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El conventillo de la Paloma Sainéte en un acto y tres cuadros original de ALBERTO VACAREZZA Estrenado el 5 de abril de 1929 en ef Teatro Nacional por la compatia, de PASCUAL CARCAVALLO REPARTO (Por orden de aparicion en escena) Seriola T. LUSIARDO Don Miguel (Encargado) F. MUTARELLI Don José F, CHARMIELLO Villa Crespo 5. GIMENEZ La Paloma F, SUAREZ Mariquifia P. DEALESSI Doce Pesos L. LAMARQUE La turca Soffa E. PEZZI El Conejo M. GOMEZ BAO El turco Abraham 5. VILTES Risita G. RODRIGUEZ El Cansao P. FERRANDINO ‘Amigo 1° J. GARCIA ‘Amigo 2° J. GARCIA Vecinos, misicos, invitades y “colados". Ayer. En el tercer cuadro se canta el tango Atorrante, letra de Alberto Vacarezza, musica de Raul de Los Hoyos. 54 PROLOGO' a “El conventillo de la Paloma” por ALBERTO VACAREZZA, Sefioras y caballeros: Otra vez, tras largo suefio; con su embrujo y su belefo, welve el sainete porteio, alegre y sentimental. Como en sus noches mejores, a bordar viejos primores y a reavivar los colores de la gama natural. Y sin forzadas posturas ni destefiidas figuras de ajenas literaturas, toman humanas y puras 2 reir sus travesuras ya llorar sus desventuras las veinticinco criaturas de la farsa universal Buenos Aires la abnegada ciudad abierta y bien amada, 1 El prologo fue escrito para la reposicién que se realizé en el Teatro Presidente Alvear, con el siguiente reparto La vor del autor Seriola Don Miguel El Encargado Don José Villa Crespo La Paloma Mariquita Doce Pesos Prélogo Pedro Maratea La Turca Sofia a EI Conejo rio Fortuna paseo de Juli Lalo Maleon” irc Abaham Pedro Tocci Ida Delmas Risite Concepeién EI Cansao Sanchez Amigo 1° Sara Ruasan Amigo 2° Mary Lewis Agustin Bartios Carlos Bianguet Samuel Ville Minerving de la Vega Roberto Baldasarre Pedro Juarez Roberto Vidal 55 56 dio el albergue de su fe a cuantos a ella vinieron, y a poco andar se fundieron en su crisol... y asf fue como a la luz de la tea del trabajo y de la idea, la lejana Gran Aldea de los suefios de Cané, se torné proficua y pingile, cosmopolita y bilingue, hasta ser lo que hoy se ve. Y pues que a requisitoria de la afluencia inmigratoria mezcla sus voces la euforia de la perla y el cantar, en la gracia del remedo urdié su trama y su enredo el sainete popular. Y tal fue que en esta hora ciertamente constructora pero un tanto olvidadora de lo que ha sido y paso. Cabria en su afirmativa decir claro y bien arriba que el sainete no deriva de la frondosa inventiva puramente intelectiva sino de la fuente viva que aliento y fuerza le dio. Si en el tiempo que ha pasado las costumbres han variado y todo manda cambiar, no me turba el mandamiento ni azora el requerimiento desde que puede probar 2 la luz de la experiencia, que en la mudable existencia por ley de la evolucin todo cambia y se transforma, pero el sentir en su forma no tiene més que una forma: la forma del corazén Y puesto que en toda era no hubo ni habré otra manera de reir ni de llorar, tiende mis alas el suefio de que el donaire portefio. vuelva esta noche a encontrar a través de la distancia como ayer, su resonancia ~ en la emocién popular. Ya se apresian a dar brillo al alegre conventillo los nativos del lugar, confundidos en la escena con Ia yerba mala y buena —de esta tierra y de ultramar. Atencién al desarrollo, que el viejo sainete criollo vuelve otra vez a cantar. 57 CUADRO I Pintoresco patio de un conventilio en Villa Crespo. Dos puertas Practicables en cada lateral y tres en el foro. La del centro da a la calle. Entre los laterales y el foro, espacios libres que dan acceso a los otros patios. Es de dfa. Derecha e izquierda, las ouertas] del publica. Aparecen Seriola tocando la guitarra junto ala primera [puerta]; ‘Doce Pesos) avivando ef fuego de un brasero cerca de la misma puerta;(Don José, peindndose frente a un pequerio espeja que cuelga del contsamarco de la segunda; Don Miguel, se pasea fumando por la escena derecha, sin dejar de mirar a [a puerta def foro, izquierda; la Turca Sofi, lava y tiende sus ropas en una soga que cruza frente a su puerta. Pueden pasar algunas vecinas, desde la calle a los patios interiores.) SERIOLA. — (Canta al son de la guitarra y con plafidero acento.) “1¥0 soy como aquella piedea que esté botada en la calle todos se quejan de mi, yo no me quejo de ndide!”” MIGUEL — (Remedéndolo con intencién.) —{¥o no me aquejo de ndide?... 2Y de quién se poteria aquejare osté, malandrino de ocho celindro, si a esta vita no hai hecho otra cosa que vivire de ojo? SERIOLA. — ;Yo? jViviriola!* 90N José. — (Bien gallego.) — Mas si toviers que trajarse veinti- tantos viagues de colectivo desde Plaza Constitucién a Chaqui- Tita y viciversa, sejuro es que no le quedarian janas de echare coplas al aire, sino de tirarse al suelo. SERIOLA — jTirariola! {Pero, propiamente, estos puntos han re- suelto chapérsela* conmigo? Pero conmigo... jla chapariolan! Vividola. Jerga que utiliza Seriola, caracterizada por finalizar en -iola, y que implica incredulidad en quien la pronuncia. chaparsela, Agatrisela 59 MIGUEL. — {Ma qué tanto seriola, chapariola, e mondiola! ;Mir un poco qué modo de hablare han inventado ahora! José, — No haja usté caso. Son productos de la encultura. ANGUEL. — jE qué agricultura quiere que tenga esta povera gente! SeRIOLA. — Y ustedes qué tienen que ver con mi davi* y con la grelaz* Oyo soy oyo* y si quiero jotrabar, jotrabo y si no “ quiero, no jotrabo. MicuEL. — Si... jotrabériola! (Mutis de Soffa y Doce Pesos.) SERIOLA — Lo que aqui pasa, y esto se lo voy a batir* chorede pa ‘que me entiendan, es que usté y usté y el cotur de la catorce y todos, estan en contra del que parla, desde que han mordido el sebo* que la grela esta congomi. miGueL. — yCon quiéne? SERIOLA. — ;Conmigo! MicuEL. — {No me haga reire que sufro de zorromaco!* seRIOLA. — 3De qué? Miguel. — Del corazone. Osté te hai hecho de esta ilusione peque seguramente hai olvidade que per sonare esto disco hace falta sere muy pa. J0S€. — Esu... esu mismo es lo que dice este puntu. MIGUEL. —(Miréndole con superioridad.) — ,Cémo? 3Y ese punto qué chance piensa tenire a esta jugada? José. — Pues, modestamente, las mismas que tienen otrus que las dan de muy curridos y carpeteros. MiGuEL. — jMira lo gallegue afanadore de nafta cémo se me viene apilando con gana de echarme al medio? Ma yo te voy a prevenire que come me siga trabajando a esta arquilina, te voy a dare uno cazzotto* que vas a ire a parare al planeta Miércoles. Seriola se distingue también por el uso frecuente del “vesre”. En avi La jorga de este caso, vida. Véase Estudio preliminar (Lenguaje: Juegos de invencién} ‘rela, Mujer. (Oyo soy ova. "Veste": yo soy yo. batir. Decie. than mordido el sebo. Se han dado cuenta. zorromaco, “este” del cocoliche: coraz6n. .cazz0ti. En italiano, golpe. 60 JOsé. —Al planeta Marte, diré usté, MIGUEL. — Yo digo Miércoles y i a se me anojo te di dias de la semana. Ste eta José. — Lus siete. MIGUEL. — ;Siete... lo animale pid i f id bruto que hai visto al 1 José — jMe desaffa usté?... a MIGUEL. — No sélo te desafio, seno Z io, seno que te como k: " ate las orejas. __MIGUEL. — jA t6! (Movimiento.) VILLA CRESPO, — (Saliendo de primera dere’ it cha) — Eh, caballeros, yqué pasa? meee MIGUEL. — |Todavia no pasd nada, pero algo va a pasart i i perk pero algo va a pasare si no VILLA CRESPO, — ;Vamos, sosiéguese, pues amigo! Parece mentira que hombres grandes y comprometidos como ustedes se estén Bastando de vicio en tirarse con esas flores y todo por u aparato" de esos que no vale la pitada de este pucho. JOSE. — Vea, goven: Usté poder pensare como se le dé | ero me ha de primitive que eu le dia, ae VILLA CRESPO. — {Y qué me podria usté decir que no lo h tlojiao” de entrada? Si desde que exe loro se mud6 a ta andan todos alborotaos detra : algo del otro mundo. ;Péro paca af favor hembra Que le han visto de intrante 3 we fener oe ncaa mujer tiene, con ese cuerpo desgarbao, esa cara y esas manos. MIGUEL — Sin embargo, che Villa Crespo, perdoname le one nione, pero si osté hubiera visto aquilo que hai visto vo. JOSE. — iQué ignorancia! No sé qué poderén habere visto algue Ros unos que no haljamos pudido vere aljunos ottos, Siete .. al mondo. Recu Situ, mand, Recuo menconado en el fut preliminr et Juegos de remedy. Aqui juego con el nimero site y fa tcers pores dl en italiano provoca un cambio en el sentido del discurso. eee {2 como las oreias. Remedo de la acttud prov ingots ors, Reed 1d provocadora de peleas que consiste en aparato, En sentido despectivo, mujer. relojiao. Visto, observado. 61 Ma dése cuenta lo gallegue engropido de sobradore! ; : PALOMA. — jNo ve usted? MIGUEL. — vi le tené la cancha! VICLA CRESPO. — Admita entonces lo que dicen los “‘caballeros’ : igo? donde tene |: hat ILLA CRE jos. — 3 4 tu carpeta? , — Admita s lo que dicen los “caballeros”” E osté se quiere comp: por mi parte, haga de cuenta que me he ido al mazo sin 0 si MacuEL_—-jChicato! {No vé lo fleco que me estan llegendo al f ‘ z —orejiar.* Hasta luego. (Mut Muelot Lo que aqui pasa es que osté, osté @ todos esta 7 LF Oa — iAntipa tis.) contra mio porque hana mordido la vela* que la grela estab Yénde h, iAntipatica! ;Quieren dex onde ha salido este insolente? cirme ustedes quién es y de congomi- te : MIGUEL. — [Ne ‘ SeRIOLA. — ;Con usté? 1 ehtonia 4 le lieve lo baule! José. — a, ja, jal Me hacéis carcajear ZuOMA.— iVean que tataime a mi de esta manera! — iQué rel — bo dice perque no ha vi : maicuet. — iQué gallego carcajeadore pal a visto la hermosura mojicana de VILLA CRESPO. — Pero hagame el favor, amigo don Miguel. Como ‘es posible que crea que haya en el mundo quien le pueda snvidiar a ese mamarracho? Y yo, sobre todo, que apenas [a eae Ni ‘ jracia arrebatadora de su coerpo. oe — Ni esa pinta abacanada* que al “a TRoMoMA,—iSale de su pieza vestide de blanco y con tie™PO | secur 2Qué me habrés hecho rapaza pra tenerme tan mitido? a ae jtima irase.) geémo? (Sorpresa de fos tres rivales:) 2 | mas vale iQuien te puso la Paloma no te supo ponire nombr. ‘i apenas me conoce el joven, por qué se permite hacer &25 | pasa, : uubiera puesto la perdicione del encargado!.. apreciaciones de mi? “Ow — Bueno, por favor, que esto es demasiado, y advent Vie CRESPO Hombre, you si fuera un caballero. te pediria * ugue © quiero acabar de indisponerme con sus mujeres “ disculpa por haberla lastimao, pero como NO S0Y.eS0 Y TENE jose, yy ‘on las mujeres de illos, dirs, Seen letecto de ser demasiado claro, no me queda OO sigue, acaso no es casado usté también? remedio que afirmarme en lo que he dicho. Teen ion tipo arruinadore! ;Pero yo hai mandado mi PALOMA. — {Caramba! Sin embargo le diré que a otros no 15 ose, — ees - Y aqui tengo piedra libre! i mo- parezco tan mal. eens Be ae puedu libertarme de la mia. micuet. — jClaro que no! | serioLA, ay ° gallega’... ;Te libertariola! José, — [Sejuramentel [Seto — ¥ por cuanto a la del que parla, bien sabe que pa mi PALOMA. que es usté el primer hombre que me dice tal’ tivo, oe sere de distaccion, transitorio y eel galanteria ’ negativo he dicho - ven cresrO. — Seré el primero que le ha dicho la verda. oo tos de a izquerda ee miguel, — Mentira, la veritd se la hai dicho yo: osté es 1o MejOre seeiay 0s de la izquierda te la van a dare co la derech: que hizo Dios después del pan con grasa. — tA quién? fecha MIGUEL. — jA osté!.. José, — iY la muguer mas hermosa que han pupileado ™is 0805! cepicy 4 s SERIOLA. — ¥ la mas uva que han embrocao* los mios. i — Amino me servis vos ni pa alzarme al capotraste. dio 1a vela, Remedo ce Ia expresién “rarder el Sebo” que uiliza'me he ido al mazo sn orjar. Ma he abieno d '¢ abierto del juega sin mirar las caras. hano mor Seriola en la pagina 60. aaa acanads. Relativo al bacén, individuo que se aes {que simula una posicién que no tiene, 62 63 Gy} José, — {Ya mi los dos ni pra limpiarme los juardabarrus! ¥ qué tanto discotir al devino cohete. Si quieren probarlo, aqui només abrase el mundo y que nos traje la tierra. (Echa manos y saca la navaja con gran ruido de muelles.) MicueL, — jl madona, col serrucho! (Mutis a su pieza.) jose. — ;Venja pra aca, so cobarde! MARIQUIRA. — (De su pieza, segunda izquierda.) jal sQué es esto, Jucesifiu? Doce Pésos. — (De la primera izquierda.) jSeriola! {Qué vas a hacer? MARIQUINA. — iValjame Deus y mi madre! jRifiendo otra vez por esta mujerzuela de tres al cuarto! PALOMA, — [Permitame sefiora y no se violente que yo no tengo nada que ver en estas cuestiones! mariQUuina. — JCOmo que no tienes que ver, sinverjuenzona? José. — jPor Deus, Mariquifia! MARIQUINA, — 2Y pra casu te figuras que non tenju ollos pra vere | y orellas pra ti sentire?, José, — Pero qué dices, muller? i Maniuifis, — Lo que quiero que me oijas tb y que me olja de | una vez esta jrandisima pirdida... t PALOMA. — Le advierto, sefiora, que usté me ofende i MARIQUINA. — Y oféndase usté; si esu es lo que quieru, que s€ lofenda usté pra vere si de ese modo, lo deja de provocare con sus coqueterias a ese infiliz de mi marido. i PALOMA — JY quién le ha dicho a usté que yo tenga algo que ver con su marido? Doce PESOS, — No, si ya sé que la cosa es con el mio. PALOMA. — 3Con el suyo? Doce PESOS. — iSi, con el mio! SERIOLA — Doce Pesos, por favor. No te olvides que la seforita ‘es una persona decente y el que parla un asiduo colaborador de El Alma que Canta.* i EI Alma que Canta, Publicacion aparecida en 1916. : 64 DOCE PESOS. — 2¥ hasta cuando te creé < asta res Vos que me vas a engrupida con versitos? naa MARIQUINA — Y esu de que es una persona decente, tindiriamos que averijuarlo mucho, porque cuando el rio suena ajua trae. Y eu tenju mis sospechas... : PALOMA. — ZY quién me podria impedir que ta ia ir que también las tenga yo respecto de ustedes? = MARIQUINA. — {De nosotras? ;Callese osté, so enredona! jEu soy Maria Mundifio de las Canjas de Tineo, casada como Deus manda, pra que osté lo sepa! Y bien puedo ensefiarle a osté ventedds certefecados de las casas donde he sirvido y que acreditan mi honradez y cumpetencia. ;Ahja! DOCE PESOS. — ;Y yo no tendré papeles, pero pregunte en la de tides, donde la han tomade a trabajar de lastima, por Marieta ‘cartachini, por mat nombre Doce Pes ie dian quién 0s, y alli le ditén quié es y alli le dirén quién LA TURCA SOFIA. — (Sale dle derecha Si, saa i a.) Si, safura, stent kn vicinas tenin PALOMA. — »Olta mds? | VAlgame Dios! sori. — Maridu rio también desdi que safura muda la gom bendillo,* bierdi gabeza; ;qué queris vos, qué ti biensas? jJara- baité miraja jainé! ' PALOMA. — No sé lo que me ha dicho, pero si es un insulto agréguelo a los de las sefioras y me daré por bien servida, iCaramba! No.creia que mi pobre personita fuera capaz de provocar tanto revuelo. ;Pero qué le hemos de hacer! Esto me prueba que todavie debo ser mejor de fo que yo pensaba. ¥ aqui [as dejo en libertad para que puedan desahogarse a sus antojos. (Mutis a su pieza.) DOCE PESOS. — 3Y por qué te piantés* ahora? SERIOLA. — ;Doce Pesos, por favor! DOCE PESOS. — iY vos qué tenés que meterte a defenderla! jRajé* gombendiflo. Conventillo, en la jerga que utiliza la sembecai jerga que utiliza la Turca Sofia. Cambia lac por g plantis. De piantarse: ise. raig. Wulgarmente, vete. 65 pal cuarto, que este afaire,* como que soy Marieta Scartachini, lo vamos a tener que arreglar mas tarde y mano a mano! (Mutis.) SERIOLA, — jLo arreglariélamos! (Mutis.) MARIQUINA — {Y td también ragé pral coarto, que este afére lo tendremus que arrejlar entre nosotros! s08é, — ,Nosotros? jLo arreglariolariamos!... (Mutis.) SS"RARIQUINA. — jMalos demonios te leven! |Mas td non te afligas, Doce Pesos! Ni se afliga osté, dofia Turca, que éste es el momentu pra ponerse en practica lo que hablabamos ayer. jEstn conformes? DOCE PESOS. — jConformes! soria. — jSi, safiura! MARIQUINA, — Entonces no hay mas que hablare, y vamos al jrano. (Se acerca a segunda derecha.) Oija uste, sefior don Miguel. MicuEt. — Hola, aqué hay, sompatica galleguita? MaRiQUIKiA. — Hombre... Paréceme que eu lo he llamadu por su nombre y bien sabrd por los recibos, que eu oy Maria Mundifio: de las Canjas de Tineo. MIGUEL. — {Muy biene! sAntonce me dis en que la puedo ser- vite, doa Maria Mundifio de las Nalgas del Ternero? MARIQUINA. — (Corrige.) {De las Canjas de Tineo (Asturias.) Eu venju en representacién de estas sefioras y de todas las que aqui convivimus, a pedirle a osté que, en bien de nuestra tranquilida matrimonial, nos haja el favor de darle el desalogo 2 la sefiora “sefurita” esa de la sala. MIGUEL. — 3Céme? 3A illa? MARIQUIRIA. — jSi, Sefior, a ella! jY pra ellu le damos a osté curenta y ocho horas de plazo, o de lo contrario, no le quedaré a osté ni una sola pieza ocopada, purque nos mudaremos todas! Es asi lo convinidu? aide, Del francés aflaire: asunto. 66 DOCE PESOS. — Asi es, ni mas ni menos. Desde que esta aqui ese cartén*. no hay mas que broncas en el convento.* SOFIA. — Si, safiur, sembre disgusdo! Micuel.— ;La madona! Ma per qué voy a site tan oxogente si ella ha cumplido con toda puntualité. Y aunque hace muy Poco tiempo que vive... if DOCE PESOS. — Pero ese poco tiempo le ha servido pa emberreti- narlo* a mi marido. sorta. —Y al mio bierde gabeza, si, saftur. Poco ande mas Bueria; ahora no gueri més. Veni dembrano y boni vestido nuevo. MARIQUINA. — ZY qué me dice osté de! mio que hasta una camisa de seda se me ha comprado y un frasco de ajua de fledr de ameuir?* MIGUEL. — Del suyo.. blemo MARIQUINA. — ;Qué dice osté del mio? MIGUEL. — Que yo hago male de hablare, pero la culpa la tiene éle, porque éle es aquillo que la provoca e non la deja vivire en paz, MARIQUINA. — Pero esa lo dice usté porque. MIGUEL. — Lo digo porque lo hai sentido con mis ojos y lo hai visto con mis orejas. MARIQUINA. — jDeus de la Misericordial Ya me lo daba a mi el coraz6n, Pero ajora menos que nunca esa muller podra sejir viviendo en esta casa, y usté hard que se cambie de aqui 0 tendern que correre todus los juardias ceviles que hay en esta bindita tierra DOCE PESOS. — {Claro que si! Se tiene que mudar. SOFA. — Lo mismo la dice yo, sf safur. MIGUEL. — jBueno! jEsté bien! Yo voy a hacire lo que me pide el Bueno, del suyo € mejore que no ha- cartén, Persona tonta converte, Conventilo. ‘emberretinarlo, Llenarlo de berretines \caprichos! fleur de amedr. Remedo del francés fleur d'amous: flor de amor 67 pueblo, pero el pueblo tambiene sabra cortare en carne propia MARIQUIKA. — Cumpla osté con su deber de encarjado que noso- tras saberemos cumplire con el nuestro. Y ahora cada mo- chuelo a su nido y a esperare la respuesta. DOCE PESOS, — Que como no sea la que debe ser, ya veremos quién es Marieta Scartachini. (Mutis.) sofia. — jY Sofia Kairuz Abel! (Mutis.) Mariquitia. — Y Maria Mundifio de... (Mutis.) aiGuet. — De las Nalgas del Ternero. Ya lo sabimo... Aqui no _hay ma remedio que probare {a carpeta.* ‘Se aproxima a ia GP zcuierda. toro y golpea fas manos.) {Seforita... Seforita... Quiere venire un moment PALOMA. — 3Sefior? MIGUEL. — Tengo que hablarle de un asunto. PALOMA, — 2Ah, si? Me alegro, porque casualmente, yo también tengo que hablar con usted MIGUEL, — ;Conmigo? ;Caramba! 7£ osté qué tiene que hablarme’ a mé? Diga noms con confianza; yo soy un tipo canchero. PALOMA. — Pues que como he visto que mi presencia en esta casa ha llegado a molesiar 2 algunas “‘sefioras”, he resuelto dejarie la pieza MIGUEL. — 3Ma céme? ;Osté se quiere mudar?... JE pe qué? PALOMA. — Porque ésa serd la Unica manera de evitarle disgustos a las vecinas y evitérmelos yo misma. Vine aqui buscando tranquilidad que nunca habia podide hallar en otras partes, y ya ve usted lo que me pasa: todo el mundo en contra de mi. MIGUEL —Todo el mundo no, chiquita: dejate de macanas, Peque yo songo lo encargado y estongo de to parte. PALOMA. — Por usted lo siento mucho porque es muy bueno y muy complaciente. MIGUEL, — No, regolare, només.. Ahora me hai desouidado un poco; pero usté me va a vere el dominico a la noche. PALOMA. — 2£! domingo? ‘carpeta. Habilidad. 68 MIGUEL — Mire... queria reservarle la sorprisa pero se la voy a decire. Como el domingo se ciimpleno los diez afios que me hai hecho cargo del conventillo, hai resolvido dare un baile festejando el centenario. PALOMA. — 2Ah si? MIGUEL. — ;Y osté va a vire qué orquesta tisica*. Ya le hai mandado a decire al Conijo que venga. ,Osté lo conoce al Conijo? PALOMA. — No sé quign es. MIGUEL. — Aquillo que te habla con todos los apollidos. ;Nunca lo hai visto dijerire la orquesta? PALOMA, — Nunca, y es una ldstima porque para el domingo dificilmente estaré ya en esta casa. MIGUEL. — pMa céme? ;Quiere decire que osté se piensa modare en serio? PALOMA. — En cuanto encuentre otra pieza. MIGUEL. — jMa no, per la madona! jEsto non puede ser! Osté esté ofendida con esta gente, ma non debe hacerle caso. Las mojieres le tengono envidia peque es mas linda que elas, y los hombres peque sdbeno que osté me lleva al baile a mé. Si. todos se dieron cuenta de que yo soy tu ciruja.* PALOMA, — {Usted? Pero avise hombre si es que realmente se ha tomado en serio nuestras bromas. MIGUEL, — ;Bromas? Entonce quiere decire que yo soy otro en- gropido como el gallego? PALOMA. — jPero hombre de Dios! ,Cémo llega a imaginar que una mujer como yo pueda tomarse en serio?... jHagame el favor... ja, ja! Hasta luego, don Miguel. Ahora mismo me voy a arreglar para salir a buscar pieza... {Qué rico tipo... ja, jal (Mutis.) MIGUEL, — jEsta mojiere esta ensefiada per lo gallego! Pero yo no le voy a perder pisada, e tanto voy a ensestire hasta que la rinda como un pollito a mis pies. tisica, En lugar de tipica. tu cirwja, Don Miguel inventa expresiones al querer remedar el luniardo, 69 B MARIQUITINA, — JY, qué pasa, sefior encarjadu? Le ha pidido osté ya la pieda’. MIGUEL. — Si... es decire, no... {No se la hai pedide ni tampoco pienso pedirsela mas! MARIQUINA, — ;Cémo, cémo!. frente? ‘MIGUEL. — Peque hai reflexionado sobre el punto y hai llegado a la conclusione de que yo non quiero maximalismo* a la casa mia. Y antes que ella se mude, profiero que se vayano todo y me déjeno aqui solito, con illa, MARIQUINA. — sAhja? ¢Con que ésas también tiniamos? DOCE PESOS. — {Qué les decia yo? SOFIA. — jDaliano dambién berdido! MIGUEL. — Sera carpincho, locura, amore, non s6; ma giuro, pe Vanema de San Genaro,* que antes de aflojare, le prendo fuego a lo conventillo. ;Y ya; non le digo mas!... (Mutis 2 su pieza.) MARIQUINA, — Pues aprestirese a hacerlo, so fallén. no Io hace usté, lo haremos nosotras mismas, DOCE Pesos. — iY altro qué, si hemos de hacerlo! SOFIA. — Nadoralmente que si VILLA CRESPO. — (For0.) {Pero qué es esto? ;Va se abri6 la paja- rera? MARIQUINA — jAy, callese osté por Deus, don Villa Crespo, que lo que esta ocorriendo aqui no tiene nombre! VILLA CRESPO. — jPero qué pasa? MARIQUIKiA. — Pues que acabamos de exiguirle al encarjadu que le pida el desalogo a esa cundenada, pero, iqué resulta? que ese zopenco también esté imbirritinado con ella. DOE Pesos. — ;Y minga de desalojo! SOFIA. — ;Qué la dice, safiur? sQué la dice? VILLA CRESPO, — Y qué les voy a decir yo sind que son ustedes las que han errao el procedimiento. 8Y por qué este cambio de porque si ‘maximalismo. Comunismo, San Genaro, Santo protector de Népoles. 70 MARIQUINA. — ZY qué otra cosa poderiamos hacere nosotras? VILLA CRESPO, — Pues, sencillamente, pagarles a sus maridos con la misma plata, y si ellos se dedican todos a una misma mujer, dediquense ustedes o aparenten, al menos, dedicarse a otro hombre, aunque no sea el mismo. i MARIQUINA. — 3A otro hombre? Doce #8508. — yNosotras? MARIQUINA, — jLibreme Deus! Eu nunca le he faltado a mi ma- rido y me soicidaria antes de hacerlo VILLA CRESPO. — Yo me limito a dar cartas y a poneries los triun- fos en la mano, jPeto, para eso, va a ser preciso que vayan ustedes empilchéndose y revocandose a la par de ella! MARIQUINA. — ;COmo? ;Pintarrajearnos nosotras la cara y poner- 1nos esos vistidos escandalosos? Pero pra qué andare con esas mintiras si esto es natural, y aqui no hay jrupos, amiju! (Se golpea las caderas.) CRESPO. — No los habrd; ya lo sé. Pero en esta vida y estos tiempos todo es cuestién de carroceria. {A quién quiere seducir usté con ese matambre arrollao en Ja tuldera y vus Cun esa pinta rasposa y usté con esa cortina de Iribarne encima Renuévense un poco, pidntense del museo histérico y entren por la diagonal de la vida nueva. Ese sera el dnico modo de conseguir que ellos encuentren en ustedes lo que ven en las demas. MARIQUINA. — ;Demontres... demontres! ;Y a osté le parece que entrando por la diajonal, conse|iremos nosotrast VILLA CRESPO. — ;Todo lo que quieran conseguir!... Nunca inte- esa mas una parada que cuando se ve perdida. Y si quieren que yo las aconseje, pasemos a mi bulin y alli les daré unas leccioncitas para no fallar. MARIQUISiA, — No... a su pieza, no puede ser. Si me viera mi marido _matambve arroltao... de lribarne encima. Villa Crespo se refiere a la vestimenta de las tres mujeres: el "matambre arcollao en la toldera” es la toca que utiliza Mariquina; Ooce Pesos es Ia de la “pinta rasposa”, y la tWnica de la Turca es la “cantina de kibarne VILLA CRESPO. — gY qué mas quiere? Si la ve, tanto mejor. MaRIQUInvA. — Es que eu nunca le he faltado, sabe usté... No, no, no. jEu no ajarro viague!. VILLA CRESPO. — Si va a empezar con esos retintines, haga de cuenta que con usted no va nada. Vengan ustedes dos. (Mutis a su pieza.) DOCE PESOS. — {Y por qué las dos?... Vamos las tres, iqué em- bromar! Total, gqué puede pasarnos? (Mutis devés de Villa Crespo.) Veni, gallega. SOFIA. — De malo no teni nada... Veni, sefiura. (Mutis,) MARIQUINA. — |No, Doce Pesos, Turca, no vayan! ;Qué escan- dalo! ;Dos mugueres en la pieza de un hombre solo! jNo tienen verjuenzal ;Venjan pra acé! (Se introduce en la pieza Don Miguel vuelve de! otro patio.) 8 CONKO. — (Por foro, con Paseo de Julio.) ;Veni, pasa, hombre! Adis, Tanolai, scémo te Vazquez?" Micust. — jHola, mi simpatico Conijo, por fine te veo fo dientel... ¢Qué decise de bueno? & CONEJO. — Aqui me tenés completamente a tus Ordéfiez. Un Amiguelli, ché: don Miguel, el encargao, y el famoso Paseo de Julio; punto muy Altamirano! (Paseo de Julio no Je da mayor importancia.) MIGUEL. — Ah, gosté es Paseo de Julio? Me parece haberlo visto, PASEO DE JUUO. — pAdénde? (Muy serio.) MIGUEL. — Allé, cerca del puerto." PASEO DE JULIO. — jAvise, si de entrada nom.is me va a solar! MIGUEL. — No; qué esperanza, don Pasew Colin! PASEO DE JULIO. — ¢Cémo? MIGUEL. — Paseo de Julio, perdoname; te agarré del otro lado de Rivadavia. ;Osté también es misico? Vazquez. jerga que utiliza El Conejo, el calambur, be za oneal clans, bad nel eg de pales con ov apelidos Vea sudo pein (cnguile egos de invencisn cer de pero, Don Mis ha comerzao el a reread juego de burl Paseo deli n ese cto slide 3 a Avenida Paseo de luo (acta! Learto N. Aen), ae queda, efectivamente, cerca del puerto de Buenos Aires. Fi 72 1 PASEO DE JULIO. — {Qué musico! Yo no soy misico ni toco mas instrumentos que el de escupir tizones. Y si aqui he venide no fue mas que pa acompafarlo al amigo, Conque arregien lo que tengan que arreglar, que yo no estoy pa -conversaciones! (Mira con el cefio fruncido hacia otra parte como si anduviese buscando algo.) e MiGuEt. — {Qué amigo me trajiste! yMa de dénde lo hai sacado: de la Ponontenciaria? AL CONE|O. — Despacelli, hombre, no lo toriés. Esta asi... medio Chivanosky desde que se le fue la Mujica MIGUEL. — {Qué Mojica? £L CONEJO. — jLa mujer, hombre! MIGUEL. — Ah, descolpame. No me acordaba que Mojica es otro arpollido... {Qué Otarielli que soy yo!... 8Y qué se ha hecho la Mojica? £1 CONEJO. — {Qué se Llorcal... Hace como tres Mezzadri que la anda Buscandiotti y no la puede Trovezky. MIGUEL. — Antonce es Segura que se Ascondosky. EL CONEJO. — jVaya a Saavedra! micuet. — 3Qué vaya a Saavedra yo? yQué voy a hacer a Saave- dra? £1 CONEIO. — Digo que and vos a Saavedra dénde estaré. Pero el Bancalari es bastante Roncoroni y donde quiera que la Chidpori se la va a dar de Ferreyra pa que corra Sanguinetti. micueL. — Sanguinetti, Ferreyra, Chiapori... Pero éste es un hombre o es la guia del talifano? Antonce vamos a pasare 2 mi Cuartucci per arreglare esto asunto de la Orquestoni... (Qué Conijo éste! Cada vez que te veo me dan ganas de tirarte con un ropollo. EL CONEJO. — Con Bermejo. MIGUEL. — jPasalacqual... (Mutis de! Conejo.) E osté, don Paseo de Julio, haga el favore de no acordarse mas de la Mojica; cada Mojica que se pierde se encuéntrano cinco Mojica més... iQué Paseo de Julio éstel... (Lo palmea.) PASEO DE JULIO. — Esta bien; pero a mi no me manotée... (Mutis.) 2B A MIGUEL. — jLa madona! Con este Paseo de Julio me parece que no Hlego ni a la dérsenal* (Mutis.) ELTURCO ABRAHAM. — (Por foro, Con su Cajoncito de mercancias.) iAlé Dius! ;Por fin la llega a la gasa! (Deja ef cajén junto a la derecha, foro. Mira al interior de su pieza y se vuelve hacia el foro izquierdo.) Qué la estara haciendo mujer linda... bre- tiosa? ,Queri bafiuelo de seda? SERIOLA. — (Sale de su pieza y repara en él con disgusto,) ;¥ eso? 2QUé es lo que est campaneando el cotur por esa puerta? ABRAHAM. — Yo la gambanéa* puerta que gueri... qué amborda la gumbadrit. SERIOLA — ;COmo? ZY 4 2 no te han pasao el dato que la grel ie a grela esta ABRAHAM, — Habla claro la sefiur que turco no la gombrendi. SERIOLA. — Quiero decirte que esa mujer no le lleva el apunte mAs que a uno, y ese uno es el que suscribe. JOSE. — jQué ilusiones se hace el chancho creyendi jolondrina! menses SERIOLA. — jVos? ;Otra vez querés coparla? JOSE. — Eu copo, recopo y Ilevo y pajo la contra, que pra eso the juegan las coyunturas... Y vamos a ver, chiquito: gTiene to cochillo punta? SERIOLA. — Y acostumbrada a buscarle los chiflidos al mon- dongo.* (Otra vez van 2 embestirse pero se detienen ante e! vocerio de las mujeres que estén en fa pieza de Villa Crespo.) MARIQUINA, — [Pero cémo no, hombre! ;Pirfectamente intindide la primera! DOCE PESOS. — jMacanudamente bien! SOFIA. — (Si, sefur la Villa Crespa! SERIOLA. — jY eso? irsena, Nueva alusién a la cercania del puerto y la Avenida Paseo de Julio, gambanéa. Campanea. De campanear: espiar. uscarle fos chitlidos al mondongo. Intentar una actitud ce coraje que queda s6io en palabras. Con los “chifidos” del “'m fr, Balabres. Con los “chifdos” del “mondongo” se rfiere = los plegues de at 74 : qué quieres W con las persia José. — jCaracoles! ABRAHAM, — jAlajatd! SERIOLA. — (Saliendo de su sorpresa.) ;Ché, Doce Pesos! ;Qué es lo que estabas haciendo metida en ese bulin? Doce PESOS. — ;Yo? Y a vos qué tengo que darte cuentas de mis afaires privados. Si ya no te doy tecor ni te llevo en sidecarte", ;Que querés con la celosia! jRevolvéme ese risoto!* (Mutis a su pieza, caminando con mucho desenfado y movimiento de caderas.) SeRIOLA. — Pero ésta se ha vuelto cola. Ché, Doce Pesos... (Mutis detrds de ella.) ABRAHAM. — ZY qué la hace la mujer con la malevo? ;Gamina bieza! Sorta. — {Esta bien, saftur! Yo la gamina si gueri y si no gueri no la gamina. Qué la biensa la marido? jJarabaité jainé! (Matis, imitando a Doce Pesos.). ApRaHam. — {Urujé, majidala! (La sigue.) Ose, — ;Y t6? {Quieres dicirme tG qué hacias en ese cotarro y qué demontres es lo que estan haciendo agora? MaRIQUINA. — jHombre! Pues namas que espiantarme del maseo hist6rico y entrare por la diajonal de la vida noeva... Qué § quieres ti con las persianas*, si ya no te doy recorte ni te llevo en calesita ;Sacale el hilo a esta chaucha! (Mutis a su pieza imitando el andar de Doce Pesos.) Jost. — ;Valjame Deus! Pero ya sabremos qué birrtin es el que le ha entradu a la lora... — Oye td... ‘Se va tras ella sin salir de Prop Sts extratiena.) CD Wcue., — Desde adentro,) jBueno, bueno, che Conijo! iPero : non te vayas 2 alvidare que el domingo te aspero tempranito! (Sale con El Conejo. Detras, Paseo de Julio.) sidecarte. Vehiculo compuesto por una moto con el asiento al lado para el acompahiante. . revolvéme ese risoto. Expresién que, como Sacale el hilo 2 esta chaucha, que ullizaré Mariquifia, supone desafio. nas. Remedo de las expresiones de Doce Pesos: aqui persianas en lugar de celesia; recorte por tecor, calesta por sidecante, y Sécale ef hilo... ya explicada. 75 PALOMA, — (Casi simulténeamente sale de su pieza pare dirigirse a la calle. Ve de golpe a Paseo de Julio, y con gesto de honda y desagradable sorpresa) jh! PASEO DE JULIO, — (La reconoce.) ;Vos? MIGUEL. — Ma qué pasa? EL CONE]O. —(Imponiendo silencio.) ;Chist! MIGUEL — sla Mojica? No me Duggant... jOliverol...* (Se lo eva al interior y quedan los dos, Paseo de Julio y Paloma, frente a irente.) 17 Paseo De JULIO. — Ya palpitaba que algin dia te iba a encontrar, ay ves como sin querer he venido a dar con tu guarida? :Por qué te fuiste? PALOMA. — Hombre... yo.. PASEO DE JULIO. — No... no te asustés y contesta a lo que te pregunto: spor qué te fuiste? PALOMA, — (Cobrando firmeza poco a poco.) Pues nada mas que Por €50... por eso y por todo lo que no ‘hace falta que te diga. Yo no habia nacido para aquella vida. Y era més fuerte que yo la repugnancia que llegué a sentir por todo aquel barro en que por vos y por tu culpa ya me estaba hundiendo. Por ¢so he venido huyéndole al Bajo* y a sus miserias; jpare oponer a la falsa alegria de sus turbios bodegones, la limpia claridad de estos barrios de trabajo! PASEO DE JULIO. — ;Y no has tenido siquiera la humanidad de acordarte de que en el Bajo quedaba yo retorciéndome de rabia al golpe de tu traicién? PALOMA. ~ (Y de qué traicién pretendés culparme ahora? ,Acaso te has olvidado de lo que fuiste? PASEO DE JULIO. — No me he olvidado y la prueba es que tam- Poco me olvido de fo que fuiste vos. PALOMA. — Y qué otra cosa pude ser yo que una victima infeliz de tus instintos rastreros, que asqueada una noche de su pro- Olivero, Remedo de “Tomarse e! olivo” = ise Bajo. Zona de Buenos Aires, ptéxima al ro, de legendaria mala vida. 76 pia vida, esperé la mafana y huyé para venir a confundirse entre los que saben vivir honradamente. PASEO DE JULIO. — iLindas palabras! ;Pero es lastima que tan tarde te hayas acordao de arrepentirte! : patoma, — jNo tan tarde desde que todavia sigue saliendo el sol del mismo lado y la vida se tiende por delante! PASEO DE JULIO. — {E50 estd bien para milonguearlo! Mas no te ol- vidés, Paloma, que vos has sido mia y mia volverds @ ser porque estés hecha de mi barro, jLo demas son fantasias! Del Bajo viniste y al Bajo tendrés que volver; y lo peor es que te vas a volver conmigo. patoma, — No, Paseo... Ni vuelvo al Bajo ni me voy con vos. PASEO DE JULIO. — {Qué decis? PALOMA, — jQue vivo muy bien asi! Y aunque fuera mayor mi sacrificio, no volveria @ retroceder un solo paso, en mi camino. PASEO DE JULIO. — ZEntonces habré algtin motivo que te encadena aesta vida? paLoMA, —A mi no me encadena mas que el deseo de ser buena. paseo Of JULIO. — iMentis, perra, igual que has mentido siempre! ‘Pero yo no he de rogarte més! Y ahora mismo levantarés tus has y saldrés de aqui conmigo. paloma, — jNo, Paseo; yo no salgo de aqui con vos! PASEO DE JULIO. — Paloma, no te olvidés de quién soy y de todo capaz. lol oNo me olvido de nada, PASEO DE JullO. — ¢Quiere decir que a las buenas PALOMA, — {Nia las buenas nia las malas! PASEO DE JULI. — |ES0 10 vamos a ver ahora! jLevanta tus pil- chas! PALOMA. — jNo! PASEO DE JULIO. — {Que no? PALOMA. — iNol PASEO DE JULIO. — 1Yo te voy a.darl... (La amenaza resuelta- mente.) 77 PALOMA, — jNo... Dios mio! Socorro! (Procura huirle. Salen de Sus respectivas puertas todos los personajes.) JOSE. — j£h, qué es estu, demontres! ABRAHAM. — jQué basa, safiur? SERIOLA. — {Qué sucede? (Todos evidencian intenciones de de- Fenderla, pero no se animan.) VILLA CRESPO. — (Desde su puerta.) sY ahura? ;Qué hacen estos “caballeros” que no salen en defensa de su dama? PASEO DEJULIO. — pY por qué no venis a defenderla vos que tenés pinta de bravo? VILLA CRESPO. — (Sereno.) {YoR... porque, pa serle franco, no me interesa. ¥ créame que lo siento de alma, porque hubiera sido muy linda oportunida pa patinarme unos cobres. PASEO DF JULIO, — Hacé de cuenta que te la dieron en robo. ;Veni Vos a coparla!* VILLA CRESPO. — De fuerte que ronca el hombre... parece que va a cantar. PASEO DE JULIO. — Seri de dido acostumbrao a confundir los sonidos. VILLA CRESPO. — 7¥ de Ahi? Qué culpa tendra le oreja de haber nacido ahujeriada? ;Pero quiere decirme, compadre, quién es... PASEO DE JULIO. — jNo se apure por golpiar! Paseo de Julio me Haman y vengo de aquellos barrios donde los puntos de su alto se venden sin garantia, VILLA CRESPO. — Y aqui... los guapos se dan de yapa en cualquier boliche MIGUEL. — ;Paseo de Julio, te barrieron la vereda! VILLA €RESPO.— Y pa no enredarnos en palabras, también me ae el amigo de qué palo y con qué flor se ha largao desde tan lejos.* Yea! vos» copa, Se alude ala stuac : la Se alae aI stuacén panteada come s fuera un juego de ssn aut “patina unos cobs” se aes y se “copa is de au palo con gut Hor. los, Nuevamente vocabut ue flor. eos. Nuevamentevocabularo Je juego, en es 280 referido al mativo de la presencia de Paseo de Julio. eee 78 PASEO DE JULIO. — Pues nada mas que a buscar a esta mujer que fue mia. (Expectacidn. Todos se miran.J VILLA CRESPO, — Aja? 2Y qué es fo que dice esa mujer? PALOMA, — Yo. VILLA CRESPO, — jConteste, sefiorita! jNo tenga miedo! {Usted esta conforme en salir de aqui con este hombre? PALOMA, — jEste hombre ya sabe lo que yo le he contestado! PASEO DE JULIO. — sY qué es lo que vos han contestao? PALOMA, — (Resuelta.) ;Que no! PASEO DE JULIO, — JQue no? ;Yo te voy a dar! {ia amenaza Fuertes gritos de las mujeres.) Vitta CRESPO. — (Yéndose al encuentro.) {Qué es eso, amigo? jParesé! A PASEO DE JULIO. — ZY sos vos quien la va a amparar? VILLA CRESPO. — ;Yo soy el que no va a consentir que delante de mi ningiin hombre le levante la mano 2 una mujer! PASEO DE JULIO. — Pero eso no ha de ser si que antes... ‘Desnuda un revdiver.) VILLA CRESPO. — (Répidamente desnuda su cuchillo y lo desarma de un golpe en la mufeca.) Pande va, loco, no ve la puerta? jFuera de aqui! jFuera de aqui, cobarde! PASEO DE JULIO. — Me has madrugao, pero no le hace. Te juro que he de volver anies de lo que todos esperan. Perdé cuidao. (Mutis.s VILLA CRESPO. — Cuando mas rabia le dé. jEI Conventillo de la Paloma esté abierto noche y dia! (Vuelve hacia su habitacién.) PALOMA. — ih, gracias, muchas gracias, Villa Crespo, por ha- berme defendido! VILLA CRESPO, — ;YO? Yo no la he deiendido a usté, seforita; se equivoca. Lo que hice no fue més que defenderme yo de la vergiienza de ver a un hombre castigando a una mujer, MARIQUINA, — Muy bien, pero que muy requetebién, mi quirido Villa Crespo! Te has portado como un hombre y permiteme que te dé un abrazo. DOCE PESOS. — jY yo también, Villa Crespo! SOFIA, — jE yo la misma, safur! (Todas fo rodean y abrazan.) 79 MARIQUINA, — iY que te bese las manos, y que te bese la cara! JOsé. — jEh, Mariquifia! ‘SERIOLA. — jDoce Pesos! ABRAHAM. — jSoffa! JOSE. — :Qué recorchis quiere decir eso? MARIQUINA. — jEstu quiere decire que donde hay un par de Pantalones bien punidos, estén de mas as polleras! TELON 80 CUADRO II Teldn corto. Frente del conventitlo, Puerta en el centro y dos ventanas practicables. Es media noche. ABRAHAM : (Aparece junto a la ventana y suplicando al interior como en un rez0.) Jabri, safura, bar Dios! Jabri, sefura, ventana, que durgo la gueri ver. 4No la gueri?...;Amborda nada! iDurgo deni que saber bor garta todu que basal.. jJarabut majinabé ajurd Jinarajadasal... (Matis derecha marcando signos cabalisticos.) SERIOLA (Por la puerta del conventilly, dando ta sensacién de su des- velo.) Es media noche... )Y tuavia no he conseguido cerrar los ojos pa apoliyar! 2Qué tengo en la tolderia? Con la zabeca vacia del rechifle* que he sentido ni bien se queds dormido mi aparatot en la catrera, tiré y me pianté pa afvera la fuerza de estar metido, Mas no golpiés, corazén, que la calle esta solita rechifle. Locura, perurbacién, aparato, Vase nota de la pigina 61 81 y pa batirle tu cuita es papiola* la ocasion. {Se acerca a la ventana derecha.) Paica* del rojo bot6n que en tu boca ha florecido y al junarine has encendido las lefitas de mi pecho, decime, paica, jqué has hecho pa que me tengas metido? Yo era un pobre milonguero floriador* de meta y ponge que afirmao a la milonge le daba envidie al jilguero, mas mi canto arrabalero Ja entonacién ha perdido desde e! dia que has venido a perturbar esta casa, iy decir que todo pasa por culpa de estar metido! {Golpea con Jos nudillos la ventana.) Unica flor de ilusién que ha entreabierto la mafana.. PALOMA (Desde adentro.) sQuién golpea mi ventana y se queja? (abre.) SERIOLA iUn coraz6nt ppapiola. En sentido figurado, propicia Pica, Mujet. floviador. Versoador. 82 PALOMA (Con disguste.) aUsted! + SERIOLA Y déme su perdén si acaso la he molestao. f PALOMA Como ya me habia acostao jPero usté sabré decir en qué lo puedo servir? SERIOLA Y tuavia no ha junao, PALOMA 3Qué? SERIOLA iQue yo la quiero! PALOMA 2Y supone el caballero que para eso solamente a una sefiora prudente se le molesta a esta hora? SERIOLA Yo le suplico, sefiora, que me oiga. PALOMA : iPerfectamente! Lo oiré con toda atencién, mas desde ya le prevengo. que en estos lances, no tengo mas que una contestacion. 83 SERIOLA Considere el metején que ha despertado en mi pecho. PALOMA Si algin mal pude haberle hecho yo no le pido disculpa, pues nadie tiene la culpa de que la puedan querer; y bien ha de comprender ‘que, aunque no llegue a estimarle, haria muy mal en sacarle el marido a otra mujer. SERIOLA 2Y no le he dicho que a esa tan sélo la tengo yo... PALOMA Fl que usted la quiera 0 no ‘@ mi poco me interesa Conque cada uno a su pieza que bastante hemos hablao y descansar necesito, Pasé por un caminito ¥y este cuento ha terminao. (Cierra Ja ventana.) SERIOLA {Seriola, te han reventao! Pero ya me has de pagar con tu orgullo mal fundao el papelén desgracizo que he tenido que pasar. Porque yo no he de aflojar y seguiré tironiando hasta vencer o morir, que en la giella hay que seguir 84 aunque vengan degollando.* (Mutis répido izquierda.) José Por la puerta del centro.) : jValjame Deus y la Virguen y todos los anguelitos...! Por més que intenté dormire, imposible consejiro... Cuando se apajé la luz y mi muller hincé el pico, tapéle bien la cabeza y me vesti despacito, pues hay que vere a las cosas que oblija el- estar mitido. iQué estard haciendo la injrata? iPero, €a, curazuncifo, : que si jolpéas tan fuerte despertarin los vicinos! (Se acerca a la ventana.) Rapaza, mia rapacifia, la de los tenues sonrogos, si las curvas de tus ogos se acabaron de cerrar, no escuches el triste acento de esta cancién dolorida... (jClato que si esta dormida qué diantres me va a escuchar!) Pero si estés por ventura todavia dispiertifa, escucha, mia rapacifia, las quegas de mi cantar, Soy un pobre jalleguifu que tene u curazuncifio en la giella.. degollando. Alusién al Martin Fierro: no hay que achicarse aunque ccon ello se ariesgue la vida, 85 jrande y honde come el mar; y sit quieres quererme cual te quiere el alma mia; formaré con mi alejria una escalera de amor pra levantarte a la jloria... iy asi acabaré la historia de este jaucho rumbiador! PALOMA ¢Pero quién es, por favor, el que repite la broma? ost No se enfade, la paloma, que soy eu, su adorador. PALOMA Pues hay que tener valor pa incomodar a una dama.. yost Cuando el amor nos inflama no mira, y es cosa cierta, si la dama esta despierta ov esta la-dama en la cama. PALOMA 2Y qué me quiere decir, si es que se puede saber? jose Que el dolor de este querer yo no lo puedo sufrir, y si me atrevi a venir a jolpear en su ventana comprendo que es falta urbana, pero usté me hard el favor en homenague al amor, de atenuar esta macana... 86 En pajo le oftezco 2 usté todo aquello que usté quiera PALOMA Y de ninguna manera yo su oferta aceptaré, conque ya conoce qué camino debe seguir. José {Pero eso quiere decir que aljin otro en la porta’... PALOMA Eso va por cuenta mia. ;Buenas noches, y a dormir! (Cierra) Jost iMaldita sea lz suerte de mi suegra de su ajuela y toda la parentela! iQue esto pase por quererte! iPero, éa, que hay que ser fuerte! ‘Aqui hay jato encerrado y no hay mas que el encarjado ese jato debe sere. Pero ya vamos a vere si este palpito me falla y si hay que tener ajallas, qué ajallas hay que tenere! (Matis izquierda.) MIGUEL {Por la puerta del conventilio, Desvelado.) jPucha que habiano sido larga la noche de invierno! Casi anochecido, al catre me rincontraba durmiendo cuando hay sentido un ruidaje 87 de pezuiia. jEra el gallego! El gallego espamentoso* descoidista” y pondonciero que me esté haciendo un trabajo de sonambulo despierto! Pero a mime vaa sobrare si es brujo pe hilarme el fleco! ABRAHAM. (Por donde salic.) Buena noche. miGuEL jLa madona! jlo turco? jE osté qué anda haciendo alevantado a esta hora? ABRAHAM No la sé... no teni suefio, bur eso sale gamina. aicueL JE per qué no se va adentro? No siente el viento que gay? Vaya o dormire! ‘ABRAHAM ;Vaya 0 dormire!;No buedo! Ambusible; mujer lindo drabaja la bensamiento e bobre durgo no sabe adénde engontra remedio. MIGUEL {De modo que osté tambiene te la hale pillado en serio? ‘espamentoso, Por aspaventoso, que provoce revuelo. descoidista. Descuidista, ladrén que aprovecha el descuido de la vitima 88 ABRAHAM Pero yo estar bior que todu, borque durgo teni adentro jarazin y teni rabia borgue la muerde la celo. Mujer no gueri la durgo... Z mujer gueri la gallego. MIGUEL jlo gallego? 2Pero, osté come sabe? ABRAHAM Poco tiempo antes mas que voy gamina, habla mujer, mas no buedo borque ella no abri ventana... micua. ZY te hai dicho que al gallego?... ABRAHAM Gallego no dijo nada! Bero yo dira la juego de garta y sembri te sale mozo de rubia la pelo. micuet YE perque sale la carta’... iVatime a dormire presto, turco lleno de agieria!* ABRAHAM iSi, safiur, la voy adentro pero la durgo te jura, Beri Dios, que la gallego teni que bagar muy garo! iMutis por la puerta de! conventillo refuniuitando en su idioma.) agieria. Agorerta 89 micueL jPajaro de mal aujero! jAhora vamos a vire la Mojica qué esté haciendo! (Espia por la ventana.) La madona, jSe ha dormido y la colcha esté en el suelo! jAqui hay que tirarse el lance.. (Saca una libreta de apuntes.) y aqui traigo el verso que estaba al Cara e Careta*, per cuando llegue el momento! (Se acerca a la ventana y mientras se va rascando en distintas partes del cuerpo, recita.) {Mojica, dolce Mojica, estrella del porvenire, la mas pobre e la mas rica, Ja mas grande e la més chica. Ma qué diébolo me pica que no me deja vivire? Yo soy un lindo mochacho tornadizo e vivaracho que en to mirada de fuego. {Se oye ruido izquierda.) {Si me atrapa lo gallego soy un candedato al tacho! Por esto vengo forviente a golpiare a to ventana. PALO yOtra vez? ;Pero qué gana de incomodar a la gente! Qué quiere el impertinente? Cara e Caveta. Caras y Caretas,revisia que apareci6 en 1896. 90 MIGUEL iMadonar PALOMA (Abre y repara en él.) Ay, perdoneme; no supuse que era uste. Mas como ya me han llamao dos veces, me han desvelao y mi fastidio se explica micue. Pero ahora ha visto, Mojica, que songo yo: lo encargado. PALOMA 2Y bien, me dird el sefior la causa de su llamada? micue. Perdoné la atropellada, te lo pido por favor. ‘Osté sabe que mi amor va llegando... va llegando. (Saca la libreta y lee.) “Na llegando al paroxismo y del fondo de mi mismo surge la noble altivez que mi espiritu alimenta.’* (Da vuelta la hoja.) “;Planchadora dos ochenta catbonero cuatro diez!.." No, perdén, asi no es; se me ha saltado la hoja, pero se osté non se anoja voy a decirlo otra vez PALOMA iNo, por Dios! Con qué interés a1 escuchando seguiria lo que me pueda decir, si ya es hora de dormir? Mafiana sera otro dia y hasta mafiana, encargado! (Cierra.) mucueL iMa non me largue parado pe l'énima de so tia! iAbra, tengo otra poesia que hai sacado de mi mente y sé que le va a gustar! JOSE Asi te querfa encontrar cara a cara y frente a frente! MiGueL {Dio te mande un achidente, qué susto me hai hecho dar! sost No... No intentes escapar y ya que quiso la suerte que aqui los dos nos hallemos, ajora mismo sabremos quién de los dos es mas fuerte. saciiet Me desafia? JOSE Y a muerte el duelo tendra que ser, que e! amor de esa muller sélo ha de midirse asi. (MIGUEL 2Y stella me quiere a mi, que culpa puedo tener? Q) jose iso lo vamuis a ver aquil La calle esta sola, con que vé pelando el fiero. mucueL - Si hubieras nacido perro te pelaria... la cola. sost (Impaciente.) ~ Pero pelas 0 no pelas? cue iUn momento, per so agiiela, si ya lo voy a pelar per poderte demostrar que no tengo Spaghetti y aunque sia Juan Moreyra te la daré de Ferreira per que corra Sanguinetti! (Répidamente se quita el saco y el sombrero.) José 2s que se va desnudar? ie (Oireciéndoselos.) jTené el saco y ef sombrero! jose {dnconscientemente recoge las prendas, fo cual le ocupa las dos manos. Miguel aprovecha fa circunstancia para aplicarle un bofetén y huir por fa derecha.) iAh, italianu ventaguero, ya me las vas a pajar!... (lo corre.) TELON 93 CUADRO Ill Lamisma décoracién del primero. Domingo a la noche. Se festeja el aniversario del conventillo, que, con tal motive, aparece enga- anado e iluminado profusamente. (Al levantarse el teldn, esté el baile en su apogeo. Mariquifa, la Turca Soffa y Doce Pesos aparecerdn vestidas y acicaladas con- forme a las indicaciones de su instructor. La transformacién es evidente. Bailan Mariquifia con Villa Crespo; la Turca [Sofia] con el Cansao y Doce Pesos con Risita, ti2o que re insistentemente al final de cada frase que pronuncia, Don José, Seriola y {el Turco] ‘Abraham, en primer término, izquierd2, siguen con creciente sor- presa fos movimientos de sus respectivas mujeres que se esfuerzan en simular no darles la més minima importancia. El Conejo dirige la orquesta. Ei mayor numero posible de parejas, baila coreando un tango popular. La puerta de la habitacion de la Paloma estd ce- rrada. Termina el tango con asentimiento general.) micueL.—(Por su piere.) Sefiores e caballeros: los invitados puédeno pasare per alli, al bofeto, y los colados puédeno irse por allé, 2 so casa. (Pasan los que no hablan. Miguel inspec- ciona ef elemento y sigue hacia la calle a un sujeto que durante el baile se metié algunos ejectos debajo de! seco.) MARIQUINA. — ZY... qué le parece a osté, don Villa Crespo; ha- bemos o no habemos aprendido bien sus liccioncifias? Vitta CRESPO. — Cémo no, mi estimada galaica. Y tan bien que ya no me queda nada que ensefarles. OCE PESOS. — Pera lo que yo le digo a ésta es que no hay que dexagerar pa que no puedan relojiamos la maniobra, sofia. — jLa misma la dice yo, safur! VILLA CRESPO. — sY por qué? Déjenla que proceda a sus antojos, si cuanto mas lejos va el chivo més fuerte es la topada MARIQUINA. — jNaturalmente, pues! jY ya que estamos en el baile, vamus a bailar y a divertirnos como Deus manda! Ay, no sabes td, meu queridifio, qué janas tenjo de jritar y de facerme la loca, ;Viva la jarufat 95 sos. — [Por Deus, Mariquifia!. comportamiento MARIQUINA. — 2¥ de Gué comportamiento me falas td? jAnda Deus! jPra acaso no tenemus as mulleres e los homes a5 mismas oblijaciones y choredes en la davi? (Aparte a Villa Crespo.) jNo es asi como dicia? VILLA CRESPO, — jAsi es, ni més ni menos! Jost. — Pero eu te ripito, Mariquifa... MARIQUIRA. — ZY qué es lo que pretendes? ;Afilarte* ta a otra pircanta® pra que non pueda eu facer lo mismu? jNo, meu maridifiu! Aquel tempo ya pasd. ;Hoy soy un mueble* mu- demo! Con que dejarse de pamplinas y vamos a la jaruferia a echare otros cupitines. ‘itLa cRESPO. — Aceptao por unanimidad y el que pueda... que nos siga... (Mutis al bufet de! brazo de Mariquifia.) : José, — jDeus de Deus, que estu ya esté pasando de castafiu ‘oscuru! (Los sigue con preocupacién.) RIsITA. — jPero, qué uva, je, je, je! DOCE PESOS. — No queres que pasemos al bufet? aiiTA. — De mil amores, monada. Bien sabés que por vos soy ‘capaz de apuntarle a cualquier pito... Je, je, je... Medio mutis.! SER|OLA. — jPero che, Doce Pesos! Doce Pesos. — ;Qué hay? :Qué le sucede al sefior? sERIOLA — gQuerés decirme si vos también has pensao trabajarla de engrupida? sia. — {COmo? Y quign es el joven para interpelar a la joven? SERIOLA. — jYo soy el dorima!* RISTTA — jE] dorima? jPero qué durazno, je, je, je! SERIOLA. — pY usté quién es? RISITA. — {Si le interesa saberlo, preginteselo a Villa Crespo, je, je, je! Prevénjote que repares en tu Alifare, Galantear. pircanta. Por percanta: mujer smueble, Mujer. dorima, “Vesre’: marido. 96 SERIOLA. — jEI fue quien lo ha invitao? Risita, + ;Y aunque no me hubiera invitao, lo mismo estaria presente, je, je, je! DOCE PESOS. — Vamos, Risita, no le des mantja, no le des. (Lo toma del brazo.) RISITA. — (AI mutis.) ;Per0 qué nispero, je, jé, je! SERIOLA — jNispero y durazno? Pero de dénde lo habrén pelao a este secante? No..., yo tengo que averiguarlo. Los sigue, lo mismo que don José. SOFIA. —(A El Cansao.) jBero no la diga la safiur la que la dice, no ve que la gombromete! EL CANSAO. — gY e50 qué tiene que ver? (Medio mutis.) ABRAHAM, — Sofia! SOFIA, — (Miréndole con fingida superioridad.) ¢Qué queri con- migo? ‘ABRAHAM. — No... nada; ino queri nada! sori, —jAndunce la deja bruma! Varios, sahur, que yo tam: bign fa teni gana de tomar la jabetin, jarai jiriba. ja gum- brendi? ELCANSAO. — Si... (A mutis.) ¢Cmo no voy a saber lo que es un chiripa? {Camina! ABRAHAM, —(La sigue con la vista y vase hacia la puerta de Paloma.) Alhajé. {Qué estar haciendo mujer breciosa que no veni baile? Borqué no veni bara baile? Soria. —(Adentro.)jJa, ja, ja! ;Bero qué cosa la dice la safur, ja, ja, ja! ABRAHAM. — ;Qué basa? {Soffa risa con hombre? jKrapain muluf aséfl (Mutis al bufet,) “MiguEL. — (Vuelve de la calle con un pantalén y una botella.) Con razone habia sentido olore a chorizo. (Deja lo que trae sobre una mesa y se aproxima a la puerta de la Paloma con expresion compungida.) BL CONGO. — (Saliendo de! bufet.) 1Y..- qué me contés, Tanolai? 2Qué te ha parecido la Orquestoni? ;Yo creo que no te podras Quijano? 97 MiGuEL, — {Ma qué esperanza, Conijo! ;Yo no me Quijano de la Orquestoni! Yo me Quijano de otra cosa. £L CONGO. — ;De Keti? MIGUEL. — De la Mojica. £1 CONEIO. — {Y De Arce? {Qué te Parodi? Miguel, — Lo que me Parodi es que, més que todo, este Ballerini lo hai dado por ‘lla, pero ila no ha querido aceptare la Invita- nosky y alli se hai quedado encerada en so Piertranera. EL CONHO, — sPero qué me Constantini? gY vos no tenés Medina de que vuelva al Cambaceres y se te dé juego de Murillo? mucus. — {Ma qué Murillo, Cambaceres ni Medina! Lo que yo tengo es un Monteagudo adentro, que me vuelve Locatelli. £1 CONGO. — 7Y Antinez? ;Por qué no te tirés otro Lanceroni? iQuién te dice que a lo mejor Aguirre Viele? MIGUEL. — Si; esto es lo Gnico que puedo Arzeno. EL CONE|O. — Entonces te dejo Solari. Y cualquier cosa que Pas- sano, pegame el Gringnolino. miGuet. — ;Vos me vas a defendere? EL CONEJO. — ;Y no sélo te voy a Detendioti, sino que donde vos dejés la Peletier dejo yo 1a Bidegain! MiGuet. — jGracias, Conijo! Qué tipo Valentin Gémez!.jChe, Conijo! BL CONGO. — {Qué Queirolo? MIGUEL — Ya que te Vazquer, fijéte que la gente no abuse del Villanueva. EL CONEIO. — 3De Kenny? MIGUEL, — Del vino, hombre. ;Me Estrada que seas tan poco Carvajale que no Mangianti lo que yo Gotiérrez! £L CON]. — Con Bermejo. (Mutis.) MIGUEL — Pasalacqua. La madona, con tanto barullo de arpo- llido ya ni me acuerdo del mio. ;C6mo me llamaba yo? Ah, si. _ilSpez! (Golpea la puerta de le Paloma.) Diga, sefiora Mojica, gno quiere ascocharme dos Palamidessi, digo, dos palabras? paloma. — 2Cémo no? Con mucho gusto. Micuet, — jCaramba! ,Osté esta enojada con Mingroniz PALOMA — Con quién? 98 micuet. — Conmigo. PALOMA. — No, sefior. Yo no estoy enojada con usted ni con nadie; al contrario. : MiGUEL. — zEntonces per qué no quiere participare del Ballerini, digo, del baile? ;A este Conijo me lo voy a comire en guiso! PALOMA. — Por lo mismo que le he dicho antes. No me siento nada bien. Ademas, no estoy de humor y mafiana tendré que madrugar para ir a la fabrica. micuet, —jMa déjase de fabrica ahora! Caramba. jOsté me hace un desprecio que yo no me lo amerizco? Si todo lo vecino me lo hanno dicho y hasta el minimo Villa Crespo me hai preguntado.. PALOMA —(Interesdndose,) ;Cémo? Villa Crespo también le pregunté? MiGueL. — 3E cme no? PALOMA — gDe veras, don Miguel? sLe pregunt6 por mi? No me miente? MIGUEL. — {Qué te voy a mentir! {Que se muera lo gallego si no es cierto! PALOMA — {Villa Crespo?... 2Pero él qué interés podré tener por mi si esté tan preocupado con las otras? MIGUEL. — Eso si. jMa qué se Vasena? No hay mas Romero que tener Passini! Y cada uno se tita so Lanceroni. A él le poede gostare la gallega, como le puede gostare la turca; pero lo.que yo Bidoglio es que Bosio te crees que Villa Crespo es el Paterndster. jMa yo per osté soy capaz de peleare con uno, cinco, Sere Seto, Ochoa y hasta Onzari que me traigano! Lo ‘que pasa es que yo Stabile un tipo muy Nobile y osté non se da cuenta del Carricaberry que te tengo. PALOMA. — Por Dios, don Miguel. Si va 2 insistir sobre lo mismo yo me voy. (Medio Mutis.) MIGUEL. — {Ma no, Mujica! jNo me deje Solari! (Sale fa concu- rrencia.) MARIQUINA - (Del brazo de Villa Crespo.) Pero ven pra acé, hombre, y no le lleves el paquetitu, pues bien sabes que mi querer es todo pra ti. 99 Vitia CRESPO. — (Con intencién.) jCémo pa vos. PALOMA. — (Instintivamente.) {Villa Crespo!... VILLA CRESPO. — {Qué hay, sefiorita? ;Qué le pasa? PALOMA — No, nada... discalpeme. maRriQuika. — jNada? sY entonces a qué demontres se primite osté interrumpire nuestro idilio? jPra acasu tender celus de “que me quieran a mi los hombres juapos? Pero quédese osté nomads con ese jallejito sin pirmomancia, que desde hoy éste es mi javidn*, pra que osté lo sepa... José. — ;Deus de Deus y Deus cinco veces més, que estu ya esté pasandu los limites de la decencia! Pero ajora mismo vas a explicarme té, muller adaltera, qué demonios de burla es ésta! (Va hacia ella amenazante.) Y me lo tendrés que explicar, porque te guro... VILLA CRESPO. — Aguantesé, compadre, y no se me venga al humo creyendo que es cerrazén... ;Lo que ha dicho esta mujer no es mas que la verdad, y todas las explicaciones que le hagan falta, se las daré yo mismo! J0sé. — ,Osté? VILLA CRESPO, — iYo! MIGUEL. — {Gallego... chopate esa mandarina!* MARIQUINA, — (Aparte,) No le vaya osté a pegar, eh, VILLA CRESPO, — jNo tenga miedo! RISITA. — |Pero qué papa, je, je, je! SERIOLA, — ZY vos qué te estés riendo tanto, cara’ e guanaco afeitao? Risita. — Vea, che: Yo me rio, en primer lugar, porque es mi costumbre, y en segundo lugar, porque se me da la gana, je, je, ie EL CANSAO, — Natural mente que si ABRAHAM. — ZY la saflur qué tiene que meter si no la amborta? el mio! lavidn, Gavién: galén, chopite esa mandarina. Expresién que implica regocijo porque el otro debe afrontar una situacién dificil. 100 sofia. — jLa safiur defiende a mi! ABRAHAM, + JE bur gué la defendi? EL CANSAO. — También porque se me da la gana y porque soy mas hombre que ust. S ABRAHAM. — jEsta la vamos a ver ahora! jJarabachi jutén! (Se le va encima. Alarma general.) 7 Alta CRESPO. - (Imponiéndose.) {Bastal Basta, he dicho! Cada chingolo a su rama y que siga la milonga. Che, Conejo: metéle a los de soplar. EL CONEJO. — (Preparando la orquesta.) jNicaragua, Campanelli que alla Béito! PALOMA. —(Celosa.) Venga, don Miguel divertirme! MiGueL. — jAsi me gusta, Mojica! (Ya sabia que al fine la iba a dominare.) (Rompe el tango y bailan todos a excepcién de los maridos, quienes se agrupan en primer término, izquierda, traduciendo en gesins su indignacién.) MARIQUIRA. — (Mientras baila.) ;Viva la jarufa! MIGUEL. — (Al pasar bailando frente al grupo.) Che, gallego, spor qué no pelas la Ferreira? José. —(Que no soporta las bromas.) Y es claro que he de pelarla y sera pra ti. (Lo embite y se interrumpe ef baile, Miguel se ampara en Villa Crespo.) VILLA CRESPO, — jQué es eso? jEnvaine esa pavada, amigo, y que siga el tango hasta rajar las piedras. (Sigue el tango y termina con la aprobacién de Jos bailarines.) MIGUEL — Muy bien! jMuy bien! Ahora vamo a vire si hay alguno que te cante la melonga INVITADO, — jEs0 es, que cante Seriola! SeRIOLA. — ;Yo?... (Cant. ‘ola! MARIQUINA, — Entonces canta 10, Doce Pesos, uno de esos tan- guitos tan lindos que hablan de malandrines enjropidos y pir- cantas imbirttinadas. iYo también quiero 101 ATORRANTE (Tango) Atorrante bien vestido malandrin de meta y ponga que hoy briliés en la milonga y la vas de gran sefior. Te engrupieron las bacanas y ala mina santa y pura que aguant6 tu mishiadura” yen la mala te cuartié, la largaste por baranda, y de pena, ;pobrecita! hoy esté enfferma y solita consumiéndase por vos. jAtorrante! Deci si no te da vergienza que-al verte pasar. piense de vos la gente lo que piensa y no haga mas que hablar? Propiamente, hay que ser mas que careta* pa hacerse el gran bacén, mientras est enferma sin receta ¥ con dos pibes que le piden pan. iMas no importa! Cuando el mazo se te gasta en el baraje y te amure” ef bacanaje por un punto mas alld, ya verds pobre atorrante pelandrin* arrepentido, smishiadura, Pobreza ‘caret. Caradura. amure. Abandone. pelandn. Vago. 102 si el dolor que ella ha sufrido vos también no suftiras. iY en el trance peliagudo de las Gltimas boquiadas, pedirés un vaso de agua, y ni Dios te lo dara! {Aplauden los de arriba.) UNO. — iQue cante Villa Crespo! VILLA CRESPO. — No, sefiores. Yo no voy a cantar, pero sino les parece mal, voy a decirle unos versos a mi barrio. (Aprobacin ‘general. Recita con la mayor naturalidad posible.) {Villa Crespol... Barrio reo, el de las calles estrechas y las casitas mal hechas que eras lindo por lo feo, sd6nde estén que no los veo aquellos viejos matones, ‘compadritos y gaviones que en sus posturas gotdicas, iban siguiendo a las paicas al taquiar de los pisones? jLa merza* de Picardia, Roncoroni y el Yesero, La Vieja y el Escobero, qué se han hecho, mama mia? jDénde pianté Ia alegria del fondin de! Genovés, la cancha dei marsellés, Ja tropa de Covadonga, y la famosa milonga del tano Cuarenta y Tres? ‘merza, En sentido despectivo, grupo de personas. 103 Ya no sos lo que antes eras Villa Crespo de mis suefios, i otras leyes y otros duefios i te ensancharon las veredas, } y con manos chapuceras el grébano* constructor } clavé en los giiecos en flor del andiamiaje las redes y levantando paredes te fue matando el color. 3Qué querés con la postura de tus tiendas y tus Hlecas, tus cinemas y tus fecas, si se te agué la pintura? Te engrupié la arquitectura del plano municipal; yo que vos, pa Carnaval, -apuraba el expediente de pedirle al Intendente que te abra una diagonal Ah, Villa Crespo querida, = de mi recuerdo inocente, jc6mo se cambia la gente! ic6mo se pianta la vida! Nos también, en la embestida del edilicio poder, Viniste, al fin, a caer, y tu lontano* retrato se fuga por Triunvirato para nunca mas volver! (Todos aprueban.) arébano. Haliano. lontano. Lejano. 104 PaLoma, —(Decidlida.) Villa Crespo. 3No quiere bailar conmigo esta pieza? VILLA CRESPO. — jY0? Perdéneme, sefiorita. Con mucho gusto lo haria, pero me es imposible complacerla. PALOMA. — jAh, si? ;Con que le es imposibley’ VILLA CRESPO. — Ast es, PALOMA. — Pero, ipor qué no quiere bailar Conmigo? sPor qué se niega? MARIQUIN”A. — {Qué mujer mas pidijuefia! ;Pues sincillamente Porque esti comprometido cunmijo! ;Y no sé qué mas tendiria que decirle a osté pra convencerla de que este hombre es mio y pta mi solitat José. —jMariquifia que no aguanto mas! MARIQUINA. — ZY ti qué tienes que oire lo que eu diju? José, — jMariquifia que me pierdes! MARIQUINA. — j;Pues piérdete de una vez y haz lo que te salja de adentrut! SERIOLA — (A Don José.) Pero, spor qué no rompe el alma? No tiene vergiienza un hombre tan grande, José. — Hombre! {Y por qué no se la rompe osté a la suya? sNo tiene vergiienza un hombre tan chico? SERIOLA — 3A la mia? jAhura verd! ;Doce Pesos! acabé! DOCE PESOS. — ;Qué decis? SEROLA. — {Que esto se acabo! DOCE PESOS. — jSe acabariola! ABRAHAM. — (Y yo también la dice a la safiur que esta se agabo! VILLA CRESPO: — Y yo les digo a la safur, al forse y al caballero, que esto no ha empezao todavia. * SERIOLA — jh, no ha empezado? Entonces hay tiempo. (Se sien- tan los tres.) MARIQUIFVA. — {Qué sija la jarufal (Rompe otra pieza.) MIGUEL. — ;Venga, Mojica! PALOMA. — jNo, ya no quiero bailar con nadie! (Se va hacia su’ puerta con marcada indignacién.) PASEO DE JULIO. — (Aparece en el foro acompariado de Amigo isto se 105 10 y 20) {Buenos noches! (Cesa de golpe la orquesta y s¢ interrumpe el baile. Villa Crespo queda en primer término, derecha.) MIGUEL — nera! ; PASEO DE JULIO, — Seguramente no me esperarian tan pronto; peto ya ve la buena gente por donde viene a ser cierto aquello de que el hombre propone y Dios dispone. vinta cresro. —(Sereno,) ;Al contrario, compafero, si ya hace bastante rato que lo estébamos esperando; y lo que en verda me extrafia es que no sea més que una yunta la que ha tréido pa castigar! : , PASEO DE JULIO. — {Qué quiere decir con eso? VILLA cRESPO. — Recordarle que este patio tiene medidas muy anchas y, pa mi gusto, hubieran podido divertise unos cuantos personeros mas. PASEO DE JUUO.— Con la plata que le sobra ya hubiera puesto boliche. L.A czESPO. — Y yo con esas agallas ya hubiera cortao lated. PASEO DE JULIO. — Cuando te dé gusto y gana. (Echa mano al revolver y los amigos se preparan. Alarma general. Villa Crespo 1no se mueve de su sitio.) se PALOMA. —(Interponiéndose enérgicamente.) jNo, Paseo! Qué ‘vas a hacer? ;Yo no quiero que vos te pierdas ni que nadie se pierda por mi culpa! PASEO DE JULIO. — 3Vos? PALOMA, — jVine a esta casa creyendo que entre la gente hon- rada encontraria la serenidad y el bien que me faltaban; pero ‘como no he encontrado hasta hoy mas que avaros de si mis- mos y enemigos de mi tranquilidad, he resuelto volverme otra vez al Bajo! : Vita CRESPO. — jEh! (Con gesto de honda extrafieza y disgusto.) PASEO De JULIO. — jPalomal PALOMA —Si, perdéname todo lo que pude haberte hecho pa- decer, pero ahora mismo saldré de aqui con vos. VILLA CRESPO. — Pero, squé dice? iLa madona! jEl Paseo de Julio, el Puerto y la Costa 106 PALOMA. — Don Miguel. Aqui tiene usted la llave de la puerta.. Majiana a primera hora mandaré buscar todo lo que aqui me queda. MiGueL — gMa cme? j£ la plata que te sobra de lo dia? PALOMA. — Eso... ;Ya no me hace falta! Regalesela al mas pobre. JAdi6s! Y si a alguien he podido ofender om mi presencia, les Tuego que me perdonen. {Marca mutis On Paseo de Julio.) VILLA CRESPO. — (Cuando Ia ve irse tiene un arranque violento.) No! ;Palomat PALOMA, —(Deteniéndose de golpe) Qué? MILLA CRESPO. — Yo no quiero que usté se vaya! PASEO DE JUUO. — {Qué es lo que dice ese hombre? VILLA CRESPO, — {Que yo no quiero que se vaya de esta casa, y menos en mi presencia! PALOMA, — ;Cémo? gY con qué derecho va a impedir usté que yo haga mi voluntad? VILLA CRESPO. — ;Con el derecho que tiene todo hombre honrao de evitar que se envalentonen los canallas! PALOMA. — ;Y qué es lo que pretende? {Defender otra vez sola~ mente su amor propio? vita CRESPO. — iY defenderla a usté también, si es necesario! PALOMA. — 3A mi? VILLA CRESPO. — jA usté! {Y basta de disimulos! Usté no se va. (La toma de una mano y Ja aparta hacia el primer término.) Y si éstos son los’fuertes que han venido a rescatarla, antes han de tener que pasar sobre mi cuerpo. Y vamos a ver, compadre. (Se quita el saco.) La calle esté oscura y sola. ;Y si hay toros en la cancha, en la cancha se han de ver! ;Vayan puertiando! PASEO DE JUUO. — A mi juego me han Ilamao! (Salen Paseo de Julio y los amigos y él los sigue desnudando el arma. Alarma general.) PALOMA. — jNo! {Villa Crespo! No! (Entre varios la contienen.) RIsITA. — Pero qué bochinchie, je, je, je. SERIUA. — {Y vos qué te estas riendo, desgraciadito! (Le aplica una bofetada. El Turco la emprende con El Canszo y don José con Miguel. En Ia calle suenan dos tiros, gritos y desbande de 107 todos los personajes, menos los que hablan al final.) MIGUEL. — (Creyéndose herido.) zAd6nde, adénde tengo el au- jero2; (Vuelve Villa Crespo envainando el cuchillo.) PALOMA, — jDios mio! Qué ha pasado? VILLA CRESPO, —Y qué ha de pasar con esos gavilanes, si en cuanto erraron los primeros tiros y sintieron cosquillear el fierto,,ya no se les vio ni el bulto. MIGUEL, — ;Disparérono todos? {Qué lastima! Si hubiera sabido que disparaban los corria yo, per la madona! PALOMA. — Pero, spor gué ha hecho usté eso, Villa Crespo? VILLA CRESPO. — {Por qué? Porque no eran estos pobres encadi- laos que [a adulaban quienes la querian, sino yo, yo que disftazando de desprecio mi carifio, he llegao a ganarle el corazén PALOMA, — gUsté?... jUsté me quiere?... ;Villa Crespo! VILLA CRESPO. — jPaloma! (Se estrechan en un abrazo.) MIGUEL. — jMa céme? zLo quiere a éle? (En la desesperacién se da de cabeza contra la pared.) MARIQUINA. — jQué lastima! Y eu que habla empezado a tu- marle sempatia DOCE PESOS. — jVilla Crespo! 3Y nosotras qué hacemos ahora? VILLA CRESPO. — Ocupar cada una el puesto que les corresponde al lao de sus maridos, que bien escarmentaos estaran ya con la comedia que les hemos hecho. JO8é. — jAnda, Deus? ;De modu que todu ha sido una comedia? Ven pra acd, mia rapacifia... (Mariquifia se arroja en sus bra- 208.) ABRAHAM. — iY veni vos la Soffa! (Soffa se arroja en sus brazos.) SERIOLA. — Y vos también, Doce Pesos. Con que todo fue co- media? micuel, — Comedia habré sido para ostedes, pero para mi ha sido un drama. ToDos. — jPor qué? MiGuEL. — ¢Qué hago yo con Ié llave, si la pieza esta vaciai... TELON FIN DEL SAINETE 108 San Antonio de los Cobres

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