, con arreglo a lo establecido por el articulo 899 del C. de Comercio, y asi lo declaré, no sin revocar antes lo resuelto en la instancia, y desde luego, disponiendo las restituciones mutuas pertinentes. EL RECURSO DE CASACION El impugnante formula dos cargos a la sentencia del Tribunal, el primero con apoyo en la causal quinta del articulo 368 del Codigo de Procedimiento Civil, por ver al Proceso afectado de nulidad, y el segundo en el marco de la causal cuarta de casacién, por considerar que fue infringido el Principio de la reformatio in pejus. De tales cargos ser examinado 86lo el primero, por estar llamado a la prosperidad. CARGO PRIMERO Fincado en la causal quinta de casacién, el censor acusa a la sentencia del segundo grado de estar afectada por la nulidad prevista en el numeral segundo del articulo 140 del C. de P. Civil, porque, dice, el Tribunal desbordé el Ambito de su competencia funcional, al desatar la alzada, pues, sin que el afectado con el fallo de instancia hubiera impugnado la parte del P.O.MC. Exp. 00026-01. 6 mismo que lo favorecia, esto es, la denegacién de la pretension de nulidad del contrato cuestionado, declard nulo ese negocio juridico. Considera que, de conformidad con el sentido de la apelacion por él interpuesta, y en virtud de que tal recurso solo puede impugnar to adverso al interés del recurrente, segiin el articulo 357 del C. de P. Civil, es evidente que el juzgador de segundo grado carecia de competencia para examinar ‘puntos distinfos de aquellos que le habian sido desfavorables a la parte demandada, como el relacionado con la nulidad contractual, de cuya decision desfavorable no se dolié la parte afectada, es decir, la demandante". Por consiguiente, al examinar una pretension de la cual no podia ocuparse por carecer de competencia funcional para hacerlo, incurrié en la nulidad procesal anunciada. Al cierre del cargo, el impugnante solicita que la Corte decrete la nulidad mencionada y ordene la remision del expediente al Tribunal para que dicte la sentencia que en derecho corresponda. SE CONSIDERA 4. La nulidad procesal, en términos generales, puede entenderse como la sancién que produce la ineficacia de lo actuado en un proceso, cuando este no se ha cefiido a las prescripciones de la ley que regula el procedimiento. El sistema colombiano, en esta materia, sigue el principio francés pas de nullitté sans texte, conforme al cual solo es fuente de nulidad la causa prevista de manera expresa en la legislacion, POMC Exp 0002601 7 elucidacién que se afinca en la disposicién contenida en el articulo 140 del Codigo de Procedimiento Civil, que empieza por advertir que hay nulidad “solamente” en los casos que alli se relacionan Desde luego que el caracter sancionatorio de la institucion, aunado al referido principio de la especificidad que la distingue, obligan a la interpretacion estricta y fa aplicacion restricta de las normas que la constituyen, lo que equivale a decir que sus consecuencias no surgen como regla general, sino sdlo en las hipotesis en que el supuesto legal aparezca cabal y plenamente dado en la practica De otro lado, es preciso recordar que las nulidades procesales pueden clasificarse en saneables e insaneables; de ésta Ultima clase pueden enunciarse las derivadas de la falta de jurisdiccién y de competencia funcional, Por revivir un proceso legalmente concluido y de tramitarlo siguiendo un procedimiento distinto al que corresponde. Refirigndose la Corte a la nulidad funcional que se configura cuando el fallador de segundo grado desborda las atribuciones que le corresponden a efectos de resolver la alzada, acoto que: “El articulo 387 del citado estatuto procesal al establecer la competencia de la segunda instancia dentro del tramite de la apelacién consagra que ésta ‘se entiende interpuesta en lo desfavorable al apelante, y Por tanto el superior no podré enmendar la providencia en Ia parte que no fue objeto del recurso, salvo que en razon de la reforma fuere indispensable hacer modificaciones sobre puntos intimamente relacionados con aquella. Sin embargo, cuando ambas partes hayan apelado o la que no apelé hubiere adherido al recurso, ef superior resolvera sin limitaciones...’ “Fluye de lo anterior, entonces, que cuando e! superior conoce de un proceso en virtud del recurso de apelacion P.O.M.C. Exp. 00026-01. 8 interpuesto por una sola de las partes, su competencia no es, en principio, panoramica ni absoluta, cuanto que queda restringida a los puntos de inconformidad del recurrente de quien se entiende, cuando como aqui se ha expresado en términos limitados, que consiente o acepta las demas determinaciones contenidas en la sentencia apelada. Esta limitacién, le impide el juez de segundo grado ir mas allé de lo que se le propone, maxime en las circunstancias que ofrece este proceso: a) La delimitacién expresa del apelante que no deja duda de que su inconformidad radica en el monto de la condena que estima debe reducirse, incluso en una porcién exactamente definida por él, consintiendo plenamente en los demas aspectos del fallo recurrido; b) La conformidad del demandante con fa condena impuesta en primera instancia; y ¢) ante la circunstancia de orden legal civil que, en general, permite al juez que cuando la controversia verse sobre la cantidad de la deuda o sobre su accesorios pueda ordenar el pago de la cantidad no disputada (articulo 1650 de! C. Civil) “... Ahora bien, si el juez ad quem en las circunstancias anotadas desborda los hitos 0 mojones que al recurso de apelacién le ha propuesto el propio impugnante, incurre en un exceso reprochable que atenta contra la competencia funcional que puede ejercer, vicio del cual la ley procesal no otorga posibilidades de saneamiento. “... Viene al caso recordar fo que dijo la Corte en sentencia de casacién de 4 de julio de 1979 (Gaceta Judicial Tomo CLIX, Primera Parte, paginas 236 a 241), al analizar situacion semejante a la de ahora: “Empero, no s6lo el principio antes aludido -se refiere al de la prohibicién de la reformatio in pejus- constituye una limitacién a los poderes de decision del sentenciador ad quem, puesto que no siendo absoluto o irresctricto, también se encuentra restringido por el objeto mismo sobre el cual versa el recurso de alzada, o sea, sobre la sujeta materia de apelacién. El sentenciador de segundo grado no tiene mas poderes que /os que le ha asignado el recurso formulado, pues no esté autorizado para modificar las decisiones tomadas en la sentencia que no han sido impugnadas por la alzada, puesto que al efecto no tiene competencia, como quiera que se trata de puntos que escapan a fo que es materia del ataque”. (Sentencia de 12 de octubre de 2004) Y en providencia posterior reiter6: P.O.M.C. Exp. 0026-01. 9 “Segun los postulados de la apelacién -que recurso ordinario es-, tales el de la personalidad ¢ individualidad, la competencia del superior ya no es respecto del litigio todo, porque en su caso tendria que respetar lo que del fallo apelado favorece al apelante, salvas las eventualidades en que es forzoso tocar e! punto por razones de orden piblico, porque /a naturaleza de las modificaciones lo hagan indispensable, al estar relacionadas con aquéllas, 0 cuando ambas partes son apelantes, excepciones que, por no hacer al caso, se dejan de lado en las lineas venideras. El principio de cualquier forma es que tratindose de apelante Unico, éste tiene asegurado ya lo que ha ganado. Postulado que se conoce desde el fondo de las edades y que ha sido consentido por todos desde siempre. Y a fe que nada ha aparecido que justifique su modificacién y mucho menos su derogatoria, pues que, si de otro modo fuera, dariase rudo golpe al respetado derecho de que otro juez, mas versado quizé, revise la causa en pos de una decisién que por lo pronto estima equivocada ef recurrente. Es el derecho universalmente conocido como el de la doble instancia. Y cualquiera entiende lo grave que es colocar al apelante en el predicamento de si ejerce ese derecho, bajo la amenaza de que la segunda instancia acabe siendo un remedio revulsivo" (Sentencia de 13 de diciembre de 2005). 2- En el asunto de esta especie cabe destacar, en primer término, que la sentencia de primera instancia, al estudiar la pretension de nulidad de la compraventa perfeccionada con la escritura publica No. 343 de 3 de marzo de 1989, de la Notaria Primera de esa localidad, concluyo que ella no podia estimarse por que la venta “se encuentra acorde con los requisitos exigidos por la ley para que sea valida” (cuad. 1, f. 80), inferencia a la que agregé, en el siguiente parrafo, que “para acceder a la solicitud” de declararla rescindida por lesién enorme consideraria los aspectos alli plasmados. La parte resolutiva nada expresa sobre la pretensién principal de nulidad, pero la circunstancia de que alli esté declarada la rescisibn, que fue pedida en subsidio, conduce a entender, de modo inexorable, que aquella fue negada. Esa sentencia fue objeto del recurso de P.OM.C. Exp. 0026-01. 10 apelacién propuesto Unicamente por el demandado, pues tras examinar los infolios se extrae que el demandante, no obstante que en algunos apartes de su sentencia el Tribunal lo tuviese como apelante, no impugné el fallo en forma directa ni por via adhesiva. Enfilé explicitamente el recurrente sus reparos a “ la providencia impugnada Unicamente en lo concemiente con la rescision por lesién enorme en ella concedida, pues en lo relacionado con la nulidad absoluta pedida por la parte demandante memoré que el juzgador a quo habia inferido que el negocio reunia los requisitos legales, decision que no merecia ningin comentario. 3. Para culminar la segunda instancia, el Tribunal revoce integralmente el fallo del juzgado y declaré que el contrato de compraventa discutido era absolutamente nulo, inferencia que lo condujo a disponer que los inmuebles fuesen restituidos por el demandado a la sociedad demandante, y que ésta debia restituir a aquél el precio recibido por raz6n del negocio declarado ineficaz. 4.- Del parangén de las citadas providencias fluye que el Tribunal incurrié en el yerro que se le enrostra. Negada la pretension de nulidad por el juzgado, y aceptada esa adversa decisién por el demandante afectado con ella, quien no la impugn6, no cabe entender cosa distinta a que ese punto del debate quedé fuera de la orbita de competencia del ad quem, luego de adicionar a lo dicho que el demandado carecia de interés para discutirlo y que en efecto no lo hizo. Es que, como reza el articulo 357 del C. de P. Civil, la apelacién se entiende interpuesta POMC. Exp. 0002601. 14 en lo desfavorable al apelante, y por ello el superior “no podra enmendar {a providencia en la parte que no fue objeto del recurso”. Tratase, segiin se dijo, de nulidad procesal de caracter insaneable, al tenor de lo definido por el articulo 140-2 del C. de P. Civil, en armonia con el inciso final del articulo 144 ibidem. 5.. No pasa desapercibido para la Corte el poder que tanto el articulo 2° de la ley 50 de 1936 como el articulo 306 del Cédigo de Procedimiento Civil, le confieren al juez para declarar la nulidad absoluta de los negocios juridicos en cuanto confluyan las exigencias alli previstas; empero, no hay lugar a discemir aqui si no obstante la desestimacién en primera instancia de {a pretensién de anulacién invocada por el demandante, subsiste el poder oficioso del fallador ad quem para invalidar el acto juridico por las mismas razones que en dicha providencia se tuvieron en consideracién y a pesar de que aquél, el accionante, no hubiese apelado esa resolucién, habida cuenta que la decision del Tribunal acusado no obedecié al ejercicio de resefiada potestad. En efecto, ademas de que no hizo mencién alguna a tal atribucién legal, que se imponia dadas las peculiaridades del litigio, concretamente, porque la nulidad absoluta pedida por el actor fue negada en primera instancia y este no impugné esa determinacién, a mas de esa consideracién, ‘se decia, lo cierto es que, de un lado, cuando el Tribunal abordé el examen del punto dijo pronunciarse sobre la nulidad pedida en la demanda (folio 36 det cuaderno 3), y de otro, porque en algun POMC Exp 00026-01. 12 momento llego a sostener, erradamente, por supuesto, que el demandante habia apelado dicha determinacion. 6. Prospera, subsecuentemente, la causal de casacién consagrada en el numeral 5° del articulo 368 del C. de P. Civil, por lo que la Corte, siguiendo lo establecido en el articulo 375-3, decretara la nulidad dicha y ordenara remitir el expediente al Tribunal para que reponga la actuacion anulada DECISION Por lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, en Sala de Casacién Civil, administrando justicia en nombre de la Republica y por autoridad de la ley, DECRETA LA NULIDAD de lo actuado a partir inclusive de la sentencia de 29 de octubre de 2002, dictada en este asunto por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Rosa de Viterbo, lugar a donde sera remitido el expediente para que se reponga lo anulado Sin costas en el recurso extraordinario. COPIESE, NOTIFIQUESE Y DEVUELVASE AL TRIBUNAL DE ORIGEN POMC. Exp. 00026-01. 13 CARLOS IGNACIO JARAMILLO JARAMILLO (0 OCTAVIO MUNAR CADEN. SILVIO FERNANDO TREJOS BUENO “suauchtititaeple CESAR JULIO VALENCIA COPETE

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