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CO Sea RR ee a aa Ue ae 3 ee ni MINISTROS EXTRAORDINARIOS 244% §f CIN A PEDAGOGIA DEL SUFRIMIENTO UNA MIRADA A LA TANATOLOGIA CATOLICA CURSO DE ACTUALIZACION 2020 PEDAGOGIA DEL SUFRIMIENTO UNA MIRADA A LA TANATOLOGIA CATOLICA CURSO DE ACTUALIZACION 2020 R105 p, yn ey Sess sy o% § = S 5 S % < aN MINISTROS EXTRAORDINARIOS DE LA SAGRADA COMUNION ARQUIDIOCESIS DE LEON, GTO. 1 INTRODUCCION El presente subsidio quiere ser una herramienta sencilla y con lo fundamental para que los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunién, tengan los elementos necesarios para empezar a conocer las ensefianzas de la Iglesia Catdlica y los principios de la Tanatologia. Cabe hacer mencién que cada tema trata de responder a las preguntas: Quién es el que sufre? éPor qué existe el dolor? {Qué podemos hacer con el dolor? éCémo podemos acom- pafiar en el sufrimiento? €QUIEN nos ensefia el camino? El papel de la Iglesia es ser continuadora de la accién de Jestis a favor de los que sufren, ya que nosotros como iglesia somos esa extensién visible que requiere la sociedad para hacer cercano el Evangelio del amor. Es a nosotros los que con nuestra accién pastoral nos toca hacer presente y creible el mensaje de Jestis en medio de los que sufren. Las enfermedades nos llevan a situaciones de dolor y tristezas incontrolables. Algo que no siempre debe ser asi, ya que podemos contar con la ayuda, para llevar este proceso de mejor manera y entender que nuestro ser querido estard en paz, que es nuestro mejor consuelo. La tanatologia puede ser nuestra principal ayuda en estos momentos. Es une disciplina que tiene por objetivo ayudar al enfermo terminal y al enfermo en fase terminal a enfrentarse con dignidad ante su propio proceso de muerte o la de un ser que- rido. Asi como dar un soporte emocional a los familiares para que leven de mejor manera el estado de su familiar La Tanatologia nos ayuda a comprender que la muerte es un proceso natural al que todos nos debemos enfrentar algiin dia, aunque unos nos dejen antes. Si_contamos con las herramientas adecuadas y el soporte emocional necesario podremos ayudar a superar las pér- didas con menos miedo y dolor para que finalmente podamos recuperar nuestra felicidad y continuar disfrutando lo tinica que seguro teneos: la vida. Iniciemos este caminar en nombre de Cristo “médico de cuerpos y almas”, y que sea su amor y ejemplo los que nos impulsen en esta accién pastoral Nuestro agradecimiento y reconocimiento a la maestra Ana Rosa Ruelas Gomez, por su apoyo incondicional en la elaboracién de este subsidio, que sin duda nos ayudard, para que, en nuestras comunidades parroquiales se concientice y anime en esta accién pastoral. OBJETIVO: Lograr que los Ministros Extraordinarios de la sagrada Comuni6n tengan una vision y reflexion del dolor como parte de la vida y desarrollen recursos para dar una respuesta a partir de las ensefianzas de la Iglesia Catdlica y los principios de la Tanatologia. Sesion Primera sesion Tema y subtemas 1. éQuién es el que sufre? 11. Antropologfa Teolégica. 1.2. Virtudes originarias. 13. Facultades superiores del Ser humano. 1.4. Lallibertad y capacidad de formar una personalidad Resiliente. 15. __ Experiencia personal. 2. éPor qué existe el dolor? Segunda sesion |2.1. _ El dolor consecuencia del Pecado. 2.2. Tipos de dolor: fisico y sufrimiento. 2.3. El mundo del sufrimiento humano. 2.4. La psicologia del encuentro con Dios: Florecer en la ad- versidad. 2.5. __ Experiencia personal. 3. €Qué podemos hacer con el dolor? Tercera sesién —_| 3.1 Las respuestas ante el dolor 3.2. El dolor redentor. Cuarta sesion 3. Qué podemos hacer con el dolor? 3.3. Elvalor del sufrimiento después de la muerte. 3.4. Peligros del dolor desesperado: Eutanasia, aborto, etc. 3.5. __Experiencia personal Quinta sesién 4, {Cémo podemos acompafiar en el sufrimiento? 4.1. Elduelo respuesta natural que lleva a la salud. 4.2. Conocer el duelo en cada persona. Sexta sesion 4, &Cémo podemos acompaiiar en el sufrimiento? 4.3. Aprender a acompafiar en la familia: nifios. 4.4, Vivir la caridad en el acompajiamiento: cémo dar noti- cias, qué decir, que debemos evitar, cuidar a cuidador. 4.5. Experiencia personal Séptima sesion 5, Jestis el gran tanatélogo. 5.1 La tanatologia desde la Fe: Abraham 5.2 Confianza en Dios ante las pruebas: Job Octava sesi6n 5. Jestis el gran tanatélogo 5.3 Experiencia de la vida eterna: La transfiguracién 5.4 Nuestra meta: el abrazo eterno con Dios. 5.5. Experiencia personal: Coraz6n de Jesis (Misericordia) TEMARIO éQuién es el que sufre?. 6 11. Antropologia Teold; 1.2. Virtudes originarias. 13. Facultades superiores del Ser humano. 14, La libertad y capacidad de formar una personalidad Resiliente. 15. Experiencia personal. éPor qué existe el dolor? 7 2.1. El dolor consecuencia del Pecado. 2.2. Tipos de dolor: fisico y sufrimiento. 23. El mundo del sufrimiento humano. 2.4. La psicologia del encuentro con Dios: Florecer en la adversidad. 2.5. Experiencia personal. éQué podemos hacer con el dolor? (2 sesiones) 24 3.1. Las respuestas ante el dolor. 3.2. El dolor redentor. 3.3. Elvalor del sufrimiento después de la muerte. 3.4, Peligros del dolor desesperado: Eutanasia, aborto, etc. 3.5. Experiencia personal. éCémo podemos acompaiiar en el sufrimiento? (2 sesiones) 39 4.1. El duelo respuesta natural que lleva a la salud. 4.2. Conocer el duelo en cada persona. 4.3. Aprender a acompaifiar en la familia: nifios. 4.4. Vivir la caridad en el acompafiamiento: cémo dar noticias, qué decir, que debemos evitar, cuidar a cuidador. 45. Experiencia personal. Jestis el gran tanatdlogo. (2 sesiones)._ 47 5.1 La tanatologia desde la Fe: Abraham 5.2 Confianza en Dios ante las pruebas: Job 5.3 Experiencia de la vida eterna: La transfiguracién 5.4 Nuestra meta: el abrazo eterno con Dios. 5.5. Experiencia personal: Coraz6n de Jestis (Misericordia) 1. QUIEN ES EL QUE SUFRE? 1.1 ANTROPOLOGIA TEOLOGICA £1 Hombre, équién es el Hombre? Muchos cientificos y pensadores se han abocado a dar una definicién del hombre, aqui daremos una definicién segtin el pensamiento cristiano. El hombre es un puente entre el mundo del espiritu y el de la materia (por supuesto, cuando nos referimos al “hombre” designamos a todos los componentes del género humano, varén y hembra). El alma del hombre es espiritu, de naturaleza similar al Angel; su cuerpo es material similar en naturaleza a los animales. Pero el hombre no es ni angel ni bestia; es un ser aparte por derecho propio, un ser con un pie en el tiempo y otro en la eternidad. Sabiendo la inclinacién que los hombres tenemos al orgullo y la vanidad, resulta sor- prendente la poca consideracién que damos al hecho de ser unos seres tan maravillosos. Sélo el cuerpo es bastante para asombrarnos. Todos los érganos de nuestro cuerpo son un nuevo prodigio de disefo y precision. De nuevo los cientificos -el anatomista, el bidlogo, el oculista- podran decirnos cémo operan, pero ni él mas dotado de ellos podrd jamés construir un ojo, hacer un ofdo o reproducir una simple papila del gusto. La letania de las maravillas de nuestro cuerpo podria prolongarse indefinidamente; aqui sélo mencionamos algunas de pasada. Si alguien pudiera hacer un recorrido turistico de su propio cuerpo, el guia le podria sefialar mas maravillas que admirar que hay en todos los centros de atraccién turistica del mundo juntos. Y nuestro cuerpo es sdlo la mitad del hombre, y, con mucho, la mitad menos valiosa. Pero es un don que hay que apreciar, un don que hemos de agradecer, la habitacién idénea para el alma espiritual que es la que le da vida, poder y sentido. Como los animales, el hombre tiene cuerpo, pero es mas que un animal. Como los Angeles, el hombre tiene un espiritu inmortal, pero es menos que un Angel En el hombre se encuentran el mundo de la materia y el del espiritu. Alma y cuerpo se funden en una sustancia completa que es el ente humano. El cuerpo y el alma no se unen de modo circunstancial. El cuerpo no es un instrumento del alma, algo asi como un coche para su conductor. El alma y el cuerpo han sido hechos la una para el otro. Se funden, se compenetran tan intimamente que, al menos en esta vida, una parte no puede ser sin la otra. Si soldamos un pedazo de zinc a un trozo de cobre, tendremos un pedazo de metal. Esta unin seria la que llamamos “accidental”, No resultaria una sustancia nueva, Saltaria a la vista que era un trozo de zinc pegado a otro de cobre, Pero si el cobre y el zinc se funden y mezclan, saldré una nueva sustancia que llamamos latén. El latén no es ya zinc o cobre, es una sustancia nueva compuesta de ambos. De modo parecido (ningun ejemplo es perfecto) el cuer- po y el alma se unen en una sustancia que llamamos hombre. Esta maravillosa obra del poder y la sabiduria de Dios que es nuestro cuerpo, en el que millones de minusculas células forman diversos érganos, todos juntos trabajando en armonia prodigiosa para el bien de todo el cuerpo, puede darnos una palida idea de lo magnifica que debe ser la obra del ingenio divino que es nuestra alma espiritual, es absolutamente inmaterial, es decir, que no esté hecho de materia. Un espiritu no tiene moléculas, ni hay dtomos en el alma. Tampoco se puede medir; un espiritu no tiene longitud, anchura o profundidad. Tam- Poco peso. Por esta razén el alma entera puede estar en todas y cada una de las partes del cuerpo al mismo tiempo; no esta una parte en la cabeza, otra en la mano y otra en el pie. Simplemente, nuestra alma ya no esta en lo que no es mas que una parte de mi cuerpo vivo. ¥ al fin, cuando nuestro cuerpo esté tan decafdo por la enfermedad o las lesiones que no pueda continuar su funcién, el alma lo deja y se nos declara muertos. Pero el alma no muere. Al ser absolutamente inmaterial (lo que los fildsofos llaman una “sustancia simple”), nada hay en ella que pueda ser destruido 0 dafiado. Al no constar de partes, no tiene elementos basicos en que poder disgregarse, no tiene modo de poder descomponerse o dejar de ser lo que es, 1.2 VIRTUDES ORIGINALES La Manera en que Dios nos ha Hecho. No sin fundamentos decimos que Dios nos ha hecho a su imagen y semejanza. Mien tras nuestro cuerpo, como todas sus obras, refleja el poder y la sabiduria divinos, nuestra alma es un retrato del Hacedor de modo especialisimo. Es un retrato en miniatura y bastante imperfecto. Pero ese espiritu que nos da vida y entidad es imagen del Espiritu infinitamente perfecto que es Dios. El poder de nuestra inteligen- cia, por el que conocemos y comprendemos verdades, razonamos y deducimos nuevas verda- des y hacemos juicios sobre el bien y el mal, refleja al Dios que todo lo sabe y todo lo conoce. El poder de nuestra libre voluntad por la que deliberadamente decidimos hacer una cosa 0 no, es una semejanza de la libertad infinita que Dios posee; y, por supuesto, nuestra in- mortalidad es un destello de la inmortalidad absoluta de Dios. Como la vida intima de Dios consiste en conocerse a Si mismo (Dios Hijo) y amarse a Si mismo (Dios Espiritu Santo), tanto mas nos acercamos a la divina Imagen cuanto mas utilizamos nuestra inteligencia en conocer a Dios -por la razén y la gracia de la fe ahora, y por la “luz de gloria” en la eternidad-; y nuestra voluntad libre para amar al Dador de esa libertad Todos los hombres descienden de un hombre y de una mujer. Adan y Eva fueron los primeros padres de toda la humanidad. No hay en la Sagrada Escritura verdad mas claramente ensefiada que ésta. El libro del Génesis establece conclusivamente nuestra comin descenden- cia de esa Unica pareja éQué pasa entonces con la teoria de la evolucién en su formulacin més extrema: que la humanidad evolucioné de una forma de vida animal inferior, de algun tipo de mono? No es esta la ocasién para un examen detallado de la teoria de la evolucién, la teoria que establece que todo |o que existe el mundo y lo que contiene- ha evolucionado de una masa informe de materia primigenia. En lo que concierne al mundo mismo, el mundo de minera les, rocas y materia inerte, hay sdlida evidencia cientifica de que sufrié un proceso lento y gradual, que se extendié durante un periodo muy largo de tiempo. No hay nada contrario a la Biblia o a la fe en esa teoria. Si Dios escogié formar el mundo creando originalmente una masa de dtomos y estableciendo al mismo tiempo las leyes natura les por las que, paso a paso, evolucionaria hasta hacerse el universo como hoy lo conocemos, pudo muy bien hacerlo asi. Seguiria siendo el Creador de todas las cosas. Ademés, un desenvolvimiento gradual de su plan, actuado por causas segundas, refle- jaria mejor su poder creador que si hubiera hecho el universo que conocemos en un instante El fabricante que hace sus productos ensefiando a supervisores y capataces, muestra mejor sus. talentos que el patron que tiene que atender personalmente cada paso del proceso. Aesta fase del proceso creativo, al desarrollo de la materia inerte, se llama “evolucién a" Si aplicamos la misma teoria a la materia viviente, tenemos la llamada teoria de la 8 “evolucién orgénica”, Pero el cuadro aqui no esta tan claro ni mucho menos; la evidencia se pre- senta llena de huecos y la teoria necesita mas pruebas cientificas. Esta teoria propugna que la vida que conocemos hoy, incluso la del cuerpo humano, ha evolucionado por largas eras desde ciertas formas simples de células vivas a plantas y peces, de aves y reptiles al hombre. La teoria de la evolucién orgénica est4 muy lejos de ser probada cientificamente. Hay buenos libros que podrén proporcionar al lector interesado un examen equilibrado de toda esta cuestién’, Pero para nuestro propésito basta sefialar que la exhaustiva investigacién cientifica no ha podido hallar los restos de la criatura que estaria a medio camino entre el hombre y el mono. Los evolucionistas organicos basan mucho su doctrina en las similitudes entre el cuerpo de los simios y el del hombre, pero un juicio realmente imparcial nos hard ver que las diferen- cias son tan grandes como las semejanzas. Y la busqueda del “eslabén perdido” continua. De vez en cuando se descubren unos huesos antiguos en cuevas y excavaciones. Por un rato hay gran excitacién, pero luego se ve que aquellos huesos eran o claramente humanos 0 claramente de mono. Tenemos “el hombre de Pekin”, “el hombre mono de Java", “el hombre de Foxhall” y una coleccién mas. Pero esas criaturas, un poquito mas que los monos y un poquito menos que el hombre, estan atin por desenterrar. Pero, al final, nuestro interés es relativo. En lo que concierne a la fe, no importa en absoluto. Dios pudo haber moldeado el cuerpo del hombre por medio de un proceso evolutivo, siasi lo quiso. Pudo haber dirigido el desarrollo de una especie determinada de mono hasta que alcanzara el punto de perfeccién que queria. Dios entonces crearia almas espirituales para un macho y una hembra de esa especie, y tendriamos el primer hombre y la primera mujer, Adan y Eva. Seria igualmente cierto que Dios creé al hombre del barro de la tierra Lo que debemos creer y lo que el Génesis ensefia sin calificaciones es que el género humano desciende de una pareja original, y que las almas de Adan y Eva (como cada una de las nuestras) fueron directa e inmediatamente creadas por Dios. El alma es espiritu; no puede “evolucionar” de la material como tampoco puede heredarse de nuestros padres. Marido y mujer cooperan con Dios en la formacién del cuerpo humano. Pero el alma espiritual que hace de ese cuerpo un ser humano ha de ser creada directamente por Dios, e infundida en el cuerpo embridnico en el seno materno. A algunas personas les gusta hablar de sus antepasados, especialmente si en el Arbol familiar aparece un noble, un gran estadista o algin personaje de algin modo famoso, les gusta presumir un poco. Si quisiéramos, cada uno de nosotros se podria jactar de los antepasados de su arbol familiar, Adan y Eva. Al salir de las manos de Dios eran personas espléndidas. Dios no los creé seres humanos corrientes, sometidos a las ordinarias leyes de la naturaleza, como las del inevi- table decaimiento y la muerte final, una muerte a la que seguiria una mera felicidad natural, sin visién beatifica. Tampoco los hizo sujetos a las normales limitaciones de la naturaleza humana, como son la necesidad de adquirir sus conocimientos por estudio e investigacidn laboriosos, y la de mantener el control del espiritu sobre la carne por una esforzada vigilancia 9 Con los dones que Dios confirié a Adan y Eva en el primer instante de su existencia, nuestros primeros padres eran inmensamente ricos. Primero, contaban con los dones que de- nominamos “preternaturales” para distinguirlos de los “sobrenaturales”. Los dones preterna- turales son aquellos que no pertenecen por derecho a la naturaleza humana, y, sin embargo, no estd enteramente fuera de la capacidad de la naturaleza humana el recibirlos y poseerlos. Por usar un ejemplo casero sobre un orden inferior de la creacién, digamos que sia un caballo se le diera el poder de volar, esa habilidad seria un don preternatural. Volar no es propio de la naturaleza del caballo, pero hay otras criaturas capaces de hacerlo. La palabra “PRETENA- TURAL” significa, pues, “fuera o més alld del curso ordinario de la naturaleza’. Pero sia un caballo se le diera el poder de PENSAR Y comprender verdades abstractas, eso no seria preternatural; seria, en cierto modo, SOBRENATURAL. Pensar no sélo esta mas alld de la naturaleza -del caballo, sino absoluta y enteramente POR ENCIMA de su naturaleza. Este es exactamente el significado de la palabra “sobrenatural’: algo que esta totalmente sobre la naturaleza de la criatura; no sélo de un caballo o un hombre, sino de cualquier criatura. Quizés ese ejemplo nos ayude un poco a entender las dos clases de dones que Dios concedié a Adan y eva Primero, tenian los dones preternaturales, entre los que se incluian una sabiduria de un orden inmensamente superior, un conocimiento natural de Dios y del mundo, claro y sin impedimentos, que de otro modo sélo podrian adquirir con una investigacién y estudio peno- sos. Luego, contaban con una elevada fuerza de voluntad y el perfecto control de las pasiones y de los sentidos, que les proporcionaban perfecta tranquilidad interior y ausencia de conflictos personales. En el plano espiritual, estos dos dones preternaturales eran los mas importantes con que estaban dotados su mente y su voluntad. En el plano fisico, sus grandes dadivas fueron la ausencia de dolor y de muerte. Tal como Dios habia creado a Adan y Eva, éstos habrian vivido en la tierra el tiempo asignad, libres de dolor y sufrimiento, que de otro modo eran inevitables a un cuerpo fisico en un mundo fisi- co. Cuando hubieran acabado su vida temporal, habrian entrado en la vida eterna en cuerpo y alma, sin experimentar la tremenda separacién de alma y cuerpo que llamamos muerte Pero un don mayor que los preternaturales era el sobrenatural que Dios confirié a Adan y Eva, Nada menos que la participacién de su propia naturaleza divina. De una manera maravillosa que no podremos comprender del todo hasta que contemplemos a Dios en el cielo, permitié que su amor (que es el Espiritu Santo) fluyera y llenara las almas de Adan y Eva. Es, por supuesto, un ejemplo muy inadecuado, pero me gusta imaginar este flujo del amor de Dios al alma como el de la sangre en una transfusién. Asi como el paciente se une a la sangre del do- nante por el flujo de ésta, las almas de Adan y Eva estaban unidas a Dios por el flujo de su amor, La nueva clase de vida que, como resultado de su unién con Dios, poseian Adan y Eva es la vida sobrenatural que llamamos “gracia santificante”. Mas adelante la trataremos con mas, extension, pues desempefia una funcién en nuestra vida espiritual de importancia absoluta 10 Pero ya nos resulta facil deducir que si Dios se digné hacer participe a nuestra alma de su propia vida en esta tierra temporal, es porque quiere también que participe de su vida divina eternamente en el cielo. Como consecuencia del don de la gracia santificante, Adan y Eva ya no estaban destina- dos a una felicidad meramente natural, o sea a una felicidad basada en el simple conacimiento natural de Dios, a quien seguirian sin ver. En cambio, con la gracia santificante, Adan y Eva po- drian conocer a Dios tal como es, cara a cara, una vez terminaran su vida en la tierra. ¥ al verle cara a cara le amarian con un éxtasis de amor de tal intensidad que nunca el hombre hubiera podido aspirar a por propia naturaleza. Y ésta es la clase de antepasados hemos tenido. Asi es como Dios habia hecho a Adan y Eva. El Pecado Original Dios no se contenté simplemente con dar a su criatura, el hombre, los dones que le son propios por naturaleza. No le basté dotarle con un cuerpo, por maravilloso que sea su disefio; yun alma, por prodigiosamente dotada por este por su inteligencia y libre voluntad. Dios dio a ‘Adan y Eva los dones preternaturales que, le libraban del sufrimiento y de la muerte, y el don sobrenatural de la gracia santificante. En el plan original de Dios, si asi podemos llamarlo, estos dones hubieran pasado de Adan a sus descendientes. Para confirmarlos y asegurarlos a su posteridad, s6lo una cosa requirié de Adan: que, por un acto de libre eleccién, diera irrevocablemente su amor a Dios. Para este fin creé Dios 2 los hombres, para que con su amor le dieran gloria. ¥, en un sentido, este amor a Dios era el sello que aseguraria su destino sobrenatural de unirse a Dios cara a cara en el cielo. Pertenece a la naturaleza del amor auténtico la entrega completa de uno mismo al amado. En esta vida slo hay un medio de probar el amor a Dios, que es hacer su voluntad, obedecer. Por esta razén dié Dios a Adan y Eva un mandato, un Gnico mandato: que no comie- ran del fruto de cierto arbol. Lo mas probable es que no fuera distinto (excepto en sus efectos) de cualquier otro fruto de los que Adan y Eva podian coger. Pero debia haber un mandamiento para que pudiera haber un acto de obediencia; y debia haber un acto de obediencia para que pudiera haber una prueba de amor: la eleccién libre y deliberada de Dios en preferencia a uno mismo. Sabemos lo que pasé. Adan y Eva fallaron la prueba, Cometieron el primer pecado, es decir, el pecado original. Y este pecado no fue simplemente una desobediencia. Su pecado fue -como el de los angeles caidos- un pecado de soberbia. El tentador les susurré al oido que si comian de ese fruto, serian tan grandes como Dios, serian dioses. No habia circunstancias eximentes. No hay excusa alguna. Adén y Eva se escogieron a si mismos en lugar de Dios con los ojos bien abiertos, podriamos decir. a Y, al pecar, derribaron el templo de la creacién sobre sus cabezas. En un instante per- dieron todos los dones especiales que Dios les habia concedido: la elevada sabiduria, el cono- cimiento perfecto de si mismos, su exencién de enfermedades y muerte y, sobre todo, el lazo de unién intima con Dios que es la gracia santificante. Quedaron reducidos al minimo esencial que les pertenecia por su naturaleza humana. Lo tragico es que no fue un pecado sélo de Adan. Al estar todos potencialmente pre- sentes en nuestro padre comin Adan, todos sufrimos el pecado. Por decreto divino, Adan era el embajador plenipotenciario del género humano entero. Lo que Adan hizo, todos lo hicimos. Tuvo la oportunidad de ponemos a nosotros, su familia, en un camino fécil. Rehusd hacerlo y todos sufrimos las consecuencias. Nuestra herencia del pecado original no es algo que este “sobre” el alma o “dentro” de ella. Por el contrario, es la carencia de algo que debia estar alli, de la vida sobrenatural que Nlamamos gracia santificante. En otras palabras, el pecado original no es una cosa, es la falta de algo, como la oscuridad es falta de luz. No podemos poner un trozo de oscuridad en un frasco y meterlo en casa para verlo bien bajo la luz. La oscuridad no tiene entidad propia; es, simplemente, la ausencia de luz. Cuando el sol sale, desaparece la oscuridad de la noche. De modo parecido, cuando decimos que “nacemos en estado de pecado original” queremos decir que, al nacer, nuestra alma esta espiritualmente a oscuras, es un alma inerte en lo que se refiere a la vida sobrenatural. Cuando somos bautizados, la luz del amor de Dios se vierte en ella a raudales, y nuestra alma se vuelve radiante y hermosa, vibrantemente viva con la vida sobrenatural que procede de nuestra unién con Dios y su inhabitacién en nuestra alma, esa vida que llamamos gracia santificante. Aunque el bautismo nos devuelve el mayor de los dones que Dios dio a Adan, el don sobrenatural de la gracia santificante, no restaura los dones preternatural- les, como es librar- nos del sufrimiento y la muerte. Estan perdidos para siempre en esta vida. Pero eso no debe inquietamos. Mas bien deberos alegrarnos al considerar que Dios nos devolvié el don que realmente importa, el gran don de la vida sobrenatural. Si su justicia infinita no se equilibrara con su misericordia infinita, después del pecado de Adan Dios hubiera podido decir facilmente: “Me lavo las manos del género humano. Tuvis- teis vuestra oportunidad. ahora, apiadaos como podéis!” Alguna vez se ha hecho esta pregunta: “Por qué tengo yo que sufrir por lo que hizo Adan? Si yo no he cometido el pecado original, ipor qué tengo que ser castigado por él?”. Basta un momento de reflexign y la pregunta se responde sola. Ninguno hemos perdido algo a lo que tuvigramos derecho. Esos dones sobrenaturales y preternaturales que Dios confirié a Adin no son unas cualidades que nos fueran debidas por naturaleza. Eran dones muy por encima de lo que nos es propio, eran unos regalos de Dios que Adan podia habernos transmitido si hubiera 2 hecho el acto de amor, pero en ellos no hay nada que podamos reclamar en derecho. Si antes de nacer yo, un hombre rico hubiera ofrecido a mi padre un millén de délares @ cambio de un trabajito, y mi padre hubiera rehusado la oferta, en verdad yo no podria culpar al millonario de mi pobreza. La culpa seria de mi padre, no del millonario. Del mismo modo, si vengo a este mundo desposefdo de los bienes que Adan podria haberme ganado tan fécilmente, no puedo culpar a Dios por el fallo de Adan. Al contrario, tengo que bendecir su misericordia infinita porque, a pesar de todo, restauré en mi el mayor de sus dones por los méritos de su Hijo Jesucristo. La Historia después de Adan. Alguna vez me han hecho esta pregunta: “Por qué tengo yo que sufrir por lo que hizo Adan? Si yo no he cometido el pecado original, jpor qué tengo que ser castigado por él?”. Basta un momento de reflexién y la pregunta se responde sola. Ninguno hemos per- dido algo a lo que tuviéramos derecho. Esos dones sobrenaturales y preternaturales que Dios confirié a Adan no son unas cualidades que nos fueran debidas por naturaleza. Eran dones muy por encima de lo que nos es propio, eran unos regalos de Dios que Adan podia habernos transmitido si hubiera hecho el acto de amor, pero en ellos no hay nada que podamos reclamar en derecho. Sabemos que, cuanto mayor es la dignidad de una persona, mas grave es la injuria que contra ella se cometa. Si alguien arrojé un tomate podrido a su vecino, seguramente no sufrira mas consecuencias que un ojo morado. Pero si se lo arroja al Presidente de los Estados Unidos, los det F.B.1 lo rodeardn en un instante y ese hombre no ird a cenar a casa durante una larga temporada. Este claro, pues, que la gravedad de una ofensa depende hasta cierto punto de la dig- nidad del ofendido. A ser la dignidad de Dios -el Ser infinitamente perfecto- ilimitada, cualquier ofensa contra ti tendria malicia, infinita, serd un mal sin medida A causa de esto, el pecado de Adan dejé a la humanidad en una situacién en la que parecia estar en un pozo de dificil salida. Alld, en el fondo, estabamos, sin posibilidades de salir por nuestros propios medios. Todo Io que el hombre puede hacer tiene un valor finito y mensu- rable. Si el mayor de los santos diera su vida en reparacién por el pecado, el valor de su sacrificio seguiria siendo limitado. Nuestro destino tras el pecado de Adan hubiera sido irremisible si nadie hubiera venido a lan- zarnos una cuerda; Dios mismo tuvo que resolver el dilema. El dilema era que siendo sdlo Dios infinito, slo El era capaz del acto de reparacién por la infinita malicia del pecado. Pero quien tratara de pagar por el pecado del hombre debia ser humano si realmente tenia que cargar con nuestros pecados, si de verdad iba a ser nuestro representante. 2B La solucién de Dios resulta una vieja historian sin ser nunca una historia trillada o can- sada. El hombre de fe nunca termina de asombrarse ante el infinito amor y la infinita misericor- dia que Dios nos ha mostrado, decretando desde toda la eternidad que su propio Hijo Divino viniera a este mundo asumiendo una naturaleza humana como la nuestra para pagar el precio por nuestros pecados. El Redentor, al ser verdadero hombre como nosotros, podia representamos y actuar realmente por nosotros, Al ser también verdadero Dios, la més insignificante de sus acciones tendria un valor infinito, suficiente para reparar todos los pecados cometidos o que se come- teran. Al inicio mismo de la historia de! hombre, cuando Dios expulsé a Addn y Eva del Jardin del Edén, dijo a Satands: “Pondré enemistad entre tu y la mujer, entre tu descendencia y la suya; ella te aplastard la cabeza, y tii en vano te revolveras contra su talén”. Muchos siglos tuvieron que transcurrir hasta que la descendencia de Maria, Jesucristo, aplastara la cabeza de la ser- piente, Pero el rayo de esperanza de la promesa, como una luz lejana en las tinieblas, brillard constantemente. Cuando pecé Adan y Cristo, el segundo Adan, repard su pecado, no acabé la historia. La muerte de Cristo en la Cruz no implicaba que, en adelante, el hombre fuera necesariamente bueno. La satisfaccidn de Cristo no arrebata la libertad de la voluntad humana. Si hemos de poder probar nuestro amor a Dias por la obediencia, tenemos que conservar la libertad de eleccién que esa obediencia requiere. Pbro. Juan Maria Gallardo. 1.3 FACULTADES SUPERIORES DEL SER HUMANO- v o Esqueleto Inteligencia LAVERDAD Temperament Prmeres ances aise) mores Iéeisad ue eicuerpo humano Accién 4 A cevelna Ds Fiaidad No contain Todo drgano tiene un Etapay. causalidad objeto © raz6n de ser de VALORES - Perfeccion - Perfectividad Afectividad Voluntad EL BIEN, LO BELLO, LO BUENO = sentiments “Emacones .orsen “pasos 2camios MOTVACONES 1-8-7 a cern 4 FACULTADES SUPERIQRES [FACULTADES | OPERACIONES | (OBJETIVO Inteligencia = Conocer - La Verdad Voluntad => Querer = EI Bien 1.4 LA LIBERTAD Y LA CAPACIDAD DE FORMAR UNA PERSONA RESILIENTE wn a eT =z 2 a Q Zz a OY Ww < oc = wn ° im a ri a La persona decide: Condiciones ~ si es victima y es pasivo ante las condiciones o asume lo que no puede cambiar. No determinados ~ si es protagonista por ser libre puede afrontarlo y crecer . Alcanzar la perfeccién De renovacién De conocimiento I E De superacion | De afirmacién Por la Belleza Por lo innecesario De felicidad | Dela ae del VICTIMA O PROTAGONISTA ciRcuLo LIBERTAD DE PREOCUPACION mlentos RESILIENCIA: La resiliencia es la capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente ala adversidad para seguir proyectando el futuro. En ocasiones, las circunstant dificiles 0 los traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que el individu descono- cia hasta el momeno. LS EXPERIENCIA PERSONAL A- Medita, lo més profundamente que puedas, en una situacién de dolor, tristeza pro- funda o sufrimiento que has vivido. Trata de experimentar y re-vivir los sentimientos: los miedos. Las decisiones, las circunstancias, los pensamientos que tenfas... escribe ‘como te sentias y cémo lo viviste. B. Durante una semana realiza un “balance del dia” donde analices tus reacciones ante las adversidades, dolores o sufrimientos de cada dia. ic Ver el video del Testimonio José Villela, repitelo las veces necesarias y escribe las en- sefianzas que puedan ser significativas para ti. https//youtu.be/V2M2mbOA-nk. Oportunidades que aprovecho. Vision y metas. Cémo le dio significado, Redes de apoyo. Que te impacto més y por qué? Quién es Dios para José. 16 2.- POR QUE EXISTE EL DOLOR? 1.1 EL DOLOR CONSECUENCIA DEL PECADO La enfermedad y el sufrimiento se han contado siempre entre los problemas més gra- ves en la vida humana. En la enfermedad el hombre experimenta su impotencia, sus limites, y su finitud. Toda enfermedad puede hacernos entrever la muerte (CEC n. 1500). La enfermedad puede conducirnos a la angustia, al repliegue sobre nosotros mismos, a veces incluso a la des- esperacién y a la rebelién contra Dios. Pero también puede hacer a la persona mas madura y ayudarla a discernir en su vida lo que no es esencial, para volverse hacia lo que silo es (CEC n. 1501). 2.1.1 ELEVACION SOBRENATURAL DEL HOMBRE. a} Dios ha querido destinar al hombre a un fin ultimo sobrenatural: la participacién en la vida intima de la Santisima Trinidad como hijos adoptivos (cfr. EF 1,3-5) b) Este fin sobrenatural es completamente gratuito; aunque convenga en raz6n de la crea- cién del hombre “a imagen y semejanza de Dios” (Gen 1,26), no es algo exigido por la natu- raleza humana, y es inalcanzable con las solas fuerzas naturales. ) Para alcanzar su fin Ultimo, el primer hombre fue no solamente creado bueno, sino tam- bién constituido en un “estado de santidad y de justicia original” (cfr. CEC n. 374-375). d) “La gracia de la santidad original era una «participacién de la vida divina»» (CEC n. 375). uo e) Junto con la gracia santificante, Dios concedié a nuestros primeros padres otros dones que ellos debian trasmitir a sus descendientes. Estos dones, que suelen llamarse preterna- turales, eran: la integridad, o perfecto sometimiento de los sentidos a la razén; la inmortali- dad; la inmunidad de todo dolor; y la ciencia proporcionada a su estado. f) De este modo, “todas las dimensiones de /a vida del hombre estaban fortalecidas” (CEC n. 376): “mientras permaneciese en la intimidad divina, el hombre no debia ni morir (cfr. Gen 2,17 y 3,19) ni sufrir (cfr. Gen 3,16)” (CEC n. 376); — el hombre gozaba del «dominio de sin: “estaba integro y ordenado en todo su ser por estar libre de la triple concupiscencia (cfr. In 2,16), que lo somete a los placeres de los sentidos, a la apetencia de los bienes terrenos y a Ia afirmacién de si contra los imperativos de la razon” (CEC n. 377) 8) El hombre fue colocado por Dios en el paraiso ut operaretur, “para que trabajara” (cfr. Gen 2,15); el trabajo no es un castigo por el pecado; pero antes del pecado original no expe- rimentaba fatiga alguna en el trabajo (cfr. Gen 3,17-19). El trabajo es, desde los inicios de la humanidad, “colaboracién del hombre y de la mujer con Dios en el perfeccionamiento de la creacion visible” {CEC n. 378). h) “La armonia interior de fa persona humana, a armonia entre el hombre y la mu- Jet, y, por ultimo, la armonia de ellos con toda Ja creacién constituia el estado flama- do «justicia originaln» (CEC n. 376). Toda esta armonia, prevista para el hombre por de- signio de Dios, se perdid por el pecado de nuestros primeros padres (Cir. CEC. n. 379) 2.1.2. EL PECADO ORIGINAL a) El hombre, tentado por el diablo, perdié confianza en la bondad paternal de Dios y des- ‘obedecié al mandamiento que le habia dado, abusando de su libertad (cfr. Gen 31-11). En esto consistié el primer pecado (cfr. Rom 5,19) y en esto consiste también todo pecado (cfr. Catecismo, 396-397). b) El diablo y los otros demonios son angeles que por soberbia se rebelaron contra Dios y fueron arrojados del cielo (cfr. Ap 12,9). El diablo es “padre de la mentira” (In 8,44), y con engafios trata de alejar al hombre de Dios, como hizo para tentar a Eva: “seréis como dioses” (Gen 3,5; cfr. CEC n, 391-395). c) Como consecuencia del pecado, nuestros primeros padres empiezan a mirar a Dios con miedo y recelo (cfr. CEC n. 399), pierden los dones sobrenaturales y preternaturales, y la misma naturaleza —aunque no esencialmente corrompida— queda herida: la inteligencia debilitada para conocer la verdad, cae facilmente en la ignorancia y en el error; la voluntad, debilitada para el bien, se inclina facilmente al mal; los sentidos no obedecen a la razén: “la armonia en que se encontraban queda destruida” (CEC n. 400) y, sobre todo, se realiza la consecuencia explicitamente anunciada para el caso de desobediencia (cfr. Gen 2,17): el hombre “volverd al polvo del que fue formado” (Gen 3,19). De este modo “la muerte hace su entrada en la historia de la humanidad (cfr. Rom 5,12)” (CEC n. 400). 18 CONSECUENCIAS DEL PECADO ORIGINAL PARA LA HUMANIDAD ala Sagrada Escritura que asi como “por la desobediencia de un solo hombre, todos ron constituidos en pecadores, asi por la obediencia de uno séto [Cristo] muchos queda- ificados” (Rom 5,19) Todo el género humano es en Adan «como el cuerpo Unico de un Gnico hombre». Por 2 unidad del género humano, todos los hombres estén implicados en el pecado de Addn, ome todos estén implicados en la justicia de Cristo. Sin embargo, la transmisién del pecado al es un misterio que no podemos comprender plenamente. Pero sabemos por la Re- ocién que Adén habia recibido la santidad y la justicia originales no para él sdlo sino para ‘2 naturaleza humana; cediendo al tentador, Adén y Eva cometen un pecado personal, este pecado afecta a la naturaleza humana, que transmitirdn en un estado caido. Es un

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